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No deseo abrir la boca Tú, exiliados de las montañas anónimas ¿Cuántas veces se ha quitado de los labios mi

¿A qué podría cantar? Tú, joyas de nombres sofocados en el canción?


A mí, a quien la vida odia, pantano de silencio, ¿Cuántas veces silenciado el susurro de mi
tanto me da cantar que callar. Oh tú, cuya memoria se pierde tenue espíritu poético?
¿Acaso debo hablar de dulzura1 agua turbia del mar del olvido, El significado de la alegría era enterrado por
cuando es tanta la amargura que siento? ¿Dónde está el claro fluir de tus la fiebre de la tristeza
Ay, el festín del opresor pensamientos? si con mis versos que noten una luz:
me ha tapado la boca. ¿Qué mano devastadora te ha quitado las esto sería el resultado de mi imaginación
Sin nadie a mi lado en la vida doradas estatuas de tus sueños? profunda
¿a quién dedicaré mi ternura? En este vórtice, fabricante de la oscuridad mis lágrimas no se utilizaron para nada
Tanto me da decir, reír, ¿Dónde se ha ido tu barco y tu serena y no se puede hacer nada más que tener
morir, existir. plateada luna? esperanza.
Yo y mi forzada soledad Si después de esta tormenta, portadora de la Aunque soy la hija de ciudades de poesía,
con mi dolor y mi tristeza. muerte, el mar se calma mis versos eran mediocres,
He nacido para nada si las nubes, al vaciarse de sufrimiento, mi trabajo es como una planta carente de
mi boca debería estar sellada. si la luna trajera afecto atención de la que no se puede esperar
Ha llegado, corazón, la primavera, ¿Alcanzaría una sonrisa? […] mucho.
el momento propicio del festejo. En los archivos de la historia, esto es todo lo
¿Pero qué puedo hacer si un ala que soy.
tengo ahora atrapada?
Así no puedo volar.
Llevo mucho tiempo en silencio,
pero nunca olvidé la melodía
que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón
me recuerdan que algún día
romperé la jaula.
Volando saldré de esta soledad
y cantaré con melancolía.
No soy un frágil álamo
sacudido por el viento.
Soy una mujer afgana
Entiéndase pues mi constante queja.

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