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102 ARNDT BRI.

]NI)ECKE

de comunicación y dominio pre6gurrdo cn el proceso inquisitivo ya II.


anticipa la scperación de votación y poder de eiecución quc se arri
buye a la fasc 6nal de l, form¡ción del Estado. Aunque cn cscenarios Er senrn coMo posrulADo DEL soBERANo
pequeños, micropolíticos: ahor¡ se podía dirimir el conflicto social,
practicnr ln "polírica" como entrcga de un me¡o "voro" o una me¡a
"voz" sin quc a esa palabra le siguicra necesariamentc rrll acto! al cor;-
liun un auxiliun. c' deci'. .rl quc iomo pcrsor: sc r uv:cr,r quc porr -
el cuerpo por lo dicho. Los mecanisnos inquisitivos desplegaron u,r
amplio efecto por su inserción en divcrsos procedimicntos de coltrol
y administración, como cl de la visita. Aqui había que analizarlos so-
bre todo porque también marcaron cl intcrcambio de infonnación en
eldominio colonial, del que nos ocuparcmos más adelantc.
En la praxis, la separación de la voz y la persona se produjo me
diante rur m¿rcado uso d" 1a csc'itura fo.malizada. Las ¡ctas dc 1os Es momcnto dc de6nir, más allá de todas las iclc¡liz¡ciones del sa-
interrogatorios labradas por notarios efectuaron ese t¡¿sl¡clo de las ber del sobcrano, qué función conc¡eta tenía una rcferencia expresa
declaracioncs subjedvas a la validcz objetiva en 1a que las decisiones al sal¡e¡ cn el lcnguale del rcy y de la administración. La expresión
judiciales basrban después su prcrcnsión de imparcialidrd. También 'entcra notic¡a", por eiemplo, cra muy corriente cn la España de co-
con esre modo dc dcsplazamie¡to dc la validez acompañado de pro- micnzos del siglo xvr. Se encucntrr cspecialmente cn la ¡lta lite¡atura,
cesos formrlizados de puesta por cscrito, de transformación de'inte- por cjcmplo en La Celestina (primcra edición, 1499) de Fernando de
rcses" en "inform¡ciones", volvercmos a encont¡a¡nos cn la situación Rojas, cn la novela pic^resca Ldzatillo tle Tornes (155a)1 y et Cer
colonial. Estc modo dcfría allí el rc¡ring epistémico dc h:utoridad, vantes. Pero ¿llí "entera notici¡" por lo general designa simplemente
sus oportunidrdes dc obrener información sobre súbditos lejanos y el "conocimienro ampiio" que alguier puede tener de otrá persona o
espacios pcriféricos. No obstanre, primcro habrá que examinar a qué sobre una cosa.: Do» Quijotc, por ejemplo, se pavonea antc Sáncho
estatus aspiraban los documcntos que declaraban explícitamcntc ba Panza, dc lo que sabe sobrc las historias de c¿balleros diciendo: "de
sarse e¡ un conocimiento amplio dcl soberano. cuyas historias yo tengo entera noticia".' Lo quc aquí falta y en nucs-
tro contexto sigue necesitando una explicación cs cómo sevincula csta
expre<ión con tLrnciones concrct¡s de gobrern" o con un progr¡ma
polrtico-.rdrrin:srr ;ri,o. orr..pondicnre Por c'o rcvisr« mo'.r p.rrt:r
de cuándo y con quéfunción aparecicron tales fórmulas cn declaracio-
nes oGciales y se las integró a proccdimienros administrarivos. Con ese
6n nos ocuparemos p.imcro dc la traycctoria que dcscribc el concepto

1. RolAs, (?/dhd, p.262 kloceno altoli ¿¿z¿rllo. p.89.


2. Por.onsi$icnic, ¿,rel¿,o¡i.i¿ h,ntJié¡ sepodíausa. e¡ co¡np¡rati"o,lo cualcstá
ilusnJo por üm formulición Jc lldnáú Cortés or su 5" Crrta de Reláción, dcl
3 dc sqriu¡trre Je l526, do',du tiicc: nediero¡ másc¡¡cr¡ noti.ia", cf. CoirÉs,

(luv^N,,'\ S^^!¡]n,^, D,, (¿,rol.,.rp. XV p. ¡6.1.


IC1 AIINI)I' IJIII,]NDI]CKI] EL SABER COMO P()SI'UI-AI)O I]I]L SOBERANO 105

de nrformación a 6nes de la Edad Media, y luego, sucesivamente, de evídentit, ener¿eia o hypor,pot:, es dccir, la Posibilidad de represen-
las fótmulas ex cetta sciertra y "somos informádos", habioales en do- r¡rse mentilmente una cosa o persona lcjana.s En esta tradición reró
cumento§ y c¡rras. rica ya sc pone de relievc lo quc cfectúa una ;r/orrrrrio como medio,
puesto que se la entendía como un recurso que presenta lo que está
lejos como si cstuviera presentc.'
l. INTEGRA rNFoRMATtor ¡,RocEDrMrriNTos !M?í cos DE LA EDAD Esre vínculo del concepto dc información t¿nto con l¿ semántica
MEDIA TARDí,t dc descríptio y definitio corno con una función mcdial de presentiza
ción de Io renoto parece h¡ber f:lt¡clo en la Edrd Media y sólo en el
Más aún que con el conccpto dc sabcr iue cor el concepto de infor- .iglo :.rv rol'ió. cobur :mpon.rncir r.ípid.rmc,,rc. \ctsun p¿reLe con
mación como se nrscribió en cl uso de la lengua una pretensión espe- el vierto de col¿ de la ¡ueva fornra ploccsal per ínquísitionem. Esto
cí6ca de racionalidad y legitirridad. Esto tiene razones históricas ¡ sucedió en el entomo de los papas y en conexión cor dos dPos de
por eso, aquí nos ocuparemos brevemente de la evolución del campo procedimiento muy similarcs en su estrucrura, que apuntaban areunir
sernánt;,co informatio / informate y de los procedimientos adminis- "infon¡aciones" en el marco de una invcstigación, ya sea sobre un
trativos relacionados con csos términos.a En l¿tín clásico, infonnatio deren¡inado territo¡io o sobrc candidatos para cargos y diglidades
remite al proceso de dar forma,lo cualpodíatener un senrido mareri¡l eclesiástic¡s.
concreto, pero también podía scr usado liguradamcnre en rérminos El primer tipo de procedinic*o,h. iafornario de statu,el"ade¡t
de lógica del conocimicnro y pcdagogía, cs dccir, con cl signiGcado dc trraleza política y generaba un infornre de situ¡ción. El testimonio
"enseñar" e "instruir".' Como concepto juríd;co infornat¡o no csrá más antiguo quc se puede identilic¡r cs la investigación de la siruación
en cl antiguo Derecho lornano; curiosamcntc, aparece en el Derecho polftica en la marca de Ancona, la llamada 1z/ozr.ttio stat s marchíe
visigodo de 6nes del siglo v¡r, rcdactado en latín, con el sentido de un¡ inconi¡ane, ordelada cn 1341 por cl papa cisterciense Bcncdicro XII.'"
comunicación que reEere el rcsultado de un proceso,6 para después Infornatio designa aqrí, por una partc, el proceso de consulm de los
ligurar nuevamente corr elsenticlo clásico de "enseña¡" e "inst¡uir" en interlocuto¡es locales dc la lglesia, quc cl legxdo de Bencdicto llevó
el Deoeto de Graciano, de ¡lrcdedor de 1140. De modo que práctica- ¿ cabo mcdianre un c¡tálogo de prcguntas (informatío facere, se in
mente no hay un uso del concepto "moderno" de i¡formación en los
formare); por otra pzne, tambión dcsigna cl info¡me resu]tante. Los
rcxros jurídicos normativos, pcro sí lo hay desde la Antigriedad rardía adjetivos quc se agregan señalan un alto grado de conÉabilidad, así
en relación con ia retó¡ica, Cice¡ót ¡odavía erterLáia por infamatio como -y aquí surge tambiélr un concepto dc "cnre¡a noticil" en lad11
una delinición de caráctcr jurídico o la aclaración del significado dc la integridad de 1a in{orm¿ción: "vcra pura er irtcgr: informatio".'l
una palabra.T Postcrior rrrcntc, Casiodoro cmplc^ informátio a coll;ci-
zos del siglo vr d.C. para explicar cl concepto griego de Xopcrt¡pro¡róg
(cbarahterismós). Lo quc lc intclcsaba cra el principio retórico de l¡
8. "inforñat¡o v¿ldcsdptio, quae sivc rcn ¡bscntem sive pcsonam spirituatibus
@lis submnisrafl. Cf. Cs¡oDoRo, ¿tpot¿@, 183. Sobrc @i¿eit¡a, ¿turgei.
y eneryci¿ cf. MnLLr ,'Er;den¡ia"; L^usBlinc, H¿,/,,cr, § 818i BÉNEcru¡"
'I¡fo.máiion ", col. 176.
4. Sobre el co.cepro d€ inforñación cl BftNDE.XE/FR¡EDRrcH/FR¡roR,cH, /r/or- sobrc orru do.ume¡rácioncs de €sc uso cn lá Edad Media y a comiezos de la
Edad Mo<le.na ci BúNDEcxtr/FRIüDRtcH/rR¡EDR¡cr, /,/oñdtion, p- 27.
5. C{. ,l rcsp¿.ro C^pú RRo, l rloñdtio,, pp. t6 49t sobre cl lárí., iLi¿. pp. 50'91- BENDECKE/F{¡EDi'CH/FR|EDR|.H. lrloñd¡ioi, p- 22- Respcto de ales pro-
6- B¡dDrcxE/F¡rEDRrcH /l \\:DRt.tt, I"fotuatio", p.2t - ccdimicntos hay quc mencion¡r h tcmprin. lrquitnio Vicccomiom itglaa, de
7. CtcrRóN, Pa niones o/a¡,&., XXIX, 102. Alrespsro d. CÁpuRRo, /'y'o,d I170, estudi¡dá por: BtauRoy, "Cc¡rilisatn r".
,/¡r, pp. 86-90i r)brc d u$ rniisuD Jr h prlibr¡ rn H.ncril B¡|RN Pc Klx, " lnl¡r . < llrip://ccn¡ri.!niv.irlr¡rlincr/inf,»*iolprsinc/cdizione.htm > (úhima visir¡:
o¡tbn". ü,1. l/6. 25/7/2O12).
ARNI)tllttLNDtÍ:(tl llt sABER C( )N1() POSI U l.A DO Dht. S()UFRAN() 147

Quc esta investigrción dc la marca de Anco,ra h¿ya sido ordena- la lógica del pxtor o del juez, que tiene que impedir la calamidad y
da prccisamenre por Benedicro XIl, requiere un comenrario. Como velar por la justicia. Este lector leía secret¡mente y con cl inte¡és del
cistercicnse, Benedicto estaba perfectamente familiarizado con ias político, que pr.rede actuer pero no tiene por qué hacerlo. Aquí surgc
prácticas de visira de su orden: cl envío de legados, el cxamen de una la 'infon¡¡ción" en el sentido de las representáciones modcnms de 1a
situación medi¡nte la consulta de restigos en serie eran habitualcs racionalidad política, como una rccopilación dc datos empíricos que
allí.rr Pero elpapa Benedicto tenía una segunda historia previa que no es neces¡rio sustituir de inmediato por urra scnrencia. sino que se
lo vincula con los exáme¡es en serie. Sicndo obispo de Pamier y puede archivar, reproccsar, leer o ignorar, en pocas palabrrs: que está
bajo su nombre civildeJacques Fourrie¡ habíaefectuado personal- disponible para potenciales aplicaciones y con6ere mayoL raciona
mente investigacioncs sobre l¡ ortodoxia dc habirantes de las tierras lidad al margen de acción en la mcdida en que puede aumentar el
albigenses del sur de Francia, y contribuido con sus rcgistros a que realismo de las decisiones,
el pueblo de Montailloü se convirtiera en una celebridad historio- A pesar de esta desvinculación de las obligaciones inmediatas de
gráfica.'r En consecuenci¿, tarnbién la Inquisiciól Papal medieval sanción, precisamcnte el concepto de informaciól siempre se mantu-
dirigida contra los herejes entra directamente en consideración vo muy ligado a las funciones. Esto se puede ver bien en cl ejemplo
como modelo del procedimiento de Bencdicto XII. Si pira inves- de unsegundo tipo de procedimiento, el'proceso info¡mativo" (p/o-
tigar la situación política de l¡ ma¡ca de Ancona Tacqucs Fournie¡ cessrs infornatious\. Con estos procesos se examinaba a los candida-
ya corno Benedicto Xll, toma en cuenta un procedimiento que se tos a cargos o dignidades superiores (por ejempio, juez de la Rota u
puede crli6car dc cmpírico por la consulta cn serie de inrerlocutores obispo) antcs de su posible designación, Io cual está demostrado en
locales y la redacc;ón de un acra con esas dcclaraciones, lo que hacc el ámbno de la curia a pardr del siglo xr y está ya muy documenra
es rasl¿dar al ámbi¡o de Io político un proccdimiento que antes cra do a 6nes de la Edad Mcdia. De mancra que los primeros procesos
familiar en el marco más est¡echo de los conrolcs monásticos o inforrr¡rivos ) ¡ ¡ nr:cipan clcmenro" del proccso inqLri':rivo. porque
dogmáticos.¡' en ellos se interrog¡b¡ e los testigos, con ayude de un catálogo dc
Lo importante es tener claro que esa transferencia del procedi- preguntas, sobre cl origen, la formación, la vida y la pcrsonalidad
micnto al ámbiro de lo político va acompañada de un corrimien¡o del de los candidatos, y si era una elección de obispo, tañbién sobrc
estatus del informe producido: micntras que en el c¿so dc l¿s visiras el estado dc l¿ diócesis. '' E1 examcn de los candidatos a dignidades
y de las inquisiciones se trarab¡ de tribunales móviles, que rccaban superiores no se limitaba a los vivos, sino quc afectaba también at
información para juzgar y sancionar dc inme diato, con las informa- procedimiento de canonización y beatilicación, para el quc también
tiones de státü sc gcneraba un informe que se p¡esenraba a una tcrcc- había que rcunir "información" sobre Ia vida y un mínimo de mila
ra insrancia (con frecuencia, central) en otro sitio, y allí no obligaba gros de los candidatos. '/Por lo tanto y a di{ercnci¿ de los informes
a romal una decisión.r5 Su lector no tenía necesid¡d de intervenir con dú,5¿¿lr, tenemos ¡quí un vínculo estrecho con una decisión que hay
que tomar, un procedimiento administrativo en clque informrrse rn
ri¿u sirve para que en la central se pueda tomar una dccisión de pcr-
I 12. Os¡iRsrE,"Nornicrung '. pp.320-327 . sonal. En todos estos casos se ordene un rclevamiento minucioso dc
ll- Elco,€epb de ü/oft"¡@ no ápficcc cn lasac¡¡sdela Inquisicnj¡¡, pcro scpuql. las informaciones y sc lo destaca co¡no base de le decisión.'3
¿octnen\.r el i inl;mdÍe, cf. DuvENoy. Á"s!,,c, p. 2l .
Beftdicto xll residió cn Aviñó¡ il úisño i;empo que Pcir¡r.., primer le.tor
conoc;do del^s pdt¡i¡¡anes ora¡oüa de C;ceróó. Cf. al rcspccro A¡srrLr(, C¿rlo
r6. JEDN. " Rclon¡ "; V¡r'7 ltLtN, ITeil¡lc, pp. 122 132; .[L¡ouscEE( "]Lcligiosiiá¡",
Si bicn lás visir¡s dc los cistocicnscs sc podí!ñ docu entar ¡or cscrito, hrsu cl p.5¡1.
s¡8b xrv no c.i ol,lis¡¡or¡o lú.cno. Conro cl visn¡dor cri un ¡¡cr D Jr,, li.s- t7. 5tt\r.2. Al¡stu,cn, p. t65; V¡.tsrrrN, ¡/c,/i8c, p- 54,1.
critur. toÍr úni li n¡liLltul cfí¡.ri. Cf. O rss i, yúi,aror, pp.52. tl I ss. lli. I;krD'rNsn,R(i, "lnirnmt¡vpR)zcssc", pf. 169, 175, l7lt, I82, 186.
t0ll ARNDI Bltl Nl )li( l\ll EI, SABLIT COMO POSTUI"ADO DEL SOBERANO

Es decir, que l: "información" cstá muy unida a l:r génesis de pro ambos casos los escritos lienen carácrer o6cial y el cotrcspondiente
cedimientos empíricos. Tan rnida que la palabra puede designar tanro formato, lo cual está girantizado Por el hecho de que en gcncrel los
el comienzo del procedimiento (el relev^m;cDto) como el documento redacta un escribano solicitado oficialmente y los P¡esent¡ ante uná
que le sigtre (elin{orme) o,porúltimo,la rnetr rnás absr¡cta del "estar i¡stitución ofcial. Un componenre usual de las informacioncs son
informado". "lnforn¡¿ción" remite a la secucncia entera del procedi los testimonios." Lo mismo ocurre con las informaciones de estado,
micnro, que va de la ernpiria (en el sentido dc obscrvación) al saber por ejemplo sobre una región determinada y su situación ecorrónrica'
(en cl scntido de conocimiento seguro). Esro sc pucdc mostrar muy Tamb;én ellas se basan principalmente en tesrimonios:r Todo ¡Pu¡1t¿,
claramc¡rte en el uso de los términos en cspañol a comienzos de la por lo tanto, a describir a una persona concreta, el dcsarrollo dc un
-hccho
Edad Moderna. Po¡ un a parte, información yz sirnboliza aquí en for o una situación cD una formá que no sólo subraye cl caráctcr
m¡ ¡bst¡acta el conocin,iento, lo cual sc pucde reconocer en el verbo verídico de la descripción en sí, sino que por el carácter jurídico del
informarse: por ejemplo, cuando cl arzobispo de México le asegura al documento abra la posibilidad de emplearlo en juicios, por ejernplo'
prcsidcrrte del Consejo dc Indias qle rntcs dc realizarun informe pre en e1 caso de tcner que proccder contra la malx ¿dministr¡ción de un
ciso quicrc procLrrar "inform¿rme bien dc todo", 1o que resuena aquí gobernador detcrmi¡ado. La llamada infotmación en derecbo cs un
no cs la ic{ca dc.," p'o."dimiento deñnido, sino la dc un conocimiento caso especial, quc sin embargo también se corresponde con un paso
lo más complcto posible que se quiere obtener por todas las vías de p.o""rd fo.".,.", potque constiuye una toma de posición jurídica de
quc sc dispone.'' Por otra parte, una información dcsigna también los ios abogados ante cltribunalque solía darse a conocerpara deiar claro
pasos intcnrredios o resuLados concretos dc proccdimientos de inves- el criterio jurídico dc la parte en cuestión.'?r
tigación administrativos o forenses, por cicmplo, actas de interrogato- Lo que se puede consignar hasta aquí es que el conccPto moderno
¡tos." El Diccionario de Ia Real Academia Española de 1734 equipa de infoimación está muy ligado con Ia rayectoria de procedimientos
ra después información con inqaniúo,b cual recuerda la prehistoria empíricos dc investigación, a me¡udo de naturaleza jurídica. Es un
co¡¡ún de arll¡os términos c¡ 1a plena Ed;rd Media.¿r En la Esprñr q.," aún hoy sugiere la con6abilidad y funcionalidrd que
"on..p,o
p.o,.ete garantizrlarplicaciónsistemáticadeprocedimientosforma-
de pr.inci¡rios de la Edad Modcma sc distingía ente infonnaciones
dc ofcio e informaciones de partes, dependicndo si la iniciativa par: iizudo" y 1" ttant{.reucia gradual del saber social a actas escritas, sin
realizar la invcstigación hubierr surgido de parte oicial o privada. En oue sc lc huel¿ l¿ i¡zq¡;srrro ion la qL,e e"a enp¡r enr¿do h:sróric¿men-
tr. L"u,rto,-^t,o ,"nite. .rdemá'. ¡ ob'cn ¿ciones cmpíri'rs lo cr'rrl
vuelve a plantear la pregunra por la solidez del saber cn la praxis del
dominio- En las doisecciones que siguen se considerará qué luncio-
Así lc.scribc Pcdro Moyá Coñt.€¡as (¡rzobispo de México) aJuan dc ovúdo
(prcsidentc dclConscjo de Ináid) en una cafli del2a d. marzode 1575, er BNE, nes tenía en el lenguajc político-administrativo de la premoclernidad la
Ms. 20285, 3, núm- 5, fol. 7. En csi io¿os lot c¡sos "quiero ser i¡fo¡mado" sc remi.ion explícita al sabcr o ¡ l¡ informaci"n.
pucdc nrerpmar modernamente cono 'quic.o quc s€ ne irfome". Múy riá
vcz sc encleÚa rod¡vÍ¿ en la corr€spondcrcia polilica ¡,/o,er e¡ €l se¡tido
dc 'inrruir", ct ¿l resp@ro, por ejcñplo, la Rc.l Códula dc la rein¡ tsabel del
16 dc abr¡l de l¡95, doñde expres¡ "porqúc nos qucrj¡¡ios hformárnos de le!
rados, tcólosos y @nonistd sicon búená conci.ncia sc pucdcn vcndcr e*os por Ct ur ejemplo tcnprano cr \NlEs.A, Kodn¿nti¿ñ¿ Ed¡ioz, p. 33; sobrc cl cues
¡ion¡,,o. ibrd. oo. I l0 -
csclavos', cf. Ko¡¡rz«¡, C¿le.dd,, t.1, pp.2 s. Sobrc los conceplos juridicos dc
u{ümrció einhffiecf.t nbié¡ PÉrEz \ Lór,tz, Tcd¡to, pp.350-369. t:l Cl. po, ., "l,f-m:ciúr de c'ádo .n qu, c'ub¿ .¡ ciud¿d dc l¿ Nucv¡
"j,.pi"
Z"mo.¡ i" Iuara*ib. ", .lo t ¿07. rcProdlci¿o en ARELTaNo MoR¡No, 'R¿l¿"o'er
t0 Cf. por ejc:rplo el acta de Ias declaraciones dc Go¡z¡lo ¡-criindez de Sán Pcdru
o.óe tafl.a' dc vcnc h{la, ar,- )ar'\ | 4.
sobrc lá c¡co¡nie¡da de ometcpcc yJlxtl¡húr.i. dc 1562, rms¡ilidi ol AGN, -"-''".,.nJ..' 1.,,".,,"l\úlondt,ú -enLC el
llistor;i, ¡. 410. crp. L It '\t.?n 'ler¿n Probábr' 'onrlc
P,r¡ ifrr;.á¡r, fp(, irii dr r.'",;r. sot,. ", u'" .n l' iuld'cr Jc hrbl¡
Ditr»atu k ld lc gpa cdstc dna lu¡tnitl, t73a), p 167; .lr¡o!«Il ri k, " Rcligi' 'on¡
osiin", f. 5rrj'¡in,s.HriR, ¿tziihhq RrLb!. p 46. nr^ni cf. ¡cual,¡.iro |^r.x, C,xilú.
I I0 ARNDT BR¡NDECKI] LL SABER COMO POSTULADO DEL SOBERANO lIl

2, Ex ct¡rt sctr¡¡¡tt: t¡ ns¡¡tsrór¡ ¡.nsoLu¡rsrA AL sABrR restaba a todo oro documento quepudicr¡ habc¡ sido cursado
"¡lidez
ya e¡ ese scÍtido.
Porsupuesto que hacer sólo unareferencia globalaun conocimien-
El concepto dc srieaaü revivió a fines de la Edad Media. Lo decisivo to seguro cn |:gar de la mención explícita de las decisiones previas era,
es que, en latradición aristoúlica, so..arir sc convirtió en un concepto
de hecho, una señal de que el papa más bien zo poseía un conocimicn-
que marca la exclusividad de un saber detcrminado: el del "saber por to complcto de las disposiciones antcriores, y por cso t¿mpoco Podía
las causas". Por consiguicnte, i¿i¿r¿ü se opone en principio al "saber rnencionarlas explícitamcnte. No obstanre, su nucv: disposición deja-
empírico", es deci¡ a un "saber por observación", aun cuando ya tem ba sin vigor todos los dercchos más viejos: e, certa scientia era,porlo
pranamente hubo ampliaciones del concepro, por. ejempJo cn dircc- tanto, un¡ fórmula de derogación que anulaba la validez de pretensio-
ción un^ scientü ex?eriment"zlis (Roger Bacon). No obstante, no nos nes lcgalcs eventualrnenre existentes.
^
dedicaremos aquí a revisar el uso gue se ha hecho del concepto en la Por lo tanto, lo que a prirncra vista parecc un vinculo expreso con
Filosofía o en la Historia de las ciencias, sino su función en el lenguaje un conocimiento existenre, signi6ca en elfondo que se hace cesartodo
dc Lx doo,menro¡ derecho vigente con anterioridad; es, en consccuencia, ün acto de ar_
En cstc sentido, en la tcnninología dc los documentos papales lla, bitrariedac{ "imperativo-¡bsolutist¿" del papa.r" Lo decisivo no er;L
ma La atcnción, a parrir de 6nes del siglo xrr, la fórmula coflforme a el "saber seguro" sino una "voluntad absoluu". La fórm.olr ex certa
la cual el papa decide ex certa scientia ("da ciencia cierta"). ¿Qué hay scientk ¡at¡hiÉn e¡tra, en consecuencia, e¡ l¡ serie de formulaciorrcs
detrás de es¿ fórmula?':i Los registros papalcs de la plena Edad Me que ponían de relieve la soberanía de la decisión del goberlante':7
dia funcionaban todavía de un modo sumamente incompleto, pero al tanto en cl lenguaje eclesiástico como, cn definitiva, en el terren¿l dcl
mismo tiempo y en el proceso de cenrralización de la lglesia la curia Derecho y la administración. En elSrcro Imperio las fórmulas análo-
teníá que tomar cada vez más decisiones. Como resultado se produ-
sas soo habiúáles a partir dcl siglo xrv.'?3 En Fr¡ncia, ya en 1103, sc
cían duplicaciones y contradicciones, es decir, que una decisión papal destau por primcra vez en.ulna ar.loltndnce del tey si certa scienti4)e
sc oponia a otra tomada ya con anterioridad. Se otorgaban, por ejem- y rodavía en el Dictiannaire de l'Académie Frungaic d.c 1694 se dicc
plo, prebendas a varios pretendienres o se delegab¡un caso a distintos bajo el térrnino "scientia" cn segundo lugar: "Dans les Edits & Dc-
iucces. Como en tales casos cada uno de los afecmdos podía invocar clarations du Ro¡ la formulc ordinare est, Dc nostre certáine sciencc,
un dccreto papal, había quc regular quó dccrcto valía. Bajo Alcjandro pleine puissance tt authoritó Royalle".r'oEl cquiv¡lente castellano de
III (1159-1181) se estipuló en cse senticlo que el último escriro cmirido la fónnuia ("propio motu, ciencia cierta y poclerío real absoluto") está
era el que tenía vigencia, pero só1o si allí sc hacía referencia cxpre
sa, en form¿ de una mentio specialis, a documentos con{eccionados
con enteriorid¡d. Si f¡ltaba la mención explícite había que considerar 26. H^c¡.N¡iD¡.R, "Probhne", p. 72.
que se estaba en presencia de un fraude. En ese caso, el que valía cra 27- G,'elori() Xlll orde¡ó, porcicmplo, !a relorma .lcl calcnd¡rio de I57l.on h fór
el documento emitido primero. No obfanre, en lugar de mencionar nuh corrcspondiente' Moru pro¡rio ct cx cena scicntia r»itunq!e delibc.¡rn,x
norn rc dc apo$olica. porcst is plcnin¡dine, h¡c rostm perpetuo válinri sinc
en forma explícim los escritos previos también se podía {ormular de rionc s*!imus, p.aecipin,us ct m¡ndanus", edindo cn 8¡ lktun ,liphnarun, p
manera global quc cl pap: actuaba e.rc certd scient;a. Un docun€nto 190.
i ciado de tal mane¡a crá, e¡ general, la cárrx de triunfo, porquc le 28. H^{i,rN,,DriR, Rcclrskr¡fa', rp.412-415. !ára 1i lórnuÁ Áe laplenxulo p"Lctta'
r¡j sc hr podido demosllar quc cor frecuencia cn cxigida por 16 proliás parrcs
in,¡crmcs pan argunr h valiJez lurídica de sus pri"ihsios. cf. lsEN
^NN,
'' KinriB", p.85.
Nonre cerr¡in. scico.c", p. I 34. sobre h discus;ón del dBumcnto de la
K RvN¡iN, "
25. Ll^crNEDri, "Prolrlc,¡."i I-l^cDNrD¿r, "Rc.[§kritr"; tambiér ERv¡N. ,ra.rr, .cr¡¿ rdr¡ücn Fmnci¡ cf. hn¡bién ScBrt.L¡Nc, N,»r.¡z s.
tp/iú¿,pp.63-66. "n8, PP.32,
Di.ú»»¡¡ir. llc l'Aú¿|"¡tu rút rxú¿ (Paris, 169'l), t.2, p.447.
112 ARND'I' B11[NDECK]] FI, SABER COMO I'OSTULADO DLL SOBERANO 1tl

docuncrtadoapartirdeiasegundamitaddcl sigloxrv.r'Sigrilicativa- de información. Er primcrlugar, servíapara subrayar la responsividad


mcnte, la fó¡mul¿ cobró irrlportancia bajo el débjl rehado de En¡ique del poder En segurdo Iugar, dcstacaba su racionalidad y procedimen-
IV, que le había pasado 1as riendas dcl podcr a su favo¡ito, Alv¡¡o talidad, y por consiguientc la legitnnidad formal de las decisio¡es. En
de Luna. Las corres castellar,as sc opüsieron vehemeniemenre ¿ esa rercer lugar podía desligar de prctensioncs lcgales de m¿ne¡¡ similar a
fórmul¿ en 1442 en Valladolicl, más aún: proclamaron una suerre de lo 1uc .u. cdu; a en clc*o de l" "o,-1,1, ' , r ¡ a. i"ntia .\ en,urtto
"
"contraderogación": las ordeuanzas del rey que incluyeran el "er cicr lugar era un modo de aumentar las posibilida<les dc que las órdenes de
ta ciencia" debían se¡ corsideradas nulas por principio.r: La fórmula la autoridad se curnplieran.
aparece todavía bajo Carlos V, pero ya desaparece por completo dc las Respccto de 1a primera función, la responsivitlad, hay que hacer
cartas realcs bajo Felipe II.ir re{erencia a la l"rga tradición de fórmulas epistolares análogas. En 1a
Ed¿d Media, ta¡to cn 1a correspondencia papal como e¡ la real sc lcc
con frecuenda quc algo ha llegado poco anres a oídos delpapa o dcl
3. Sc¡lros rr¡orl¡,roos, EL Acop]-,lr'r!NTo DE TNFoRMACTóN rey ("ad aures nostras pencnit nuper") o que ha llegado a su conoci-
miento ('ad notitiam rostram pcrvcnit"). Trles {órmulas podían cuur-
plir Iunciones jurídicas especiales que se estipuleb¿n en los lib¡os de
Como hemos visto,los proccrlimientos eurpíricos de obrención de jn fó¡mulas de l:s cancillerías.r' ?ero con irdcpcrdencia de las funciones
formatio sutgldos en cl ámbjto de la curia apuntaban a disponer de formulares especiales, se h¿llan tar¡bié¡ en ca¡tas de hs auroridades
un inforrne de situación o a 11egar a una decisión sobre el personal. eclesiásticas y temporales, y en esos casos hay qnc interpretarlas como
De manera quc aquí, efectivamente, se operacionalizó 1a mct¿ de ia un eler¡erto rctórico cuya {unción er:r evocar la imaget dc un diálo
información amplia, y se 1o lizo respetando la secuencia dc los pa- go.r5 No cs que de esamane¡ael ¿u¡or selibe¡ara, en primcrlug:r, de la
sos pr occdimentales. Inlo tmatio padía desiglaÍ tanto cl comie¡zo del sospecha de ignorancia, destacando que disponía de una ¡oticia con
proccso (ei reievamiento) como su resultado intcrmedio (el inforne) c¡et¿ o de un conocimicnto cxacto! sino que se libe¡aba, sobre toc{o,
o Én¿1mc¡te, en te¡ce¡ luga6 la meta deciarada dcl proceso (estar ir de Ia sospecha de nrtronisiór arbnraria en asuntos locales. Daba h
fomado). Esto explicano solamentela difc¡c¡cia entre "jnfo¡mación" impresión de que lo suyo cra um reacción, una respuesta a anomalías
y "saber" en el uso de la lengua dc 1os documentos del poder en la o exigencias locales que le habia¡ sido anunciadas. Lo que se insinua-
pLemodernidad, sino tanbién 1as diferentes connotaciones de legiti ba, crtonces, era un bucle comunicativo dondc la cenrr¿l únic¿mente
¡nffión de ambos campos scrnánticos. Saber remite, en el senddo de la
tradición aris¡oté1ica, a las carxas; información, ¿ un conocimienro dc
circunstancias empíricas adquirido en f orma procedimental. 14. Hay mlchos ejeúploscnlos rcgistros sobrelederlco I B¡.bar.olao elpapá Cre
Con esto queda definid¡ la semánrica de "info¡naciól" en el ¡¡ar- gorio VIl, pero iañbión cn c1 caso del ¡apa Gregorio e] Grande esa ftrmnla ya
erahabnual, como Lo de»uesran numerosos pasajes en los volún¿¡6 ¿e resisüo
co de dererminados procedimientos y denominaciones docunc¡tales.
epistolar ác )os Monamanu Geñdhee Hi'toiú. u¡ casa cs¡ccial en el lens¡aje
¿Pero qué función tení¿ 1¿ aftmación de estrr info¡mado, el "sor¡os dc las fórmuhs papales lo con$nuye el "ad audienriam nostam peroit', que
infon¡ados', en el rna¡co del lenguaje político coticliano? Aqui es rre norn¿lnc¡tc no se refe¡e al"oído" delpaplsino xla nN¡anciajudiclal de La Rota.
cesario diferenciar, por lo menos, cuatro funciones de esre postulado Sobrc L.s apli.¡ciones de esla fómu1a en el lcnguajc adnin;¡raivo de la Rol¿ct
Hi,ru!, "Andi¿úi¿. U¡rcsuclunge¡", t. 1, pp. 11 (nota:r9).251,258,273,275
177, 2',t9, 285,314.
15. A d;fcrcncix, por cjcmplo, del "l;benti animo et spontanea voluntrte dono", guc
lr, CoLMEtRo, Constnución. p.257. Ejenplos er Dros, "Opem.iotr", p.29J. o¡ los,loc¡¡,c¡tos Lcalcs ar¡goúcses delsisjoxl ñus. cn h erpositio de los privi
12. CoLMET¡o, Co,J¡n,.ió,, pp. 178 s. lcgios cúrxlo ósos vnr «,rl¡r ,x por puto livor dclrcy (¡or causa dc gncia) ¡
ll. S,(N cH.z " Póderío ", p. 443; ci. t¡nrtriúr N^Drr, 'Thc ¡r)rc úrD muncs ', no o¡ vl,rurl rlc *r'vlci"s co,rcrdos. (lf. Utrrf-o ARr¡r . Calcc.ión di?lat á¡id,
^Gr6rÁ, tro,
P,216. |,
t 1.t ARNDT BREND]]CK! IL SABER COMO POSTULADO DDL SOtsE]tANO ]l5

era el procesador de problemas 1oca1es. En el lengraje documental cs


En relación co¡ el sabcr, lo primero que h:ry que resaltar es qr,e las
pañol esre tipo de responsividad se destac¿b¿ a rretudo exponieudo fórmulas responsivas tenían prtucipalmente la función de legitimación
prinero las circrnstancias, después de un "porcuanto", yexplicitando de1 dominio. No preanunciaban una idea, cual<luiera gue {uera su na-
lucgo la orden, después de un "por tanto".r6 Aquí se puede volver a turaleza, de disponibilidad burocrática sobre conocimientos especiÁ-
cos. Esros últimos ni siquiera se mencionaban. Todo lo conrrario: lla
aludir al rol del pastor, que debía intervenir dado su dcber de ol¡¡ar
ma la atcnción que jamás se explicitara por medio dc quién y por qué
con diligcncia pastoral, o sc puede habla. de responsividad, en el len-
guaje dc la polirología moderna.r'¡ vía el papa o el rey había recibido la i¡fo¡¡¡ación. Si se ex¿mina el ior
La función de la responsividad es garantizar que los lepresentantes
mulario epistolar de los reyes de Castilla, muy a1 cor¡icnzo de la Edad
del poder mantienen su legitimidad ante los ojos de los representados,
Moderna, se ve quc, por lo general, solamente se nomb¡a al i"forman
te si es beneñcia¡io directo de la decisión re¿1, es decir, por ejemplo,
pues se pr,"de rcconocer que reaccionan a sus intereses y a la madfcs
en caso de privilegios para cont¡aer matrimonio o para hereda¡ o dc1
tación de sus inrereses. Resulta irteresante que el concepto de respon
sividad, aunque csbozado para las formas de gobicrno democráticas, permiso para buscar tesoros, para el que hay un formulario especiai
de 1¿ décad¿ de 1510." Si se tlataba en cambio de procedimientos de
también desc¡iba ace¡tadamente eiemenros y gestos particiPativos (la
escucha, la audiencia y 1as súplicas) de {ormas de dorn io premoder control, por ejemplo cuando se revisaba la gcstión de los corregidores
que se retimban, no debía r¡encionarsc el inlormante. Según ios libros
nas. Esta ci¡cunstancia evidencia quc dete¡minados clementos de la
de fómu1as, habia que limitarse a escribir: "Scpadcs que anos es fecha
culm¡a democrá¡ica se basan en expectativas relativamentc á11ti8uas de
relasión...".r0
un gobicrno justo. Un monarca quizá no rcpresente al pucblo, pero
en ocasiones del¡e escucira¡lo. A tal fin la cultura política prcmoderna
De modo quc a1 desrinarario del escrito solamente se lc conuni
riene sus escenalios de escucha (las audiencias), en los que sc atendía
c:ba 4ze el rey cstaba informado, pero se omiría d traaés Lle qaién 1,o
h¿bía sido. Tales formul¿ciones no sóio protegen a posibles dc,r",r-
escrupulosamcnte al nodo en que el monarca presraba oídos a quien
cianres, sino que suponen una cspecie de asimetría info¡mativ¿ a favor
exponíaaIgo. Dcl acto de escuchar podían surgir vínculos en el se¡tido
de ia central. Se sugiere con ellas quc el rey dispone de una plutalidad
de un deber quc e1 monarca ya no podia rechazar, razón por la cual se
de informantes y vías de información que 1o convier¡en en un obser-
1os puede entender como actos pcrfornativos de fundación de1 con
trato de gobierno.rs vador atento ¡ en última instancia, imprcdccible, de las circunst¿ncias
1oca1cs. El rey ve u oye 1o que sucede, el destinata¡io local de su ca¡ta
no ve a1 rey ni puede identificar sin luga. dudas a sus info¡mantes.
"
La "cegucra del rey", fáctica respecto de las ci¡cumtancias locales, se
lL. Al respecto, con diversos ejeúplos: GóMEZ GóMEZ,Foz¿,PP 202 210ilanbi¿r
invierte aquí rctóricamente, insinuando la existencia de uü rúñero di
D aMt.u¡, Iflperi"n, p. 47 .

t/ Los conceptos de rcsTozsoe


Pa\zt1:t. Abgear.l"ete, pp.28 s. Sobrc la histo.ia de fuso de obse,oado¡cs locales que ven allí "en lugar del rey".
-Responsive Demoltrade",
n¿s a Íes?ansi:"i¿a.J c[ . U¡PÉNDAHL !P. 89 94. Vayamos a Ia scgunda función de los posrulados bene ínformatus:
18. En cl caso de los rey$ spairoles se reqletiá, y D,¡bién se conratab¿, una esc!_ el argumento ex certa scíentia ya no aparece en la correspondencia
cha amable, tranquila y atcrta, cf. por ejem¡Lo e1 inforne del e¡viado veneciano
Giovanni Soranzo (1565) sobre Feli¡e lI: "nci cann:ino che fá d¡lh came¡a allx
cstudiad: de los reyes de España rclativa a la polftica colonial, pero el
cliesa dove ode la rncssa, piglia tune h supplicazioni che le vcnsono dare, c sc "somos informados" o "nos es fecha relaqión"a' ingresa a l¿ ¿rpositio
al.uno le vuol p¡.lare. si fe.nacotsaDene Pe.üd;lo.lL Dedesino usa nell'rxcir
della chi.sn I...1. Nel pre¡der Ic sr¡¡liche si d;mo*n con faccir nolto rllcgm, c sc
rispondc ad rlcuno. 1o L coL corcsi c genealiprroh", cl.F1rro. t:t¿ldzioni' t 8'
p.437. Obse,aació¡ dcSigismon.lo Cá!1lli.n 1570: "nrastr¡Jó nrMadid lIcliP!
19. Eslos cjcmplos sc cncx c¡tran en ARR'¡^S A¡¡aNz, " lórmulás ", pp. 60 101.
iIi A.B.l o iltÍi!o ncllá cortc, c taoile nollc ¡dicnzc, c asoolLr ognuno cor nrolLr 40. Cf. AÁuB^s ARMNZ, "¡ó.mulis". p.91.
pazicnzi",.f. PrRro, R¿l,2¿r^ 1.8, p.5oT Sobrc clt)odu'vir l¡r (lo h N(liúr.i¡ 4l. "Nos s fcch¡ rhtion" t)¡rc.escrla vÍiine más dtigra. Predomnra en las caras
¿r los Rcycs Ci!óli4¡. llsLocstí cx¡c¡srn,cntc docu¡rcnt¡tlo ú GoM^R¡zM^tíñ,
cl. (iiiRr() ,lirru, f|..16-14,
6 ARNDT ¡RI]NDI]CTI EL SABER COMO POSTUI,ADO DEL SOB! L\NO t17

dc dos fo¡mas epistolares de mírimo rango (la Real Cédu1a y la


1¿s apoyo. Conro hcmos visto, la fón¡u1a e¡ cet¿ s cientía sewía para des
Real Provisión).4: En ambas fo¡muiaciones se hace ¿1usión a un acto g",' pr, -m, r., rrrr.'.1".i';o' de l ..ond..io re' pr"v:.:.. ;ur<l, r o
tlc comunicación concrero, previo. Esto recuerda la semántica que sc se rrataba dc condiciones previas empíricas sino norn,rarivas. De modo
lubía vuelto usual cn el marco de los procedimientos eclesiásticos o que mientras fórmu1a ex certa scientia zptnraba a cortar, cr cuanto
1a
curiales de registro de irfonnación, y que destacabala cadena de pasos pode¡ vínculos existentes (y casi sin disimularlo),la cxistencia de ura
comunicativos o procedimentales quc culminaban en una decisión. Si ;nfurrnación parece súgerir que no se da una arbitrariedad, sino que las
se añade el deseo del rey de rccibir información ("quiero ser infor decisiones se b¿s¿n en hechos que han sido avcrigrados y asentados
mado"), que se mani6esta con frecuencia prccisamente en la co¡res por medio de un proceso Iormalizado. Aquí es necesario juzgar con
pondencia rrans:tlántica, la secuencia que resulta cs: 1a ¡ccesidad de cautela:por regla gencr al,nna ínformación é,e ninguna nanera conrie
in{ormación, el acro de informar ¡ por írltimo, la olde¡ conccbida ne únicamcntc "dcscripciones objetivas" de hechos empíricos. Con
sobre esa base. Algunas cartas explicitan esa secuencialidad, de modo sis¡e básic¿mcntc cn testimonios, y para 1os testigos constituye, por lo
quc, por ejemplo, se dice: "?orque quiero ser informado, os manclo tanto, una posibilidad de introducir sus propios intereses. El hecho dc
que [...] me nrformóis".+r En una carra de 1534 sobre la Éjaciór de 1os que ta1 cosa ocurra con un carácter jurídico y procedimcntal 1cs abre
límites provinciales de Nucva España, Carlos V aplaza expresamente a los involucrados la posibilidad de rasladar sus intereses suLjetivos a
la decisión quc dcbcrá ton,ar en ei futuro hast¿ que esté "enteramente un documento escrito ¿centuadamente objetivo, a mcrudo certificado
informado ".'r Ot¡a fórmula, por últino, cs el acoplamiento del estado por un escribano o un {uncionario.
de infoLnación que se ha alcauzado y la dccisión. La expresión habi La relación que existe entrc scientia e informacidn se muestra con
tual dice: "porque soy info.-ado os ,.""¿1o". roul c1a¡idad en una carta dc Ju an lI dc Castilla de I a3 9. En ella el rey
Los ejemplos de giros de esta índolc se ¡cmontan hasta el rein¿do pretendía fundamenta su dcrccho a cxpulsar person¿s de l¿ cor¡e a su
de los Reyes Católicos. Su ubicació¡ en 1a exposítio, cs dccir, inme a¡bitrio. Para cso conie¡za co¡ la fórmula de que tal cosa sucede "e
diatatrcnte antes de que se formule la orden propiamente dicha dc la cierta sciencia e poderio Real absoluto e de plenitudo meae potcsra-
autoridad (llgosltro), revela que condbuían a fundamenta¡ 1a deci tis", pcro luego destaca expresamente que éi puede romar esa decisión
sión."5 Esta función legitimadora de 1a info¡m¿ción tiene u¡ trasfondo "sin cognicion ¡i informacion".' Es decl¡ que el rey decidc a la vcz
tanto jurídico cono po1ítico. "por entera ciencia" y "sin in{or¡nación", lo cual no constituye una
Respecto de la terccra furción dcl "somos in{ormados", la jLrrídica, co¡t¡¿dicción sino un doble desligamicnto dc condiciones previas.
ya la distinción entre saient;a c infomatio nos ha dado a1gún punto de Iuan II derog:primero de¡echos anteriores ¿:c ¿erLascientía,y é,esptés
rechaza pretensiones más recienrcs dc un procedimiento ordinario,
por ejempio, escuchar y conoccr a los afectados (cognloór) o docu
mcntar 1as ci¡crurstancias específicas (íníonn,xción). Es decir, que se
Doc,me,ror, pássi,¡. Unayanant tenp.áúá en.áhlán se encuenr¡ c¡ u¡a ca¡ta dc
Fernando de Aúgó. a Miquel Cárbonell d€ 1496. Alli se dicc: 'Pr qumt nos es fcn
d. gr dc prcrcn.:on,. r" r'ro ger'.."1e, y ro-rrlvr. L ono concrer¡. )
relácio", cir. según't!t!, "Hisrotloa?{i^", p- 22. pcrsonales. Con ambas obsenaciones el rey subraya la independenc;a
42. LoRENzo CADAÁso, Doúmenta, pp.44,46,48t GóMrz Góñrz, Fatña,p.216. e jncondicionaiidad de la manifestación de su voluntad, si sc qticre: sri
.rl. ACi, Nléxico 1088, L. 2, fol. 9r9v: Re Cédul¿ de la rein¡ Isabel. u q de fet¡rero dc
1532.
44. "h¿r¿ tanto que cnier¡oente ynforoados probelnos nas adclantc lo quc con Co¡¡o cuata fu¡ción, ahora especi6camente política, dc1 postula-
venstr", cf. BME: Ms. &. II. 7, 65, t¡k. l6la 368b, aq¡i lol. 364b. Copi¿ dc un¡ do sonos infurnados, hay que mencionar finalmcnte cl potencial de
cédul¡ de C¿rlos v del20 dc febrcro dc 1514.
15. Es.lec;. que en !¿11nnrós diplonáticos hs fórmrhs tonos inlirnr¡dos" c¡Ln¡
.n l¡,dñ¿ro dc l.s circnm rci¡s pñxi¡ris. lir h .L¡rlo cii csl)iñoh s. h$li
46. S.,(ñ.r,rz Acrsr^, "Po¡crío", pf.446 s.
118 r\l{Nl)1 DRINI)LC\[ LI- SAIIrlll c()M() I)()Sl ULAIX) t)r,t S( )lr iRANr )

aumentar I¡s oportunidades de éxito de las ó¡dencs de la autoridad. Porque podrÍa ser quc por Yo ¡o ser l¡ien ormado, nandé despachar
El sonos informados se pucde lcel como fórmula no obttantíbus,gnc ¡lBun¡\ crrrá' p¿rá l¡s dich¡' Ind,¡\ en .á"o que vin¡c,( pc, iu,cio r nuó
indica quc cl rey ha tomado su decisión con conocimicnto de las cir tro scrvicio, yo vos mando que véais las rales cartas y las obedezcais, y cn
cunsrancias locales. Lo po"c cle reliere para no correr cl riesgo de que cuanro al cumpLnicnto nos lo háseis lueso s¡bcr para que sobre ello os
pero quc no sea eie.ur.r- cnvic a mandar lo que sc haga. Pero e¡ recibi€ndo nucstro segundo man
su orden scr obcde. id¿ de m.rncrr
'imbó'ic.r. dado, obedecedlas y co mplicllas enterane¡tecomo os lo cnviarea mand¡¡r
da en los hechos. Siguiendo cl principio jurídico c¡stcllano del "obe-
sin poner en dilacion algunr.'1
dézcase pcto no se cumpl:", de 6tes de 1a Edad Mcdia, se distinguía
entre cl ecro del reconocimiento ritual y solemne dc una orden (ole-
Hay que constatar, por lo tanto, que estc princi,plo del obed.ézcast
lerer) y su euténtica ejeatción (cumpl;r). Lz eiecuciórr de una orden
pero no se camplddcn;ngunA ¡nánera constituín una suerte de negativ.r
podía suspcnderse cuando había que considerar quc !¡ dich" orden
a cumplir la orden, corrosiva de la autoridad, con la que justarnentc
infringía cl Derecho local o quc con su cumplimicnto se ocasionarían
los súbditos de la lejana Arnórica se sustrajeran al brazo de la Coron¡,
d¿ños. La cláusula se basaba en la idca de que el rcy no podía que
sino Lrn principio jurídico quc el propio rey dcstacaba al comienzo
¡er el consecucnte daño o cl quebrxnt¿miento del Dcrccho existen¡e,
paLa flcxibilizar sus órdencs.5o Ese principio les abría ¿ los dcsdn¡h-
cs dccir, que probabiemen¡c h¡l¡ía tornado la decisiór ignorando las
rios la posibilidad de suspcnder el cumplimiento de órdcnes del rcy
circunsrancias o los de¡echos loc¡les.r'Só1o una vez quc se le habían
y evcnualmenre pedirle una rlodiGcación, considerardo las circuDs-
señal¡do cstas circunstancias y clre¡ conociéndolas, rcpctía su orden,
tancias y derechos preexistcntes locáles. De esa nanera podían conrri
había quc cumplirla.
buir, dicho positivamentc, a Ia coincidencia del Derecho y la realid:rtl
Por lo t:rnto, para no cunrplir una orden real h;rbír quc suponer
iurídica.
en el rcy un desconocimienro dc los hechos o un¡ modificación de la
Pero el abuso no se hizo esperar. Hubo funcion:rios det Nuevo
situación dc partida. La comprensión de este dé6cir de conocimienro
Ml:ndo que apro"echaron la posibilidad par: dcmora¡ o incluso omi
por panc dcl receptor cle la orden es lo que le hacía inrposible ejecurar
tir cl cunplimiento de las órdcles por ejemplo, dc las que protegíarr
la con bucn: conciencia (saloa conscientia). Si¡ embargo, al rey debía
a 1os indios-, de modo quc a 6nes de Ia déoda dc 1520 se comenz¿) .i
importarlc por regla general cl cumplimienro incondicion¿l de sus ins
plccisrr las circunstanci¡s: solamente en caso de pcligro dc "escánd:rl,
truccioncs. Dcsde su perspccriva,la a6rmación "scr informado" sirvc,
conocido o daño irreparablc" cstaba permirido suspender el cuñpli.
por lo tanto, para impedir quc se llegue a h presunción de ignorancia
mienro dc una o¡den real.sl
y par.l xumentar así las oportunidades de éxno de su orden.'3 En u¡a
Sin cmbargo, desistir porcompleto de los derechos de intervcncirin
Real CóduLa de 1508 en la quc el rey Fernando dest^ci cxpresamente
localcra imposible,lo cualse rel¡ciona fundamcntalmente conun prrF
ante Dicgo Colón, gobernador dc Cuba e hijo de Cristóbal Colón, su
blema estrtictural dcl doüirio en ln distarci¡ qLrc se puede obscrvrr
propio dcsconocimiento y él mismo lo estima como rizón para igno
ya cn la Antigüedad urdía, pero sobre todo cn cl proceso de centrr
r¿r l¡ ordcn localme"tc, muestra quc esre principio jr-lrídico dc acoplar
lización de ia lglesia dcl siglo xIr.5r Cada vez quc cl sol¡erano Leaccn,
el esrado dc conocimiento ¡, la ptetcnsión de v¡liclcz est¡b¡ vivo de
naba a una súplica, tenía quc contar con quc cl suplicante lo hubicr..r
ambos lados. Es imponantc prcstar atención a la difercncia que se hrce
entre obedeter y cumplir. El rcy cscribe:
.r! (( rl (i:Llu., JlL r i Jr¡..,,,¡,( LL ias,.()t)( )tN r t,r. t ]l'5, ] i\,- .,,
,.!r"',rlrr'l¡LrA¡/L)n , r. L.\",I riJ
T^u "Lc),", pp. 79 8li GoNzÁLrz ALoN«), li;nruh". Coú, 50 s,,lfrl,11.\i,i17r,i,,",1, ,., i,fi,L.L¡,,.,1,,"' ,,,,,,,rl,l,l.L',, \N. Á
^Nzoir¡rcu¡,
cjcnr!" t1c rpl;cación rcmniños ¡ h rspens;ón dc l¡¡rn,ibicnh dc cnconric¡Ll¡
p.r prúc ¿c I Ic, nán Co¡ús, .f. sI M rs(,ñ, ¿,.¿,¡i.,th, PP. 60 6l. ir ( lr,\\/!,r'r¡,','I!,,t)t, §l\i\fr\,\,1)rt,rt",¡r.r \t
N^rrr, - Ih(,no.c.o d¡ c,f.216. ,' ,\ rr, ,'r'iri, \1r,"',. /,'n,,, ,,ll',)!t,1,'r'
',t!.r,,.1.,,r'i,l',,
I _tc ARNDT BRENDECKI] EL SABLR COMO POSTULADO DI.]I- SOBERANO rlr

cngañado con hechos falsos (por ejemplo, sobre su pcrsona o sobre las pacidad de imponcr las órdenes conrrarrestando la eventual objeción
circunstancias ¡elarivas al objeto de lasúplica). Por eso se comenzaron de ¿o habcr cstado informado o haber estado ¡¡¡al info¡mado. Unavez
a inserta¡ en la conccsiirn de derechos y privilegios cláusuhs generales más, se trataba dc derogar el Derecho (local) existente y de adelanrarse
quc les permitían a los ftrncionarios localcs declarar nulas las disposi x la vez a objccio¡rcs que podían surgir de las circunstancias locales.
cioncs dcl soberano e¡ caso de subrepció» por prcscnt¡ción dc hechos Se trataba, por 1o tanto, del dominio como oportunidad de encontrar
f¿lsos. Esta reserva respccto dc la "verdad de las pcticiones" (¿'¿,i¿¿J obediencia a una ordcn, cn consonancia con la de6nición quc da Max
prerzzr)5i se encuenrra ya cn Zenón, emperador ronr¡no de Oricnte. §feber,'" de modo quc aquípodcmos rcconoccr de hecho una relación
E¡ 477 d.C. Zenón dispuso quc los rescriptos dc su administración causal, pero no entre'saber" y'poder", sino cntrc cl "postulado dc
únicamente tuvicran validez si la situación expuesta por el solicitante saber" y el "dominio".
cra verdadera-" Como cra imposible que el ernperador controlara tal Que sea así, cs decir, r¡ue las órdenes realcs tuvieran que apoyar-
cos: previamentc c r» ritr en todos los casos, con cst:r cláusula se per- se decididamenre en la a6rmación de que se b:rsaban en información,
mitió la inter-vención ,r posterio¡i de las ir,s¡ancias localcs. La disposi- rcmite dc un modo i¡uy especial ¿ la situación especí6ca del reino
ción fue incorporada al Deoeto de Graciana e ingrcsó dcsptés, b:jo el de Castilla- Justanrcnte en el caso de los rerritorios de ult¡amar ¡oda
papa Alejandro III, a Lr concepción jurídica dc Ios tescliptos papales decisión r*l sc apoyaba, cn rigor de verdad, cn la ignorancir perso-
cn formasumaria, ya quc sc considerabaquc csta rescrva respccto de la n¿l de los hcchos, dado que nuncá un rey esp¿ñolhabía visitado esos
verdad tcnía validez gcncr¡1. Se comenzaron ¿ cmitil rnandatos dc eje territorios.
cución con la condició¡ rlc quc solamente fuenl cumplidos en caso de
que los hcchos tueran ral como estaban indicados \si rcs na se babet).
Tales reseruas se convirticron 6nalmente en estándar dc los rescriptos
papales de ñnes dc h Edad Media. Ya que no err posiblc averiguar los
"verdaderos hechos" porque ia curia no podía conrprobar constante-
nTente las afirmacioncs sobre circüfftancias localcs o la calidad de los
prerendientes, se dcbía rcmarcar por lo menos quc cl dcrccho sobLe
k» privilegios obrenidos con subrepción cra precalio, es decir, que
caducaba si se descubría la falsed:d de sus prcsupucstos.55
A la luz de esta historia previa queda claro cl cstatus ambivalenre
\er inform¡do". El "somos in
de esta a6rmación forrnaldcl rey de
formados" comportaba una alusión a la fragilid¿d dcl conocimicnto
que se tenía, señalaba el hecho dc qLre el soberano dcpcndía de infor
mantes y contcmplaba asi la posibilidad del error y la contradicción.
No obstante, por rcgla gcner¡1, se lo usaba más bicn prra aumentar las
oportunidades de implcrrertación de las ó¡denes rcrlcs. lgual que el
cr ceta scientia,el somos infornaclos debia lu'tte ¡tar cn csc caso la ca

51. H^cENEDEr, "RecIGkr¡f r", p.,l+1. 56. "Detc eNcndc,sc por 'donrnri.ión', dc,cucrdó con l¡ dcñnición ya d¡d¡ t...1,
54. "s¡ prcccs v.rirntc ni¡untu i', dicc cn Cod L21.7 pi, lucBl) D.ieto de Cu.idno c. li pnnñL,ilnlid (lc oronh. obcd¡cnci¡ d.nrro J. !¡ srupo dctermimdo prra
25 9. 2 p... l6 (§8), .n. $cgú¡ LI^c.Nri Dt¡, " Rcchtskmft ", pp. 401 s. mrnd os osPr.ifiLos () p¡r¡ r ¡ cl¡sc ¿c nr¡nthk's)" (wF¡rR. w¡t'chdÍt Dl
55. Mís der¡llN ilrcspc.r,,.¡ I l¡rirrNrrDrR, "R.úl skmtr", pp.404-406. G6tll'ú4i, t- t22ltinro,,tt! hc¡t.la¿.r. t/ol).
Iil.
P,q.sros r,<¡ n r,rL MUNDo.
El s¿ r 'll,r r, lpls'r'Élvrtco DE I,A (]o R]'I-

"Los cortcsanos dice Doa Quijote-, sin salir de sus aposentos ni de


1os umb¡ales dc 1a corte, se pasean po. todo el mundo miLando un
mapa, sin costallcs blanca, ni padecer calor ri {río, haml¡re ni sed".'
La idea de ponet cl mundo adisposición de todos a través de su repte
sen¡ación medial ¡o cra desconocida en la te¡rprana Edad Moderna
Sc puede encontrar en 1a popularidad de los gal,inetcs de curiosida
des y los relaros de r.iajes, de los mapas y los globos, pelo también
cn diversas modificacioncs menores del uso político dc ia cscriurra y
1a nnagen. En España, con independencia de la expansión atlántica,
yr se disponia a comienzos de la Edad Modern: temprana de largas
t¡adiciones cn e1 ámbito de la escritura pragmática, de la expansión
mediterránca y del saber cortesauo. Cuando Jaime l, rey de Aragón,
conde de Barcclona, conquistador y rey dc Valencia y de las Baleares,
murió en 1276, dcjó un archivo que por sr, e imporrancia ha
"olunen
sido comparado con 1os registros papales.'En 1a segrinda mitad del
siglo xrrr, cuando los nolinos de papel de los árabcs quedaron en los
tcrritorios dominados por Jaime I Úas 1:r to¡ra de Valencia, 1a costa
oriental de España se co¡virtió cn escenario de un¡ "revolución dcl
papel". Aproximadamente apartir dc 1257,Jaime hizo un uso intensi-
vo dclpapel de gLan calidad, sobrc todo de los molinos deJátiva, para
I

l. CERV NrDs, Do, Qa¡l¡¿¿, ll, c¡p. 6.


