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com

LA PINTURA
MAYA
Expresiones de
un arte milenario

PINTURA MURAL
• PINTURA RUPESTRE
• TAPAS DE BÓVEDA
PINTADAS
• BONAMPAK, TUlUM
y SANTA RITA COROZAl

TÉCNICAS
y MATERIALES

VASOS PINTADOS

CÓDICES
• CÓDICE MADRID
• CÓDICE PARís

HALLAZGOS EN EL
RECINTO CEREMONIAL
DE TENOCHTITLAN

Jl~Jllll l~l~jl)Ul~IIIJl l
Exhibir hasta NOVIEMBRE/ 10f OB VOL. XVI- NÚM. 93 $ 60
Museo Nacional de Antropología
Paseo de la Reforma y Gandhi

12 de agosto - 5 de octubre 2008

Conformada por 240 piezas procedentes del Museo Arqueológico Nacional, pretende mostrar las transform ac iones que a

lo largo de muchos siglos han convertido el territorio peninsular español en un mosaico de pueblos de muy diversa

filiación étnica y cultural.

Prehistoria, Protohistoria, El mundo clásico

La Edad Media, La Edad Moderna, Numismática

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InstitutoNaciooaI
,
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de Antropología
e H~oria •••
Consejo Nndonal pan! la Cultura y las Artes Editorial Ra{ees, S.A. de C. V. www.arqueomex.com arqueomex@arqueomex .com suscnpciones@arqueo mex .com
Presidente Presidente
SERGIO VELA SERGIO AlITREY MAZA
bGtituto Nndonal de AntropoWgúl eHistoria Directora General
Director General MARIA NIEVES NORIEGA DEAIIIl<EY
ALFONSO DE MARIA y CMIPOS

Arqueologia Mexicana

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Investigación iconográfica y archivo de imagen: Jost CABEZAS
H ERRERA, DANIEL DIAl
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Traducción: EUSA RAf..l1REZ
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RAFAEL Do~IZ, JAVIER H lNOJOSA, 1USTlN KERR, MARCO A i\'TONIO PACHECO,
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jOAQUIN GARdA-BÁRCENA, BERNARDO GARdA MARTINEZ, LEONARDO LóPEl VOLUMEN XVI, NÚMERO 93
L U'ÁN, EOUAROO M ATOS MOCTEZUMA, A LEJANDRO MARl1NEZ MURlEL,
ENRIQUE NALDA, MARlA NIEVES NORlEGA DE AUTREY, JOSE EMIUO PACHECO,
RICARDO POZAS H ORCASITAS, MARIA TERESA URIARTE CASTAÑEDA
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ROBERTO GARdA MOLL, NORBERTO GONZÁLEl, REBECCA GoNZÁLEZ LACCK,
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SL\iON MAKrli'l, ALBA GUADALUPE MASTACHE t, EDUARDO MATOS, LoRE.'l-\
MlRAMBELL, DoMINIQUE MICHEU,-r, MARY E. MILLER, JESÚS MONIARÁS-RUlZ,
CARLOS NAVARR.ETC., XAVIER NOCUEZ, PONClAJIlO ORTIl, J EFFREY R. PARSOI\S,
HANS ?REM, RC6A REY~A ROBLES, WILUAM T. SANDERS, MARlCARMEN SERRA
PUCHE, I'ETER ScH>.lIDT, Orro SCHONDUBE, FEUPE SoLls, RONALD SPORES,
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DOSIER
Consejo Científico Fundador: JOAQutN GARCfA-BÁRCENA, ALEJAf\IQRO
MARTfr..TEZ MUR1EL, ALBA GUADALUPE MASTACHE FLORES t, E~JQUE NALDA
26 La pintura maya
Editorial Ra{ees, S.A. de C. V. Las expresiones pictóricas de los
Directora general: MARIA NIEVES NORlEGA DE AurREY
Administración: FRANOSCO GONZÁLEZ mayas se encuentran entre los mejores
Ventas: MA. ENRIQUETA GAvnu, HAYDE~ GoNZÁLEl ejemplos de su género en la época
Asistente de la dirección general: ANA LIUA IBARRA
prehispánica . Lo son no sólo por sus
Circulación: MARIA EUGENIA JIMtl\EZ, JESÚS M. GaVEtA
Representante legal: A NGELL'JA Cut innegables cualidades estéticas y por
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018OO-4RAICFS susaipciones®arq ueomex.com
Correspondencia: EDITORIAL RAfeES, ROOOLFO GAONA 86,
sino por ser una via de estudio de
COL. LOMAS DE SarELO, DEL. MIGUEL HIDALGO, C. P. 11200, numerosos aspectos de la cultura
MÚICO, D.F., tel. 5557-5004,
maya . Gran parte de la evidencia de
fax 5557-5078 y 5557-5004, exl. 5163
http ~/www.arqueomex.comarqueomex@arqueomex.com que se dispone se encuentra en tres
soportes: la pintura mural , los códices
@ ArqueologÚ1 MrriCtll1ll es una publicación bimestral editada y publicada por Editorial
Raíces ¡Instituto Nacional deAntropologfa e Historia. Editora responsable: Maria Nieves y las vasijas pintadas de cerámica .
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delaSecretanadeGobemación. Registropostal núm. PP09-0151,autorizadoporSepomex.
Registro núm. 2626 de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Reserva
28 El descubrimiento de las
de uso de título núm. 1935-93. ISSN 0188-8218. Prrprmso t impresi6n: Offset Multicolor, pinturas murales de Bonampak 35 Cuevas y pinturas rupestres
S.A. de C.V., Calzada de la Viga 1332, c.P. 09430, México, D.F., tel.5633-1182. Distribuci611
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La historia del descubrimiento de el lugar del abismo negro"
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son propiedad del editor. Derechos Reservados © EDITORIAL RAfCES, S.A. de C.V. a un descubrimiento; se refiere Para los antiguos mayas, la cueva
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pertenecientes al patrimonio cultural de la nadón mexicana, contenidas en esta obra, está
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en México y Guatemala después de de la superficie terres e e espacio
e Históricos, y la Ley Federal del Derecho de Autor; su reproducdón debe ser aprobada la Segunda Guerra Mundial , yes , regido por el movifTl e~· ;::e Sol y
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intrigas internacionales, reclamos y de la muerte
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iv'rn" Instituto VerlflcadOl de Medios
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periodistica. estirpe
41 Las tapas de 60 Tulum, Quintana Roo, 74 El Códice Madrid.
bóveda pintadas y Santa Rita Corozal, Un viejo documento
en el área maya Belice. Pintura mural revela nuevos secretos
Leticia Staines C. Pablo Escalante Gonza/bo. Gabnelle Vail, Anthony Aveni
El arte pictórico maya Saeko Yanagisawa Investigaciones recientes prueban
se plasmó en distintas Las pinturas murales de Tulum y que el Códice Madrid es sin lugar a
manifestaciones plásti- Santa Rita Corozal -de contenido dudas prehispánico y proviene del
cas , una de las cuales eminentemente religioso , en el que norte de las Tierras Bajas mayas.
es la arquitectura. Una se combinaron escenas mitológicas En sus 112 páginas, que contienen
interesante modalidad de con algunas representaciones augurios agricolas y astronómicos, hay
este rico acervo es la conocida como astronómicas- se realizaron bajo el claves que nos hacen suponer que los
tapas de bóveda pintadas, entre cuyos influjo de la tradición Mixteca-Puebla , escribas que lo pintaron estuvieron
elementos caracteristicos se encuen- aunque debe aclararse que en ellas se estrechamente relacionados con sus
tran : un soporte arquitectónico espe- encuentra una adaptación de ese estilo lejanos colegas del Centro de México.
cifico, un color uniforme y el uso de la en la que se aprecian también algunos
imagen de una deidad . rasgos propiamente mayas .

46 Los colores de la selva. 66 El Códice París


Procedimientos, materiales Bruce Love
y colores en la pintura Los códices fueron esenciales para el
mural maya funcionamiento y ejercicio cotidiano
Diana Magaloni Kerpe/ del sacerdocio maya. El Códice París
La pintura mural es una de las se ocupa al menos de ocho temas,
expresiones artisticas que mayores entre ellos anotaciones históricas,
desafíos presenta a sus creadores. almanaques adivinatorios e incluso
Es el resultado de la armónica movimientos de las constelaciones.
integración de dos técnicas y dos
lenguajes plásticos: el pictórico y el
arquitectónico, de manera que el
espacio se convierte en el mundo ARQUEOLOGíA PIEZA
de la representación .
18 Hallazgos en el recinto 16 La lápida de Itzpapálotl.
ceremonial de Tenochtitlan Obra de arte matlatzinca
Raúl Barrera Rodríguez, Carmen Agui/era
Gabtno López Arenas
A partir de las investigaciones DOCUMENTO
realizadas hasta ahora en
Donceles 97 y el simbolismo
84 Códice Tulane
de algunas de las esculturas
Xavier Noguez
recuperadas es posible proponer,
de manera preliminar, que la 6 CARTAS
edificación encontrada sea el
calmécac, en el cual se preparaba 10 NOTICIAS
a los jóvenes mexicas para ejercer
el oficio de sacerdotes. 86 RESEÑAS

51 El Vaso de Princeton.
Un ejemplo del estilo códice
Erik Velásquez García
Una de las tradiciones pictóricas
con mayor virtuosismo en el arte del
periodo Clásico es el estilo códice,
que fue plasmado sobre vasijas
de cerámica entre 672 y 731 d.C.
Las escenas y textos mitológicos
plasmados en ese estilo constituyen
una rica fuente de información sobre la
narrativa y el panteón sagrado de los
mayas. Entre sus máximos ejemplos
se encuentra el Vaso de Princeton ,
obra destacada del arte pictórico
mesoamericano.
cartas
SUGERENCIAS Y 1840-1841 Ylas publicaciones hicieran un número especial
FELICITACIONES que hizo sobre ello. Sería muy sobre el noreste del país, el
interesante que en el futuro us- cual está lleno de petroglifos,
tedes puedan tomar en cuenta lugares rituales, etc., como el
su figura y trabajo. Pozo del Gavilán y Boca de
Dr. Arturo Taracena Arriola Potreril los, sólo por dar algunos
Dr. Adam Sellen ejemplos. Hay bastante tela
ataracena@yahoo.com de dónde cortar como las cos-
• Soy una súper seguidora de tumbres, vestimentas, rituales,
su revista ya que tiene mucha comida, rutas de peregrina-
variedad de material de dónde cion, etc.
aprender más acerca de nues- También quisiera que pu-
• Hemos leído con atención el tra maravil losa nación y su blicaran algo de las culturas
espec ial núm . 27 dedicado a interesantísima historia. En los huichol y cara, otras culturas
Ch ichén Itzá y los felicitamos 92 números que han publica- casi totalmente opacadas por
por su edición y el contenido do, sólo uno trata acerca de los mayas y mexicas, y que aún
de la guía. Modestamente, • Antes que nada, les expreso pobladores del norte de Mexi- tenemos la fortuna de tener
deseamos comunicarles que mi felicitación y admiración ca y nada, o casi nada, del entre nosotros y ocupan una
hemos notado que se sigue por su encomiable revista. estado de Nuevo León; he de gran parte del Occidente del
ignorando el papel que el Con frecuencia observo que reconocer que no tiene grandes país, así como los tarahumaras
científico austriaco Emanuel publican ediciones sobre la culturas como la maya o la en el norte.
van Fri eelrichsthal jugó en su arqueología de los estados, mexica, pero creo que tien e Zaira Cantú
reelescubrimiento arqueológico sin embargo, me he quedado una historia interesante, sobre zairacantu@hotmail.com
antes de que lo hiciese John L. absorto pues casi nunca tratan todo porque aquí se asentaban
Stephens. El Dr. Adam Sellen y algo sobre la arqueología de temporalmente tribus nómadas ACLARACiÓN
yo, co mo miembros e1el Centro Sinaloa. Me encantaría que que dejaron su legado y que
Peninsul ar en Humanidades v publi ca ran , co mo en su ejem- son bi en conocidas en Estados "La cerámica de la cultura de
Cienci as Sociales de la L ....... " , plar 92 (dedicado al esta do de U nidos v aqu í no les han dado Chupícuaro", de Véronique
en Mérida, Yucatán, le hemos Guanajuato l, un especial sobre la más mínima importan cia Darras, Brigitte Faugere, núm.
dedi cado un largo es udio la arqueología sinaloense, tan (apaches, kikapus, comanches, 92, fue traducido por Concep-
intitulado " Emanuel \'on Frie- enigmática \ co mpleja co mo etc.). Sería interesante que c ión Abellán Giral.
drichsthal: su viaje a Am éri ca y iasci nante. Basta record ar que
el debate sobre el origen de la se cuenta con sitios únicos Ca rtas al editor Todas las ediciones de números pasados se
Incluir nombre, dirección y teléfono. pueden solicitar al tel. 5557-5004, ext. 2061 o
civilización maya", aparecido como El Calón, Las Labradas, 5120 o bien a suscripciones@arqueomex.
Sujetas a editarse en función de contenido,
en nuestra rev ista Península, Chametla, etc., así como innu- espacio y claridad (maximo media cuartilla).
como También se pueden conseguir en la
propia Editorial Ralees o en lugares como: Li-
• E-mail: arqueomex@ arqueomex.com .
vol. 1, núm. 2, otoño ele 2006, merab les sitios de petroglifos y brerlas Educar del Conaculta , Museo Nacional
• Fax: 5557-5078 de Antropologfa y Escuela Nacional de Antropo-
pp. 49-79. Éste contiene la pinturas rupestres. • Editorial Raiees, SA de C.v., logia e Historia. Para ver los temas publicados
Rodolfo Gaona núm. 86, Lomas de 80telo, en números anteriores puede consultarse el
relación e1el explorador con Rubén Valdez Aguirre
C.P. 11200, México, D.F. "Indice general- en nuestra página de internet.
Chichén Itzá durante los años ruben_va@yahoo.com

foro se presentan en su prestigiosa


revista, me permito hacer los
pub li que sobre el tema. Ad-
quirí el núm. 92 de su revista,
siguientes comenta rios. Desde en el que publicaron el artícu-
SOBRE VIDA COTIDIANA 200 1, el estudio de la vida lo: "Vida cotidian a y actividad
y ACTIVIDAD cotidiana y la actividad ocu- ocupacional a través de los
OCUPACIONAL pacional de las pob laciones huesos", firmado por Gerardo
antiguas han sido una de las Valenzuela Jiménez' al leerlo
Con el ánimo e interés de pre- principales líneas temáticas me sorpren dí al descubrir que
servar la calidad y excelencia de mis investigaciones, por lo en el texto aparecen algunos
editoria l de los artículos que que suelo leer todo lo que se párrafos litera les de mi tra-

G / ARQUEOLOGíA MEXICANA
JS

FLUENClAS MAYA, TEOTIHUACANA,


I:~~ECA Y NAHUATLACA SE APRECIAN EN
~RDINARIA CREACION PICTORICA.
DE Smo DE CAcAxn.A SE MUEY1LtilMI

Vive hoy, vive lo tuyo.


)
carlas
bajo de tesis para obtener la artículo, me encontré con que " Dosier" y algunas " introduc- the Greater Southwest. A
licenciatura en antropología el texto era demasiado extenso, ciones" y párrafos escritos Problem in Classification", en
física, presentado en mayo de por lo que no se ajustaba a en rojo que están equivoca- American Anthrop%gist, vol.
2002 en la Escuela Nacional las normas editoriales de la dos y que resultaron de una 56, núm. 4, parte 1, 1954,
de Antropología e Historia, y revista; en virtud de ello, me vi mala lectura de mi artículo pp. 529-560), quien además
titulado "Acercamiento a la en la necesidad de reducirlo, por parte de los editores. Mi llamó a los grupos agrícolas
vida cotidiana y actividades tanto en extensión como en inexcusable culpa fue el no como de Oasisamericanos .
femeninas de un sector de la relación a las referencias. haber leído dichos segmentos En vista de que existieron
población colonial. Análisis Lamentablemente, esto me cuando ustedes me enviaron tanto grupos nómadas como
de los patrones de actividad". condujo a cometer el error de el artículo antes de su publi- sedentarios al norte de Meso-
En el artículo referido, Va- omitir la cita del trabajo de la cación, ya que sólo me atuve américa, el término de Arido-
lenzuela presenta extractos de maestra Alfaro, que reconozco entonces a leer mi propio américa es irrelevante en el
mi trabajo sin hacer referencia fue importante para el artículo. tema que ahora nos ocupa. El
a la obra, asimismo, copia desarrollo de mi investigación. En el " Sumario", p. 4, en equivocado uso de Aridoamé-
literalmente una definición Comprendo y acepto la "G uanajuato en la historia ", y rica proviene de que en efecto
creada por mí, sobre lo que molestia de mi colega, por en el sumario de la p. 29, los el clima en el norte es más
considero en mi trabajo como tal motivo, y con el interés de editores anotaron: "Zona de árido que en el sur y muchos
actividad ocupacional , así evitar malos entendidos y de frontera entre Mesoamérica y investigadores que no han
como mi interpretación o no afectar los intereses, tanto lo que los españoles llamaron leído al autor caen en esta
referencia sobre lo que otros de la maestra Alfaro como la Gran Chichimeca, Gua- confusión.
autores dicen respecto a al- los de la revista , les pido najuato fue escenario del de- Páginas 26-29, mapa: el
gunos tópicos de los cuales amplias disculpas por la falta sarrollo en distintos momen- sitio de Carabino aparece
tampoco hace mención, lo cometida, y les aclaro que no tos de sociedades nómadas como del Epiclásico, cuando
cual cons idero es una falta existió mala intención alguna de cazadores-recolectores, es totalmente del Posclásico
importante sobre los derechos de mi parte. los llamados chichimecas, Temprano .
de autor y demerita el trabajo En mi trabajo de 2004, ci- y de sociedades agrícolas". Página 38, abajo, pie de
que presenta Valenzuela en tado en el artículo, se pueden En la p. 30 yo escribo: " En el foto, dice: "Escud illa trípode
esta ocasión y pienso que encontrar todas las referen- siglo XVI, todos esos territo- del tipo Morales Polícromo
es indispensable tomen las cias, no sólo la de Alfaro, sino rios norteños eran parte de Blanco y Rojo sobre Ne-
medidas necesarias para que del resto de los trabajos con- lo que los mexicas llamaban gro ... " . Ciertamente no tiene
no se cometan faltas de este sultados, con lo que intento la Chichimecatlalli [ ... ] y los nada de Blanco y está con-
tipo, ya que ello repercute sig- aclarar, aún más, la inexisten- españoles la Gran Chichime- fundida con la vasija figura
nificativamente en la valía de cia de algún tipo de dolo . ca, habitada tanto por grupos 3c que aparece en la pagina
los trabajos presentados por Ant ropólogo físico Gerardo nómadas como por grupos 31 de la revista dentro de mi
su rev ista. Valenzuela de agricultores sedentarios" . artículo .
Antropóloga física Martha La palabra chichimeca se Dr. Beatriz Braniff C.
Elena Alfaro Castro ACLARACIONES refería a la gente que vivía
Centro INAH Oaxaca AL NÚMERO 92 , en la Gran Ch ichimeca y que
DEDICADO A fueron tanto nómadas como
RESPUESTA. Leí con GUANAJUATO sedentarios.
atención la carta escrita por Página 24, línea 4, dice:
la maestra Martha Elena Agradezco mucho el haber " ... Ia región de Guanajuato
Alfaro, en donde hace algunas publicado mi artículo sobre [ ... ] fue una zona de frontera
observaciones sobre mi artículo Guanajuato que junto con entre Mesoamérica y Arido- Vasija trípode,
los demás artículos de mis américa". No existe una re- p.31.
"Vida cotidiana y actividad
ocupacional a través de los colegas hicieron posible una gión llamada Aridoamérica al
huesos", publicado en el núm . muy interesante publicación. norte de Mesoamérica. Este
92 de esta val iosa revista, y con Desafortunadamente y en par- término se refiere exclusiva-
ánimos de aclarar la situación te por mi culpa, mi artículo mente a los grupos nómadas
doy la siguiente explicación: resulta contradictorio ante lo de acuerdo con Paul Kirchhoff
Vasija trípode,
al termina r de elaborar el que ustedes incluyeron como ("Gatherers and Farmers of p.38.

8/ ARQUEOLOGíA MEXICANA
noticias
Zacatecas

Trabajos recientes
Investigaciones arqueológicas en el su- guiar principalmente, algunos con patios
reste de Zacatecas han aportado nueva y hundidos y basamentos ahora arrasados
valiosa información acerca de los grupos que debido a sus características se consi-
humanos que se asentaron en la región dera que pudieron habersido piramidales.
entre el Clásico y el Posclásico (400-1200 Estas estructuras se distribuyen en la cima, Xochitécatl, Tlaxcala
d.C.). Las investigaciones son res u Itado de parte media y pie de cerros, yen mesetas
los trabajos de campo realizados en 2005 de poca elevación; algunas más se loca- Nuevos hallazgos
y 2006, como parte del " Proyecto Atlas lizan al margen de ríos y arroyos.
Arqueológico del Estado de Zacatecas", Se encontraron numerosos materiales
coordinado por la investigadora Amanda arqueológicos en las planicies, partes ba- En el centro ceremonial de Xoch itécatl,
Ramírez con la colaboración de Salvador jas y cima de los cerros, entre ellos mate- "lugar de las flores", se han rea li zado
Llamas, investigadores del Centro INAH riales líticos: desecho de talla, raederas, nuevos hallazgos, como el Edific io de
Zacatecas. raspadores, navajas y puntas de proyectil la Serpiente, donde se encontraro n dos
Se han registrado 57 sitios arqueoló- bifaciales con pedúnculo, todo manufac- entierros secundarios, es decir, sepu l-
gicos con características diferentes, los turadocon materias primasde la región; se tados originalmente en otro lugar. Se
cuales no estaban documentados. En trata de herramientas características de los trata de adultos acompañados de sen-
térm inos generales, los sitios albergan grupos nómadas, mejor conocidos como ci Ilas ofrendas compuestas por p iezas
manifestaciones gráfico-rupestres plas- caza dores-reco lectores. completas como cajetes, incensarios y
madas en frentes rocosos, n ichos, abrigos Las investigaciones en el sitio contri- vasijas, correspondientes al Prec lásico
rocosos y cuevas, y sobresalen los diseños buirán a una mejor comprensión de los Tardío. También se exploró el Basamen-
antropomorfos, zoomorfos, geométricos, grupos humanos que habitaron esta re- to de los Volcanes, en el que se ha l ló
esquemáticos, naturalistas y abstractos, gión del Norte de México y permiten acer- una ofrenda de otro tipo . Además de
elaborados mediante la técnica del deli- carnos al vasto patrimonio arqueológico las estructuras intervenidas, en el sit io
neado y la tinta plana, con colores rojo, de Zacatecas. se encuentran el Edificio de la Espiral
anaranjado, negro y blanco. y la Pirámide de las Flores, esta última
También se registraron sitios con es- Amanda Ramírez Bolaños, Salvador Llamas considerada la estructura más impor-
tructuras de planta rectangular y cuadran- Almeida, Centro INAH Zacatecas tante del lugar.

lO ! ARQUEOLOGíA MEXICANA
GOBIERNO
Arqueología, Imagen y Texto FEDERAL

Homenaje a lan Graham

Del 16 al 21 de noviembre de 2008


Pa lenque, Chiapas

Relaciones y concordancias entre los distintos tipos de


discurso ( urbanístico, arquitectónico, epigráfico, iconográfico,
etc.) generados por los antiguos pobladores mayas de las
Itl ,
do regiones de Peté n (incluyendo norte de Guatemala y sur de
de Campeche y Quintana Roo), Usumacinta, Pasión-Petexbatún,
os Norte de Yucatán y Motagua.
J 1-
Se
'n-
Ponentes:
:a s
,y lan Graham, W illiam L. Fash Jr. y Barbara Fash, Museo Peabody de la
co Universidad de Harvard
~ n-

l ió Motagua: William L. Fash Jr., Marcello A. Canuto, Ellen E. Bell,


de Ricardo Agurcia Fasquelle, David Webster, Christian Prager, Elisabeth
tio Wagner, Robert Sharer, Christopher Jones, Federico Paredes Umaña,
ra l Edward Schortman
na
)r- Petexbatún: Tomás Barrientos, Héctor Escobedo, Takeshi Inomata,
Stanley Paul Guenter.

Petén: Clemency Coggins, Peter D. Harrison, Oswaldo Gómez, Juan


Antonio Valdés, Alexandre Tokovinine.

Campeche y Quintana Roo: Ramón Carrasco Vargas, Simon Martin,


Kenich iro Tsukamoto, Enrique Nalda, Erik Velásquez García, Iván
Sprajc, Nikolai Grube.

Usumacinta: Amoldo González Cruz, Roberto López Bravo, Rodrigo


Liendo Stuardo, Martha Cuevas García, Mercedes de la Garza Camino,
Guillermo Bernal Romero, David Stuart, Charles Golden, Arturo René
Muñoz, Dmitri Beliaev, Roberto García MolI, Peter L. Mathews, Juan
Yadeún Angulo, Eric Taladoire, Maricela Ayala Falcón.

Yucatán y la región Puuc: Tomás Gallareta, Rafael Cobos, Peter


Schmidt, Ma nuel Pérez Rivas, Erik Boot, Susan M ilbrath, Carlos Peraza,
Ma rilyn A. Masson, George Bey 111, William Ringle, Leticia Vargas,
Víctor Castillo, Alfonso Lacadena García-Gallo, Nicholas Dunning, Jeff
Kowalski, Antonio Benavides Castillo, Sara Novello, Marc U. Zender.

Informes: Coordinación Nacional de Arqueología


Argentina, No. 12, Col. Centro Histórico, México DJ.,
Tels. 57029409 Y 5702 6 996

--.,¡
UEXIlIogIa Vivir Mejor
noticias
Manzanillo, Colima Baja California Sur

Perros asociados Pinturas rupestres


a entierros más antiguas de América
Las labores de salvamento arqueo-
lógico dellNAH en Manzanillo per-
mitieron la localizac ión de un área
funeraria de la época prehispánica
compuesta por 22 entierros hum a-
nos, 1Ode ellos con ofrendas de restos
óseos de perros y representac iones en
cerámi ca de este animal.
Entre las cu lturas del Occidente de
México, el perro no sólo fue importan-
te en la vida cotidiana como alimento,
sino también en los aspectos econó-
mico y religioso, además de su pre-
sencia en las costumbres funerarias,
Las pinturas rupestres halladas en la Cueva ras que miden más de 10m de altura, por
como acompañante de los muertos en
San Borjita, en Baja California Sur, podrían medio del método de radiocarbono. La
su viaje al i nframundo. Lasofrendas es-
representar el ejemplo más antiguo de este arqueó loga María de la Luz Gutiérrez, res-
tán formadas por diversos elementos,
tipo de manifestaciones plásticas produci- ponsable de la investigac ión, señaló que
entre ellos cajetes trípodes, sahuma-
das porel hombre prehistórico que se haya de confirmarse la antigüedad, se obtendrá
dores, figuras antropomorfas, cuentas
fechado hasta el momento en América, ya valiosa información sobre el proceso de
de piedra verde, un omichicahuaztli
que se cree que tienen una antigüedad de producción de las ob ras. Sin embargo, la
(raspador) en fémur humano, perros de
75 00 años, es decir, fueron creadas hacia sobreposición de imágenes y la escasa
cerámica y huesos de este animal.
5400 a.e. presencia de materiales arqueológicos
Para corroborar lo anterior, especialis- han sido dos de las principales dificul-
tas dellNAH llevan a cabo un proceso de tades para fechar este tipo de manifesta-
confirmación de 60 muestras de las pintu- c iones rupestres.

Riviera Maya, Quintana Roo

Descubren restos del Pleistoceno


El descubrimiento de restos óseos en una
caverna sumergida en Quintana Roo re-
presenta una aportación importante sobre
la presencia temprana del hombreen Amé-
rica y en el sureste mexicano. El esq ueleto
encontrado es similar en antigüedad a los
descubiertos en el sur de Chile, Estados
Unidos y Alaska.
El hallazgo estuvo a cargo de miem-
bros de la Quintana Roo Speleological
Survey (QRSS), y fue localizado a 500 m de
la entrada de la caverna, en una condición
extremadamente frág il , por lo que deberá
ser registrado in situ antes de leva ntarlo,
lo cua l ll evará más de un año. El esque-
leto conserva 10 dientes, lo que ofrece la
posibilidad de su registro y obtener infor-
mación, mediante pruebas de carbono 13,
acerca de la dieta del individuo.

12 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
noticias
agenda
Exposición
Tammapu l, donde la "ESPAÑA, ENCRUCIJADA
niebla tiende su manto DE CIVILIZACIONES"

Conformada por cerca de 239 pieza s, la


El sitio arqueológico de Tammapul se loca li za en la parte suroeste muestra es resultado del esfuerzo deI L'JAH,
de Tamaulipas, rodeado por un va ll e de fértil es tierras y cercado la Sociedad Estatal para la Acción Cultural
por la laguna salada, hoy conocid a como Laguna San Isidro, manto Exterior de España y el Museo Arqueoló-
acuífero que permitió a sus pobl adores sobrevivir gra cias a su ri- gico de España (MAE), con la colaboración del Ministerio
queza natural. Originalmente se pensó que pertenecía a la cultura de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ministerio de
huasteca, pero cuando se exploró el sitio resultó que su configu- Cultura y la Embajada de España en México. La exposición
ración es diferente del resto de las culturas de Tamaulipas. se presentará en el Museo Nacional de Antropología de
Durante los trabajos se encontraro n tambi én cerámi ca s estilo agosto a octubre de este año.
Río Verde (250-1000 d. C.). Sin embargo, se puede dec ir que la OTRA
A partirdepiezasdegran calidad, se mostrará la enorme
OTRA
época de esplendor del sitio se remonta al Ep iclá si co (500-900 variedad cultural del pasado español, así como las trans-
De
d.C. ) debido a la gran cantidad de materi ales qu e se hallaron formaciones materiales e ideológicas que han convertido
correspondi entes a di cha época. Aunqu e en menor porcentaj e, a la península ibérica en un mosaico de pueblos y en un
también se halló cerámica de la Huasteca y de la Laguna de la privilegiado laboratorio para el mestizaje cultural.
Media Luna, en San Luis Potosí, donde existen un a seri e de asen- Entre las secciones que conforman la exposición se en-
tamientos que comparten el estilo; se pudieron identifi ca r caj etes, cuentran: " La Prehistoria", " La Protohistoria", "La Hispania
platos e incensarios. romana ", " La Hispania medieval", "Al Andalus, los musul-
manes en Hispania" , "La Hispania de los reinos cristianos" ~
y " La Edad Moderna". e!":L:"e
SALAD
S QU EJJ
Sec

FOTOS: HÉCTOR MONTA~O I OMC, INAH

Exposición
"UMBRALES SAGRADOS, PORTALES
MÁGICOS. CUEVAS Y CENOTES MAYAS"

La muestra se presentará en el Museo del Templo Mayor


del17 de octubre de 2008 al8 de febrero de 2009. Según
los antiguos mayas, en las cavernas estaba depositada la
fuerza creadora, la energía primigenia y aun la fertilidad ,
TURISMO CULTURAL DEL INAH, 2008 pues en ellas se acumulaban los grandes depósitos del
agua de lluvia, guardados celosamente por seres sobre-
Septiembre naturales. El objetivo de la exposición es abordar el signi-
20. De la Prehistoria a la Independencia. Monumentos históricos ficado y la importan-
del oriente del estado de México (Museo de Tepexpan, Teotihua- cia que tuvieron las
can, Templo y Exconvento de San Nicolás de Bari en Oxtotipac, cuevas y los cenotes
Exconvento de San Agustín en Acolman, Casa Morelos). Investi- para los mayas, así
gador: Carlos Madrigal. como la diversidad y
27. Cantona, Puebla. Investigadora: Katina Vackimes Serret
riqueza de los mate-
riales arqueológicos - esoeo:
Octubre
12. Zona arqueológica El Nopalillo y minas de obsidiana en la presentes en ellos ,
Sierra de las Navajas, Hidalgo. Investigador: Juan Robles Padilla testimonios que re-
26. Teotenango, estado de México. Investigadora: Isabel Carda flejan actividades
López domésticas, rituales y
ceremonias.
Información: 5553 -23 65
- .os::¡¡
tci @ina h.go b.mx
reservacionestci @inah .gob.mx
Con información de la Dirección de Medios de Comunicación, INAH I

