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Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Editorial Raíces, S.A. de C.V. R EVISTA B I MESTRA L
PRESIDENTE PRESIDENTE Septiembre-octubre d e 2013
Rafael Tovar y de Teresa Sergio Autrey Maza Volu me n XXI, nú m e ro 123
Instituto Nacional de Antropología e Historia D IRECTORA GENERAL
D IRECTORA GENERAL María Nieves Noriega de Autrey
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Instituto VenficadOf de MediOS
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29 Mesoamérica y la tradición 55 La migración de los 61 Zonas arqueológicas de Michoacán
cultural del Occidente purépecha hacia el norte Ep ,in Cá:dt:nos y Eugenio Fernánde7 V
mexicano. Una introducción y su regreso a los lagos Michoacán alberga cerca de I 800 sitios arqueo-
a la arqueología regional Grégory PP.feiro, Dominique lógicos. Poco más de un millar tiene restos de
E(rain Cárdenas Gorda Michelet y Gprald Mweon arquitectura prehispánica, en 700 casos se trata
En este número de Arqueología Según una tradición , aztecas y michoaques for- de parcelas y terrenos donde, hay fragmentos
Mexicana se han reunido los maban inicialmente un mismo grupo, originario de cerámica y rocas talladas, y hay 50 sitios con
trabajos más recientes llevados de Aztlan (o Chicomóztoc), y habrían hablado pinturas y grabados rupestres.
a cabo en la región, contri- un mismo idioma.
buciones que intentan res- 68 La Relación de Michoacán.
ponder una pregunta central: Narraciones históricas
¡qué papel desempeña el Occi- de los purépecha
dente mexicano en la arqueología rlOL J Espejel C. 'bOjOI
mesoamericana? La Relación ... contiene historias de sus
dioses, las aventuras de Tariácuri - hé-
roe fundador del reino tarasco- y la
37 El Opeño, Jacona, Mlchoacán narración de la conquista española,en
J.Arturo Oliveros Morales las que se mezclan mitos y leyendas,
En El Opeño se localizó una pecu- datos históricos y etnográficos.
liar versión de cementerio,cuyos
diseños originales constituyen
una arquitectura funeraria tan
distintiva como antigua, pues
ha sido posible fecharla hacia
ARQUEOLOGíA HISTORIA
1500-1200 a.c.
11 Los rostros de piedra 78 Cayetano Cabrera Quintero,
estilo teotihuacano El Escudo de Armas de México
43 Tingambato. Un sitio Sofía Morrine, del Campo Lonz y el matlazáhuatl
del Occidente de México Se abordan aquí 51 máscaras del Museo Na- M, ,rcelo Solos Cueste.
y una tumba real cional de Antropología y 29 de Teotihuacan 111" '/Q EknQ Salas CUI.to
analizadas a principios de 2012 como parte Cayetano Cabrera Quintero,en El Escudo de
Laune Me/chor Cruz Hernández,
del proyecto" Las máscaras de piedra deTeo- Armas de México proporciona valiosas refe-
Oigo Lidio Landa Alorcón
tihuacan, México:Contextos arqueológicos, rencias acerca de los recursos médicos para
Nuevos hallazgos refuerzan la idea de que Tin-
históricos y sociales". combatir la epidemia, la sintomatología del
gambato fue un centro regional importante en la
mal y las medidas adoptadas por los gober-
zona centro del estado de Michoacán y permiti-
nantes para evitar su propagación.
rán establecer nuevos parámetros para entender
los procesos culturales de la región.

"

84 "El sacudidor de ciudades".


Un jeroglífico maya para
47 El Lienzo de jucutacato.
'mover, temblar'
La historia sagrada de los
o 'terremoto'
nahuas de Jicalán, Michoacán
Hans Roskamp Erik Ve/asquel. GOl :J¡,
En el Lienzo de Jucutacato se muestra la visión que
Octovio Q. Lporzo Olguin
Es probable que la expresión yu[h]klaj kab'
lagente de Jicalán tenía respecto del origen de sus
(yu-ku-Ia-ja KAB'),'la tierra se sacudió', sea SEMBLANZA
antepasados, la fundación de su asentamiento y el
el registro único de un terremoto en el cor- 18 Ángel María Garibay K.
inicio de los principales oficios de sus pobladores.
pus de las inscripciones mayas . \'1;, 1./- -1 Leo. ,-Portillo
La vida de Ángel María Garibay K.y susapor-
taciones nos lo muestran no sólo como un
sacerdote y un humanista infatigable. sino
también en cierta forma como un arqueó-
logo y etnólogo.
Cartas

ACERCA DEL comenzaron su predicación en el cada una de nuestras culturas, si • Es la única revista en México
CÓDICE MATRITENSE mercado así como a bautizar por tuvieron el mismo o sólo víncu- que vale más de lo que cuesta, soy
la gran importancia como centro los religiosos y políticos. fan de Arqueología Mexicana hace
Buenas tardes, quisiera saber si social y económico. Lamentable- El otro tema es el de la reli- como 12 años. Sigan así, gracias.
existe una publicación del Códi- mente se habla muy poco o casi gión, ya que veo muchas simili- M ari o D avid Bobadllla Aceves
ce Matritense; me refiero a que nada de los pochtecas de Tlaxca- tudes en todas ellas, tal vez con
estoy buscando una traducción la. El tianguis, de acuerdo a Za- una matriz que compare cultos • Una sugerencia sería que inclu-
del texto que en náhuatl escri- pata y Mendoza, estuvo de 1337 a sus divinidades nos daría una yeran algún tema sobre el ámbar
bieron para el franc iscano, sus a 1471 en Tepeticpac, de ese año claridad sobre este rubro. y la importancia que tenía y aún
informantes. Sé de la existencia a 1539 en Ocotelulco y partir de Sólo me resta agradecerles tiene. Esta nota aviva la opinión.
de varias ediciones y con estudio ahí en la acera sur de la plaza su atención a la presente, no sin Je sús Antonio Gálvez Delgado
paleográfico y anotaciones pero principal de la naciente ciudad antes externarles una felicitación
del Códice Florentino. Eso no de Tlaxcala, donde se construye- por su valiosa aportación. ACLARACiÓN AL ESPECIAL 49
busco. Yo quiero tener la versión ron los primeros portales. José S . O rtega Cardona
directa del náhuatl al español, Arm ando D íaz de la Mora Otra precisión sobre el especial
pero completa; es decir, los 12 li- número 49 de Arqueología Mexi-
bros de que se compone pues sé, RESPUESTA. Agradezco la EN LAS REDES SOCIALES cana dedicado a la arqueología
por las notas y comentarios que corrección y la información y el cine mexicano. En la p. 20,
hizo Ángel Ma . Garibay K. en su adicional sobre el tianguis de • ¿Han considerado editar un en el pie correspondiente a La
edición del Códice Florentino, Tlaxcala. Desafortunadamente, número especial de tecnologías otra conquista (1995), se hace
que la versión en náhuatl está por cuestiones de espacio y (a rtefactos) domésticas, de gue- referencia a la Malinche como
más completa y conserva mejor por el carácter general de los rra, etc.? Por ejemplo: donde se el personaje femenino central en
el sentido de las frases y que ade- artículos, no nos es posible explique qué son y como se usa- la cinta, cuando en realidad ese
más incluye datos que no apare- explayarnos en la ca racterización ban malacates, yugos, palmas, personaje es Tecuichpo y el pro-
cen en el texto romanzado. Me de los casos particulares. A lo hachas de garganta o 3/4, puntas tagonista princ ipal es Topi ltzin
gustaría, si saben de la existencia que aspiramos es a presentar y de flecha, etc. (Tomás), supuesto hijo natural de
de una publicación así, que me describir los rasgos generales de Nebur Zedla v Moctezuma.
digan la ficha bibliográfica para los casos representativos. En esta
poder encontrarla y conseguirla . perspectiva, cuando sea posible, • Interesante el tema de las rutas ACLARACiÓN AL NÚM. 122
Ing. Emmanuel González Loyola G . agradecemos la información y prueba contundente de la cul-
adicional que nos puedan tura a través de todo el territorio En el número 122 de Arqueología
MERCADO ENTLAXCALA proporcionar los lectores. mexicano, venas cargadas de Mexicana: Comercio y mercado,
A nt rop. Sam uel L. Villela F. costumbres, filosofías, culturas, julio-agosto de 2013, se publicó
En el número 122 aparece el creencias, etc. Gracias por su en la pp. 54-55 una imagen equi-
artículo "Mercados indígenas EL ORIGEN DE LAS CULTURAS pasion a la historia de México y vocada. Ofrecemos a nuestro
en México", en el que se men- más aún por compartirlo con to- lectores disculpas, la imagen
ciona que "en Tlaxca la el día de Ha sido para un servidor una gran dos nosotros. Suerte amigos. correcta y su correspondiente
mercado era el martes ... ", dato satisfacción ser asiduo lector de Gu illermo Mondragón pie foto.
inexacto ya que hasta la actuali- su revista desde prácticamente su
dad es el sábado. Con fecha 7 de primera edición y gracias a uste-
noviembre de 1547 el Cab il do de des conocer la pluralidad de civi-
Tlaxcala establece: "Que luego lizaciones que habitaron nuestro
el dicho día se mandó que no se territorio y por ende estar orgullo-
hisiese tiangues en otra parte de so de nuestras raíces, además de
la provincia sino en esta ciudad. provocar en nuestra imaginación
entonces conversaron que aquí como eran esas urbes en su épo-
en la provincia de Tlaxcala el ca de mayor esplendor.
sábado de cada siete días, en Por este medio deseo trans-
ningun lugar se comercie ... solo mitirles una inquietud que me
aquí en Tlaxcala se mercaderá, agradaría fuera tema para desa-
se venderá". Es de mencionar rrollar y saber si entiendo bien,
que Hernán Cortés, el 24 de sep- que por denominar a los olmecas
tiembre de 1519 recorre Tozcoc como la cultura " madre" es por
en el altépetl de Ocotelulco y se que dieron origen al resto de las
maravilla de su tianguis, lo hace culturas; creo que lo anterior está
en día sábado y habla de hasta lejos de ser verdad, motivo por el
El envoltorio que sostiene el personaje de la derecha parece ser sal, y si se Iratara de ese mineral ,
30 mil personas comprando y cual sería muy ilustrativo hacer significaría que llegó a Calakmul por inlercambio desde las salinas de la costa sur de Belice, o de
vendiendo. Los franciscanos un cronograma del origen de las ubicadas en el litoral norte de Yucatán. Estructura Sub 1-4, Edificio 1, Calakmul, Campeche.

6 / ARQUEOLOGiA MEXICANA
Noticias

SEMBLANZA

Claude-Franc;ois Baudez (1932-2013)

El pasado sábado 13 de julio, falleció víctima reafirmaría en Copán a partir de 1977: a la


del cáncer nuestro querido maestro, colega y par de dirigir un programa internacional de
amigo Claude-Fran<;:ois Baudez, quien fuera excavación y restauración de gran enverga-
distinguido colaborador y miembro del co- dura en ese sitio hondureño, Baudez se dio a
mité de asesores de Arqueología Mexicana . la tarea de anal izar sistemáticamente estelas,
Nacido en París hace 80 años en el seno de altares y reli eves, lo que dio como fruto el
una familia acomodada, Claude fue atraído clási co intitul ado Maya Sculpture of Copán:
en los primeros años de su juventud por el The lconography (1994).
derecho . Sin embargo, pronto rectificó el En la última década del siglo pasado,
rumbo de su vida profesional, orientándose Baudez regresó a Costa Rica para explorar el
hacia el estud io de las antiguas civi l izaciones delta del Diquís y emprend ió largas tempo- ros exploradores de las ruinas engullidas por
de Méx ico y Centroamérica. Sus primeras radas de estud io en los sitios de Palenque la selva, incluida una divertida biografía de
experiencias en el ca mpo de la arqueología y Balamkú para comprender de una mejor Jean-Frédéric Waldeck (1993). Mención es-
tuvieron como escenario el sitio costa rri cen- manera las funciones de la plástica maya . Se pecial merece Una historia de la religión de
se de Papagayo y el valle del Tempisque, esto interesó entonces por el contenido político y los antiguos mayas (2004), libro que in c ita
entre 1957 y 1960. Las pub li cac iones de ese cosmo lógi co de las artes visua les financiadas a la polémica al proponer la evo lu c ión de
periodo nos revelan un profundo interés en por la elite, dándose cuenta que muchas es- un panteísmo originario a un panteón bien
prob lemas de cronología y periodización . cu Itu ras servían como estaciones en ci rcu itas desarrollado. En el año de 2012, Baudez
Para 1964 y ya con el título de doctor, rituales de reescenificación mítica . Ya en los dio a conocer su último libro, intitulado La
Baudez se mudó a Honduras, en donde ll e- últimos años de su vida, incursionó co n éxi- douleur rédemptrice: I'a utosacrifice préco-
vó a cabo trabajos pioneros en el golfo de to en el estudio del arte y la religión de los lombien, el cua l es el primero en abordar
Fonseca, el valle de Comayagua y Los Na- o lmecas, los teotihuacanos y los mexicas. el asunto de la mortificación ritual a nivel
ranjos, sitio este último en el que comenzó Baudez fue un autor prolífico, riguroso y mesoamericano. Por fortuna, la traducc ión
su larga y fructífera co labora ció n co n otro de prosa amena. Solo o en colaboración, pu- al españo l de esta obra pronto aparecerá en
connotado arqueólogo francés: Pierre Be- bl icó detallados reportes técnicos para espe- nuestro país. Los interesados en el inmenso
cque lin . En 1971 y también con Becquelin, cial istas sobre los sitios que excavó, así como legado bibl iográfico de Baudez, pueden con-
Baudez ini ció un proyecto multianual en útiles obras generales de divulgación acerca su ltar la página web que él mismo completó
el siti o chiapaneco de Toniná. Quedó allí del pasado prehispánico del área maya y del días antes de su muerte: http://www.gemeso.
cautivado por la escultura de gran formato resto de Centroamérica. Escribió igual mente com/memb res/c laude-baudezl
y pronto se co nvirtió en una reconocida au- libros sobre la historia de la arqueo logía en Baudez también fue uno de los america-
tor idad en iconografía maya. Este gusto lo el subcon tin ente, en particular de los prime- nistas más activos en Francia. Director de
investigación honorario del Centro Nacio-
nal de la Investigación Científica, excelente
profesor y gran conferencista, su nombre
siempre estaba presente en los programas
de doctorado de la Universidad de París y
en los ciclos de co nferen c ias de la Socie-
dad de Americanistas. De esta última, fue
su presidente.
Quienes tuvimos la fortuna de conocer a
Claude, recorda remos a un amigo generoso,
dotado de una mente brillante, gustoso del
debate bien fundamentado y de las solucio-
nes creativas, poseedor de un espíritu abierto
y una curiosidad insaciable, de humor refi-
nado y con ese aspecto físico que, a primera
instanc ia, causaba temor a cua lquiera quese
le pusiera en frente.
Leonardo López Luján

8/ ARQUEOLOGíA MEXICANA
Noticias

ZARAGOZA, MICHOACÁN
El arqueólogo Leonardo Colaboración entre
López Luján es nuevo academia/sociedad Perspectiva desde el noreste. Al centro se ve parte del
área monumental explorada hasta ahora . Zaragoza ,
miembro de la British y gobierno Michoacán.

Academy
Zaragoza se localiza en el municipio de La Bajío, densamente poblado, fue parte del
Piedad, Michoacán, a ori lI as del río Lerma, mundo mesoamericano.
En su reu nión anua l del1 8 de ju lio, la British
en una pequeña meseta; el asentamiento Zaragoza formaba parte, pues, de un
Academy eligió por una ni midad al arqueólogo
se extiende a lo largo de sus laderas, que sistema que compartía rasgos y prácticas
mex ica no Leonardo López Luján como nuevo
fueron terraceadas artificialmente tanto cu ltura les con otras pob laciones y regio-
miembro correspond iente. De acuerdo con los
para construir habitaciones como para el nes. Su arquitectura, por ejemplo, es muy
estatutos de esta institución, fundada por el rey
EduardoVII de Inglaterraen 1902, la designación cu ltivo . El área monumental de Zaragoza simi lar a la del vecino sitio de Plazuelas,
como miembro correspondiente es el máximo se construyó en una nivelación flanqueada localizado en Pénjamo, Guanajuato, so-
honor que la Academia concede a aquellos in- al poniente por un frente rocoso de 60 m de bre todo por el sistema constructivo y los
dividuos no residentes en el Reino U nido que alto y más de 500 m de largo; al oriente, en materiales. De la cancha para juego de
han alcanzado un alto nivel internac ional en cambio, se abre la vista hacia las amplias pelota las dimensiones, orientación y tipo
cua lqu iera de las ramas de las humanidades y planicies del Bajío guanajuatense. son casi idénticas. La práctica cultural del
las ciencias sociales. Actualmente está en marcha el proyec- juego de pe lota -por lo menos en canchas
Doctor en arqueología por la Universidad de to Parque Arqueológico/ Ecológico Mesa con forma de I o dob le T- no era muy co-
París y director del Proyecto Temp lo Mayor del Acuitzio, cuyo objetivo es la generación mún en el Bajío, donde predominaban los
INAH, López Luján ha sido distinguido por sus de conocimiento y la conservación in- patios hundidos, ausentes en Zaragoza; no
contr ibuciones en el estudio de las sociedades tegral del entorno natural y los vestigios obstante, al sur del río Lerma, en el estado
prehispánicas del Centro de México y por sus arqueológicos, involucrando tanto a la de M ichoacán, hay más evidencias de su
más recientes publ icaciones sobre la historia de población local como a las autoridades práctica.
la arqueología en nuestro país. Se conv ierte así municipales y bajo la rectoría de l INAt-! . A Zaragoza comparte también muchos
en el tercer mexicano en rec ibir este honor por partir de las investigaciones en el sitio se rasgos en las formas y tipos cerámicos con
parte de la British Academy. Antes que él, fueron
puede afirmar que fue hab itado durante el prácticamente toda la región del Bajío, e
acreedores el también arqueólogo del lNAH don
Epiclásico, es decir entre 650 y 900 d.C., incluso simil itudes con materiales encon-
Ignacio Berna l García, en 1972, y la connotada
época caracterizada por gran cantidad de trados en Querétaro, Hidalgo, Jalisco,
filóloga de la UNAM Margit Frenk, en 1991.
movimientos poblaciona les y en la que el Zacatecas y estado de México.
A lo largo de los años, el arqueólogo López
El uso de la obsidiana y el pedernal para
Luján ha ten ido una presencia significativa en
la elaboración de instrumentos líticos fue
las actividades cul tu rales del Re ino Unido. Ha
abundante en Zaragoza (existen dos yaci-
dictado conferencias magistra les en prestigiosas
mientos de obsidiana muy cerca: la sierra
instituciones de ese país y ha colaborado en dos
de Pénjamo y el cerro Zináparol . Con ob-
exitosas exposiciones sobre la civi li zación mexi-
sidiana se elaboraron cuchillos, navajas,
ca organ izadas por la Roya l Academyof Arts y el
puntas de proyectil, raspadores y, por lo
Bri tis h M useum, respectivamente. Para este úl-
menos, dos excéntricos, elaborados estos
timo museo, el mexicano fungió también como
últimos con obsidiana bicolor café/ negro,
coeditor del libro Moctezuma: Aztec Ruler, el
procedente del cerro Zináparo.
cual fue designado como el mejor catá logo de
Otra característica de Zaragoza son las
2009 por el rotativo británico The Independent.
man ifestaciones gráfico-rupestres en su
En la reu ni ón anual, Lord Nicholas Stern,
modal idad de petrograbado, realizadas
nuevo presidente de la British Academy, dijo:
tanto en afloramientos de roca natural
" Las humanidades y las ciencias socia les ce le-
como en b loques aislados o en piedras ta-
bran el estud io de lo que sign ifica ser huma no
lladas utilizadas en los edificios del sitio.
y cómo nos re lacionamos con el mu ndo que
Hasta ahora se han contabilizado cerca
nos rodea . Pueden ta mbién ayudar a acometer
de 200 petrograbados, principalmente en
muchos de los desafíos que enfrentan este país
la ladera oriente de la mesa. Los trabajos
y el mundo entero".
Petrograbado asociado a la cancha para juegode pelota continuarán con vistas a la apertura del
La ceremonia de ingreso a la BritishAcademy
que representa un probable eclipse. Al fondo, el frente sitio a la visita públ ica.
tendrá lugarel 14 de octubre próximo en la Carl- rocoso que enmarca al sitio por el poniente. Zaragoza, Arqlga. Eugenia Fernández V lllanueva Medina
ton House Terrace de Londres. Michoacán. Centro INAH MJchoacán

10 / ARQU EOLOGIA MEXICANA


Noticias

EL CÓPORO. GUANAJUATO

Se localiza pigmento negro en huesos humanos

Restos óseos en la zona arqueológica El en un ambiente de sedimentación lacustreo


Cóporo muestran residuos de pigmento de en ciénagas . En otras ocasiones es producto
color negro. Hasta el momento ese material, de la oxidación por factores climáticos de
procedente de la parte baja del cerro Cóporo, otros minerales del manganeso. Por ello, es
llamada Plaza del Ocaso del Conjunto Go- frecuente encontrarlo asociado a limonita,
tas, consiste en diáfisis de húmero carente de hematita , cuarzo, manganita, psilomela-
ambas epífisis, tercio proximal de un fémur, no y otros minerales de óxidos de hierro
nante con el que se preparó la decoración,
fragmento de maxilar inferior, dientes y va- y manganeso.
así como el ritual correspondiente.
rios pequeños fragmentos de otros huesos. La identificación del pigmento sobre los
La segunda hipótesis apunta a un proceso
Los estudios han concluido que el pigmento huesos en los entierros de El Cóporo ha ge-
de contaminación post mórtem: el pigmento
corresponde a la pirolusitao dióxidode man- nerado dos líneas de interpretación. Una de
se habría depositado demanera natural sobre
ganeso Mn02, el cual se encuentra sobre la carácter cultural supone que los individuos
los huesos a causa de factores de deposición
superficie de esas piezas. fueron cubiertos con ese pigmento en un tra-
por medio de humedades.
La pirolusita, de origen sedimentario, tamiento mortuorio de manera ritual. Para Carlos Alberto Torreblanca Padilla, Oiga
está formada por deposición de manganeso confirmarla se han buscado restos de agluti- Villanueva Sánchez, A lejandro Huerta Carrillo

ESTADO DE MÉXICO COLIMA

Establecen cambios Entierro prehispánico


ambientales en elValle
Luego de 17 entierros descubiertos en abril pa-
de Teotihuacan sado al oriente de la ciudad de Colima, cantidad ~
que sugiere un panteón prehispánico relaciona- ~
A partir del siglo XVI, el Valle de Teotihuacan do con las culturas de Occidente, arqueólogos ~
experimentó un deterioro constante y la des- dellNAH encontraron los restos óseos del entierro i
aparición del conjuntode la flora y la fauna de principal de la tumba de tiro, así como cinco §
la región , de modo que lo que hoy se observa enterramientos más a su alrededor, cuya anti-
es un paisaje profundamente alterado que güedad se estima entre 1 500 Y 2 500 años.
nada conserva del mosaico de ecosistemas Las tumbas de tiro, espacios mortuorios subterráneos que contienen un acceso vertical de
queen ese tiempo iban desde nopaleras hasta entre 1 y 15 metros de profundidad, desemboca n en una o varias bóvedas con restos humanos
bosque de pino-encino . y a veces ofrendas.
Diversos análisis de las colecciones ar- En la tumba de tiro (de 1.2 m de profundidad) se descubrió una serie de huesos apilados en
queozoológicas obtenidas de Teotihuacan, desorden, que bien podrían conformar las osamentas de más de 10 individuos; sin embargo,
co ncluyeron que alrededor de 1500 co- al continuar la excavación y retirar todos los restos óseos, se encontró debajo de ellos una
menzó una caída estrepitosa de las especies capa de tierra que cubría el esqueleto casi completo de un hombre. El individuo, de más de 40
silvestres, dejando apenas las formas más años de edad al fallecer, estaba acompañado de una ofrenda (una olla y un cajete de cerámica
generalizadas y tolerantes a los cambios de en cuyos interiores se observaron algunos huesos aún no identificados); también se localizó una
ecosistema, como el tlacuache. La actividad segunda olla globular y una vasija en f()rma de tortuga con cabeza antropomorfa, así como cuatro
humana -la explotación maderera yagrope- cuentas de piedra verde (dos circulares y dos en forma de rana). Por asociación con la cerámica,
cuaria a través de las haciendas, sobretodoen se calcula que los restos óseos corresponden a 1 a 500 d.C.
la Colonia y en el siglo XIX, y el crecimiento Dichos elementos, y la deposición de los restos óseos en orden, sugieren que la tumba
urbano en el xx- fueron factores determinan- fue creada para este personaje, es decir, sería el entierro principal, en tanto que los huesos
tes en la alteración de los ecosistemas de lo desarticulados quizá sólo fueron parte de su ofrenda, o enterramientos que se incorporaron
que hoyes una zona de ambiente seco. Estos posteriormente en diferentes fechas, a manera de cripta familiar.
resultados fueron dados a conocer en el Se- A escasos dos metros de distancia de la tumba de tiro, hacia el sur, se localizó un entierro
minario sobre Cambio Climático y Procesos más en una fosa excavada en tepetate, donde yacía la osamenta de una mujer adulta, de más
Culturales, organizado por eIINAH. de 40 años de edad al morir.

12 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
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1ILa..................

LOS CÓDICES DE CUTZIO MICHOACÁN. HISTORIA BREVE GEOMETRíAS DE LA


y HUETAMO. ENCOM IENDA ÁLVARO OCHOA SERRANO y GERARDO IMAGINACiÓN. DISEÑO E
y TRIBUTO EN LA TIERRA SANCHEZ DiAZ, SERIE HISTORIAS BREVES, EL ICONOGRAFíA DE MICHOACÁN
CALIENTE DE MICHOACÁN, COLEGIO DE MÉXlco/FCE, MEXICO, 20 I 1,259 PP. AMALlA RAMIREZ GARAYZAR (COORD.),
Michoacán fue una vez el Gran Michoacán, CONACULTA/UNIVERSIDAD LATINA DE
SIGLO XVI
no por pedantería sino por el pape l desem- MEXICO, MÉXICO, 2007,209 PP
HANS ROSKAMP, EL COLEGIO DE
peñado en la historia mexicana. Tanto en la El resultado habla por sí mismo. A través
MICHOACAN/EL COLEGIO MEXIQUENSE,
época prehispánica como en la colonial su del esfuerzo conjunto de instituciones, in-
MÉXICO, 2003, 180 PP.
conformación trascendió los linderos vigen- vestigadores y disciplinas este libro es una
Varias culturas mesoamericanas desarrolla-
tes . El régimen de intendencias en la segunda
ron sus propios sistemas de escr itura picto- contribución que refleja parte de la gran ri-
mitad del siglo XVIII fijó límites, que son pre-
gráfica con las que se elaboraron matrículas queza artística del Michoa cán prehispánico
cedente de la actual jurisdicción territorial.
de tributos, genealogía de casas señoriales y contemporáneo.
La Independencia se movió en el Bajío
y descripciones históricas del altépetl, en- Dos cuerpos de información conforman
y correspond ió a Michoacán dar cobijo al
tre otros documentos. Pocos de éstos han este libro, por un lado la gran aporta ción del
proyecto constitucional de 1814 y al tribunal
sobrevivido a los estragos del tiempo, y la registro de iconografía prehispánica reali za-
justiciero del insurrectoMorelos.AI momento
gran mayoría data de la época colonial. En da por el artista plástico Alejandro Delgado
de la consumación las instituciones valliso-
el presente volumen se analizan dos códi- quien, a partir de su sensibilidad estética y
letanas desempeñaron un papel fundamen-
ces tributarios de mediados del siglo XVI que dedi cación , buscó en museos y colecc io-
tal. La entidad tuvo vaivenes en " el estira y
pertenecían al mismo pueb lo de Cutzio en nes particulares las huellas de otros artistas
afloja" decentralistas y federalistas durante la
la Tierra Ca li ente de Michoacán, pero que de nuestro pasado que ahora nos permiten
primera mitad del siglo XIX. Como escenario
procedían de dos parcialidades étnicas dis- conocer el antecedente de un quehacer del
importante de la Reforma, sufrió los efectos
tintas. En primer lugar, Hans Roskamp logra del enfrentamiento Iglesia-Estado; también que en mu chos casos perdura la técnica ,
reconstruir con gran minuciosidad la histo- sirvió de bastión republicano en la Interven- en otros, los motivos iconográficos pero en
ria azarosa que tuvieron ambos documen- ción francesa y la rebelión religiosa campeó todos pervive la historia de tradiciones vi-
tos desde su adquisición por Botur ini en el en parte del territorioa lo largode 1873-1876. vas y en movimiento que han llegado hasta
siglo XVIII hasta el retorno de uno de ell os El Porfiriato conso lidó la economía y el refor- nuestro días.
a México y el traspapeleo del otro en un a zamiento de una dictadura en el estado, co- La segunda parte de esta publicación la
bib li oteca estadounidense a finales del siglo municó la entidad con la República, urbanizó conforma el resultado de una investigación
xx. En segundo, realiza un estudio detallado a Morelia y a las cabeceras de los distritos. En interdisciplinaria que además de sus propó-
y completo de cada uno de los códices, de su cambio, suprimió libertades políticas. sitos académicos pretende ser un reconoci-
significado e implicaciones socia les y políti- En la actua lidad , Michoacán descansa miento a los hombres y muj eres mi choaca-
cas, del contexto histórico que los envo lvió en una variedad geográfica: un bloque de nos que representan al estado dentro y fuera
así como una comparación entre ell os y con enc laves sujetos a mecánicas propiamen- de nuestras fronteras con su arte y a través
otros documentos similares . Y en tercer lu- te lu gareñas, vinculados a ejes de poder, de signos, señales y símbolos que reflejan su
gar hace un amplio retrato histórico y social a centros urbanos externos a la región de propia idiosincrasia, su cultura y la nuestra,
del personaje principal de esta historia, el antiguos lagos azules, verdes montañas y cada obra es reflejo de una comunidad, cuyo
encomendero Gonzalo Ruiz. llanos dorados. legado se recoge en esta publica ción.

H ACEDORES DE TU MBAS EN EL OPEÑO, JACONA, MICHOACÁN


JOSE ARTURO OLIVEROS MORALES, EL COLEGIO DE MICHOACAN/H.ArUNTAMIENTO DE JACO NA, MEXICO, 2004, 281 PP.
Los descubrimientos en El Opeño, Michoacán, se encuentran entre los hallazgos más importantes de la arqueología
mexicana de la primera mitad del siglo xx. Con ellos no sólo se demuestra la antigüedad de la tradición de tumbas
en el occidente de México, sino que se revela la presencia de una singular tradición cultural , que posteriormente se
extendió por diversas zonas de México, Centro y Sudamérica. La investigación arqueológica mexicana, centralizada
en las grandes culturas de la cuenca centra l de México y el sur de nuestro país, ha impedido que hallazgos como los
que se presentan en esta obra ocupen el lugar preponderante que les ha reservado la historia. Una lectura distinta
de los restos cu ltura les, como la que aquí se expresa, propone que hubo tres regiones mayores de desarrollo cultural
durante el preclásico: la del México central (incluyendo el área olmeca), la zona maya y el O ccidente de M éx ico.
En este libro, Arturo O liveros discute la presencia de un complejo funerario (fechado hacia el año 1500 a. e ) y su
papel como iniciador de la gran tradi ción funeraria de tumbas en el Occidente de México.