2. FtNKt, Acta Araeoicntid, r- l, pp. XXV-XXX; Bu¡Ns,.t¿o¿¡y, p.25
t24 ARNDT BRI]NI)]IC]i¡ PAS¡OS POR EL IIIUNDO 125

su propia adminis.ración, y fue así el prime¡ rey europco cn furdar una lengra romance europea. También se uadujeron sistemáticamerte
su gobierno cn el papel, la escritura y la archivación orde¡ada.r Tr¿s obras importautes dc1 árabe y se elaboró una extensa obra legislativa,
1a con<iuista de Sicilia en 1282 por su hijo lledro III, la producción Ix Siete Pártilas."
dc csc¡itos administ¡arivos siguió aumenendo, 1o cual evidencia que, El comienzo de la España moderna se auibuye luego en general con
junto con 1a disponibilidad de papel de gran calid¿d, l¿ intemiñcación rodos los rec¿udos del caso e,.los dctallcs a la capacidad política d e los
de las actividades de coraercio narítin,o y navegación también tuvo Reyes Carólicos. Lo interesante es que 1a cuádriga dc su lcgado polirico
un ¡ol cla"e en un Meditc¡ráneo occidemal dominado ahora por Ara- es deci¡ Ia unión de los reinos españolcs por cl enlace madrnonial, la
gón. Esto no sólo concierne a fo.,¡as dc la contabilidad y la logística conclusión de 1¿ Reconquista con la ton a de Gr"anada cn 1492, 1a polí
ma¡írim¿. Mallo¡c¡ se transformó en el cent¡o dc producción de ma tica de homogeneización c¡isti¿no católica mediante la conversión for-
pas portulanos.' Aragón ent¡ó ¡sí a la Ed.rd Modena con una cnorme zosa y la expulsión de creyentes de otras religiones, asícomo el nnpulso
experiencia no sólo en el á¡ea de 1¿ escritura comercial y adninistra dado a 1os viajes de descubrimiento de Cristób:l Colón- provocó en
riva, sino también en el procesatriento de conocimientos marítimos y todos los puntos rlucvas necesidades de sistem¿¡ización del saber de los
cartográficos. Otro impulso para el uso político de las descripciores soberanos. Esto teníaquc vercon el enorme tamano y complejidad de la
geográficas tiene qrc habcr sido la conquista de Nápo1es por Ai- unión de reinos sobre la que nrpcraban ahora Isabel yFernando juntos,
fonso V dc Aragón en 1442. Se ha rrasmitido ur,z Descrizione della pero también con 1a necesidad de reequilibrar 1a panicip¿ción po1ítica
Cíttá d; Ndpol¡ e st,ltitica del llegna qre es ya del año 1444. El texto y económica de la nobleza y de las ciudadcs, que ya se habia hecho
expone bre"eme,te la geografía dcl rcino, hace luego una lista de los cvidente en las guenas de sucesión. E1 proyccto dc la homogeneidad
príncipes, señores, catgos, provincias y tcrritorios más importantes, religiosa requerí:, por ejemplo, intensilicar el interés por 1a población
y ¡ continu¿ción describe estos últimos. TanTl¡ién se mencionan los y sü comportamiento. La expansión marítima y los descubrinientos
derechos reales y los ingresos por impuestos y se abordan los proce hicieron reccsa¡io a su vez el registro sistematizado de la geogralía, 1a
dimiencos políticos usuales allí.5 población y e1 potencial económico de esos te¡ritorios. Sin embargo,
flmbién e1 reino de Castilia se caracterizó por un vínculo tcmpra puesto quc sc rcspondió ¿ cada uno de esos desafíos con medidas e ins-
no entre el dominio y el sabe6 que hay que remontnr, s; se considerá ¡¡ncias difere¡rtes '<ltre ouas mmbién con la Inquisición-, no es posi-
por cjcnplo cl Toledo cle la plena Edad Media, a las raíces árabes y ble h¿blar de ur nucvo conccpto de dominio basado en l¿ i¡fo¡mación,
tarnbién judías. En c1 siglo xnr hay que desracar especialmenre la 69* sino más l¡ien de u¡a conce¡trác;ón, rotable pero descoordinada, de las
ra y la corte de Alfomo x el Sal¡io. Alfonso hizo ¡ed¿crardos extensas correspondientes nedidas políticas. Los viajes de Crisúbal Co1ón, por
crónicas, de las cuales uta cs la primera historia nacionai escri¡a en cjemplo, esrimulaLon la curiosidad po1ítica, pcro esa cu¡iosidad no se
¡clacionó con el conociniento de los aspectos gcográficos y cuhurales
en ur scntido sisremá¡ico. La cu¡iosid¿d de 1a cone se dirigió en un
l. principio a lo que sucedía en los viajes de descubrimicnto, a lo quc se
+. A p*ar de quc sc 1ec cor frccrencü, es un mito 9ue h Corona de A.rgón fuea veía, se ncgociaba y se tomaba como posesión, es decir, a 1as acciones y
en 13591¡lrincra c¡ disponcr que todos sus l,arcos detían z¿.p¡r.o¡ dos jucgo" sus circurstancias, pcro ¡odavír no a una desc¡ipción en ciena medida
do nrxpás (por cjcmplo: Lór Ez P1ítE\a, Ark ¿c p. 120). I )icho fL,.
"dleEdr, '¡ilo integral dc nuevos territorios.
d$vn¡u¿do porl¿niclt G^!r¡¡R D^LCHÉ (rúsr8¿ dc..rtcs má.in6, p.98).
5. Daú¡ziane della c¡ün d¡ N¿poli. Aunqle no es posiblc dctcrminar las circunsan- Antes de que poclamos considerar con mayor precisión cómo evo-
.ias n¡¡ediatas delá sé¡esis del texto, sr oLicntación pngmá¡ic¿ lncir cucstioncs luc,o¡o cs:.Lrrio¡iJa.l ra'.r".io'l cor lo' nucro. rerr ror o' "rmeri
de ejerc;do del ¡ode. susicrc qrc cl rcgisro pucdc haber sido clal¡omlo c¡ ol
cu6ó o como prcparació¡ dc h amnciór dcl podcr: Tarnbión pucdc hibcr es
rado rclacio¡¡docon clm¡trimonn dc M¡ír hijr ¡iturildo AIf(nN), y I-mndlo
d'[$c. A] respccnr cl v^r.r.oo, "C¡rtoBr¡phy", p. r4l. r, \l¡, r.,),rir1,r,,,f, ' I "r
AllNl)'l IIR[NDIC¡il' PASI.:OS POR EI, MUNDO 1)7

presentar en las asambleas sus peticiones, ante las cuales el rey iba to
canos, es necesario e¡aborar un panorama delrer¿ir8 ePisrémico dc la
mando posición en forma sucesiva. Además de la asamblea en sí-en cl
corte de España, de sus instituciones y de los cspacios, mcdios y pro-
reinado dc Carlos V las cortes sesionaron quincc vcces , se elegía una
yectos más importantcs relativos al sabe¡. A tal6n procederó en cuatro
comisión pcrmánente dc procuradorcs que se qucdaba en la corte. Así
pasos: en primer lugar sc presentará brevemente el perfil politico de la
sc aseguraba poL un lado una relativa continuidad de lo dccidido en las
corte; en scgundo lugar se hará un bosquejo de los espacios dcl sabcr
scsiones de las cones, y por oro la comunicación const¿ntc cnre las
de la misma; en ¡erccr lugar nos serviremos de los libros y mapas para
ciudades y el rc¡rr Con los corregidores la Corona disponíx, a su vez,
hacer un esbozo dcl sabe¡ de los sobe¡anos en lo que se re6ere a los
dc lcpresentantcs en rodos 1os concejos urunicipales."
rnedios. Por ú1timo, se verá luego cómo se Procedíl concretamentc
La polírica cotidiana era determinada esencialmente por cl sistema
con el registro de un territorio, tomando como eiemplo el temprano
de consejos de la Corona. Ya en el siglo xrv se creó el Conscjo Real
proyecto de descripción terriorial dc Hern¡ndo Colón.
dc Castilla, que a parrir de 1480 rcr¡nió las tnrcas cenrales dc polfti
ca intena y cxterla, rcguló la ocupación de los cargos inportantes
l. LA coRTE DE ESPAñA
y corlst;tuyó el Tribulal Supremo.r'? Para los tcrritorios aragonescs
sc creó en 1494 un conscjo análogo, cl Consejo Supremo de Aragón.
Bajo el reinado de los Reyes Carólicos se inició una diferenciación dc
El sisrema políticode España y clcomplejo fenómeno de su cor-re real,
1os consejos por:suntos. En primel lugar hay que ñencion¿r ¿quí el
a estas :lturas bie¡ investigado, scrán abordaclos aquí solamcnte por'
Conseio de h lnquiricitin. crigido en 148],qucporp'irn(r;tve,,con-
cuanto las instituciones y la conc determinaron en gran medida las
€crníá a amb¡s coroÍ¡s, Castilla y Aragón. Lesiguieron un Consejode
condiciorrcs de comunicación polírica y la disponibilidad delsaber dc
Órdenes (1a95), responsable de las órdenes de caballería; un Consejo
los soberanos.T En Castilia la monarquía adquirió ya a 6ncs de la Edad
de la Cruzada (1509) y posteriorncnte el Conscjo de Indias, alrede
Media una posición lclativamenrc luerte, por ejemplo en clámbno dc
dor de 1520. Estos conscjos reunían usualmentc tres funcioncs: eran
la legislación rcal. Comparadas con cl resto de Europa,las asamblers
un cuerpo consultivo quc preparaba las decisioncs del ren un órgano
esramenhles tcían un papel mís dóbil, aunque se considera refutad¡
administrativo que actuaba con autonomía p¿rci:J, y al misrno ticmpo
la opinión anterior dc los in"csrigadores en el sentido dc que Perdie-
constituían la máxima instancia judici:l en su respcctiva jurisdiccióÍ.
ron toda relevancia política después de Ias rerueltas de las comuni-
Sobre ei Conscjo de Estado, creado cn 1529, recaía una {unción polí-
dacles en 1520-1521.3 Desde el siglo xv las cortes de Castilla ya sólo
tica superior.!l
esmban constituidas, de hecho, por representantes (procuradores) dc
Cada conscjo estaba cncabezado por ün presidente, cn cuya casa
las ciudadcs, puesto que la noblcza y e1 clero rara vez participaban y
ambién solían tener lu gar l¡s sesiones, hasta que en 1 56I sc d ispuso de
después de Ias Cortes d€ Toledo dc 1518-1539 ya no lo hicieron más.''
despachos 6jos cuando se establcció Madrid como sede dc gobierno.
Los procuradores de dieciocho ciudadespodían autorizar impuestos y

10. OwENs, AbtoLkte toy¿L drthori¡r, p. 1t8.


Fúndamentild p¡r¡ kcoft€ deCarlos v so¡ los c;r.o tomos cdnados porM - ll. sobre cl dcsarollo, la pos;.ión sociit y la función políri.a del corr€8idor cf.
ríñEz M,LLñ, J^V¡ER Dtr C^RLos MoMLEs y F iN,tuDrz Comr: ¿n Cor¿
V;p*ala
cone Ac Felipe II, M^RrlNIiz MrrL(N/F¡,RNÁNoez CoNar,
t2. Dtos, Consejo Redl de C¿sr¡Í¿; pari cl rein.do de Fcl;pe II se pucde co¡suha.
de Carlos
ahon lzaufRMREVTLL^, Co sjaredlde Cüti a-
Monarqúz de FeLqc IL Cotno informc de;rvesti8ación: SÁ¡iz-As^Nc!, Cor¿
13. BtrRNEc(ü{/P¡ErscHM^NN, Geschicbt. Spd"ie"', p- 431 \/^LSEF., Zentr¿lbe
Sum¡riañcnte' S^MD¡x.L oa SILV ,Iol-cr¡¿, pp.4s sl;!l¡¡.t-rr, "Krstilicn"
biil.lcn, pp.228-211. F.l Conscio de l¡ Cruada ad¡rinis¡hba la ayuda ñnaociera
BE.N¡ic(En-/PdrcHM^ñN, G.r.r¡.btc Spdnie6, p.,ll. Estib¡n rcprcscnh¿rsl
¡lolJi.znn) c.lcsiásti.o,.l¡csiBúió c¡is¡icndod€spués dc la conquisia deCrda¿á.
Avih, ourgos, Có¡.lob¡, Clcnci, Ghn¡di, Gu¡(liliiih, J¡Ín. l.ón, Mí(lr ,
l)G ¡cr.n)s ibrn prm li G'r.ñi.
M urc i¡, Srl¡mxnc¡, sqovii, Scvilli, Sorii,Tolc(ld, li)R), vill.«k,lnly 7nmom.
128 ARND 1' BR]]NI]ECT(E ]]ASEOS POR EL I'IUNDO

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¡igura 6. Dibujo del P.Lacio Rcal de Madrid, Anton v¿¡ deD wy¡g¿erde,
ll0 ARNI) I LIRINDECKL
l)ASliOS lr()R ll l. \,lUNll() l ]I

Estos despachos se hallaban cn el Alcázar, la antigua fortaleza mora


dcsde el punto de vista ope¡arivo, conro lo füe durante años Francisco
que los Habsburgo remodelaron como rcsidencia urbana. El aspecto
de los Cobos. En sus manos confluía», por ejcmplo, los asuntos dcl
del Alcázar cambió en el curso de diversas reformas realizadas ya bajo
Conscjo de Indias y dcl Consejo de ÉIacienda.'3 En coopención con
el reinado de los Habsburgo. En I734 eledi6cio fue destruido por un el rcsro de los secretarios, Cobos organizó una cspccic de "secretaría
incerrdio y sustituido bajo los BoLbones del siglo xvnr por el actual de Estado", que también se ocupaba de la corresponcicnci: en curso y
Pal¿cio Real de Madrid, El dibujo de Anton van de Wyngaerde mue§- constituyó ásí la columna vertebral dcl sistema de comunicación del
tra el estado del palacio alrededor de 1570. En el extremo izquierdo empcrador Como rcgentes sc noübñba generalmcntc a miembros
se puede vcr la Torre Dorada, donde se h¿llaban los despachos y la
de Ia familia, cn España lo fue durante mucho tiempo la cmperatriz
biblioteca privada de lelipe II,r{ Con el Palacio del Buen Rctiro se Isabcl, luego el sot¡rino de Carlos, Maximiliano, y por primcm vez
sumó por último, en el siglo xvII, bajo lelipe tV, una residencia rrás
cn 1543 su hijo lelipc, que contaba entonces con 17 años. Por csa
ópoca el príncipe comenzó también a participa¡ de l¡s co¡sultas sol¡rc
Antes de que se 6jara Madrid como sede pcrmanente de Ia corte asuntos de los territorios americanos y r con{cccionar los docun¡entos
en 1561,rú lugar donde permaneció excepiuando el breve episodio de corrcspondientes."'
Valladolid entre 1601 y 1606, únicamente había una se¡ie de residen t,as cuesriones relativas ala representacióny los rinrales de Iacorre,
cias predilectas dc la corte. Eran, por ejemplo, Valladolid, Burgos y ¿ l¿comunicación ¡o vcrbal, sertu aboldadas aquí solameme en la mc-
Toledo, más rarde también Granada y Sevilla para Castilla; Barcelona, dida cn que conribuían a determinar cómo se presc¡taba cl individuo
Valencia y Zaragoza para la panc aragonesa dcl reino. El núcleo de la
en la corte y sus posibilidades dc con¡unicación. ¿Qué signi6có, por
corre y los órganos consultivos políticos se trasladaban de un lugar a ejemplo,la introducción del ceremonial borgoñón en la cortc españoh
otro con el rcy, por lo menos cuando se t¡ataba de una estancia .elati- en 1548 para la comunicación inmcdi¡ta con el rey l' Escncialmente,
v:mente prolongada de la corte en el interior dc España. cl nuevo ce¡emoui¡l :u.:mentó la distancix con respecto al rey y redujo
Si Carlos V salía de España, dejaba a una pcrsona de su con6anza
las posibilid:des dc accede¡ a é1. Las cones de Castilla pusieron ob-
como regente. Esta persola sc quedaba cn Esprira con ios consejos y jccioles en 1555 y 1558 porque el ceremonial obstaculizab¡ cl
sc ocupabade los asuntos dc gobierno en elmarco de las disposiciones 'rucvo
trato con el rey y a la larga le impedía elegir a sus servidores y recom-
dc regencia (quc contenían instrucciones y poderes, pero rarnbión res
pensrr a los leales.:r Es dccir, que ternínn una perturbación de las bascs
tricciones expresas)y en permanente correspondencia con el empcra cornunicativas de ln justicia disrributiva premoderna.
dori? El emperador viajaba mpañado por asesores en determinadas
.rco
El aislamiento dcl rey español por el ceremorial sc ve con p:rti-
áreas tcmáticas o rcgionales, por lo general los presidentes de los con
cul¡r claridad si se lo compara con Francin. Mienrlas que ali( como
sejos, y sobre rodo por uno o dos sccret¿rios sumamenre impo(enre\ se $be, ya .:l le?,er y rozcúer del rcy daban lugar a quc se reuniera la

14. R^ñE1ro, Alaizdr, p. 38.


Lll. Sol¡rc Cobos, fun¡-lamental: KENtsroN, Coror. Un p¿pcl político especial luvo
15. Sobre la vcloz evolucióa arquirccróúica soci,l y culLurál cf- ALvaR IlzautrRM,
cl sran canciller Mcrcuri¡o carirara. Al reslecio ¡odaví¡ sc púede consuhar:
rel,pe /l sobrc cl palcio del Rc ro cf. BRóVN/ELL(»1 P¿l¿.¿.
t6_ La elección dc ¡¡a ..sid¿ncia pcrmrnentc, y por Io tuto de una capnrl, re
"o la^Br, 'Elemenrc", pp. l6e-176i M^RZ^H,. 'RcEenBchatr"; M^ñriNEz M,LLiN/
p.odujo solrmenre pra poder rdministrar con mryor cficiencir. Hry quc prnn
C^R¡.os MóMLrs, Co¡¡e L C¿rlor v, pp. 5,1 60. Sobre F.lipe ll y su p,nici-
mái bicn dc un.onslon€ñrlo,lc ¡azones. Tras l¡ inrotlucción dclc¡rcnuirl
pició. en los ásu¡tos imericános cf. S. HnrDR, 1rl¿rl¿,, r. :, pp. 89 s.
bortonón or 1s48, por ejempb, la cote creció oucho, y co¡ clcambir¡ Í¡tc¡cntc
LrsóN TorosANA, /,,¿8cr, cap-3iHoiñ^NN, Hoketeño¡r¿ll Pa¡a u¡a revisión
dcrcsidcnciaschubicraprorllcnl(,(ú enorno pnnrlo,r Jcorguizrci,hy logís
criricr dcl vínculo cnro ccrcmonixl y podcr cf. Pr¿atr, 'l:lofzcremonieu ', pp.
dca. Cf. ¡l rcspcdo P^RX¡J,, Ota'1¡.| strdtcg)', tr. 17.
.lt¡¡-404,
R^n¡i/M^¡z^,,r, "Cómnr rLpr¡s.nhnt", pt. lll'r4. .tl (ll. ¡lrsp..r) D()uz^ "M¡jcs¡¿", r. sl.
^¡r^suz,
ll: ARND] gRIiNI)I CK' PASF,OS PoR F,I MIIND(I lll

corte, el rey esp¡ñol corlía en silencio y solo (aunquc rodcado de unos En tercer y últino lugar, el li¡itc cnt¡e la co¡re y 1a ciudad de M:-
veinte sirvienrcs).:: El cargo dc canarcro mayor tenía tanta importan drid sc dcsdibuiaba permanentcnrcnte, sobrc todo por la genre que
cia política en Esprña porque le incumbía el acceso a las h¡bitaciones trabajab.r cn la corte pero vivía cn la ciudad.l8 H¡y quc terer en cuen
privadas del re¡ cl retrete, como sc lo llamaba en la época.} Sc convir ta que la introducción del cerernonial borgoñón ¡uDrentó la disranci¡
tió, junto con el cargo del caballcrizo mayor que podía salir a caballo con respccto al rey y su familia en el cí¡culo más íntimo, pcro a la vez
con elrcy-, cuclave de la influencia politica y enpunro de p.rrticla dc los intensi6có cl cntrclazamienro dc los círculos externos rle la corte y los
gobicnos dc favoritos del siglo x'ur. Mientr:s que los Reycs Carólicos de la ciud : el ccrcmonial fue acompañado de u¡ crcci¡ricnro cnorme
todavía tenían audienci¿s públicas dos rcccs porsemana, bajo Carlos V, de la corte, que a su vez fuc la lazón de que se necesitarr 6jar su resi-
y luego pol influcncia de la personalidad dc Fclipe II, se produjo un denci¡ cn una ciudad. Durantc cl día elpalacio estaba poblado de con-
mayor aislanicnto del monarca.rr Ese ¡islamiento fuc profuldizado scjeros, sccretarios, escribanos y ccntenares de sirvienres y miembros
poruna idealización peculiar, especílicamente esprñola, de la dignidad delpersonal, <¡ue al mediodía, dcspués de las reunioncs, y alatardecer
real, de su gra?iras, q c dcbía subrayarse con el recogimicnto, el silen- volvían a rctir¡rse ¿ la ciudad. AIIí se cncontraban también, por el de
cio, en parte h inmovilidad o la invisil¡ilidad del rey.r5 Trcs circuns recho dc aloj:miento de la cortc, los titulares dc cargos superiores, y
tancias relativiz¡ban esta actitud básica no comunicrtiva dcl monarca. co¡ ellos, cn las casas de los prcsidentes de corsejo, dc los consejeros
Por un lado seguía habiendo, indudat'¡lemente, momentos dc accesibi y los sccrctarios,la mayoría de los papeles. Así, desdc comienzos del
lidad. Además dc l¿s:udiencias privadas, estrba elcamino r la igtcsia, siglo xvrr, Madrid se fue convirtiendo cad¿ vez más cl¡ramcntc en cl
durantc cl cual cra posible acerc¿rsc brcvcmente al rey para plarrtearle auténrico cspacio socialdc la corte delspaña. Su sociccl¿d se mostra-
una inquicrud."'Por otra parte, el alcázar de Madrid estaba dispuesto ba en los bilcones superiorcs dc los teatros, que funciorraban en los
de tal m¡ner: quc l:s habnaciones privadas del rey se cncootraban patios in¡crnos (los "corralcs")" o en los coches, a caballo y a pie en el
encima de los dcspachos y salas de rcuniones de los conscjos.z'/Si el Prado, en las afueras de la ciudad. "Así,la co¡re sediccenr.rnrelatode
rey estaba en M:rdrid, cstaba por lo uoto muy "cerc¡" físicamente, viajc francés- está más en la ciudad quc con el rcy".r0 Y la ciudad entra
:unque habría quc investigar en cidi caso si se podía acccder a é1, y al palacio. De la pluma de orÍo francés sc dicc cr 16591
cuándo y 9uién cfectivamentc podía hacerlo.
AlÍey sc lo vesolarnenrc cD la ¡udicncia, que le concedc I rodo parriculrr
que sc h solicne t...1. El rcsto dcl ricmpo lo pasa encermdo en *
palacio,
doodc cualquiera puede pase.r por los patios;.ternos, de los cuales e¡
22. E.Lron, "Courr", p. 149- Madrid hry dos a la manera dc nucstros patios de mon;rsterio, ya sea para
21. FERos,,¡(Dgrr¡r, p. 81. adquirir also en Las rierdas insraladas alli, yl sea nntes del meiliodía por
24. FENÁND.Z Dr CóRDovA MtMLEs, Co c d! ¡tdbel ¡.pp-369-)73.
asun«,s cou los consejos, quc scsio¡an cnlas sal¿s de h pJrnra baja del pa-
25. FrRos, Krgir¡y',, pp. 84 s-j F¡¡os, "Twi¡ Souh", p. 3,1! Cautrtr-r, )ll onatchy pp.
70 s- Solórz¡no Pcreir¡ arg!úentá contri lás cons€cuencis comuDic.tivás de la
gravcdrd sobrcactu&h'No hay que cxch; toda rclación dircctr cnre gobcr
nmte y sobcrnado so pretexto de cn8.¡¡decr I¡ d;snidad real, jrzgando quc cl
imio más f¡miliir periudica elr6pe¡o; clPrincipe esrí obligado r oü a sus vral
los, reibir sus peticiones v aren¿cr slr qu€jis, p€.o sieñprc cdú cidtis limn¡ 28. Cf.l¡dcscipción e¡ BE Rraur, .R¿¿¿rm,, pp.,ll-45.
dones par.evnár clqc€so", cl- A\^Lr, l ¿eds, p- 244- 29. C^úrBtn.L, onarch!. pp. )8 s.
Fl1po, Acla2ióbi, r. 8, p. 437: P Crund S¡r¿teg!, pp. 18 s., lo5. Sobrc li 30. "Ains),crlácoürtplusparl¡villcqrcchczleRoy",cf.Jod,'Voyage",p.57l.
^rKt:R.
larti.ipación dc lclipe en las festivid&lcs pLlblicas de M rid rf. ll()D{rcuu- 11.'LcRoy nosvoitqucpüAudi¡noc.qu'ildo¡ne¿rouslesp¡ricnlieGquielaluy
SaLcaDo, "Courr". pp. ?42 s. $rrr ddnür.lo f...1, & h rcstc du tc¡1ps il est enfeúé dans k r Palán, oü rour lc
)7 RoDRfcutrz-S^, .^Do, "Coutr", pp.2ll,235i C^¡R¡jR^ Dr CóRDos^,I¿l¡y',¡ S¿ rurlc sr va ¡nrcncrdans lcs Couí\ ¡ort ily en adeur i M¡d¡id dclammiercdc
(lll,isrG Jc ¡os moincs, {rir Nr y rcl,.rú gu.lcs ¡.ch¡d;rs d¡ns les boutiques
s,,/,. r. l. p. 228. Sob.c li ¿i$ribu.i¡nr {ld .spr(n, bij() l'clitic lll .f. s^N(rrru,
E'npt§.fr$. t2 ,r tt.oJrd,t Gúnu tu tloht, pt- 181s- 9tri y in .r¡Uns, !¡n 16 ¡uis ¡our lcs rthirts quc li,r r .rr Co¡se;ls qui sc
tl4 ARNI),l Bt{liNI)ECKE l,^st()s t()R til NIr.iNl)() l.l5

De modo que los parios intedores y las explanadas dcl palacio eran das las particiones con los Reyes vezinos, y sus demarcacioncs, y derotas
lugarcs imponantes de lnterc¡mbiode noticias, de encuentro coridianoy prra todo lo descubierto: Principahnente sc hara una de l¡s I¡dias occi-
de espcctáculo público. Los relatos dc viaje desracan los muchos coches de"tales muy grande, a imir¡cioo dc h t¡bla dc Europa que estr cn el pa-
en la explanada delpalacio y las pcrsonx arracimadas frcntc a las l¡cio de sant Mercos en Romr, [...]. Globos de diversas grandezas t...1
"entanas Cartas dc provincias paniculares con tod¿ certidumbre asi dc estas par-
enrejad:rs. Para el inercambio oral había otras dos plazrs en Madrid, lla-
tcs. como dc hs indiás. Pinrur¿s de cibdrdes mui f¿mosas bic¡ sacadas, ¡o
madas nentideros porla abundancia de chismes que se podían oir allí. En
solamentc dc liuropa, sino detodo lo que se sabe deluniverso.r5
u»¿ dc ellas se Leunía sobre todo gcnte de rearro; en la segunda, soldados
de codas las panes delrcino,de nrodoque estaúltimaera más irnportante
Siguen otros objetos que habrían hecho de este espacio cosmo
pur las noricias políticas de la pcrifcria. Se constituía en las últim¡s horas
grá6co un cnorme gabinete de curiosid¡des con provecho político.
dela m¿ñana en las escalinatas dc la iglesia de San Felipc, iunto a la Puertl
Además dc los instrumentos científicos, rclojes, espejos, maque¡xs de
dcl Sol, donde hasta bien enrrada l¡ noche se encontr¡ban soldados, fo
rasreros y r¡ad.ileños curiosos para enterarse de las novcclades.rz Todas
invenros y máquinas de güerra, pucntcs y fuegos artificiales, diagra-
mas de los árboles genealógicos de los reles de Esp¿ñ¿ y dinxstías em-
estas circunsranci:s nos recucrd:n lo di{icil que resulta scpar:r el settizg
episrérlico de la conc del conlr.Ilicativo. Pero al rcy sc lc pronetía un parentádas, se cxigían antigüedades, milagros de la n¿turalczq vesos,
sabcr qr:c trescendiera elcotillco dc la ciudad.
pcro también árboles, hierbas y frutos he"l,os en metal y pintados.r6
La tercela sala, por último, dcbía servir como archivo y constituir
la parte más secreta de la colección. La lista de los objetos a depositar
2. Esr,,rcros »¡¡L ses¡n allí comicnza, como era de esperar, con documentos, pero rambión se
exige explícitamente archivar en forma de listas los "repartimicntos"
En 1555 cl cronista ¡ealJuan Pácz dc Casro le enrregó cn Brusclas a1 otorgados cn el imperio colonial, es decir,las adjudicaciones de indios,
jolen Fclipe II un memorialcon cl proyecto de un sitio iclcal del sat¡er., y guardar informes de Europa y Amórica.r'/
F.n Valladolid todavía no se h¡bia tomado l¿ decisión de lijar 1a capital P¡ra reunir los materialcs se debían rcalizar compras sisremáticas
en Madrid- debía crigi¡se un¡ "biblioteca" quc tcüía que estar co,¡- de libros paLa laprimera salá, sobre todo de Italia. Los urapas y globos
puesta cscncialmente por tres srlas. Laprimeradebia rlbclgar rodo ripo de la segunda sala debían elabor¡rlos los cosmógrafos realcs. Además,
de libros y serwir de oráculo "para todo lo que se dudarc".r'Más inusual habíaque adqu irir materiales de Amér¡ca y encargar a los funcionarios
es la scgurdr sala, donde Páez dc C;rstro queria ver lo siguicntc: queenviaran cosas raras. Reunir matcriales para la rcrcera sala era fácil,
según Páez, porque estábal en los archivos y aposentos delpalacio,los
C¿rr¿s univere¿les Cc narcar, y cosmographia de rodo lo quc hasra oy se tenían los secretarios, esraban en los consejosy los despachos o6ciales.
s¿i,e dcl mu¡do, hech¡s con nucha diligencia. En l¡s qlialcs esie¡ señala- En el memorialrefulge brevementc la idealización de la funcionalidad
política dcl proyecto en el sentido dc un medio de dominio en ciert¿
medidr exc to de intereses: Páez compara esos fondos cofl cortesanos
muy educados que sólo hal¡lan si sc lcs hace una pregunte, y et1 ese
ricnnent dans toutes le s¡llcs búlcs Ju Pal¡is", cl BtRrÁur, Rcb¡io,, pp. 44 s.
caso, además, dan la información adecuada.r3
32. RoDRlcurz M^RIN, "Ccryor6"; CAsrn.rc GóúEz, "Lecr", pp. 28-18. Sobre lá
poición dc Madrid en Ia red dé nori.id Bc.iB d. PEpER, Vm it!l"ng, pp. 57 62.
ll. Con rcapccto a l¡s relá.iones dé Pácz dc Casiro r su rombramicn¡o comocroni
3t¡ .cal es irteres¡Dte la corr€spondcncia con Jeróniño Zurna, rcproducidr en:
Uzt\RRoz/DoRMER, P/o8rej¿r (t 680), pp. 458-490. Sobrc h pcrsoni, .f. M^RrrN 15 (] trN|,Nt\N. Li,ILI19rr
n, |N , \1.. ¡i L 5. r,i .)1,:
14. Cf. B[4E, Ms. &. ll. 15, {ol. 192vj cl txlo s¡á cdit¡¿o únnor P,(iz Du C^rtrt), i/ i ¡l , Nl\ r! LL i,1,, s. ')ir L¡)
"Mcñ,'i¡|",p.I7l. r\ rN Nl ri ll ,,l, ¡. ,)1, r,r \
136 AliNItl' llRIiNI)|(l]\l: PASLOS PoIt IiI, MUNDO ¡37

De manera que lo que Píez dc C¡stro rcnía cn mente era mucho ponible su reino en forma canográ6ca, haciendo colgar sesenra y cinco
más que una gran biblioteca. Lo que proyectaba er¡ un sitio dondc sc grabados del Theatrum orbis te¡rarurn de Ortelius,'r sino hmbién la
concentrara el saber sobre el mundo, que rlebía orientarse especí6ca 'salvación", y de una manera c¡si burocrática: un armario enorme al-
mente a las necesidades del rey de España. El saber del sobcrano dcbía bergaba miles de reliquias. Se dicequc elrey lo visitaba todos los días,le
ocupar una parte considerablc,;runque en el memorial no domina la pedía al sacristán que extrajera uná reliquia dete¡minad¿, se dcscubría,
retórica del utilitarismo. Más bicn sc le seña1an al joven re¡ con mi- hacíauna reverencia y besaba clobjeto "con ojos y labios"." En elpala
nuciosidatl humanista, modeLos dc lt Antigüedad que reunieron un cio de Madrid, en cuyos pasillos t¡mbién colgab¡n cientos de cuadros y
gobierno inteligente con un mcccn¡zgo generoso. otras docenas más de maprs y paisajes, se hrbía insralado por deseo de
Elproyecto no se llevó a cabo, por lo mcnos no en forma sistemí Felipe una detallada maqueta de laJerusalén celesdal.a5 De modo que cl
tica, pero las tres sal:s de P:íez sin dudr sc pucdcn reer,contrar, curr sobcrano estaba.odeado de rnúltiplcs rraneras de objetos y medios que
grano salís, en tres grardes cmprcsas dcl rcinado de lelipe IL En El 1e evocaban el mu o exteior al pJacio, pero ta,nbién 1os Puntos de
Escorial se creó una biblioteca dc primcrisimo nivel, en Snnancas se refcrencia religiosos de su lTacerl''
des:r¡olló sistemáticamenrc el primcr archivo estatal de la Edad Mo- También Ia ciencia y la erudición cn sí tuvieron un iugar en la cotte
dcrna.r' Unicamente 1a scgu¡da s¡la, le cosn0grá6ca, no adoptó una de Felipe ll.a'/Es muy probable que la cstadía de Felipe en Lisboa de
forma arquitectónica, pero sc instaló cn ura serie de pr ol.ectos c irsti- l58l a 1582 haya d¿do un impulso importante er ese sentido. FeliPe
túcioncs qüc v¡ consider¡rcmos. h¿bí¿ trabado relación ¡llí con cos»rógrafos y eruditos portugucses y
En un sentido amplio, casi cad:r un¡ de las residencias rípicas del rey en 1582, eshndo rodaví¿ en Lisboa, fundó la Academia Real M¿the-
se puede describir como uu "cspacio dcl sabcr" que le represencrba un matica, que se insialó después cn la corte de Mrdrid bajo la d;ección
frasmento del mundo dc un nxxlo muy específico. Felipe II conocir del arquitecto de El Escorial,Juan de Herrera. La misión de la acadc-
p:rrres de Europa por .u vi.ric a Borgoñ.r y por .u posrerior erranci.r en mia e¡a enseñar Matemáricas, Tcoría de la Esfera, Gcografia y Cosmo-
la cone de Inglarerra; pero, rdcmás, hs propias concs de España eran grafía a los jóvenes nobles, en español.'3 También los cosmógrafos del
espejos de su mundo. Si est.rba cn h Alh;rmbr:, tcnía ante síla he¡enci¡ Consejo de Indias, Arias de Loyoh, Pedro Ambrosio de Ondériz y
mora, pero no sólo ella. L.rs p,rrcilcs dc1 p:rhcio cstaban dccoradas con Andrés García de Cóspedes enscñ¡ron en esta Academia de Matemá-
frescos y gobelinos que glorifiorban las gcstrs de su padre.ro En los ju- ticas de la corte en 1¿ dócad a de I 590 y a comienzos del siglo xvrr.{' En
dhcs dc Aranjuez, Felipe podía contcrrplal h flora y partes de la fauna 1629los jcsuitas se hicieron cirgo de Ias cl^scs, que de al1í en más ya no
dc sus dominios."i Tampoco ElLscoriaLcrau¡ sitio de mera conternpla- tuvieron lugar en el ex coüve¡1to de Santr Cahlina de Siena, sino en el
ción rcligiosa. Fclipe lI hizo discirar allí un jardín donde crecían p1:ntas colesio de los jesunas, el Colcgio Lrperial dc San Isidro.'o
del Nuevo Mundo. L¿ l¡ibliotcc¡ dc El Escorial se convitió en u¡¿ de
las r¡ás f¡mosas de su época.'r I:.n Iil Escorial, Felipe no sólo tuvo dis

41. MvL.^At, Pltilip II,pp.27 s.


44. Cn. r$iñ MuLoHy, Pr,/".¡./, pp- 81, l9.r,2lo. Sobre h €olección de rcliquias cf.
lr. Sob¡c la dNoración interior yh dimcnsión i.ono8ráfic, de la b¡blio¡cc¡ dc El EsaL, "Ielip€ II".Sobrc losobictosdc ElEscoriale¡ seneÉI, cf- zaRco Cu Evas,
Es.oriál cf.scHolz HÁNsEr- wissen{bilt bpi..
RuBro MoRAcA, 'Propagandi ci ,lir¡", p. ,l8j \voHLtsü! "Gmfische Bild 45. Al respec«r cf. LazúrL "Pcrcrp' nnrs ".
r;$e"r sobre la époc. de Fel;pc lVcf. K^c^N, "Arcan¿ inrperii", pp.50-56. 46, T¡mbién en clp¡lácio delRct;os. colc..ion¡bin ol,je.os meric¡nos e i¡d;os. Cl.
.lL Sob.e e1 járdi. borá.ico dc Aranjlc7 cf. Lóprz P¡ñERo, "Felipe II"; ct t¡mt¡iúnel el ;oformc ¿cl I0 ¿c enero dc 1667i MuREr, "C¡ri.s", p.552.
cátálogo de lr.xposición: l.¿ 1i?. tt. tal ia n,l;tuo. Un brcve pánommase tl¡ sr Bui^M^NrIi G^Rcr^/LarutNE, "Cone / la ci.n.i¡".
.l.l Aungnc iambió¡ poco fr.i,urkl¡ (S,ir7'Ar^N(],i, "tsr.f", pp. I85 s.). Sohrr'li 48, usaB^N PrñErRo/V¡rN'rr M^R{rro, (lxs¡', pp- 45 51.
«lquisición dc libros por pr c ¿e Bú¡ik) Ari¡s N4oft,uo .f. lrrrR.'Ni«lúl:nr 49. Sobrc Arüs dc Ldyol¡.f. A(;l,lnJit.742, n. l5l. Consrhid¿I8 d. ¡brilde 15e4.
rlischc BüchuuwerL,r,gcn" 50. N^!^trRo llto'r(,Ns, "(i)lcxioIii¡Ii¡l ', pp.5e-r,8.
1]8 ARNDT BRENDECKE ITSEOS I'O1{ EL MUNDO

3. M¡oros or¡- sr¡sn doctrinas de la confcsión, t¿n típicas dc la época, a descargrrla sis
¡emátic¿r¡cnte. No cra necesario que con ese 6n esta clase de libros
La medialidad sc basa en la plomesa de la
disponibilidad. Ya la idea dc explícitamcnte incluyera máximas, es dccir., enunciados de c¡ráctcr
qrre hubiera rz libro
que le hicier¿ acccsible rodo su reino al sober¿no normativo. Podían scr recopilaciones de observacioncs sueltas, o sca,
lo ponía de manifiesto. Pcro más allá de que se elogiara la fusión de albergar un saber empírico." Así, de Felipc tll se relata, por ejerrplo,
todo c¡ saber relevar¡te cn un solo hbro o su rcunión en bibliotecas que poseía un "libro dc memoria" en el que supuestamentc estaban
gigantes, esto nos dicepoco sobre eluso y la funcionalid¡d cfectiva de rcgisrradas todas las mercedes pcrsonales y generales que Dios le ha-
tales promesas de disponibilidad. Alcontrario: ya los conremporáneos bía concedido desde su ascenso ¡l t¡ono. Se dicc que lo tenía consigo
se qucjabande que labibliotecade E1 Escorial prácticamente ¡o se usa- cuando oraba y que revisaba los beneficios concedidos y le agradecí:
ba. Los lib.os, a su vez, scrvían ¿ los más diversos 6nes. Por estímulo ¿ Dios cada uno dc clios.55
de las prácticas de lectura religiosas y monacalcs, podían convertirsc Los mapas constituyen, desde el puno de metodológico, un
"ista
enun¡ suene clc inre¡locutor de la propiaviday rcflcxión. Ula lectura objeto prrticularmcnte delicado, al que sc le atribuyc un:lto grado
iterativa, merr:orística, enormementc inrensiva, ser_vía de ayuda, por de utilidad, peLo cuyo autéDtico uso por rcgla general ya no se pucde
ejemplo, para contcmplar y manrener prcsente lo que se consideraba demostrar sino solamcnte suponcr. El ejenrplo de las cartas náuticas,
la csencia de la virtud, de Ia inteligencia polírica o cualquier otra cosa cuya el:boración y base inforrnativa aborda¡emos más adelante, lo
quc sc considelara guía de la acción o dc la decisión.', Felipe lI ante- ilusrr: muy bien. Ar.rnque tencmos que s poner quc había miles de
puso alTestamento Político que le dcjó a su hijo y sucesor Felipe III canas náuticas en ci¡culación,los pocos ejcrnplares que nos han llega-
una indicación de cómo sc debía us¡r ese texto. Debía lecrlo u¡a vez do .on venioncs orn.rmenr¡les. que ,o \crviJn p¡.r n.rveg.rr sino para
por scmana, por lo menos.5: Taml¡ién debía rcflcxiona¡ al r¡cnos dos 6ncs de rcpresentación. En consecuencia, no hay huellas de uso, como
horas al día sobre el misterio de Crisro. Además, cl hijo debía llevar uo podríar ser Dotas) taciradüris o marcas de compás. Apareltcrlcnte,
lil¡rito como sc descril¡e a continuación: las verd¿deras cartas se gastaban con el uso, y una vcz deterioradas,
empapadas u obsolcras, se las tiraba.5'
no os dorñais ¡i"guna nochesi¡ havcr mtes ex¿n¡inado nest¡¡ concienci¡ Con irrdependencia de su uso cotidi¡no concreto, ia Catogrrlía y la
cn aquel d;a, teniendo un librno secrero, y baio rtc vuestra tlaves, en el quc Cosmografía se habían conveftido en tiques de entrada para la corte. El
ascntcis wesrrs culpr dc palabra, dc obra y dc pcnsaoiento, r aqucl dia; cosmógrafo Santa Cruz recordab¡ haberle cnscnado "cosas de Astrolo-
(Dios pemni no rensais quc sentar ni escrivir ninguna) y esto os servira gí:, edera y teórica dc planetas, y cosas de canas de marear y bolas de
nruchoparaquandollegucis ¿l s¿cranrcntodelafc¡irenclajt...1 l¿nemori¿
Cosrnografia" a un Carlos V atormcntado por la gota, eD el invierno de
conro cs tan frisil [...]. E¡ acabando l¡ confesio¡, I¡ rompereh dcl librito, y
1539 en Toledo,lo cual le había dado 'mucho pasaticrrpo y contcnto".57
bolvereis i escr;v;rlo qtre os rcoDrezcr [...],lo que os encargo mucho,pucs r
Carlos V sin duda ya había conocido proycctos canográ6cos y los co
mir»c haseniclo degran bcnclicio, y sui. para obrá r¡n snndc.,,

Los libros escritos por uno mismo sc convení¡,r así en ula refe¡enci¡
Mur a la ma¡er¡ de la H;rona cn scneral, quc cn túo colección de ejem¡los
que ayudabr, por ejemplo, a objerivar la culpa ¡ bien al csrilo de las lacilh lá cmpi;¡ par. or;e¡rarsr norñarivamente. Sobre l¡
función de Io €jemplr,
un aoplio panoaña er: Móós, Gachícbte ali Topi\ sahre ia conversión de lo
ejcNpláren ¡orm¡, con caráúer ilustradvo: L^urE¡Mc¡j, Gescbichtseef$¿ih¿nis,
p.126.
51. Sobre lá l€cturi dilria dc l¡ lcy por parc dcl rcysctún I)cút. l7, tt cr. SENELLAkT, 55. C^a.í G^R.i^, Pix HiEánica, p. 1t .

