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AGUSTIN AREQUIPA
FACULTAD DE ENFERMERÍA
U
TEMA:
“INFARTO AL MIOCARDIO”
CURSO:
N
DOCENTE:
INTEGRANTES:
S
• Vásquez Pinto, Giorya Franchesca
• Vilca Puma, Lorena María
• Villegas Jave, Sharon Marilyn
●Yucra Apaza, Nataly Maryori
AREQUIPA-2021
A
DEDICATORIA
1 INTRODUCCION .......................................................................................................... 1
2 OBJETIVOS.................................................................................................................... 1
2.1 OBJETIVO GENERAL ........................................................................................... 1
2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS .................................................................................. 1
3 MARCO TEORICO ........................................................................................................ 2
3.1 DEFINICION ........................................................................................................... 2
3.2 TIPOS DE INFARTO .............................................................................................. 3
3.3 ETIOLOGIA DEL INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO ................................... 4
3.4 FISIOPATOLOGIA DEL IAM ............................................................................... 5
3.5 CLASIFICACION DE IAM .................................................................................... 7
3.6 FACTORES DE RIESGO: ...................................................................................... 8
3.6.1 EDAD, GÉNERO y ANTECEDENTES FAMILIARES ................................. 8
3.6.2 ORIGEN FISIOPATOLÓGICO ...................................................................... 8
3.6.3 RELACIONADOS CON EL ESTILO DE VIDA Y ALIMENTACIÓN ........ 9
3.6.4 CONSUMO DE MEDICAMENTOS ............................................................. 11
3.6.5 NIVEL PSICOSOCIAL ................................................................................. 11
3.7 SINTOMATOLOGÍA ........................................................................................... 12
3.8 A SINTOMATICOS .............................................................................................. 13
3.8.1 SÍNTOMAS SILENCIOSOS ......................................................................... 14
3.9 DIAGNOSTICO .................................................................................................... 14
3.9.1 CLÍNICO: ....................................................................................................... 14
3.9.2 ELECTROCARDIOGRÁFICO ..................................................................... 15
3.9.3 BIOMARCADORES SÉRICOS DE NECROSIS DE MIOCARDIO ........... 15
3.9.4 OTRAS MANERAS DE DIAGNÓSTICO .................................................... 17
3.9.5 OTRAS DETERMINACIONES DE LABORATORIO ................................ 17
3.10 ELECTROCARDIOGRAMA ............................................................................... 17
3.10.1 ELECTROFISIOLOGÍA CARDÍACA .......................................................... 18
3.10.2 EQUIPO DE REGISTRO............................................................................... 18
3.10.3 ELECTROCARDIOGRAMA NORMAL ...................................................... 20
3.10.4 TIPOS DE ELECTROCARDIOGRAMA ..................................................... 24
3.11 NIVELES SERICOS DE LAS ENZIMAS CARDIACAS.................................... 24
3.11.1 VALORES NORMALES DE ENZIMAS CARDIACAS ............................. 25
3.12 CLASIFICACION DE KILLIP ............................................................................. 26
3.13 MANEJO Y TRATAMIENTO ............................................................................. 27
3.13.1 MANEJO INICIAL ........................................................................................ 27
3.13.2 RECOMENDACIONES PARA TERAPIA DE REPERFUSIÓN ................. 29
3.13.3 ESQUEMAS DE TRATAMIENTO .............................................................. 31
3.14 FARMACOS VASODILATADORES E INOTROPICOS USADOS EN IAM ... 32
4 CONCLUSIONES ........................................................................................................ 35
5 BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................... 37
1 INTRODUCCION
El infarto agudo al miocardio es uno de los principales motivos de consulta en los sistemas
médicos de urgencias, reportándose tasas altas. La causa del dolor torácico puede estar
originada en cualquiera de las estructuras que se encuentran en esta región anatómica a saber:
piel, tejido celular, subcutáneo, musculo, huesos, viseras, vasos sanguíneos y nervios;
además puede originarse también en estructura intraabdominales. Refleja también múltiples
condiciones patológicas que son riesgos para la vida del paciente.
En este trabajo está presente toda aquella información acerca del infarto, como la definición,
la clasificación, la fisiopatología, la etiología y el tratamiento.
2 OBJETIVOS
Dar a conocer el valor que tiene el infarto agudo al miocardio como una de las enfermedades
más importantes para la O.M.S, abarcando los diferentes tipos de infarto y su tratamiento con
el fin de evitar la muerte del paciente
1
3 MARCO TEORICO
3.1 DEFINICION
2
3.2 TIPOS DE INFARTO
No todos los infartos agudos de miocardio son iguales. La localización y el tamaño van a
definir el tipo de infarto y, además, ambas características son definitivas para determinar el
pronóstico del paciente que ha sufrido este episodio cardiaco. La localización exacta y el
tamaño del infarto dependerán fundamentalmente del lugar y, sobre todo, del tamaño del
lecho vascular perfundido por el vaso obstruido. Habrá que tener en cuenta también la
duración de la oclusión y la existencia previa de vasos colaterales. A esto hay que añadir que
si el tiempo de oclusión es corto, se desarrollara un infarto pequeño que no afecta al grosor
completo de la pared del corazón. Se trata de los llamados infartos subendocárdicos, que
suelen tener una buena evolución, sobre todo si se repara o revasculariza precozmente la
arteria coronaria responsable. Con el término subendocárdico se hace referencia a la
afectación de las capas más internas de la pared del corazón, el endocardio, preservándose la
viabilidad y la funcionalidad de las capas más externas. Habitualmente, en los infartos
subendocárdicos no aparecen ondas Q en el ECG, por lo que se conocen también como
infartos sin onda Q. Sin embargo, cuando la oclusión coronaria es prolongada y se llega a
necrosar el grosor completo de la pared del corazón, se estaría ante los llamados infartos
transmurales, que casi siempre cursan con la aparición de ondas Q en el ECG. El infarto
transmural suele ser más extenso y afectar a la contractilidad de una parte del corazón, con
un mayor riesgo de complicaciones tanto a corto como a largo plazo.
