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I Vich y VirginiaZavala
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rsBN: 987-545- 177-0
Prol.ribida la reproducción roral r..r p:rrcial prrr
cualcluier medir-r sin pcrmiso esc¡.i!o dc l¿ editc¡ri¡l
En el presente capÍtulo reseñaremos estas tres pers- entre "mentes primitivas" y "mentes cil'ilizadas". Goody
pectivas e intentaremos relacionarlas para encontrar no negó Ia existencia de dilerencias de mentalidad entre
consensos y d rsc re pancras disrintos tipos de sociedades sino que, en lugar de atri-
I
'l?
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ieiradas
Segun Goody, las personas Ietradas se diferenciarÍan Io*o .rrot dcmuesl'ran que las socted:des
de las orales con relacÍón a la manera en que perciben la nunca están al margen
del dogmatismo y que termtnan
autoritarlos'
historÍa y la realidad social. La base de esta drstinción produciendo sujetos realmeute
se encuentra en la forma en que las sociedades alma- Es importante prectsar que, según Goody'
no todo
cambios en las perso-
cenan la información y transmiten la tradición cultu- sistema de esc-ritura logró estos
que
ral. Mrentras que las sc-'ciedades Ietradas cuentan con nó y "., Ias soiiedades. Sólo la escritura alfabética'
registros escritos permanentes, Ias sociedades ágrafas ii.uá ud.lun,. en lorma exclusiva y sistemática la apii-
expresar por
cuentan únicamente con la memoria humana y desa- cación del principio fonético, permitló
escrito todas las palabras de una lengua
rrollan,un proceso de homeostasis en el que la infor- Los sistemas
ja-
mación sin importancia se olvida para dejar espacio a oarilalm..,t. fonéticos (como el sistema chino o
y no
nuevos conocimientos. Según Good¡ esta característica l-,onés) fueron imperfecros, dificiles de aprender
iogrr.on propicra; Ia difusión de Ia escritura en toda
Ia
produce un tipo de persona [undar¡entalmente distin-
ta de lá que sÍ tiene acceso a la literacidad. pÁlacion. A diferencra de los alfabetos fonéticos -se-
Asi, por ejemplo, 1os sujetos orales no contarÍan "democráticos" de escritura- es-
!,i.r Goody, sistemas
con una sensibilidad histórica que los haga concienres t"os sistemas fueron teocráticos, en el sentido
de que no
de su pasado, ya que la percepción de éste sólo exlste crearon verdaderas culturas escritas en las sociedades
en función del presente. Mientras que para Goody Ia donde se utilizaron. Como si se tratara de un deter-
literacidad sí provee un reconocimiento objetivo entre minismo tecnológico, este autor atribuyÓ a 1a escritura
"lo que es" y "1o que [ue", en las sociedades orales alfabética -intrínsecamente surDerior al resto- la ca-
-afirrna el autor- el mito y [a historia se confunden y pacirlad de producir Jos rasgos distintivos del pensa-
la gente sólo recuerda lo indispensable para sus necesi- miento occidental.