,,1¡¡r, pp.54 s,, 103-107. 56. ^


A*L "N¡vigrtion Tcchniqus", p. 51J.
52. BPT, Ms. 155, f('1.5i S^Nr^ CRUz, Cn r,,,. p.24. Sobrc h docencir deSa¡¡¿Cruz crla conccf. Pon'
53. Lil'll Ms. I55, f,)ls. I9.20r 1(l{¡NDo,.!1.r¡ sir.r.", p. ó9.
1.10 ARNDT BRINDI]CK]1 PASEOS POR ]]L MUNDI) 141

nespondientes contenidos didácticos du¡ante la época borgoñona.5¡ De nivel irnperial hay que destacar en primer lugar la Cosmographia (t544)
su ¡buelo, Ma"ri¡nili¿no I, se decía que conocía tan bien todos los caminos, de Sebxtian Müller, y luego el intcnto frusrado de Tilcnann Stell¿ de
montc.. ior rJez.r.. de.pcnrderos ¡ no. de .L rierri q.c .rvier.Lr rmpor- llevar a cabo, col ayuda de p;vilcgios imperiales de 1s50 y 1s69, un regis
tancia estratégica que estab¿ en condiciones de dibujar espontáneamente tro integral cartográfico y descriptivo del rerritorio del nnpcrio 6r Como
unmapa de cualquierparte del rer¡itorio.s' áürémicos orga,rismos geogr,íÉcos L.y que considera¡ la Casadc 1a Con
No obstantc, cn 1a época dc Carlos V ya había una amplia tendencia tratación sevillana, cruc se suele nor¡l¡¡a' co,¡o el eiemplo más antigno, y
en lodas las coltes eulopeas a implementar proyecros de regisfo carto el La¡d áterikontor süeco, tunddo en 1650, como cumbre postcrior de
gráfico o dcscriptivo dc 1os tcrritorios y a cmplcar cosmógralos oficiales la i¡stitucionalización.
A p..ard' e.rr ola :r»r..ion¡,,c de in'rin,. :o-c' v Pro\ e! o\ cn-1o-
o reales. A1 rneuos para la fase inicial se pueden detectar como impü1sos,
ademi de los humruristas, el movimien¡o de expansión y la navegación grá6cos, corográficos y de dcscripcióa de los territorios, no se debería
r., ri nr. \ .. lo'tugrl I la ceI,uL, i.., de Vene.ir orgrr:zar" ' rcnp'r- p;Ls por alto la heter:osencidad de las fo¡m¡s en quc se realizaron." En
namente una Cartografía o6ci¿1, cada uno con una forna especíñca. Ve- lnglaterray los Países Bajos,por ejemplo, el grado de apoyo señorial era
necia instauró a mediado s del siglo >:tr magistratun que también etrplea mínimo. En los P¿íses B ajos un {actor impulsor era el rrercado pubticís
ban mapas y descripciones para administrar recursos natu¡ales, como el tico; en Esp:]ña, en cálrlbio,la Caltografía sotía considerarse o6cialmen
agua y la madera. A parri¡ de 1s48 tuvo un.ormográfo d.e a Repubblí rc un arcano, aü1que esta política dc glardar silencio no cra resperada,
¿¿.d Cosne I de F1o¡enciá nombró en 1 s62 un .o smografa de Saa Alte ni siquiera por 1os propios reyes." En muchos lugares sepuede rccouo
za Serenissimo,lattcpúblice dc G¿nova un d¿l¡zeatore e ingegnare tle ta cer que los mapas y las descripciones de tcrritorios no se usaban opcra
REubbl;ca. La lsta poLría segir: Eriquc II dc Imncia, por ejcmplo, tivnncite, es decir que üo servian, por ejernplo, para la navegación, para
r,nrer'¿le' ro¡in: r,,:' ¿'.'ino q-re en ¡,r ir'. ir,:o
nomb¡ó a And¡é Thevet cosmogtu?be .l roi. A su süccsor, Nicolas dc .,r,
"' rl ti ire. o #rL,",
Nicola¡ se 1e encargó visitar toda Francia y registrar el territorio co¡nple- respondían a la necesidad dc representación de la época y a la inagen de
to, aunque el proyecto no pudo ser concluido por las guerras religiosas. sí de los sobcra¡os. Los mapas sc convirtieron así en pane de la decora-
En Inglatera también se lanzaron proyectos de registro del territorio en ción mur¡l, ta¡to en el Neues Ltsdraus de Stuttgat cr¡r¡o cn el Pal¿zzo
1¿ déc¿da de 1560.!' Y los ter dto¡ios del S¿cro Imperio constituyeron un Vecchio de Flo¡encia, en la resjdcncia de los ¿rzol¡ispos dc Salzburgo yen
áuréntico biotopo de p¡oyecros de cartogr:{ía y registro teritorial,
del \lhitehall. Las pimuras deJan Vermco muestran de manera impactaare
que hasta ahora únicamente han sido descrnas ias flores más descolla¡res, lo popular que eran los m¿pas como ornarnenro de pared en 1os Países
como el regisuo cartográfrco de württemberg, comenzado bajo el duque Bajos.66 En Inglatcrra, 1a moda de colgu mapas atr:pó ya en l¿ década

Chrisrop[ 1os rabajos de ?hiiipp Apiaa para Alberro V de B¿viera o los dc 1560 a Ianobleza ¡-ural y a los comerciantes. Cu¿ndo a comienzos dei
dc Tilcma¡n Stella para Mecklcnburgo y Paladnado-Zwcibrückcn.ú'? A sigloxvrr cayeron losprecios de los mapas inpresos de origenholandés,
en Inglatcra colgaron mapás de gran tamaño se supone que hasta en 1as
tabernas.6'Por su panc, cl Theatrum orbis tervarnn de Abr:har¡ Orte-
BuusEREr, "Spanish Peninsuiar Catography", p. 1081i uncaso nuy enprano de
viaje con registro cartográfico de una parte del terrnorio esá derri¡o en D¡¡¡

Así informa el ob¡po ceo.g de Chieñsee al .ard€ial de Siená. 29 de encro de 63. MEU¡IR, "Carlogr¡phy ", pp. 1211 s.
1491, reprodu.ido €r: ZaHN, 'FormlLru.h", pp.:ll-80, áqnip!.74 s. lN¡DRrcn, " Chorográplica", pp. 83 109.
(4. ScH{ro'r/LacaN, "Mxps", p. 666. Sob¡c los co¡flictos limiirof.s l¡ co¡sru 65. Los mlPs spañohs tc¡ian buenarece¡cióny re¡rblicabane¡el extranjero. Cf.
I MARriN-MDnÁs, "Cxrogr¡fía", pp. 92 s-
cióD dc las {ronrcms dc Vc¡ccia sc prcdc consltar acrualncnrc LÁNDvtrHR, ¿/
Un ¡plio p¡ror¡n¡ alrcspecto en el cáp.4 dc ArDRs,I(rntt dh Rdchreibang,
Sc¡rMrDr/I(^c^N. Mtrps'. pp. 666-4168. Pp.21l-28ó.
rlR,rDR,,r,, Z! notl¡liirlf iso' ¡11(ú1Nii¡,". ll^R¡lrt, "N1ntnúkins io I¡BI¡Dd", pp. 165/ s.
l.t2 ARND'I' BRENDECKI PASEOS POR EL MUNDO

lius, de 1570, respondc cxplíciramente con el formato clcl atlas ¿ 1a de Las rnúltiples funciones dc las representacioncs crrtográficas saltan
manda de poder adquirir mmbién mapas pequeños, uanspoftables, c11 a la vista rambién y precisamente en el contcxto coftesino, donde en
lugar de los napas gig:urtcs para las paredes."* una y 1a misma hilcra colgaban los mapas y las inágencs de1 dominio,
Los mapas, los globos y la iitcratura geográ6c^ hay que inagi- por eje,rplo, de los anrepasados,las genealogías o las báta11as imPor-
nárselos, por lo tanto, en funciones y contextos muy diversos, que ranres. Colgados cn hles sitios, eran mucho más que representación de
superaban ampliamcnte el mero uso con,o .cfcrcncias de orientación la "realidad" gcogr'á6ca, también eran posrulados dc logros históricos
espacial. Gemma Frisius escribe en 1510 quc lx útilidad y el deleite y de pretensiones políticas. Por ejcmplo, cuando cn 1525 se casaron
que producc un globo instalado son casi inimaginablcs. Sería el único
Juan III de I'ortugal y Caralina, la hcrmana dc Carlos V, se encargó
instrumento cuyo uso frecuente 'ilumin¿ ¡l astrónomo, guía al geó a Bruselas un¿ scric de tapices. Uno dc cllos reprcscntr el hemisferio
grafo, da seguridad al historiador, mejora aljurista, cs rdmirado por que Porrugalrcivindica como propio, por cncim¡ dcl cual alza su cetro
los gramáticos [y] guía a los pilotos", en pocas palabras: no sóio son el rcy luso, siturdo a la izquierda. Desdc cl costido dcrecho, Catalina
bellos, sino que adcmás son de un¿ utilidad indcscriptible y todo el exdende su mrno por encima del globo parrr scll¿r la ¡lianza. En la
nundo los necesit¡.¡' CirTcucnta años más tarde, John Dee se refirió a parte dcl globo quc se muestra se puede¡ vcr trmbiér1, en el exüemo
la polifuncionalidad de las represe,,tacio.rcs geográficas al describir e1 oriente Malaca y las Molucas. La posición es dccisivar las islas quedan
enrusiasmo con el que sus contemporáneos colgib¡n mepas y ponía. representadas así como parte de los dominios de Portugal, según lo
globos en vestíbulos, habitaciones, galerías y bibliotccas: esdpulado por elTr¡t¡do de Tordesillas. ElreyJuan quería reivindicar
de esa mancra la posesión, poco después dcl fracaso de las negociacio
Algunos por el pasrdo, con¡o las bar¿llas, rerrcmo«rs, frresos celesres y
ncs de la Junra de Brdrjoz, sobre las cuales volvcremos. Los mapas
cosas similares, succsos quc sc mencionan ea l¡ his$ri¡. Y [cstán] allí en
dc origen español, en c¡mbio, normalmenre mostraban las Molucas
vño, como si uno pudicr. ver cl sitio mismo, l¡s rcgiones adyacenrcs, la
en el exrremo occidente, cs decir, en el bordc izquierdo del mapa'/1
distancia hasta nosotros, y otras circuostancias:y otros p'rraverel enormc
imperio de lm mrcos, el extenso rei¡o dc los noscovnrs [...]. Alguospor Tordcsill¿s se pucclc reconocff aquí como punto de partida de una
sus propios viajcs rr ticrras lcjanas, o parr entender los viajes de otros. !n politización del cspacio. Pc¡o también el descubrimiento de Amé¡ica,
síntesis: los urios por una r¿zón, los otros por otra: les grsran,los amm, lavuclta al mu¡do de Magallanes y los esp:cios cad¿ vcz más amPlios
Ios adqu;eren y los usin: mapas, rcproducciones dc paies, globos. Para en los que opcraban los marinos y mercadercs curoPeos conrribuye-
habla, ¿decuada,¡entc de su uso serí¿¡cccs¡rio escrit¡ir u¡ libro.'o ¡on a quc los globos se volvieran enormementc PoPulares. A nadie se
le escapa que entrc los dos embajadores del famoso cu¿dro de Hans
Holbein elJovcn, de 1531, hay un globo. Si se lo mira mejor, sc puede
reconocer l¡ línca de Tordesillas. Dc modo quc l¡ "era de los dcscu
68. Cf. el prólogo dedicAdo a Fclipe lI e¡ oRELrus, Tre¿tnn o¡bit tm¿mn,fol,
Alr. rsi .omo el proloBo .l lc«o', ,b,d.. l"l. A¿b. brimientos" sc rcflejaba en los propios medios, cn los maPas, globos,
" Lntilitó, lcs d.licos, ct l. plaisir p.overañt du glóbc drcssú, ct co nrposé p¡ftel arí. atlas y descripcioncs de terrirorios y dc viajes, y lo hacía también cn
fice, so¡t mil iiscz i cro;e, i ceux lesquds,u prr¡! 1r n'oi ont solsré quelqle
douceur d'expcricnco. Cir.eft¡iñeme¡r cnrrc rons itrsr(,n1cñs, o'esr le sing!licq
duquell¡nplc usr,¡. rc¡iouy les.sirononcs, co¡duict lcs g«rgnphcs, conlimc
les hisenie.s. e¡richn d rc,rd co¡iux lcs lcgi**. cr rdn,ir¡ ¡s Eftm,nadcns, Somc oiher. prc*ndl !o vewe dre largc dorúrior of the Turkc dE wi¿e EúP;.
so!ve..e pil(r!s, ct brcfort¡e
les l¿be¿uté, et for¡re rl'icclLr¡ at
iL ducunindici
of il,e Moschovirc t-..1. So,ne, enhe¡ for úcir ownc iomcycs dnccting into farrc
bleñe.t cór¡Dodc, cr nc.css¡;c", c{. Fn6¡us, P/,,¿?.J, al¡o n,ís erudo es d landesi or !ó u¡dcrstiDd of oiher ñens tr¡viiles. To cóncludc, some, for onc pur
oi8i.alc, h,n,: li,,$us, l]( /r,.?6 posc rnd mn,c. f* rnodrcr, liketh, lovetl!, tetcth, ¡nd lscth: MaPPa, Cluncs,
"[...]othcrson,.,ntrrhi ,rrpi*,rb d.s louFhL, r.úr hqú¡k(s, hu cilrfrri¡ss, ¡nd Gcosripliicrll G lot cr. ofwhose u*, to s¡eakc suflicicntl¡ would rcquire r
& n,ch oc.uncñ.r n¡ hi{ori6 nrútioncd: thú(h liv(|,!.r i, \'M(, k, vs( ¡hc booke pcculinr ", l¡ni, 'Unfáincd lo"eB of¡rú¡hc",l r. r Iv
Phcc, rhr resi,n .rli,,r,inF, rhc tli\t¡ncc fun tr': .,ntl n¡.n ,¡l¡u . irc¡¡xr.,ncc'. 7¡. llrcrrcN, ñ,¡/,¡s ?¡¡l¿ri¿ri Il^RríN_MÍRi§, 'Grosrifi¡", P.86
141 AIINDt ¡llrrNr)r( ti]] PASF,OS POR EL MUNDO r45

los-cír'culos cor.tcsrrros y dc gobiemo: en 1543 C;u.los


V hizo dibujar cso sólo no l¡¡staba, es decir, <¡uc la Cartografia hacía e{ectivamente
en lr.rr:r urr arü, parr su lJio t-etipc. oue r,.,,,. ,ticcj,eis
r,,o.. T,mbi;; "conccbible" un mundo extraño só1o cn rura constelación especí6ca,
.illi e.irb.1n r-r7¿dr.. en .I ul¿ni.rerio. Lr nrr.r de I¡ , ;-L
unrar eg¿cio¡ de combinada con ouos r¡edios, con testigos presenciales y objetos exó-
Magallanes yla línea de Tordesi as.,,Itn \Íhitehait,
en camb;. se cot ticos, sc hace evidente en el modo en quc circulaban tales medios. En
5o por ord.n d. l.rbel r urr pl,rnisrcrio donde e*"1," ¡,¿z"d¿ t.r vL¡el¡¡ enero de 1s23, el nuncio papal en Alemania, Franccsco Chiericari, Ie
,rl ,nundo /lc F, r,,c:\ I)r.,rIe,
fcro cso ocurrió reci.n ¿ .om., r,,o, de lr envió a Isabella d'Este Gonzag4 margra"ina de Mantua, un i o¡re
d.L.1d,r dc l5{)0. c.r,ur(lo cn ,i"¡¡ de I¿ gJe.ra en,
urso.on F\prr r y, sobre la conquistr de México y un dibujo de la ciudad capiral.?r Pero
no l,rbix.tuc r.(.pcr,1, l¿,cnsibilidadde lo.diplomarjco.e.pañotcs.
I n con el texto no era suficicnte. El nuncio expresaba su es¡,e.a"za dc quc
e'e,mismo
"cn¡ido "¡ cncr.g.ror ooco despuc, r,piccs qu. mo.r, "b¡,
r¡ denor¡ de erpocos días la condesattvicra elplacerde escuchar el relato personal
l¿ Vn¿d, tnve¡ciU, en t,dS. f.o, rapiccs e,ruriero,,
de su servidor sol¡re la l.uelta al mundo de Mag:rllanes. Se trataba de
colgados en la Cámara de 1os Lo¡es hasta el incendio
¡e 1834." Antonio Pigafetta, que era sobrcvivieme de la expedición y ahora via-
jaba por Europa como testigo y autor.75 En esa época el propio Chie-
'\i.'\
ricati sc cnconr¡al¡a todavía er Núrembcrg. A11í le habían permitido
{". r- .r-)' ver los matc¡iales que Carlos V 1e había hecho 11cgar r su hermano
Fernardo para que también él estuviera iuform¿do sol¡¡e la circun
navegación dc Magallanes. Adem:is de un largo relato, comprendían
una "esfera" e" 1a que estabapintado el viaje, acornpañada dc cspccias,
ramas y hojas, y un "avc muy bella".%
Difundi¡ el conocinicnto de zonas lejanas del mundo, promctcr su
disponibilidad, no era una cmpresr de pura descripción textuai, ni me-
ranenre carrográ6ca o publicística.?? Más bien se nota con mucha clarj-
dad que el setrrg epistémico dc los acrores (sus posibilidades de saber
I algo sobre América) se concretaba c,r té¡minos situacionales, es decir,
producía consrelaciones muy diversas, individuales, de 1a coml¡inación
de medios c individuos, de sus conocimientos prcvios y la actuaiiza

*rq_-_q!\iJ¡Eé:=-¡¿E{:ry:;
lir¿g¡lento dc un Lapiz de BernardR¡ Oley, patinromo
Naclonal. Madrid
DD cr¿ fuente sc h¿bla lodav;a dc l¡s "islas lnlhdas re&lteme¡te". las nole
úova¡e noB"amenle ñelnar Oceano", Lo cml mrstra que todavía ro se tenia una
D","'e..rq"e.lo globo. \ ldea ¡iuy preck¡dd NxevoMundo ¡ de sus dimension* conLinentrhs.
".r,rot..,trr.".iru¡t ¿r"nu,,c¡,rpo
de,e.,io..e enrrcl¡¡¿mbiciore.,:.rr.,ic",.el De c¿rds !ór¿riorcs sc in6ere qle en !n principio la margrávi¡¡ sólo rccibió
¡,r,r,,,,,/g".j",,,6.,.,t, el infomc 6riro de Pisafe¡h, y siglió ;isisliendo en quc tucra pcrsoralnente
orer. nsio¡ ool¡u..¿ ; ); .rn.ion g. t,ern,men;t. nderr";,.
ruc-or por a M¡ntua hsra qne Pis¿fdta r preñitó állicon su di¡rio originaldel viaje. Cl
un r:crrpo I.: nod" de rJ er¿ oe L, e\p,n.;orrc, ..Lri.ti.i. .,,r ,a.ie
nra.r.ls dF ur¡ im;gi¡¡..on ,ruv orc¡r¡d¿, o
¡ xl rcspccto CÁRrvRrcrm, adbelk ¿'Es¿, pp- 225 227- Sol¡rc Chierica¡i como
.oleccionist¡de objelos am.ricá¡os cf. CacEEy, "lntodlctio¡ ", !t. xvs. sob.e
e"og.. r.o. euc.o,r fis¡Ieftasepucdc co$ukar actu¿lmclte hcAFErr , ¡,,1¡ Vo]rB¿.
''t...1 u¡a palh dov¿ d ptuo rnfto el ditto viassio. et liha úandaro n¡ n.cilo, chc,
¡ oor bclks¡¡x ¡ vc.lcrc". Asi dicc h c¿r!¿ Jcl nhcnr papál Fruncc$o Chic.i
c¡ri¡ lsibclh d'E$c Go¡zas¿, del l0 dc e.ró de 1521, ci. MoRsouN, ,&á,.¿r.o
.i.
/J Y,',"
,B\r l:.,t ".p ¡s8: ,.,¿m.i,ri\n,o\.i.,a,.,,
"M¡pmi(,ng", pp. t6t8\.
úr F,
u.,/r.p C/ri.,i¿¿ri, pp, I I l-l ll, 1(l!íf. 1 12.
A rcs 'r.r,,.1.
rronJiú,r IlDL.r M^yrlk, "l)incrr", f|. L.ll 1,17.
1.16 AI{NI)T BRENDIC}(Ii I'ASI-]OS POR FI, ]\'11]NIX)

ción co mu icativa ypeJormativa dc mles conocimicnios. Aquí hay que


n
r.rltramar sino con la propia España, y cn I 523 Carlos V súbit¿¡¡ente 1o

completar primero el panorama del setrlzg epistémico, del sistema de declaró concluido, según parece por iniciativa dcl Conscio dc Castilla.
condiciones de tales actualizaciones. Con ese 6n me concenrlo en la P:rumenre se dice qr.rc .rl rey "cumplc quc rTo se entierd¡ ahor¿ en lo

cuarta seccióD de este cipítulo eu los rccursos para el aprovechamierrto susodicho".¡0 Al mismo tiempo se rerir¡ron los privilcgios rcales que
político-administrativo dcl saber geográfico, corlo los quc produciríal servínn p;rra que los col¡bor¡dores se identifcaran en sus vi:rics por cl
en la época sobre todo los proyectos de registro territorial.
país. Sobre el trasfoudo de esra decisión sólo es posible cspccular: es
probable que cl trabajo haya sido interrumpido por el estado dc cuasi
guerra civilprovocado por las ¡evuehas de las comunidadcs, y que la
4. PRoyticros DE REGIsTRo TERRIToRIA] BN Es?AñA
reanudación no se haya considerado lucgo políticamenre opolruna o
fa*ib1c, sobre todo porque también sc habían recogido datos de im-
Como es sabido, la propi:r Pcnínsula [l¡éric¡ había sido vari¿s vcces portancia estratégica, como por cjcmplo las distancias entre lugares,
objeto dc colonización. Los eruditos moros produjcron descripciones o l¡ forriGcación de las poblaciones y su cstado. Es posible que en
geográ6cas de la Península desde elsiglo vtrr, C o¡ las Tablas deTole¡lo el Conscjo Real hubiera ta¡¡bién una rcsistcncia contrr una posición
surgió en ei siglo xr una compilación dc daros astronómicos, asi cor¡o demasi¡clo fuc¡tc de Hcrn¿ndo Colón. Uno de sus col¿borarlorcs más
de lorgitud y latitud dc lugares de España. Por último, desde el pu,rto estrcchos habla de la "cnvidia" que ha impedido que sc corrcluya el
de vist¿ dc la Hisroria dc la Ciencia, tuvieron repercusión, sobre todo,
proyccto.3r Partcs dcl :raterial fueron lucgo ircautadas, lo quc qucdó
los logros astronómicos dc la Universidad dc Salamanca y los rnapas son sólo dos,¡anuscritos de trabajo y un fragrnento delcatálogo alfa-
ponulanos de la escuela rnallorquina del siglo xrv. Aquí cs insosla- bético de las localid¡dcs. Colón no volvió a hablarjamás dclproyecto.
yable el prcdominio de los cruditos de origcn moro, pero también y Incluso en su testamcnto f¡lmn ¡efe¡encias a las piezas conscrvadas.
'l'an en las sor¡br¡s como el 6nal cstá cl comienzo cle proyecto.¡.
en especial dc origen judío, que se perdió cn su mayor partc por la
expulsión o marginación de estos pueblos en los siglos xv y xvI.7¡ No No obstante, la concepción intelectual dc esta descripción dc España y
obsrantc, como nos mosrrar'á el ejemplo de h Casa de la Contratrción, el rol ccntral en lo organizativo se atribuycn alpropio Hcrnando Co
h Esp.rñ,r de comicnzos dcl rrr \upo ocup¿r un nümero conri lón. Nacido en 1488, Hclnando fue pajc y aprendiz en la corte de los
'iglo Reycs Caúlicos, igual que su medio herm¡no mayor Dicgo.sr Siendo
de,able de expenos "extranjeros" en navegición marítima, náutica y
Geografía. Alrededor dc I500, las ediciones de Pomponius Mela y la un jovcncno panicipó cn el cuarto viaje dc su padre (1502-1504) y en
1509 csftvoporpoco ricurpo en L:Española, donde su hennano Diego
dedicación de Antonio dc Nebrija a Prolomeo dan testimo¡io de la
p:nicipación de España cn cl discurso geográ6co contemporáneo del h:bír sido nombrado gobcrnador. En enero de 1510 el jovcn, ahora de
hulrrrnisrro europeo." veiDtiún años, ya estaba ¡rucvamente en la corte negociando con fer-
El primcr proyecro sistcmático y genuinamcnte cenrado en los as nando II, probablen:entc sobrc los dcrcchos de Ia Iarnilia ¡ l¡ heren-
pectos gcográlicos y cuhuralcs que se puedc documentar es cl cjccuta
do entre 1517 y 1523 por Flernando Colón, cl scgundo hijo de Cristó
80. R(il ProvisióD.lcl I Jo luio de 1523. edi¡¡di or l-^!oRD^, Des/¡/erü, p.81.
bal Colón. Pero no e¡a ur proyecto relacionado con los ter¡itorios dc
81. virn¿o cso mi rñor (lon llc.n¿ido qui$ (nn¡L ere tLáL¡io i cnso I, cor¡
F(¡dcsino quc l¡ in!nlh no l(Jd¿xó Lleg.r ¡l caLD ', .i. scsrjn MaRrN M¡RrÍNEz,
Un ¡nte.ederc dcl dslo xv sutcrido por Blízquez, que él deduce de
Bajo I. dirección reñpo.¡ri¡ dc Al Zarqál; (Az¡rquicl), cf. Bu¡ssEREr, "spinish
Peninsuhr C¡rtogr¡phy", pp. 1070 s.
h ntcrprc¡ación dcl rc.h.zado por Ma.ín M, inez. Ca
^nronio
[4s. 7855 dc ]a BNE, es
"Recoverl", p.2; PoRruoNúo,.t oc¿.!o.,r, pp.28 3l ),40-42. So- 8¡.,(zauDz, "Iinrr¡rb", pp.8l-105; M¡RíN M^ftlNEz, ¡, moi¿, ?p.229 211.
RANDr-Es,
brc cl nn dc Salamrncr cn h Cosnogmlíi, cl. ibil. pp.18 48 ), Irr.óRrz Mrcu .,
lr. Iinú. 1494 y prob.blonúuc 1502, h¡$¡ l4t7 como paje y i1uóno dc Pcdro
M,nrir dc Anglotu ouc ok,s,.L Dú.c^rx) l,riRirz, /-1¿fl d".la Caktn. pp.39 s.
ARND'1 tsltENDLCI(n PASEOS POR EL N'ILINDO

cia política de su pádrc.3a En los años siguientes I{ernando dcsarrolló dcl proyccto cn 1523 ro ptcdc dci:crsc a una caída cl dcsgmcia o a ur
varios proyectos que prescntó a la Corona en forma de tratados qüc cuestjo¡amiento de las competencias de Colón, porque se le siguieron
l¿mentaL¡lemente se han pcrdido, por ejemplo sobre la forma dc descu conlia¡do sewicios clcl mismo te¡or.3'En tercer lugar, por sus viajes, su
brir y poblar las Indias, y luego, ct 1511, sobre la circunnavegacióu del posición social y su ploxi¡nidad a la corte, Colón pudo habeL realizado
planeta, sobrc cuestiones cosmográficas y sobre un impeLio universal personalmente, couro mucho, unos pocos tramos del duLo cLabajo del
cr istiano español basado en 1.r ¡ ansital¡ilidad completa de la Tiera y en registro tenitorial, es decir; el reconido de España. Colón e¡a más bien
1a propagación del Evangelio por los españoles. Sus rnuy considerables la cabeza y tatrbién el Énanci¿dor del proyecto, dirigía un equipo y
gresos, conseguidos en parte en ios juicios familiares de 1os Colón, dell,.¿ r.edrc,ióndel r.rreial rc.opilado. É mi.rroll-go; ed.r. r;r
. p.rr-iri.on,nprende er los rno".:g.ri,rr,., ,.."r.n.o. vire. sesenta y tres {olios delp¡irnervolumen del manuscrito.'o
por Europa, clprimcro enue 1512 y 1517, fundamertalmentc a lloma, Una insrucción dc puño y lctra dc Colón aclara cl modo en que se
donde intcnsificó 1a adquisición de lib¡os." De ruelta en España, visitó realizai:a la compilaciór. Conformc a 1a instmcción, sc usaban primc-
en agosto de 151/ a Antonio de Nebrij: en Alcalá de I{enares. Scgún ro pliegos y cuadernos srehos en los que se reunían 1os tnpónimos por
parece, habló con él sobre su proyecro de descripción tenitorial de Es orden alfabético. E¡ cuanto se podía suponel qrie ya estaban todos los
paña, que acababa de iniciar, porqte cl cjemplar áe Nebtija Tabla ele ta ropónirros españoles, había que transcribirlos a un libro, des¡i¡¿ndo
dit'ersid.ad. d.e los r|;as t horas ¿n las cibdacles, dllas y lugares ele España una página a cada topónnno. Debajo de cada nombLe había que asen-
riene una anotación manuscrita de Colón en la que consta que se lo tal la información ya regisrrada sobre el sitio, agrupándola por temas.
regaló el auror en esa oportunidad.si E1 siguicnte viaje reladr.amente La insrrucción prescribe además, en el caso de los datos numéricos,
largo fuc clque Co1ón hizo como parte del séquno dc Carlos V Colón anotar t¿mbién la {rec¡.rencia con que están documenrados, porquc rn
prcsenció la coronación enAquisgrány laDieta dc \forms, aprovechó daro numérico es más seguro cuanto más se 1o menciona. Si por ejem
este y otros viajcs por toda Europa para adquirir ma bibliotcca piva p1o se dice diez veces <iue Segovia cstá a oncc lcglas dc distancia dc
da que 11egó a contar con 15.300 libros y más de 3.000 reproducciones Ñi1, y dos quc cstá a docc lcguas, se creerá más bien que son
impresas, y que no sólo sc dcsmca como colección de nivel europco,
"cccs
oncc legras y se lo darápor cicrto. La últimapa¡tc clc la instrucción se
sino tanbién por su catalogación sisremárica.8' Er lineas generalcs, de rcÉe¡c, final¡¡cnte, a un complemeuto cartográfico de Ia descripción
la biosafía de Co1ón se pucclct realizar algunas inferencias respcctc,
del proyecto de registro territorial: cr primer lugar, integra una serie
de proyectos de similar envergd.'.. con 1os que Colón of¡eció sucesi-
vamenre sus servicios ¿ Ia Corona.33 En scgundo 1ugar, la interupción es u¡ trarado sobre la loLma de d$cubri. y loblar en lalarle de las lndj:s. y u
volumen intituládo'Colón de Conco.dia t...l asiñesno.on el d;ho irlenlo y
.do dc scnn, rnc aüevía senir á su Malesrá¿ con aqueiLás es.rirnras o forma de
fuvcgaciór¡rn sr alto y {e1i.ísimo pas¡jcdcllandcs a España y, lor ¿lconsigu'
le¡te, en¡e¡día e¡l¡cerla discrección [= dscrip.ión] y cosmografia de España, ¡
84. D¡rGADo lÍ¡Dz, ibíd., p. 57. que por cl presidene que era del Real Coroejo de vuestra Majestad ne fue pueso
85. D¡rcaDo lÍ¡.2, ibíd., pp.61-61. i¡1ped;ne¡to". Cn. según M^RíNM^¡rÍNEz. ¡.f¿-oli¿. pp.165 s.
86. AsLNslo, Cr¡stóbdl Colón, r- 2, p- 73 t- Ya ál año siguiente fue,nieúb.o de laJu.ta de Badajoz. A parü de 1526 suplió
87. C^Mcr Luzz^NA, "lnr.oduction", pp. 8 llj DaMLtrR, -Pars lro loto", pp.,138 li¡¡l'nenle alpilolo ñayor de la Cása de I¿ ConÍanción y se enc¿.gó állíoEa vez
s. Sóbrelá.óLección dc rclroducciores inpresas cl Dnrc^ratlirEz, Hem¿ndo d c dos proycctos gmdcs: h confccción dc n¡ mápan1x¡di y dc rnodclos dc cans
Coló,, pp- 93 95j sxmari¡men¡e sobre l¿bibliolecá, ibid., pf. 107 124. nirticas con ias guc navcgarian todos los barcos csprño1cs: "lurcis u¡a cart¡ dc
88. Cf. alrspe-o t¿mbié¡ las palabras de Colón, citads por Maritu lcrnández (de) navegar y un mapanrudi o esfcrr redondr er la gual se siruor todm las ishs y
Nava¡rete "Ser desde ¡ni niñez er stá Real c1e crixdo, t...1 mc incit¡ ¿ tai oi' tic¡as fir¡¡cs 1...1par¡ quc se pong¡trl cn I¡ nuestra cassa de la con¡ratación de las
r¿ñ¿ble deño ¿e ñrvir¡ vlesln N4ágcrld guc, cuando ¡o sc olrece en <l!ó c - y¡¿id 1...1 y sc¡¡ pr(l()ócs de rodas hs canrs y mapamundis que se o"ieren de
plca, el ral¡jo .ó.porál dc ni pcrona, procu ro d c ocupar hs fr,"rzrs .lc ni pobLc hrTol', A(ll, lfJil 421, t. ll, f.ls.234r-214v, fol.2l4v
jric;o cn oL,rrs dc quc rcdundc alsLin servicioi h pruLoln,lc l. curl l...lLl Bo quc l)i t r^ro I'lr\,.a, lloL"tLln Oló\ r. ti7 -
il

150 ARNDT BRll.Nl)EClul PAS¡.()S P()R UT M1¡NtX) 151

tcrirorial, quc sin embargo se supone quc aún no había sido i¡iciado El reco¡rido sistemático dc España en e1 que se basan los daros fue
cuando ñnalizó cl proyecto. Allí se dice: realizado por colaboradores a¡ónimos dc Colón. Sc puedcn recons
truir doce rutas, que fueron recorridas rel¿tivanente rápido. El encar
Pa¡¿ el hazer las rabL¿s se¡an quadradas y divisas por grados de longitud v gado de la ruta Sevilla-Barcelona, por ejemplo, ncccsitó só1o cüarcrta
lari&d yc¿dagrado enmillas cuyas Lincas cruzaran 1¿ tábll como c¡ un ta- días para describir unos 140 sitios. Para eso viajaba enúe 15,6 y 33,4
blerode axcdrez por quc {acilmente del originatdolndcl se plnrare aL prnt hilómeuos diarios." P¿rte de la información requería que se consnl-
cipio scpueda sacar en 1os otros.'! ¡ara a los vecinos de l¿ zona o a los tuncionarios, para lo cuai debía
servi la aurorización real que llevalran consigo. Juan Pérez, :migo y
Panes de Ia práctica de trabajo se pueder inlerir por los rres frag- bibliotccario de Colón, resume e1 procedimiento en un: frase que es
mentos conservados en la Colonbina de Sevilla y en 1a Biblioteca interesarte ya por la tcrmnrología, porque allí se puede reconocer el
Nacion¿1 de Mad¡id, que contiencn los datos de 1122 lugares. Los uso co n tenporánco .lcl concep to de informacióny además rematiza el
códices sevillanos permiten reconoccr las diversas fases del rcgisrro v problema de la certificación:
orden:miento del material.'2 EI primcr códice es convoluto cosido
",r
posteriormentc de los cuadcrnos de trabajo que llevaban en tos viajes, f
para esto lhace. la cos" ognfá de Espáña,A. B.l, e necesario enriar por
po lo.url clrr.rdr' Li.n.n. rr"Lrcr dc :r'ne-.t:, :
'"' rodos los pueblos de España a ¡lsunas personas que se in{ormasen en cada
pucblo dc los vezinos que había y de todo lo demás que en él hobiese dino
San migucl de corneja iugar ile XL lezinos e esta en aLo al pic de una
cs de mcmoria yhabida la nrlo¡nlació¡ la trüxiesen por lee de esctibano y de
syera e cn eL val de corneja e es aldea de piedtalLta c fasta piedrahita av testisos 6dc¡i¡os Gi4.!5
media lcgua llana e dc bertocales e fasta bonilla ay u¡n legu¿ Pcqueña de
no¡¡es dc enzinares e amedio car¡ino t¡¡"iesa¡un ccrro quetenrall tiros Se ¡econoce con cl¡¡idad que "hformación", por u¡a parre, toda-
de vallesn c a II tiros dc vallesta primcrapasan a un rio dicho corncjapor vía rcmi¡e a las acras de inrerrogatorios, pero por otra ya remite a ia
vado que corre ala mano dizquierda e fasta uillatoro ay II leguas c media e
rrreta más abstlacra del esta¡ informado. Algunas descripciones más
vanporlas casas delpucrto e {asta la casas del pueno ay I leguae mecLia un
detalladas muesrran que los observadores viajeros no constituían la
valle arriba e por entre unos enzinares c a terqio dc Legua pasan a corneja
única fucntc, sino que adcmás se incorporó materi:l escrito. T:rmbién
porvrdo corre a1a mano dizquierda. " v¿ría la temática dc las entradas, de modo que a veces se incorporaba
cambio, ordena las ent¡adas por orden alfa-
irforrnacióu adicional, por ejemplo, sobre 1a historia locai, ias leyen
E1 segundo cór{ice, en
das, las jurisdicciones, 1a provisión dc agua o la red vial.
bético y las reduce a unos pocos daros relevartcs. Las entndas se rea-
Visto en conjunto, el proyecto es espcctacülar ro só1o por sus di.
lizaban en bloques rectangulares dc tres entradas por págiüa en pro-
mensiones. Es uno de los primeros proyectos de registro telritorial de
nedio. Sigucr una estructura básica et ia que se rcgistran los nombres
toda Europa. Únicamente en Austria se puede suponer la existencia
del luga¡ el tipo y nírmcro de pobladores, las ciudades o los nobles,
dc un proyc. to arterror del qre .rn emb"rgo no \e Lon' en e' r,.rLe ic-
arzobispados u órdenes dc que dependc, así como las clisancias lTast¿
lcs. Según unas pocas notas que han quedado, este prolecto tiene que
otros lug:ues de los alrededores. Los númcros ¿l margcn remiten a 1as
habcr surgido ya antcs de 1514 en el círcu1o de eruditos que rodeaba
entradas del prntcr códice.
a Maximiliano I, y tiene que haberlo comenzado Johannes Stabius.
ScgúnJohann Ctspinianus, Stabius recorrió enpersona todos los ríos,
91. Instrucció¡ ¿e Het¡ando Coló¡, ci¡. scgún RoDnlcúEz ToRo, "DcscriPción"'

,. EÍÍi.**." o-"."ü roRo, ibÍd., pp. r3 s. ', I ira,r


," l' , ,.
, \, / ) !,¡/,, r,r i , ;,
93. Cot¿)N,Duúit riiñ,¡.2, p.6l (cii. scgúr l{oDRÍcur,zTono, "l)cscrif.itu", P.l5). \1, r¡,. r, /
l5:l ARNI)T BRENDECIiI.] I)^SL()S POlt DL ivjUND()

ciudades, burgos y aldc¡s de Ausrria, los vio con sus propios ojos y de Medina, lo volveremos a en€ontrar como cosmógrafo de Sevilla con
se los describió al emperador Maximiliano." El obictivo parccc haber buenas reiaciones con la alm noblezay la corte.
sido cn plimcr lugar la confección de un m¿pa de Austria No es fá El nuevo encargo de dcscripción territorial recién se impartió en
.il e'pcci6c:r h aurorí.r rntclc, r,r I del pr"l ccto prc, :'amcntc porquc 1566. Felipe II Ie ordenó a Pedro de Esquivel, profesor dc Matemáti
St¡bius no sólo formaba parte de los hisroriadores de la corre dc Maxi- c¡s dc la Universidadde Alcrl{ que realizara ladescripción dc España.
miliano l, sino quc además conocía a todo cl círculo dc humanistas y La particularidad de los trabajos de Esquivel está en el uso dc Ia trian
e¡uditos ¡lemanes de l¡ época (entre ellos Celds, Stiborius, Peutinge¡ gulación, cs decir, de un método rnatemático de levantamicnto topo
Pirckhcinrcr y los carrógrafos \laldseemiillcr, Behaim y Verncr) y en grá6co. Junto con dos ayudantes, Esquivcl recogió una gran cantidad
parre rnbajaba en esrrech¡r colaboración con cllos " De modo que Ia de datos, que sin cmbargo quedaron en cstado fragmenrario. Tlas la
falt¡ de ¡locurnentos ¡o pcrmite decidir si csto podría ser un¡ conti pronta rnuerte de Esquivclpasaron porvarias manos, pelo ya no se los
nuación dc las ¡mbicio¡es dcla Germania llh ¡ra¿a de Ccltis o si lo sometió a un proccsamiento sister¡ático.r@ Es probable que un atlas
que surgió es un nuevo inte'és del sabe. dclsoberano por los rspectos dibujado a mano que sc conse¡va en la bibliotec¡ de El Escorial sea
geográ6cos y culturales. Con respecto ¿ Esp¡I1a es neces:rio destacar resultado parcial de los rrabajos de Esquivel. El adas comprende un
que clprolecto de registro territorial de Colón sólo se puedc caliñcu m.rpr gcncral y veinte ,nrp:s parci;le. de Esp.rña. .onricnc rorre.cio
de hum¡rlsta en un sentido muy general, porque faltan justamente res hechas porJuan Lópcz dc Velasco, una gran cnntidad dc topóni
los lazos con la Antigüedad, por ejenplo cn cl sentido de re¿lizar una mos, ríos y {ronteras, asicomo b¡eves referencias a que se han realiz:
reconstrucción histórico-anticuari¿ o de gcncrar un¿ idenri6cación do informcs y se ha interrogado a testigos locales para poder cstipular,
nacional de España. El propio matcrial quc dejó Colón tamPoco es po¡ ejemplo, la jurisdicción a la que pcrtcnecen distintos lugares.,6,
adecurdo p:ra confcccion:rr un mapa geogri6camente Preciso Porque Por úl¡imo, hay que mencionar los trabajos del dibujantc llamenco
faltan datos de longirud y latirud y si bicn crr rr,uchos casos csrá indi Anton van de \X/yngacrde, citadoya en rclación conlavis¡a delPalacio
cada la clismncia, no csttu indicad:s las dirccciones correspondiertes Real de Madrid, quicn por energo del r ey riajó por España e,rtre 1562
o las indicaciones so¡ r¡uy imprecisas. En esc sentido, el rcgistlo tcrri y 1570 para hacer vistas dc las ciudades nrás inportantes, así como los
torialdc Colón es un frag»rento que sólo rcvela dc manem inconrplctx intentos de descripción dc España hechos porJerónimo Muiroz.L'z
la formr de aqucllo a lo que se aspiraba. Estos proyectos mucstran que en la España dei siglo xvr existían
No obstantc, teniendo en cnenta t:nto €ste proyecto tcmPrn- Ios conocimientos para rcalizar registros territoriales de cnvcrgadura.
no dc I{cr¡a¡do Colón como la tende¡cia er.:ropea, los prcsupues- Lo quc faltaba era ur apoyo político sostenido y la ncccsaria conri
ros españoles y el interés personal de Callos V por la Geografía y la nuidad dc los acrores. Mís aun:los proycctos de registlo tcrrirorial
Cltog, afía,s resultr asombroso que hasta rncdiados dc siglo no haya promctían, cád¡ uno a su nrodo e igual quc los espacios y los mcdios
cn España un nuevo intento de registro sistemáIico del tcrritorio. En del saber', poner un fragmento del rnundo a disposición dc la cortc.
1548 se publicó el Ziüro dc Las grandez"s y cosas memorables de Espa Pero csto no responde cn ebsoiuto ln prctunra por su validez frcnte
ia, <1ue si bien es una dcscripción topográfica del país, también tcnía a las ah€rnativas cpistór¡ices, esenci¡lmentc frente a la con6anza en
una bnsc cmpirica débi1 y un mapa bastantc malo." A su a¡¡or, Ped¡o

t00. Put Rln, Lelenrlaae c, pp. 42l s. Sob.e l¡s ré.ricis c instrumenros cmpleados d.
96. E¡ rr rM, 'Topogáphi.', p. 12. Vr(xrNrt M^Roro/[s {!^ñ PrñÉ, Ró,.4ped¿r, pp. ,17]-482.
Rrtr0r., weltk.ncn', pp.68 s. l0l. BM[, Ms. K. I.lr $b¡c crc idás cf. Rtrr^i^z Rurz, 'Topogñphical Maps";
Ctlos v rrmbién se s;v;,l.lc clhs con 6nus rrilirrrus, por cjcmplo, cn la Gucm V,(rau¡rz M^uR¡r, "Anilisk"i .ciualmc¡t. rxnrh;énr CsÉs¡o SANZ, "Map¡ olvi-
t[ lisnmlcrlda; cf. Tutr, /iz¡rroa p.213.
102. l l^vo (^MFllrrfM^NN,'Vism", pp. 5ós i Po(ruoNDo,S¿dd S¿¿,(, pp. 46s.
I5l ARNDT RRITNI)llcKE

las expcriencias humanas y los couocimiertos personales. Con haber IV.


cor¡ba¡ido "realmente" cn Ilandes o senido cn Amórica, e] mcnor de
los súbditos podía contrarrestar la promesa medial dc poder contcm- Rr¡r-e1os DEL MUNDo. EL s¡.nen NÁurrco
plar el mundo desde el \illón. Qur,.r lo' co¡rct¡nos p.rseararr rsi por EN SEVILLA
el mundo sin haber traspasado elumbral de 1a corte' pcro sólo,zoro-
*os, dicc Don Quijotc, sor¡os "los c¡b:lleros a¡clantes ve¡daderos".
Noso¡¡os "a1sol, al frío, al aire, a las inclemencias del ciclo, de noche
y de dí.r. r pic y r c.rbrllo rrredimos tod¡ l¡ rierra .on nue.r ¡ os mis¡ro.
pies". Y es que hay urra uerdad de derecho propio cn conoccr "no so
lamcnrc [...] los enemigos pintados, sino en su m
Ior lo tanto, para dcterminar la validez efectiv¡ dc los conocimien-
tos en las arg,mentacioncs y ope.aciones de la política cotidiana hay
que haccr un estudio de las práct;cns del saber rnucho más intcnso
que lo que permitc cste panorama del serug cpistémico de h corte.
Lo inrcntaremos ahor¡ ¡omando como ejemplo un ámbito quc esrá La referencia ;r los viajes de dcscubrimicnto de los españolcs y poru-
,nr:m¿¡¡cnrc vinculaJo corr c' proces,' de erpansión. .' mr.. que ton"- gueses alrededor del 1500 forma parte dc la rcrórica de los ejes de la
tituye su auténtico prcsupuesto. El capítulo siguicnte sc ocupa dc la historia mundial. Allí se puede marcar de mancra directamente pro-
producción sisremrítica de saber náutico y canográGco en Sevilla La Iotípica un anrcs y un despuós hisróricos, distinguir un mundo 'vie-
validez dc cste saber-por muy per{ecto que fuera cada método y cada jo" de un mundo "nuevo". La siguiente mir:rdr sobre SevilLa y sobre
medio- chocaba perrnanentemente co¡r lin,ites, porque 1os honrbrcs cómo se organizaba allíel novimiento de descubr.imiento y cxpansión
que salían a üavegar! que "realmcnte" conocían cl mundo, contem- prctcnde absrenelse en grarr mcdida de ese énfasis y poncr clanálisis
plaban con gran escepticismo a los cosnlógrafos cicntíficos. ¿Qué cs, al scrvicio de un interés mucho más restringido, relativo a la Hisroria
despuós de todo, la marcr de un co»rpás frente ¡ la s¡l del ocóano? dclS¡be¡r No obstante, diganros lo siguienter estamos anre Lrna esce¡a
primordialde la Historia del Sabcr Aquí, cn la Sevill: de comienzos
dcl siglo xvr, sc da una consrcl¡ción quc cs *racterística de toda la
Historia delSabcr, porque la praxis de un sabcr la navegación maríti-
ma- choca con las prerensioncs de la teorización cientílica: l¡ Cosmo-
grafí:. A la vcz, csto ocurre brjo la presión cjcrcida por los intereses
ranto políticos como económicos de la Coron¡ y del concrcio. Es una
esceza prinordial no en el scntido de la singr.rlaridad histórica de la
consrelación, sino en su obscrvabilidad, quc es de un¡ nitidez al¡so
lurr. Las discusiones (por cjcrnplo, sobre los métodos carrográEcos)
no sc llcvaban ¡ c¿bo en el ¡islamiento ¡elativo de un laboratorio o

l. En I" úhimi ¿o¡d¡ delsislo xvScvilh sc convir¡ió er elseslrdo lugrr dc Cásilla


cn o.d.n dc iñporlnciá, dcspués dc S¡lamanc¡. p
¡ li ;mpr.sió, dc obns cienrí
0r ( i\¡N \.ll,r¡,)rrl,r,.1,,r1)l 6cisr A¡R rz^tr^r.^c^, "Libro c;ortÍ6co', p.621.
r56 ARNDT EREND]]CKL REtLqOS DEL IVIUNDO 157

€n el marco de los dispositivos de un discurso acadómico. En ningírn e¡r la ¡acionalización, sino que es, en prircipio, un desplazamiento de
momento se las eximí¿ de Ia obligación de actuar que implicaban los los discursos de legitimación. Es evidente y al parecer era necesario
barcos listos para partir ¿Qué mapa había que darles? ¿Cuál era 1o que para justificar una empresa arricsgada aparecieran aquí, además
mejor y con qué crnerios sc decidía eso? En 1: Sevilla dc comie¡zos de 1os argurrentos tradicionales como ac¡ecenta¡ la {ama o comba¡ir
de la Edad Mode¡¡a cl "saber" siempre era rambiér ru asunto opera a los iuieles- otros argumentos relacionados con la posibilidad de re
tivo. Cono ta1, obligaba a poner información fragnentaria, incierra y solver los problemás técnicos y náuticos. Esro tie¡e u¡a nota iró¡ica
meramente probable como base de las acciones, a a6rm:rla proviso p orque justamente se convocaba
expertos erudiros cuando se rrat¿bá
a
riamente y a someterla a prueba en 1a pr:xis. E1 "experimcnto" tenía de decisiones que esraba¡ fuera de lo intunivo y de Lo conocido para
Iugalluego en cicrto modo'invivo", en alra mar, a rna distanci¿ eno¡ cu¿lquiera. El asesoramiento político renía lugar p recisamenre cuando
me y cn medio de grandes peligros. Por eso 1a cuesrión de cuál erá 1á se trataba dc algo utópico o por 1o menos desconocido, algo sobre lo
mcjor carta ráutica, que en si del¡ía sc¡ esclarecida por Ia ciencia, lo crtal no se sabía nada y sólo se podian haccr nrferencias incier¡as. En
podía sustraerse en ningún momento a la presión de la calle, a1 juicio el caso dc csta posibilidad ¿bierta cle viajar por el Adántico hacia el
de los piloros qre regresaban, a Ia queja por los barcos hundidos y oestc había que recurri¡ a las reorías de la Cosnografía, de 1a Geo
por las tripulaciones ahogadas, y desde 1a perspecriva econónica a grafía y a 1a teoría astronómicá.le 1as esferns, en parre rambién a los
la dccisión de qué comp¡a¡ en elmc¡cado de las carras náuricas y 1os conocimientos geográ6cos redcsctbjertos de los anriguos y-especial
instrumentos. Las siguicntes reflexionesseconcenrranenprirnerlugar meute para Asiaal in{ormc dc Marco Polo. Lo esencial, sinembargo,
en ese cambio radical de 1a ¡el¿ción enr¡e s¿l¡e¡ y poiítica que se inició e¡a discuti¡ cuánto medía 1¿ circunferencia de 1a Ticrra y cuáI era Ia
al fijarse hs ltueas de separación entre Portugal y España. Luego se proporción de rierra y agra, porque sólo así se podía calcuJar cuánto
dcsc¡ibj¡á el des¿r¡ollo de instalcias gubernatrentales de regulaciór, podía durar la rravesía por el Atlántico y esrimar las oportunidades dc
por un lado Ia Casa de la Coutratación, que organizaba la navegación llegar. Se trataba de ura "ignonncia espcci6cada" (Robert Merror),
castellana dcsde Sevilla, y por ot¡o las personrs que trabajaban allí y es decir, de las medidas exactas de un cspacio del que lo único qne se
los insrrumcntos, es decir, sobre todo elpiloto mayor y su trabajo en srl,u er.r 4ar ..b,?. -:Jr n ¿.. I-l . ¡lculo,r t:6,o. .nu1 pre..i.o y..
un modelo estandarizado de carra de navegación (el "padrón rca1"). El que había hecho Eratóstenes (f 19a a.C.) de 1a circunferencia tcrrestre
siguiente paso será iluminar la esfer¿ de la pmxis náutica, para lo cual era conocido en el siglo xv y había sido difundido por las obras de
se considerará una serie de nedidas de re{orma y discusiones juridicas ?icrre d'Ailly y Enea Silvius Piccolornini, en las que por otra parte
enrre divc¡sos ba¡dos de Sevilla. Por ú1timo se analizará el c¿mbio de tambiél se consignaban resultados de cálculos alternativos, como los
procedimientos que caracreriza la segunda mirad del siglo xvr. En csta de Claudio Ptolomeo y Márino de Tiro.r En ejemplarcs de estas obras
época se reriran ya de Scvilla muchas tareas de caráctcr cosrnogtá6co se pueden ver notas a1 rnargen hechas por los hcrmauos Bartolomé
y geográ6co y se ias concerltr¿ en la corre. y Cristóbai Co1ón, que destacaban las distancias rrás co¡tas en cada
caso para demostrar 1a factibilidad de su proyecto. Como se sabe,la
idea del viaje hacia cl oeste ya le había siclo presentada en 1474 al rcy
1. LA IoLrarzAcróN DEL Es?Acro pormgués Alfouso V (1138 1481), aunque no 1o había hecho C¡istó-
l¡al Colón, snro e1 rnédico y humanista florenrino llaolo dcl ?ozzo
Ni la Corona portugucsa ni 1a española se habrían rricsgado a 6- 'Ioscanclli. Toscanelli partí¿ de la basc de que a 1¿ al¡ura dc Lisboa el
nanciar y privilcgiar el proyecto de Colór sin consulrarl¡tes a los Atltutico tcní¡ un ancho aproximado de un tercio cle 1¿ circu¡ferenci¿
expcrtos sobre la viabilidad de 1a ruta r¡ccicte¡t¿l baci¡ las Indias. Si
sc quiere, estamos anrc modos ilc asesor¡niento polírico cn matcri:r
cicntí6ca,lo cLrrl no sc pucclc clcscrihir sinrplcmcntc conro un avancc \ ,' , r ,,//,,r¡,i, ,
RET.LEJOS DIL MUNDC) 159
l5s ARNDT IINENDECKE

él lel Malucol pcleaban ¿ml¡as naciones Españolas con armas, y sus


terrcstrc! es decir, que habia 9ue naveg¡runas 6.s00lcguas. Sólo cuan
Rcyes con sutilezas de Derecho y dc Cosmografía", dicc Ba¡rolomé
do Colón recoge las ideas de Toscanelli y le presenta un plar dc viaje
Leonardo de Argcnsola en i609.' ¿Cómo se desarrolló esa pcle:?
haciá occidcnte a Juan Il, rey de Portugal, se pr,ede doct,tcntar con
Una primera 1ínca divisoLia del área de operaciones de cspañoles y
seguridad 1a convocaroria a una jurta cientí1ica, la Junta dos Mathc
portugueses había sic{o decidida ya en 1'179 en la Alcásovas porrugue
máticos. Lajunta rechazó la cmpresa, y 1o mismo hizo posteriormente
sa.'Según esre tratado, c1 espacio marino al sur de una línea trazada
un: comisión castella¡a e" Salamanca, porque Colón había previsto
hacia cl este y el oestc del cabo Bojador cn ÁIrica debía qucdt re
una porción bastante pequeña de superlicie para el espacio real que
servado a 1os portuguescs. El e{ec¡o secu¡dario más conocido dc ese
había que atraves:r navegando de Etropa a Asia (un poco más de un
tratado fue que a España le qucdó vedada la ruta hacia Indla a 1o largo
quinto de la circunferencia terrestre), y adcmás había calculado una
de lacosta africana, y así se vio empujada a adoptar laidea de Colón de
distancia muy reducida ent¡e los grados de longimd a la altura del
un¿ ruta occidental. Pero a Ia vcz las rur¿s ma¡in¿s en alta m¡¡ se co¡-
Ecuador. Su cálculo era sólo de 80 kilómetros por grado de longiud
virrieron en ut asunto político, y 1a navegación, de ser un problema
en lugar dc 111, 1o cual dal¡a como ¡esultado uua ci¡ct c¡encia te
práctico, pasó a scr un problema en principio político, pcro en última
rrestre de,"asiado pequeña. El resto es conocido:1os cie¡tíficos tcnían
instancia también cicntílico empírico. Este desplazaniento rcsulta de
tazón pero no pudieron oponer nada más a la terquedacl de Co1ól en
una circunstancia concrera: lapertenetcia de unlugar en alta mar a una
el carnpamento de Sarta Fe, de modo que Colón ánalmente zarpó y
u otra esfera no se podía resolveL jurídica o políticamente, sino que
"descub¡ió" América tan casral como felizmente, en Ia mitad de rur
siemprc requería la detcrminación exacta de la posición geográIica.
trayecto que en sí era demasiado largo enrre Europa y Asia.
Pero llegar a esa determinación suponía ur eno¡me desafío científico
Desde la perspectiva de una historia ¡le 1a relación entre saber y
y te.rico. p6 1u. e '.cc.r¿b¿n nretoCo' , in'¡ru nen o' e\J.ro\ \
d ominio 1o decisivo no es el h ecbo er. sí dc qre la decisión política s e
oL.en¡.iorc. en p.ri. s¡,r,.:s.r. Ma."ur: , .qucrt.r
apoyara de vez en cuando en el consejo de cxpcrtos o que 1o ignora
sobre la adecuación de esos i,*trun,entos y datos, cs decir:, un métodtr
ra-, síno el moclo en q:,e la ciencia y la política se inbricaror a largo
intersubjetivo, en realid¿d reconocido intern¡cionalmcnte, que pudie-
plazo y sus discursos de fundameot¿ción entablaron una relación de
ra servir de basc para un acuerdo polírico entre Portugal y España so-
reciprocidad. ?ara el ámbiro que consideraremos aquí cl impulso de
bre 1a inre¡pretación de las líneas divisorias. Se requería, por Io tanto,
cisivo partió de una pohización de la "ignorancia especilic"da", de
"cicncia" en el se¡tido moderno, entcndida como una comprensión
aquella famosa división dcl espacio aún no conocido, decidida por 1as
de lavalidez de detemin:das leyes y métodos, compattida más allá de
bulas de Alejandro VI y clfratado deTo¡desiil¿s. Después deTordesi-
las fronreras de las naciones y los intereses, o un sistema lara decirlo
Ilas,laposesiónterritorialno tuc más una cues¡ión de quiénhabía sido
co¡ Luhmann guiado por la distinción cntre "verdadero" y "falso",
el descub¡ido¡ o de victorias militarcs, sino un problem¿ cientí6co de
pero no ettre "poder" y "no poder" Los esfucrzos por alcanzar tal
deterninar geográficamente con exactitud por dónde pasaba el meri
conse¡so "científico" se mani{est¿ron e¡ una com;ión binacional dc
diano de separación.r Ahora l¡ien, esta cucstión no se volvió candente
expertos, la llamada Junta de Badajoz, que sesioró en 1521 en las lo
en el Atlánrico sino en el Pacíico; porque dcspués de haber explorado
c¡lidades de Badajoz y Elvas, situadas a ambos lados de la fro¡tera
La ¡uta iracia 1as Islas de las Especias (Molucas), había quc pcnsar en
luso española. La junta debía detcrninar si las Islas dc las Especias
la importancia dcl antimeridiano pacífico para la Leivind;caciór por
sc cncontraban de1 lado portuguós o del lado español de la iínea que
tgresa o cspaño1a de la posesión de las MolLrcas. Pero para cso había
que determinar la posición del an¡imeridi¡no y de ias Molucas. "J:n
160 AITND-I BRENDECK]] REFI-¡JOS D¡L MUNDO )6)

había sido deli¡ida en el T¡:tado dc lbrdesillas. Antcs de adent¡ar¡os euco.rtr¿r un modo de dcfinirla y maLcarla de forma Permanente. Ya
más detalladamente en esas negociaciones es necesario poner en claro cu:ndo quedó per6lada 1a solución de Ia línea et las negociaciones
clproblema fundamenral que había llcvado: semejantc conferencia de diplomáticas con Roma, e1 saber geográfico comcnzó a rcner un ¡ue-
carácter político-científi co. vo valor nás allá de las operaciones de navegación: cl vaior de poder
Ya Colón había propuesto un meridiano como línea diviso¡ia, es respaldar o itcsestimar los reclamos de posesión territori¿l De modo
decir, una 1ínea que discur¡icra del Polo Norre al ?o1o Sur6 A conti que la soiuciót de la 1ínea reforzó dc inmediato la necesidar{ de info¡
nuación,los Reyes Católicos le sugirieron al papa Alejandro VI una mación geográÉca de la reina Isabcl, que 1e ordenó a Co1óq cuando
solución dc csa índole.'En 1493. en una serie dc chco bulas, de las cua zarpaba en su segundo viaje, que exaninara si una estiPulaciór cn ese
),es Inter cdeten, q]ue t;ene dos vcrsiones, es la más conocida, e1 papa scntido h¿¡ía que los portugueses se quedaran con isl¡s provechosás.r1
Borgia de6nió una línea situada cien leguas al r¡estc de C¿bo Verclc, Por lo ranto, dejando de lado las muy discutidas consecuencias it
rnás allá de Ias cuales 1es donaba a 1os reyes de Castilla tod¿s hs islas y rídicas y políticas, Tordesillas generó un problcma cientillco de primcr
l ticrras 6rmes ya dcscubiertas o pordcscubrir, no sin atar 1a donació¡ a nivel, porque una línea en cl océano en ¡ealidad ¡o cra h:Jlable niÉjab1e ni
la tarea de misiona¡ cntrelos pagauos.sLalijación de estalíneallevó de co¡trolable. Menos aún tratá¡dose de un¿ Iínea nortc su¡ un meridiano.
inmediato a iniciativas diplomáticas por parte de los portugueses, que Desde que DavaSobet hizo de1 iclojcro inglés John Llar¡ison elhéroe de
descmbocalon furaln¡cnte en el binacional Tr arado de To¡dcsillas, rati- una no"ela sobre la longitud, hasta un ralasofóbico t¡nc scpa leer riene cla-
licado a su vez a posteriori, cn 1s06, por elpaPaJulio II.'Elu de junio ro que en el siglo xvr eraimposiblc dctcrminar Ia longitud cr elmar. Sólo
de 1494, 1os portugueses acordaron con los cspañoles e¡ Tordesillas a lines del siglo xvnr sepudo contar con relojes Io su6cientemcnte preci

una solución que les era rnás {avoral¡le: un¡ 1írca que de allí en más sos.'r Los signatarios del Trarado de Tordcsillas tení:n conciencia dcl pro
esraría siuada a 370 leguas al oesre de Cabo Vcrde. Lo intercsante en blema que implicaba determin:r la longitud, pero sugerían ura solución
esras negociaciones es que la pórdida o ganancia dc isl¿s o te¡ritorios pracricable: en un piazo dc diez meses debía inici¡.su rabajo ur,a flota de
no estuvo en primerplano (ambas lírcas estaban sit"adas en medio dc1 dos o tres barcos tripulada por pates iguales por cxperros (pilotos, astró-
Arlánrico, mucho más a1lá de la ticr¡a conocida entotces), y es muy logos, rnarineros, etc.) de ambos países. La flota debíá ¡:vega¡ lT0lesnas
probable que este hccho haya facilnado en un principio la aceptació» hacia e1 oeste y hacer a1lí "cl punto o seiral que convenga"rr El tratado
de la decisión, puesto <1ue ninguna de 1as parres perdía o ganaba tierras habla de grados o rran,os diarios navegados (singladuras). En
"agamente
en lo inmedi¡ro.' lero cl costo de esta solución al¡st¡acta e¡a alto, los priureros p:sos p:ra implemcntar la comisión se nota que se esperaba
porquc por un lado había que controlar con todo cuiclado que esa h:ril¿r una isla situada en l¿ lú¡ea o ce¡c¿na a ella donde sc hubierapodido
línea efcctivamente no tocara isl¿s o ter'¡itorios, y por otro había que marcarla, pero ya en septienbre dc 1495 el trabajo correspondienre tue
suspendido por ticmpo indetermiuaclo.lr Con posterio¡idad a csa fecha
hubo supuestas violaciones de I¿ línea de dcmarcaciór¡, aítn totalncr,te
inde6nid¿, detenciorts de ponupteses qte habían penetrado mucho en
6. Eltrasfo¡do era. evidenremcn¡c, i¡ otrser!¿ció¡ dex¡¿zon¿ ritida de nuch¡ for
m,ció¡ de p$to mari,ro y declin¿ció¡es nagnétics, d. la enlrad¡ dct dia.io de a laes{cra españolay a contir,uación nuevas intc¡ver,ciones diplomáticas, y
bordo de11z dese¡tiembrc de 1492. CODODES l, P. 1ll. e¡ 151 5 sc creó una comisión de expertos españolcs cuya rarea consistiría
7. SNDMAN, Cosñogruphcs",pp.39-44.
8. PRrrN, "Bul¡s AlejNdrin¿s",!p.12 s.
e. Sob.e l¡s bulas cf. PRIEN. Bxlas Alci¿.dri¡as ". El Tratio d e To, ¿esiuas tuc rxti
licado por la brla Ea qaac d€lnlio II, del2a de e¡ero dc 1506. Cl l¡uE¡, "Buhs 11. RuMtru D¡: AnMAs, ñ,rd¿ó, p.111-
Alejándri¡as", p. 18. 12. Sobre lá loñgitud, dcsde una pedpecrivr dc H;1ó;a de la Cienciá, cf. ANDR¡VES,
lo. Pucdc scr que los fo ugn.scs cruvicr¿ñ intetcs¡¡os enrr o¡acio 1o más mplio Qen
posible ¡tr is ruts del rr. dc sus brrcon Porque asi IoJír¡ ratcion¡r tr lis 13. ltlMDU D! ARMN, T¿klo, pp. 149 s.
Llilícils con.licioncs dc vic¡ros y corricnrcs cn la zonr dcl Llcurtlot 14. RuMüu Dr, ARM^s, lirl/¿, pp. 173 s.
ARNI)I UR]]NDDCKE Dl.]. t\,tUNDO
RTFLEJOS

básicamcntecn detern:in¿r elsitio donde la tínea de Tordcsillas coruba la


Atlántico, Ferrer les envió a los Reyes Crtólicos un map¡ cn cl que ya
costa brasileña.rJ El 22 de enero de 1518, el juez de rcsidcncia Alonso de
es¡aba traz¡da la línea divisoria.'3 El problema no se podía solucionar
Zuazo, quc se hallaba en La Español4le inlormó a Carlos V accrca de sus
de ese modo. Incluso si se hubiera logrado de alguna mancra realiza¡
propios trabajos sobre esa línea de intersección y sobrc los vnnos inrenros
un viaie exacto y una medición o estimación también exactas, práctica-
de la corrisión precedente. Zuazo puso de relievc una vcz rnás y con tod:
mente no h¡bría habido ninpr.a posibilidad de m arcar in situ c¡ lorma
cl:ridad cl problema central, y fue uno de los pri¡neros cn h¡b1ar de una
permaneflle la posición hallad¿ en cl rnar A mediano plazo se discutió
liter al "d ivisión del mundo",
sobrc todo cl punto de inte¡sección con la costa brasileña, que de todos
modos cn la praxis náutica propolcionaba un punto dc referenc¡a "na-
Sábcsc la concesión del Pap¡ Alejándro;l¡ divkión dcl ,úundo como una
n¡rarj¡ e¡rre el rey de Porrugal e Lx abuelos dc Vucsti M¡jesrádj por
$ral" sólo cn el cá.so de las ruras dcl sur. En consecuend4 l¡ verdadera
cicrtas líneas inraginarias que no se han tirado; porquc, aunquc cnviaron línea divisoria en el mar scguía siendo prácticamente imposible de de-
ciortos pilotos prra hacer un¿ Llemarcacion e ascnr¡r estas lincas e punto rerminar y directemente imposible de marcar, cosa que dc todás formas
dondc hrbí¡¡ de estar, co¡ro esra sea Ltivision de lo¡snudcs, cn que los pi- e¡a tolerada con ciena serenidad por ambas partes, por cunnto la línea
lotos ninguna cosa saben ni rlcrnzan, no pudicron ni supicron hacer cosa dividía principalmente el azul cterno del Atlántico, es decir; parccía te-
cicna, c así, sevolvie¡on sin hacerningua cosa.i¿ ner consecuencias territo¡iales a lo sumo er relación con el punto de
intersección dc la costa b¡asileira.
¿Qué posibilidades había? Inr¡ediatamente despuós dc las negocia- El impulso dccisivo para volver a politizar la línea divisoria y crear
. ioncs dc TorJcsill¡s los Reycs C.rtólico. le h.rbi.rn pcdido propuc,r* una nücva com¡sión binacional dc cxpertos lo dio la impoltancir cco
de solución al cosmógrafo catalán Jaume Ferrer de Blancs. Fcrer pro- nómica de las Islas de las Especias cn cl PacíIico. En 1498 el portugüés
puso primcro un interes:nre rruco cle navegación. Los barcos quc salían Vasco da Gama había llegado por mar a Asia o¡iental rodeando la cos
dc C:bo Verde (15'N) no debían navegar exacramcntc hicia el oeste, ta de Afric¡. Desde l504 Portugal intenmba monopolizxr el comercio
sino hacerlo en un ángulo encto dc 11,25., es decir; scguir.una cuarta depimienta cotAsia, qüe debiapasar por el cabo deBuen: Esperanza,
¡¡ás al norte del oesre h¿sta alc¿nzar una latitud nonc de 18,2.. Eso para lo cual había que interrumpir u obstaculizar las rutas tradicio-
indicaría errtonces que tenían quc habcrse recorrido 370leguas hacia el nales del comcrcio leva,1tino. Con ese 6n, las bases portugucsas de la
oestc. Seme,ante solución funciona únic¿mente en los papeles. Pero en costa oriental africana y de India ejercían prcsión sobre los poderosos
el mar no era posible ni m¿nrcncr el n¡mbo con la precisión necesaria ni de l¡ zona.¡'En 1511 los portugúeses consigtieron llegar a las Mo
determinar exactamentc la latitud. Un segundo método propuesto por lucas, considcradas fabulosamcnte ricás, y conquistar Malaca. Ahora
Ferrer apostaba, como elpropio natado, a la experienci¡ de los ma¡inos estaban dadas l¡s condiciones para que el mo"opolio de la pimicnra y
y el conscnso: En cada país había que elegir a diez dc los mcjores y el comcrcio de especias quedaran por completo en manos portugue
lnás honestos navegantes parr que estimaran por scp:uado la distaucia sas, lo cual sin embargo también a¡¡mcntaba el interés cconómico por
recorridr hacia el oeste, y hacer.valer Énalmente la opinión dc la mayo- las rutas ¡ltcrnativas. España h:bí: csrado buscaDdo en secÍeto dcsde
ría.r? Por últnro, y aunque aún no se había hecho ncdición alguna del 1505 un caDli¡o álten¿tivo a las Molucas, h:bía hecho construir na-
ves y se hrbía asesorado dos veces con cxpertos.'o Como los marinos
cspañoles hrbían tomado conc;enci¡, ¡l aumentar su conocimicnto de