14 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
La lápida de 1tzpapálotl
Obra de arte 111atlatzinca
CARMEN AGUILERA

n las excavaciones de Teotenango (1971 - mecas. Sólo Iztac Mixcóatl al que se nombra
E 1975), estado de México -sitio que flore -
ció entre 700 y 900 d.C.- , bajo la dirección del
l'EOTENANGO
ESTADO DE MÉXICO
Mixcoaxocóyotl (Mixcóatl el menor), huyó, es-
capó de sus manos y se metió apresurado den-
doctor Piña Chán, se descubrió una lápida de tro de una biznaga. Itzpapálotl arremetió con-
58 cm de altura por 57 cm de ancho que se tra la biznaga; salió de prisa Mixcóatl, luego la
conserva en el Museo Arqueológico Román ESTADO flechó repetidas veces y evocó a los cuatrocien-
DE MÉXICO
Piña Chán, que se encuentra en el mismo sitio. tos mixcoas que habían muerto. Estos aparecie-
La pieza, ejemplo de la alta calidad estética que ron y en seguida la flecharon una y otra vez. Así
OToluca O.E
alcanzaron los artistas de ese tiempo, muestra que murió, la quemaron; con su ceniza se em-
en una de sus caras a Itzpapálotl, "mariposa de eotenangoi¡~ polvaron y se pintaron ojeras (Anoles de ellOIl-
obsidiana", diosa matlatzinca, acompañada htitlOIl, 1992, p. 3) .
por una fecha en un sistema calendárico no MORELOS
determinado. La figura tiene cabeza de buitre, Al morir en la guerra, Itzpapálotl se convir-
j i \. Srno ARQUEOLÓCICO
cozcaCllauhtli en náhuatl (Sarcoramphus papa), y t ' GUERRERO
[J CAPITAL
tió en una llIocihuaqlletzqlli o cihllatéotl, una de
árq~.9._l?gla
cuerpo de mariposa (Rothshildia on'zaba; identi- las estrellas que acompañaba n al sol e hija
ficada por el doctor Raoul Mac Gregor, 1969). de los dioses de la Vía Láctea, quienes crea-
La cabeza ve hacia la derecha y tiene un pico para la cabeza de Itzpapálotl porque sus atri- ron las estrellas, los dioses y lo s hombres (His-
curvo entreabierto, ojo redondo, cabeza calva butos de vejez y antigüedad se adaptan a esta toire du Mechique, 2002, pp. 148-149). En el to-
y cinco prominencias en la cabeza; su actitud diosa guerrera y agresiva. El pectoral denota lIalpohual/i, "cuenta de los días", Itzpapálotl
es de agresividad. El tórax de la mariposa, in- poder y fuego, ya que la diosa era una cacica regía la 15a. trecena, ce cal/i, 1 casa, uno de los
clinado un poco a la izquierda, consta de cinco poderosa cuyo cuerpo fue quemado. Sus alas día s en que bajaban las cihllateteo, y también la
segmentos. Del primero emerge un par de pa- de mariposa y las estrellas muestran su carác- veintena de quechol/i, decimocuarta del xíhuitl
tas que son más bien brazos pues están encar- ter astral y nocturno. o año solar. En ésta los chichimecas se ata-
nados para indicar el carácter humanizado de Itzpapálotl fue una cacica antigua que inven- viaban como los mixcoas y con eso recorda-
la diosa y al centro se ve un pectoral de oro, tó la cacería y era la patrona de los cazadores. ban lo que Itzpapálotlles enseñó (A nales de
metal valioso asociado al fuego, mientras que En los Anales de Cuauhtitlan se cuenta que: Cuauhtit/a/l, 1992, p. 30).
en el cuello se encuentra un collar de 12 cuen-
tas, que simboliza riqueza, el cual se encuentra Cuando los chichimecas vinieron, los guiaron Carmen Aguilera. Maestra en historia del arte por
desatado y se desliza, lo que significa pérdida cuatrocientos mixcoas hasta que salieron por los la UIA. Doctora en historia por la UNAM. Investiga-
y derrota. nueve lugares donde se pone uno negro (chiC/l- dora de la Biblioteca Nacional de Antropología e
Las dos alas derechas de la mariposa no allh //i//illhcall), por sobre los nueve llanos (chiC/l- Historia. Miembro del Sistema Nacional de Inves-
tigadores desde 1985.
muestran la parte interna, como sería de espe- allh ix/lohuo//ipofl) donde cayeron en poder de
rarse por la posición de la figura , sino la exter- Itzpapálorl que se comió a los cuatrocientos /
PARA LEER MÁs .. .
na. En cada una se observa un disco atravesa- mixcoas/ y los consumió. Itzpapálotlles orde-
do por una línea, lo que indica el párpado del naba: Tirad con el arco por Huitztlan, "entre las I ALVAREZ, Carlos,A., ''Las esculturas de Teotenango", en
Estudios de Culturo Náhuatl, 16, UNA"', México, 1983,
ojo; ésta es una convención para representar es- espinas", el sur, en Huüznahuatlalpan, Hel sue-
pp. 233-264.
trellas: los ojos de la noche, que junto con los lo limpio de espinas", en Amilpan, "la semente- Anales de Cuauhtitlan en Códice Chimalpopoco, Anales de
J

de las otras dos alas suman cuatro, lo que da el ra de riego", y en Xochitlalpan "la tierra flori- Cuauhtitlol/Y l.fyendo de los Soles, UNA", México, 1992,
pp. 3-118.
nombre común de "cuatro espejos" a esta ma- da", donde flecharéis un águila roja, un tigre rojo, CLAVIJERO, Francisco Javier, His/oda Antigua de A1ixico,
riposa nocturna. una culebra roja, un conejo rojo y un venado Editorial Porrúa, México, 1964.
E l artista unió los elementos de dos anima- rojo; y cuando ha)'áis vuelto de tirar con el arco, D URÁN, fray Diego, His/onoa de las Indias de Nueva EspOlia
e isla.r de Tierra Firme, vol. 1, Editorial Porma, México,
les muy distintos para comunicar los rasgos ponedlos en manos de Xiuhteuctli, "el señor del 1984.
simbólicos más significativos de la diosa. La año, dios del fuego" , Huehuetéotl, "el rlios an- "Histoire du Mechigue", en Mitos e historias de los antiguos
nahuas, paleografia y traducción de Rafael Tena, Co-
lápida era venerada y los ministros encargados tiguo", a quienes guardarán los tres, Mixcóatl,
naculta, México, 2002, pp. 124-165.
de su culto se apoyaban en sus elementos ico- Tozpan e lhuitl. Estos son los nombres de las 1.[t\c GREGOR, Raoul, "La represemarion des insectes dans
nográficos para recitar las extensas oraciones tres piedras del hogar. De esta manera instruyó l'ancien Mexique", en L'en/olJJoligiste, númso 1-2, vol.
xxv, Pans, 1969, pp. 2-8.
dedicadas a la diosa. El artista eligió al buitre Itzpapálotl (mariposa de navajas), a los chichi-

16/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


mbra
Ó, es-
den-
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'go la
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reCle-
z.Así
~ em-
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983,

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992,

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¡paña
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riguos
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dans
, \'01.
Hallazgos en el recinto ]
ceremonial de Tenochtitlan
RAÚL BARRERA RODRíGUEZ, GABINO LÓPEZ ARENAS

Apartir de las investigaciones realizadas hasta ahora en Donceles 97 y el simbolismo


de algunas de las esculturas recuperadas es posible proponer, de manera preliminar,
que la edificación encontrada sea el ca/mécac, en el cual se preparaba a los jóvenes
mexicas para ejercer el oficio de sacerdotes.

::

.::C
L
a intervención arqueológica en

L el Centro Cultural de España


en México se llevó a cabo du-
rante la construcción de un
nuevo edificio ubicado en D onceles núm.
97, en el Centro Histórico de la ciudad de
México. La superficie por excavar, de 34
por 21 m, abarcaba un área de 714 m 2• Los
trabajos a cargo del Programa de Arqueo-
logía Urbana, adscrito al Proyecto Templo
Mayor del INAH, fueron coordinados por
el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez en
colaboración con los arqueólogos Gabino
no López Arenas -responsable del proyec-
to-, y Cristina Cuevas Carpintero, así como
ar, los pasantes Ulises Lina Hernández, Rocío
Morales Sánchez, Alejandro Funes Salazar
es y el dibujante Ramiro Medina Ortiz.
Asimismo, se estableció un proyecto de
salvamento arqueológico que evitara la
pérdida de información de un área tan re-
levante, pues sabemos que ésta formaba
parte del antiguo recinto ceremonial de
México-Tenochtitlan. Los datos obteni-
dos han permitido conocer mejor las mo-
dificaciones culturales tanto en este pre-
dio en particular como su relación con el
área en general. Otra cuestión de nuestro
interés fue la posibilidad de confrontar los
datos de la excavación con la información
que las fuentes históricas proporcionan
acerca de la probable ubicación del calmé-
cae en el área investigada.

LOS HALLAZGOS

Durante la excavación en los primeros dos


metros de profundidad se detectaron relle-
nos de cascajo y elementos constructivos
modernos, como cableados eléctricos, dre-
najes, cisternas y cimentaciones de concre-
to. De la época colonial se localizaron restos
de pisos de ladrillo rojo y de piedra laja, así
como mutos de tezontle unidos con morte-
ro que formaron parte de casas habitación.
En cuanto a la época prehispánica, se
encontraron elementos arquitectónicos
que corresponden claramente a dos edifi-
cios; en el que se relaciona con el calmécac
se identificaron al menos tres diferentes
etapas constructivas. Los primeros y más
superficiales hallazgos arquitectónicos se
hicieron en el extremo norte del predio,
donde el muro estucado, que corresponde
a la parte posterior del edificio de la última
época, presentaba un ligero talud. Al exca-
var en la parte central del predio, lo prime-
HALLAZGOS EN EL
RECINTO CEREMONIAL
DE TENOCHTITLAN

Muro norte. Estuvo estucado y fue la parte posterior de la misma


edificaci ón; tiene un talud ligeramente inclinado y va de este a oeste.
Este muro fu e uno d e los primeros hallazgos arquitectónicos prehis-
(ániCOS y fue localizado en el ex tremo norte del predio excavado.

Bases de columnas. Están sobre un piso estucado y sostu-


v ieron la techumbre de cuartos que estuvieron sobre una
Esculturas prehispánicas
plataforma con escalinata ubicada en la fachada principal.
en un pozo en el que había
Las columnas sirvieron para sostener la techumbre y para
materiales coloniales. delimitar los cuartos, que tuvieron un área de entre 2.5 y
m etros.

Piso estucado. Está a 3.87 m de profundidad respecto


del nivel del suelo moderno, que corresponde al de
calle d e Donceles.

Almenas. Fueron deposita-


Banqueta. Estuvo adosada al muro norte y mide
das como ofrenda al p ie de la
cm de altura, 2 m de ancho y 11 m de largo.
banqueta de la últi m a etapa
constructiva de la é poca pre- Las esculturas de Mictlantecu htli y
h ispánica. Se localizaron a una Xiuhtecuhtli se localizaron en un pozo Colu mna con m old u ra re metida. La mol-
profundidad de 5.36 m y mi- en el que tambi én había cerámica ma- du ra es un ad orno y tiene el estilo de la ar-
den 2.38 m de largo por uno de yólica colonial y porcelana china. qu itectura de las alfardas de la etapa VI del
ancho, aproximadamente. Templo Mayor. Con base en esto es posible
proponer que la construcción d e este edifi-
ocurrió entre 1486 y 1502 d.C.

Decorado. El muro n orte es taba decorado

Escalinata. El primero de
tres escalones intactos de
estaescalinatase localizó
a 2.90 m de profundidad.
La escalinata está orien-
tada de este a oeste.
Arriates. Fueron localizados seis yes-
tán colocados en el piso de lajas. Los
arriates estaban formados con bloques
de piedra bien trabajados. Al parecer,
había plantado un árbol de capulín en
cada uno.

Banqueta. La banqueta está sobre un


piso de laja que está a 3.80 m de pro-
fundidad. De este p iso se desplanta
u na escalinata de tres peldaños.

Drenaje. En la parte central de la banqueta, cerca del primer


peldaño, se localizó un drenaje que corre a lo largo de ésta. Entre
las losas que cubrían el drenaje se encontraron cuatro que tienen
grabados relacionados con e l desmembramiento humano.

.3' SIM B OLOGíA

ETAPA CONSTRUCTIVA
O 2' ETAPA CONSTRUCTIVA (1486-1502D.C.)
O l ' ETAPA CONSTRUCTIVA
Cuauhxicalfi águila . Lápida alusiva al desmembramiento.

A partir de las investigaciones en el predio de Donceles 97 y el simbolismo de algunas de las es-


culturas recuperadas se puede proponer que la edificación encontrada es el ca/mécac de Te-
nochtitlan . Dibujo en perspectiva del edificio.
+--2
misma
loeste. Reconstrucción del edificio,
orehis-
"ado,

sostu-
Ire una
ncipaL
l' para
,,2.5 Y

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ctosde
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Ididad,
: orien-
te,

)bre un
de pro-
C~:~n-¡
;planta
lOS.
: ....'
T
~I!
primer
¡,Entre
~tie nen
no,

j El calmécac se ve en la esquina noroeste del cuadrán-


gula del recinto sagrado, donde estaba el Templo Ma- cantos dedicados a los dioses, bailes, escritura y comprensión de
yo r de los mexicas, Códice Matritense , f. 269r. dices, entre otras habilidades, Códice Mendocino, f. 61 r.
REPROGRAFIA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAiCES AEPAOGRAFIA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAICES
e

::
ro que se observó fue un piso estucado y En el piso de esta edificación había una tructivas. Están orientados de este a oeste
el arranque de dos columnas, una de ellas ruprura inusual que fue explorada. Así se y adosados a una pequeña banqueta que
correspondiente a una de las esquinas del localizaron dos esculturas de piedra, una de desplanta de un piso de lajas. En la parte
edificio. Poco después se localizaron las ellas incompleta, de deidades de la época central de la banqueta, cerca del primer es-
huellas de cuatro columnas más sobre el prehispáruca. En el relleno que las cubría calón, se localizó un drenaje que corre a
mismo piso, que en su conjunto pertene- hubo tiestos de cerámica colonial, entre los largo de ésta. Entre las losas que cu-
cen a tres cuartos o aposentos. ellos fragmentos de cerámica mayólica y brían este drenaje se encontraron algunas
En el interior de lo que fue el edificio porcelana china, por lo que se deduce que que fueron reu tilizadas y que, originalmen-
se localizó una banqueta que se introduce las piezas fueron enterradas probablemen- te, quizá formaban parte de un friso rela-
-hacia el oes te- en terrenos del predio co- te en el mismo siglo después de la conquis- cionado con el desmembramiento huma-
lindante. Una de las columnas, la que hace ta española. Durante la liberación de las no, pues tres tienen grabadas piernas y
esquina, presenta en la parte superior una esculturas se llevó un registro pormenori- brazos humanos desmembrados y otra
pequeña moldura remetida a manera de zado del contexto en que fue1:on encontra- muestra la representación de unyoPitzont-
adorno, que corresponde a las formas ar- das, y finalmente se consiguió la identifica- Ji, especie de gorro vinculado con Xipe-
quitectórucas de las alfardas de la etapa VI ción de ambas representaciones. U na de las Tótec, deidad en cuyos festejos se des-
del Templo Mayor, con el típico adorno esculturas mencionadas representa a Xiuh- membraba a seres humanos.
de moño. Con base en esta característica tecuhtli, el señor de la turquesa, deidad so- Finalmente quedó liberada totalmente
es posible ubicar cronológicamente su lar; la otra, está relacionada con las deida- la escalinata por la que se ascendía a los
construcción entre 1486 y 1502 d.C., de des del inframundo. En colaboración con aposentos distribuidos sobre la platafor-
acuerdo con la propuesta cronológica el personal del departamento de restaura- ma mencionada arriba.
de Eduardo Matos. Las columnas sopor- ción del Museo del Templo Mayor, las pie- Debajo de la banqueta con drenaje se lo-
taban la techumbre de un conjunto de apo- zas fueron embaladas apropiadamente pa- calizó un piso de lajas que se prolonga hacia
sentos cuyas dimensiones eran, en prome- ra su seguridad y trasladadas a la bodega de el extremo sur del predio. Mediante una cala
dio, de dos y medio por tres metros. Estos bienes culturales del museo. de exploración que rompió el piso estucado
cuartos estaban sobre una plataforma con Durante la excavación apareció el pri- asociado a las columnas, se detectó una se-
escalinata en su fachada principal, que daba mero de tres de los escalones que se con- gunda banqueta, a un metro debajo del piso,
al sur. servaron intactos de una de las etapas cons- bajo la primera y con la misma orientación,
que por lo tanto corresponde a una etapa CONSIDERACIONES FINALES Con base en esa información se propo-
constructiva anterior. Además, se localiza- ne que el basamento descubierto podría
ron un piso y e! desplante de una columna Los elementos arquitectónicos registra- tener relación con e! calmécac, tanto por su
rectangular, cuyas dimensiones eran ligera- dos durante la excavación corresponden ubicación como por sus características
mente mayores que las de otras columnas. a una serie de aposentos con columnas constructivas. Al respecto Sahagún refie-
Los datos recuperados indican que esta que sostenían la techumbre y delimitaban re que se trataba de un "monasterio" don-
etapa constructiva tenía una distribución es- los espacios. Los aposentos se encontra- de moraban los "sátrapas" o sacerdotes
pacial semejante a la de la previamente des- ban sobre una plataforma con escalinatas llamados t/amacazque, encargados de! cul-
cubierta, por lo que se dedujo que tenía una asociadas a un patio o plaza. Por otra par- to de los diversos templos. En este edifi-
función similar. En una excavación anterior te, han sido definidas tres ampliaciones cio se educaba a los jóvenes mexicas para
hacia e! este de la estructura, a 5.03 m de que, de acuerdo con su s características ejercer e! oficio de sacerdotes. "Los seño-
profundidad, se había detectado un muro constructivas, tenían igual distribución y, res y principales ofrecían a sus hijos a la
de una etapa constructiva anterior. Se tra- al parecer, la misma función. A partir del casa que se llamaba calmé cae" para que
ta de un muro estucado orientado de norte avance de la investigación y el simbolis- recibiesen la preparación que los haría
a sur, el cual conservaba restos de pintura mo de algunas de las esculturas recupera- "ministros de los ídolos", porque decían
negra y azul en pequeñas áreas, al parecer das es posible proponer, de manera pre- que ahí había buenas costumbres y doc-
dos bandas horizontales; al excavar en otro liminar, que esta edificación, aunque sólo trinas y "áspera y casta vida". Durante su
extremo de ese mismo muro fue posible parcialmente conocida, sea el calmécac, edi- formación los novicios llevaban, en efec-
apreciar mejor los motivos decorativos. ficio al que hacen referencia varias fuen- to, una vida de austeridad y humildad, y
tes históricas. en ocasiones sufrían severos castigos y rí-
LAS ESCULTURAS Fray Bernardino de Sahagún hace una gidas penitencias. Les enseñaban buenas
amplia descripción de! recinto ceremonial costumbres, artes y oficios, y sobre todo
En la excavación del extremo sur del pre-
dio, casi en e! límite de una de las esquinas
del edificio actual del Centro Cultural de
España, se descubrió un cuauhxicalli o va- Durante los trabajos de exploración en Donceles 97 se en-
sija del águila, que era utilizada como reci-
piente de los corazones extraídos en los sa-
contraron siete almenas - de aproximadamente dos metros
crificios humanos. En su parte posterior de altura, completas y en buen estado de conservación- que
tiene esculpido en gran tamaño e! nume-
ral 7 caña, fecha calendárica en que se fes- probablemente decoraban el techo del edificio .
tejaba a Quetzalcóatl en la región de Cho-
lula, Puebla. Otro rasgo de la pieza es que
en su parte inferior muestra en bajorrelie-
ye la representación de una deidad, tal vez mexica, la cual nos permite formarnos una tenían una formación religiosa en la que
terrestre o de la lluvia; los motivos no son idea aproximada de su s características. aprendían cantos dedicados a los dioses,
muy claros debido a que le falta la parte E n una de las láminas del Códice Matriten- bailes, escritura y comprensión de los có-
del rostro. se se representa la ubicación de diferentes dices, el calendario ritual, astrología y la
Otro hallazgo muy importante ocurrió templos y edificios públicos. Entre ellos cuenta de los años. El patrono de esta ins-
al ser retirado en parte e! piso ubicado fren- está el calmécac, ubicado hacia la esquina titución era e! dios Quetzalcóatl, y con este
te a la escalinata de la fachada sur de la edi- noroeste del cuadrángulo que compren- mismo nombre se designaba al sumo sa-
ficación: se localizaron seis grandes alme- día el área. cerdote del "monasterio". ti'
nas elaboradas en barro y en forma de un Por otra parte, el arquitecto Ignacio
caracol seccionado. Se enconu'aron en dos Marquina, en un minucioso estudio basa- o Raúl Barrera Rodríguez. Arqueólogo. Investigador
conjuntos de tres y posteriormente se en- do en numerosas fuentes históricas y en adscrito a la Dirección de Salvamento Arqueológico.
contró una más. Es probable que las alme- datos recopilados de excavaciones que se Supervisor del Programa de Arqueología Urbana,
Proyecto Templo Mayor.
nas, que se encontraron completas yen buen conocían en su momento, elaboró una ma- o Gabino López Arenas. Arqueólogo. Responsable
estado de conservación a pesar de su frag- queta del recinto ceremonial mexica con del Proyecto de Salvamento Arqueológico en el
mentación, hayan decorado el techo del la distróución de cada uno de sus templos; Centro Cultural de España en México. Colaborador
del Programa de Arqueología Crbana . Proyec to
edificio y que, por alguna razón que desco- en ella ubica precisamente el ca¿mécac hacia Templo Mayor
nocemos, fueran retiradas y después depo- ese mismo lugar. Al referirse a éste apun-
sitadas cuidadosamente al pie de las escali- ta que como en todas las construcciones
PARA LEER 1I1ÁS .. .
natas. El piso de lajas corresponde a '.1n prehispánicas, en este tipo de edificios las \Ln os \ Iocrezuma. Erluardo. L'u =
patio delimitado por otro edificio localiza- habitaciones se agrupan a los lados de pa- d~ Tmocbrulan. f"_UL ~{éx:ico.. ~9S1
:\l\RQl1" \. [guaco. El T,r.;J. .\~.,.,. '" .\fi=:o. i '.'-C_
do al sur. De este último se registraron tres tios cuadrados o rectangulares; los edifi- \léxIca. 1960.
etapas constructivas de uno de los muros cios más importantes tenían a yeces un se- S.\H.\GC",. tÍay Berru...-6:o Ce.., HiI:.Gr ".; ~;..' :il ~ ~ .. -~
dt _Y:ttro &?......,¿,¡. E..±::o~ P0::-~ ~!o::xa.. 1999
que correspondía a su fachada norte. gundo piso con una escalinata.

RECINTO CEREMONIAL DE TENOCHTI7LAN 25


DOSIER
La pintu ra
maya
Las expresiones pictóricas de los mayas se encuentran entre10s me-
jores ejemplos de su género en la época prehispánica. Lo son no sólo
por sus innegables cualidades estéticas y por el uso de técnicas de pro-
bada eficacia, sino por ser una vía de estudio de numerosos aspectos
de la cullura maya. Gran parte de la evidencia de que se dispone se
encuentra en tres soportes: la pintura mmal, los códices y las vasijas
FOTO: JORGE PÉAEZ DE lAAA ~
pintadas de cerámica. En ellos se encuentran elocuentes escenas, con
frecuencia acompañadas de textos jeroglíficos, que nos informan -
en no pocas ocasiones con gran detalle- sobre la compleja visión del
mundo de los mayas, sus ritos y el calendario, entre otros asuntos. CÓDICES
D estinados a guiar a lo acerdmes y con ellos
a pueblos enteros a lo lar o del tiempo, los úni-
PINTURA MURAL cos tres códices ma,as pIehi pánicos mejor
conservados - París, -'ladndy Drude, llamados
Las pinturas murales más famosas del área maya son sin duda -por su extraordinario estado de conserva-
así en alusión a la ciudad que ahora los alber-
ción-las de Bonampak, Chiapas, pero están lejos de ser las únicas. D e hecho las ciudades mayas que ahora
ga- son un espléndido tesumonio de la más lar-
muestran una apariencia en la que predominan el tono de la piedra desnuda, debieron estar en su momen-
ga tradición de "escribir-pllltando" en tre las
to totalmente pintadas, tanto en los exteriores como en los interiores, en los que se pintaron complejos y lar-
culturas mesoamericana El conjunto de ma-
gos murales como lo muestran los de la propia Bonampak y los recientemente descubiertos en Calakmul,
nuscritos jeroglífico prehispánicos que hoy se
Campeche, por dar algunos ejemplos. A pesar de que son, por su naturaleza misma, un elemento que se de-
conocen como códices maya e tá formado por
teriora con facilidad, se han conservado ejemplos de prácticamente todas las épocas en las diversas regiones.
menos de una decena de ejemplares, nú mero
En esas pinturas se plasmaron una variedad de temas que da cuenta de la complejidad de la cultura maya.
sorprendentemente bajo si se toma en cuenta
que de esa región meso americana es de donde
procede la tradición más larga de escritura in-
CERÁMICA dígena, y que ahí se usaron los códices durante
más de mil años.
Lo s artistas del Clásico maya supie-
ron, con una extraordinaria sensibi-
lidad, unir las representaciones pic-
tóricas y la escritura jeroglífica para
crear complejas composiciones en ce-
rámica en las que es evidente su do-
mini o de la cos mogo nía y la histo ria
de . su pueblo; esas obras se sitúan,
por pleno derecho, entre las mejores
del mund o.
La sofi sticación técnica de la cerámi-
ca pintada del Clásico maya no tiene pa-
ralelo en ningu na o tra cultura del mun-
do. Los ceramistas mayas modelaban a
mano las vasijas, añadiendo pequeños ro-
dillos de barro a una base con forma de tor-
tilla hasta obtener piezas simétricas de pare-
des muy delgadas. Aunque es cierto que en
muchas culturas se ha utilizado este tipo de pintu-
ra, ninguna supera a la maya en el gran pulimento
Vasija. Clásico. Tabasco. Museo Carlos
Pellicer Cámara , Villahermosa, Tabasco. de las superficies, la amplia gama de colores y su Códice Madrid, pp. 83 Y84.
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAleES exquisito terminado. REPAOGRAF1A: MARCO ANTONIO PACHECO RAlees
:.. .~~~~. ....

¡ LA PINTURA MAYA

Mar Caribe
SIMB OLO GíA
CÓDICES ARQUEOLÓC ICOS

• CUEVAS CON PI NTURA RUPESTRE


Tizimín
PINTURA M URAL
Mérida Izamal
O P RI NCIPALES CÓDICES TRANSCRJTOS O O Chichén Itzá . Ek' Balam
ca naheleb Ch'o~cu~aní '• oValladohd
O R EFE RENCIAS HISTÓRICAS A CÓDICES PREHlSPÁNICOS
L Loltún · ' <;;humayel . .. . . °Dzonot Rancho Ina~e'X
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• P OS IBL E REG IÓN DE ORIGEN DEL C6D/CE DE O RES DE IcIu~acSodz~ !! ' ~hacmultún T,hosuco
• P OSIBLE REGIÓN DE O RIGEN DEL C6DICE MADRID Tixku ytún lli'::"kt k' Xkuklcan
11 P OSIB LE REG IÓN DE O RI GEN DEL C6DICE P ARÍS • Santa Rosa Xcosmli Tu~ik

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Océano Pacífico

~l.l!!lía
DOSIER

El descubrimiento de
las pintu ras m ura les
de Bonampal<
MARY MILLER

La historia del descubri-


miento de Bonampak no
se remite solamente a un
descubrimiento ; se refiere
también a la atención que
los medios de comunica-
ción modernos enfocaron
sobre los mayas, ya que
fue el primer gran descu-
brimiento en México y
Guatemala después de la
Segunda Guerra Mundial,
y es, además, una historia
cuajada de intrigas inter-
nacionales, reclamos y
Giles Greville Healey con Chan Bar; atrás la Estela I de Bonampak. En mayo de 1946, Healey se diri-
gió a El Cedro, entonces un campamento chiclero, y localizó a Chan Bar y su hermano Carranza, a adjudicaciones, y profusa
quienes regaló rifles y parque. Chan Bor !levó directamente a Healey a Bonampak; en este viaje, am-
bos verían los murales del cuarto 3 de Bonampak. cobertura periodística.

¿Importa quién nos despertó el interés ac- tura loen ver los murales, hoy tan famo- Xi'an?). En otras ocasiones sucede lo con-
tual por Bonampak, Chiapas, o que e! pri- sos, haya sido Carlos Frey o Giles Healey. trario: e! nombre de Howard Carter per-
mero en llegar a este sitio hubiera sido eu- En muchos casos los nombres y cir- manecerá vinculado al de! rey Tut o el de
ropeo, estadounidense o mexicano? Todos cunstancias de los descubrimientos mo- Hiram Bingham a Machu Picchu. Han sido
concuerdan en que los lacandones cono- dernos se desvanecen rápidamente en e! olvidados los nombres de los trabajadores
cían e! sitio y tal vez habían hablado de él olvido (¿alguien anotó e! nombre de los que se toparon con la Coyoh auhqui, que
a otros viajeros antes de 1946. Tampoco campesinos que vieron por primera vez in- habría de cambiar por completo la fisono-
importa que e! primero en pisar la Estruc- dicios de los guerreros de terracota de mía de! Centro Histórico de :\Iéxico, para

28/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DOS IER

la cámara de Berenice Abon, más o me-


nos en la época de su muerte. Sumner Hea-
ley fue además uno de los anticuarios más
famosos de Nueva York en las primeras
décadas del siglo xx, especializado en ar-
maduras, armas e instrumentos musicales.
Su obituario apunta que hizo más de 168
viajes a Europa en busca de mercancías y
que fue proveedor de museos en todo el
mundo. La fortuna le sonreía: de acuerdo
con un escrito publicado en 1926, descu-
brió dos tesoros de monedas ocultos en
Francia, uno de ellos en Chartres. En otra
ocasión, compró un cuarto de madera ri-
camente decorado y, al desarmarlo, un
saco de monedas guardadas en un escon-
dite durante la revolución francesa cayó
sobre un obrero -casi lo mata. Los colec-
cionistas de monedas aún evocan a Sum-
dar paso a nombres de arqueólogos como ban al lector a su experiencia mediante una ner Healey como una referencia numis-
Eduardo Matos Moctezuma, por ejemplo, prosa pulcra y eficiente. mática prestigiosa.
quien dio un valor interpretativo al descu- La búsqueda de ci¡¡dades perdidas se re- Aunque el joven Giles Greville Healey
brimiento. No se trata de quién descubre monta a la primera generación de explora- estudió ingeniería química en Yale, es pro-
algo,per se, sino de quién le da su lugar al dores españoles, tras la publicación de las bable que la fama de los grandes aventure-
descubrimiento, un lugar prominente en el cartas de Cortés a partir de 1524; no bus- ros de su universidad haya influido en su
complejo tejido del conocimiento. caban solamente el oro descrito por Cor- ánimo. La legendaria contienda entre el
La historia del descubrimiento de Bo- tés, sino el renombre obtenido por éste, profesor O.e. Marsh y ED. Cope por la
nampak no se remite solamente a un des- cuando muchos otros lo perdieron. Las paternidad del descubrimiento de nuevos
cubrimiento; se refiere también a la aten- historias fantásticas acerca de ciudades mi- dinosaurios, en 1870, hizo que el primero
ción que lo s medios de comunicación tológicas como Cíbola y Quivira fueron abarrotara el Museo Peabody de Yale con
modernos enfocaron sobre los mayas, ya comunes en España desde tiempos de los una excepcional colección de huesos fósi-
que fue el primer gran descubrimiento en moros, pero los relatos de Cortés primero les. Hiram Bingham, profesor de historia
México y Guatemala después de la Segun- y luego los de Pizarro, con datos acerca de latinoamericana, ganó celebridad por el re-
da Guerra Mundial, y es, además, una his- la abundancia de metales preciosos ocul- descubrimiento del remoto sitio de Machu
toria cuajada de intrigas internacionales, tos en ciudades cuyas riquezas rebasaban Picchu en 1911, celebridad que alcanzó di-
reclamos y adjudicaciones, y profusa co- cualquier fantasía, hicieron apremiante la mensiones políticas y lo convirtió en sena-
bertura periodística. E l campo de los estu- búsqueda. Cientos de españoles perecie- dor de 1924 a 1933. Se trataba de descu-
dios mayas siempre ejerció un gran atrac- ron buscándolas en vano, desde Florida brimientos glamurosos realizados por
tivo sobre los aficionados, sobre todo si hasta Colorado; pero la idea de una ciudad hombres glamurosos. Mientras Healey es-
podían añadir algún acento interpretativo perdida no desapareció y fue acicateada por tudiaba química, sobresalía también en el
a sus descubrimientos. La arqueología más descubrimientos notables, como los dis- campo de polo y como ejecutante de vio-
antigua se fincó esencialmente en el des- cos de oro del Cenote Sagrado de Chichén lín, llegó incluso a ser concertista de la Fi-
cubrimiento mismo, si bien su éxito tam- Itzá, Yucatán, o por ideas francamente larmónica de New Haven. También élima-
bién dependía, incluso entonces, de que peregrinas, siempre que fuesen planteadas ginaba una vida llena de descubrimientos,
fuera acompañada por textos escritos in- por algún autor convincente, como la llena de glamour.
terpretativos y documentación convincen- Atlántida decimonónica. Healey era un personaje inusitado en-
te. La importancia de John Lloyd Stephens tre sus compañeros de Yale: si bien su fa-
no radica en que haya viajado a Copán, GILES GREVILLE HEALEY milia era pudiente, se trataba en última ins-
Honduras, y Palenque, Chiapas, ya que no tancia de una familia de comerciante_..
era el primero en hacerlo, sino en que pudo Giles Healey nunca fue ajeno a las explo- aunque dueña de un estilo bastante excén-
dar una versión de su viaje atractiva por va- raciones. Su padre, Sumner Healey tuvo trico. Podemos imaginar lo que opinaria
rias razones: en primer lugar, la documen- una vida llena de aventuras; vivió fuera de un elegante universitario de su época ante
tación gráfica de Frederick Catherwood, su país más de una década, sirvió cinco la tienda abarrotada de armaduras. proas
hermosa y exacta; en segundo, la descrip- años a la Legión Extranjera francesa en el de barcos y penachos de indios de las pra-
ción de los edificios y monumentos tal Sahara y regresó por fin a Nueva York con deras que ocupaban parte de la calle. en la
como le era dado interpretarlos y, por úl- una esposa francesa. La fachada de su tien- esquina de la .36 ~. Lexingron. Sill embar-
a timo, los "incidentes de viaje" que acerca- da en la Tercera Avenida fue captada por go, Giles Heale\· parecía haber sentado ca-

EL DESCUBRIMIENTO DE LAS PINTURAS MU RALES DE BONAMPAK 29


DOSIER

beza en el ámbito doméstico: cuando se 1944-1945 filmó por primera vez a los la- CARLOSFREYYJOHNBOURNE
graduó en 1925, llevaba casado ya dos años. candones. El final de la guerra le abrió nue-
En enero de 1927 se lanzó a los bosques vas oportunidades, sobre todo en el cam- Como Healey vivía en San Cristóbal, ya
tropicales venezolanos en busca de aven- po de la ülmación. había oído hablar de Carlos Frey y su co-
tura y ciencia: regresó varios meses des- Los vínculos de Healey con el mundo nocimiento de la Selva Lacandona. La vida
pués con tres kilos de curare. Tal vez Hea- del cine lo condujeron a Hollywood , de Frey, curiosamente, era paralela a la de
ley planeaba estudiar las potencialidades donde se asoció con Kenneth MacGowan, Healey, si bien no transcurría en la cima so-
anestésicas del veneno -una alternativa uno de los productores más exitosos del cial sino en los bajos fondos. Ambos com-
factible, como se comprobó en un labora- momento. Healey voló a Los Ángeles en parúan el desdén por la vida convencional.
torio inglés en 1935. Sus viajes al extranje- 1945 para concretar su proyecto de una pe- Aunque las cartas de su familia lo urgían a
ro fueron planeados para aliviar sus crisis lícula financiada por la United Fruit Com- conseguir una plaza fija en las minas de car-
matrimoniales: tras su segundo divorcio, a pany, y que posteriormente sería Los mCl)las bón cercanas a Staunton, Illinois, tras su
principios de los cuarenta, se dirigió al su- a través del tiempo. A fines de 1945, John viaje a México en 1939, después de traba-
reste mexicano y Guatemala en compañía Bourne, retirado recientemente del ejérci- jar en la Feria Internacional de San Fran-
de su madre francesa. A fines de la Segun- to, se reunió con MacGowan en un estu- cisco, la suerte de Frey quedó echada. Tras
da Guerra Mundial io encontramos bien dio de Hollywood y éste le presentó a Hea- la declaración de guerra de Estados Uni-
afincado en San Cristóbal de las Casas, ley, quien pensó que podría aprovechar la dos a Alemania y Japón, en diciembre de
como reconocido forógrafo de la revista fortuna del hijo de uno de los presidentes 1941, Herman Charles Fre)" cambió su
National Geographic. Healey, como era su de la compañía de máquinas de coser Sin- nombre por el de Carlos Fre)', que usaría
costumbre, poseía bienes muy valiosos, en- ger. A pesar de su ansia de aventuras, el jo- el resto de sus días, y con frecuencia se opu-
tre ellos un auto francés de colección, de yen de 19 años no tenía en realidad acce- so a su país y la guerra. Trató sin fortuna
1930, casi imposible de adquirir en 1943. so a la fortuna de los Bourne, aunque se de establecerse: el trabajo de granjero y
Con el tiempo se había convertido en há- mostró dispuesto a gastar todo el dinero criador de puercos no iba con su carácter.
bil cineasta y fotógrafo, y en el invierno de recibido por su baja del ejército. Tampoco Healey imaginaba una vida de

Luego de que los murales de Bonampak fueron descubiertos y fotografiados por Healey, ellNAH envió a Agustin Villagra para que hiciera copias . Al mismo tiempo,
el Instituto Carnegie de Washington , con el patrocinio de la United Fruit Company, envió a Karl Ruppert y a Antonio Tejeda F. para que hicieran sus propias copias.

