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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencias y Tecnologías


Universidad Nacional Experimental Rómulo gallegos
Área de ciencias de la salud
Unidad Curricular: Obstetricia
Tercer año. Sección 5

LA VIOLENCIA OBSTETRICA

PROFESORA:
Nohemi Salmeron
Bachillres:
Karelys Machado
C.I:26.615.594
Saba Contreras:
C.I:28.452.022
Girvelys Blanco
C.I:29.581.931

SAN JUAN DE LOS MORROS


INDICE

1
INTRODUCCION-----------------------------------------------------------------------------PAG.3

EVOLUCION HISTORICA DE LA VIOLENCIA OBSTETRICA ----------------PAG.5

TERGIVERSACIONES SOBRE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA----------------PAG.6

QUE ES VIOLENCIA OBSTETRICA ---------------------------------------------------PAG.9

LEY ORGÁNICA SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE


DE VIOLENCIA-------------------------------------------------------------------------------PAG.9

MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA-----------------------


PAG.11

CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA--------------------------PAG.11

FUNDAMENTO LEGAL CONTRA LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA


----------PAG.13

ROL DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN LA PREVENCIÓN DE LA


VIOLENCIA OBSTÉTRICA--------------------------------------------------------------PAG.13

¿QUÉ SE ENTIENDE COMO PARTO HUMANIZADO ?-----------------------


PAG.14

PROFESIONAL DE LA ENFERMERIA EN EL PARTO HUMANIZADO-----


PAG.15

CONCLUSION--------------------------------------------------------------------------------PAG.17

BIBLIOGRAFIAS----------------------------------------------------------------------------PAG.18

2
INTRODUCCIÓN
La publicación en gaceta oficial en el año 2007 del instrumento jurídico denominado
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia pone sobre
el tapete la discusión sobre los derechos de la mujer, esta novedosa legislación detalla
19 tipos de violencia y establece sanciones a quienes las perpetren, una de estas
categorías la constituye la violencia obstétrica, directamente relacionada con el acto
médico durante el trabajo de parto. Es imperativo que el personal de salud que labora
en estas áreas comprenda los alcances de esta norma, las obligaciones que debe
cumplir y las posibles penalidades en caso de infringirla, de igual manera las usuarias
deben tener el conocimiento para hacer valer los derechos consagrados en ella y los
lugares donde interponer las respectivas denuncias. A pesar de la enorme difusión
sobre el espíritu de la ley existen dudas generales que perturban su correcta aplicación
y no se conocen estadísticas oficiales que evalúen el impacto en la atención posterior a
su puesta en vigencia.

La violencia contra la mujer constituye un problema de Estado, puesto que es la


trasgresión más frecuente de los derechos humanos, y se constituye en un problema
de salud pública que genera altos costos tanto económicos como sociales.

La ley ha causado grandes expectativas y dudas entre los gineco-obstetras, en


particular el articulado referido a violencia obstétrica, la ley la define, establece los
delitos relacionados con la misma y las penas a aplicar, pero persiste el clima de
desinformación tanto en los prestadores de servicio como en las usuarias, motivo por
el cual se propone la realización de este estudio como una forma de contribuir a la
mejora de la atención obstétrica.

Debido al particular enfoque de la norma jurídica y el impacto que esta pudiera tener
sobre la mejora en la atención obstétrica, en virtud de no existir estadísticas
disponibles en el ámbito nacional sobre la incidencia de violencia obstétrica ni del nivel
de conocimiento de las usuarias sobre la ley o la percepción de estas sobre el tipo de
atención recibida se consideró de importancia la observación y cuantificación de este
fenómeno a los fines de evaluar los procedimientos obstétricos y hacerlos más
cónsonos con la mejor atención que pretende la normativa legal vigente.

En América Latina diversos países han aprobado leyes o artículos de reforma a sus
respectivos Códigos Penales para sancionar la violencia contra las mujeres: Bolivia,
Colombia, Perú, México y Venezuela (1998); Nicaragua (1996); Panamá (1995);
Paraguay, Las Bahamas y República Dominicana (1997). La “Ley Orgánica sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia” (4) establece 19 formas de
violencia que constituyen delito en el Artículo 15. Se consideran formas de violencia de
género en contra de las mujeres, las siguientes:

1. Violencia psicológica: es toda conducta que por hacerse o dejarse de hacer vaya en
deshonra, descrédito o menosprecio de la mujer. Tratos humillantes y vejatorios,
vigilancia constante, celos enfermizos, comparaciones destructivas, amenazas,
perjudicar o perturbar su sano desarrollo, disminuir su autoestima, causarle depresión
y que incluso la puedan llevar al suicidio.

3
2. Acoso u hostigamiento: conductas abusivas, comportamientos, palabras, gestos,
escritos o mensajes, persecuciones, intimidar, chantajear, apremiar, importunar,
atentando contra su estabilidad emocional, dignidad, prestigio. Poner en peligro su
empleo.