14 ! ARQUEOLOGíA MEXICANA
Documento
XAVIER NOGUEZ

Códice Vaticano A Latino Ríos 3738


Contenido de diversos lugares, incluyendo alguna de Oaxaca. Se ha plameado la posibilidad de que
La pictOgra6a, en su estado actual, compila un conjuntO de diversos temas que hacen ambas pictogra6as, e! Valieal/oA )' el TelleriaJlo-Rel/lel1sisprocedaJl de un prototipo al que
referencia a la cosmogonía, la cosmología, los principales mitos, principalmente de los se le ha dado el nombre de Códice H/lit<f/opoehtli. Recientemente, la hipótesis ha sido te-
pueblos nahuas del centro de México, entre ellos el de las eras o soles que habían existi- futada: el Valieal10A copia varias partes del Te//eriallo-Re1JleJ/sis. A pesar de ser una de las
do previamente, así corno noticias de Ce Ácatl Topilrzin Quetzalcóatl r los tOltecas. Se fuentes más importantes en las diversas materias que rrata, la investigadora Eloise Qui-
incluyen también un almanaque adivinatorio de 260 días y tablas calendáricas, sin ilus- ñones Keber nos advierte que los comentarios originales en italiano al VatieaJloA deben
traciones, para los años de 1558 a 1619. En la siguiente sección se da noticia de! calen- de ser tomados de manera crítica, debido a su carácter interpretativo y europeizan te.
dario de 18 fiestas anuales con ilustraciones de las deidades de cada periodo. Le sigue
Wla parte "etnográfica" miscelánea gue trata de las cosrumbres de los indios del Centro Fecha de elaboración
de ~1éxico. Finalmente, se incluyó una sección de anales continuos que abarcan desde Es posible que el códice se haya pintado hacia 1562, ya que ese año es el último que
el siglo XII al XVI. La última fecha es 5 conejo (1562), en la foja 96v, pero carece de in- se registró en la parte de anales continuos. En ese año fray Pedro de los Ríos, su com-
formación histórica. A diferencia de las secciones anteriores, la parte histórica carece de pilador, aún estaba con vida.
textos explicativos, con excepción de tres fojas. Esta ausencia se puede suplir con la sec-
ción similar que aparece en el Códice Te//erial/o-RemeJ/sis (véaseArq/le%gía Mexieal/a, núm. Lugar de origen
108), donde encontramos glosas en español de varios escribanos. En el Códice Valieal/o Las diversas fuentes de información proceden de! Altiplano Central. Es posible que
A los comentarios fueron escritos en italiano, producto de dos escribanos, quizá miem- e! códice se haya terminado en el área de Puebla, donde fray Pedro de los Ríos habi-
bros de una orden religiosa. Las fuentes de información fueron variadas y procedieron taba antes de morir.

inventario en la Biblioteca Vaticana de 1596-1600, Otros títulos


Características físicas
bajo el útulo de "IndommclI/IJls Idolalnaetlllore!', "Re- Códice Ríos, Codex VCltiCClJlJlS lJ.Jtiflus 3738 e Jndo/1/1J1
Se utilizó papel europeo para elaborar un libro que
ligión, idolamay coslJlmbres de las India!'. Ahl se da una cJlllllfido/atriCl et /llores. No debe de confuncW:se con
mide 46 por 29 cm, con un tOtal de 101 folios. Las
breve descripción)' el número 3738. el Códice Vaticano B 3773, un IOlla/á1JlCltl (libro mán-
pinturas y las glosas se registraron en ambos lados
de los folios; algunos fueron dejados en blanco. tico de los días y los destinos) de orig~n prehispá-
Principales estudios nico, perteneciente al Cmpo BorgiCl.
Formas y colores Alejandro de Humboldt reprodujo, sin comenta-
Es un documento mixto o híbrido que ya incor- rios, 12 folios del códice en 1810. Fue en la obra Lugar donde está depositado
pora elementos de los sistemas gráficos indígena
compilada por Edward King, vizconde de Kings- Biblioteca Apostólica Vaticana en Roma, Italia.
y europeo. No hay duda del origen nativo de los
borough, que lleva por título AJlliqJlities of Mexico
pintores que intervinieron. Rn las primeras seccio-
(1831-1848), donde, por primera vez, se dio a co- Para leer más ...
nes se nota más competencia arústica )' mejor uso
nocer completo. Ebrle, en 1900, publica una repro- Codex Vaticollus A. Tllllollosmto IlIesSiCOIlO r-áticano 3738, delto il
de las formas y colores. La parte histórica fue rea- CódiaR¡(}J,coment.'lrioporFranzEhrle,Danes~Roma, 1900.
ducción en fotocromografía, con una paleografía
lizada por un pintor de menor categoría. Si com- Códice Vaticallo A. ReligiólI, costumbres e hislon·a de los antiguos
de sus textos y una detallada introducción biblio-
paramos el estilo de ValieaJlo A con el del Te//eria- mexicanos, introducción y explicación de Ferdinand An-
no-RemeJlsis, indudablemente el segundo muestra gráfica. En 1964 la Secretaria de Hacienda y Crédi- ders y J\harten Jansen, !-CE/ Akadcmische Druck-und
más claridad y consistencia, en un ámbito más cer- to Público da a conocer una edición facsimilar, con Verlagsanstal, (ADEVA), México-Austria, 1996. El texto
cano al prehispánico. la traducción de los textos de! italiano al español, y explicativo viene acompañado de un facsímil.
los comentarios de José Corona Núñez, en el vol. Códice Vaticono Lalino 3738, explicación de José Corona
3, como una parte de la edición mexicana de la obra Núñez en An/igüedades de A1báco, basadas en la recoPilaáón
de Lord Kingsborollgh, volumen 3, Secretaria de Hacienda
Breve historia del códice citada de Kingsborough, con e! título de Antigiieda-
y Crédito Público, México, 1964, volwnen 3. Las notas
La compilación de la in formación fue realizada por des de México. En 1979 aparece un facsímil produci- del autor acompañan cada folio de la edición facsimilar.
Pedro de los Ríos, fraile dominico en México, quien do por la editorial austríaca AoEVA, mismo que se QUIÑO"ES KEBER, Eloise, "Collectillg Cultures: A Mexican
también participó en la redacción de algunas de las utiliza en 1996 para acompañar un extenso estudio Manuscript in me Vanean Library" en Refrallling /he Re-
notas del Te/lenClno-Relllensis. Parece que su intención de Ferdinand Anders y Maarten Jansen, dado a co- naissance: Visual Clllfure in Europe ond lAtin AH/enco, 1450-
era presentar e! códice, con glosas en italiano, al papa nocer en México por el Fondo de Cultura Econó- /650, C1aire Farago (ed.), Yale Universiy Press, New
Haven-Londres, 1995, pp. 229-242.
Pío V, de su misma orden, quien estuvo en e! cargo mica. Ésta es la más reciente y completa edición del
_ _, "Ríos, Codex", en The Oxford Encye/opedia of Mesoa-
de 1566 a 1572. Hacia 1565-1566, e! cardenal Mar- códice que incluye una nueva paleografía del texto men·con Cultures. The Cidliza/ions of Mexlco amI Cen/ral
co Antonio Amulio, quien fuera prefecto de la Bi- original en italiano y su traducción literal al espa- Ameriea, David Carrasco (ed.), Oxford University Press,
blioteca Vaticana, hizo copiar algunas figuras del ñol. Los autores también hacen una nueva nume- Oxford-Nueva York, 2001, vol. 3, pp. 78-79.
VaticCI/lo A. Estas fechas podrían ser las más anti- ración de los folios. Innumerables estudios moder-
Xavier Noguez. Profesor-investigador de El Colegio
guas para la estancia de! códice en Europa. U na no- nos han utilizado la información gráfica de! códice, Mexiquense, dedicado al estudio y publicación de códices
ticia posterior de la pictografía se encuentra en un particularmente de sus primeras secciones. coloniales del centro de México.

16 I ARQU EOLOGí A ME XICANA


s)

, _______________________________ . Templo Mayor


I de Tenochtitlan
2 pedernal (técpatl) • - - - -- ----------------------------, I

lcaña (ácatl) - - - - - -'- - - - - --

mensajero de . ____ _
Motecuhzoma 1I -------- ~~--------,
. I

-@
~

~
Hernán Cortés - - - - - - ~ - - - - --
_________________ cerro con signos
¿Xiuhtecuhtli
o Tlatlauhqui - - - - - - - - - - - - --
Tezcatlipoca? .
~---~ de sacrificio

Tenochtitlan - - - - - -~- - - ~ - -U - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Motecuhzoma II

\'tI ~. t I %ÁIt'I" ~ ~ ~~l---------------- veintenas o meses

~
,¡,

Códice Vaticano A Latino


Rios 3738, f. 8h
DIGITALIZACiÓN: RAleES

Foja87r
En esta foja, correspondiente a la sección de los anales continuos, predominan dos muestra una cabeza quizá de una deidad (¿Xiuhtecuhtli o Tlatlauhqui Tezcatlipo-
eventos: en el año de 1519, 1 caña (ácatl), se registra la llegada de Hernán Cortés a ca?), acompañada de un numeral o glifo de turquesa. En el siguiente conjunto se
las costas orientales de México, y el año siguiente, 1520, 2 pedernal (técpatl), se ilus- pintó un español atacando a dos sacerdotes (cuerpo pintado de negro), quienes caen
tra la matanza del Templo Mayor de Tenochtitlan, perpetrada por Pedro de Alva- de la escalera del Templo Mayor de Tenochtitlan, cubierta de sangre. Un tercer in-
rada, durante la fiesta de lóxcat/, en el mes de mayo. Otros conjuntos iconográficos dígena yace muerto en el suelo. En la parte superior vemos un cielo estrellado del
acompañan a estas dos escenas. Un español montado a caballo, blandiendo una es- que se desprende un cometa en forma de serpiente de fuego o de nubes. Se trata de
pada y sujetando un escudo, una cruz cristiana y una oriflama con los colores blan- uno de los letzáhllit/ o augurios o portentos nefastos que, junto con otros, anuncia-
co y rojo, se reconoce como Hernán Cortés gracias al glifo de co/tic (cosa torcida), ba el fin del pueblo mexica. De más difícil identificación son las siguientes figuras:
palabra en náhuatl que se asemeja el apellido del conquistador. Enfrente de él se re- un personaje masculino ataviado para una occisión ritual, un cerro con signos sa-
gistró a un mensajero del segundo Motecuhzoma (su glifo onomástico, la xillhllit- crificiales en su cima, y un señor (t/atoam) sentado en un asiento de respaldo con el
zo//i o diadema de turquesa, aparece en la parte superior), que entrega a Cortés un glifo del segundo Motecuhzoma, identificado previamente. Si se estuviera mencio-
collar de oro y jades. En la parte inferior de esta escena se ven las imágenes de un nando la muerte del I/aloalli, éste se hubiera pintado como un bulto mortuorio. Las
indígena sentado, un escudo de color rojo y blanco acompañado de dardos y ma- veintenas ("meses"), en su versión simplificada, correspondientes a 1519-1520, fue-
~io
cana, y un ¿manojo de tules o plumas de quetzal? Más adelante, un español vesti- ron registradas en la parte inferior y continúan en el siguiente folio. Esta importan-
:es do de rojo se acomoda en un leepan o palacio ubicado en Tenochtitlan (glifo topo- te sección, sin glosas que acompañen a las ilustraciones, no existe en el Telleriaflo-
nímico de la piedra y nopal de tunas duras) . Entre el mensajero y el teepall se Remellsis, lo que dificulta una explicación más completa.

DOCUMENTO / 17
Ángel María Garibay K.
MIGUEL LEÓN-PORTILLA

La vida de Ángel María Garibay


K. (Toluca, I 892-ciudad de Méxi-
co, 1967) Y sus aportaciones a lo
largo de ella nos lo muestran no
ya sólo como un sacerdote y un
humanista infatigable, sino tam-
bién en cierta forma como un ar-
queólogo y etnólogo. Y digo esto
no para justificar que se incluya
en Arqueología Mexicana esta
breve recordación biográfica.

G aribay fue arqueólogo porque hurgó en las


raíces culturales más hondas en el ser de Mé-
xico y fue etnólogo porque conoció, estudió y con-
versó en su lengua con no pocos indígenas, sobre
todo nahuas y otomíes. Pero al ahondar en las raíces
culturales de México, no se limitó a hurgar en el
pasado y el presente de los pueblos originarios sino
que, ensanchando el campo de su atención, trabajó
también en torno al otro gran legado: el hispánico,
con sus raíces latinas, griegas y hebraicas.
De esto dan testimonio su copiosa bibliografía y
el curso de su vida, como maestro que enseñó en las
aulas, impartió conferencias y participó en congre-
sos y otras reuniones académicas.
Notaré tan sólo que sus conferencias sobre temas
indígenas fueron escuchadas y disfrutadas por mu-
chos miles de personas. Y otro tanto puede decirse
de los lectores de sus obras -desde libros como la
Historia de la literatura náhuatl en dos volúmenes, apa-
recidos en 1953-1954, hasta sus cientos de artículos
en periódicos como Excélsiory Novedades.

Al padreGaribay no le alcan-
zaba el tiempo: tenia que ir
a los pueblos y rancherías ,
ya fuera para confesar, dar
la extremaunción a los ago-
nizantes, oficiar misas en
las fiestas y hasta ir a ben-
decir las yuntas .

18/ ARQUEOLOGIA MEXICANA


En su aspectofisico Garibay Acercamiento a la lengua,
parecia un rabino: hombre literatura e historia nahuas
barbado, tez blanca, de me-
Siendo bibliotecario en el Seminario Conciliar de
diana estatura, penetrante
mirada y aspecto a veces México en los años de la Revolución, Garibay dis-
adusto pero en el fondo puso de tiempo y tuvo a su alcance las obras que le
abierto y comprensivo. abrieron el camino para acercarse al universo náhuatl.
Estudió entonces el Arte de la lengua mexicana de fray
Alonso de Molina y el Vocabulario preparado por el
mismo franciscano. Había también algunas edicio-
nes o facsímiles de textos en dicha lengua, así como
de varios códices indígenas; la Historia general de fray
Bernardino de Sahagún le resultó fundamental.
Ya la par que el mundo indígena, de muchas for-
mas, el de las culturas clásicas era objeto de su inte-
rés. Aprendió latín, griego y hebreo, así como len-
guas modernas, inglés, francés, alemán e italiano. Con
este bagaje intelectual estuvo bien equipado, cuan-
do, ya sacerdote, empezó a trabajar entre comunida-
des indígenas. Primero, hacia 1919, laboró en Jilote-
pec, donde aprendió otomí y preparó un trabajo
sobre los fonemas de ese idioma.
Más tarde estuvo en Huixquilucan, donde siguió
practicando el otomí y reunió testimonios acerca de
la supervivencia y prácticas religiosas de antiguo ori-
gen que perduraban ahí. A dichos lugares siguió San
Martín de las Pirámides, donde por cierto algunos
Mayor vinculación con la Universidad tuvo Ga- ancianos le refIrieron que las pirámides las había
ribay en 1957, Yañadiré que por primera vez la tuve construido un señor llamado Leopoldo Batres.
yo también entonces como maestro e investigador. En dos sitios más continuó su trabajo, que recuer-
Siendo bibliotecario en el Uno y otro ingresamos en febrero de ese año al Ins- da al de algunos misioneros: Tenancingo y Otumba.
Seminario Conciliar de Mé- tituto de Investigaciones Históricas, y simultánea- Con Garibay visité todos esos pueblos y comprobé
xico en los años de la Revo- mente a la Facultad de Filosofía y Letras. Así nacie-
lución , Garibay dispuso de
que había mucha gente en ellos que lo quería y ad-
ron el Seminario de Cultura Náhuatl y la revista miraba. Pero también había otros que decían que pa-
tiempo y tuvo a su alcance
las obras que le abrieron el
Estudios de Cultura Náhuatl. El seminario y la revista recía que ese padre no había terminado sus estudios,
camino para acercarse al continúan hasta el presente, el primero como parte puesto que siempre lo veían leyendo y escribiendo.
universo náhuatl. del programa de Estudios Mesoamericanos. Estando en Otumba preparó e hizo publicar su
Llave del náhuatl para quienes querían aprender ese
idioma. Tal libro hasta hoy continúa siendo editado
por los Porrúa. Ya para entonces Garibay había em-
pezado a dar a conocer algo de la poesía náhuatl. Sus
primeras aportaciones aparecieron en la revistaAb-
side, donde escribían también Agustín Y áñez, Anto-
nio Gómez Robledo y otros humanistas.
El licenciado Yáñez lo invitó a publicar en la Bi-
blioteca del Estudiante Universitario la Poesía indíge-
na de la Altiplanicie y la Épica náhuatf, que atrajeron la
atención de muchos lectores. En lo que a mí toca, el
primero de esos libros me determinó a adentrarme
en la lengua y la cultura náhuatl.
Cuando conocí personalmente al padre Garibay
hacia 1952, éste había recibido ya el doctorado ho-
noris causa que le otorgó nuestra Universidad en el
IV Centenario de su fundación novohispana. Resi-
diendo ya en la ciudad de México, era canónigo lec-
toral en la Basílica de Guadalupe y maestro extraor-

ÁNGEL MARIA GARIBAY K. I 19


dinario en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Garibay fue autor de titulas
En esos años estaba por concluir su magna obra, la fundamentales para los in-
teresados y estudiosos de la
Historia de la literattlra náhtlat/ en dos gruesos volúme- cultura náhuatl , entre ellos:
BIBLIOTECA DEL ESTUDIANTE UN IV ERSITARIO
nes (Editorial Porrúa, 1953-1954). Si se me pidiera Historia de la literatura ná-
una apreciación sobre esa obra, diría que gracias a ella 51 huatl, Llave del náhuatl,
se dio a conocer la existencia, bien documentada, de Poesía indígena de la Alti-
un caudal enorme de testimonios escritos en náhuatl. planicie y la Épica náhuatl.
Además fundó el Seminario
Los diez primeros años de existencia de! semina-
rio y la revista se debieron en alto grado a Garibay;
a su muerte en 1967, continué yo con e! trabajo que
E PICA de Cultura Náhuatl y la re-
vista Estudios de Cultura
Náhuatl, vigentes a la fecha .
había emprendido a su lado. NAHUATL
Al Seminario de Cultura Náhuatl han concurrido
centenares de estudiantes, entre ellos no pocos que DIVULGACION LITERARIA
hoy son reconocidos investigadores. De origen dis-
tinto, sobresalen Rudolf van Zantwijk, holandés; Al- S.leoci6n. Introducoi6n t "oh..
fredo López Austin, Xavier Noguez y Mercedes de d.
Angel Moria Gariboy 1(.
la Garza, mexicanos; Thelrna D. Sullivan, nortea me-
ricana;Jacqueline de Durand-Forest y Georges Bau-
dot, franceses; Therese Lagicé y Adam Se!den, ca-
nadienses; Birgitta Leander, sueca; María Sten, EDICIONES DE LA UN IVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA
polaca; Nahumm Megged, israelí; Geovanni Man- ~ MEXICO 1 9 .. 5

cheti, italiano, y otros varios más, entre rumanos, ja- ~


poneses, coreanos, latinoamericanos, y descendien- ~
tes directos de pueblos originarios, como los nahuas 8e '--_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-...J
Librado Silva Galeana, Francisco Morales Baranda,
Natalio Hernández y Alfredo Ramírez.
quista. Garibay no fue antihispánico, pero recono-
Acercamiento de Garibay a los que ció que la conquista había dej ado h ondo trauma en
llamó "los clásicos inmortales" México. Repetía que la reconciliación con España se
Ya noté que también hurgó él en la raíz de! mundo dio gracias a los humanistas hispanos que vivieron
mediterráneo que se implantó en México tras la con- y trabajaron en esta tierra.

SOFOCLES
SABIDURIA
DE
LAS SIETE
ISRAEL
TRAGEDIAS
TRES OBRAS DE LA CULTURA lUD IA
Vnúón dir,rt" J,I gri~go. (1)1/ ,."a ImroJ"rriól1,

DE
n.... OUCClONES DlUCT AS
ANGI'L M•. GARI!lAY K. DF.

ANGEL MA. GARIBA Y K.

Entre las aportaciones de


oeCIMATERCERA eDICIO,..
Garibay están la traducción
y publicación de las obras de
los tres grandes trágicos:
Esquilo , Sófocles y Euripi-
des, al igual que las come-
dias de Aristófanes . Tam-
bién sacó a luz obras de
EDITORIAL PORRUA, S. A.
EDITORIAL PORRUA, S A. AV REPUBLlCA A.RG~A. n autores hebreos: el libro del
AV RFl'l rlUJCA AIlGFNTlNA, n
MEXICO, 1966 Eclesiastés y otro que tituló
MEXlCO, t976 La sabiduría de Israel.

20 I ARQUEO LOGIA MEXICANA

.....
Ángel María Garibay Kinta- y a la par que el mundo indígena, de
na fue un destacado maes-
tro y dedicado conferencis- muchas formas, el de las culturas
ta. Además de autor de una
clásicas era objeto del interés del
buena cantidad de libros,
produjo cientos de artículos padre Garibay. Aprendió latín, grie-
para periódicos como Ex-
célsiory Novedades. go y hebreo, así como lenguas mo-
dernas, inglés, francés, alemán e ita-
liano. Con este bagaje intelectual
estuvo bien equipado, cuando, ya
sacerdote, empezó a trabajar entre
comunidades indígenas.

Garibay realizó sus aportaciones teniendo si(:m- Pienso que en México no se ha hecho cabal jus-
pre presentes a aquellos a quienes las destinaba, es ticia y reconocimiento de cuanto aportó a nuestra
decir los mexicanos y, más ampliamente, los latinoa- cultura. Y añadiré que esto vale respecto de otros
mericanos. Así tradujo y publicó las obras de los tres grandes humanistas nacidos en nuestro país, desde
grandes trágicos, Esquilo, Sófocles y Eurípides, al Manuel Orozco y Berra, José Fernando Ramírez y
igual que las comedias de Aristófanes. Y también Joaquín García Icazbalceta, hasta los antropólogos
sacó a luz obras de autores hebreos: el libro del Ecle- más cercanos Eusebio Dávalos Hurtado, Jorge Acos-
siastés y otro que tituló La sabiduría de Israel ta, Manuel Gamio, Alfonso Caso, Alfonso Villa Ro-
Ep su aspecto físico el padre Garibay parecía un jas, Eduardo Noguera, Alfredo Barrera Vásquez, Ig-
rabino: hombre barbado, tez blanca, de mediana es- nacio Bernal y otros.
tatura, penetrante mirada y aspecto a veces adusto Mientras avenidas, plazas e importantes calles os-
pero en el fondo abierto y comprensivo. Algunos, tentan nombres de políticos de dudosa reputación,
incluyendo a canónigos de la Basílica de Guadalupe, los de estos varones, y por supuesto los de no pocas
le temían. En cambio, quienes asistían semana a se- mujeres como Enriqueta Camarillo, María del Car-
mana a sus lecciones de la Biblia en la mísma Ba- men Millán, Joseflna Muriel, Beatriz de la Fuente y
sílica lo querían y veneraban. Muchos textos dejó Clementina Díaz y de Ovando, permanecen todavía
El padre Garibay atestigua
inéditos de tales lecciones. Hoy se conservan en la en el olvido.
la recepción de Miguel
León -Portilla en la Acade- Biblioteca Nacional de México, igual que lo que fue Sea ésta una ocasión propicia para remediar la in-
mia Mexicana de la Lengua. su propia biblioteca. justicia, pues los beneflciados no son precisamente
los muertos sino todos los que nos hemos enrique-
cido culturalmente por obra de esos maestros. Con-
cluiré diciendo que acepté la invitación que me hizo
Arqueología Mexicana para escribir la recordación de
este maestro, mexiquense ilustre, humanista que, a
su modo, fue arqueólogo que puso al descubierto las
raíces menos conocidas de nuestro país y como et-
nólogo dialogó con indígenas, sobre todo nahuas y
otomíes, para explorar aspectos signiflcativos en el
ser cultural de México. <i~
Miguel León-Portilla. Doctor en filosofía por la UNAM. Miembro
de las academias mexicanas de la Historia y de la Lengua, de El
Colegio Nacional y de la National Academy oE Sciences, E.U.A.
Autor de numerosas publicaciones y profesor de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM. Miembro del Comité Cientifico-
Editorial de esta revista.

PARA LEER MÁS •• •


LEÓN-PORTILLA, Miguel, Y Patrick ]ohansson, Angel Maria Garibay K ÚJ
rueday el no, m-I, uNA},[j Fideicomiso Teixidor/ Espejo de Obsidiana,
México, 2013.

ÁNGEL MARíA GARIBAY K. I 21


LOS ROSTROS DE PIEDRA
ESTI LO TEOTI HUACANO
S OFIA M ARTINEZ DEL C AMPO LANZ

1. El grupo de más-
caras de listwanita
tiene un mayor nú-
mero de aspectos en
común , lo que permite
suponer que la manu-
factura de esas piezas se
hizo en talleres específi-
cos o que las técn icas de
manufactura fueron simila-
res en distintos talleres , lo
que conformaría una tradi-
ción en la hechura de esas
máscaras. Máscara, Grupo
Norte Río San Juan . Teoti-
huacan, estado de México. o 1cm
FOTO: SOFIA MART1NEZ DEL CAMPO LANZ ~

Se abordan aquí 5 I máscaras del Museo Nacional de Antropología y 29 de Teotihuacan


analizadas a principios de 2012 como parte del proyecto "Las máscaras de piedra de
Teotihuacan, México: Contextos arqueológicos, históricos y sociales". Durante el es-
tudio se recurrió a la información contenida en los objetos para determinar su estado
de conservación, características antropométricas, materiales constitutivos, técnicas
de manufactura y, en la medida de lo posible, historiografía y significado.

22 / ARQUEOLOG fA MEXICANA
ara los arqueólogos y otros espe-
P cialistas, los artefactos de uso ce-
remonial recuperados en contexto ar- o 1cm
~
queológico constituyen una fuente
importante de información, y permiten
acceder al conocimiento de las socie-
dades que los crearon mediante la
identificación del origen de sus ma-
teriales constitutivos, las huellas de-
rivadas de la técnica de manufactura,
el estilo, la temporalidad y los elemen-
tos simbólicos.
Algunos objetos, lejos de ser de-
sechados al terminar su vida útil o la fun-
ción para la que fueron destinados en pri-
merainstancia, eran recuperados y se seguían 2. La destrucción de
usando, ya sea en el mismo contexto sistémi- las máscaras debió
darse a finales del Clásico,
co de su creación, o en otro, al que se vieron
cuando ocurrió la desinte-
incorporados posteriormente. De esta forma, gración política y social de
los artefactos reutilizados pasaban a formar par- Teotihuacan . Máscara, ya
te de los bienes de un nuevo usuario, conservan- restaurada , con huellas de
do sus características originales, o bien experimen- impacto intencional en el
centro del rostro. Zona 5-A,
tando alteraciones en su forma física y en su
Plaza 1. Teotihuacan.
significado sin1bólico (Schiffer, 1972; Rathje et aL, FOTO: SOFIA MARTINEZ DEL CAMPO LANZ

1982). Éste es el caso de un gran número de más-


caras estilo teotihuacano elaboradas con piedras
verdes y otras rocas de diversas tonalidades, que en
ocasiones fueron reutilizadas en la época prehispá-
nica para darles un uso distinto, y en otras fueron
destruidas por motivos religiosos, políticos y socia- , cm

les; a partir del siglo XIX, fueron extraídas de su con- ~¡;¡¡¡¡¡


texto argueológico y no se guardó registro alguno,
razón por la cual se desconoce la proceden-
cia de un gran número de ellas, que en la
actualidad se encuentran en museos
y colecciones privadas, tanto enMé-
xico como en el extranjero (Scott y
Robb, comunicación personal,
2012).
Entre las 51 máscaras del Museo
Nacional de Antropología y las 29
de la zona argueológica de Teotihua-
can analizadas a principios de 2012
3. La fractura de
como parte del proyecto "Las más- algunas piezas
caras de piedra de Teotihuacan, Mé- podía ocurrir en el
xico: Contextos argueológicos, históri- proceso de elabora-
cos y sociales", sólo se conoce el contexto ción o modificación y,
para que pudieran cum-
de cerca de 25%. Los especialistas en diver-
plir con las funciones a las
sas disciplinas que participamos en el estu- que se dedicarían , se les
dio, nos remitimos entonces a la información hacían adaptaciones. Aeste
contenida en los objetos para determinar su es- pendiente se le hicieron per-
tado de conservación, características antropomé- foraciones en el borde su-
perior de la cara posterior.
tricas, materiales constitutivos, técnicas de manu-
Pendienteestiloteotihuaca-
factura y, en la medida de lo posible, historiografía no. Altiplano Central.
y significado. FOTO: SOFIA MARTINEZ DEL CAMPO LANZ

LOS ROSTROS DE PIEDRA ESTILOTEOTIHUACANO /23


Gracias al invaluable apoyo de las au-
toridades y del personal del museo y de
o 1 cm la zona arqueológica, los investigadores
= participantes en el proyecto: Matthew H.
Robb (Museo de Arte de Saint
Louis), Sue Scott (Universi-
dad de Alabama en Tuscaloo-
sa), Josefina Bautista y María
del Carmen H. Guzmán (DAF,
INAH), Ricardo Sánchez (SLAA,
4. Cuando el lNAH),Jane Walsh yTim Rose
deterioro de (Museo Nacional de Historia
las máscaras Natural, Smithsonian), y quien
es producto
esto suscribe, tuvimos acceso a
de factores na-
turales , es más su- las máscaras para analizarlas des-
til y afecta principal- de distintas perspectivas y obte-
mente los recubrimientos ner resultados que enriquecen el conocimien-
cromáticos , los estratos su- to que se tiene de ellas, sobre las que se han
periores de la roca y las in-
planteado diversas hipótesis durante décadas.
crustaciones ornamentales.
La erosión , en ocasiones,
desvanecelosrasgosfisonó- La evidencia material
micos. Máscara con un alto en los objetos
grado de abrasión . Sector
N1 E1 , Teotihuacan.
FOTO SOFIA MARTINEZ DEL CAMPO LANZ
Las piezas estudiadas en ambas colecciones inclu-
yen 44 máscaras ceremoniales, 7 pendientes peque-
ños,21 fragmentos de máscara ceremonial y 8 cabe-
zas esculpidas. Los estudios líticos
practicados por Ricardo Sánchez, Jane
Walsh y Tim Rose, determinaron
que los cuatro tipos principales de
roca utilizados en su manufactura
son serpentinita, travertino, list-
wanita y caliza, además de otras es-
pecies presentes en número redu-
cido. De acuerdo con el análisis
de las características genera-
les de manufactura de los ob-
jetos, esos materiales fueron
trabajados mediante la técni-
ca de percusión, corte, talla-
do, perforación y pulido.
Por otra parte, el estudio
comparativo de la fisonomía y la mor-
fología de las máscaras ha dado como
resultado varios grupos en los que exis-
ten coincidencias. Aunque en los con-
juntos se aprecian similitudes fisonómicas
(Bautista y Guzmán, comunicación perso-
5. Máscara estilo teoti- nal, 2013), es evidente que se trata de ros-
huacano con huellas de tros individualizados entre los que es posible
modificación para ser reu- distinguir diferentes tipos físicos.
tilizada . Probablemente se En términos generales, el grupo de máscaras
continuó usando como
de mayores dimensiones elaboradas en listwanita
máscara ceremonial. Alti-
plano Central. es el que comparte un mayor número de aspectos
FOTO: SOFIA MARTINEZ DEL CAMPO lANZ en común: forma trapezoidal; barbilla plana para

24 I ARQUEO LOGIA MEXICANA


apoyarse; nariz y labios definidos; perforaciones en
la frente, la base de la barbilla, las sienes, el mentón
y los lóbulos de las orejas; y reverso plano en forma
de U con bordes. Lo anterior permite suponer que
estas semejanzas son producto de la manufactura en
talleres específicos, o que se utilizaron similares téc-
nicas de manufactura en distintos talleres, como par- .
te de una tradición (fig. 1).
A pesar de su alto grado de erosión, tres másca-
ras de listwanita presentan restos de estuco de colo-
res verde, ocre y/ o rojo, mientras que ocho
máscaras más, de otros tipos de roca, tie-
nen restos de estuco de color natural, lo
cual fortalece la idea de que la decora-
ción de los rostros de piedra era una
práctica común.
Las piezas se conservan en un es-
tado físico estable a pesar del daño
sufrido en algún momento de su tra-
yectoria, ya sea por acciones antro-
pogénicas o por la erosión producto
de las condiciones ambientales adver-
sas a que se vieron sometidas al paso
del tiempo.
En el caso de afectación por causas
antropogénicas, la destrucción intencio-
nal se advierte en las fracturas produci-
das por un fuerte impacto, por lo general
al centro del rostro, que presentan algunas máscaras
recuperadas en la zona arqueológica de Teotihuacan
(fig. 2). La destrucción de esas máscaras debió te-
ner lugar a finales del Clásico, durante el periodo de
desintegración política y social y el subsecuente co-
lapso de la ciudad.
En otras ocasiones, la fractura de la materia pri-
ma del objeto pudo ocurrir durante su proceso de
elaboración o modificación, cuando se le practica-
ron las adecuaciones necesarias para que cumpliera
con su función, como es el caso de un pendiente con
perforaciones en el borde de la frente (fig. 3).
Cuando el deterioro de las máscaras es producto
de factores naturales, es más sutil y afecta principal-
mente los recubrimientos cromáticos, los estratos o 1cm

superiores de la roca y las incrustaciones ornamen- ~

tales. El grado de erosión puede medirse de acuer-


do con el desgaste superficial que, por las condicio-
nes extremas, en ocasiones llega incluso a desvanecer
6. Es probable que las perfo-
los rasgos fisonómicos (fig. 4) .
raciones de amplio diámetro
La reutilización de las máscaras puede advertirse mo caso, es muy probable que el material extraído que se ven en algunos frag-
en aquellas piezas que conservan alteraciones pro- fuese reutilizado en la manufactura de orejeras u mentos de máscaras sean
ducidas durante el proceso de modificación, pero otros objetos de menor formato, dado que, cabe re- las huellas de la extracción
que probablemente se siguieron utilizando como cordar, los objetos rituales eran muy apreciados y se del material con el que se ma-
nufacturaron orejeras y otros
máscaras ceremoniales (fig. 5). Puede apreciarse asi- heredaban de una generación a otra, y en ocasiones
objetos pequeños. Máscara
mismo en las perforaciones de amplio diámetro que se aprovechaban para la manufactura de otros ele- reutilizada . Teotihuacan .
presentan algunos fragmentos (fig. 6). En este últi- mentos rituales y ornamentales. FOro" SOFIA MARTINEZ DEL CAMPO LANZ

LOS ROSTROS DE PIEDRA ESTILOTEOTIHUACANO /25


I ncrustaciones ornamentales
y elementos simbólicos a
o 1cm
En algunos rostros aún se conservan in-
crustaciones elaboradas con materiales
==
como concha y caracol, obsidiana, piri-
ta o hematita especular (fig. 7a). En el
caso de la máscara de Malinaltepec,
Guerrero, se conserva además el mo-
saico de amazonita, turquesa, concha
y hematita especular que cubre par-
cialmente el rostro (Sánchez y Ro-
bles, 201 O; Velázquez el al.) 2010) (fig.
7b).Todos estos elementos eran con-
siderados por los pueblos mesoame-
ricanos como materiales preciosos,
dado que los relacionaban de forma sim-
bólica con los estratos sobrenaturales y
los seres que en ellos habitaban.
Los colores verde y azul eran elementos aná-
10gos del cielo y del mar primordial, fuentes pri-
migenias de vida en las que habitaban los dioses
creadores en su dualidad celeste y acuática. Las pie-
dras verdes y azules poseían además connotaciones
de permanencia, humedad y fertilidad, renovación y
renacimiento, aliento y esencia vital y, junto con los
caracoles marinos y las conchas, los minerales de cua-
lidades metálicas y los cristales ígneos reflejantes,
simbolizaban los umbrales de comunicación
b
esencial entre los tres niveles del cosmos.
Por su simbolismo y durabilidad, las
1 cm
conchas y caracoles marinos fueron
~
materiales muy apreciados para elabo-
rar objetos suntuarios (Velázquez Cas-
tro, el aL, 2009), y eran una referencia al
universo acuático subterráneo, tanto 7. En algunas másca-
en la concepción de origen y naci- ras aún se conservan
incrustaciones ela-
miento, como en la de muerte y re-
boradas con concha ,
nacimiento. Así, con esos materiales obsidiana, pirita o
se hicieron los elementos comple- hematita especular,
mentarios de máscaras y esculturas mosaico de amazo-
ceremoniales. nita y turquesa . Estos
materiales era? con-
La obsidiana, la hematita especu-
siderados preciosos
lar y la pirita eran minerales con el mis- por los pueblos me-
mo nivel de importancia simbólica, y soamericanos porque
se utilizaban para elaborar los acceso- estaban relacionados de
rios de las máscaras, como el iris de los ojos. forma simbólica con los es-
tratos sobrenaturales y los
Esos materiales estaban íntimamente relacio-
seres que en ellos habita-
nados con la idea mesoamericana de los espe- ban . a) Máscara con incrus-
jos como cuevas o pasajes hacia lo sobrenatu- taciones de concha y pirita.
ral, por su capacidad de reflejar un mundo que La Ventilla , Teotihuacan . b)
podía ser visto pero no integrado. En la tradi- Máscara estilo teotihuaca-
no con mosaico de amazo-
ción teotihuacana, los espejos circulares estaban
nita y turquesa . Malinalte-
ligados simbólicamente con los ojos, el rostro, los pec, Guerrero.
escudos y las flores (Miller y Taube, 2007, p. 115). FOTOS; SOFIA MARTINEZ DEL CAMPO lANZ

