Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA VIOLENCIA OBSTETRICA
PROFESORA:
Nohemi Salmeron
Bachillres:
Karelys Machado
C.I:26.615.594
Saba Contreras:
C.I:28.452.022
Girvelys Blanco
C.I:29.581.931
1
INTRODUCCION-----------------------------------------------------------------------------PAG.3
CONCLUSION--------------------------------------------------------------------------------PAG.17
BIBLIOGRAFIAS----------------------------------------------------------------------------PAG.18
2
INTRODUCCIÓN
La publicación en gaceta oficial en el año 2007 del instrumento jurídico denominado
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia pone sobre
el tapete la discusión sobre los derechos de la mujer, esta novedosa legislación detalla
19 tipos de violencia y establece sanciones a quienes las perpetren, una de estas
categorías la constituye la violencia obstétrica, directamente relacionada con el acto
médico durante el trabajo de parto. Es imperativo que el personal de salud que labora
en estas áreas comprenda los alcances de esta norma, las obligaciones que debe
cumplir y las posibles penalidades en caso de infringirla, de igual manera las usuarias
deben tener el conocimiento para hacer valer los derechos consagrados en ella y los
lugares donde interponer las respectivas denuncias. A pesar de la enorme difusión
sobre el espíritu de la ley existen dudas generales que perturban su correcta aplicación
y no se conocen estadísticas oficiales que evalúen el impacto en la atención posterior a
su puesta en vigencia.
Debido al particular enfoque de la norma jurídica y el impacto que esta pudiera tener
sobre la mejora en la atención obstétrica, en virtud de no existir estadísticas
disponibles en el ámbito nacional sobre la incidencia de violencia obstétrica ni del nivel
de conocimiento de las usuarias sobre la ley o la percepción de estas sobre el tipo de
atención recibida se consideró de importancia la observación y cuantificación de este
fenómeno a los fines de evaluar los procedimientos obstétricos y hacerlos más
cónsonos con la mejor atención que pretende la normativa legal vigente.
En América Latina diversos países han aprobado leyes o artículos de reforma a sus
respectivos Códigos Penales para sancionar la violencia contra las mujeres: Bolivia,
Colombia, Perú, México y Venezuela (1998); Nicaragua (1996); Panamá (1995);
Paraguay, Las Bahamas y República Dominicana (1997). La Ley Orgánica sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (4) establece 19 formas de
violencia que constituyen delito en el Artículo 15. Se consideran formas de violencia de
género en contra de las mujeres, las siguientes:
1. Violencia psicológica: es toda conducta que por hacerse o dejarse de hacer vaya en
deshonra, descrédito o menosprecio de la mujer. Tratos humillantes y vejatorios,
vigilancia constante, celos enfermizos, comparaciones destructivas, amenazas,
perjudicar o perturbar su sano desarrollo, disminuir su autoestima, causarle depresión
y que incluso la puedan llevar al suicidio.
3
2. Acoso u hostigamiento: conductas abusivas, comportamientos, palabras, gestos,
escritos o mensajes, persecuciones, intimidar, chantajear, apremiar, importunar,
atentando contra su estabilidad emocional, dignidad, prestigio. Poner en peligro su
empleo.
4
EVOLUCION HISTORICA DE LA VIOLENCIA OBSTETRICA
(Karelys Machado)
En la época feudal muchas mujeres eran sanadoras. Eran consideradas sabias, pues tenían
un importante conocimiento acerca de plantas medicinales que habían adquirido de
generaciones anteriores y que les permitía velar por la salud de su pueblo. Además, eran
parteras, controlaban la fertilidad de las mujeres y podían provocar abortos, es decir, hacían
el papel de consejeras y enfermeras. La caza de brujas fue un período que abarcó desde el
feudalismo hasta la modernidad. En él, mujeres campesinas sufrieron una persecución
violenta que hizo que muchas de ellas terminasen en la hoguera. Durante esta época, las
mujeres ocupaban una posición de poder debido al control de la reproducción, la sexualidad
y sus conocimientos para curar. Sin embargo, la situación social que vivían los campesinos,
con fuertes limitaciones de accesibilidad a las tierras, les llevó a intentar controlar la
natalidad.
Este hecho provocó que las mujeres sabias se convirtiesen en brujas que tenían que ser
quemadas ya que suponían una fuerte amenaza tanto para la Iglesia como para el Estado.