3. Amenaza: es el anuncio verbal o con acciones, de un daño físico, psicológico,


sexual, laboral o patrimonial con el fin de asustar a la mujer, tanto en su ambiente
doméstico como fuera de él.

4. Violencia física: es el daño o sufrimiento material causado a la mujer, tales como


golpes, lesiones internas o externas, heridas, hematomas, quemaduras o cualquier
otro maltrato que la dañe físicamente.

5. Violencia doméstica: es el maltrato que le produce a una mujer su esposo o


concubino, o ex (de los dos), pareja, o persona con quien haya compartido una
relación afectiva, ascendientes, descendientes, parientes de cualquier tipo.

6. Violencia sexual: es toda conducta que vaya en contra de la voluntad de la mujer a


tener relaciones sexuales, genital o no genital, tales como actos lascivos, acceso carnal
violento, o simplemente violación.

7. Acceso carnal violento: es cuando el hombre obliga a la esposa o concubina, o que


haga vida marital, pareja, o mantenga relación estable de hecho o no, a un acto carnal
por vía vaginal, anal u oral, o introduzca objetos de cualquier clase, por alguna de
estas vías.

8. Prostitución forzada: es obligar a una mujer al acto sexual causándole temor,


presión psicológica o abuso de poder, esperando obtener o haber obtenido beneficios
materiales o de otro tipo.

9. Esclavitud sexual: es la privación ilegítima de libertad de la mujer, para su venta,


compra, préstamo o trueque (cambio), con la obligación de tener uno o más actos
sexuales.

10. Acoso sexual: es la solicitud de cualquier acto o comportamiento sexual para si o


para un tercero, o procurar cualquier tipo de acercamiento no deseado que realice un
hombre prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente o análoga, o
con ocasión del ejercicio profesional con chantaje de causarle un daño que parezca
legítimo en la relación que mantengan.

4
EVOLUCION HISTORICA DE LA VIOLENCIA OBSTETRICA

(Karelys Machado)

En la época feudal muchas mujeres eran sanadoras. Eran consideradas sabias, pues tenían
un importante conocimiento acerca de plantas medicinales que habían adquirido de
generaciones anteriores y que les permitía velar por la salud de su pueblo. Además, eran
parteras, controlaban la fertilidad de las mujeres y podían provocar abortos, es decir, hacían
el papel de consejeras y enfermeras. La caza de brujas fue un período que abarcó desde el
feudalismo hasta la modernidad. En él, mujeres campesinas sufrieron una persecución
violenta que hizo que muchas de ellas terminasen en la hoguera. Durante esta época, las
mujeres ocupaban una posición de poder debido al control de la reproducción, la sexualidad
y sus conocimientos para curar. Sin embargo, la situación social que vivían los campesinos,
con fuertes limitaciones de accesibilidad a las tierras, les llevó a intentar controlar la
natalidad.

Este hecho provocó que las mujeres sabias se convirtiesen en brujas que tenían que ser
quemadas ya que suponían una fuerte amenaza tanto para la Iglesia como para el Estado.
Había que eliminar determinadas conductas llevadas a cabo por esas mujeres que debían ser
vistas socialmente como aberraciones. No obstante, es necesario tener presente que las
brujas no sólo eran las parteras, las mujeres que evitaban el embarazo o las mendigas que
robaban algo para comer buscando la supervivencia. Bajo el término de brujas, estaban
incluidas las mujeres promiscuas, rebeldes que contestaban y discutían8. En la Edad Media,
las mujeres seguían ocupando un lugar de poder como sabias, curanderas, comadronas,
hechiceras y magas, lo que creó cierta desconfianza para iglesia e hizo que tuviesen que ser
controladas15. La caza de brujas supuso el control del cuerpo de las mujeres y la
destrucción de todas las prácticas y creencias que fuesen incompatibles con los principios
del trabajo capitalista. Implicó una depreciación de las sanadoras lo que facilitó la llegada
de la medicina profesional y la obstetricia a cargo de varones y cirujanos. Además, la
necesidad de formación universitaria para su práctica, supuso la exclusión de las mujeres en
este ámbito. En el siglo XVII, aparecen los primeros hombres parteros y paulatinamente la
obstetricia pasa a ser competencia del poder estatal. La llegada de la Edad Moderna
también tuvo su influencia sobre la caza de brujas. El ataque a esas mujeres sabias y
curanderas, supuso la expropiación de su saber adquirido a través de las generaciones lo
que posibilitó la aparición de la medicina profesional