30 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

ingeniero químico con horarios rígidos y


corbata. A ninguno de los dos los seducían
las rutinas. A diferencia de Healey, Frey ca-
recía de recursos -a no ser por los veinte
dólares que su madre le enviaba de vez en
cuando. Vivió con los lacandones, en el co-
razón de la selva; en 1942 se juntó con una
mujer joven que antes había sido parte de
una de las familias poligámicas del patriar-
ca Chan K'in. Tras la muerte de su peque-
ño hijo, Frey se mudó, si bien mantuvo una
relación de trabajo con el cariba! -nombre
que los lacandones daban a su asentamien-
to. Frey recorrió la selva en busca de rui-
nas acompañado por Frans Blom, explo-
rador danés, a finales de 1943; en ese
Raúl Anguiano y Carlos Frey en Bonampak, Chiapas. En 1948 el Instituto Carnegie había concluido las
momento se vivía un drama de espionaje
investigaciones en Bonampak y ya habian sido expuestas en el Museo Nacional las copias de los mu-
entre nazis y aliados en la selva baja, don- rales hechas por Agustín Villagra. Sin embargo, en abril de 1949 partió a Bonampak una expedición
de encontraron a Trudi (Gertrudis) Duby, encabezada por Carlos Frey y compuesta por periodistas, artistas y autoridades deIINBA.
una mujer suiza, quien cuidó a un Blom
gravemente afiebrado mientras Frey salía
a conseguir una mula. A pesar de que los recieron al darse cuenta de que Healey pla- los seis santuarios diminutos de la cima.
rumores los encaminaron en distintas di- neaba apropiarse de los descubrimientos. Aún hoyes sorprendente la exactitud del
recciones en busca de ruinas, el único re- El trío se desintegró poco antes de Navi- plano, sobre todo si se considera que su
sultado de la exploración fue una relación dad, sin que se reanudaran las expedicio- autor padecía paludismo. También foto-
de por vida entre Blom y Duby. Los dia- nes hasta 1946. grafió cuanto veía, incluido un hermoso
rios personales de Blom señalan que des- A principios del nuevo año, Bourne y dintel situado en uno de los edificios. Re-
pidió a Frey el 9 de diciembre de 1943, y Frey se reunieron en la ciudad de México, cuerda que Frey se dirigió hacia el oeste del
divagan febrilmente sobre su ineptitud. donde compraron un tocadiscos de mani- templo principal-es decir, en dirección de
Frey regresó a su granja, cerca de la finca vela y un altero de discos de 78 para regre- la estructura que alberga los murales-, pero
El Real. Hacia el final de la Segunda Gue- sar a El Cedro el31 de enero y acampar en el mismo Frey admite que no vio las pin-
rra estaba casado con una joven tzeltal de la aldea lacandona, en la ribera izquierda turas en esa ocasión (Frey, 1947; Frey a
quince años, Caralampia y, como Healey, del Lacanhá. Chan Bor se hizo adepto en- Bourne, carta del 7 de junio de 1947). Tam-
tenía un hijo recién nacido y enfermizo del tusiasta del tocadiscos y los solos de Enri- poco vieron, por cierto, las estelas del si-
cual debía ocuparse de vez en cuando. co Caruso resonaron en la selva. "Estaba tio, pues el mapa y las fotos de Bourne son
Bourne recuerda el viaje que hicieron tan complacido con su juguete nuevo -es- un excelente testimonio de todo lo que sí
los tres a fines de 1945: él y Healey vola- cribe Bourne-, que aceptó llevarnos a unas lograron ver. A pesar de todas las declara-
ron a Ocosingo, donde recogieron a Frey, ruinas cuyo secreto nunca habían revelado ciones de Frey que afirman lo contrario y
y siguieron hasta Tenosique, donde un pe- los lacandones". Bourne y Frey contrata- sus amargas recriminaciones a Bourne, la
queño avión los condujo a E l Cedro, un ron a dos chicleros con sus mulas para lle- única prueba de cuanto hicieron es la do-
campamento que apenas contaba con una var el equipo y llegaron a un campamento cumentación de este último.
pista de aterrizaje y donde los chicleros se chiclero abandonado, guiados por Chan Amenazados por unos chicleros, aban-
reunían para embarcar la goma. Siguieron Bor a lo largo del río Lacanhá. Chan Bor donaron de prisa el bosque. Días después
con un guía y mulas desde la estación de los condujo hasta el sitio ahora conocido llegaron a La::anhá, un sitio maya mucho
los chicleros hasta las ruinas más tarde lla- como Bonampak el6 de febrero. más grande que el anterior y del cual, has-
madas Oxlahuntún; y pocos días después ta ahora, se sabe muy poco pues nunca ha
Freyya había convencido allacandón Chan EL DESCUBRIMIENTO sido explorado adecuadamente. Agobiado
Bor de llevarlos a los lugares antiguos que por el paludismo y la disentería, Bourne lo-
conocía, convirtiéndose así en los prime- Bourne, Frey, Chan Bory los chicleros Aca- gró fotografiar y hacer mapas de los ha-
ros forasteros que visitaron y registraron sio Chan y Luis Huichin permanecieron llazgos. A mediados de marzo, Frey:- Bour-
otros dos sitios en el río San Pedro, tribu- en el sitio durante dos días, apartando la ne ya estaban en la ciudad de :\féxico,
tario del Lacantún: Miguel Ángel Fernán- maleza para poder tomar fotografías. A donde entregaron las forografías a Enri-
dez y Ruinas Abeja. Healey veía a Bourne Bourne le gustaba hacer mapas de lo que que Juan Palacios, del r:-.:.\H. Bourne regre-
y Frey apenas como sus asistentes, y aun- descubrían y sin más ayuda que la de una só a Los Ángeles para recuperarse: nun-
que Healey los aventajaba en edad y fortu- brújula Brunton yuna cinta métrica de cin- ca volvió a ver a Frey.
na y ya era un fotógrafo reconocido de la cuenta pies, hizo planos de la superestruc- Mayo suele ser el mes más caluroso :- el
Nationa! Geographic, Frey y Bourne se enfu- tura bien conservada del templo mayor y más prm'echoso para las expediciones.

EL DESCUBRIMIENTO DE LAS PINTURAS MURALES DE BONAMPAK 31


DOSIER

pues es e! más seco en la Selva Lacandona. pany, encabezada por e! señor Karl Rup- BONAMPAQUITIS
Healey regresó a E l Cedro y localizó a Chan pert", según Alfred V Kidder. Se enviarían
Bor y su hermano Carranza, a quienes re- dos copistas: Tejeda por parte del Carne- En tanto, Carlos Frey escribía cartas furi-
galó rifles y parque. Chan Bor lo llevó di- gie y Agustín Villagra por parte de Caso, bundas, casi siempre dirigidas a su herma-
rectamente a Bonampak. Esta vez, cuan- como representante de! INAH. La noticia no, en los suburbios de Maryland (califi-
do Chan Bor se acercaba a los edificios que fue conocida por los investigadores desde cando a su hermano de "Babbit" [sic]), o a
había mostrado a Bourne y Frey, vieron un 1946, pero e! acontecimiento noticioso su madre en Illinois, a quienes recrimina-
venado. Al seguir su rastro, llegaron a la es- empezó en mayo de 1947, cuando la Uni- ba la injusticia contra él cometida, recla-
tructura con los murales, que de acuerdo ted Fruit y Healey ofrecieron una confe- mando a la familia cuando se atrasaban los
con testimonios posteriores, no conocían rencia de prensa conjunta en el Club de envíos de veinte dólares o no se empeña-
ni siquiera los lacandones (Baer y Baer, Exploradores de Nueva York (cuyos ban en la lucha por asegurarle lo que con-
1969, p. 63). Healey contó que limpiaban miembros aducían, por ejemplo, serios pri- sideraba un valioso "copyright" de su ha-
e! Edificio de! Jaguar egro para poder en- meros en haber pisado los polos Norte y llazgo, presumiendo de sus logros y
trar, pero Chan Bor no dice nada al respec- Sur); allí anunciaron e! hallazgo y revela- acosado por la paranoia. E n una larga
to y habla solamente de! venado que ras- ron la existencia de los murales. y pormenorizada carta, Fre)' intentó obli-
treaban, p or lo cual creemos que lo Los encabezados celebraron e! descu- gar a John Bourne a llenr su his toria a la
primero es tal vez un añadido (Robertson brimiento en todo el mundo a fines de prensa estadounidense, a Hollywood, a
1981, p. 3). Healey y Bor encendieron una mayo. Salvador Toscano, e! más promi- cualquier foro que la aceptara (carta a Bour-
antorcha y se maravillaron ante los mura- nente historiador de arte prehispánico de ne, 7 de julio de 1947). Fre~' se afanaba con
les emborronados que vislumbraron en lo México, comentó extensamente, por pri- una prosa torpe en lo que creía podría lle-
que ahora se conoce como cuarto 3. Hea- mera ,'ez, las pinturas, señalando que: "En gar a ser un bes! seller, repetía neciamente a
ley supo, de inmediato, la importancia de efecto, Bonampak viene a probar que los su hermano que la publicara, sin recono-
lo que había encontrado. No solamente se mayas eran, antes que nada, estupendos cer que e! resentimiento que destilaba cada
trataba de pinturas de muro a muro, nun- artesanos y pintores, r que Bonampak era frase ahuyentaría a cualquier lectOr. Frey
ca antes vistas, sino que su contenido con- una isla insospechada e insupe;-able, no se daba cuenta de nada: el descubrimien-
tradecía cuanto se había dicho de los ma- por la libertad y excelencia de su compo- to de Bonampak le había sido arrebatado.
yas hasta entonces. sición : la Capilla Sixtina de América" Lo cierto es que si bien Carlos Frey descu-
Healey tomó fotos de las pinturas r re- (Toscano, 1947, p. 6). Pintores yarqueó- brió e! lugar, también es cieno que jamás
gresó a El Cedro (allí se encontró a Carlos logos, el obserndor común y e! potenta- vio las pinturas. Su historia fue narrada re-
Frey y le contó de su descubrimiento; Fre~' do corporati"o: tOdos estaban encanta- cientemente por J onathan l\Wes, quien en
se dirigió enseguida al lugar) \' salió de la dos con los murales de Bonampak. Healey Men's Jotlrnal (enero de 2002) refiere parte
selva, con las preciadas fotografías. Con se encontraba en el centro de la noticia; de! frenesí noticioso que rodeó e! descu-
ellas en la mano, pudo informar tantO a Al- su nombre y las pimuras de Bonampak brimiento de Bonampak. A. pesar de lo que
fonso Caso, director de! I.'\AH, como a A. quedaron asociados en tinta de imprenta Frey consideraba compromisos de escri-
V K.idder, director del Instituto Carnegie hasta la eternidad. tores y cineastas, nunca tuvo la menor po-
de Washington y principal promotor en-
tonces de las expediciones y excavaciones
arqueológicas en México y Guatemala.
K.idder aprobó de inmediato un proyecto
financiado por e! Carnegie para regresar
cuanto antes al sitio. Healey escribió tam-
bién directamente a Sylvanus Morley, quien
vivía por entonces en Santa Fe, Nuevo
México, pero éste ya no se encontraba en
condiciones de ir personalmente al sitio.
Fue él quien bautizó e! sitio como "Bo-
nampak", aunque más tarde la etimología
fue criticada por Ralph Roys. Healey regre-
só en un breve viaje con e! artista guate-
malteco Antonio Tejeda en agosto de 1 946,
durante la canícula, época en que se inte-
rrumpen las lluvias de verano. Los boce-
tos de Tejeda de algunas de las pinturas
murales animaron al Carnegie a impulsar
en 1947 " ... una partida con personal y
Las investigaciones en Bonampak hicieron necesario desmontar el terreno en donde se hallaban los
equipo que pudiera hacer copias y fotogra- edificios. Agustín Villagra , comisionado por eIINAH, hizo copias de los murales. "Edificio I de las pintu,
fías, financiada por la United Fru.it Com- ras", Bonampak.

32/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DOSIER

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John Bourne hizo un mapa de Bonampak utilizando una brújula Brunton y una cinta métrica de cincuenta pies de longitud (15 m, aproximadamente). Aun
hoy en día es sorprendente la exactitud de ese mapa. a) John Bourne (derecha) y el jefe del campamento chiclero de El Cedro. b) Mapa de Bonampak di-
bujado por Bourne.

sibilidad de enriquecerse, pues solamente nombre de Bonampaquitis, reconociendo bía escrito arúculos azuzando la molestia
dio con un lugar pequeño, y ni siquiera vio que la obsesión por Bonampak era una epi- contra los estadounidenses. El guión de la
aquello que singularizaba a ese lugar. No demia, de la cual él mismo estuvo a punto expedición, básicamente, consisúa en des-
es de extrañar que se hayan escrito en Méxi- de contagiarse. cubrir Bonampak como si no hubiera sido
co varias novelas acerca del caso; por sí Tras varias frustradas salidas, por fin en descubierto; este descubrimiento mexicano
sola, la historia de Frey incluye sexo, trai- abril de 1949 partió una expedición de diez sería en tierra radiofónica virgen.
ción e increíbles sacrificios. Frey acudió a dias encabezada por Frey (no formalmen- Aunque Frey esperaba que ésta fuera la
la radio, asistió a fiestas, hizo guardia a la te, puesto que no era mexicano, sino extra- ocasión de su reivindicación triunfal, escri-
puerta de burócratas para denunciar a los oficialmente, ya que se trataba de su tan bía a su casa preocupado, pues la expedi-
"piratas" extranjeros que habían robado a acariciado proyecto). Un año antes e! Ins- ción iba sobrecargada, en todos sentidos:
los mexicanos el descubrimiento. La Uni- tituto Carnegie había concluido la suya e, doce mexicanos urbanos, muchos de ellos
ted Fruit, a pesar de que financiaba la pe- irónicamente, ya habían sido expuestas las sin condiciones físicas para enfrentarlo que
lícula de Healey y MacGowan y e! trabajo copias de! mexicano Agusún Villagra en e! les esperaba, sin e! menor conocimiento de
de arqueología en Bonampak, había retira- Museo Nacional. ¿Qué otro fin perseguía la selva o de bosque alguno, con cajas yequi-
do su compañía bananera de México, en la expedición mexicana, además de con- paje repletos de diversos aditamentos que
busca de lugares que fueran políticamente templar los murales? El fin explícito era esperaban llevar hasta e! sitio para su co-
más cordiales. A los mexicanos les disgus- hacer una copia, pero los pintores no se modidad. Se reunieron en Tuxtla Gutiérrez
taba la compañía, la llamaban "El Pulpo": convierten en copistas arqueológicos de a mediados de abril de 1949, en e! hotel Bo-
un sinónimo de corrupción capitalista, po- un día para otro, pues se requiere práctica nampak -faltaba más-, y allí se les suma-
lítica antisindical, opresión de los trabaja- además de buenas intenciones. Villagra ya ron dos artistas chiapanecos mejor prepa-
dores mexicanos; en resumidas cuentas, el había hecho la tarea, y le había tomado dos rados, lo s cocineros y dos soldados
foco visible en que se concentraba lo peor temporadas extenuante s en condiciones mexicanos, lo que aumentó a veinte e! nú-
de los Estados Unidos. Los periodistas muy difíciles. mero de expedicionarios -que nunca se re-
mexicanos entraron al juego, los arqueólo- ¿Cuál era, entonces, e! verdadero propó- unirían en un solo lugar. Durante varios
gos nacionales mantuvieron su distancia. sito? Se iba a hacer una transmisión radial días, el humo y las cenizas de la quema de
Entonces Diego Rivera aceptó e! reto y e! desde e! lugar, en vivo, para llegar hasta un las milpas impidieron que el avión partiera
INBA, al que pertenecían todos los artistas asombrado público; era un novedoso inten- a El Cedro, campo chiclero que sería e! pun-
de aquella época, decidió enviar su propia to de introducir la tecnología en la arqueo- to de partida. Cuando por fin los grupos se
expedición a Bonampak para que los pin- logía. Apenas unas cuantas palabras por me- reunieron allí, Frey se afanó en encontrar
tores modernos pudieran reclamar los mu- dio de transmisores con interferencia, desde mulas y arrieros. Fernando G amboa, direc-
rales antiguos como legítimo patrimonio e! campo; e! advenimiento de un nuevo es- tor de Bellas Artes y presumo líder de la ex-
mexicano. A Frans Blom, que por enton- tilo de arqueología: "usted estuvo allí". La pedición, arrancó por su cuenta a Bonam-
ces vivía con Trudi Duby en la ciudad de estación XEO.'-J de Tuxtla sería e! centro no- pak con un guía, estm-o allí quince minuto;:.
México, e! juego le pareció siniestro; co- dal para la difusión. La expedición incluía a regresó sin percances\' partió a la ciudad
menzó a reunir en un álbum los recortes dos reporteros: Luis Lara, de 76 años, de! de México. Debe haberse pregumado por
de periódico de la ciudad y, al concluir, con respetable Excélsior, y e! joven y aguerrido qué tanto alboroto. _\unque el grupo lle\a-
letra grande y redonda, lo bautizó con e! Arturo Sotomayor de Novedades, quien ha- ba cuanto imaginaron necesano para un

EL DESCUBRIMIENTO DE LAS PINTURAS MURALES DE BONAMPAK 33


DOSIER

año, dejaron a Frey a cargo de los víveres, pidos de clase In ... para ahogarse en el río ra, fue ignorada sobre todo porque los par-
sin darle los recursos necesarios. Como te- Lakanha se necesita un accidente horripi- ticipantes eran chiapanecos.
nía pocas mulas, Frey dejó provisiones ocul- lante" (Miles, 2002, p. 88). Fue allí con la Bonampak cambió lo que se pensaba
tas en la ruta, así como el generador de luz intención de cubrir todo el tramo de río de los mayas. Pero saber quién lo descu-
indispensable para alumbrar los cuartos. donde murió Frey y aclarar las causas de la brió o redescubrió, a fin de cuentas, no im-
Por fin, seis días después, Frey había lleva- muerte, no lo consiguió. ¿Quién podría ha- porta. Se recuerda y se relega tanto a Frey
do a casi todos hasta Bonampak, pero el ber asesinado a Frey y por qué~ como a Healey. Pero e! hecho de que e! de-
grupo se dispersaba por las dificultades y La muerte de Frey desató un frenesí me- bate acerca de su descubrim.iento fuera tan
por la falta de alimentos yagua. Esperaban diático nunca antes visto. Las transmisio- público y tan largo contribuyó sin duda a
subir grandes templos y espectaculares pi- nes de radio en vivo desde Bonampak nun- hacerlo más famoso, más codiciado para
rámides, y apenas se veían edificios modes- ca se llevaro n a cabo y ahora informaban trabajos subsecuentes y por eso tal vez más
tos. ¿Por eso tanto escándalo~ Muchos de de la tragedia. U n reportaje periodístico ce- difícil de estudiar y documentar. Este tipo
los miembros de la expedición comenza- lebró como "Mujer de la Semana" a la jo- de atención creó en más turistas e! pruri-
ron a abrigar dudas. Frey regresó por el ge- ven lacandona que fue pareja de Frey. Una to de visitar el sitio o su reconstrucción en
e! Museo acional de Antropología de la
ciudad de MéJUco; atrajo tal ,-ez a más cu-
riosos al Restaurante Bonampak de Nue-
Bonampak cambió lo que se pensaba de los mayas. Pero saber va York durante sus dos décadas de exis-
quién lo descubrió o redescubrió , a fin de cuentas , no importa. Sin tencia. Pero e! escándalo, a fin de cuentas,
no promovió los estudios.
embargo , el hecho de que el debate acerca de su descubrimiento Los escándalos en los medios se han
fuera tan público y tan largo contribuyó sin duda a hacerlo más vuelto más sofisticados a partir de 1940, y
la revista Nationa/ Geographic, más que nin-
famoso , más codiciado para trabajos subsecuentes y por eso tal guna otra empresa, domina el método y, a
la vez, propicia que e! dinero de los impues-
vez más difícil de estudiar y documentar.
tos se invierta con más frecuencia en pro-
yectos como éste.
Las ciudades perdidas seguirán surgiendo
nerador de luz al día siguiente, con la espe- revista de Chiapas lo proclamaba e! nuevo entre las arenas del desierto o bajo los te-
ranza de que pudieran ver las pinturas bien "Quetzalcóatl" de la Selva Lacandona chos vegetales de la selva. Los arqueólo-
alumbradas. (Chiapas, julio-agosto de 1949, p. 24). Soto- gos las han encontrado ahora mar adentro,
Las historias, a partir de ese momento, mayor acusó a los estadounidenses de ha- pues las aguas cubrieron los asentamien-
son bien conocidas. Los miembros más jó- ber destrozado las pinturas. E n e! INBA se tos más antiguos. Pero ni la realidad ni e!
venes y fuertes de la expedición fueron por formó el Ballet Bonampak, que se presen- mito pasarán: basta pensar en el redescu-
e! generador en una canoa inflable: Frey, tó en junio de 1952. Todos los sobrevivien- brimiento de la ciudad de Nueva York en
Franco Gómez, grabador adolescente, y tes tenían una versión: Carlos Margáin y Minority Reporto Elplaneta de los simios. Siem-
Luis Morales, cineasta de 23 años. Sólo re- Antonio Arai reunieron el relato de la tra- pre habrá una ciudad que perder . .. o que
gresó Morales, Frey y Gómez murieron gedia con interpretaciones arqueológicas y encontrar. .:
ahogados, según los reportes oficiales. Pero arquitectónicas. Raúl Anguiano publicó su
nunca sabremos con certeza lo que suce- diario, en e! que reconstruyó la expedición Mar)' Miller. Catedrática de historia del arte en la Uni-
dió ese día. Gilbert Frey alega que su her- día a día; La Espina, una de sus pinturas más versidad de Yale, en la que dirige el Saybrook College.
Aurora de varios libros sobre arte prehispánico de
mano fue asesinado y las fotografías toma- famosas y parte de la colección de! Museo México.
das en ese momento muestran su cabeza de Arte Moderno de MéJUco, muestra a una
hundida en e! lodo, en la orilla del agua. (En lacandona de El Cedro sacándose con un PARA LEER MÁS .. .
1990, para hacer una nueva presa en el lu- machete un'a espina de! pie. La Bonampa- B IER, Philip,)' Mar)' Baer, "The discover)' of Bonampak:
The Lacandon vie",", en T/a/oran, "1 (1), La Casa de
gar donde se encontraba su tumba, fueron quitis tenía en alerta a todo e! país. Tlaloc/lnstituto Lingüístico de Verano, 1éxico,
exhumados los restos de Carlos Frey; su El 1996, los sobrevivientes de la expe- 1969, pp. 63-67.
BO~R,'<E,John, Recol/ections of IlIy Early Tra/ds in Chiapas.
hijo - e! enfermizo niño de 1945- , ahora dición de 1949 se reunieron en Tuxtla Discovenesat Ox/abJlllfllll (el Perro)) Migue/Angel Fernofl-
Carlos Kuyum, tomó una fotografía de su Gutiérrez para celebrar el cincuentenario de" BOllalllpak)' Lacallhá, lTe Berkeley, 2001. Dispo-
nible en la página: \vww.mesoweb.com /publicatio-
cráneo antes de ,-olverlo a enterrar con su del descubrimiento de Bonampak. Frey ns / Bourne/RecoUecrions.pdf
madre, muerta en 1995. Tal vez ese cráneo hubiera estado orgulloso de oír e! elogio FRANCO TORRIJOS, Enrique, Odisea en BOllalllpak, Artes
Gráficas de México, 1950.
muestre un orificio de bala, tal vez no.) Mo- de su nombre, pero revivieron los viejos FRF:Y, Carlos, uGran zona arqueológica descubierta en
rales declaró que la canoa se volcó en los antagonismos. Jorge Olvera habló de una Chiapas", en l 'ida, 1 (5), Editorial Galatea, México,
1947, pp. 21-26.
rápidos;Jonathan Miles remó ese trecho de expedición poco conocida en 1947 (sin do- TOSCANO, Salvador, «Los murale s de Bo nampak", en
río en 2001 y lo describe como "un río ne- cumentar previamente), la "expedición Rerúla j\,lexirol1(J de ES/lidios Antropológicos, Sociedad
Mexicana de Anrropologia, ~[éXlco. lX 1-3" 1947.
buloso, casi siempre en calma y a veces con perdida", la "primera expedición mexica- VII.J .AGRA,Agusón, BOllolllpak, /acilldúddt ms mJlrospill/ados,

caídas que oscilan de corrientes leves a rá- na a Bonampak" que, como señaló Olve- ,'< IH /SEP, México, 1949.

34 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

Cuevas y pinturas
rupestres mayas
T// / /(/
WAY-NAL/
"EN EL LUGAR
DELABISMO
NEGRO"
GUILLERMO BERNAL ROMERO

Para los antiguos mayas,


la cueva simbolizó la ma-
triz o cavidad primordial
que generó la vida. Dota-
da de oscuridad perma-
nente, la caverna negaba
los principios ordenado -
res de la superficie terres-
tre , el espacio regido por
el movimiento del Sol y las
estrellas. Era el espacio
alterno de la mue rte y la
resurrección de las pla··-
tas , los animales y de la
1. En la pintura 2 del Grupo 2 de la cueva de Joljá , Chiapas , se ven dos personajes y, entre amo . .
bos, un altar que combina su forma con la de la fecha 9 ajaw. propla estirpe humana.
CUEVAS Y PIW URAS RL "cS~=S \,, ~ >oS 3.:
DOSIER

egida por deidades y seres mitológicos de la noche, la ARTE PICTÓRICO EN

R cueva se constituyó como la entrada al mundo subte-


rráneo, la fauce de la montaña. A menudo, las estalac-
titas y estalagmitas fueron visualizadas como los afi-
lados dientes de esa monstruosa entidad terrestre.
Las cuevas también eran e! hábitat de deidades de la fertilidad,
CAVERNAS DE YUCATAN

El norte de la península yuca teca es la región donde se encuentra


la mayor concentración de pinturas rupestres, particularmente la
zona Puuc. Algunas obras pictóricas de la cuen de Loltún pare-
como Chaahk, el clios de la lluvia, y la diosa lunar, patrona de! na- cen ser las más antiguas de tOda el área ma,·a . Probablemente son
cimiento, la meclicina y las aguas subterráneas. Los mayas yucate- de! periodo Protoclásico (100-300 d.C.); sin embargo, solamente
cos creían que cuando la Luna desaparecía del horizonte (duran- se preservan fragmentos de algunos personajes y detalles de tex-
te la conjunción), ella moría o se iba a dormir a una cueva o un tos gLíficos. Un texto muestra la fecha 8 !/l/f//fk, realizada en un es-
pozo, sólo para resurgir nuevamente. tilo muy temprano. Otro, más tardio, inclu~-e el nombre de Akan,
Durante la época prehispánica, numerosas cuevas de la re- deidad relacionada con la muerte "las bebidas alcohólicas. La cue-
gión maya se convirtieron en destino s de peregrinación y en va de Acum muestra varios ejemplos del dios de la muerte y uno
escenarios de intensa actividad ritual, particularmente duran- de ellos lo presenta sosteniendo una antorcha, como si cliera una
te el periodo Clásico. Las ceremonias más comunes fueron las lúgubre bienvenida a los recién fallecidos.
ofrendas de alimentos e incienso a las deidades, los sacrificios Cerca de Loltún se encuentra la cueva de _-\ctún Ch'on, donde
humanos, los autosacrificios sangrientos, las prácticas funera- fue plasmada una extraordinaria escena con tres personajes (lig.
rias y los ritos de fertilidad. Algunas cavernas conservan imá- '). El de! lado izquierdo cruza un brazo sobre su pecho y lo posa
genes y textos glíficos que revelan la identidad de los piado- sobre su hombro, gesto corporal que inclica disposición al cliálo-
sos dignatarios que las visitaron. go. Se dirige a un cautivo arrodillado que muestra el pene erecto

2. El dibujo 82 es el texto glifico más notable de la cueva de Naj Tunich , Guatemala, y quizá del arte rupestre maya. Registra una ceremonia · carga del fue-
go" realizada por Tum Yohl K'inich, gobernante de Caracol, en 774 d.C. También menciona un evento posterior, ocurrido en 745 d .C., en el que participó Yax
Mo' Suutz', "Primer Murciélago Guacamaya", un ajaw menor del señorio de Kaan (Ca lakmul).

36/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DOSIER

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4 . En la cueva de Dzibichén, Yucatán, se pintaron durante la Colonia varias imá-
3. Cerca de Loltún , Yucatán, se encuentra la cueva deActún Ch'on, don- genes que se mezclaron con las ya existentes de la época prehispánica. Entre
de se plasmó esta extraordinaria escena. El personaje del lado izquier- éstas destacan las de Chaahk, dios maya de la lluvia (aJ , unas vulvas (b e) y un
do posa un brazo sobre su pecho, lo que indica disposición al diálogo, y cordón umbilical con cabeza de serpiente (d) . Además hay un texto con la pa-
se dirige a un cautivo arrodillado y con el pene erecto, que posiblemen- labra Dzibichén (t;) , que tiene la llamada "e invertida" con la que se expresa la
te será sacrificado . consonante dz; el uso de la "c invertida" permite saber que el texto es colonial.

y que posiblemente será sacrificado. Por su estilo, esta obra pare- gunas ciudades asociaron la fecha 8.13.0.0.0 con la fundación de
ce haber sido realizada en el Clásico Tardio. Como veremos des- sus señoríos, tal como ocurrió en Piedras Negras y Pomoná. Es
pués, existen otras representaciones de individuos que exhiben su muy probable que la pintura 2 señale el establecimiento del seño-
miembro viril. río de Sib'ikte', unidad política que dominó la región circundante
La actividad pictórica en las cavidades subterráneas de Yuca- a la cueva.
tán no se restringió al periodo Clásico. Por poner solamente un Debajo de los personajes se encuentra la pintura 3, la imagen
notable ejemplo, en Dzibichén existen escenas que posiblemen- del "dios de la Montaña (JI!it:fJ", acompañada de un numeral 9
te corresponden al Posclásico y otras aún posteriores, elabora- (b'%n). En Copán, B'olon-Te'-Witz, "Nueve Montañas", fue
das durante la época colonial. Una pintura muestra la imagen de un lugar asociado con el dios K 'awiil y con la fundación legenda-
Chaahk, el dios de la lluvia, que resulta estilísticamente semejan- ria de la dinastía de esa ciudad. Ello parece confirmar que la esce-
te a las representaciones de esa deidad en el Códice Madrid. Tam- na de Joljá ilustra la constitución de un señorío local.
bién hay imágenes de seres humanos y diversos animales, así El Grupo 5 de Joljá registra la celebración del final del b'ak'tlln
como de vulvas o genitales femeninos, e incluso de un cordón noveno en 9.0.0.0.0, 8 ajalIJ, 13 keh (10 de diciembre de 435). El si-
umbilical de aspecto serpentino (tig. 4) . Estos últimos elemen- tio donde ocurrió este acontecimiento es referido como eh 'een,
tos parecen indicar la celebración de cultos propiciatorios de la "pozo, cueva" , aludiendo a la propia caverna de Joljá. El protago-
fertilidad. La cueva de Tixkuytún conserva la figura de una dei- nista fue un personaje llamado Mam Noh K'ab' Chaahk. Este dig-
dad que ha sido identificada como Itzamnaaj, aunque Alejandro natario parece haber llegado ala cueva220 dias antes (en8.19.19.7.7,
Sheheña considera que bien podría tratarse de Chaahk. En di- 3 manik ', O ¡IJO ', 12 de mayo de 435), quizá con el propósito de ha-
versas cuevas de Yucatán se han hallado incensarios con repre- cer los preparativos para el rito de final de periodo.
sentaciones de Chaahk, lo cual indica que las cavidades subte- El Grupo 6 presenta un texto que menciona la llegada a la cue-
rráneas fueron sitios predilectos para solicitar los beneficios de va (htl/-iD' ttl eh'een) de Lakam, un gobernante de Sib'ikte', cuyo
dicha entidad. nombre completo ya no es reconocible a causa de la erosión (tig
5). Ahí, él "estuvo y comió" (oon-ify JIJO'-!J), acompañado de su es-
LAS CUEVAS DE JOLJÁ y YALELTSEMEN posa. El acontecimiento ocurrió el 7 de enero de 477 d.C.
Los señores de Sib'ikte' tenían particular predilección por lo
Algunas de las obras pictóricas más notables del área maya se en- cultos en sitios subterráneos. Cerca de Joljá, en la cuen de Ya-
cuentran en la cueva de Joljá (o Joloniel), enclavada en la Sierra de leltsemen, existía un texto que registraba la estancia en esta ca-
Don Juan y dentro del municipio de Tumbalá, Chiapas. Las imá- verna de otro dignatario de Sib'ikte'. Es probable que la única
genes y textos glíficos de Joljá han sido estudiados recientemente representación humana de Yaleltsemen corresponda a un noble
por Karen Bassie y Marc Zender. llegado de ese lugar. Es un hecho que el señorío de Sib "Jk[e' do-
La pintura 2 del Grupo 2 presenta dos personajes pintados de minó el área serrana y los valles intermontanos que se ubican
negro (tig. 1); el del lado derecho sostiene una antorcha. Entre entre ambas cuevas, pero la localización concreta de su ca?iu
ambos se encuentra la fecha 9 a;alV, que adopta la forma de un al- sigue siendo un misterio. Un texto de Toniná indica que haC1a e
tar. Podría aludir a la fecha de final de k'atun 8.13.0.0.0, 9 a;aJIJ, 3 año 727, esta belicosa unidad política ,"a habia absorbid, a s
sak (14 de diciembre de 297). En la zona noroccidental maya, al- vecina Sib'ikte'.