15. Sobre láJu¡ta de 15l5 cf. L^MB, "Spánish Cosmosnph;.Junhs", pp.5t s.


Cit. serúnJrMÉNE, DE!A Es¡aDÁ, " Anrecedenr.s", p. t2.
17. s\NDMA!. _Cñ.moC,rpheh". pp. at-r8. LIp, oLeo.ri.nro \( h.,l.r., c.trcspondi-
d^..urdo.Jnr_: l{'ni(!.,"..i.rt-, .N.ir,r^. ¡LUi(,,¡. Jtr y t u.,.Hr,, $. I r) )() N I 1.1,t llr:('r)L)()lN I rS,t,t 116.lll
r. t9, rr' r , rr k,I n,,il ,l,t lr,lt t, ' t,.1.
L nhlLa Rc¿t,pp.18.48s.
20. l, rr.L,l, Li, \¡ lrlrlt LlLl !,,1r rrt,',
ARNDT BRI]NDE(;IiIi RIiIiI,F,lOS DEL I,IUNDO

las costas amcricanas, de que éstas no form:rbarr parte de Asia sino que base comercialpara España, consiSuió incluso irnponer una csPccie de
constituían ura cxtensa barrera interpucsta, la búsqueda de un pasaje reconocimiento dc la supremacía castellana, pero no pudo áPortar la
empezó r ocupar elcenrro del inte¡és.:r En l5llVrscoNúñezdeBal deseada prueba geográ6ca de la pertenencia de las islas al hemisfcúo
I¡oa encontró la rut¡ rer¡est¡e hacia el P¡cí6co con su ruinosa ma¡cha español."'Esa partc dc la empresa estaba condenada al fracaso, a pesa.
por el istmo dc Panamá; pero la vía marítima l¡ encontr¡ría Fernando de que e.raban equiprdos con su6cienres insrrumenros niuticos. Por
de Magallancs, un ponugués que se había pas:rdo nl servicio español- ejemplo 7 astrolabios,2l cúadrantes,15 agu;as magnéticas, l8 reloies
Magallancs, q ue había panicipado cn I 5 I I de la conq u ista portuguesa dc arena.r' No sólo quc cra técnicamente imPosible, como ya hemos
dc Malaca,:: le había ofrccido ¿ Carlos V en l5l8 aportar pruebx de dicho, determinar h longitud en el mar: hoy sabcmos que tanto las
que las lslas dc las Espccias estaban situadas gcográGcamente en el he Islas de las Especias como las Filipinas quedabarr gcográGcamente en
misferio español. Es decir., que no sólo quería rcfut¿r Ias reivindiacio el henisferio portugués. Para l: historia de la diplomacia y del saber
nes de poscsión tcrritorial de su país natal, sino adcmás volve¡ a con resulta interesante que las nacioncs en pugra aspiraran, sin embarSo,
quistar Mal:ca, rurque ahora fuera para Esp:ña y por la vía jurídica.rl a halla¡ una solución conforme al tratado y que pal¿ ello Pusieran en
Con Magall:ucs cntraron al se¡vicio dc C:rstill¡ otros expertos portü el cent¡o la jdca del antimeridiano.'zs Es posible que también se haya
gueses, cspccialnrente Ruy y Francisco Faleiro, ex colal¡oradorcs de h desplazado h decisión al campo de la Cosmografíá porque er¡ suma-
Casa da Índia de Lisbo¡. EI dincro dc los mcrc¡deres, ent¡e otros dc mente difícil detcrminar la posición geográfic¡ de las Molucas, y así
los Fuggcr y dc la {arnilia De Haro, h¡bía contriLruido a ello. Cristóbal se podía acotar objctiva,¡cnte el conflicto Político por la diferencia de
de H;rro, quc tr;rbaj:rba junto con los Fuggcr', sc h¡bía mudado de Lis- intcreses y a Ia vez dcjar en suspenso la cuestión dc la Prctcnsión legal.
am
boa a Scvill¡ cn t516, posiblcmcnte por el rnonopolio portugués de la ¿Cómo fue elprocedi»rieuto en la práctica? RePrcsc,ltantes de
pimicntr, quc le hacía difícil seguir obteniendo rédios allír' También bos países se reunieron cl l'de marzo de 1524 en ur Pucnte §obre el
De H¡,o ¡lcnt¡l¡a ahor¿ a Castilla a abrir cl camino occidental h¿cia río fronterizo entre la localidad esprñola de Badaioz y Ia porruguesa
las Moluc¡s,lo cualse logLó con la famosa circu rr n avegación de Ia flora de Elvas para determinar la posición, y por consiguiente Ja pcrtcnen
de Magalla,rcs (i 519-1522), a la que muchos dc Ios que participaron no cia, de las Islas de las Especias. Después de t¡es incómodos días de
sobrevivieron." La cxpedición llegó a las Molucas, esrableció allí una negociacioncs cn el pueDle, se trasládaron las reuniones a l¡s locali-
dades fronteriz¡s ccrcanas.:'r Estaba Prev¡ro que además dc los envia-
dos propiamente dichos, designados como procurádores' cada P¿rte
llevara un grupo dc cxpertos conformado por astrólogos' Pilotos y
]L El mápa dcJuan de l. Cos¡ de 1500 es clpriñcro.n np¡oduc; en co¡iunio hs
.osta3 oricntal$ dc Aúé;ca aunque claro gu oda"ía no en foma completa. Ct marinos. A ellos sc agrcgaban los notarios y los autónticos jueces.
CtREzo M^RrfNEz, 'Padrones", pp. 606-609. EI D¡pa de Júir de 1¡ Cosa ha sido Como en cualquier dispuu que se precie, enseguida sc Planteó la Pre-
reproducido cntre oros por CEaÉzoM^RríNEz, Cd oytaÍ¡¿,p.821t.
22. B^ónóN, Tra¿ing Tenitoies, pp- 122-125-
:I. RUMEU Dr ARM^S, L¿¿,¿, pp. 209 s.; S^NDM AN, "Cos oBr¡phc6", pp.6l i.
24. BRorroN, I/¿l¡'r8 T¿nitories, p- tt9; KELLtñBLNZ, "Di€go und Crisróbál ¿¿ fue detenida en C¡bo Vcrdc (Ptc^retr^. Relazíone, P. 35r) L, San Antotio hat ía
I'Iáro", pp.305 s. regresado ya el8 dc mayodc 1521, ¡unque sin realiTd h óircu¡n¿Egáció" (AGI,
25. Lá próporción qle se lee h¿bitualmenE, l8 soLrcvividrcs dc 239 personas, no 6 Paii 3a. r ls). En los i¡formes oÁciales de 1os cspaaoles únicamenre se coútabili
corecta. Scgún un¡ copiá de 1315 de las listás oÁciiies dc lá tdplloión, hábía 239 z¡u 1ol úúcrtos (AGI, Pitt 34, i 11).
hombres ¡ bo¡do (AGI, Par 3a, r 6), pcro alp¡rc.cr habí¡ Dís Berle a tordo, RuM¡u D¡AR pp.215 217.
adcmís de la nipulación oficial. Pisafetta hrbli dc 2J7 rripulantcs (Plcar!r^, B^oiroN, Trading ^s,7l-¡¡rlo,
Tcfrnoiet, p. 125.
Reldzionc, p. 163). De las cl¡co navcs sóhmenre k y,¡r¿li, llcgó ¡ pucro, con l8 El conccpto dcl rntimcr iino era PrinciPalmert€ un intcrós dc [sP.n¡i cl
honbrcs r bordo, el0 de sepúmbrc dc ls22 c¡ Sinlúúrr dc B¡r^mcda, y d 8 dc [zaurR¡^ AB of^, "k16", pp.2-26
scpt¡embrc c l522 ¡n Sevill¡, despuós dc h circurnNcgrcnin coil¡lc!¡ (P¡c^¡r'F Sobrc cl ilojimictrr,, cf. l¡s Re¡les Códul¡s del 8 de ñ¡rzo y I0 dc il,ril dc 1524
1'^, R.lnzn»tL,p- 352)- Pc¡o paftc Ic li triBlici,n, Jc,,rn)\ b¡reos l. lá florilla (AGl,Ihir 4ri, i l2).
ARNI'I BR[NI)IiCIiI] REFLLJOS DF,I. MUNT'O

gunta de quién hrbía empezado, pero cn este caso la pregunra tenía de un uso táctico, las tornas de posición se acorclaron: Ios portugueses,
rclevancia desde la técnica jurídica, porque ¿quién era eldemandantc por ercmplo. h.rbian llev.rdo do. gloho., diverlos mapr. y un iLJnerrrio.
y quién el demandado?, ¿y qué consecucncias dc De¡echo P¡ocesal Sin ernbargo, el itinerario y álgunos ¡napas desaparecieron de las mcsas
rcsultarían de un¿ cstipulación de estos roles, por eiemplo en fun- de negociación en cuanto Hern:ndo Colón señaló que esos documcn
ción del dcrccho del "dem¡ndado" a examinar el expediente?i Por- tos respaldaban cl reclamo cspañol.r" Lr delegación española tenía ins-
tr.rgal señrló que llevaba más de una década en poses;ón dc facto de las truccioncs que paurabaa políticamentc el result.rdo deseado. En ell¿s se
Molucas, de modo que solamente Castilla podía ser el "demándante". decía, por ejemplo, que a pcsar de 1a inscguridad de la situ¡ción fác¡ica,
Pero C¡stilla dudó de tal estipulación, lo cual llevó a que sc propusic- sicmprc había que acord¡r intcrnamcnte. Todos los españoles debían
I ra uni investigación previa ("información sumaria"). Mcdiante inte- hablar "por unr boca".r7 Los españoles sólo terminaron reconocicndo
nogación de testigos se debía csclarecer primero Ia situació¡, antes dc -en üna irtercs¿nte irvcrsión de la progresión científca- la fuerz: pro
pasar a la negociaciórr de los derechos.Jr De hecho, se han conservado batolia de los mapru paticul¿rmcntc viejos, porque sc podía suponer
testimonios:diecisóis sobreviv icntes de la expedición deMagallanes tuc- que habían sido confeccionados antcs de Ia politización del objero. La
ron interrogados principalmentc sol¡re los indicios de un sometimiento desconEanza con respecto:1os mapas y globos de la otra parre llegó tan
efecdvo dc las autoidades locales de las Moluc¡s ¡ l¡ Coron¡ de C¡sti- lejos quc ios portugueses tcrminaron proponicndo utilizar un "globo
lla, por ejcmplo, si los señores dc las islas dc Tidore y Terenate habían blanco" (poma blanca)y poner úoicarnenre aqucllo sobre los que sc po
cnviado obsc<1uios, si habian tolerado la bandera de Castilla y que se dia llegar a un acucrdo.r'
instalara un gobernador. Recién la vigésima pregunta trat¿ le situación Ése no era el modo en quc Bád¡joz podíi arrojar un resultado cie¡-
gcográ6ca clc las Molucas en función del andmcridiano.r' No obstanrc, tílico, que de mdas form¿s no hubiera consistido en deter¡linar la lou-
para el momento de estos ;nteÍrogatorios ya sc había eviclcnciado quc girud gcográ6ca rcrl de las islas, sino en acorclar un map¡ en co,nún
no era posible llcgar e un ¿cuerdo sobre las modalidades dclprocedi- y trázár el consenso cn el papel cll for'ma dc urra línca que marcara la
miento ni sobre !a validez dc las diversas pruebas, es decir, sobre rodo longitud. Pero ambas partes operaba¡ dentro de la lógic:r del poder o
de los mapas, globos y relatos.rrAios españoles les rnostraron rutas quc no-poder, y hubo -ancra de quc se pusicra¡ de ¡cLrerdo ni sobre
"o
pasaban por el cabo de Buena Esperanza, aunquc sólo en mapas quc supucstos básicos (co,no las dimcüsiones exactas de la Tierra o sobre
habían sido co¡feccionados recientementc y dejaban la mryor pane dcl qué isla de Cabo Verde dcbí¡ constituir en realidad el punto de parrida
trayecto en blanco.r4A los portugüeses sc les permitió mira¡elcuaderno para calcular las 370leguas hacia el ocste)r' ni sobre la ubicación dc las
de bitácora de Magallanes.r5 A pcsar de cstos gesros de con6anz4 de la Islas dc las Espccias en sí. Como era de esperar.,los españoles las vcian
rccodificación de los arcanos políticos como documentos de aclrerdo al este; los portugueses, al ocste de la línea. Es significativo que si hicn
cicntífico, pronto estuvo claro que no erá posible llegar a un consenso
sobre la ul¡icación de las Molucas. Todos 1os docunentos fucron objcto

16. Sobrc u¡ m¡pr dc los fondos de la Hdzog Augus Biblio.hek dc §lolf€nbütrcl


qu. posibleñentc fue eúplcadoporh pane españoh, d. HE¡r¿MANN, "vem 6c
30. AGI, Pátr 48, i 19¡ l¡RN,ñDDz D¡ Navan¡É rE, Col¿ cció", t- 4, p. 357 - hórcn die Molúkken?".
ll. AGI, P.rr 48, i 19. 17. "por un¡ boc. h¡bleys rodos". Burgos,2l de ñ zo de 1524, AGl, P¿tr 48, i
12. AGL Pati 48, r 15. 12. Cie s obs.tuác;o.€s d.l rey cvidcn.iin quc cs¡o parec li.ber .ónsrituido
33. LópEz Dt GóuRA, aritotia, r.2, pp- 179 s. Yá c¡ cl Con.ilio dc B ile¡ los cfccrivrmcnte un p¡oblem¡: cl rry se mosrró,sombrrdo al €nr.rrrs€ dc quc a lñ
ponugucres irabian utilizado un mapa para demosrar que las C¡nario es¡¡l¡¡n rcu n n¡ncs imcrnrs dc la co m isión espñola no s h¡bia invirado . los cosmElralos
mris cercadc Ponugrl qucdc Csrillá. Cf. ¡l rcsp.cto Ar.I<;RrrD^vii^u/G^Rcl^/ y mt'ólogos quc lorn,aban panc de h cornitiva con,o ataba prescrito, y que sus
Re¡-^ño, "Potusucsc Cáro8mphy", p. 981. rtjun,cntos no lucron oí&,s. Ct AGl, P¡¡,48. r 12, ¡0 de ¡brildc 1524.
14. FtriN,(ñDrz DE N^v^RR.1t., Colc«fin,r 4,pr,.J45 s. 18. IiiRNíND¡,2 Dr N^v^sr¡its, C¡L.?.nr, r.,r, pp.150s.,162 y 16ll.
ls. L^Mr, "Sf¡n;sh Con¡osriphic J{¡txs", f.55. )r. S^Nr¡M^N, '(irs¡osrrrh.tr ,l). 8s.
ARNDT BRI]ND]]CKI RLlLFJOS DLL ivlUNDo

er Bndajoz se preparó unasoiución parn el problemn, esr sotución Zaragoza aicanzó así en un tmcque político lo que laJunta de Badaioz
sólo se pudo hnllar en 1o político. En 1529, en elTratado deZangoza, no habíapoclido lograr conla ciencia No obstante, con itdependencia
Carlos V entregó ias Molucas a los portugueses por un único p:go de de su fracaso, Badaioz fue una importante experiencia de socializ¡ción
150.000 duudos de o¡o, cont¡¿la resisrencia de las co¡tes castellanas.ac para un grupo de marhos y cosmógrafos que poco despuós de laJunta
Según parece, esto ocurrió por consejo de Hernando Colón, quien se comenzaror a eiercer um influencia persistentc sobre la constirución
supone que escribió un dictamen al respecto, hoy pcrdido.al En Bada- de saber náutico en Sevill¿, rrans6rie,rdo e¡ forma sucesiva las preten
joz Colón todavía debía probar <1ue las Molucas pertenecían a España, siones de la Geografía cienúfic4, crecidas por obra de la presión polí-
pero a esa altura ya había perdido 1a {e cr 1a posibilidad de dcmostrar o tica, al campo de la navegación marítimá, dete nüado en glan ¡nedid:
de imponcr ul afirmación. En lugar de eso, almdó a Carlos V a dar u¡ por la praxis. Attes de rastrear el efecto de esre impulso destinado a
golpc diplomático que corona la politización del no saber geográ6co modilicar Ia praxis náutica, cs necesario cxplic el comex.o institll
quc prctcndemos obsenar aquí, con independencia de cór¡o se inter- cional de la navegación marítima y el conercio en Sevilla.
prctc cl trato: se puede felicitar a los españoles por haber conseguido
ve¡derles a los portusueses unas islas que hacía tiempo que les per
tenecían por los tratados existentes (porque de hecho están ubicadas 2. LA CASA DE LA CoN¡tRATAcróN
en su hemisferio) o se puede reconocer que los portugueses lograron
t¡ansform¿¡ un de¡echo que esraba en el aire en un derecho seguro, L¿ Casa de la Contratación, fundada en Sevilla en 1503, sigte la rra'
es decir; comprar la segu¡idad de acción, más ¿11á dc cualquicr nuclo dición de las casas de comercio y dcpósito del Medite¡ráneo. En sn
giro que se pudiera espe¡a¡ er 1a cucstió,r cicntí6ca dc 1a "vc¡dadcr¿" plalteamiento sigue además el eiernplo porrugués dc la Casa da fndia.
posición de las Molucas: 1¿ línea dcl antn¡eridiano sc trazó ahora con Pero Portugal usaba su Casa sobre todo para organizar e1 comercio
carácrer dc virctlante cn dos vcrsiones del ¡¡odek¡ de cartas ¡áuticas monopolista de la Corona con el mercado de las colonias africanas, y
dc Scvilla y 1as dos partes la reco¡ocieron con sus 6rmas y sellos res- posterio¡mente el de la zorn asiático-Pacífica. A tal e{ecto, después de
pectivos. Aun cr cl caso de que e1 mapa conseusuado resultara geográ- Ia co"quisra de Ia plaza nor¡ea{¡icana de Ccuta en 1'115, ?orrugalhabír
hcamente erróneo, decia uua cláusula del acue¡do, ]a línea trlrz¡d¿ allí creado cn 1414 una cas: de comercio colonial (Casa da Ceuta), en un
y la ubicación de las Moluc¿s en¡el¿cióncon esalínea seguiríansiendo principio en Lagos. La Cas ¡ todavía seguía en buena medida el modelo
válidx." El ¿ntime¡idi¿no fue definido como una linea que pasa exac árabe del fonde.c (fundu4): un edificio que era mercado y depósito,
tamente ¿ 297,5 leguas al este de 1as Molucas y que, en consecuen creado espccialmente para me¡caderes dedicados al comcrcio a larga
cia, determina políticamente 1a geografía y la 6ja contacrualmenre, disrancia, y que en las rcgiones áLabcs, poL lo gcneral, tar¡bién o{recía
incluso más allá de 1os progresos cienríficos cspe¡ablcs.+r EIT¡atado dc posibilidades de albergr.rc ¡ por 1o tamo, un árnbito más o mcnos ais-
lado para efectuar dere¡-inadas formas de comercio.'a Le siguió una
Casa da Guiné,,1ue apu"taba alcomercio con África occidental y tuvo
40. Lf.¿l e.p('u( 1'n'p.10". su scde en Lisboa a partjr de 1461. ?or 1a importancia del oro cn la
41. ^sp'¡orr,\{NDr/,
Sobre la resistencia al prorecto cf. MaRrÍNEz Ca¡Dós, 1,düJ, pp. 104 10/.Sobre g.rma dc mercancías africanas, enúe 1as cuales 6guraban redituables
el rolde Colón ct DrLc^Do Píñ7., Heñan.lo Colón, p.84. productos exóticos como el cardamomo, los garos de algrlia, elmar6l
42. SANDMAN, "Cosmog¡áphcrs", p.87; RuM.! D! ARMt\,Trdtn¿lo,p.299.Pera pat
acuerdo rcciprcco !¡a comisión dc cr¡cros pudo rcromar nncv ¡e¡re lás nego-

43. En los hechos las preensiones esp¿ñohs siguic.o¡ vivs, lo cral ya sc ponc dc
ñaniliesto en l¡s tradicio¡es dc rcprcso*ación dc los »rpas csprñols dcl sislo 44. SzÁszD¡ LtóN-BoñÁ, "Cñ", P.125; sobre d concePro áelóndac(fundbq of"n'
rv¡, dondc sigudr ipircci.ido divrrgol.i¡s. Cf. M^¡ríN-[4,rR^s, c osn[í¡", d¿É) cl. G^7^cñaDou, 'Précision", PP l6t-167i sobre la árquitectu.a: MEY&
P, ¡J5, Itl[!sr^¡rr., '1lriá¡,s Mri(ct', pP lT-19.
t7a ARNI)'I IJR!NI)!CÑT: REFLEJOS I)I.]I, MUNDO 171

y en últ;ma instancia también los csclavos, esta casa ombién recibía el desarrollo de la cultura delconocinricnto administrativo). Ese efecto se
nombre de Cas¡ da MinA c Tratos da Guiné. Tras el descubrimiento pone de rnaniliesco en un comentario dcl cronista Gonzalo Fcrnández
de la rut¡ ¡¡arítir¡a a India sc fundó u¡a C¿sa da Guiné, da Mina e da dc Oviedo, quien obscrva que sus nraiestades "cisi nunc¿ [ '] Ponen
lndia. que centraliz¡b¡ el comcrcio coloni¿l en conjunro, y quc crsi su hacienda y dinero er1 csros nucvos dcscubri»icnros, excepto pape-
'u
siempre se menciona con la fon¡a abreviada de Casa da fndia. les y buenas palabr,rs-.r' Prccisanrcnrc Porque se pcrmirían los flujos
Las funciones de la Casa da fndia tueron dererminadas por h foL- de capital y los imereses privados sc org:rrizaron e" forrna paralcla y
ma dei imperi:lismo colonial portugués, cuya meta era el comercio .o,rp"nr"toriu aclninistlativas que debí:rr garantizar la pre
"tt.r"rr,tas cr especial, mturalnentc,1a
con me¡cancías lucrativas por medio de algunas bases comerciales si- ser-vación de los dc¡echos e intcrcscs rcrlcs,
tuadas en las costas, En coosecuencia, Portugil usaba su Casa, poruna salvaguarda de dercchos y 1a aplicación dc gravámenes. Esto sóio porlía

Parte, Para resenar ese cornercio a 1¿ Corora; y por otr4 para orgá-
ocurft sobre la basc de u¡a tr¡nsParcflcitL y un conocir¡icnto Io más
nizar la administración de las l¡ases cornerciales. A más tarda¡ desde completos posible de las accioncs y transaccioncs privadas, porlo tanto,
1481 está doc¡.rmen¡ado, ádemás de la Cas4 el llamado Armazém da mediante la burocracia y los prpclcs. Al replicgue de Ia Corona como
Guiné, es decir literalmente un "nlmacén" que pronto tue responsable actor en el comercio esPccial con l¡s colonias Ie siglió, por lo tanro, su
de los instrumentos náuticos y las cartas marítimas o6ciales.¡5 Como inmediato regreso como obscr"ador: un¡ buroc.acia que también tenia
quc do€umentar, controlar y linalmcntc glavar las acciones privadas
r
la documentación de la Casa fue destruida por el rer¡emoto de Lisboa
de 1755, no tenemos una densidad docurnental que se pueda comparar La Casa de Sevilla fue csrablccida primero en l¡s ll¡madas Reáles
siquiera remotamentc con cl Archivo de Indias de Sevilla.* Ararazánas, unos arsenales quc Alfonso cl Sabio había hecho crigir
A diferencia de la Casa da fndia porruguesa, la Casa dc la Contr¡- poco después dc conquistar la ciud¡d cn 1248, co¡ la intención de
tación de Sevilla sc concentró en el área de la navegación maítima y el ."""t^;..** para la conquista dcl nortc de África A comienzos
comercio. T¡mbién era loapropiado porquecon la creación delConsejo del siglo xvr esas insral¡cio¡cs scrvían dc merc;rdo de pescado, pero
de lndias a comienzos de la déc¡da dc 1520 las tarex políticas, admi- t¡mbién dc alm¿cén de comerciantcs y pcscadores '' La institución
nistrativas y jurídicas fuero,1 tresladadas e la corte y separadas de los perdió esc carácter dc depósito lcfunciorralizado cu:ndo se mudó aun
asunros reletivos a la flavegación y el comercio de ultramar. Salvo los iecror que ya no existc delviejo palacio nroro, conocido como Re¿les
años i¡medi¿tos de la fundación, la Casa sevillana rampoco sometió Alcázares. De hecho, se {uero¡ sumando cada vcz más funciones gue
las mercancías que rransitaban por allí al monopolio de la Corona. Al úascendí¿n ampliamente cl ñe(o control y organización del tránsi-
contrario: ya en 1505 liberó el cor¡e¡cio a la inversión y la iniciativa to dc mercancías. Así, habi: que aplovisionn las naves y al principio
privadas." Ya en Ia primcra iasc del descubrimiento los Reyes Catóiicos t¿mbién suministra¡ cereales, hárin:\ accite, vino, crc. a las colonias
habían recibido el consejo dc dejar actuar el capi*l de 1os comercian- rransatlántic1s.5'? !.n 1560 sc rgrcgó l¡ ccnsur¿ de los libros a expor
tes. Su codicia-decía el florenti no Juanoto Berárdi- prestará seruicios a t¿r.¡'Cua¡do después de 1564 las navcs conlenzaron a zarpar en dos
sus altezas.'3 Esta política económica, moderná en sü planteo, tuvo si¡
embargo un c{ecto paradójico en el marco de las condiciones especí6-
cas de la monarquía espáñola (nos rcferiremos a ello en ¡elación con el
49. FENÁNDEZ D¡ Ov¡too, Hisbna !üddl, c;r. se!ún BERN^1,'Cú¡", P t4o
50- "To¿á mcrcancía imíd¡ Por las na"es quc regresan, r¡mbién l¿ ñercúci¡ P;vada'
deb3sranú¡ddá dc imediáto álConscio de Hacicnd¡",dice SCEñE& /'lie'
{5. TETETM D lrora, No¡¿r, pp. s ¡ s-
46. SzÁszDr LEóN BoÁla, "C¿sa ', p. 126. 51. Sz,tzDt LEóN'BoRJ^, 'Cásá", pp. 102 s.

47- B¡rnN^¡,, "C¡sa", pp, 144 s, t2. AEINAL, "C.sá", p. lll.


48. BEnN^r, Crsi".p.l4li*nr.d\irdn¡¡urrírcl.t)^ r.rr(, /,r/0.¡¡,,r, t,f.2r, r. y 51. Sobre li cxporh.i(tr dc lihros rc¡liz¡rl¡ ¡ crv¿s de scvilh cf KRoPrINcER-voN
Ki\<r,¡ <$.N, Etrot¿lit.htt |ts.hlxtlai
l7) AI.INDI', tJRtiNl)tr( )(| Itlilrl.l,.l()S I)liL lvtuNDO

floras por:ño para protegersc rnejor, 1a Casa sc encargó de la organi reducir', por lo tanto, a un ;nterés dc las auroridades por ios ór'ganos
zación ¡. el cqurpamiento de tx flora, y de cxr",d* l; t"*.;*;"., dc conrol y regulacióu, incrementado en el curso de proceso dc for-
los p¡s¿ieros. Adem.r'. le corrcspondía ¡d¡nini*rar l¡ herenci¿ mación del Estado. Son r¡zones que remiten a la larga tradición de
de los
c¡stcllanos muerros en América y tcnía jurisdicción sobre todos los las casas de conrratación del Mediterr'áneo para mercados espccirlcs,
¿suntos relativos al come¡cio con los rcrritorios ultramarinos, para lo dondc por lo generrl sc supcrponían los interescs de las autoridadcs,
cual también disponía de jueces y de una cárcel propia. pa.a Ia na,e_ de las ciudades y de los comcrcianres.
gaciórr en sentido estricto era decisivo quc la C""" ¿" S"r¡t.,
o¿.-¡r, En cl c¡so de Sevill¡, los intereses del sector comcrcial tomaron
sc ocupara de formar y licenciar a Ios pilotos, y de reunir, mantener forma a partir de 1543 cn un consulado independientc, cl Consulado
en
sccreto y cultivar los conocimientos cartográ6cos. de Mercadercs (también Univcrs ad de Merc:deres). Se scguía así el
. Consider:ndo la multiptici<tad de tarcas reguladoras y la función
cl¿ve cn el trá6co conAmérica, en algunas ocaJiones los investigado
modelo de los ccntros comerciáles dc Valencia, Barcelona, Palma de
Mallorca, Burgos y Bilbao, y lo q e sc pretendia en particul¡r cra con-
¡es han cerácrcrizado la Casa de la Con¡-¡t¡ción seguir que los conflictos c¡tre coñclciantes pudieran resolvcrsc por
u,r" d.
"supcrministerio" de comienzos de la Ed¡d Moderna "orno "reit.
v lahan eleva,lo arbnraje fuerade l:justicia o6cial. Adenás, se debían defe¡der cGcaz-
crrcgori: de eirmplo paradigmático dc h, prim;,rs j¿nras,as dc
,r la mente los intereses dc los comerciantes (por ejcmplo, en el comercio
contlol y mando estatal.5, El morivo lo d¡ una seri. d" p.o.._ de h plara).5' En la dócada dc 15s0 fue fundada además la Univcrsid¡d
""t.i"tos
dimicntos deconrrol, pero taml¡ién la intenció,r gencralde h,cerpasa. de Marcantes, un grernio dc pilotos y rnaestres.j3 Ya estos contextos
por Sevilla, en efecto, rolo el tráñco de barcos, m...an"i"" p.."oru" ponen dc manifiesto quc I¡ cucstión de la tarea concrcta de control y
¡,
con Arnórica y de hacerlo controlar por la Casa. S;n embario, en li_ organización del "supcrministcrio" llamado Casa dc la Coltr¡t¡ción
ncas gencrales habría que aspirar a una imagen más dife¡enciada ,le no sepuede responder lcyendo las normas o6ciales dc la Cit¡, sino so-
la
ins¡itución sevillana, considerando el contexto. Así. a comienzos del lame¡te si se hacc trn¡ consideric;ón amplia de los entrecruzamientos
srglo xr r. l:rs cas,s se .sr¿bleci¡n. con un crirerio b:rsr,rnte pragmjtico. personales,los intcrcscs cconómicos ylasprácricascotidianas náuticas
donde sc pe¡fiiaba una correspondientc nccesid"a a. y comerciales quc sc ibin ásent¡ndo. Aqui sólo podremos rc:lizar ese
deci¡, un mercado más o menos impo¡rante, y habi, ,rr,".g*;i"iO., ""
.árt.rro ,rrlo_ trabajo para una frauja rrrlgosta de toda cl área de funciones dc h Casa:
no, ccon ómico y logístico adccu¿do. A fi¡es dc I522, tras el ¡egreso la de la cartogra{ía m:u ítirra y la formación de los navegantes.
de
los sob¡evivientes de la circunnavegación dc Magallanes, se f;ndó

L.r Coruna. por eienplo. un¿ c¡sa indepe»dic,,,. prru t* t,,.,
rJ. lr,
Espccirs {Crra de la Especcria}. dirrgida por un riem¡.:o por et agenre J. EL ?ADRóN REAL
de Fugger." Elproyecto no re¿tiz¿do dc un¡ Casaae rerrano"a
lislt¡
cn Vizcaya se debía por entero a Ia iniciariva d. un El humanista italiano y hombrc dc Ia cone español¡ Pcdro Mártir de
cut"l
lán.5Á Las razones que explican la creación de esras
casas no se pueden
"o-".ci-t. Anglería dcscribe en la scgunda de sus Décalas una visita quc le hizo
en 1514 al obispo Juan Rodrígucz dc Fonseca. Aproxinradanrcnte en

54. CERvr¡A PERY, C¿J¿j Sr EcERr, ?asaÉioe _

5t 57ñlDr lrd\ BñctA 'Cr.¿'. pp. J I25. tJ4. \ubrcC.{ob.,,de H,rc.r :,.1.,",, ,,i.,r,,,1, ,,.r,1,un.,(:.()r'uh,.s.,lrr ¡i,rur1r. nt,ltr:r.irr.
l(.,,r\úr\/ "Br.ide' I., Are..,.oss, .,\..t....u,"."1sj\.,,\u.y(usiLioiJ (V,11,tr, .Jr1r. n, ¡, ( 1trr,,, r,l,' r ¡-,,r, p¡- l.',,,,,.1r (lr!rilL., t,r (a lt.rL:
1L

to dccisioB dcpolíticaext.rni L¡ ccsnnr ¿r ta; tstis d" t", r.p".i"., i.r,li,,+ rt,r ¡¡ L ,1 ( I \¡ r)\ , r V^sl\,lr\(,,,"(i,r{rl.xl,^'i0rn
^,
dc h"...,r".i"
cn I 52, cn cl T.¡t¿.lo de ZaragoTn, tu k) nnn. ú¡rsc. u.oci¿ ct cic.j c CiM ¡,,
\, ,, L.LL"\,, r.,1,, Nl. , lL,,l Nn r¡j(;\,, i. l'il,r,Á,tf'.l/r.lNr,
56, Szfszr)r l-r,óN llo¡J^, ,.C¡s¿,, p|. rt,. 1, ltr),i'tl l,l, \l,r)rtrt,'
" 1 ,,',,.
t.t4 s.
ARNDT BR]]NDECIt[
I
REFLE]OS DEI. MUNDO 1/5

1,195 Fonseca había co¡¡enzado a organizar dcsde Sevilla los asunros


llamado "padrót real". El programa fr,e esbozado Presumitrle¡nentc
rel¿cionados con las flotas y los viajcs de dcscubrimieuto. En la {ase
en 1as Juntas de Toro (1505) y Burgos (ts08), para las cuales el rey
previa a la fundación dcl Consejo de Indias, Folseca se h¿l¡ía conver_
Iernando hal¡ía convocado a expertos en ravegación m¿rírima. ?uede
tido, como micnbro de1 Consejo de Casrilla, en la aurén¡icá ;nstanda
ser que la producción dc carcas del A¡mazém de Lisboa haya senido
de idcio y dccisión cn los asuntos colonialcs.j, para visirar a Fonscca.
de orientación, pero si bien se puede decir que, er el siglo xvr, Daúla
Mártir se dirige a la Casa de la Cont¡¿ración. es decir. a aouel scctor
un?. catta ?ad,rAo po\ntguesa, to sepuede detenninar la Iecha en Ia que
de lo, Real., {1..ll".c' qu. l-oy 1r ro er:,te. eL,r,do llcg..lo, oo,
surgió.6r La Re:l Cédula del 6 cle agosto de 1508 mcnciona l: plurali
homb¡es van a la sala de ca¡tas:
dad de cartas como punto de pardda de la necesidad de ¡cforma:

E¡cerá¡donos e¡ una b¡bir¿ció¡, tuviños cr lás .1¿nos ¡luclios ;1dica_ Nos cs fecha relacion que ay muchos padrones t...1 dc diversos maes¡ros
do.cs [nd;ccs] de es¡¿s .osas; xna esfcra sótida del iru¡do con es¡os ¡lc*
quc an puesto y ascntado las tieras y yslas de 1as yndias a nos pertener
cubrimientos, yruchos pergaminos que los marinos tlama¡ c¿¡¡as de ¡ra-
ciertcs que por nuesrro ma¡dado nuevamente ¿u scydo discubiertas los
reaa una dc las cralcs 1as hatrí¿n dibujado los porlugL¡cses, en 1a cualdicen qualcs cstan entre si muy difcre¡tes los unos de Los o¡¡os ¿si en la dero¡a
que puso mano Américo Vcspucio, floreútho
f...1. La otfa (cana dc m¿- cono c¡ el asentamien¿o de las tieras lo qral pueda cabsar muchos yn
.o, . ,,,do.,. ". itJ (.,or-..d,..,"t:.. .g,,..¡ conviryenres y porqre aya horden e¡ ¡orto es nucstra nlerced y m¿¡d¿-
e¡ clla su hcrmano !ar¡oloDr¿ cotóD t...1 áñadió to qu"
1.. i.
j..g"¡" ¡¿"_ mos que se hagaunpadron geneLa! y por,lue se Laga mas cierto ma¡danos
r"'..rl,uno,r lo..¿{,1¿ro,qr- .r-..JDop;ápea(-.or, Lj. ¿ los ¡uest¡» o6ci¿les de la casa de l¡ contratacior dc scvylla que hagan
mcdir tierray costas, se o.azó su pergami¡o de ¡avcgar.¡o
iunta¡ todos nuestros piloros los ¡Jr:Is at lles qxe se h¿I1¿rc¡ en la tlerra a l¡
sazo¡ y e,r presenci¿ de vos merigo despuche lucstro piloto nayor se or-
El interés de Má¡¡ir se dirigc a continuación a las dimensiones dc
dene y haga rn padron de todas las tierras y ysias dc las yrdias que hasta
Arnérica. Se inclin:rn sobre los mapas, se haccn üaer compases y co_ oy .la-de"ub. r.o *rrcr...ie'.' rc)-u'.'Fiñ, .'
mrenzan a romar y a sumar tramos parcialcs de 1os diversos mapas. sobre 1as razones y consulms dcllos y el acuerdo de vos c1 dicho nluesLlro
De modo que en 1514 1a Casa todavía no disponía dc L,n mapa general piloro mryorse hagaunpadron generalel qual sellanic cl padton real.i:
confiable, sino ¡rás bien de una seric de mapas parciales dcla;ás .1i-
v-n, crlid:d ¡ "cru,lidrd. El padrón real clebía servir por lo tanto para poner 6n a l¿s contra-
Pat¿ remediar csta circrusrancia habia ya desde 1508 un prosrama dicciones de las cartas existentes. Este modelo de cana del¡ía basarse
'.'rcmrt.o quedebr"one,er ¡...ru. r"uU.¿..tc.e.i L¡ol eu cl consenso de 1os pilotos y ser autolizado por la Casa y su piloto
de un piloro mayor y al estándar de un modelo de carta de"¡l.o,
navcgar, el mayor.6r Desde Iaperspectiva de iaHistoria dcl Saber elprogramasue-

s9. S.lnrtrR, C¿rlio, t. t,!p.24 29.


40. Mlh r¡o \\, .pt".De,dá,..-.r¿r.ec1r,,1...tb.o\.pp r8a.. .tn ui Porn¡tal creó el pueslo de .o mor rcc;ér er 1s47, es decir, claramcnte
'nógrdfu
d6pxés qle Csiillá. Cf. AlBcúa/DÁvn^u/GaR.la-lR¡raño, "Por¡ugúese CáF
d,." r;o. u. .. n,. u. ,oln-n n,\.^
.u,n ,in, ,i..D.,"rr... ¡,n.m1._ ¿. 1.. ñ
u, ' r.ñ ,g¡'é .,bu. o"t "¡."(,h.,_,u-rrnr;. Lr RcalCédula tuc cmi¡ida en nomb¡e de la rei¡áJn¿n¿. Cf. AGI,I¡dif. 1e61, L.
rr. ,n a. ¿ ñ.1.... . ..,u,
lnposu¡se Am icus V$pucius Florc¡tinxs t._.t'..- Al¡e¡i Colo;xs vrdN. cum a
l, fok. 65v 67., aqui fol. 66i El do.umcnto esá edi¡¿do co. pequeñs omisiones
penlsrtrd loca, dcdir tuirtum,.üi d lete. cnN Barloloú¿e$ Colorus, Hjs en CODOIN 1 36, p!. 251'256.
o¡' ol"r r¿. I. u,F. irci. -. .uu,,,.,. o li,. r, rJ8...,,, n.. r d i?.! (. tir.. .. lllconscnso, cóúo rin ¡ mnudo, dcbe ser generado en una j¡nta: "y alli todos
junros con oros r;loios cpersonas gnc te¡san noticia y Gpiricncla de la d1u nave'
l'I/ e,.- .".rt - or.r - ,nir,i.r,¡. ,, o.qL. . \ Lr ., .L ,...,; i, ,...,,i
r¡ro-i pi ¡u.!dcrr. .uJ'n tu'.¡1,¡. . .i,. ",,, r¡,,
,r,..,t,i,jrir .1,,Ji ..j,. \¡^k grciLrn vcris hs úrtrs !uo hrsa rgon est hcchrs, quc tuvicrcdcs en vo. Poder
".
Dt ANC[.ü\Í^. D? aúc no\o ¿¿,¿/¿, ¡-vIlL I\fl c y r!¡iurc.lor iv0r 0 pLiliq(cis ccrcarlcllo lo quc vicrcdos que convicrc prraltazcr
tjrin (1"¡V). rj. :n6. !ri.¡r¡ li n,is vc(lidcn y cicrri !uc scr lll|!c1l¡ cn conli¡mlclÍltlc tios o dc
176 ARNI)'I IIRIiNDL(]KE REFI,EJOS I)EL MUNDO

na verdxdcrimente espectaculár, porque aquí se funda una institución portulanos medievales, es probalrlc que los dibujantes consultaran con
quc no sólo deja constancia de opcraciones realizadas cn el espacio, los marinos parr poder ir corrigicndo sus cartas en forma sucesiva.
como lo h¡ce rudimcntariamente todo puesto aduanero, siuo que uti La. palabra padrón debe entc,rdcrse, cn el sentido de esta práctica
liza el r egistro selialde hechos enrpíricos para poder ¡nancjar cada vez de larga tradición, como'modelo" o'patrón", aunque en el esPañol
col rrlayor prccisión! y por endc con »ayor seguridad, hs operacio general dc la época se 1a utilizeb¿ más bien en el sentido de "regist¡o",
nes ftirurás cn el espacio. Se trata de un sisrema dc aprendizaje quc c:si siempre para datos tributarios o poblacionalcs." El padrón r*1,
mediante t¡na suerte de "efecto trinquete" debí: contribuir r que cadl el modelo de carta náutica autoizado por la Corona, sc basaba, no
experiencia p:nicular ayudara r clev:r et saber compxftido a un nivel h:y que olvidarlo, en un:r pluralidad de cartas más pcqucñas, ocasio
un poco más aho ¡ en consccucnci¡r a no tencr que reperir crrorcs.s nales y parciales, los "padroncs particulares" Esas carhs' en general,
Mejorar cl saber náurico sc conccbía, por lo tanto, como una tarea se han conservado tan poco como cl saber social de los marinos dc
colecdva y un proceso a largo plazo de meloramiento gradual, cuyo Sevilla. Pcdro Mártir ya había hccho referencia a llls muchas c¿ftas
objedvo rro crn la verdad, siro actuar con seguridad sobrc la base del de navcgación más o melos pcqucñas de la sala de calt¡s de la Casa,
conocirriento leunido por todos. depositadas allí por "cada trlo de los castcllanos quc, según su Pro-
La idea dc un modelo de c:rrta clue se corrigier: cn foma conti pia persuasión, sabía medir tierla y costas". En su marlual de 1551, el
nua no ¡p¡rcció abruptamente e cl mundo, como si dijóramos en el cosmógm{o Manin Co¡tés de Albac¿r desc¡ibe con mayor precisión
momento dc cruzar las Columnas dc tslércules. Más bicn insrituciona cómo funcionaba cl ¡razado de cartas y el recurso al sabcr empirico y
lizó una praxis ya muy ejercirad¡ cn l:rs ciudades portu:rlias del Me a las caúxs parcialcs:
diterráneo: la dc cotejar cartas, rclaros y descripcioncs dc rutas de los
rnarinos quc rcgresaban. Lr cartogra{ía marítima siemprc había sido Lr collocación de los lugtrcs y puenos y ystas en Ia cara sesun sus pro-
un asunrc dc enmienda continua po¡ comparáción col el sabcr cn- prias distancias consiste e¡ particular y vcrd¿dera relacion de Los que lo
pírico. En prnrcipio, la palabrr itrli ana porrolazo no bací¡ rcfcrencia han ,ud.rdo y asi son nenester prdrones de 1as costas pucnos, y ydas que
se han dc pintar en la cartr' Y h:n se de procurt los rtrs approbados v
sol:mente a las representaciones cartográficas, si¡o también a colec-
verdadcros quese hallen,y no solamentc padrones pin¡atlosr m¡s tambie¡
ciones dc descripciones de rutrrs y puertos.'r Los registros dc rutas y
es mcncstcr s¿be' l¡s ahuras dc polo de algunos cabos principrles v de
puenos, los llam¡dos periplos,'"' daban cuenta del hecho dc que a los
puenos y dc famosas c;udades.'$
marinos prcmodcrnos Jes resultal¡a »rás fácil describir sus cxperiencias
con palabrrs qtre traslada¡ las e la abstracción de una proyección car-
De le suma de inforr¡aciones cscriras, caftográ6cas y orales pudo
tográ6ca. La vcrdadera'rraducción" de Ia expe¡iencia dc los marinos
surgir así la carra modelo del padr'ól leal. sería ur'r error colcentrarsc
a la imagen car«,grá6ca qued:b: cn rranos de los cartógrafos, quienes
totalmcntc cn el costado técnico-carrográ6co de este proceso La reu-
en consecucncia tenían que orgrnizu eI intercambio clc saberes con
nión dc infr¡mración organizadr cn La Casa de 1a Contratación repre-
los marinos. Si bien se sabe poco sobre el modo cn quc surgieron los
senta urr paso notable e¡ la translerencia del saber cmpírico personal
al sabcr gcncralizado de un¡ insti¡ución. Ilustra la rccodificación de la
6nalidad .lcl sabe. gcográfico que se coffesPondc con cl pasaje de Ia
l¿ tuayor p¡Íe d€ vosotros", Rcál Cédula ¡lel 20 de ju¡io de 1s26, Indif. 421 ,
L. 11. fol.21 u ^GI,
64. Al ftspccro ToM^sE¡.¡o. Ent@ichlsng,pp. t4 s.óla.lasificaciór dc este persami
e¡to Z\VI!¡!EIN, "Diac¡ro¡é Diskonli¡uitáten", p. 444.
en l(,)^ r,\1\rLiN 7, 'rLl,,i','. L\t¡\r()(L( L!,Jcl1¡t¡it,)( lrritur.ó¡ü'l1l
6s. CaMp¡,,r.r., "Po.¡olan Char6 ", p.375. ,,,,, A L r i! ( ir, \, 1\, ),1r,úi \,, :iLL,,l",f. \l ! 1, 1 ( rlr rs, (nri/rrlrr¡,
66. Su mari.mcnte ) sobr€ la hisiorii prcviá .n lá ¡niigüedad .i. D¡ r.( r, " ltincr¡rics", I' l¡ I
pp.236 2la. r¡,r ¡ \ n,r(./ri,, ,,rr,,r,I I l\lll'
i'

I78 ARNDT IR]]NDLCIiIi RI]I]I F K)S DFT i\'IIiND{)

primera fasc de los descub¡imienros al tráñco marírimo regdar con un problema técnico, sino, sobre todo, de un problcma de implemen
Amé¡ica. En 1508, cuando se crearon el padrón real y el cargo de pi- tación de estos estándares en la prnxis náutica, es decir, en la mcnrali
loto raayo¡ aume»tó y: el número de naves, pero el espacio marítimo dad y en la acción cotidiana de los marinos. La continuación del rexro
navegado siguió siendo limir:do porque la conquista de las distintas de la Real Cédula de 1508 explica cómo del acto dc cada navegación
regiones del continente americano ni siquicra sc había iniciado. Ya se debía s¿lir cl l¿¡o dc un i orme, gue ¿ su vez se conveníá luego en
renía una idea dc la línea cosrera del continenrc, pero si'r disponer to, base de la norma dc navcgación:
davía de conocimienros seguros dc las circunstancias náuticas loc¿-
les. La mvcgación fuera de la ruta Canarias-Caribe era todavía una por el qu:l [el prdrón rerl] rodos los p;lotos se ayan drcsir y governar e

empresa dc dcscubrimiento. En este conrexro, la creación del padrón sea en poder de los dichos nuesr¡os offci¡les e de vos cl dicho norpiloto
rcal y delcargo dc piloto mayorparece un¿ medida destinada a reunir mayor e quc nyngund piloro huse de orro ¡y¡sund padron sino dc que
fue.e sacado por el t...1e asinismo m¿nd¿mos ¡ todos los pilotos de nues
los distintos rcsultados de las expediciones y expeiencias de viaje, y
tros Reynos y señorios que de aqui adelante iucrcn a l¡s dichrs nucstr¿s
a hacer Ilegar Io antes posible a ¿olos los barcos castellanos el progre-
tierras de las yndirs descul,ierras o por ¿escubrir quc h¡llando nucras tic
so concreto producido en el conocimienro, Todavía en 1500, cuando
rras o yslas o baxos o nuevos puerros o cualquier otra cosa quc sea digna
Alo¡so Vólez de Mendozapaftió haciá lis cosras l¡rasiieñas, se le había deponerla en nota er eldicho pádron¡ealqxe envi¡icndo acasdllavaya¡
prohibido cxplícitamente internarse en el golfo de Venezucla. Alon- ¿d¿, su relacion a vos eldicho nuesrro piloro mayor c ¿ los oficialcs de la
so de Hojeda, que conocia esta zona m¡rítima dc una expedición de t...1 e a los ofcialc de h cása de lá conrrarácion de sevylla poque todo sc
1499, se hal¡ía reservado "cierto sccrcto" dc cste golfo.u, De manera asicnrc cn su lugar en el dicho padron reel a 6n que Ios navcg«ntes scan
que ¡ntes de 1508 el sabe¡ ¡áutico-cartográfico sc hallaba todavía en mu cabros y enseñados en la ¡avesación. E ási manda'bos quc nynsund
una relación de compercncia en la que solamcnte se le of¡ecía al linan dc nucstros piloms que navegare por el mar oceano dc aqui adelantc no
ciador en cucstión, cn este caso a la Corona, revelar los conocimientos vayansin su quadrantee esÚolabrio y el regiñie¡ro parr cllo.?0
individualcs. En esta economía de la experticia se conv€rria en metál;
co el result¡do del descubrimiento del individuo, pero no se premiaba Claro que semejance programa de cnmicnda sólo podía imponerse
1¿reunió¡ dc los resultados enfavor de unproyecro ciertífico integralr en una perspectiva a mediano plazo y necesitabá ¡rna ampliá doración
"nacional". Se necesital¡: una institución donde constituir un tcrcer institucional. En 1519, además del piloto m:yor se establcció el cargo
lug:r para la experiencia náu¡ica. Solamcntc así se podía declarar un de cartógrafo oficial de la Casa, cuyo titular a partir dc 1523 recibió
bien cornún el saber geográ6co de los distinros viaies, dcl que podía el nombrc de cosmógrafo de I: Casa y se hizo cargo dc producir las
sacar provecho la navegación casrellana cn su conjunto. Para llevar caftas náuticas y los instrumentos de navetación, mientras que el pi-
la formulaciórr al exrremo: la Casa, cl padrón real y el piloto mayor loto mayor conservó la supervisión general.'r EI piloto mayor no sólo
constituyen las instancias que tenían que garantizar la transfe¡e¡cia determinaba qué cartas y qué insrrumenros se autorizaban, sino tam-
del saber privado al "esraml". Como consecucncia de ese proceso, el bién quién obtenía cl acceso al padrón real y quién no. De esa mane¡a
sabe¡ náutico fuc somerido a uoa pret€nsión muy alta de generaliza monopolizaba tanto la producción de cartas como el acceso al saber
ción. Para podcr "desembarcar" sin pérdidas y volve¡ a "embarcar" náutico de su época. Entre sus otras tareas estaba le de controlar si las
c¡ forma dc modelo de carta náutica, los datos tenían que respondcr a cartas y los instrumentos que se constr_Lrían respondían a los patrones
estándáres conlp¡rt;do§. Como veremos más adel¿nte, no se tra¿ab¿ de de la Casa. En ese caso había que autorizarlos con cl sc11o d€ la Casa.

