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INTRODUCCIÓN

A manera de introducción reconocemos como neutropenia a un recuento absoluto de neutrófilos


menor a dos desviaciones estándar debajo del promedio normal de la población.

• Si es grave, aumenta de manera importante el riesgo de padecer una infección


potencialmente mortal.
• A menudo es un efecto secundario del tratamiento del cáncer con quimioterapia o
radioterapia.
• Los médicos sospechan neutropenia en las personas que tienen infecciones frecuentes o
inusuales.
• Para realizar el diagnóstico se utiliza una muestra de sangre y, si la causa no es evidente, una
muestra de médula ósea.
• El tratamiento depende de la causa y de la gravedad del trastorno, y puede incluir fármacos
para estimular la producción de neutrófilos por parte del propio organismo.
• Se administran antibióticos si la persona tiene neutropenia y fiebre u otros signos de
infección.
Los neutrófilos son un tipo de glóbulos blancos que constituyen la principal defensa del organismo
contra las infecciones bacterianas agudas y ciertas infecciones por hongos. Por lo general,
representan un 45 a 75% de los glóbulos blancos presentes en el torrente sanguíneo. Sin el papel
fundamental de defensa de los neutrófilos, las personas tienen problemas para controlar las
infecciones y riesgo de morir por una infección.

La neutropenia puede resolverse rápidamente cuando la infección se resuelve o la exposición se


interrumpe. La neutropenia crónica puede durar meses o años.
CAUSAS DE NEUTROPENIA

En términos generales, la neutropenia puede ser ocasionada por cuatro mecanismos


fisiopatológicos:

1. Neutropoyesis hipoplásica: cuando hay una disminución en la producción de neutrófilos


debido a anormalidades genéticas intrínsecas de las células progenitoras o por factores
extrínsecos que cambian el microambiente de la médula ósea como infiltración de tumores,
fibrosis o irradiación.
2. Neutropoyesis inefectiva: existe una producción adecuada de los precursores granulocíticos,
sin embargo, su destrucción en médula ósea conduce a un arresto en la maduración y a RAN
disminuidos. Esta neutropoyesis puede ser producto de mutaciones o defectos adquiridos.
3. Remoción o utilización acelerada de neutrófilos circulantes: hay una producción eficiente y
efectiva de neutrófilos, pero estos son removidos de forma prematura de la circulación.
4. Movimiento de células desde la circulación hacia la microcirculación capilar: la marginación
aumentada de neutrófilos puede ser provocada después de la inyección de endotoxina, por
la exposición a membranas de diálisis o por tratamiento intravenoso con G-CSF o GM-CSF,
los cuales disminuyen transitoriamente el RAN

Por consiguiente, los pacientes con neutropenia requieren de una evaluación minuciosa y es
sumamente importante que el médico esclarezca su origen. Los desórdenes en los precursores
hematopoyéticos que afectan la producción y liberación de neutrófilos de la médula ósea inducen
un mayor riesgo de infección que ante una neutropenia ocasionada por un aumento en el consumo
o en la destrucción de neutrófilos circulantes las causas de la neutropenia se dividirán en dos grandes
grupos: los desórdenes en la producción de neutrófilos (ya sea por neutropoyesis hipoplásica o
neutropoyesis inefectiva) y los desórdenes en la distribución o utilización de neutrófilos.

Gravedad de la neutropenia:

El límite inferior característico del recuento de neutrófilos es de unas 1500 células por microlitro de
sangre (1.5 × 109 celulas por litro). Cuando el recuento desciende por debajo de esta concentración,
el riesgo de infección aumenta.
La gravedad de la neutropenia se clasifica como:

• Leve: 1000 a 1500/mcL (1 a 1,5 × 109/L)

• Moderada: 500 a 1000/mcL (0,5 a 1 × 109/L)

• Grave: menos de 500/mcL (0,5 × 109/L)

Si el recuento de neutrófilos es menor de 500 células por microlitro (neutropenia grave), el riesgo
de infección aumenta notablemente. Los afectados incluso pueden desarrollar infecciones debidas
a las bacterias que normalmente residen de forma inofensiva en la boca y los intestinos.

SINTOMATOLOGÍA

La neutropenia puede desarrollarse

• Súbitamente, en pocas horas o días, en respuesta a ciertas infecciones o exposiciones

• Gradualmente

La neutropenia, en sí misma, no presenta síntomas específicos, por tanto, se suele diagnosticar


cuando aparece una infección. Las personas pueden tener fiebre y laceraciones dolorosas (úlceras)
alrededor de la boca y el ano. Pueden producirse neumonía bacteriana y otras infecciones graves.

En la neutropenia crónica, las personas afectadas pueden presentar pocos síntomas, si el número de
neutrófilos no es extremadamente bajo. Cuando la neutropenia es causada por un tratamiento con
fármacos, las personas afectadas pueden presentar fiebre, sarpullido y ganglios linfáticos
inflamados. En la neutropenia cíclica, las personas afectadas pueden presentar síntomas que
aparecen y desaparecen siguiendo las disminuciones y recuperaciones del recuento de glóbulos
blancos.