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3.3 ETIOLOGIA DEL INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO
La enfermedad que subyace tras el infarto agudo de miocardio es, de forma casi invariable,
la arteriosclerosis avanzada de las arterias coronarias. El musculo cardiaco necesita
constantemente de un abundante suministro de sangre rica en oxígeno para llevar a cabo la
tarea del bombeo de sangre, suministro que le llega a través de la red de arterias coronarias.
Cuando se erosiona o se rompe una placa de ateroma en la pared de una arteria coronaria,
rápidamente se forma sobre ella un trombo o coagulo que puede llegar a obstruir de forma
completa y brusca la luz de la arteria, interrumpiendo el flujo sanguíneo y dejando una parte
del músculo cardiaco sin irrigación. Cuando esto sucede, esa parte del corazón deja de
contraerse. Si el musculo cardiaco carece de oxígeno y nutrientes durante demasiado tiempo,
normalmente más de 20 minutos, el tejido de esa zona muere y no se regenera,
desarrollándose así un infarto agudo de miocardio.
La formación del trombo que ocluye la luz de las arterias coronarias suele ser independiente
del grado de obstrucción que la placa de ateroma haya provocado previamente en dicha luz.
Esto explica por qué muchos pacientes no presentan ningún síntoma antes de sufrir de forma
aguda e inesperada un ataque al corazón. Las placas de ateroma que no obstruyen de manera
significativa la luz coronaria pueden pasar durante anos inadvertidas, y la enfermedad
arteriosclerótica puede no ser reconocida hasta el momento brusco de la rotura de la placa y
la oclusión completa del vaso, con la subsiguiente aparición del infarto agudo de miocardio.
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3.4 FISIOPATOLOGIA DEL IAM
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El infarto agudo de miocardio (IAM) forma parte de lo que conocemos como Síndromes
Coronarios Agudos (SCA), que son la manifestación clínica de la evolución acelerada de la
cardiopatía isquémica. La aterosclerosis puede evolucionar de forma lenta y crónica, dando
lugar a la obstrucción progresiva de una arteria coronaria; éste es el substrato de la angina
estable. Pero también puede producirse una evolución acelerada cuando una placa de ateroma
se rompe o se ulcera y genera un trombo intraluminal que puede ser más o menos obstructivo
y más o menos estable. Dependiendo de ello, tendremos una angina inestable (trombo lábil)
o un infarto de miocardio (trombo estable).
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3.5 CLASIFICACION DE IAM
• Tipo 1: IAM espontáneo causado por isquemia secundaria a erosión, ruptura, fisura
o disección de placa en arteria coronaria.
• Tipo 2: IAM causado por isquemia debida a un aumento de la demanda de oxígeno
o disminución de la demanda secundaria a espasmo de arteria coronaria, anemia,
arritmias, hipertensión o hipotensión.
• Tipo 3: Muerte cardíaca súbita con síntomas sugestivos de isquemia miocárdica
asociada con supra desnivel ST o nuevo bloqueo de rama izquierda, sin disponibilidad
de biomarcadores.
• Tipo 4. A: Infarto de miocardio secundario a Angioplastia Intraluminal Coronaria.
B: trombosis del stent.
• Tipo 5: IAM secundario a cirugía de revascularización coronaria
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3.6 FACTORES DE RIESGO:
De acuerdo a lo previsto por la OMS habrá una mayor ocurrencia de IAM en el grupo de
edad entre 25-60 años para 2015. Según se refiere en otros estudios como factor de riesgo
debido a que la cardiopatía isquémica es más frecuente en las edades adultas y muestra un
aumento lineal, teniendo una incidencia máxima a partir de los 60 años; siendo así que en el
estudio de Framingham se encontró que al llegar a los 60 años uno de cada cinco varones y
una de cada 17 mujeres habían presentado cardiopatía isquémica. En cuanto al género, el
femenino, en estudios previos se reporta como factor protector por la presencia de estrógenos,
que hacen que el IAM se presente en una etapa más tardía que en el género masculino. Esto
es observado en edades por debajo de los 60 años, sin embargo, por arriba de los 60 años,
cuando la mujer pierde el efecto protector de los estrógenos con la menopausia la proporción
se iguala a la de los hombres. Así también se refiere el aumento en la incidencia de IAM en
las mujeres, por su incorporación al mundo laboral, esto puede ser influenciado por hábitos
que genera la exposición al efecto del estrés. Los descendientes de personas con historia
familiar de enfermedad cardiovascular en edad temprana tienen una mayor probabilidad de
padecer un evento de este tipo, en algunos; el riesgo mayor al doble. De los llamados
antecedentes heredofamiliares se incluyen a la hipertensión, angina estable e inestable, así
como de IAM en línea directa: abuelos, padres y hermanos.
