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El Gran Basamento,
primera construcción
Los orígenes monumental en la -
del urbanismo Cuenca de México

La erupción Guía de viajeros a

del Xitle y el Cuicuilco y sus alrededores
abandono
de la ciudac

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Los peces siérta s Bocas: infierno MENTIRAS Y:VERDADES
del Templo May¿r - delloleerontas -" Las muertes en T atelolco
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 SECRETARÍA DE CULTURA INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA EDITORIAL RAÍCES, S.A. DE C.V. REVISTA BIMESTRAL
Secretaria Director General Presidente Mayo - junio de 2018, vol. XXV, núm. 151
María Cristina García Cepeda Diego Prieto Sergio Autrey Maza

ARQUEOLOGÍA MEXICANA
Directora María Nieves Noriega de Autrey
Editor Enrique Vela
Jefe de Redacción Rogelio Vergara
Editor Gráfico Fernando Montes de Oca
Investigación iconográfica Daniel Díaz
Portada: Luis Argudín, Cuicuilco, 2018.
Archivo de imagen José Cabezas Herrera
Foto:Oliver Santana / Raíces
Asistencia de diseño Carlos Alfonso León
Asistente editorial Ana Cecilia Espinoza
8
Fotógrafos Claudio Contreras Koob, Marco Antonio Pacheco, Oliver Santana
NUESTRA PORTADA
Ilustradores Alejandro Puga
10
Comité Científico-Editorial Sergio Autrey Maza, Alfredo Barrera Rubio, Ann Cyphers, María de CARTAS
la Luz Gutiérrez Martínez, Leonardo López Luján, Eduardo Matos
Moctezuma, María Nieves Noriega, Xavier Noguez, Nelly M. Ro- 12
bles García, María Teresa Uriarte Castañeda, Gabriela Uruñuela La- NOTICIAS Y RESEÑAS
drón de Guevara
14
Consejo de Asesores Ricardo Agurcia Fasquelle, Anthony Andrews, Bárbara Arroyo, Al- DOCUMENTO
fredo Barrera Rubio, Juan José Batalla Rosado, Elizabeth Boone, Los códices históricos coloniales del
Johanna Broda, David Carballo, David Carrasco, Luis Jaime Casti- Centro de México con anales continuos
Xavier Noguez
llo, Robert Cobean, Ma. José Con, Ximena Chávez Baldaras. Véro-
nique Darras, Davide Domenici, William L. Fash, Gary M. Feinman,
16
Rebecca González Lauck, Nikolai Grube, Norman Hammond, Ken-
LA CASA REAL DE TENOCHTITLAN
neth Hirth, Peter Jiménez, Sara Ladrón de Guevara, Miguel León-
Moctezuma Xocoyotzin antes de la llegada
Portilla, Alfredo López Austin, Luis Alberto López Wario, Diana Ma-
de los españoles. Primera parte
galoni, Linda Manzanilla, Simon Martin, Dominique Michelet,
M -,ri castiñma de la Paz
Katarzyna Mikulska, Mary E. Miller, Luis Millones, Lorena Mirambell,
Joseph B. Mountjoy, Carlos Navarrete, Jesper Nielsen, Guilhem 18
Olivier, Ponciano Ortiz, Edith Ortiz Díaz, Jeffrey R. Parsons, Gré- TRADICIÓN ORAL INDÍGENA MEXICANA
gory Pereira, Hans Prem, Rosa Reyna Robles, José Rubén Romero, Cuentos de fechorías y engaños.
Maricarmen Serra Puche, Peter Schmidt, Ronald Spores, Ivan 1.Tlacuache y tigre
Iprajc, Barbara Stark, David S. Stuart, Saburo Sugiyama, Javier Ur- Elisa Ramírez
cid, Elisa Villalpando, Marcus Winter
84
Consejo Científico Fundador Joaquín García-Bárcena, Alejandro Martínez Muriel, Alba Guada- LO QUE GUARDAN LOS ANTIGUOS LIBROS
lupe Mastache Flores, Enrique Nalda El regreso al lugar de origen. La travesía mexica a Aztlan
Manuel A. Hermano Lejarazu

86
Coordinador del dosier de este número MENTIRAS Y VERDADES
Felipe Ramírez Las muertes en Tlatelolco
Eduardo Matos Moctezuma