Había que eliminar determinadas conductas llevadas a cabo por esas mujeres que debían ser
vistas socialmente como aberraciones. No obstante, es necesario tener presente que las
brujas no sólo eran las parteras, las mujeres que evitaban el embarazo o las mendigas que
robaban algo para comer buscando la supervivencia. Bajo el término de brujas, estaban
incluidas las mujeres promiscuas, rebeldes que contestaban y discutían8. En la Edad Media,
las mujeres seguían ocupando un lugar de poder como sabias, curanderas, comadronas,
hechiceras y magas, lo que creó cierta desconfianza para iglesia e hizo que tuviesen que ser
controladas15. La caza de brujas supuso el control del cuerpo de las mujeres y la
destrucción de todas las prácticas y creencias que fuesen incompatibles con los principios
del trabajo capitalista. Implicó una depreciación de las sanadoras lo que facilitó la llegada
de la medicina profesional y la obstetricia a cargo de varones y cirujanos. Además, la
necesidad de formación universitaria para su práctica, supuso la exclusión de las mujeres en
este ámbito. En el siglo XVII, aparecen los primeros hombres parteros y paulatinamente la
obstetricia pasa a ser competencia del poder estatal. La llegada de la Edad Moderna
también tuvo su influencia sobre la caza de brujas. El ataque a esas mujeres sabias y
curanderas, supuso la expropiación de su saber adquirido a través de las generaciones lo
que posibilitó la aparición de la medicina profesional
5
sociedades no-occidentales, pueden moverse libremente, alternan decúbitos laterales,
verticales, de rodillas o agachadas siendo la posición de decúbito supino muy inusual
No obstante, en España, aún en la década de 1950, muchos partos de zonas rurales eran
atendidos por matronas. Sin embargo, este hecho comenzó a ser visto como una práctica
peligrosa y pre-moderna, contraria a la civilización14. Trasladar el parto a los hospitales,
para los médicos suponía poder llevar a cabo un control más exhaustivo sobre aquellos
casos patológicos. Estos defienden la idea de que el intervencionismo médico es la manera
más efectiva de reducir la mortalidad materno-infantil. Lo cierto es que hoy en día ese
intervencionismo se ha extendido hasta tal punto que embarazos y partos totalmente
saludables son tratados como si fuesen patologías necesarias de intervención médica,
constituyendo un ejemplo clave de violencia obstétrica.
(Karelys Machado)
En los últimos días hemos leído y visto denuncias reseñadas en los medios de
comunicación como violencia obstétrica. Quienes llevamos un significativo tiempo
investigando al respecto, vemos con agrado que se hable de una problemática
históricamente invisibilizada en la vida social.
Sin embargo, es necesario profundizar en el tema para aclarar aspectos que percibimos
manejados de una forma que desvía la intencionalidad que dio origen a la definición de
violencia obstétrica, una de las caras de la violencia contra las mujeres más legitimada por
el poder/saber médico, más silenciada por el colectivo social
6
EL MODELO MÉDICO/OBSTÉTRICO VIOLENTA LOS PROCESOS
REPRODUCTIVOS DE LAS MUJERES.
(Karelys Machado)
Algunas situaciones como el ruleteo hospitalario de las embarazadas, las quejas por parte
de las/os obstetras por escasez de insumos y deterioro de las infraestructuras, el
desconocimiento de las mujeres sobre sus derechos sexuales y reproductivos, y la
deshumanización en la atención, han sido los problemas más develados en las noticias.
Sin duda que esas son violencias que lesionan a las embarazadas, pero más que como
embarazadas, como ciudadanas. La tipificación de violencia obstétrica se refiere
estrictamente al tipo de atención médico/obstétrico pautado en las áreas obstétricas
hospitalarias.
Es la caracterización de una violencia que enfrenta un tipo de praxis médica, una rutina de
atención, una forma de asistencia obstétrica que da por sentado el embarazo/parto como una
“enfermedad”, que al ser estimado como tal, solo debe ser resuelto por el equipo de salud.
Las parturientas son el objeto de trabajo, pasan a ser pacientes, y sus hijas/os pacienticas/os.
