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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO

“MECANISMOS ALTERNATIVOS DE RESOLUCION DE CONFLICTOS”

TEMA

PRINCIPIOS DE LA CONCILIACION EXTRAJUDICIAL

DOCENTE

Abg. Mg. Arbulú Montoya Miluska Judith Victoria.

ESTUDIANTE

Silva Saavedra Emily Valentina

TARAPOTO – PERÚ
2020
Ley de Conciliación Extrajudicial ( Ley 26872).
Artículo 2.- Principios.- equidad, veracidad, buena fe, confidencialidad, imparcialidad,
neutralidad, legalidad, celeridad y economía.

PRINCIPIOS DE LA CONCILIACIÓN

a. Equidad:

En el procedimiento conciliatorio se vela la igualdad de condiciones para que las partes


puedan lograr acuerdos mutuamente beneficiosos, y eso se va llegar mediante el
Conciliador Extrajudicial que les va a otorgar las mismas oportunidades para que exista
transparencia en el caso suscitado. Al respecto (Ormachea, 1998), señala que el objetivo de
la conciliación es arribar, eventualmente, a un acuerdo que sea percibido como justo,
equitativo y duradero por las partes.

b. Veracidad:

Este principio se basa en que no debe existir una tergiversación de los hechos por parte de
los conciliantes, también los intereses o acuerdos que se tomaron por parte del conciliador,
porque se deben ceñir a la verdadera realidad que están viviendo las partes, y así remitir la
información veraz sobre el procedimiento conciliatorio que se llevó a cabo, al MINJUS.

De lo que se trata es que durante la manifestación que hagan los participantes de la


audiencia, se ciñan a lo que ellos consideren como información cierta, debiendo el
conciliador advertir si se encuentra ante información imprecisa o inexacta (La Rosa, 1999).

c. Buena fe:

La buena fe, se refiere que las partes deben seguir el procedimiento con total honestidad,
confiando en que se llevará a cabo un proceso limpio sin ninguna información falsa que
perjudique la conciliación o a alguna de las partes. (La Rosa, 1999) también se señala que la
buena fe tendría que ver con la forma como el conciliador y/o el centro del conciliador da a
conocer sus servicios a los ciudadanos que recurren a sus servicios. Es decir, brindar
información transparente sobre lo más conveniente para los intereses del solicitante, sin
buscar un provecho personal o institucional

d. Confidencialidad:

Este principio, es un elemento muy importante en la conciliación, porque la información


adquirida mediante las declaraciones de los participantes no puede ser divulgada a personas
ajenas a la reunión que se llevó a cabo. Sin embargo, si el conciliador divulga dicha
información sin ningún respaldo de consentimiento escrito de las partes que revelaron dicha
información, será procesado y sancionado según la gravedad de su falta por el Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos.

La confidencialidad no solamente se refiere a lo que las partes puedan haber señalado


durante la audiencia de conciliación, sino que abarca también lo que le puedan haber dicho
al conciliador en reuniones previas a la audiencia o en las reuniones por separado que se
lleven a cabo en plena audiencia. Incluso, se sostiene que el resultado de la conciliación
también debería mantenerse en reserva, ello con el propósito de evitar una publicidad
dañosa del acuerdo que intente generar un precedente (Caivano, 1998).

e. Imparcialidad:

Este es un principio importante, porque el conciliador no debe dejarse llevar por los
intereses que tal vez pueda compartir con algunas de las partes, (Moore, 1995), hace
mención que se debe fomentar la confianza o cooperación de las partes, sin que éstas
perciban que existe algún favoritismo ante la solución del conflicto. Para que así de manera
consiente y profesional se pueda llegar a una solución satisfactoria para los conciliantes.

f. Neutralidad:

El conciliador debe ser una persona transparente y sin preferencia alguna, por ende en el
manual básico de conciliación extrajudicial, se sugiere que en caso alguno el conciliador se
debe abstener a conocer los casos donde participan personas vinculadas a él, su entorno
familiar, entre otras. En este sentido (Moore, 1995), dice que la neutralidad es la
inexistencia de vínculo entre el conciliador y las partes, ello con el propósito de
salvaguardar algún conflicto de intereses que pueda surgir entre el o los usuarios de los
servicios de conciliación y el conciliador a cargo de la audiencia.

g. Legalidad:

(La Rosa, 1999) señala que en el principio de legalidad, le corresponde al conciliador


asegurarse que el acuerdo total o parcial al que las partes puedan suscribir, no colisione con
alguna norma legal, para lo cual podrá recurrir a la asistencia especializada del abogado del
centro que cumple la función de verificador de la legalidad.

Toda conciliación tiene que estar sometida al marco normativo legal, para que las
soluciones que se dan un las sesiones con los conciliantes se pueda suscribir y no
contravenga ninguna norma superior.
h. Celeridad:

La conciliación extrajudicial debe permitir a las partes encontrar una solución inmediata y
rápida ante el conflicto dado.

Como bien se sostiene, la celeridad, entendida como la solución pronta y rápida del
conflicto, es más bien una característica de la conciliación, que debe ser entendida
flexiblemente por los usuarios de este procedimiento, ya que una aplicación estricta podría
desvirtuar sus fines (La Rosa, 1999).

i. Economía:

Este principio, se orienta a que las partes puedan ahorrar tiempo y dinero mediante la
conciliación, porque si se entabla un proceso judicial será costo y demoraría mucho tiempo
para dictaminar una sentencia. (Monroy, 1996), señala que este principio está definido en el
Reglamento como un medio dirigido a eliminar el tiempo que demandaría a las partes al
involucrarse en un proceso judicial, ahorrando los costos de dicho proceso. Al respecto,
cabe precisar que este principio nos parece muy pertinente a las características del
procedimiento civil, donde se dirige al ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo.

Desde mi punto de vista, todos los principios son importantes porque se complementan entre sí,
no obstante el que más resalto es la imparcialidad para generar confianza entre las partes que se
podrá llegar a una solución eficaz que beneficie de algún y otra manera a las partes, sin
perjudicar a una de ellas. Por eso el conciliador debe ser una persona capaz de no dejarse llevar
por intereses que comparte con una de las partes y caer en favoritismos ante la solución del
conflicto beneficiando solo a una, sino la solución debe ser transparente y no viciada por la
voluntad del tercer interviniente que es el conciliador.

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