Está en la página 1de 7

Actividad 3 - Elección Sobre Aspectos Relacionados en el Nivel

Individuo

LABORADO POR:
Docente:
Jenis Garcés Campo
Harold Montes Delgado Ángela María obeso Hernández
Comportamiento organizacional
Jorlis Karina Cantillo Suarez

Corporación Universitaria Iberoamericana


Facultad de Ciencias Empresariales
Noviembre 2021
Introducción
El trabajo de los seres humanos en las organizaciones o empresas se ve influenciado

por una serie de factores internos, tales como: sentimientos, emociones, percepciones y

actitudes. Con relación a la actitud de los empleados hacia el trabajo, su discusión en el ámbito

laboral es un aspecto relevante en términos de las necesidades de incrementar la eficiencia y

productividad de las empresas ante los nuevos retos que día a día enfrentan.

Este ensayo tiene como objetivo sintetizar las actitudes de los empleados en los puestos

trabajo dentro de una organización, conoceremos nuestra opinión referente al tema,

argumentando con las definiciones de otros autores. Primeramente, se expone una definición

global de lo que es actitud, Las actitudes son afirmaciones evaluativas favorables o

desfavorables en relación con objetos, personas o hechos. Reflejan la forma en que uno se

siente acerca de algo. Como por ejemplo cuando digo “Me gusta mi trabajo”, estoy expresando

mi actitud acerca del trabajo. Las actitudes no son lo mismo que los valores, aunque ambos

conceptos están interrelacionados. Esto se puede advertir observando los tres componentes de

una actitud: cognición, afecto y comportamiento.

Palabras clave: Actitudes hacia el trabajo, participación en el trabajo, compromiso con la

organización, satisfacción con el trabajo, motivación.

2
Elección sobre aspectos relacionados en el nivel individuo

Todas las personas tenemos actitudes que dan como resultado tendencias a responder

positiva o negativamente ante otra persona, ante un grupo de personas, ante un objeto, ante una

situación que comprende objetos y personas ante una idea. Con mucha frecuencia, la posesión

de una actitud predispone al individuo a reaccionar de una manera específica. El conocimiento

de la actitud permite a veces predecir el comportamiento, tanto en la empresa como en otros

aspectos de la vida.

Por otro lado, buena parte de estas condiciones pueden ser contrarrestadas por algo

fundamental en cualquier espacio que exija una labor: la motivación. Stephen Robbins define la

motivación como: "La voluntad de llevar a cabo grandes esfuerzos para alcanzar las metas

organizacionales, condicionada por la capacidad del esfuerzo para satisfacer alguna necesidad

individual". Como sabemos y para nadie es un secreto que un empleado motivado que se siente a gusto

trabajando, aumenta su rendimiento, mantiene una buena actitud; además no se limita a realizar sólo las

labores correspondientes a su cargo, sino también promueve otras en busca del mejoramiento de la

empresa, proponiendo nuevas ideas que la favorezcan.

El presente escrito se plantea desde una perspectiva argumentativa que pretende aproximarse al

marco teórico sobre el rendimiento laboral a partir de un análisis de las actitudes de cada individuo y

su afectación en el grupo de trabajo. En este sentido, se hace necesario precisar que para realizar un

abordaje alrededor de las actitudes y su relación con el rendimiento laboral, el presente ensayo dará a

conocer mi punto de vista al respecto, las teorías existentes a partir de los autores que tienen experticia

en el tema de motivación y actitud laboral, y también algunas apreciaciones prácticas y reales que se

observan en el entorno laboral, incluyendo análisis de experiencias reales en el espacio laboral. De esta

manera, el escrito se apoya tanto en un cuerpo teórico validado por la rigurosidad de tesis, trabajos

académicos y proyecciones gubernamentales, como con la evaluación de lo que en la realidad sucede

en las relaciones jefe-empleado, respecto al rendimiento y trato que se presenta en ambas partes.