69. CEREZó M^RrfN¡:z, P¿¡l,o,.¡, p.609. Algo sinrihr ctr Col(in| K¡¡jN'Nc,.t rr;"ó,, 74, AGl,Indif. 1961, t.. l, fols. 65v'67r, ,quí fo1.66.'66!.
7t, M^RrlN MIR,{s, "liNc,i¡nz¡s niuri.¡s", p- «l9.
ls0 ARND'f BR¡NI)F']Kf REFLEJOS DEL MUNDO 181

Dado que no hay pruebas doc¡mentalcs scgxras dc padrones reales haber sido de pergamino, las copias de tLabajo de 1os pilotos se trazal,an
oÉciales, sólo se puede reconstruir cómo eran a paúir .le instftcciones, en papel. El pergarnino tenía laventaja de que se podía borar bien, pero
cuentas documentadas, cornentarios aislados y algunas canas atribuidas.i' corría el riesgo de defonnarse por eI calor o la hunedad, de nodo que
En sus comienzos es muy probable que elpadrón r eal l,aya estado.o"sti- los trechos que había que medir se ¿cortal¡¿n o se alargaban. Las cartas
tuido por un convoluro de cartas parciales de distint¡ olidad, tal como 1o sc copiabaa calcando ei original con todo cuidado. EI padrón reai debia
descril¡e Pedro Márrir en su visna a Fonsec¿.'r Pa¡a la segund: mitad del glardarse er un "arca ce¡rad¿ con tres llaves"." Altí también se supone
siglo xvr Ursula Lamb parte de una gran carta muraI, complementada con qne estab:n dcposirados 1os ils¡umentos modelo: un astrolabio ("pa
un Libro con cat¿s náuticas. Si bien es probable que en ia C:sa hubiera dróu astrolabio"), tuu ballestilla ("padrón ba11estil1a")y agljas debrúju1a
cfcctivamcntc una cana mural, no es posible pr.obarlo con seguridad.?' imantadas ("padrones de el agnja de !¡arer"). Los instmmcntos nucvos
Cua¡do e¡r 1591se ordcnó colrcgir cl "paclrón ord ario" que cubr.ir 1as que se fabricaban debían ser comparados cor ellos antes de que el piloto
rutas atlárticas dc la Carre¡a dc Indias, sc obscrvó que hacía ya veinti mayor Ios habilitam con un sello de metal.'¡ Si bie¡ los sellos auténticos
séis años que no selo modi6cab¿. Ta¡¡bión se rccoñcndó confeccionár no se conservan, estásuimpresión enull astrolabio que espatrimonio del
otros cinco modelos de carta para zo¡as marilas especialcs ("padrolcs Conser-vatorio de Artes y Oficios de IaLís.'' Seg.in se aprecia a1tí, además
particulares").'/5 Sesún fiientes de los años siguientes, el padrón real efec- clcl ano, se cmplab: un sello con las Colurnoas de Hércu1es, un seguodo
tiv¡¡ente ¡e¡minó comprendiendo seis cartas, una para la Carrera de con una rone (por Castilla) enmarcada en una vener¿ estiliada, y ¿pa¡en
Indias y cinco para otras zonas m¿¡ítimas, así como -aquí las tuentes di- temcrtc sc cmpleaba mtbién un tercero que únicamente represenraba la
6e¡en em¡e sí una o rres cartas universales a.l parecer a mayor escala." venera (a la iz<¡tierda dcl año). Las carhs náuricás presumiblemente eran
Mientras quc a partir de 1512 los modelos propiamenre üchos parecen autorizadas co¡ scllos como los cluc se etctentr:r er un m¡nual de n¿
vegación de 1588, patrinonio dc 1a Casa. Unaimprcsión dc scilo mucsr¡a
nuevamente las Colum¡as de Flércules, esta vez cor el complcme¡to dc
72. Respedo d e c¡,tas iemp.a¡¿s y ¡t;buid¿s cf. ent, e ot.os D^vns, Egerlon"iC¡:R una corona y el lema her i\dico plus ultra;ina seg¡nda impresiór muestra
trzo MarriNrz, "l,adrones", pp.613 637. 1a torre que simboliza a Castilla.
7:l- Cf. támbió¡ Lxs obsracioncs sol¡rc las canas cxistc¡¡cs c¡ la o.dcD del 2a de i io
dc 1512 dc co¡lcccio¡ar cL padrón rcal, ran nitidxs en AGI, Con¡r 5784, L. 1, A partir de 1s39 la Casa estuvo obligada a llevar lil¡¡os de rut¿ oli-
fols. 20r21r, aqui fol. 201 20\ .on txio div genE: AGI, Indif. 418, L. l, fols. ciales, donde había que registrar no solamente las islas, b:hías, balos
3261 328r y pucrtos, sino umbiér, su {orma y los grados y distancias correspon
/a. L^MB, "Spa¡;h Cos¡osralhic J!Dtas", rr!. 5l-62. La-b rc-ne ¡ h cr¿nta de
Garcia de Césted6 eñ !a11.262, L 2. donde si¡ ürbárgo no sc mon
^ñd.és ^GI,
ciona una caru muLalde sa indoh.
75. AGI,Indif.7,r2,¡. l5lc,Seviliá,22dedicicnbrcdc 1593. 77. Jum López de Velasco en 1575r "el p¿d.o. lor Ér de pargaüinos se encoje y
76. Ci. enre otos AGI,I¡dif.l9s7, L.5,1o1.9r Sc-qún L¿ rccomendaciónde la Casa
sast¿". lor eso él libro con losdatos exactos de longitud
!reIlf;ia dislone. de un
de 1593,los cnrco padro¡es puticuLu* debian cuL,rir ls siguienes zoras: "El ylltitüdde loslLLgr* AGi,l¡dif.1168, L.20, fol. 9lv, 27 de lebrero de 1575. Cl.
segundo padror ha de *r desde Cal:oVe e hasta elsur que te¡ga elB.as;l h¡sta támbió¡ C¡REzo Ma¡rÍNEz, "l¿drcncs",!.617. La cuen¡¿.le Cés|edes de 1599
el$trecho deMagalhnes. y cost¡ de Af.i., hsta elcabo de BlenaEsler¡rza. El pcrmnc recorstruir ios pedidos de pcrganilo y papei, -Memori: de lo que * a
tercero desde elest.eclio de Magallanes hacia el norte, todo elmrr delsur y costa gasado en conprar las cosas que an sido recesaias pM lacer 1os padrones de
del ltru hsta Nueva Esp¿ña. El quarto que Le.ga la návegacior dcsdc la mcvr las cutas denavegaryotros y¡snrmentot', AGl, Panr 262, i 2. Las posibilidades
Es!áin y lslas Philipfins. E1 quinto qre tcnga dcsde 1lspana, toda la coca de de calcar y coli¡r ur origi¡¡l se eryonen deulládanenre en: CóÁrfs D! AIE¡GR,
Africa y Crbo tlc brera cs¡erarza y todas las cosas del m¿r ¡rcditc¡ranco, h¡st¡ lre* coflpo,lio, lols- LX\l
LXIV y Gai.la ¡E PaLA.ra, l nr"óa ndlthiá,
el fi¡ del r¡¡r e¡xho tMa¡ Neero, A. B.l del¿p¡rtcdei¡orte.ylas ¡ucrhs rJclmat lol§. 7 I v 75r Ci. rxmbió,r: CaMpBELr, "Porola¡ Chú8 ", p!. 391 s. Sobre la co
B{mejoIM Rojo,A.B.l,¡chparetlclsurlilsextoyuldmoqucr.isidesdccl pir dc crms ponuhnas cf. MoNMoNr.R, Á},u, ¿ cr, p. 22. Sobre cómo los
c1bo rie cuard¡lú. haci¿cllev rtetod¡hcoslidc lxs I¡lli¡r ori¡ihl.s, por.l.¡lh
Brxrdrb¡ncf. CERrzo M^Rr'íNtrz, "|ldrcnes", p. ó13.
d. Comori'r, y rih.x, c.sri dc li (lhini, islxs l'hilipfinis y rlc n,rluco yjr¡¡on", 78. ACl, Piii262, i 2, l nrrucci(in .Lcl l.lllcjuinrdcl596.
.f. AGl, ln.1il.742, f. I51.,22¿..li.icnrlIc¡0 5rl. 7'). l)rr oMtrL,s. A{(,hl)c tr ti(tu¡", p. s:].
!E2 ARNDT BRENDECKE ]].]]FLLJOS DDL ¡,lUNDO IS]

un espejo porque produce "una imagen del mundo" que perdura aun
en "ausencia suya".3'l
La sisremaricidad de las instrucciones y la rersura de las mctáforas
de1 espejo lucen pasar {áciln,ente por alto que tras cl padrón real se
oculta una praxis de conce¡tación muchísi¡no rnás complicada, en la
qne se entrechocaban los procedimientos náuticos ya afianzados, los
irtereses de distintos gnrpos de persouas y las representaciones con-
tradictorias sob¡e cuál era en ¡ealidad la función de una c¿rt¿. Por eso
.i
vale la pena echar una mirada "detrás del espejo" del padrón real. Esa
mirada plantea a la vez una pregunta: ¿cómo se encuadraba en la pr*is
de la navegación un sistema semej:nte de enmienda continua, ya que
rll eso también signiEca de constanres modificaciones? ¿Cómo reaccio
naban los pilotos, por ejemplo, ante el intcnto dc pedirlcs i omes
¡u,,r:iu¿mcnre. c. decir. ¡rre cl hcch.Jc,.¡, quc."mp,rrir .:. xp, -
ricncia para que fuera t¡asladada a un ncdio abstracto que debía estar
a disposición de toclos y servir para normalizar los viajes futur os I Para
responder estas preguntas es necesario poner el foco en el manejo de
los conoci¡¡ientos en la praxis náutica.

4, LA LLEGADA DE Los cosMócR-a¡os


I
l.r rrveg.rcion noror.r u¡cuna.ienci.rp,r...run1uere. rrc; rl.
todos e instrumenros científicos. La palabra latina naaigare signiñca,
sercillanertc, "viajar cor cl bote", de modo que el crite¡io del buen
navegar es un critcrio marnro: cl de la llegada segura de la nave.3'1 Cla-
ligua 8. Scllo dec¡fias einsrumafos de la Casd dr la Cóntrata.ióD,
CoDservatoft des Arts et Méliers. Paris.
ro q:c c.o:r,r Jye , a.oroc:¡ierLo dcl e*pa.:o na iro qre .e .a a
atravesar, así como la capacidad de controlar el desplazaniento de Ia
nave por ese espacio, es decir., navegación en sentido mode¡no. La na
dientes. También podemos partir de la bnse de que Ia Casa juntaba los
informes cle los pilotos.s0 No en último término con esras hcrramicn-
tas el padrón rcal debía convertirse en un insúumcnro dc navegaciór l. carx ¿c ¡ra¡car ¡o cs sicomoxn espejo, e¡ la cual É ¡os repre-
¡l "linnlmcnk, Lx
en continuo perfeccionamiento, en una carta náutica ideal que -como scnta la irnagcr dcl mundo porauscncü ryr d€ é1", cl Ctuvcs, Q,átri p¿/tita, p-
lo {ormula c1 cosmógrafo de Chaves es aún más peJecta que I t0.

^lonso 82. I os n1¿n!¡lcs dc náutica españols lo repilor en sus dc6niciones de m"egación:


''c1igo quc rr"cgu no * oL,a cos¿ si¡o c¡¡i;¡a.sobre l¿s asú¡s de un lus¿r ¿o¡ro".
¡ioc C.(ús D. /r/ee¿ .onpai1., Íal- Lxt!. Ll evohc;ó¡ a p¿r.t;fde l¿
80- Pnrá .l año 1590 se !!ede demo*rar l¡ exk¡cnci¿ dc uo libro, gli.dado en !na ^,.R^.^(, R, ,q noe n- ¡:i, dhs At4 sólrc el ptoblemá d¿ Ils luei Les
t, mxis s. ¿Nri.r cn l
*ja iuúo co¡ d i¡o¿clo de c¡rñ. Cl. S^NDM^N, "Sp rish N¡uric¡l C¡ro,¡m- ,iri rcconrruir la |r¡xi¡
^yr.o ¿c nivcs.,.i(ín »iri¡inn y los crorcs dc xprcciación
hihir,rll(r (i.I", (, /7n01.
A]TNDT BRENDLCll[ RTTL¡JOS D-EL MUNDO

vegación a conienzos del siglo xvr se hacía a la vista, es decir, orien- deterr¡inar la latitud habia que medir el ángulo entre el horizonte y
tándose por las formaciones cosreras y 1os Puntos de refcrencia, o por un astro -por lo ge,reral, el Sol o la Est¡ell¿ Pol¿¡-, lo cual era difícil
estima, es decir:, por una estimación de los .ramos y mmbos recorri- de realizarpor el bamboleo de los ba¡cos, aun con bueua visibilidad, y
dos que comenz.ba en el puerto de salida Esta írltima fonnapermitía requería el uso de tablas astronómicas, por lo menos para determinar
atravesar t¡echos ñás o menos largos sin tierra a la vista. El ruml¡o la posición del Sol.¡'hcluso si se podía medir la iaritud de ese modo,
se dcrcrmin¿b¿ con la brújula.3r Los pilotos conocían los puntos de scgtía siendo nnposible determinar la longitud.
Lefcrencia de viajes artcriores, Ios rumbos y rrayectos que sc arráve Como ya hemos visto, el estatus conferido a l¿ determin¿ción de
sa¡ía¡ se memoriz¿ba¡r, dc modo que en el fondo se las arreglaban sin la posición de una nave se había modificado como consecuencia de las
saber escribir, e incluso sin sabe¡ leer Una buem parre de los pilotos negociaciones de Tordesillas. La posición de h nave podía pasar de
españoles erar ilerados.s' A lo sumo "leí¿n" las marcas de la brítiula se¡ un dato dc a bo¡do, inreresante sólo para conduciria, a ser un {e
o l¿s ltueas de rumbo de los ponulanos y navegaban sobre la base de nórneno po1ítico. Para eso los datos de posición dcbíar generalizarse,
experiencias y csrimaciones, no con ayud: de instmmenros precisos es decir, obedeccr a reglas y {ormas reconocidas. Sólo ettonces podían

o procedimieltos cientíhcos de cá1ctlo y medición. No obstante, l¡s s¿tisfacer una tunción que se sumab: aho¡¿ a la de conduci.la,ravc
mediciones hul¡ieran sido necesarias para corregir las estinaciones y de m:nera segura: demostrar que se esraba siguiendo una ruta 1egal.
1os errores de los instrumentos. La propia brújula, er dcfinitiva, no Mientr:rs que en la praxis esto rara vez tenía importancia, cor la c.e"-
indica el ¡urul¡o efectivamenre seguido, por varias razo¡"s, cl barco se ción del car go de piloto mayor y delpadrón rea.lcomenzó a organizar-
desvía por efecto de los vienros, la corrientc 1o desplaza, y la aguja de se una institución que elevó a lacategoría de estándar el procedimiento

h bijula no indica e1 polo norte geográfico sino el magnético. Esta de "clesemba¡ca¡" los datos de posición y gencralizarlos. Claro que
lla¡uda declinación magnéticavaría de un sitio a otro, de troclo qte se para modi6car la praxis náutica a largo plazo, es decir, par: imponer
podía zarpar con una bnijula corregidapara Sevilla, por ejemplo, pcro esta nucva pretensión de generalizar 1a determinación de la posición,
no era posiblc tomar en cuenta 1as distin¡¿s declinaciones magnéticas no alca,,zab" con enrregar únicamente una carta náttica mcjorada. La
de todas las zonas por las quc se iba a navegar Tampoco era segriro aparición clc nuevos acrores, de expertos que ya sc conocían de Bada
qué tramo ya habia recotrido elbarco porque se estimabanlos recorri- joz, fue lo que 1c dio dinamismo al proyecto del padrón rcal.
dos diarios (las s;,gladaras) y luego se los iba sumando. En el c¿so de Prime¡o el Co¡scio de Indias se trasladó a Sevilla en 1526, acom-
la navegación por cstima, por ejemplo, sc iban acumulando los er¡ores pañando a Carlos v E1 Comejo emprendió unavisita de la Casa de la
de apreciaciór dcl mmbo y del tramo a nedida que aumcrtaba ia dis- Contrat¿ción, en elcurso dc la cual se censuró unavez más ei carácter
tancia del puerto de salida o del ítltimo punto de refe¡encia. l5nbién conrradicto¡io de las cartas existentes. Se exigió una junta de expertos
en cste caso hubiera¡ sido de ayuda eventualcs mediciones para corre locales, la elaboración de un nuevo modelo de carta y de un mapa-
gil los crrores, pero en alta mar eso solamentc cs posible midiendo el mundi y se le con6ó estas tareas a r," l,o,,r['¡¡c de la corre: Hernando
ángl1o respecto de los astros (navegación astronónica). Sin ernbargo, Colón.36 Apenas llegado a Sevilla, Colón intensi6có la recopilación
en 1a praxis náutica de la época la navegacióu astronórnic¿ tenía ul sistcmática de inlormación geográfica, ayudado por Diego Ribero, un
¡oi secundario, lo cual no se dcbía únicamente al dvel de fo¡mació¡ ¡roltugués quc ya esraba al servicio de España eu 1a época dc la Junta
de los pilotos, sino rambién a los puntos débiles de esta récnica: para dc Badajoz, y por cljoven cosmóglafo Alonso de Chaves.Tambión cra

Sol:re los i¡strumenros ác¡avesación spanohs dc laépoca.f. vIclNE Manoro, 85, Cf. al respecto L^NDES, "Findins rhc Point at Sea", p. 23.
86. Reál Códüla del20de junio dc 1s26 (AGI,Indif.421, L.11, fol.21!.)i Reál Cédula
S^NDM^N, "Cosnosr¡pheN", pp. l05 i; sobrc el núorcro ¿c rlfabctizá¿o§ cnLL. ¿cl6 dc octul,redc ls26 (AGI, hd;f.421. L. 11, fol.234F234v)i sobrc cl tc{o cf.
los nr.rinos cf. PÉRrz-M^,.r-ñN^BrtNo. Sl¿ir\ A4a ol th Su, rt\' 22t)-211
ls6 AI{NDT tsRENDEC¡iL RETLEJOS DEL MUNDO

responsabilidad aho¡a de Hernando Colón supervisar la formación y occiden¡al h¡ci:L las Id:s de las Especias.'' No volvcríá hasta 1510, de
¿dmi:ion de los piloto.. y conrrolal h' c¡n¡s c insrrrmenro' n¡uti modo que los intcntos dc reforma de Colón y sus asistentes Ribero y
cos.37 Sus privilegios para recabar info¡m¿ción erán ¿mplios. Valían Cluves aprovecharon cl hueco dejado pol los cu.rtro años de ausen-
cia de Caboto. Políricamcnre los legitimaba cl cncaLgo del Consejo
asi por sripto conro pol palabra y pintura y de la n:.ñ[er]i que vos páree de Indias; objetivanrente, una comperencia novcdosa como expertos
ciere que convicnc dc «rdas y qualesquicrpcrsonas que sepan de la dticlha en Cosmografía cientí6ca, de Ia que habían dado prucbxs cr el marco
a.te y tensan ¡oticia y espirienciade la navegacion."' de la Junta de Badajoz. La tcndencia del grupo rcformista nucleado
en toroo a Colón, a quienes en lo que sigue llarno los "cosmógrafos",
Ahora se obligaba también a los pilotos, so pcna de castigo, allevar co¡forme a h aurodcnominación prcvaleciente, consistíá en e{ccto en
un diario de a bordo y a poner sus inlormes a disposición de Hernan- entender la navcgación como aplicación dc la tcoríi cientí6ca, y ya no
do Colón, de modo que éste pudiera urilizar h "informagion" reunida como una praxis satur:da de experiencia. De manera que reqrería dc
para corregir el padrón re:1.3' Parecc ser que todas las in{ormaciones los pilotos precisarn cn rc :quelIa determinación cic¡tí6co-ast¡onómica
se ¡eunieron en un lib¡o central que cortenía los informes de más de de la posición quc hastr cl momento casi no sc h:bí: pr:cticado." No
150 piloros.'o obstarte,la superioridad cicntíficade los refonradorcs Lcsukó ser un¿
Con rodas est¡s Iunciones y privilegios Colón se había co¡verddo espada de doble filo, por{lue sus rivaies les recLinrinaban permanente-
de hecho en el piloto mayor de Sevilla, aunquc en esa época el cár mentc ro tenel ningún vírculo con la nrvegación práctica.
go en rcalid¿d esBba ocupado por Sebastián Caboto. Caboto, cl hilo Para ilustrar las posiciones básicasde la contradicción que atraviesa
del descubridor genovés Giovanni Caboto (|ohn Cabot), que se hizo todo el siglo xvr se realizarán en lo que sigue dcl capítulo trcs corres
conocido por sus servicios a Venecia e Inglatcrra, había panido de Se temporales. El primero se puedc cstablecer en 1534, cuando un miem
villa en 1526 para buscar con una pequeña flota cxpedicionaria la ruta bro del Conscjo dc Indias,Juan Suárcz de Carvajal, vuelve a visitar la
Casa de la Contrat:rción e intenta impulsar una vcz más la reforma del
padrón real. E1 scgundo corte se producc a u-ccliados de la década de
87. SaNDM^N, "Cósnoghphc6", pp. 97s.
1540, cuando ticnc lugar en los t¡ibunales dc l¡ Casa un proceso quc
88. AGI,Indif.421, L.I1, fol.214F234v, áqui lol.2l4':
89. "Mando que tod os los pilotos a clyo .argo fuerc cl rcgiñicrlo de qualqu;er rao o pcrmne echar un.r mirada a la dife¡encia abismal que existí: entre las
n¿v;oqlecn todos o qúalesquiera prcs de ls Indias navcg*ctr s€a¡ obl;ga¿os i fi:nciones del pilo«: mayor esripuladas por lns normas y su compor-
es.rib;rclliaic quc hi,icrcn de a por diadesdcelpun«, quc paúieren en qurlquicr tamicnto en la práctica. En rercer lugar considcraLcmos la déc¿d¿ de
pucno o lusar quc su hmr scr de raeha er la sil'd¡d dc rerill¡ o de samo domin
go dc layslaes¡añoh cr la qual escriptlr¡ h¡ dc vcnir plesto y notado el camino
15e0, cuando el Consejo dc lndias envía a Sevill¡ a dos de sus cos
quccadadia hizicrcn y a que Rumb6 )'qu. ticrsoyslñobaxos toparon y qre mógrafos mayorcs, prinero a Pcdro Aml¡rosio de Ondériz y luego,
tanto conieron por cllos y como se coria la co«a y quc puenos o rios o cabos
h¡vi¡ eñ ellos I cn qE d;r¡nqia ealruraesavan lo qualasy scripto e noradosy
náuticos quc scguían existiendo. Anres de considcrar estos trcs puntos
endo que fucrcn de buelta en ladichaeibdad desevilh o cn ladesarcto dominso
Érmado dcl nonbrc del tal piloro c de su maestre .on iummento que hagan que no culmin¡nres dcl dcl¡ate, es necesa.io hace.se una idea de cómo e¡a la
ho estado o otra ysla nitierra Io du¡n al dicho hcrnamlo colon o a la ¡ersona praxis de formación de los pilotos.
qnrl lo ¡obicLc .onlcrido házicndole.sy ñisoo Rclicion dc prlabra dc las cosas
que le paresqicrc s* ncsesario preguntads prn el dick, ctccto. I mo*r¿nrlole
las c¡úas e i¡srruñcnros e¡ la nanera quc tiercn en cl [iicgiblc] dellos para asy
todo vislo y.onsydcñdo puedarnejorycon mas qcniduibrc hazer lad;chacana 91. AG l, l¡¿if. 421, L. ¡ I, fol. 2l4r'2l4vj SNDMN, " CosmoBhphe6", pp. 83 y 109 s.
de ñarc¡.loqu¡l¡n de h¡zerlosdichos pilotosc mcstcs los dcsprchos por nus 92- Sigo áqui, con¡o o oúos puntos, a Sandnur. Sin en,t'rrgo, tarnbién algunos de
{;aics quc hi,iercn ¡ l¡s di.hás l,dins ysl¡s c+rnohs int j(in c clbi", cf. AGI sus ¡dvc¡srrios sc rut/c6,,ian como cozós,a/or cl S^NDM^x, 'Cosmosr¡-
Scvilh,ln¿if.,l2l, 1.. 12, fol. a0r .10v, drl lr, dr ni¡rzo rl( ¡527. phrrs", p. {. sohrc l(x (NmóBñfos coño Brúpo cf- hn1l,ión P^DRóN, sp¿d¿ri
90. AGl, lnJif. ,e61, 1.. I, fi)|.2/6r276n
ts AllNl) I lrRt Nl)tclil R til,t.lN( )s l)I l. MUNDO

Las norm¡s de evaluación de 1527 cstipulaban que un piloto,r de En cuarto lugar sc pedía, por último, que el canclidato tuvicr: y
bía scr castellano, por la sencilla razón de que los extranjeros tenían supiera manejar instrumentos de navegación:
prohibido el acceso a las cartas náuticar o reprcscntaciones grálicas
("pinturas") de América.q En vista dc la crecientc necesidad de expcr- yrcm terna su asrolabio para cl sol y quadrante para el nonc y dcntro
tos y piloros, esa norma solía eludirsc frecuentcmente por medio de la anr6u cos¡s sabr¡n cl u¡¡ ansi c¡ cl ron¡¿r el ¡hur¡ como cn cl añá¿ir o
naturalización, cosa que se pucde reconoccr ya por los muchos por- quier la dcclilación dcl sol y lo quc la csrclla alea c b¡ja iuDtrmcntc con
tugueses e imlianos 1iénsese cn Magallancs, Vcspucio o Caboto- que cl conoeimicnto dc las h,rras quc son a qualquyer tiempo del dia o dc h
ocupaban altos cargos. Los "italia¡os" cr¡n conside¡ados "no caste-
ll¡¡os" incluso si e¡an naru¡ales de terito¡ios dominados por España,
porque eran tenitorios dcl Renro de Aragón.q Además,los candid:tos El examen tenía lugar en la casa del piloto mayor. El piloto tclía
tcníin quc demostrar por escrito o por rnedio de declaraciones testi que encargarse de reurir para la prueba a todos los pilotos que cstu-
monialcs que poseían una experiencia rrírima de scis ¿ños en el má¡ vieran en Sevilla. El mayor de ellos debía comenzar con el interroga-
y quc conocían las prilcipales rutas.'6 Sólo en un rcrcer punto del torio, se voraba en secrcto y ar,tes se juraba formular las prcguntas
"r'eglamcnto de examen" se tematizaba la capacidad de vincula¡ los mejores y más difíci1cs quc uno pudicra imaginarsc, asi como juzgar
conocimientos prácticos con una carm dc nnvcgación: con imparcialidad.* En líncas gcncrales, el procedimiento tenia una
fuerte orientación prictic¡. t.ns prcguntas teóricas, por cicmplo sobrc
Ytcm rerna su cana de marear y sabrr hcchrr punto cn ella y dfa razon Cosmografía, Astronomía o tcoría de la esfera, quedaban afucr¡. Y las
rlc lc¡s ruml¡os e rieras della e de los puctros c vaxos mas peligrosos y dc rareas también estaban refcridas sólo a las canas que poseía el carrdi
[:s rcgurrdos que se lcs deben dar y dcy de los lug¡rcs do e se pueden dato y a las aguas y rumbos que ya hrbía navegado.
tr¡siczcr .le ,su¡ y leñ¿ y de las o¡.as cosrs cn krs r¿lcs vi¿jes nezesáíos.". Es decir, que oficialmente el modo de evaluación casi no aposta-
ba al saber generalizablc y trasmisible, pero desde la llegade de los
cosmógrafos había nucvos ex¡minadores. La Real Cédula quc rcgla-
menmba los exámenes se dirigía al comienzo oficialmente a1 piloto
mayor Scbastián Caboto, pcro luego transfería su cornpetencia co¡ro
93. En los búcos spañoles la ¡aroa de didsir h nave se rep¿rúa enre el piloto, re-
spons^ble ¿c los aspectos múinos y de návcsa.ióni el maestre, res¡onsable de examinador a Dicgo tLibclo y Alonso dc Chavcs, haciendo rc{crcncia
lá úry¡ ). la cco¡oñia del barco, ), cl cápitán, quc cvcnlualnen¡e di.ig,'á las op- a Ia ausencia dc C¡boto. L: códula cstipulaba que ambos dcbían rc.rli-
cr.ciones ñiha.es ), ¡o e6 ne€€s¡.io gnc esluvieri cn los nivíos mercantes. CÍ. z¿r los exámenes en c¡sa dc Flcnando Colón. Chavcs fuc nombrado
PfRIZ-M¡LLAÍNA Bu¡No, lpdi"\ Me ol ¡he Se¡, p.83; C^BAr.LE¡o JuÁNz,
" Rótiñcn j!ídico", pp.200-204; sobrc l¡ posidión sociald.l pi¡oto cf. NareRo
oficialmente cosmógrrfo y carrógrafo de l¡ Casa en 1528 y pocos ,ne-
G^Rci^, "filotos', pp.276 279. ses más rarde también obtuvo, ¡ perición de Colón, el permiso para
"Prim€r¡nrcrt. elque quisierc scr pildo. dc scr raor¡l de$os nuerros reFos enseñar navegación-'6 Dc rnodo tal que en I528 los cosrrógrafos dc
dcc¡dlla y ¡.ingDr esraúero dareys cirBo dcpilor¡gr ry le consenineis iener
Hernando Colón habían conseguido ocupar puestos decisivos c in-
cim de m¡.e¡r ny pinNd ny¡Euna dc hs yndi¡s n¡ que por oro alguno lc ser
d¡d¡nvbend'd¡rinnue{n h+pRulLccnrii".AGI,Prr)5t,, ll.idcrto{ñ fluir sol¡re los contenidos de la formación de los pilotos.
¿c 527, fol. 2r Un¡ rdscr¡p.ión d€ lá p¡rtc cent. dc lá Céd!1. se puedc Lallrr
1

cn PuL,Do RuDro. Pilo¡o ñ¿),¿/, pp. ¡40-t41. SrD¡rianrenft sobre 1, evohción


posierior dcl exañen: SNDMAN, "Ed!c.dnB pilots".
S^NDMAN, "Cosmog.¿pher ", p. l1s. Eh 1522 Scb$Lián Caborole hábi¡olre.ido ,rr t. j.| t5 , r tt,1,, t\
¡ h R.pú bli.n dc Venec;¿ .evelarlc u¡r rutiro.rc!¡ a la¡ hhs ¿c l¿s Espcci.s, ibíd.. ,¡r ^( l, L'. 15 ,, .ll,1,, 1

pp.127 s. lrr^(^( l,'r .li,,..r.l LI I ,,fL,,L,.I,,,1.(1,,,\§¡(l Jcrl¡ll,lr


AGl, P¡lr 251, i 22,Iol.2r 1. l,l '1. 1 r¡, I' ils
Llr ' ' l,,,,,,rri.r(r .l ,1¡ r!,r¡'Jf '.ls
A(ll, |rti 251, i 22,lol.2ts2v ^{
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REILI,JOS DEL MUNDO 1rl
l9a Al{NDT BRFNDI]CIi]]

Cuando dos años más ¡ardc Sebastián Caboto regresó de su cxpcdi- riumentos p¿ra la navegación, así como pra dirigir los exámenes. "'
Pero el auréntico campo de batalla de Ia confrontación e¡tre cl b¿ndo
ción, se manifes¡aron cor toda nitidez las diferencias entre un enfoque
tradicional de o¡ien¡ación práctica y el de Ia Cosmografía cicrtílica. de Caboro y 1os cosmógralos tue elpadrón teal.
Caboto tuvo que pasar prirnero por un proceso judicial en los tribu-
nales del Conscjo de Iudi¡s. Se 1o ¡cusaba no sólo tle haber cambiado
arbi¡ra¡iane¡te el destino de la expedición (cn lLrgar de buscar las Islas 5 I a \!RDADDrtAs.\Rrq. Dl' \Á.FuA, lo!
de las Espccias Labía explorado la zona del Río de 1a Plata), sino tam
bién dc intentos de homicidio, envenenamicntos y secuesrro de adver Er cl verano de 1535 Ia Casa de I¿ Contratación tuvo que rolerar una
sa¡ios. Co¡tra C¡boto declaró como tcstigo un hombre que habia na nueva visita. La tarea le fue confiada a Juan Suárez de Carvajal, que
vegado con é1, que pronto pasó a cngrosal las 61as de los cosmógra{os posteriormente tuc obispo de Lugo y por entonces era,.ie,nbro del
y que se convertiria en una 6gura dominaute de la Cosmoglafía y la Conscio de lndias. Además dc revisar la gestión y los libros, tenia que
ciencia de la navegación en España: Alonso de Santa Cruz.'c1 Caboto investigar la acrxación de que por el afán de luc¡o i¿s naves de la Ca-
fue condenado, pero ro curaplió el exilio previsto en Orán porque rrer¿ de lndias iban tan sobrecargadas que ya no Podí:n navcga¡ se
la sentencia no fuc ejecutada. Al contrario: ya en 1532 sc enconrrab¿ guras.'" El visitador tatrbién se ocupó de asuntos rc1ácionndos con la
nuevamenre en el cargo dc piloto mayor, donde intentó dc i¡r¡¡ediato Cartogra{ía, sobre todo porque Colón no se enconrrabapor esa época
anular los cambios impuestos du¡¿nte su ausencia. Colón había con cn Sevilla para vigilar en person:1a corrección del padrón real Tres
cosmósrafos asistían a Carvajal: Alotso de S:rnta Cruz, todavía un
"cgui,lo, oor,.i,. nDl.. qL,e lo. cl d d,:ro. ¡ a ro r.r. i, rar que pag.rr ur joven; Fr:ncisco Falero y Pedro Mexía.106 Esros tres cosmógrafos dc-
aranccl al piloto mayor. Crbo¡o solicitó la reintroducción de este uso,
pero no fuc aceptado por la Corona.10']Lo que sí corsiguió Caboto, en bían reuni¡se con Alonso de Ch:ves y Diego Gutiérrcz para analizár
canbio, fue que en 1534 su cliente Dicgo Gutiéuez fuera nomb¡ado los cont¡¿dicto¡ios informes de 1os pilotos y convertirlos en la imnger
cosmógrafo ¡ por lo tanto, productor o6cia1 de c¿rr¿s e inst¡umentos cartográ6ca uniforñe de un mrcvo padrón rca1.'0' Pero cuando r'¿rios
dc la Casa de la Conr¡aración. Asísc pudo posiciona¡ a Gutiérez con
tra Alonso de Chaves;pero tambiól,y sobre todo, Guriérrez ptdo co-
urenzar a cultiva¡ el lccuntlo carnpo de los ingresos secundarios.,0r En lo4. SaNDM^N, "Couognphe6", pp. 116 si.t. tanbién AGl, lndif. 1963,I 7,1o1.
84aReálCédnl¡ dellTde febr o de 15'10 colra la monopolizaciór rlel mercado
los hechos, esto llcvó pronto a que el bando de Caboto monopolizara
¿c .úas e inrruúenlos. En el marco de la visna tr h Cása sc hizo maniEesa l¡
el mercado de inst¡unentos ráuticos, cartas y oferras dc clases, ya que pers¡tcncia de la anomalia en ¡ oviembre de 1s19 enl¡quejnn.'15 contx Caboo
Gutiérrez y sus hijos ofrecían estos bienes y servicios y Caboto, cono v Gu¡iércz: "Oue Scbasi¿n Caboro y dieeo euticrez h¿r1PlesLo est¡nco que
piloro mayor, había recuper:do la autoridad pa¡a hat¡ilit¿r ca¡tas e ins ;"di" r"",1" *.;. ii regimien¡os del sol srol¿bios y balLc*illas avierdo
"B.i"s
ot¡os muchos e¡ cs¡a ciurl¿d qnc Los sabri¿n nuy bien h¿zer, y Pusto los Precios
¡ s! yohntá¿", cf. AGl,Jtrr. 945, fol.2tor
lo5. Rcál Provisión. 1/ de xgoso de 1515, AGl, I¡¿if. 1961, L. l, fols. 3l0v 3l1rj
ScHi!¡\ Co,J¿io,1. l, p!.82 s.iJ^co¡s, " ltncio¡ádos ", PP. 3 82 s
101. Sobre Caboto cf. DAMI*, lnpúirn, pp.85 s.t sobre el rol de Sa¡ta Cruz cf. l06. SaNDraN, "Cosúog(aphers". PP. 118 140
actu¡lmen¡e Po¡ruoNDo, Sr net Sciüe, pp. 68-79. lOT.llitrcorras cosas, hcicron referencia alllbro ya mencionado en elque Hú¡ando
102. SNDhN, " Cosmographers ", pp. 129 s.,132 s. ColóD labia reu¡]do los iñforncs de pilotos: "ur libro grande quc don IJo'
nurlo Colón irabianeclo por nnn¿a¿o de s! Majestad cor Parcs.er de todos los
103. SNDMN, "Cosmogr¡plÉrs", p. 134. A mcdiados del ,iglo xvr cútié.rez pedía
tres ducados !o.una carta náutica o un asúolabio, ocho reales por ásljó imanh- mís piloos quc hrbían nrvcga¿ol¡s Indiás, sobre las derrotas, alturas vposturas
¿as (AGI,Jus¡. ea5, fol.2l0r). En.ambio, su insreso anual comocosmósrafode li
dc la rieu'r y )onsinrL y distaDciá de ellxs", cit. según: GoNzÁLr7 ]'aLEN.IA,
''Prólogo", p. xlY dc Sa¡xa Cruz info.na dc quc Alonso de Clwa
Casa ela rclativámenre b¿io, porque sólo arendia a 16 ducadd. E¡ un v;aie de id¡
(lirl! i n íi ¿c .!1, libro quo cu ñúl sinil¿L Cf. AGI, Jnst 94s' Alonso dc Santa
^lonso
y vuelta por el Adí¡tico u¡ piloto podí¡ groar lustá 130 ducrdos. Cf. alr¿spc.ro
()uz. 6 ¿c scpLionrbrc llc 1549, fol l6tjr 5^ñDú^N ("CotnogmPhcs'. P l4l)
S^NDM^N, "CosñoBmphes", pp. l7l s.
t12 AITND'1' BI1ENDECKE REFI.FJOS DEL MUNDO l9i

meses después el grupo ro se había pucsto dc ac erdo ni ol,-


soLrre el en yndias ny hera marinero ny avian visto las costas yslas y baros
1as
jeto en sí ni sobre e1 proccdimicnto, Carvajal perd;ó la paciencia.'r El syno solamente el piloto mayo{ que hera márinero y entendia el arre
visitador ordenó votar sobre cada uno ctc los puntos controvertidos.r¡' del nabegar".l'r De modo que Gutiérrez, el clienre de Cabom, atribuía
Cuando los expcrtos sc opusicror a1 procediuriento, les replicó que la verdadera experticia no a los cie¡tíficos sino a los prácticos, y así
también los juicios se decidían por mayoría.' " marcaba a la vez la frontera sociai que siempre se volvía á ábrir entre
Si bien aplicando el pLincipio se consiguió organizar una mayoria el enfoque "cicntíGco" de los cosmógrafos y los testigos presencialcs
para c1 tuevo padrón, no se pudo generar eI consenso necesario para navegartes. Como expone críticamente:
cl éxito sostenido de l¿ carta, porque los que pe¡dieron la votación se
defendie¡on con vehemencia: Santa Cruz puso en duda 1a compctcncia paralafabricL del dlcho p s depilotos que heran

de los cotegas y el procedimienro entcro: ¿cómo sc podía cquiparar su los quc sabian la tierta y la avian navegado de proximo y sabim por vista
voto con el de Ped¡o Mexía, "que en aquel tiempo cn roda su vida avia dcojos co¡rose.o.rián rodas las cosras y er quc altura estavan y los baros
vis¡o carra de ma¡ea¡ ni entendia aqucl lcnguaje", o con el de Irancis-
co lalero, que "solo sabia ur poco de la esfera y de astrologia?". Éi,
Santa Cmz, había pcrdido varias veces la vot¿ción, con lo cual se h¿ Cuando 1¿ c¿¡ta estuvo 1ista, e1 piloto mayor, Caboto, se negó a
bían nrt¡oducido muchos c¡rorcs e¡ ia ca¡ta. Y ¿demás, ni el visitador fi¡marla. También é1 te recriminó airadamenre al visitador que la car-
confiaba cn cl piloto mayo¡ por su incompetencia y falca de conoci ta hubiera sido hecha por gente que no "pod;án saber en que partes
micntos.rl' Su Majestad se reiría de ese grupo, igu:l que todos los pilo estaba herrado o Ei€r.o".rr; Si l¡ien Caboto y Gttiérrez rerminaron
tos de Sevilla.Lrl También el bando de Caboto estaba insatisfecho con 6rnando la carta, sostuvieron a continuación que habían sido forza
cl proccclimiento, pero criticaba principalmenre el predominio de los dos a hacerlo y que no los obligaba a nada. A más tardar cn cste punto
cosmógrafos cientí6cos: "ninguno de quantos allí estavan avia cstadr¡ se hizo mani6csra 1a fracrura del sistema imperante. El propio piloto
mayo¡, que por sll función debía impedir los desvíos del padrón rcal,
tom¿b¿ dist¡ncia de é1. Más aun: cub¡ía al *rrógrafo Gutiénez, que
ya había empezado a dist¡ibui¡ cartas que divergían del cuestionado
ident;licacoúo deslin¡tarjo de l¡ca¡ra alvisnado¡dcl Co¡scio¿clndias Hd¡tl
Pérez de laFuence. Padrón real.'r6
108. L¡s decliraciones conL,'adicto.is en l¿ recopilación .le infornes de pilotos hccha Santa Cruz, que era miembro del bando de los cosmógrafos, habí:r
por Colón co¡ribuyúon á ese d$¡cue.do, d. coNzÁr.nz lÁLDNcr¡. "Próloso", abandonado entretanto Sevilla para presentar una queja directamente
pp. XMV antc el Consejo de lndias, lo cual te¡ie"do en cuenta la visi¡a en cu¡so
109. Alonso de Sft Cruz,6 de scpticmbrc de 1549, ACLJust.945, fol.168r. Sobe
e$eproc$o: LaMu, "Science byLirigxtio¡", pp.40 57.
110. S^NDM^N. Cosmosraphers", p. 142.
111. '1...1 se rerhsse coñtorn:c a los mas voros. y cnronccs csiava Pcro Mcxia t...
quc c¡ aqncl riempo ¿n roda su lida ayia visro c ra de Darcar ni entendia aqrcl I 13. AGl, Jne. n.3, r 2, fol.22r 22r, paÉcer de üego Gur;érez, 9 ¿e scpiicm
1146,
lenExrjc ). n¡ Frx¡cisco l.lero qüe solo sabiá u¡ po.o de la esferr y de acrolo bL. [?] de lsaa,cl
¿lrespecto SaNDM^N. Cosñograph€$", !. 144.
sia judiciaria y ¡rcNnian dc dar su parecer coño el que ñexor lo cnE¡¿ia r sc ll4. AGt,Ju$.1146, n.3, ¡ 2, fol.22v, parecer de Diego Gutiéffez,9 dc scltienbre I?l
6arNa las ns vez6 Isu parcccrl y se de{ava e1 ñio", ¡i¡ que jáñís se hicier¡¡
corecciones necsari¿s al p¡drón, 'to oe¡¿or liár cl .lchó liccncia.ló clrlvájll ll5. "[...] que no Io avi, de Árnár [.] pá.Lrón, A.B-] por quc e*aba fecho por¡exo"as
del ¡iloto mayot por su gmdcinabilidad ¡ poco sabcr", Alo¡so dcS¡¡ü Cruz,l. q(c ny sabiár elarc ¿cllavcgrr ny avün risto ny conido las.ostas ny abian v¡to
d¿ septienbre¿e 1549, AGI.J!s!.945. fol. 168r los vajos y pucrLos n¡ podian sabcr enque pares *taba heÍado o sierto, y no por
1 ñ¡¡e¡. que tuvimos !a.¡ lo lcl p¡dró¡, A. B.l precis¡: fue t¡l q uc v¡ cstr¿
12. " [...1 ]a Los pilor-os quc podian sabcr sto por la roticia y *perüncia que dello tenyar".
ncrccd sc rrcya y asi todos los piiolos y núlsres quc sab;an lo quc h¡rhDros sc ACl..lur. 1146, ú.l. r 2.lol.22v, parecer dc D¿go Gntiórez,9 de scpticnl,rc f?l
: de ¡oso¡os y h¿ziaD bf r¿cloqucLxzir nx",^lo¡s.tlcsi'tric'uz,6
'eyatr (i,s¡oH
Jc *fricilLrc de 1549, AG1,lu,n. e,r5, l()1. l68i I 16. S^NDM^N, " pho's ', t,1,. 144 s.
ARN¡)T RRFNDF(.XF REFLEJOS DEL MUNDO

constituía un¿ empresa iudaz, pero qüe estuvo coronada por el éxi- un ejempla. dc las canas de Gutiérrcz, sólo para que el piloto mayor
to, porque Santa Cruz logró ampliar süs competencias: en noüembrc le diiera después que no aceptaba esa carta pordcsvirciones delpadrón
de 1536 fue nombrado cosmógrafo o6c¡almente y Sebastián Caboto real. Pero Medina no se dio por vencido Primcro consiguió acceder
fue obligado a consultarlo siempre en la producción de cartas e ins- al padrón real y los exámenes de piloto, y luego comenzó a estudiar
truñentos y a ¡o decidir jamás en su contra. Además, la posición de los errores de las cartas de Gutiérrez quc sc hallaban cn ci¡culación.1'?0
Santa Cruz fuc fort¡lccida por el hecho de que en adelante los pilotos Le llamaronla atenciónlas desviaciones rcspccto del padrónreal, pero
y capitancs! a su lcgrcso l Sevilla, debían presentarie di¡ectamente un también, y sob¡e todo, u¡ cu.ioso sistema dc doble indicación de la
infor¡¡e.1'7 Obviamcntc, csms disposiciones de ninguna manera zan- tirudes. Siguió un juicio en los tril¡unales dc la Casa, quc se proiongó
jaron la iuch: por la autoridad, ia competencia y el método. A partir durante años, fundar¡entalnerte cntre Pcdro dc Medina por un lado,
de entonces la disputa sc rrasladó más bicn al tcrcno de una guerra y Diego de Guriérrez y Sebastián Caboto por e1 otro ''1' Las actas de
de guerrillas por los proccdimicntos correctos,las ventajas personales 1544 y 1545 con las declaraciones y los dictámcncs de nuchos involu-
y la formación de bandos, sobre todo porqüe la autoridad de Caboro crados en el ma¡co de este Proceso Pcrmilcn rcconstruir muy bien el
como piloro mayor había quedado socavada. manejo concreto del programi del Padrón real, razón por 1a cual nos
La aparición dc una nueva 6guraaportó movimiento al asunto: Pe- sine como motivo par¡ establecer el scgundo cortc cronológico. Ya
dro de Medina, un protcgido de formación humanística del duque dc la cucsririn de,ozo podíatr l,¿cer los iucccs pa,.r iuzgar.omp"rcnre
Medina Sidoni¡, h¡bía cstado intentando desde 1538 establecerse en mente los argumentos de uno y otro gruPo crrcend¡ó un debate meto-
Scvilla como cosmógrafo, cartógrafo y comerci¡nte de instrumentos. dológico. Medina qucría exponcr ante un comité de expcrtos. Caboto
Pero a pesar dc l¡ liccncia rcal el piloto mayor le negaba el acceso y Gutiérrez, en cambio, preferían que sc escuchara¡ las dcclaraciones
al padrón real y al mismo tiempo le imputaba haber presentado una de los testigos, es decir, en este caso de los Pilotos, que era lo usual en
c¿na de6ciente, no ¡pra para la vcnta."3 Era muy evidenre que Se- los procesos civiles. Pero según Alonso dc Chavcs, los pitotos eran
basrián Caboro quería impcdir que peligrara el monopolio de cartas ¡med¡entados sistemáticamente por Caboto y Gutiérrez;
e instrumentos de la familia Gutiérrez por la aparición de un nuevo
ofe¡ente.r " Las artimáñas del piloto mayor -por ejemplo, rerirar la agor¿ and:'n alle¡¿ndo ¡l,s pylotos y mrcstrcs c a los mercadcres ponieo
carta de Medina para examinarla y no devolverla más- lleva.on a quc doles tcmores diziendo que h nrvcgactun sc dcsrruyra por que los quie-
Medina termin¡ra descubriendo las prácticas canográ6cas del mono- ren mandar yr por talcs caminos y rcdcos quc no quedara nao que no se
polisra Gutiérrez y su complicidád con Cabotor al carecer de acceso al
áuréntico pádrón rc¡I, Mcdina había basado su propia proyección en

l2o. "t...1y lo quc dize que yo hize ura carta dc uavegar y que elpiloto mayor v cos-
mos¡áfos ¡o me la quisieron 6rmrc Digo quc yo vcnido r esta cibdad con bo,de-
l17. AGI,Ildil 1962, L. 5, fols.4lr-42v, Re¡l Cédúla del20 de novienbre de 1536; noza dc su mgestrd pua hazer c¡rts y los oúos ynstrumenros, lize una catu
sobrc la historia prcvh.f. AGl,l¡dif. 1962, L. 4, fok.5"-6\ Re¿l Cedula a.lu¡ú e tome por patron ora de dieso suticréz .rcycndo que estah btena y conforre
suárez d€ caruájal, ¡l dc noviembre de r 5t5_ ¡ el p¿¡on oris,n¿l elqu¿l peron yo no ¡vi¡ visto, y.omo.c l¡ mosrc ¡l dho
I18. AGI, Indil L.6, fol. l56Fl56\ Red Céduli, Ped.o ¿e Medin¡ dc1 20 dc
1962, prloo mayor y cotnrogrrros no rnc h quricro» 6rmrrp"rquc no e'uv: fahr por
¿i.ieúlrrede ¡518. r.5pcctoSdDúñ, CornoEr¡p1,c6", pp. 174s. ¡ d.ho paton, dres el dicho pilot ñayor I¡ tomo y tuvo cr su casa kasa que vo
^l
119. Pedro de Mcdira dc*ribió clmonopolio como sigue "cono no ay en esa ciu<lrrJ c¡nse de sc la ped¡r y está molestia mc hizo a fin quc yo no h;ziese mis en¡ en
otá cass¡ do¡dc sc IiE¡n ¡i vcndin Iá5 dich¡s canas ni los oros ynsrumcntos cst¡ cibdd", AGI,Just.1146, n.I, i 2, fol ,8r l8v, Par.cer de Pc¿ro dé Med¡.á"
dc la .ávcBac¡on, snro .n .issi dcl dicho die8o s!;érns, es nre,rÍio quc k's scpr¡cmbrc de 15r4. Sobrc el ér¡to ¿c Mcdn,¡: AGI, Indil- 1962, L- 6.Íol.164r
navesúr.s ¡n dc yr . cllr por fucrzr, pues no rv orn, y ñí sc lo vendc m¡l() y l6au R..lC¿d¡lá ¿e|24 de enero dc 1519.
caro', AGI,Jue. t 116, n. I, r 2, fol. ¡7v, p.rcccr d¡ P¡drodc Mcdn .sclri.inrr l2l. l-l pro(suc{¡deumcnoJ",lcr,lh.l¡ntntr.n Il16 n. l.'.2.
^Gl.Jurr'
l.¿2. A(,l.Jus. ll'16, n. ). r ¿. f,,1. l7r, P.ú(LÚ J( Al 'ns' tlc Chrv§.
AI\NDT BRI]NDFCtiE REFLEJOS D[L MUNL)o