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miocardio, su importancia radica en los efectos sobre la aceleración de la
arteriosclerosis en ambas enfermedades, que se potencian de forma exponencial
cuando coinciden en el mismo sujeto.
• Procesos infecciosos: Estudios consideran que las infecciones generadas por
microorganismos pueden llegar a desencadenar eventos cardiovasculares agudos.
Así, el objetivo del estudio de Shrikhande y cols, evaluó la asociación entre infección
por Helicobacter pylori, Chlamydia pneumoniae y proteína C reactiva con IAM,
dando resultados considerables; se concluye, además, que la inflamación causada por
la infección está asociada con el desarrollo de la aterosclerosis y cardiopatía
coronaria.
• Apnea Obstructiva del Sueño: Los disturbios asociados al sueño, tales como el
Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), han sido reconocidos como
factores de riesgo cardiovascular. La apnea obstructiva del sueño puede ocasionar
disturbios entre la homeostasis cardiovascular. Existen variadas que evidencias
apoyan el hecho de que SAOS ocasiona hipertensión, ACV, insuficiencia cardiaca y
puede aumentar el riesgo de fibrilación atrial. Además de esto, la SAOS está asociada
a marcadores precoces de aterosclerosis. Así mismo, las características distintas de la
patofisiología de la SAOS respecto al desequilibrio de abastecimiento y demanda de
oxígeno sugieren que la hipoxemia asociada a la apnea puede representar un riesgo
adicional.
• Colesterol: Una alta ingesta de ácidos grasos saturados, trans y colesterol influyen en
el riesgo de ECV como la cardiopatía coronaria y el accidente cardiovascular, debido
a sus efectos en los lípidos sanguíneos, la formación de trombos, la hipertensión
arterial, la disfunción endotelial, etc. No obstante, estos riesgos pueden modificarse
en gran medida de las grasas de las dietas.
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• Tabaquismo: El monóxido de carbono producido al fumar, constituye un verdadero
veneno para los vasos sanguíneos, que daña su endotelio y predispone a la formación
de la placa de ateroma. Además, el monóxido de carbono bloquea el transporte de
oxígeno (O2) disminuyendo en 10% la concentración de O2 en la sangre en relación
a un no-fumador, con lo que fácilmente puede producirse isquemia miocárdica si se
asocia a algún grado de estenosis coronaria. El tabaco igualmente impide el aumento
de colesterol-HDL inducido por el ejercicio aeróbico de resistencia. Por otro lado, la
nicotina aumenta los niveles de catecolaminas circulantes, que provocan un aumento
de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial que llevan a un aumento del trabajo
cardíaco.
• Obesidad: La obesidad es definida como el incremento en la cantidad de grasa
corporal producida por un balance positivo de energía, ocasionado por una ingesta
excesiva asociada habitualmente a un bajo gasto energético. Es frecuente que la
obesidad se asocia con otras enfermedades o factores de riesgo cardiovasculares tales
como hipertensión, diabetes y dislipidemia. En el proceso de acumulación de grasa
durante la génesis de la obesidad, es importante señalar que la acumulación de
triglicéridos intramusculares marca el inicio de la alteración funcional del tejido
muscular.
• Sedentarismo: las personas sedentarias corren el doble de riesgo de desarrollar
cardiopatía isquémica que las que se mantienen activas. La actividad física reduce el
riesgo de cardiopatía coronaria al retardar la aterogénesis, aumentar la vascularidad
del miocardio y la fibrinólisis, al modificar otros factores como el incremento de
HDL, ayudar al control del peso, reducir la presión arterial y al mejorar la tolerancia
a la glucosa y la sensibilidad a la insulina.
• Higiene del sueño: De acuerdo con estudios, los malos hábitos al dormir pueden ser
un factor de riesgo de IAM; estudios muestran que hay mayor riesgo de episodios
cardiovasculares cuando no hay una higiene del sueño adecuada- El deterioro del
sueño tiene una fuerte relación con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares,
y el género masculino tiene mayor riesgo. Al respecto, se encontró que
específicamente el trastorno del despertar precoz, es un factor de alto riesgo para el
desarrollo de enfermedades cardiovasculares
10
3.6.4 CONSUMO DE MEDICAMENTOS
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los casos de IAM, las muertes relacionadas con la patología cardiaca se producen a los pocos
minutos de haberse iniciado los síntomas. En la mayoría de estos individuos parece que la
muerte se debe a la influencia del sistema nervioso en los mecanismos que controlan los
ritmos cardiacos. Se ha determinado en varios estudios la relación entre las enfermedades
cardiacas y ciertas conductas psicológicas y sociológicas, por tanto, se ha afirmado que las
causas últimas de la patología coronaria son conductuales como estímulos ambientales
estresantes: insatisfacción laboral, preocupaciones económicas, exceso de trabajo, elevados
niveles de responsabilidad, infelicidad familiar.
