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MODELO COGNITIVO CONDUCTUAL

TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL


TERAPIA COGNITIVA Y T.R.E.C. ALBERT ELLIS Y AARON BECK
Las aplicaciones terapéuticas son el resultado de modelos de aplicación teórica que han
surgido en diversas investigaciones relacionadas a las personas. Derivan de un modelo
con fundamentos epistemológicos claramente definidos y, en psicología, estos han ido
desarrollándose a lo largo del tiempo, dentro de un marco teórico coherente al momento
tiempo histórico influenciados por distintas escuelas, corrientes o sistemas psicológicos.
Muchos han sido los teóricos e investigadores que, desde la filosofía, han ido
influyendo para derivar lo que hoy en día se visualiza como las terapias de tercera, e
incluso, de cuarta generación, integrativas y mucho más flexibles. Sin embargo, no
siempre fue así, desde inicios del siglo XX, hubieron dos marcadas tendencias
claramente definidas: el psicoanálisis desarrollado por Freud y el conductismo
representado por Watson; posteriormente complementado por Skinner. Así también, se
desarrolló el humanismo donde varios teóricos integraron aportes (dentro del cual
destaca Rogers); solo por nombrar tres de los movimientos terapéuticos que, hasta
nuestros días, están plenamente vigentes, sin dejar de lado muchos otros movimientos
que forman parte de la psicología en estos tiempos.
Pero, si de modelos se trata, consideramos que estos tres son los pilares de lo que se
pretende hoy en día, cuando se habla de integración. Cada uno de ellos priorizó como
punto central de aplicación los fundamentos de sus teorías, el psicoanálisis con el
análisis interior del consciente, inconsciente y subconsciente, por tanto, la conducta
disfuncional es el resultado de vivencias de la infancia que no han logrado ser resueltos,
por ende, en la terapia se trata que el paciente pueda vivenciar estas experiencias
pasadas. El modelo del conductismo proponía la conducta como una reacción a ciertos
estímulos externos, pues la conducta disfuncional sería la manipulación de los estímulos
que son los que generan estas conductas, el tratamiento involucraría la manipulación
contingente de estos parámetros. La psicología cognitiva se centró en los procesos
mediadores generados en el pensamiento y las emociones
En el caso humanismo, involucra a la persona en integridad y en libertad de acción,
elección y funcionamiento, el punto central ‘la persona’ es la que desarrolla sus propios
procesos tendientes a un funcionamiento en sociedad. En las tendencias más actuales,
desde Maslow —con su pirámide del desarrollo de la autoestima— hasta la
fenomenología y el existencialismo, todos los modelos imperantes en su momento han
buscado responder a la realidad de las personas y cómo es que ellas buscan bienestar y
calidad de vida. Dice el dicho: «Todos los caminos conducen a Roma», y este parece ser
el caso de los modelos terapéuticos; en psicología, todos los modelos se orientan hacia
un mismo objetivo por distintos caminos. Cada modelo de intervención tiene su propio
fundamento teórico en el cual subyace sus técnicas, sin embargo, hay que reconocer que
todos buscan lo mismo. Si eso es así, surge una pregunta que dejamos a reflexión del
lector: ¿por qué no se busca una integración de los modelos?, en realidad, sería cambiar
el centro de atención, dejar la teoría para los teóricos y poner al servicio de los que nos
necesitan nuestras teorías.
Hemos dejado esta parte de la introducción para centrar nuestros cortos análisis para los
modelos mediadores. Según la psicología, en su enfoque cognitivo y constructivista, la
conducta es la reacción frente a una representación de la realidad desarrollada desde un
esquema cognitivo. Reaccionamos a nuestros propios procesos internos generados por
los procesos cognitivos, a la creencia que impera en nuestros pensamientos, por tanto, la
realidad no existe como tal, solo existe lo que en realidad creamos de esa realidad. Esta
concepción integra nociones explicativas del porqué las personas piensan de distinta
modo y actúan de una u otra manera. Dos personas pueden vivir la misma experiencia,
pero tener percepciones distintas de la misma.
Estas reflexiones no son nuevas en psicoterapia, el pasado remoto se proyecta a 2 500
años atrás, con la llamada filosofía estoica, la filosofía oriental budista y taoísta. La
filosofía estoica dirigía la vida por medio de la ejercitación de la virtud, con el fin de
conseguir la felicidad, la cual se lograba controlando las emociones desbordadas a
través del autodominio (Sahakian, óp. Cit. 1975). En Grecia, Enchiridon asevera que las
personas se perturbaban más por la opinión o visión que se tiene de los acontecimientos
que por estos mismos. Por lo expuesto, las opiniones más correctas podían reemplazar a
las más incorrectas y producir así un cambio emocional.
Los principios de Buda (566 a.C.), proclamaba los principios de su religión atea: la
dominación del sufrimiento emocional y físico a través del dominio de las pasiones
humanas que lleva a un estado de insensibilidad e indeterminación total, el Nirvana
(desnudez, extinción). El budismo afirma que la realidad es construida por el
pensamiento, por los juicios valorativos, que pueden ser pasionales y generar
sufrimiento (Ibíd. Sahakian, 1975).
Los primeros en usar este concepto (que los pensamientos son un factor importante en
el origen de las emociones y de las conductas) en forma sistemática para tratar los
trastornos psicológicos fueron: Albert Ellis y Aarón Beck, uno independiente del otro,
aunque ambos se disputaron la autoría del modelo y la supremacía de uno frente al otro.
Albert Ellis llamó a su modelo psicoterapéutico «Terapia Racional Emotiva
Conductual» (TREC) y Aarón Beck llamó al suyo «Terapia Cognitiva».
Comencemos con un cuestionamiento sobre el concepto de modelo, siendo importante
para el entendimiento de las teorías cognitivas comportamentales. Más aún; si tomamos
en cuenta los fundamentos cognitivos asociados a su utilidad, la comprensión de lo que
es un modelo parte de su utilidad y del uso que de este deriva como aplicación práctica.
Podríamos asociar el modelo a una variedad de entendimientos de la realidad o de los
fenómenos, Tal vez lleguemos a decir que un hecho o fenómeno puede ser explicado
por distintos modelos de un hecho o situación. La aplicación de los modelos tiene que
estar asociado a la utilidad que podemos lograr del mismo, aquellos que permitan
resolver los problemas.

