Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INDEPENDENCIA”
MEDICINA II
SEMINARIO N° 3: NEOPLASIAS ENDOCRINAS MÚLTIPLES
CICLO : VIII
INTEGRANTES
PUCALLPA - PERÚ
2021
INTRODUCCIÓN
Los síndromes de MEN brindan una oportunidad especial para descubrir genes y arrojan luz
sobre la patogenia de todos los tumores endocrinos. Debido a ello, desde la primera vez que se
reconocieron, se ha prestado una atención desproporcionada a estos síndromes.
Entre 1950 y 1980, los avances en los campos del análisis de los esteroides y de las hormonas
peptídicas, las técnicas de imagen y los métodos histopatológicos, y las conexiones entre genes y
cáncer permitieron delimitar mejor estos síndromes. Estas técnicas ayudaron al reconocimiento
de un espectro recurrente de tumores endocrinos que suceden en determinados casos
esporádicos y en determinadas familias. Más aún, estos conjuntos singulares de hormonas se
asociaron a tumores, tipos celulares y síndromes clínicos concretos. Las determinaciones
hormonales sirvieron para reconocer neoplasias específicas, con la esperanza de que su
diagnóstico y tratamiento más precoces mejorarían la evolución.
En este mismo período se describieron al menos seis síndromes de MEN y algunas subvariantes:
MEN1, MEN2, enfermedad de von Hippel-Lindau (VHL), neurofibromatosis de tipo 1 (NF1),
complejo de Carney (CC) y síndrome de McCune-Albright (SMA). Los cinco primeros se
transmiten por la línea germinal de manera autosómica dominante; el sexto (SMA) es el
resultado de mutaciones somáticas embrionarias muy tempranas que originan tumores de
diversos tipos celulares, pero sin transmisión a la descendencia.
Aparte de los tumores endocrinos citados, las personas afectadas de MEN1 a menudo también
presentan alteraciones no endocrinas, como lipomas, angiofibromas o colagenomas. Según las
guías de MEN1, los pacientes que deben realizarse un estudio genético del gen MEN1 son los
que presentan dos o más características típicas de MEN1 o si presentan historia familiar de
MEN1. También es aconsejable el estudio genético en caso de la sola presencia de un
gastrinoma, la presencia de múltiples tumores neuroendocrinos, la presencia de adenomas
paratiroideos diagnosticados antes de los 40 años, o pacientes que presentan un tumor típico de
MEN1 y otro tumor no asociado (p.ej., tumor adrenal). Debe tenerse en cuenta también que
alrededor del 10% son casos de novo, en los que no encontraremos antecedentes familiares de
la enfermedad.
La sintomatología clínica aparece entre la tercera y la quinta décadas de la vida, aunque desde
que existe la posibilidad de realizar el diagnóstico genético se identifican portadores
asintomáticos con edades inferiores. La esperanza de vida en pacientes no tratados está
reducida, con una probabilidad de muerte del 50% a los 50 años de edad. Hasta el 70% de la
mortalidad se debe a la propia enfermedad o derivada de su tratamiento y en relación con los
tumores endocrinos pancreáticos no funcionantes y con los carcinoides tímicos.
HPERPARATIROIDISMO
Alrededor del 10%-15% de los casos de hiperparatiroidismo primario son familiares y se deben
mayoritariamente a una MEN1 o una MEN2A, y en menor grado a otras enfermedades
hereditarias mucho menos frecuentes. Es la entidad más común del síndrome y alcanza
prácticamente el 100% de penetrancia hacia los 50 años. La hipercalcemia es la primera
alteración observada en el 90% de los casos. El sustrato morfológico más frecuente es la
hiperplasia de las paratiroides, aunque también es posible hallar múltiples adenomas y
carcinoma de paratiroides (17 casos; el 59%, hombres y de mayor edad).
SÍNTOMAS Y SIGNOS: son similares a los del hiperparatiroidismo primario aislado
esporádico, aunque la edad de aparición es inferior (20-25 frente a 55 años).
TUMORES PANCREÁTICOS
TUMORES HIPOFISARIOS
La prevalencia de adenomas hipofisarios en pacientes con MEN1 oscila entre el 20% y el 60%, es
la forma inicial de presentación en el 25% de los casos y se observan más en las mujeres. Con
más frecuencia son macroadenomas, invasivos, de producción hormonal múltiple y peor
respuesta al tratamiento farmacológico. El prolactinoma es el tipo de tumor más frecuente
(60%), menos del 25% secretan GH, el 5% secretan ACTH y el resto son tumores no
funcionantes.