Ellas no tienen ni voz, ni decisión sobre su propio proceso reproductivo, son sometidas a
unas conductas de rutina establecidas para todas por igual, las acuestan, no caminan, no
comen, las someten a aceleradores del parto, les rompen membranas, les hacen tactos
vaginales, las obligan a parir acostadas
(Karelys Machado)
Este tipo de atención prevalece en todos los centros hospitalarios y maternidades del país,
allí se forman las/os especialistas. Las/os obstetras dan esa atención mediante un
aprendizaje académico que legitima ese tipo de comportamiento como la única y la mejor
forma de brindar asistencia médica, no por una deshumanización consciente.
(Karelys Machado)
Este modelo médico, se repite en todas las áreas obstétricas públicas y privadas. ¿Es qué
acaso las/os obstetras de ejercicio privado tienen otro modelo de atención?; ¿es que el tipo
de atención obstétrico en las clínicas es diferente?, lamentamos decir que no, lo que es
diferente es el trato personal,…”señora tenga la bondad de poner el bracito para colocarle el
oxitócico”…., es diferente el color pastel y los muñequitos que adornan las paredes y las
batas de las/os médicas/os, pero la práctica médica es la misma.
Las pocas mujeres a las que no les hacen cesáreas, igual paren acostadas, les aplican
oxitócicos, les rompen membranas, les hacen episiotomías. Y como una norma obligatoria
institucional a las/os recién nacidas/os los recluyen en el retén, denominación que debería
ser execrada del léxico obstétrico/pediátrico. Por otra parte no permiten que en las noches
estén con sus madres y cuando lloran les dan tetero con agua azucarada.
Además, en otrora la atención en lo privado era inmediata, hoy por hoy el colapso es
apocalíptico, las mujeres hacen cola en las camillas en las puertas de los pabellones para
parir, bueno, para hacerles cesárea porque las clínicas privadas desbordan el índice
esperado de cesáreas.
Los lugares privados que tienen una atención obstétrica no medicalizada, no patologizada,
son contados con los dedos de una mano y sobran dedos.
Todo fenómeno social se convierte en problema de salud pública, precisamente por estar
atravesado por valores, prejuicios, cultura, religiones, códigos morales, intereses
económicos, políticos, todo ello confluyendo para que la violencia se aprecie como
comportamientos normales de la sociedad.
En este caso concreto, la noción de lo que son conductas médicas aceptables e inaceptables,
o de lo que constituye un daño, queda diluido en un modelo médico patriarcal que ha
definido como se deben atender los procesos reproductivos y sexuales de las mujeres.
8
Sin ninguna duda es impostergable el acondicionamiento de los espacios, la dotación de
recursos humanos y equipos, la humanización de la relación médico/parturienta, pero en el
supuesto hipotético de que se logrará la optimización de los servicios, si no pudiéramos
interrumpir el modelo de atención, la violencia obstétrica seguiría existiendo con muy
buena salud.
(Karelys Machado)
Estamos hablando de una violencia estructural e institucional que emana de una cultura
patriarcal que afecta a diversos ámbitos, incluyendo las ciencias médicas. A pesar de que la
violencia obstétrica no es nueva, ha permanecido oculta durante mucho tiempo y en la
actualidad continúa siendo desconocida, i
(SABA CONTRERAS)
Objeto
Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto garantizar y promover el derecho de las
mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar
y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos,
9
impulsando cambios en los patrones socioculturales que sostienen la desigualdad de género
y las relaciones de poder sobre las mujeres, para favorecer la construcción de una sociedad
justa democrática, participativa, paritaria y protagónica.
Principios rectores
Artículo 2.- A través de esta Ley se articula un conjunto integral de medidas para alcanzar
los siguientes fines:
1. Garantizar a todas las mujeres, el ejercicio efectivo de sus derechos exigibles ante los
órganos y entes de la Administración Pública, y asegurar un acceso rápido, transparente y
eficaz a los servicios establecidos al efecto.
3. Fortalecer el marco penal y procesal vigente para asegurar una protección integral a las
mujeres víctimas de violencia desde las instancias jurisdiccionales.
10
10. Establecer un sistema integral de garantías para el ejercicio de los derechos
desarrollados en esta Ley.
(SABA CONTRERAS)
(SABA CONTRERAS)
Se pueden considerar violencia obstétrica prácticas como el tacto realizado por más de una
persona, la episiotomía como procedimiento de rutina, el uso de fórceps, la maniobra de
Kristeller, el raspaje de útero sin anestesia, la cesárea sin verdadera justificación médica o
el suministro de medicación innecesaria.