26 / ARQUEOLOGfA MEXICANA
8. Como en las máscaras, Las gomas y resinas eran consideradas la esen-
los rostros representados en cia sagrada de las deidades y se utilizaban en la ma-
piezas de cerámica policro-
nufactura de objetos ceremoniales. En la más-
ma -como los llamados
braseros-teatro- tienen cara de Malinaltepec, la resina utilizada para
un rostro decorado adherir las teselas del mosaico ha sido iden-
con orejeras , nari- tificada como Bursera bipinnala (Robles el
gueras y elementos al., 2010), Yen la superficie de nueve más-
diversos en el toca-
caras analizadas en el reciente estudio se
do y la vestimenta ,
laque indica su iden- conserva un material pendiente de identi-
tidad y función ceremonial. ficar, pero que posee la apariencia y consis-
Brasero. Teotihuacan. MNA . tencia propias del copal.
FOTO: MAP I RAICES
El pigmento rojo que se conser-
va en algunos rostros puede ser
tanto cinabrio como hema-
tita, minerales encontra-
dos con regularidad en
Mesoamérica en contex-
tos rituales, por haber sido
utilizados como elementos análo-
gos de la sangre, y por estar asocia-
dos con la renovación del ciclo
solar que inicia en el amanecer
y concluye en el ocaso, cuando
el sol llega a alcanzar un
rojo intenso.
Aunado al simbo-
lismo de los materia-
les con los que se ela-
boraban las máscaras
rituales, en diversas
expresiones plásti-
cas teotihuacanas
encontramos indi-
cadores de que esos
objetos eran consi-
derados un agente de
transformación capaz
de otorgar la esencia
y los poderes de la di-
vinidad a quienes las
portaban (Mark-
man el a/., 1989, p.
XV). De esta for-
ma, por medio del
ros tro represen tado
los pobladores mesoamerica-
nos generaban las condiciones
necesarias para abrir umbrales hacia
los reinos sobrenaturales y establecer
así comunicación con las deidades (Mi-
ller el al., 2007: 32).
A diferencia de las esculturas teotihuaca-
nas de bulto, que por su peso estaban des-
tinadas a permanecer en lugares fijos, las
máscaras tenían la ventaja de poder ser tras-

LOS ROSTROS DE PIEDRA ESTILOTEOTIHUACANO I 27


ladadas de un lugar a otro y de ser ataviadas con los Las máscaras de piedra estilo teotihuacano conservan
distintos ornamentos que correspondían a las dei-
indicios que permiten conocer la manera en que fueron
dades del panteón teotihuacano en los respectivos
eventos ceremoniales. elaboradas, así como suponer su función como objetos
Así pues, las perforaciones en las máscaras te- rituales creados para mantener presentes a las deidades
nían como propósito sujetarlas a esculturas o mo-
numentos, como puede verse en la imagen del Ce- tutelares en los diferentes espacios ceremoniales, en
rro de la Máscara de Turquesa, en el Códice Ntlttaff una sociedad en que su presencia era indispensable para
(Iám. 48, lado 1), en la que el rostro de la deidad
otorga identidad al elemento.
mantener el equilibrio de la existencia.
Para complementar el atuendo ceremonial, las es-
culturas debieron adornarse con elementos como
tocados de plumas y vestimenta característicos. Asi- van tres máscaras en el borde superior y que es pro-
mismo, a las máscaras se les colocaban ornamentos pia de la deidad del maíz (figs. 1, 2, 5), así como al
como orejeras y narigueras, los cuales podían ser rostro avejentado de Huehuetéotl que define a una
intercambiados gracias a las perforaciones en los ló- de las cabezas esculpidas.
bulos de las orejas, los orificios nasales y, en conta- Desafortunadamente, no es posible determinar
dos casos, el septum. en todos los casos la procedencia y la función es-
Los rostros en piezas de cerámica policroma he- pecífica de cada una de las máscaras, pues gran nú-
chos con la técnica de moldeado y pastillaje, así como mero de ellas se ha recuperado en contextos arqueo-
los de las deidades en representaciones pictóricas, lógicos no controlados, ya sea porque fueron reutili-
aparecen de esta misma forma con orejeras, narigue- zadas por culturas posteriores o porque fueron
ras y elementos diversos en el tocado y la vestimen- saqueadas. Sin embargo, conservan indicios que nos
ta, atributos simbólicos que indican su identidad y permiten conocer la manera en que fueron elabora-
función ceremonial (fig. 8). Es posible asimismo das, así como suponer su función como objetos ri-
apreciar otras similitudes con las máscaras de piedra, tuales creados para mantener presentes a las deida-
como la geometría del rostro, la decoración facial des tutelares en los diferentes espacios ceremoniales,
con colores y materiales diversos, la forma de los en una sociedad en que su presencia era indispensa-
ojos y la defmición de la esclerótica y el iris. ble para mantener el equilibrio de la existencia. {(i~
En el caso de la máscara de Malinaltepec, el mo-
saico que cubre parcialmente el rostro de caracterís- Sofía l\Iartínez del Campo Lanz. Restauradora por la ENCRYM,
ticas teotihuacanas corresponde al Pos clásico. No especialista en restauración e investigación de máscaras)' ajuares
obstante, se conserva la tradición del Clásico en las funerarios prehispánicos. Durante los últimos ocho años ha sido
coordinadora del "Proyecto máscaras funerarias" del INMI. Se
formas y los colores, como la nariguera en forma de dedica a la investigación y consultoría en temas de conservación.
mariposa, uno de los atributos de las deidades feme-
ninas (Martínez del Campo, 2010). Existen otros PARA LEE R MÁs ...
ejemplos de máscaras que pueden compararse con FLORESC.\'\O, Enrique, uMilQS mesoamericanos. Hacia un enfoq ue
deidades femeninas, como la llamada diosa del jade histórico", V"ellfI, núm. 207, México, 1994, pp. 25-35, http:/ / www.
lctraslibres.com Ibusqueda/ resultados/ en rique%20florescano
representada en los murales de Tetitla, en Teotihua- l\L\ItK\l.\ '. Peter, y Robena Markman, .\lask of Ibe Spiril. 1I11o..~e ond
can, )' la diosa de la cueva, o diosa de la tierra, repre- J\lelapbor in J\lesOtllllenca, Universiry of Caijfornia Press, Berkeley,
1989.
sentada en un mural que actualmente se encuentra J\t\RTíNEZ DEL C\ \lPO LANZ, Sofía, "La máscara con mosaico de 1\fa-
en el extranjero (Florescano, 1994). linalrepec", en S. J\lartínez del Campo 1..anz (coord.), La lIIáscara de
,\If1lillallepec, '" 111, ~[éxico, 2010, pp. 22-62.
En el presente estudio se ha corroborado ade- MIUJ;R, Mar)',)' Karl Taube, Tbe Cods alld Sy",bols of Allá",1 M,xieo fllld
más un rasgo característico en el mundo meso ame- Ibe i\1q)'fl, Thames and Hudson, Londres, 2007.
~ITHJI, William L., )' ~lichael B. Shiffer, Areba,olog)', Hatcourt Brace
ricano: todas las máscaras tienen la boca abierta, jovanovich, Nueva York, 1982.
pues por ella se expresan las ideas a través de la pa- ROBI.F,S C.\\lACHo, jacinro, Ricardo Sánchez rfernández, Alba Azuce-
na Barrios Ruiz r Maria Remeélios Cisneros J\{agaiia, "El adhesivo
labra. De igual manera, la boca abierta puede ser utilizado para pegar las teselas de la máscara de l\ lalinaltepec, Gue-
una referencia a elementos conceptuales como la rrero", en Marónez del Campo Lanz (coord.), op. cil., pp. 189-197.
S.\1'\cll r.z IIER NANDFI.., Ricardo, y jacinto Robles Ca macho, ".Minera-
cueva sagrada, recreada en la escultura desde los IOf.,ría, petrografía y características lapidarias de la máscara de Mali-
olmecas como umbral de comunicación entre los naltepec",en Marónezdel CampoLanz (coord.),op. cil., pp. 125-151.
SCHII'H'~R, ~lichael B., "ArchaeolobTical Contextand Systemic Context",
tres niveles del cosmos (Markman yMarkman, 1989, A""áeaIlAllliqlli()', \'01. 37, núm. 2, 1972, pp. 156-165.
p.11). \'U.IZQlI.Z C.\STRO, Adri.'Ín, Tipología de los objelos de eOlleba del Te"'plo
jlq)'orde TenorblillulI, Proyecto Templo I\fayor, l, .México,l¡"¡ \H, t 999.
Se han identificado en las piezas analizadas otros VEL\I.QLLZ C.\STRO, Adrián, el (1/., "Análisis tecnológico de la máscara
dos elementos que indican la identidad de la imagen yel collar de I\[alinaltepec, Guerrero", en ¡\,farónez del Campo Lanz
(cDard.),op. ril., pp. 169-187.
representada, me refiero a la depresión que conser-

281 ARQUEOLOGrA MEXICANA


DOSIER

En este número de Arqueolo-


soo a.c. d.C
gía Mexicana se han reunido
Preclásico
los trabajos más recientes lle-
Entre las prácticas culturales en El Opeño, destaca la construcción
vados a cabo en la región, de tumbas de tiro y el uso de arco y bóveda en las tumbas de esca-
ZONA lera talladas en el tepe tate, a las que se bajaba por un pozo vertical.
contribuciones que intentan LACUSTRE Esta manera de sepultar a los muertos se convirtió en una práctica
DE ampliamente rlifunrlida en el Occidente y Norte de México. El Ope-
responder una pregunta cen- MICHOACÁN
ño, Cerro Curutarán y La Planta forman parte de un conjunto de
si tios en proceso de esturlio.
tral: ¿qué papel desempeña el Jugador de pelota. El Opeño, Michoacán. MNA.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------+_ . _-- --
Occidente mexicano en la ar- CIÉNEGA
DEZACAPU
queología mesoamericana?

Trifido. Capacha.
Colima. MNA.

L
a imagen popular del arqueólo- CUITZEO
go. como un explorador de ciu-
dades perdidas ha quedado en-
terrada en el pasado. En la
actualidad, la arqueología es una disciplina
CUENCA DE
co.n un do.ble papel: académicamente se
empeña en la generación de nuevo.s co.no-
cimiento.s y la fo.rmación de nuevos inves-
TEPALCATEPEC

~ La relación El Opeño-Capacha-Tlatilco-olmecaresulta fundamen-


,
tigado.res, pero sus accio.nes también tie-
tal. El complejo El Opeño-Capacha es pieza clave para entender
nen implicacio.nes po.líticas, so.ciales e otros desarrollos mesoamericanos, como el poblamiento en la
incluso. ambientales. Panameño. y Nalda COLIMA Cuenca de México y los orígenes de la complejidad social mesoa-
(1977) describiero.n la arqueo.logía co.mo. mericana, hasta hoy adjurlicados a la cultura olmeca.
una disciplina científica inmersa en una
estructura po.lítica que ejerce cierto do.mi- Figura femenina. Capacha, Colima. MNA.

rlÍo. al configurar algunas de sus priorida- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------+._-_ . _ -


des. Bajo. este co.ntexto., el arqueólo.go. Pirámide circular.
Teuchitlán, Jalisco.
busca un equilibrio, procurando. reso.lver
problemas teórico.s y técnicos, reconstru- CUENCA
yendo. las historias regionales, y a la vez DE
vo.lverse facto.r activo en el desarro.llo. So.- MÉXICO

cial. En este número de Arqueología Mexi-


En el Preclásico destaca .... ~ ::. Piramide circular. El
cana se han reunido. lo.s trabajos más re- _____ ____ ____ _________ ___ Ja relación entre Chupí-. _________ _ __ ~~~~~i!~!I~I1!~~!iP_~~: ___________ + ____
___
cientes llevado.s a cabo. en la región; cuaro-Cuicuilco-Teu-
co.ntribuciones que intentan respo.nder chiclán, que se ve en la
una pregunta central: ¿qué papel desem- presencia de rasgos
VOLCÁN compartidos entre la ce-
peña el Occidente mexicano. en la arqueo.-
DE rámica Chupícuaro y las
lo.gía meso.americana?
TEQUILA figurillas H4 y Choker.
La arquitectura circular
l'O( ( ) DI III~ I ORI \ también es un elemento
presente en esos sitios,
---------------------- ----sólo que con elementos·-----------------------
Las investigacio.nes arqueo.lógicas en el es-
constructivos rlistintos.
tado. de Micho.acán co.menzaro.n hace
po.co. más de un siglo.. En 1887, cuando CUENCA
Francisco. Plancarte y Navarrete, un sacer- DELERMA-
do.te preocupado po.r co.no.cer el pasado. y GUANA-

co.nservar lo.s sitio.s arqueo.lógico.s en el va- JUATO

lle de ]aco.na-Zamo.ra, recuperó po.r pri-


mera vez co.n un gran razo.namiento prác-

30 I ARQUEo.Lo.GrA MEXICANA
DOSIER

Clásico Epic1ásico Posc1ásico


Tingambato se distingue por el empleo del sistema Las ciudades de Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan fueron
constructivo de talud-tablero, típicamente teotihuaca- sedes de poder político del estado purépecha. Los sistemas
no. El altar central de los conjuntos arquitectónicos, constructivos son similares y destaca e! uso
los recintos porticados y la cancha para juego de pe- de grandes bloques pétreos, los edificios
: lota con cabezales muy pequeños remiten a contactos de planta mixta (rectagular y circular),

Figurilla masculina sedente. Tingambato,


Michoa~n. Museo Regional.de
JI. ~
V
l :
¡ o influencias jon diferentes regiones.

¡ A
·
.'7 1123
conocidos como yácatas, y las grandes
plazas o espacios abiertos.

Mlchoacan, Morella, Mlchoacan. , ~ A


. . _------------------------------------------- ------ ---------------"..------------------- --------------..:.......::..:
Conjunto arquitectónico. Vasija con asa y vertedera. Tzintzuntzan, Michoa~n.
Tingambatq, Michoa~n . Museo Regional de Michoa~n, Morelia, Michoa~n.

Tres Cerritos es uno de los lugares con mayor evidencia de re!a- Huandacareo no muestra la típica arquitectura purépecha,
ción con Teotihuacan. El grupo principal de estructuras arquitec- por e! contrario, destaca el patio hundido muy común en
tónicas está formado por un patio o plaza central con edificacio- e! Bajío y otras partes de Mesoamérica durante el Clásico.
nes laterales en los cuatro rumbos cardinales. E ntre sus estructuras Ese tipo de patios tenían al norte y al este dos edificios: uno
destaca un basamento circular junto al lago de Cuitzeo. de planta cuadrangular y otro de planta mixta.
A A

Las estrucluras de Tres Cerritos


nm_ nmmmlienen elementos arquitectónicos que-." -?~
las relacionan con Teotihuacan, como M. u • ..

escaleras delimitadas por alfardas.

"El plano de Zaragoza"


es un petrograbado en
donde se represenla una
ciudad prehispánica.
Zaragoza, Michoa~n .

San Felipe los Alzati .


..
,
En Zaragoza, sitio que abarca 70 ha
de terrazas, de cultivo y habitaciona-
les, se advierte una forma de planea-
,
San Felipe los Alzati fue un asentamiento de filiación lIla-
ción urbana. En un plano tallado en
una enorme roca se ve el ttazO arqui- Ilalzillca y aparentemente era centro rector de la región
tectónico de una ciudad prehispánica. montañosa siruada al sur de! cerro Zirahuaro.

MESOAMÉRICA y LA TRADICiÓN CULTURAL DEL OCCIDENTE MEXICANO I 31


DOSIER

tico datos y objetos arqueológicos, lo hizo arqueología mundial: e! Estado como for- vestigaciones arqueológicas desde el dato
de manera tan ordenada y sistemática que ma de organización social. etnohistórico. Los resultados obtenidos
puede hablarse del inicio de la arqueolo- Para fortuna de quienes trabajan la an- forman una contribución notable al cum-
gía en Michoacán. Particularmente signi- tropología y arqueología de Michoacán, se plir con las necesidades de información
ficativo es el hecho de haber controlado cuenta con la Relación de Michoacán, un im- de arqueólogos y especialistas, aunque
lo que ahora los arqueólogos identifica- portante documento de! siglo XVI escrito esto consolidó la hegemonía de! dato his-
mos como contexto, lo que nos permite ubi- por fray Jeronimo de Alcalá hacia 1530. tórico durante casi 30 años.
car y analizar la totalidad de los elementos Este notable documento narra e! origen, Un hecho destacable fue la creación de
depositados o abandonados en un lugar las festividades, los dioses, la forma de go- la Delegación Regional del INAH que in-
como parte de un mismo evento y por lo bierno y algunas prácticas culturales de la cluía los estados de México y Michoacán,
tanto esenciales para explicar los sucesos sociedad purépecha. Partiendo de esa in- siendo su primer director el arqueólogo
del pasado. formación, tres estudios han sido decisi- Román Piña Chan. Se iniciaron explora-
Otro investigador pilar de la disciplina vos para proponer explicaciones sobre la ciones en varios sitios del estado, entre
en Michoacán fue Nicolás León; de cono- época prehispánica: e! trabajo de Gorens- ellos las excavaciones en Tingambato. De
cimientos enciclopédicos, recuperó infor- tein y Pollard (1983) sobre la cuenca de esa época son también los rescates en Te-
mación histórica, lingüística, arqueológi- Pátzcuaro, los libros Tzintzuntzan de Mar- remendo, Loma de Santa María, La Teda
ca y botánica. En su legado sobresale la cia Castro (1986) y Tariacuri's Legaryde He- y Camelinas. En los mismos años, Ange-
creación del Museo Michoacano y la pu- llen Pollard (1993), esta última obra cen- lina Macías trabajó en la cuenca de Cuit-
blicación de la revis ta Anales del Museo Mi- tral de! enfoque etnohistórico. La riqueza zeo los sitios de Tres Cerritos, Huanda-
choacano, en 1888. En sus publicaciones se- de la Relación de Michoacán y las pu blicacio- careo y Copándaro, logrando hallazgos
ñalaba la necesidad de definir los rasgos nes que de ella derivaron, fueron un fac- tan interesantes como una tumba de cá-
materiales de la cultura tarasca, ahora au- tor importante para orientar algunas in- mara con evidencias teotihuacanas, posi-
todenominada purépecha por los propios
herederos de esta notable cultura ances-
tral. Se preocupó además por temas como
En Michoacán y el Occidente surgieron los rasgos de la llamada
la aritmética, la medicina y la antropolo-
gía física; por problemas de investigación "tradición cultural de Occidente", como: cerámica al negativo,
como la metalurgia prehispánica, e! calen-
cerámica incisa pre-cocción, tumbas de tiro, juego de pelota con
dario de los tarascos y e! significado de do-
cumentos históricos como la Relación de bastón, conocimiento del arco y la bóveda en la construcción de
Michoacán y e! Lienzo de jucutacato.
las tumbas, trazos arquitectónicos singulares como las estructuras
A principios de! siglo pasado, las inves-
tigaciones avanzaron vigorosamente con circulares, edificaciones de planta mixta llamadas yácatas.
las exploraciones de Eduardo Noguera,
Alfonso Caso y Jorge Acosta, en sitios
como El Opeño, Zacapu, Tzintzuntzan e
Ihuatzio promovieron la investigación y ZONAS Y SITIOS ARQUEO LÓGICOS D E M ICHOACÁN
la restauración de los sitios de mayor mo-
numentalidad arquitectónica. Los temas
sustanciales fueron los sistemas construc- •
Zaragoza
GUANAJUATO

tivos, las costumbres funerarias y la gene-


Curutarán Huandacareo _ - Tres Cerritos
ración de secuencias cronológicas de ma- •
teriales para diferenciar épocas, regiones
y culturas.
-
ElOpeño
Tzintzuntzan
En 1943, cuando e! antropólogo Paul JALISCO
Tingambato _

: ---- llmatzio
Kirchoff propuso e! concepto de Mesoa-
mérica, los arqueólogos reconocieron su
gran potencial y consolidaron un enfoque
Pátzcuaro
-
San Felipe
los Alzati
regional y evolucionista. Mesoamérica
constituyó desde ese momento e! objeto
central de estudio que la disciplina espe-
MICHOACÁN
raba; lo mismo para discutir e! tema de las
fronteras culturales, especialmente la fa-
mosa fluctuación de la frontera norte, que
arq!!~oJogía
para intentar dilucidar el gran tema de la

32 I ARQUEOLOGfA MEXICANA
DOSIER

blemente de 400 a 600 d.C., y reutilizada por estudios ambientales en la cuenca de nan una cara distinta a la Mesoamérica
siglos más tarde durante la ocupación pu- Zacapu, hasta la explicación general del homogénea que planteó Kirchoff, pues
répecha. fenómeno poblacional en el Posclásico. demuestran la existencia de grupos hu-
La etapa de investigaciones a partir de El segundo proyecto se desarrolló en la manos integrados a la dinámica cultural
los ochenta del siglo pasado incluyó di- cuenca de Pátzcuaro, área nuclear del Es- mesoamericana. Ahora resulta insosteni-
versos proyectos del INAH dedicados a tado purépecha. Las excavaciones de H. ble la visión del Occidente como una se-
identificar y catalogar los sitios arqueoló- Pollard en Uricho demostraron la existen- rie de comunidades marginales o perifé-
gicos, entre ellos el proyecto Pátzcuaro- cia de una etapa de ocupación correspon- ricas respecto de grandes desarrollos
Cuitzeo y otros de salvamento arqueoló- diente a la fase Loma Alta, y se lograron como Tlatilco, Cuicuilco, Teotihuacan,
gico en carreteras y presas, así como el recuperar datos sobre el sistemaconstruc- Tula o Tenochtitlan.
Atlas Arqueológico. En la misma década tivo, las costumbres funerarias y el surgi-
dos proyectos lograron interesantes apor- miento del Estado antiguo. JO( ,\ '>, (l . 1 ~ R.\
taciones cronológicas, el Proyecto Mi- El análisis de las investigaciones du- Rt'DI', D 1'" rr R
choacán del CEMCA yel Proyecto Uricho. rante poco más de un siglo apunta en una
El primero es un caso ejemplar que com- sola dirección: la revaloración de las tra- Las cuencas lacustres del Occidente de
bina actividades de identificación de si- diciones arqueológicas que podemos con- México (Michoacán, Jalisco y Guanajua-
tios con excavaciones sistemáticas. Sus siderar distintivas del Occidente mesoa- to) fueron pobladas desde épocas muy re-
objetivos fueron diversos, desde crear se- mericano. Las exploraciones y los datos motas; las evidencias más antiguas son
cuencias cronológicas de materiales cul- absolutos han cerrado el camino a las es- restos de maíz domesticado de hace 4 000
turales e identificar los desarrollos cultu- peculaciones sobre las influencias de las años, identificados mediante estudios po-
rales (sitios y etapas de poblamiento), grandes urbes mesoamericanas; los desa- línicos en el lago de Pátzcuaro y en la re-
como Loma Alta y Guadalupe, pasando rrollos culturales regionales proporcio- gión del Bajío. Este poblamiento fue po-

Las investigaciones realizadas durante poco más de un siglo apuntan en una dirección: los desarrollos culturales regionales demuestran la existencia de grupos
humanos integrados a la dinámica cultural mesoamericana. Ahora resulta insostenible la visión de que el área cultural de Occidente sea una serie de comunida-
des marginales o periféricas de los sitios con gran desarrollo cultural, como Tlatilco, Cuicuilco, Teotihuacan, Tula o Tenochtitlan. Zaragoza, La Piedad, Michoacán.

MESOAMERICA y LA TRADICiÓN CULTURAL DEL OCCIDENTE MEXICANO I 33


DOSIER

En el Preclásico, la relación El Opeño/Capacha-Tlatilco-olmeca resulta fundamental pues se trata de


los inicios de la complejidad social. Figurilla antropomorfa. La Venta, Tabasco. MNA. Figurilla fe-
menina . Tlatilco, estado de México. MNA. Figurilla femenina. El Opeño, Michoacán.
FOTOS MARCO ANTONtO PACHECO I RAtCES. DIBUJO ARTURO OlIVEROS

sible gracias a condiciones climáticas Arturo Oliveros en El Opeño pusieron al


favorables, la abundancia y diversidad de descubierto el sitio de mayor antigüedad
bienes de subsistencia y de recursos que del estado de Michoacán y uno de los más
podemos considerar estratégicos para las importantes de la Mesoamérica del Pre-
sociedades antiguas, particularmente ob- clásico. El complejo El Opeño-Capacha
sidiana, barro y caolín para la manufactu- es pieza clave para entender otros desa-
ra de cerámica y cobre. rrollos mesoamericanos, como el pobla-
Centrando nuestra atención en la his- miento en la Cuenca de México, y revisar
toria de contactos e interacciones cultu- el tema delos orígenes adjudicado al mun-
rales entre la Cuenca de México y el Oc- do olmeca. Con la información reciente
cidente, habría cinco temas principales. ahora podemos examinar los procesos
En el Preclásico Medio (1800-1200 a. C.) cultuales y proponer que el complejo ar-
la relación El Opeño/Capacha-Tlatilco- queológico formado por El Opeño-Ca-
olmeca resulta fundamental, pues se tra- pacha participó y se relacionó con los an-
ta de los inicios de la complejidad social. tiguos habitan tes de la Cuenca de México.
Las excavaciones de Eduardo Noguera y Nuestro mejor argumento son las simili-

34/ ARQUEOLOGIA MEXICANA


DOSIER

tudes con los restos arqueológicos encon- vaciones de George Vaillant en la Cuen- ción Teuchi tlán de Jali sco y los trazos cir-
trados en Tlatilco (sitio del Preclásico ca de México)' se sustenta en la presen- culares de la H uasteca.
cuyo origen e influencia se ha ligado bá- • cia de rasgos compartidos como la Para el Clásico (200 a 400 d.C.), la te-
sicamente a la tradición olmeca, hoy ur- cerámica Chupícuaro )' las figurillas H4 y mática dominante son las redes de con-
banizado y sepultado por la ciudad de Mé- Choker. La arquitectura circular también tactos entre las sociedades qu e habitaron
xico), como las figurillas al pastillaje, las aparece en ambas sociedades, pero se tra- la regió n lacustre michoacana yTeo tihua-
formas cerámicas y las técnicas decorati- ta de elementos constructivos distintos. can. Los trabajos d e Sergio Gó mez en
vas en la cerámica. Por ahora se suman a este tema la tradi- Teotihuacan y de Agapi Filini en Cuitzeo
Para el Preclásico Tardío (400 a.C.-200 han demostrado un intercambio constan-
d.C.) debe mencionarse la relación bidi- te: la frec uente presencia de cerámica
reccional entre Chupícuaro-Cui- Anaranj ado D elgado, navajillas
cuilco-Teuchitlán. Tal inte- p rism áticas d e o bsidi an a
racción ha sido señalada verde y la cerámicapseZl-
a partir de las exca- docloisonné en sitios

El diseño en cruz en las vas ij as se encuentra en sitios de Michoacán , Gua-


najuato, Zacatecas y Arizo na. Ese diseño está relacionado con los cuatro pun-
tos cardinales y el centro del universo de la cosmogonía mesoamericana. Va-
sija con diseño en cruz. Tinga mbato , Michoacán . Museo Regional de Michoacán ,
Morelia, Michoacán.
FOTOS OUVER SANTANA I RAleES

MESOAMÉRICA y LA TRADICiÓ N CULTU RAL DEL OCCIDENTE MEX ICANO I 35


DOSIER

Las vasijas con decoración llamada


pseudocloisonné han sido localiza-
das en Michoacán. Este tipo de
cerámica también era produ-
cida en otros lugares de
Mesoamérica , como
Tikal, Guatemala, Teoti-
huacan, estado de Mé-
xico, Buena Vista de
Cuéllar, Guerrero, y
Tierra Blanca, Guana-
juato . Vasija. Apatzin-
gán, Michoacán. Museo
Regional de Michoacán,
Morelia, Michoacán.
FOTOS OlIVER SANTANA I RAlcES

la "tradición cultural de Occi -


dente": cerámica al negativo, cerá-
mica incisa pre-cocción, tumbas de tiro,
juego de pelota con bastón, conocimien-
to del arco y la bóveda en la construcción
de Cuitzeo son prueba inobjetable de esas de las tumbas, trazos arquitectónicos sin-
redes políticas. Hacia el Epiclásico (600 a gulares como las estructuras circulares,
900/1000 d.C.), las interacciones se diver- La preocupación por entender el origen edificaciones de planta mixta llamadas yá-
sifican, mientras que algunos sitios al del Estado, la economía de mercado y las catas, edificaciones de doble templo, el
oriente del Bajío y la cuenca de Cuitzeo clases sociales privilegió los proyectos y patrón arquitectónico de templo-patio
manifiestan claramente sus nexos con la las investigaciones en las ciudades-Esta- hundido y banqueta habi tacional, así
gran ciudad, otros espacios del Bajío cen- do mesoamericanas. Desde luego Mi- como claros antecedentes de la arquitec-
tral y la cuenca de Pátzcuaro se mantie- choacán y el Occidente mexicano eran tura tipo palacio. ti~
nen ajenas a ese intercambio cultural. muy poco considerados en este debate,
El Posclásico (1200-1530 d.C) ha sido sólo figuraban como área periférica o li- E&aín Cárdenas. Arqueólogo, doctor en arquitecn,-
ra )' profesor investigador del Centro de Estudios
poco estudiado arqueológicamente, y hay mítrofe de la Mesoamérica nuclear. Al
Arqueológicos de El Colegio de Michoadn.
regiones en la cuencas del Balsas y del Te- cambiar los objetivos y diversificarse los
palcatepec prácticamente desconocidas. intereses de investigación, incorporando PARA LEER MÁS •••
Se mantiene el interés por conocer el ori- temas medulares como los procesos de AI.CAI.A, fray Jerónimo de, Re/acioll de Alicho{/cón, Moi -
gen del pueblo purépecha, el tipo de or- domesticación de plantas, la historia ge- sés Franco Mendoza (coord.), El \.olegio de Mi -
choacán, Gobierno del Estado de l\1ichoacán,
ganización política de su sociedad, el de- nética del maíz y cultivos esenciale"s como México, 2000.
sarrollo tecnológico y el intercambio a el amaranto o los tubérculos, la historia e \ROFN .\ S GARCi \, Efraín (ed.), Tradiciolles (lrqf(eo/~e,i­
C(/J, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Es-
larga distancia. Los grandes enigmas se- ambiental, las migraciones históricas, las tado de Michoacán, México, 2004.
guirán siendo las posibles conexiones en- rutas de intercambio de bienes estratégi- ESPEJE!. C¡\RHAJAJ., Claudia, LlIjllJlicifl)' eII"e. e.o. . J)os
e/OI'U para leerla RJ-:J.,.AC/(}J' ! de/!. lic!JofICÓI1, El Colegio
tre el mundo purépecha con Centro y Sud- cos o de prestigio como la turquesa, co- de Michoacán, México, 2008, 2 vols.
américa, así como las características de bre, concha, pirita yobsidiana, entre otros, FIIINI , Agapi, El sislell,a-IIIIIIldo leolibllaCflI10_'1If1 CUUICII
de C"i1zeo, AlichoorólI, El Colegio de Michoacán,
una organización política estatal con mar- la arqueología regional adquiere una di - México, 2010.
cadas diferencias frente a otros casos me- mensión distinta y un papel notable. Aquí OU\'FROS, Arturo, 1¡acedores de lu",bIlS, El Colegio de
Michoacáo, Zamora, Mich., 2004.
soamencanos. surgen los rasgos de lo que Braniff llamó

36/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


En El Opeño se localizó una
peculiar versión de cemente-
rio, cuyos diseños originales
EIOpeño
constituyen una arquitectura
funeraria tan distintiva como
antigua, pues ha sido posible
]acona,NUchoacán
fecharla hacia 1500 a 1200 J. ARTURO OLI VEROS MORALES

a.e. Asimismo, las ofrendas


que acompañaban los entie- Estas figuras -por desgracia
muy fragmentadas- se distin-
rros han aportado significa- guen por sus rasgos delicados,
en particular los ojos rasgados y
tiva información para la ar- su decoración corporal. Se mo-
delaron en un barro claro muy
queología local y regional, fino. Se localizaron en una sola
de las tumbas de El Opeño.
tanto por su presencia y tem- FOTOS OllVER SANTANA I RAlcES

poralidad como por las ca-


racterísticas culturales, de-
corativas y técnicas.

on el nombre de E l Opeño se

C designó hace 40 años a un si tio


arqueológico ubicado al sur
del municipio de ]acona, Mi-
choacán. Su importancia cultural y princi-
pal atractivo provienen de la existencia de
tumbas ahuecadas en el subsuelo de toba
volcánica (achieri, tepetate), notable por su
remota antigüedad y por sus contenidos.