La desvalorización de las prácticas y saberes tradicionales relacionados con el parto,


supone que los profesionales de medicina sean los únicos autorizados a intervenir en dicho
proceso y en los cuerpos de las mujeres que se encuentran en trabajo de parto. Actualmente,
con base a esas influencias históricas y culturales, se pueden observar ciertas diferencias
entre las sociedades occidentales y el no-occidental en cuanto al modo de asistencia al
parto. En el análisis de esas prácticas utilizadas durante el trabajo de parto, se evidencian
distintas formas de expresión propias del pensamiento patriarcal. Mientras que en las
sociedades occidentales las mujeres no tienen capacidad de moverse libremente, teniendo
que parir en posición de decúbito, hecho implantado sin una base científica, en las

5
sociedades no-occidentales, pueden moverse libremente, alternan decúbitos laterales,
verticales, de rodillas o agachadas siendo la posición de decúbito supino muy inusual

No obstante, en España, aún en la década de 1950, muchos partos de zonas rurales eran
atendidos por matronas. Sin embargo, este hecho comenzó a ser visto como una práctica
peligrosa y pre-moderna, contraria a la civilización14. Trasladar el parto a los hospitales,
para los médicos suponía poder llevar a cabo un control más exhaustivo sobre aquellos
casos patológicos. Estos defienden la idea de que el intervencionismo médico es la manera
más efectiva de reducir la mortalidad materno-infantil. Lo cierto es que hoy en día ese
intervencionismo se ha extendido hasta tal punto que embarazos y partos totalmente
saludables son tratados como si fuesen patologías necesarias de intervención médica,
constituyendo un ejemplo clave de violencia obstétrica.

Como alternativa al parto hospitalario, en la década de 1970, colectivos feministas


comenzaron promoviendo el parto natural y sus beneficios. Destacan la importancia de
considerar el bienestar emocional de las parturientas, favoreciendo que sean ellas las que
guíen el proceso de parto, por ejemplo, eligiendo libremente la postura que quieren adoptar
para dar a luz. Llegados a este punto, para comprender el significado y el motivo por el que
se ejerce la violencia obstétrica, resulta necesario el análisis del término poder obstétrico8.
La parturienta es la persona que mejor conoce los efectos fisiológicos y psicológicos que le
está provocando el parto en ese momento, sin embargo, sus conocimientos, considerados
ingenuos y acientíficos, son ignorados hasta no ser validados por los profesionales
sanitarios. Entre ellos no hay intención de establecer un diálogo, sino una relación de poder,
en este caso, de poder por conocimientos. La finalidad de la utilización del poder obstétrico
es la producción de cuerpos dóciles, sexuados y disciplinados que permitan obtener la
máxima efectividad de los embarazos y partos. De este apartado se puede sintetizar que
durante muchos siglos, la reproducción biológica ha sido la función primordial de la mujer
y esencia de la feminidad. El hecho de defender la idea de que las mujeres son personas
destinadas a portar nuevos seres, que deben sacrificarse por ello y pagar un precio por el
placer sexual, en este caso, tener un parto doloroso, lleva consigo la ejecución de ciertas
prácticas y actuaciones que impactan de manera negativa en la salud de las madres y los
bebés

TERGIVERSACIONES SOBRE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA

(Karelys Machado)

En los últimos días hemos leído y visto denuncias reseñadas en los medios de
comunicación como violencia obstétrica. Quienes llevamos un significativo tiempo
investigando al respecto, vemos con agrado que se hable de una problemática
históricamente invisibilizada en la vida social.

Sin embargo, es necesario profundizar en el tema para aclarar aspectos que percibimos
manejados de una forma que desvía la intencionalidad que dio origen a la definición de
violencia obstétrica, una de las caras de la violencia contra las mujeres más legitimada por
el poder/saber médico, más silenciada por el colectivo social

6
EL MODELO MÉDICO/OBSTÉTRICO VIOLENTA LOS PROCESOS
REPRODUCTIVOS DE LAS MUJERES.

(Karelys Machado)

Algunas situaciones como el ruleteo hospitalario de las embarazadas, las quejas por parte
de las/os obstetras por escasez de insumos y deterioro de las infraestructuras, el
desconocimiento de las mujeres sobre sus derechos sexuales y reproductivos, y la
deshumanización en la atención, han sido los problemas más develados en las noticias.

En estas denuncias se encuentran entrelazados diversos tipos de violencia contra las


mujeres, sin embargo la mayoría están reseñadas como violencia obstétrica, y al no
discriminar los tipos de violencia se enturbia las posibles vías para la búsqueda de
alternativas.

Sin duda que esas son violencias que lesionan a las embarazadas, pero más que como
embarazadas, como ciudadanas. La tipificación de violencia obstétrica se refiere
estrictamente al tipo de atención médico/obstétrico pautado en las áreas obstétricas
hospitalarias.

Es la caracterización de una violencia que enfrenta un tipo de praxis médica, una rutina de
atención, una forma de asistencia obstétrica que da por sentado el embarazo/parto como una
“enfermedad”, que al ser estimado como tal, solo debe ser resuelto por el equipo de salud.