CU EVAS Y PINTURAS RUPESTRES MAYAS 3-


DOSIER

LA CUEVA DE NAJ TUNICH drea Stone y Barbara MacLeod documentaron meticulosamen-


te las 93 pinturas del sitio.
En el sureste del Petén guatemalteco y el sur de Belice existen Naj Tunich destaca por la variedad de sus temas iconográ-
numerosas cuevas que albergan pinturas rupestres: Naj Tu- ficos . El dibujo 87 muestra a los héroes mellizos, Ju 'n Ajaw y
nich Santo Domingo, San Miguel, Pusilá, Blanden 2 y Dzib, Yax B'ahlam, los mismos personajes qu e en el Popol Vuh se de-
son solamente algunas de ellas. Por la cantidad y calidad de nominan Hunahpú e Ixbalanqué, respectivame nte. La repre-
sus obras pictóricas, aquí sólo hablaremos de la caverna sentación de los mellizos en las profundidades de una cueva
de Naj Tunich, misma que durante el periodo Clásico Tardío resulta bastante natural, ya que fue precisamente en el infra-
se convirtió en destino de peregrinaciones a escala regional e mundo donde ellos derrotaron a los señores del Xibalbá, ges-
interregional. Sus registros glíficos testifican las visitas de dig- ta mítica que introdujo el principio de la renovación de la vida
natarios procedentes de ciudades cercanas como Caracol, y la regeneración de ésta en las entrañas de las regiones abis-
Ixkun e Ixtutz , pero también de localidade s más distantes males. El juego de pelota, escenario fundamental de su haza-
como Xultún, Dos Pilas, Tamarindito-Arroyo de Piedra y Ca- ña, fue representado en los dibujos 21,51,31 y 39. Uno de ellos
lakmul. Ha sta 1989, año en que fueron casi totalmente de s- muestra a Ju'n Ajaw practicando el juego, pero la mayoría de
truidas, las de Naj Tunich constituían el corpus de obras pictó- los jugadores plasmados en esas obras son seres humanos, dig-
ricas rupestres más notable del área maya. Por fortuna, algunos natarios que posiblemente adoptaron la identidad de los me-
años ante s de ese acto de va ndalism o las investigadoras An- llizos divinos.
El dibujo 67 muestra a un hombre de vie ntre muy promi-
nente que parece afectado por la hidropesía. Si esta interpre-
tación es correcta, indicaría que algunos individuos acudían a
la cueva con el fin de ser sanados mediante ritos curativos.
El dibujo 18 exhibe una de las escenas más sorprendentes
del repertorio iconográfico maya del periodo Clásico (fig. 6a) .
Un anciano abraza a un individuo joven, quien le corresponde
del mismo modo. El pene erecto del viejo roza el área genital
de su acompañante. Durante cierto tiempo algunos especialis-
tas asumieron que el personaje juvenil es de sexo femenino,
pero propuestas recientes indican que es masculino: es decir,
se trata de una pareja homosexual. El significado de la escena
sigue abierto a futura s interpretaciones.
El dibujo 20 guarda alguna relación con el anterior, ya que
muestra a un hombre masturbándose (fig. 6b) . Su cabello de-
sarreglado y mirada perdida han sido percibidos como indicios
de un estado de intoxicación. Es posible que el derramamien-
to de semen en el interior de la cueva haya tenido el propósito
de propiciar simbólicamente la fecundación de las profundi-
dades terrestres. El texto glífico asociado quizá refiere de ma-
nera concreta el tipo de acción desarrollada, pero su descifra-
miento aún resulta problemático. El dibujo 20 no es la única
escena de "onanismo ritual" , ya que también fue plasmada en
el dibujo 17.
Algunas pinturas muestran actividades ceremoniales reali-
zadas por dignatarios originarios de ciudades circunvecinas. El
dibujo 68 plasma la imagen de un noble que es identificado
como "El Joven (Señor) de Ixtutz", quien bebe de una jícara y
es acompañado por un enano. Ixtutz se encuentra al noroeste
de Naj Tunich, a unos 40 km. El dibujo 69 refiere a Yaxu'n
B'ahlam Ch'ok, otro aja1JJ del mismo sitio.
Existen textos glíficos que relatan con cierto detalle las vi-

~
".
sitas de dignatarios foráneos. A menudo, esos acontecimien-
r to s son referidos como "él llegó" o "él vio" Monpan (o Mo-
--
........ . nopan), que fue el nombre original de la cueva de Naj Tunich.
Es probable que Mopán, el nombre actual de la región donde
(' ~ (J se ubica el sitio, derive de ese antiguo topónimo.
El dibujo 66 revela que Maman Chan Ahk, aja1JJ de Xultún (si-
5. En el Grupo 6 de Joljá , Chiapas , se registró la llegada a la cueva de un tio ubicado al norte de Naj Tunich) vio la "Negra Cavidad Terres-
gobernante de Sib'ikte' el7 de enero de 477 d.C. tre de Monpan" el día 9 de noviembre de 754 (9 .16.3.1 0.4,12 k'afl,

38/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DOSIER

~
-- .
C~"S
6. Los dibujos 18 y 20 de la cueva de Naj Tunich , Guatemala , son singulares en la iconografía maya del Clásico . a) En el primero un anciano abraza a un jo-
ven , mientras que rozan sus penes ; actualmente , el significado de esta escena no está claro. b) El segundo muestra a un hombre intoxicado masturbándo-
se y derramando su semen , lo que se ha relacionado con la fecundación simbólica de las profundidades terrestres.

2 lllUlllaal1) (fig. 7a). El texto está firmado, pues añade que fue es- La fama de Monpan-Naj Tunich también atrajo a devotos de
crito por un noble llamado Esimal (?) Chan Ahk, el Joven (Ch'ok). la lejana zona de Río de la Pasión. Según Stanley Guenter, el di-
La dinasúa de Xultún realmente era devota del peregrinaje a la bujo 19 señala el "regreso al Lugar del Abismo Negro" del gober-
cueva, pues otra inscripción (dibujo 28) señala que Maman Chan nante 3 de Dos Pilas (pakax-i Ik ' W0'-l1a~, el día 26 de agosto de
Ahk volvió a "ver" Monpan siete meses después, el 9 de mayo de 738 (9.15.7.2.5,8 chikchan, 4 sak).
755 (9. 16.4.1.5, 11 chikchal1, 18 tzek) (Hg. 7b). De nuevo fue acom- El dibujo 65 ofrece datos adicionales fascinantes, pues un año
pañado por el escriba Esimal (?) Chan Ahk y por otro peregrino: y medio después llegaron otros dignatarios de la zona de Río de
Wa.xak Ha' Nal Ahk. Los tres detentaban el útulo de "ajaJllde Xul- la Pasión. Relata que el señor Muyal Chaahk, "dios Chaahk de las

En algunas cuevas mayas con pinturas se realizaban ceremonias como ofrendas de alimentos e in -
cienso a las deidades, sacrificIos humanos , autosacrificlos , prácticas funerarias y ritos de fertilidad ,

tún"; la semejanza de sus nombres indica que eran parientes cer- Nubes", sagrado go bernante de Tamarindito y Arroyo de Piedra.
canos, posiblemente hermanos. llevó a cabo una enigmática ceremonia aludida como pib '-'!' fa:' '.111.
Maman Chan Ahk todavía efectuó otra visita en 763 (?), evento que ocurrió el19 de diciembre de 739 (9.15.8.8.5. - (,j[I<... I .1Il•
esta vez acompañado por Sak B'o-?, gobernante de Ixkun, si- 18 pax). Es posible que esta ceremonia ocurriese e::n elseñorí, de::
tio cercano a Xultún (dibujo 25) (fig. 7c) . Todo parece indi- Tamarindito-Arroyo de Piedra y que ha\'a sido un mo pre::paran-
car que ambas ciudades eran aliadas y que, entre otros propó- va para la visita a la cue,'a, acontecida 18 días después. el - de:: e::ne::-
sitos, el peregrinaje conjunto de sus jerarcas sirvió para ro de 740 (9.15. 8.9.4,13 k'all, l' k·,~)tlb· . cuando "r'ue:: nst;}
consolidar esa relación. Monpan" . E l señor i\ lu\'al Chaahk regresó a '\lonpan el 28 dé di,

CUEVAS Y PINTURAS RUPESTRES MAYAS 39


DOSIER

TOMADO DE STONE.1 995. OlGITAUZACIÓN: RAleE S

e ciembre de 744 (9.15.12.19.15, 8 men, 9 k'qyab) y aún retornó un


año después, el 23 de enero de 745 (9.15.13.11.7, 10 manik', 15
k1lJJlk 'u), esta vez acompañado por tres dignatarios: Aj Chak
Kele'm, su hermano mayor; un personaje llamado Naah Ha' Chan
Ahk Tahn; y K'in-?-?, su hermano menor.
El dibujo 82 es la pieza caligráfica más notable de Naj Tunich
y, en general, del arte rupestre maya (fig. 2). Su calidad de linea
recuerda la fina escrirura de los vasos del Petén (véase el artículo
de Erik Velásquez en este mismo número). Además, ofrece datos
históricos importantes pues señala que el 23 de agosto de 744
(9.15.13.3.14,13 hix , 4 sak), Tum Yohl K'inich, gobernante de Ca-
racol, hizo una ceremonia relacionada con una "carga del fuego".
Destaca el hecho de que esta acción la haya realizado por manda-
to de un gobernante de Ixkun. La inscripción también menciona
un evento posterior, ocurrido el23 de enero de 745, en el que par-
ticipó Yax Mo' Suutz', "Primer Murciélago Guacamaya", un ajmll
menor del señorío de Kaan (Calakmul). Durante esta época, la po-
derosa y beligerante dinastía de Kaan parece haber cobrado par-
ticular interés por visitar la cueva de Monpan. Cinco años después,
ellO de noviembre de 750, hizo su arribo el señor Naah Chan,
quien de acuerdo con el texto era originario de Chi'k Nahb' (nom-
bre original de la ciudad de Calakmul).
Algunos dignatarios que visitaron Naj Tunich provenían de se-
ñoríos que estaban aliados politica y militarmente. Encabezadas
por Calakmul, las ciudades de Dos Pilas y Caracol formaron par-
te de una coalición que enfrentó al poderoso reino de Tikal (coa-
lición a la que quizá también habrían pertenecido los señoríos de
Tamarindito-Arroyo de Piedra, Ixrutz, Ixkun y Xultún). El circui-
to de peregrinaciones rituales cuyo centro de atracción era Naj
Tunich posiblemente estaba sustentado en una red paralela de re-
laciones politicas interregionales. E llo podría explicar por qué los
textos de Naj Tunich no registran visitas de nobles de Tikal o de
sus ciudades aliadas. ~~

Guillermo Bernal Romero. Maestro en estudios mesoamericanos (UNA~ i) , con


estudios de arqueología (ENAH) . Especiali sta en escritura glífica maya. Colaborador
del Proyecto Arqueológico Palenque), director del Museo de Sitio Alberto Ruz
Lhuillier (1998-2005). Desde 2006 es investigador del Centro de E studios Mayas,
11 FL, UNArvL

PARA LEER MÁS ...


PÉREZ DE L ARA , Jorge, y Mare Zender, "Jolja Cave". en The PAR] JOllrnal, vol. 1, núm, 1,
Precolumbian Art Research lnsorure, San Francisco, Cal., 2000.
SHESEÑA, Alejandro, "Los textOs jeroglíficos mayas de la cueva de Jolja, Chiapas", en
7 En la cueva de Naj Tunich , Guatemala, hay textos glíficos que dan cuen- http: //www.mesoweb.com / es/ arriculos/ jolja/Jolja.pdf
_ _ , Pinturas mqyas en ClltVaS, Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas,
ta de las visitas de dignatarios extranjeros a esta caverna. En el dibujo 66
Gobierno del Estado de Chiapas, 2006.
(a) se refiere que Maman Chan Ahk, ajaw de Xultún , vio la "Negra Cavidad STONE, Andrea]., Images from Ih, Ulldenvorld: Na) TlInirh alld Ih, Tradilioll o/ .\[q¡" Cal< Poilll·
Terrestre de Monpan" el 9 de noviembre de 754 d.C. El dibujo 28 (b) señala ing, University of Texas Press, Ausrin, Texas, 1995.
que Maman Chan Ahk volvió a "ver" Monpan siete meses después, el 9 de VOCT, Evon Z., r David Sruart, "Sorne N otes on Ritual Caves among the .-\nciem and
Modern Maya", en James E. Brad)' )' Keith M. Prufer (eds.l, In lb, .\[dD • lh, Earlh
mayo de 755 d.C. En el dibujo 25 (e) se indica que el mismo dignatario efec-
Monster, Unh-ersity of Texas Press, Austin, Texas, 2005, pp. 155-185.
tuó otra visita a Monpan , quizá en 763 d.C.

40 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

LETICIA STAINES C ICERO

Las tapas de
bóveda pintadas
en el área maya_, ~ 'i ~~_.·.:.i:,'t ·· ~:.: ~ ..
~

El arte pictórico maya se plasmó en disti ntas mani-


festaciones plásticas, una de las cuales es la arqui-
tectura. Una interesante modalidad de este rico
acervo es la conocida como tapas de bóveda
pintadas , entre cuyos elementos característicos
se encuentran: un soporte arquitectónico espe-
cífico , un color uniforme y el uso de la imagen
de una deidad.

L
a bóveda maya es una solución bóveda, destacaba una ima-
arquitectónica empleada para gen pintada (figs. 3a, 3b).
crear espaclOS intenores yexte- Varias de estas piezas to-
riores, y es similar a un arco. davía se encuentran in si/u,
También llamada bóveda en saledizo, se otras fueron desprendidas
sustenta en muros verticales y paralelos, o se hallaron en escombros
y se construye con hileras de piedras que y se resguardan en bodegas
se van superponiendo; cada hilera sobre- y museos. Los ejemplos con
sale de la anterior hasta que la bóveda se que contamos actualmente
cierra en la parte superior con la llamada se han localizado en sitios de
piedra tapa (fig s. 2a , 2b). Una tapa de Campeche y Yucatán, y corres-
bóveda forma parte de los sillares de pie- ponden a las regiones del estilo
dra caliza rectangulares que en hilada cie-
rran la bóveda; en la tapa, que quedaba al
centro, antes de ser colocada se pintaba 1. Tapa de bóveda 6, Ek' Balam, Yuca-
una escena. A la piedra se le aplicaba una tán. Alfonso Arellano identificó el glifo
mak y lo tradujo como "tapa". La tapa es
capa de estuco con la cual se lograba uni-
el símbolo del ritual de dedicación o termi-
formar la superficie; después se dibujaban nación del aposento , en tanto que cierra o
las figuras con color. Al colocar la piedra tapa la bóveda una vez concluida. En los tex-
en su lugar, era necesario cubrir con un
aplanado de estuco el resto de la bóveda
tos de algunas de éstas se incluyen fechas de
conclusión de los edificios. El texto glífico de "i' ""
::.<
r'. '

y al concluir este proceso, la piedra que- ésta, según Alfonso Lacadena, dice: "(En) el día '. :-F
2 men en el octavo de chakat, fue cerrado el cuar-
daba integrada de tal manera que, sobre to; es el recinto de Ukit Kan Le'k".
una superficie homogénea en muros y FOTO: JAVIER HINOJOSA

LAS TAPAS DE BÓVEDA PINTADAS EN EL ÁREA MAYA -+1


DOSIER

"' arquitectónico Chenes y Puuc; sin embar-


~ 2. La bóveda maya se construia superponiendo hile-
go, también se han localizado en E k' Ba-
i~ ras de piedras que desplantaban de los muros vertica-
les y paralelos de las construcciones . Las hileras se
colocaban de tal forma que iban sobresaliendo una de
lam, que no corresponde a ninguno de
esos estilos. í-\demás, la mayoría de las pie-
m la otra y formaban un saledizo en las fachadas de los zas, sako algunas excepciones, como las
ffi edificios. Para cerrar la bóveda se ponia una hilada de de Chichén Irzá que son posteriores, per-
~ sillares de piedra caliza , generalmente denominados tenecen al periodo Clásico Tardío (600-
ffi piedra tapa de bóveda. a) Cuarto del Conjunto de las
850 d.C).
~ Monjas, Chichén Itzá , Yucatán . b) Dib ujo en corte de
un cuarto del Anexo de las Monjas, Chichén Itzá .
t
~ CARACTERíSTICAS
~
::>
b GENERALES
!ii
8 E l registro del corpllsde las piedras tapa con
~
ffi imáge n es pictóricas fue iniciado por
~
.~ Christopher Jones en 19- 5; más adelante
~ co nti nuaron su estudio, entre otros, Mar-
~
i
tine Fettweis, Karl Herbert i-Iayer y Leti-
cia Staines. Sumados los nue,-os hallazgos,
i
s
actualm ente se cuenta con más de 160; sin
embargo, pocas han consen-ado comple-
I
g
ta la capa pictórica, pues un gran número
se encuentra en mal estado de conserva-
~~--------------------------------------------------------~ ció n. Las di me nsiones de las que se han
desprendido varían, pero en promedio mi-
den 1m de largo por 50 cm de ancho, aun-
que el área pintada es menor.
3. Las tapas de bóveda se situa-
ban en la parte central de los re- Mayer sugirió una nomenclatura con el
cintos, en el eje del acceso, co- fin de diferenciarlas de otras manifestacio-
múnmente orientado de este a nes artísticas m ayas,)' propuso numerar
oeste. Antes de que fuera colo- cada una por sitio arq ueológico y según el
cad a se pintaba una esce na .
orden en que fu eron descubiertas; hay si-
Sobre la piedra se aplicaba una
capa de estuco para uniformar tios co m o Kiuic, Santa Rosa Xtampak,
la superficie; después, co n co- D zibilnocac )' Chichén I tzá en los que se
lor, se le dibujaban figuras. a) han encontrado varios ejemplos.
Tapa de bóveda pintada, Xca- La distribución de las imágenes es sen-
naheleb , Yucatán. b) Recon s-
cilla: consiste en una figura central, que es
trucción de una bóveda ; se in-
dica la posición de la tapa. una deidad, enmarcada por los cuatro lados,
o sólo arriba y abajo, por franjas en las que
Tapa de bóveda pintada Hilad a d e tapas d e bóved a se dibu jó un texto glífico o distintos dise-
ños. Has ta la fecha, sólo se conocen dos en
que se representó a un par de personajes.
b
E l marco es un elemento esencial y di s-
tintivo en el arte pictó rico maya; franj as
de colo res inten sos se usan para separar
las escenas. E n el caso de las tapas pinta-
Eje de das, estas franjas, cuya funci ón parece ser
acceso
exclusivam en te delimitar el espacio, po-
seen un lenguaje propio y a la vez comple-
m en tario resp ecto de la im agen central.
Es te contenido iconográfico y epigráfico
tiene un doble uso; por un lado ambas lí-
neas, la in terior y la exterior de la fra nja,
determinan el lugar de los diseños, los se-
Acceso, comúnmente estaba paran de la figura principal pero además
orientado de este a oeste
la enmarcan.
E l manejo del trazo es distinto : a ve-
ces se trata de una línea fina. tosca o rá-

42 / A RQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

pida, pero también caligráfica con pince- E l dios K o K'awiil aparece personifi- bién presentar dibujados en su cuerpo es-
ladas delicadas y firmes. En lo que se cado en la mayoría de las tapas de bóveda, camas de ese ofidio.
refiere al color, por lo común fueron pin- aunque como veremos más adelante, hay E n las tapas pintadas el dios K suele te-
tadas de rojo sobre el enlucido, pero tam- casos con otras figuras. Estadeidad seiden- ner la cabeza de perfil, y está de pie o en
bién hay negras, como la mayoría de las tifica por poseer las siguientes característi- postura sedente sobre un cojín o trono con
de Ek'Balam, o negro y rojo, azul con ne- cas: en su rostro tiene un ojo con la pupi- las piernas cruzadas en flor de loto. En la
gro y dos policromadas (fig. 4). Son esca- la en forma de gancho, nariz alargada y mayoría de estas imágenes se acompaña de
sas las que presentan dos capas pictóri- encorvada, colmillos prominentes y, a ve- un bulto de granos de maíz o de cacao (fig.
cas, es decir que la primera imagen fue ces, lleva barba; una forma rectangular le 6). Este personaje aparece en la pintura de
cubierta por otra. atraviesa la frente y se proyecta hacia ade- la piedra central, en el eje del acceso al re-
lante con un remate de dos volutas, ele- cinto, por lo general de este a oeste; son
LA REPRESENTACiÓN mentos que se h an identificado como contadas las piezas donde la imagen apa-
DEL DIOS K'AWIIL humo, hacha humeante, antorcha o ciga- rece de manera horizontal, es decir con el
rro. En la frente muestra lo que se ha re- rostro hacia las paredes verticales, como
Las imágenes de los dioses mayas fueron conocido como un espejo, que por lo co- en Chichén Itzá y en Ek' Balam.
representadas, en diversas manifestacio- mún también se repite en otras partes del Teobert Maler, al referirse a las piedras
nes plásticas, como seres individuales, con cuerpo, como en brazos, piernas, espalda tapa de bóveda pintadas que observó en
atributos propios que indicaban su identi- o en la planta del pie. Uno de sus rasgos varios sitios de la zona, entre 1886 y 1894,
dad y la función que ejercían en la cosmo- más importantes es que uno de sus pies se las describió atinadamente como piedras
gonía maya. convierte en una serpiente, y puede tam- dedicatorias. Al respecto, en los estudios

5. Tapa de bóveda 3, Chicanná , Campeche . Las tapas de bóveda tuvie-


4 . Tapa de bóveda 1, Sacnicté, Yucatán . Es uno de los pocos ejemplos po- ron, además de un función arquitectónica particular, un color uniforme y
licromos, ya que por lo común fueron pintadas con rojo sobre la base de la imagen de una deidad , asociada al poder real, a la lluvia y al relámoa-
estuco. A la izquierda se ve a un personaje, probablemente con malforma- go, como la de K'awiil, u otras que ocuparon un lugar destacado en la
ciones; tiene la mano izquierda levantada y lleva tocado , una orejera y en reproducción del cosmos maya. En esta tapa se ve . a la izquierda
la cadera un enredo . Enfrente de esta figura hay otra que es poco clara. variante de la deidad solar o G 1, Y a la derecha los glifos de pal<ah¡ yotor,
Arriba y debajo de la escena se ven glifos. "había edificado (o dedicado) su casa ", según Alfonso Arellano
FOTO: JESUS GAlINOO FOTO: JAVIER HINOJOSA

LAS TAPAS DE BOVEDA PINTADAS EN EL ÁREA MAYA 43


DOSIER

En la mayoría de las tapas de bóveda aparece el dios K o epigráficos que se han realizado de las ins-
cripciones pintadas de algunas tapas, Al-
K'awiil , caracterizado por un ojo con la pupila en forma de fonso Arellano (2001 ) identificó el glifo
mak, que tradujo como "tapa", de tal modo
gancho , nariz alargada y encorvada , y colmillos prominentes ; que la piedra, según la definición de Maler,
una forma rectangular le atraviesa la frente y se proyecta es el símbolo del ritual de dedicación o ter-
minación del aposento, en tanto que cerra-
hacia adelante con un remate de dos volutas; en la frente ba o tapaba la bóveda cuando éste era con-
cluido. De hecho, en ciertos textos se
muestra lo que se ha reconocido como un espejo. incluye la fecha en que fue terminado el re-
cinto arquitectónico (fig. 7).
K'awiil o dios K es uno de los dioses
principales del panteón maya, y se relacio-
na con el maíz, la lluvia, el relámpago, el
sacrificio y auto sacrificio y, por tanto, con
la sangre. Frecuentemente se le represen-
ta como cetro maniquí, un atributo de po-
der, lo que indica que la deidad estaba aso-
ciada a los gobernantes y a la elite. Las
deidades mayas suelen vincularse entre sí;
K'awiil está estrechamente relacionado
con el dios de la lluvia, del relámpago, dios
B o Chaahk; algunos autores identifican al
pie serpentino como un rayo y también
con el dios E, del maíz. Un ejemplo se
muestra en la tapa de bóveda conocida
como "pieza de Filadelfia", en la que se
encuentran tanto el dios del maíz como
K'awiil.
En una gran cantidad de tapas pintadas
la deidad esparce o escupe semillas, es el
portador de una "abundante cosecha" de
maíz, el alimento principal que germinará
de la tierra fértil. Además, el nombre
K'awiil en maya yucateco significa "susten-
to"; en este sentido, provee el alimento para
la vida del hombre en la tierra que se en-
cuentra bajo sus designios, y recordemos
también que la orientación este-oeste se
vincula con la fertilidad.
La tapa pintada en el centro de la bóve-
da tiene que ver con el ritual de dedicar la
casa cuando se terminaba su construcción;
al cerrarse o taparse, el recinto era sacrali-
zado por la presencia de la deidad . Ade-
más, su ubicación dentro del espacio arqui-
tectónico que simboliza la bóveda celeste,
ocupa el centro del orden cósmico. Otra
propuesta para explicar la presencia de es-
tas piedras en la bóveda es la de José Mi-
guel García Campillo, quien considera que
se trata de "asuntos augurales, como los
que se encuentran en los almanaques adi-
vinatorios de los códices postclásicos".
6. Tapa de bóveda 1, Xnucbec, Yucatán . Se ve al dios K (a) con la cabeza de perfil , de pie y con un bul- Las figuras en algunas tapas pintadas
to de granos de maíz o cacao (b) . Según Alfonso Arellano , la lectura de los glifos es: "El capu llo del ra-
descubiertas en Ek' Balam e_ tán dibujadas
món ... su coste, su ayuda ... [ ... ] " lo transcrito , lo pintado".
FOTO: JAVIER HINOJOSA. en negro y hay pocas en rojo: ade más, la

44/ ARQUEOLOG íA MEXICANA


DOSI ER

disposición de los glifos es otra, puesto que


La tapa pintada en el centro de la bóveda tiene que ver con
casi siempre se encuentran en forma de es-
el ritual de dedicación de los edificios, efectuado cuando se cuadra. En varias de ellas se representa
igualmente a K'awiil, pero no como dios
terminaba su construcción; al cerrarse o taparse, el recinto del maíz sino en su asociación con los go-
bernantes. No obstante, la piedra tapa
era sacralizado por la presencia de una deidad.
cumple la misma función de dedicar la casa,
como indican las lecturas de Alfonso La-
cadena. Un ejemplo es la tapa de bóveda
6, donde se menciona a uno de los sobe-
ranos más importantes de la ciudad, Ukit
Kan Le'k Tok' (fig. 1).
Finalmente, cabe mencionar otras imá-
genes con una composición distinta; un
ejemplo proviene de Chicanná, y debe re-
saltarse que éste es e! sitio más al sur en
que se han descubierto estas pinturas.
Una de ellas, la tapa 3, presenta a un per-
sonaje de pie, con e! cuerpo de frente, y
cuya cabeza, que no es humana, voltea ha-
cia su derecha (fig. 5).

CONCLUSiÓN

Las tapas de bóveda pintadas fueron desti-


nadas para la dedicación de los recintos. Va-
rios de sus elementos característicos indi-
can que se trata de una tradición pictórica
de las regiones Chenes y Puuc, entre ellos:
un soporte arquitectónico específico, un
color uniforme y e! uso de la imagen de una
deidad, a veces asociada a un gobernante,
que por sus cualidades ocupa un lugar en
la reproducción del cosmos. No obstante,
las diferencias aún deben ser analizadas para
comprender cabalmente estas singulares
expresiones de! arte maya. ~,

Leticia Strunes Cicero. Historiadora de arte. Investi-


gadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE),
UNAM. Miembro del proyecto "La pintura mural pre-
hispánica en México". Realiza el doctorado en histo-
ria del arte.

PARA LEER MÁS ...


ARELLANO H ERNANDEZ, Alfonso, "El dios K en algunas
tapas de bóveda de la Península de Yucatán", enJuan
Antonio Siller (ed.), Cuadernos deArquitectura Mesoame~
ricana, Facultad de Arquitectura, UN AM, México, di-
ciembre de 1996, núm. 31, pp. 33-41.
_ _ , "Textos y contextos: epigrafía y pintura mural",
en Beatriz de la Fuente (dic.), Leticia Sraines Cicero
(coord.), ÚJ pintura muralprehispánica en Mixiro. Arto
"'q)'a, vol. n, tomo IV, II E, UN AM, México, 2001, pp.
331-357.
SHARER, Roben J., ÚJ civilización moyo, FCE, ~Iénco,
1999.
7. Tapa de bóveda 3, Dzibilnocac, Campeche. En varias tapas de bóveda se representó al dios K'awiil, STAINES Cicero, Leticia. " Las imágenes pintadasen las
tapas de bóveda", en Beatriz de la Fuente (drr.l, op.
esparciendo o escupiendo granos de maíz. Así se convertía en el portador de una "abundante cose- cit., pp. 389-402 .
cha" de maíz; el nombre K'awiil , en maya yucateco significa "sustento". Además , las tapas de bóveda _ _ ," Las tapas de bóveda pintadas y su lugar e
se colocaban en una orientación este-oeste, rumbo que se vinculaba con la fertilidad . El glifo que la dei- e l cos mos·. en M aría Teresa Crian" ) LeLicla
dad lleva en las manos es hun kan , "maíz / precioso" (a); el que está en el bulto es ox yax, "¿ abundan- Staines Cicero (eds. ). Acercarsl' y mIrar. Homl'-
naje a Bearri: de la FUl'nre. lIE , 1."AM. ~1é:tico.
cía de primicias?" (b). pp. 239 -25 3.
FOTO: JAVIER HINOJOSA.

LAS TAPAS DE BÓVEDA PINTADAS EN EL ÁREA MAYA / 45


PROCEDIMIENTOS, MATERIALES
Y COLORES EN LA PINTURA MURAL MAYA
DIANA MAGALONI KERPEL

na pintura mural se compone


La pintura mural es una de las expresiones artísticas
que mayores desafíos presenta a sus creadores. Es el
resultado de la armónica integración de dos técnicas y
U de tres elementos principa-
les: el muro, el soporte o re-
ves timiento (hecho con algu-
na pasta cementante que al secar forma
una superficie homogénea), y la capa o
dos lenguajes plásticos: el pictórico y el arquitectónico, capas pictóricas (películas permanentes
de manera que el espacio se convierte en el mundo de de color compuestas de pigmentos yaglu-
tinante). Los constructores y artistas ma-
la representación. A pesar de las diferencias entre los yas edificaron estructuras con piedras
calizas. Posteriormente revistieron los
23 sitios que se mencionan aquí, podemos decir que en muros con una pasta de cal y arenas blan-
realidad todos forman parte de una misma tradición cas, y luego pintaron con pigmentos va-
riados y un aglutinante muy particular que
maya de pintura mural. les permitió una gran libertad plástica.

