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Neurociencia y la calidad de la educación temprana en Chile

Por: Mauricio Martínez

Carrera: Pedagogía General Básica Vespertina


Actividad Curricular: Recursos comunicativos para la producción de textos sección 21
Profesora: Bárbara Guerrero Echeverría
Para comenzar, este ensayo busca revisar si las Neurociencias han sido tomadas en cuenta a
la hora de definir la política pública en educación y su calidad.
En primer lugar, definiendo a la Neurociencia como un conjunto de disciplinas científicas
y que gracias al avance de la tecnología han hecho innumerables aportes para entender
como está formado nuestro sistema nervioso y más importante, cómo funciona. Nos ha
proporcionado evidencias, de que todo lo que pensamos, soñamos, aprendemos y hacemos
se transforma en nuevas conexiones neuronales que modifican constantemente la estructura
de nuestro increíble cerebro. Muchos de estos descubrimientos ocurrieron a finales de los
años 90 y desde entonces han sido ampliamente difundidos.
En segundo lugar, abordaremos nuestro sistema educativo, el cuál durante la última década,
ha estado en el centro de diversas movilizaciones que exigen cambios en su estructura y su
calidad. Y producto de esta presión, las políticas públicas han buscado mejorar el alcance y
calidad de los aprendizajes que reciben los estudiantes en los distintos niveles escolares,
por ejemplo promulgando en 2011 la ley 20.529 que creó el Sistema Nacional de
Aseguramiento de la Calidad de la Educación parvularia, también llamado “Chile crece
Contigo” (CCC), pero más que los cambios, es importante revisar si estos han tomado en
cuenta los aportes de la ciencia, si las nuevas formas de comprender el aprendizaje se ven
reflejados en cómo el Estado provee servicios educativos de calidad. Como nos plantea
Hart citada en Ibarrola: “educar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar
un guante sin haber visto nunca una mano” (2014), porque contar con mejor información
sobre como mejorar los aprendizajes debería verse reflejado en una disposición a cambiar
el modelo de enseñanza. De esta forma, en las últimas décadas en Chile, las políticas de
infancia han incorporado definiciones basadas en aportes de las neurociencias cognitivas,
que nos señalan la importancia de crear espacios educativos estimulantes en edades cada
vez más tempranas por el vínculo entre calidad educativa con la arquitectura del cerebro
(Edwards et al., 2015)

Y en mi opinión, las Neurociencias han hechos sustantivos aportes a entender los procesos
neuronales que ocurren en la educación, y sin embargo aún no logran cambiar la forma en
que el sistema educativo chileno abordan los aprendizajes de los estudiantes, pero si han
logrado que las políticas públicas la incorporan como parte de sus estrategias de
aseguramiento de la calidad.

Para demostrar esto, podemos señalar que los aportes de la neurociencia han sido
ampliamente difundidos por los medios de comunicación, por libros de divulgación y por las
mismas políticas públicas, siendo parte central de algunos discursos como nos muestran
Calquín, Guerra, Vásquez y Yáñez (2019):

Así, las neurociencias han ido abordando temas cada vez más complejos y que tienen
profundas implicaciones sociales y políticas, erigiéndose como un punto de referencia
básico de la esfera pública y del análisis experto en problemas como: comportamiento
antisocial, decisiones económicas, comportamiento político, abuso de sustancias,
crianza, educación de los niños y jóvenes, diferencias de género, vejez, entre otras
cuestiones. Esta importancia creciente y su peso social particular, de acuerdo a Racine,
Bar-Ilan & Illes (2005) está fuertemente vinculado a los avances de las tecnologías de
imágenes cerebrales como la MRI funcional (fMRI) y la tomografía por emisión de
positrones (PET) que han favorecido la comprensión del funcionamiento cerebral y
han adquirido un gran poder retórico. (p. 35)

En primer lugar, el Estado al crear el programa CCC se propone mediante la coordinación y


reforma de diversos servicios públicos que desde los años 70 ya tenían como misión,
mejorar la vida de niños y niñas, sobre todo en entornos vulnerables, mediante el acceso a
programas de salud y educación que en sus propuestas y discursos utilizan postulados sobre
los cuales la Neurociencia ha proporcionado evidencia de su importancia. Por ejemplo, uno
de ellos la estimulación temprana, ya era parte de las políticas públicas debido al éxito que el
país mostró a partir de los años 50 en bajar la mortalidad infantil.

En segundo lugar, la creación de metodologías y materiales educativos que proporcionen


una rica estimulación temprana de los infantes que asisten a los programas. Y si es que estos
toman en cuenta lo que la ciencia ha aportado, se puede apreciar en la revisión de distintos
documentos y recursos que el Estado ha encargado para asegurar la calidad y que en
palabras de Martínez y Rossi (2017):

A partir del paradigma de los estándares de oportunidad y los modelos de


aseguramiento para la calidad educativa, en el caso chileno los estándares indicativos
de desempeño tienen por objetivo entregar orientaciones a los establecimientos y sus
sostenedores con el fin de apoyar y mejorar los procesos de gestión institucional, como
referente para la autoevaluación, para la definición de metas y acciones, y como base
para las visitas de orientación externa que efectúa la Agencia de Calidad de la
Educación (p. 7).

Finalmente, podemos concluir que la acción gubernamental, aunque toma en sus discursos y
orientaciones políticas los avances de la Neurociencia, estos no se reflejan necesariamente
en un cambio de modelos pedagógicos. La calidad de estos sigue siendo medida de forma
tradicional y por ende los esfuerzos del ordenamiento tienden a buscar mejorar las
evaluaciones esperando que ese solo hecho refleje mejores aprendizajes.
Referencias bibliográficas:

 Calquin, C., Guerra, R., Vásquez, S., y Yáñez-Urbina, C. (2019). Sujetos cerebrales:
repertorios interpretativos de los usos de la neurociencia en las políticas públicas de
infancia temprana en el Chile actual. Psicología, Conocimiento y Sociedad, 9(2), 25-
46. https://dx.doi.org/10.26864/pcs.v9.n2.2

 Congreso Nacional de Chile. (2011, 27 de agosto). Ley 20.529. Diario Oficial de la


República de Chile. https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1028635

 Ibarrola, B. (2014). Aprendizaje emocionante Neurociencia para el aula. Ediciones


SM España.

 Martínez, M.V. y Rossi, A. (2017). Reflexiones para la gestión del aseguramiento de


la calidad en educación parvularia. De la evidencia internacional al caso chileno.
Serie Evidencias Centro de Estudios Mineduc, (36).
https://bibliotecadigital.mineduc.cl/bitstream/handle/20.500.12365/4476/evidencias-
36.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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