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PSICOLOGÍA EVOLUTIVA: NIÑEZ (CÁT.

II)

Primer módulo de parcial - 2º cuatrimestre 2021

Apellido y nombre: Belloni Rocío

Nº de libreta: 433025080

Comisión : 16

Teléfono: 1155793596

Mail: rbelloni14@gmail.com

Inserte en el siguiente recuadro la foto de su DNI (anverso y reverso):

MODO DE PRESENTACIÓN
a. Pautas formales: letra Arial 12; interlineado de 1.5; justificado; páginas numeradas. En
formato Word.
b. Bibliografía utilizada: Citar según normas APA, al final de todo el parcial, en hoja aparte.

Este 1º módulo de parcial tiene carácter obligatorio y es de realización individual. La modalidad


del parcial es de preguntas a desarrollar.

Cada pregunta debe responderse con una extensión máxima de 30 renglones, considerando
todos los ítems que contenga el enunciado de la pregunta.
Se solicita responda las siguientes 3 (tres) preguntas de elaboración teórica:

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1. Responda los siguientes puntos, según los conceptos trabajados. (Extensión máxima de la
respuesta: 30 renglones).

a) Elabore en forma personal un texto teórico que explique en qué sentido plantea Freud
que la sexualidad infantil corresponde a un primer tiempo de la sexualidad humana y
qué fase libidinal se desarrolla en los momentos tempranos de la constitución psíquica.
b) A partir de un ejemplo de conducta sexual infantil observable durante el primer año de
vida, identifique y desarrolle cuatro caracteres de la sexualidad infantil según el planteo
de Freud en Tres Ensayos para una Teoría Sexual.

2. Desarrolle los conceptos de ilusión y desilusión, en relación a la actividad creadora primaria,


conforme a las conceptualizaciones winnicottianas. (Extensión máxima de la respuesta: 30
renglones).

a) Explique las categorías propias de la función “madre suficientemente buena”, en las


primeras etapas de la vida de un niño.

b) Desarrolle cómo se da la progresión de la dependencia absoluta a la dependencia


relativa.

3. Responda los siguientes puntos, según los conceptos trabajados. (Extensión máxima de la
respuesta: 30 renglones).

a) Desarrolle la noción de organizador psíquico de acuerdo al planteo de Spitz y describa


las características de los indicadores que dan cuenta de la instalación de cada uno de
los tres organizadores durante los primeros 18 meses de vida del niño.

b) Especifique cómo los organizadores psíquicos se vinculan con los procesos de


maduración, el desarrollo psicológico y el establecimiento de las relaciones objetales.

1) a) Freud desarrolla que en la vida sexual de un individuo existen dos tiempos: El primer
tiempo ocurre en la primera infancia y es originario de la sexualidad que se va a terminar de
desarrollar en el segundo momento en la pubertad. La primera fase de este desarrollo libidinal se

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da desde los momentos más tempranos de la vida del niño. El bebé en esta fase obtiene
satisfacción mediante el saciamiento de la necesidad de alimentarse, el chupeteo del bebé
cumple con esta satisfacción pero además va a ganar un placer que no va a estar relacionado
con la nutrición, va a cumplir con una satisfacción ya no de autoconservación sino de necesidad
de la zona oral. Luego de esta primera fase, denominada fase oral, el niño va a pasar por otras
dos fases, la sadico-anal cuya satisfacción recae en la agresión y la excresión, y la fálica, donde
se inicia la investigación sexual, las pulsiones comienzan a centrarse en los genitales y se
presenta el complejo de Edipo. Pasadas estas 3 fases se va a producir un período de latencia,
necesario para el sepultamiento del complejo de Edipo y para la instauración de diques anímicos
que empujan al niño al olvido de esos primeros modos de sexualidad. Constituída esta amnesia
infantil y con el advenimiento de la maduración genésica se va a producir el paso hacia el
segundo tiempo, en el cual se da un resurgimiento de la sexualidad olvidada, con las huellas de lo
construído en la primera infancia, y con la marca de los diques instaurados en el período de
latencia. Esta reconstrucción de la sexualidad se da bajo la lógica de esa nueva genitalidad que
permite la reproducción, la unión con los genitales de un otro.

b) Un lactante que, dentro de la fase oral, chupa su dedo entre comidas ejemplifica 4 de los
caracteres de la sexualidad infantil.
Esta acción de chupeteo deja ver el apuntalamiento de las pulsiones ya que la satisfacción que se
produce con esa acción se apoya en la función vital de autoconservación de la alimentación. La
pulsión sexual parcial desorganizada del bebé se apuntala en la pulsión de autoconservación, el
objeto de una pulsión es también el de la otra, al igual que la meta que consiste en la
incorporación del objeto, la incorporación del pezón y del dedo que estimulan la zona erógena de
la boca. Esta zona erógena se va construyendo en el intercambio con el pecho de la madre, en la
experiencia placentera del bebé al succionar la leche caliente del pezón. Este goce va a intentar
ser logrado estimulando esa nueva zona erógena para lograr ese placer recordado mientras no se
está alimentando, mediante la acción autoerótica de succión de su propia parte del cuerpo que se
erogeniza, aunque en menor medida, al igual que la zona erógena.