Las parturientas son el objeto de trabajo, pasan a ser pacientes, y sus hijas/os pacienticas/os.
Ellas no tienen ni voz, ni decisión sobre su propio proceso reproductivo, son sometidas a
unas conductas de rutina establecidas para todas por igual, las acuestan, no caminan, no
comen, las someten a aceleradores del parto, les rompen membranas, les hacen tactos
vaginales, las obligan a parir acostadas

EL HOSPITAL NO ES LUGAR PARA PARTOS DE  BAJO RIESGO

(Karelys Machado)

Este tipo de atención prevalece en todos los centros hospitalarios y maternidades del país,
allí se forman las/os especialistas. Las/os obstetras dan esa atención mediante un
aprendizaje académico que  legitima ese tipo de comportamiento como la única y la mejor
forma de brindar asistencia médica, no por una deshumanización consciente.

El espacio hospitalario es deshumanizador “per se”, su diseño fue concebido para la


emergencia, el colapso, la urgencia, es una aberración político/social que todavía en este
siglo se siga concibiendo el hospital como una institución segura para todo tipo de parto.

En esta parte del artículo pretendemos fijar la atención, específicamente, en la definición de


violencia obstétrica, contemplada en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una
Vida libre de Violencia, la cual reza:
7
“Se entiende por violencia obstétrica la apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de
las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso
de medicación y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de
autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando
negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.

Dicha definición confronta  la práctica obstétrica, la concepción paradigmática de la


disciplina, no a las personas. Si logramos subvertir el orden del conocimiento dominante,
también las/os obstetras cambiarán. Las voces de protesta contra este tipo de violencia no
vienen de las/os especialistas, con algunas excepciones, precisamente porque dichos
especialistas creen tener la “verdad”.

LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA SE REPRODUCE EN LO PÚBLICO Y


LO PRIVADO

(Karelys Machado)

Este modelo médico, se repite en todas las áreas obstétricas públicas y privadas. ¿Es qué
acaso las/os obstetras de ejercicio privado tienen otro modelo de atención?; ¿es que el tipo
de atención obstétrico en las clínicas es diferente?, lamentamos decir que no, lo que es
diferente es el trato personal,…”señora tenga la bondad de poner el bracito para colocarle el
oxitócico”…., es diferente el color pastel y los muñequitos que adornan las paredes y las
batas de las/os médicas/os, pero la práctica médica es la misma.

Las pocas mujeres a las que no les hacen cesáreas, igual paren acostadas, les aplican
oxitócicos, les rompen membranas, les hacen episiotomías. Y como una norma obligatoria
institucional a las/os recién nacidas/os los recluyen en el retén, denominación que debería
ser execrada del léxico obstétrico/pediátrico. Por otra parte no permiten que en las noches
estén con sus madres y cuando lloran les dan tetero con agua azucarada.

Además, en otrora  la atención en lo privado era inmediata, hoy por hoy el colapso es
apocalíptico, las mujeres hacen cola en las camillas en las puertas de los pabellones para
parir, bueno, para hacerles cesárea porque las clínicas privadas desbordan el índice
esperado de cesáreas.

Los lugares privados que tienen una atención obstétrica no medicalizada, no patologizada,
son contados con los dedos de una mano y sobran dedos.

Todo fenómeno social se convierte en problema de salud pública, precisamente por estar
atravesado por valores, prejuicios, cultura, religiones, códigos morales, intereses
económicos, políticos, todo ello confluyendo para que la violencia se aprecie como
comportamientos normales de la sociedad.

En este caso concreto, la noción de lo que son conductas médicas aceptables e inaceptables,
o de lo que constituye un daño, queda diluido en un modelo médico patriarcal que ha
definido como se deben atender los procesos reproductivos y sexuales de las mujeres.

8
Sin ninguna duda es impostergable el acondicionamiento de los espacios, la dotación de
recursos humanos y equipos, la humanización de la relación médico/parturienta, pero en el
supuesto hipotético de que se logrará la optimización de los servicios, si no pudiéramos
interrumpir el modelo de atención, la violencia obstétrica seguiría existiendo con muy
buena salud.

QUE ES VIOLENCIA OBSTETRICA

(Karelys Machado)

La violencia obstétrica se refiere a las prácticas y conductas realizadas por profesionales de


la salud a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, en el ámbito público o
privado, que por acción u omisión son violentas o pueden ser percibidas como violentas.
Incluye actos no apropiados o no consensuados, como episiotomías sin consentimiento,
intervenciones dolorosas sin anestésicos, obligar a parir en una determinada posición o
proveer una medicalización excesiva, innecesaria o iatrogénica que podría generar
complicaciones graves. Esta violencia también puede ser psicológica, como por ejemplo
dar a la usuaria un trato infantil, paternalista, autoritario, despectivo, humillante, con
insultos verbales, despersonalizado o con vejaciones.