Al Arqueología Mexicana es una publicación bimestral editada y pu-

blicada por Editorial Raices / Instituto Nacional de Antropología e
Arqueología Mexicana es una revista escrita por profesionales de la arqueología, la historia, la antropología,
Historia. Editora responsable: María Nieves Noriega Blanco Vigil.
la lingüística y otras ciencias afines. Todas las contribuciones son arbitradas por pares.
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 DOSIER 40 46
CUICUILCO. LA ERUPCIÓN DEL XITLE
Cuicui[co. CONTACTOS INTERREGIONALES Y SU AFECTACIÓN A CUICUILCO
Felipe Ramírez Alejandro Pastrana
Estucios recientes
Hay coincidencia en la presencia de la tradi- Cuicuilco ha sido considerado como el ejem-
y nuevos catos ción Chupícuaro en Cuicuilco, que es identi-
ficada por diversos estudiosos que, sin em-
plo más temprano del desarrollo del urbanis-
mo, que se detuvo debido a una erupción vol-
bargo, discrepan en el plano temporal y en cánica. El análisis de la información geológica
el de los "contactos" de Cuicuilco con otras y arqueológica permite estudiar aspectos de
28 regiones. un asentamiento con características particu-
ARQUEOLOGÍA DE CUICUILCO. lares, diferentes de Teotihuacan.
AYER Y HOY
Felipe Ramírez

En este artículo se resumen de manera gene-

ral las investigaciones relacionadas con Cui-
cuilco hasta este nuevo siglo, y se abordan los
diversos enfoques en esos estudios.

34
CUICUILCO Y SUS
PECULIARIDADES
Mónica Moguel Bernal,
Denia Sandoval González
56
Las diversas investigaciones en Cuicuilco han
aportado evidencias sobre el desarrollo del CUICUILCO Y LA
sitio desde su fundación hasta su abandono ESCUELA NACIONAL DE
como consecuencia de la erupción del volcán
ANTROPOLOGÍA E HISTORIA.
Xitle, hacia 250 d.C.
RECUENTO PERSONAL
DE UNA RELACIÓN INTENSA
Manuel Gándara Vázquez

En 1979 la Escuela Nacional de Antropología

e Historia (ENAH) trasladó su sede del Museo
Nacional de Antropología a Cuicuilco, luego
de un acalorado debate que señalaba que el
nuevo edificio afectaría el entorno visual del
sitio.
 Arqueología
60 20 66
Guía de viajeros. Un pez marino tierra adentro. Proyecto Tlatelolco: Programa
CUICUILCO, LOS PECES SIERRA DEL TEMPLO de Protección Técnico Legal.
"LUGAR DONDE SE HACEN MAYOR DE TENOCHTITLAN PLAZA COMERCIAL TLATELOLCO,
CANTOS Y DANZAS" Erika Robles Cortés, Adriana Sanromán Peyron, EL SARDINERO
Nadia Aroche Fuentes María Barajas Rocha, Karla Valeria Hernández
Salvador Guilliem Arroyo
Se ofrece una idea general de los aspectos más Ascencio, Nata ly Bola ño Martínez,
importantes de la zona arqueológica de Cui- Uriel Mendoza Vargas
Entre otros importantes hallazgos, en la zona
cuilco ylas áreas de interés cercanas, así como arqueológica de Tlatelolco se han localizado
un recuento de los hechos históricos que ahí Muchas culturas antiguas que habitaban en
entierros humanos, piezas cerámicas, texti-
ocurrieron. las costas alrededor del mundo se sintieron
les, madera y la gran estructura circular.
atraídas por el extraordinario aspecto de los
peces sierra.

74
Arqueología de
las fuentes históricas.
LOS SEÑORÍOS MIXTECOS
Y SU REALIDAD GEOGRÁFICA
Manuel A. Hermann Lejaiazu

Este trabajo se acerca al estudio de la historia

y la geografía de la Mixteca con el apoyo de
herramientas y técnicas de investigación em-
pleadas en otras disciplinas.

80
Las Bocas.
EL INFIERNO DE LOS COLECCIONISTAS
Eríc Taladoire

Los objetos procedentes supues-

tamente de Las Bocas compar-
ten únicamente dos caracterís-
ticas comunes: ninguna procede
de excavaciones controladas y
todas pasaron primero por el
mercado del arte, colecciones
privadas, galerías y casas de
subasta.

