Caso:

Julieta, 13 años.

Derivación:

Julieta, es derivada por la orientadora del colegio Santa Lucia, donde cursa octavo de enseñanza
básica.

La orientadora indica que la niña de actuales 14 años ha presentado muchas dificultades para
conectarse a clases durante el primer semestre de este año. Una de las acciones que realizó la
orientadora fue contactar a su madre, quien refiere que trabaja todo el día y que en las mañanas
deja despierta a su hija y con el desayuno preparado para que inicie su jornada, sin darse cuenta
hasta ahora, que la niña no se estaba conectando.

Se realizo, visita domiciliaria, en la cual se pudo observar a una niña con muy bajo ánimo, con
una baja de peso significativa.

Julieta le refiere a la orientadora que ha perdido el interés por los estudios, no le gusta verse en
las clases por video llamada, porque siente que se ve mal, además que dos de sus compañeras de
curso estuvieron tomando capturas de pantallas e hicieron circular en el grupo de WhatsApp un
stickers donde ella salía comiendo y todos se burlaban diciendo que era una “cerda” “Peppa Pig”
y otros sobrenombres. Julieta expresa rechazo por su imagen, dice que es gorda, que es fea y que
por eso nadie la quiere.

La orientadora se muestra muy preocupada, pues indica que la niña lloró bastante.

A raíz de esta visita decide citar a la madre al colegio, durante la entrevista la madre se muestra
sobrepasada por la situación económica familiar, ya que desde diciembre del año pasado su
pareja y padre de sus tres hijos falleció a causa de COVID-19.

Desde entonces ha tenido que trabajar en dos lugares, lo que le demanda muchas horas fuera del
hogar. Los hermanos mayores de Julieta se encuentran estudiando en la universidad y según lo
indica, no tienen tiempo para ayudar con la supervisión de Julieta.

Respecto de la baja significativa de peso de la niña, la madre señala que ella le deja preparado el
almuerzo todos los días, pero que en los horarios de comida la niña se encuentra sola. En algunas
ocasiones se ha dado cuenta que la niña no consumió sus alimentos y le llama la atención, pero
que no logra que ella los consuma, pero que cuando la reta y la obliga, ella la escucha vomitar en
el baño. La madre indica que Julieta esta retraída, pasa mucho tiempo encerrada en su dormitorio,
le cuesta que se bañe y ha cambiado su vestimenta por ropa ancha. La madre cree que es parte de
la edad junto al hecho de que las cosas han sido difíciles los últimos meses. Julieta extraña a su
padre, con quien tenía una relación muy cercana “ el la consentía en todo”.

La orientadora del colegio y la madre están de acuerdo con derivar a la niña para atención
psicológica, le comunican esta decisión a Julieta quien no dice nada, asienta con la cabeza y llora.