La violencia obstétrica constituye una discriminación de género y representa una violación


de los derechos humanos desde un enfoque de los derechos de la salud y de los derechos
sexuales y reproductivos de la mujer, entendidos como derechos inalienables e indivisibles
de los derechos humanos. Estas praxis deshumanizantes constituyen un verdadero problema
de Estado y de salud pública en diversos países del mundo, incluido España. Las
transgresiones durante el parto generan altos costos, económicos y sociales. De todas
formas, más allá de los costos, existe un imperativo ético y moral que tiene que ver con
lograr sociedades más justas y equitativas, libres de todo tipo de violencias.

Estamos hablando de una violencia estructural e institucional que emana de una cultura
patriarcal que afecta a diversos ámbitos, incluyendo las ciencias médicas. A pesar de que la
violencia obstétrica no es nueva, ha permanecido oculta durante mucho tiempo y en la
actualidad continúa siendo desconocida, i

LEY ORGÁNICA SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA


VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

(SABA CONTRERAS)

CAPÍTULO I: DISPOSICIONES GENERALES

Objeto

Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto garantizar y promover el derecho de las
mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar
y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos,

9
impulsando cambios en los patrones socioculturales que sostienen la desigualdad de género
y las relaciones de poder sobre las mujeres, para favorecer la construcción de una sociedad
justa democrática, participativa, paritaria y protagónica.

Principios rectores

Artículo 2.- A través de esta Ley se articula un conjunto integral de medidas para alcanzar
los siguientes fines:

1. Garantizar a todas las mujeres, el ejercicio efectivo de sus derechos exigibles ante los
órganos y entes de la Administración Pública, y asegurar un acceso rápido, transparente y
eficaz a los servicios establecidos al efecto.

2. Fortalecer políticas públicas de prevención de la violencia contra las mujeres y de


erradicación de la discriminación de género. Para ello, se dotarán a los Poderes Públicos de
instrumentos eficaces en el ámbito educativo, laboral, de servicios sociales, sanitarios,
publicitarios y mediáticos.

3. Fortalecer el marco penal y procesal vigente para asegurar una protección integral a las
mujeres víctimas de violencia desde las instancias jurisdiccionales.

4. Coordinar los recursos presupuestarios e institucionales de los distintos Poderes Públicos


para asegurar la atención, prevención y erradicación de los hechos de violencia contra las
mujeres, así como la sanción adecuada a los culpables de los mismos y la implementación
de medidas socioeducativas que eviten su reincidencia.

5. Promover la participación y colaboración de las entidades, asociaciones y organizaciones


que actúan contra la violencia hacia las mujeres.

6. Garantizar el principio de transversalidad de las medidas de sensibilización, prevención,


detección, seguridad y protección, de manera que en su aplicación se tengan en cuenta los
derechos, necesidades y demandas específicas de todas las mujeres víctimas de violencia de
género.

7. Fomentar la especialización y la sensibilización de los colectivos profesionales que


intervienen en el proceso de información, atención y protección de las mujeres víctimas de
violencia de género.

8. Garantizar los recursos económicos, profesionales, tecnológicos, científicos y de


cualquier otra naturaleza, que permitan la sustentabilidad de los planes, proyectos,
programas, acciones, misiones y toda otra iniciativa orientada a la prevención, castigo y
erradicación de la violencia contra las mujeres y el ejercicio pleno de sus derechos.

9. Establecer y fortalecer medidas de seguridad y protección, y medidas cautelares que


garanticen los derechos protegidos en la presente Ley y la protección personal, física,
emocional, laboral y patrimonial de la mujer víctima de violencia de género.

10
10. Establecer un sistema integral de garantías para el ejercicio de los derechos
desarrollados en esta Ley.

MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA

(SABA CONTRERAS)

 No atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas.


 Obligar a la mujer a parir en una posición que le resulta incómoda, si hay alternativa.
 Obstaculizar, sin causa justificada, el apego precoz del niño con su madre, negándole la
posibilidad de cargarlo y amamantarlo.
 Alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo, mediante el uso de técnicas de
aceleración, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.
 Practicar el parto por vía de cesárea, cuando haya condiciones para el parto natural, sin
obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.

 Dar a la usuaria un trato infantil, paternalista, autoritario, despectivo, humillante, con


insultos verbales, despersonalizado o con vejaciones

VIOLENCIA OBSTÉTRICA FÍSICA Y PSICOLÓGICA

(SABA CONTRERAS)

Se pueden considerar violencia obstétrica prácticas como el tacto realizado por más de una
persona, la episiotomía como procedimiento de rutina, el uso de fórceps, la maniobra de
Kristeller, el raspaje de útero sin anestesia, la cesárea sin verdadera justificación médica o
el suministro de medicación innecesaria.

El recurso a la cesárea es la práctica más criticada como medio de acelerar


innecesariamente un parto que se presenta sin complicaciones.

La violencia obstétrica psicológica se manifiesta en un trato deshumanizado por


discriminación, burlas o críticas a la mujer o a su hijo.

CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA

(SABA CONTRERAS)

La consecuencia es que las mujeres que sufren este tipo de violencia experimentan una gran
pérdida de autonomía a la hora de decidir sobre procedimientos que les afectan
directamente. Un caso claro: el de la episiotomía, esa incisión que se practica en el perineo
de la futura madre con el fin de evitar un desgarro de los tejidos en el parto y, en teoría,
facilitar la expulsión del bebé, pero que en ocasiones se realiza sin el consentimiento
expreso de la parturienta. Hay voces que la califican incluso de “mutilación genital”, pues
implica el corte de parte del perineo para agrandar el canal vaginal. Diversas estadísticas
han mostrado que la episiotomía se aplica en más de la mitad de los partos que se producen

11
en hospitales públicos españoles, muchas veces sin comunicación previa. Los diversos
ejemplos de trato vejatorio sobre la mujer que incluye la violencia obstétrica se extienden a
las cesáreas innecesarias, el exceso de tactos vaginales, la medicalización excesiva durante
los embarazos e incluso la lactancia… La violencia obstétrica en el parto es quizás la más
conocida, pero también se extiende a otras etapas de la vida: tiene que ver asimismo con las
representaciones reduccionistas y negativas que constantemente se ofrecen en relación con
el aborto o la menopausia, y que acaban generando todo un imaginario colectivo que coarta
y preocupa a millones de mujeres.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA VIOLENCIA


OBSTÉTRICA

(SABA CONTRERAS)

  Las consecuencias psicológicas de esos tipos de violencia son notables, y un auténtico


ataque contra los derechos humanos de la mitad de la población del mundo. Pensemos, por
ejemplo, en cómo la episiotomía afecta en muchos casos a la salud sexual de las madres,
provocando numerosos problemas en sus relaciones de pareja. La vulnerabilidad
psicológica que cualquier mujer experimenta cuando no se respetan las decisiones que
conciernen a su propio cuerpo también es notable, especialmente si va acompañada de
humillaciones, falta de información sobre los tratamientos médicos y, en general,
limitaciones a la autonomía femenina sobre el cuerpo y la sexualidad. La violencia
obstétrica se manifiesta en diversos aspectos emocionales que, sin duda, tienen
consecuencias psicológicas. Los comentarios por parte del personal médico que ridiculizan
o minimizan la experiencia de dolor en el parto, embarazo o postparto y el hecho de ignorar
los deseos y opiniones de la futura madre son ejemplos claros. Cuando no se respetan esas
necesidades emocionales, en los casos más graves pueden llegar incluso a aparecer secuelas
psicológicas traumáticas que afectan al vínculo posterior con el bebé y a la salud mental de
la madre. Los casos de estrés postraumático son tristemente frecuentes entre aquellas que
han sufrido violencia obstétrica en el parto, al igual que las pesadillas o la irritabilidad.
Todas esas consecuencias empeoran todavía más ante la falta de reconocimiento de la
violencia obstétrica en el ámbito público e institucional, lo que provoca que todavía resulte
incómodo para muchas afectadas hablar de ello. Iniciativas como “El parto es nuestro”
hacen que sean cuestiones cada vez más presentes en el debate general, pero queda todavía
mucho por hacer.

Los profesionales sanitarios tenemos una gran responsabilidad en la detección y actuación


en los casos de violencia de género. Detectarlo de forma precoz nos va a permitir realizar
una intervención temprana, algo que es fundamental en estos casos. La mayoría de las
mujeres, en algún momento de su vida, acuden a urgencias, consultas, o por el cuidado de
hijos y personas mayores. Además, cuando una mujer sufre violencia de género, suele
acudir con mayor frecuencia a los servicios sanitarios, en particular a Atención Primaria,
Urgencias, Obstetricia y Ginecología y Salud Mental.

12
FUNDAMENTO LEGALES CONTRA LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA

(SABA CONTRERAS)

Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia» diverge en
su objeto y propósito, significativamente, del cuerpo normativo que deroga. La anterior ley,
protegía, indistintamente, pese a su denominación. Ley Sobre Violencia Contra la Mujer y
la Familia, tanto a mujeres como hombres, dentro de un contexto de defensa de la familia,
restringida, principalmente, a la prevención y sanción de la violencia doméstica. Una de las
características principales de la nueva ley consiste, por el contrario, en la protección y
defensa únicamente de la mujer, como género discriminado por el sexo masculino. La
exposición de motivos, claramente, explica: Un gravísimo problema, contra el cual han
luchado históricamente las mujeres en el planeta encero, es la violencia que se ejerce contra
ellas por el solo hecho de serlo. La violencia de género encuentra sus raíces profundas en la
característica patriarcal de las sociedades en las que prevalecen estructuras de
subordinación y discriminación hacia la mujer que consolidan conceptos y valores que
descalifican sistemáticamente a la mujer, sus actividades y sus opiniones. Es así como
cualquier negativa o rechazo al poder masculino es vivida por el hombre agresor como una
transgresión a un orden “natural” que “justifica” la