dades inmediatas. Esto, para Goo"dy, impide desarrollar En efecto, dentro de esta corriente de pensamiento'
la capacidad crítica para poder rechazar deliberada- la G¡ecia clásica fue considerada como el primer ejem-
mente el dogma social existente. plo histórico de una sociedad en la que podÍa visibili-
Como puede apieciarse, Goody presenta a la Hrsto- zarse el tránsito de una cultura oral a una escrita'
ria desde una perspecti!,a posittvrsta como si se úatara Goody sostuvo que para los griegos Ia adopción de Ia
de un discurso portador de Ia "verdad" y producido al Iireracidad significó el carnbio del "pensamier-rto mÍtrco"
margen de cierros inrereses ideológicos. Hoy en dÍa, al "pensaniÁto togico" y, como consecuencia de ello'
.después de la Alemania nazr o [os Estados Unidos de la utilización de tipos de análLsis propios del silogismo
I
A partlr cle exphcaciones que parten por diferenciar o A dilerencia de l¿ es(rltura, el di5curso
Redundante
oral utrhza la redundancra y la repeticiÓn
el sonldo de la vrsión, Or-rg propuso que las personas "coPiosa"
para caPtar la aten(iÓn del oYente
pertenecientes a una cultura oral no manejan (ni sor-r
capáces de marrejar) procesos mentales como los relacro- El discurso oral reprime la exper¡menta(róo
conservadora Y
rntelectual porque sus usuarios dedican
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2q
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VlcfoF VtcH - Vtnt;lttr Z¡r,rL,r Oralidad ¡, poder
y otras formas de procedrmiento lógico. Una vez más, la aparición de la escritura comenzaron a proli[erar
Goody en[atrzó que no se trataba de atrrbuir estos términos para nociones, definiciones abstractamente
cambios a las "dotes de la mente gnega" sino al poder conceptualizadas, y entidades abstractas como sujetos
de la escritura para. establecer una relación más abstrac- de discursos.
ta entre la palabra y su refe¡ente, y menos vrnculada con Al igual que Goody, Havelock aisló (y descontex-
la persona, el tiempo y el espacio inmediatos. tualizó) las consecuencias culturales de la esc¡itura al-
Por su parte, Erick Havelock (1994, 1996) desanolló fabética y asumió que estos efectos habrÍan de ocu¡rir
con mayor profundidad el impacto que tuvo la intro- en todos los contextos sociales. No se trataba, entonces,
ducción de la literacidad en la "mentalidad griega" y de analiza¡ un caso concreto Para describir las conse-
Iuego en lo que él denominé la conciencia moderna. cuencias que habÍa tenido la escritura en ese contexto,
Havelock analizó la tradición oral griega y Ia forma en sino de delimitar el Poder de la escritura alfabética
que la poesÍa cumplió Ia función social de preservar la y los tipos de cambios que ésta fue capaz de generar
identidad cultural a través de Ia memona. En esta forma en todo tipo de realidades. Se trataba de una teorÍa
de transmisión cultural, la oralidad registraba rnforma- universalista.
crón por medio de enunciados repetibles formalmente, A principios de Ia década de 1980, Walter Ong (1987)
patrones ritmicos Iormulaicos que facilitan la memori- sistematizÓ las ideas propuestaS por sus antecesores con
zación y formatos narrativos que ayudan a retener la relación a la supuesta existencia de diferencias funda-
atención de la audiencia. Las repeticiones, las antÍtesis, mentales entre la manera de manejar el conocimiento de
las aliteraciones, las expresiones calificativas, los marcos Ias culturas orales primarias y las afectadas por el uso
temáticos comunes y los proverbios eran los rasgos fre- de la escritura, y planteó una breve clasificación del ti-
cuentes en el discurso oral. Con la introducción de la po de expresión (y de pensamiento) que caracteriza
literacidad, este tipo de registro fue sustituido por uno a una cultura oral primana.r Desde una persPectiva su-
fundamentalmente distinto ya que las energÍas psÍquicas puestamente más cognitiva y menos histórica que Goody
hasta entonces canalizadas para la [unción mnemotéc- y Havelock, Ong ha venido sosteniendo que la litera-
nica quedaron liberadas para ottos usos. cidad no sólo engrandece la potencialidad del lenguaje
Havelock planteó que la literacidad no sólo creó un sino que también reestructura todo el sistema racional
nuevo tipo de mentalidad (representada por el filósofo) de pensamiento.