DIAGNOSTICO

La evaluación de los pacientes con neutropenia comienza con un estudio minucioso de la historia
familiar y personal. La primera debe tomar en cuenta el origen étnico, la presencia de
consanguinidad así como otros casos de neutropenia en la familia; mientras que la historia personal
debe enfocarse en la ocurrencia de infecciones virales y bacterianas con sus características (cantidad,
agente etiológico, sitio, frecuencia, severidad y patrón cíclico) y el consumo de medicamentos que
está recibiendo (tipo, duración, dosis), particularmente los que se asocian con neutropenia.
Seguidamente de la historia del paciente, se debe hacer una examinación clínica y exámenes de
laboratorio que orienten el diagnóstico de la etiología de la neutropenia y determinen su
significancia. La examinación clínica debe incluir la identificación de sitios/signos de infección, la
evaluación del tamaño del bazo, ganglios linfáticos e hígado y la búsqueda cuidadosa de hallazgos
clínicos sugestivos de neutropenia congénita, entre los que se puede mencionar: rasgos dismórficos,
desarrollo psicomotor, anormalidades en el esqueleto, albinismo, verrugas, función del corazón y
síntomas neurológicos.

Los exámenes de laboratorio básicos por realizar en un paciente neutropénico son;

• Hemograma completo con conteo absoluto


• Examen de la médula ósea
• Función hepática y renal
• Electrolitos séricos
• Proteína C Reactiva
• Glucosa en ayuno
• Gases arteriales

Cuando las personas padecen infecciones frecuentes o raras, o cuando las personas están tomando
fármacos que se sabe que causan neutropenia, los médicos solicitan una analítica sanguínea (un
hemograma completo) para llegar al diagnóstico. Un número bajo de neutrófilos indica neutropenia.

En muchos casos, la neutropenia es predecible y se conoce su causa, como en las personas tratadas
con quimioterapia o radioterapia. Cuando la causa es desconocida, hay que determinarla. Tanto si la
causa es conocida como desconocida, los médicos suelen buscar también una infección oculta que
pueda haber causado la neutropenia.

TRATAMIENTO DE LA NEUTROPENIA

• Antibióticos

• Fármacos para estimular la producción de neutrófilos

Lo más importante es tratar cualquier infección que se encuentre. En las personas con neutropenia
grave, las infecciones pueden convertirse rápidamente en graves o mortales. Incluso si los médicos
no pueden diagnosticar una infección específica, se presume que las personas con neutropenia y
fiebre tienen una infección y se les suministran antibióticos eficaces contra los microorganismos
infecciosos más comunes. El tratamiento de la propia neutropenia depende de su causa y gravedad.
La administración de fármacos que pueden producir neutropenia debe interrumpirse en la medida
de lo posible, así como evitar el contacto con toxinas.

A veces, la médula ósea se recupera por sí misma sin tratamiento. La neutropenia que acompaña a
las infecciones víricas (como la gripe) puede ser temporal y resolverse después de que la infección
se haya solucionado. Las personas con una neutropenia leve no suelen presentar síntomas y pueden
no requerir tratamiento.

Quienes padecen una neutropenia grave pueden morir rápidamente por una infección debido a la
incapacidad de su cuerpo para combatir los microorganismos invasores. En caso de infección, estas
personas suelen ser hospitalizadas y recibir tratamiento inmediato con antibióticos, incluso antes de
identificar la causa y la localización exacta de la infección. La fiebre, síntoma que en las personas con
neutropenia suele ser síntoma de infección, es un signo importante para solicitar atención médica
inmediata.

Los factores de crecimiento, conocidos como factores estimuladores de colonias, que estimulan la
producción de glóbulos blancos (leucocitos) en la médula ósea, a veces son de utilidad, y se
administran mediante inyecciones (bajo la piel o en una vena).

Cuando la neutropenia es consecuencia de un trastorno autoinmunitario, los corticoesteroides son


eficaces. La inmunoglobulina antitimocítica y otros tipos de tratamiento que inhiben la actividad del
sistema inmunitario pueden administrarse por vía intravenosa cuando está presente una
enfermedad como la anemia aplásica.

Si la neutropenia está causada por otro trastorno (como tuberculosis o leucemia, u otros tipos de
cánceres), el tratamiento del trastorno subyacente puede resolverla. El trasplante de médula ósea
(o de células madre) no se recomienda como tratamiento de la neutropenia en sí, pero puede ser
de utilidad para tratar ciertas causas graves de neutropenia, como la anemia aplásica o la leucemia.
CONCLUSIONES

Existen numerosas enfermedades en las que un paciente puede presentar neutropenia. En algunas,
este dato de laboratorio podría indicar un riesgo altísimo de infección, mientras que, en otras este
dato no implica ninguna sintomatología clínica. En general, cualquier enfermedad que comprometa
la producción de neutrófilos maduros en médula ósea por un largo periodo implica un alto riesgo
para los pacientes de desarrollar infecciones severas, aunque esto también dependerá de muchos
otros factores. Por consiguiente, ante la detección de una neutropenia, es trascendental que se
determine la causa subyacente y el estado general del paciente mediante una examinación
exhaustiva que incluya historia familiar y personal, examinación física y pruebas de laboratorio.

REFERENCIAS

• Rev. Colegio de Microb. Quim. Clin. Costa Rica, Volumen 22, Nº 1 Enero - marzo, 2016 • ISSN:
2215-3713
• Dale DC y Welte K. (2015). Chapter 65: Neutropenia and Neutrophilia. En: Kaushansky K,
Lichtman MA, Prchal JT, Levi MM, Press OW, Burns LJ, Caligiuri M (Eds), Williams Hematology,
9e.

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