6. violencia de su reacción en contra de la mujer. Se trata, pues, de una violencia que se


dirige sobre las mujeres por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos
fundamentales de libertad, respeto, capacidad de decisión y del derecho a la vida. La
violencia en contra de la mujer constituye un grave problema de salud pública y de
violación sistemática de sus derechos humanos, que muestra en forma dramática los efectos
de la discriminación y subordinación de la mujer por razones de sexo en la sociedad. (...)
Todas las mujeres son víctimas potenciales del maltrato y la violencia por razones de sexo,
pues, en todas las sociedades, ha pervivido la desigualdad entre los sexos. Además, las
distintas formas de violencia contra las mujeres son tácticas de control con el objetivo de
mantener y reproducir el poder patriarcal sobre las mujeres, para subyugarlas y
descalificarlas, y ante ese poder que les niega el goce, disfrute y ejercicio de sus derechos,
debe erigirse el Estado como garante de los derechos humanos, en particular aprobando
leyes que desarrollen las previsiones constitucionales.

ROL DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN LA PREVENCIÓN


DE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA

(SABA CONTRERAS)

La relación de cuidado que se establece entre enfermeros y pacientes nos permite valorar de
forma integral a la persona, su entorno familiar y social. La atención domiciliaria de
enfermería se convierte en una oportunidad para la detección precoz.

13
No obstante, en cualquier contacto con la paciente se puede, y se debe, explorar indicadores
de sospecha de maltrato y actuar en consecuencia.

¿QUÉ PAUTAS DEBE SEGUIR UN ENFERMERO CUANDO


DETECTA UNO?

(SABA CONTRERAS)

Cuando un profesional de enfermería realiza la anamnesis, o entrevista, y detecta la


presencia de indicadores de sospecha, se debe poner en marcha el Protocolo de Actuación
en Violencia de Género de su área sanitaria.

En primer lugar se hace una valoración integral de la paciente, anotando en su historia


clínica las iniciales ISMT (Indicador Sospecha Malos Tratos) o CMT (Confirmación Malos
Tratos), según el caso.

Debemos informar a la mujer sobre derechos y recursos, respetando la decisión de


denuncia, para ello, las habilidades de comunicación y los conocimientos sobre las fases del
proceso del cambio, nos ayudarán a realizar una intervención correcta.

El siguiente paso sería valorar la seguridad y el riesgo de la mujer en ese momento, si


reconoce o no sufrir malos tratos y si se encuentra en peligro extremo. Es importante saber
que si constatamos una situación objetiva de riesgo para la mujer, tenemos la obligación de
poner en conocimiento del poder judicial tanto los casos de ISMT como de CMT,
independientemente de que la mujer realice la denuncia o no.

¿QUÉ SE ENTIENDE COMO PARTO HUMANIZADO?

(GIRVELYS BLANCO)

El parto humanizado o parto respetado es una modalidad de atención del parto


caracterizada por el respeto a los derechos de los padres y los niños en el momento del
nacimiento. Considera los valores de la mujer, sus creencias, y sentimientos respetando su
dignidad y autonomía durante el proceso de dar a luz. Este tipo de partos reduce los
nacimientos sobre medicados, empoderando a las mujeres y los usos de prácticas de
maternidad basados en la evidencia como estrategia para humanizar el parto.

Esta perspectiva  tiene dos lados: el punto de vista de la madre o la pareja y el del bebé.
Desde el punto de vista del bebé, para mí, uno de los pioneros del parto humanizado es el
obstetra francés Frederick Leboyer. Ya en 1975 publicó su libro Nacimiento sin violencia
que fue muy provocador en su época. Revolucionó la forma de atender partos en Europa, y
lo sigue haciendo en el mundo. Leboyer se coloca en la perspectiva del bebé y describe las
posibles percepciones y sentimientos del feto antes, durante y después de nacer.

Esto le lleva a proponer métodos más suaves y sensibles de atender partos, con el fin de
reducir el estrés del bebé al pasar de un mundo acuático, oscuro y tranquilo al mundo

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aeróbico, luminoso y ruidoso, como por ejemplo: bajar las luces y las voces en la sala de
parto, poner el bebé piel a piel con su madre inmediatamente después de nacer, cortar el
cordón umbilical después de unos minutos para permitir una transición paulatina de la
respiración umbilical a la pulmonar, y ofrecer un masaje cariñoso o un baño caliente y
relajante al recién nacido.

Desde el punto de vista de la madre, un parto humanizado, sea por parto natural o incluso
por cesárea en caso de una indicación médica justificada significa, sobre todo, una cosa:
respeto hacia la mujer, su cuerpo, su intimidad, sus posibles miedos, su voluntad y
necesidad de ser informada de los riesgos y beneficios, y sus deseos y expectativas para
concluir el embarazo, es decir, hacerla protagonista de las decisiones acerca de su parto.