3.7 SINTOMATOLOGÍA
El miocardio, o músculo del corazón, puede sufrir un infarto cuando existe una enfermedad
coronaria avanzada. En general, se produce cuando una placa de ateroma que se encuentra
en el interior de una arteria coronaria se obstruye dificultando o impidiendo el flujo
sanguíneo. De este modo, se compromete en mayor o menor grado el flujo de oxígeno y
nutrientes que llegan al corazón. Las consecuencias son variables, desde una angina de pecho
(cuando la interrupción del flujo de sangre al corazón es temporal) a un infarto de miocardio
(cuando es permanente e irreversible). Por esto, un infarto suele estar precedido por
antecedentes de angina inestable.
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• Disnea: La disnea o dificultad para respirar se produce cuando el daño del corazón
reduce el gasto cardíaco del ventrículo izquierdo, causando insuficiencia ventricular
izquierda y, como consecuencia, edema pulmonar.
• Otros signos incluyen excesiva sudoración, debilidad, mareos, palpitaciones, náuseas
de origen desconocido, vómitos y desfallecimiento. Es probable que la aparición de
estos últimos síntomas sea consecuencia de una liberación masiva de catecolaminas
del sistema nervioso simpático como una respuesta natural al dolor. Los signos más
graves incluyen la pérdida del conocimiento debido a una inadecuada perfusión
cerebral y shock cardiogénico, e incluso muerte súbita.
3.8 A SINTOMATICOS
Un estudio mostró que el 45% de los infartos cursan de forma asintomática, así como que
estos infartos silentes triplican el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y aumentan
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en un 34% la probabilidad de fallecer por una causa no cardiovascular. Es más; los infartos
de miocardio silentes son más comunes en los varones que en las mujeres. Sin embargo, y
una vez se presentan, el riesgo de mortalidad es mucho mayor en la población femenina que
en la masculina.
Por lo general, estos infartos silentes no son tan ‘silenciosos’ y suelen cursar con algún
síntoma. El problema es que los síntomas son tan leves que el afectado no llega ni a darse
cuenta de haberlo padecido. Entonces, ¿cómo se sabe que una persona ha sufrido realmente
un infarto de miocardio ‘silente’? Pues simplemente, porque es detectado posteriormente
cuando la persona se somete a un electrocardiograma (ECG) para evaluar la actividad
eléctrica de su corazón.
Los ataques cardíacos silenciosos pueden tener uno o más de estos síntomas en varios niveles:
• Incomodidad en el centro del pecho. Esto puede durar varios minutos o puede irse
y volver.
• Puede sentirse como presión o como dolor.
• La intensidad puede variar.
• Incomodidad en las áreas superiores del cuerpo, tales como en uno o en ambos
brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
• Falta de aire antes o durante el dolor o la presión en el pecho.
• Sudores fríos, o sentir náuseas o mareos.
3.9 DIAGNOSTICO
3.9.1 CLÍNICO:
Forma dolorosa precordial típica: historia de malestar/dolor en centro torácico (área difusa)
de 20 minutos o más de duración (son posibles otras localizaciones como la epigástrica o
interescapular), que aparece en reposo o en ejercicio, no alivia totalmente con la
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nitroglicerina, no se modifica con los movimientos musculares, respiratorios, ni con la
postura. La molestia puede describirse como algo que aprieta, pesa, ahoga, arde, quema, o
solo como dolor, de intensidad variable, a menudo ligera (especialmente en ancianos). Rara
vez es punzante o muy localizada. Datos importantes están dados en la posibilidad de
irradiación a zonas como el cuello, mandíbula, hombro (s), brazo (s), muñeca (s) o la espalda,
y la asociación de manifestaciones como disnea, sudoración, frialdad, náuseas y vómitos
(estas últimas aisladas o en combinación). Puede comenzar como un edema agudo pulmonar,
insuficiencia cardiaca, choque, síncope, arritmias diversas o accidente vascular encefálico.
Entre el 30-60 % de los casos presentan pródromos días o semanas antes.
3.9.2 ELECTROCARDIOGRÁFICO
• Mioglobina
• Troponinas T e I
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• Creatin fosfoquinasa (CPK)
• Lactato deshidrogenasa (LDH).
La disponibilidad de marcadores cardíacos séricos con una sensibilidad alta para el daño
miocárdico, permite al médico diagnosticar un IM aproximadamente en un tercio adicional
de pacientes que no cumplen los criterios clásicos de IM. Se realiza el diagnóstico de IAM
cuando se elevan en sangre los marcadores más sensibles y específicos de necrosis:
troponinas cardíacas y la fracción MB de la CPK (CPK-MB); estos reflejan el daño en el
miocardio, pero no indican su mecanismo de aparición, de tal manera que un valor elevado
sin evidencia clínica de isquemia, obliga a buscar otras causas de lesión.