46 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOS IE R

LA CAL MAYA dios en el laboratorio, podemos suponer LOS PIGMENTOS MAYAS


que los técnicos ma yas preparaban la mez-
La pasta de cal con que se hicieron los so- cla de cal viva )' arenas calcíticas (sascab) La amplia paleta cromática usada por los
portes de la pintura mural maya constitu- en seco, lo que permitía una mejor distri- pintores de Bonampak es sorprendente;
ye uno de los logros tecnológicos más im- bución de los sólidos inertes en la mez- encontramos hasta 28 mezclas de pig-
portantes y característico s de esta cla. La palabra sascab hace referencia en mentos que reflejan distintas calidades del
civilización. Además de ser estéticamen- maya yucateco a este fe nómeno: " tierra mundo natural. Sin embargo, no todos los
te adecuada, ha resistido en buenas con- con que se fabrica la cal". Posteriormen- sitios mayas presentan un mundo del co-
diciones el clima extremo de la selva y sa- te, el polvo de cal y sascab era mezclado lor tan complejo. En 23 sitios del área
bana tropicales. Esto se observa en la con agua en la que ya se había remojado maya se han encontrado pigmentos que
técnica constructiva con piedras calizas, corteza de árbol. pertenecen a distintas tradiciones de co-
en sitios como Chichén 1tzá, Yucatán (fig. Edwin Littmann (1960, p. 223) señala lor, para cuya definición los pigmentos
2a), y en las pinturas murales de Bonam- que los mucílagos extraídos de la corteza clave son el azul y el verde mayas.
pak, Chiapas, en las que se aplicaron so- de chucum (PithecolobilllJl albicans), chacté E/ aztll. Este color representa uno
bre un recubrimiento de cal que cubre en- (CaeJalpina p/aty/ba), chacah (Bllrsera si17la- de los grandes avances tecnológicos de
teramente muros y bóveda (fig. 2b). ruba) y jabín o habín (Piscidia c017l17ltlnis) Mesoamérica. Es un complejo orgánico-
Para reconstruir la técnica de fabrica- eran utilizados en Yucatán en los años se- inorgánico estable y no un mineral natu-
ción de soportes de cal se utili zan foto- senta del siglo xx, para ser mezclados con ral. Los azules llamados "mayas" se fabri-
grafías tomadas en el microscop io elec- la cal y mej orar sus propiedades de plas- can al fijar el tinte orgánico índigo en los
trónico de barrido (MEE), amplifi cación ticidad y fraguado. E l autor realizó expe- minerales arcillosos paligorskita (también
250X, como la que muestra el enlucido de rimentos con las sustancias gom osas y conocida como atapulgita) y saponita, ar-
Chacmultún, Yucatán (fig. 5). Podemos concluyó que solamente el chucum tiene cillas que solamente se encuentran en la
observar la conformación del conglome- resultados positivos al trabajar con la cal. península de Yucatán y Guatemala, de ahí
rado de cal en tres materiales: las peque- Piero Baglioni )' otros actores han com- su nombre.
ñas particulas romboidales, que fueron probado que esta goma se activa al con- E n las pinturas mayas hemos identifi-
identificadas como arenas calcíticas de tacto con el líquido altamente alcalino de cado seis to nalidades diferentes de azul
sascab, la matriz de cal, y una sustancia or- la cal y posibilita una cristalización orde- maya (fig. 4) . Esta observación abre por
gánica que aparece en color negro y que nada y en escala de nano-cristales, lo que sí misma una concepción diferente acer-
impregna la cal. A partir de la informa- re sulta en un cementante altamente plá s- ca de la plástica maya en el Clásico y del
ción proveniente de fuentes del siglo XVI, tico con buenas propiedades de fragua- popular pigmento "azul maya", conside-
trabajos de etnohi storia y nuestros estu- do y muy resistente. rado generalmente un tono único de azul
mar Caribe. N o obstante, los artistas com-
binaron diferentes minerales con el pig-
mento azul maya para lograr tonos diver-
sos. Además, gracias a la investigación de
Sonia Ovarlez, hoy sabemos que los az u-
les se oscurecen a medida que se calienta
la mezcla de índigo y paligorskita.
En un corte estratigráfico de azul maya
tomado del cuarto 1 en Bonampak (fig. 6),
la capa de color azul presenta una aparien-
cia de tinte orgánico típica del pigmento
azul maya; en su estructura, sin embargo,
es posible advertir los pequeños cristales
de azurita, mineral que sin duda provenía
del Centro de México, identificado me-
diante defracción de rayos x . La palabra
ya 'xkab, que contiene la partículayax- (ver-
de o azul) y significa "cosa clara azul tur-
quesa", podría ser el nombre de este color.
~
~ En el fondo del cuarto 1 de Bonampak en-
g
contramos ese mismo color (fig. 10) . En
~ el cuarto 2 de Bonampak observamos un
~ az ul maya oscuro con una capa delgada de
2. La pasta de cal con que se hicieron los soportes de la pintura mural maya constituye uno de los logros tec-
nológicos más importantes y caracteristicos de esta civilización. Además de ser estéticamente adecuada, ha
rojo hematita en la superfi cie (fig. 8). Tal
resistido en buenas condiciones el clima extremo de la selva y sabana tropicales. a) Bóveda maya sin recu- combinación hace que el color azul posea
brimiento de cal en Chichén Itzá, Yucatán . b) Bóveda pintada en el cuarto 1 de Bonampak, Chiapas. un matiz rojizo que lo acerca al az ul del

LOS COLORES DE LA SELVA / 47


DOSIER

- ~~~------- - - - - - - - -- - - -- --
-~----- ~~- -~- --~- -~ ~ - ~- --

SITIOS CON PINTURA MURAL EN EL ÁREA MAYA


CHIAPAS 15. Chichén ltzá
1. Toniná. Pintura de la Urna a) Templo de los Jaguares (Clásico Terminal)

~:::\
(Clásico Termin al) b) Las Monjas. cuano 22 (Clásico Tardío)
2. Palenque c) Las Monjas. cuarto 8 (C lásico Tardío)
YUCATÁN ;¡~::.,J. a) El Palacio. casa E (Clásico Tardío) d) Templo del Chac MooI (Clásico Tardío)
Golfo de 10;1,
lS '¡'
, •
1911>
2 1~. -20
b) El Palacio. casas A. B Y D (Clásico Tardío) e) Templo de los Guerreros
181¡" f 22 3. Bonampak. Estructura l . cuartos 1.2 Y 3 (Clásico Terminal)
México 11<1" _
711'-. 12.i¡~,a,, 14 ,l ' 23 (Clásico Tardío) 16. Dzibilnocac. Estructura A I (C lás ico Tardío)
9 ,,;1. , 1"13
8 ja"- 16 QUINTANA¡¡i. "" 4. Yaxchilán. Estructura 44 (Clásico Tardío)

ROO f CAMPECHE
QUINTANA ROO
17. San Ángel. Estructura I (PoscJásico Tardío)
CAMPECHE I ;'1 5. Balamkú 18. Cobá
'V--) Mar a) Estructura I (¿Clásico Temprano?)
b) Subestructura (¿Clásico Temprano?)
a) Grupo de las Pinturas (PoscJásico Tard ío)
b) El Cuartel (C lásico Tardío)
'.: Caribe 6. Chicanná, Estructura 2 (C lásico Tardío) 19. Rancho Ina. Casa Azul (Posclásico Tardío)
~ 7. Chelemí. Estructura I (C lásico Tardío) 20. San Gervasio. Estructura 30
8.lchmac. Estructura I (C lásico Tardío) (Posclásico Tardío)

~.
9. Xuelén, Estructura J (¿in icios del 21. Xelhá
Clásico Tardío?) a) Grupo C. Casa Jaguar. (Clásico Tern,;nal)
CHIAPAS b) Pórtico. Casa Jaguar. (Clásico Tenninal)
YUCATÁN c) Santuario T. Jag uar (PoscJásico Tardío)
10. Uxmal d) Estructura 86. Grupo B
GUATEMALA a) Grupo Pájaros. Manos Azules (Clás ico Temprano)
HONDURAS (Clásico Terolinal) 22. Tancah
b) Edificio E-l. Cuadrángulo de las Monjas a) Estructura 12 (PoscJás ico Temprano)
(C lásico Tardío) b) Estructura 44 (Posclásico Tardío)
11. Kabah. Codz Pop (Clásico Tardío) 23. Tulum
12. Sodzi l. Estruct ura I (C lásico Tardío) a) Estructura 16 (PoscJásico Tardío)
Océano Pacífico 13. Dzulá. Estructura I (C lásico Tardío) b) Templo 5 (Posclásico Tardío )
14. Chacm ultún. Estructura A. cuarto 10 c) Subestructura del Castillo
~
(C lásico Tardío) (Posclásico Temprano)

3. La primera tradición de color en el área maya comenzó en el Clásico y se extendió por varias regiones.

--~--- -- - -- --- -- - --------- ---------- - _._. -- -


COLORES DE LA PINTURA MURAL MAYA

COLORES PIGMENTOS COLORES PIGMENTOS

1. Blanco Calci ta-aragoni ta 19. Amarillo claro Amarillo" y calcita o yeso


2. Negro
.. _--- Negro de carbón 20. Ocre Montmorillonita y FeOH
3. Negro Magnesita (Mg Fe) C0 3 21. Rojo Hematita y lepidocrosita
4. Negro-café Chapopote (piso) 22. Rojo oscuro Hematita (calentada)
-----_. ----_.- -----_._------
5. Gris Carbón y cal 23. Rojo claro Tinte rojo** y cal
---------- --------
6. Gris azul mineral Wollastonita (CaSi 3) 24. Naranja Maghemita (FEP3)
7. Gris-azul Carbón, cal, azurita 25. G uinda Tinte guinda** (saponita)
-_._._---- ---------------------_.-
8. Azul oscuro Azul maya* y carbón 26. Rosado Hematita y cal
9. Azul marino Azul maya* (kaolinita) 27. Bermellón Cinabrio (HgS) (kaolinita)
10. Azul medio Azul maya* (paligorskita) 28. Piel ocre amarillo Montmorillonita (FeOH)
----------- .- ----
11. Azul cielo Azul maya* y azurita 29. Piel ocre rojizo MontmoriLlonita, tinte rojo**
12. Azul acua claro Azul maya* 30. Piel siena tostado Sanderita, geotita
13. Verde quetzal Azul maya* + verde maya* 31. Piel café Sanderita (MgS04), carbón
14. Verde oscuro Verde maya* (saponita) 32. Piel café oscuro Ocre, carbón
----- - - ' - --------- -- ---_._.
15. Verde-gris Malaquita y albita 33. Piel rojiza oscura Goetita, hematita, sand erita
_ ......_---------
16. Verde jade Chalconatronita (Na2Cu (C03h 34. Piel rojiza clara Goeti ta, sanderi ta, ocre
17. Verde oliva Verde maya* y ocre 35. Piel negra Goetita, hematita
----
18. Verde-amarillo Verde maya* y amari llo**
* Pigmentos artificiales: tinte orgánico/sustrato inorgánico
•• Pigmentos raros: color no identificado (¿orgánico?)

4. Los pigmentos mayas pertenecen a distintas tradiciones de color. en cuya definición los pigmentos clave son el azul y el verde mayas.

48 / ARQUEO LOGIA MEXICANA


DOSIER

alba o del anochecer. La palabra maya eek-


zamen significa "entre dos luces", y descri-
be el color azul-morado intenso con que
se pintó el fondo de la batalla en Bonam-
pak, la cual, como sabemos por la epigra-
fía, sucedió al anochecer (fig. 1).
El verde. Como el azul maya, el yerde se
fabrica al impregnar la arcilla paligorskita
en el colorante índigo y luego este tinte se
mezcla con algún colorante amarillo orgá-
nico o mineral. El verde iridiscente del plu-
maje de quetzal que aparece en Bonampak
(fig. 9) se produce mediante la superposi-
ción de dos estratos transparentes de co-
lor; este método de fabricación de tonos
5. Fotografía al mícroscópico electrónico de barrí- secundarios requiere, por fuerza, de un
do, 250X, del enlucido en Chacmultún, Yucatán. aglutinante orgánico que les permita adhe-
Se notan las fases que contienen los conglome- rirse. En el tocado de Chaan Muan, señor
rados de cal: sascab, cal y goma vegetal. 1) Mor- de Bonampak, se aprecia el tono verde del
tero rugoso ; lo negro es la cal ímpregnada de goma
plumaje de quetzal (fig. 11).
vegetal, las partículas romboidales son el sascab.
2) Enlucido fino ; capa que no presenta goma ve- 8. Fotografía al microscopio óptico, amplificada
( getal. 3) Capa pictórica. 4) Costra de carbonato LAS TRADICIONES DE 60X, del color azul marino oscuro del cuarto 2 de
de calcio que cubre la superficie pintada. COLOR EN EL ÁREA MAYA Bonampak. El primer estrato blanco es la cal, le
sigue una capa de azul maya oscuro que fue cu-
bierto por una capa delgada de pigmento rojo para
La primera tradición de color comenzó en crear así un tono azul violáceo.
el Clásico)' se extendió por varias regiones
(fig. 3): en Campeche, las pinturas de Xue-
len, Ichmac y Chelemí; en Chiapas, las de
Bonampak y Palenque; en Yucatán, las
de Chacmultún y Chichén Itzá, particular-
mente los murales de las estructuras lVIon-
jas 22 y Monjas 8, y la subestructura del
Templo de los Guerreros; en Quintana
~ Roo, la estructura conocida como el Cuar-
~ I~--------------------------------------~
6. Fotografía al microscopio óptico, amplificada tel, en Cobá. Los artistas de estos sitios
1OOX, de un corte estratigráfico de azul maya del compartieron una preocupación plástica y
cuarto 1 de Bonampak. El primer estrato en blan- técnica que los llevó a crear variaciones de
co es el soporte de cal; sobre éste, la capa de azul
azul y verde mediante diversos métodos,
maya que dentro contiene cristales de azurita , mi-
neral proveniente del Altiplano Central. ------- como la mezcla de pigmentos y la super-
posición de capas.
A la segunda tradición corresponden
las pinturas del Templo Superior de los
Jaguares en Chichén Itzá, donde el azul
maya tiene una fórmula diferente. La ar-

..4 . •
cilla sobre la cual se fijó el colorante es
kaolinita, y no paligorskita como en el res-
to de los azules mayas, y el tono bajo el
microscopio óptico es distinto (fig. 7).
La tercera tradición se observa en los 9. Fotografía al microscopio óptico, amplificada
60X, del color verde pluma de quetzal en el cuar-
murales de la región Puuc en Yucatán,
to 1 de Bonampak. Sobre el estrato blanco de cal ,
7. Fotografía al microscopio óptico, amplificada como D zulá, Sodzil, Kabah, Uxmal, y que es el soporte , se aplicó el rojo que es el del
60X, del azul maya del Templo Superior de los Chicanná en Campeche, cuyos autores fondo de la representación . Encima del rojo vemos
Jaguares en Chichén Itzá , Yucatán. El estrato de utilizaron también el azul y el verde ma- un estrato verde y sobre éste uno azul oscuro. De
azul presenta un color diferente del que se mues- yas pero de manera menos complej a; esta forma se crea el color iridiscente de las plu-
tra en la fig . 6. Este color es diferente de los en- mas, ya que las capas de color son transparentes
esto es, no mezclaron los azules y ver-
contrados en los 23 sitios del área maya estudia- y logran sumar los colores en superficie como si
dos , ya que la arcilla sobre la que se fijó el des mayas con minerales como la azuri- se tratara de vidrios de color superpuestos. Ésta
colorante azul índigo es kaoliníta . ta y la malaquita. es una técnica de color muy rica y compleja .

LOS COLORES DE LA SELVA / -l9


DOSIER

La amplia paleta cromática usa-


daporlospintoresd e Bonampak
es sorprendente : 28 mezclas de
pigmentos que reflejan distintas
calidades del mundo natural. En
23 sitios del área maya se han
encontrado pigmentos que per-
tenecen a distintas tradiciones
de color, para cuya definición los
pigmentos clave son el azul y el
verde mayas.

La cuarta tradición se desarrolló du-


rante el Posclásico. El verde maya dejó en-
;
"~
tonces de usarse y el azul maya fue pre-
se ntado de una manera mucho más
1l homogénea. E l pigmento corresponde al
~ tono mar Caribe, que se mezclaba con
10. El fondo del cuarto 1 de Bonampak tiene azul maya formado con azurita, mineral proveniente del cal para fabricar un tono claro, mientras
Centro de México
que para lograr un tono medio eran apli-
cados varios estratos del mismo color,
como se aprecia en las pinturas murales
de Tulum, Quintana Roo (fig. 12).
Los mayas compartieron una manera
de trabajar la cal con gomas vegetales y
sascab; además, inventaron los pigmentos
azul y verde mayas, que combinan tintes
orgánicos con la arcilla paligorskita. Asi-
mismo, fabricaron sus pinturas mediante
el uso de agua de cal y gomas vegetales
como aglutinantes, materiales que les per-
mitieron una gran libertad plástica. ~

Diana Magaloni Kerpel. Investigadora del lIE,


UNA, I, desde 1991. Profesora del posgrado en his-
toria del arte en la FFYL, UNA,!. Licenciada en re s-
tauración d e bi enes muebles por la ENC RYM, y
maestra y doctora en historia del arte por la UNA~ I
y la Yale University. Sus publicaciones abordan el
tema de los materiales y su significado en el arte
meso americano, así como en el arte indíge na en
el siglo X\'l.

PARA LEER MÁs


LIlT\IA "J'J, Edwin, UA ncienr J\fesoamerican J\ {ortar s,
PiasteIS, and Sruecas: The Use of Bark Extracrs in
Lime Plasters", en Amencon Al1/iqui0 , \'01 25, núm.
4, 1960, pp. 593·596.
_ _ , "Ancient J\ Iesoamerican Mo rrar", Plas rers, and
5ruccos: The Composinon and O nt-,)1o o f Sascab",
enAJllencanAlltiq/Ii()'. vol. 24,1 958. pp. 1- ]-1 7 6.
J\l\G.\LO'JI, Diana, "La técnica pic rórica en el área maya",
11. En el tocado de Chaan Muan , señor de Bo- 12. Píntura mural en la Estructura 16 de Tulum,
en Beatriz de la Fuente (cDord., , w;m:ura muralpre-
nampak, se puede ver el tono verde del pluma- Quintana Roo . Se aprecia el azul maya en dos to- hispánica en IH i xiro: El ';rea nh!iJ. r 11. '·01. III, !lE,
je de quetzal. nos, además del negro. l'~A.,\I, ~ réxico. 2002. pp. 155-1e)

SO / ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSI ER

El Vaso de Princeton
UN EJEMPLO
DEL ESTILO
CÓDICE
ERIK VELASQUEZ GARCIA

Una de las tradiciones pictó-


ricas con mayor virtuosismo
en el arte del periodo Clásico
es el estilo códice, que fue
plasmado sobre vasijas de
cerámicaentre672y731 d.C.
Se trata de una técnica carac-
terizada por dibujos sobre
fondo claro , que se utilizaba
en la cuenca de El Mirador(
Guatemala, y la región de Ca-
lakmul , Campeche. Las es-
cenas y textos mitológicos
plasmados en ese estilo
constituyen una rica fuente
de información sobre la na-
rrativa y el panteón sagrado
de los mayas. Entre sus máxi-
1. El Vaso de Princeton, también conocido como Vaso Widenmann , es una de las obras maestras
mos ejemplos se encuentra del estilo códice y del arte pictórico maya; fue restaurado por Robert Sonin. Mildred F. y William Ka-
plan , de Nueva York, fueron sus propietarios. En 1975 fue donado al Museo de Arte de la Universi-
el Vaso de Princeton , obra dad de Princeton por la Fundación Hans y Dorothy Widenmann . Para celebrar la adquisición de esta
pieza , el museo organizó en 1978 la exposición "Lords of the Underworld: Masterpieces of Classic
destacada del arte pictórico Maya Ceramics", cuyo catálogo fue escrito por Michael D. Coe. Vaso de Princeton . Altura: 21.5 cm;
diámetro 16.6 cm . Procedencia desconocida. Museo de Arte de la Universidad de Princeton .
mesoamericano. FOTO:CJUSTIN KERR K51'

EL VASO DE PRINC ETON / 51


DOSIER

PrinCiPiOS de la década de los ce se caracterizan por la buena calidad de E n las e. cenas plasmadas se observa

A setenta la comunidad acadé-


mica tuvo conocimiento de
diversos vasos mayas de pro-
cedencia incierta. Al cabo de poco tiempo,
los estudiosos reconocieron en esas obras
sus arcillas y técnicas de cocción, así como
por e! uso de desgrasantes (arenas mine-
rales que se agregan al barro para darle una
consistencia y poder modelarlo) de carbo-
nato. E l color blanquecino de sus paredes
un claro predominio de! dibujo a línea so-
bre la aplicación de áreas de color, Es pro-
pio de! estilo códice el uso de líneas ne-
gras o café oscuro ejecutadas con destreza,
firmeza y claridad; en algunas ocasiones
un estilo peculiar que se caracteriza por se debe a que están bañadas por un engo- se acentuaban cierras figuras o cartuchos
escenas y textos jeroglíficos ejecutados con be (solución fina de agua y barro con que jeroglíficos por medio de di scretas líneas
líneas oscuras, plasmadas sobre un fondo se recubre la vasija) de arcilla fina, cremo- rojas o baños diluidos de color ocre (figs.
crema. El espacio pictórico solía enmar- sa, mate y sin bruñir. Algunas piezas pre- 1,4,5, 7). Típicas del estilo son las men-
carse entre bandas rojas, ubicadas en los sentan un tono amarillo muy ligero, pues cionadas bandas rojas que se extienden
bordes de las vasijas (figs. 1-5, 6b, 7-10), e! baño contiene pequeñas cantidades de por los bordes superior o inferior de los
atributos semejantes a los de los manuscri- hierro. En Calakmul han aparecido ejem- vasos (figs. 1, 2, 4, 5, 6b, 7-10), o a lo lar-
tos mayas conocidos del Posclásico Tardio. plos de vasij as estilo códice tanto con fon- go de la circunferencia de los platos (fig.
Debido a lo anterior, Michae! D. Cae con- do amarillo como crema (fig. 5b), mien- 3). Las bandas pueden estar delimitadas
jeturó que los pintores de esas vasijas eran tras que en e! Petén guatemalteco, en sitios por finas líneas negras que en ocasiones
también autores de los códices, razón por como El Mirador, La Muerta, La Muralla, son dobles o triples.
la que acuñó e! término de "estilo códice" Nakbé, Pacaya, Porvenir, Tintal y Zacatal, El repertorio de formas incluye platos
para designar a esas vasijas cuyo origen se sólo se han encontrado tiestos y vasijas extendidos o /ak (fig. 3), platos hondos o
desconocía. con fondo crema. Las imágenes, textos y trípodes va/pallte) , di,-ersas escudillas de
De acuerdo con D orie J. Reents-Budet, bandas rojas fueron pintadas sobre e! en- paredes divergente s " yasos cilíndricos
esa tradición cerámica fue elaborada en- gobe, antes de la c~ión, misma que al- (l/eh 'ib' o uk 'ib ). Con menos frecue ncia
tre 672 y 731 d.C. Por su tipo y variedad canzaba entre 800 y 900 oc. Algunas pie- encontramos vasos de superficies aca-
se agrupan bajo la categoría Policromo zas presentan restos de bandas de estuco naladas, jarras, copas o tazas con asa y
Crema Zacatal, que se distribuye en dife- que fueron aplicadas sobre los labios de botellas de cuellos ango stO s llamadas
rentes lugares del Petén y en e! extremo las vasijas después de! horneado y que es- "frascos ven eneros" , pero que en realidad
sur de Campeche. Las vasijas estilo códi- tán pintadas de azul. servían para guardar tabaco en polvo.

2. Desplegado de un vaso estilo códice. Se ve al


dios de la muerte (a) arrojando al Bebé Jaguar, Unen
B'ahlam (b) , sobre la colina Huk Tzi ... 1 Yaxkal
Chak ... (e) . Yax Ha'al Chaahk, "Chaahk de las Pri-
meras Lluvias" (d) , se dispone a decapitar al infan-
te o a abrir la montaña con su hacha . El vaso
perteneció a un individuo que llevaba el titulo de
k'uhu/ chalan winik. Museo Metropolitano de Arte
de Nueva York.

52 / ARQUEOLOG fA MEXICANA
DOSIER

Diversas modalidades en el grosor de la


línea y variedades en la composición quí-
mica de las pastas atestiguan el trabajo de
distintos artistas y talleres. Algunas obras
se caracterizan por su homogeneidad en el
grosor de la línea, mientras que otras com-
binan trazos gruesos y delgados (figs.
1-5, 7,9). Hay pintores que aprove-
chan todas las posibilidades del pin-
cel al adelgazar o engrosar seg-
mentos de una sola línea (figs.
4-5, 7, 9), logrando un efecto
caligráfico. Algunos usan el re-
curso de líneas extremada-
mente finas, a manera de ca-
bello (figs. 3, 7,9), mientras
que otros aplican pigmento
negro sobre algunas áreas de
fondo crema, logrando la sen-
sación de pintura al negativo
(fig.4).
Los pintores del estilo códi-
ce eligieron diversas modalida-
des en la disposición de imáge-
nes y textos jeroglíficos. Algunas
vasijas sólo contienen escenas o
personajes, mientras que otras mues-
tran largas listas dinásticas o cartuchos
jeroglíficos. Es frecuente que los persona-
jes pintados se encuentren acompañados
por breves glosas jeroglíficas que contie-
nen el nombre o explican parte del signi-
ficado dela escena (figs.l, 3, 5, 7, 9). Tam-
bién h ay imágenes repetitivas que se
extienden paralelas a la fórmula dedicato-
ria (texto jeroglífico que describe la dedi-
cación ceremonial de la vasija, su forma y 3. Plato extendido o lak estilo códice. El dios
contenido, y en algunas ocasiones mencio- del maíz, Ju'n Ixíím Waaw(?) (e) , renace yes
na el nombre del poseedor o patrocinador asistido por sus hijos, Ju'n Ajaw (a) y Yax
de la pieza) (figs . 4,5). Algunas escudillas B'ahlam (d) . El dios surge del caparazón hen-
dido de una tortuga (b) que simboliza una
sólo están decoradas con bandas celestes
montaña sagrada y, a la vez, la superficie de
o jeroglíficas. La composición pictórica de la tierra que flota sobre el mar. La fórmula de-
estas obras se basa en escenas generalmen- dicatoria de este plato indica que perteneció
te simples, con un número limitado de ob- a Titomaj K'awiil , quien era hijo de Yopaat
jetos o personajes; la atención se concen- B'ahlam; ambos gobernantes tenían los títu-
los de k 'uhul chalan winiky de sak wayis . Mu-
tra en estos últimos (fig. 9), pues el
seo de Bellas Artes de Bastan.
entorno apenas está sugerido por corrine- FOTO:C JUSTIN KEAA K1B92 a b e d
ros, cojines o tronos forrados de piel de ja-
guar (figs.l, 7); en su caso, árboles y mon-
tañas aisladas sugieren el ambiente exterior ALGUNOS TEMAS PINTADOS fía. Aunque muchos maristas han imema-
(fig. 2). La identidad de los personajes que EN ESTILO CÓDICE do comprender el significado de las esce-
participan en estas escenas se indica me- na s de esas ya sija s, los esfuerzos más
diante cláusulas nominales, poses yadema- El repertorio de temas representados en sistemáticos han sido los de amores como
nes, elementos de sus atuendos u objetos las vasi jas estilo códice varía de lo dinásti- i\Iichael Cae. Francis Roblcsek. D onald
de su parafernalia; los dioses ancianos co a lo cosmológico y mitológico; este úl- i\I. Hales, I--::arl_-\. Taube. Erik BoOt. Luis
muestran una gran expresividad en sus ges- timo tipo de imágenes son las que más han Lopes, ~ikolai Grube. ~ ick Carter y Ana
tos o características faciales (figs. 1, 7,9). intrigado a los estudiosos de la iconogra- G arcía Barrios.

EL VASO DE PRINCETON 53
DOSIER

Uno de los tópicos más frecuentes constituye la conclusión de una saga mí- del maíz, quien al parecer murió y renació
abordados por los pintores del estilo có- tica, que comienza con el incesto entre un varias veces, el dios emerge en posición fe-
dice es el sacrificio del Bebé Jaguar (Unen dios viejo (Itzam[?]) y su hija (I x Waya- tal del interior de las aguas del inframun-
B'ahlam), quien es arrojado por el dios de ab'). Diversas vasijas de la tradición códi- do (fig. 5). Dos momentos consecutivos
la muerte sobre una montaña ubicada en ce contienen representaciones de distin- de este alumbramiento se encuentran re-
el oriente que lleva el nombre de la dei- tos momentos de esta narración, que aun presentados en un vaso sin procedencia ar-
dad patrona del mes pax(fig. 2). Mientras tiene paralelismos entre los k'iche' achi de queológica (K2723) y en otro encontrado
tanto, el numen de la lluvia se dispone a Rabinal. en Calakmul. La postura que adopta Ju'n
decapitar al infante o a abrir la montaña Otro importan te tema abordado por los Ixiim Ik'(?) Sib'ik Ajaw se asemeja a la del
para que entre en ella. El nombre de este pintores del estilo códice es el nacimiento Bebé Jaguar en las escenas de su sacrificio
dios portador de hacha es Yax Ha'al Cha- del dios joven del maíz Gu'nIxiim Waaw[?]), (fig. 2), así como a la del gobernante
ahk, "Chaahk de las Primeras Lluvias", lo quien eclosiona del caparazón hendido de K'ihnichJanaab' Pakal I (615-683 d.C) en
que sugiere que se trata de un infanticidio una tortuga, símbolo de la tierra, mientras la lápida de su sarcófago, en Palenque. Se
ritual para propiciar la precipitación plu- que es asistido por las deidades Ju'n Ajaw trata de una pose asociada con momentos
vial. García Barrios y Rogelio Valencia Ri- y Yax B'ahlam (fig. 3), que al parecer eran liminares, ya que se emplea tanto para la
vera han propuesto que este episodio sólo sus hijos. En otra versión del nacimiento muerte como para el nacimiento.

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4. Desplegado de un vaso estilo códice al negativo. Está decorado con dos cabezas -que están sobre fondo negro- del llamado Monstruo Lirio Acuático, que simboliza
el mar, los lagos y los yacimientos de agua en general. Su fórmula dedicatoria contiene una frase típica que se encuentra en muchas vasijas de la tradición códice: a/ay(?)
tz'ihb'najjich yuk'ib ' ta yuta/ ka[ka]w K'uhu/ Chatan Winik, "se dice, la vasija de beber para fruto de cacao del Señor Divino de Chatan fue pintada ya". Colección privada.

a b

5. Dos vasos estilo códice. Ambos son tan semejantes en calidad de línea, composición pictórica, temática y caligrafía , que podría asegurase que fueron
obra del mismo pintor o taller. Representan dos momentos consecutivos del renacimiento del dios del maíz, Ju 'n Ixiim Ik'(?) Sib 'ik Ajaw, quien sale de una
cabeza fantástica con marcas terrestres , que a su vez emerge del agua del inframundo. La fórmula dedicatoria de ambos vasos dice: a/ay(?) tz 'ihb 'naj jich
yuk'ib ' ta yuta/ kakaw K 'uhu/ Chatan Winik, Sak Wayis, "se dice, la vasija de beber para fruto de cacao del Señor Divino de Chatan , Nagual Blanco, fue pin-
tada ya". a) Desplegado del vaso K2723. La glosa jeroglífica califica al dios del maíz como ajsiya[j] ichii/, "el que nació adentro". Colección privada . b) Vaso
con fondo color crema . Tumba 1, Estructura 11 , Edificio 2H , Calakmul , Campeche. MNA.

54/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DOSIER

E ntre los muchos temas abordados en EL VASO DE PRINCETON La escena principal, que ocupa la ma-
las vasijas códice, y que no es posible men- yor parte de la superficie del \'aso, se desa-
cio nar en es te arúculo, se encuentran las O bra maestra del estilo códice es el Vaso de rrolla en el interior del palacio del dios L.
cabezas de entidades que simbo li zan lu- Princeton (figs. 1 y 7). Con tiene un par El nombre de éste deriva de la clasificación
gares o aspectos cosm ológicos, entre ellas de composiciones narrativas que acontecen de de las deidades de los códices mayas que
la del Mo nstruo Lirio Acuático, un ser na- forma simultánea, aunque sólo pueden apre- propuso Paul Schellhas en 1897; puesto
rigudo y sin mandíbula inferior, de cuya ciarse al girar la vasija. El gran naturalismo que en aquel tiempo era imposible leer sus
boca caen elementos vege tales; puede lle- de las escenas se debe al dominio de la ana- nombres glíficos, los denominó como dios
var sobre la frente una cruz que se lee k 'an, tomía humana, la yuxtaposición de planos, A, B, C, etcétera. Hoy sabemos que en al-
"am arillo" o "precioso", y de él surgen la expresividad e individualidad de cada ros- gunas vasijas el dios L recibe el nombre de
hojas, tallos o ninfeas que aluden a la flo- tro, el efecto de movimiento congelado, la Uhxlaju'n Chanal K uy (fig. 8), mientras
ra acuática (fig. 4). E n este tipo de te mas extraordinaria delicadeza de las líneas r que en otras se llama 1tzamaat (figs. 9, 10).
no existe una intención narrativa y los ele- la sensación de contraluz que producen los Coe propuso que se trataba de uno de los
mentos simbólicos simplem ente se distri- baños cafés de variada intensidad sobre las gobernantes del inframundo maya, mien-
/ buyen de forma simétrica en am bas caras áreas de volumen anatómico y arquitectónico, tras que Peter L. Mathews intuyó que era
del cilindro. en oposición a la homogeneidad del fondo. la contraparte telúrica del dios supremo It-

6. Escenas del dios L como gobernante supremo del panteón maya en el amanecer del tiempo (13 de agosto de 3114 a.C.) En ambas escenas e, cas esta
vestido señorialmente y sentado en un trono con forma de jaguar, fuma y hace un ademán que ind ica un elocuente discurso durante el cónda .. e ce c>oses que
preside. Detrás del d ios L se ve un bulto de poder, ihkaatz, que posiblemente contiene jadeíta. a) Detalle del Vaso de los S iete DIOses . b.1 Caja de los Once
Dioses. Ambos recipientes fueron elaborados en la regi ón de Naranjo, Guatemala, y no perte necen al estilo códice. Colecciones privadas

EL VASO DE PRINCETON I :D
DOSIER

zamna'. Además, tenía importantes conexiones


con la lluvia y el comercio. Se traca de un ancia-
no cuya principal insignia era un sombrero de
ala ancha con una efigie del ave mll1Jlaon (figs.
1,6-7), pájaro de rapiña que puede ser un búho,
un halcón o un animal mitológico. También
suele usar una capa de chevrones y rectángulos
(figs. 1, 6b, 7), un chal con barbas en los bor-
des (fig. 6a) o una cubierta de piel de jaguar, así
como un collar de cuentas pequeii.as y un cetro
con forma de serpiente.
En el Vaso de Princeton (fig. 7), el dios L se
encuentra en un trono bajo un pabellón con
cortinas, sobre cuyo toldo se ye una cabeza de
tiburón, xook, flanqueado por un par de jagua-
res sin mandíbula inferior, de cuya boca cae san-
gre o elementos vegetales. Lo acompañan cin-
co mujeres jóvenes con diferentes tipos de
atuendo y deformación craneal tabu lar oblicua;
según Erik Boot son manifestaciones especia-
les del dios del maíz, aunque también pueden
ser sus hijas o concubinas. Una de ellas se arro-
dilla, mientras el dios L le abrocha un brazale-
te de jadeíta y parece preguntarle algo concer-
niente a diademas, collares o joyas; no
obstante, la lectura de este discurso es tentati-
va. Otras dos muchachas conversan, mientras
una de ellas vierte chocolate de un vaso cilín-
drico a otro. Una dama más se asoma silencio- ..!:!
±
sa detrás del respaldo acojinado del trono, in- O
z
tensificando la sensación de profundidad, 6
'i'
recurso común entre los mayas, en el clue no se ~
utiliza el punto de fuga ni la línea del horizon-
te. En primer plano, y debajo de la plataforma
que sostiene el palacio, se ye un conejo que pa-
Fórmula dedicatoria: yuk'ib'fa ixiim fe '{ejl kakawMuwaan K'uk',
rece registrar los acontecinuentos sobre un có- ajnoho'l, "es la vasija de beber cacao de árbol de maíz de
dice con tapas de madera forradas con piel de Muwaan K'uk', el del sur".
jaguar; para escribir usa un pincelo pluma. Esta
composición se enlaza con la otra por medio
de una mujer que contorsiona el torso y voltea
la cabeza, observando con inquietud un sacri-
ficio por decapitación que se ejecuta a sus es-
paldas. Toca el tobillo de la dama arrodillada
Textoglífico que acompaña la escena de decapitación:
con el dedo índice de su mano izquierda, como waxak kab ' ha' chaksijo'm ach'ak{aa]w(?) Tzikin (?)
para advertirle de un peligro inminente. Itzam(?), "[en] 8 caban 5 ceh tú cortaste con golpe a
Tzikin(?) Itzam(?)". El cartucho glífico a-CH'AK?-wi
La víctima del sacrificio tiene marcas en su corresponde al verbo, pero es problemático de
cuerpo que lo identifican como un dios. D e él descifrar porque varios jeroglíficos fueron modificados
en tiempos modernos.
surge una feroz serpiente que parece atacar a
uno de sus verdugos; Boot ha demostrado que
la serpiente es la propia cola del sacrificado. Se
trata probablemente de una de sus entidades ".
~ ~
anímicas (JI1C!)'is), una parte de su cuerpo que se g x
Textos glíficos de la prímera, segunda y cuarta
externaba a voluntad para dañar a sus enemi- mujeres: Ha' Naah Ix¡¡m(?), posiblemente "Cinco ± ±
gos. Esta creencia recibe el nombre de nagua- Casa del Maiz". Las mujeres están en la corte del dios
L y, al parecer, las tres tienen el mismo nombre. Los
z.;.,-< z-<
.;.,
lismo. Ambos sacrificadores portan hachas de cartuchos glificos de la primera y posiblemente el de
piedra y faldellines de piel de jaguar. Sus iden- la segunda mujer están distorsionados porque fueron
repintados en el sig lo xx. La lectura del logograma
tidades han sido materia de discusión por más IXIM? es de Erik Boot.

56 / ARQUE OLOG íA MEXICANA


DOSIER

de tres décadas, aunque ahora contamos con


nuevos indicios que refuerzan la hipótesis de
que se trata de Ju'n Ajaw y Yax B'ahlam, quie-
nes se ocultan bajo máscaras para no ser reco-
nocidos por los númenes del inframundo y de-
rrocar al dios L. Ju'n Ajaw porta una careta con
nariz roma y labios alargados, y lleva una dia-
dema con la efigie del "dios bufón", símbolo
de poder entre los mayas. Sus orejas de venado
lo identifican como escriba y entidad solar, al
tiempo que lleva diversas tiras de papel ensan-
grentado. Yax B'ahlam porta una máscara cuya
nariz se convierte en garra de jaguar; su larga
cabellera surge de una columna de nudos, ubi-
cada en la parte superior de su tocado, que sim-
boliza el sacrificio.

ESCENAS ASOCIADAS CON


EL VASO DE PRINCETON

Como han notado Mary E. Miller y Simon Mar-


tin, la identificación de estos verdugos como
los hermanos Ju'n Ajaw y Yax B'ahlam parece
confumarse por la escena del vaso K5359 (fig.
8), que regis tra un episodio posterior al del Vaso
de Princeton. En él se observa a un dios del in-
framundo con tocado de ciempiés y collar de
globos oculares, recostado sobre un trono he-
cho con fémures humanos; de su cuerpo sur-
~(¿)Ci
~;~
xi-ni yo?-b'a-me?
El dios L habla a la segunda mujer, a quien , gen chorros de sangre, señal de que fue sacri-
arrodillada, le abrocha un brazalete de jadelta: ficado, al tiempo que su nagual (wqyis), con
o?-ma ~q;¡p a-sa-ya xin yob 'a'mo'm(?) asay hu'n ... xo ... mU .. .a ..
forma de serpiente, parece abandonar su cuer-
~=U ;&/@ u'h .. ., "¿acaso está rota tu cubierta de dia-

HUN?-na a;¡})
?:!f::::J
a,t
l. ;a--
?-xo-?
dema ... collar ... ?", El desciframiento de
algunos jeroglificos es aún dudoso, mientras
que otros están muy borrosos o repintados. El
po decadente. En ambos vasos esta posible en-
tidad anímica es la cola de las víctimas, lo que
texto del discurso está unido a la boca del dios sugiere que se trata del mismo personaje. En el
mu?-?-a-?-?
~f9 UH-?-? L por una linea fina y sinuosa ,
vaso K5359 el dios L se encuentra desnudo,
pues parece haber sido despojado de sus insig-
nias de poder por los dioses Ju'n Ajaw y Yax
B'ahlam, quienes celebran su victoria en el lado
derecho de la composición. En la parte supe-
rior, a la izquierda, la diosa lunar parece comen-
tar con su conejo los acontecimientos de la es-
cena. El roedor sonríe. Boot ha notado que la
cola de serpiente de la víctima amenaza con
devorar a la Luna, tal como ocurre en los eclip-
ses representados en los códices de Dresde
(pp. 56-57), Madrid (p. 67) y París (pp. 23-24).
Si Ju'n Ajaw y Yax B'ahlam son de verdad
los hijos del dios del maíz (fig. 3), ello explica
por qué el siguiente episodio de la historia que
se cuenta en los vasos es la captura y,ejación
del dios L (fig. 9) a manos del propio numen
a b e d e 9 h
del cereal. Aunque desde mi punto de nsta se
ha abusado de las analogías emre las escena
7. Desplegado del Vaso de Princeton. En la escena hay diez personajes: un dios del inframundo
pintadas en las vasijas del periodo ClásICo y la
a punto de ser decapitado (a), dios Ju'n Ajaw enmascarado (b), dios Yax B'ahlam enmascarado
(e), primera mujer (d) , segunda mujer (e), conejo escriba (f) , dios L, Itzamaat o Uhxlaju'n Chanal narrativa del Popol r í,h de los k'iche's colonia-
Kuy (g), tercera mujer (h) , cuarta mujer (i), quinta mujer lj). les, me parece innegable que la historia repre-

EL VASO DE PRINCETON 5-
DOSIER

8. Desplegado de un vaso -posiblemente elaborado en la región del lago


Petén Itzá, pues guarda afinidades de color con las vasijas de la tradición
Ik'- en el que se narra un episodio de la saga mitica en que Ju'n Ajaw (b)
y Yax B'ahlam (e) derrotan al poderoso Uhxlaju'n Chanal Kuy o dios L (d)
Ylo despojan de sus insignias de poder: capa, cetro, collar y sombrero de
ala ancha con efigie del ave muwaan. En la composición se ve a otro
de los dioses del inframundo (a) , quien reposa , sacrificado, sobre un tro-
no hecho con fémures humanos; es probablemente la misma deidad de-
capitada, Tzikin[?]ltzam[?], que aparece en el Vaso de Princeton. Museo
de Arte de la Universidad de Duke, Durham, Carolina del Norte.

9. Desplegado de un vaso estilo códice. Es probable que en esta compleja composición


se narre la derrota y humillación del dios L (e J, aqui llamado Itzamaa!. El dios L yace des-
nudo y recibe golpes, rodillazos y pisotones de Ju'n Ixiim, deidad del maíz (a) . El verbo
empleado en este acto de vejación es mach, "agarrar, apresar" o "asir". Un enano (b, eJ
sostiene el cetro, capa y sombrero de ala ancha con efigie del ave muwaan, que son atri- fJ .,¡"¡':'¡;hH~~~¡,¡,:,;;,r- e
butos del dios L. En el extremo derecho de la escena, otro dios del inframundo está su- ................~-d
friendo ultrajes (d) . Esta vasija, que perteneció al dignatario Yopaat B'ahlam, es atribui-
da al mismo pintor del Vaso de Princeton. Museo de Louvre, en París, Francia. c~~~~~~~
;~~~~~~~~~-e

58 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIE R

10. En el llamado Vaso Regio del Conejo (desplegado), cuyo propietario fue el gobeman-
te K'ahk' 1iliw Chan Chaahk (693-728 d.C.), se narra cómicamente cómo el dios L (b) es
despojado de sus atributos de poder. El ladrón -que se ve en el panel izquierdo- es un co-
":.-',I
nejo (a) , que ofende con palabras obscenas al viejo soberano del inframundo. Los textos
de los diálogos están unidos a la boca de los personajes mediante líneas sinuosas. En el
panel derecho, el dios L (e) suplica apoyo a la deidad solar (e) , quien encubre las travesu-
a
b
9t;l!IJ.¡;:J~i.• ~...!t.~

:.
~"~~:
'1 "(,r(¡ , il
:e
ras del roedor (d) . Probablemente, se trata del mismo conejo que aparece en el Vaso de
Princeton yen la vasija K5359. Esta vasija no es de estilo códice, más bien pertenece a
un estilo de tonos terrosos elaborado en la ciudad de Naranjo. Colección privada.

sentada en el Vaso de P rinceton (fig. 7) de escriba, se encuentra en el Vaso de Prin- Agradezco los comentarios de Erik Boot, quien
guarda la estructura básica del mito de Ju- ceton (fig. 7), y quien se deleita desde el cie- se encuentra preparando nuevas interpretacio-
najp u y X b'aIamq'e, quienes viajaron a Xi- lo contempland o la derrota del anciano nes sobre el Vaso de Princeton.
balbá y sacrificaron a los dioses de la muer- (fig. 8). Las insignias del dios L que hurtó
te, y lograron su apoteosis al convertirse el roedor pudieron haber sido entregadas al Erik Velásquez García. Maestro en historia de! arte l'
en as tros. Creencias semejantes pueden enano, quien las exhibe delante del desven- candidato a doctor en la misma especialidad. Inves-
tigador en e! Instituto de Investigaciones E stéticas,
atisbarse 'e n las o bras de fray D iego de Lan- turado viejo (fig. 9). No debe descartarse üNAM. Se especializa en arte y escritura jeroglífica
da y fray Bartolomé de las Casas, así como que estos vasos reproduzcan variantes re- maya, ámbito en e! que imparte clases en la Facultad
en algunos reportes etnográficos, lo que gionales del mismo mito. Cabe recordar que de Filosofía y Letras, UNAM, l' en los Maya Meetings,
Universidad de Texas, Ausrin.
refleja la existencia de un su strato mítico en el Popol Vuh un conejo auxilia a Junajpu
común de antigüedad considerable. y Xb'alarnq'e durante su encuentro de pe-
PARA LEER MÁS .. .
Una pieza que puede encajar en esta na- lota con los dioses de la muerte.
rrativa es la que estudiaron D mitri Beliaev Puesto que las escenas mitológicas d e COE, Michael 0., Tbe M'!YII 5cribe and his 1l7orld, The Gro·
tier Club, N ueva York, 1973.
y Albert D avletshin en el Vaso Regio del las vasijas del periodo Clásico no son con- MJUER, Mary E., ySimon Martin, Court(yArtof Ih,Ancienl
Conejo (fig. 10). El ultrajado dios L se en- temporáneas de las narraciones mayas de Maya, FineAr[s Museums o f San Francisco/ Thames
and Hudson, San Francisco, 2004.
cuentra desnudo y le pregunta al conejo por la época colonial o moderna, el m éto d o REENTS-BuDET, D orie J, y Ronald L. Bishop, ''ne La«
su traje e "imagen", pero el roedor le con- más confiable para comprenderlas reside Classic Maya 'Codex Style' Potter¡" , en MeJ11fJI'ÍaJ dd p".
",,,Coloquio In/ernacional deM'!Jis/as, 5-10dtogwstlt 1985.
testa: "¡arráncate la cabeza, huélete la orina en el análisis comparativo de ellas, junto Instiruto de Investigaciones Filológ!a.s, CcI:ro de Es-
yel pene, Itzamaat!". Desesperado, el ancia- con el desciframiento de sus glosas y diá- rudios Mayas, lIl'A.\~ ~Ié.-.aro, 198- , PI'- -~
ROBICKSEK, Francis, y Donald ~L H2Ies, Tbt .\~ Boo"
no acude a la corte del dios solar, a quien logos jeroglíficos. Sólo de ese mo do p o- of /h, Dead. Th, Ctramic Coáx. Tbt ú,?as .¡' CMkx
solicita justicia, pero éste encubre las accio- dremos reconstruir las creencias religiosas 5tyle Ctramia of IIx Lm 0aJ.JU p."." Lnrr=ry oí
\ 'irgirúa:lit :\Iuseum. Clw:Ior=rJle. 1%'
nes del animal, quien se oculta detrás del so- antiguas y vislumbrar la forma en que los SCHELE. Lmcla. y ~ Iary E :\Iillez. TbeBJ.titlj K':.gL E!r='
berano celeste. Me inclino a pensar que es mitos se fueron transformando a lo largo !) and fVDI.11 Uf.\~ An. ~ Bruiller Ine. . NID'
bell.-\n :\Iuseum., >:u= York-Fon \\onh, 19;
este mismo conejo el espía que, disfrazado del tiempo y del espacio.

EL VASO DE PRINCETON / 59
DOSIER

Tulu m, Quintana Roo, y


Santa Rita Corozal, Belice
PINTURA M URAL
PABLO ESCAlANTE GONZAlBO , SAEKO YANAGISAWA

Las pinturas murales de Tulum y Santa Rita Corozal-cle contenido em inentemente


religioso, en elque se combinaron escenas mitológicas con algunas representaciones
astronóm icas- se realizaron bajo el influjo de la tradición Mixteca-Puebla, aunque
debe aclararse que en ellas se encuentra una adaptación de ese estilo en la que se
aprecian también algunos rasgos propiamente mayas.

Los temas y acciones representados en los murales de Santa Rita y Tulum son frecuentes en los có-
dices y en otras obras de la tradición Mixteca-Puebla: la danza, el tañido del tambor, el ataque con ar-
mas, el cautiverio , la decapitación , la presentación de ofrendas, entre otros. Escena de decapitación
del dios M (a) y del dios G (b) . Mural. Muro oeste, Montículo 1. Santa Rita Corozal , Belice.
TOMADO DE GANN, 1900. ARCHIVO DE ESCALANTE y YANAGISAWA
DO SIE R

espués de 600 d.C. las

D identidades regionales de
Mesoamérica empezaron
a trastocarse. Las partes
componentes de los estilos y las iconogra-
fías del periodo Clásico se combinaron.
[iJ

Rasgos de origen maya, por ejemplo, se


hicieron presentes en el arte de Xochical-
co, Morelos, y Cacaxtla, Tlaxcala; asimis-
mo, diferentes motivos y ornamentos del
Golfo de Méxic"o se inscribieron en estelas
de Cholula, Puebla, y también en el Petén,
Guatemala. Este ir y venir de influencias
de una región a otra fue incesante.
Durante el Posclásico Temprano (900-
1200 d.C.) se superó la etapa de las com-
binaciones y yuxtaposiciones y apareció
un nuevo estilo y una nueva iconografia
en los cuales ya no se perciben ingredien-
tes extraños que buscan armonizar sino
un nuevo sistema, complejo y homogé-
neo: se trata del fenómeno que conoce- [liJ
mos como tradición Mixteca-Puebla y
que también ha sido llamado "el estilo in- -
ternacional del Posclásico". Ciertamente
es más que un estilo, es también un reper-
torio iconográfico y un sistema de con-
venciones pictográficas.
La tradición Mixteca-Puebla acabó de
fraguarse, según parece, en la metrópoli
multiétnica de Cholula hacia 1000 d.C.,
y floreció con gran intensidad en las ciu-
dades, templos y palacios de los nahuas
de la meseta central y de los mixtecos de
Oaxaca, pero su difusión abarcó la tota-
lidad del territorio mesoamericano. Así,
V>
por ejemplo, en Nayarit y en San Luis Po-
tosí hay evidencias de una fuerte influen-
·i
cia de la tradición Mixteca-Puebla en el ª
o
!i
arte local, y se advierten huellas de anti- ~
~
guos rasgos Mixteca-Puebla en los códi- !a
g
ces purépechas.
El arte maya, caracterizado durante si- ¡...
glos por estilos preferentemente natura-
.~
listas, animadas composiciones -entre ~
¡,;
festivas y dramáticas-, no fue ajeno tam- ~
~

poco al influjo de la gran tradición del


Posclásico. Los mercaderes que habían
~
~
reactivado las rutas comerciales en el Epi- º
clásico Yel Posclásico Temprano, los pue- ~
~
blos migrantes conocidos como putunes, ~

y específicamente los itzaes, parecen ha- Las identidades regionales de Mesoamé rica empezaron a tra stocarse después de
ber contribuido también a que el nuevo Los estilos y las iconografias del Clási co se co mbina ron. Durante el Poscláslco Ter"lora
(9 00- 1200 d.C.) apareció la tradición Mixteca-Puebla , que, más que un estilo. es " ., -e::>e"
estilo y la nueva iconografía que se esta-
rio iconog ráfico y un sistema de convenciones pictográficas. La difus ló
blecían en el México central fueran apre- la totalidad del territorio mesoamericano. a) Mural. Mitad oeste. muro
ciados y, en alguna medida, adoptados en ta Rita Corozal, Belice. b) Códice Borgia , lám . 55.
las tierras mayas.

MURALES EN TULUM y SANTA RITA 61


DOSIER

Ha~' yario. illdicIOS de esta presencia del


fenómeno :\1L"teca-Puebla entre los ma-
yas. En Chichén Irzá, Yucatán, se perciben
elementos temprano s de la iconografía
Mayapán-- ---- ______ ,i, Mixteca·Puebla. co mo en Tula, Hidalgo,
Golfo de misma. La pintura mural de :\fayapán, Yu-
México catán, reproduce el opa de línea y la pale-
anta Rita ta características del estilo :\1L"teca-Puebla,
Corozal ---o,.
y las escenas ~' figura. de la Estructura Q
CAMPECIIE
se asemejan mucho a las que podríamos
encontrar en _lOO. del Centro de México,
como Tizatlán. en Tlaxcala, También se
encuentran muy cerca de la tradición Mix-
OAXACA
CHIAPAS teca-Puebla las pinturas de Acaret y Ran-
cho Ina, en Quintana Roo.
Los murales de Santa Rita yTulum per-
tenecen a este grupo de manifes taciones
Océano pictóricas mayas con una fuerte influen-
~ Pacífico cia del estilo r el reperrorio que había cru-
~ zado las fronteras étnicas y regio nales y
~ ~ía
~ ________________________________________________________________
L- ~~

se había com'ertido en una expresión co-


mún de las elites mesoamericanas. Am-
bos sitios se encuentran en la costa orien-
tal de la peninsula de Yucatán, una región
en la que finalizaban importantes rutas
mesoamericanas de comercio terrestre y
se abrían otras, marítima, hacia Centro-
américa y el Caribe.
Ambos programas tienen un conteni-
do eminentemente religioso; se trata de
escenas mitológicas combinadas con al-
gunas representaciones astronó micas, a
la manera del Códice Borgia. Cubren las pa-
redes interiores de algunos templos y se
ha calculado que fueron pintados en el si-
glo X\' . Si bien es correcto afirmar que las
dos obras se realizaron bajo el influjo de
la tradición Mixteca-Puebla, debe aclarar-
se que en ellas encontramos una adapta-
ción del estilo en la que se aprecian, tam-
bién, algunos rasgos propiamente mayas.
En Santa Rita hay incluso glifos mayas,
no así en Tulum.

EL ESTILO

En general, el estilo de Tulum y Santa Rita


se aleja del naturalismo que caracterizó al
arte maya del Clásico; predominan esque-
mas más abstractos para las representacio-
nes de la figura humana y de otros objetos.
En dichos esquemas, las curvas naturales
de las extremidades del cuerpo, por ejem-
plo, se resuelven con una línea recta.
En los murales de Tulum , las figuras humanas protagon izan las escena s, están de perfil y no hay una
Todas las figuras han sido contornea-
caracterización individual de los personajes. Las condiciones de jera rquía, sexo, edad o función se es-
tablecen por atributos iconográficos que se agregan a cada figura. Mural. Estructura 16, Tu lum , Quin- das con una gruesa línea negra, típica de
tana Roo. la tradición Mixteca-Puebla, que se cono-

62/ ARQUEOLOGiA ME XICANA


DOSIER

ce como línea-marco: su grosor no varía;


[i] w cada forma queda encerrada en esta línea
constante, que impide cualquier sugeren-
cia de iluminación o ilusión de volumen.
La fuerte presencia de la línea enfatiza el
efecto de autonomia de cada una de las
figuras. N o se advierten superposiciones;
no hay una figura detrás de otra. La ac-
ción transcurre en un solo plano y no hay
nada en las pinturas que sugiera profun-
didad. En otras palabras, se trata de un es-
tilo que rechaza la tridimensionalidad: las
formas son planas.
Las figuras humanas protagonizan las
escenas en ambas pinturas. Se represen-
tan de perfil y hay poca o ninguna dife-
rencia entre los rostros de unas y otras;
no hay, pues, una caracterización indivi-
dual de los personajes, y las condiciones

El estilo de Tulum y Santa


Rita se aleja del naturalismo
que caracterizó al arte maya
del Clásico ; predominan es-
quemas más abstractos
para las representaciones
de la figura humana y de
otros objetos .
iil
.11
~
u;
~ de jerarquia, sexo, edad o función se es-
g
1l' tablecen por atributos iconográficos que
il'
::i se agregan a cada figura. Las proporcio-
.~ nes de las figuras oscilan entre 1:5 (más
..gu;
o común en Santa Rita) y 1:4 (predominan-
te en Tulum). Esto quiere decir que com-
fu
a:
parten con la tradición Mixteca -Puebla la
~
ci tendencia a representar cuerpos relativa-
~
~ mente cortos en relación con la cabeza.
~
También las manos y los pies se perciben
I
¡;;-
más grandes; además, el tamaño y el di-
seño hacen muy ostensibles las uñas. D e~ ­
::i
.~
~ taca la representación de las sandalia~
~
~ con una gran talonera; el lazo o listón que
~ En algunas figuras de los murales de Santa Rita se puede advertir el diseño de la oreja como un

I hongo cortado a la mitad, característico de los códices de la tradición Mixteca-Puebla. Destacan


también las sandalias con grandes nudos y talonera , las piernas abiertas en compás -que seña-
las anuda es largo y nstoso, rasgo muy ú-
pico de la tradición ~futeca-Puebla. En
lan que las figuras caminan- y cómo , con una línea recta , se resolvieron las curvas naturales de
ª
~~ las extremidades del cuerpo . Personajes con oreja de hongo. a) Mural. Mitad este, muro norte,
Montículo 1. Santa Rita Corozal, Belice. b) Mural. Estru ctura 5, Tulum . Qu intana Roo. e) Códice
algunas figuras se puede ad,e:-= e! dise-
ño de la oreja, como un hongo co:tado a
g
Nuttall, lám. 18. la mitad. caractensrico de los códices del
____________________________________________________________________________________
~réxico central.
ª
~ IL ~

MURALES EN TULUM y SANTA RITA / 63


DOSIER

El esquematismo de las figuras corres-


ponde con una estrategia pictográfica, y TRADICIÓN M URALES DE SANTA RITA
MIXTECA-PUEBLA C OROZAL, BELICE
algunas de las acciones y posturas de los
personajes coinciden con las convencio- Banda celeste y símbolo de Venus
nes pictográficas también: tienen las pier-
nas abiertas, en compás, como en actitud
de avanzar; y los ademanes para sujetar Códice Nuttall, lám . 75. Códice Borgia, lám. 72. Muro oeste.
_____________________ _____ ___ _________________________ _________ l __________________ __ ________________________ ___________ • ______ _
objetos, blandir un arma o presentar una
Cuchillo de sacrificio
ofrenda, coinciden con los que vemos en
los códices. E n congruencia con esa es-
trategia pictográfica, la relación entre los
objetos representados es una relación
conceptual. Por lo tanto, las figuras se si- Disco solar

túan sobre o frente a otras no necesaria-


mente para indicar que interactúan en el
mismo espacio representado, sino para
Banda terrestre

La tradición Mixteca-Puebla Códice Borgia , lám. 20. ,


-----_.------- -- --_._._._--_.-_.-_._._--- _._._----_._------- ----------------------._ ---------------------------------------_._-
-difundida por el intercambio ~ Flecha

mercantil , pero también por ~


~ Códice Nuttall, lám. 72.
las embajadas diplomáticas ________ ________ . _____ . __ ______ _________ . _________ . ___ ___ _____ _1____________________________________________ __ ________ __ _____ __

c_ v~ T"mp." d.,,,,,,, ~""' Muro


para establecer alianzas y
por algunas migraciones- • I~~~

fue la manifestación de un Cráneo

esfuerzo conjunto en el que


Códice Borgia,
las noblezas mesoamerica- ............. :~~:.:~:........................................l...........................................~~:.t~: ..............
Flor
nas buscaban dotar de un
fundamento sólido y durade-
_____________________ __ _______________________________ __ ____ ___ l _______________ __________ __________________ ___________ _______ _ _

ro a su poder. Cabeza de reptil

Códice Nuttall,
lám. 79. :
marcar una relación temática o narrativa.
CMfu< N"'~ ~ ............ ;:.~;;..;:;;;;~;;;..; ...... .
Un Sol colocado arriba de un tambor, o
un cráneo que parece decorar el mismo
tambor son procedimientos para indicar
la relación del canto guerrero con el sa-
lám. 10. ~
crificio humano y con el culto solar. g~-=~ Serpiente de cascabel

Códice
LA ICONOGRAFíA Fejérváry·
Mayer, lám. 42.

Los temas y acciones representados en los