sino también un nuevo tipo de lenguaje. Las construc-
ciones que hasta el momento habia impuesto el'ritmo
(como el uso narrativizado de la experiencia) fueron 3 Ong difcrencia la oraltdad "pdmana de la "scc¡¡ndan¿r" Por ''¡ra
hdad primaria se reftcre a aquella quc es utrluada en st¡ctedadcs que ntr
reemplazadas por un Llso lógico del discurso que pro-
conoctn la escúrura y por,rr"lidaá secundana a aquella quc sr utiliza
movÍa la discusión formal. Asi, el autor seña]ó que con en sociedades ¡nt¡tlL l-nas y qlle tient' cQmo bast' el textt' cscntc'
i1
estudiaron Ia clistinción entre oralidad y lrteracidad en Estos procesos conslsten en Liu€ llalJlilL s5 Ltrl¿1 alLtu¡t
sociedades "letradas" modernas. Autores como éstos que ocurre más rápidamente que la de escribir y qr-re
no se intercsrron por estudrar las ronseeueneras que st, por un lado, los hablantes interactúan con sus audlen-
tiene la Iiterapidad en la mente de las personas y no se cias, por otro los escritores no pueden hacerlo de Ia
preocuparon por plantear una crÍtica explicita a lo pos- misma forma. Aho¡a bien, Ia primera diferencia, aquella
tulado por la "gran división" respecto de este punto. respecto de la rapídez del proceso, produce un lenguaie
Más bien, indagaron en Io que la "gran división" habÍa I hablado que tiende a ser fragmentado (vale decir' que
denominado las caracterÍsticas de la expresión en las está compuesto por unidades de sentido sin mayores
culturas orales y escritas. En otras palabras: ofrecreron conectores) y un lenguaje escrito que tiende a ser inte-
una nueva mirada sobre los productos Iingüisticos que grado (vale decir, que cuenta con insumos que se mol-
sllrgen en el plano oral y en el plano escrito, y para eso á.ar, er, r., todo lingüístico más coherente y complejo) i)
trabajaron con dalos r:mpÍricos. A decir de Chafe, el lenguaje escrito echa mano de re-
Estos aut.ores cuestionaron la profunda dicotomia cursos como las nominalizaciones, Ios participios, Ios
entre ambos usos y sostuvieron la existencia de un con- adjetivos atrtbutivos, Ias oraciones subordinadas y las
tinuum discursivo, en el cual en un extremo se sitúa el cláusulas relativas para incorporar elementos adiciona-
discurso oral informal '(como las conversaciones) y en Ies a las unidades de sentido y para formar unidades
el otro el discurso escrito formal (como la esc¡itura más integradas.
académica). Entre ambos se hallarian otros tipos de usos, Por otro lado, la diferencia que se refiere a'l tipo de
como el discurso oral formal (las exposrciones) y el interacctón con la audiencia incide en que ei lenguaje
hablado se Preocupa por involucrarse con e1 oyente
discurso escrito informal (las cartas personales). Como
puede notarse, esta opción constituye una perspectiva sobre la base de su experiencia y el lenguaie escrito !
en los productos de los dos extremos del ¿rrntinuum: el usualmente exhiben un conj!¡nto Pequeño de estruc¡u¡as slhráctlcas
(Chale,
lerrgr-raje hablado (informal) y el lenguaje escrito (formal). 19t12 )
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t3
VtcrtrR VrcH - VtR(;tNlA ZAVALA Oralidad y poder
Srtuaciooaf anles que El discurso oral utrliza (onceptos en completamente letradas constitu)'en rasgos orales re-
abstr¿cta marcos de referencia situacionales y éstos siduales y las caracteristicas letradas en sociedades I
I
se mantienen cerca del mundo humano orales se deben simplen-rente a una influencia letrada., I
crdades cognitivas".