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito
del editor, en términos de la legislación autora! y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición, se hará acreedora a las sanciones correspondientes.
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originales. No se responde por materiales no solicitados. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Hecho en México.
 CUICUILCO Y LA ESCUELA NACIONAL
DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
RECUENTO PERSONAL DE UNA RELACIÓN INTENSA
En 1979 la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) trasladó su sede del Museo Nacional de Antro-
pología a Cuicuilco, luego de un acalorado debate que señalaba que el nuevo edificio afectaría el entorno visual
del sitio. Años más tarde la escuela compensaría esta agresión con una férrea defensa de Cuicuilco cuando
surgieron amenazas mucho más graves.
LA ENAH SE TRASLADA
Dependiente del Instituto Nacional de Antropo-
logía e Historia, la ENAH estuvo ubicada de 1964
a 1979 en el Museo Nacional de Antropología
(MNA). A partir de 1971, la escuela había iniciado
un proceso de cambio acelerado: eran los días
posteriores al movimiento estudiantil-popular
de 1968 y estaba fresca la represión del 10 de ju-
nio, en la que murió un estudiante de la escuela.
Eran los días de la autogestión yla asamblea como
máximo órgano de gobierno. La efervescencia
política se respiraba en el aire. Lo que para algu-
nos es la "leyenda negra" de la escuela, fue un pe-
riodo más bien de claroscuros, pero al menos en
un sentido fue brillante: teníamos la convicción
de que, organizados, podíamos cambiar al mun-
do. Y para probarlo, empezamos cambiando la
escuela.
No obstante, algunos de los cambios resulta-
ron problemáticos: los requisitos de ingreso se
transformaron para permitir que accedieran
alumnos de segmentos sociales que se pensaba
estaban siendo excluidos; esto ocasionó pronto
una sobrepoblación que llevó primero a conver-
tir laboratorios en salones y a usar el auditorio Sa-
hagún para dar clases; luego, a emplear el pasillo
entre la escuela y la Biblioteca Nacional de An-
tropología como improvisada aula y, finalmente,
a que ¡se dictara clase en las escaleras!
Una solución pronto rebasada fue la renta de
espacios externos. En el caso de arqueología, por
ejemplo, se rentó una casa en Presidente Masaryk,
en la que se reubicaron los laboratorios y habili-
taron algunos salones. Pero, además de incómo-
56 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA
Manuel Gándara Vázquez
da por la distancia, la solución era cara y rápida-
mente fue insuficiente. Es por eso que, cuando
menos desde 1976 y en coincidencia con un cam-
bio en el plan de estudios, empezó a surgir la de-
manda de un nuevo edificio como reivindicación
inaplazable. Se creó una comisión negociadora
que elevó la petición al INAH y a la Secretaría de
Educación Pública (de la que dependía el INAH).
El problema no era tanto el costo de la escuela o
su construcción, sino la ubicación de la nueva
sede. No había muchas opciones disponibles.
Pero finalmente surgió una: un terreno localiza-
do en el perímetro del sitio arqueológico de Cui-
cuilco, a causa de un extraño trueque con terre-
nos supuestamente en poder del Distrito Federal.
Los más suspicaces pensaban que esa ubica-
ción no había sido accidental: querían alejarnos
lo más posible del Paseo de la Reforma, en donde
se ubica el MNA, que era el sitio del que partían las
marchas y manifestaciones, siempre con un con-
tingente de la ENAH. A otros lo que nos preocu-
paba era el entorno visual de la pirámide, dada la
proximidad que tendría el nuevo edificio e inclu-
so la afectación física del mismo con la cimenta-
ción. Se hizo un estudio sobre este último punto
que mostró que, en buena parte del terreno,
la lava que cubrió parcialmente el sitio tenía no
menos de 20 o 30 m de espesor, como se podía co-
tejar en una cantera abandonada hacia el lado
sureste. Es decir, no se afectarían depósitos ar-
queológicos. Pero sí lo que llamamos "las visua-
les", es decir, el hecho de que, desde ciertos pun-
tos de observación, el nuevo edificio aparecería