\RQL' EOLOGÍA FLNU~ARL\

El Occidente de México es de las regiones


culturales menos conocidas y sobre la que
predominan opiniones encontradas. Es
por supuesto un área no muy explorada, si
bien cuenta con diversos estudios, ya que
ofrece ab undante información cultural,
cuantiosos ejemplos de un pasado y un pre-
sente activos y sugerentes, la mayoría rela-
cionados con otras partes del país e inclu-
sive con territorios sudamericanos. Lo
mismo ha sucedido con el o los lenguajes
que se han utilizado aquí, aWlque también
con sus repercusiones. De esta manera, en
Occidente abundan ejemplos culturales de
presencias ajenas. No por nada es un área

EL OPEÑO.JACONA. MICHOACÁN I 37
DOSIER

natural cuya diversidad -los valles, las mon-


tañosas tierras altas, las zonas lacustres, la
tierra caliente o la costa- ha contribuido a
las contradicciones que la caracterizan.
Referirse únicamente a Wla de las partes
de este escenario nativo, histórico y cultural
perrni te describir una sola de las cos tumbres
que distinguió a un determinado periodo.
En este caso se trata de una peculiar ver-
sión de cementerio, cuyos diseños origina-
les constituyen una arquitectura funeraria
tan distintiva como antigua, pues hasido po-
sible fecharla hacia 1500 a 1200 a. C. Aunque
se dice fácil, implica mucha investigación
para entender la ideología en torno a lo que
podemos llamar: el espacio de la muerte.
La forma de esas obras en apariencia
sencillas ha permitido reconocer un área
bien definida como unidad de protección
y control de sus difuntos. En primer lugar
todas se orientaron hacia el mismo rum-
bo: el poniente, donde el Sol se oculta:
"muere". Del mismo modo, se colocaron
Acceso a la Tumba 7 , una de las más grandes de El Opeño. Es notable el perfecto corte vertical del
una aliado de la otra, aunque con propor-
pasillo y las proporciones de los 10 peldaños que descienden hasta el nivel del vestíbulo, justo donde
ciones diferentes. Los accesos son verda- está apoyado el tripié del teodolito .
deros pasillos integrados con escalones, ta-
llados en el mismo tipo de subsuelo. Por
esta escalinata se llega hasta un vestíbulo
limitado por un frente en el cual se cavó
una puerta. Ésta era tapiada con grandes
lajas de piedra después de cada inhuma-
ción, ya que abundan huellas de que fue-
ron reutilizadas. El interior estaba limita-
do en sus costados por dos banquetas
donde eran depositados los cadáveres.
Estas criptas tienen forma de bóveda,
apoyada en algunos arcos incipientes, aun
cuando otros arrancan desde las mismas
banquetas; todo ello tiene un aspecto tan
bien definido que es imposible negar que
el concepto arquitectónico buscaba inte-
grar un solo espacio, el de la tumba. En al-
guna de ellas se cavó un pequeño nicho
para colocar una ofrenda especial. Has ta el
momento se ha explorado una docena de
tum bas en tres temporadas, si bien por me-
dio de un geo-radar se han localizado otras,
que es obligado mantener selladas hasta te-
ner diferentes propósitos de búsqueda,
avanzadas técnicas de excavación, más la
localización de cementerios similares en
rumbos próximos, para así poder compa-
La entrada a las tumbas de El Opeño se tapiaba después de cada inhumación con grandes lajas de
rar las informaciones. Esta forma arquitec- piedra. Son abundantes las huellas de que estas criptas fueron reutilizadas. Aquí se ve la remoción de
tónica se encuentra en otros sitios menos lajas del cerramiento de la Tumba 7. Nótense las dimensiones del pasillo en relación con las personas
antiguos, como Tingambato, aunque con sentadas en la escalinata de acceso.

38 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

namentales; al volver a meter las piezas al


fuego la cera se derrite, dejando al descu-
bierto el motivo deseado. Dicha técnica,
con ser tan antigua, es otro de esos deta-
lles comparables a los de poblaciones tan
distantes como Ecuador o Perú, que de
nueva cuenta obliga a repensar diferentes
tipos de relaciones culturales.
Abundante y muy peculiar es también
la presencia de figurillas, modeladas en di-
ferentes tipos de barro, con distintas apli-
caciones ornamentales y algunas decora-
das con diseños diversos pintados a mano,
tanto en la cara como en el resto del cuer-
po. Es posible que en la vida diaria se uti-
lizara ese tipo de maquillaje, tal vez con una
connotación familiar o tribal, como lo su-
gieren las representaciones femeninas. Las
figuras de hombre no son escasas, inclusi-
Las bóvedas de las tumbas de El Opeño se apoyan en arcos, que en algunos casos fueron desplanta-
ve se rescató un ejemplo ya popular por la
dos desde las banquetas donde se ubicaban los cadáveres. Con todos estos elementos tan bien defi- difusión que se le ha dado. Se trata de un
nidos, es imposible negar que ya existia un claro concepto de arquitectura funeraria. lote específico de cinco varones de pie,

muy diferente técnica constructiva. D e


igual manera, es necesario evitar el vanda-
lismo, ya que se ha presentado por momen-
tos la malsana intención de explotarlas.

LAS ()l<RF~DAS

Este tema ha aportado significativa infor-


mación para la arqueología local y regional,
tanto por su presencia y temporalidad como
por las características culturales, decorati-
vas y técnicas. En la alfarería quedaron re-
gistradas formas, detalles y colores preferi-
dos por la gente de aquel entonces, con la
posibilidad de que una parte fuera única-
mente para el uso funerario. Se han encon-
trado ollas globulares con cuellos diver-
gentes, cuencos hemisféricos o trípodes, al-
gunos además decorados con colores rojo,
guinda o negro, delimitados por líneas in-
cisas, aplicadas o con punzados, que son en
verdad muy atractivos. En algunos casos ha
sido posible hacer comparaciones con pie-
zas de otros lugares, tanto del Occidente y
el Altiplano mexicano como de regiones le-
janas del occidente sudamericano.
Sobresaliente es la decoración en el uso
de la pintura "al negativo", con tonos rojo
y negro sobre el color natural del barro ya Parte de la alfareria funeraria de El Opeño estaba conformada por ollas globulares de cuellos divergen-
cocido, u otro color de base. Se utilizó cera tes , además de cuencos hemisféricos o trípodes. Esta alfarería fue decorada con colores rojos, guinda
u otra goma que destacara los diseños or- o negro, delimitados por líneas incisas o punzados, todo lo cual hace que en verdad sea muy atractiva.

EL OPEÑO. jACONA. MICHOACÁN I 39


DOSIER

El Occidente de México es de las regiones culturales menos conocidas


y sobre la que predominan opiniones encontradas. Es un área no muy
explorada, si bien cuenta con diversos estudios, ya que ofrece abundan-
te información cultural, cuantiosos ejemplos de un pasado y un presen-
te activos y sugerentes, la mayoría relacionados con otras partes del país
e inclusive con territorios sudamericanos.

quienes representan una escena del "jue- piente que debió utilizarse para quemar
go de pelota", acompañados por tres da- alguna resina aromática. Uevan al mismo
mas sentadas. Es la más evidente modali- tiempo otro cuenco entre las manos, el cual
dad de un juego practicado por los enfatiza su papel de ofrendantes. Sin em-
habitantes del lugar y tal vez desde aquel bargo, es más atractiva la idea de juzgar es-
entonces. En el juego se utilizaba un bas- tas esculturas como la representación de
tón para golpear la pelota, lo cual no es evi- mercaderes. Este grupo, con algunas varian-
dente únicamente por estas figurillas, sino tes, se rescató en todas las tumbas. Por
En la decoración de la cerámica funeraria de El
Opeño se usó la pintura "al negativo", con tonos
porque de algún modo se ha mantenido desgracia, la búsqueda de las figuras y los
rojo y negro sobre el color natural del barro ya co- hasta nuestros días entre grupos de habla recintos funerarios que las albergaban ha
cido, u otro color de base. Para lograrlo se utilizó y origen seguramente purépecha, como provocado un constante saqueo, así como
cera u otra goma con la que se destacaban los di- ellos se autodesignan; al juego le llaman tta- la destrucción de los contextos culturales
seños; al dar una segunda cocción a las piezas, la
mhktta chanakua. Tales figuras fueron loca- en que se encontraban. De hecho, no exis-
cera se derritia y dejaba al descubierto los motivos.
FOTO; ARTURO OLNEROS
lizadas en el pasillo de la Tumba 3 (Olive- te un museo o colección pública o privada
ros, 2009), formando un montoncillo que que no contenga alguna pieza del vasto
daba la impresión de que se hubieran co- Occidente.
locado en una pequeña bolsa de tela.
Otra muy atractiva variante por sus ras-
gos y su tratamiento decorativo o repre-
sentativo son formas femeninas y mascu- Otras interesantes piezas de las tumbas
linas, por desgracia muy fragmentadas, son los objetos labrados en diferente tipo
notoriamente diferentes del resto de las de piedra; unos son de uso práctico y
demás pequeñas esculturas. Éstas fueron otros seguramente ornamentales. Entre
modeladas en un barro claro muy fino, con los primeros, varían de acuerdo a su uso
rasgos por igual delicados y notorios, en doméstico o ceremonial; me refiero a los
particular sus ojos rasgados; además, se lo- cuencos trípodes o tetrápodos, con sus res-
calizaron en una sola de las tumbas. pectivas manos para macerar semillas,
Otro grupo está integrado por peque- plantas o pigmentos. También se localizó
ños incensarios en forma de señores acu- un metate pequeño, una especie de paleta
clillados, cuyo cuerpo es el pequeño reci- para mezclar sustancias o polvos, así como
otras piedras menores que pudieron fun-
cionar como machacadores; incluso puli-
dores para dar el acabado a muros y pisos.
Sobresale también una serie de piedras ta-
lladas en forma de U -los llamados "yu-
guitos"-, que se han localizado igualmen-

Las figurillas de El Opeño , modeladas en diferentes tipos de ba-


rro, con aplicaciones ornamentales o decoradas con diseños
pintados a mano, tanto en la cara como en el resto del cuerpo,
son cuantiosas. Probablemente en la vida diaria, los antiguos
pobladores de El Opeño usaban maquillajes semejantes a la de-
coración de las figurillas, qui~ás con connotación familiar o tribal,
como lo sugieren algunas representaciones femeninas.
FOTOS ARTURO OLIVEROS

40 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
Las figurillas que representan varones no son escasas en
El Opeño. Asi , se rescató un conjunto que representa una
escena del "juego de pelota" compuesto por cinco figuras mas-
culinas de pie y tres de tres damas, sentadas, que los acompa-
ñan. Estas figurillas de jugadores estaban en el pasillo de la Tum-
ba. 3, formando un montoncillo que daba la impresión de haber
estado en una pequeña bolsa pequeña de tela . MNA.
FOTO: OUVER SANTANA I RAreES

EL OPEÑO,JACONA, MICHOACÁN 141


DOSIER

te en diferentes sitios del Altiplano Central ha concluido que son una variedad de tur- LOS SI'Rl ~ IIL \1,\ OS
(como Tlatilco o Tlapacoya), en Vera cruz quesa. Respecto de los demás minerales,
yen el sureste mexicano. Algunos autores predomina la jadeíta, mineral que fue es- Resulta inevitable preguntarse: ¿quiénes y
los han asociado con otro tipo de juego de tudiado con diferentes técnicas hasta con- cómo eran esas gentes?, ¿de dónde surgie-
pelota, para el cual se habrían usado ama- firmar que se trata de tal material en un ron aquellos antiguos habitantes, hacedo-
rrados al puño; sin embargo, el tema aún 59.9 por ciento, y adquirido en Guatema- res de tumbas de El Opeño? Ahora se sabe
no está resuelto. la (Robles-Oliveros, 2007). Entre los de- que los cuerpos inhumados se colocaron
Entre los tipos de tallas en piedra se en- más minerales también se encuentran cuar- encima de cada banqueta, con las cabezas
cuen tr~ el ornamental, por ej emplo los pec- cita, hematina, caolinita y pirita. orientadas hacia el centro de la cámara y
torales, dijes, cuentas para collar, etc. Por Un elemento cultural igual de impor- reposando sobre sus espaldas. También se
supuesto, la variedad en los minerales tam- tante y hasta cierto punto abundante son registraron osarios al fondo de las banque-
bién es diversa e interesante. Selocalizaron las puntas de proyectil y navajillas talladas tas o en el centro de las cámaras. La mayo-
siete pectorales, cinco de ellos en una sola en materiales diversos. El material más uti- ría de los restos óseos es de adultos, con
de las tumbas, y uno más en cada uno de lizado fue la obsidiana, en colores negro, predominio de los de sexo masculino so-
los otros recintos. Todos fueron tallados y gris rojo o verde. Esta práctica fue posible bre el femenino. Los restos de adultos ma-
pulidos con formas que imitan carapachos gracias a los numerosos yacimientos que yores, jóvenes y niños son mínimos. Resul-
de tortuga; se hicieron sobre un tipo de ba- existen en la mayor parte de esta región mi- ta evidente la presencia de traumatismos
salto de grano fino, cada uno decorado con choacana, aunque no sería remoto que se severos en los huesos, así como huellas de
figuras geométricas. hubiera importado de regiones lejanas. enfermedades degenerativas como artritis
En cuanto a los dijes y cuentas de co- Por último, otros elementos diagnósti- y osteoporosis. Los estudios señalan tam-
llar, en cada tumba se reunió un buen nú- cos para las ofrendas son las conchas y los bién que estos grupos acostumbraban de-
mero de piezas con diversos diseños. La caracoles marinos, con los cuales se talla- formarse el cráneo y aserrarse los dientes.
mayoría se compone de cuentas esféricas, ron cuentas de collar; los caracoles enteros La reutilización de estos espacios duran-
sin embargo, las hay oblongas, cilíndricas, se utilizaron como trompetas (otra de las te diferentes eventos fúnebres planteó nue-
discoidales e inclusive poliédricas. En me- tantas costumbres de la época prehispáni- vas preguntas. ¿Se trata de criptas dedicadas
nor número hay cuentas con perfiles de ca que siguen vigentes). De entre las varie- a inhumar gente del mismo tronco familiar?,
fruta y algunas zoomorfas, ranas por ejem- dades identificadas, sobresale el Stromblfs ¿del mismo grupo social? ¿conservaban al-
plo. Asimismo, se rescató un dije de 6.9 cm galeatus, si bien destaca el popular bivalvo gún orden jerárquico? Inclusive, en dos de
de largo, en forma de punzón o lanzadar- de color rojo, el Sponcfylus prítlceps: "el oro las últimas tumbas descubiertas se ubicó una
dos ceremonial, con una perforación en la rojo", tan utilizado en las ofrendas funera- serie de punzones tallados en huesos largos
punta y otras tres a lo largo. Otras cuentas rias locales como en el Perú. No es casual, humanos. Los mismos fueron acomodados
reproducen la silueta de colmillos felinos, por tanto, que muchas de esas varian tes ha- en forma de abanico, con sus puntas unidas
y además se rescataron orejeras en forma yan procedido de su hábitat, el Pacífico al centro. Tal vez, en algún momento las
de carretes discoidales, trabajadas en pie- próximo al Occidente, y la península de tumbas funcionaron como talleres para ma-
dras verde-grisáceas, si bien de algunas se Baja California. nufacturar tales punzones; y habría que ave-
riguar para qué se utilizaban esos punzones
y si se practicaría el auto sacrificio. !~~

Arturo Oliveros. Arqueólogo, doctor en anrropología.


Investigador dellNAll, Delegación Michoacán. Funda-
dor del Cenrro ~"IAH Noroeste con sede en Hermosillo,
Sonora. Director de la zona arqueológíca de Monte
A1bán, Oaxaca. Miembro del Consejo de Arqueología
dellNAH ydel Consejo Académico del Colmich. Premio
Alfonso Caso por la tesis "El espaciu de la muerte".
Director del Proyecto Tzintzuntzan, Michoacán.

P \ R\ tll R \.1\"'.
OLlVI ~ I{() S MORALE~.JoséAnuro, El espacio de /0 n/uer/e.
Recreado a partir del Occidente prebispól1ico, Conaculta-
IN.IH/ Ie! Colegio de Michoacán, México, 2006.
_ _ , Hacedores de '"mbas en EIOpeio,}ocono, Michoocón, El
Colegio de Michoacán/H. Ayuntamiento deJacona,
Michoacán, México, 2009.
_ _ , y Magdalena de los Ríos, "La cronología de El
Opeño,l\fichoacán: Nuevos fechamientos por radio
carbono", Arqueología, segunda época, núms. 9-10,
En dos de las últimas tumbas descubiertas en El Opeño se encontraron varios punzones tallados en
enero-diciembre, IN,\H, México, 1993, pp. 45-48.
huesos largos humanos. Los punzones estaban acomodados en forma de abanico con sus puntas _ _ , yJacinto Robles Camacho, "Estudio mineralógico
unidas en el centro. El hallazgo de punzones tallados en huesos humanos, tan bien ubicados al inte- de lapidaria prehispánica de El O1'Ci10, IvLchoacán:
rior de las tumbas , deja abierto considerar que sus posibles usos, idealmente, fueron sagrados , de evidencias de organización social hacia el Formativo
Medio en el occidente de México", 2005.
apego familiar o prácticos, posibilidades difíciles de comprobar.

42 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
DOSIER

Tingambato
Un sitio del Occidente de México y una tumba real
LAURIE MELCHOR CRUZ HERNÁNDEZ, OLGA LIDIA LANDA ALARCÓN

El Patio Hundido I está en el centro de la Gran Plataforma y a nivel más bajo que el de los cuartos que lo rodean. En la fachada de dos de esos cuartos se
ve el talud-tablero, un elemento arquitectónico importante. En el centro del Patio Hundido están los altares 2 y 3. Tingambato, Michoacán.
FOTO . LAURIE MElCHOR CRUZ I ARCHIVO DEL PROYECTO ESPECIAl MICHOACÁN

Las últimas investigaciones indican que Tingambato fue un centro regional importante en
la zona centro del estado de Michoacán durante el Clásico mesoamericano, Nuevos hallaz-
gos refuerzan esta idea -entre ellos el de la Tumba II-, y establecerán nuevos parámetros
para entender los procesos culturales que se desarrollaron en la región.

or los caminos de Michoacán formas coloquiales con que lo designan los clima templado" (peña, 1991). Es claro en

P encontramos el municipio de
Santiago Tingambato, poblado
que se asienta al pie de monte
del cerro Comburinos, donde hay grandes
huertas de aguacate (P amencana); asimismo,
pobladores de la región. El nombre de Tin-
gambato probablemente deriva de tinganio,
que en lengua purépecha significa "lugar
donde termina el fuego"; quizás el locativo
se origina por las condiciones geográficas
todo caso que el nombre proviene de los
hablantes de lengua purépecha. La eviden-
cia arqueológica ha demostrado que el si tia
fue anterior al imperio tarasco, por lo tanto
se cree que durante el Clásico, Tingambato
en los alrededores del sitio arqueológico de del lugar, donde inicia la tierra fría y termi- era parte de una dinámica cultural que dio
Tingambato se encuentran árboles de na la tierra caliente (piña Chan, 1982); tam- por resultado la interacción y consolidación
aguacate. "Tinganio" o las "Ruinas" son las bién puede interpretarse como "cerro de de varias tradiciones arqueológicas.

TINGAMBATO I 43
DOSIER

a) Como parte del Proyecto Tinganio se realizaron excavaciones y se restauraron el Juego de Pelota
y la Estructura Oriental, entre otros elementos arquitectónicos. b) En la Tumba I se encontró un esque-
leto completo, sedente y apoyado en el costado oeste de la entrada. Además, se localizaron, disper-
sos en la cámara, 32 cráneos con sus ofrendas. e) Actualmente se conoce poco sobre la industria al-
farera de Tingambato; los elementos más conocidos proceden de la Tumba 1, probablemente porque
son piezas completas.

RETROSPECTIY\ ba 1, durante la segunda temporada de veles, desde la parte más alta, que corres-
exploraciones. En el interior de la tumba ponde al talud norte de la Gran Plata forma,
Uno de los primeros registros fue publica- fueron hallados restos óseos con sus res- hasta la Plaza Sur, que es el espacio más
do el 26 de mayo de 1842 en el periódico pectivas ofrendas. En 1980 los arqueólo- bajo. La distribución del asentamiento está
La VoZ de Michoacán, medio que reportó la gos Estela Peña y David Dávila excavaron en función de las características topográ-
existencia de vestigios arqueológicos en parte del conjunto habitacional, donde li- ficas del terreno; así, hay espacios con al-
Santiago Tingambato; la nota informaba beraron el Patio Hundido con los altares 2 turas diferentes pero también con cracte-
sobre la presencia de elementos arquitec- y 3, Y los cuartos localizados al este del pa- rísticas propias, que muestran diferencias
tónicos (un área habitacional y una tum- tio. Entre 1983 )' 1984 volvieron a realizar radicales entre sus elementos arquitectóni-
ba), además de objetos arqueológicos investigaciones en el sitio, para obtener una cos, de tal manera que algunos investiga-
como figurillas, vasijas de cerámica y obje- perspectiva integral de su funcionamiento dores han propuesto una división en dos
tos de litica. A finales del siglo XIX, el doc- (Ohi, 2005). En 2011, gracias al Proyecto áreas: ceremonial y administrativa; sin em-
tor Nicolás León excavó en la región de Especial Michoacán dieron inicio las exca- bargo, la presencia de dos tumbas permi-
Tingambato con el objetivo de realizar un vaciones en la zona arqueológica, en dos te apoyar la existencia de una tercer área,
estudio de antropología física (piña y Ohi, zonas: en la primera, al sur de la Plaza 1, se de carácter funerario. La Estructura Orien-
1982). identificó y logró definir una plaza hundi- tal, la Plaza 1, el Altar 1, el Juego de Pelo-
En 1978 dio comienzo el "Proyecto da, la Plaza Sur; en la segunda, al norte ta, la Estructura Occidental y la Plaza Sur
Tinganio", a cargo del doctor Román Piña y noroeste del Patio Hundido, se localizó integran el área ceremonial; mientras que
Chan, auxiliándolo como jefe de campo el la Estructura D, un segundo Patio Hundi- el espacio civil-administrativo está com-
arqueólogo Kuniaki Ohi. De los trabajos de do y la Tumba II (Landa et al., 2011; Lan- puesto por la Gran Plataforma, las cuarte-
campo se obtuvo un conocimiento gene- da etal, 2012). . rías, los dos patios hundidos, los altares 2
ral de la zona. Los recorridos en superficie y 3, Y la Estructura D; por último, la zona
revelaron cinco asentamientos prehispáni- I:LSIT10 funeraria está representada por las tumbas.
cos dispuestos alrededor del sitio: Tingam- La arquitectura del sitio deja al descu-
bato, Cerro de los Monos, Characatan, La Tingambato se encuentra sobre terrazas bierto evidencias de interacción local y re-
Escondida y La Yácata. Se obtuvo también naturales, aunque hay espacios nivelados gional debido a la presencia de tradiciones
información sobre cerámica, litica, patrón de manera artificial para la construcción culturales, mismas que sedefinen porcues-
arquitectónico y sistema constructivo del de elementos arquitectónicos. Las edifica- tiones arquitectónicas,porejemplo: los pa-
sitio. El mayor descubrimiento fue la Tum- ciones están distribuidas en diferentes ni- tios hundidos (de la tradición del Bajío),

44 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

las tumbas (tradición de El Opeño y de las El hallazgo de dos tumbas, la tradición funeraria, la diversidad
tumbas de Tiro), así como el estilo talud-
tablero y el juego de pelota, relacionados
arquitectónica, la colección de cuentas de concha y coral y los
con la tradición del Altiplano CentraL Por demás elementos arqueológicos, indican la importancia de Tin-
estos elementos se infiere que Tingamba-
to llegó a tener contacto con sociedades
gambato durante el Clásico mesoamericano.
de otras regiones, lo cual se refleja en su
complejidad arquitectónica. Los materia-
les cerámicos conocidos proceden de la rante la primera temporada del Proyecto tónica, pues se inició la construcción de la
Tumba 1 y de las excavaciones; los análisis Especial Michoacán se encontró una gran Gran Plataforma, cimentándose con las
macroscópicos determinaron que la alfa- cantidad de cuentas de ajuar. construcciones de las tumbas, seguida de
rería es local y no alcanza el mismo grado las nivelaciones del terreno e integraciones
de madure? que la arquitectura. La vajilla TI~G \1\1131\TO EN EL TIEMPO de los patios hundidos, los cuales fueron
de cerámica está representada por cuen- rodeados por cuartos con fachada al estilo
cos, copas, ollas, tecomates, vasijas antro- Piña Chan y Ohi establecieron la primera talud-tablero. La tercera etapa correspon-
pomorfas, figurillas de barro; además, hay cronología del sitio con base en etapas de por fin al recubrimiento del talud-table-
malacates, objetos de barro sólidos, ocari- constructivas. Los investigadores propu- ro. Los resultados del Proyecto Especial
nas y tapaderas de incensarios, entre otros sieron dos etapas: la primera puede situar- Michoacán coinciden en que en la segun-
objetos. Algunas vasijas fueron decoradas se de 450 a 600 d.C. y la segunda de 600 a da etapa constructiva se introduce el estilo
"sobre estuco seco, así como embutida o 900 d.C., cuando se da la introducción del talud-tablero, pero la existencia de más ele-
'Cloisonné', en colores rojo, blanco y azul" estilo teotihuacano (piña y Ohí, 1982: 93- mentos permite establecer un reajuste de
(piña y Ohi, 1982). En cuanto a la indus- 94); varios investigadores retomaron esta la temporalidad, que será relativa hasta que
tria lítica, se conoce poco debido a su es- propuesta (Michelet y Pereira, 2000; Cár- se realicen más investigaciones en el sitio.
casez; sin embargo, se han localizado ob- denas eta/., 1995). Las últimas investigacio-
jetos in siltl, como el anillo de piedra del nes sugieren que Tingambato tiene tres eta- LA TUl\IBA Il
juego de pelota, esculturas burdas, así pas constructivas, distribuidas entre el
como puntas bifaciales, navajillas y raspa- Clásico Temprano (200-600 d.C) y princi- En septiembre de 2012 se difundió la no-
dores de obsidiana, hachas de piedra, ob- pios del Clásico Tardío (600-900 d.C). La ticia del hallazgo de la Tumba II en el sitio
jetos de piedra con estuco y pintura, yes- propuesta cronológica se establece del 200 arqueológico de Tingambato. El descubri-
pejos de pirita; también hay morteros, al 700/750 d.C., lapso en el que se presen- miento ocurrió el 5 de octubre de 2011,
metates ápodos, fragmentos de navajillas tan las tres etapas constructivas. La prime- durante los trabajos de excavación del Pro-
y lascas de obsidiana negra, verde traslú- ra se caracteriza por las construcciones de yecto Especial Michoacán, en su primera
cida y gris. Asimismo, se han recuperado las estructuras Oriental y Occidental, con temporada. La tumba se localizó al noroes-
ejemplares de cuentas de concha, hueso, muros rectos e inclinados, así como las pri- te del Patio Hundido, por medio de un pozo
pirita, jadeíta, jade y turquesa, así como ca- meras nivelaciones del terreno. En la se- de sondeo, el cual tenía la finalidad de en-
racoles marinos dela especie Strombus. Du- gunda se presenta una revolución arquitec- contrar elementos arquitectónicos, princi-

La Tumba 11 tiene un mejor sistema constructivo que la Tumba 1, como lo in- En la Tumba II fueron localizados los restos óseos de un solo individuo, cuyo
dica la complejidad arquitectónica de la cimentación, los muros y el techo. cuerpo estaba extendido sobre una cama de lajas y orientado al este; ade-
Tingambato, Michoacán . más, se hallaron dientes coronarios en la esquina noroeste de la tumba.

TINGAMBATO I 45
DOSIER

palmente muros habitacionales. Durante mente por la falta de investigación. Gracias


el proceso de excavación no fueron detec- a los nuevos descubrimientos se ha esta-
tados los muros, aunque en el pozo se en- blecido un grado arqueológico diferente
cuentró abundante material cerámico y lí- al planteado en los años setenta y ochen-
tico. Al continuar excavando aparecieron ta. El hallazgo de dos tumbas, la tradición
las primeras señales de una tumba, como funeraria, la diversidad arquitectónica, la
el hundimiento del piso y el sonido de colección de cuentas de concha y coral y
oquedad, manifestaciones que fueron se- los demás elementos arqueológicos indi-
ñaladas por Piña Chan y Ohi durante el ha- can la importancia del sitio durante el Clá-
llazgo de la Tumba 1, razón por la cual se sico mesoamericano. También se argu-
especuló la presencia de otra semejante. El menta que Tingambato podría haber sido
indicador que confirmó la existencia de un centro de importancia regional. Ade-
una tumba fueron las lajas en piso, tal como más, su localización sugiere un punto es-
se halló en la Tumba 1 en 1979. tratégico para una ruta de comunicación
Arquitectónicamente, el sistema cons- entre los pobladores de la costa del Pací-
tructivo de la Tumba II se estructura en fico y los de la zona lacustre. Evidente-
tres partes: techo, arranque del techo y mu- En la Tumba rr se encontró una gran cantidad de mente, las expresiones culturales encon-
ros. El techo está compuesto por lajas de cuentas, la mayoría hechas de concha y coral , tradas en el sitio permiten plantear nuevas
por lo que es posible que el sitio tuviera contac-
dos tamaños, uno menor y otro mayor, que preguntas en la investigación, cuyo obje-
tos con asentamientos de la costa. De ser cierto
se van intercalando una encima de otra en to principal de estudio son los grupos hu-
esto, en algún momento Tingambato fue el inter-
sentido contrario a las manecillas del reloj, mediario entre los grupos humanos de la costa manos que se asentaron en la región cen-
en un acomodamiento en espiral. El arran- con los de la meseta o cuenca de Pátzcuaro. tro del estado de Michoacán. ~
que del techo se compone de lajas y pie-
dras irregulares, y ambos tipos son de ta- o Lauri e l\felchor Cruz Hernández . Licenciado en

mañ os va riad o s; además, piedras de bula y cavidad torácica, más un objeto de arqueología por la Universidad Veracruzana. Espe-
ciali sta en figurillas del Preclásico del centro de
basalto que miden entre 1.20 m y 1.60 m barro y las piedras lajas donde estaba ex-
Veracruz.
cumplen la función de contrafuertes que tendido. El ajuar estaba esparcido por todo o Oiga Lidia Landa Alar có n. Licenciada en antro-

cargan todo el peso del techo. Los muros el cuerpo, pero fue posible identificar tres pología con especialidad en arqueología por la Uni -
versidad Veracruza na. Pasa nte de maes tría en ar-
de piedra son de diferentes tipos y tama- grandes concentraciones, distribuidas al-
quitectura en el área de res tauraci ó n. Coordinad o ra
ños, y están cubiertos por un repellado de rededor del cráneo y caja torácica, en cú- de diversos proyectOs de investigación. Subdirec-
lodo, que cubría el interior de la cámara. bito y radio, y en las extremidades inferio- tora de proyectos en la Dirección de Salvamento
Arqueológico.
E n las paredes se encontraron lajas dis- res a la altura de los tobillos. La posición
puestas de manera vertical, semejantes a de las extremidades indicaba que fueron
P \R \ I.ELR \1AS . ..
los puntales. El ingreso a la tumba se da amarradas con ajorcas de concha.
C.\R D" '\~ GARCI \. Efraín, El Bajío en el Cltísico, E l
por el este, tomando en cuenta los 13 gra- Sin duda la Tumba JI aportó una gran Colegio de Michoacán, México, 1990.
do s de desviación al norte, y este acceso cantidad de elementos, la mayoría corres- :rvfI C III ': LI ~T, D o minique, y G regory Pe rc ira. "Teo rihua-
cá n r e l O cciden te de ~Iéx i co", e n TeotihuacÓ11,
está enmarcado por jambas de piedras que pondientes a cuentas que superan la can- Cilldadd, los Diom, 1" I H, México, 2009, pp. 79-83.
rematan lajas grandes. Las dimensiones de tidad de 19 000. Lo curioso del descubri- LA\;D.\ Al. \RCÓN, O iga Lldia, "Proyecro Espec ial Mi -
choacá n: mante nimie nto )' pues ta e n va lo r de las
la cámara funeraria son aproximadamente miento es la ausencia de vasijas de zo nas arqu eo lógicas de Tz int z un tza n, Thuaezio,
3.80 m de largo por un ancho en prome- cerámica; el único elemento de barro fue Tingambato, Huandacareo y Tres Cerrüos", l\.l é-
xico,20 11.
dio de 3.60 m, y una altura de 2.10 m. una especie de bloque semejante a un ma- L.I"D.I el al., " ] nforme T écnico 20 11 . Proyecto Espe-
En el interior de la cámara fue encon- cerador. Los elementos recuperados per- cial ¡\fic hoacán: mantenimie nto y p ues ea en va lo r
de las zo nas arqueo lógicas de Tzint zuntzan , lhua -
trado un entierro primario indirecto con tenecieron a un personaje de elite, por lo ezio, Tingambaro, Iluandacareo }' Tres Ce rri tos",
orien tación oes te-es te, con la cabeza al oes- cual puede decirse que se trata de una tum- Michoacán, 2011 .
L IND.I el al., "]n forme Técnico de la Temporada 20 12
te. El sexo del individuo no se ha identifi- ba real. El hallazgo de esta segunda tumba del Proyecto Espec ial l\[ichoacán: manee nimien to
cado debido a la mala preservación, pero permite suponer la existencia de una prác- y pues ta e n val o r de la s zo nas arqueol ógicas de
Tz intz untzan , Jhu atz io, Tinga mbato, Huandaca-
el reporte preliminar indica que posible- tica funeraria con reminiscencias de la tra- reo y Tres Cerri tOs", .Michoacán , 20 11 .
mente sea femenino. El cuerpo estaba ex- dición de las tumbas de El Opeño y de las OH I, Kun ia ki , Ti11gonio. Alemona de un sitio arq/lfológiro
d. la Sierra Pllrépecba, Kyoto, j apón, 2005.
tendido sobre una cama de lajas, y en la es- tumbas de tiro. P EÑA D ELGA D O, ~ r a. Es te la, Tingalllbtlto, AIichotlCfil1,
quina suroeste se hallaron dientes de un Conaculta / INA II , México, 1991.
PI Ñ.\ CH_\ 'J, Ro mán, y Kuniaki Oi , Exploraciol/es Of ·
infante. Sobre los restos óseos había cuen- (O,\;CLUSl(). l ·.S q1lfológicas en Tingolllboto, Alic!Jo(/CÓII, I:--JA II, ~ r éxi co,
tas de variadas formas y materias primas: 1982.
SII .LER,juan Antoni o, "Presencia de e lemen[Qs arqui -
co ncha, coral, piedra verde, turquesa, hue- A pesar de ser un sitio de importancia, Tin- tec tó nico s [co eihuaca no id es e n occide nec : Tin-
sos de animal y varios tipos de caracol; un gambato continúa fuera del escenario cul- ga mbaco, Mi choacán", Cuadernos de Arquitectura
lHesoanltnCOlfO, núm. 2, 1984, pp. 6 t -65.
pigmento amarillo era visible en la mandí- tural del Occidente de México, probable-

46 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
DOSIER

El Lienzo de jucutacato
La historia sagrada de
los nahuas de Jicalán,
Michoacán
HANS ROSKAMP

En el Lienzo de jucutacato se muestra la visión que la gente de Jicalán tenía respecto del origen
de sus antepasados, la fundación de su asentamiento y el inicio de los principales oficios de
sus pobladores. Se trata de una historia sagrada que constituye una compleja combinación
de datos históricos y míticos que no solamente servían para legitimar sus reclamos de minas
y recursos naturales, sino que también expresaban su identidad colectiva frente a los grupos
de vecinos tarascos.