Después de todr: este conjunto de a[irmaciones, algún Conocida como la "gran división", esta corriente ha
lector se preguntará si autores como Goody, Havelock sido criticada por otras posiciones que surgicron a partrr
y Ong se daban cuenta que la mayoria de gente allabe - de la década de 1980. En términos generales, puede
tizada en diferentes sociedades no maneja esre ripo de decirse que estos autores tcrminaron por concebir a la
caracterÍsticas -tan descontextualüadas y abstractas- literacidad como independiente del contexto social y
que ellos identificaron como "la literacidad" en esrricto. como si las consecuencias individuales y sociales den-
En realidad, estos autores sí percibieron que no todas varan del carácter intrÍnseco de la tecnologÍa. En el
'lo marco de la asunción que el sujeto es, en buena parte,
las personas internalizaban la escritura como plan-
teaba su modelo teórico y tampoco producÍan desde un efecto de la cultura, esta perspectiva fue percibida
ahÍ el tipo de texto esperado. Sin embargo, Ia explicación como estrecha desde todo punto de vista. Con muy
que propusieron fue sencilla: existeh personas que pocos datos empíricos y con pretensiones universalis-
saben leer y escnbir pero que todavía mantienen "ras- tas, esta mirada creó un modelo uniforme de la litera-
gos orales" y por 1o tanto cuentan con una "literacidad cidad y asumió la neutralidad de su objeto de estudio
restringida" (Goody) o una "oralidad residual" (Ong), al postular caracteristicas inherentes a la escritura sin
vale decir, que todavÍa no han llegado a alcanzar "la tomar en cuenta relaciones de poder en la socredad.
Iiteracidad plena". En lo que sigue, presentaremos dos corrientes que o[re-
Como puede observarse, este planteamiento impi- cen perspectivas alternativas para estudiar la relación
de cuestionar el aparato teórico propuesto y probar sus entre lo oral y lo escnto y que -desde ángulos distintos-
hipótesis. De hecho, las categorÍas de "lite¡acidad res- reorientan el trabajo de la "gran divistón".
tringida" y "oralidad residual" terminan funcionando
como un "cajón de sastre" para todos los casos que no 2. El co,¡títtuum oralidad-literacidad
coffesponden con el rnodelo planteado. Además, reflejan Como reacción a la perspectiva anterior, en la dé-
claramente el sesgo ideológico de esta corriente cuando cada de 1980 surgreron trabajos como los de Wallace
se afirma clue las caracterÍstrcas de oralidird en sociedades Chafe (1982) y Deborah Tannen (1982a. 1982b) clue g
VicroR VtcH - \'tRGtNtA ZA\ALA Oralidad ¡ poder
sostenido que la dicotomía decimonónica entre cultu- en la escuela. Asi por ejemplo, dichos autores encon-
ras civilizadas y primitivas ha sido reestablecida desde traron que la escolarización formal favorecÍa la capaci-
una ba-se falsamente "cientílica" por autores como Goody, dad metalingüÍstica de los sujetos, vale decrr, aquella
Havelock y Ong. Desde una perspectiva antropológica que implicaba la habilidad para proveer una explica-
y sociolingüÍstica, y con métodos etnográ[icos, esta co- ción verbal de los principios subyacentes a las tareas
'la presentes en las pruebas.o
rriente ha buscado deconstruir los postulados de "gran
división" y, a partir de ahÍ, ha generado una mirada ro- Fue a partir de estos hallazgos que Scribner y Cole
talmente nueva para estudiar la oralidad y la escritura rechaza¡on la existencia de cambios generalizados pro-
de forma más contextualizada. venientes de la literacidad en sÍ misma. Lo que ellos
EI estudio de Scribner y Cole ( I98 l) con los vai en postularon fue que la escritura produce diferencias pero
Liberia (África) constituyó el punto de partida para
que comenzaran a aparecer propuestas alternativas. L-a
5 Scribner y Cole examinaron cinco dominios de la actividad
existencia de la escritura vai -que llo se enseña en intelectual: pensamiento abstr'¡cto, cate¡lc)rización taxonómica, me-
la escuela sino en los l-rogares- les ofreció a los autores Ia moria, razonamiento lógico y cr¡nr¡cimiento reflexivo srrbre la lengua
oportunidad de resolver algunos de los debates sobre 6 Asrmisr¡o, krs ¡esul¡ados retan las afimaciones sob¡e difc¡en-
cias psicológicas pro[undas tntre poblaciones lerradas e ilet¡¡das.