TUMORES ADRENALES
TUMORES CARCINOIDES
Los tumores carcinoides tímicos, bronquiales o gástricos se observan en un 3%. Los tímicos son
más frecuentes en los hombres y particularmente en los fumadores, de comportamiento más
agresivo y con mayor riesgo de mortalidad. Los carcinoides bronquiales son más frecuentes en
las mujeres, de comportamiento más indolente, aunque pueden dar metástasis y recurrir
después de la extirpación quirúrgica. Los carcinoides gástricos son diagnosticados en su mayoría
de forma incidental al realizar una gastroscopia
CÁNCER DE MAMA
Es más frecuente en las mujeres con MEN1 y aparece a una edad más temprana. Parece
prudente comenzar el cribado a los 40 años en lugar de a los 50 años, que es como está
establecido en la población general.
OTRAS ASOCIACIONES
Diagnóstico de MEN 2.
El diagnóstico bioquímico depende mucho de las propiedades productoras de calcitonina de las
células parafoliculares hiperplásicas del MCT. Estas lesiones muestran respuesta a la
administración por vía intravenosa lenta de pentagastrina o calcio con incrementos importantes
de la concentración plasmática de calcitonina.
El diagnóstico se basa en criterios clínicos estándar (p. ej., hipertensión, cefaleas, palpitaciones,
diaforesis), aumentos de catecolaminas o de metabolitos de las mismas, plasmáticos o urinarios
(p. ej., metanefrina o normetanefrina urinaria o plasmática), y en la demostración de una masa
suprarrenal en estudios de imágenes convencionales del abdomen. Los feocromocitomas en la
MEN2 van precedidos por una fase hiperplásica (hiperplasia de la médula suprarrenal), aunque,
a diferencia de la hiperplasia de células parafoliculares, la lesión precursora suprarrenal puede
ser difícil de detectar con pruebas bioquímicas convencionales.
Tratamiento.
El tratamiento de MCT heredables debe incluir tiroidectomía total con al menos disección de los
ganglios linfáticos centrales. Dada la naturaleza multicéntrica de la enfermedad, la tiroidectomía
subtotal, como es de esperarse, da lugar a enfermedad recurrente. Las concentraciones de
calcitonina basales o estimuladas se usan en la situación posoperatoria para evaluar la presencia
de enfermedad residual.
La radioterapia y la quimioterapia tienen utilidad limitada, y se confinan en su mayor parte a los
estadios más tardíos de la enfermedad.
Algunos investigadores que citan penetrancia clínica incompleta (de acuerdo con los datos
publicados, 40% de los portadores de gen no se presenta con síntomas antes de los 70 años de
edad) han argumentado que el empleo de únicamente criterios genéticos en la toma de decisión
para intervención operatoria destina a una pequeña minoría de los pacientes a tiroidectomía
prematura.
Argumentan que deben usarse pruebas genéticas para identificar a los pacientes que requieren
vigilancia clínica y bioquímica estrecha para ayudar a determinar el momento apropiado de la
operación. En circunstancias ideales, esas pruebas bioquímicas (p. ej., estimulación con
pentagastrina) deben efectuarse anualmente.
COMPLEJO DE CARNEY
DEFINICIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
MANIFESTACIONES NO ENDOCRINOLÓGICAS
LESIONES CUTÁNEAS
Los mixomas cutáneos son pápulas o nódulos subcutáneos de aspecto liso y color
anacarado o rosado. Las lesiones son generalmente múltiples y localizadas de manera
preferente en el canal auditivo externo, los párpados y la región mamaria.
MIXOMA CARDIACO
OTROS TUMORES
La presencia de estos tumores en el CNC son muy infrecuentes, pero también muy
específicos. El schwanoma psamomatoso melanocítico se asienta en el sistema nervioso
periférico y central con preferencia por el tracto gastrointestinal. Debe su nombre a que
presenta hiperpigmentación característica debido al acúmulo de melanina con
frecuentes calcificaciones. Otros tumores característicos son los adenomas ductales de
mama, mixomas de mama y osteocondromixomas.
MANIFESTACIONES ENDOCRINOLÓGICAS
Manifestaciones clínicas
La PPNAD es una causa muy infrecuente de síndrome de Cushing independiente de ACTH (< 1%).