~~~~~~~~~ Serpientes entrelazadas
murales de Santa Rita y Tulum son fre-
cuentes en los códices y en otras obras de
la tradición Mixteca-Puebla, entre ellos: la muro norte.
__________________ __ ___ ________________________________________ 1__________________________ _______ _____________________________ _
danza . el tañido del tambor, el ataque
o;:; .lImas. el cautiyerio, la decapitación y Motivos iconográficos de la tradición Mixteca-Puebla y los murales de Santa Rita Corozal , Belice.
_ ::::-e:e:ü1C!ón de ofrendas. 1Iuchos ob-
DOSIER

jetos y símbolos de estos murales perte-


TRADICIÓN MURALES DE TULUM, necen también al repertorio Mixteca-Pue-
MIXTECA-PUEBLA QUINTAN A Roo
bla, y en varios casos se les representa con
Banda celeste y símbolo de Venus convenciones similares.
E ntre otros motivos de la tradición Mix-
teca-Puebla presentes en nuestros mura-
~~ .?'f'..'~; :".;,-:,~ ':- -~. r ~;-:~:'~/i '. les, podemos mencionar la banda celeste,
Códice Nultall, lám. 75. }-,-(.t.; ;,: )i;'R!i.<;-.:~'~ .f1r.,-~,
u:~ -~. ~~~/)~"Y:~.~ /_ ,-)#;d.ii:- ~
el símbolo de Venus y el cuchillo de sacri-
Estructura 5. ficio. En Santa Rita aparecen, además, el
Códice Borgia , lám . 72. disco solar, la banda terrestre, la flecha, la
~-- ~~---------------------------
trompeta de caracol marino, el cráneo,
Cuchillo de sacrificio
la flor, la cabeza de reptil, la cabeza de ma-
riposa, la serpiente de cascabel y las ser-
pientes entrelazadas. En Tulum encontra-
mos la banda acuática, el nudo, el asiento
de patas escalonadas, la imagen antropo-
Códice Borgia , lám. 6. morfa de Xiuhcóatl y las franjas de plumas
______ .__ ._. _______ ____________________________________________ 1________________________________________________ 0 ______ _ _ _ __ _ _
en forma de V a de "chevron".
Banda acuática A pesar de la fuerte semejanza que estos
murales guardan con obras del centro de
México, especialmente en el caso de Tulum,
no es preciso asumir que se trate de obras
ejecutadas por "extranjeros" o que reflejen
Códice Laud, lám. 23.
la presencia o dominio de algún grupo ex-
____ _____ ______ ___ _____ _______ . ____________ ___________ ____ _____ 1_________________________________________ ___ ____________ ___ __ . traño a la región. Por lo menos desde la épo-
Nudo ca de Tula, las elites mesoamericanas habían
ido dando forma a una serie de prácticas,
ceremonias, ritos políticos y obras arústicas
con los cuales se identificaban como capa
gobernante y directora de la vida religiosa
de sus ciudades. La tradición Mixteca-Pue-
bla, difundida por el intercambio mercan-
_................ _............................................. L ........................ _............... _... _.............. .
til, pero también por las embajadas diplo-
Asiento de patas escalonadas
máticas para es tablecer alianzas y por
algunas migraciones, fue la manifestación
más homogénea y compleja de un esfuerzo
conjunto en el que las noblezas mesoame-
"'
w
.\1 ricanas buscaban dotar de un fundamento
~
<ri sólido y duradero a su poder. t!1
Q
~ I __________ ____ ____ ___ ____ ___ _____ __________ _____ __________ ___ __1 __________________________ ____ ____ _____ ____________ •••• ___ ._._

Imagen antropomorfa de Xiuhcóatl


• Pablo Esca lante Gonzalbo. HistOriador. Pro fe·
sor e investigador en la UN.<\~l. Se dedica preferen·
temente al estudio de la histOria de la cultura de
fi nes de la época prehi spánica y prin cipios de la
época colo nial.
• Saeko Ya nagisawa. Maes tra en hi stO ri a del arte
por la U NA~1. Tnvestiga los códices de la tradición
Estructura 5. Mixteca~ Puebla. Rea liza el doctOrado.
----------------_. _--------------_._-----_ .. _----_._-------_._--------------------_._ .. _--------------------------------------
Franjas de plumas en forma de V
PARA LEER MÁS ...