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excluye el infarto de miocardio.2 Para sustentar el diagnóstico de necrosis miocárdica, se
realizan determinaciones seriadas cada 8 a 12 h y se requiere que muestran la curva de
ascenso y su normalización típica para cada una de las enzimas. En nuestro centro solo están
disponibles las determinaciones de CPK total y fracción MB.
• Los estudios isotópicos: consiste en inyectar una pequeña dosis de isótopo radiactivo
en la vena durante la prueba de ejercicio en cinta rodante.
• Cateterismo cardíaco y coronariografía: Es la técnica más adecuada para determinar
la posible presencia y extensión de cardiopatía isquémica.
• Prueba de esfuerzo: La prueba se hace sobre una bicicleta, el paciente pedalea y mide
la tensión.
• Lípidos séricos: Se requiere obtener un perfil lipídico en todos los pacientes con IAM
ingresados a las 24-48 h del comienzo de los síntomas. Esto se basa en el éxito del
tratamiento hipocolesterolemiante en estudios de prevención primaria y secundaria y
en los hallazgos de que el tratamiento hipolipemiante mejora la función endotelial e
inhibe la formación de trombos. En los pacientes ingresados después de 24 a 48 h, es
necesario realizar una determinación más precisa de las concentraciones séricas de
lípidos a las ocho semanas aproximadamente desde el infarto.
• Hallazgos hematológicos: La elevación de la cifra de leucocitos ocurre en las dos
horas siguientes al comienzo del dolor torácico, alcanza el máximo a los 2 a 4 días
después del infarto y vuelve a la normalidad en una semana. El pico máximo de
leucocitosis suele oscilar entre 12 y 15 × 103 /ml, pero en ocasiones llega a 20 x 103
/ml en pacientes con IAM extensos. Criterios de infarto de miocardio agudo, en
evolución o reciente.
3.10 ELECTROCARDIOGRAMA
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3.10.1 ELECTROFISIOLOGÍA CARDÍACA
Con el fin de facilitar la comprensión del registro electrocardiográfico hay que partir de la
base de que la célula miocárdica en situación de reposo es eléctricamente positiva a nivel
extracelular y negativa a nivel intracelular. Cualquier estímulo produce un aumento de
permeabilidad de los canales de sodio, que conlleva a que se cambie la polaridad, siendo
positiva intracelularmente y negativa extracelularmente. (Despolarización). Posteriormente
vuelve a su polaridad inicial. (Repolarización).
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3.10.2.1 DERIVIVACIONES EL EKG
B. Derivaciones precordiales:
Son todas monopolares. Van de V1 a V6.
También se pueden registrar las mismas derivaciones precordiales en el lado derecho (casos
especiales) nombrándose V3R, V4R, V5R, V6R.
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El registro electrocardiográfico se realiza sobre papel milimetrado, formado por cuadrados
de 1mm de lado, con línea de doble grosor cada 5 cuadrados (5mm). Nosotros podemos
calibrar el electrocardiógrafo tanto en lo que respecta al voltaje (o amplitud) como a la
velocidad de registro. Hay unos parámetros estándar que son los que debemos utilizar para
poder comparar registros.
En el ECG normal nos encontramos con una primera onda, Onda P, que corresponde a la
despolarización de ambas aurículas, derecha e izquierda superpuestas. El estímulo se frena
en el nodo AV, por lo que durante este tiempo no se registra actividad eléctrica, para
seguidamente iniciar la despolarización ventricular, dando lugar al complejo QRS, que se
sigue de otro período isoeléctrico, para finalizar con la onda T de repolarización ventricular.
3.10.3.1 ONDAS
• P: despolarización auricular
• QRS: despolarización ventricular, su duración normal es de 0.06 a 0.1 sg siendo:
o Q: primera onda negativa antes de la primera onda positiva.
o R: toda onda positiva. Si existe una segunda onda positiva la llamamos R´.
o S: toda onda negativa después de una onda positiva.
• QS: complejo totalmente negativo.
• T: de despolarización ventricular.
• U: pequeña onda que sigue a la onda T, de significado incierto.
3.10.3.2 INTERVALOS
• Intervalo PR o PQ: desde el inicio de la onda P al inicio del complejo QRS. Lo forman
la onda P y el segmento PR. Su duración normal es menor de 0.2 sg y mayor de 0.12
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sg. Corresponde al período que va desde el comienzo de la despolarización auricular,
hasta el comienzo de la de la activación ventricular, por lo tanto representa
fundamentalmente el retraso fisiológico de la conducción que se lleva a cabo en el
nodo AV (segmento PR).
• Intervalo QT: desde el inicio del QRS hasta el final de la onda T. Es proporcional a
la frecuencia cardíaca, acortándose al aumentar la ésta, ya que al aumentar la
frecuencia cardíaca se acelera la repolarización, por lo que se acorta el QT. El QTc ó
QT corregido en base a la frecuencia cardíaca se calcula por la siguiente fórmula:
QTc= QT medio (sg) / \/ intervalo RR previo
El QTc normal debe ser < 0.44, que equivale a que el QT sea menor que la mitad del
intervalo RR previo cuando la frecuencia cardíaca se encuentra entre 60 y 90.