Se presenta en el contexto del CNC y es el tumor de glándula endocrina más frecuente. La
incidencia de PPNAD es del 26% en los pacientes con CNC en el momento del diagnóstico. La
PPNAD también puede diagnosticarse sin otras manifestaciones del CNC o historia familiar de la
enfermedad (PPNAD aislada). La edad media en el momento del diagnóstico es de 34 años y es
más frecuente en mujeres (71%) y diagnosticado a edades más tempranas (30 años versus 46
años en hombres). Se caracteriza por pequeños nódulos hiperpigmentados situados en la
corteza suprarrenal de manera bilateral, aunque también se han descrito nódulos de mayor
tamaño. El diagnóstico de síndrome de Cushing en la PPNAD puede ser complicado debido a que
el hipercortisolismo puede manifestarse de muy diversas maneras. Puede presentarse como
lentamente progresivo, explosivo, de manera cíclica, asintomática (formas subclínicas) y en
algunos casos remitir espontáneamente. Las formas asintomáticas suelen ser diagnosticadas al
realizarse screening sistemático en los pacientes con PPNAD, ya sea en pacientes con otras
manifestaciones clínicas de la enfermedad o en el cribaje a familiares. A pesar de la variabilidad
en la forma de presentación, las manifestaciones clínicas secundarias del hipercortisolismo son
similares a las del resto de etiologías causantes de Cushing (obesidad troncular, ganancia
ponderal, estrías rojo vinosas, debilidad muscular, osteoporosis y talla baja en niños).
Estudio hormonal
La PPNAD suele mostrar concentraciones de cortisol libre urinario elevadas en el momento del
diagnóstico en la mayoría de pacientes, aunque sus valores pueden ser muy variables. El ritmo
circadiano de cortisol está abolido y los niveles de ACTH plasmático suprimidos. En las formas
poco sintomáticas, es frecuente la discrepancia analítica entre niveles de ACTH plasmático
suprimidos y valores de cortisol plasmático o urinario en niveles dentro del rango normal. No
existe estimulación de cortisol o ACTH tras la estimulación con CRH. No se consigue una
supresión de los niveles de cortisol plasmático tras frenación con dexametasona incluso a altas
dosis. Lo más característico (incluido en los criterios diagnósticos) es que se puede observar un
aumento paradójico de los niveles de cortisol libre urinario tras administración de
dexametasona a dosis altas durante la realización del test de Liddle de 6 días. El test consiste en
determinaciones basales de cortisol libre urinario durante los dos primeros días, los siguientes
dos días se realiza determinación de cortisol libre urinario tras administración de dosis bajas de
glucocorticoides (0,5 mg/6 h en adultos o 7,2 μg/kg/6 h en niños) y en los días 5 y 6 se realiza la
medida tras administración de dosis altas de glucocorticoides (2 mg/6 h en adultos y 28,5 μg/kg
en niños). Este test permite distinguir la PPNAD del resto de enfermedades primarias nodulares
suprarrenales (adenoma suprarrenal, enfermedad macronodular adrenal). La elevación de los
niveles de cortisol urinario > 100% en el día 6 es diagnóstico de PPNAD (61% de falsos
negativos), aunque una elevación > 50% ocurría en el 69% de PPNAD, frente a sólo el 20% de
adenomas únicos y el 0% de las hiperplasias macronodulares bilaterales. Esta prueba es muy útil
para poder diagnosticar de PPNAD al subgrupo de pacientes que presenta discrepancia ente los
niveles de ACTH y valores de cortisol libre urinario.
Pruebas de imagen
Las glándulas suprarrenales en la PPNAD son normales en tamaño y peso. Por este motivo, las
suprarrenales pueden aparecer como normales en tomografía computadorizada (TC) en más de
un tercio de los pacientes. En el resto de pacientes se presentan como micronódulos o en
algunos casos, incluso, como macronódulos en una o ambas suprarrenales. La realización de
gammagrafía con yodo colesterol también puede ser útil en el diagnóstico pues generalmente
muestra una captación bilateral de las suprarrenales.
Anatomía patológica
Microscópicamente, los nódulos están formados por células corticales hiperplásicas con
citoplasma amplio eosinófilo que contiene lipofucsina. Los nódulos son positivos a la
sinaptofisina en la inmunohistoquímica.
Acromegalia
Tiroides
La afectación de la glándula tiroidea abarca todo el espectro desde la patología nodular benigna
hasta el carcinoma diferenciado de tiroides. Hasta un 75% de los pacientes presenta, por
ecografía, enfermedad multinodular. El 25% presenta tumores tiroideos (siendo el más
frecuente el adenoma folicular), y de ellos un 2,5% es de naturaleza maligna (carcinoma folicular
o papilar).