LAS TERAPIAS COGNITIVAS


Las terapias cognitivas han recibido gran respaldo de la investigación desde la década
de los sesenta hasta la fecha, y han resultado sumamente eficaces en la clínica,
destacándose, especialmente, con trastornos como la depresión, la ansiedad, los ataques
de pánico, las fobias, las disfunciones sexuales, los conflictos de pareja, las adicciones,
la ira, la violencia y muchos otros.
Algunas de las características de estas terapias son:
• Abordaje integral: emotivo, cognitivo y conductual.
• Centradas en el problema, pero muy profundas por el contenido abordado.
• Pueden considerarse cortas en relación al promedio de otros abordajes.
• Incluyen tareas cotidianas entre sesiones, que son fundamentales para el proceso
de cambio.
• Perdurables en el tiempo por su acción educativa y transformadora, al ser
psicoeducativas.
• Apoyadas por las investigaciones más actuales en psicología, aquellas que
buscan la prueba empírica.
• Amplia capacidad de integración de técnicas y recursos eficaces provenientes de
otros enfoques.
Lo emotivo siempre ha sido parte fundamental de este modelo de terapias. El
razonamiento (capacidad de pensamiento) es parte del proceso, pero casi nunca es
suficiente para lograr un cambio. Diversos estudios han probado que las causas del
cambio son más complejas de lo que parecen, es por eso que se establecen fundamentos
que nos permitan entender esta disyuntiva. Por ejemplo: todas las experiencias de
nuestra vida al ser tan diversas en intensidad y fortaleza por tener un contenido
emocional, nos obligan a analizar y modificar nuestras creencias y los esquemas que las
sustentan. Cada día adquirimos nuevos conocimientos y estos van a ir direccionando y
modelando nuestras vidas, asimismo, cuanto más sabemos, por lógica seremos más
capaces de generar autorreflexiones, si a esto incluimos nuestra capacidad de tener
juicios de valor entre el bien y el mal; esto nos lleva a tener razonamientos sobre lo que
debemos y no debemos hacer, incluso entre lo que nos gustaría o no quisiéramos hacer.
La terapia cognitiva, dicta que los terapeutas tenemos que generar los recursos
necesarios en los pacientes para que sean capaces de reflexionar sobre sí mismos.
El cambio en la vida cotidiana del paciente lo logramos, habitualmente, a través de las
tareas (fundamentales en toda terapia). Sin tareas es muy difícil e improbable lograr el
cambio. No hay verdadera terapia cognitiva si no hay tareas.
Lo segundo, lo logramos en las sesiones con explicaciones y con el conocido debate
(que es lo que más se muestra en los textos y en los cursos, pero no es lo más
importante).
Lo tercero, es un objetivo de toda buena terapia cognitiva: que el paciente sea,
finalmente, capaz de encarar y resolver futuros problemas sin necesidad de recurrir
nuevamente a un psicoterapeuta.