GANN, T homas, " Mo unds in nonhern Hon(h.::...•..2S-~~


~ ~ ~~~~l~l:i
.;/~..t?Y~.,,,/
Smitbsonian l nstitllliofl, BJlreaJl ~I _-twtr. . ."'JY E."l
19th aWlllal reptJrI, parte 1~ 1900. pj'.lS3
~ :i' •
~Úl.LER, Arthur G .• 011 lb< Eag. ~ ibt Su
~
> Estructura 16. al Tanrah· Tklu,. Qk1I1:"U Ro., _\to-,
§ Oaks, \\-as!ungt, 'o D. c.. 19~
QLlR.\RTE, J.amo. --Thc S=:. ;
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~ Motivos iconográficos de la tradición Mixteca-Puebla y los murales de Tulum , Quintana Roo.
~ L-______________________________________________________________________________~ "2.. ?;'I. ":j-: C}

.lU'lP!..ES EN TULUM y SANTA RITA 6S


DOSIER

El Códice París
BRUCE LOVE

Manuscritos p nadas libro sag do n lo


sobrenatural gUias del ca mas os n
to y eJercIcIo cotldl . o del d 10 lT!ay de
ocho temas e tre ellos n clan hl to I m n o C LS
mOVlIll~entos de las cons el clone

oS tres códices mayas recono-

L
selva, hasta un pequeño poblado al nor- corresponden al Clásico maya (podemos
cidos reciben el nombre de las te de Valladolid, hasta la casa con techo verlas en escenas de la corte en vasijas pin-
ciudades donde se encuentran: de guano del chamán del lugar; consul- tadas) y probablemente existen desde los
Dresde, Madrid y París. Des- taron a don Esteban en tono callado, lle- tiempos olmecas.
cubiertos en el siglo X1X, cuando se en- nos de incertidumbre. La esposa de uno
contraban en mano s de coleccionistas, de ellos estaba grayemente enferma y
han sido estudiados por infinidad de in- ningún médico podía sanarla. Oculro en
vestigadores de todas las naciones r es la oscuridad de un rincón, recogí la con- Veamos nuevamente el Códice París y sus
común considerarlos reliquias u objeros versación en mi cuaderno, con mi cáma- varias divisiones desde el punto de vista
de arte y describir sus características físi- ra y mi grabadora. privilegiado de la etnografía. Solamente
cas o estéticas de acuerdo con esta ,-alo- Estirándose, don Esteban sacó de lo quedan 11 páginas pintadas p or ambos la-
ración . Para entender el papel que les aIro de su altar un libro empolvado, en- dos de lo que debió haber sido un origi-
ororgaron los ma,-as mismos, en cambio, 'llelro en periódico. Extendió las páginas nal de al menos 13 páginas, tal vez más,
debe romarse en cuenta la mentalidad y con cuidado desenyoh-ió una vieja lámi- cosidas y plegadas en forma de acordeón.
maya, adentrándose en la visión indígena n a con símbolos esotéricos; era un libro La superficie fibrosa está cubierta de una
del mundo. de oráculos publicado en la ciudad de capa crema, tal vez cal, sobre la cual se
Para desentrañar el significado de las México en 1950 Yusado para adi,-inar, de- pintó con casi media docena de colores
misteriosas páginas pintadas recurrimos cir la buena fortuna y curar. Los tres "isi- que incluyen café, rosa, turquesa y varios
a la arqueología, la epigrafía, la historia tantes escuchaban atentamente mientras ronos de azul, además del negro y rojo,
del arte, la lingüística, la etnohistoria y la don Esteban adivinaba la enfermedad de que son la base y los predominantes.
etnografía; abrevamos en los escritos de la mujer y recomendaba remedios acor- E n los mayores centros de poder del
nuestros antecesores -Ernst Forste - des con la consulta en su libro sagrado. Pos clásico en Yucatán -Chichén Itzá,
mann, Eduard Seler y Alfred M. Tozzer-; Me recorrió un es tremecimien to mien tras Izamal, Mayapán- se elaboraban estos
pasamos años trabajand o en campo, en presenciaba el uso del equivalente moder- libros sagrados y se utilizaban para ense-
bibliotecas y archivos; asistimos a reunio- no de un códice antiguo ( ). ñar a los sacerdotes visitantes las "cien-
nes, conferencias o simposios. Finalmen- Diego de Landa describió una escena cias"; éstos llevaron copias a sus provin-
te, presentamos nuestros humildes des- semejante, hace más de 400 años, en la cias de ~e n y lo s usaron como
cubrimientos a los colegas y al público, que se usaba un antiguo códice jeroglífi- instrumentos esenciales para la vida reli-
con la esperanza de acercarnos a nuestras co: "[Los sacerdotes] sacaron sus libros y giosa de sus pueblos. El Códice París se
metas. los extendieron ... El sacerdote más sabio ocupa al menos de ocho temas, que abar-
Personalmente, considero esencial te- abrió el libro y miró los pronósticos para can desde anotaciones históricas hasta
ner en mente el punto de vista de los sa- ese año, que comunicó a los presentes. Y movimientos de las constelaciones.
cerdotes, ya que estos libros fueron las les amonestó un poco, recomendándoles La gran sucesión de k 'otunes (un k 'otun
herramientas de su profesión. Mi traba- remedios para sus males ... ". es un periodo de 20 tunes, cada tun tiene
jo etnográfico de campo en Yucatán fue, Apenas podemos imaginar la antigüe- 360 días; por lo tanto un k 'otun es un poco
en este sentido, revelador. Tres hombres dad de semejantes prácticas, perdidas en menor a los 20 años) ocupa desde la pá-
llegaron desde lejos, por veredas de la la hondura de los tiempos. Ciertamente gina 2 hasta la 12, una cara completa del

66 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

Don Esteban , en Popolá , Yucatán , consulta su Libro de los Oráculos buscando la causa y cura de las enfermedades. Los visitantes vinieron de lejos, a
pie, por veredas en la selva , para pedir urgentemente ayuda a este reconocido j -meen. El Libro de los Oráculos fue impreso en la ciudad de México en 1950;
en manos de don Esteban , se transforma en un equiva lente moderno de un códice antiguo. FOTO, AR CHIVO DEBRUCELOVE

Códice Pans. Mencioné antes las ano tacio- leza maya fueron aco ntecimien tos espec- dos horneados y cuentas de piedras pre-
nes históricas ; son importantes pues con taculares, cuya preparación duraba varios ciosas. Cerca se ve el útulo ajalv del k 'atuII
frecuencia se afirma que los códices ma- años. Sus implicaciones religiosas y p olí- mismo, que algu na vez osten tó la barra y
yas no contienen historia. Sin embargo, ticas fu eron muy importantes)' su ade- los dos puntos que representan un 7. E l
sabemos p or medio de diversas fu entes cuada celebració n fue responsabilidad de p ájaro del k 'atuII sobrevuela, augurio ine-
etnohistóricas y los libros coloniales del los sacerdo tes de la corte. Con los códi- quívoco que determina el carácter de los
Chilam Balam que en las cuentas de k 'atun ces en la mano, se instruía a los principa- siguientes años. U n sacerdote o go ber-
se registraban acontecimien tos históri- les actores para que cumplieran sus ro les nan te se sien ta a la derecha sobre su tro-
cos; así, en las columnas jeroglíficas del y se aseguraba su buen desem peño. no de lagarto.
lado izquierdo de las p áginas delos k 'atunes E n la página 6 del Códice Pansvem os al Las celebraciones de k 'atun fueron me-
ap arecen restos b orrosos de signos tun dios "viejo", señor del k 'atun 7 tijalV, re- dios importantes para consolidar el po-
numerados, seguidos de tijalvstambién nu- presen tado con los brazos extendid os y der o ejercer control sobre territorios de-
merados ( ). Se trata de fragmentos recibiendo la cabeza del dios K , emblema terminad os. Lo s ri tos \" ceremonias se
de fechas "tun-qjaul', sis tema que se usó de gobierno. El glifo de su nombre ap a- celebraban en todo el terri torio polícico,
en Yucatán para anotar los acontecimien- rece al p rincipio de la columna de la iz- de k 'a!tm a k 'alllll, e incluían a ?obhclO-
tos his tóricos. quierda, precediendo una sucesión de se- n es lejanas; asimismo. se Incorporaba a
Las impresionantes y sugerentes cele- ñores de k 'al/me s. A sus pie s está una sus dioses patronos ya sus drngemes po-
braciones de los k 'atunes hechas por la rea- ofrenda : una vasija con tres panes sagra- líticos en la red de proceslCnes \" peregri-

COD/CE PAR/S 6-
DOSIER

najes. Para su adecuado cumplimien to, los aseguraban que los ídolos adecuados ocu- de p ágina en p ágina, sucesivamente. La
sacerdotes responsables consultaban sus paran sus lugares, se hicieran correcta- disposición vertical de los o/aJJJ numerados
libros sagrados. mente las ofrendas, se planearan las fies- permitía el seguimiento de los ¡JJinales.
Los k 'atunes representaban la gran es- tas, se remozaran los atuendos, se pulieran En el reverso del Códice París, las cua-
tructura temporal maya; los tunes y winales los ornamentos y se recitaran las plega- tro primeras páginas forman una unidad
(los winales son periodos de 20 días; un tun rias. Los dioses de los tunes, con sus tex- con los dos registros superiores dedica-
comprende 18 winales)J en cambio, eran tos jeroglíficos de pronós ticos, aparecen dos al dios C y la parte inferior que tiene
más inmediatos y estaban relacionados al en los registros superiores de las páginas dos o más almanaques de 260 días o
día con día. Los sacerdotes encargados de los kJatllnes, sentados en grandes sig- tzolk 'ines, consagrados a Chaak ( ).
del calendario y los contadores de los días nos tun ( ). Los sacerdotes los seguían En los códices de Dresde y Madrid la ma-
yor parte del espacio se dedica a estos al-
manaques, incluyendo tzolk'ines dobles o
I
I -- - - ~ --- - -~-~-~-- ; -------------- - -------------_· _ triples de 520 y 780 días respectivamen-
I
I te; el de París, en cambio, sólo dedica una
fracción del espacio disponible a estos ci-
clos adivinatorios.
En la parte inferior de la página 17 ve-
mos una columna vertical con signos de
días ok, ik J, ix, [kiml], [etz'l1ab J (se infiere
la presencia de kimi y etz'nab con base en
los patrones típicos de otros almanaques),
signo distintivo de los almanaques. Cuan-
.n::lii&m~ifJIí-:1'~.!......----- Señor del 11m
~o el sacerdote maya revisaba las páginas
buscando las secciones importantes, se
enfocaba en las columnas con signos de
los días para elegir la página adecuada se-
gún las situaciones específicas. Aquí, los
dos primeros conjuntos de glifos se leen
tok cháak [to-ko CHAK-ki], una intensa
tormenta de rayos, que aún se conoce con
este nombre en Yucatán.
-...r'lc-i"~"-:iJ4I¡j~'liI--"::-,~'""~-"""'~~~--'------...-- Columna sencilla de glifos
borrados Los dos registros superiores también
~¡m.';="",-=,;~....:-_ __ __ ~ Di os K, símbolo parecen contener almanaques, a pesar
'" del poder real
de que faltan las columnas correspon-
__- - - - - ' - -Sacerdote o jefe
dientes con los signos de los días. El as-
.¡'/..' .......T?~""....¿=-~.,....::""-----::::=------ Señor del k 'nlu n
R=!:!::t_.......--"-~_ _ _.¡- Nombre del k 'nlu", pecto inusitado de estos almanaques son
un ajaw numerado
las columnas de número s con barras y
puntos entre cada t'ol (t'ol es un término
"-''l--w*.¡;:¡;.,f-..';'O,..----+- Ofrendas de panes y joyas mu y útil, acuñado por Eric Thompson,
¿,.;..--=..:=---_ _ -+_ Trono con banda celestial que se refiere a las divisiones individua-
y un caimán con el cuerpo
atado les de los almanaques). Aunque a prime-
ra vista parecieran ser fechas de cuenta
larga o números de distancia, en reali-
--: ' 10_
dad son elementos para contar que per-
mitían a los sacerdotes calcular correc-
t amente el número de ofrendas o
componentes de éstas. Estas columnas
son parte de una norm a ceremo nial,
-_o como puede verse al comp ara rlas
I
I con códices del Altiplano de México y con
I
I
I
el trabajo de campo etnográfi co entre
II _ grupos étnicos de Oaxaca ( ). Los
l . _______ _______ _ ~- ~- - - - - - - - -x
-~ -..: : -.. . - ......
te xtos y figuras de estos almanaq ue s
La sección de la parte superior de esta página del Códice Paris corresponde a los tunes y los muestran al dios C (o a Chaak en algu-
winales. Las imágenes del centro tiene la información del k'atun. La sección inferior está borrosa, por nos casos) con diversos atu endos, aspec-
eso se dificulta la interpretación. Tiene fragmentos de figuras , números en rojo (barras) y signos de
tos e incluso localizacione s geográficas.
ajaw. Códice París, p. 6.
FOTO: ARCHIVO DE SAUCE LQVE En la página 17, en el ,'o/ ce ntral, Chaak

68 / ARQUEOLOGiA MEXICANA
DOSI ER

desciende a una casa, portando un pan ceras expuestas, atacados por bestias por la banda celeste y conecta un signo
sagrado en la mano. salvajes y zopilotes, o con las cabezas al- solar o k 'in con un cartucho de cabeza de
El te xto de arriba dice an K'u, eemi ti zadas, con gesto desesperado. serpiente, a su vez rodeada de un aguace-
naji4 ox l/Ja} 11 'sustento', '~está K'u (dios Las páginas 21 y 22 son tal vez la s ro torrencial. El guardián de! códice pudo
C), él descendió a la casa, abundancia de menos comprendidas de todo e! códice haber usado esta página de diversas ma-
maíz su [sustento]". Un dirigente religio- ( ). AlIado izquierdo vemos un enig- neras para hacer cálculos e intercalar va-
so de la corte al consultar con sus pares, mático conjunto de signos de los días, que rios ciclos. El tema general es la predic-
los sacerdotes del calendario, sabría cuán- nos recuerdan las columnas verticales de ción de las lluvias.
do preparar las ofrendas de panes sagra- los almanaques previos, enlazados por A la derecha de! conjunto con signos
dos horneados y cómo arreglarlas para una cuerda que se enreda y tuerce, pasa de los días aparece una representación del
que los dioses, al descender, los recibie-
ran y así se aseguraran las buenas lluvias :- - - - - - - - - - - ;.--; :C~ ¡- -~ A~ ~ ~: - - ;.
y las abundantes cosechas. I
I
Las páginas 19 y 20 son portadoras de I
I

años ( ). Los portadores de años son


los días en la cuenta sagrada de 260 días
<::
que coinciden con e! primer día de! "mes" ~~. . "¡..-
pop; en otras palabras, e! primer día de! .... 1- •
./:'"<v .. : r, ~ L _ Regis~ro
nuevo haab de 365 días. Aunque la colum- supenor
~
na de la izquierda se encuentra borrada
en ambas páginas, puede reconstruirse
correctamente. A la izquierda de la pági- .
na 19 debe de haber habido una columna :;
So::
de días lamat, que empieza con 5 lamaten o ,
la parte de arriba, y en la página 20, una U
Vl -7~. =:O:n·_~? · n Aª.
__

columna de etz'nab~, con 7 etz'nab' al prin- .9


cipio. Tanto en e! Códice París como en e! "
~

de Dresde se usa e! conjunto de portado- "c:


:Q,
res de años lamat, b'en, etz'nab', ak'b'al, ¡jI
mientras que en e! de Madrid, la Relación
0"
(J)

de Landa y e! Chi/am Balam de Tizimín se ...


utiliza un conjunto corrido un día hacia
adelante: muluk, ix, kawak, k'an.
Estas dos páginas de! códice presen-
tan una serie de 52 portadores de años su-
cesivos. Los especialistas en calendarios
leían las series comenzando en la parte
superior izquierda (ya borrada), seguían
en línea recta y luego bajaban a la segun-
da línea para volver a cruzar; por fin lle~ íntensa tOImenta
de rayos"
gaban a la parte inferior derecha de la pá-
gina, y después comenzaban nuevamente ...
con e! siguiente portador de años que ocu-
pa e! rincón superior izquierdo.
Estas dos páginas permiúan al sacer- -- a
dote maya predecir e! carácter general de
los años por venir mediante una consul-
ta rápida. Como e! asunto de! maíz era una
de las mayores preocupaciones, estas pá-
ginas estaban plagadas por e! dios maíz
en sus diversas manifestaciones y e! sacer-
dote podía pronunciarse respecto a las fu-
turas cosechas. Landa nos cuenta que los
~~ ~~_~"";~::~i:J:_ ~ _____ ____ .
sacerdotes, al usar los libros, anunciaban En la sección inferior de la página 17 del Códice París se ven alma naoues ser.eja;- ~es a es ::a es::::r
dices Madrid y Dresde. La columna vertical de los signos de los días la '!)(l oCa 8 - oc : : ~ "-- a;-.8-
las medidas que debían tomarse para e\"i-
que de 260 días, el corazón de la adivinación maya. En los reg istrOS SJ oenore5 ~ .....e :::cs se i: ;;eI"'8 'E-
tar calamidades. Estas calamidades apa- mente la imagen del dios C (b). aunque en este caso se l/ e a Chaa
recían como dioses de! maíz con las vís- FOTO A..c;¡ c ... ~'O OE e.; .JCE .. O',::

COD/CE PARrS 69
DOSIER

La ca J t d P
r e
asunto d
da pare dOS

re peto u

cosmos maya: el cielo arriba y el terrible tación como eclipse en los estudios es tan tulo de la manera más clara mi opinión:
inframundo abajo. Algunos investigado- común que todo argumento en contra es- las páginas 23 y 24 del códice no son un
res lo interpretan como una escena catas- tará destinado al fracaso). Abundar sobre zodiaco maya; son constelaciones, cierta-
trófica de tinte milenarista, como la des- esta escena probablemente no consegui- mente, pero no un zodiaco.
trucción del mundo. Otros, en cambio, la rá sino embrollada más, por lo cual pasa- De acuerdo con la definición de cual-
interpretan como una representación de remos al siguiente segmento, el último del quier diccionario, un zodiaco es una ban-
la creación. Aún quedan por identificar códice, dejando pendientes estas páginas da alrededor de la esfera celeste, entre
muchos de los dioses o actores de la es- a futuras investigaciones. ocho y nueve grados a ambos lados de
cena de estas páginas y aún no hay un la ecliptica (el curso del Sol) dentro de la
acuerdo acerca del significado del peque- LAS T LACIONES cual se dan los movimientos aparentes
ño "glifo eclipse" cerca del cuerpo de la del Sol, la Luna y los principales plane-
culebra de la parte derecha ("glifo eclip- o debe creerse, sin embargo, que evita- tas. Sus orígenes se remontan cuando me-
se" aparece entrecomillado porque no mos el debate para abordar campos me- nos al segundo milenio a.c., en Mesopo-
creo que el glifo corresponda a los eclip- nos controvertidos, ya que las dos últimas tamia; y se transmitieron a los babilonios
ses, sino más bien al Sol oscurecido por páginas del códice son las que han desata- y luego a los asirios. Ya para tiempos de
las nubes o entre la luz y la oscuridad, so- do las polémicas más cruentas ( ). los griegos la banda zodiacal se había di-
bre el horizonte; sin embargo, la interpre- Para abordar el tema frontalmente, pos- vidido en 12 signos o segmentos iguales.

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Los números prehispánicos, representados con barras y puntos, y los números arábigos actuales son la cuenta de las cantidades de las ofrendas re-
queridas para efectuar un desempeño ceremonial correcto. Códice Cospi, de la Mixteca Alta. Página del libro de trabajo de un chamán mixe (etnia de
Oaxaca) contemporáneo.

70/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DO SI ER

La "civilización occidental" la tomó, por mino. Si entendemos por zodiaco que la s Estos tres animales aparecen uno juntO
supuesto, de los griegos, al igual que la constelaciones son vistas como anima- a otro en la página 24. Resulta significa-
práctica de la as trología y el conocimien- les u otros seres, entonces sí puede de- ti,·o que ésa sea también su secuencia real
to astronómico. cirse que lo tuvieron. Pero eso no es lo en el cielo nocturno. Esto lleva a supo-
Los antiguos chinos no reconocieron que se define como zodiaco. ner que la secuencia de 13 figuras de
la banda del zodiaco, ni alguna nación En el Códice París se han identificado animales que aparecen en el códice co-
africana, ni Polinesia, el sureste asiático tres figuras de animales con co nstelacio- rrespondan a una sucesión de 13 conste-
o Norteamérica. ¿Por qué habríamos de nes visibles: la culebra de cascabel co n las laciones que rodean el firmamento, aun-
suponer que existía entre los mayas? El Pléyades, la tortuga con Orió n , y el es- que no restringida a una banda o cinta
argume nto de que los mayas tuvieron un corpión con Lepus y el Carus ~ra"o r (au n- zodiacal que sigue la eclíptica. (El lector
zodiaco deriva del uso incorrecto del tér- que esta identificació n es m enos certera). debe saber que esta interpretación es dis-

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En el centro de estas páginas se ven los signos de los dias con sus números, que son los portadores de los años Ongl'la 'J'"'er:e e"é.,- 52 s;;-cs e- :::.;a::-o
columnas de 13, las dos columnas aún visibles , y las dos columnas , ahora desaparecidas. que estaban a la lZqu 'erda de caoa Dag"" E sace'OC:e ::XXlia eer
el pronóstico para cada año, en un ciclo de 52 años, y esencialmente se abordan aspectos acerca del Muro de la cosecha ae rna z COOiCe Pa ~s . pp. 19-20.
FOTO: ARCH!VO DE SRUCE LOVE

COD/CE PARís -1
DOSIER

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Los cuatro
:J pahuatunes,
u dioses de
los vientos
~ y los cuatro
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rumbos
c: del cielo
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- - - - - con cabeza
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En la parte superior de la pági na 21 del Códice París se ven va rios signos de los dias del calendario maya enlazados con una cuerda , que proba-
bl em ente rep resentan almanaques ; en la parte inferior, debajo de una banda del cielo , se pintó un aguacero torrencial. En la página 22 hay una es-
cen a de la concepció n del cosmos maya: el cielo está arriba ; abajo, el aterrador inframundo.
FOTO: ARCHIVO DE SRUCE LOVE

tinta de la de la mayoría de los demás in- consideran ciertas constelaciones como siguiente mes, hasta ser reemplazado por
vestigadores que han analizado estas pá- "signos de la noche". Cuando una cons- la siguiente constelación.
ginas, pero la limitación de espacio telación como las Pléyades aparece en el Estos signos de la noche son augurios.
impide que presente objeciones más de- horizonte este, justamente tras la puesta Caracterizan e influyen en las actividades
talladas a sus puntos de vista.) del Sol, esa constelación rige el cielo de de la Tierra. Los sacerdotes mayas los to-
Otras constelaciones con probabili- toda la noche al aparecer, cruzar por el ce- man en cuenta, sobre todo cuando se pla-
dad de ser representadas son la Osa Ma- nit a medianoche y ocultarse en el oeste nean actividades nocturnas como la caza
yor, al norte, y la Cruz del Sur, en dicho justamente cuando el alba clarea en el o las plegarias de medianoche.
extremo, pero aún no han podido iden- cielo por el este. Entre las dos hileras de animales hay
tificarse. Dicha constelación regirá el cielo noc- una tabla con los signos de los días, cinco
D e nuevo, el punto de vista etnográfi- turno aproximadamente un mes, ya que hileras de 364 días cada una que suman
co es esencial para entender estas páginas. cada noche aparece algo más alta en el cie- 1 820 días, o siete ciclos de 260 días com-
Entre los mayas k'iche' de Momostenan- lohastaquela sustimye la siguiente: Orión. pletos. El sacerdote maya podía usar esta
go, Guatemala, los expertos religiosos Entonces Orión rige el cielo nocmrno del tabla para adelantarse o retroceder en el

72 / ARQU EOLOGiA MEXICANA


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Varias representaciones de constelaciones aparecen en el cielo nocturno. La víbora de cascabel ha sido identificada con la constelación de las Pléyades, la tortu-
ga con la de Orión, y el alacrán o escorpión provisionalmente con la de Lepus y el Canis Mayor. Las constelaciones están separadas por una tabla de 1 820 días con
intervalos de 28 dias: la lectura de estos elementos permitía al sacerdote astrónomo predecir augurios celestiales y cómo sus influencias afectarían las actividades
terrenales. Códice París, pp. 23-24.
FOTO:AACHIVO DE SAUCE lOVE

tiempo y ver cuál signo celestial de la no- ceremonial y sus fes tividades y procesio- Bruce Love. D octor en antropología po r la UCLA . In-
vestigador independiente. Especiali sta en la cultura
che ejercía su influencia en un periodo de- nes, el sacerdote maya ordenaba y hacía in- maya de Yucatán, en temas como epigrafía de Chichén
terminado. Tras revisar breyememe cada teligible el caótico mundo de las fuerzas Itzá, literatura maya colonial (UbrosdelChilom Balom) y
p arte del códice, empezamo s a darnos del espíritu, en el que la calamidad siempre prácticas religíosas contemporáneas.

cuenta de cómo funcionaba como un [Odo, amenazaba, esperando una oportunid ad PARA LEER MÁs ...
como una h erramienta esencial para el sa- para golpear, la cual se conjuraba solamen- A'UFRS,Ferdinand,~·PeroioJrus(Parir~.. ú:xJre,;Sdi=.
\UL IX, ,-\kademische Druck-u. \~ G=. I
cerdote, como su mapa del cosmos.•-\1 en- [e mecLame la habilidad de los practican- LO\1O, Broce. Tbt Pans ÚKÚ:>.7 H=M« ':':; .\L.,.. Pr.w.
trelazar los pronósticos de los k 'atunes, tu- [es en el uso de los libros sagrados, que Cru\'erury oi Taas P=s. .\us= i~. o

S0TEu.. S.'-'"TO;" Lau."2 Ekm..lA; Iiiasv ¡JJ."i<ii:z o,t.iT-~


nes, winales, haab, tzolk 'in y signos de la ahora llamamos cócLces ma\Oaso !T-""'~~;:S*-
noche; al determinar cuáles cLoses y cuá-
les ofrendas eran las adecuadas para un co-
rrecto desempeño; al regular el calendario T nducaón: Eli<a IUlrur-cz

CÓDICE PARIS -3
DOSI ER

El Códice Madrid
UN VIEJO DOCUMENTO
REVELA NUEVOS SECRETOS
GABRIELLE VAIL , ANTHONY AVENI

Investigaciones recientes demuestran que el Códice Madrid, el


más voluminoso y menos estudiado de los códices mayas, es
sin lugar a dudas prehispánico y proviene del norte de las Tierras
Bajas mayas. En sus 112 páginas, que contienen augurios
agrícolas y astronómicos, hay claves que nos hacen suponer
que los escribas que lo pintaron estuvieron estrechalJ)ente re-
lacionados con sus lejanos colegas del Centro de México.

1. Chaa k, dios maya de la lluvia -dos al centro y uno en el extremo derecho-, siembra semillas con una coa . En la escena se enfatizó la lluvia mediante líneas azul.

74 / ARQU EOLOGiA MEXICANA


DOSI ER

l Códice Madrid permite acercarnos a algunos aspectos meros años de la Colonia para ser enviados a Europa. La men-

E de la vida cotidiana y ritual de los mayas peninsulares,


poco antes de la conquista española. El manuscrito de
112 páginas pintadas (56 en e! anverso y 56 en e! re-
verso), con formato plegable, muestra un buen número de imáge-
nes en las que se representan diversas actividades: plantar milpas
ción más temprana de! Códice Madrid es la referencia a dos frag-
mentos de códices (el Troano y el Cortesiano) que estaban en
posesión de dos personas distintas hacia la década de 1860, aun-
que luego se demostró que eran partes de un mismo manuscrito,
originalmente llamado Tro-Cortesiano en 1880 por e! investigador
de maíz (fig. 1), poner trampas y cazar venados (fig. 2), llevar a cabo francés Léon de Rosny.
rituales sagrados (fig. 3). Estas imágenes están asociadas a textos Antes de esto, no hay registros históricos que los mencionen,
jeroglíficos que explican la iconografía o contenido de éstas, e in- aunque John Chuchiak, investigador especializado en documen-
cluyen información calendárica que sitúa las actividades represen- tos coloniales mexicanos, abre nuevas posibilidades para recons-
tadas en e! contexto de! calendario ritual de 260 dias (tzolk 'in) y a truir su historia durante el siglo XVI, en un brillante escrito (en
veces también en e! calendario solar anual (haab,). Vail y A,-eni, 2004). La investigación de Chuchiak se centra en un
El Códice Madrid es uno de los pocos códices mayas prehispá- texto escrito en latín, que aparece en la página 56 del Códice Ma-
nicos que se han conservado y actualmente se encuentra en el drid (fig. 4). Durante mucho tiempo los investigadores pasaron
Museo de América, en Madrid. Otro códice se encuentra en la por alto este dato de su historia colonial, concentrándose en e!
Biblioteca Estatal de Sajonia y Biblioteca de la Universidad de contenido prehispánico del documento. Sin embargo, en 1997
Dresde (Códice de Dresde), y un tercero se localiza en la Biblioteca e! norable marista :tI1ichael Cae hizo notar e! texto en latín y pro-
Nacional de Francia (Códice Par/s). Los especialistas aún debaten puso que era indicativo de que el códice había sido pintado des-
la autenticidad de un cuarto códice maya, nombrado Grolierpor- pués de la conquista y lo vinculaba con el sitio de Tayasal, en la
que se exhibió en 1971 en e! Club Grolier, en Nueva York. Algu- zona de los lagos del Petén, actualmente en territorio guatemal-
nos investigadores creen que es una falsificación reciente. Clau- teco. (La argumentación completa de Cae se encuentra en The
de-Franc,:ois Baudez, en un artículo publicado en e! número 55 Art o/ the Maya Scribe, 1997.)
de Arqueología M exicana (pp. 70-79), opina que no debe conside- La propuesta de Cae partía del supuesto de que e! papel euro-
rárse!e auténtico y muchos mayis tas comparten su opinión. peo formaba parte de! códice, lo cual resultó falso, pues Harvey
Bricker demostró por medio de! análisis del patrón de sombras
HISTORIA DEL c'(JDICE MADRID en las fotografías de la página que se trataba de una capa de pa-
pel sobrepuesta al original (Vail y Aveni, 2004). Vail confirmó
¿Cuáles son los datos más antiguos acerca de los tres códices ma- más tarde, mediante exámenes visuales del códice, que el papel
yas que se encuentran en Europa? Mucho tiempo se supuso que europeo fue añadido posteriormente a un manuscrito maya ne-
fueron incautados durante la conquista (1524-1546) o en los pri- tamente prehispánico.

~ · es verticales . Códice Madrid, pp . 10a y 11 a. REPROGRAFIAS , MARCOANTONIOPACHECO RAicES

C6DICE MADRID / 75
DOSIER

La inves tigación de Chuchiak llevó a una explicación diferen-


te de la de Cae respecto del origen del códice y del texto en la-
tín. Chuchiak indicaba que el estilo de la escritura del texto en
latín era de entre 1575 y 1610, Yque es un fragmento de lo que
alguna vez fue un texto eclesiástico conocido como Bula de la
Santa Crttzada. Tal vez se añadió al códice para bendecirlo, lo cual
era una práctica común entre los mayas yuca tecas de aquel tiem-
po, pues ya habían incorporado a las prácticas religiosas nativas
algunos elementos cristianos. Hay varios factore s que indican
que es más probable que provenga de la península de Yucatán y
no de Tayasal, como el hecho de que la Iglesia católica aún no
se afincaba en la región del Petén, y no consiguió hacerlo sino
hasta un siglo después.
Varias de las autoridades eclesiásticas del norte de Yucatán,
incluido Sánchez de Aguilar, descub rieron y confiscaron algu-
nos códices mayas entre 1603 y 1608. Chuchiak propone que el
Códice Madrid es uno de éstos y que en vez de destruirse, como
solía hacerse, Sánchez de Aguilar lo llevó a España en 1618
como prueba de que persistía la idolatría maya y lo pre sentó
ante el Consejo de Indias y el rey Felipe III . Después de esto,
no salió a la luz pública sino hasta la década de 1860, como ya
dijimos.
2. Un cazador lleva sobre la espalda un venado amarrado. Códice Madrid, p. 3ga.
REPRQGRAFIA: BQRtS DE 5WAN I RAíCES PINTURA Y CONTENIDO
DEL CÓDICE MADRID

El obispo Diego de Landa y otros cronistas coloniales nos cuen-


tan que los mayas yuca tecas anotaban sus historias, rituales, pro-
fecías, calendarios y conocimientos en libros plegables. Es proba-
ble que todos los pueblos grandes tuvieran su propio códice (o
más de uno), custodiado por el ah k 'in, contador de los días. Las
fechas contenidas en el manuscrito indican que se trata de una
compilación de información recabada y ano tada a lo largo de va-
rios siglos, aunque los documentos mismos fueron pintados pro-
bablemente poco ames de la conquista.
E l Códice Madrid, como los demás códices mayas, es de papel
hecho con la corteza interna de una higuera (FicIIs s.p.), llamada
kopó, en maya. El papel se hacía quitando la corteza del árbol y la-
vándola, tras lo cual se separaba la capa de la fibra de la corteza
para usarla en la fabricación del papel. Esto se lograba lavando e

3. El sangrado era una forma de sacrificio a los dioses. Para sangrarse, cinco 4. Posiblemente los mayas de la Colonia añadieron al Códice Madrid este
hombres atraviesan sus penes con una cuerda en un sacrificio semejante al texto en latín para bendecir el códice , lo que constituye un ejemplo de incor-
descrito en documentos coloniales. Códice Madrid, p. 19b. poración de elementos cristianos a su religión nativa. Códice Madrid, p. 56 .
REPROGRAF[A: MAACOANTONIO PACHECO / RAleES AEPROGRAFIA: BORIS DE SWAN I RAfcES

76/ ARQUEOLOGiA MEXICANA


DOSIER

hirviendo la fibra con cal para hacerla flexible. Entonces, se gol-


peaba con una piedra hasta obtener una pieza de papel suave y
delgada. Frecuentemente se añadia pegamento entre las capas de
fibra para hacer la hoja, que se recubría con una capa delgada
de yeso para obtener una superficie adecuada para trazar las figu-
ras y los textos.
Los artistas y escribas mayas eran extremadamente dotados
y usaron distintos instrumentos en su trabajo. Aunque en el Có-
dice de Dresde probablemente se usaron plumas de ave, Coe (1997)
propone que los escribas del Códice Madn'd usaron pinceles, dado
un mayor espesor de las líneas. El Códice Madrid es el más colo-
rido de todos, y es notable el abundante uso del azul (fig. Sb).
Los demás colores usados cómunmente son el negro y el café
rojizo. Los escribas mayas solían hacer pigmentos de diferentes
plantas y minerales, como se describe detalladamente en TbeArt
of tbe Maya S cribe.
El Códice Madrid está pintado en un estilo muy parecido al de
los otros códices mayas y al de muchos murales del norte de las
Tierras Bajas correspondientes al Pos clásico Tardio (fig. Sa). E n
un estudio comparativo de los glifos de los textos de este códice,
Alfonso Lacadena determinó que participaron nueve escribas, en-
cargados de pintar las diferentes secciones del códice y los "alma-
naques" relacionados con los rituales públicos, profecías y mu-
chos detalles de la vida cotidiana.