Gónadas
Tratamiento
El tratamiento varía en función de las manifestaciones clínicas. Los tratamientos de elección son
los siguientes:
NEUROFIBROMATOSIS - TIPO 1
(ENFERMEDAD DE VON RECKLINGHAUSEN)
ETIOPATOGENIA
El gen responsable ha sido localizado en el cromosoma 17 (locus 17q11.2) que codifica para una
proteína llamada neurofibromina la cual está presente en diversos tipos de tejidos, aunque la
concentración máxima se encuentra en el tejido nervioso. Esta proteína activa a la GTPasa, la
cual regula la actividad biológica de otras proteínas codificadas por protooncogenes de la familia
ras. Al estar alterado dicho gen se pierde el control sobre el crecimiento celular, provocando así
una proliferación celular responsable de la aparición de los tumores.
CUADRO CLÍNICO
En los niños, son frecuentes las manchas cafés con leche y los trastornos del aprendizaje y déficit
de atención con hiperactividad, aunque la discapacidad intelectual es muy inusual. En el adulto,
pueden aparecer déficits neurológicos, resultado de la presencia de patología cerebrovascular,
tumores y malformaciones craneales y espinales.
Las complicaciones vasculares se relacionan con la presencia de estenosis u oclusiones arteriales
carotídeas y cerebrales, aneurismas o enfermedad de moya-moya. Debe vigilarse la aparición de
hipertensión arterial, que puede ser idiopática o secundaria a la estenosis displásica de las
arterias renales o a un feocromocitoma subyacente.
Los neurofibromas cutáneos suelen ser asintomáticos, pero en algunos casos producen prurito o
escozor intermitente. Los subcutáneos se desarrollan sobre el nervio periférico y pueden causar
dolor y déficits neurológicos y, ocasionalmente, malignizarse, dando lugar a un tumor maligno
de la vaina del nervio periférico. Los neurofibromas plexiformes típicamente se manifiestan al
nacer y pueden continuar creciendo lo largo del nervio e incluso llegar a zonas del plexo, y
tienen también riesgo de malignización. El crecimiento intrarraquídeo de los neurofibromas
llega a producir síntomas compresivos medulares. Los gliomas aparecen en cualquier parte del
cerebro, pero tienen predilección por el nervio óptico y, en segundo lugar, por el tronco
cerebral. Aproximadamente el 15% de los pacientes con NF1 presentará un glioma óptico.
Generalmente se trata de astrocitomas pilocíticos benignos, asintomáticos y en muchos se
produce una regresión espontánea. Los gliomas que aparecen fuera del nervio óptico, los
sintomáticos y los que se desarrollan en la edad adulta suelen ser más agresivos y se asocian a
un peor pronóstico.
Los pacientes con NF1 pueden desarrollar varias manifestaciones esqueléticas, como displasia
del ala de esfenoides, displasia tibial congénita, osteopenia y escoliosis.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la NF1 se basa en los criterios del National Institute of Health (NIH) de 1988.
Dichos criterios recogen las manifestaciones más características de la enfermedad, entre ellas,
las múltiples manchas café con leche, que aparecen ya en los primeros meses de vida.
Posteriormente, con la edad, aparecen otras manifestaciones como los neurofibromas. Aunque
no esté todavía incluida en los criterios diagnósticos, a efectos prácticos, la detección de una
mutación patogénica en NF1 permite un diagnóstico precoz de la enfermedad, incluso cuando
todavía no han aparecido manifestaciones suficientes para hacer un diagnóstico clínico.
TRATAMIENTO
Dependerá de las complicaciones que presenten las distintas manifestaciones de la enfermedad.
Los gliomas sintomáticos de las vías ópticas se tratan con quimioterapia. La radioterapia no es
recomendable, por el riesgo de favorecer la malignización y el desarrollo de vasculopatía
inducida por la radiación.
ENFERMEDAD DE VON HIPPEL LINDAU
INTRODUCCION
La enfermedad de Von Hippel Lindau (VHL) es una rara enfermedad hereditaria, autosómica
dominante, causada por mutaciones germinales en el gen supresor del tumor de VHL, que afecta
a múltiples órganos, con una expresión variable. Aunque el espectro de manifestaciones en
órganos es amplio, las manifestaciones más comunes de la enfermedad de VHL incluyen
hemangioblastoma de la retina y el sistema nervioso central, quistes renales y carcinoma renal.