EL MODELO DE LA MEDIACIÓN COGNITIVA


LA TEORÍA DE ALBERT ELLIS
Albert Ellis nació el 27 de septiembre de 1913 en Pittsburgh, Pennsylvania, pero en
1918 su familia se mudó a New York, donde él vivió el resto de su vida.
En su infancia tuvo que enfrentar varios desafíos. Un desafío fue la desatención de sus
padres y otro desafío fue su débil salud. El tercer desafío que tuvo que enfrentar fue su
timidez e introversión, con su evitación social y su gran ansiedad, especialmente para
abordar a las mujeres. Sin embargo, a pesar de todas estas características, él se las
arregló para sostener su autoestima, basándose en su inteligencia y sus logros escolares,
así como en las respuestas favorables de sus amigos y otros adultos.
A los 29 años, en septiembre de 1942, ingresó al programa de psicología clínica en el
Teachers College de la Universidad de Columbia, y en un año alcanzó su maestría en
psicología clínica. Desde el año 1943 se inició en la práctica privada de psicoterapia y
alcanzó su doctorado en 1947. Ya en 1950 fue designado Jefe de Psicología de todo el
departamento de instituciones y agencias del estado de New Jersey.
Albert Ellis desarrolla su teoría a partir de 1955 con el nombre de rational therapy,
posteriormente, al complementar sus investigaciones con pacientes reemplaza por el de
rational emotive therapy (terapia racional emotiva), y a partir de 1994, la denomina
rational emotive behavior therapy (conocida por sus siglas REBT), en español, la
conocemos como «Terapia racional emotiva conductual» o TREC. (ALAMOC,
http://www.alamoc-web.org/ellis.html, 2014).
Ellis (Ellis, 2009), a partir de su experiencia en el campo clínico y el trabajo en
pacientes con problemas emocionales afectivos, propone un modelo de intervención
llamado de ‘medicación cognitiva’, donde otorgaba un papel central a los procesos
cognitivos (pensamientos y emociones), y a partir de ellos debería girar la intervención
terapéutica.
Fue inspirado por el filósofo estoico Epícteto, quien afirmaba que las personas no se
alteran por los hechos, sino por lo que piensan de los hechos. A partir de esta reflexión
fundamenta su teoría en el modelo ABC, sustenta: «lo que nos perturba no son los
hechos es lo que pensamos de ellos (nuestra evaluación de ellos)», Sahakian (Óp. Cít.
1975), evidencia un papel principal a las experiencias de las personas, y la comprensión
que se tiene de cada una de ellas; dos personas pueden vivir la misma experiencia, pero
cada una de ellas las visualizará y concluirá sobre la experiencia de manera distinta,
dependiendo de las experiencias vividas y de la valoración (emocional afectiva) que se
haga de la misma.
A partir de esta explicación podemos entender cómo es que las dos personas pueden
tener puntos de vista distintos, a pesar de haber vivido lo mismo. Es claro ver las
diferencias en la manera de pensar entre varones y mujeres o entre personas del mismo
sexo y de diversas edades, cada uno tiene una manera particular de visualizar la realidad
y de proyectar sus intereses, gustos y objetivos de vida. A algunas personas les
interesará más una cosa y a otras, otra cosa. A partir de esta teoría surge el modelo
explicativo tradicional de Ellis denominada ABC, donde:

Sistema de
Acontecimiento Consecuencias
creencias
“A” representa el acontecimiento activador que genera un suceso o situación. La teoría
de información considera la entrada el imput. El suceso puede ser externo e interno. Si
es externo, son todas las situaciones que se presentan en la vida cotidiana de las
personas, involucra condiciones del ambiente, interacciones directas e indirectas. En el
análisis conductual aplicado, son los estímulos contingentes que van a provocar sobre el
organismo una respuesta. Si el suceso es interno funciona bajo la misma dinámica, solo
que en este caso, son pensamientos, imágenes, recuerdos, fantasías, conductas,
sensaciones físicas, sentimientos y emociones. Estos hechos internos que buscan
también respuestas, son privados, internos, propios de cada persona; pero no por ello
menos potentes. Se podría decir que son determinantes para la actuación de la persona,
es el producto del diálogo de nuestro juicio de valores, ética, conducta moral, nuestra
conciencia.
“B”, representa el principio al sistema de creencias, se puede considerar que incluyen
todo el contenido el sistema cognitivo. Hablamos de la información, pensamientos,
recuerdos, imágenes, supuestos, hipótesis, deducciones, inferencias, actitudes,
atribuciones, normas, valores, costumbres, la filosofía de vida, gustos, preferencias, etc.
El papel es mediador es muy importante en el proceso terapéutico, en la solución de
problemas la persona debe tener la claridad necesaria y suficiente para enfrentar la vida
y la construcción de nuevas experiencias, en sí, el estilo de pensamiento y de sentir
frente a los acontecimientos.
“C”, que representa las consecuencias, respuestas al activador “A”. Para (Obst
Camerini, 2004), pueden ser de cuatro tipos:
• Tipo motivo. Relacionado a emociones que son el núcleo central para el
equilibrio de las personas.
• Tipo cognitivo. Relacionado a los pensamientos y a los exámenes de
información. Punto medular en la acción terapéutica, sobre todo si
consideramos que esta se ejerce a través de la palabra.
• Tipo conductual. Relacionada a las acciones, son todas las respuestas objetivos
que podemos visualizar, por tanto, medir en intensidad y frecuencia. Se
relaciona con aspectos integrados en la totalidad del organismo.
• Tipo somático. Son respuestas fisiológicas asociadas a los estados psicológicos,
son conocidas como psicosomáticas.
La relación expuesta en la teoría del ABC no es simplemente lineal como se expone,
por el contrario, es dinámica, circular, multifuncional, se establecen muchas

relaciones. Veamos los siguientes esquemas al respecto:


Tomado de: Reason and emotion in psychotherapy. Ellis, Óp. Cít. 1994

Así́, por
ejemplo,
"A"

(acontecimiento) se considera como lo percibido por la persona, y, en cierta manera,


'creado’ o 'construido’ mediante su selección, inferencias, supuestos, sistemas de
atribución, etc., siempre condicionado por sus metas "G" (goals) y sus ‘esquemas’,
elementos estos pertenecientes al sistema cognitivo ("B").
• B A
También se acepta que el tinte emotivo ("C"), en parte, modifica y determina los
esquemas utilizados y consiguientes distorsiones cognitivas ("B") para la construcción
de "A".
• C B
También las emociones y conductas modifican directamente las situaciones.

• C A
Además, existen estímulos ("A") que, en un primer instante, generan una respuesta
condicionada ("C") que recién luego puede ser procesada por el sistema cognitivo.
• A C

LAS CONSECUENCIAS
Con respecto a las reacciones frente a una circunstancia la terapia racional emotiva
conductual distingue dos tipos (Ellis, 1977):
• Apropiadas, funcionales no perturbadas.
• Inapropiadas, disfuncionales, auto saboteadoras.
Que sean visualizados de una u otra forma, depende de dos consideraciones básicas:
1. Que sea acorde a la situación con referencia a la cual se genera, es decir, que
esté en plena correspondencia con el activador.
2. Que favorezca a la resolución del problema si es que existiera, o a la
consecución de un logro, meta u objetivo de la persona.

Las emociones son conductas inapropiadas disfuncionales y se caracterizan por (Ellis,


1977):
1. Causar un sufrimiento innecesario o desproporcionado con respecto a la
situación.
2. Generar comportamientos autosaboteadores de la persona, entorpeciendo el
logro de objetivos metas.
3. Dificultar la realización de conductas necesarias para lograr objetivos
propuestos.
4. Estar asociadas a las llamadas “creencias irracionales” que son cogniciones
disfuncionales.
5. Que respondan a prejuicios que la persona tiene sobre la situación, que hay
muchos de los casos son culturales.