(SABA CONTRERAS)
La consecuencia es que las mujeres que sufren este tipo de violencia experimentan una gran
pérdida de autonomía a la hora de decidir sobre procedimientos que les afectan
directamente. Un caso claro: el de la episiotomía, esa incisión que se practica en el perineo
de la futura madre con el fin de evitar un desgarro de los tejidos en el parto y, en teoría,
facilitar la expulsión del bebé, pero que en ocasiones se realiza sin el consentimiento
expreso de la parturienta. Hay voces que la califican incluso de “mutilación genital”, pues
implica el corte de parte del perineo para agrandar el canal vaginal. Diversas estadísticas
han mostrado que la episiotomía se aplica en más de la mitad de los partos que se producen
11
en hospitales públicos españoles, muchas veces sin comunicación previa. Los diversos
ejemplos de trato vejatorio sobre la mujer que incluye la violencia obstétrica se extienden a
las cesáreas innecesarias, el exceso de tactos vaginales, la medicalización excesiva durante
los embarazos e incluso la lactancia… La violencia obstétrica en el parto es quizás la más
conocida, pero también se extiende a otras etapas de la vida: tiene que ver asimismo con las
representaciones reduccionistas y negativas que constantemente se ofrecen en relación con
el aborto o la menopausia, y que acaban generando todo un imaginario colectivo que coarta
y preocupa a millones de mujeres.
(SABA CONTRERAS)
12
FUNDAMENTO LEGALES CONTRA LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA
(SABA CONTRERAS)
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia» diverge en
su objeto y propósito, significativamente, del cuerpo normativo que deroga. La anterior ley,
protegía, indistintamente, pese a su denominación. Ley Sobre Violencia Contra la Mujer y
la Familia, tanto a mujeres como hombres, dentro de un contexto de defensa de la familia,
restringida, principalmente, a la prevención y sanción de la violencia doméstica. Una de las
características principales de la nueva ley consiste, por el contrario, en la protección y
defensa únicamente de la mujer, como género discriminado por el sexo masculino. La
exposición de motivos, claramente, explica: Un gravísimo problema, contra el cual han
luchado históricamente las mujeres en el planeta encero, es la violencia que se ejerce contra
ellas por el solo hecho de serlo. La violencia de género encuentra sus raíces profundas en la
característica patriarcal de las sociedades en las que prevalecen estructuras de
subordinación y discriminación hacia la mujer que consolidan conceptos y valores que
descalifican sistemáticamente a la mujer, sus actividades y sus opiniones. Es así como
cualquier negativa o rechazo al poder masculino es vivida por el hombre agresor como una
transgresión a un orden “natural” que “justifica” la
(SABA CONTRERAS)
La relación de cuidado que se establece entre enfermeros y pacientes nos permite valorar de
forma integral a la persona, su entorno familiar y social. La atención domiciliaria de
enfermería se convierte en una oportunidad para la detección precoz.
13
No obstante, en cualquier contacto con la paciente se puede, y se debe, explorar indicadores
de sospecha de maltrato y actuar en consecuencia.
(SABA CONTRERAS)
(GIRVELYS BLANCO)
Esta perspectiva tiene dos lados: el punto de vista de la madre o la pareja y el del bebé.
Desde el punto de vista del bebé, para mí, uno de los pioneros del parto humanizado es el
obstetra francés Frederick Leboyer. Ya en 1975 publicó su libro Nacimiento sin violencia
que fue muy provocador en su época. Revolucionó la forma de atender partos en Europa, y
lo sigue haciendo en el mundo. Leboyer se coloca en la perspectiva del bebé y describe las
posibles percepciones y sentimientos del feto antes, durante y después de nacer.
Esto le lleva a proponer métodos más suaves y sensibles de atender partos, con el fin de
reducir el estrés del bebé al pasar de un mundo acuático, oscuro y tranquilo al mundo
14
aeróbico, luminoso y ruidoso, como por ejemplo: bajar las luces y las voces en la sala de
parto, poner el bebé piel a piel con su madre inmediatamente después de nacer, cortar el
cordón umbilical después de unos minutos para permitir una transición paulatina de la
respiración umbilical a la pulmonar, y ofrecer un masaje cariñoso o un baño caliente y
relajante al recién nacido.