las consecuencras cognitivas y sociales de la escritu-
Como en ninguna prueba tt¡dos los rlerr ados tuvie¡r.rn un desempe-
ra. En efecto, a parrir de la aplicación de diferentes ño menor que ltrs Ietrados no se puede soslener que k,s iletrados
tipos de pruebas y de un largo trabajo etnográfrco, conformen una nlasa homogénea.
l6 f7
L- a
l- Oralidad y poder
Vicrrrn V¡cH - VIRGINIA ZAvALA
sólo en algunas habilidades y en aluunos contextos, y la mente humana (Street, 1984). En lugar de aspirar a una
que por ende es mejor hablar de cambic¡s ',localizados,' falsa neutralidad, los ¡'¡¡l han optado, más bren, por asu-
en determinadas habilidades cognitivas. A partir del mir i, explicitar lo polÍtrco e rdeoló¡3co de sus postulados.
.
concepto de ltrácttca lctrada, planfearon que actrrndades / En efecto, cl modclo ú.eoltigico propone que la litera-
social¡nente organizadas (y no la tecnologÍa en sí mls- cidad rnvolucra algo más que la tecnologÍa en que se
ma) pueden tener consecuencias en Ia mente humana manifiesta y que, como toda tecnologÍa, está construlda
y que la naturaleza de estas prácttcas es la que derer- socialmente y se usa dentro de marcos institucionales
mina los tipos de destrezas ("consecuencias',) que se particulares. En otras palabras: el aspecto mecánico de la
asocian con la literacidad. En otras palabras: para lectura y la escntura -vale decir, Ia codificación y desco-
Scribner y Cole las habilidades cognitivas adquiridas dificación de simbolos gráficos- ocurre dentro de mane-
están en estrechá relación con la naturaleza de las ras especificas de leer y escribir, y -a su vez- la razón de
prácticas donde se exigen estas habllidades en contex- ser de estas prácticas se encuentra en creencias que 1as
tos especÍftcos. rigen y legitiman. El hecho de que no haya una única ma-
Con estos hallazgos y otros más de principios de los nera de escnbir sino vanas implica que los usos estén ne-
años ochenta (Heath, 1982, l9B3; Scollon y Scollon, cesariamente inmersos en ideologias y que no se puedan
1981; Street, I984), los NEL identificaron a la.,gran di- aislar o tratar como neutrales o solamente técnicos.
visión" como un modch aut(inomo de lo letrado y pro- Los Nrr proponen una serie de herramientas teóri-
pusieron un modelo mucho más político. Mientras que cas para investigar la literacidad como práctica social
(Barton, 1994; Street, 2000; Barton y Hamilton, 2000).
la "gran división" planteaba caracterÍsticas inherentes
a la oralidad y a la literacidad, esta perspectiva propuso El domínio l¿trado constituye un contexto estructurado
que las caracteristicas que supuestamente e¡an inhe- ion patrones regulares y recurentes dentro de los cuales
rentes a la escritura e¡an sólo convenciones de una la literacidad se usa y se aprende. Estos contextos se
práctica letrada de un sector dominante de la sociedad: asocian con instituciones como el hogar, el trabajo, la
el sector e§colarizado. En efecto, el modelo aurónomo escuela o la iglesia, donde se promueven definiciones
parte de una escrirura tipo ensayo.(la cual es ,,la escri- particulares de Io letrado y se actualüan prácticas letradas
tura") y produce una gran generalización de lo que especÍficas. [a idea de los NeL es que hay dilerentes prác-
realmente constituye una práctica de una cultura espe- ticas letradas en diferentes dominios de la vida social.