3
De acuerdo con Davis y Newstrom (2001:275) las actitudes son sentimientos y

supuestos que determinan en gran medida la percepción de los empleados respecto a su entorno,

su compromiso con las acciones previstas y, en última instancia, su comportamiento. Señalan

estos autores que las actitudes son indicadores de las conductas que dan indicios de las

intenciones conductuales o inclinaciones de un empleado a actuar de cierta manera y tienen

efectos que pueden ser positivos y negativos, por ejemplo, las actitudes positivas hacia el

trabajo permiten predecir conductas constructivas que se reflejan en empleados satisfechos. En

el caso de que las actitudes sean negativas, ocurre todo lo contrario, se pueden predecir

conductas indeseables, ya que los empleados se sienten insatisfechos con su trabajo, no se

involucran en sus labores y asumen un compromiso insuficiente con la organización. Al

respecto, García y Dolan (1997) afirman que las actitudes son consecuencia de los valores y

las normas que las preceden y son tendencias evaluadoras, positivas o negativas, con respecto

a personas, hechos o cosas. Coincide Myers (1995: 112), con lo antes expresado, y agrega que

la actitud es una reacción evaluativa favorable o desfavorable hacia algo o alguien, que se

manifiesta en nuestras creencias, sentimientos o conducta proyectada.

En este sentido, señala Robbins (2004) que las actitudes y los valores, se adquieren de

los padres, maestros, compañeros y son el resultado de una amplia gama de relaciones que

sostenemos como seres humanos; la diferencia radica en que las actitudes son menos estables

que los valores, es decir, las actitudes son una predisposición aprendida para responder

consistentemente de una manera favorable o desfavorable respecto a una persona, objeto o

situación y reflejan cómo se sienten las personas con respecto a algo; la actitud de un individuo

hacia el trabajo. Puede existir una relación entre actitudes y conductas, ya que las actitudes

están relacionadas con el comportamiento que mantenemos en torno a los objetos a que hacen

referencia, pero sólo son un indicador de la conducta, no son la conducta en sí. Por lo tanto, las

mediciones de actitudes deben interpretarse como síntomas y no como hechos, por ejemplo, si

4
la actitud de un grupo hacia la contaminación es desfavorable, esto no significa que las personas

están adoptando acciones para evitar contaminar el ambiente, pero si es un indicador de que

pueda adoptarlas paulatinamente (Robbins, 2004).

En deducción, y desde mi punto de vista, el planteamiento central del presente ensayo, sostiene

que la actitud que el empleado asimila y siente de su entorno de trabajo, afecta,

inequívocamente, el rendimiento laboral debido a que favorece o imposibilita las acciones de

un individuo y afecta en mayor o menor medida el alcanzar los objetivos o metas de la

organización.

Por tanto, nos surgen el siguiente interrogatorio. ¿es necesario que trabajemos para

gestionar mejor nuestras actitudes?, Puede haber infinidad de motivos: ser más positivo en el

trabajo, superar las dificultades, mejorar las relaciones con los colegas, jefes, subordinados y

clientes, ser proactivo, afrontar los retos profesionales, trabajar mejor en equipo, y de paso, para

ser más feliz y disfrutar más de la vida, para ellos existen claves que gestionan adecuadamente

nuestra actitud son cuatro: automotivación, proactividad, gestión de las emociones y

comunicación interpersonal.

5
Conclusión

Por último, y después de realizar el ejercicio argumentativo sobre las actitudes de los

trabajadores en las organizaciones, se logra concluir que las actitudes y la motivación tienen

que ir de la mano ya que las actitudes son importantes en las organizaciones, porque afectan el

comportamiento en el trabajo, y por otro lado la motivación hace referencia a los estímulos que

el trabajador recibe de la empresa y que lo guían a desempeñarse de mejor manera en su trabajo.

Es importante identificar las necesidades y expectativas de cada uno de los empleados para que

los estímulos ofrecidos realmente lo motiven, puesto que los intereses de cada trabajador son

particulares.

Por otro lado, se aprobar y coincide con la teoría del autor Robbins ya que es importante

resaltar que para Robbins (2004) las actitudes y la conjunción de los tres componentes, ayuda

a entender su complejidad y la relación potencial entre las actitudes y el comportamiento, en

esencia el término actitud se refiere a la parte afectiva de los tres componentes, aun cuando las

actitudes se tratan con frecuencia como conjuntos que intercambian sensaciones , pensamientos

y acciones, donde estos tres elementos se interrelacionan.

6
Bibliografía
Lázaro, A (2014-02-02). Actitud-Comportamiento Organizacional. TAEM PERÚ

CONSULTING. https://taemperuconsulting.com/actitud-comportamiento-organizacional/.

Forero. Y. (2014). TODO ES CUESTIÓN DE ACTITUD.

https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/handle/10654/13031/Trabajo%20Final.pdf;jsess

ionid=813706237FAC38CD02EFD6BE39F0860D?sequence=1.

También podría gustarte