\!I~J .R,\LhS E'\. DJ~Pl TT,\ chos para pescar, amuletos, cascabeles, En agosto de 1565, las autoridades del
brazaletes y pinzas, entre otros. Tras la pueblo nahua de Jicalán acudieron al te-
En la época prehispánica, la Tierra Calien- llegada de los españoles en 1522, los incli- niente del alcalde mayor de Pátzcuaro para
te era altamente apreciada p or sus abun- genas siguieron trabajando sus minas y quejarse de que los tarascos del asenta-
dantes recursos naturales: oro, plata, co- fundiciones, pagando una parte de su pro- miento vecino de Urecho habían invadi-
bre, sal, cacao y algodón, entre otros. E n ducción como tributo a los encomenderos do sus minas de cobre y de matiz, un mi-
el Posclásico Tarclio, los tarascos del cen- y corregidores. Al mismo tiempo, hubo es- neral con que pintaban sus jícaras. Los
tro de Michoacán tuvieron acceso a ellos pañoles que descubrieron y explotaron supuestos invasores replicaron que los
mediante el comercio y ocasionales incur- nuevos yacimientos minerales o bien lo- únicos dueños legítimos de los minerales
siones militares. No obstante, a partir de la graron apoderarse de antiguas minas aban- eran los antiguos reyes tarascos y sus des-
segunda mitad del siglo xv lograron tomar don adas. La posesión y explotación de cendientes coloniales, don Antonio y don
el control directo de la mayo r parte de la esos recursos pronto fueron motivo de Pablo Huitzimengari, quienes le otorga-
Tierra Caliente e impusieron un sistema de múltiples conflictos, no solamente entre
tributos que les aseguraba el fluj o constan- indígenas y españoles sino también entre
te de los mencionados recursos. Especial- los propios nativos. Las partes involucra- Páginas siguientes: En el Lienzo de Jucutacato
mente deseado era el cobre, que -en alea- das generalmente intentaban resolver los o Lienzo de Jicalán está pintada , en un lienzo de
ción con otros minerales- permitió desacuerdos ante las autoridades estable- algodón (2.63 x 2.03 m), la detallada historia de
cómo los antiguos habitantes de Jicalán descu-
elaborar una amplia diversidad de herra- cidas, presentando testimonios orales yes-
brieron las minas de cobre y matiz, historia liga-
mientas y de objetos suntuosos: hachas, critos para apoyar sus respectivos puntos da a la fundación del ese asentamiento.
palas (como la coa), puntas de lanza, gan- de vista. FOTO SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFIA Y ESTADIsTICA

EL LIENZO DE jUCUTACATO I 47
l\ " ' . ~a~
.'~·l\t\U
DOSIER

bulto sagrado (el tlaqllimilo/lt) que lo repre-


sentaba. Se le ofrendaba incienso, alimen-
tos y música de chirinúas, rnientras que el
líder de los migrantes -el t1a/ellchícatl o "se-
ñor de la costa"-levantaba un instrumen-
to circular (probablemente un tlachie/ollt)
para entablar comunicación con la deidad.

1..1\ MIGR \UÓ:-.J

Para poder abandonar su lugar de origen,


que se encontraba en medio del agua, los
seguidores de Tezcatlipoca utilizaron nue-
ve tortugas y un perro que los trasladaron
a la región costera de Veracruz, desde don-
de caminaron con rumbo al Centro y Oc-
cidente de México. En el largo trayecto hi-
cieron paradas en diversos lugares, donde
nuevamente invocaron a su dios pa trono
para recibir sus indicaciones y consejos. Se-
gún el lienzo, hubo importantes sucesos
durante su paso por Teyouahcan (Tehua-
cán), Tenuchtitlan (México-Tenochtitlan)
y Tzacapu (Zacapu). En el primero se ce-
lebró un ritual especial en que un hijo del
En Chalchiuihtlahpazco, los dioses mezclaron su sangre con cenizas para crear a los antepasados de
tlatellchica/I, referido como Nauatzin ("el
Jicalán. Tezcatlipoca, deidad asociada al trabajo metalúrgico, fue quien ordenó abandonar el lugar de
origen y que comenzara una peregrinación para encontrar un lugar nuevo para asentarse. Lienzo de noble nahua"), se subió a un palo alto que
Jucutacato. estaba colocado en el suelo, para luego di-
rigir la mirada hacia su lugar de creación
en el este. Si bien no pueden descartarse
ron un permiso a Urecho para explotar L\ CRI \( IÓ. ' DE interpretaciones alternativas, posiblemen-
esos recursos a cambio de tributos en es- LOS-\.. ITCP. \Sl\DOS te se trataba de un tipo de viaje chamáni-
pecie. Los representantes de Jicalán insis- co en que se establecía nuevamente una co-
tieron en que tenían derecho a los recur- La primera escena del lienzo nos remite a nexión con el nútico sitio de origen, tema
sos desde que sus antepasados los habían Chalchiuihtlahpazco, lugar donde se en- común en las tradiciones narrativas de Me-
descubierto hacía mucho tiempo. La de- contraba el sagrado recipiente de piedras soamérica. En el segundo caso, en su paso
tallada historia de este descubrimiento, di- preciosas, en el cual los dioses mezclaron por Tenochtitlan, la preciosa ave que re-
rectamente ligada a la fundación del pro- su sangre con cenizas para crear a los an- presentaba a Tezcatlipoca se paró encima
pio pueblo, se encuentra representada en tepasados dela gente de J icalán. Según sus de un nopal, al parecer evocando la cono-
un gran lienzo de algodón de 2.63 por 2.03 creencias, ese sitio se ubicaba más allá del cida historia de fundación y conformando
m, que acrualmente se conserva en la So- mar del oriente, hacia la salida del Sol, que el mismo glifo toponímico de la capital
ciedad Mexicana de Geografía y Estadis- simbolizaba el comienzo del tiempo y de mexica. Un tercer suceso ocurrió en Zaca-
tica (ciudad de México). Es muy probable la vida. Tezcatlipoca, una deidad claramen- pu, donde Nauatzin se convirtió en el di-
que tal documento se haya emp leado te asociada con el trabajo metalúrgico, rigente de los migrantes tras la muerte de
como prueba documental en el mencio- desempeñó un papel primordial en la crea- su padre, el tla/enchicat/. La Re/ació" de iVfi-
nado litigio entre Jicalán y Urecho. En la ción y se convirtió en el patrono de los re- choacán (1539-1541) asocia este mismo lu-
historiografía moderna recibió el nombre cién nacidos. Fue él quien ordeno que la gar con el origen de los antepasados de los
de Lienzo de J"Ctttacato, por haberse guarda- gente abandonara su lugar de origen y bajo reyes tarascos de Tzintzuntzan.
do en esta población desde principios del su guía divina comenzó una peregrinación
siglo XVII hasta finales del XIX. E l docu- en busca de tierras para establecer sus asen- L\H L DAU()N
mento incluye dibujos, topónimos y bre- tamientos. Se mani fes taba ante ellos en for- DE XIL' l IQL IL\ , '
ves textos adicionales en náhuatl y taras- ma de su lIahual, una gran ave con un dis-
co, colocados en 38 cuadros (tres de ellos co resplandeciente encima de la cabeza. Cuando los migran tes llegaron a su desti-
resaltan por su tamaño mayor) que se co- Para invocar a Tezcatlipoca se llevaba a no final en la región de Uruapan, funda-
nectan por una línea de color anaranjado. cabo un ritual especial ante el envoltorio o ron el asentamiento que según el lienzo se

50 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
DOSIER

llamaba Xiuhquilan ("lugar de! añil"), pero


SIMBOLOGIA
que posteriormente se conoció bajo el
nombre hispanizado de Jicalán ("lugar de
la jícara"). Instruidos por su dios patrono,
iniciaron la búsqueda de "tierras de cobre"
que servían para la manufactura de herra-
mientas agrícolas y la elaboración de un
colorante para pintar jícaras y bateas. El
cobre se fundía en grandes recipientes de
cerámica que se llenaban de carbón, em-
pleando unos cañutos o tubos hechos de
caña o cerámica para soplar aire al fuego
y lograr la combustión requerida. Este
proceso de producción también se en-
cuentra documentado en otras fuentes
históricas de! Centro)' Occidente de Mé-
xico, como la Re/ación de Jl.Iichoacón, e! Có-
dice FJorel1tz'no, e! Códice X%t/, e! Códice T/o-
tzifl y e! Códice Mendoza. La pintura de las
jícaras y bateas probablemente se realiza-
ba mediante una técnica que actualmente
se conoce como e! maq/le, y que desde ini-
Los pobladores de Xiuhquilan o Jicalá n iban al sur de la Tierra Caliente de Michoacán para conseguir
cios de la época colonial ha sido comen- la materia prima con que hacían objetos de metal y recipientes maqueados, con los que comerciaban
tada y muy apreciada por diversos cronis- y pagaban tributo. El recorrido abarcaba buena parte de la Tierra Caliente y el centro de Michoacán.
tas españoles. a) Rutas en el Lienzo de Jucutacato. b) Rutas trazadas en la geografía actual.

EL LIENZO DE jUCUTACATO I 51
DOSIER

EL D l ~ SCl13RI\IIL ' TO rumuco, para luego seguir al río Balsas en que entre los especialistas modernos en
DE Ub \rT ' ER..\LE:-' dirección oriental y terminar en Tecoma- metalurgia ygeología se conoce como "cin-
tlan (Cutzio, municipio de Huetamo). Un turón de! cobre". En diversas escenas de!
El lienzo describe cómo los xiuhquilteca segundo itinerario conducía a los mineros lienzo se representan personas excavando
~os pobladores de Xiuhquilan) se dirigie- a Condémbaro, cerca de! lugar donde e! río en las montañas y cargando los minerales
ron al sur de la Tierra Caliente de Mi- Grande se unía con e! Balsas (actualmen- sobre la espalda.
choacán en busca de la materia prima para te allí se encuentra la Presa de! Infiernillo).
sus dos oficios principales: la metalurgia y La tercera y última ruta los llevaba a Apa- 1 \ TRl13L" ¡ \Cl () T

la elaboración de recipientes maqueados. tzingán, y después a las orillas de los ríos \ L<)S T<\R..\Sn)S
Una primera expedición pasaba por luga- Grande y Tepalcatepec. De es ta manera los
res impowlntes como La Huacana y Chu- xiuhquilteca cubrían toda la amplia zona Según e! lienzo, algún tiempo después de
la fundación de Xiuhquilan y e! inicio de
las actividades mineras, los representan-
tes nahuas se trasladaron al centro de po-
der de los uacúsecha, que constituían e!
principal linaje de los tarascos. Camina-
ron por Jucutacato y Uruapan para llegar
a Tezcatlan (Erongarícuaro), donde con-
tinuaron su viaje en canoa y finalmente
arribaron a la otra orilla de! Lago de Pátz-
cuaro. Allí acudieron ante e! señor Tu-
curuan, gobernante de Ihuatzio (hacia fi-
nales de! siglo xv), a quien ofrecieron ser
sus vasallos y pagarle tributos en forma
de objetos de cobre, así como jícaras y ba-
teas pintadas. A cambio le pidieron per-
miso para seguir explotando las minas de
la Tierra Caliente que ellos habían descu-
bierto y trabajado desde que se estable-
cieron en la región. El lienzo especifica
que este pacto prehispánico fue renova-
do en la época colonial, cuando don An-
El destino final de los migrantes fue la región de Uruapan, donde fundaron el asentamiento de Xiuhquilan, tonio Huitzimengari era gobernador in-
"lugar del añil", nombre que cambió por el castellanizado Jicalán, "lugar de la jícara". Lienzo de Jucutacato. dio (entre 1545 y 1562) Y residía en
Pátzcuaro, la nueva capital de Michoacán
a partir de 1538 (a costa de Tzintzuntzan).

l ilSTORl \, ¡'IlT()
y LJ : (J1TJ:\I,\U('>,

El lienzo enfatiza que los xiuhquilteca se


distinguían claramente de los tarascos y se
identificaban como toltecas de habla ná-
huatl que vinieron de! este de Mesoaméri-
ca, guiados por su dios patrono Tezcatli-
poca. La fundación deXiuhquilan Oicalán),
el descubrimiento y la explotación de re-
cursos minerales en la Tierra Caliente, así
como los oficios de la fundición de! cobre
y la e!aboración de jícaras y bateas pinta-
das, eran considerados como designios sa-
grados que correspondían a tiempos pri-
En el cuadro central del lienzo se ve el viaje de los habitantes de Xiuhquilan o Jicalán a la ciudad de
Michoacán (Tzintzuntzan) y en especial al barrio de Ihuatzio, para pagar tributos al señor Tucuruan. El
mordiales. Los xiuhquilteca pensaban que
tributo consistia en jicaras y bateas pintadas, así como artefactos de cobre que se empleaban en la fueron los primeros en llegar a la región.
agricultura. Lienzo de Jucutacato. Su posterior incorporación al reino taras-

52 I ARQUEOLOGrA MEXICANA
DOSIER

La principal actividad de los habitantes de Jicalán fue la manufactura de objetos de metal y el decorado de vasijas con la técnica del maque. a) Fundidores
de cobre. Lienzo de Jucutacato. b) Fundidores de oro y plata. Relación de Michoacán. e) Tres personas pintan una batea y dos jícaras, usando, probable-
mente, la técnica del maque. Lienzo de Jucutacato.

co no era visto como una derrota, sino más mucho más antiguos e incluso tenian un principales oficios de sus pobladores. Se
bien como un pacto voluntario que impli- origen divino. Argumentos muy parecidos trata de una historia sagrada que constitu-
caba el pago de tributos a cambio del re- fueron empleados por el pueblo nahua de ye una compleja combinación de datos his-
conocimiento de sus antiguos derechos a Tetlama cuando en 1577 buscaba separar- tóricos y míticos que no solamente servían
los recursos naturales. Este discurso am- se de las obligaciones impuestas por las au- para legitimar sus reclamos de minas y re-
pliamente legitimaba y apoyaba el reclamo toridades tarascas de su cabecera, Tepalca- cursos naturales, sino que también expre-
de Jicalán contra la supuesta usurpación de tepec. Esta similitud muestra claramente saban su identidad colectiva frente a los
sus minas por los vecinos tarascos de Ure- la existencia de una amplia tradición histó- grupos de tarascos vecinos. En este senti-
cho en 1565. Aunque estos últimos igual- rica de origen nahua en el Michoacán pre- do, resulta muy interesante la comparación
mente alegaban que habían recibido la au- hispánico y temprano colonial. de su contenido con la RelaciólI deMichoacáll,
torización delos gobernantes tarascos para En el Lienzo de ]uclltacato se muestra la que contiene la historia oficial de los taras-
explotar los minerales, sus adversarios de visión que la gente de Jicalán tenia respec- cos y en especial de los uacúsecha.
Jicalán probablemente emplearon ellien- to del origen de sus antepasados, la funda- Por estar incompleto el legajo docu-
zo para demostrar que sus derechos eran ción de su asentamiento y el inicio de los mental, lamentablemente se desconoce

Las minas de donde se extraian los minerales, materia prima para la metalurgia y el maque, son citados recurrentemente en Lienzo de Jucutacato. a) Ex-
tracción de minerales en el cerro de Cundembaro. b) Representación del permiso para la explotación de minas que el gobernador Antonio Huitzimengari
otorgó a las autoridades de Xiuhquilan.

EL LIENZO DEjUCUTACATO I 53
DOSIER

•• / /r .~' 1

.)\\
CiíJn 'capilla colonial
• rc:Q
• L

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• /

pirámide prehiS~án'i<;.a ..... ~ .'

• • CO'CENTRAClO;'\JES
020 40 60801QCkm DE ESCORIA
~

el resultado de la probable presentación


del lienzo en el pleito de 1565 con U re-
cho. Diversos documentos adicionales
indican que ]icalán era un importante
centro de fundición que seguía defen-
diendo su s derechos a las minas en el
transcurso de los siglos XVI y XVII. No
obstante, por ra zo nes desconocidas el
lienzo desapareció del pueblo, y a princi-
pios del siglo XVII ya se encontraba en el
vecino pueblo tarasco de ]ucutacato,
donde permaneció hasta fine s del siglo
XIX. Tras su incorporación a las coleccio-
nes de la Sociedad Mexicana de Geogra-
fía y Estadística, en 1882, el documento
pictográfico ha sido objeto de múltiples
copias y esrudios realizados por especia-
listas nacionales y extranjeros. ¡~

llans Roskam p. D octo r por la Universidad de


Leiden y profesor-inves tigador de El Colegio de
j\Gchoacán.

P.ft.RA LEL R \1Á S ...

Ros,," \ \IP, llans, L..(/ hislon'ogrqfía ¡UdígC110 de ,HichoacfÍll: el


Lienzo de jlla/lflentoy los Tí/II/OS de enrupa", CIlWS Publi-
cations, \rol. 72, Centro de lovcs cigaciones CN\'fS,
Univers idad de Leiden, Países Bajos, 1998.
_ _ . "Histo ria, mito y legitimación: el Lienzo de Jica-
lán", en Eduardo Záratc, La Tierra Caliente de I\rli-
CI10(/((;11, El Colegio de ~Ifich oacán/Gob i e rn o del

Estado, Zamora, 2001, pp. ll9-l51.


_ _ , "Lienzo de jlfrtl/acato (copia moderna)",.La colección
de códices de la Biblioteer} l\Taciolla/ de Antropología e ¡-lis/o-
ria "DI: Emebio Dát'a/os Hurlado. Segunda parle. Arqmo-
logía ¡He.yicrma, Edición Especial 48, enero de 2013,
1'1'.54-57.
RO~K \ \ 111, rtao s. y I\ fari o Retiz, "Jicalán el Viejo, ~ 1i ­
a) Mapa del actual sitio arqueológico de Jicalán el Viejo, que corresponde al Xiuhquilan del Lienzo de choacán: una prospección arqueológica e histórica
Jucutacato. Las líneas en color rojo indican los restos arquitectónicos aún detectables. b) Restos de la (resu ltados de la primera fase)". en Arruro Oliveros,
yácata o base piramidal prehispánica de Jicalán el Viejo. e) Detalle del interior de la capilla o iglesia co- Raíces C/I/lllraks en la historia de ICI Tier,.a Caliente lIlirhoa-
lonial de Jicalán el Viejo ; se ven dos grandes piedras labradas que aún se encuentran en el lugar. {(l/ltI, El Colegio de l\1ichoacá n, Za mora, ~ hch oacán,
201l, pp. l6--206.
d) Una de las plataformas mejor conservadas. Parte baja del sitio arqueológico de Jicalán el Viejo.

54/ ARQUEOLOGiA MEXICANA


DOSIER

La migración de los
purépecha hacia el norte
y su regreso a los lagos
GRÉGORY PEREIRA , D OMINIQUE MICHELET y GÉRALD MIGEON

Según una tradición, aztecas y michoaques formaban inicialmente un mismo grupo, originario
de Aztlan (o Chicomóztoc), y habrían hablado un mismo idioma. Su separación habría ocurri-
do en Pátzcuaro, donde algunos (los futuros mexicas), habrían decidido continuar su ruta en
busca de la tierra prometida, mientras que los michoaques se quedaron bañándose en el lago.

-
cercanos a la conquista se presentaban a si
mismos como inmigrantes o nómadas re-
cién llegados a las comarcas donde esta-
ban establecidos. Encuentro de los chichi-
mecas uacúsecha con un pescador de la
.7... ~ isla de Xarácuaro, lago de Pátzcuaro. ReJa-
DOSIER

omo varios autores lo han se- de México, de una tradición mítico-histó- agua, ya que los primeros les habían roba-

C ñalado, muchos de los pue-


blos que dominaban talo cual
parte de Mesoamérica en los
años inmediatamente anteriores a la con-
quista, se presentaban a sí mismos como
rica que asociaba a nahuas y purépecha en
una misma migración. D e hecho, según
esa tradición, transmitida por fray Diego
Durán (1581), entre otros, aztecas y mi-
choaques formaban inicialmente un mis-
do su ropa para evitar que los siguiesen.
E l relato agrega -bajo, esta vez, la pluma
de Juan de Tovar (1587)- que los que se
quedaron en la cuenca, o michoaques, re-
solvieron cambiar su manera de vestirse y
inmigrantes o nómadas recién llegados a mo grupo, originario de Aztlan (o Chico- su lenguaje, de modo que se distinguieran
las comarcas donde se habían establecido móztoc), y habrían hablado un mismo de aquellos que los habían engañado. Por
ya partir de las cuales habían desarrollado idioma. Su separación habría ocurrido en supuesto, esta narración tiene muy poco
su poder. Tal es evidentemente e! caso de Pátzcuaro, donde algunos (los futuros fundamento, en particular en e! plano lin-
los mexica-tenochcas. Los tarascos, por su mexicas), siguiendo la orden de Huitzilo- güístico. Como bien es sabido, los idiomas
lado, no se diferenciaban mucho en ese pochtli, habrían decidido continuar su ruta nahua y purépecha pertenecen a familias
aspecto de sus vecinos y enemigos con los en busca de la tierra prometida, mientras de lenguas totalmente separadas, y, hoy
que, sin embargo, no querían ser confun- que otros se quedaron bañándose en e! día, la mayoría de especialistas ve al puré-
didos, a pesar de la existencia, en e! Centro lago y se encontraron desnudos al salir de! pecha como un idioma completamente

N
SIMBOLOGiA

4- ZACATECAS

. LaQuemada
D TIERRAS A LTAS Y LAGOS DE
MICHOACÁN: ÁREA DE DESARROLLO
TE MPRANO DE LA TRADIOÓN
DECORATIVA AL N EGATrVO

""
D ÁRE AS DE M AYO R D ESARRO LLO DE LA
TRA DICiÓN DECORATIVA A L N EGATI VO
EN EL NORTE (CLÁSICO/ ErICLÁSICO)
.................... (\
. GUAS CALIENTES
Cañón de Juchipila , Epiclásico. • El Piñón

. EICóporo

. ElTeúl
..
Las Ventanas
El Cuarenta .

..Valle de Lagos
GUANAJUATO

Cañada de la Virgen
JALISCO LaGloria *
••Morales
Plazuelas
L ACO DE CHAPAlA "'"

" " " • •1
• Pe ralta

L AGO OF Y LRIR I A
Cerro Barajas, Epiclásico.
San Antonio Carupo " Barajas Chupícuaro

Malpaís de Zacapu Loma Alta ••


Acámbaro
LAGO DE SAYl..!LA
-
El O peno " ..
L AGO DE
L AGO DE C U Il ZEO

ZACAru


Tingambato L AGO DE Z I RA fl ut~

~ MICHOACÁN
~
~ 100 km
~
i
~ L-
Cuenca de Pátzcuaro, Clásico Temprano.
____________________________________________________________________________________________________________ ~

2, Los procesos de inmigración suelen ser complejos e implican reacomodos sucesivos, procesos de aculturación y de reconstrucción de identidad, por eso
es muy delicado trazar con precisión la ruta de migración de los pueblos purépecha. Sin embargo, hay datos, como la iconografía plasmada en la cerámica,
que permiten bosquejar el área donde pudieron asentarse, desde el final del Preclásico, agricultores procedentes del norte de Michoacán. Zona de lagos de
Michoacán y noroeste de Mesoamérica en el Clásico y el Epiclásico donde hubo la cerámica decorada al negatívo.

56 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

aislado en Mesoamérica, suponiendo sólo muchos vocablos corrutos y serranos ... ". ¿EVIDENCIAS .A RQUEOLÓGICAS
algunos de ellos que quizás estuviese re- Así pues, el inicio del reino tarasco está DE UNA EXPANSIÓN r lACIA
lacionado, en un pasado lejano, con idio- marcado, de acuerdo con la fuente más EL NORTE?
mas de América del sur (de los Andes detallada que nos ha llegado, por el reen-
centrales y costa vecina) . Ahora bien, cuentro de purépecha recién llegados y La idea según la cual los pueblos de habla
constatar el aislamiento del purépecha en otros asentados en la región desde tiem- purépecha tal vez ocuparon áreas al nor-
el mapa lingüístico mesoamericano del pos atrás. Pero es posible pensar que los te de México no es nueva. Surgió desde
siglo A'Vl no implica que se deba conside- primeros se habían ido en fechas antiguas los trabajos pioneros de Leopoldo Batres
rar a los tarascos como un pueblo que y no hacían más que regresar en ese mo- en el sitio de La Quemada, Zacatecas, pu-
habría llegado al área tardíamente y desde mento. De allí la pregunta: ¿existen, o no, blicados en 1903. Basándose en similitu-
parajes muy alejados. datos materiales, arqueológicos en espe- des en la cerámica y la arquitectura enton-
La Relación de Michoacán (1541), por su cial, que validan esta reconstrucción de ces conocidas en Michoacán, ese autor
parte, cuenta que la formación del reino una marcha de tarasco s hacia el norte y de planteó que ese imponente asentamiento
prehispánico purépecha fue la hazaña de su posterior regreso? había sido obra de los tarascos. De hecho,
un grupo de inmigrantes, los uacúsechas hasta principios de los setenta del siglo pa-
("águilas"), calificados también en el mis- sado tal sitio se consideraba una fortaleza
mo texto de "chichimecas", es decir "nor- del Posclásico ocupada, según los autores,
teños", que habrían entrado a la zona por por tarascos o por toltecas.
el sector de Zacapu. Según la misma Desde entonces, el desarrollo de
fuente, ellos habrían sometido en las investigaciones arqueológicas
pocas generaciones todo lo que y de los fechamientos por car-
es en la actualidad el estado de bono 14 han generado una re-
Michoacán. La historia, oral y volución: por un lado, se sabe
oficial, registrada en la Rela- que la ocupación de La Que-
ción indica también que di- mada (500-900 d.C.) fue
versos grupos etno-lingüís- muy anterior al desarrollo
ticos ocupaban el territorio del reino tarasco del Pos-
que llegó a controlar el ca- clásico; por el otro, se de-
zonci, es decir el descendien- mostró que la cerámica po-
te del primer jefe de los ua- licroma, considerada
cúsechas. Pero, en dos anteriormente un elemento
momentos tempranos de su característico de la cultura ta-
epopeya aparecen señala- rasca del Posclásico, tiene un
mientos importantes sobre la origen mucho más temprano
población tarasca en su conjun- en las zonas lacustres del norte
to. En el lugar donde se asentaron de 11ichoacán, y aun algunos auto-
los recién llegados (Zacapu), la pobla- res catalogan dichas producciones
ción local con la que se encontraron y como manifestaciones tempranas de la
con la cual se aliaron, la de Na- cultura purépecha, la cual
ranjan en particular, parece acaso participara, a partir
ser de la misma estirpe; el re- del final del Preclásico, en
lato, un poco más adelante, la colonización de los már-
señala que hablaban "serra- genes septentrionales de
no". Posteriormente, se sella Mesoamérica junto con
una nueva alianza, de mayor tras- otros pueblos del Centro y del
cendencia todavía según la propia Occidente de México. Al aban-
narración: los uacúsechas se unen con donar las zonas norteñas a partir
otra po blación ya instalada en la región, del siglo X d.C., algunos de esos po-
en la isla de Xaráquaro (en el lago bladores del Norte habrían retornado
de Pátzcuaro) para ser precisos a uno de sus puntos de partida, las cuen-
(fig. 1). Cuando el padre de la fu- cas lacustres de Michoacán .
tura novia de Pauácume empieza El relato de la ya citada Relación deMi-
a hablar, el texto apunta: "Questa choacán parece sostener esta hipótesis.
3. Vasija con policromía al negativo del Posclási-
gente de esta laguna era de su mesma ca Medio. Malpaís Prieto, Zacapu , Michoacán.
Pero no dice nada respecto del origen
lengua destos chicrumecas: mas tenían DIBUJO NICOLAS LATSANOPOULOS preciso de los inmigrantes tardíos y de

LA MIGRACiÓN DE LOS PURÉPECHA I 57


DOSIER

No obstante, existe un conjunto de da-


tos que permite bosquejar el área donde,
desde el final del Preclásico, agricultores
procedentes del norte de Michoacán pu-
dieron asentarse. Esta zona abarca la par-
te occidental del estado de Guanajuato, los
Altos de Jalisco y los valles del río Verde
y de San Pedro, y el cañón de Juchipila y
Malpaso en particular. El área se distingue
por compartir varios rasgos, entre los cua-
les sobresalen elementos con anteceden-
tes en la zona entre el valle del río Lerma
y las cuencas lacustre de Michoacán. Tal
es el caso de la iconografía plasmada en la
cerámica que ha sido a menudo relaciona-
da con Chupícuaro (600-100 a.c.) y las cul-
turas que derivan de ella (Morales, Loma
Santa María, Loma Alta, 100 a.c.-SaO
d.C.). Los diseños geométricos, pero aún
4. El denso sistema de terrazas habitacionales del asentamiento de Malpais Prieto, Zacapu, Michoacán,
es huella del proceso de urbanización que inició, a partir del siglo XIII, en las cuencas lacustres de Mi- más las representaciones zoomorfas yan-
choacán. tropomorfas, tuvieron una amplia difu-
sión hacia Zacatecas, y llegaron hasta la
zona de los agricultores hohokam del de-
los sucesos ocurridos antes de su llegada a ción es muy delicado, pues esos procesos sierto de Arizona. Ahora bien, se ha esta-
Zacapu. Tan difícil tarea incumbe a la ar- suelen ser complejos e implicar reacomo- blecido ya que las fronteras lingüísticas y
queología, y el problema es que, a falta de dos sucesivos, movimientos de amplitud políticas son permeables a los símbolos, y
fuentes escritas, no resulta fácil vincular un variable, desarrollos de aculturación y de sería excesivo atribuir todas esas manifes-
elemento material determinado con talo reconstrucción de identidad. Sin duda, fal- taciones a la llegada física de purépecha.
cual grupo etnolingüístico. Por otro lado, tan muchas investigaciones antes de poder Sin embargo, es lógico pensar que los an-
trazar con precisión la ruta de una migra- entender tales procesos migratorios. tiguos pueblos michoacanos desempeña-

5. En la cuenca de Zacapu , el Posclásico Medio se caracterizó por la aparición de poblaciones que no acostumbraban la modificación cefálica artificial,
práctica muy común entre las poblaciones locales del Preclásico y el Clásico. a) Cráneo del Posclásico sin modificación cefálica. El Palacio, Zacapu, Mi-
choacán. Colección Lumholtz, American Museum of Natural History. b) Cráneo con modificación cefálica artificial típica del Clásico. Potrero de Guadalu-
pe, Zacapu, Michoacán. RE PROGRA FIA GRt GORYPERElRA FOTOS ISAAC BARRIEN TOS

58 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
DOSIER

ron un papel esencial en su creación y su norte de Michoacán, se observa que el Pos- La cultura material de esos supuestos
difusión. La técnica decorativa al negati- clásico Temprano (900-1250 d.C.) es el "purépecha repatriados" parece tener
vo es otro indicio clave. Presente desde momento de más extendida ocupación, cierta continuidad con la de siete siglos
épocas muy tempranas en el norte de Mi- justo al sur del río Lerma. Hacia mediados antes. Esto explicaría la reaparición de la
choacán (El Opeño), tuvo una distribu- del siglo XJIl muchos de los sitios más decoración cerámica con policromía al
ción importante en la zona que hemos se- próximos al río fueron abandonados, negativo, lo que hizo que muchos de los
ñalado anteriormente. Las vasijas donde mientras que muy cerca de Zacapu -yen primeros arqueólogos del centro de Mi-
el negativo se combina con pintura roja particular en lo que es conocido como el choacán no distinguieran la producción
sobre bayo (o crema) representan la cate- Malpaís de Zacapu- empezaron a desa- de 100-500 d.C. de la de vísperas de la
goría más elaborada (fig. 2) . Tiene un pri-
mer auge en el norte de Michoacán duran-
te el Clásico Temprano (fase Loma Alta)
Si bien el Estado tarasco de principios del siglo XVI fue una mo-
para desaparecer alli, junto con los dise-
ños figurativos, alrededor del siglo v!. Es narquía centralizada, esta estructura era el fruto de un proceso
entonces en el oeste de Guanajuato, nor-
tardío y lo que sabemos de los sitios contemporáneos a la llegada
te de Jalisco y sur de Zacatecas que esta
expresión decorativa alcanza un notable de los uacúsecha muestra que la- sociedad de esos chichimecas no
grado de elaboración, logrando su máxi-
era tan piramidal.
mo refinamiento en el sitio de La Quema-
da. Después del abandono de los sitios del
norte, la cerámica con policromía al nega-
tivo vuelve a surgir en la zona lacustre de rrollarse núcleos de población que pron- conquista. La práctica de la cremación,
Michoacán, donde se convierte en un ele- to adquirirán un carácter netamente urba- que en el Posclásico fue reservada a la eli-
mento característico de la cerámica taras- no, al menos en términos de densidad, con te y a los guerreros, también parece indi-
ca del Posclásico (fig. 3). Es pues tenta- hasta más de 20 residencias unifamiliares car la recuperación, bajo modalidades dis-
dor vislumbrar, en el vaivén de esta por hectárea (fig. 4). Es a los habitantes tintas, de antiguas prácticas de la fase
peculiar técnica decora tiva, la señal de mo- de esos sitios (Malpaís Prieto, Milpillas, In- Loma Alta. Pero los recién llegados tra-
vimientos poblacionales entre las zonas fiernillo, El Palacio) que resulta tentador jeron consigo o adoptaron de otros mu-
lacustres michoacanas y las regiones se- relacionar con los uacúsechas de la Rela- chos elementos inéditos, cuyo origen
miáridas del septentrión. Es cierto que los ción de Micboacán. apunta hacia rumbos variados. Su llegada
secretos de fabricación de las vasijas, ce-
losamente resguardados por los alfareros,
no circulaban tan libremente como los
símbolos, y que son mejores indicios del o CASA HABITACION AL

o ~
desplazamiento de grupos humanos. Pero
faltan estudios para comprobarlo. 0 0 -.../
- o ~ tJ CASA GRANOE

¿EL Rl ,TORNO DE L()~


Ql'E Sr. J l.\UL\0i IDO?