LAS COGNICIONES (B):


Con respecto a "B", procesamiento de información, (Ellis, A. y Dryden, W., 1987)
presentan una propuesta del tipo de evaluaciones que la persona hace matizando con
algunos ejemplos para su mejor comprensión:
• Observaciones (no evaluativas) que se limitan a lo observado: El hombre está
caminando.
• Inferencias (no evaluativas) que incorporan hipótesis o supuestos que pueden
ser acertados o erróneos: El hombre que está caminando intenta llegar a la
oficina, está apurado, etc.
• Evaluaciones preferenciales: Me gusta dormir la siesta. Deseo aprobar el
examen.
• Evaluaciones demandantes o perturbadoras (musturbatory): Necesito
absolutamente ser valorado por mi tío. Debo absolutamente rendir un examen
perfecto.
Las evaluaciones serán denominadas por Ellis: ‘creencias’ y calificadas de irracionales
las demandantes, y de racionales las preferenciales.
Las ‘evaluaciones demandantes’ (llamadas por Ellis creencias irracionales) se
caracterizan por su rigidez y total intolerancia a la frustración. Estas demandas pueden
estar dirigidas hacia uno mismo, hacia los otros o hacia el mundo en general. (Por
ejemplo: yo debo ser exitoso, tú debes amarme, o, la vida debe ser fácil).
Las actitudes demandantes representadas por las citadas expresiones conducen a las
emociones (o conductas) disfuncionales o autosaboteadoras, que caracterizan a los
trastornos que los pacientes intentan eliminar.
En este momento, resulta interesante señalar que la calificación de racional o irracional
en el lenguaje de Ellis, se centra en las consecuencias acordes o contrarias a los
objetivos de las personas, excluyéndolo de la calificación de "racionalista" que algunos
erróneamente le han querido atribuir. Confirmando lo antedicho, leemos:
Aceptando que las personas tienden a dirigirse hacia sus metas, lo racional en la
teoría de la RET es "lo que ayuda a la gente a alcanzar sus metas y propósitos
básicos, en tanto que "irracional" es lo que se los impide."(Dryden 1984). Por lo
tanto, la "racionalidad" no puede definirse en forma absoluta, sino que es
relativa por naturaleza. (Ellis & Dryden, 1987, p.4).
Finalmente, simplificando su enfoque, Ellis observa que todas las demandas absolutistas
pueden agruparse en tres clases:
➢ Demandas sobre uno mismo ("yo debo..." o "yo necesito...").
➢ Demandas sobre los otros ("él debe..." o "tú debes...").
➢ Demandas sobre el mundo ("el mundo debe..." o "la vida debe...").
La alternativa filosófica planteada por Ellis consiste en declinar la filosofía deman-
dante y reemplazarla por una filosofía preferencial de metas y deseos motivadores.

EL MODELO DE AARÓN T. BECK


Aarón Beck nació en Providence, Rhode Island, el 18 de julio de 1921, siendo el más
pequeño de sus tres hermanos. Los padres de Beck eran inmigrantes judíos. El
nacimiento de Beck se vio precedido del fallecimiento de su hermana, como
consecuencia de una epidemia de gripe, situación que sumió a la madre de Beck en una
profunda depresión.
Beck fue a la Universidad de Brown, graduándose cum laude en 1942. Ingresó en la
Escuela de Medicina de Yale y se graduó en 1946. En esta Universidad fue editor
asociado del diario Brown Daily Herald, y recibió el Francis Wayland Scholarship, el
Premio de Excelencia en Oratoria de William Gaston y el Premio de Ensayo de Philo
Sherman Bennett.
A principios de los años 1960 cuando era psiquiatra en la Universidad de Pensilvania,
desarrolló la ‘terapia cognitiva’. Debido a su instinto científico e investigador, trató de
poner a prueba algunas hipótesis acerca de los conceptos psicoanalíticos implicados en
la depresión, diseñando y llevando a cabo diferentes experimentos. A pesar de que
esperaba validar gran parte de los preceptos fundamentales del psicoanálisis, se
sorprendió al encontrar justo lo contrario. Estas investigaciones le llevaron a comenzar a
buscar otras formas de conceptualizar y explicar la depresión. Así, dio comienzo al
modelo que quedaría definido como "Terapia Cognitiva", también conocido
actualmente como "Terapia Cognitiva Conductual".
En 1994 Beck crea el "Beck Institute" en Bala Cynwyd, Pennsylvania, del cual es
actualmente directora su hija, la Dra. Judith Beck. Desde entonces hasta el presente el
Dr. Beck y sus colaboradores diseminados por todo el mundo, han investigado la
eficacia de esta forma de terapia para tratar un amplio abanico de trastornos, incluyendo
la depresión, ansiedad, trastornos de personalidad, obesidad, etc.
Según la Asociación Americana de Psicología, es uno de los cinco psicoterapeutas más
influyentes de todos los tiempos. (ALAMOC, http://www.alamoc-web.org/beck.html,
2014).
EL ESQUEMA BÁSICO DE LA TERAPIA COGNITIVA
La Terapia Cognitiva está basada en el modelo cognitivo que postula que las
emociones y conductas de las personas están influidas por su percepción de las
experiencias que vive día a día. “No es una situación en y por sí misma la que
determina lo que una persona siente, sino más bien la forma en que ella
interpreta la situación (Ellis, 1962; Beck, 1964).
Por lo tanto, la forma en que se sienten las personas está asociada a la forma en
que interpretan, y piensan sobre una situación. La situación por sí misma no
determina directamente cómo se sienten; su respuesta emocional está mediada
por su percepción de la situación.” (Beck, J., 1995, p.14).
La Psicoterapia Cognitiva destaca que lo que las personas piensan y perciben sobre sí
mismas, su mundo y el futuro es relevante e importante y tiene efecto directo en cómo
se sienten y actúan. (Dattilio, Frank M. y Padesky, Christine A., 1992).
El sistema cognitivo: está compuesto por tres aspectos:
• Situación,
• Pensamiento automático,
• Respuesta