2) a) y b) Winnicott destaca la existencia de tres etapas dentro del desarrollo del niño en las
cuales impera la relación madre-bebé. En la primera etapa el niño es absolutamente dependiente
del medio externo y de la capacidad de este de satisfacer sus necesidades, por eso es central la
función de la madre “suficientemente buena”, una madre (o medio externo) capaz de centrarse
exclusivamente en ese bebé dejando de lado sus intereses y propiciándole apoyo al niño. Las

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categorías de esta función materna consisten en el sostenimiento (o holding), es decir la forma de
tomar al bebé, la cual se relaciona con la forma de identificación tanto de la madre con el bebé
como del bebé con la madre; la categoría de la manipulación, que permite un desarrollo tanto
psicológico como somático y provoca que el niño pueda comenzar a percibir lo real y lo irreal de
su experiencia; y por último se encuentra la mostración de objetos (o realización) que posibilita
que el bebé desarrolle la capacidad de relacionarse con los objetos. En este momento de
dependencia absoluta, la madre le permite al niño crear la ilusión de que el pecho materno forma
parte de él, es decir que se encuentra bajo su dominio mágico. Esto se debe a que la madre,
absorta en su preocupación materna primaria, se adapta plenamente a las necesidades del bebé,
lo que hace creer al niño que él es quien hace que el pecho aparezca cuando tiene hambre.
Gracias al apoyo de un medio favorable, el niño va a salir de ese estado original de dependencia
y va a comenzar a transitar la segunda etapa, una etapa transicional que Winnicott llama zona
intermedia de experiencias. Ahora la madre suficientemente buena debe comenzar a dejar de
adaptarse a todos los requerimientos del bebé propiciándole activas frustraciones para que el
bebé comience a crear una desilusión, gradualmente,que le permita poner en acción su impulso
creativo, elaborando un nuevo pecho mediante un objeto transicional. Este objeto transicional le
va a permitir al niño independizarse poco a poco de la madre y del pecho materno y comenzar su
relación con el mundo, logrando así una dependencia relativa ligada a ese objeto. El objeto
transicional es al comienzo una forma de seguir aferrándose a esa ilusión del pecho, el niño
deberá independizarse progresivamente de la necesidad de ese objeto para poder adentrarse en
la tercera etapa del desarrollo hacia la independencia.

3) a) y b) Los organizadores psíquicos son momentos clave del desarrollo que implican la
integración de procesos madurativos (biológicos) con procesos o corrientes vinculadas al
desarrollo psicológico y emocional proveniente del intercambio con el exterior. Estos dos factores
confluyen en cada punto crítico del desarrollo abriendo la puerta a cambios sustanciales en el
individuo. En este momento de cambio, reorganización y surgimiento de diferentes estructuras
más complejas, se da cuenta del proceso de construcción de las relaciones con los objetos.
Hay entonces 3 organizadores del desarrollo, de los cuales cada uno posee un indicador, una
cara visible de ese proceso interno. El primer indicador es la sonrisa social. Se caracteriza por ser
una respuesta activa con la presencia de una percepción dirigida e intencional hacia un objeto.
Este objeto corresponde al rostro de la madre, ante el cual el bebé responde con la sonrisa. La
maduración de las estructuras previas, sobre todo de percepción, juega un papel importante en la
construcción de las relaciones objetales de este período. En este organizador se pasa de un
período pre objetal a la constitución de un objeto precursor; esta sonrisa la hace ante la presencia

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de una forma, de un signo, del rostro humano, el cual no es todavía diferenciado de otros
libidinalmente, es simplemente una gestalt, una percepción (privilegiada en el caso de la madre)
de las características del rostro. En cuanto a los aspectos psicológicos, se vinculan con la
constitución del psiquismo y de diferentes estructuras psíquicas como el yo, la preconsciencia y el
inconsciente. El segundo indicador es la angustia del octavo mes. Este indicador deja ver la
constitución de una nueva relación con el objeto, el cual ya es libidinizado y diferenciado de otros,
ya que la angustia consiste en el sentimiento de desagrado de los bebés ante la presencia de un
rostro ajeno al de la madre. Esta reacción de desagrado se da en 3 etapas: Ante percepciones de
desequilibrio interior; Ante objetos o personas que le recuerdan experiencias desagradables, y por
último, en la angustia del 8vo mes. La mielinización de las vías nerviosas que se da del lado de lo
madurativo somático, permite sobre todo dirigir la acción sensorial y coordinar percepciones. Del
lado de lo psicológico encontramos un aumento en la memoria y una reorganización del sistema
psíquico. Para el tercer indicador nos encontramos con la acción semántica de la negación,
aparece el “no” del lado de los padres y del niño. Este “no” da cuenta de los comienzos de la
comunicación semántica, de la comunicación a distancia y del pasaje de la pasividad a la
actividad. En esta etapa se constituye ya el objeto propiamente dicho con las relaciones objetales
y sociales posibilitadas por esta nueva acción o gesto semántico que reemplaza la acción con la
palabra.

Referencias

Freud, S. (1940). Esquema del Psicoanálisis. Parte I, capítulo III: “El desarrollo de la función
sexual”. En Freud, S. Obras Completas. (2a. ed., Vol. XXIII). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1905). Tres ensayos de teoría sexual. 2º ensayo: “La sexualidad infantil”. En Freud, S.
Obras Completas. (2a. ed., Vol. VII). Buenos Aires: Amorrortu.
Spitz, R. (1972) El primer año de vida. “El objeto de la libido” (cap. 3); “Plasticidad del psiquismo
infantil” (cap. 4); “Afectos de desagrado (la angustia de los ocho meses)” (cap. 6);
“Consecuencias del establecimiento del segundo organizador” (cap. 8); “El comienzo de la
comunicación semántica y su origen” (cap. 9). Madrid: Ediciones Aguilar.
Winnicott, D. W. (1980) La familia y el desarrollo del individuo. Buenos Aires: Hormé, 1980.
(Capítulo 2: La relación inicial de una madre con su bebé).
Winnicott, D. W. (1986). Realidad y juego. Buenos Aires: Gedisa. (Introducción y Capítulo 1).

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