La contracción hacia el sur de la frontera


DI O " 9J
{Jj VÁCATA

septentrional de Mesoamérica -es decir el


despoblamiento general de los asenta-
mientos norteños de índole mesoameri-
cana (centros, pueblos y aldeas)- es un fe-
OSO -Jr
nómeno que se empezó a estudiar
arqueológicamente a partir de los setenta j
~~ ~
del siglo pasado. En la única región que
los supuestos purépecha podrían haber 15m
contribuido a poblar (Guanajuato, nores-
te de Jalisco y sur de Zacatecas), el aban-
6. Entre los rasgos que señalan el origen norteño de los grupos purépecha que se asentaron en
dono de los sitios -fundados y ocupados
los sitios del Malpais de Zacapu hacia 1300 d.C. se encuentran las "casas grandes", que son es-
en realidad pocos siglos antes- ha sido fe- tructuras ceremonia les comunales. Como se aprecia en este plano del Grupo B de Las Milpillas
chado hacia el siglo x. En la mucho más (Zacapu), esas estructuras están estrechamente vinculadas con los espacios y edificios dedica-
reducida zona que corresponde al centro- dos al culto.

LA MIGRACiÓN OE LOS PURÉPECHA I 59


DOSIER

ceremoniales de carácter comunitario son


otro rasgo importante que vincula a los ua-
cúsecha con las sociedades anteriores del
noroeste y sus conocidas salas hipóstilas
(con columnas), presentes desde Alta Vis-
ta y La Quemada hasta los asentamientos
del Bajío como el Cerro Barajas (Guanajua-
to) o San Antonio Carupo (norte de Mi-
choacán), pasando por el Cóporo (noroes-
te de Guanajuato) y El Cuarenta (Altos de
Jalisco). Esta peculiar arquitectura no fue
solamente un prototipo de los famosos
ejemplos toltecas sino que muestra una fi-
liación con la arquitectura tarasca del Pos-
clásico, en la cual la madera debió de haber
sido más utilizada. Seguramente, este incli-
cio arquitectónico nos habla de una heren-
cia ideológica compartida por los cliferen-
tes grupos chichimecas, cualquiera que
fuera su afiliación etnolingüística.

• Grégor)' Pereira. Doctor en arqueología por la Uni-


versidad de París 1.1 nvestigadordel Centre Nacional
de la Recherche Scientifique en el laboratorio "Ar-
chéologie des Amériques" (CNRS, Universidad de
París 1). Coordinador del proyecto arq ueológico
Uacúsecha, pattocinado porel Ministere des A ffaires
Etrangeres de Francia, el CNRS )' el CE~IC\.
• D ominique Michelet. D octor en arqueología por la
Universidad de París 1. Director de investigación del
Centre Nacional de la Recherche Scientifique en el
laboratorio "Archéologiedes Amériques" (CNRS, Uni-
7. Ritual comunitario en una casa ceremonial o "casa de los papas". Relación de Michoacán, lám. 26. versidad de París 1). 1niciador de las investigaciones
arqueológicas en Michoacán por parte del CEMCA.
• Gérald Migeon. Doctor en arqueología por la Uni-
versidad de París 1. Curador en el Ministere de la
coincide con la introducción en la región Otro punto fundamental tiene que ver Culmre, Service Régional de l' Archéologie de Guya-
de tecnologías nuevas como la metalur- con la organización social y poli tica de los neo Investigador del laboratorio "Archéologie des
Amériques" (Cr-;RS, Universidad de París 1). Especia-
gia y la producción de navajillas prismá- nuevos grupos. Si bien el Estado tarasco lista en arqueología de l\lichoacán y Guanajuato.
ticas de obsicliana obtenidas por presión, de principios del siglo XVI fue una monar-
dos técnicas introducidas en el Occiden- quía centralizada, esta estructura era el
P~R\ LEER ~HS . .
te de México por los grupos de la tradi- fruto de un proceso tardío y lo que sabe-
BR\""r-r c., Beatriz, "Diseños tradicionales mesoameri-
ción Aztatlán del Posclásico Temprano. mos de los sitios contemporáneos a la lle- canos y nortei'los. Ensayo de interpretación", en 13.
Otro elemento nuevo es la drástica dis- gada de los uacúsechas muestra que la so- Oahlgren y Ma. o. Soro de Arechavalera (eds.),Ar-
qlleología del flortey del occidente de l'fé.viro. IloIIICllqje a/
minución de la deformación craneana, ciedad de esos chichimecas no era tan Doctor). Cbarl" Ke/IV', 11 \, UNA", 1995, pp. 81-209.
que fue, sin embargo, una práctica pro- piramidal. De hecho, en los sitios del Mal- C.\ROT, Patricia, "Reacomodos demográficos del Clásico
al Posclásico en ~lichoacán : el rerornos de los que se
fundamente arraigada en la región desde pais de Zacapu aparece en esta época un fueron", en L. l\.Ianzanilla (ed.), I?LacoIIJodos tklllográfi-
el Preclásico (fig. 5) . A diferencia de las tipo nuevo de eclificio que ocupa un lugar cos dr/ CltÍsico al Posdásico en elcelltro de i\ 1é.'\iro, II\, L 'lA..\l,
2005, pp. 103-121.
áreas más norteñas del sur de Zacatecas, esencial en los centros ceremoniales. Se JI\lfxEZ BETfS, Peter, r J Andre", Darling, "Archaeolo-
donde las modificaciones cefálicas han trata de salones de planta cuadrada pro- gy of Southern Zacarecas: The Malpaso,]uchipila,
and Valparruso-Bolaiios Valleys", en j\{jchael Foster
sido frecuentes en el Epiclásico, los con- vistos de un amplio espacio techado, que }' Shirley Gort:nstein (eds.), Greater :Mesoamerica.
textos funerarios del Cerro Barajas sugie- podían alcanzar más de 250 m 2 y que, sin The Archaeology of \Vest and Northwest l\fexico,
The Universicy of Utah Press, Salt Lake Cicy, 2000,
ren que, para ese mismo periodo, dicha duda, fueron sede de celebraciones comu- pp. 155-180.
práctica ya había sido abandonada por nitarias de Índole religiosa y política (fig. i\f.\RTiNEZ GO'L\LLZ, Roberto, "La dimensión mítica
de la pt:regrinación tarasca",jo/fl'!1al de la Société des
ciertas poblaciones del Bajío guanajua- 6). Estas estructuras arqueológicas se ase- Allléricallistes91 (1),2010, pp. 39-73.
tense. Este fenómeno (de abandono de mejan a los edificios mencionados en la MICHELET, Dominique, Grégorr Pereira y Gérald ~li­
geon, "La llegada de los uacúsechas a la región de
las deformaciones) podría ser un antece- Relación como "casa de los papas" (de los Zacapu, i\fichoacán: datos arqueo lógicos y discu-
dente de lo que se observa en la cuenca sacerdotes) (fig. 7) Y"casa de las águilas" sión", en Linda fanzanilla (ed.), Rencolllodos demográ-
firosde/C/ásiro ... ,op. dt., pp. 137-153.
de Zacapu pocos siglos después. (de los guerreros). Dichos recintos cívico-

60 I ARQUEOLOGiA MEXICANA
DOSIER

Zonas
arqueológicas
de
Michoacán
EFRAiN CÁRDENAS y EUGENIA FERNÁNDEZ V.

Michoacán alberga cerca de 1 800 sitios arqueo-


lógicos. Poco más de un millar tiene restos de
arquitectura prehispánica, como basamentos
para templos (pirámides), palacios, áreas habi-
tacionales, terrazas y áreas de trabajo agrícola;
en 700 casos se trata de parcelas y terrenos don-
de se observan en superficie fragmentos de ce-
rámica y rocas talladas, y hay 50 sitios con pin-
turas y grabados rupestres. Michoacán tiene
siete zonas arqueológicas abiertas al público y
dos más en proceso de investigación: El Opeño-
Cerro Curutarán, Tres Cerritos, Tingambato,
Zaragoza, Pátzcuaro, Ihuatzio, Tzintzuntzan,
Huandacareo y San Felipe los Alzati.

Figurilla femenina de Tingambato , Michoacán. Para


esta zona arqueológica , se acepta como fecha de
ocupación más temprana el año 500 o 600 d.C.
Museo Regional de Michoacán.
FOTO. OLIVER SANTANA I RAlcES

ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE MICHOACÁN / 61


DOSIER

ara propósitos de investigación

P todos los sitios arqueológicos


son importantes; la riqueza de
cada lugar radica en la informa-
ción histórica y cultural que ahi se conser-
va, cada sitio por su singularidad es una
oportunidad de explorar el pasado, de
aprender de nuestros antepasados sus téc-
nicas constructivas, sistemas agrícolas,
nivel de domesticación de plantas y formas
de organización sociopolítica. Debernos
diferenciar entre lo que es un sitio y una
zona arqueológica. El primero es un término
general y se refiere a todos aquellos lugares
donde hay restos culturales arqueológicos
e históricos; el segundo hace referencia a
su categoría jurídica como "zona de mo-
numentos" de carácter federal.
El inventario estatal de sitios y zonas ar-
queológicas de Michoacán tiene informa-
ción básica sobre 1 800 sitios; esto ha sido
resultado de distintos proyectos de investi-
gación a lo largo de más de un siglo de es-
tudios por parte de especialistas, los cuales
han aplicado técnicas como fotografía aé-
rea y renocimientos en campo, pero tam-
bién han tomado en cuenta la información
contenida en documentos históricos y
aquella proporcionada por las personas que
conocen y viven cerca de los sitios arqueo-
lógicos. Poco más de un millar de esos lu-
gares tienen restos de arquitectura prehis-
pánica, como basamentos para templos
(pirámides), palacios, áreas habitacionales,
terrazas y áreas de trabajo agrícola. En 700
casos se trata de parcelas y terrenos donde
observamos en superficie fragmentos de
cerámica y rocas talladas, lo que nos per-
mite suponer la existencia de depósitos o
estratos culturales en el subsuelo; hasta aho-
ra conocemos 50 sitios donde hay pinturas
y grabados rupestres; hay espacios geográ-
ficos singulares que destacan en el paisaje,
como ríos, arroyos, caídas de agua, cerros,
mesetas, abrigos y cuevas, donde los anti-
guos pobladores llevaron a cabo activida-
des rituales y lúdicas; muchas veces, esos
lugares tenían un significado territorial o
eran puntos de rutas de comunicación.
Michoacán tiene siete zonas arqueoló- SITIOS Y ZONAS ARQUEOLÓGICAS EN MICHOACÁN
gicas abiertas al público y dos más en pro- Nota: La ubicación de los sitios es aproximada.
ceso de investigación. De acuerdo con su
antigüedad, el listado es el siguiente. El
Opeño-Cerro Curutarán corresponde al
periodo Preclásico y ha sido fechado en- En Michoacán se han detectado 1 800 sitios arqueológicos, aproximadamente. Un poco más de un millar de ellos

62/ ARQUEOLOGrA MEXICANA


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llenen restos de arquitectura prehispánica; en 700 casos hay en la superficie fragmentos de cerámica y rocas talladas , yen 50 sitios hay pintura y grabado rupestre.

ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE MICHOACÁN / 63


DOSIER

Zaragoza, Michoacán, está en investigación, pero se sabe que estuvo po-


blada entre 600 y 900 d.C. Cancha del juego de pelota, Zaragoza, Michoacán.

tre 1800 Y 1500 a.C; Tres Cerritos, Tin- Otras evidencias corresponden al Clásico, blica incluye una plaza cerrada, delimitada
gambato y Zaragoza corresponden al Clá- hacia 300-900 d.C, entre ellas la presencia por un basamento y una plataforma en los
sico, 300-900 d.C; Pátzcuaro, Ihuatzio, de asentarruentos de tipo doméstico y ce- lados oriente y sur; una cancha para el jue-
Tzintzuntzan, Huandacareo y San Felipe menterios prehispánicos, así como áreas go de pelota que integra otros elementos
los Alzati pertenecen al Pos clásico, es de- con pinturas y grabados rupestres. constructivos, como un basamento en for-
cir, que al momento de la conquista esos ma de L y la plataforma sur, donde hay un
lugares estaban habitados. En este artícu- ZARAGOZA, ·M UNICIPIO patio central rodeado de habitaciones y con
lo hemos dado prioridad a las exploracio- DELAPlEDAD escaleras que perrruten subir al basamen-
nes recientes y a las zonas arqueológicas to o ingresar a la cancha. La Estructura 6
menos conocidas. Este sitio se encuentra en proceso de in- ha sido interpretada como un temazcal y
vestigación y se planea su apertura. Pobla- se ubica al sur del juego de pelota.
EL OPE - O-CERRO CURUTARÁN, do entre 600 y 900 d.C, presenta caracte- Zaragoza tiene rasgos arquitectónicos
MUNICIPIO DE JACONA rísticas muy interesantes. Su ubicación y expresiones de una forma de planeación
topográfica junto a un magnífico frente ro- urbana. Plazuelas, su vecino en el estado
El Opeño es el sitio de mayor importan- coso de 60 m de altura transrrute una sen- de Guanajuato, tiene cerca de 50 maque-
cia por su antigüedad (3 500 años) y sin- sación de resguardo. Se han localizado 250 tas con rasgos arquitectónicos, y Zarago-
gularidad. Aquí tienen su origen varias petrograbados con distintos diseños, bási- za tiene un plano tallado en una enorme
prácticas culturales, especialmente la camente espirales, lineas onduladas y figu- roca: el trazo arquitectónico corresponde
construcción de tumbas de tiro, el uso de ras abstractas. Tiene 70 ha de terrazas de a una ciudad prehispánica, con tres tem-
las técnicas decorativas al negativo e inci- cultivo y habitacionales; su arquitectura pú- plos, una plaza y un juego de pelota; la téc-
sa pre-cocción, así como el manejo del
arco y la bóveda como sistema construc-
tivo en las tumbas de escalera. Esta mane-
ra de sepultar a los muertos en bóvedas
cavadas en el tepetate, a las que se bajaba
por un pozo vertical, se convirtió en una
práctica ampliamente difundida en el Oc-
cidente y Norte de México; Huitzilapa,Ja-
lisco, y Bolaños, Zacateca s, son buenos
ejemplos de la tradición mesoamericana
de tumbas de escalera, en las que al sim-
plificarse su construcción, se sustituyó la
escalera por un tiro o pozo.
El Opeño, Cerro Curutarán y La Plan-
ta forman parte de un rrusmo conjunto de
sitios arqueológicos actualmente en pro-
ceso de estudio y muestran una secuencia Tingambato, Michoacán, floreció en el Clásico. Su sistema constructivo está basado en el talud-table-
interesante de etapas de poblamiento. ro, caracteristica típicamente teotihuacana.

64 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

casi todos los explorados en el estado son:


el sistema constructivo basado en el talud-
tablero (típicamente teotihuacano), el altar
central, los recintos porticados y la cancha
para juego de pelota con cabezales muy pe-
queños; todos estos elementos nos remi-
ten a contactos o influencias con diferen-
tes regiones, pero también se reconocen
elementos de tradición local y regional,
como los patios hundidos rodeados de ha-
bitaciones, las tumbas de escalera y bóve-
da (que recuerdan a las de El Opeño). La
hipótesis más aceptada es que este sitio se
Tres Cerritos, Michoacán, es uno de los lugares con mayores evidencias de relación con Teotihuacan, fundó a partir de una migración proceden-
como el sistema constructivo con talud/tablero. te de la Cuenca de México; sin embargo, el
dato arquitectónico de be corroborarse con
la cerámica y la obsidiana, elementos siem-
nica empleada en este plano es la misma región, la presencia de un basamento cir- pre presentes en los conjuntos culturales
de algunos códices prehispánicos, es decir, cular junto al lago de Cuitzeo es un dato de tradición teotihuacana. Ante la falta de
se trata de un dibujo en plan ta con los tem- medular para entender las redes de interac- fechamientos por radiocarbono y secuen-
plos representados en planos abatidos, ción de la población prehispánica. Se tra- cias culturales bien controladas, debemos
como si estuvieran viéndose de frente. ta de uno de los lugares con mayores evi- seguir manejando las fechas que la asocia-
dencias de relación con Teotihuacan, como ción de estilos arquitectónicos y los tipos
TRES CERRlTOS lo indica la presencia de cerámica Anaran- cerámicos nos indican. Deesta manera, po-
jado Delgado, obsidiana verde, navajillas demos aventurar su ocupación entre 500
Esta zona, localizada en el lado norte del prismáticas y el uso de talud/ tablero como o 600 y 900 d.C.
lago de Cuitzeo, fue ocupada durante el sistema constructivo.
Clásico y también presenta rasgos del Pos- P Á TZCUARO, IHUATZIO
clásico. El grupo principal de estructuras TINGAi\fBATO (O TINGANIO), y TZI NTZUNTZAN
arquitectónicas está formado por un patio MUNICIPIO DE TINGAJ\fBATO
o plaza central con edificaciones laterales Estas ciudades fueron sedes del poder po-
en los cuatro rumbos cardinales; el basa- Se ubica en el municipio del mismo nom- lítico del estado tarasco o purépecha. Su
mento escalonado es el mayor elemento bre, entre las ciudades de Pátzcuaro y arquitectura comparte elemen tos como las
constructivo. Hacia el noreste se encuen- Uruapan. Fue ocupado durante el Clásico yácatas, construcciones de planta mixta,
tra un segundo basamento, también esca- (300-900 d.C.). Las características arquitec- rectangular y circular; tienen grandes pla-
lonado y con una escalera que presenta al- tónicas que lo distinguen de los demás si- zas o espacios abiertos, lo que permite su-
fardas. Por ser un elemento ajeno a esta tios abiertos al público en Michoacán y de poner que en las actividades públicas par-
ticipaba gran cantidad de población. Los
sistemas constructivos son similares, seuti-
lizan grandes bloques pétreos en el acaba-
do de la arquitectura pública. Sin embar-
go, también hay algunas diferencias,
básicamente en el número de yácatas o ba-
samentos para templo y en el diseño mis-
mo de las "ciudades": mientras en Ihua-
tzio existen tres yácatas y podemos ver una
notable transformación del espacio, con
un desarrollo urbano, con caminos yespa-
cios diferenciados en su interior, Tzint-
zuntzan tiene cinco yácatas y es un asenta-
miento totalmente integrado al paisaje,
cuyas construcciones con base en un en-
Tzintzuntzan, Michoacán, tiene cinco yácatas y es un asentamiento totalmente integrado al paisaje. Un
tramado de terrazas y nivelaciones crearon
entramado de terrazas y nivelaciones crearon una singular armonía arquitectónica con las laderas del una singular armonía con las laderas del
cerro Tariaqueri. cerro Tariaqueri.

ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE MICHOACÁN I 65


DOSIER

En Ihuatzio, Michoacán, hay tres yacátas y se puede ver la notable transformación del espacio y el desarrollo urbano.

En la ciudad de Pátzcuaro, en el Mu- HUA1"lDACAREO (LA NOPALERA) las características de Huandacareo distan
seo de Artes e Industrias Populares se ex- mucho de parecerse a las de los tres sitios
hiben restos de una antigua plataforma, Se localiza también en la cuenca de Cuitzeo. mayores purépecha, tanto en los sistemas
se trata de algunos muros escalonados Los principales edificios se construyeron constructivos como en el tipo de estructu-
que revelan parte del centro ceremonial sobre una superficie rellenada artificialmen- ras y espacios que conforman al sitio. En
indígena. Las exploraciones y hallazgos te. El asentamiento fue habitado durante el Huandacareo resalta la construcción de un
accidentales en calles y edificios aledaños Posclásico, como lo indican los materiales patio hundido, elemento ausente por lo me-
al museo, como el Antiguo Colegio Jesui- recuperados, típicamente purépecha. Aun- nos en Tzintzuntzan a Ihuatzio, pero muy
ta, han confirmado que el subsuelo del que también hay piezas de cerámica y obsi- común en el Bajío y otras partes de Meso-
centro histórico conserva plataformas y diana que nos remiten a épocas más anti- américa durante el Clásico. Dicho patio está
basamentos con el mismo sistema cons- guas, cuando se fusionaron las tradiciones rodeado, en sus lados norte y oriente, por
tructivo de Ihuatzio y Tzintzuntzan. locales con los rasgos teotihuacanos. dos edificios: uno de planta cuadrangular y
Grandes bloques de rocas talladas y de- En lo que se refiere a la arquitectura, pese otro de planta mixta. Esta última edificación
coradas indican su estatus, social y polí- a ser un sitio del periodo purépecha y muy es completamente ajena a las típicas yácatas
tico, como la primera capital del estado probablemente haber formado parte de la purépecha, y la volumetríaseinvierte: la par-
purépecha. estructura de dominación de aquel grupo, te circular es mucho mayor que la rectangu-
lar. La arquitectura funeraria también es in-
teresante en Huandacareo: se localizaron
siete tumbas construidas con pedacería de
cantera y techadas con grandes lajas.

SAN FELIPE LOS ALZATI,


MUNICIPIO DE ZITÁCUARO

Habitado durante el Epiclásico y el Posclá-


sico Temprano (750-1300 d.C.), es un asen-
tamiento de filiación matlatzinca, que al
parecer era el centro rector en la región
montañosa al sur del cerro Zirahuato. El
sitio está conformado por varios conjun-
tos arquitectónicos, cinco en total, de los
cuales se ha explorado sólo el espacio cí-
Los principales edificios de Huandacareo, Michoacán, se construyeron sobre una superficie nivelada.
El lugar fue habitado en el Posclásico, aunque las piezas de cerámica y obsidiana localizadas remiten
vico ceremonial de mayores dimensiones.
a épocas mas antiguas, lapso en el que se fusionaron las tradiciones locales con la presencia de ras- El basamento principal está formado por
gos teotihuacanos. tres cuerpos escalonados en talud; hacia el

66 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
DOSIER

Dos preguntas nos interesa res-


ponder en este texto: ¿cuántos
lugares arqueológicos existen
en el estado de Michoacán?,
¿por qué deben estudiarse, co-
nocerse y conservarse?

lado oeste, una rampa descendente permi- nos sitios arqueológicos de la cuenca del posible estucüarla y conservarla en su tota-
te ingresar al conjunto principal. Aquí el río Balsas, en las colindancias de Michoa- lidad; las zonas abiertas al público cuentan
basamento central es una de las pirámides cán y Guerrero. Finalmente, es importan- con protección legal y recursos destinados
más grandes de Michoacán, pues tiene seis te señalar un rasgo cultural que San Felipe a su cuidado y conservación; sin embargo,
cuerpos escalonados en talud y alcanza una comparte con otros sitios del Occidente el resto de los sitios arqueológicos están
altura de 40 metros. El basamento menor mesoamericano: diversos petrograbados expuestos a múltiples factores de destruc-
posee tres cuerpos escalonados, es de plan- integrados a la arquitectura, entre ellos es- ción. Existen varias formas de incidir en
ta cuadrangular y la escalera fue colocada pirales, círculos concéntricos y diseños su conocimiento y conservación; en pri-
en el lado sur para comunicar el basamen- geométricos. Algunos pueden observarse mer lugar, mediante la concientización
to o templo y la plaza. Otro conjunto ar- en estructuras y otros en bloques disgre- desde los niveles básicos de educación; en
quitectónico importante se halla hacia el gados producto de la erosión. segundo lugar, fomentando el trabajo in-
lado oeste, el cual consta de un gran basa- terinstitucional e interdisciplinario en los
mento cuadrangular construido sobre una CONCLUSIONES procesos de investigación y divulgación y,
plataforma rectangular. Se trata de una mo- sobre todo, trabajando conjuntamente
dalidad constructiva peculiar en este rum- La riqueza arqueológica del estado de Mi- población, gobierno y academia, cada cual
bo del estado, y suele observarse en algu- choacán es de tal magnitud, que resulta im- en su ámbito de competencia. 4i~

• Efraín Cárdenas. Arqueólogo y antropólogo, doctor


en arquitectura, académico en el INA H Y fundador
asociado del Centro de Estudios Arqueológicos en el
Colrnich .
• E ugenia Fernández V. Medina. Arqueóloga con
maestría en restauración, académica en el INAH y di-
rectora del Proyecto Zaragoza.

PARA LEER MAS • • •

C~\RDEN.\S G:\RCÍA, Efrain (ed.), Tradiciones arqueológicos,


E l Colegio de Michoacán / G obierno del Es tado de
Michoacán, Zamora, Mich. , 2004.
EsPEj EL CARBAj 11., Claudia, Lajllsliday ,/JllegO. Dos claves
pora leer /0 Re/ación de Michoocál1, El Colegio de Mi-
choacán, 2008.
F.\ÜGERE, Brigi tte (coord.), Dinómicas mI/lira/u entre el
Occidente, el Cm/ro-i'Jorte y la Cuenca de México, del Pre-
clásico a/ Epiclósico, E l Colegio de Michoacán/CEMc.I,
2007.
FILlNI, Agapi, El sistelllo-Illlmdo teotihllocotloy lo c«enco de
CllitZ'O, Micboacáll, El Colegio de Michoacán, 200S.
San Felipe los A lzati , al este del estado de Michoacán , estuvo poblado durante el Epiclásico y el Pos- PIÑA O-Lu'J, Román, y Kuniaki Oi, Exploraciones arqueoló-
gicas en Tillgonlbalo, }.Ifichoacáll, IN ,\ H, México, 1982.
clásico Temprano y es un asentamiento de filiación matlatzinca .

ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE MICHOACÁN I 67


Relación de Michoacán.~ p'ortada .
DOSIER

La elación de Michoacán
N arraciones históricas de los purépecha
CLAUDIA ESPEJEL CARBAJAL

Hacia 1540 el joven franciscano fray Jerónimo de Alcalá puso por escrito varios relatos que le
contaron los viejos indígenas de Michoacán. Las historias de sus dioses, las aventuras de Tariácuri
-héroe fundador del reino tarasco- y la narración de la conquista española, en las que se mezclan
mitos y leyendas, datos históricos y etnográficos, fascinan también por su gran calidad literaria.

ran parte del conocimiento Según se asienta en el prólogo de la tada al documento que lleva por úrulo Re-

G que tenemos sobre la histo-


ria y las costumbres de los
antiguos pueblos mesoa-
mericanos está basado en la información
recopilada por los españoles durante los
obra, fray Jerónimo, movido por su pro-
pio interés y animado por el primer virrey
dela Nueva España, don Antonio de Men-
doza, entrevistó a viejos sacerdotes indí-
genas, quienes le proporcionaron infor-
lación de las ceremoniasy ritosy población y go-
bernación de los indios de la provincia de
Mechuacan hecha al Ilmo. Sr. D. Antonio de
Mendoza, virrryy gobernador de esta Nueva Es-
pafia por Sil majestad, etc.
primeros años dela Colonia. Especialmen- mación sobre sus creencias religiosas, su Por la gran cantidad de datos que con-
te útiles son las descripciones sistemáticas antigua forma de gobierno, sus costum- tiene, la Relación de Michoacán se ha conver-
que con ayuda de informantes indígenas bres y su historia. Con los datos recaba- tido en una fuente imprescinclible para el
elaboraron destacados religiosos, como los dos el fraile escribió un texto en castella- estudio de los habitantes del antiguo rei-
frailes Andrés de Olmos, Toribio de no clividido en tres partes e ilustrado con no tarasco, poderoso rival del imperio
Benavente "Motolinía", Bernardino de 44 pinturas, una de las cuales sirve de por- mexica que, desde su corazón en el lago
Sahagún, Diego Durán o Diego de Landa.
Para el caso de Michoacán contamos
con un valioso documento de este tipo co-
.. GUANAJUATO
nocido por el útulo abreviado de Relación Yunnapundaro• • e azaquará n
Cuypuhoato . I?/o
de Michoacán, en el que se describen las cos- Puruándiro . Emenguar~ '-I:R
Tupataro 1/1 '1
rumbres que tenían los tarascos, hoy llama- Varirosquaro" .,Mayao . Acanbaro
. Xcroco·.Cuiseo . Hiramucuyo
dos purépecha, en víspera de la conquista Zacapu Vamquco o chucf ndiro ~ .Ar~ro . Hucario e Maroatio
española. Fue escrito hacia 1540, muy pro- • Naranjan Het~uaro Zmzlmeo
•• ·Tcrcmend ~
bablemente por el franciscano fray Jeróni- Cheran. Cumanchen x : so Ch~ru . Taximaroa
o
mo de Alcalá, como ha demostrado Bene- Sauinan 1i_~ pitío Chapa ~o hoato
clict \'\farren. El manuscrito original, de 143 Vacapu
JALISCO Huruapa e Curing uaro
e Hetoquaro oXungapeo o
U
hojas, se encuentra acrualmente en la real Tanz~taro • Tariaran
biblioteca de San Lorenzo de El Escorial, E
en España, adonde llegó quizá desde el si-
glo XVl. En 1867 se publicó por primera
Pucohoato e
.f.l(j / .
~A Zlraplho e
..
Chume~go e Xicalan
Hac~uatoe e
Paraquaro Hurecho •
Hurapan
.
Paracho
Curup~ hucazio

ePuruaran
eHucumu ~
~
O
O
-1((
-'.. e MTCHOACÁN

.
O
vez en Madrid), desde entonces se han rea-
lizado varias ediciones tanto en México
,. :. . ./.'r Charapichu

o
.
La Guacana . Tentegueo e

Zicuytaran
.
e Cuzian

Manta angapeo
Hape~ndan
~
rJ)
~

como en España, algunas de ellas en ver- Zin;¡gua


Peranchequaro . . Cacapu hoato
sión fotográfica o facsimilar (Aguilar, SIMBOlO
. Cuseo
C Purechu hoato . . Zacango
1956;Balsal, 1977;Testimonio,2001) ydos C ONQUISfAS ANTF.5 DE LA • uzaru _ Pat:cio Zirandaro . Tuingueo
con la reproducción a color de las láminas
O M UERTE DE T A RI ÁCURI
R IO " "t ~,I.<; • - Cutzamala
Characharando·
_ C 01\QUlsrAS D ESPU ~ DE . Pungarabato
originales que ilustran el documento (Tes- LA fl.I UERTE DE T A RI ÁCU RI
GUERRERO Cu~can
timonio, 2001; El Colegio de Michoatán,
2008). Además, se ha traducido al inglés Tariácuri y sus sobrinos Hiripan y Tangáxoan son los héroes principales en la Relación de Michoacán,
(1970), al francés (1985) y al japonés (1987). sus peripecias son narradas con lujo de detalle, entre otras, las conquistas de los pueblos de la región.