Ya era inusual quc los jueces estuvieran dispucstos a admitir una rendría en poco ticmpo una base carrográfca mucho mejor.r" Este
discusión de los argumcntos, porque el hecho incucstionable de que procedimiento, que transfería el principio inquisito¡ial de la'denun-
Guriérrez dis*ibuycr: carlas que no se corrcspondían con el padrón cia protegida" al inbito de la e¡mienda de conocimientos, tendía ¿
real hubiera alcanzado para pLohibirlas. Pero conro a pesar de eso el descartar, aparentenrerrte, la intimidación quc les causaba a los pilotos
tribunal admitió la discusión sobre la m:teria y adcmás no se avino al si en prcsenci¿ de ex maestros y exaniüadorcs, o también de comer-
dcsco de Medina de que se lla,lara a una comisión de expertos, Medi ciantes dc cartás o instrumentos, tenían quc hablar sobre sus e¡rores.
na se dirigió en 1544 a la cortc y triunfó por esa víi, como antcs Alon Asítambión podían expresarse sin recurrir a la teoría y en el lenguale
so dc Santx Cruz: en 1545 se le prohibió a Gutiérrez elaborar cxftas de su propia cxpcriencia, sin ser exhonados a dctcrminar posiciones
que no coincidicran con el padrón real, so pcna de perder el cargo, los
títulos y todos sus bicncs.'11 Sin ¡eservas dcll¡do dc los pilotos se encontraba elbando deCabo-
Con respccto al respaldo social de ambas fr:cciones, resulta par- to y Gutiérrez, con el argumento, que ya no era nuevo, de que las
ticularmente jntcrcsantc ver cómo discutieron la intcgración de los cartas eran imprccisas porque en su producción no se incluía lo suli-
pilotos al proceso dc caltografiado, porque con csr inregración por ciente a los pilotos.r'7 Considerando cl cambio de ci¡cunstancias, esto
una parte se podía :doptar unx perspectiva merodológica, y por otra se puede reconoccr como una malliobra para compensar Ia autoridad
también se podía urtar dc cc¡r:r 6las con ios auténticos usuarios de perdida y el respaldo político poniendo por lo menos a los clientes de
las cartas, que a la vez clan discípulos y compradorcs. De ¡mbos lados su lado. Y cn 1545, en efecto, unos cincuenta y cinco pilotos firmaron
hubo consenso únicamente en cüxnto a que re dcúrh escucha. a los una protesta contra el padrón real existenre, argumcntando:
pilotos. ¿Pcro hrstr qué punto debían tcncr pcso sus declaraciones y
cómo se dcbín procedcr en caso de contúdiccioncs? ¿Qué procedi- y rez;a cos:, es que ¡yamos nosorros dc navcgar porcartas hechas co¡for-
mientos podían scrvir para una evaluación óptiná de las experiencias me al prtron quc hizieron person¿s quc no an nivegado ny saben el arte
de los pilotos? Fr:rcisco Falero volvió a proponcr cn I54s que los pi-
lotos hiciera¡ anoraciortcs di:rias, porque era irnposible que un piloto,
al volver a España, pudicr: presentar un inforrrc corrplcro basándose
125. t...1 y tom¿dá.stá cana hazc llamar ¡o¿os los piloros arLigros y modernos quc
en la memoria.l:'Micntras Falero inrentaba alcntrr así a los pilotos al presente cstái c lá cibd¿d u¡o a uno y ero no stándo prestene hombrc quc
para que pusieran sus cxpericncias por escriro y dctcrminaran la po h;ziese carr¡s d. nrár€ár ni fuese apasiondo porrllls sino solo wsú¡ Nrccd tcl
sición a diario por mcdio dc la navegación astron(rmicr, cs dcci¡ que lisnááo. dcl Conscio d€ Indiú Heúáñ Pérez de l. Fnenrc, A. B-l yquicn fucs.
scfrido y con jur¡mento fuese pr¿süntadó a cad¡ u"o dc ls panes donde avir
us¡ran mérodos cien¡ílicos, Sinta Cruz creía reco¡rocer un¡ Iücnte de navcsado y p¡ri donde es.áva ex¡,,inado, y quc vicsciqúella cana y conforme a
crror prccisamente en el ejercicio de la prcsión cicntílica. Santa Cmz ella dixe* su parccer cn todo lo qxc sab¡x y sies¡c t¡ll¡.probise asenr¡rsu dicho
proponía una sucrtc de "procedimiento cicgo": llevar a ios pilotos a y enbiarle, sila contradixesccn also quese rsenrasc cn lo que dezi¡estú mal y por
eso ñrncra t...1 y dc blcn enrendimienro ¡ñ.dn o qunár Io que esuviese fál¡¡ y
una habitación co lx que no hubiera cartógrafos ni personas inte.e- quedrsc clpadron bien hecho r entoco !ieñpo", AGLJus.945, fols.1681 171¡
sadas en cartas c invitarlos luego a señalar los crrorcs de t:r carta. Si Alonso dc Sanlr CL!z,6 de septieúb.e de 1549.
se interrogara así cuidadosamente y bajo jurarrcnrc: cada piloto, se 126, Las dificuh¡dcs dc los nari¡os para exprcsanc cr cl lengtaje de los cientí6cos sc
mc.cionó timl,iór en el marco de un ¡roccso quc tuvo lusar e¡ Sryill¡ en t552
sobrc )os exín,cncs dc los ¡iloros. Allise dicc áccrr.d¡ñente 'que alos hoñLrc!
dc h margurndo sc hallan cnunasebsion y consrc#§ion alos mo falta la llcngua
r2l. AGI,Indif. r961. L.9, fol. r 76v, RealC,ádul¡ dclpri.cipc rclift dcl22 de fcb.cro tr,.l por quc ¡úr.¡ sc ¡n visro en conferen(ias rlc escuchas", AGl,Jur. 816, n. 6,
dc 1545. dcl l2dc Ú7ddc 1552,cil.srg,jnS^NDM^N.'EducIirgPiloB",p- 104.
124. "[.--] porque sen ),nposiblc bucho clpiloto cn rsprñr pulcr dccrLcqa drrdcsto l2Z, l-i oln,nh .oitri¡, qu. cs.uchar a los pilohs iÑoducía c¡d¡ vez más enorcs
yrte6 relicio.", AGl,Jur. I146, n.I, r 2, rol.7q li¡rcisco l;¡lcr),5 dc ñr)o de cr hscrnrs,cn laquc*,stcni¡ Pcd¡od. Muli r. sobr ¡mbas posuras cf. Sar o-
t545, M^ñ, "C(Nnx)s ¡l,crs ', p. l5l.
ARNDT BRENDECK¡, REFL!,JOS DEI- MUNDO

deLnavesarny ftbieron esperic¡sia deLlo ny a¡ visro l¿s rierr ¡y l¡s cos del Ecuador en algún lugar del Atlántico no generaba mucha confr
ras baxos eyslas.itr! sión, porque lo que 1os pilotos pretendian no era trazar la posición de
su barco en la carta sino usarla para tomar rumbos, y después estaban
Esta franca protesta contra el padrón real muestra quc en Sevilla, acosrumbrados a navegar con brújula hasta volver a ¿visrar tier¡¿. Es
muy cn contra de la intención normariva original, cn la praxis náutica decir que la ventaja de las caftas de Gutiér¡ez estaba en que permnían
y en la adquisición de carras ya hacía mucho que dor¡inaban l¿s c¿rras que el piloto leyera los datos del runbo en la c¿rta sh tener que hacer
alternativas. Caboto y Gutié¡rez habí¿n instar¡rado uu sistema parale cálculos. Mieatras que para elcosmógrafo Alonso de Chavcs unaca¡ta
lo que seguia estándares que dilcdan del padrón real o6ci¡1. Mientras náutica era una "im:gen del mr".do por ausencia suya", a los pilotos
que eI bando de los cosnógra{os había sum:do puntos políricos a su que cruzabar el ALlántico les serryía cor¡o una suene de registro de los
favor, Caboto y lafamilia Gutié¡¡ez dominaban¡anto el lucrativo mcr- rumbos de brújula y las líneas costeras.lrz
cado de la labricación de catas e instrurnentos como las clases, y así De modo quc en la dispue por estas cartás se enf¡entab¿n dos re-
dominaban, crúltima instancia,las bases de lapraxis dc navcgación.1" preseneciones contcmporáneas de lo que es el "verdadero" saber, que
Como ya hemos insinuado, Ped¡o de Medina había dcscubierto er¡o- ponen de relieve la ltuca fronte¡iz¿ ent¡e un enfoque teórico y una
rcs cn las cartas de Diego Guriérrez. Estas cartas gozaban de mucha hcramienta que se ajusta a 1o que demanda la p¡axis. La racion:lidad
popularidad, pero llev¿ban al ¿bsurdo las b¿scs cicntífico-cosmográ' específica de ambos disclrsos se evidenci¿ bien en los árgumentos es
ficas porque tení¿n "dos graduacioncs". Con estas catas Gutiérrez grimidos. Según Pedro de Mcdnra, la udve¡salidad del sabc¡ está en
les hacía más fácil Ia navegación a los pilotos, probablemence por la pelig.o:
siguiente razón: en virtud dc la declinación magnética, un piloto que
navegara de Europa a América siguiendo siempre el rumbo que indica digo que en el nuodo no ay mas de una grarluacion cs a saber de la equy-
la bnijula hacia el oestc, llegaría entre dos y rres grados más al sur.lro nocial al polo y esta ordcn y verdad tienen no solo los cosmogntos nas
Por eso las ca¡tas dc Gutiérrez se limitaban a desplazar América y las astrologos y filosofos, y pucs el mundo es la c¿r¡a de m¿rca¡ fccho en ot
islas situadas {rentc al contjnente h misma cantidad de g,ados hacia c1 den. y esta es la orden que Los ubnx h¡llaton. oo se yo por que Dilesol
ro,,e,h¿.. rd"J, - ( , 'oco quc lo' p loro' r,:v.gar.r, ,'rpo.o,.¡\ clútielr{els dize quc suiandose por orden se causc cror pues lo que el
a1 no¡tc dcl oeste, es decir, que corrigieran la dcclüación hacia e1 sur dize es falso e co¡¡ra la vcrdad ptetlo tengo que el d;cho Ditegol GlLttiel
poricndo rumbo más hacia ei norte. Para qric "coincidie¡a" la latiud rlcrs deve tenü otn cienciapor si, d;ferente de Ia que Los sabios tie¡en.rrr
dc las costas e islas a ambos lados del Arlántico, e¡ las ca¡t¿s de Gu
tiérrez se traz¡b¡n, del lado occidcntal y del lado o¡ien¡al del Atlán Alonso de Chaves lo veía parecido, pero precisó qué peliglos en-
tico, dos graduaciones que difcrían cn 2,3 grados. De Io cual taml¡ién cenaba el saber particular par:Ios pilotos. Ura praris de navegación
resultaban, naturalmertc, dos líneas del Ecu¿dor y cuarro trópicos.lrr basada en las ca¡tas de Gutiérrez y en su doble graduación haría ope-
rar a 1os pilotos en un sistetra aislado, sin posibilidad dc cmpalme por
Que hubiera así un'talto" dc la latitud, de las líneas equinocciales y
no ser generalizable:

por rener a los m"cgantes rtados a esra sola rcgla los haze ynorantes y
128- AGI,lust.1146, n.3,r 2, fol. 1s4r desproveydos dc la cienci. y arte general y fundada por 1a qual se deven
129- SÁ¡DMAN, "Cosnographere", p. 174. govcmar y no ¡,or la ¡:Lrtycular e sy 1es fuere{orEado navegar a 1as yndias
130. SNDMAN, "Cosmogr¿p¡eñ", p. 191; sobre el origcn del fenómc¡o cl. cu¡.¡.ÉN

131. Cf. la dscripción de la carla náutica óon doble gráduación dc Dieso cu¡iórrcz
de la BNF (S. H. Arclivcs n-" 2) cn FóN.\N, Cdtalos4c d6 dtt¿! h¿uti.r q,pp. 1" I , t, rrr r¡, ri
1r \r r. |r ,l r,r, , li I ,ll
200 ARNI)T ]II{IiNI)I]CI(E REFLI]]oS DEL MUNDO 201

po¡ orro cami"o que el que asorab¡n o n¡vesarenotras paftcs dolndel no Sicmpre habían conseguido sus victorias con el apoyo político de la
anesrado no lo sibran házer por que c¡rcseetr de l¿ resla gctrcrál sac¿d¿de corte y dclConsejo de Indias, pero lo sobre el suelo dc Sevi1l:y en Ias
lá cienci¡ y ¡rre ü íive6¿1.,r,
cubiertas de los barcos. Cuando e¡r 1545 se prohibicron las canas de
Gutiérrez con doble graduación, esta medida renía cl potencial de ir
Po¡ eso sería más adecuado "quc se busque el camino para la ryerra
más al fondo porque no sólo apuntaba a dcbilitar ¡l grupo de Caboto
que no que se ponga la tyerra en el camino que ellos usan pues que no
sino t¿mbión a un¿ reorientación radical de lapraxis de nxvcgación. En
esta en el y sy no saben altura quc la dcprendan".lr5 Las cartes náuricas
cuanto los pilotos se vier:rn obligados a usar caftas con gr¿duaciones
con dobJe graduación "correctas", tendríar que aplicar umbién los proced;mientos de nave
gación ncccsarios para cllo, corro por ejemplo tal¡l¡s de declinaciones
dcsmycn y falscan las cic¡cias y arrcs pryndpalriente k axrologia geo
magnéticas para traducir los runrbos leídos en l¡s cartas a ru-bos de
metria y cosmografya por que infycren muchas equinociales donde co-
brújula corrcgidos. Sin cmbaqo, li praxis náutica dc Espaira -cso se
micnean las cucntas de las latirudincs y muchos polos donde va¡ a tenes
había evidcnciado en el proccso por las cartas con doble graduación-
ccr lo qurl cs grandc crror y falscdad por que no puede tencr alguna cosa
m¡s de un Pryncipyo c un6n.D¿ consistía parx csa épou básicamente en recorrer rumbos de brÍtiuh
aprendidos de mcmo¡ia o lcíclos directancnte de las cartas, con fre-
Por convincentes que resuhen los aÍgr:nentos de Jos cosmógrafos, cue¡ci¿ también consistí: cn navegar a 1o largo de un¡ latitud una vez
no se debería suponer sencillamentc que Gutiérrez y sus p¡rtid¿rios que se la había alcanzado, sin volver acorregirelculso por nar.egación
eran ignorantcs. Los pilotos tenían una apreciación muy distinta de la astronórrica, sino siguiendo estricramente el Estc o cl Oestc de la brú-
situación, aunque seguramente no sin presión de Caboro y Cutiérrez. iula (con su declinación). Sólo l:rs cartas de Gutiórrcz se habían ¡de-
Francisco dc Barrio, por ejemplo, cxpuso que la doble graduación no cuado pcrfcctamente a esa praxis, lo cual explica cn última insta¡cia la
era más que unn construcción auxiliar: gran aceptación de parte de los pilotos. Unos 55 pilotos atestiguaron
en el transcurso del proccso la utilidad y el uso constante de este tipo
dixo que sabc que aunque en l:s cartrs que el dicho Diego Gutiérrez hace de calt¡s. Y advirtieron tamb;ón respccto de los gr':ndcs peligros quc
ponga e pinrc dos gáduaciones, rodalia se enriende ser un sola 1, aun que resultarían dc obligarlos ¿ navcgar con cartas que no cntendian. I{ubo
se pongrn las d icha-s dos graduacn rcs no seden de ñas sino para poner la col¿boradores de la Casa quc se adhiricron ¡ cst¡ advercencia.'r¡ En
¡ierraa lG pihtose manneros en su dcrrotapotque v¡van cienosaella.,,, h cortc, l.r problcmari.a sc tornó muy en scrio. pcro sc.rporro a quc
los pilotos podrían aprendcr rápidamentc. Por eso al mismo tiernpo
Si se toman en serio t¡les posicionamientos, se reconocc que si bicn que se prohibieron las c:rtas con doble gradLración se emitió un¡ au-
los cosmógrafos teníanrazón, era evidenre que no habíanpodido reac- to¡iz¡ciórr ext¡aordinaria pala quc ia flota que y, est¡b¡ en preparati-
cionar de forr¡a adecuada a las nccesidedes de la praxis, en este caso vos pudicra zarpar con dos jucgos de carras. A su lcgreso se dcberian
a Ia compatibilidad de ta deciinación rnagnética y la imagen cartográ- cntrcgar dc6nitivamcnte Ias c¡,tas prohibidas dc Gutjé¡rez.'r'Iero
fica. Peor ar¡n: no habían conseguido irnplemenrar a l;rrgo plazo las hs clras no desaparecicrorr cn modo alguno, y cl propio Gutiérrez
mejoras 1or cjcmplo cn cl padrón real- impuestas por ellos mismos. rampoco dcjó de confeccio'Mrlas. Todavía en 1551 hubo pilotos que
clci;rlon constancia de habcr adquirido poco antcs cartas con doblc

134. AGI,JlsL ll46, n.3, r 2, fol. 116r l0 ¡c itrril d€ 1545.


135. AGl,Ju§. ¡146, ¡.3, i 2, fol_ ll8r, r0 d. ilnrlJe 15.{5. 138. S^NoM^N, "Co6mogr¡pheñ". pp. I97 s. y204.
116. AGI,Jusr. I146, ¡. I, r 2, fol. ll6i ¡o ¿( ¡bril¿. 1545. t19,^Gl,lndif.,96l,L.9,fols.l7¡v'176\RcálCéduladeFclipcdcl22d€febcrodc
ll7. Cit. se¡rún S^Nr'M^N, Cosmo8ñplirrs", f. ¡89. l545.rquífol. 176.176s
-T

242 ARNDT ¡IT]jNDECItE REI.LqOS DEI, MUNDO 201

g¡¿duaciór.1+0 Elcambio no sólo en las cabezas siuo también enla pra a1 examen tcnian manejo práctico de este instnmento antcs de con-
xis narina dernandó aparenten,entc un largo pe¡íodo. Las fundamen- fro¡ta¡se con é1 en las clases.ra* El:strolabio pasó así rácitanente de
¡¿ciones rcóricas e¡an¡ecibidas conu¡a alta cuot¿ de desconfianza. En ser ün objeto t€órico a ser un objeto práctico de la formación náutica'
una disctsióu jurídicapo¡ el modo de evaluación de los pilotos se dice Sin embargo, Sevilla perdió inportaucia cor¡o cent¡al del saber
en 1552, con el consecuente csccpticismo: cosmográÉco, puesto que l¿ Propia corte co¡ce¡tró c¿da vez más
competercias matemáticas y cosr¡ográficff y desa¡rolló l¿s instincio
porqr:e dc una manera enriende quycn aD¿vegado y dene espirienqia quc nes pe.tinentes.'" En Mad¡id se creó en 1571 el Puesto de cosmógra{o
elq ue prcsume rhener sola reorica y la tcorica se engaña y no la esperie¡gia
y cronista mayor de América e¡ el Consejo de lndias, y en 1582 se
ny las Dras vezes se enganan los ojos que veen la cosr.,"L iundó Ia Academia de Matemáticas. Cuando en 1591 Pcdro Ambro
sio de Onclériz tue rombrado en un principio cosnógrafo mavor dc
Arnérica (e1título dc cronista se le coufirió dos rños más tarde) en c1
6. LA VERDAD DE Los ¡rLofos Consejo de lndias, ta supervisión de las carras náuticas v de los instru-
mentos entró ya en su área de comPetencias."6 Esta valorización de 1a
?or lo mcnos en elplano ins¡irucional, a mediados de siglo se impu- corte como lugar de trabajos ciertílicos estuvo muy influida porJuan
so el bando de los cosmógrafos con su o¡ient¡ción "cientíhca". Así, de Fler¡e¡¿, el fundador de Ia Ac¿demia ¿lc Matemáticas v arquirecto
en 1552 consiguieror ocupar el puesto de piloto mayor con Alonso de El Escorial, y se fundamentó coü un dic.amen de OldéLiz en cl que
de Cluvcs, que después de todo había llegado a Sevilla en 1s26 con .e lcmJt:/rúlr ,o\ caor¡. qu' e rr¡r¡ ¡ento' ¡".'
Hcnando Colón, tr¿l¡ajaba er la Cnsa de h Conrratación como cos- ten¡es.'a7 Lainstrucció¡ real para Ondériz, extcudida en scptiembre de
mógrafo desde 1528 y en autor del Lspejo d.e naaegantes, qLrc durarte 1593, pone de marifiesto el desPlazamiento delpeso: si bien Ondóriz
mucho tienpo {ue un narual de nnvegación estándar. La Casa c¡eó debia escuchar en Scvilla 1as opiniones de los iwolucrados, no debía
además su propia cátcdra de Cosmogra{ía, <iuc fuc ocupada por el hijo haccr nadr más allí, süo presentar sus dicrámenes al Consejo de lndias
de Chaves, leróúro. La formación de piloto se sisuió academizan en i{adr id. Allise seguiria deliber:ndo y porú1timo se corsulhríacon
do de esa mancra;por ejerlplo, el catedrático dc Cosmografía ahora el propio rey.r+s La dirección de la Casa propuso que, desPués, por lo
of¡ecía clascs dia¡iamente, al esdlo dc la for¡¡ación unive¡sit¿ria. Se
comenzaba con ei primer libro dclTtatatto ¡|.e la es,&ra de Sacrobosco,
se aprenclír a medir la alura de 1os astros y a usa¡ los instn:mentos.,{,
Las clascs de teoría siguieron sicndo irnpopulares y la duración de la
1,+4.SaNDM^N, "Edncadng lilots '. PP. 107 s.
{ormación pronto volvió a reducirse d¡ásticamente, pero la praxis en 145. En 1579 el Conseio dc ID¿i¿s intelió po. últnno Poner bajo cortroi pcrnanente
c1 mar fue cambiando poco a poco.'Li Enrre 1550 y 1580 se hizo más a 56illa mdian¡;la n¡Posición dc un consejero como preside¡te ác la Casa de
la
común el uso de asrolabios cn 1os ba¡cos, de noclo quc 1os candidatos /
Contrración, cL ScEii¡nR, dienrdt, P. t83 lc.bejo' r' 1, p. 135)'
1a6. "t...1 cnDrendar y corregü las canas dc narar e h*runentos v reglas v usos
to*,*. l" .*g-io';, .1. AGI, lndif. 87'r, Rcal Cédulá, 9 ¿e sePtiembre ¿e
" ÁGl, lndif.426, L.28, fols. lo5v 1o6v, donde¡o obsia¡¡eesta
1591. Cf. rambiár
140. SaNDMAN, "Spd;h Nalical Cüro8ruphl", p. 1120. Rcal CédúI1 N.á fecháda cl 4 de sePiiembre de 1591. C[' adcmás la descriPción
l4l.AGI,Jns.836,n.6,fok.2l5v-219r,aguifols.2t7v2l8r,peLicióndcDicsocu¡ié de las Larcrs delcosnógrafo en hs insÚuccions delConrjo de I¡dias ¿e 1571,
(ez, Pe¿ro dc Me¿iná y Diego Sánchez Co1chdo, 12 dc ma.zo de 1552. MuRo OREIóN, 'Ord;¿¡zás", PP.4lo_4l2 Sobrc los Prolectos dc Heútrá v la
142. SaNDMÁN, lducatnrg Pilors". p. i04' MARTiN MEMS, "Enseñlñzis ñí!Licas", nk¡",,;1.(Oñoo,7.r. lo'ruoNr'u. \¡r'. \d'¿P'PD 8)'c-'
pp. 676-688. ,-.Ar.. 12, ". 8r., .' .u1,. dcl ' '.cr.Jcl'd,, d(l r'd..'e'od' ''o'
143. A¡te l¡s !.ore$¿sdc los c rdidaros, el pcríodo dc formació¡ iLre redüci¡o ya
'd.
e¡ dc un ¡ño a !.cs nrcses, y cn IssT x dos ¡rcscs. CÍ. Isau!^N ¡ñLrRo/
1555 148. ACl. l¡dit. 874, i. L5lc CoPl¡ dc uf a Pi i¡tn lr.cil C¿dnh dd 2e de sPtiembre
VrcDNrr M^n(¡o, (lasr", pf.l8 r. ,1. 15e3. (ll. tinr¡iú A(ll, l,!lil lrs7, I .4, lol 326Fl26v
]0+ ARNDT IJR]]NDECKE REILL]OS DEI, MUNDO )aa

meros el tr¿zado de las cartas se ¡e¿lizara nuevar¡ente en Sevilla.!, sicamentc el encargo dc trabajo de Ondériz, es deci¡ que estaban diri-
Una segunda instruccióD estipul¿ba con nayor precisión cómo debí;r gidas a1 tamaño del astrolabio, la utilidad de Ia ballestilla y su posible
proceder Ondériz en Scvilla. Debía pedir opiniór o dictamen ("pare- abolición, 1¿s tal¡l¿s de dcclinación, la conección de la declinació¡ de
ccres") a las "persolas [...] que tuviercn roticia desras cosas por pra- 1as b¡úiulas cn Sevilla, la clabo¡ación dc padrones Par¿ otras zonas
tica y teorica".r5c Los conrenidos que interesaban eran, por ejeurplo, marinas,la ofcrta pedagógica náutica en Sevillay la utilidad y la escala
el t¿ma¡o dc las escal¿s de los asrolabios, la utilidad dc la ballestilia, del padrón real cxistente.
1a posibilidad dc sustituirla por orros ilstrumenros, 1a prccisión de las El informe que los tunciona¡ios de Ia Casa redacraron 6¡almenre el
tal¡las de dcclin¿ción o la cuestión de sl y cómo sc podía corregir la 22 ¿{c dicieml¡¡e cs inte¡esante en cuanto al cambio de proceclnnicntos
dechadóü en la b¡újula. 1'ambién se debía prcguntar por los errores para rcsolver los problemas.''r Ya cn las pregurtas se puede leer una
del padrón real y si se lo debía agrandar ul poco para que pudicra m¿yor atención puest¿ €n la utilidad práctica de 1os instrumentos y s.r
inclui¡ más detalles. Además se debí¡ ¡evisar si cn la Casa h¿bía chco perfeccionamiento gradual. Y con el mismo espiritu de enmienda de la
padrones para rutas cspeciales, por ejemplo, también para rutas del pra"ris las rcspuestas dc ios involucrados consignar, por ejemplo, que
Meditenáneo. Las cartas portuguesas scguían despertando la sospecha l¿ es.¿l¿ oc lo. :.rrol¡l,i"s.e deLi. di.. i,r. r un ta¡¿ao,r¿) or \ o Je
general de reproducir con dis¡orsioncs la ubicación de las Molucas, sc debían podcr leer los medios grados. Sobre el padrón rcal se infor-
razór por la cual había que averiguar si se debí¿ hace¡ el inte¡ro de ma que no ha sido corregido en los írltimos veintiséis años. Que si bien
verilic¿r la ubicación de las Molucas mediante la obseración de eclip 1os pilotos ledactaron un largo dictamer sobrc los errores quc tenía, se
ses de luna y n¡edian¡e infornes veraces de las distarcias navegadas, decidió ordenarprimero que se rcalizaran mediciones de control. Para
o si se dcbía dejar esa tarea para más adelanre. Adcmás, había que ver organizarlas,la Casa hizo imprimir el mismo diciembre de 1593 una
si en Selilla se necesiraba un scgundo cosmógrafo y ura reforma de1 instrucción para 1a próxima flota que partiera. Hizo una lista dc los
examen de piloto.r5L sitios sobre los qrie había dudas y ordenó anotar allí, con los nuevos
Co¡ Ondériz se rrasladó a Scvilla y el a de noviembre
esta misión astrolabios y en la nedida de 1o posible en prese¡cia de un esc¡il¡auo
de 1593 co¡rvocó urla prnrera junra de la que participaron e1 prcsi- que lo ccrtificara, la altura mírima del sol y eI día de la medición. La
dertc y el juez de la Casa. Esta:samblea nombró seis pilotos a los mayoría dc los lugares habían sido agrupados segítn 1as rutas habitua-
que se les soliciró dictamen sobre los problemas planreados. Una se les, de modo tal que las nuevas mediciotes podían lealizarse en los
gunda reunión a 1a que se convocó cl 18 de novieml¡¡e c¡ Trian¿, ¿l viajes que se haríande todas maner¿s. Para los sirios y costas apanados
otro lado del Guadalquivi¡ tuvo quc ser decisiv¿. A es¡a reunión se sc {ormularo¡ encargos espcciales: i¿ medición de la costa no¡oesre
citó a los cosmógrafos de la ciudad y a la ya menciomda Univenidad de Yucatán, por cjemplo, debía ser realizada por e1 gobernador local;
de Mareantcs, es decir, al gremio de los pilotos y maestres. En ¿ml¡as la llota de Nueva España debía cmpl*r chaluPes Pequeñas Para me
asamblcas se distribuyó entre 1os pilotos una lista de preguntas llama- dir la profundidad dc algunas zonas bajas y canalcs; e1 gobernador de
¿a memariál y dp ntdm;¿r¡ó, cuyo conrenido sc puede reconstruir a La Flabana debía equipar una f.agata p:ra realizar ot¡as mediciones
pariir de cuatro respuestas conse¡vadas.r5z Las preguntxs seguíán bá- en determinad¿s zonás de su iurüdicción. Además, todos los pilotos

l49.AGI,Ind;t 742, n.151a. Cafádeia Cása ¡irel ¿icienbrede 1593.


det 30 de partici¡ó dc laJunta tlc Triana d 18 de noviembre de 1s91. Cf. AGI, Párr 262, r
150. AGI, Indif. 874, n. 151c. Copiá de uft seg!úda Real Cédnlá del 29 descprie¡rbrc , G. p). Ei su -.p.*ú " h lisla dc Presunls. que evidcnrcme¡te * la mis¡n,
clpiloto Ilernrndo Guillén i¡formalnbe¡l¡ recibido c¡ l¿j!¡ta co¡voúda en l.
I51. AGI,Indif. 874, ¡. 151c. Copia dc u¡i sgxndi l(eJ Céduh dcl29 dc scfricñbr Crs¡ de l¡ Co¡¡¡tación. Cl. AGl, P¿ú 262, ( 2 (n. P.).
de 1591. r53. AGI.lndil.742, n. 151.,22 dc dicieDibrc.Lc 1s9:l Ese i¡Iornc luc cnviado.on
152- Sc L¡ consÚv¡do úna rcspuosri r cstc ñcna,rirl dcl pilor(J L)ic,io Sí,ichcz, (luc uni crúi ¿c l^ (hsi ¡d.ro ¿c diciu¡brc d0 1593, cf. ACl,lndil.742' n 15l¡.
ARNDT BRIJNDI]CKX RIIIL!]J(:]5 DEL MUNDO 2C7

debí¿n re¡lizar de vez en cuando mediciones dc control v ex¡minat


pocos especialist¡sr mientr¡s que los reprcsentantes de l¡ Casa, como
.i.u' ruras di'cr girrr de hs d. ta.rrrr 1 sr t¡tr¡ban i\t.,\ o L,rjo,. sc r..-
lo muest¡a,r las medidas de 1593/1594, consideraban que los pilotos
¡narcaba cspecialme¡rre que debí¿n hacer áü¿ esas mediciones, lo cual
tenían una formeciór su6cicnte para realizar ellos las mediciones, y
signiGcaba: cn la medida de lo posible, sobre suclo lirme. por.úkimo,
así se podían ahorrarlos costos de los viajes exclusivos de medición.r5''
la instrucción señalaba quc como referencia para las co¡¡eccioncs los
Ondériz informó al Conseio dc Indias que él se había opr.esto a ul
pilotos no debían usar s s *rrras nár.rticas privadrrs, meioradas, sino
procedimiento y que hubiera prelcrido emplear "personas inteligen-
una copia Jcl padrón o6ci¡1. Por lo de¡r¿,, ,,o er.¡n daro. o¿ra uriliz¡¿
tes". Hay que decir que los rcsuhados que ya estaban disponibles a esa
Lo. ¡ csult¡dos deb¡¿n scr c¡rvi¡dor .r So i ¡ to .rnrcs po.itte. es dccir.
ahura, de la flota que había regresado, también instaban a la actitud
con elprimer navío de avisos que zarpara.,5r
crítica, porque dc los veintiún pilotos que hrbian recibido el encar-
Esras medicio¡es de conrrol alcctaban únicamcntc ias ¡ut:s atlánd_
go solamente tres habían entreg:do mcdiciones, que tampoco tenían
cas habiruales y por lo tulto el modclo de carri náutica usual (el ..pa
la plecisión dcseada.r60 A pesar de la cr:idadosa preparxción, de los
drón ordinar;o"). Pero los dictámencs de Sevilla dáb¿n la razón; Ii
24 ¿strolabios calibrados y dc las instrucciones impresas quc se había
sugerencir hccha en la insrrucción par.a Ondériz dc confeccionar otros
dado a las naves, el intento dc convertir a los pilotos en auxiliares de
cinco padrones para otras regiones marinas (padrones particul:rres),
mcdición del cosmógrafo com¡ndados ¿ dismncia había fracasado ra-
y de elaborar cartas parci:lcs y un mapamundi ¡¡ás. pa¡a realizar es_
tos trabajos Ondériz solicitó una estadía de un año en Sevilla. dinero
Tanro los funcionarios de la Casa como Ondériz lanz¿ro¡ un se-
par; la compra de mcsas y pergamino.r'. Tras un inrcrvrlo en I¡ corte,
gundo interuo. Prra eso. ambos se di' igieron con \us rcspecli! as pro-
Ondériz regresó a Scvilla en octubrc dc 1594,i56 dondc 6nalmente fue
puestas al rey por intermcdio del Consejo dc Indias, y el soberano,
nombrado piloto mayor ¡ 6nes de 1595.,5,
curiosámente, aurorizó anrbos proyectos rivales con una dife¡encia
La idea de realizar mediciones Llc co¡1trol partió presumiblemcntc
de tres semanas. La Casa h¿bía propucsto una repetición ligeramenic
de la cortc, y allí, de Juan de Hcrr.era o del propio Ondériz, es dccir,
modificada. Explicaba el fracaso de la plimera misión por el hecho
dcl áml¡ito de la Acadc¡ria de Marcmáricas. Onctóriz va había hccho
de que se había omitido amcnazar con un castigo a los piloros nc-
uso en I59l dcl recurso de l¡, mediciones rte contr,,t en rsgs habia
i gligentes. También parecía rcacciona¡ con mayo¡ sensibilid¡d ante el
logrado quc el reyle encargara o6cialmente una expedición: había que
problema dc la competencia, porque ahora proponíá, para el segundo
medirla alrura de los astros raás inporrantes de la redón del polo iur
intento, equipar solamcnte a doce de los "pilotos mas ynteligcntes"
para disponer de datos cxacros para un nuevo úaradode navcg¿ción ,!¡
con asúolabios e instrucciones.r6'
Pa¡a csras misiones, Ondériz apostaba ¡ los conocimientos de unos
L¡ nueva solicirud dc Ondériz, en cambio, preveía un procedi-
miento complcramente distirrto. Las mediciones de control debían ser
lcalizadas por dos especialistas que en botes pcqueños dc doce rerros
l5a. Uñ cienpl¡rd€ h nsÍu.ción iñpresa porjúan de León: L f.7¡2. n. r5¡c. dcbían recorrcl y medir las cost¿s del Golfo dc México, Florida y Car-
Ii).AGI,lndif.74.r.n.tslb.Scorden¿brfucLurJorsedcl¿Bi,bud¿to¡u\iti.,r¡en
^GI, tagerra, y las dc las Antillas. Poco ¡ealista suena lapromcsa de Ondériz

156 ACL Indif. 7¿) dc que todo csto se llevaría a cabo en un plazo de diez mescs y a bajo
n tst.corsutrr oei (
"r.(,od" I.d;: J(.t
rodc n,-?,tlc tsq+.
( f.ll R.il cco ..r oe'8 ü( Jcruoft dc ,5a4: \r I l.dif. t,5-. L b. tol,. t5, lbr,
I que es Ia;rsrmcción ¡su,lizadapar¡ O¡dÉriz.
157. AGI,Indil t957, L.6, ioh. Stv 84., I I dr oúubr de rs95.
l s1). VrcENr¡i lü^Roro/Esr¡'nrN l,rñ¡¡ ¡o, ,4recloi, pp.416.
r58. AGr. InJil. 42l. L. 2r. tot. 2lsv Re¡tc¡duh,7 de
ru¡i,, d( ¡5aJ. Ln r5r)J \r tc 160. Consuh¡ dcl Conscjo dc Itrdirs dcl 28 dc julio dc 1595, cdirád¡ €n vlctñr¡r
indiLU., un trpir.,n qúc J{crmin.,,., dfr.ln,rionN mrHn¡ n.r. , rsionit(. s,,hr( (t
enc¡rgo ¿c cxpedicni¡ do t515 d. AGt, Sdvi ¡, ln¿ii. ,12l, r.. 2!, f.,t. .2lOÉt:lor
MA(o!)/lrau'^N ll,ñ, rRo, ¡rel¿J, pp.,r,lr .t50.
l6l, Vr¡irNrr M^Roro/hv rR^N llñrrrRo,,4rr.¡r,r, tip. 416-421.
lkal c¡.luh dcllO dc iunio dc r59s. (l¡rl l.,rL. 7dciuli('¡e
l62. liorl l5')5, 4(;l. l ¡ii. 1957,L.a,, f,)1. 51tr
tcs AI{Nl)tlRliNt)t:clUl Rl,rrl.l;l( )S l)lit. lvlUNDO 209

cos.o, que sólo era cuesrión de pcrmiri¡ a ambos bores comerciar en Céspedes organizó la colaboráción con los pilotos dc Scvilla a tra-
las costas con nueces y semillas, por eiemplo. Ondériz alegaba expre- vés de juntas que convocó cn abril de 1597. En ellas se repanieron lis-
samente que Felipe II habi¡ autorizado en 1581la expedición deJaime tas de p.eguntas impresas para reunir las opiniones y expcriencias de
Juan (sobre la que ya volveremos), que estaba planeada de manera si- los pilotos.'u7 Aunque la lista estaba red¿ctada en tono de instrucción,
SiJ¡ime Juan no hubiera mucrto cn el camino, hubiera podido en Io que respecta al contenido abría un difogo que ponderaba las
'nilai
alcanzar grandes logros. Felipc II esruvo de acucrdo, pero a Ondériz posibilidades de perfeccionar los instrumentos. De modo que se sitúa
no lc quedó tiempo para ejecutar la cmpresa. Tomó un cr.édito para en l¡ tradición, iniciade bajo Ondériz, de una enmienda de la praxis
poder enviar sus libros, cartas c insrrumenros á Sevilla, pcro poco áes- basada en el consenso con los pilotos;
puós se enfcrmó y murió en Madrid cn enero de 1596.163
Sus cargos fueron ocupados porAndrés Garcíade Cáspedes, elautor Memotia de 1o qre n
de advertir los Pilotos de la care¡a ¡le las l¡dim ¡
dcl manual que exhbía las Columnas dc Hércules en su frontispicio.,.,{ ce¡ca del¿ ¡eformacion del padron de las carms de Marear, y los demas
Céspedes era un cosmógrafo cientí6co, había panicipado en 1577 de los instrumentos de queusan, parasaber las altutasydtrrcrás de s¡rs viajes.
intentos de dererminar posiciones sobre la b¿se de los eclipses de luna, y Prinermenre. An de advertir rod:s las cosas que supieren que estan mal
rras una estadía prolongada en Portugal hahía sido nombrado miembro puestas en el padron, o que I¿ltan de poner t...1.
de la recienremente fundada Acedcmia de Mrremáticas. Con respecto a
la reforma de la navegación, Céspcdcs continuó con el método, ya bicn Item. Que de¡ su parecer por escripto en lo sobre dicho, y si el mmaño
ejercitado lxjo Ondériz, de fundar sus decisiones cn un consenso lo más del Asrrolabio que asorá se r.rsa, sera bien que sea mayor de lo acosturn-
:rmplio posible de los pilotos ycn Iaconccrtación con la Casa.,6 No está
claroporqué no conrinuó elproyecro de la expcdición, pero en gene¡.al
It€ñ. ¡¡conveniente, que Iosazerosde las Aguias de marear le pon-
Si sera
Córpede. prreceh.rboseconccntr¡do mís en mejor et maneioprrcti-
gan debrxo de La Flor de Lis, o con el resguardo de Ia"ari¡cio¡ de la media
co de las canas y la bnijula que en los daros de posición per-fectarnente
quart¿ como seusa.rú3 t...1Y siseran deparecerque losdichos azeros sean
tomados. Conrespecto a los datos, por unaparte se apoyó endocurnen-
movibles en la Rosa, para que vista por h mar la variacion de la Aguja,
tos ya existentes, por ejemplo papclcs y cartas gue lizo traer especiai- pued¿ el Piloto po¡erlos segun Lá Aguj¡ v¿ are o si sera esto de algLrn tu-
me[te de Lisboa; por otra, volvió a apoyarsc Drás en las experienci:s dc conviniente o embamgo.
los pilotos, cuyos informes de todos modos habíaque corredrcon todo
cuidado. segrln eirpede.. por eicmplo p,rr: ,olver ¿ vcu e .¿tculo dc Y quando esto les pareciere cmbarago, si sera bien que cada P;loio llevc
los errores de declinación magnética.r.¿ una Asujá con los Azeros dcbaxo de la Florde Lis, que sean movibles para
advenirmejorlas variaciones de las Aguias, y que la otra Rosa o Rosas las
lleven como suelen a la mcdia quana,porque lloandodeunay otrasuer-
te, podran mejor aprovecharsc dc lo quc mas acuento les viniere.'6'
16l.Consúlh dcl Consejo de lodias dcl 28 dc iutio de lse5, edihda ¿. v¡cENr¡l
M^ioro/EsrEMN PrñErRo, ¡ry'c.¡oJ! pp.4¡8,450, rquip.-1r9. Sobrc los úabaios
d€ ondériz cf. iúbién la RertCédutá dcl r6 dcsept;e;r¿de 15e5, AGr, tnáit.
426, L.28. fols.220r-221tr Cf. adcmís V,cENrE MaRoro/EsreBN prñr,Ro,,4, r 67. L¿ respucta de Cristób^l Lópaz (AGt, Patr. 262, r. 2 ts. pl) prueb¡ que los cue*
pcctos, p. 411; ScHi¡ER, Con*io, r_ 2, p. 1s6. tionrios fucrcn rcpanidos dircct¡¡¡ctrrc o h ,unh. L, respüesh úás antiguá
164. AGI,I¡di{. 426, L- 28, foh. 248v 249v (15 dc mnyo de 1596)j AGr. Co¡Í 52s4. ticne fecln dcl t+ de ¡bril dc 15e7, cf. l¡ dcclareió¡ de Rodigo Alonso' AGI'
Ll.!ol.e4rrt.)deruni.de I5c6i. Llinrru(ij1p¡ruCé.p.ds. *rc1J,d¡. tl Páti 262, i 2 G. p.).
de junio de 1s96: AGI,P,tr 262. L 2.
168. L. "ñediá cúárta" dc la quc se Iabla aquídcsigna la mnad de c.d¿lna de las 32
I65. SaNDM^N, "Apologia",pp_ 8 s. partcs de las rosrs dc los vicnnrs dc li époci, es decii ura corecciór dc la decli-
ló6. S^NDMAN, "Apolo8iá", pp. l3 s. l_¡s cucnris d. t{)s r,.¡nsporrcs ¿csdc Lisboi sc nr.iótr o, Sev;ll¡dc 5.625".
oicucnú¡n cn AGI, P¡lr 262. r 2. 1ó,). Pitr 262, i 2 (,1. p.).
^Gl,
210 ARNDT BREND]]CllIJ RETT]-I.TOS DEL ]VIUNDO 2l l

Las cuare¡ta declaraciones de pilotos que se conservan fue.o¡ cs


critas en pate, cono en el ejenplar reprodtcido aquí, " directamentc

MEMORIA DELO O-VE en los espacios que quedabm libres o cn el dorso, de modo que sc
puede suponer que unaparte de las respuestas fue redactadade manera
. p..ór j...'a
rn.k ¡ I.'.,. 1.. {u.',.v(,r I t.- .r..,(¡ d ¡
rcrórn¡.. , |lprdrñ,t ,.. . r¡.J..\1,,¡¡rjrio.J n¡,rn bastante espontánea, quizás en el cu¡so r¡ismo c{e lareunión. En cuan-
rr,, .-u dc\túc uir .D,f , r-rr. 1". ¡l,urriy d.rr. to a los contenidos, domina laaprob:ción delpadrótreal, respecto del
r¡r d. tn_ Vit.5. , u.1. no ob'r"nLc.:rgr.'o rod¡ un¡.e ie de.", ,.cior,' ¡¡.omeno'
R iM I rE
R A M E N* dc xduc¡in !oJr( l¡r coGs quc f!p,. pequcñN y propuestas de nrejoñs. Con respecto a 1a modificación
¡€n.qñ crlm rn¡lt!-.f}¡sclp¡drc¡,ürw
^n ülÉr dc po;(,: i de 1os i¡strumenros, reinaba e1 cscepricismo. Lo que se t€rrríá erá que
. / l'., .,.. ..r -cfl¡rc l.-n.,d,,,orr,yr.rurr.,nrt¡rc.,,,
I ,'r'c.' trnl 'J., .,.k1..(.ñ1, !¡,,¡.qre t. t,..c:.. asi se desestabilizara l¿ seguridad cxistente en el manejo de esos ins
,'-,n ro.,..,t, -¡.rj¡(,oJcrJ ¿ talrir,T,(,,r d, .rumetrtos. De manera drás¡ica lo formula el clérigo Ardrés Sánchez,
¡.'..r \_)li',1 L,¡ I .uc"rJ,y \ ' ., r into iino u'nbr(n.n our.iuJL
quien :parentemcnte se pronunció al rcspecto porque todavía recor-
,,.,-,, ,. ",,",.,* _.,".,t_ , , ,rp,
',i,¡.1- .,-.,o r . , ,, , " - " . . " . ...i ,.¡
, 1, 1, .I'rrc,
,,
",,.. ,", .
dal¡a las ¡efo¡mas dc 1a década de 1550 y cn otra época había realizaclo
.. riil."i1, ;'.;i;p,,;..,p ;.,:il;.:""r,:i.r.,. r,.i;,i1;.i'; " tanbién t¡rvesías atlánticas:
..,,,. l. At..l..iotJc ¡So ¿,. ,ll,r:'iD,rn.t..,.",ñ,y.- ,;1" 1.,
il.r.¡br¡do,.r'1 ¡r- ¿¡!.¡. r_, n¡r.o§i,.n^'¡i ¡., ¡r.., ..(q¡\r'-nr.r .*- \ i
. I T LM. s, l.r¡in.onuin¡.n'.,1ucl.s¡?.rórd"l¡tABúir d. Tú.'r Lo que toca a las agujas digo que mcparcsce inperrinencia mud¿r azc«rs
.,o,,c¡,, dcb¡¡o l¡ FIo¡ dc t ¡,," lo¡cl¡.liu¡,do dc ljq¡ucron Jc ¡¡ nl itnovar cosa alglna, por qre sera irquietar a los que saben poco, snio
. u-q.,,t¡ com- t¡ ufi,r f,¡rcfto quc riryrn dc ponr rq r. eo.c:. l?!
ll', .- v,',¡ i' .le m.d'¡ qu.,u,li ts¡n dcpn.r.r i l \ ¿,(l,o,,c rayanse goveroa.do por el orden de 1as que se i;Ln usado hast¿ agora
. ;'¡ jrou'bl.scll¡Roi¡,p&qu¿v.ft¿porl¿mrl¡ v¡uc'onJa
l.' AA,'tr.t Jcd¡d P,lorc pon.¡lo, i.gun l¡ Ágü'¡v¿núc¡ó h fcr¿.fto Rcsulta inte¡es¿nte que Sánchez vea largamente alcavada la uti
d. ¡1."., i-(onrrnr.n!(.- o !.,b¡¡¡lu.. L ,"'-- " '
- '" -^ . ¡'..;!-4,É"
-, 'J ,, ,' .:., tidad límitc de las co¡recciones para enmendar las rutas de1 Adántico
r.\ gúrndo.n, l.- t¡r¿(i.!c.rLn¡so, fi f¿r¡ bi.n qu. (¡d¡ p'l;';':.,Y,-'¡
.úr'¡¡^t J rco lorr¿.ro¡ d.nr¡or¡tLórócLI(,9u.lcrn mouiL,lcr.-r- .-;i,
porque las mcdidas decisivas ya habían sido tomadas siendo é1joven.
I.ro.duc.,i, m.ror h¡'¡uc,olaicl¡(^suF,,yqu.hoq¡RoL r/ Segírn Sánchcz, hasta las agujas de bnijula ya no se iman¡an tan bien
r(uli,lrs llcucn ¿on¡o Iuélcú.1¡ n¡cdir guir¡, porqúc llirído d.un¡
¡.".,L:rrrc,¡od..n ,r./o, ¡prou..r¡rt d. loq!c,¡¡r rcu.ntc lc'
;n,.'.. i) .... ,,^,-..t. ü1.t"".t /;,. J.¡"fód\.¿,.;
'-¡, . t,,-),,rl'.". .,...: ¡'r¡..ú!urdiuty-dú.¡,5 n rcsequantos ¡ños haquc oaveganlas Indias no se hahaLlado cosaque
se

-¡. a.r o . .i.',.¡..',( g..i.. "..F,, rr'.. r.',r¡.. .'(. i.ts. . se pucda enrnendar que se¿ dc Dior¡ enlo.i7l
¡(.r Jr.r" r. \ , / ', " t, ¡.1¿i',ú-,1:...?,,".. .,r..L-/i, .-
En gener:1, las propucstas de cor¡ección se cnumeraban objetiva-
mente o se las omitía por complero porque sc consideraba que la mo-
diñcación era un peligro y en consecuencia se la rcchazaba. El piloto

170. l¡.¿ccr dcJuanSinchez denuisenada (o "Rniseñad¿"). AGl. Patr 262, r 21r. P.).
Sínchcz rlc Rn;e¡¡Ja es !í docuncntado coDo piloto enrl€ ls96 y 1602, cf. AGI,
Cof!'.752i AGI, Coi!r 1972j CoDrx¡xció¡ 1118. ¡. l,Io1. lri Co¡trarx.ión 1114,

Iigur¿9. Lista depregnntaspara pilotos, respuesta de Iu¡n Sá¡che¿de RuhenMi, l7l. Párcocr dc A¡drcs Sánchcz, AGI, P31[ 262, r 2 G P),
Sevi11i, ¡bril de 1597 (AGl, Pilrcnrro 262 r.2 (s. p.). 172. P¡rcc.rdc Aidrós Sánchcz, ACI,lhü 262, r 2 G
212 ARNDT BRENI)ECKE R]]¡LEJOS DEI- MUNDO 2tl

y cn quanto al tamaño de los astrolabios que agora se usan dlgo quc son
Juan Gallego opina en consecuencia:
perlcctos ni mas grandes ni m¿s pequeños.
yqnenoconbienc aodarenmcndando las cartas ni padron, puesquenues
rros antepasados sc an scrbido con ellas y se an hallado l¡ie¡ con eli¿s hav y digo que cr quanto las agujas que estan asi nuv buenás por que esr¿mos
taora, que qucriendo 1as cnmcndar podria causar muncho F,.l dxño en l¿ *p.im-t"d.s -" dhs y si aLguno quisicre por su curiosidad llevat algu
rabcgacion de santo domnrgo y la liavana y Ja nuet a españa y tiera 6rme, n".1"e t""g"1os a,".o' debaxo de Ia flor de lis bienpuede v esto digo v 1o
dorde yo soy ilcsaminado.l'ir 6rmo de ni nonl¡¡e. Pedro Sánchez Arias.i'z!

Justamente los nás viejos no veian Ia necesidad de actuar. En stl


respuesta Francisco Márquez señala quc é1 ha esrado navegando la
rura atlártica durante más de cincuenta años, y luego pasa a defender
el padrón real:

y en rodo sienpre visto ser cietas las crnas que e traido comnigomediante
e

Las dcroms enabegado sin rllar ningum falsedad en ninguna dellasy


de1las
asi cntiendo que no la abra en el padrony porclue si cn algun tienpo hubo al
gunabariacion en algunamanera ya eilo esta emendado y p,.:esto en elpun
ro que se ilebeypor esto no se del¡ede tocr e¡ cosa alguna y puesto casso
quc si en algrnrs canas ay algxna barlacior es por no aber sacado segun eL
padronporqueen las que esranconformes no ay ningun ycrro.r?r

ligura 10. Grupo de islas. [ragmento deLa resPusta de ]ud Rodrigucz Aguilerc ala
De modo que el manejo práctico de las cartas al parecer se había
Ikta de PÉgunt¿§ dc la ñg. 9
cstabilizado, lo cual ¡o significa que las usaran cr fonná permaflente.
No obst.rnte, parecen haber encontrado su lugar como re{erenc;a del
propio saber empírico y allí ya no las cuestionaban. Los pilotos ya se Como rcvel.r pasar esta cir:, es muy probable quc una pa'te nada
a1
habían acostuml¡rado tambié¡ ¿1 aume¡to de1 tamaño de 1os astro despreciable del intercambio de información haya sido oral Cono zu
labios y sus escalas impuesto bajo Ondériz. Ante 1a opción de viajar nonl¡¡e lo indic¡ (,ze¿zoria), la lista de preguntas era una esPecie de
con brúju1as adicionales que se podian corregir libremente,la mayoría awda me¡roria para los puntos a tratar. Un rastro de las conversacio
adoptaba una actitud de rechazo o indiferencia. La opinión del piloto ,'." p.obl"-os geográ6co-cartográficos que acompañaban a la
"ob."
Ped¡o Sá¡chez A¡ias es representntiva del toro objctivo y el planteo lisu se encuentra en 1a rcspuesta de Juan Rodríguez Aguilera El pilo
, or,enador de Ia m,ryor- de Ja, re.pue.La.: to colrigió algunas indicaciones de1¡umbo a Sudamérica, scñaló bajos
y adeL;s bosq.rcló en el dorso de ia hoja un gruPo de islas o b¿jos qüc
scñores digo que en quanto al padron esrabueno dc aqui ala nueva esprña d" oral ya no se puedcn identificarr'/6
sin
y de aqui ahonduras salvo un poco que dixe al piloto mayordc la costa de "l "ont",,¡o """ "xplicación
honduras desde trujillo apuer¡o dec¿v¿llos.

