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CURSO
TEMA
DOCENTE
ESTUDIANTE
TARAPOTO – PERÚ
2020
Ley de Conciliación Extrajudicial ( Ley 26872).
Artículo 2.- Principios.- equidad, veracidad, buena fe, confidencialidad, imparcialidad,
neutralidad, legalidad, celeridad y economía.
PRINCIPIOS DE LA CONCILIACIÓN
a. Equidad:
b. Veracidad:
Este principio se basa en que no debe existir una tergiversación de los hechos por parte de
los conciliantes, también los intereses o acuerdos que se tomaron por parte del conciliador,
porque se deben ceñir a la verdadera realidad que están viviendo las partes, y así remitir la
información veraz sobre el procedimiento conciliatorio que se llevó a cabo, al MINJUS.
c. Buena fe:
La buena fe, se refiere que las partes deben seguir el procedimiento con total honestidad,
confiando en que se llevará a cabo un proceso limpio sin ninguna información falsa que
perjudique la conciliación o a alguna de las partes. (La Rosa, 1999) también se señala que la
buena fe tendría que ver con la forma como el conciliador y/o el centro del conciliador da a
conocer sus servicios a los ciudadanos que recurren a sus servicios. Es decir, brindar
información transparente sobre lo más conveniente para los intereses del solicitante, sin
buscar un provecho personal o institucional
d. Confidencialidad:
e. Imparcialidad:
Este es un principio importante, porque el conciliador no debe dejarse llevar por los
intereses que tal vez pueda compartir con algunas de las partes, (Moore, 1995), hace
mención que se debe fomentar la confianza o cooperación de las partes, sin que éstas
perciban que existe algún favoritismo ante la solución del conflicto. Para que así de manera
consiente y profesional se pueda llegar a una solución satisfactoria para los conciliantes.
f. Neutralidad:
El conciliador debe ser una persona transparente y sin preferencia alguna, por ende en el
manual básico de conciliación extrajudicial, se sugiere que en caso alguno el conciliador se
debe abstener a conocer los casos donde participan personas vinculadas a él, su entorno
familiar, entre otras. En este sentido (Moore, 1995), dice que la neutralidad es la
inexistencia de vínculo entre el conciliador y las partes, ello con el propósito de
salvaguardar algún conflicto de intereses que pueda surgir entre el o los usuarios de los
servicios de conciliación y el conciliador a cargo de la audiencia.
g. Legalidad:
Toda conciliación tiene que estar sometida al marco normativo legal, para que las
soluciones que se dan un las sesiones con los conciliantes se pueda suscribir y no
contravenga ninguna norma superior.
h. Celeridad:
La conciliación extrajudicial debe permitir a las partes encontrar una solución inmediata y
rápida ante el conflicto dado.
Como bien se sostiene, la celeridad, entendida como la solución pronta y rápida del
conflicto, es más bien una característica de la conciliación, que debe ser entendida
flexiblemente por los usuarios de este procedimiento, ya que una aplicación estricta podría
desvirtuar sus fines (La Rosa, 1999).
i. Economía:
Este principio, se orienta a que las partes puedan ahorrar tiempo y dinero mediante la
conciliación, porque si se entabla un proceso judicial será costo y demoraría mucho tiempo
para dictaminar una sentencia. (Monroy, 1996), señala que este principio está definido en el
Reglamento como un medio dirigido a eliminar el tiempo que demandaría a las partes al
involucrarse en un proceso judicial, ahorrando los costos de dicho proceso. Al respecto,
cabe precisar que este principio nos parece muy pertinente a las características del
procedimiento civil, donde se dirige al ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo.
Desde mi punto de vista, todos los principios son importantes porque se complementan entre sí,
no obstante el que más resalto es la imparcialidad para generar confianza entre las partes que se
podrá llegar a una solución eficaz que beneficie de algún y otra manera a las partes, sin
perjudicar a una de ellas. Por eso el conciliador debe ser una persona capaz de no dejarse llevar
por intereses que comparte con una de las partes y caer en favoritismos ante la solución del
conflicto beneficiando solo a una, sino la solución debe ser transparente y no viciada por la
voluntad del tercer interviniente que es el conciliador.