LA RElACIÓN DE MICHOACÁN I 69
DOSIER

de P átzcuaro, extendió su poder sobre contrar datos sobre unos 60 dioses y rra y, de hecho, se creía que era él quien
b uen a parte del actu al estado de Mi- algunas de las fiestas que se hacían en su mataba a los enemigos durante las batallas.
choacán y algunas regiones circundan tes honor. Además, en los relatos y las cere- D e manera más particular, los tarascas
de Jalisco, G uerrero y Guanajuato. monias descritas es posible percibir varios explicaban ciertos sucesos clave de su his-
aspectos de la religión tarasca, sobre todo toria por la intervención en ellos de los dio-
rnSTORl \S DI' DIO~I ' ::' el importante papel que se atribuía a los ses. Se cuenta, por ejemplo, que en una oca-
dioses en todos los ámbitos de la vida. Se sión los sacerdotes de Tzintzuntzan se
La primera parte de la Relación de Michoa- creía, por ejemplo, que la diosa Cueráua- emborracharon y se pusieron los atavíos
cán, de la que lamen tablemente sólo se con- peri, la madre de todos los dioses terres- de la diosa Xarátanga. Enojada, ésta hizo
serva una hoja, contenía información so- tres, había enviado a la tierra el maíz, el chi- que les cayera mal el vino y ellos, para qui-
bre los dioses tarascas, sus historias y las le y otros alimentos, y que era la causante tarse la borrachera, pidieron a sus herma-
ceremonias con que se les honraba. Al pa- de las lluvias o de las sequías. Por otra par- nas que buscaran peces en el lago, pero
recer, tam bién se registraba ahí la explica- te, a Curícaueri, el dios tutelar del linaje go- como la diosa los ocultó, sólo pudieron
ción mítica sobre el origen del hombre y la bernante, relacionado con el fuego y posi- conseguir una culebra. Los sacerdotes se la
razón de ser de algunas costumbres. A pe- blemen te con el Sol, a quien "sus padres comieron ya medida que transcurría la n o-
sar de la pérdida de esta sección del docu- del cielo" dijeron que conquistaría toda la ch e, se fueron convirtiendo ellos mismos
mento, en la partes restantes se pueden en- Tierra, se le atribuían las victorias en la gue- en culebras. Llorando amargamente, en la

PRINCIPALES LUGARES DONDE TRANSCURRE LA HISTORIA QUE


NARRABA EL PETÁMUTl, SACERDOTE MAYOR DEL REINO TARASCO

l
~
Los habitantes de Naranjan, aliados con los de
S IMB O LOGIA Cumanchen, matan a Hireti Ticátame. Su hijo
Sicuírancha se muda a Vayámeo.
~ TRAYECTORI A DE LOS CHICHI MECAS .......... Hiripan y Tangáxoan, sobrinos de Tariácuri, vagan por varios pueblos
.. • . //..... al occidente de11agodePátzcuaro y mendigan en el mercado de Zaueto .
. ~ DIVISiÓN DE LINAJES CHIC HIMECAS
\'" Los encuentra su tía, los lleva a su pueblo y luego regresan a Pátzcuaro.
Z~capu .............. • Zaueto RelaciólI de Michoacán, lám. 29.
I .. ············Virúguarapexo? -:= .. ?"Zicháxuquaro Sicuírancha funda Vayámeo. Se suceden en el gobierno Pauácume 1,
HiretiTIcátamellegaaVirúguarapexo, Naranjan \ Vápeani 1, Curátame J, Vápeani TI y Pauácume TI. Por un agüero los
contrae matrimonio con una mujer de e • h habitantes de Vayámeo abandonan el pueblo y se dividen en cinco
Naranjan y tras un conflicto con sus umanc en
facciones cada una de las cuales funda un nuevo pueblo.
cuñados se muda a Zicháxuquaro.
LAGO DE Vayámeo

~~=e:!~~:~;;:~~g~~~=ee z~~:~::~~~~~~l~¡:~e Vápeani y Pauácume conversan con un pesca-

La gente de Curínguaro le pide oro


~!:~~~I ~~e~:efl:'táa~~:~m;~~~ · .... \~ichátar? xaraquerO¡I I
acand.tn
tzj
V\

.. Pátzcuaro ' dor de la isla jarácuaro. Pauácume se casa con
la hija del pescador. Por un tiempo los dos her-
manos son sacerdotes en jarácuaro donde nace
Tariácuri. Relación de Michoacán, lám. 20.
ción de Michoacáll, lám. 28. "...
"... '\ Pared áb:cuaro 'H~áta;~;~:guaro
S:n tangel .
LAGO DE
Z I R A H U~N

Hira~ucu
....__.? Tariaran !
Tariácuri hu ye de Pátz-
cuaro, funda un nuevo
\\
/..... .. ! pueblo en Hoátaropexo
Hiripan, Tangáx~an e Hiquíngaje / y se casa con la hija de
conquistanTariaranconloqueempie- ./ Chánshori, el señor de Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje hacen peni-
~ za la vertiginosa conquista de otros ./ Curínguaro. La mujer tencia en una cueva y construyen templos en
pueblos a los que unen en un solo ,/ engaña a Tariácuri y Tzintzuntzan. La diosa Xarátanga se le aparece
reino. Relación de Michoacáll, lám. 39. / / Chánshori lo expulsa de a Tangáxoan y el dios Curícaueri se le aparece
/ / Hoátaropexo. Relación a Hiripan confirmando que ellos serán señores.
// de Michoncán, lám. 27. Relación de Michoacán, lám. 36.
"... "...
Vápeani y Pauácume /
construyen los templos
de Pátzcuaro. Los isle-
ños los matan. Tariácuri
~ ataca a los isleños de
jarácuaro en venganza
por la muerte de su tío
y su padre. Relación de
Michoacán, lám. 21.

70 I ARQUEOLOG íA MEX IC AN A
DOSIER

GENEALOGÍA DE LOS GOBERNANTES TARASCOS

Hireti Ticátarne • • Hermana de Ziránzirancamaro, I


Gobernó en Viniguarapexo y en Zicháxuquaro.
Lo mataron en Z icháxuquaro.
Sicuír~ncha 2
señor de Naranjan.
l· •
--------~
MATRJMONIO CON I

,~
Pauá~ume 1
¡
Váp~ani 1
Cllrát'a me 1

Zétaco Aram
Lo mandó n
Caneaten, señ .. __ _
]arácuaro, porque [erua ~
amoríos con una de Héroe principal de la
Hiripan ~ historia que contaba el
Fundador del reino sus mrjeres.
petállJllti. Precursor del
tarasco. Después de la reino tarasco.
muerte de Tariácuri
gobernó en lhuatzio.
Relarión de Michoacán. Tangáxoan ~
Fundador del reino
Lám.36.
tarasco. Tras la muerte
de Tariácuri gobernó
en Tzintzunrzan. Hiquingaje 1 ~ Tamapucheca Curátame 11
Relación de Micboacán, Fundador del reino Fue capturado en una Hiripan y Tangáxoan
lám,35. tarasco. Tras la muerte batalla, sus criados 10 lo mataron por
Ticátame de Tariácuri gobernó rescataron pero órdenes de Tariácuri.
Gobernó en Ihuatzio. en Pátzcuaro. Rekldón Tariácuri ordenó que Reloción de Michoucón,

00""1 "'"~. Zizispa~dáquare


de MiChoucr' lám. 33. lo sacrificaran.
....
lám.33 .

Murió después de 1477.


Pasó la capita] del
reino a Tzintzuntzan. Hiquingaje 11
Tucúruan ¡\{urió por un rayo, lo
Gobernó en Ihuatzio. embalsamaron y 10
tenían como un dios.
Zllangua ~
Murió en 1522.
Cazolfá o rey del
Paquíngata imperio tarasco.
Era seii.or de lhuatzio Gobernaba en
cuando llegaron los Tziotzuntzan cuando
españoles. Su ruja, llegaron los españoles.
bautizada con el Murió de viruela antes
nombre de Maria, casó de que éstos llegaran a
con un español. J\1idlOacán. Relación de
Michoucán, lám. 17.

• Zinzicha
Murió en 1530.
Cazona dd imperio
tarasco. Ofreció su
vasallaje a Hcrnán
Cortés. Nuño de
::l Guzmán lo condenó
'"
~ a muerte en t 530.
~ Re/ación de A1icboactÍn,

~

lám.18.

:m_mnmn nn_ nm __ n _n _n_m· llija o mujer de Zinzicha • • Don Pedro Cuiniarángari ~

~~
Murió en 1543 .
• _ __ _ _ _ ___________________________ J ___ _ _____________________________ __ __ • Cuñauo o yerno de Zinzidla.
! ¡ Fue gobernador de la provincia de
~ Don Francisco Don Antonio Hultzim.éngari J\'lichoacán tras la muerte de Zinzicha,
~ Murió en 1545. Murió en 1562. durante la minoría de edad de don
~ Fue gobernador de la
provincia de ~1iCh03cán
Fue gobernador de la provincia de Michoacán de
1545 a 1562. Vivió en casa del virrey Anronio de
Francisco y don Antonio. Principal
informan,e de fray Jerónimo de Alcalá
i entre 1543y 1545. J\1endoz3, asistió al Colegio agustino de Tiripeúo. en 1540. Relación de MicboactÍlI} portada.

LA RELACIÓN DE MICHOAcAN I 71
DOSIER

pedido siempre por los conflictos con las


poblaciones locales. El héroe principal del
relato es Tariácuri, seguido de sus sobri-
nos Hiripan y Tangáxoan, cuyas peripe-
cias, narradas con lujo de detalle, ocupan
la mayor parte de la historia.
Tariácuri nació en ]arácuaro, una isla
del lago de Pátzcuaro, hijo del líder chichi-
meca Pauácume y de la hija de un pesca-
dor. Siendo muy pequeño, los isleños ma-
taron a su padre y a su tío V ápeani, razón
por la cual años más tarde Tariácuri, que
había crecido en Pátzcuaro, pueblo fun-
dado por Pauácume y V ápeani, sitió la isla,
ganándose así la animadversión de sus pa-
rientes maternos y sus aliados. Acosado
El petámuti o sacerdote mayor, a la izquierda con una lanza, una calabaza a la espalda y unas pinzas por sus enemigos, Tariácuri se mudó a
de cobre en el pecho, cuenta a la gente reunida en la plaza de Tzintzuntzan, a la derecha, la historia Hoátaropexo, donde contrajo matrimo-
de los antepasados del cazonci. Relación de Michoacán, lám. 41. nio con la hija de Chánshori, gobernante

mañana se metieron al lago y después de TI :TORI \'-, DI. H! RUl S


nadar un trecho volvieron a tierra, donde
desaparecieron. A raíz de este suceso, to- La segunda parte de la Relación de Michoacán
mado como señal de mal agüero, los habi- es uno de los mejores relatos sobre el pa-
tantes de Vayámeo, lugar cercano al actual sado prehispánico de Mesoamérica reco-
Santa Fe de la Laguna, se dividieron en cin- gido de boca de los propios indígenas. Se
co facciones y fundaron nuevos pueblos trata de una larga historia que el petámuti,
(Curínguaro, Pareo, Pichátaro, Hiramucu y sacerdote mayor del reino tarasco, conta-
Pátzcuaro). Los habitantes de Tzintzunt- ba cada año durante la fiesta llamada equa-
zan también abandonaron su pueblo y lle- tacónsquaro o "de las flechas", ocasión en
varon a la diosa por varios sitios hasta lle- la que eran juzgados los delincuentes. Na-
gar a Tariaran, sitio que posiblemente rrada en forma de diálogos, la historia
estaba al sur del lago de Zirahuén. Más tar- transmite muy vívidamente los aconteci-
de Xarátanga ayudó a Zurumban para que mientos y plasma con extraordinaria pre-
se convirtiera en el gobernante de Taria- cisión las características de los lugares
ran, y después se le apareció en sueños a donde éstos suceden, la personalidad de
Tangáxoan, uno de los héroes de la histo- los principales personajes e, inclusive, la
ria tarasca, para pedirle que la llevara de expresión de sus emociones. El tema cen-
vuelta a Tzintzuntzan porque en Tariaran tral del relato desarrolla la historia de los
ya no la trataban como se debía. Finalmen- antepasados del cazonci, el rey tarasco, lla-
te, la guerra que se enfrentó para cumplir mados en el documento por el apelativo
con la petición de Xarátanga fue el episo- de origen náhuatl "chichimecas", y cómo
dio que desataría la serie de conquistas me- lograron unificar mediante conquista mi-
diante las cuales se formó el reino tarasco. litar a la gran cantidad de pueblos que con-
Otro acontecimiento importante en el formaban el reino tarasco a la llegada de
que los dioses fueron actores protagónicos los españoles.
tuvo lugar poco antes de la conquista espa- La narración comienza con el arribo de
Árbol genealógico de los gobernantes tarascos ,
ñola. La leyenda cuenta que una mujer de los chichimecas a las inmediaciones de Za- desde Hireti Ticátame , recostado abajo, de cuyo
Ucareo, poseída por la diosa Cueráuaperi, capu, al mando de Hireti Ticátame, y su pecho sale el tronco del árbol, hasta Zinzicha, en
asistió a una reunión de todos los dioses del fallida alianza con los habitantes de Na- el tope del mismo, y sus hijos don Francisco y don
reino; ahí se anunció que llegarían otros ranjan, hecho que marca el inicio de una Antonio Huitziméngari. Se trata de un "árbol de
Jesé", imagen con la que comúnmente se repre-
hombres a la tierra y se ordenó las suspen- larga peregrinación hacia el sur del lago de
sentaba en las pinturas europeas la genealogía
sión de las antiguas prácticas religiosas, es- Pátzcuaro en busca de un lugar donde de Jesús, de la Virgen María o de los santos. Re-
pecialmente los sacrificios humanos. asentarse de manera definitiva, anhelo im- lación de Michoacán , lám. 44.

72 I ARQUEO LOGrA MEXICANA


DOSIER

A la izquierda varios hombres cocinan el cuerpo descuartizado del sacerdote Nacá. A la derecha Zurumban se come la carne y sus mujeres tratan de vomi-
tar cuando se enteran de que es el cuerpo de Nacá. Relación de Michoacán, lám. 23.

de Curínguaro, con quien tuvo un hijo lla- brinos Hiripan y Tangáxoan, considerán- denó mz.tar a su hijo Curátame, quien para
mado Curátame. Esta unión duró muy dolos ya sus posibles sucesores. Éstos ha- entonces ya había desplazado a la mala a
poco pues, tras el adulterio cometido por bían vagado pobremente de pueblo en su padre de! gobierno en Pátzcuaro, y
su mujer, Tariácuri buscó una nueva espo- pueblo en compañía de su madre y su her- abiertamente los eligió como sus suceso-
sa en Tariaran, y Chánshori enojado lo ex- mana, hasta que una úa los encontró men- res, junto con su hijo menor Hiquíngaje.
pulsó de Hoátaropexo. Perseguido por los digando en el mercado de Zaueto, al nor- Poco después, con e! pretexto de llevar a
guerreros de Curínguaro, Tariácuri inten- te de! lago. Después de vivir con ella un la diosa Xarátanga de vuelta a Tzintzunt-
tó durante años asentarse inútilmente en tiempo, los dos muchacho s volvieron a zan, Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje
otros sitios, hasta que por fin fue alojado Pátzcuaro y se reencontraron con su úo conquistaron Tariaran, y ante el éxito ro-
en Santange! (cerca de Zurumucapio). Tariácuri. A partir de entonces, Hiripan y tundo de su empresa continuaron con-
Desde ahí emprendió campañas militares Tangáxoan tomaron la batuta de la ofen- quistando los pueblos de sus principales
hacia e! Occidente, y poco después, ha- siva militar y se asentaron en Tzintzunt- enemigos. Así extendieron sus dominios
biendo adquirido mayor fuerza, pudo re- zan, donde recibieron e! beneplácito de hasta el lago de Cuitzeo al oriente, la cuen-
cuperar e! pueblo de Pátzcuaro. Desen- los dioses para suceder a Tariácuri como ca de Zacapu al norte, la hoy llamada Me-
cantado por el mal comportamiento de su señores de los chichimecas. Para dejarles seta Tarasca al poniente y la región de
hijo Curátame, Tariácuri buscó a sus so- libre el camino, el propio Tariácuri les or- Uruapan al sur. Entonces murió Tariácu-

Tariácuri , sentado a la derecha, recibe como esposa a la hija de Chánshori , el señor de Curínguaro, quien está hincada frente a él y acompañada por dos
sacerdotes, sentados detrás de ella, y otras dos mujeres, quienes están hincadas. Relación de Michoacán, lám. 25.

LA RElACIÓN DE MICHOACÁN I 73
DOSIER

Según se asienta en el prólogo de la obra, fray Jerónimo entrevis- ri. Siguiendo las instrucciones que éste ha-
bía dejado, Hiripan se asentó en Ihuatzio,
tó a viejos sacerdotes indígenas, quienes le proporcionaron infor- Tangáxoan en Tzintzuntzan e Hiquíngaje
mación sobre sus creencias religiosas, su antigua forma de gobier- se quedó en Pátzcuaro. Las conquistas
continuaron y para poner orden en los
no, sus costumbres y su historia. nuevos territorios bajo su dominio, los tres
nuevos gobernantes nombraron caciques
en los pueblos vencidos. Éstos siguieron
conquistando por su cuenta, extendiendo
e! territorio de! reino recién fundado has-
ta las riberas de los ríos Balsas y Tepalca-
tepec al sur, la frontera actual entre e! es-
tado de México y Michoacán al oriente, y
por el norte hasta e! río Lerma.
Tras la muerte de Tangáxoan, su hijo
Zizispandáquare convirtió a Tzintzuntzan
en la única capital de! reino, extendió aún
más sus dominios y se enfrentó férrea-
mente a los mexicas. Le sucedió su hijo
Zuangua, quien murió poco antes de que
los españoles llegaran a Michoacán.
A la izquierda, se ve a Hiripan, Tangáxoan e Hiquingaje construyendo un templo, un palacio y una tro-
je en Tzintzuntzan . A la derecha está Tariácuri, enojado porque lo hicieron sin su autorización, intenta 1IIST()Rl \S DI 11()\lBRI.~

flecharlos. Relación de Michoacán, lám. 34.


En la tercera parte de la Relación de Michoa-
cán se describe la forma en que estaba or-
ganizado el antiguo gobierno y cómo eran
elegidos los gobernantes, la manera en que
se hacía la guerra, las costumbres matri-
moniales y las que se seguían para enterrar
a los muertos. Al final se narra cómo fue
conquistado e! reino tarasco por los espa-
ñoles y la muerte de Zinzicha Tangáxoan,
e! último cazonci, juzgado y ejecutado en
1530 por Nuño Be!trán de Guzmán. Am-
bas historias las relató don Pedro Cuinia-
rángari, testigo presencial de los hechos y
pariente político de Zinzicha, quien tras
su muerte se convirtió en el gobernador
indígena de Michoacán, cargo que aún
conservaba cuando fray Jerónimo escri-
bió su Relación. Desarrolladas también me-
diante diálogos, estas historias recrean con
mucha intensidad y detalle el drama de la
conquista española.
De acuerdo con e! relato de don Pedro,
el cazonci Zuangua recibió la visita de diez
mensajeros mexicanos enviados por Moc-
tezuma, quien solicitaba su ayuda para
combatir a los españoles. Zuangua les
negó su apoyo, aun cuando su propia gen-
te había confirmado que Tenoch ti tlan ha-
bía sido devastada por los desconocidos
El dios Curita Caheri, con una lanza y una calabaza en la espalda , avisa a todos los dioses tarascos,
reunidos abajo, que lIegarian otros hombres (los españoles) a la tierra . Una mujer, a la izquierda, asis- conquistadores. Poco después, Zuangua
te a la reunión para llevar el mensaje al cazonci. Relación de Michoacán, lám. 16. murió de viruela y su hijo Zinzicha fue

74/ ARQUEOLOGíA MEXICANA


DOSIER

durante varios meses. Así lo llevó después


a Tzintzuntzan, donde se detuvo breve-
mente antes de emprender la conquista de
Jalisco, y finalmente, en un lugar cerca del
río Lerma, le hizo un juicio sumario y lo
condenó a muerte. Arrastrado por un ca-
ballo primero, torturado y ahogado des-
pués, el cadáver de Zinzicha fue por últi-
mo quemado en una hoguera el 14 de
febrero de 1530.

EPILOGO

Como cualquier narración his tórica, la


Relación de Micboocán debe ser leída críti-
camente. Por un lado, el relato del petá-
muti es una leyenda elaborada por la eli-
te gobernante para legitimar su poder, y
muchos de los hechos narrados son en
realidad explicaciones míticas que infor-
man más sobre las creencias y la cosmo-
visión de los tarascos que sobre su histo-
El cazonci Zuangua , sentado a la derecha, recibe a los mensajeros de Moctezuma que piden su ayu-
da para combatir a los españoles. En medio están los regalos que le llevaron los mensajeros, entre ria. Los relatos de don Pedro, por otro
ellos una ballesta y una espada de los españoles. Relación de Michoacán,lám. 17. lad o, están sesgados por su propia per-
cepción de los hechos y por su papel den-
tro del gobierno colonial. Lo anterior, por
electo como nuevo cazonci del reino. Fi- supuesto, no disminuye su valor. Por el
nalmente, el17 de julio de 1522, el ejérci- contrario, los convierte en testimonios
to español al mando de Cristóbal de Olid de otras maneras de concebir la historia
llegó a la frontera oriental del reino. Mien- y de los intrincados factores que deter-
tras tanto, Zinzicha, inducido por un pa- minan su narración. t~~
riente suyo, planeaba ahogarse en el lago
de Pátzcuaro; se lo impidió don Pedro, Claudia Espejel Carbajal. Arqueóloga por la ENAH,
quien se había entrevistado con Olid y es- doctora en historia por El Colegio de Michoacán.
taba convencido de que los españoles iban Esrudia la historia y la cultura de los tarascos en la
época prehispánica )' en los inicios de la época colo-
en son de paz. De todas formas, Zinzicha nial. Desde 2005 es profesora e investigadora en el
se refugió en Uruapan mientras don Pe- Centro de Esrudios Históricos de El Colegio de
dro y los demás nobles tarasco s recibie- Michoacán.

ron pacíficamente a Olid en la capital ta-


P.\R.\ LLER MAS ...
rasca. En cuanto llegaron, los españoles
ALCALÁ, fray Jerónimo de, Relació" de MichotlCtÍll, !vfoisés
destruyeron las imágenes de los dioses y Franco Mendoza (coord.), México, El Colegio de
la piedra de los sacrificios, se alojaron en Mich03cán/Gobierno del ES[ado de "Michoacán,
2000.
la casa del cozonci y saquearon sus arcas. _ _ , IV/ación de A1ichotlctÍn, estudio introductorio de
Poco después localizaron a Zinzicha, a Jean-Marie Le Clézio, México, El Colegio de Mi-
cboacán, 2008.
quien creían muerto, y lo llevaron a Mé- EsPEJ El. CARMJAL, Claudia, LajllslirifJy elfllPgo. Dos e/m"
xico, donde ofreció su lealtad a Hernán para leer/a Relación de }¡licboocón, i\féxico, El Colegio
de Michoacán, 2008.
Cortés. LEÓN PORTILL\, ~liguel, "Jerónimo de Alcalá)' los pri-
Aunque Zinzicha siguió de alguna ma- meros frailes etnógrafos en Mesoamérica", en fray
Jerónimo de Alcalá, Relorión de A1icbotlCÓII, Moisés
Arriba a la izquierda se representa la llegada de nera gobernando, pronto su presencia dis- Franco Mendoza (coord.), op. ril., pp. 57-77.
los españoles a Michoacán. El cazonci Zinzicha , gustó a los españoles y, aprovechando la ROSKAMP, H.\..'JS, "El carari indígena y las láminas de la
&laciólI de "Alichoa(ófJ: un acercami~tUon, en fray Jeró-
a la derecha, está de pie dentro de su casa acom- llegada de Nuño de Guzmán como presi- nimo de Alcalá, &Inaó" de Michoacón, 1\,loi sés Franco
pañado por don Pedro Cuiniarángari quien trata
dente de la primera audiencia, lo acusaron ~[endoza (coord.), op. ril., pp. 235-264.
de convencerlo de que no se ahogue en el lago W/ARRl''\,J. Benedict, "Fray Jerónimo de Alcalá, autor de
como le sugieren otros señores, representados
de seguir practicando sacrificios humanos la Relarió" de Mie/)oaeó"", en fray Jerónimo de Alcalá,
en medio de la lámina, frente a la casa. Relación y de recibir tributos de los pueblos. Guz- Relación de AlicboarfÍll, ~roisés Franco J\lendoza
(coord.), op. rit., pp. 37-56.
de Michoacán,lám. 18. mán mantuvo al cozonci preso en México

LA RELACIÓN DE MICHOAcAN I 75
Cayetano Cabrera Quintero,
El Escudo de Armas de México
y el matlazáhuatl
MARCELA S ALAS C UESTA, MARIA E LENA S ALAS C UESTA

Cayetano Cabrera Quintero, en su obra titula-


ESCUDO i
da El Escudo de Armas de México, habla de la
gran epidemia de matlazáhuatl que asoló a la
DE ARMAS DE MEXICO:
CELESTIAL PROTECCION
I
sociedad novohispana entre 1736 y 1739. Asi - DE EST '" N O BILlSSIM ... CIU D ... D. DE L'" NUEV .... ES PAÑ A,
y DE CASI TODO EL N UEV O MU NDO,
I
mismo, proporciona valiosas referencias acer- MARIA SANTISSJMA,
EN SU PO RTENTOSA IMAGEN
ca de los recursos médicos empleados para DEL MEXICANO GUADALUPE,
MILAGROSAM ENT E APPAREC IO A EN EL PALACIO AR ZO BISPAL
combatir la epidemia, la sintomatología del EL Año os 1 531.
y JURADA SU PRINCI PAL PATRONA
IL PAU ACO D! 1731.
mal y las medidas adoptadas por los gobernan- En la lngulH .l que oClIJiono la PESTlU:-'C lA.quc: cehJda to n m:l)"or
rigor cn los Indios, mitigo fus ardo res al ab rigo de unt a h¡mbr,J;
D E SCRIB IAL A
tes para evitar su propagación. DE ORDEN, Y ESPECIAL NOMBRAMIE NTO
DH IU':STkISJIM O. y b ' I UHTIUU40 Slñol.
DI. D. JUAN ANTONIO Df VIZARRON, y EGUIARRETA,
Del Confejo de S. Mag. Arzobifpo de ella MetrO polita na, Virrey, 1\
II Gobt: rnaclor J y Capita n General de dtil NUf \·.l· l:Jpolña,
D. CAYEfAN O O~ CABRERA, y Q,UINftl1.0,
I Presby"'o de ene Artobirp, do:
A expenCas, y Colicitud de e!l:a Nobiliflima Ciudad, I
E n 1736la sociedad novohispana se vio aquejada por una gran epidemia
de matlazáhuatl. El presbítero Cayetano Cabrera Quintero, en su obra
titulada El Escudo de Armas de M éxico, refiere este acon tecimiento (fig. 1).
\
\
A L.
QUIEN LO DEDICA

EL SEN O R
_e NU Cn&O
AU G US TA lU.G'lJT AO _ n, y s.tñQQ. .

El autor responsable de la glosa realizada para conmemorar el final del


IIOON FERN A N D O
funesto padecimiento que asoló a la Nueva España entre 1736 y 1739, SE XTO,
Rey de las EfpaMS, y Emperador de las t odias.
consigna en su relato un importante hecho religioso: la entronización de .:oCoOoCoCoOo~oCoCo8~oCoOoOoOoCo::oCoC:o~·
CON UCUofClA DE LOS SU'[kIOIlES~
la Virgen de Guadalupe a consecuencia del mismo, además de proporcio- haprdrO tR Mes itO pOf 11 VluJa de O.leMíl' " BU.U.DO b& Hocat·. lmprcnort
del Rc:.I, 1 Apc)Íblico T rIbunal de 1.1. S"ca CruuJ" CIl todo en e R.eloo.
nar valiosas referencias acerca de los recursos médicos empleados para Año de. '744.

combatir la epidemia, la sintomatología del mal y las medidas adoptadas


1. En Escudo de Armas de México , el presbítero Cayetano
por los gobernantes para evitar su propagación (fig. 2) . Cabrera Quintero da cuenta de la gran epidemia de matla-
El documento apunta también las diversas epidemias que azotaron es- záhuatl que ocu rrió en 1736. Anónimo , portada de Escudo
tas tierras, señalándolas como las causantes de diezmar la población du- de Armas de México (1746). DIGITALIZACiÓN, RAlcES
rante dos siglos. Agrega a su discurso la historia de los hospitales y centros
de asistencia de la capital virreinal, y en lo religioso hace én fasis en los con-
ceptos teológicos para que la población tratara de explicarse el inicio y fin 2. En Escudo de armas... hay
referencias acerca de los re-
de la enfermedad.
cursos médicos empleados
Debido a la abundante información del escrito, el presente trabajo se para combatir la epidemia de
centra en el relato del libro IV, en el cual el autor utiliza los archivos parro- matlazáhuatl, la sintomatolo-
quiales para referir las causas que merm aron a la población, la desapari- gía y las medidas adoptadas
ción de varios barrios de la ciudad y los registros de mortandad en algun as por los gobernantes para evi-
tar la propagación de esa en-
de las parroquias, así como los cementerios y fosas comunes creadas para
fermedad . Anónirno, Retrato
la epidemia. Finalmente, en su relato cobra especial importancia la Virgen de médico, siglo XVI II. Óleo
de Guadalupe, quien por medio de sus poderes divinos liberó al reino no- sobre tela . Museo Franz Ma-
vohispano de la peste (fig. 3). yer, ciudad de México.

78 I ARQU EO LOGIA MEXICANA


3. Los archivos parroquia- El matlazáhuatl (1736-1739)
les permitieron al presbíte- Al principios de 1737, a la nutrida lista de enfer-
ro Cayetano Cabrera Quin-
medades contagiosas sufridas por los habitantes
tero conocer las causas que
mermaron a la poblacíón y de la capital novo hispana desde la conquista, se
provocaron la desaparición sumó una nueva epidemia de matlazáhuatl (tal vez
de varios barrios de la ciu- una especie de tifo), motivando que los doctores
dad. Además, habla de en ciencias teológicas concibieran la peste como
cómo la Virgen de Guada-
un castigo que Dios mandaba a los hombres por
lupe y sus poderes divinos
liberaron al reíno novohis- su maldad; por ello, habrían de recurrir para su sal-
pano de la peste. Anónimo, vación a un ser superior, hecho por e! que sería en-
La peste de 1737. Escudo tronizada la Virgen de Guadalupe, que sería un es-
de Armas de México. cudo que fungiría no sólo como insignia heráldica,
DIGITALIZACiÓN RAleES
sino también en contra de la enfermedad para fre-
nar la ira divina y la política española. Así, la Gua-
dalupana que surgiera como un milagro en el siglo
XV1, 200 años después forjaba su imagen de iden-
tidad nacional como defensora de todos los males
de esta nación (fig. 4) .
Tras la derrota de Tenochtitlan, los españoles
procedieron de inmediato a repartir e! territorio
conquistado; como la parte central de México era
rica en indígenas, un marco jurídico-práctico per-
petró la encomienda para asegurar e! poblamiento
por españoles de estas tierras, lo que influyó en e!
exterminio y descenso de la población indígena al
principiar e! siglo XV1!.
En la pugna por defender sus derechos, los en-
comenderos no atendieron las epidemias que de-
bido a la falta de higiene y pobreza seguían causan-
do grandes bajas en la población; cifras que
conocemos gracias a que desde los primeros años
de! gobierno virreinal, la monarquía mantuvo un
registro de! número de tributarios en sus posesio-
nes. Tal fue e! caso cuando se presentaron la vi-
ruela de 1520, e! sarampión en 1531, en 1538
nuevamente la viruela y en 1545 la primera epi-
demia de matlazáhtlatl, que eliminaría a dos ter-
4. En los inicios de
ceras partes de los naturales que tributaban.
1737 hubo una nue-
va epidemia de ma-
Pese a esas experiencias, las epidemias no
tlazáhuatl, por lo que cesaron con la llegada de! siglo XVIll; por ello,
los doctores en cien- la Iglesia designó al presbítero Cayetano de
cias teológicas con- Cabrera y Quintero para que redactara un li-
cibieron la peste bro donde diera cuenta de aquéllas con una
como un castigo que
visión providencialista de la enfermedad y
Días mandaba a los
hombres por su mal- su curación, justo para conmemorar e! fin de
dad y, para contra- una de las peores pestilencias que asolaron e!
rrestarlo, se entronízó Valle de México, causada en gran medida por
a la Virgen de Guadalu- las crisis agrícolas, pues las capitales se habían
pe para que sirviera
convertido en los sitios seguros que ofrecían
como escudo que frena-
ría la ira divina. Atribuido a tranquilidad an te e! bandolerismo, además de que
Joaquín Villegas, El Padre en ellas se localizaban las alhóndigas (fig. 5) .
Eterno pintando a la Virgen La sobrepoblación, e! hambre, la inanición, la
de Guadalupe, siglo XVIII. ingestión de alimentos descompuestos, la insalu-
Óleo sobre tela. Munal. Co-
bridad y la baja de defensas biológicas constituye-
naculta. INBA.
DIGITALIZACiÓN RAlees ron los agentes favorables para la expansión de los

CAYETANO CABRERA QUINTERO. EL ESCUDO DE ARMAS DE MExICOY EL MATLAZAHUATL /79


5. Las epidemias no cesa-
ron con la llegada del siglo
XVIII. La Iglesia designó al
presbitero Cayetano Cabre-
ra y Quintero para que re-
dactara un libro en el que
diera cuenta de las epide-
mias, lo que hizo con una vi-
sión providencialista de la
enfermedad y su curación.
Anónimo, Los milagros de
San Miguel, ex voto, siglo
XVII. Óleo sobre tela. Colec-
ción particular.

virus. El mejor ejemplo fue e! matlazáhuat!, que em-


pezó en un obraje a finales de agosto de 1736 en e!
pueblo de Tacuba, pasó hacia noviembre a la ciu-
dad de México y se extendió casi de inmediato por
e! valle y varias provincias de! virreinato (Orozco y
Berra, 1853-1856. Apéndice 2, t. IX, 793), e hizo
es tragos en Tlaxcala, Puebla, Querétaro, Ce!aya, To-
luca, Cholula y León. En enero de 1737 la mortan-
dad había saturado los cementerios de la capital, de
lo cual Cabrera y Quintero habla así:''Aumentarse
la plaga y mortandad hasta no caber dentro de los
muros de México, y sus templos: designase otros
campos y piadosos lugares a sepulcro de sus difun-
tos: computase los de esta ciudad y apuntase los de
todo e! Reino" (cap. XIV, 504).
Dos médicos murieron al practicar autopsias a
varios cadáveres infectados, y otro más cuando tra-
taba de definir las características y tratamiento de!
mal. Por los síntomas, hoy se piensa que pudo ha-
6. Hoy se cree que la epide-
berse tratado de un tifo, para e! cual se aplicó una mia de matlazáhuatl pudo
terapia que iba desde fomentos con una mezcla de haber sido un tifo. Los pési-
vinagre, nitro y alcanfor hasta los jarabes. Los pé- mos resultados para atacar
simos resultados para atacar e! mal provocaron crí- el mal provocaron criticas y
burlas contra los médicos y
ticas y burlas contra los médicos, entre ellas las de!
el escepticismo acerca de
mismo presbítero (cap. XIv, 505), por lo que e! es- las soluciones humanas se
cepticismo ante las soluciones humanas sólo se compensó con la importan-
compensó con la importancia que revestían lo mi- cia que se otorgó a lo mila-
lagroso y lo sobrenatural (fig. 6). groso y lo sobrenatural. a)
Anónimo, La peste de 1737.
Como la epidemia no cesaba surgió la idea de
Escudo de Armas de Méxi-
que se trataba de una guerra clivina, por lo que los co. b) Entierros primarios di-
habitantes de la ciudad de México recurrieron a in- rectos extendidos. Catedral
finidad de imágenes milagrosas: la Virgen de los Metropolitana.