1,75. CÍ. AGt, P^Í. 262, r' 2 Pueno de C¡bailos es ac¡ualme¡te Puer¡o Cor!és (Hon-

176. lircccr dc RoJríquc/ Axr.lerr. ACl. ,'itr 2Ú2. r 2


h¡i § P't Rodrib-ez Agu'
l*.,',n. il.*.¡.."i"" piloro Jc un Élib.rc cn .60a r eI-s'oq$dcc:bnlt¡'
cf, ACL, Con¡i 942, u,5.
2t4 i\RND',l URtiNl)Lt lit RUFI_!.lOS DEL MUNDC) 2r5

En el fondo se trata, por 1o ranro, de documentos que hacen visi- modo en que Céspedes organizó la defensa del padrón rcal: presentó
ble sólo unrr pequeña porción dclintcrcar¡bio cfímero de información dictámenes de tres m¡tenráticos sevillanos. Uno de Ios trcs, Antonio
entre los pilorcs y el cosmógrafo. Y esro únicanle¡te porque el cosmó- Moreno, no solamente destaca la perfección del padrón sino rambién
grafo se vio plesionado por la cortc y tuvo que defender su método. la constante comunicaciórr que Céspedes mantuvo con los implicados
Para su dcsc:rrgo Céspedes conse¡ró docu»rcntos que de Io contrario mientras lo elaboraba: "le ri muchas rezes en estas conferencias xssi
probablcmcnte habrían sido arrojados a la basrra después de su aná las que tenia con los piloros y gente de l¿ mar como las que haz;a con
lisis. Por un lado se había puesto en duda si cl p:rdrón realpresentado las cartas y mapas y deroteros".'"'Moreno rccuerda un¡ vez más la
por ól cn 1597 cra correcto (el Consejo dc lndias rccién lo aceptó en razón prácrica quc lcgitima la navegación ('lo qrc cn la navegacion se
1599); por otro, Cóspedes habíapresenrado una abultadr cuc¡ta de sus pretende que es llevar con ce¡ridumbre el navio dc ún lugar a otro"'s')
g.rstos. quc dio lug,rr ,r un cr¿nen de l.rs disrint¡. erogrciones. y la intransigencia dc los pilotos:
La crítica al trabajo de Céspedes partió dc una junta de matcmá¡i-
cos de Madrid, que sesioró en las insralaciones del Consejo de Indias, y si otra forma o trnqa dc r-umbos se 1es diera tcngc, por nuy snr duda que
alprincipio con iapresenciade Céspcdcs y lucgo sin é1. Lajuntaelogió no fueran jamas admitidas de los piloros y macsrrcs y fucm rherar grao-
I la lal¡o¡iosidad del cosmógrafo, pcro llegó a un resultado negativo: la de,¡entele navesacio¡ porqre no uvlerapiloto quc por cllas navegarapor
reforma de lx trevesí¡ atlántica "no a llcgado con lo hecho hasta agor:L sergente que ro se lcs puede n¡e¡er e¡cosas dcdificulud [...]yquereque
r;aquerodoslosp;lotos füexenmarema¡icos."l
a la ccrtcza, y perfecion que se requiere [...]; ni consta cierro muchos
lugarcs cstar cn su devida siruacion". Pero tal pcrfccción debía alcan
zarsc rípidamcnte, no sólo por los navegantcs y los accidentes, sino De manera quc tarnbién en la conc se argumentab¡ ahora con la
también para "que las de mas naciones pucstrs á la mira no burlen lógicainterna dc la praxis náutica. Elpropio Céspedes sc puso dcl lado
de los prácticos, aun siendo un matemático y cosmógrafo acre.litado,
de Esp:rña; ni sc abata la reputicion de cos¿, que de tan alto consejo
que ya había sido p«rpuesto por Juan de Flcrrera p¡t¡ lá cátedra de
s¡le".r77 Sólo tras varias sesioncs los expertos accptáron los instrumcn-
tos y el mnnurl dc Céspedcs. Del padrón por lo pronto no volvicron
la Academia de Matcmáticas y efectivamente la ocupnrí¡ en 1607.13'
a h¿blar.r?N
Sigliendo el conscjo de los pilotos, Céspedcs había dejado casi sin
modi6car el padrón dc la t¡avesía del Atlántico. Valc la pena citar e1
Céspedes comentó con amargura quc cn esta crítie el punto no
h¿bía sido ia ciencia, sino I: hostilidad pcrsonal que rres integrantes
punto dc vista de Céspedcs cn un pasaje bastante cxtcnso porque aquí
dc la junta abrigaban para con é1, iiteralmcntc: "malicia fundada en no solamenre se perflá un corrimiento del discurso crudito sob¡e la
*corrcctas", sino ta¡¡bién la frontera enrre
intcrcsc".'7'Céspedes solicitó que no sc volvicLa a convocar a estas navegación y laCartografÍa
tres personas, y así ocurrió. Su única inrención había sido'perver losprácticosconconocirrientodelamateriaydellugar,porunaparte,
tir ), dilarar cste ncgocio".'30 Lo no.able no es la disputa en sí sino cl y los eruditos de la corte por la orra. En otros contextos nos volvcre
mos a enconrrar con fracturas similares entre el saber personalizado,
local, por una partc, y el saber generalizado de la ccntral por la otra.
Las palabras de Cóspcdes fueron resumidas por un relatordel Consejo
177. AGI, !rtL.262, r 2 G. !.). Parece.de todos, sin Cóspedcs. sinfech¿.
178. Parecú¿c todos,sin C¿spcdcs, sin fedr¡, AGI, P r 262, r 2 G. p-).
179. Cir. scgún la comu¡icación del relator dclConsejo dc lndiás, Diego Lorclzo N¡
haúo,8 dc c¡Úo dc 1599,AGI, PaÍ 262, r 2 (s. p.). l8l. P acer dc Annrrio [4o,cDo,l6 dc noviembre de 1598, AG], Piti 262, r 2 (s. p-).
180. Los noúik¡dos fucron el'dodo¡ Ari¡s" ldc l-oyolil. cl "dodor o na" y "Luü 182. P cccr Je Antnrio Mo,c¡o,l6 ¡c ¡ovie,¡bre dc 1s98, ACl,l'itr 262,.2 G. p.).
Jo.sc" ldc li Bi,tudal. Scsrin el info,mc tlcl rcho Dicgo Lorenzo Naharro, lrl. Prrccc, dc An¡oon, M,,c¡o, l6 Jr ñovic,nbr. dc ¡s98, ACI, Pir 262, r 2 G. p.).
c¿sp..l.r hxbl(i¿. lis pe6on,squ. $.tu.rido t)orc(;r dit¡urc$c ncgoci,i'. l¡4. Sol,rc (l¡sPcJ$ I L' A.¡(l.nrii l(c.l Nl cnrii.r, cf. Vrc¡iNaf M^iorc/llsrru^N
.f. h ü,Nni..,.nn, Jcl 8 dc.n.R) ¿. 159r, A(il, l'.,rr 262, r 2 (s. p.). l)rñEno, (t,s,' ', tI ,l,):.
2t6 ARNI),I' ¡11]]NDLCKI RtrILEJOS DEL MUNDO 217

de Indias, que en parte cita y en parte re6ere, Io cual explica la alrcr como sabeÍ sLi gener;s [rente ala pretensión universalista de enmienda
n;nci.r enr c l; n r. cr; y
pr;m.,¿pr-o1r: de los científicos: es mejor dejarlos hacer en libertad con ca¡t¿s defec-
tuosas que generalles inseguidad coü cár¡as Pe¡fectas.
Denas desto dize que lo que roca a la enmienda de la car¡a, no deve mu-
darse cosa algma en la parte de 1a navegacion occiden¡ál, por háliarla assi
los pilo«x con erperlencia de cien años que se navega, y los eclipses que 7, CoNsTELAcToNES DE LA PRAxts lJN rN¡oRME PRovrsroN,{L
alla y aca se an obsenado confornan con la descricio¡ de La .arta, snlvo
algunos baxos que cada diá se vá¡ des.ubriendo como 1o apruevan ios pa
EI plan dc reunir el saber náutico de la época en tn modelo de carta
receres de quarenh pilotos que aqul presento, a los quales se 1es deve dar
náutica y ponerlo a disposición de todos los pilotos del país es proto-
ctedito como a hombres peritos en su arte. Demas de los pateceres de los
típico de Ia Historia del Saber moderno E¡a una reacciór al desafío
pilotos, presenta tres pareceres de los mateñalicos que ay en Sevilla, 1os
quales no solo saben teorica pero tienen noticia de 1a praclicá, por la .o
empírico de la expansión europca, porque no se rraúba únicament€
nunicacion que cada dia tienen con pilotos, de la qual carecen alguros de de adquirir conocimientos geográficos sobre un espacio que todavía
los matematicos deste pueblo que,runca,ieron la nar ni t¡ataro¡ con pi no se conocía de1 todo, sino de implementarlos útilmente, es decir, de
Iotos. Y si les nndasen las derotas a los piloLos que estan desonas en la proporcionar una base segura a hs operaciones náuticas que se realiza-
cartas seria cansa de perderse muchos navios. Y esto digo como qrien a ban en ese espacio. Dejando de lado los detalles y asPectos especilicos
-r.eB du.' q," err ¡,",qu-.., di rlrle,J..r.pLe,* i.8, r., de I¿ náutic¿, en estas conclusiones Pondremos una vez más de relieve
go de corciencia del que tal consintiese, porque allende de petderse mu las consteiaciones básicas que caracterizaron tal emPresa.
cha haziendase perrlieran nuchos hombrcs, que dexarar muchas mugeres El punto de partida {ue la pluralidad de observaciones que traían
viudas y sus hijos huer{anos, y assi no se les deve mudar I¡s derotas a los
consigo los pilotos que regresaban. El resultado de sus descripciones
p;lotos, pres lor Ias que aora tienen aciertan y hazen sus viajes Io qual no
y croquis no eraun cuadro exento de conradicciones y fácil de armar.
hárr1n sise tes mudase¡.'35
No se confirmab¿n mutuamente, tampoco en el sentido deuna "ley de
la mayoría". Al contrario; a mcdida que aumentaban las cartas crecía
Céspedes corona su discu¡so en contra de co¡regir o modi6car el
también 1a inseguridad ¡ por lo tanto, la inutilidad del conjurtto com
padrón real y a favor de con6ar en Ia experiencia de los pilotos obser-
pleto. Este estado de cosás provocó, en términos epistémicos, el deseo
vando que rampoco habría que modificar el pad¡ón de1 Mediter¡áneo,
de bor¡ar el saber c¿ótico y susrituirlo Por ün único ejemplar maestro
porque los "a:vegantes naturales, que aunque las parres no estan en
del saber, que estuvier: luego en condiciones de producir enunci:dos
sus longitudines ni latitudines verdaderaspero pues elios tienen derro
cxentos de contrndicciones de r,na validez olasi normativa. Pareció
tas conocidas por donde van y vienen". La conclusión que Céspedes
que eso sólo era f¿ctible creando una insrancia que reuniera el sabcr
saca dc allí scpara la cartografía marítina dclpropósito de crcar una
empirico y realizara la estandarización de 1as cartas y los ;nstrumen-
imagen del mundo en sü áusencia. Sc debía coregir el "mapa gcncral"
(os. Con ese fiü 1a "política" y la "ciencia" se reunieron, todavía bajo
scgrin las latimdes y longitudes correctas, pero no las cartas náuticas
Fer:nando II, en 1as junras de Toro y de Burgos. Junto con e1 padrón
que efectivamente empleaban 1os ma¡inos del Mediterráneo.i8¡' De
rc¿l se proyectó allí en 1508 el cargo de piloto mayor, es decir, una ins-
modo que se reconoce I¿ diferenci: entre las c¡rtas de un geógr:fo y
taocia o6cial dc recopilación, control y autorización del saber. Desde
las de los pilotos, se protege la experiencia y la praxis de los pilotos
h pcrspecti"a dc la Histotia del Sabe¡, es digna de atención aquí la
instirucionaliz¿ciórr dc un sistema de aprendizaie que debía explotarel
tridl dnd anat de las r,aves para:lcanzar progresivamcnre una base de
18s. Comu¡icáción del rclátor del Cons€jo do lndiis, Dicgo Lo¡enzó Nrluro, 8 dc
urb i
de 159r, AGl, Paf 262, 2 (s. p.). nnbcr mejoradr y rurneLrtar así l^ seguridad de h navegación a mediano
i
186. AGI, P¿tr 262, 2 (s. p.). flrlzo, [,a instincin tcnín que obligar a los distincos actor'cs a entregnr
21S ARNDT IJRDNDICK]1 ]lF,FLtrJOS DEL MIINDO 219

¿Qté problemas hemos podido constatar y en


su saber eñpírico y organizar su conversión en un sabcr estándar ac- qué constelacioncs
cesiblc a todos los pilotos de Crstilla en forma dc un r¡odelo de c¡rta se basarl En lo que sigue daremos cüátro resPüesras al respecto. Er
náutica, cs dcci¡ tería que gar¿nriz¿r, si se quiere, la "nacio¡aliz¡ción" primer lugar, en cuanto al intento dc "nacionalizar" el saber empíri
de las cxpcriencias. ?ero esta n¿cionalizaciór hacía necesari¡ un¿ do co de los pilotos, se puede consr¿Br un efecto paradóiico. E1 inten-
blc "generalización": en lo social, hrbía que aprovecharse del saber del to no fracasó, como se podría suponel precipitadamente, por la falta
nrdividuo y ponerlo a disposiciór de todos; en lo episcémico, había dc {orm¡ción teórica de los pilotos Más biea lo quc fracasó durante
quc darle una fonna tal que fucra rransferible y generalizable. ?ara mucho tiempo fue justamente la instancia que debía garantizar la "so-
eso había que producirlo con i¡stm¡rentos esrandarizados, reprodu cialización" del s¡l¡eL náutico: el piloto nayor. La visit¿ realizada a la
ci¡lo con car¡as estardarizadas ¡ 6nalmenre, implementarlo siguicndo Casa en 1549 ¡esumió 1ás acusaciones cortra Sebastiár Caboto v su
estándares homogéneos de form¿ción. En suma, había quc valorizar protegido Gutiér¡ez: Caboto aceptaba dinero y poltos, v a cambb de
1o regular y Iormal de los conocimientos náuticos y devaluar la expe- eso licenciaba pilotos y capitanes incapaces. Gutiérrez lcs anticipaba
riencia no gcrcralizable del individuo. Esro explica por qué la "polí- a los ah,mnos 1as pregurtas del examcn. Si a Pesar de eso amenazaban
tica" y la "cicncia" tení¿n que cooperár como rcspccr;vos garantes de equivocarse, les hacía un gtiño. De los demás piloros de Scvil1a, sólo
la validez de lo resular y de la objcdvacióD; ¿unque en p¡rte expljca se invitaba a 1:s pmcbas a 1os más ióvetes y a 1os más ignorantes, no
tambión el destino 6nal de la empresa. Dcsde afuera, en todo caso, se permitían pregumas de los cosmógra{os presenrcs Los cándid¿tos
causó adr¡iración. El inglés Stcphcr Borrough, que participó de una que no habían asGtido a las clases de Gutiérrez no tcnían oportunidad
reunión de pilotos sevillanos cn 15s8, luchó en vano pam que se creara alguna. Caboto y G"tiérrez 1¡abían construido así un monopolio, fr
una institución similar er Inglaterra.rB'Un examen más detenido ha ja"do los p.ecios de 1os instrumentos y las cartas a su arbirio v distri
demostrado, no obstantc, que no es adecuado elogiar sobremanera cl buyendo cartas que no se corresPondí¿n corr elPadrón real, que porlo
p:rdrón real y las instancias de la Casa.3'El nivel de aceptaciór que tanto dejó de ser corregido. Caboto rambiét aprobaba inst¡umeiltos
alcanzó el plan de la Cas:r fue not¿blenenre bajo, precisanente en 1o c¿rentcs de prec;sión, só1o con que fueran de Gutiérrez.i'o De modo
relarivo a la to¡malización de l:s car¡¿s náuticás. En 1614 ur crítico que Caboto y Gutiérrez direct¿mentc hal¡ían secuestrado elprograma
de cartas e instmmentos estandarizados y sub,crtido e1 scrtido de su
cargo utilizando los Privilegios reales para acumular capital privado'
pues es cosa ma fiesta las Can¡s .te que ús:L¡ los Pilotos son difercltes La rigurosidad de1 htento de regulación estatal 1cs ayudó, por ejem-
unas de otras,y dudosos en la elecclon, no.o¡ociendo la mejo, a, compran p1o, a inpedir durante mucho riempo el ingreso clc 1a comPctercia al
1a mas acomodada enprecio, [¡o l¡ necesaria, y co¡viniertcl y assi, si en mcrcado. No fue posible hacer que Caboto rindiera cuentas Pretex-
u¡¡ A¡mad¿ scviesen las que los Piloros llevan, h¡llarianse bicnpocas de undo una visita a Carlos V en Bruselas, ab¿ndonó Sevilla v en 1548
un Padro¡, y solo en !¡ Navio, haziendo u¡¿ vez co¡front¿cio¡ dc Cartas entró al sesicio de los ingleses.!'I
(po. curiosidad) sie¡do cinco erar de dilere¡tes Pa.lroncs, [y ¡cniaD mu
En segLrr o luga¡ los métodos aplicados estaban sometidos con
chas desigualdadesl...r¡'
rodo rigor a la presión de lapr:"ris. Los pilotos debínn zarPff con cartas
rctualcs, con lo que se po¡ía en ma¡cha l¿ dialécrica de hipótesis v ex-
pcrirucntación quc en la Ilisto¡ia de la Ciencia se suele describi¡ cor¡o
18/. Al meros co¡siguió que f raduiefa un nanu¿l español al i¡gl¿s. cf. TayLoR,
truto dcl debatc teó¡ico de 1os siglos xvr y xvrr. Tal cosa no ocurría, sit
H4,en rin¡liig Art, p - 1t6t SaNDM^N, "Cosúographes ", p. 262.
188. CuEsrA DoMrNGo,.l¿,tá Cruz, r- t,pp-28 s-
189. PoRrr¡rCñ NArD,,R¿p¿lo, pp.98 s. Lr situ.ción h'ntoco es ncjor cn elcar dc
los i¡snnnenlos. Ning!¡¡ pcrson¿ o ins rcia losró mlincnr vinohr l¡ prixis l90. Just. 945, fol. 2l0F21oq
con Ix rcoríi: Ci- ¡l rcsltol,) Po(rx y C^s^N^ i, l¿l¿D, fl 1. loo. l l l- 1 18. ^Gt,DM^N/Astr, "T,
191, S^N idi¡8 ExPcrisc", PP 814,827s.iD^Mtrr,lnPen"ñ.P 87'
ARNI)l',AR]rNt)Fakl: REFLEJOS DEL MUNDO llr

cmb^rgo, en cl muDdo a¡ri6ci^l del laboratorio sino cn los mares dcl mérodos. Por un¡ pane se intentó reformar y est¡ndarizar la form¡-
mundo. Y los que llevaban a cabo los 'experimenros" no eran gezrle- .ion de lo' piloto', lo.u,l sin emb;rrgo, y etr virrud dc la descripción
me» nicicntílicos sino legos, lo cualconviene á la cmpresa en un objeto n,," ,.,b"-os d" h¡cer dcl , areo dc piloto mayor' no mo\tró re\ul-
sumamcnte imeresante para la histoúa de las prácticas dei saber y su La,lo, oertcpriblcs l,¡,t¡ Ia scgunda rnitad dcl siglo' Por otr'r
prrtc h
debr'.r obligar; lo' pil"to' 'r
rcspaldo social. La cuestión de la "navegación correcta" y la cartografía -n,lin.rc;¿n ¡e lo. ;r', rumcnros níurico§
marítima correct3 en dngún nromento pudieron sc¡ tr¡tadas en cl mar- realizar navcgación astronómi* y a aplicar métodos cientíGcos,
como
co de los supuesros discursivos dc l¿s discusiones ac¡dómico-científicas. la consultr dá tablas ast¡onómic¡s. La carta con la doble graduación
Constantemente la atravesaban los argumenros prácricos. Desde la es que Gutiérrez vendía todavía a mitad dc siglo testimon;a que tambión
tricta perspectiva de la Histori¡ de la Ciencia, esto lleva por nomentos aquí la praxis sc resistió largo tiempo, y además con la cobertura
dcl
a situacioncs decepcionantes: elproblcma de la proyccción canográlica piioto -"yor. En te.".' lugar hay que rccordar que desde el conrienzo
correctq por ejemplo, prácticnmente no fue planccado. Pero por otra kr-o "t "¡,".o .t*ro planteado corno un sistema de búsqucda del
el pcríodo
partc, que las discusiones se situaran "enre" la ciencia y la pr:xis es cons€nso.r'r Pcro la v€rdadera prácrica, hasta bier entrado
que los
io que vuehc realmente inrcrcs¡ntes sus contenidos, porque lo que sc de Ondériz y Cóspedes, parece más bien Laber consisddo en
negoci¿ba no eran derallcs técnicos sino opciones fundamentales dc la pilotos quc uolvían de ali" mar a Scvilh se p'csentaban solos ante el
función dcl sabe¡. El modo más cxplícito en que esro sucedía era cuan- p;to,o."yo. Las junras que Ondóriz y Céspedes convocaron cn la
do sc esgrnnía el argumento dc la praxis contra el de l¡ tcoría. Tanto i¿""¿^ ¿" rsSO, en cambio, pusieron cn práctica una jerarquía que
el gnrpo de los cosrnógrafos corno el de los prácricos sc consideraban tendía a ser rncnos rígida y pidieron opiniones ("pareccres") cxprc
que
legitimados porlavalidez clcun algumento poderoso quc clotro grupo, samente. Allí los pilotos se prcsentaron también como el grupo
eran,lcscle l¡ décaia dc 1550, constituido a partir de Ia fundación
dcl
sin embalgo, no lograbx comprcndc. Lo que separaba cla también un
conflicto de objetivos: la cienci: apunta al todo, piensa sisrérlicamente p¡emio dc los pilotos, l¿ Univetrid¿d dc r4¡rearres Fnrtc los piloro'
y puccle in,pulsar procesos dc cnnienda a largo plazo y con gran pa- l*,,,,lo'"i*ndo roda't¡ el dc,co dc dctcrer la innov'rcion ¡ r qLre
cicncia. Elpiioto, en cambio, ricne que tonarsus decisioncs hic et nunc. ,"i..b*-¡cidr indi"idLr¿l enccrr¿t¡¡,rJcni' el prrigro dc potrer cn
ducla la suma de las observaciones Precedenres, es decir,
la c:llidad y
Es responsabie de la intcgridad de su propio barco, dcl viaje actual, no
de la navegación en sí y de sLr futuro. De mancra que si bicn había un DraLrnabilid¡d vr .rlc¡nz.rda del p.rdrorr rerl v. ' omo lo expresó Pcdro
obictivo común, Ia navegación rnás segura, para unos sc tr¡t¿ba de una d. M.din". "que po' ."lo el parecer dc uno te pierd r lr verd r'l c par e
nrcta lciana, para los otros dc una meta cercana, y eso profundizaba el d. mu.hoi".'i' En líneas generalcs, en las respuestas de los pilotos
"e. un
disenso soble los medios idecu¡dos y el modo corrcc«r. Por.eso sólo se a las listas de preguntas de la déc¡da dc l59o sc Puede reconoccr
pudo logr ar una cooperación d c bajo nivel d e confl icro enrrc cientí6cos t.nt"-i"nro prrgÁá,i.o de l¿ tcmática de la enmienda' El sistem¿ de

y marinos bajo Ondériz y Cóspcdes, cualdo las me¡as sc volvieron más l" i,,',,..r,.:.,t,v".", la bú'qucd.r dc con'enso' pone dc m:ni6csto
concrctas y sc inciuyó a los pikrtos en las decisiones rclativas al discño como ninsLrn or"o el l;do soci'rl dc los si'rcm'L' dc 'rLcr cn h Ftpañ '
de sus instmrnentos, cs dccir, cuando se les ¡eco¡oció l:r posibilidad de de los comicnzos de l¿ Edad Modern¡'
elegir y la participación en les dccisiones.
En tercer lugar, y muy vinculado con eso, la histo¡i¡ de Ia cartcr
grafi:r marítima sevillana documenra el inrcnto de implcmcntar nuevos
'-
192. Yi cn I 5os ñ¡nd¡ comecuentcmcnte ¡ los funcion¡rios de lt Cd¡ 'quc hagar
sc
estánd¡rcs cn una praxis yr cxistentc. Por lo tanLo, dc ningún modo ir"i,r,.¿-"*",".p¡loror"..lP l7s nñr¿62'En lrl2, en ur¡ Rc¡lPrúvisión
era sólo una cuesrió¡ de rnejor:rl los insrrumentos y c¡rt¡s, sc rrat:b¡ , i,.," u,..¡"s"l¡, i,-t"'pu.,o "'ucl'c'"'dcn-que'econtukc¡l¡m¡t
,,i..'^i.].,.t ¡^.'t l. á" p'to.o§..1. AGl. Iadif' al8 l ¡' lors' 12ov-128\' Burto"
cscncirlmcntc dc su aplicacirin, qLrc cr úhirra irsLrncia prcsuponía Lrn 2,1 dc rLllio dc I512
c¡mLrio clc mcnt¡lidad clc los pilo«rs. Par..r cso sc contcnrplrron rrcs 193. CiL. s$ítr s^NDú^N, "CosúogtiPhds", f L5l '
ARNDT BR¡NDF](]KF RLTLLIOS DELlvlUNDo

Como 1o ha mostrado cl ejemplo de Ondériz y Céspcdes, a ñnes atacado a Céspcdcs, el Consejo de Indias formula algo muy similar:
del siglo xvr seguía eristie¡do un hiato c¡tre la Cosmografía cienti6ca, que es convenieute dcjar "a la livertad de 1os pilotos usa, de aigunos
{unda<1a en la reoría, y la ravegación, dc orientación práctica, pero se instrumentos de los que agora usan".'*
había producido un co¡rimiento en 1os discursos sobrc la utilidad.r,{ Como cuafto y último aspecto de Ia emptesa dcl padrón real hay
cc.ocác'. cl.o,mog," o r e"l. podr.r,ñ rn.r.luc er. n,.io,llo incorp^. que desracar, 6na1m entc, cl nrterés polftico de la corte por clsistema de
rarnuevos daros geográÉcos a las cartas náuricas. Así, lLevaba a la corte sabcr náurico. Los impulsos dccisivos para tundarlo, pero posterior
y a1círculo de nTatcmáticos cientí6cos un argumento que yahabía sido mcrte también para reaiizar las distintas ¡eformas, están trluy vincu
for¡nulado en Scvilla en la década de 1540 por el bando de los prácti- lados con inre¡eses de dominio dc 1a Corona, materializados primero
cos, en particular por los n,onopolistas Caboto y Gutiérrez, sin que en la confrontación con Portugal, y más adelante también con las po-
en ese entonces se les hubicra dado Ia "razón". Que Céspcdes pudiera tencias marin¿s ¡ivales: Inglaterra, Fraucia y los Países Bajos. Si biel la
imponerse ahora con tal posnrra puede interpreta¡se como la hisroria disputa er Scvilla se puede describir como una discusión entre teoría
de una pérdida, como una serie de proycctos ideales esmerilados por y práctica, la influencia de Ia corte lleva que su dinámic¿ social se
"
la rericcncia de Ia praxis, por la negariva a aprender y progr.esar de pi despliegue sin eñbargo entre rres polos: los -arinos,los cosmógrafos
lotos obcecados y por su formación medlocre. Sin cmbargo, rambión cienríficos y la propia cortc. Cuando los cosmógrafos Alonso de Santa
se lo puede enrender a1 revés: como un proceso de aprcndizaje de 1os Cruz y Pedro de Mcdina no supieron cómo seguir cn Sevilla, fueron
tcór'icos, que pareccn haber desanollado una mayor selsibilidad para la a la corte, se quejaron, obmvieron más de¡echos y regrcsaron a Sevilla
1ógica inrernade lapraxis ylos efcctos laterales rle 1a implementación de provistos de privilegios. Se pucde suponer que sol¡re todo la actu¿ción
métodos ciendficos. Tal vez el amor de Céspedes por la pra-ris también de Medha en Ia corte en el año 1544 ácicareó ei interés delioven Feli
obedeciera en parte a la necesidád de &r explicaciones a la que lo habían pe por asunros relativos a la cartografía marítima. En este senddo, es
empujado los ataques de la Julta deMadrid. Pcro yala agenda para On elocuertc rna carta del prínclpe de esc mismo año en la que reprendc
dériz, proveniente de laAcademia de Mate¡náticas y presuniblemenre a los fur¡cionarios de la C¿sa en un tono itusualmenre personal:
deJuan dc Ilerrera, muesrra que ya no se inrentaba conseguir un: me
jora de 1á navesación mcdiante una simple conecciól1 dcl pndrón. En cstoy ,raraviLlado de vosotros sabido t...1 ansi aver vosorros consc,itido
tugar de eso, se partía de que había quc revisar ¿ol¿s las her¡¿mientas quc no se gurdase lo proreido sobre esto y se Lragan c¿r¡¿s po¡ o¡ros pa
del procesamiento del saber náutico (desde los astrolabios y el padrón droncs y con graduaclones difercntcs e ltueas equinociales e tropicos do
lTasta los exámenes de Ios pilotos) para después per{cccionarlas, acor- blados co".o ha parecido por una carta quc se ha presentado e¡ el dicho
consejo de las yndias.'!r
dando y consensuando con los nrvolucr¿dos. Las instrucciones para
Ondériz y Céspcdes dicen como al pasar, pero acertadamente, qrc los
Es instructiva la secucncia de los e¡rores atribuiclos lucgo a las car
pilotos son "los principales ynstrumentos dc la naves¿cion".r,5 Es de
as de Gutiénez. Ha sido formado, comienza dicicndo Fclipe II sin
ciq que valorizan al piloto como el "procesador" decisivo del sal¡er
rombrar al informante lresumiblemente Medina-, dc que las cartas,
náutico. Dcspués de las sesiones de la junta de matemáricos que había
en prinerlugar, dañan a Su Majestad: el Río de la Plata y el Amazonas
está¡ trázados como si estuvieran situados en los domnrios del rey de
Porttgal. En segundo luga¡ 1as carras son erróne¡s porque, con¡ra
le4. Ya I-Ienando Co1ór h¿bÍa info¡mado alCo6eio de Ind;as sobre el afán de
^1o¡-
so de Chavcs "de se.vir ¿su Mlasesrád] y para el l,icn seneeldc h n¿vesación,,
.f Ac. t ,lit.,2t. I .l.."l.l.5L.2tdc_go ro.l"t(28.
le5- "t...1 los principalcs ynsLrumentos dc h navegacior sou los dhos pilotos y cs dc 196. Cf. AGl, hdif.745, r.202, Co.sulta delConscio ¿e I¡dias,3l de enerode 1599.
,lmnd. )'rpoilincia qu c xy¡ sicnt¡.c nn,cho nnmrc d d bs,,, I ndif. I 95l. l_. Irelipe III ágrcg(i: "cómo p¡rccc".
6.Iols. l2Fl.lv, Iol. l4u ^cl, 197. Cl. AGI, l¡dil. 1961, L.9,lols. l3úFll7v, ¡q!í fol. l36rl36v
t2l AI{NI) I ]]RENDECKIJ RtlIt F.IOs t)til. N4 UND() 225

riando la ordcn de Su Maiesrad, no coinciden con el padrón real. Y en esférica del planeta no se puede proyectar sobre un plano si no es sa-
tercer lugar, contienen muchos crrores y cquivocaciones quc dañan la c¡iFcando en la reproducción la cquivalencia de ángulos, la equiva-
navegación.r'r Es decir, que sc menciona prirncro la desviación dc la lencia dc super6cies o la equivalencia de tramos. La proyección dc
rneta politica, Iuego la desviación de las lcyes y por último la desvia Mercator conserva h cquivaleucia de ángulos lo quc hace que los
ción de 1a realidad geográ6ca, runbos á navegar se l:rcen como lírcrs rectas y permitan sü 1ccrum en
Hay do' r,rzoncs para quc la cucsr ion de la proyeccion cartogri6cr la carta-, acept ndo a cambio el crecicnte estiramicnto de las superfi-
haya estado excluida hasra cntonccs. En primcr [,gr, el problcma de cies y trxmos en dirección a los polos. De manera quc con las cartas de
la proyección era secundario cn los debates eruditos de la época, y en Mercaror los piloms podían segun trabajando ex¡ctimente como ha-
las discusioucs con los prácticos nisiquiera se lo tocaba.1" En scgundo bían hccho ¿ntes dc facto con sus portulanos carentcs de proyecciónr
lug.rr. el problcm, o, la or'.ycccior .. idcnci,r corno n,,,tsür orro quc es decir, leyendo los rumbos direct¡mcnte de la cart¿. Le Casa dc l¿
una historia de córno progrcsa la cultura de los conocimien¡os náu Contrat¡ción usal¡a c¡rtas planas.:01 Las cartas pla»as rcpresentan los
ticos, cualquicra fuera la índolc de es¿ histori¡, no puedc limitarsc a meridianos como si fucran paralclos, aunque de hecho conveLgen cn
tomar como oricntación el esc¡lonamiento de los progresos tócnicos, direcciirn a los polos, pcro para la navegación en la zon¡ ccuatori¡l dc
sino que se funda en h dialécticr que se gcncra las las travesías transa¡lánticas españolas cse efecto cárecc casi de impor
"n*e "ccesi.l..les
ta¡cii. A eso se sum.rbx que los errorcs de los insrrumcntos de l: épo-
prácticas y las ofertas técnicas, ilustrada aquí coo cl ejemplo dc Sevilla
Mercator caricterizó expresamentc su decisiva publicació» dc 1569 ca, por ejerlplo la declinación magnótica, tenían rcpercusiones mucho
como una "dcscripción de la Tierra (,..) para cl uso dc los navcgantes" mayorcs. En su manual, Céspedes explica en detallc y sirviéndose de
('ad asum naoiganttum"). La proyección cilíndrica que dcsarrolló, un esquema la problcmática de la construcción de cartas planas.r'l
que con ligcras modilicacioncs todaví¿ hoy sc usa pa.a conlcccionar En la España cle la segunda mirad dcl siglo xvr los expertos no se
canas náuticas, no constituyó r:n salto evolutivo percepriblc para la conccntraban er la cucstión de la proyccción sino cn minimizar los
praxis náutica de comienzos dc la Edad Modcrna, Ia que Por un¡ Par efectos de la distorsión, por ejemplo, con cartas parcialcs de un sector
tc r¿rdó nrucho en entrar a la praxis,'ú y por otra se dcstacó preci más o mcnos pequ€ño o, como en el c¡so de Céspedcs, dc propotcio-
samente por ro tocar el mancio radicionr¡l dc las carns náuticas, es nar hcrr¡mientas ¡uxiliares adecuadas (escalas en leguas a diferentcs
decir,la práctica de leer los rurnbos en la cart¡, altrras) para comperrsar el estiramicnto de los tramos. Ni las cartas
Mercaror consiguió "salvar la praxis" al precio dc una considerable plauas ni las cart¡s dc Mercator están en condicioncs de rcpresentar
distorsión dc las superficies y los tramos cn l¡s zolas cercanes a los ias rcgiones polares, pero como ¿mt¡¡s se vinculan con la praxis de la
polos. El problcma básico rcside, como sc s¡l¡e, en que la supcr6cie »avcgación, esto no co,rstituye u»a dcsventaja rclevaDte. Por consi-
guicnte, no hay cartr rráutica, ni antcs nidespués dc Mclcator, que sea

198. AGI, Irdil. L. 9, fok. 136F117v, agui fol. 116r


1963,
199. Los pareceres de Martí. !'emáudez dc E¡dso, Marti¡ Cortcs de Albac^ry Alon_ 2ol. CLRrzo Ma¡rÍNtrz, C¿l¡os¡¿ri... pp.56 s. Sobre la "lalta dc proyecciór" de los
so dc satrr¡ Cruz estáD rcsumidos e. CEEzo M¡RrlNrz, C¿ttosalíd, PP 57 s- portul,nos cf. MoN MoN¡ ER, Rhtnb Liias. p- 2)- L* cátr¡s pl.flas cxiienden ¡ Io
2oo. K¡wrNc. "Hitury", p. 1z En España Ov¡ndo fu. uno dc los pr;mcros cn reci mcno en clpapellos cortcs de la super6ciccuruaque cr realidrd sc van espigando
b; un eicmplar de la ¡uda rePrcs€ntdón cadosráfica d€ M@¡ror, envi¡da Por cn dirccción a los polos, Io ctál produci. diro6io¡6de los rramos. de ls s"per6-
Aria3 Montáno: "y dos slobot cspero quc me enbi¡r¡ Mercator ¡or dir porque cis y de los ánBulos. Mercátornrvo quc inroducirun e ir¡ñic¡to más, áE coF
los suyosson los meiores. y un mrpamundiy crtrdc marear hccha pot clmcsmo rcccir',o cn dirección none sur para poder rc*ablecer Ia cquiv.lenci¡ deángllos,
nuevarncntc la mcjor que ha s¡lido. enl¡ia¡e tod¡s c*as oos¡ y lxs dem¡s co¡ Ii me- qrc cn imponantc prm lccrlos rumbos.
jor cormodidad que l¡allarc", c¡rlr dc Arias Mont¡¡o ¿hao ¿c ov¡ndo (lcl 23 dc 202. lliísici,rcn¡c cn cl sc$ndo clPítulo dc li sesunda parlc, es dedr e¡ 1á Al,l/,_
dici€nrb.c dc 1569,IVDJ, cn!n,78, caj. lol, doc. l28,lol.lr La. '!i c{,i c,litida lrdlá ¿cl Rc$i,nio¡lo ¿e ñ.r.?¿dr,, .L G^Rcía DE CÉsP)ir.s, Re{inienta ¿c
en f('rmi il,.c!i¡¿r cn: l rM lN¡.z Dr, ¡.^ llsr^D^, 'C( nrspo,rl.ncii ', Pt. 4 77 s rrtvti¡i¡. t\1. l2O- 127 .
22/, AITNDT ¡RI,]N1)L(]]iIi

V
Les rNsreNcl¡.s DEL DOMINIO COLONIAL

¡igura I 1. Prol.ección cártográ6ca segú¡ Céspedes, Regiñiento, 125bis.

un "espeio del mundo". Es un instrumemo para una cuhura pragmá- Lahistoria de las instituciones dcldomin;o colonial español sólo se te-
tica de 1os conocimientos y ¡epresenta 1a Gcografía de tal modo que matiza aquí en la mcdida necesaria para idcnti6carlas bases institucio-
garantice la llegada segura de los b¿rcos. nales de prácticas dc in{ormación y dominio. Despuós de üabcr habla-
do de la historia de la Casa de la Contratación, mcrccen una atcnción
cspecialmente inrensa por una panc el Consejo dc Indias, y por orra
la' insrrnci¡. ¡d¡inisrratira. y juridi.'as dc lo' ter-itorio' ¿menJrno,.
Por lo nnto, en este capítulo nos dedicarcmos prinrcro a ia instancia
suprema deldominio colonirl en la cone, y después conside¡aremos la
organización de institucioncs que estaban del otro lado del Atlántico.

1. EL CoNsrJo Dn lNDrAs

El Conscjo de Indias (Real y Supremo Consejo de las Indias) era el


órgano consultivo del rcy de España, cuya función er¡ coordinar to-
dos los ¡suntos administrativos, jurídicos y gubernamentales de los
territor;os recientemeDtc conquistados, cs deci¡ dc Hispanoamérica
y las Filipinas. No hay una códul¿ de fundación. Seguro es que cl I de
igosto dc 1524 fuc designado cl primer presidente dcl Conseio, Fray
García dc Loaisa, y que poco dcspués se Ic tomó juramento.' No obs-

( .1,1 ¡l.L!,,r\.1.,.,L).r)¡.().rr,,.!,nr.\L,,LlL.(¡r,,\\\il.fr'r¡(lr,trJ.n
"',i(rl \,r^ r. ¡rr,,r,,r,r. ,1,.l'c. 1\ ñr,7,
,l ( r()(/.¡/,..t 511
,,,,,,,,, r,l, ,, ,lh,,,,,,,r,,1, ,,,i, tr,,1 ^\
ARNDT I]RDNDI]CKI.] LAS INST,\N(]IAS DEL DON'lINIO COLON]AL

tantc, 1524 cs una fechá clcgida muy rardíamente po¡que ya bajo los tario o6cial del Consejo,lr quien no obstante áuxiliaban secrctarios ri-
Reyes Católicos se pucdc consratar que los asuntos de América -en la tulares s;n unpuesto 6io, un o6cial de cuentas, un abogado de pobres,
rnedid: cn quc no Iucrau resueltos por la Casa de la Cont¡a¡ació¡ de asícomo oiros empleados tales como dos porteros yvarios escribános.
Sevilla- rccaían sobre u¡r grupo invariable de personas. El germen de la Co¡ la reformade Ovando se agregaría en 1571 el cargo de cosmógra
ide.r dc un órg.rno polírico p,rr.r los rcrr irorios .rmcricanor re encuentr¡ fo y cronista mayor de Irrdias.6 Desde elpunto de vista sociá|, durante
ya en el airo de fundación de la Cas¿ dc la Contratación, cs decir, en el siglo xvr predominaron los juristas ("letlados"), incluso entre los
1501. Nicolás de Ovando, que se encontraba en Santo Domingo como presidentes, hasta que b¡io Felipe III comenzaron a prev¡leccr los pre-
gobernador desde i 502, anota: sidentes de origen noble. Como jerárquicamentc el Consejo de lndias
sólo estaba por debajo del Consejo de Castilla, los consejcros en su
Yten eD lá Corre ha de ivcr u¡¿ perso¡a quc tcnga cargo destc negoqio mayoúa eran convocados ya a edad avanzada. Por 1o general anres se
y rcqit,¡ todrs las cartrs c avisos quc vi¡icro asy de les yslas con,o de la habían desempeirado en los tribunales superiores de Cascilla.'
Cas¡ de Sevillá, y re.ga crrso de procurrr quc Sus Ahesas rrespondan a Los honorarios dc los consejeros eran relativamente bajos y esta
todo y tenga libro en quc sc hasa escreuir ¡ülo lo que yi¡iere c $bre ello ban sujetos a una seria inestabilidad, porqu€ una parte de los sucldos
provcnia, por ciemplo. dc tributo' indigen.u que no estuvicr.rn ,r.igna
dos a otra cosa y el pago dependía del arribo seguro de la llota. Como
A partir dc 1504, talcs funciones fueron asumidas en principio el salario básico era bajo, los consejeros tenían un interés permarente
por un sccrctario, Gaspar dc Gricio. Junro con el obispo de Palenc;a,
en rneiorar su s,reldo con mercedes rcales, quc se les podían conce-
Juan Rodríguez de Fonscca, Gricio sc ocup:rba de la correspondencia der recurriendo a los ingresos por a la venra de cargos o los
y preparaba las decisioncs dcl rey Fernando.!En 1508 fue sucedido '"ultas,
puestos vacantes de América, es decir, a cajas cuyo nivel ellos mismos
por Lope de Conchillos. Y en 1515 Francisco de los Cobos, que más
contribuían a administrar.* Los hono¡arios se pagabán Por lo tanto
adelante se convertiría en un ayudarte rnuy imporranrc parr Carlos V,
cor rccursos especialcs, pelo como ya dcstacó Ernst Schiifcr, ¡o se
recibió cxplíciamente el rítulo de secreta¡io de Indias.,
lrat¡b¡ de un mero truco contable, sino quc sin duda cLa rlgo ligado
Con l¡ cre¡ción del Conscjo de Jndi.r. sc insr¡u,o un sisrcma co
¡ l¡ cxpectátiva de una ventaja política, y debe considerarsc, cn con
legiado cuya función trascendía la de un¡ sccretaría de caráctcr técni
sccuenc;a, como u¡¿r sucne de 'principio de gobierno": jrrstamcnte
co. Corro órgano consultivo del re¡ en sus sesiones el Conscjo tenía
porquc su sueldo básico cra insufcicnte,los colal¡oradorcs dclConsc
quc forraular proyectos de ¡esoluciones (consultas) que lucgo se 1e jo tcnían que mantener un interés pcrmnncntc en las ¡rcrccdcs realcs,
prescntaban al rey para qr-le decidiera. Como el Consejo original se
que asu vez sólo se podían conseguir si se podía acreditar una especial
conformó con miembros delConsejo dc Castill¿y irmbién isum;ó su
diligcncia corno funcionario. Es muy probable que a medio plazo esta
función de tat¿r los asuntos lcgrles dc Anrórica, el Conseio de Indias
form,r premoder"a de "pagas excraordinaries" haya actuado más bien
se puedc considerar un dcsprcndimiento dclConselo de C;rstilla.'
como desest¿bilizadora del sistema porque los consejeros tcnian un
El Consejo de Indias csraba constituidcr por un presidcnte, cinco
inccntivo para ponerle precio a su lealtad. Los miembros subalte¡nos
consejeros que posteriormcnre llegaron a scr diez, un 6scai, un secre

n ! r\r rk, /,1,r,,?/. r. l. t). 2ll: Scts,irl.¡, (),,nio, 1. I, p. l9l.


2_ Ci¡. se8,i, SzÁsDr LEóN-BoRj^, "Cd"",p. 106. / S, rr^r rR, /,r/r.,,?¡, r. l. ff l}) l-ll. S.brc k)s lr¡'ios, itrrir$ «» ronn,.ión
J. S.á^ÉER, I¡¡lidrdt, r. 1, pp. 16 s. u',i\d\i,.tri¡. !. fu(J. (,¡s,'h.n r.rrlDü r l)rv,.rR,1»+.t,t»¡,l)p. t7t tTal
CODOIN-1-l4, pp. 129-13 ¡ j sobr€ los prim.«¡.¡.sos de cancillcr y rcgistndor (^, \¡,¡/.,¡i 1 l\,, (,t*'N. /.¿)?¿loi. s,,lú h s!luciór .l.l ¡*ril *,cirl dc
^N, rn.¡, ü,,1 : r1,, \v,,l. (l(,M,r (;(',M,,7, /l¿r,'¡,.
dc Indias clGóMtrz GóMrz,,lello, pp.89-96. ,",11.,,1,,,,s,1,,,i
5. Soljit t^, h.lienrdt, r. t, pp. 37 -49. rl SÚr¡ (, /,,/rr,,n/, I L, t,l). l,lrl 57.
1

AITNDT BRINDICI(I1 LAS ]NS]ANCIAS DEI- DOMINIO COLONIAL )11

del Consejo, corno los escribanos, dependían de por sídc todo dpo de de tiempo y garamizar 1a responsividad del poder, resultó imposible
dádivas para nrntenerse a flote, que recibían de las partes quc litiga- de ."-pli. f" o 1as tareas se puede constatar que cl Consejo
""r"to
bar ante el Consejo o de los agentes que se h.rllaban en la co¡te.' c.rmplía funciones ranto ádministrativas como judiciales v politicas,
Dc los áños 1542, 1571 y 1636 se conservan exh¿ustivas irstruccio pe,ode icro l.§ irrs d",.ri.id¿d + .uprrporuarr erorrcrrente' rn
nes de1 Co,sejo, de modo que se puede determinar con bastante pre- i, .p". , ;n..n,.,1,, ..prrar ro- a rrros de gooieno ' gobe na' lon \
".
d. io, ",r"go"io" parriculares", errc 1os cuales estaban también las
chión cómo estaban reguladas sus rutinas laborales.l0 Confo¡me ¿ las
instrucciones, los co¡sejeros tc án que reurirse tres horas diarias por demandas dc particulares o las apelaciones. A partir d€ 1s56 v exceP-
la mañana, y de ser necesario teníar que frjar más sesiones para la tar- tuando l¿s recaudaciones dirccras (como las multas), los ingresos de
de.r'L¿s inst¡ucciones de 1571 contiene. d;sposiciones más precisas. los territorios ¿mericanos, es decir también los flujos de metales pre-
Después de tratar los temas administtativos gelerales, quc concernian ciosos, ya no fucron aclministrados por el Consejo de Itdias sino por
a rodo el Consejo, el presidente distribuía los asuntos cn 1as cámaras e1 Coniejo de Hacier.da.l+ Detro de las tunciones gubernamentales
siguiendo un esquena semanal est¿blecido con precisión. Los lunes se y administrativas se distiÍ$rín a sü vez cnte los asuntos eclesiástico
scglíar 1as apclaciones, los martes y jueves se revis¡ba¡ los co¡trolcs rcligiosos ("lo espiritual") y los mundanos ("lo temporal"), o se asig
de actu¿ción de los iuncionarios superiores de las colonias (visitas y naban los distintos asuntos a las unidades de orgalización regionales o
rcsicicncias), los vicrnes se trataban los asunros penales y 1os sábados instirucionales, por ejenplo alVirreinato del Perít o deNuevaEspaña'
los p.ocesos de 1os p.isioncros y 1os pobres. El mié¡coles est¿ba reser- El orden de los fondos del A¡chivo de lndias de Sevilla refleja aún hov
vado a las deliberacio¡es sob,c los ingresos de la Corona y las medidas la disuibución temática y espacial dc 1os papeles dentro del Consejo
para incrementarlos.' Las tareas cor¡u¡icarivas del Consejo insumían En ei siglo xvrrr hasta se los distribtía allí e¡ mes¡s, cad¿ uua de las
sin duda un tiempo enorme, por ejcmplo la lcctura de 1as cartas 1lega- cuales represermba una región adrri srrativa, como Nueva EsPaña o
das de América, que las instrucciones de 1571 desrac¿n con,o el asunto PeLír. El gran {ondo Indiferente reúne papeles que no se ajustaban a
que debe privilegiarse por sobre todos los deniás. Micntras sc leían ese orden de 1as regiones y los escritorios y por 1o tanto hrbí:rn queda
1as cart¿s, los consejeLos debían escuchar y a 1o sumo podían ron,ar do'tin diferenciar".'5
notas sobre medidas a toma¡ pero de ningíro modo podían dcdicarse
a otras cosas. thmpoco debia zarpar ninguna nave hacia América quc
no llcvara ya a bordo 1as respuesras a las últimas consultas que habían yrapunundo lo que parecieLe converiL proveeree, preliriendo siempre cl abrirlas'
y lecn¡s a ¡odos otros qu¡Lsquie. negocios, aurque gmv$ e lmPora s
ingrcsado.'r Esta disposición, que teníapor objetivo reducir lapérdida * 'rs
s*ivierc, porque a causa dc no
1""¡, h*o -eui.rc y s"Lido lo qrc en ellas
se lecr luego. m se dexe dc saber dc alsun ftgocio iñPona¡te! en que co'vcrsa
--..'." L, .,..1".1. ',-dolvd- o' u'..o'"-rr"no'd :m': ''
9. SCH¡F¡R, Có,reio, t. 1. p!.67 s.i sobre l¿ "politica de las mcrccdes" cf. ibid., .n rul¿cin l¡. . ,*tn, , . . oeq,doe" l"¡'J'
conselo,las quelarecicre que queder en ellas. llevenlasdeúás a sls esriPtorios'
10. La Ordena.za de 1542 está €diiáda €¡ CODOIN I 16, pp. 376-397; la Or¿e- ,n,o,c.oo,l .. ..rder,^^er .q."d^J.-...,¿': .,,o.'r .'",e,J'l p
nanza de 1571, en MuRo OM,óN, "Ordendas"; las insft.ciones de 1636 se * r,¡ * .. .- .ro. qJP l' !,$'ár'n 'Plri..e 'r)rFoo d;r'du'JP'r' 'orn'
impriñerc¡ como: or¿endnzds ¿el @nsejo ftdl de b' In¡ a'. .,".,1" ,. r" ., t.. o. .;,,' r.' L."q'¡ p,or'.v". 'o'den.
11. CODOIN 1 16,p.377. q,.1,..". ",: .c :rnPr.. u'.ri,1(Pr' re)' do!' n' u'
,f-.,,1 "...'.(4.\1nJ.o
,'¡¡ .'.' :¡-r.e"lgr.rde ' I'd¡J P'9u nu
12. S.tsi*ER" Indientut, t. 1, p. 174; MuRo ORIJóN, "Orde¡ zas",12 (§9).
13. "Porque de ls canas si de peaonas publics, como ¡ariculares que de Indirs y i*.' -,.ou.... d. rJ,. 1,..¡ *., qJe ¿' a'e'Por"1'' de r' que ul m "''e're
",
de oths partes se nos esc.iben, resulta la mayor parc de.osas de governácior a ,',i.." '" '¿..1",r ^tt-. p ,^ po'o' d- o 'o i',rio o de e't'" o' ' '
que se deve nucho atender por lo qre im¡ota. Mandamos que heso qu€ se rcc- MuRo()d óN, 'Ordouñ2m",1l (§11)
ibieren qualesquier cams o despachos que se nos embiaren, se lleved ál co¡scjo, Strt^tt\|, ln¿i1úá¡, r. \,PP. 125'\)2.
y cn el se lean rodas consecutir¡ñente, sin que el co¡seio se deiens¡ mic,¡Las sc <;rtttnt i;<tutt, trtnta, p. u li Aú)MIR^ v CnrvM, D iaianátia cdst¿lld"o,
leyeren, ¿ proveer ni dcterñ;nar cosa rlguna dc lo quc o cllas rc ccúivierc, ñds dé
ltl ALtNI)l UitLNI)L(ll\Ii I AS INS]'ANCIAS I)FI, DoMINIO COI-ON]AL lll

En tanto real y suprerno, elConsejo de Indias dependía directamen- Las funcioncs del Consejo se fueron rnodificando a lo largo del si
te dcl re¡ Su función principal consistía cn prcparar l¡ toma dedecisio- glo xvr, pcro en líneas gencrales aumcntáron mucho con la ampliación
nts dc1 monarca y en implementar despuós las decisioncs romadas por del territorio colonial y la cre:ción dc nuevas instancias en los nucvos
é1. El diálogo con el rey se producía a través de u"a consulta fonn;I.,. terrirorios.lo Como reacción al c¡ecie»re volunlcn de comunic¡c,ón se
Con ese lin se realizrba previamente una deliberación interna sobre los creó ya en 1514 un sello cspecixl para los asuntos americanos, dclque a
asuntos y se forrnulaba na consulta. L¡ consulta resumía así la situa- paftir de 1528 fue ¡esponsable el canciller del Conscjo. Este cargo fue
ción y añadía una recomendación del Consejo para resolver el proble desempeñado primero por el gran cancille¡ de Carlos V Mercurino de
ma. De esra manera podí¿ co¡vertirse directamenre cn elproyedo de Gattinara, cuya influencla sobre el Consejo, no obstante, disminuyó
una resolución. Bajo CarlosV elConsejo terúa al principio audicncia de se¡siblementc cuando pnsó a involucrarse más en la polícicr imperial
exposición cada segundo domingo, y luego los lunes cada tres seman¡s. europeá de C¡rlos V El cargo se extinguió en un principio en 1575 y
Se prcsume que a la audiencia asistian elpresidente del Conscjo y Fran- después fue rcinroducido en 1623 para elconde de Oliva¡es.:r
cisco dc los Cobos, y má tarde diversos consejcros por rurno. A causa De cspecial importancia para el furcionatniento de la ruiina bu
dc la predilección de Felipe II por los procesos escritos, esta consulta rocrática y de la comunic¡ción política era el trebajo dc secretaría.
oral('tonsuha a boca") se hizo, no obstantq cad¡vez menos f¡ecuente Aquí hay que distinguir entrc el secretario ¡efrendador, que refrenda-
y se impuso un procedimiento escrito ("dcspacho por escrito").r, En ba o6cia1¡rente los documentos y por regla gencrál se los presentaba
las consultas por escrito 1a rcspuesta del rey se encuenrr¿ la mayoría de personalmcnte al ,:ef y los rabajos internos de despacho, q,-le era,r
hs veces aJ mrrgcn dc la propucsra- rt principio c.r.i siempre de.u pro realizados por uncolabor¡dorde la sccrctaría o escribanía. Elcargo de
pio puño, y luego con letra dcl secretario privado Mareo Vázquez. Las mayor influcncia era, sin duda, el de secreta¡io refrendador. Dcspués
papeletas de hs consultas docr.rmentan así el diálogo entre el Conscjo de la muerte del secretario de Indias de Carlos V, Juan de Samano, el
y el re¡ Con frecuencia el rey escribía un simple .,está bien" o ..así,, al cargo {ue descrnpeñado a párt} dc 1559 por Fráncisco de Eraso, quien
lado.'¡ La propucsta se trasladaba luego direcramcntc a la disposición ya había servido a Feiipe II como secrerario en los Paíscs Bajos, y lue
quc corcspondiera, por ejemplo una Real Cédula, que cl sccretario del go por su hijo, Aatonio de Eraso (1571-1586). Lc sucedió por' último
Conscjo a continuación tenía que presentarle otra vcz al rey para su tir-
Juan de Ibarra (1586 1596), quien supo profundizar la estrech¡ cola
rna.r'No pocas veces se encucrlüa¡ observaciones basr:rnre minucioses boración co» Felipe II
hasta convertirse en un: suerte de favor;to. En
de Felipe, consultas o coreccioncs que el Consejo debía volver a tr¡t¡r 1570 se crearoÍ dos escrib¡nías de cá¡nara, una dcdic¡d¿ a los asuntos
hasta que el caso pr:diera ser presentado nuevamente. relativos agobierno y graci{ laorra, ajusricia. Cada unade cllas estaba
dirigida por un escribano de cám¡ra y se servía dc va¡ios escribanos,
que en p:rte no teníar puestos 6jos, Por encim¿ dc las escribanias de
cárnara estaba luego el sccretario refrcndador. La estructura se modi6-
Rerúnrencs dc l¡s coosüh"s dcl Conse,o de Indi$ rúeron puhti.¡dú en do.c nr
mos e¡rre 1972 y ¡ 995 po.l¡ cx d;rectora de rrchilo det có ligcrarncntc cuando cn 1597, tras l¡ mucrrc del icfc de la Escribanía
AGt, Anto¡i¡ Llcrcdi¡
Hcrer¡. Los volúñcnes coniicncn sólo lós fondos más iñpoúrntes ¿e to qu. ¡c clc gobicrno y gracia, las cscribanías de cámara pasaron a depende¡ di
hi conservado cn elAGI.
S'A\rtR,lndlnüt.t Lpp.67\ t20".tdp(Jilc..i.ndc j..ti¡1,.trp,,t,,,-¡i...
pcics'tu"rsaurd¡rJpó, ri( \i.,.t"'ene.irñ.,r con¡rd"D,r;.,-it.".r,;,.,
vo¡cnticri co¡ polizze, e lo f¡ prch¡ non ¡mi di r rar con ibhi, e pcr.h¡ ¡ pin L^s Le!ú N"@t' (1542)'t li incorpor¡ció¡ ¿c IG "pleito sobre tncomienda"
prcnb rello rcr;üe 9m qu¡lsivoBlii segreh¡i(i,, cf. FrRrc, ntuza";, t. t. p (1550) consrituyer cesu rú. Co¡ antc¡ioridad los lla¿b¿n itut¿ncias colon;ales, cf.
463. Sobre la cvol&ió¡ trhojor dc lx praxis ¿c ti.o¡s!k¡y o) rctrtc tos sccrcrfii,,s
ertosito¡es cf. CóM¡z GóM L:/,, l:a1nt¿, pt'.12,) s. S.§^r1,i\, lnlicfltdr, r- 1,pp.42 s.,61, I46j cl t¡mbién SctsLru(. Co"se¡o, t. 1, p.
I8. lin h p.465 se reln¡duce un.ju¡plo¿c.onruk¡. 216; solrr( k cvoluci(n¡ dcl scllo y n,l¡c rl rol dc G tin¡rá.f. GóvEz GóMEz,
s',ln'c lxs ¡\c.f.i.n.s ¡ h¡r,,'.di ,icnr).t. s,.,,^rfR, r,tn)¡ ,t.t,t.t4t.
214 ARNDT BREND]1CKE L^S 11.\S'l ANCIAS DF.L DOIIINIO COI ONIAL

rectament€ del secretario rcfrendador, col 1o cual siguió aumentando Asi, los auténticos consejeros se quedaror sin trabaio y sil influencia,
I¿ inf'luencia de Tuan de Ibarra sobre esta import¿nte área." mientras que la propia Cámara prácticanente no conseguía llevar a
También el puesto del relator estaba dcdicado a las tareas de proce cabo toda la cantidad de tareas. Los consejcros respondieton con una
samiento de inform¿ción dentro del Consejo.lr E1¡ela¡or alcomien suert€ de negativa á trabajar y lograron que 1a Cámara de lndias fuera
zo hal¡ía uno solo, después llegaron a ser tres- tenía quc rcsumir el disuelta en 16Oe y sus funciones, uar,sferidas nuevamente al pleno del
contenido de los documentos extensos." De modo que los secretarios Consejo. ?ero en i644 volvió a crearse una Cáma¡¡ de Indias " En
y los escribanos que les preparaban los trabajos tendíar a ocuparsc dc esta época comenzó a perfilarse ya una transformación del esdlo de
confcccion¿¡ docunentos; los relatores, de ia recepción ordenada dc nobj"ino .n .rvo t.,n'. I r o osse(rcrároscor'r'rrirtarel punrode
1as informaciores, su procesamier,to eficiente y su a¡chivación o¡de- i"nid, pr*,., g..tior nini'r, ri¿l de l.' ¿',r¡ro' tn lo2l o lo22 cl
"al despacho"
nada. Pero apesa. de laexistcncia de las esc¡ibanías, en líneas generales ioven ¡elipe IV liamó por primera vez a un secretario
no se puede suponcr quc lubía una separación esrrict¿men¡e funcional (lo cual signiicaba t:urto como "a decidir", "¿ deliberar") para que re
entre el asesoramiento po1ítico por un lado y 1as ta¡eas adminis¡rativ¿s solviera los asuntos con é1.Y en 1714 se habia constituido uü auténtico
por el otro. De ia redacciór, de los doc."¡e"tos imporranres, como las "despacho de hdias", quc se encargaba de los asu'rtos gul'ernamen-
provisiones o los decretos reales, se encargaLa, por ejernplo, un con tales y administrativos, mientras que el Consejo de Indias, que seguía
judiciales r0
sejero Por seman¡.5 existiendo, se quedaba casi exclusivamente con funciones
La fundación de la Cám¿ra de Indias en 1600 implicó rur cambio ?ara el período trarado aquí son más importantes los cambios de
iuncional. Fue c¡eada a instancias del duque de Lerna según el modc- las secreta¡i"s a cor¡ienzos del siglo xvn. En 1604 se impuso una dis-
lo de la Cá¡ra¡a de Casdlla, anexa al Consejo de Castilla.'16 La cámara tinción region:r1de las secretaríás conforme ¿los vi¡reinatos de Nueva
corstituía um comisión cuya tarea consistía en elaborar las propues- Lo-n¡ r le-1. cad¡ unr de la' 'ec e ¡rr¡' e't¿b¡ en. rb' z¡dr u"r 'u
tas de asignación dc puestos y de reparto de mercedes, tan impor- propio...r.t,r,o. Do' iuntr"on'oc"o¡' v" b;io Fel:p' ll 'e l-;cic
tante para la política de patronazgo.:7 La preparación de las consultas io" d" 1us á."o, más especiales, los asuntos 6nancieros v béli
"o.go
correspondientes quecló rcservatla a partir de enronces, por 1o ranto, cos: la lunta de I'Iacienda por poco tiempo (1596-1601) v la Junta de
a un grupo relativamente pequeño, constituido por el presidente dei Guera con un poco más de resistencia (a parrir de 1597) Esra última
se convirtió en puerta de enrrada de los miembros nobles
("de capa v
Conse¡o, tres consejeros y el secreta.io de1 Cotscjo dc lndias, Juan de
Ibar¡a. Además, con Ped¡o Fernández de Cast.o, conde dc Lcmos, el cspada", cono se dccía en la época) del Consejo.r'
Consejo quedó presidido en 1601por:unyerno del duquc dc Lcnna.':8 I r idzu oel cor .cio dc lndi:'.olro un mc o o gar i'mo. "n cieno
modo como un organigrama de determinadas {unciones cumplidas con