Especificado exactamente por Beck, (1995)


Las ‘situaciones’ pueden ser: los pensamientos automáticos son los
pensamientos evaluativos, rápidos y breves que no suelen ser el resultado de una
deliberación o razonamiento, sino más bien parecen brotar automáticamente.
Los pensamientos automáticos o palabras e imágenes que están en nuestra mente
son relativos a las situaciones y representan el nivel más superficial de
cogniciones. Estos pensamientos pueden tener forma verbal (“lo que me estoy
diciendo a mí mismo”) y/o (sic.) visual (imágenes). Los pensamientos
automáticos surgen de las creencias.
Las creencias son ideas que son tomadas por la persona como verdades
absolutas.
Las creencias intermedias están constituidas por: reglas (normas), actitudes y
supuestos.
Las creencias nucleares representan el nivel más profundo, fundamental, rígido y
global de interpretación, que influye en los otros niveles. Estas creencias las
personas frecuentemente no las expresan ni aún a sí mismas y no tienen clara
conciencia de ellas. Son creencias desarrolladas desde la infancia y consisten en
definiciones, evaluaciones o interpretaciones fundamentales y profundas que las
personas hacen de sí mismas, de las otras personas y de su mundo.
Las respuestas (o reacciones) pueden ser: emotivas, conductuales o fisiológicas
Un acontecimiento externo.
Una sensación o perturbación física.
Un pensamiento, un recuerdo u una imagen. (Beck, 1995).
PRINCIPIOS DE LA TERAPIA COGNITIVA (Ibíd., Beck, J. 1995)
Requisitos explicitados por Aarón Beck para ejercer un proceso terapéutico adecuado
desde el enfoque cognitivo:
1. La terapia cognitiva se basa en una formulación permanentemente evolutiva del
paciente y sus problemas en términos cognitivos.
2. La terapia cognitiva requiere una sólida alianza terapéutica.
3. La terapia cognitiva enfatiza la colaboración y la participación activa.
4. La terapia cognitiva se orienta hacia metas y se centra en los problemas.
5. La terapia cognitiva inicialmente, enfatiza el presente.
6. La terapia cognitiva es educativa, apunta a enseñarle al paciente a ser su propio
terapeuta y enfatiza la prevención de la recaída.
7. La terapia cognitiva apunta a ser de tiempo limitado.
8. Las sesiones de terapia cognitiva son estructuradas.
9. La terapia cognitiva les enseña a los pacientes a identificar, evaluar y responder
a sus creencias y pensamientos disfuncionales.
10. La terapia cognitiva usa una diversidad de técnicas para cambiar los
pensamientos, el estado de ánimo y las conductas.

LOS RECURSOS TERAPÉUTICOS


1. La Terapia Cognitiva usa una amplia e irrestricta variedad de recursos, tanto
cognitivos como emotivos y, muy especialmente, conductuales.
2. Estos recursos se desarrollan en la sesión y también en el tiempo entre sesiones.
Esto último, denominado "tareas de auto ayuda", resulta de primordial
importancia para el éxito del proceso terapéutico. No es suficiente con lo que se
hace dentro de las sesiones: El cambio requiere de la práctica diaria a realizar
por el paciente.