5. a) La serpiente del Mural del Pescador -que se ve en la parte superior derecha- es semejante a la de las páginas 12b y 13b de Códice de Madrid.
Templo del Mural del Pescador, Mayapán, Yucatán. b) Entre las páginas 12b a 18 b del Códice Madrid se pintó un almanaque en el que se aplicó abun-
dantemente el color azul. En esas páginas se dibujó, entre otras deidades , a Chaak , dios de la lluvia, y serpientes ondulantes, símbolos del cielo. Códi-
ce Madrid, pp. 12b Y 13b. AEP AOG RAFiAS, MARCO ANTONIO PACH ECO I RAiCES

CÓDICE MADRID / 77
DOSIER

4ahaw A B e o E F A diferencia de las inscripciones monumentales que celebran


la historia dinástica y muy probablemente fueron hechas para
que las viera el público, los códices se refieren a rituales y cues-
tiones esotéricas; a diferencia de los monumentos mostrados a
2
plena luz, los códices debieron ser vistos solamente por aque-
llos que tuvieron el privilegio de consultar a los dioses. Los al-
3 manaques forman la parte sustancial del Códice Madrid y hay 256
de ellos (contiene muchos más que cualquier otro códice maya).
4 Constan de paneles con figuras relacionadas con fechas especí-
ficas en el tzoik'in (yen ocasiones en el haab'), separadas unas de
otras por intervalos de días.
6. Este almanaque tiene cuatro divisiones; en las dos de abajo hay imágenes
de deidades femeninas, en combinación con las explicaciones jeroglíficas de
las dos divisiones de arriba ; el almanaque refiere las actividades previas al teji- ACTIVIDADES Y DEIDADES REPRESENTADAS
do: a la preparación del telar. La deidad femen ina, relacionada con las fechas EN LOS ALMANAQUES DEL CÓDICE MADRID
correspondientes a los dos primeras divisiones, se asocia con profecías que re-
calcan la abundancia. En la primera división se hace referencia a la abundan-
Los almanaques proporcionaban un medio para programar
cia de comida (en 82); en la segunda a la de comida y bebida (en D2). El dios
de la muerte, mencionado en la subdivisión E3 está asociado al título "persona
eventos en el calendario ritual, aunque también servían como
muerta", mientras que el creador Itzamná, que se ve en la subdivisión F3 tiene un registro de eventos celestes y estacionales que atestiguaban
un titulo que sugiere flores y fertilidad. El hecho de que este almanaque comien- los mayas (eclipses de sol, solsticios y equinoccios, y la salida
ce en el calendario Izo/k'in con 4 ahaw, fecha que coincide con el principio de y puesta de diversas constelaciones) y para pronosticar even-
la era actual en el calendario de la cuenta larga, parece indicar un vínculo entre
tos futuros. Aunque en unos cuantos almanaques aparecen
el tejido y el hilado, los días 4 ahaw y la creación . Códice Madrid, p.1 02c.
AEF'ROGAAFIA : MARCO ANTONIO PACHECO I RAleES personajes humanos, la mayoría de las figuras son representa-
ciones de deidades y animales, ya sea como participantes ac-
tivos de los acontecimientos ilustrados o como receptores pa-
sivos de los mismos (un ejemplo es el caso del venado llevado
a cuestas por un cazador en la fig, 2). Las deidades de los al-
manaques casi siempre llevan a cabo acciones que normalmen-
te realizarían los especialistas en ritos o individuos comunes
que efectúan actividades relacionadas con su vida cotidiana.
Se representan deidades relacionadas con días específicos del
calendario o lleyando a cabo ciertas actividades, porque se
creía que ejercían una influencia directa sobre el periodo co-
rrespondiente. La s investigaciones del siglo pasado nos mues-
tran que diferentes deidades repre sentaban las "cargas" de di-
ferentes periodos, que podían ser de un día, un mes de 20 días
(el winaimaya), un año o 20 años (el k'atlll1). Las asociaciones
que tenían con el periodo correspondiente se indicaban por
7. El dios maya del comercio y un dios creador encienden el fu ego nuevo.
medio de jeroglíficos asociados a cada imagen (o panel) de un
Códice Madrid, p. 38b. FOmAACHIVOD,VAILYAV'NI
almanaque.
Un ejemplo de esto es el almanaque 102c del códice: tiene
cuatro divisiones, dos con imágenes y dos sin ellas (fig, 6). Las
dos divisiones con imágenes, combinadas con las explicaciones
jeroglíficas, indican que este almanaque se refiere a las activida-
des previas al tejido : a la preparación del telar. La deidad feme-
nina relacionada con las fechas correspondientes a las dos pri-
meras divisiones se asocia con profecías que recalcan la
abundancia: abundancia de comida (división 1) y abundancia de
comida y bebida (división 2). El dios de la muerte mencionado
en la subdivisión E3 está asociado al título "persona muerta",
mientras que el creador Itzamná mencionado en la subdivisión
F3 tiene un útulo que sugiere flores y fertilidad.
En la cosmovisión maya, tejer e hilar son actividades que
se asocian metafóricamente con la procreación, el nacimien-
to y la creación. Este almanaque podría tener entonces signi-
8. Tres personajes , cada uno acostado sobre el glifo de la tierra , fuman ci-
garros. Este acto se relaciona con la presentación de tabaco a los dioses
ficados más genéricos, no sólo los que pueden suponerse tras
como parte del ritual de ofrecimiento de los primeros frutos de la cosecha a un primer examen. El hecho de que comience en el calenda-
las deidades. Códice Madrid, p. 7gb. A'PAOGAAFIA,MAACOANTONIOPACH'CO I AAlc,s rio Izoik'in con 4 ahaJ/J, fecha que por otra parte es relevante

78/ ARQUEOLOGíA MEXI CANA


DOSIER

a. ;;

fJ
9. En los almanaques de las páginas 65b-73b del Códice Madrid el mes maya kumk'u está registrado en los textos glificos. En tiempos
de la conqu ista , kumk'u caía a principios o mediados de julio. ARCHIVO, VAIL YAVENI

ya que coincide con e! principio de la era actual en el calenda-


rio de la cuenta larga, parece indicar un vínculo entre e! teji-
do y e! hilado, los días 4 ahalIJ y la creación, Si tenemos esto en
mente, resulta interesante que los otros dos almanaques que
se refieren al mismo tema -e! 79c y e! 102d- comiencen tam-
bién con 4 ahalIJ.
Los almanaques afines como los antes descritos - y otros que
se encuentran en los códices de Dresde y París- son especialmen-
te importantes para entender los rituales mayas, las observacio-
nes astronómicas '\ su cos movisión. El conocimiento ritual con-
tenido en los almanaques pintados de! Códice Madríd permiúa a
los especialis tas señalar las fechas y actividades ceremoniales ade-
cuadas que debían asignarse a las diversas tareas sagradas como
el encendido de un fuego nuevo (fill' 7), la presentación de una
ofrenda (fig. 8) o e! sangrado ritual (fig. 3) como pago de una 10. Arr iba de la imagen de la
deuda con los dioses, quienes también se sacrificaron a sí mis- constelación de la tortu ga. que
mos para crear a la humanidad. G abrielle Vail ha realizado, con puede identifica rse con Orión ,
Christine Hernández, una base de datos que puede consultarse aparece una banda celeste; de-
bajo de ésta se ven dos glifos
en la red (ww\V.ma'\acodices.org) en la que se investigan otras ac-
de eclipse solar. Códice Ma-
tividades y rituales de importancia pimados por los escribas en drid. p. 71 a.
las 112 páginas del códice. REP ~¡:-lA MARCQANTONIQ PACHECO I RAiCES

CÓDICE MADRID I 79
DOSIER

11 . a) Los dioses mayas creadores aparecen en el centro del universo. Es á rodeados por los cuatro rumbos (el este abajo, el norte a la derecha, el oeste
arriba y el sur a la izquierda). Esta disposición y estructura del universo son muy semejantes a los que aparecen en un almanaque del Códice Fejérváry-Ma-
yero Códice Madrid, pp. 75 Y76. b) El centro y los cuatro rumbos del universo en la página 1 del Códice Fej érváry-Mayer, documento relacionado con la tra-
dición de códices del Centro de México. R'PROGRAFIAS MARCOANTONIOPAC_' CO RAJe'S

12. Chaak, dios de la lluvia , acompañado por Chak Chel , diosa creadora , 13. Forma monstruosa de Chak Chel, diosa creadora , como personificación
derraman agua de una vasija . Ambos están de pie sobre una serpiente on- de las tormentas . El agua fluye de sus labios distendidos y de entre sus pier-
dulante o káan , que representa el cielo, ká 'an. Códice Madrid, p. 30a. nas. En su mano derecha sostiene un glifo que podria significar viento. Có-
AEPROGRAFiA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAleES dice Madrid, p. 32b. R'PROGRAFIA, BORISD'SWAN I RAlc, s

80/ ARQUEOLOGiA MEXICANA


DOSIER

Quienes pintaron y consultaron el Códice Ma-


drid estaban preocupados por entender cómo
fueron creados los hombres y el universo, qué
esperaban de ellos los dioses en fechas y pe-
riodos específicamente señalados, y cómo po-
dían crear un equilibrio entre las fuerzas des-
tructivas y las creativas para asegurar la
continuidad de la vida.

de este códice con los de Dresde y Paris. Investigaciones recientes


nos permiten formular hipótesis específicas relacionadas con cier-
tas deidades que parecen haber desempeñado un papel importan-
te en las historias mayas relacionadas con los acontecimientos de
destrucción y renovación, en el contexto de los episodios de la
creación: como la diosa creadora Chak Chel, el dios maya del maíz,
Chaak -el dios de la lluvia- y una deidad negra que es personifi-
cación de Venus. Chak Chel es representada frecuentemente va-
ciando una vasija de agua (que simboliza la lluvia), aunque a veces
se le muestra personificando tormentas o huracanes (figs. 12 y
13). Esto contrasta con su papel de diosa encargada de dar vida a
los hombres, como puede verse en el panel central de las páginas
75-76 del códice, cuando ella y el creador masculino Itzamná sos-
tienen semillas de maíz, sustancia de la cual fue creado el género
humano (fig. lla).
NUEVAS PERSPECTIVAS : CUESTIONANDO
Almanaques como éste muestran que los escribas y ah k 'in que
LOS SUPUESTOS TRADICIONALES
pintaron y consultaron el códice estaban sinceramente preocupa-
dos por entender los misterios humanos: cómo fueron creados
Los últimos estudios sobre el Códice Madrid modificaron de mane-
los hombres yel universo, qué esperaban de ellos los dioses en fe-
ra significativa cuanto creíamos saber acerca de él, apenas hace
chas y periodos específicamente señalados, y cómo podían crear
una década. Hoy en día resulta claro, por ejemplo, que muchos de
un equilibrio entre las fuerzas destructivas y las creativas para ase-
los almanaques se refieren a ciclos de tiempo mucho más largos
gurar la continuidad de la vida. t!#
que los cubiertos por el tzoik 'in de 260 días. Las fechas haab' ha-
lladas en el códice indican un deseo de anotar acontecimientos
temporales (fig. 9), Ymuchos más parecen estar asociados con el • Gabrielle Vail. Doctora en antropología. Investigadora del New College de Flo-
ciclo de 52 años, bien documentados en los registros históricos rida y de la Universidad de Tulane. Se especializa en códices mayas y en sociedad,
religíón y cosmología del Posclásico Tardio. Es autora, con Martha Macri, de The
aztecas; esto sugiere que hubo contacto en ambas regiones. Otros Ncw Cala/og of Maya HieromphJ, vO/l/llle 2: The Codiea/ Texts que será publicado por
indicios de influencia "extranjera" son el formato y contenido de University of Oklahoma Press en 2009 .
algunos almanaques del Códice Madrid (figs.lla y llb), lo cual nos • Anthony Aveni. Profesor de astronomía, antropología y estudios nativos ameri-
canos en la Universidad de Colgate. Durante muchos años ha estudiado historia
hace suponer que los escribas que hicieron este códice estuvieron astronómíca y calendarios de las culturas azteca y maya. Su libro más reciente es
en contacto con otras culturas mesoamericanas. A diferencia de Peop/e alld the S~: Gl/rAlleestolJ alld the COSIIIOS ([hames and Hudson, 2008).
lo que antes creíamos, algunos almanaques del Códice Madrid (por
ejemplo 10bc-11bc, 12b-18b, 65-73, Y otros) señalan aconteci- PARA LEER MÁS . ..
mientos astronómicos dentro del contexto del calendario estacio- AVENl, Anthony E, Tb, S);y in M'!}an Li/emlllre, Oxford Uni\·ersity Press, :\tr<:iI Yexi>.. 1.._
BRlCKER, Victoria R., Harvey M. Bricker y Gabrielle Vail, "Astronomía en Jo" oX!i<rs ~-.
nal. Entre éstos tenemos eclipses solares (figs. 10 y Sb), referen- en A1ftedo Barrera Rubio y Ruth Gubler (eds.), Los mt1)"aStkt1)"J ht1.: _,t--_MlP=tr-
cias a varias constelaciones (fig. 10), Yuna atención muy puntual Congreso In/ernacional de e"IIlIra Mt!Ja, tOrno TI, editOrial ~fé:rida.. ~ ?ro l-~
BRlCKER, Victoria R., y G3brielle Vail (eds.), Papn-r on Ibt .\/",;",¡ c...u.;!ofd:!l<.\=
al ascenso de Venus como estrella de la mañana y del atardecer Research Institute, Publicación 64, Tulane Crm-emty. :-;~ o-:~ 197-
(Vail y Aveni, 2004). La metodología para fechar estos aconteci- COE, Michael D., y Justin Kerr, Thr Arl of lb, .\I~ Sm,,,. :-= ¿ Ht:66I:..
London, 1997.
mientos, a falta de fechas de cuenta larga, es analizada en una obra VA1L, Gabrielle, "The Maya Codiee,' , en AouaJ R.....,.. ~ _~ Td. 3:. eéDé
reciente por Victoria y Harvey Bricker (en Aveni, 1992). por Williarn H. Durham y Jane Hill. ~006. Pt' !,7-519,
VAlL, Gabrielle, y Anthony A>eru ~eds.i. Ti>< JL>dr.:f úJcc Sa_~::
Otra veta fecunda de investigación, de la cual ya existen ante- all Anden/ Mt1)'o Monusmpl, C nn-=ty Pr= oí CoIo~

cedentes, es la detallada comparación calendárica e iconográfica

CODICE MA DRID
D o cumen to

Códice Tulane
XAVIER NOGU EZ

CONTENIDO FECHA DE ELABORACiÓN


La información es genealógica, representada por medio de parejas con sus res- Mediados del siglo XVI. Algunas de las glos as fueron añadidas posterior-
pectivas identidades calendáricas. Además se agregaron nombres de lugares ex- mente.
presados mediante glifos toponúnicos, así como una cronologia en que se utili-
zó el signo mixteco del año, consistente en un triángulo entrelazado con un LUGAR DE ORIGEN
rectángulo, acompañado de tres especies de herraduras o plumas blancas. Se re- Es probable que la pictografía se haya originado en Acadán, Puebla, cuyo
gistran las genealogias de Chila y Acatlán, en la región de la Mi,."teca Baja del sur nombre en mixteco es Yucu Yusi, el Cerro de la J ora de Turquesa. Sin em-
de Puebla. Tiempo más tarde se agregó información catastral de San Juan Ñumi, bargo, en el glifo que corresponde al lugar, aquí aco mpañado de una casa
pueblo en el noroeste de la Mixteca Alta. Las glosas fueron registradas en mix- de gobierno señorial, se sustiruyó el símbolo de turq uesa po r el de jade per-
teco. Una parte de ellas, muy destruidas, se escribieron en el reverso de la pic- forado (cho/chíhuitl, en náhuad). Una alternativa de lectura puede ser la de
tografía. Al principio dd códice se agregó una compleja escena de orígenes. La Cerro de la Piedra Preciosa.
leerura del contenido se hace de abajo hacia arriba.

BREVE HISTORIA DEL CÓDICE OTROS NOMBRES


• Características físicas I La pictografía tuvo su origen en la Mixteca Baja, pro- Códice de SOIl Martíll Huome/lllpo1l, Códice de Sall JU01l
Es un rollo en buenas condiciones de 3.- 3 m de lar- bablemente en Acadán, Puebla. Hacia finale s del si- Ñ 1/1IJi, Códice Mix teco.
go por 22 cm de ancho, resultado de la unión de seis glo X\lll se encontraba en San Juan Ñumi, en la Mix-
secciones de piel de venado. Solamente se utilizó el teca Alta dond e, a p rincipio s del siglo siguiente LUGAR DONDE ESTÁ DEPOSITADO
anverso, donde se aplicó una delgada capa de esrueo (co. 1826), se presentó en u n pleitO de tierras. Enton- Biblioteca Latinoamericana de la Universidad
para dar un color uniforme que sirviera de fondo blan- ces fue descrito como un " mapa", en vista de que ya de Tulane, Nueva Orleans, Louisiana, Estados
co y terso. Se tomaron fotos ultravioleta del reverso se le habían agregado glosas que daban no ticias de Unidos.
de la pictografía, con el objeto de identificar figuras o los linderos del pueblo citado. E n los primeros año s
glosas adicionales, pero sólo en la sección quinta se del siglo x:, el códice se encontraba en San Martín PARA LEER MÁS ...
encontró un breve texto en mixteco. Huamelulpan, pueblo vecino de San ]uanÑumi. Ross Tbe Codex Tu/a fie, edición facsimilar, comentarios de Mary
Parmenter escribió un pormenorizado relatO del res- Elizabem Smith y Ross Parmenter, Middle American

• Formas y colores to de la historia. Hacia 1912, de Huamelulpan pasa Research Insorute, Publicación núm. 61, Nueva Or- SI
lean s, Tulane University, Louisiana, 1991.
Aunque las genealogias pertenecen a dos poblaciones a manos de la familia Daza de Tlaxiaco. En 1928 lo
G ROPP, A rthur Eric, "Manuscripts in rhe Department of
de la Mixteca Baja,la iconografia yel estilo gráfico son adquiere Félix Muro, quien residia en la ciudad de
Oaxaca. Un año más tarde es vendido a Alfred
Middle American Research", en S ludies in M iddle Ame- E
más cercanos a los nahuas del Altiplano central rica, Publicación núm. 5, Tulane University, Nueva
Onken, un comerciante alemán también avecindado ql
mesoamericano. La representación de las parejas es Orleans, Louisiana, 1933, pp. 217-297.
en esa ciudad; Onken lo entrega a su hermana, la se- ROBERTso N, Donald, " A Preliminary Note on me Codex de
similar a la que encontramos en los códices mexicas.
ñora Christel Ridgway, para que sirva de intermedia- Tlllane", en Maarten ]ansen y T.J.J. Leye naar (eds.), ce
Por ejemplo, la mujer noble, de cabellos largos, viste
ria en su venta en Estados Unidos. Franz Blom, re- Coloquio internacional Los indígenas de M éxico en la época ll¡
un huipil y toca el suelo con las piernas flexionadas. prehispállica y en la actualidad, Rijkmuseum vQor
presentante del Depattment of Middle American lo
El hombre lleva una manta blanca y diadema rojiazul; Volkenkunde, Leyden, 1982.
Research (posteriormente Middle American Rese-
se acomoda en un asien to sencillo o de respaldo ma- ye
arch Instirute), de la Universidad de Tulane, lo com-
nufacrurado con rule. El l/amito aplicó un buen núme- se
pra en 1932. Ahí fue expuesto en un pequeño museo
ro de colores como el rojo, azul, verde azulado (apli- hasta 1970, año en que se transfiere a la Biblioteca y
cado particularmente en las imágenes de los cerros), Latinoamericana de la universidad citada. 6
amatillo, café, naranja, rosa y un morado rosáceo. Lla- di
ma la atención el uso del rosa, particularmente en la PRINCIPALES ESTUDIOS pi
escena identificada como de los origenes delas genea- Con anterioridad a la edición facsimilar de Mary Eli-
Xavier Noguez. Profesor-investigador de El Cole- te
logias. Gráficamente, las parejas dinásticas guardan zabeth Smith y Ross Parmenter (1991), sólo se ha-
gio Mexiquense, dedicado al estudio y publicación n,
cierta similirud con las del Códice Dehesa, pictografia bían dado a conocer referencias breves y esrudios que de códices coloniales de l centro de México, así
colonial procedente de la región entre el centro de mencionaban el contenido del códice de forma indi- E
como a temas sobre el origen del guadalupanismo
Puebla y el occidente de Veracruz. recta. La excepción es un texto de Donald Robett- y la iconografía prehispánica y colo nial temprana p:
son, publicado en Leyden, Holanda, en 1982. de tradición nahua. 11,

84 / ARQUEOLOGIA ME XICANA
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6 caña

9 movimiento

montículo

Códice Tulane, primera sección.


REPAOGRAFIA:ARCHIVO DE XAVIEfI NOGUEZ

SECCIÓN INICIAL DEL CÓDICE

El conjunto que describimos posee un fuerte carácter mítico más un cerro bicolor (verde azulado y rosa) con una ¿palma? blanca en
que histórico. Primeramente se hace referencia a tres sitios registra- su interior. E n la parte superior sobresale un personaje con un yel-
dos mediante un semicírculo (¿ monóculo o mogote?) y dos glifos de mo que lo identifica, junto con los numerales, como 7 Venado. Se
cerro. El primero muestra una barra roja en la parte inferior y estre- ye arra indiyiduo, cuyo nombre es 9 Águila, ataviado como esta ave
llas en un estilo gráfico europeo; el segundo es un cerro con una pa- con el pecho rosado. Adopta una posición descendente, dirigién-
loma de pecho rosado; el tercero es otro cerro con un personaje con dose en picada al cerro. Llama la atención la inventiva del pintor
yelmo de coyote. Los lugares no han sido identificados y no parecen incligena, al mostrar signos calendáricos y sus portadores en un mis-
ser conquistas militares. Siguen cuatro fechas, dos de ellas anuales mo conjunto. E n la siguiente escena comienzan a aparecer las pa-
y dos más de clias del calendario ritual, de izquierda a derecha: año rejas de estirpe noble que dan noticia de la parte genealógica. Mary
6 caña, clia 9 movimiento, año 7 pedernal, dia 1 movimiento. Inme- Elizabeth Smith ha vinculado a 7 Venado y 9 Águila con las deida-
diatamente arriba, la escena indica una ceremonia de asentamiento des de Acatlá n, como se registra en su Relacióngeográfica. Las fechas
primigenio, con la participación de dos sacerdotes descalzos, cubier- también aparecen pareadas en otras pictografias mixtecas, a veces
tos con tilmas blancas tachonadas de manchas negras y con cordo- con la nriante de 9 Movimiento en lugar de 9 Águila, como en el
nes que terminan en borlas. Sus nombres son: 3 Casa y 11 Lagartija. anverso del Códice Vindobonensis. La autora también comenta la pre-
Este último sostiene un sahumador. Delante de ellos se pintó lo que sencia de pares de animales cuadrúpedos y aves en las secciones de
parece ser un contenedor con almenas en la parte inferior y que está origenes en manuscritos mixtecos y de regiones adyacentes, como
lleno de puntos rojos (¿chia?). Como escena culminante se aprecia en el Códice Egerton.

DOCUMENTO / 85
RESEÑAS
las que transitó el ex convento de Santo
Domingo. Este documento, de gran inte-
rés cultural , constituye el más amplio y
reciente estudio que se tiene hasta el mo-
mento sobre arqueología histórica rea- LA PINTURA MURAL
lizado en Oaxaca. La información que PREHISPÁNICA EN
nos brindan estas piezas estaba enterrada MÉXICO, VOL. 11: ÁREA
MAYA. BONAMPAK,
-información que no encontramos en los
TOMO 1: CATÁLOGO;
documentos de los archivos históricos-,
TOMO 11: ESTUDIOS
y fue necesario realizar un examen de
BEATRIZ DE LA FUENTE (DIR.),
poco más de 40 toneladas de tiestos para LETICIA STAINES CICERO (COCRD.),
armar este rompecabezas¡ así fue como IIE, UNAM, MExICO, 2001,558 PP.
surgieron 672 piezas cerámicas, que jun-
CATÁLOGO DE LOS OBJETOS to con los documentos tradicionales nos El proyecto "La pintura mural prehispánica
CERÁMICOS DE LA ORDEN proporcionan un panorama más amplio en México" se inició en 1990 con el objetivo
DOMINICANA DEL EX CONVENTO sobre el pasado de Oaxaca. de registrar con fotografías, dibujos, planos y
Las piezas que podemos conocer y procesos de digitalización esa manifestación
DE SANTO DOMINGO DE OAXACA
admirar en este libro fueron realizadas artística. En los tomos dedicados al área maya
SUSANA GOMEZ SERAFíN y ENRIQUE FERNANDEZ
se presentan de manera puntual los estudios,
DAVILA COLECCiÓN CIENTIFICA INAH. MEXICO, tanto con las nuevas técnicas traídas del
los análisis y los comentarios de quienes han
2007 228 PP viejo continente, y trabajadas con gran
dedicado sus esfuerzos a desentrañar por dis-
maestría por los indígenas, como con
tintos caminos la forma y el significado de esta
El conjunto de piezas qu e aquí se reúnen los métodos netamente prehispánicos. evidencia pictórica. Además de fotografías a
- debidamente cata logado- nos habl a Además de la edición impresa en papel color, dibujos a línea y planos, el lector po-
sobre las distintas épocas hi stórica s por se incluye un cd . drá consultar la bibliografía especializada que
se incluye después de cada artículo y que se
amplía con una bibliohemerografía sobre la
pintura mural maya. Destacan dos volúmenes
dedicados a Bonampak, Chiapas, seguramente
el sitio con las pinturas murales más importan-
que los lugareños los conocen, ya que se tes del México prehispánico.
encuentran prácticamente po r todas par-
tes, no on tomados en cuenta y perm a-
necen invisibles por su falta de estudio y www.pinturamural.esteticas.unam.mx
di fus ión. En esta página web se podrá encontrar el bole-
El trabaj o de investigación que se tín informativo La Pintura Mural Prehispánica
desarrolla en esta obra acerca de las ma- en México en formato PDF, con 26 números pu-
blicados hasta la fecha . Además de los siguien-
nifestaciones gráfico rupestres del puerto
tes servicios: videos, conferencias, Museo de
de Acapulco y otros lugares cercanos
la Pintura Mural, exposiciones, libros, entre
como Pie de la Cuesta, Puerto Marqués
otros. Por med io de esta página, el Instituto de
y La Sabana, pretende, entre otros obje- Investigaciones Estéticas busca acercar, apro-
tivos, dar a conocer este patrimonio con vechando las nuevas tecno logías, al público a
el fin de difundirlo, ya su vez informar esta manifestación artística del Méx ico anti-
LAS MANIFESTACIONES sobre su adecuada conservación. Las guo: la pintura mural.
GRÁFICO RUPESTRES EN valiosas piezas que aquí se muestran re-
LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS flejan el modo de vida de los habitantes
de aquella época. PINTURA MURAL
DE ACAPULCO
PREHISPÁNICA
RUBÉN MANZANILLA LÓPEZ y ARTURO TALAVERA
B EATRIZ DE LA FUENTE, ET AL.,
GONZÁLEZ. COLECCiÓN CATALOGaS, INAH,
CONACULTAlJACA BooKlIEE,
MEXICO, 2008,152 PP
UNAM, MILAN, 1999,272 PP.

En algunas regiones del país muchos


Los habitantes del México
vestig ios de origen prehispánico, al en-
preh ispánico pintaron en
contrarse dentro de la mancha urbana, paredes naturales y de edificios, en escultu-
sufren mayor deterioro, pues a pesar de ras, vasijas, códices, figurillas, vestidos, etc .

86 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
RESEÑAS
~

del exterm ini o de la pob lación indíge- Los vestígios de esa deslumbrante policromía
na, esta zona destacó no por los c ulti vos están bien representados en los muros de los
trad ic ionales como el trigo, el maíz o el edificios. Para analizar estos vestigios, en esta
obra se abordan las siguientes áreas geográfi-
fr ij o l, sino por el c ultivo de un producto
co-culturales: Altiplano Central, Oaxaca, Cos-
co merc ial: el algodón , que provocó
ta del Golfo, zona maya, Occidente y Norte
un auge económico que repercutió de
de México.
forma negativa sobre la eco logía, entre En Mesoamérica se pintaban imágenes
otros temas. sólo en los muros interiores y las escenas te-
El libro busca establecer las bases nían carácter narrativo, conceptual, histórico,
para que surjan más estudios sobre esta ri tual y religioso, cosmogónico y cotidiano.
camb iante, interesante y poco estudiada Las hermosas figuras de Bonampak y Cacaxtla
reg ión del país. nos dejan saber que la figura humana tenía
ca racterísticas sobresalientes y fue represen-
HISTORIA Y ETNOHISTORIA tada de modo natural, y que en Teotihuacan,
Tulum y Chichén Itzá, se plasmaba de forma
DEL NORTE DE MÉXICO
esquemática.
y LA COMARCA LAGUNERA En este libro se hace un recorrido por los
LETICIA GONZÁLEZ ARRATI A,
lugares emblemáticos del muralismo. Los ar-
COLECCiÓN REGION ES DE MÉxIco, INAH, tículos están escritos por especialistas que lle-
MÉxIco , 2007 , 157 PP . van varios años trabajando en el tema e ilus-
trados con abundantes dibujos y fotografías;
La intención de la autora de esta investi-
éstas últimas sobresalen debido al formato del
gac ió n es conside rar la historia regiona l libro, y proporcionan al lector un acercamiento
como una unidad; en este caso se trata sorprendente a los mura les del México pre-
del norte del país y la Comarca Lagun e- hispánico.
ra. Los ensayos que co nforman este vo -
lum en nos brindan información relativa
al desarrollo que tuvi eron las soc ieda-
des, en diferentes épocas, de esta parte
del país . Se analiza e l caso de 105 caza-
dores reco lectores del desierto, e l papel
del trab ajo de la mujer, y cómo, a pesar

PAINTING THE MAYA


UNIVERSE: ROYAL CERAMICS
OF THE CLASSIC PERIOD
DORIE REENTS-BuDET ET AL., DUKE UNIVERSITY
Integrad a por un valioso facsími l del
PRESS I DUKE UNIVERSITY MUSEUM OF ART,
doc umento de 15 73, con su respectiva DURHAM, NORTH CAROLINA, 1994,377 PP.
paleografía, esta obra aporta datos acerca
de los sitios hi stóri cos que co nformaban Profusamente ilustrado con cerca de 400 imá-
las distintas provincias de Chiapas, la genes a color, el volumen contiene el más in-
dinámica de sus instituciones, el reparto teligente y brillante estudio sobre la cerámica
tributario y la rehabilitac ión de caminos maya del periodo Clásico. Durante 20 años
reales en la Audie ncia de Guatemala. de investigació n y debate, se fue construyen-
Este documento inédito se enco ntraba do este proyecto coordinado por Dorie Reents.
Ella y sus co laboradores han examinado desde
en el Archivo Genera l de Centroaméri ca
la historia del arte, la arqueología y la etnohisto-
y nos ofrece informac ión sobre el Soco-
ria del mundo maya a partir de su pintura.
nusco, relativamente escasa, en el último
Se han analizado especialmente la pintura
c uarto del siglo XVI.
y los glifos pintados en cerámica reali za dos
EL SOCONUSCO EN 1573 Para que el lecto r tenga una lectura durante el periodo que va del siglo VI al VIII, de
RENÉ A CUÑA (TRANSCRIP .. NOTAS y PRElI.) más f luida de este material , la transcrip- lo que ha resultado una extraordinaria explo-
Y FRANCISCO BE RISTÁIN BRAVO (COMP.), ción del documento está co mentada con ración de los roles y las representaciones de la
C OLECCiÓN FU ENTES , INAH, MEXICO, 2007, notas, índices toponímico y o nomástico, elite maya que habitó en los territorios de lo que
325 PP. así como co n mapas. hoy es Guatemala, Belice y México.

88 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
a Y~,ºIQgia
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EDICIONES REGULARES
1 Teotihuacan (rei mpresión) 32 Poder y política en el México 64 Teotihuacan, ciudad de misterios
2 Palenque (agotado) prehispánico 65 Ser humano en el México antiguo
3 Monte Albán (reimpresión ) 33 La navegación entre los mayas 66 Los mayas de Peté n
4 Tenochtitlan (reimpresión ) 34 Ritos del México prehispánico 67 Enigma de las ciudades perdidas
5 Tajín (reimpresión) 35 Los animales 68 Lagos del Valle de México
6 Paquimé 36 Fray Bernard ino de Sahagún 69 Magia y adivinación
7 Tula (agotado) 37 Hallazgos en el norte de Yucatán 70 Lengua y escritura
8 Chiapas (agotado) 38 Códices coloniales en Mesoamérica
9 El Occidente de México 39 Plantas medicinales preh ispánicas 71 Manos y pies: símbolos prehispánicos
10 Proyectos especiales 40 La muerte 72 El jaguar
11 Uxmal (agotado) 41 Calendarios prehispánicos 73 Los otomíes, un pueblo olvidado
12 Los olmecas (agotado) 42 Calakmul 74 Salud y enfermedad
13 Puebla-Tlaxcala 43 El valle de Toluca 75 Últimos descubrimientos
14 Quintana Roo 44 El juego de pelota mayas en Campeche
15 Los mexicas (agotado) 45 Palenque. Trabajos recientes 76 Mayas de Yucatán y Quintana Roo
16 Pintura mural (agotado) 46 Arqueolog ía histórica 77 La Sierra Gorda de Querétaro
17 Indumentaria prehispánica (agotado) 47 Arqueastronom ía mesoamericana 78 Las flores en el México prehispánico
18 Mayas de Campeche (agotado) 48 La escritura maya 79 Los huastecos
19 Tarascos (agotado) 49 La ruta de Cortés 80 La producción artesanal
20 Los dioses de Mesoamérica (agotado) 50 Los Altos de Chiapas en Mesoamérica
21 Saqueo y destrucción 51 El Norte de México 81 Rutas y caminos en el
22 Mayas del Usumacinta (agotado) 52 Primeros pobladores de México México prehispánico
23 Códices prehispánicos (agotado) 53 La serpiente emplumada 82 El estado de Guerrero
24 Museo Nacional de 54 Mayas. Norte de Quintana Roo' 83 Cenotes en el área maya
Antropología (agotado) 55 Iconografía del México antiguo' 84 La guerra en Mesoamérica
25 El maíz 56 Mitos de la creación' 85 Los toltecas. Tula, Hidalgo
26 Oaxaca 57 Antiguos jardines mexicanos' 86 La Cuenca de México
27 Rocas y minerales del México antiguo 58 Nezahualcóyotl* 87 Cultura olmeca
28 Los mayas. Vida cotidiana 59 Alucinógenos prehispánicos* 88 Los dioses mayas
29 La mujer en el mundo prehispánico 60 El ciclo de la vida 89 Tlatelolco
30 Dos siglos de hallazgos 61 Los mayas de Tabasco 90 La mixteca
31 Investigaciones recientes 62 La península de Baja California 91 La religión mexica
en el Templo Mayor 63 El sacrificio humano 92 Guanajuato. Historia y arqueología

EDICIONES ESPECIALES
E1 Imágenes del Museo E 11 Tiempo mesoamericano E20 Recorridos por Chiapas
Nacional de Antropolog ía E12 Cocina prehispánica' E21 Rutas arqueológicas.
E2 Imágenes de ciudades mayas E13 Aztecas' Yucatán y Quintana Roo
E3 Los mayas en San IIdefonso E14 Códice : La Matrícula E22 Museo de Antropología de Xalapa
E4 Faun a. Imágenes de ayer y hoy de Tributos (agotado) E23 Códice Nuttall . Lado 1.
E5 Atlas del México prehispánico E15 Sala Maya. MNA. E24 Recorridos por Oaxaca.
E6 Rostros del México antiguo E16 Rostros mayas : Linaje y poder* E25 Rutas arqueológicas . Campeche
E7 Imágenes históricas de la arqueología E17 El esplendor del barro . Ayer y hoy' E26 Tira de la Peregrinación .
E8 Tesoros de Palenque E18 Códice : Tonalámatl de los (Códice Boturini)
E9 Tesoros de Colima Pochtecas (Fejérváry-Mayer) E27 Chichén Itzá, Yucatán (Guía visual)
E10 Color indio' E19 Textiles del México de ayer y hoy' E28 Teotihuacan (Guía visual)

*EDICIONES EN ESPAÑOL E INGLÉS

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• Imágenes de Teotihuacan: siglos XVI al XXI

• Las pirámides del 501 y de la Luna,


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de la Serpiente Emplumada
• Obras maestras de Teotihuacan

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