Para considerar que un registro se encuentra en ritmo sinusal, lo que quiere decir que el
estímulo parte del nodo sinusal y es éste el que hace de marcapasos se deben de cumplir una
serie de criterios:
A. Onda P positiva en II (cara inferior) y negativa en aVR, que nos indica una
despolarización auricular en sentido descendente.
B. Frecuencia entre 60 y 100 lpm. (que es la frecuencia normal del nodo sinusal)
C. Toda onda P debe ir seguida de un complejo QRS.
Es importante intentar no depender de las reglas que hay para el cálculo de la frecuencia
cardíaca. Es bastante sencillo su cálculo si entendemos el siguiente razonamiento: Partiendo
de la base que el papel de registro va a una velocidad de 25 mm/sg tenemos que cada mm
equivale a 0.04seg y cada cuadrado de 5 mm a 0.2sg. Por ello si dividimos 60 sg que tiene
un minuto entre 0,2 sg que es el tiempo que tardan en grabarse 5 mm de papel obtenemos la
cifra de 300. Con esto deducimos que si el intervalo R-R es de 5 mm la frecuencia cardíaca
es de 300 lpm. Si hacemos lo mismo con 10 mm obtendremos 150 y así sucesivamente iremos
obteniendo múltiplos de 300, de manera que seremos capaces de saber inmediatamente la
frecuencia cardíaca si memorizamos las siguientes cifras: 300, 150, 100, 75, 60 ,50.
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Una vez visto lo previo, para calcular la frecuencia cardíaca lo haremos de la siguiente
manera: buscaremos una onda R que coincida con la línea gruesa que remarca los cuadrados
de 5 mm y veremos cuántos cuadrados de 5 mm están comprendidos entre R y R, de modo
que si es 1 la fc será de 300, si son 2 de 150, si 3 de 75.... hasta llegar a 5 cuadrados, dado
que si está muy bradicárdico hay que recurrir mejor a otro método.
La agrupación de todos los vectores de cada derivación dará lugar al eje eléctrico del corazón.
Teniendo en cuenta las derivaciones del plano frontal podemos calcular el eje eléctrico del
corazón de la siguiente forma: Lo primero es buscar la derivación del plano frontal en la que
el QRS sea isodifásico, ya que el eje eléctrico será perpendicular a dicha derivación.
Seguidamente en la derivación donde se encuentra el eje miramos si el QRS es positivo o
negativo, con el fin de determinar si el eje apunta en un sentido o en el opuesto.
Otra forma de calcular el eje eléctrico de forma imprecisa pero rápida consiste en valorar dos
derivaciones perpendiculares entre sí, tales como I y aVF, y considerar la positividad o
negatividad del QRS en cada una de ellas, de manera que a modo de eje cartesiano permitirá
calcular en qué cuadrante se encuentra el eje eléctrico.
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Lo normal es que el eje eléctrico se encuentre entre –30º y 90º, considerándose como
desviado a la izquierda si está entre –30º y –90º y desviado a la derecha si está entre 90º y
180º. Se considerará como indeterminado si está entre –90º y –180º.
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B. Crecimiento del ventrículo izquierdo: Hay numerosos criterios e índices, siendo
los más representativos:
• Aumento del voltaje de las fuerzas del QRS debidas al ventrículo izquierdo: R en V5
más S en V1 > 35 mm (>30años) (índice de Sokolow)
• La suma de la R más alta y de la S más profunda >45 mm.
• Alteraciones en la repolarización en la cara lateral del VI.
• Aumento del tiempo de activación ventricular que se traduce en aumento de la
deflexión intrínsecoide en V5-V6.
• Desviación del eje a la izquierda.
Las enzimas empleadas como indicadores diagnósticos de infarto agudo al miocardio son:
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La determinación de isoenzimas localizados principalmente en células cardíacas como la CK-
MB, la LDH1 y la LDH2 mejora la especificidad de las pruebas para el diagnóstico de infarto
agudo al miocardio
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Isoenzima 1-6 años 7-19 años
En 1967, Killip y Kimball describieron la evolución de 250 pacientes con IAM en función
de la presencia o ausencia de hallazgos físicos que sugieran disfunción ventricular,
diferenciando 4 clases para las cuales la mortalidad intrahospitalaria fue del 6, 17, 38 y 81
%, respectivamente.
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• Una mayor clase de Killip se asocia con mayor mortalidad intrahospitalaria, a los 6
meses y al año. Según el estudio GUSTO-1, cinco factores proporcionan más del 90
% de la información pronóstico para la mortalidad a los 30 días, saber, edad, baja TA
sistólica, clase alta de Killip, elevada frecuencia cardíaca y localización anterior del
infarto.
• Similares resultados se han obtenido para pacientes con síndrome coronario agudo
sin elevación del ST en los que la clasificación de Killip es también un poderoso
predictor independiente de mortalidad por todas las causas a los 30 días y 6 meses
(siendo el más poderoso el presentar un Killip III/IV). La incidencia de IAM también
está incrementada, aunque de forma menos prominente que la mortalidad
Una vez sospechado el diagnóstico debe tratarse como un código rojo e iniciar tratamiento
inmediatamente.