CARACTERÍSTICAS COMUNES Y DIFERENCIAS


ENTRE TERAPIAS COGNITIVAS CONDUCTUALES
I Conceptos básicos del modelo:
1. El procesamiento cognitivo influye en la determinación de las respuestas: las
emociones y las conductas.
2. El procesamiento cognitivo puede ser conocido (con mayor o menor
aproximación).
3. El procesamiento cognitivo puede ser modificado.
Consecuencia: las emociones y las conductas pueden ser modificadas mediante la
modificación del procesamiento cognitivo.
II Características compartidas por diferentes corrientes o escuelas:
1. Son de plazo más breve y acotado al logro de objetivos específicos.
2. Son avocadas a problemas o patologías concretas.
3. Se basan en la documentación de resultados (investigación) para seleccionar las
técnicas más eficaces para cada problema.
4. Destaca al individuo (paciente) como el actor en control de su propio proceso.
5. Resalta la importancia de la "alianza terapéutica".

Tienen una naturaleza educativa, por cuanto:


1. Su objetivo es enseñar al paciente el modelo y los recursos para que él pueda
utilizarlos para lograr los cambios deseados.
2. Tiene como objetivo que el paciente haya aprendido los recursos necesarios para
evitar futuros trastornos, si tuviera que enfrentar similares problemas.
Emplea siempre las tareas o actividades a desarrollar por el paciente, fuera de sus
sesiones como fundamentales para lograr el cambio.
III Algunas diferencias entre escuelas:
1. El modelo ‘racional emotivo conductual’ (Albert Ellis), enfatiza la identificación
y refutación de creencias irracionales y, especialmente, de las demandas a partir
de la disfuncionalidad de las mismas, pero también usando el cuestionamiento
empírico, principalmente el método socrático, y lógico propio del conocimiento
científico. Ellis se define como humanista al proponer la auto aceptación, la
aceptación de los otros, de la realidad y de la incertidumbre como una filosofía
de vida y un medio para experimentar la menor perturbación emocional ante las
situaciones vitales. Pese a su abordaje, originalmente denominado racional, su
objetivo son las emociones y conductas disfuncionales, es por eso que en su
momento especifica que es racional emotivo conductual. Para lograr el cambio,
entre sus recursos incluye los emotivos, de imaginación y experimentales o
conductuales. En los últimos años, se aleja de su visión originalmente empirista
y más racional, al reconocer como ‘racional’ al pensamiento ‘funcional’,
definido como el que mejor permite el logro de objetivos de cada individuo ante
cada situación. Este es un avance en el abordaje de la TREC.
2. La ‘terapia cognitiva’ (Aarón T. Beck), muy centrado en el desarrollo de los
recursos que las personas tienen y que mejores resultados han demostrado en el
abordaje de cada tipo de trastorno. Enfatiza modificar las formas de
pensamientos que distorsionan la realidad y no les permite visualizar tal como
es, llegando a desarrollar formas de pensamiento llamados tendenciosos o sin
fundamento. Este modelo desarrolló también el concepto de esquemas como
estructuras cognitivas relativamente estables (o difíciles de modificar), que
determinan las formas de percepción, estructuración y evaluación de las
experiencias, así como las respuestas emotivas y conductuales ante estas.
También este modelo, en los últimos años, ha adoptado una visión más
funcional de las metas y ha incorporado recursos emotivos y conductuales
originados en otras escuelas, como la terapia Gestalt, la terapia interpersonal y el
psicodrama. En los últimos años, Judith Beck ha destacado la importancia de
usar los recursos del psicodrama en las terapias.

Aaron T. Beck (1962) (Óp. Cít. 1995), a partir de su experiencia con pacientes
depresivos, afirma que siempre toda experiencia vivida es generada por un estímulo que
la provoca, el cual dispara un pensamiento acerca de la experiencia generando una
respuesta, este modelo lo expresa de la siguiente manera:
S PA R
Hay que enfatizar lo siguiente, nadie está perturbado por lo que pasa, está perturbado
por lo que piensa que pasa. Los activadores no son las situaciones en sí, sino lo que
pensamos de las situaciones.