Desde el punto de vista de la madre, un parto humanizado, sea por parto natural o incluso
por cesárea en caso de una indicación médica justificada significa, sobre todo, una cosa:
respeto hacia la mujer, su cuerpo, su intimidad, sus posibles miedos, su voluntad y
necesidad de ser informada de los riesgos y beneficios, y sus deseos y expectativas para
concluir el embarazo, es decir, hacerla protagonista de las decisiones acerca de su parto.
Libros como “Un nacimiento más fácil – Guía para madres sobre cómo dar a luz de forma
normal” de Gayle Peterson son una ayuda valiosa para el empoderamiento de la mujer en
este sentido, ya que ofrecen una preparación práctica, mental y emocional para el parto.
Aspecto que es igual o, quizá, hasta más importante que la preparación física y logística.
(GIRVELYS BLANCO)
Según las propuestas de humanización en el parto, informa que era fundamental ampliar la
visibilidad del trabajo de la enfermera, para que se produzcan transformaciones en la
inserción y conclusión de estas propuestas, considerando que debe haber inversiones en el
ámbito de la formación y el desempeño de estos profesionales. Por lo tanto, también se
analiza que, en el proceso de llegar a este modelo, será fundamental que las enfermeras
tengan un esfuerzo por agregar procedimientos educativos y humanizados a las mujeres
durante el embarazo al miembro lactante. La enfermera admite la importancia de brindar
cuidados adecuados y peculiaridades, por lo que busca constantemente la acogida de las
15
mujeres, promoviendo la confianza, identificando factores que causan agotamiento, como
el dolor, estableciendo un ámbito de celo y bienestar tanto para las embarazadas como para
su familia. Así, la enfermería ha ido haciendo paulatinamente una historia específica,
presentando sus competencias, talento e influencia, combinadas con la seguridad y la
práctica en el proceso de parto, protegiendo siempre las circunstancias físicas, emocionales
y los principios de la mujer
16
CONCLUSIÓN
La violencia obstétrica es la violencia que un profesional de la salud impone a los procesos
reproductivos de una mujer, así como a su cuerpo, y un hecho que ha sido muy discutido y
relacionado con la violencia obstétrica es la episiotomía. Esta última se caracteriza por ser
una incisión quirúrgica realizada en la región del perineo para aumentar el lumen del
introito vaginal ya en la fase expulsiva del parto (1, 2). La Organización Mundial de la
Salud (OMS) y la diversidad de las evidencias científicas no recomiendan el uso rutinario
de la episiotomía en las mujeres que tienen un parto vaginal espontáneo. La reformulación
del escenario obstétrico nacional e internacional requiere inversiones en la actualización de
los profesionales de los servicios y la formación académica, con miras a asistir a las
mujeres de manera humana, con respeto, dignidad y calidad. Otra medida para eliminar la
violencia obstétrica es la amplificación de la visión activista de la mujer para que
comprenda sus derechos y se apropie de sus valores como mujer, embarazada, puérpera y
madre.
17
BIBLIOGRAFIAS
http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ogv/article/view/20209
https://www.enfermeria21.com/diario-dicen/el-papel-de-la-enfermeria-en-
la-violencia-de-genero-DDIMPORT-052994/
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/76473/1/ROL_DEL_PERSONA
L_DE_ENFERMERIA_EN_LA_VIOLENCIA_DE_GENERO_Ferriz_Te
na_Nayades.pdf
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6604.pdf
https://www.gacetasanitaria.org/es-la-violencia-obstetrica-una-practica-
articulo-S0213911120301898
https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2021/05/28/el-concepto-de-violencia-
obstetrica-y-su-evolucion
https://perifericas.es/blogs/blog/la-invisibilidad-de-la-violencia-obstetrica
https://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_obst
%C3%A9trica#Violencia_obst%C3%A9trica_f%C3%ADsica_y_psicol
%C3%B3gica
https://www.nucleodoconhecimento.com.br/salud/el-parto-normal-
humanizado#4-ACTUACION-DE-LA-ENFERMERA-OBSTETRA
https://raco.cat/index.php/MUSAS/article/view/327635
https://palabrademujer.wordpress.com/2009/08/29/tergive
%E2%80%8Crsaciones-sobre-violencia-obstetrica/
18