cÍfica. De acuerdo con los urL, lo que los artor.s d" l, En ese sentido, por cvcn¿o btrado se entiende cual-
"gran división" hicieron fue abstraer sus hallazgop quier actividad comunicativa donde lo letrado curnple
de
las condiciones sociales que Ias produleron y aáemás un rol (como leer el perródico, hacer una hsta para el
proponer un estatus asocial mercado, contar un cuento) que funciona colno marco
-y superior_ para sus propias general para el análisis más detallado de los usos de la
convenciones como si sólo un ripo
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vernáculas en contextos diversos. Algunos ejemplos se pueden en-
cias e ideologÍas y t" iime's" tn 'p*
Io cultural'
cont¡ar en el volumen ediudo por Street (1993) o por Banon y lvanic "'ttutt"'utt
y la palahra oral §'la forma
(199i) y para el caso de América l-atina (el Peru de manera especifica), los usos de la palabra escnta
no se aliucan en
en el volumen editado por Zavala. Niño-Murcia y Ames (2004). en que Io oial y lo escrito se "l'cio""n)
42
ur I L(,ttl,tuull¡ unlolnlenslonal slno qlle se maniliestan de CePiruro 3
formas comple.¡as y multidimensionales. Además del fac- El eNÁrtsls DEL DlscuRso
tor de formahdad, fhctores culturales de otro tipo (como
las relaciones de género, el valor de lo sagrado, la forma
de percibir la conrunrcacrón cara a cara, etc.) rnciden no
sólo en múltiples usos de lo oral y lo letrado sino también
en múltiples trpos de relaciones entre ambos.
Estas discusiones sobre las relaciones entre la ora-
lidad y la literacidad no son sólo de interés académico
sino que inciden en el sentido común más aceptado y
los distin-
también en polÍticas educativas concretas. Por ejemplo, En este capÍtulo vamos a argumentar que
el hecho de que en el Peru los analfabetos no hayan teni- tos enfoques del an¿ilisis dcl dtscurso
tienen como base
do derecho a votar sino hasta 1979 esconde la creencia de naradigmas Iingüisticos diversos que
proveen asunclo-
que sóIo con la escritura el hombre puede tener capaci- n", dii.r"nr.t sobre la naturaleza general del lenguaje
dad de opinión polÍtica y que, por ende, un analfabeto no y, más especÍficamente, sobre la relación entre
el lengua-
(Schilfrin, 1994) A continuación
tiene absolutamente nada que decir en el contexto de la
i. y .l cont.*to social
nación. En efecto, muchas de las reflexrones provenientes ,.r.nu.a.no, las características más importantes de los
de la "gran diüsión" son el sustento de influyentes mitos dos grandes paradigmas de la lingüística contemporá-
Que se denvan de los postulados sobre supuestas diferen- n.^ ! "*ph.^r"-oi 1, it flu"ncia que ha tenido cada
cias cognitivas y pslcológicas entre poblaciones letradas e uno i" .ilo, en las diferentes Perspectivas del
análisis
iletradas y sobre el impacto (lue esto deberÍa tener en el del discurso.
desarrollo económico y social de los pueblos. El paradigma más antiguo es e1 formalista' que
Consideramos finalmente que concebir la pluralidad concibe el lenguaje como un fenómeno mental y como
de lq letrado como histónca y culturalmente construida y, un sistema autónomo, homogéneo y uniforme que ca-
por lo tanto, como inserta en relaciones de poder es sus- si se reduce sólo al aspecto gramatical del mismo Es-
tancial para dilucidar las maneras en que sólo algunas [or- te paradigma se concentra en el código y argumenta
'lenguaje
mas de escrito y oral conllevan autoridad en qr. lu, t r.,cio.,es sociales del lenguaje no infiuyen en
contextos institucionales y proveen mayor acceso a recur- la organización interna de la gramática' La perspectrva
sos y a oportunidades. Queda claro que lo oral y Io escri- que representa esta postura es aquella de la gramática
to están entretejidos en las ideologÍas sociales y que en generativa proPuesta por Noam Chomsky'
- le
sus usos entran enjuego las relaciones de poder y las ine- Po, otro laáo, el paradigma funcionalrsta prionza
quidades de la uda social. estmctura del habla y, Por tanfo' se encarga de estucllar
+4 +5
-L-