80 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
7. Debido a que la epidemia
de matlazáhuatl no cesaba ,
se creyó que se trataba de
una guerra divina. Los habi-
tantes de la ciudad de Mé-
xi co se encomendaban a
santos y virgenes , entre
las que destacan la de los
Remedios , Loreto y Do-
lores. Como la epidemia
continuaba , se decia
que Dios reservaba
esta gloria para la Vir-
gen de Guadalupe. a)
Anónimo , Inmaculada
Concep ción . Lámina
sobre cobre . Colección
particular. b) Juan Co-
rrea , San Francisco de
Asísantelosángeles. Óleo
sobre tela . Iglesia de San
Diego , Aguascalientes ,
Aguascalientes .

Remedios, la de Loreto y la de los Dolores, por bildo civil y eclesiástico para conseguir la aproba-
mencionar algunas, aunque no se percibió ninguna ción de llevar a cabo los actos de celebración del
mejoría. Como explicación, se dijo que el Señor re- patronato a la Virgen el 27 de abril.
servaba esta gloria para su Santísima Madre en la El matlazáhuatl de 1737 determinó un triple acon-
milagrosa imagen de Guadalupe, a cuyo amparo tecimien to para el virreinato. Por una parte, la muer-
quería que se pusiera todo el reino (fig. 7) . te de aproximadamente 40 000 individuos que ra-
La Virgen del Tepeyac contaba con una larga dicaban en la capital, sin contar con los casi 100000
tradición de virtudes terapéuticas y protectorado en los valles de México y Puebla, así como parte de
que se remontaba al momento de sus apariciones la población norteña; por otra, la decadencia del
(Ruiz Naufal, 1981, pp. XXVII-XXX). Por ello, el tributo indígena, y por último, que con la protec-
30 de enero de 1737, mientras el virrey-arzobispo ción de la Virgen de Guadalupe surgieran las bases
solventaba los costos de las medicinas y ordenaba de la identidad nacional impulsada por los criollos.
casas de asistencia eventuales, se inició un novena- Para dejar testimonio de los acontecimientos de
rio a la Virgen. La población, aparte de rezar en el la epidemia, Cabrera y Quintero relata lo aconteci-
santuario, acudió a los miembros criollos del Ca- do en los lugares designados para los entierros, los

8. El matlazáhuatl de 1737
fue la causa de varios acon-
tecimientos importantes en el
virreinato , entre otros , el
nombramiento de la Virgen
de Guadalupe como escudo
protector de la ciudad de Mé-
xico;conestehechoylasuma
de otros surgieron las bases
de la identidad nacional, que
era impulsadaporloscriolios.
a) Anónimo, San Camilo de
Lelis, siglo XVIII. Óleo sobre
tela. Museo de la Basilica de
Guadalupe. b) Entierros pri-
marios directos extendidos.
Catedral Metropolitana.

CAYETANO CABRERA QUINTERO. EL ESCUDO DE ARMAS DE MÉXICO Y EL MATLAZÁHUATL I 81


hospitales que se hicieron cargo del contagio y la Para septiembre sumaban casi 7 000 los muertos 9. Izquierda: En septiembre
estadística de las defunciones. entre adultos de ambos sexos y niños, y más tarde de 1737 el número de falle-
cidos ascendía a casi 7 000
Señala que con e! fin de evitar e! contagio, se e!i- pasaron de 9 000 los sepultados bajo la cruz de la
Y fue necesarío usar como
gió un sitio apartado en un arrabal denominado San Catedral y su cementerio y otros tres o cuatro tem- cementerios varios templos
Lázaro, donde se hizo una de las más enormes pi- plos de la ciudad, como los de San Migue! y San y hospitales de la ciudad.
ras para quemar a los muertos. Debido a que la epi- Antonio Abad, además de las huertas de! Colegio Hospital de Betlemitas, ciu-
demia continuaba minando la población, desde de San Juan de Letrán, la Parroquia de San José y dad de México.

enero hasta agosto, y los distintos cementerios no e! Convento de San Francisco, así como en e! ba-
10. Derecha: Para el cómpu-
eran suficientes, hubo de recurrirse a la Parroquia rrio de La Candelaria. to de los fallecidos , Cabrera
del Sagrario, luego de decidirse que e! cementerio En cuanto a los indígenas, fueron enterrados en Quintero empleó los datos
de este lugar fuera usado como una sepultura uni- sus chozas de forma clandestina, en huertos y cam- de las parroquias de espa-
ñoles yde indios, templos de
regulares (conventos), cam-
posantos ycementerios, en-
tre otros, y así contabilizó 40
En El Escudo de Armas de México también se abordan las diversas ep ide- 157fallecidos. Osario. Cate-
dral Metropolitana.
mias que azotaron estas tierras, la historia de los hospitales y centros
de asistencia de la capital virreinal, y en lo religioso hace énfasis en los
conceptos teológicos para que la población tratara de explicarse el ini -
cio y fin de la enfermedad.

versal, es decir, que podían ser enterrados los ha- pos domésticos, y se dedicó también a ellos e! cam-
bitantes que no pertenecían a dicha parroquia (fig. posanto de! Hospital Real de San José de los Natu-
8) . El autor describe la escena de esta manera: rales. Además, fueron utilizados e! Hospital de San
Juan de Dios y el de la Purísima Concepción, bau-
. . . se cavó, extendió y apretó a los difuntos en esta tizado con el nombre de Jesús Nazareno y en e! cual
universal sepultura .. . La afluencia de muertos que de e! mayor número de enfermos y muertos fueron es-
pobres cortejos y Hospitales soportaban a este lugar pañoles.
aterró a los miserables indios que cargaban la leña Entre los cementerios y hospitales erigidos en
para la pira ... con el duro nombre de Sarracos sirven forma urgente se contaron: San Hipólito, la Cari-
estas cargas y también con el de carros para la con- dad, de! Espíritu Santo, de Nuestra Señora de los
ducción de cadáveres que acreditan grande aquella Milagros; la plaza y hospital de Santa Catarina Már-
otra famosa pestilencia ... (cap. XIV, p. 505). tir, el de San Sebastián ye! famoso de Nuestra Se-

82 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
11 . Desde el punto de vista ñora de G uadalupe, construido en honor a la Vir- • Marcela Salas Cuesta. rlistoriadora por la UNAM. I nvestiga-
teol ógico, la población que
gen (fig. 9) . dora de la Dirección de Antropología Física del IN .\I-I, en la
sobrevivió al contagio optó 'lue coordina los proyectos "México en el siglo XI' III. Cos-
por la Virgen del Tepeya c El cómputo de difuntos realizado por Cabrera
tumbres Funerarias. Un esrudio de salud pública" e " Investi-
como único símbolo religio- y Quintero se dividió entre parroquias de españo- gación, conservación y difusión de materiales fotográficos".
so con poder para enfrentar les, parroquias de indios, templos de regulares Estudios sobre ar'luitectura Ypintura virrei nal, así como sob re
las epidemias. Juan Correa , (conven tos), hospitales de erección, hospitales de materiales ar'lueológicos de T latileo, es tado de México, )' J ai-
Virgen de Guadalupe y sus na, Campeche.
nu eva erección, camp osan tos y cementerios, lo • María Elena Sajas Cuesta. Maestra en ciencias antropológi-
cuatro apariciones. Óleo so-
bre tela . Iglesia de San Ma- cual dio un to tal de 40 157 muertos (cap. XIV, cas, con especia lidad en antropología fís ica. Inves tigado ra de
p. 511) (fig. 10). la Dirección de Antropología Física del lNA II , en la 'lue coor-
teo , Texcalyacac, estado de
dina el proyecto "Rasgos no-métricos o disconti nuos en crá-
México. Los datos históricos referidos por el presbítero neos prehispánicos)' coloniales (paren tesco)". Estudios sobre
proporcionan in fo rmació n de suma importancia antropología física forense, osteopatología )' salud pública en
el México virreina!.
sobre los lugares de enterramiento producto de las
epidemias, además de señalar que éstos no fueron
P ARA LEE R MÁS •••
exclusivos para una de terminada población, por lo
COOPL.R, Donakl, LIS epidelllias ellltl ciudad de A1éxico, 176/·1813, Col.
que el estudio de la variabilidad biológica es de gran Salud y Sebruridad Social, Serie H.isroria, J~IS~, ~1éx.ico, 1980.
utilidad para el conocimiento de la población vi- DA \':\LOS, J\farcela, De basllrtJJ, ilfllllllldicia.ry movimiellto. O de cómo se lilllPia
/tI cilldtld tiJ;,ItI/es del s{~/o XI 111, Cien Fuegos, México, 1989.
rreina!. DI..;. Cabrera y Quintero, Cayetano, Esmdo de Armc/s de lvléxico, edición
D esde el punto de vista teológico, los enfermos, facsimilar, estudio histórico y cronológico de Víctor M. Ruiz Nau-
los difun tos y la población que sobrevivió al con- 1"",
falo México, 1981.
l\rOLJ~.\ del Villar,A/JIérica, /" j\Tuem Espm¡ay ellJlollozabllotl, 1736-1739,
tagio optó por el símbolo de la religiosidad como El Colegio de Michoacán/crlsAs, México, 2001.
OROZCO y Berra, 1\ fanud, uMatlatzahuau de 1736", en Diccionario ""i-
ú nica salvación posible, la Virgen del Tepeyac, t·ersa/ de hislon"aJ!geografía, Tipografía de Rafael, .México, Apéndice
qui en según la leyenda, al aparecerse a Juan D iego, 2, r. 1:\, 1853- 1856.
S \1..\:-' Cuesta, ~larcela, r ~Iaria Elena Salas Cuesla, "l\-fuene e ilustra-
le dijo: "ya tu enfermo está sano pues la bóveda del ción: cementerios extramuros", en HOlJlentge (J Jaime Lill'Ok, Serie
Cielo está resguardada por u n Escudo Celestial" Arqueología, Col. Científica, núm. 458, "'AH/nA, LI'\ ..\l\t, l\léxico,
2004, pp. 127-142.
(fig. 11). e~~

CAYETANO CABRERA Q UINTERO, EL ESCUDO DE ARMAS DE MÉX/COY EL MATlAZÁHUATL I 83


"El sacudidor de ciudades"
UN JEROGLíFICO MAYA PARA
'MOVER,TEMBLAR' O 'TERREMOTO'
ERI K VELÁSQUEZ G ARCIA, O CTAVIO Q . ESPARZA OLGulN

Es probable que la expresión yu[h}klaj kab' (yu-ku-Ia-ja KAB'), 'la tierra se sacudió',
sea el registro único de un terremoto en el corpus de las inscripciones mayas. La raíz
verbal yuhk es habitual en el nombre de varios gobernantes mayas de la dinastía Kanu'l
o de la Cabeza de Serpiente y existe evidencia de que también se utilizaba en ciertas
expresiones de nacimiento visibles en las inscripciones de Palenque.

fragmentario del panel de donde proviene, no es 1 Al parecer, ellogograma


E n 2001 D avid S. Stuart descubrió la presencia
de una expresión verbal escrita por medio de
jeroglificos mayas en un bloque del fragmentado
posible determinar en qué fecha ocurrió.
Nueve años después, Marc U. Zender reconoció
del nombre del Gobernante
11 de la dinastía de Kanu 'l
está registrado en este vaso
panel de estuco del Templo XVIII de Palenque, que la raíz de aquella expresión,yuhk, 'agitar, tem- de estilo códice. En dichos
Chiapas I . Dicha expresión tiene la lectura de blar' o 'sacudir', corresponclia a una categoría espe- casos la raiz verba l yuhkpa -
YIl[h]klq,i kab' (yu-ku-la-ja KAB'), 'la tierra se sacu- cial de verbos mayas llamados afectivos o de reiteración, rece estar escrita mediante
dió', y como el propio Stuart señaló, parece tratarse que se caracterizan por referirse a una acción repe- el signo que Martha J. Ma-
cri y Matlhew G. Looper lla-
del registro único de un terremoto en el corpus de titiva; por ejemplo: b'a}, 'martillar' ( ~. 'l) ,jop, 'en-
man MR4.
las inscripciones mayas, aunque debido al estado cender' ,o tak, 'secar' ~ 4(.) . Como el FOTO CJUSTIN KERR 1372

84 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
2. La grafia del logograma m ismo Zender descubrió, en la lengua de las ins- (signos que representan palabras completas), b)
del Gobernante 11 semeja la cripciones mayas esa clase de verbos suele añadir e! combinando logogramas con silabogramas (grafías
palma de una mano extendi-
sufijo -Iq¡, que los identifica como afectivos. Es pre- que representan sílabas sin significado), y c) em-
da, con los dedos apuntan-
do hacia la derecha. Este ciso agregar que e! vocablo yllhk también es un sus- pleando sólo silabogramas.
signo, llamado MR4, podría tantivo para 'terremoto' en idiomas como el chal, Un ejemplo de la primera regla puede estar con-
tener el valor logográfico de chorti y maya yuca teca. tenido en e! nombre de! Gobernante 11 que apare-
YUK (yuhk), 'agitar, sacudir,
ce en los anales dinásticos de Kanu'l, registrados en
temblar' o 'terremoto'.
FOTO CJUST1N KERR 6751
Nombr's de oobern, ,nt:e los vasos de estilo códice conocidos como K1372
La raiz verbal ytlhk es habitual en e! nombre de va- y K6751 . En tales casos la raíz ver-
rios gobernantes mayas de la dinastia Kanu'l o de balytthk parece estar escrita mediante e! signo MR4,
la Cabeza de Serpiente, cuyo glifo emblema se aso- según e! catálogo de jeroglíficos elaborado por Mar-
ciaba durante e! Clásico Temprano con Dzibanché tha J. Macri y Matthew G. Looper. Dicha grafía se-
ye! sur de Quintana Roo, pero con Calakmul entre meja una mano o palma extendida con los dedos
635 y 736 d.C. En e! caso de esos dignatarios ma- orientados hacia la derecha que, en estos casos, an-
yas forma parte de la expresiónytlhkno 'm; como su- tecede al resto de las grafías nominales de! ya men-
cede, por ejemplo, con los señores Yuhkno'm cionado Gobernante 11. De ser así, e! signo MR4
Ch'e'n ( IfO,' 5: ), Yuhkno'm Ti' Chan o podria tener e! valor logográfico de YUK \ytthk) ,
Yuhkno'm Yihch'aakK'ahk' ). En 2006 Erik 'agitar, sacudir, temblar' o 'terremoto'.
Ve!ásquez García y Carlos Pallán Gayol propusie- La combinación de logogramas con silabogra-
ron que en dicho tipo de construcciones e! verbo mas se encuentra, por ejemplo, en e! bloque CX14
yuhk es seguido por dos particulas: a) un sufijo an- de la Escalera Jeroglífica 3 de El Resbalón
tipasivo -(V)n, que lo señala como un verbo que así como en e! cartucho G7 de la Este!a 3 de PoI
promociona el sujeto, pero cuyo objeto directo se Box , ambos sitios en e! sur de Quintana
encuentra degradado, y b) un sufijo agentivo -o 'm, Roo. En estos ejemplos e! jeroglífico de la mano
que denota la persona que realiza la acción. Por lo (YUK o MR4) puede cambiar su orientación, pero
tanto,Yllhkno'm se traduciría como 'agitador' o 'sa- es acompañado por los signos silábicos no y ma,
cudidor', interpretación a la que también llegó Zen- completando la lectura de YlIhkno'm (YUK-no-
der en 2010. ma). Debe precisarse que tanto en e! caso de! Go-
Como sucedía con los escribas nahuas y de otras bernante 11 como en estos de Quintana Roo, los
partes del mundo, los amanuenses mayas podían es- elementos nominales que suceden a la expresión
cribir una misma palabra por medio de tres reglas Yuhkno'm aluden a personajes que posiblemente
básicas de composición: a) usando sólo logogramas llevaban e! mismo nombre: Ut(?) Chan, que, al no

" EL SACUDIDOR DE CIUDADES" I 85


estar plenamente descifrado, es mejor conocido ... 3. Registro de la expresión
yu[hJklaj kab ', 'la tierra se sa-
como "Testigo Cielo".
cudió', muy probablemente
Un ejemplo completamente silábico del vocablo relacionado con el registro
yuhkno'm, que correspondería a la tercera regla de de un evento sismico. Frag-
composición de palabras, se encuentra en el mismo mento de estuco, Templo
nombre de "Testigo Cielo". Se trata de una cláusu- XVIII , Palenque, Chiapas.
DIBUJO. MARK U ZENOER
la incisa sobre la superficie de un punzón de hueso,
encontrado en 2005 por los arqueólogos Enrique
Nalda Hernández y Sandra Balanzario Granados
sobre la pelvis de un esqueleto sepultado en una cá-
mara mortuoria ubicada en el interior del Templo
TI! o de los Cormoranes de Dzibanché: yu-ku-no-
ma UT?-tu-CHAN-na K'UH(UL)-ka-KAN-
AJAW, yit[h]kflo'm Ut(?) chau, k'lIhul Kan[u'l) aja7lJ,
'Yuhkno'm Ut(?) Chan, señor sagrado de Kanu'l'
(fig. 7). La importancia de este ejemplo reside en
que ellogograma de palma extendida (MR4) se en-
cuentra del todo sustituido por la secuencia silábi-
ca yu-ku, lo que constituye una evidencia sólida a
favor de que ese signo de "mano" tenía un valor de b e
lectura YUK (yuhk).
Otros gobernantes famosos de la dinastía Kanu'l
fueron Yuhkno'm Ch'e'n 1 (antes de 490) y II (636-
686), en cuyas cláusulas nominales se puede apre-
ciar la misma secuencia silábica yu-ku-no-ma. En
el caso de Ch'e'n, se trata de un término que signi-
fica 'cueva', pero en las inscripciones mayas habi-
tualmente constituye una abreviación de la expre- 4. Ejemplos de verbos afectivos o de reiteración en la escritura jeroglífica maya: a) b'aj , 'mar-
tillar' , b) jop , 'encender', e) tak, 'secar'.
sión kab'-ch'e'n, 'tierra-cueva', que es un difrasismo, DIBUJOS MARC U ZENDER. NIKOLAI GRUBE. MODIFICADOSAPARTIR DE LlNDASCHELE

o sea, la asociación de dos palabras diferentes para


denotar un tercer significado, que en este caso, en
la literatura maya, es el de 'ciudad' o 'pueblo'. De a
este modo, el nombre de Yuhkno'm Ch'e'n podría
traducirse como 'El Sacudidor de Ciudades', un ape-
lativo muy adecuado para referirse a un par de go-
bernantes que se caracterizaron por su actividad
castrense. Es curioso notar que el nombre de esos
mandatarios de D zibanché y Calakn1Ul tiene seme-
janzas conceptuales con la deidad quiché Kab'raqan,
'Dos Sus Piernas', que en la usanza actual quiere de- b
cir 'terremoto' y, como señala Allen J. Christenson,
"calza bien con" su papel "como el que sacude las
montañas".
Otro ejemplo de la regla de composición de pa-
... 5 Nombres de algunos se-
labras que consiste en usar sólo silabogramas se en-
ñores de la dinastía Kanu 'l
cuentra en el nombre de Yu[h]kno'm Ti' Chan (yu- que contienen el apelativo
ku-no-ma TI'-CHAN-na), 'El Sacudidor de la yuhkno'm: a) Yu[h]kno['m]
Orilla del Cielo', soberano de la dinastía Kanu'l aso- Ch 'e'n 1. Monumento 5, Dzi-
ciado con la fecha 619 y mencionado en la Estela 3 banché, Quintana Roo. b)
Yu[h]kno'm Ti' Chan. Estela
de Caracol, Belice (fig. 5b).
3, Caracol , Belice. e) Yu[h]
El mandatario más famoso de la dinastía Kanu'l kno'm Yihch'aak K'ahk'. Pla-
que portó el apelativoyuhkno 'fIl acaso fue Yu[h] kno 'm to encontrado en la tumba 4,
Yihch'aak K'ahk' (yu-ku-no-ma yi-ICH'AK-K'AK'), Estructura 11, Calakmul,
'El Sacudidor de Garras de Fuego', quien gobernó la Campeche.
DIBUJOS: AUTOR DESCONOCIDO, CARLP BEETZ.
ciudad de Calakmul entre 686 y ca. 695 (fig. Se). UNTQN SATTERTHWAITE, SIMON MARTIN

86 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
Expresiones de nacimiento
Dejando de lado el uso de la raíz yllhk en el nombre
de esos mandatarios, existe evidencia de su utiliza-
ción en ciertas expresiones de naCimiento visibles en
las inscripciones de Palenque. En este caso, los ejem-
plos más representativos provienen de los textos de
las estructuras del Grupo de las Cruces y del Tem-
Ellogograma YUK en ins- plo XIX, donde comúnmente se encuentran cartu-
cripciones de sitios del sur chos jeroglíficos con la estructura u -MR4-KAB' (fig.
de Quintana Roo . a) Bloques 8 ) o u-MR4-ka-b'a (fg" &b, 8e). De acuerdo con
CX14, CX15 y CX16. Esca-
Stuart, el signo MR4 podría operar en estos contex-
lera Jeroglífica 111 , El Resba-
lón. Estela 3. Poi Box.Am-
tos con el valor de lectura TAL?, 'tocar', completan-
bos en Quintana Roo. do así la secuencia como u-TAL?-KAB', IItal(?)kab',
DIBUJOS MOOIFICAOOSOEVONElJoN,OCTAVIOO
ESPARZAOLGuiNYVANIAE P¡;REZGUTIERREZ
'su tocamiento de tierra', una expresión metafórica
relacionada con el nacimiento de las deidades recto-
ras de Palenque. Sin embargo, el jeroglífico de "pal-
ma extendida" (MR4) usado en estas expresiones pa-
rece representar ellogograma YUI(, sin modificar
El nombre de Yuhkno'm Ch'e'n podría en lo más mínimo el significado de esa expresión
traducirse como 'El Sacudidor de vinculada con la idea del alumbramiento -sugerido
Ciudades', un apelativo muy adecuado por Stuart-, ya que si bien en la mayoría de los dic-
cionarios de lenguas mayas la palabra yuhk aparece
para referirse a un par de gobernantes traducida como 'agitar, sacudir' o 'temblar', en len-
que se caracterizaron por su activida gua chortí también significa 'unión'. Así, la secuen-
militar. cia jeroglífica u-MR4-KAB' podría transliterarse
como u -YUK-KAB' y transcribirsecomo l!Jllhkkab',
'su unión con la tierra': una buena metáfora para re-
, ferirse a la acción de nacer. ~~

• E rik Velásquez G arcía. D octor en histo ria del arte porla racultad
de F ilosofía y Letras de la UNAM, donde imparte asignaruras sobre
arte prehispánico y epigrafía maya. Investigado r del Instiruto de
Investigacio nes Estéticas de la UNAI- I, especialista en arte yescri-
rura jeroglífica maya. Ganador en 201 1 del Premio de la A cademia
Mexicana de Ciencias a la m ejor tesis doctoral en humanidades.
• Octavio Q. Esparza O lguín. Arqueólogo por la EN,\H , epigrafista
del "P royecto Arqueológico E l Palmar. Urbanizació n del espacio
social en las Tierras Bajas nuyas". Realiza estudios de maestría en
el P rograma de Posgrado en Estudios Mesoamericanos de la UN \1>1.

P. .r· ~1 ,s

ESPARZA OLGL'fN, Octavio Q.) y Vania E. Pérez Gutiérrez, "Archaeo-


logical and E pigraplúc Studies in Po i Box, Quintana Roo", Tbe H4Rl
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ESPARZ,\ OLeuíN, Octavio Q.) y E rik Velásquez Ga rcía, c'The YUK
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XIV, núm. 1, Pre-Colum bian Art Research lnstitute, San Fran-
cisco, 2013.
N !\ I.Dr\ H ER.r.' "DI-.Z, E nriqu e, y Sandra Balanza rio Granados, " D zi-
banché, la dio as tía Kaao y Yuhkoo'm Ut(?) Tul... 1Chao", eo A r·
!l Expresiones de nacimien- q1leologío, imoge!1y texto: hOfllel/{!je o IOIJ Grohom: 1IIf1l1oda de la S ex/a /.,,1eso
to en textos de Palenque: Redo1lda de Pale1lque (eo preosa).
u-YUK-KAB ', uyuhkkab ', STL·..\RT, D avid S., uEarthquake!", A1esoweb, \Vww.Mesoweb.com/sru-
En esta inscripción se lee:
art/ootes/Earthquake.pdf, 200 l .
yu-ku-no-ma UT?-tu- 'su unión con la tierra'. Alfar- _ _ , Tbe l/1scripliolls !ro", Temple X IX a/ Palenque: A COllleJIlory, T he
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unión con la tierra'. Platafor- gadores de lo culturo "'IIJO, t. 2, oúm. 14, 2006, pp. 341·358.
Punzón de hueso. Templo 11 ,
ZENDER, Marc U,) "Bqj'Harnmer' and Related Affective Verbs in Clas-
Dzibanché. ma. Templo XIX, Palenque. sic Mayao", Tbepori Joumal, vol. XI, núm. 2,2010, pp. 1· 16.
DIBUJO ERIK veLAsauEZ GARCIA DIBUJOS Ll NDASCHELE, DAVID S STUART

"EL SACUDIDOR DE CIUDADES" I 87


Mentiras y verdades
EDUARDO MATOS MOCTEZUMA

¿Quién mató a Moctezuma 11,


los mexicas o los españoles?
En otra ocasión he comentado por un lado, la de cronistas es- YeI dicho Muteczuma ... dijo Leamos ah ora cómo relata
cómo los grandes magnicidios pañoles como Hernán Cortés que le sacasen a las azoteas de Díaz del Castillo la muerte del
quedan, generalmente, en la y Bernal Díaz del Castillo, quie- la fortaleza, y que él hablaría a dirigente mexica, poniendo en
duda de quién o quiénes fue- nes achacan la muerte de Moc- los capitanes de aquella gente, boca de Moctezuma las SI-
ron los autores y las razones tezuma a los indígenas, y por el y les haría que cesase la guerra. guientes palabras:
que llevaron a la muerte del dig- otro, la de cronistas de estirpe E yo lo hice sacar, y en llegan-
natario (Matos, 2011). Esta vez indígena como Fernando Al- do a un pretil que salia fuera de "Yo tengo creído que no apro-
vamos a referirnos a la muerte varado Tezozómoc y Francis- la fortaleza, queriendo hablar vecharé cosa ninguna para que
de Moctezuma I1, quiengober- co de San Antón Chimalpahin, a la gente que por allí comba- cese la guerra, porque ya tienen
nó los destinos de Tenochti- que, por el contrario, dicen que úa, le dieron una pedrada los alzado otro señor y se han pro-
clan entre 1502 y 1520 d.C., de- fue muerto por los españoles. suyos en la cabeza, tan grande, puesto no dejaros salir de aquí
ceso que ocurrió en este último Empecemos por transcribir que de allí a tres días murió; e con vida; y así creo que todos
año a raíz del asedio de los lo que nos dice Cortés en su se- yo le fice sacar así muerto a dos vosotros habéis de morir".
mexicas a los españoles guare- gunda carta de Relación, en indios de los que estaban pre- Montezuma se puso a un
cidos en el palacio de Axayá- donde de manera muy parca se sos, e a cuestas lo llevaron a la pretil de una azotea con mu-
cad. Dos versiones conoce- refiere a la muerte del tla/oani gente, y no sé lo que dél se hi- chos de nuestros soldados que
mos del fatal acontecimiento: mexlca: cieron ... (Cortés, s/f, p. 233). le guardaban, y les comenzó a
hablar con palabras muy amo-
rosas que dejasen la guerra y
que iríamos de México. Mu-
chos principales y capitanes
mexicanos bien le conocieron,
y luego mandaron que callasen
sus gentes y no tirasen varas,
.piedras ni flechas. Cuatro de
ellos se llegaron en parte que
Montezuma les podía hablar, y
ellos a él, y llorando le dijeron:
"¡Oh, señor y nuestro gran se-
ñor, y cómo nos pesa de todo
vuestro mal y daño y de vues-
tros hijos y parientes! Hacé-
moos saber que ya hemos le-
vantado a un pariente vuestro
por señor". Allí le nombró, que
se decía Cuitláhuac, señor de
Iztapalapa ...

Un español sujeta por el cuello con


una cuerda a Moctezuma 11 . Enfren-
te de la escena hay un personaje
muerto y con una espada clavada a
la altura del pecho. Códice de Moc-
tezuma (detalle).
FOTO: 8NAH
Los españoles arrojan los cadáve-
res de Moctezuma 11 y de Itzcuauh-
tzin , señor de Tlatelolco, a las aguas
del lago de la Cuenca de México .
Códice Florentino , lib. XII , f. 40v.
AEPA QGRAFIA MARCO ANTONIO PACHECO I RAleES

Párrafos adelante continúa así: Alvarado Tezozómoc relata en


su Crónica Mexicqyotl:
No bien hubieron acabado el
ra zonamiento, cuando tiran En el año 2-pedernal, " 1520
tanta piedra y vara , que los años", fue cuando murió el se-
nuestros que lo arrodelaban, ñor Moteuczoma Xocoyotl,
como vieron que entretanto rey de Tenochtitlan, hijo de
que hablaba con ellos nos da- Axayacatzin; reinó diez y nue-
ban guerra, se descuidaron un ve a¡{os; a los tres los mataron
momento enrodelarle de pres- los españoles (Te zozómoc,
to, y le dieron tres pedradas, 1975, p. 149).
una en la cabeza, otra en un
brazo y otra en una pierna; y Finalmente, acudimos a las Re-
puesto que le rogaban que se laciones de Chalco-Amaquemecatl
curase y comiese y le decían de Chimalpahin:
sobre ello buenas palabras, no
quiso, antes cuando no nos ca- En el me s de Tecuilhuitontli,
tamos vinieron a decir que era los españoles dieron muerte al
muerto (Díaz de l Castillo, Moteuhcmatzin, haciéndolo
1943, pp. 15-16). estrangular y después de eso
hu yeron aprovechando la s
Vemos concordancia en el re- sombras de la noche (Chimal-
lato de los dos cronistas solda- pahin, 1965, p. 236).
dos en cuanto al motivo de la
muerte del t/atoani y la manera A lo anterior habría que sumar
en que ocurrió. Veamos ahora pictografías como el Códice cuando acto seguido se le co- PARA LEER MÁS •• .

la posición de los cronistas in- Mocte~/ma, en el que se apre- munica a Moctezuma que ha- ALVA RADO Tezozóm oc, Fern and o, Cro-
dígenas, si bien hay que aclarar cia al emperador con soga al bía sido depuesto del cargo de lIicaMexic4;'otl, L NAM, M éxico, 1975.
B ATA 1.LA Rosado, JuanJ osé, "Prisió n r
que sus escritos son muy pos- cuello asomándose por la azo- tlatoani y se nombra como se- mu erte de M.o tecu hzoma, según el
teriores y quizá parte de la tra- tea para calmar los ánimos; ñor de México a su hermano relato de los códices Ill t:soamt:rica -
nus", Rel'ista EspOliola de Antropolo-
dición oral. Empecemos con la frente a él está un personaje Cuitláhuac. gía Alllericana, vol. 26, 1996, pp.
Relación del origen de los indios que muerto con una espada espa- Esto último resulta relevan- 101-120.
Cuaudehuan.itzin, Fran-
C HI \ t,\ LPAH II':
habitan esta N ueva España según ñola clavada en el pecho, lo te, ya que al perder el poder no cisco de San Antó n Muñón, Relario-
sus histonas: que podría significar la muer- erade ya de utilidad para los es- nes onghrales de Cbalco-Alllaqlletllettllf,
I'CE, México, 1965.
te del gobernante (Batalla Ro- pañoles y la guerra iba a conti- "CÓ DI CE Ramírez", en Hernando Alva -
. . . y yendo á buscar al gran Rey sado, 1996) . nuar. Por lo tanto, más bien se rado Tezozómo c, Cró"ica Ale.,-údl/tl,
Edi torial Porrúa, México, 1980.
Motecuczuma dizen que le ha- ¿Qué sacamos en conclu- convertía en una carga que en CORTf~S, ll ernán, "Segund a Can a" , en
llaron muerto á puñaladas, que sión de todo esto? Hay dos da- una ayuda. De ser así, sus ho- CartaJ de Relt/úóll de Ir) Conq/Jista de
Amé/ica, E ditorial N ueva ,E spalia ,
le mataron los españoles á él Y tos que considero de la mayor ras estarían contadas ... (.~~ México, s/ f.
á los demás principales que te- importancia: Bernal Díaz se- DiA/. del Castillo, Bern al, JlistO/id l'erda-
dert/ de la conquista de la l'oJuel'(J hspmia,
nían consigo la noche que se ñala que al asomarse Moctezu- Eduardo Matos Moctezuma. Maestro Nuevo lIfu ndo, México, 1943.
huyeron, y este fué el desastra- ma le hablaron con gran acata- en ciencias antropo lógicas, especiali- MATOS ,Monezuma, Edu ardo, "La
zado en arqueo logia. Fue director del mut:rte de Cuauhtémoc, ¿conspira-
do y afrentoso fin de aquel des- mien to y cesaron de tirar ción o pret(;:xto", A rqueologíd AJexi-
Museo del Templo Mayo r, INA H.
dichado Rey ... (CódiceRomíre'-0 proyectiles, lo que implica el cana, núm., ltl , septiembn:.oc tu -
Miembro de El Colegio Nacio nal. P ro- bre de 20 11 , pp. 37-41.
1980, p. 91) . respeto que se le tenia; el otro, fesor emérito del INI H.

MENTIRAS Y VERDADES / 89
Arriba: Pieles y plumas
PRÓXIMO NÚMERO tributadas desde el
Soconusco, Chiapas.

NÚMERO 124 Matrícula de Tributos ,


lám . 25. Abajo: Pieles y
plumas actuales. MNA.

El
FOTOS BNAH, OUVER SANTANA I RAlcES

, .
Una estrategia
econOffilca
SEP UCONACULTA
SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN PÚBLICA
~INAH
o
-.1 !. ••: ; '.; '"
SEP ~~CONACULTA
SECRETARÍA DE

~INAH
EDUCACIÓN PÚBLICA
o

VUU'IM'I e\

del 26 de septiembre al 6 de octubre de 2013

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