27
morfina, administrar atropina (ámpulas de 0,5 mg) 0,5-1 mg IV hasta una dosis
de 2 mg si necesario.
Si existiera hipersensibilidad conocida a la morfina o si el IAM es inferior con
gran descarga vagal, hipotensión o bradiarritmia, se prefiere la meperidina
(ámpula de 50-100 mg) 25 mg IV; dosis repetible cada 5-15 minutos.
C. Oxígeno: 2-4 litros por catéter nasal o máscara. Principalmente en caso de falta
de aire, hipoxia (saturación de oxígeno <90 %) u otros signos de insuficiencia
cardíaca.
D. Nitritos: nitroglicerina: 1 tableta (0,5 mg) sublingual de entrada que se puede
repetir cada 5 minutos por 3-4 dosis.
No utilizar si la prensión arterial sistólica (PAS) es menor de 90 mmHg o
frecuencia cardiaca (FC) menor de 50 o mayor de 100 latidos por minuto (lpm) y
sospecha de IAM de ventrículo derecho (VD).
28
bloqueadores beta tras el IAMCEST está bien establecido, no así la
administración IV de estos fármacos sistemáticamente en la fase aguda.
Atenolol: dosis inicial por vía oral de acuerdo a la situación clínica: 50-100 mg
vía oral cada 24 horas.
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3.13.2.1 CRITERIOS PARA SU USO
3.13.2.2 CONTRAINDICACIONES
● Absolutas:
○ Hemorragia intracraneal previa, de cualquier tipo.
○ Accidente cerebrovascular isquémico en los últimos 3 meses.
○ Sospecha de disección aórtica.
○ Hemorragia activa o diátesis hemorrágica (excepto la menstruación)
○ Lesión cerebral vascular estructural conocida.
○ Neoplasia intracraneal maligna conocida.
○ Traumatismo craneal cerrado, en los últimos tres meses.
● Relativas:
○ Historia de accidente cerebrovascular isquémico de más de tres meses
precedentes, o enfermedad intracerebral no contemplada en
contraindicaciones absolutas.
○ Hipertensión refractaria (presión sistólica > 180 mmHg y/o presión
diastólica > 110 mmHg).
○ Resucitación traumática o prolongada.
○ Hemorragia interna reciente (en 2-4 semanas).
○ Exposición previa (entre 5 días y 6 meses) a SKR o reacción alérgica
previa.
○ Embarazo.
○ Úlcera péptica activa.
○ Punciones vasculares no compresibles.
○ Tratamiento anticoagulante oral a dosis terapéuticas
30
3.13.3 ESQUEMAS DE TRATAMIENTO
• SKR (heberquinasa): 1 500 000 uds. en 100 ml de solución salina fisiológica 0,9
% o dextrosa 5 %, a pasar en 30-60 minutos por una vena periférica,
preferiblemente en bomba de infusión.
• Modo de preparación: instilar el agua disolvente (5 cc) lentamente por las paredes
del bulbo y rotar suavemente hasta disolver, introducir el medicamento disuelto
en el frasco de infusión lentamente. Todo ello evita la formación de burbujas.
• Monitoreo durante la infusión: tomar tensión arterial (TA) cada 15 minutos y
mantener vigilancia eléctrica.
• Manejo de efectos adversos:
o Hipotensión: elevar miembros inferiores, disminuir velocidad de infusión,
volumen, suspender infusión, atropina, dopamina.
o Sangrado: según cuantía, compresión de sitios de punción, volumen,
glóbulos, uso de Epsilon Amino Caproico (EACA).
o Alergia – Anafilaxia: antihistamínicos, esteroides (nunca profilácticos).
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3.14 FARMACOS VASODILATADORES E INOTROPICOS USADOS EN
IAM
• Oxígeno. Suele ser la primera medida que toman los facultativos en el hospital y
en la propia ambulancia.
• Analgésicos. En las situaciones en las que el dolor torácico persiste se administra
morfina o fármacos similares para aliviarlo.
• Antagonistas del calcio: Impiden la entrada de calcio en las células del
miocardio. De este modo, disminuyen la tendencia de las arterias coronarias a
contraerse y además reducen el trabajo del corazón y, por tanto, sus necesidades
de oxígeno. también disminuyen la tensión arterial. Se emplean el verapamilo
(fenilalquilamina) y el diltiazem (benzodiazepina), que pueden utilizarse si no
cabe la posibilidad de administrar un bloqueador beta. Sin embargo, ningún otro
antagonista de los canales de calcio está indicado para el tratamiento prolongado
habitual después de un infarto de miocardio. Su administración está
contraindicada en pacientes que sufran insuficiencia cardíaca, bradicardia,
bloqueo auriculoventricular, hipotensión y disfunción del nodo sinusal. Por
tanto, diltiazem y verapamilo pueden ser una alternativa terapéutica lógica en los
pacientes en los que no se puedan utilizar bloqueadores beta después del
infarto. La sobredosis puede causar descensos peligrosos de presión arterial y
enlentecimiento de los latidos cardíacos.
• Tratamiento antitrombótico: Se utilizan fármacos capaces de inhibir la
agregación plaquetaria (ácido acetilsalicílico y tienopiridinas en caso de que el
uso de AAS esté desaconsejado) y la trombosis (anticoagulantes y trombolíticos).