prominentemente detrás de la pirámide, rom-
piendo su integridad visual.
 Se argumentó que el entorno visual ya había
sido afectado por Villa Olímpica, una unidad ha-
bitacional que se construyó sobre la parte occi-
dental del propio sitio, afectándolo directamen-
te, así como por otras construcciones cercanas.
A este argumento se respondió que no había en-
tonces que empeorar ese entorno visual ya afec-
tado. El debate al respecto fue apasionado: para
algunos, se ponía al patrimonio por encima de las
necesidades del proyecto progresista y democra-
tizados de la ENAH; para otros, era obligación po-
lítica de la escuela no afectar el sitio. Finalmente
prevaleció la primera opinión y, por mayoría, se
decidió aceptar la nueva sede. La construcción
quedó lista en 1979. La ENAH se trasladó.
EL PROYECTO CUICUILCO
DE LA ENAH ( 1984 - 1989)
Esta agresión al sitio arqueológico pesó en la con-
ciencia de muchos. Quizá de manera especial en
la de quien esto escribe, dado que en 1983 pro-
puse un proyecto para reactivar la investigación
arqueológica del sitio, que había sido suspendi-
da prácticamente a finales de los sesenta, con ex-
cepción de ciertos trabajos fuera de su períme-
Las nuevas instalaciones de
la Escuela Nacional deAntro-
pología e Historia (ENAH) se
construyeron en un terreno
localizado en el perímetro
delsitio arqueológico de Cu i-
cuilco, por medio de un ex-
traño trueque con terrenos
supuestamente en poderdel
Distrito Federal. En la parte
superior derecha de fa ima-
gen se ve parte de la ENAH.
FOTO: FELIPE RAMIREZ
tro y como parte del proceso de registro legal de
la zona.
El Proyecto Cuicuilco de la Coordinación de
Investigación de la ENAH (1984-1989) fue el se-
gundo realizado directamente por la escuela, en
un momento en que se discutía el derecho de la
ENAH a tener proyectos propios, derecho que fi-
nalmente quedó establecido en la reglamenta-
ción respectiva. Fue un proyecto que caracteriza-
mos como de "investigación formativa", dado que
produciría no sólo conocimiento nuevo, sino
nuevos investigadores: iba más allá de la clásica
"práctica de campo" en la que los alumnos eran
enviados a proyectos de terceros a realizar traba-
jos que podían o no coincidir con su proceso de
formación. La práctica debía ser congruente con
lo que se enseñaba en el aula.
Fue un proyecto piloto, experimental, en el
que se utilizó de manera sistemática la micro-
computadora y el flamante sistema de grabación
portátil vHs (ambos conseguidos por donación),
la digitalización de imágenes mediante un equi-
po periférico que se conectaba a la computado-
ra, así como el uso de técnicas de prospección fí-
sico-química, como el magnetómetro, con la
colaboración de Luis Barba, e incluso un resisti-
CUICUILCO Y LA ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA / 51
El Proyecto Cuicuilco (1984-1989) fue el segundo realizado directamente por la
momento en que se discutía el derecho de la escuela a tener proyectos propios, derecho que
finalmente quedó establecido en la reglamentación respectiva.
vímetro casero, de un diseño propuesto por el Dr.
Litvak (Linares, 1989), del Instituto de Investi-
gaciones Antropológicas de la UNAM, todo me-
diante un acuerdo interinstitucional. Nos pro-
pusimos también obtener información sobre
tiempos y costos de las técnicas arqueológicas,
bajo la hipótesis de que el dibujo detallado de
contextos era la tarea más cara y lenta. Esta hi-
pótesis se corroboró, lo que nos impulsó a pro-
bar mecanismos alternativos al dibujo, como el
videotape (Gaspar de Alba, 1995), o el uso de cá-
maras Polaroid.
Paradójicamente, nada de eso se usó dentro
del sitio, sino hasta la última temporada, en 1989.
A pesar de nuestra intención original, que era ex-
cavar debajo de la lava, el resto del tiempo nos la
pasamos haciendo arqueología de salvamento en
áreas cercanas que no había cubierto el Xitle: por
ejemplo, en donde hoy es la Unidad Habitacional
Fovisste; en un predio ubicado en una fuente de
arcilla en "La Ladrillera", y finalmente en el Par-
que Ecológico "Peña Pobre". Pero nos parecía que
eso era necesario, si queríamos entender el sitio