Libros como “Un nacimiento más fácil – Guía para madres sobre cómo dar a luz de forma
normal” de Gayle Peterson son una ayuda valiosa para el empoderamiento de la mujer en
este sentido, ya que ofrecen una preparación práctica, mental y emocional para el parto.
Aspecto que es igual o, quizá, hasta más importante que la preparación física y logística.

PROFESIONAL DE LA ENFERMERIA EN EL PARTO


HUMANIZADO

(GIRVELYS BLANCO)

La humanización y la característica de la asistencia prestada son esenciales para el


reconocimiento de las adversidades y el servicio de las expectativas el obstétrico tiene un
papel muy importante durante el cuidado de la mujer, pues debe explicar y estimular el
contacto prematuro entre madre y recién nacido, aportando el vínculo materno, además de
ser un acto que fomenta la lactancia materna. Las enfermeras deben entender lo importante
que es el uso del método sistemático y tener prácticas en el uso y realización del
partograma, porque es fundamental para los profesionales que desean tener un desempeño
eficiente, humanizado, seguro y asertivo al parto.

Proporcionar atención de enfermería a mujeres embarazadas, parturientas, puerperales y


recién nacidos

Seguimiento de la evolución y el trabajo

Ejecución y asistencia obstétrica en situaciones de emergencia y parto sin distocia

Según las propuestas de humanización en el parto, informa que era fundamental ampliar la
visibilidad del trabajo de la enfermera, para que se produzcan transformaciones en la
inserción y conclusión de estas propuestas, considerando que debe haber inversiones en el
ámbito de la formación y el desempeño de estos profesionales. Por lo tanto, también se
analiza que, en el proceso de llegar a este modelo, será fundamental que las enfermeras
tengan un esfuerzo por agregar procedimientos educativos y humanizados a las mujeres
durante el embarazo al miembro lactante. La enfermera admite la importancia de brindar
cuidados adecuados y peculiaridades, por lo que busca constantemente la acogida de las

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mujeres, promoviendo la confianza, identificando factores que causan agotamiento, como
el dolor, estableciendo un ámbito de celo y bienestar tanto para las embarazadas como para
su familia. Así, la enfermería ha ido haciendo paulatinamente una historia específica,
presentando sus competencias, talento e influencia, combinadas con la seguridad y la
práctica en el proceso de parto, protegiendo siempre las circunstancias físicas, emocionales
y los principios de la mujer

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CONCLUSIÓN

 La violencia obstétrica es la violencia que un profesional de la salud impone a los procesos
reproductivos de una mujer, así como a su cuerpo, y un hecho que ha sido muy discutido y
relacionado con la violencia obstétrica es la episiotomía. Esta última se caracteriza por ser
una incisión quirúrgica realizada en la región del perineo para aumentar el lumen del
introito vaginal ya en la fase expulsiva del parto (1, 2). La Organización Mundial de la
Salud (OMS) y la diversidad de las evidencias científicas no recomiendan el uso rutinario
de la episiotomía en las mujeres que tienen un parto vaginal espontáneo. La reformulación
del escenario obstétrico nacional e internacional requiere inversiones en la actualización de
los profesionales de los servicios y la formación académica, con miras a asistir a las
mujeres de manera humana, con respeto, dignidad y calidad. Otra medida para eliminar la
violencia obstétrica es la amplificación de la visión activista de la mujer para que
comprenda sus derechos y se apropie de sus valores como mujer, embarazada, puérpera y
madre.

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BIBLIOGRAFIAS

http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ogv/article/view/20209

https://www.enfermeria21.com/diario-dicen/el-papel-de-la-enfermeria-en-
la-violencia-de-genero-DDIMPORT-052994/

Por: Ferriz Tena Náyades (2017-2018)

https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/76473/1/ROL_DEL_PERSONA
L_DE_ENFERMERIA_EN_LA_VIOLENCIA_DE_GENERO_Ferriz_Te
na_Nayades.pdf

https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6604.pdf

https://www.gacetasanitaria.org/es-la-violencia-obstetrica-una-practica-
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https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2021/05/28/el-concepto-de-violencia-
obstetrica-y-su-evolucion

https://perifericas.es/blogs/blog/la-invisibilidad-de-la-violencia-obstetrica

https://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_obst
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%C3%B3gica

https://www.nucleodoconhecimento.com.br/salud/el-parto-normal-
humanizado#4-ACTUACION-DE-LA-ENFERMERA-OBSTETRA

https://raco.cat/index.php/MUSAS/article/view/327635

Por: Marbella Camacero Cuevas (2009)

https://palabrademujer.wordpress.com/2009/08/29/tergive
%E2%80%8Crsaciones-sobre-violencia-obstetrica/

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