• Antiagregantes plaquetarios. La aspirina o AAS administrado a dosis bajas (75-
325 mg) es excelente por su modo de actuación, su seguridad y su magnífica
relación coste-efectividad. Su efecto antitrombótico reside en la inhibición
irreversible de la ciclooxigenasa 1 plaquetaria (cOX-1) por acetilación, y por
consiguiente, de la síntesis de tromboxano A2 (TXA2) y el bloqueo de la segunda
fase de la agregación plaquetaria mediada por aDP. Se acostumbra a prescribir
una dosis diaria mínima y efectiva (cada 24 h) que minimice los posibles efectos
secundarios gastrointestinales.La tienopiridinas más empleadas son el
32
clopidogrel y la ticlopidina, que actúan como antagonistas selectivos y no
competitivos de receptores de aDP, con efectos antitrombóticos similares a los
que presenta la aspirina. Su mecanismo de acción consiste en su capacidad de
interferir irreversiblemente un 60-70% de los receptores de aDP plaquetario y de
inhibir los cambios conformacionales que el aDP produce en el complejo
receptor glicoproteína de la superficie plaquetaria, con lo que se obtiene una
acción inhibitoria de la agregación plaquetaria inducida por aDP.El clopidogrel
es 40 veces más activo, tiene una acción más prolongada, una pauta posológica
que facilita su cumplimiento y una mejor tolerancia que la ticlopidina. El
clopidogrel se suele administrar en una dosis diaria de 75 mg y la ticlopidina en
dosis diaria de 500 mg repartida en dos tomas (comida y cena). Las tienopiridinas
son el tratamiento alternativo en todos aquellos pacientes que desarrollen alergias
o intolerancia a los salicilatos o que presenten riesgos significativos de trombosis
arterial.
• Bloqueadores beta: Su acción se basa en una reducción de la demanda miocárdica
de oxígeno, ya que son capaces de reducir la frecuencia cardíaca, la contractilidad
cardíaca y la presión arterial. El resultado es que el corazón late más despacio y
con menos fuerza y, por tanto, necesita menos oxígeno. Se administran a todos
los pacientes en los que no están contraindicados y se mantienen durante, al
menos, dos o tres años. Se distinguen tres grupos:
• No selectivos: alprenolol, carteolol, nadolol, oxprenolol, penbutolol, propanolol,
sotalol y timolol.
• B1-selectivos: acebutolol, atenolol, bisoprolol, celiprolol, esmolol, metoprolol y
nebivolol. Bloqueadores B1 + agonistas alfa-1-adrenérgicos: carvedilol y
labetalol.
• El acebutolol, el metoprolol, el propranolol y el timolol resultan idóneos; el
carvedilol, el bisoprolol o el metoprolol de acción prolongada también pueden
ser apropiados para los pacientes con disfunción ventricular izquierda.
Como efectos adversos cabe destacar frialdad en las extremidades, bradicardia sintomática,
un incremento en la sintomatología respiratoria en pacientes que presentan asma y
33
enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, disminución de la función cardíaca,
trastornos gastrointestinales y disfunción sexual. Además, la fatiga y la letargia son los
efectos adversos psicológicos más comunes. Algunas personas experimentan pesadillas y
alteraciones del sueño, depresión y pérdida de memoria.
Actúan sobre todo disminuyendo los valores en sangre del colesterol LDL (20-60%), pero
también tienen un modesto efecto sobre el colesterol HDL, incrementándose
aproximadamente un 5% y disminuyendo las concentraciones de triglicéridos (tGL) en un
valor promedio del 20%. Las estatinas empleadas son: lovastatina, pravastatina, simvastatina,
fluvastatina, atorvastatina y cerivastatina.
OTROS TRATAMIENTOS
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• Abandono del tabaco: dejar de fumar es potencialmente la más efectiva de todas las
medidas de prevención secundaria.
• Dieta: Aumentar el consumo de frutas, vegetales y pescado. Reducir la ingestión de
grasas saturadas y sal (si padece HTA).
• Actividad física: según lo recomendado en el programa de RHC. En general se
recomienda ejercicio físico aeróbico, de intensidad moderada durante 30 minutos al
menos 4 veces por semana.
• Reducción de peso si el índice de masa corporal ≥ 30 y el perímetro de la cintura es
de 102/88 cm (varones/mujeres).
• Control de la HTA y la diabetes.
• Manejo del perfil lipídico: metas (Colesterol total < 5,17 mmol/l, LDL colesterol <
2,5 mmol/l y triglicéridos < 1,7 mmol/l).
4 CONCLUSIONES
36
5 BIBLIOGRAFIA
37
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infarto agudo del miocardio en pacientes fumadores. Rev Cub Salud Publica.
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MIOCARDIO: REVISIÓN DE ESTUDIOS OBSERVACIONALES. Revista
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24. Yanier Coll Muñoz FdJVCCGR. Infarto agudo de miocardio. Actualización de la Guía de
Práctica Clínica. SCIELO. 2016 junio; VI(2).
39
ANEXOS
ANEXO N° 1
RECOMENDACIONES CLAVE