fuera de la actual cerca de protección. Era una
manera de reponerle al sitio lo que la ENAH le ha-
bía, por necesidad, quitado.
LA BATALLA POR CUICUILCO:
"
PRIMER ROUND"
No teníamos idea de que se acercaban peligros
mayores. El primero llegó, curiosamente, disfra-
zado de oportunidad: la ciudad había dictamina-
do que la fábrica de celulosa de Peña Pobre, ve-
cina de Cuicuilco inmediatamente al sur de la
pirámide, debía cesar sus operaciones por la ex-
cesiva contaminación que causaba. Los terrenos
serían expropiados o comprados a bajo precio por
la ciudad. Cuando se hizo una realidad que la fá-
brica se iría, la ENAH propuso que, en vez de de-
moler los edificios, de principios del siglo xx, se
restauraran y reacondicionaran para funcionar
como biblioteca y centro de investigación de la
escuela. Para ese momento, 1986, a menos de 10
años del cambio de sede, se había hecho eviden-
te que la nueva era insuficiente, lo que obligó a
58 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA
ENAH, en un
construir un anexo, que también quedó rebasa-
do -la ENAH tenía más de 3 500 estudiantes en ese
momento. Y luego del sismo de 1985, que afectó
la biblioteca, inexplicablemente instalada en un
tercer piso, era necesario reubicar el acervo. Los
edificios de Peña Pobre parecían una opción ideal,
amén de permitir un proyecto de arqueología in-
dustrial -rama de la disciplina que empezaba a
cobrar vigencia por esos tiempos.
La ENAH tenía la oferta del Instituto Paname-
ricano de Geografía e Historia, dependiente de la
Organización de Estados Americanos, de donar
su biblioteca a la escuela siempre y cuando se alo-
jara en un espacio con las instalaciones adecua-
das. Se podían entonces cumplir muchos objeti-
vos a la vez si el predio se asignaba al INAH y a la
ENAH para su ocupación. Por desgracia, la Direc-
ción del INAH de ese momento no apoyó la idea,
diciendo que no había sustento legal para el re-
clamo, ya que se trataba de un edificio fuera de la
jurisdicción del instituto. Sin ese apoyo, la inicia-
tiva fracasó. Pero no sin antes haber logrado in-
tegrar un movimiento en contra de que se demo-
lieran las casas de los trabajadores que la fábrica
había propiciado a principios de siglo. Eran par-
te de un proyecto de los propietarios de propor-
cionar condiciones de vida adecuadas -y cerca-
nas al trabajo- para su personal. Los edificios no
tenían mayor mérito arquitectónico, pero docu-
mentaban un momento particular en las reivin-
dicaciones obreras que pensábamos no debía ser
destruido (Gándara, 1986).
Al movimiento iniciado por la ENAH se unie-
ron sindicatos, grupos progresistas, intelectuales
destacados del sur de la ciudad, así como el mo-
vimiento Final mente, la presión sur-
tió efecto, y el predio de la vieja fábrica se dividió
en tres segmentos: el primero, de las casas de los
trabajadores, se donaría para crear un Parque
Ecológico, que sería administrado por miembros
del movimiento ecologista; el segundo sería par-
cialmente demolido para crear oficinas de la em-
presa Inbursa; el tercero se mantendría como "re-
serva ecológica" -que supuestamente era su
vocación desde la salida de la fábrica. El "primer
round" por Cuicuilco había sido exitoso.
Y SONÓ DE NUEVO LA CAMPANA...
El "segundo round" no sería tan afortunado. Un
baldío a un lado de la entrada de Villa Olímpica
que servía como "corralón" para autos detenidos
por el Departamento del Distrito Federal, de im-
proviso resultó propiedad de la empresa Elektra.
Ésta inició en 1992 la construcción de una torre
de oficinas, directamente encima del sitio arqueo-
lógico. Frente ami ventana (vivía en Villa Olímpi-
ca), vi como los bulldozer excavaban una gran
zanja de más de 20 m por otros 30. Dimos aviso al
INAH, que tardó un mes en hacerse presente, adu-
ciendo que no había información suficiente para
actuar. Cuando finalmente se detuvo por un mo-
mento la obra, se hizo evidente una pirámide cir-
cular, aparentemente anterior a la original, que en
principio el INAH negó que existiera. Publicamos
en la prensa una fotografía tomada desde mi de-
partamento que mostraba que existía. Finalmen-