El Doctor Von Hippel fue el primero en descubrir en 1904 las lesiones retinianas, y la asociación
entre lesiones retinianas y las otras manifestaciones del síndrome fue descubierta por el Doctor
Lindau en 1927 (Von Hippel, 1904; Lindau, 1927).
EPIDEMIOLOGÍA
La enfermedad posee una incidencia de 1 por cada 36.000 nacidos vivos, la prevalencia es
alrededor de 1 en 31.000-53.000. Aproximadamente la mitad de los casos de VHL son familiares
siendo la otra mitad nuevas mutaciones. El 50% de los pacientes presenta solo una
característica, y muy pocos el síndrome completo. Las manifestaciones más frecuentes son los
angiomas retinianos, que afectan al 60-70% de los pacientes y pueden conducir a la ceguera, y
los hemangiomas del SNC, también pueden afectar a un 60% de los pacientes y pueden provocar
deficiencias neurológicas, los procesos urológicos malignos incluyen carcinoma de células claras,
feocromocitomas, cistadenomas epiteliales, estos tumores afectan alrededor de un 40, 18 y 10
%, de los pacientes respectivamente. La media de edad de aparición del carcinoma renal de
células claras es de 39 años. El 50% de los pacientes presenta solo una característica, y muy
pocos el síndrome completo.
ETIOLOGÍA
Se identificó al cromosoma 3 como el sitio que posee el gen de la enfermedad VHL desde finales
de la década de 1970, época en la que se identificaron anomalías cariotípicas del cromosoma 3
en familias con enfermedad de VHL, la región 3p es la que se asocia a perdida cromosómica en
líneas celulares tumoralesde células claras y carcinomas renales esporádicos. Los análisis de
ligamientos de miembros afectados y no afectados de una familia con enfermedad de VHL,
identifico una pequeña región del cromosoma 3p24, que mostró contener el gen supresor
tumoral VHL. El gen supresor tumoral VHL se encuentra alterado en casi el 80% de los
carcinomas de células claras esporádicos, actúa como un gen supresor tumoral clásico; la
reintroducción del gen en las células renales, inhibe la formación de tumores en ratones
desnudos. La proteína VHL forma un complejo estable con la elongina B, la elongina C, la cullina-
2 y el rbx-1, este complejo actúa sobre diferentes sustratos para realizar las degradaciones
mediadas por ubicuitina. La pérdida de VHL produce la disminución de la degradación de
importantes sustratos, de particular importancia aumenta los niveles de HIF-α, que a su vez
produce un aumento en la expresión de factores celulares fundamentales para la formación del
tumor renal, como el factor del endotelio vascular (VEGF) (angiogénesis), el GLUT 1
(transportador de glucosa), y el factor transformador de crecimiento α (TGF-α) (factor de
crecimiento).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Sus manifestaciones clínicas son muy diversas y se han descrito más de 40 lesiones en 14
órganos diferentes: hemangiomas capilares retinianos (HCR), hemangioblastomas cerebelosos o
medulares, feocromocitomas y carcinomas renales (principal causa de muerte), cistadenomas de
epidídimo benignos (pueden provocar infertilidad), paraganglioma adrenal, tumores de células
de los islotes pancreáticos, y tumor del saco endolinfático del oído interno. El HCR es con
frecuencia la primera manifestación y está presente en el 70% de los pacientes, aumentando su
frecuencia con la edad. El HCR puede presentarse aislado o formando parte de la enfermedad de
VHL, donde son múltiples en una tercera parte y bilaterales en la mitad. En presencia de
antecedentes familiares, la existencia de HCR se considera criterio diagnóstico del síndrome. Las
posibles manifestaciones oftalmológicas incluyen también otros hamartomas vasculares y los
«vasos gemelos». La alteración de la vía óptica es muy rara, aunque se ha publicado un caso con
tumor del nervio óptico. Las manifestaciones urológicas como los carcinomas renales a menudo
permanecen asintomáticos durante largos intervalos antes del diagnóstico. En los pacientes con
VHL, que también desarrollan carcinoma renal, la frecuente ausencia de síntomas clínicos
retrasa la detección temprana, el diagnóstico presintomático durante la investigación tiene el
potencial de mejorar los resultados generales. El cistadenoma de epidídimo, es un tumor
bilateral en el 30% de los casos, histológicamente estas lesiones son difíciles de diferenciar del
carcinoma de células renales, y se emplea una técnica inguinal para su resección, cuando llegan
lo suficientemente grandes para ser visibles o generen dolor (indicación relativa).
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO
BIBLIOGRAFÍA