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Universidad Interamericana de Panamá

Escuela de Psicología

Teoría Cognitiva Conductual

León, Ronald 8-963-620

27/2/2022
Detrás de la Terapia Cognitiva Conductual

Siendo la psicología una de las ciencias mas nuevas y debatidas, son muchos los diferentes tipos
de razonamiento y análisis que han surgido a lo largo de las décadas. Algunas se han descartado,
otras se han aceptado y otras se han funcionado entre si para lograr un nivel de aceptación mas
profundo y relevante dentro de la comunidad científica de hoy en día. Estaremos indagando
dentro de las escuelas del cognitivismo y conductismo, en como se logró su combinación,
proceso adaptativo y por qué es una de las teorías mas aceptadas y utilizadas en la sociedad.

La TCC como su nombre lo dice, es la combinación del análisis de nuestro comportamiento y los
procesos mentales que tenemos al momento de llevar a cabo dicho comportamiento. Se analizan
las diferentes emociones, pensamientos, sensaciones físicas y acciones; con el objetivo de dar
una índole más profunda al paciente al porqué de todo esto. Intentado modificar los patrones
negativos del paciente a unos más positivos y llevaderos.

En el prefacio de esta teoría, se consideraba que los trastornos del comportamiento no eran más
que la expresión física de la mala resolución de los conflictos inconscientes relacionados a la
represión de los instintos y necesidades; como planteaba Sigmund Freud. Los conductistas de la
época se oponían abiertamente a estas conclusiones dado en consideración que creían en que los
trastornos tenían que ser afrontados a partir de pruebas contundentes y comprobables que fuesen
contrastadas por la experiencia. Dejando atrás la parte cognitiva y enfocándose primordialmente
en la conducta visible y analizable. Teniendo esto en consideración las terapias que aparecieron
en esta primera etapa se basaron plenamente en el condicionamiento de la conducta, trabajando
con la asociación de estímulos, la sensibilización y/o extinción de ellos.

Desde mi punto de vista, esta nunca pudo haber sido un tipo de terapia viable, aunque entendida
dada en la época en la que surgió. A mi parecer existen diferentes tipos de razones por las cuales
un individuo puede llegar a hacer ciertas cosas; el no saber el por qué detrás de ella puede dejar
la puerta abierta a otro tipo de comportamientos “negativos” a pesar de que aquel otro
comportamiento ya o se esté dando. Por consiguiente, en esta primera etapa, este método solo
funciono principalmente para el tratamiento de fobias, la creación o eliminación de patrones, o el
entrenamiento de personas con capacidades reducidas.

Con el tiempo, las interrogantes presentes con la primera etapa eran mas que suficientes para
cuestionar el método entero dentro del campo de la ciencia. La poca efectividad de las terapias
puramente conductuales provoco que numerosos profesionales consideraran que el conductismo
no era suficiente para explicar y producir un cambio en comportamientos derivados de elementos
como convicciones o creencias. Aquí fue donde se introdujo la idea de que quizá lo que
realmente origina la conducta es el procesamiento de la información que se hace en el momento.
Aquí inicia la segunda etapa, donde no se descarto la importancia de las asociaciones y el
condicionamiento, si no que se empezó a considerar la importancia de las creencias y
pensamientos nucleares detrás de cada conducta disfuncional o negativa. Surgen las terapias
cognitivas conductuales.

Sin embargo, esta aproximación al tema tiene como principal objetivo, modificar toda
comportamiento/pensamiento negativo. Y yo me pregunto, ¿que ese considera negativo en el ser
humano? Soy de pensar que todo en esta vida lleva un balance. Un equitativo intercambio de
fuentes opositoras las que nos hace realmente “funcionales”. No es difícil imaginarse como seria
una persona “toda buena”. ¿Realmente podría considerarse eso un pensamiento “humano”? Tal
parece que los expertos de aquella época se cuestionaron lo mismo, y llegaron a la conclusión de
que el enfoque actual de la TCC debería de ajustarse de una manera más adecuada o
humanizada.

Ahora no significa que lo negativo sea bueno, ni que lo bueno sea malo; ahí estaríamos entrando
en un debate sin fin. Lo que realmente se busco en la tercera ola fue encontrar una aproximación
más contextualizada y holística teniendo en consideración los síntomas y problemas del paciente
para encontrar un cambio real y permanente en el individuo que permita su propia superación al
malestar. En vez de enfocarse en luchar contra la sintomatología del paciente, ahora nos
enfocamos en reorientar y refocalizar la atención del individuo hacia una vida con metas y
valores importantes, mejorando el ajusto psicosocial de él. Ahora no tomamos un problema
individual y lo tratamos si no que intentamos tocar el núcleo del paciente para crear un cambio
permanente y una compresión significativa de lo que a la persona realmente la esta llevando a
comportarse como lo hace. Aquí nacen psicoterapias analítica-funcionales, conductual dialéctica
y hasta el mindfulness como herramienta.

Definitivamente se puede ver el claro cambio y evolución entre las diferentes etapas en las que se
fue analizando el comportamiento y pensamiento del ser humano. Pasando de una trivial y
simple solución hasta una consideración inclusiva de todo lo que hace humana a la persona.
Nada nos asegura que esta sea la manera correcta de llevar las cosas, sin embargo, podemos decir
que nos encontramos en el mejor momento de la TCC. Nuestro trabajo como psicólogos es
ayudar a los demás a tener una mejor calidad de vida sea la situación que sea; y en mi pensar, la
mejor manera de hacer eso es realmente conectar con una persona a un nivel personal, en donde
la persona sea capaz de descomponerse y desglosar las raíces de su comportamiento sin ningún
tipo de presión, en donde pueda identificar y ver el porqué de sus acciones. Dentro de un espacio
en confianza, todos podríamos ser capaces de crear un mejor ámbito de vida.

Bibliografía

 Terapias de conducta: primera, segunda y tercera ola. (2017). Retrieved 28 February 2022,
from https://psicologiaymente.com/clinica/terapias-conducta-primera-segunda-tercera-ola
 Hurtado, C. «El conductismo y algunas implicaciones de lo que significa ser conductista
hoy». Diversitas.

 Los orígenes del conductismo, Watson y el manifiesto conductista de 1913. (Ardila,


2013).

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