te, el INAH acordó excavar y documentar el edifi-
cio y, considerando que no ameritaba ser
conservado y exhibido, procedió a "liberar" el pre-
dio: es decir, autorizar la construcción de la torre.
Esta vez la ENAH permaneció en silencio, a pesar
de protestas de los estudiantes. Eran otros tiem-
pos y otros estilos políticos. Perdimos el "round".
Pero se logró algo muy importante: surgió en Vi-
lla Olímpica un movimiento ciudadano en pro de
la defensa de Cuicuilco, que fue el que dio la cara
y generó una organización que sería protagonis-
ta en el último round de la batalla.
EL "TERCER ROUND"
En uno de sus últimos actos de gobierno, el pre-
sidente Salinas de Gortari dio marcha atrás al de-
creto que hacía de parte de Peña Pobre una re-
serva ecológica, para considerarlo terreno co-
mercializable (Vega, 1997), que fue inmediata-
mente adquirido por quien ya tenía otro de los
segmentos (y hay quien dice que de hecho el tra-
to por el conjunto se había cerrado ya desde an-
tes): el grupo Carso. En 1996 se hizo público que
Carso quería construir un complejo habitacional
y de entretenimiento, coronado por una torre de
18 pisos, pero que incluía múltiples edificios, to-
dos directamente sobre el sitio arqueológico.
Esta vez, los vecinos de Villa Olímpica, conver-
tidos en un grupo "coadyuvante" en la conser-
vación del patrimonio, figura legalmente recono-
cida por el INAH, llevaron la batuta: en Villa Olím-
pica viven muchos intelectuales progresistas que
encabezaron un movimiento que puso en jaque
la iniciativa. Esta vez la ENAH volvió a luchar como
escuela por el sitio.
Recibía por esos días al Movimiento Zapatis-
ta de Liberación Nacional que, en solidaridad,
realizó un plantón en el sitio, sede también de una
reunión de pueblos indígenas. El asunto llegó a
los medios, en un año en el que por primera vez
había elecciones por el gobierno del Distrito Fe-
deral. La presión fue tal que finalmente Carso re-
dimensionó el proyecto, cuando el INAH, que ori-
ginalmente contestó "no tener elementos
suficientes para detener la obra" (en palabras de
su coordinación jurídica), suspendió finalmente
el permiso original (Pietrich, 1997). La ciudada-
nía, consciente del valor del sitio, había logrado
minimizar el daño: la torre se redujo a cuatro pi-
sos y se eliminaron muchos componentes del pro-
yecto, salvo la plaza comercial Cuicuilco.
CONCLUSIONES
Así, la relación entre la ENAH y Cuicuilco, que em-
pezó mal, pronto retomó el camino hacia una re-
lación de compromiso y custodia. Además de que
funciona como campo de entrenamiento para
muchos cursos -debe ser la pirámide sobre la que
más planos se han realizado-, el sitio ha sido es-
tudiado por profesores, alumnos y ex alumnos de
la escuela. Y, en medio del "tercer round" por Cui-
cuilco, la comunidad incluso aceptó públicamen-
te su error original al mudarse a esa sede: en un
debate en el que representantes del Grupo Carso
decían que era inconsistente que, habiendo sido
la ENAH una de las primeras en afectar el entor-
no visual del sitio, ahora lo defendiera. A lo que
nosotros contestamos: "la peor manera de corre-
gir un error es cometer otro".
Manuel Gándara. Doctor en diseño y nuevas tecnologías
(uam-A)ydoctor en antropología (ENAH). Profesor de tiempo
completo en el posgrado en Museología de la Escuela Nacio-
nal de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.
Actualmente investiga nuevas estrategias de comunicación
para promover una cultura de conservación del patrimonio.
P eer más...
GÁNDARA, Manuel,"Adiós, Peña Pobre", El Dfa, 17 de marzo de 1986.
GASPAR DEALBA, Rosa Elena,"Antropología visual y arqueología",
tesis de licenciatura en arqueología, ENAH, México, 1995.
LINARES, Eliseo, "Prospección geofísica y química", tesis de licen-
ciatura en arqueología, ENAH, México, 1989.
PIETRICH, Blanche, "Dará el INAH la batalla legal por Cuicuilco,
afirma su directora", La Jornada,11 de septiembre de 1997.
VEGA, Patricia, "Suspende el INAH proyecto de los grupos Inbursa
y Carso en Cuicuilco", La Jornada, 14 de junio de 1997.
CUICUILCO Y LA ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA / 59