Situación Pensamiento
Respuesta
Estímulo automático
Siempre
se va a
presentar la dicotomía entre los hechos versus lo que pensamos de los hechos.
La terapia se centra, no siempre, en aquellos hechos/sucesos, sino en lo que podemos
pensar de los hechos. «El verdadero sentido de la terapia no es cambiar los hechos, sino
cambiar lo que pensamos de ellos». (J. Beck, 2013. Congreso mundial de ALAMOC).
Las situaciones o estímulos pueden ser:
• Un acontecimiento externo
• Una sensación o perturbación física
• Una fantasía o imagen

Las reacciones pueden ser:


• Emotivas
• Conductuales
• Fisiológicas

CONTENIDOS COGNITIVOS:
• LOS PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS.
(Lo inmediato, lo primero que aparece en mi mente)
• LAS CREENCIAS INTERMEDIAS:
Reglas + actitudes + supuestos.
• LAS CREENCIAS NUCLEARES.
Conceptos sobre: el mundo + los otros + yo mismo.
MODELO DE BECK
Una situación genera un pensamiento automático el cual genera una respuesta que
puede ser fisiológica, emotiva, conductual y cognitiva.
Los pensamientos automáticos tienen como base creencias nucleares y creencias
intermedias. Las creencias nucleares son sobre sí mismo, los otros y el mundo.
Las creencias intermedias pueden ser de tres tipos:
➢ Supuestos
➢ Normas
➢ Actitudes

LA TRIADA COGNITIVA (BECK)


Los significados o interpretaciones que la persona hace acerca de:
• Sí mismo
• Su entorno contextual o las experiencias
• Su futuro (metas)

En la depresión:
Su futuro : NEGATIVO (nada bueno espera, no hay futuro)
Su entorno : NEGATIVO (malo, nada interesante)
Sí mismo : NEGATIVO (no sirvo, no soy querible)
En la ansiedad:
Su futuro : INCIERTO
Su entorno : PELIGROSO
Sí mismo : FALTO DE RECURSOS
TRES NIVELES DEL SISTEMA COGNITIVO (BECK)
• Automático, involuntario o preconsciente
• Consciente
• Metacognitivo

El sistema “automático” se encarga de los procesamientos rápidos destinados a


consecuencias de breve plazo y se desarrolla pasiva y no conscientemente.
El sistema “consciente” incluye los procesos más lentos de elaboración, es de carácter
analítico y capaz de dominar o modificar al más primitivo o “automático”.
El sistema “metacognitivo” opera reflexivamente «pensando acerca del pensamiento».
Es el responsable de instalar y alcanzar las metas a largo plazo, a pesar de los malestares
a corto plazo (conflicto temporal de consecuencias). Es, justamente, al sistema
metacognitivo al que puede recurrir una persona (y su terapeuta) para modificar sus
distorsiones cognitivas o pensamientos disfuncionales.

EL MODELO COGNITIVO CONSTRUCTIVISTA


MAHONEY, M. (2003), MAHONEY, M. (1995)
Esta corriente se autodefine como posracionalista al rechazar el supuesto de la
existencia de un mundo externo que puede ser percibido (correcta o incorrectamente)
por las personas. En epistemología, se suele denominar constructivismo a aquella
corriente de pensamiento humano que emerge a mediados del siglo XX, de la mano de
investigadores de disciplinas muy diversas (filósofos, psicólogos, físicos, matemáticos,
biólogos, etc.).
Para el constructivismo, la realidad es “construida” por cada persona.
Podemos decir que el constructivismo abarca diversas teorías y versiones que,
básicamente, convergen en estos principios:
• Los humanos nos somos receptores pasivos —a través de los sentidos— de una
realidad objetiva, externa; a la cual podemos copiar, conocer por medio de la
razón, sino que somos constructores proactivos, de “realidades”.
• No somos receptores pasivos de las experiencias, sino constructores activos de
ellas seleccionando, organizando, estructurando y atribuyendo significados.
Esta corriente prefiere centrarse en el proceso del pensamiento y de producción de
significados, en vez de los contenidos del pensamiento.
Algunas escuelas cognitivas conductuales ya comenzaron a aceptar los principios
constructivistas e incorporarlos a algunos tratamientos, aunque otras han comenzado a
cuestionar ciertos aspectos de esta nueva tendencia.
Por ejemplo, Ellis se autodefinió ya en los 90 como "constructivista moderado", porque
desde el comienzo se había basado en las creencias, en lo que el paciente considera la
realidad como causa de los trastornos, y como objetivo del cambio terapéutico, en lugar
de definir como objetivo terapéutico una correcta percepción de la realidad (idea
predominante en los inicios del modelo cognitivo, especialmente en Beck).

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