22. Sobre la cvolución de Las secre¡arí6 cf. ScHn¡¡¡, lzlierr¿r, t. l, pp.14l s.; sobre
el ¡ol de los secretarios cf. GARcÍacr¡o. Co,sejo y los secrelá.ios". 29. ScEÁrER, Cú,rer¿, i 1,PP.188 s-y226.
23. Los relatores sepuede¡ recorstruir¿parüde los redsiros y ¿ocumc¡¡os dc AGI, 30, GóMaz GóMLZ, Fún;lp. la Sobrc el Consejo de Indiú cn el siglo rln v
¡u
Indif.8/a G. p.). Cf. !¿mb;én 1¿listaen ScEi!¡R, Co,J¿ló, t. I, pp.357 360. comienzos dd siglo rx yir Mtiridad jurí¿ica.f. Ga¡cí^ PÉR¡z, Co'r¿lo! sobre
24. Sobrc el c¿rgo de relato. ct lanbiéo tar. y situació¡ eh,irl sus col¡bordores r el patronügo cl GóMEZ GóMEZ,,4.¿ol¿r, v PEMLTa RuIz,
!. 87. Sobre sus
cf.s.tjirt(, tndie"rdr, r- 7, pp. s3, 144,156; sobre la demmda porsuprcsión,lc
sálários de los rcLa¡orcs cl. AGS Gxcra Muim Leg. 171.25, doc.23,1. fol. 1,1 31. L¡s Añril L. l',1,p¡¡ lLu¿tp ,l¿ he,on rdru.itrrd- ¡ l" sec?'¿rr de \"'""
25- S.É:ÁFEÉ" l".lienrdt, r- I, p- 175. L$ ir Chil.. Nu a L Cmnáo: ) l.n. r:. , l-'e'rc'r'" oe |"ru' ( t 5'ÉimR
_gobier_
26. La c$redu rcl¿ció! otre elo¡den de l¡ Címa¡¿ de Car;lla y h Cí¡ilr¡ dc InJirs C)o*to,t. t,pp 2oo TJmb P_ d¡cu':o lJ' . bdi\ ¡ron oo' r' rote :
'. 'e
sepnedereconocerenAGI. ln.lif. 85s (s. p.: 1.¿ord¿n qrc sc Licnc..."). ¡o'\';eclcsi¿";io", "e,eray hacienda" y "justicia"' Cf alresPecto BP& II/175,
27. scF^r..R. Cr¿j¿l., r. l, p. 179 s. foh.203r204v.
28. Flirti qúc luc i.f,l)r¡J. vitroy ¿. N,itnrlcs on 160r. 12. Sohrc iuúrs cf. Scttiii\,Cancio,t t'PP 203'214
^n1tr¡s
216 RNDT IJRINDICK¡: LAS INSTANCIAS DEL DOMINIO COLONIAL 237

mayor o menor prccisión y e6ciencia es sin clúda insu6ciente. Muchas


prácricas dc la époc¡ sólo se pueden comprcnder si uno se represcrrta
Ios contcxtos espaciales, cortesanosy sociales dclConscjo. Hastaquc se
mudó aL Alcázar de Madrid, el Consejo de Indias seguía a la corte, las
sesioncs tcnían lugar en la vivienda del prcsidente,las actns eran trasla-
dad¡s cn arcones. Tr¡s un úhimo invierno en Toledo, en mayo de 1561
se ocuparon despachos lijos en la plantabaja del remodelado Alcázar dc
Madrid. Allí el Consejo disponía, como se puede reconoce¡ en 1a mitad
super¡ordel croquis dc 1598, dc tres grandes recintos, uno dc los ctralcs
h¿bía sido subdividido con tab¡ques en tres sectores dc trabaio (A, B y
C en la rcproducción).3r Los recintos se enco¡rtraban en el ala norocste
del Alcáz¡r, l¿s vcnt¿nas daban al jardín del palacio; rcnía una entrada
independicnte por la fachada nonedelpalacio, que atravesabael amplio
segundo patio del Alcázar. El plano revela l: distribución de los dcspa-
chos: Juan de Ibarra, que después de todo cra el secretario del Consejo
que le llcvaba los documentos al rcy para su 6rma, no disponía más quc
de un nicho de vent¿na de unos 4 m']. A Pedro de Ledesrra, su colcga
más jovcn, le iba peor: su escritorio esraba en un sitio donde también
sc almácenaban máderas, jergones, alfornbras, cántaros y leña. Lujos:s Figúra 12. Orqtrh.le los rectutos del(lonsejode l¡di¡s en el Pala'io Real' 1598

eran únic¡mente las dos salas de reuniones que cn la rcproducción se AGI, MP nú rcpa--Áfri.a, 5.

ven a la derecha dc los despachos. TeÍian Párcdes revesticlas de ter€io-


pelo y sedadecolor rojo yverde,las mesas estaba¡ ornadas de paños de El contraste entrc k¡s exiguos despachos y las lujosas srlas de rcu-
los mismos colorcs y utensilios de escritorio de plata. Los asientos de niones rcflcja la posición aml¡iv¡lcnte de los micmbros del Conscjo,
los conscjcros y el sillón del presidente estaban tapizados de terciope- que por un lado tenírn quc arrcglírselas con un sueldo reducido, v
lo.! En caso de que ya para esta ópoca hayr habido globos en cl Con- i". át." gor"lr"" d. u,r:r posiciórr relativamente alta cn la corteEnLa1612
si-
seio dc lo cual hay indicios tempranos, pero la primera prueba segura iuación caml¡ió : cor¡icnzos dc1 siglo xvn en varios scntidos
es de 1626-, segurane¡te habrán cstado en estas salas cle reuniones.r5 cl Consejo pasó a ocupar recittos más amplios en un ancxo al esre dcl
Probablcr¡ente también habia allí un reloj de campaoa, porque estaba palacio. Actmás de trcs grandes salas de reuniones, habí¡ habimcio-
prescrito por ejemplo para hs ¡udiencias. Si se habla ya de un archivo ncs para cada sccretaría y la contaduría.} B:rio el joven Felipe IV sc
del Consejo, en el siglo xvr ticnc que ser una rcferencia a espacios de in panió cn 1622 la orden de construir ventanas sec¡etas cn todas las
depósito rodavia muy reducidos, como ciertas cstanterías y sobre todo srlas dc cor.scjo dcl p;rlacio De esta mancra cl rey o una persona dc
arcas con cerradur¡. Más adelante volve¡emos sobre el uso de esta parre ru confi¡nz.r podri,rn cspirr l¡ sc:ión de los con'eiero' sin 'er ri*'
del Conscio de Indias. t.¡s ctrcnr¡s dc alb¡ñilcría sugietcn que esta ordcn tambión afectó al

11. S.É]ÁtÉ , Indienr.¡, t. 1, pp. 6z y l4l. EI Úoquit c$i tom¡do dc li consulh dcl I l
36. Scrr,irlR, Co,rc,fo. !. t, PP- 274 2r8. En l/17 §( P,oduio un¿ rucvá mud¡nz¡
dc átosto de 1598 (AGI, Indif. 745) y sc c¡.ucnr¡ eñ AGI, M P liu ropa Africi, 5-
l.l ScHiER, ./,¿¡a,r,t, i. I, pp. 168 s. cr, ,,lprhci. J"l.iuq," dc U(cJ¡ ¡c¡u¡ICJP ¡'Lr Cener'rldc Mürid c¿llc
"-
15. Cl p.4s6
2.1§ llluiNI)l.lClill LAS INS'IANCIAS DEL DOMINIO COLONIA]-
^RNDT

Conscjo clc lndias, aunque ro es posible denrostrar que se haya hccho al cabo, aproximadamente la mind de estas asignacioncs. Para Navi-
uso dc mles vcntanas.rT
dad había turrón extra. Para las de{unciones en la cortc los miembros
En cl siglo xvrr se hizo habitual la ñgura dcl conscjcro ¡oble. A la
del Conseio rccibían un valioso paño segoviano ("paño de limisre").'o
vez sc intcnsi6có (rras cl regreso de la cortc de Valladolid en 1606) la
También para Corpus Christi se hizo habitual a ñncs dcl siglo xvn un
intcgración socialde la co¡te a la ciudad dc M¡drid.También elConse
pago extraordinario anu¡l a los consejeros. A di{erencia dc l¡ Casa de
jo de Indias obtuvo visibilidad pública a mcdiano plazo en los círculos
la ContratacióI, el Conseio de Indias no tenía cepill¡ ProPia, Pero se
sociales y corresanos de la ciudad, lo quc tarnbión reforzó la integra
celebraba misa en la ccrc¡na iglesi¿ de San Gil y, a p¡rtir dc 1580, en
ción comunic¡tiva de los consejeros a la sociedad urbana. A partir de
San Juan. El capellán dcl Conseio tenía allí sus propios objctos litúr
la décad¡ dc 1630 se puedc documcmar la participación regular dcl
gicos. Era asistido por cl portero del Consejo, que ásumí¡ e,rtonces el
Consejo cn las fiestas de 1a ciudad, en periicular en las cor¡idas de
rol de sacristán.ar Algunas Gestas religiosas cobraron una imPortancia
toros. Con ese 6¡ siemprc se alquilaban (segúr surge dc 1os compro-
especial para el Conseio er cl curso del siglo xvn Por eso se ,rlquilaba'r
bantcs) trcs brlcones en la Plaza Mayor. Se Ios adornaba con hojas de
salas propias en igiesias y conver,tos, se las arreglaba con lod: PomPa
palmcra y hicrbas aromáticas, y con bandas dc lerciopelo y damasco
y se encargxban cirios, flo¡es y comidas en Srandcs c¿ntidades: Por
verde sobrc l¡s cualcs el Conscjo hacía bordar su cscudo. Ei primer
eiemplo el t8 de jr:lio, día de Nucstr¿ Seño¡a de Copacabanr, p:rrona
balcón est¡ba rcservado a los consejeros, cl scgundo a los secretarios y del Perq el30 dc dicicmbre, día de la Inm¡culada Conccpción,y el día
eltercero era par¡ los restan¡es colaboradores delConsejo. Unatarima
de Santa Rosa de Lima, patrona de la capital del Vircinato del Penj."
dc madcra scrvía para aloiar a los espectadores ¡dicionales.rs También
Ya el croquis de los dcspachos había Puesro de Inan¡licsto qúe Pue
estaban prcsentcs las mujeres de los miembros dcl Consejo, se ser
de rcsultar muy cngañoso imaginarse el Conseio de Indias como el
vían refrcscos y dulces en grandes canridades. En las proccsiones, por
centro administrativo de un imPerio mündial, Por lo menos si uno
ejernplo cn h dcl Corpus Christi,:l Consejo dc Indias le correspondía
se Io imagina cono una eFciente maquinaria administrativa en la que
el terccr lugnr por su antigüedad, y cl segundo por scr un despren-
se procesab¿ información y se tomaban decisiones a ritr¡o acelerado.
dir¡icnto dcl Consejo de Casdlla.r, Tales ap:riciones en el m:rco de Tampoco c1 donista y cosmógráfo mayor de Indiás, cuyo c:rgo se
ias 6cstas municipales, coftesanas o eclesiástic¡s servían para que el
creó en 1571, teníadcspacho propio dondepoder leer, Procesary cote-
Conscjo tuvicm represc¡tación dentro dc la sociedad local, e indirec- jar con material cartográlico los informesy descripcioncs que llegaban
tamente coutribuian también a mejorar los ingresos de los micmb¡os,
de los territorios americanos. La actividad del Conscjo y sus emplea-
ya que ere norm¡l quc hubiera asignacioncs cspeci¡les. P¿¡a el carna
dos consistía en gran medidaen escribir,leery copiar por un lado,y en
val .le 1671, por ejemplo, se ha conserva un¡ listr precisa dc las asig
comunicane con l¡s pancs Por otro, Por ciemPlo dialogando con agentes
naciones: cl presidcnte recibió cuatro iamoncs, doce capones y dos
que se hall¡baÍ en Madrid. Muchas cosas prácticamente no estaban re
pavos, y a un emplcado común (un "ofcirll) lc correspondió, al 6n y
guladas en tas instruccioncs y tenian lugar en las viviendas panicularcs, o
entrc ellas y el Alcáar. Ur consejero de comienzos de la Ed¡d Modema
-eso es lo que nos reclerda¡r los ffatados teóricos de la época- er¿ uÍ
a7 sc6^rER,Co,,¿¡,¡. 1,p.278.Cucnadel 19dc juliode I522:AGLIndif.428,L.
35, Íol. 228!.
mediador comunicac;orlal, que ciertamente asesoraba al rc¡ peto que
Cf.l.t corprob"-rc- Ac l.In. ,. ¡JJ. L.5.¡ñ1. tl2r I lAlt ti A(JL '-drt 4jr'. t.h. rrantenía 1os oídos y hs Puertas abiertas s los suplicantes. Sobre esta
lul.24*2¡r ró12\ t,.d'f.414. t . b. tot.24 rr-24nv. t/JJ ( n tJ p ¡,¡ oe' Bucn
Retiro)i AGI,I'rdit^Ct.
at4, L. 7, fol.206r (163s)y AGr, tndf.43s, L. 9, fol.294v
(1619). SobÉ l¡s 6cs¡as.l SctsÁFER, Coneia, t. t,pp.278,288. Sobrc Iáposición 40. ACI, IúJ;f 8llo (s. p.), A(il, hdif.855 G. P.).
de los demís ó¡g¡nos co¡sultivos cl. R ío B^RRriDo, ,.I,f¿lri l, D. ts6 y l"a; Góru,
fl 41. S(rrl\rrR, rrliܡ"r, r. l. ff. 16, y 284.
42 (:f. l¡ ü'.nhs t.¡r'' l, ll.sh Jc Nu.in Señoñ Cofiúil)¡n¡ dL l67l tn: AGl'
dc
dif.8¡o(s.I.);*'l,cl,,r,li¡§(lcs¡n¡¡sct.S(¡r,irfk (i',ri' r' l,n'286s'
Scx^uR, Co,r¿7,, ¡. l. pp.283 s.
l
24C AIINI)lllRliNl)UCluj
I-AS INSIANC]AS DEL DOMIN]O COI,ON]AL 241

cualidad informal del Conscjo dc lndiá,, socj¿l


pero dctisi,¿ p¿r¿ su aunque cl gobernador dc Cuba, Diego Velázquez, ya le habia retirado
re¿r¿ng episrénrico, volveremos en cl contexro
de las pr.á.tjc¡s laLor¿la cl mando de la tropa cxpedicionaria. Al Iundar en continenrc america
cotidianas.,r Primero debemos bosquejar la
organización de las insri- no la Vill¡ Rica de la Vcra Cruz, Corrés crcó poco después un concejo
tuciones de Hispanoamérica.
que pudicra nombrarlo sin demor¿ capitán general.tr
En el marco de este capítulo únicamente es posiblc presenrar un
2. ORc,\Nrz^ctóN p:noranade las instancias de dominio colonial más importantes, cuyo
DE LAs rNst.rructoNEs ¡N HrspANoAMÉRrcA
objetivo cs poncrde m:nifiesto las Iu¡ciones comuricari\.as y I¿ siruá-

En el morncnro dc pisar ia prin:er:t isla anrerican¿, cion episrcmic.r de Ia respecrrva in:rrrrcra rdministr..rtiva o guberna-
C¡.istól¡al Colón se mentaldc la colonia.
convirtió en una suerrede funcionario dc la Corona
de C¡srilla. En los Respccro de Ia organización institucional se puedcn disdnguir cua-
acuerdos con los Reyes Católicos,las llamadas
C"pnrlaci"r"" d" S;; úo fascs sucesivas cuya datación exacta depcnde de los momentos de
t¿Fe, se habí¡ reservado el derecho he¡edita¡io
al tírulo dc ¡l¡¡i¡"nt" contacro, conquista y toma más intensa de tierras, y por lo tanto v:ria
go bcrnado r gencral de todas las islas y rierras
6.-.. qr," ;;;";l;;;;;.í," de región en región.r6 Tras una primcra fase de choqLre inmediato si
lc.."nccgl:"noc,e.h", Jc i,npon,, .riburo.¡ t.rpo"iL,itid,d
1dc,nr,
de prop?rrcl tandid.rro, para tos c¡rgo, toc¿.e, p,* guió ura fase, rambién breve, caracterizada por formas dc gobierno
q*'t" C.-." improvisadas por los propios conguistadores. Ambas fases adoptaron
er,g,er¡ dcspuÁ uro de e o.. yr t.rs pr irnerus expedici.,rcs
dc de,cu- formas muy diversas, dependicndo de la forma social ya e*istente en-
t,nmrenroy (onquj,r¿ tuc,on r(omp:l,i.rd¡r de a.i",
f".,rr¡",,.ornn l, tre los indígenas dellugar y deltipo deconquisra o asunción del podcr
cc¡r¡nü(ro'l dc accrones por p.rne dc cscrib.rnos. Tenicndo
cn cuenra porparte dc los españoles. Unr consolidación más fucrte en loinsdru-
r¡ exrrc'n¡ srru.rcrón de trorrrcra. t.rlcr form.rli.mos
iuridicor resuh¡n cional dcl dominio español sc produjo, en rercer luga¡ en el marco de
los ¡. (o, dc,dcscuL,rirnienro o corrqui"r,r l¿ transición hacia Ia colonización, que fue acompañada politicamen-
(¡.lo casrrg¿do) co,, po.rerioridrd. ¡-,udier.rn rro sc, pr",nl.,jo. te por cl hecho de que 1a Corona ahora inrenta¡a ¡cor¿r fueitemente
Tenirn quc Jo, unrcrr¡r l¿ co,,lor
midad^con Ios pr.cceptos del Derccho casreliano y.o,, o elilrinar por completo ci poder.fáctico local de 1os cotquisradores
t", erigiendo insrancias adoinisrr¡tiv¡s. Con ese 6n hubo que crear irx
de la Cororu. Sc podr u dccir quc prcciramenre
por4re ralcs"*p..o,Jr.
accroncs
renrJn tugrr cn un¿ zonr ¡ronlcr¡7¡ tjcrjcrnrenic tancias que estuvieran en condiciones de eludir los lazos sociales y
exerrt¡ dc norm¿s políticos quc sc hrbian desarrollado cnrre los jefes y los p.rni.ipanre,
es por lo que sc gencraban señalcs dc un
comportamicnto conforme cle las conqr:istas cn el marco de las cxpediciones.'fálcs a.lh€si;nes y
porc¡ue rsegLrfurse
rxito..r targo pt.lzo.alo pn.".i, p,o.
1:-:1",,'
mcredo'co1 conformid¡d dc l.r Coron,. tor rso ," .1"t
l.r
sus tendcncias al neofeudalismo dcbían ser sustimidas oor un sisrem¡
qLre concenrrara las lealtades cn la corte. Ya verenro, q.,e erto ,.rí, gu-
que [ucrrn ¡.:r.c.is.rrncnrc aquc o, conqui.radorc* quc " "r,rro_
r,rurban 11r.de ra¡riz:rdo cscr. i¿imenre dci¿ndo l¿ ¿eci,:ón dcr,iritivr soLre pr, mio.
un¿ .ru¿c,d¡r de dc,o[,eJienci¡ rlansirorir qui, rres
cxhibi¡¡ ral celo y castigos cn ¡rranos de la corte. Esra tercera fasc se caracteriza por la
formalisra. Es conocido el intento <lc Hernán Corrés
de rccncxuzarsu dcnsi6cación de la red dc insrancias buroc¡áticas y disposiciones de
propio componinrienro en la legalid.rd y de poner
¡lc relicv.. su le¡I¡¡l c¡rácter lcgisl¡tivo. Una vez quc culminó ese proceso y pasó laprime
y sus me,rtos Ircnre a l¡ Co¡on.r. Cortis
h¡bi¡ ini, irdo *u cxpcdicion rr gcncracir de conquisrrdorcs y colonos, se perfiló, por último, ula

43. Cl cap.IX.2.2.
44. 17 de ¡br;l ¿c 1492, LCA, Canciloía l(cal L. 1s69, toh
c¡piNl¡c,oncs dc 5¡n,á r e :e pueJ. Lon(ut¡¡.¡cru¡tnEn¡r
\ r¡ \,hllrü ¡"n L).ll 52 s.
pp. t7-42. \!1f ,. srL.,,1¡t( !"lr t.r*, f. ún¡visióú pano.ámic. cn Prr¡\ctsM^NN, "Ors¡ni
trl ARNDT RRENDIfJ}iI I,AS INS'IANCIAS DEL DOMINIO COLONIAL .1.11

culrra crapa dominada cxclusivlmentc por elintento de equilibrár más su cegucra gcográfica de los conquistadorcs, sino, en buena mcdida,
o mcnos alargo plazo los intereses económicos y políticos de la madre también a la propia complejirlad del imperio azteca. Esre imperio no se
patrir y los tedtorios :mericanos. Las instancias políticas y admi¡ris- caracterizaba por fronreras rígidas, sino por varias esleras supcrpucs
rr¡tiv¡s dc Hispano¡'rródca fueron somctidas en esta f¿sc ¡ u¡a serie tas dc influe»cia y capacidad de imposiciórr, por tradiciones y lazos
de ¡nodilic¡cioner. refolm.rs ¡ ;drpracioncs. familiarcs sacudidos y cucstionados con el proceso dc la coDquistx.
P¡ra describir la olganización insritucional del dominio colonial De manera que en líncas generales el conccpto r¡oderno de Estado es
en Hispanoamérica hay que tener presentc que j:más hubo una "hora poco apropiado para captar adecuadamer¡tc la estructüra política del
ccro" de1 cambio de poder Donde persisticron las sociedadcs indí imperio azteca, pese a Lo cual, los investigadores han distirguido tres
gcnas, tambiér se conservaron representirciones básicás y estructuras zonas dc cjcrcicio del donrinio.ls Laprinera zona,la zon¿ ccutralcon-
parciales de su uadición; y si no, codctcrrrinaro¡ el modelo de solu trolad¡ dircctamente por los azrecas, comprcndía la ya mencionad:
cioncs intermedias dc domirio negociado en cada caso entrc españoles alianza de los res "Esrados parciales" del irnpcrio con su centro cn el
e indios. Esto no afectó únicamente la adopción de conceptos y sím alto valle de México. En torno a esos tres Estados parciales ccntrales
bolos o los niveles localcs de ejercicio dcl poder por partc dc caciques se agrupabao, en segundo lugar, Estados administrados en form¡ in
o cLrracas, sino toda la olganización del sistema de domhio. depenclicnte pero bajo la supremacía aziec¡, En tercer lugar había una
Para ilust¡ar1o con cl cjemplo de Nucva Esp:ñ:: en la zona de lo zorra dc pueblos aliados cuyas fronteias a su vez no se pueden de6rir
que posteriormcnte fuc Nucva España,la unidad política mís pequeña con prccisió1. Aunquc cl dorninio inmcdiato, por ejemplo el control
dcl período prccolonirl era un clan o un glupo de familias. t-os inves- de l¡ recaudación ribumria, se ejercía a travós de instaocias loc¡les, la
tigadores la denominan casi sicmpre corr cl término náhuatl calpol/i unidad dc los tres nivelcs del dominio aztcca se m¡ntenía con atisl¡os
(o rambién calpulli). Un nírmero determinado tle calpolli coastituía de medidas ce¡¡¡¿les, por ejemplo, con un sistema de fortalczas de
una unidad étnica mayot que junto con cl rerritorio correspondiente importancia cstratégica erigidas paralos comcrcianres y ei ejército. AI
se dcnonrina a/tepetl.4' Esta unidad elcgía un jefe, el tktoani (pl.oral: gunas fronteras estaban trazadas con mayor prccisión, ouas más bien
tlatoque).Yann grüpo tclarivamente pequerlo de f,milias podía haber se diluían, sobre todo donde disminuía el cjcrcicio de interescs dc los
constituido así un "Estado" más o me¡os independiente. Unos pocos pueblos aliados, por ejernplo, en zonas perifóricas poco pobladrs. En
de estos Esmdos como la Triple Alianza de los mexicas, los tepane- su march¡ h¿ci" lcnochti¡ljn, Hemjn Cortós y sLrs rropas cn cieno
cas y el reino de Acolhurcan adqunieron un poder extraordinario y modo atraves¿ron los grados de esos estratos del dominio azteca y
dominaron una gran c:rntidad de Estados diferentes. E¡ cl marco de fueron rr¡l¡¿ndo conocirniento conpueblos <1ue diferían en st¡ rclación
esta alianza, el jefe rnáxirno milimr y religioso de los mexicas era el tribuaria y de depeudcücia, y tamb;ér¡ cn su inclin¿ció¡ a la lcalt¿d o
huel thtoani. El domi¡rio de la Triple Alianza de ningún modo era a la dcfccción con respeao a Tenochtitláu.

total, comprendía Estados cuasiautónomos, con ats propios tlatoque, Con la conquista de Tcnochtidán Corrós no se lirnitó a ascntarse
y otros que estaban subordinados a una suerte dc gobernador militar cn l¡ cinr:r del imperio azteca. Si bien pudo recurrir ¿ sistemas tri-
(c aa u ht lato q ue, t I acatc came h). butarios cxistcntes y a ali¡nzas ¡enovadas, sc inició al mismo ticmpo
Conla conquistadc fcnochtitlán, rcsidcncia de Moctczuma y capi la orgrrnización de nuevas instancias que sc oricntaban por l¡s care
t¿ldc los ¡ztecas, se consiguió ocuparelccntro de dominio dc unespa- Borías curopeas o cspañolas de1 Dcrecho y del gobierno eclesiástico
cio cuya cxtensión, forma y org:nización política los co¡quistadores y scculrr. Este proccso parecía simpliEcar las relaciones de dominio,
no llegaban a caprar cn su conjunto. Esto no se debía sinrplenrente r pcro cr:r cngañoso. La aplicación dc las categorías jurídicas y políticas

,,,'.,,1,,,,,1 ,, , \, \,,¡n,, lt, r's I /\ r ,. ,,1',,,( .1,


I

214 ARNDT BRENDICKE L,\S ]NS'IANCIAS DI]I DOI\I]NK) COLON]AL 2.15

europeas no sólo generó nuevas relaciones, sino en primer lugar una una unidad territorial que estaba muy lejos de existir cn lo político y
serie de postulados sobre la consritución pretendida del terrirorio. Así ctyas múltiples diferencias geo9rá6cas, étnicas, culturales, lirgüísticas
se duplicó en cie¡ro modo la realidad de dominio, porque por una y religiosas aún no se habían compreldido paLa nada. Cono primerá
parte los órganos jurídicos y administrativos de Cas¡illa se abocaron autoridad central de Nueva España se creó en 1528 la Audiencia de 1a
a su trabajo con um prctcnsiór, de validez ¿1¡ástica e integral, pero Ciudad de México, es decir, un tribunal superior de apelaciones que
por ot.a e¡r cada región y círculo cultural había una rcalidad social, también podía ejercer {unciones po1íticas.s' A pa¡tir de 1535 hubo 6-
política y culnlralmuy espccí6ca, <¡uc tcnía mayor o nenorpermeabi nalmerte un primcr virey de Nueva Espana, Antonio de Mendoza.sl
lidad r lavigencia realde esas instancias, y en toclo caso 1a modificaba. Dos opiniones de Mendoza muestran que en un sentido ep¡témico
Por esa razón, la praxis del dominio colo¡ial se ocupal,a de p.ocesos no e¡a "dueño de la situació¡": en 1541 1c in{orrna de sus progresos al
de mediación en los que se negociaban en elámbito loc¿l soluciones cronista de S¿nto Domingo, Gonzalo Fernández dc Oviedo, todavía
intermedi¡s especíÉcas entre las dos esferas de constitución política. con optimismo:
También la adaptación del Derecho europeo desembocó en la pecu-
liar llexibilidad y casuística del Derecho indiano; Ia misión enue los La relació¡ de las cos¿s dcsB ticrr¿ yo he procu.ado de sabello muy par-
pucblos nrdígcras, odación de los sílbolos y ticularmente, e hallo diversas opinioncs; porguc cor¡o habí:L muchos se
contenidos de 1a fe cristiana a la cosmología indígena y sus tradiciones ñores en caila provincia, cucDt¿n las cos¿s de su manerr. Yo las ¡¡do re-
icóricas e intcrpretativas.r' En dcñlitiva, csta duplicación conforma cogiendo e veri6cmdo, y hccho, os lo coriaré t...1. Y lo de aquí no es tan
da por las pretensiones d" validez del dominio colonial y la realidad p..oq,. ropooai l,.p. l;L,o¿cllu.ci,u'c. pJqieio:po,q-e,,1o,e
colonial generó un problema de saber szl gerens, porque se hizo in- MonLezuma e Méjico es lo que cnne oosotros ha sonado, no era ,¡enor
señor el C¿zonzí de Mcchuacír y otros quc no leco¡os.ím al uno ri al
comparablenente más difícil hacerse desde lejos rina idea dc cada u¡a
de las ¡ealidades de dominio iocaies.
El recul¡¡imiento de I¿s re¡lid¿des de dominio de cuño indígena
Diez años dcspués se reconoce la resignación:
con insrancias y concepros del domnrio colonial se puede ver bien en
la aplicación del concepto de dominio territo¡i¿l. El término Nuev¿
y son tantas Ias opinio¡es y pareceres y tandiversos, que no sc pucdc creer
España comenzó a usárse ya en 1520, es dec! aun antes de la caída
[...]. En diez y seis años anda que vine a esra derra, y todos los hc gastado
dc6nniva dc Ii¡ochdtlán. En 1s24 designaba aproximadamenre la cn mirar y procurar de emenderla, e podríajurar que me h¿llo más ¡ucvo
zona quc va desde lo quc es hoy E1 Salvador y Honduras, en el sur; y r:rás co¡Iuso en el sobiemo della que a los principios.5r
hasta la fro¡tera chichimeca cn c1 ¡o¡tc. El cl norcste llegaba hasta la
Fluasteca y en el oeste, hasta Colima." Así se creó conccptuálñcitc

51. Lá iurisdicción de la audic¡cia rodavía excedia al principio el ler;torio del vir-


re;naro de Nucvá España: con¡rendía tamblér Graternala r Nueva G¿Licia. hsta
49. Al rcsfcdo sobrc todo: Taú ANzo,{EcuI, C¿J,;u o. que e¡ t54o sc crc¡.otr alli su respectlvas audiencias (GR¡EA¡D. Gaile, p. ll).
50. Por cxcl$ión dc pancs dcl tcíirorio, la región dc Nxeva Esp¿ña en princjpio Sobre la asución tem¡oraria detu¡ciones de sobier¡o cf. ARRrcur zaMoRANo,
se redujo en los años siguien¡es: en¡re 152l y 1514 que¿ó excluido Pí¡uco, en la Ar¡liencid, pp. 42 44.
zon¿ norle del Golfo, tr¿s la design¿ción Je un goberñ¡dor locá1; ¿n 1526 Hon 52. Sóbre l. p*sona cf. VÁz atr.z CHLM,Ñó, Anta"io de Me oz¿.
d!¡as en el este y e¡ 1528 Yucatán. Guatem¡la y Chia¡as fueron exclLrid:s cn 53. Cf. IDRNÁNDEZ D¡i Ov, roo, Histori¿ geftr¿|, r- 4, p - 252- Cdzanci er^ el Dombft
1510, y al año sig!;enre Nueva Galicia, que acrbaba de ser rcconquistadr. En cl que ledaban los Larascos algober¡antc, cnel ocstc deMéxico entral (Micho¿cán).
caso d¿ Nu¿va Caliciá, €¡te ls45 )' 1549 ), c¡trc I572 y ls74 volvió x pcrorcccr Al respecto y sobrc cl parcntesco dcl concepto con el de ca kzantzih er rál\rarl cf.
rx¡sitori¡mdrc x Nncv¡ Esp.ira. E¡ clcscfucron spu¡dos Trb¡s& dr l5l5 y Sroñ¡i, P/der, p.2e.
elSoconuroe¡ 1556.Cf.G¡¡I^RD,G,,7..pp. l0s.,2ll.SoL,,ch(lor),hlnicni 5,1. Dcli¡lorñc dc Ainrn;o dc Mcndoza p¡ra su sucesor Luis dc Vclásco clVicjo,cii.
"Nucv¡ Esp¿ñx" cf. HrN7, ¡/n\nis¡dlhs.r. \,)1t1.229 \. rcsú¡r l-l^Nxü, V¡üa]¿r, l,firir., t. I, pp. 18-57, ¡qni p. s4, cdiiado ianrbién cnl
246 ARNDT BREND]]CKt LAS lNS'IANCIAS DEI- DOMINIO COLONIAL 247

Al nombrarun virrc¡ primero en 1¿ Ciudad de México para Nueva 1563.56Aparrir de 1542las audiencias tuvicron derecho ausa¡un sello
España, y despuós en Li¡ra, en 1543, para e1 Yirreinato dei Penj, se territorios amcricanos.sT
rea1, crcado especialment€ para 1os
creó en los ter¡itorios ar¡eric¿nos un cargo quc los reyes de Casri El volumen de expedientes de las ¿udiencias no se [mnaba : las
IIa y Aragón ya habial instau¡¿do en sus rcinos europeos (Valencia, causas pcndienres alli. Las ¿udiencias también dcbian 11evar, por ejem
Cauluña, Aragón, Mallorca, Cerdeña, Sicilia y Nápoles). Los virc- plo,la contabilidad del repa¡timiento, decir de la adjtdicación de
es
yes co¡st;tuían un¿ suerre de áltcr ego del rnonarca: representabar a1 indios a los españoles. En 1a primera fase de la conquista, era con fre-
mona¡ca ausen¡e. Además de esra función represenhtiva, reníar uná cuencia el respcctivo jefe mihar quien ¡ealizal¡a esta adjudicación.
serie de competencias en la administració¡ civil, judicial y militar, así Hernán Cortés, por cjcnplo, vio allí una muy buena posibilidad de
corro en el patronaro eclcsiástico. Iran, por ejemplo, gobcrnadores de recompensar a sus secuaces y dc asegurar a la vez el dominio sobre el
la provincia donde sc clcortraba la capital y presidcntes de la audien tenitorio y Ia gente instaLodo pequcños je{es 1oeles.53
cia local. No ol¡srantc, no tenían un poder hegemónico sobre todas las Corrés ya conocía del Caribc tales procedimientos (es deci¡, el ¡e-
instancias del vi¡rcinato. Los presidentes de otras ardiencias, los go pártimienro y Ia encomienda). Ambos constitüyen vestigios del feu
bernadores y 1os capit:rnes generales manrcnían por ejemplo su propia dalismo medieval y merecen una explicación rrás dctedda. E1 repar
correspondencia con el tey. Por eso depcrdía mucho de cada si¡uación timicnto es un típico mecanismo de reparto dcl botín de 1as guerras
polírica y dc la imagen persona.ly 1a capaci<lad de imponerse del {un de conquista. En las guerras e incursiones planteadas a corto plázo
cionario cD cuestión cuíro arraigaba e1 derecho más bien teó¡ico dcl también había un boúq ese botín consistía natu¡alme¡rte en l¡icnes
virrcy a decidir como lo haría el rcy.r5 muebles y en ocasioncs en esclavos o rehenes que Ios vencedores se
Entre las demás insrancias de rango superior hay que nombrar cn ¡epartínn entre sí-rcspetando 1as reglas vigentes- y se llevaban consi-
prnrer lugar Ias audiercias, que trabajaban principalmentc como tri- go inmediatamente después dc la victoria.5'Pero si se tratab¿ de una
bunales de apelación. Las audie¡cias ¡ení¿¡ además funciones de con- política de conquista planteada a más largo plazo, es decir, de toma de
trolde instancias inicriores de l¿ ¿dminisrración civii. Por ejemplo, a tierras y asegummiento de los territorios ya ganados, t¿mbién h:bi:
través de los corregiclores y de los visitadores y pesquisidores designa que de6nir de otramanera el "bottu". Porque entonces elpremio con
dos adicionalmcntc podían controlar la gesrión dc funcionarios de su sistía en ¡zmuebles, es decir, en la adjudicaciór dc parcelas de derra, de
jurisdicción. Los jueces de l¡s audiencias dc México y Lima actuaban casas o de derechos de dominio sobre poblaciones vencidas. Sólo asi
rambiér como consejeros políricos. Para eso se ¡eunían en el llamado se podía organizar 1a desmovilización del ejército propio y a la vcz su
real acucrdo bajo la presidencia del rcspcctivo virrey. El real acuerdo r'nmfo,:mación cr un régimen de ocupación que pmcticara €lasegxrá
tenía que asesorar al vir¡ey en cucst;ones graves de gobierno o asum; nrielto pelmanentc de 1o conquismdo porun interés propio y durade-
sts fu¡rciones en caso de auscrcia prolongada o de iltenegro. Des- 1o.60 Así se perpetuaba el botir y se consrituía la rel¿ción de domnio
pués de Santo Domñgo (1s11), 1a prirnera audiencia quc se fuldó en colonial, una ¡el¿ción de desigualdad social, juridica y económica.
cl co¡tinente fue la de la Cnrdad cle México en 1s28. Lc sip;eron las
fundnciones de las audiencias de Panamá en 1538, Lima y Guatemala
en 1541, Bogotá y Guadalajara en 1548, y dc Clurcas (aoualmence 56. ft01scBMANN, S¡¿¿¡, pp. 118 s.i H¡R¡EM HurR ra /'h.ÉñrÉ 'IELLó, bcbiúa
Sucre, en Bolivia) er 1s59. Quito ruvo su propia audiencia recién en
57. GóMÉz GóMLZ, Sella, pp.224 s-
58, Sobre Corrés cf. StMpsoN, Enúniendd, p- 63! sob.e Colón, LocM¡¡r/
Sctlv^^r|-, l: Ly l"d¡in Anetiü,p-69-
59. Uñ clírico sobrc el ren¡:r.EDLt 1i, Pr¿ed.á ñitndlí;
sobre el repáto ionediato del
bo ríñ b¡io Cortósl H rNz, .I_/, sp¿ ilien s, t
I, pp. 394 s. SoL¡re el feudalismo cn la
coDoIN 16,PP.484-515. conquisLr rir¡uc sicndo fun¡ahlcnril Vrc(M^NN, /¿sr¿,dir nediflál, pp- 83 112.
55. IiD¡r.M^yDR, "Mo¡xrcfiic", p. 154; P¡nr$rM^NN, Sr¡¿r, pp. ll8,l20. 60, M^rfN C ! zM,( N, .\o.reld./, t,f.506 s.
l

ARNDI' !RENDEC]tI] LAS INS'IANC]A5 DtrL DOM]N]O COLON]AI )+9

Es muy probablc <¡ue la tan mencionada conexión e¡tre la llar¡ada local de la primera hora, son los que posibilitan el pasaje de la expedi-
Reconquista ibérica y la conquisra tr:rnsatlántica resicta básicamentc ción milit¿r¿l establecimiento y aseglramiento de un dorninio perdu-
cn el hal¡erse oricntado duranre siglos por un mecanismo de reparro rable. De modo que su imagen es la de un vencedor y por eso misuro
del botí¡ sobrc 1a trase de Ia toma de tierras (con todas sus consecuen- portador iegítimo del domido, que precisamente en las condiciones
cias políticas, socirles y de cültura juddica): á parrir del siglo nn la de frontera que caracte¡izan los comielzos del peLíodo colonial, es
Reconquista consistió, aunque no en forma cxclusiva y tampoco per- decn en ausencia de una ¡ed establecida de instancias, se veia a sí mis
manente, cr asegurar los rcr¡ito¡ios concluistados. A pardr del siglo mo como instancia. Hubo períodos en Ios que esto se ajustó muy
XIII esrán documentados actos de reparto, qüe const¿n en áuténricos bien a los inte¡eses de la Corona, dado que era 1o que podia difundir
libros de repartimiento. Esos libros registran los bienes y dcrechos a su pretensión de dominio en el espacio. Pero a largo plazo, la Corona
repartir asícomo el no¡nbre delos conquistadores según su respectivo tenía que estar inreresada en limiur, e incluso en combatir, relaciones
de dominio {eud:lizadas. Esto fue posible por 1a creación dc instan-
Desde el punro de vista político era decisiva 1a rclac;ón jurídica cias administm¡ivas y judiciales cuya única {uentc de legitimidad era
-una relación fcudal en sus rasgos centrales que se constiruía una la voluntad real, cs decir, ya no el acto mismo de la conquista. Con la
vez pasado cl reparto del borín propiamente dicho: h encomiendá.d misma lógica se trató tempranamcnte dc hacer que el repartimiento
En ceoría, constituye una relaciór de amparo. Como en el feudalismo fuera realizado por un repanidor mandado por la Corona (el primer
nedie,¿1. lo. ¡dio. ad udic,d"s deti.,¿n .o r.ritrrir ur r propi,, intento fue en 1514 en La Española).6i Durante todo el siglo xvr Ia
'o
d¿d de la q e se dispusiera arbit¡¿riamenre. Los indios esmban más política de encomienda se caracteriza por las soluciones políticas in
l¡ien en u¡a relación dc protección, que nrplicaba deberes y dere- te¡medias derivadas de esa tensión.
chos rccíprocos con su cucomendero; 1e cstaban "encomendados". Con estas ¡eflexiones de c¿rácter estructural hemos dicho poco so-
Lo quc en el feudalisrno medieval tenía lugar por un ac¡o for¡ral de bLe los escenarios conc¡eros de ejercicio local de1 dominio, y sobre
enco¡¡riend¿ entre cl vasailo y el señor (la llamada commendatio), allí los problemas epistémicos derivados de 1a encomienda o del intuto
esercialmente ocurría sólo por repartimierto, es decir, desdc la lógica de eludi¡ las estructu¡as feudales mediante estmcturas dc dominio a
dc la victoria y e1 sometimiento. Esto es digno de destacar por dos la distanci¿. La praxis de la encomicnda tcúa sumamerte poco que
razones. Por una parte aclara por qué se escinde c1 discu¡so sobre el ver con la idea dcl amparo, qüe preveía que se otorgara protección ¡
t¡atamiento de los indios. Tanto su protección inco¡dicion¿l como su además, se instn¡yerx en lafe cristiana. Las pautas de protección de los
explotación podían cali6carse dc igualmenre "justas", porque la obli- indios, por ejemplo las que impartió el propio Co¡tés en 1524, era¡
gaciór de plotegerlos se IunLlaba en el principio de la encomienda, ignomdas.u{Fue irlposible imponer en Hispanoamérica la prohibición
pero el proceso en sí de 1a c¡comienda se basaba en la idea de que los de Lr enco'niend¿ 9re la r oron.r deciaró erpresrmenre v¿rir. vece..
indios crar la ve¡daderá rccompensapor 1os servicios prestados por el Cortés, por ejemplo, no implementó la prohibición de la encomienda
encomcndero en la conqrista, es decir; que en el fondo eran sr boti¡. de 1s23 invocando el principio delobedézcase Pera no se cun?1a.6
?ero por otraparce y esto ¡econduce a la cuestión de 1a organización En la praxis colonial de Nueva España la encomienda estuvo mar-
dc 1as ins¡ituciones- los encomenderos son hs insrancias de dorninio cada por la pretensión de los encomenderos de que e1 gnrpo indígela
adjudicado prestara scrvicios de trabajo o pagara dbutos.66 Al prin-

6t. B^Rrr\r, Geb"1r LLrap¿r, p. 175j Poyr¡s, Jodlqrr,, !. I0,1. Se dcbían consido¡r
hmbiénlos servicios presados, cl S¡cuM cMrño, ¿rrlo, p. lo; oúos cjdnpl$: 63. l<r^Mt.\, Etconiodd PaliLi.t, p. 5.
CoNstúLr, M ed¡eML I be¡iá, pp. 228-231 . 64, AtNt. t t itt)ónititrrg, t.11,, p. 4oO.
62. Sobre l¿ hjstorir preür de l¡ cncomiord¡ cn llsp¡ñi c]. MrR^ND^ ()Nr^Njn)^, 6t, SrMfn)N, D@,,iu?¿/¿. pp. 60 s.
Klic tel¡tn s,pp.32 49. 6(. l l|NN, I l i lt"út it¡tút¡tg, t. l1, t. 3.)5.
ARNt)'I' IIRENDECIiE LAS INSTANCIAS DEI- DOMINIO COI-ONIAL :51

cipio los servicios dc rrabajo fue'on centrales, y a medida qre se los En el plano local se instalaron cabildos.'3 Siguiendo el modelo cas-
{ue haciendo re¡rocedcr, cl pago de tributos pasó a tener cada vcz más tcllano, la administ¡ación comunal debía estar vigilada y acompañada
imponancia. En estc aspccto hay que establecer fuertes distinciones por un tuncionario de la Corona, cl corregidor?' Según la política de
regionales: mientras quc los tributos se impusieron con rel¿tiva ccleri ia década de 1530, Ios corregidores dcbían constituir un contraPeso de
dad en las rcgiones centralcs dc Nueva España, porque allí era posiblc los encomende¡os en el plano local, e incluso sustituirlos Parcialmen
tomnr como base las trrrdicioncs prehispánicas de tribur:ción, en las te, porque en ranto funcionarios de l¿ Corona se les ponía a su cargo
zonas periféricas menos h:rbitadas {ueron r¡ás usuales los servicios dc indios libres que les pagaban triburos, pero no prestaban servicios de
rrabajo, y tambión form¡s cle csclavización de facto, crtrañas ¿l De- uabajo.?':Pero no era infrecuente que los corregidotes enrendieran su
recho.6' Los gnrpos indígcrras librcs de encomienda no tribural¡an a propio cargo como ula oportulidad de enriqueccrse y de ccl,:r mano
ngún encomendcro, sino directarnentc al rey. ie los indios. Po¡ esa 'azón hubo períodos en los que la {unción de
La recaudacií» dc ¡il¡utos requcríi mucho más quc los servicios control recayó rnás biel en los jucccs de apclaciórr de ámbito dist¡ital,
dc trabajo conoccl la situación dernográfica y económica dc los nrdi- los alcaldes mayores.'/r Laforma de población de los indios sufrió pro-
genas, y en parre urlbión la ¡r¿dición tribunria prehispánica. Había {undas transformaciones por las rncdidas dc política colonial No se
quc registrar el lúnrcro dc indios y estipular su'tasa" y revisarla dc tardó mucho en erigir pueblos de indios en lugar de los poblados dis
vezen cuando ("retasa"). Con cse 6n las aud;cncias llevaban los llama- persos. En la década de 1540, con la llamada política dc reducción, co-
dos libros dc t¡s¡cioncs.'t menzó el intentodealcanz¿rlaradicional intcgración en asociaciones
Mientras quc la organización del territorio en unidades jurisdiccio- tribales mediante el traslado a comu¡ridades indígenas.7{ A menudo
nales estaba pautrda escncialmcnte por los distritos comprendidos en las comunidades seguían presididas por caciques tradicion¡les. En lo
las audiencias, para la administr¡ción militar surgieron las capitanías territorialsedistinguíanfundamen¡almcntclos rcinosy lasprovincias,
generales y para la administración civillos gobiernos, encabezados por y luego, en el ámbito local,las ciudodes o los principales puntos donde
capitanes generales y gobernadores respcctivamente. No sc del¡ería Labía encomiendas, que cn la Nuev¡ España del siglo x-vr sumaban
sob¡estimar la exactitud cn la división de tales modelos, porque habia unas seiscie¡tas.7s Las provinci:s refleiaban básicrmcnte espacios de
{unciones del¡ administración civil y judicial, por ejemplo, que a veces dominio prehispánico y sirvieron de basc para la división en dióce-
confluían. Además, sobrc todo los funcionarios que podían acumular sis. Los investigadores actuales también suclcn servirse de ellas para
varios de cstos cargos tcní¡n bassnte influe"cia. Ho¡sr Pietschma¡n subdividir la Nueva España colonial. Los obispados qu€ se crcáron
ha señalado que si bien las múltiples superposiciones de competencias {ueron el de México (1530, arzobispado en 1547), Oaxaca (1515), Mi-
I y ias facultadcs de cortrol mutuo complicaban el sisrema y sus vías clc
decisión polítiu, tatrbién contribuyeron a que en los terrirorios anc-
ricanos se i¡staurara un cquilibrio de poder que restringía en parte el
peligro del abuso dc poder.''' 74. Sobre los c.bildos .i lá intro Átcció¡ e¡: C¿r¡a¡ de cabildos bnpanumtnanos'
7t, El rcláclcores¡dor en ls ciud¡de§ dclAlto Perú cstá esbozado edwocF, R¿-
gietung, pp. 34-44.
72. Ru¡z MEDMNo, Rerr¿ro8 N@ sldin,PP- 42"51
LocKúnr/ScHy ilz, Eatly Latin Anetu4 pp.92 s., KM ÉR, L"co ien¿¡ 73. No obst¡rte, cs ei ;mposibl. h&cr aquí una d;'tin.ión precisa dc los ni"eles
administodvos, ya quc al edlcirsc l¡ Pobl¡.ión y los insmos por ributos los
68. Sobre lú 6.c¡oncs par¡ 6jar rributos y los librcs de asacioñes cf. vo¡-!-MER, coregimientos fu€rcn incorPoÉdos en Panc a la' álcaldis mávor6 Cl P!
'R.donall'ezdchnungcn', pp. {0 l0l, e¡ 6pec;¡l pp- 4l 49j sobre h Poln¡.i trlscHM^NN,Std¡, pp. l2l s
¡rib!¡¡r¡a dc la scsu¡di .udicnci¡ y cl con@imiento que se necesnib¡ cf. l(u,, sorrro, "n;prnoi-.nkankche shdf, P.572i sobrc l¡ Política de sesretación
MEDuNo, Jr N¿a,.t|r¡¿, pp.5I-s6.
cf. MoMLEs FolcutrR^, Constr|cció¡ de k,¡oPí¿
N, Sr,,,, pD. I I 7 \.; Ru,z M É DR^No, rR6r4irs N.r, .1,/¿,),, p. l.
Pr ús.HM^ N^¿srdl,n 77. Vo¡-¡.MrR, "Rcgionrlbczciclnurgcn", P. 4l.
251 ARNDT BRENDI]C(I:

choacán (lsl6), Pucbla Tlaxcala (1526)y Yucrtál (1561).'/6 Desraque


mos que únic.rmcntc hcmos nomb¡ado las insr¡ncias rrrás pert;ncntcs
VI.
y no hemos podido dcdicar.nos a los desplazamicnos dcl sistema y a DOMINIO
EL s,A.snn Bn UL .i/:77lNG DEL
los fenórnenos y furcioncs cspeciales. Pala las lcflexiones en 1as quc sc
COLONIAL
centr¡ este estudio sorl más importantes dos condiciones del trabajo
de estas instucias, que co¡rsideraremos ahor¡ cn fonna sucesi"a: por
una parte, h condición de la comunicación política; por orra, la de Ia
adquisición y cl uso del saber.

Quiero utilizar este capñulo para poner de relieve algunas funcioles


del saber en el seitrag del dominio coloni¿I. Sc rrata de responder ¡ las
pregunras rnás sencillas, como por ejemplo por qué razón se quería
saber algo en la corte, o a la inversa, por qué también a los españoles
que estaban en Amórica les parecía opomrno hacerle seber algo a la
remota co¡te castellana. Estos procesos de int€rcambio de saber no
tenían lügar en un €spacio lib¡e de dominio como para que hoy se 1os
pudiera estilizar como uná suerte de proceso de aprcndizaie de 1os
europeos sobre un mundo desconocido. Todo lo cont¡:rio. EranParte
constitutiva de la negociación del poder politico, dc modo que pre-
guntarse por el rol del saber siempre implicará también preguntarse
por la constitución del dominio colonial. El poder y cl sabcr estaban
relacionados de hecho, pero el fluido de sus relaciones sólo se puede
¡bordar analíticamente poniendo de relieve formaciones especílicas.
Es lo que inrentaremos hacer en los cinco apanados que siguen con
los ámbitos que mc parecen de panicular importancia parx entender
el conjunto.

l, Er, TltlÁNGULo vrcrLANÍE

Como ya hcnos visLo, h organización de las instancias administ¡a-


riv^s cspañol¡s en llisprnorrnérica obedeció ¡ un cálculo político:
76. Cdttd' ¿c cab¡ldú hirpaioañe¡¡dkor, pp. xytt s. l¡s instancias ¡¡.lnrinisrr¡¡iv¡s loc¡lcs dcbían contribuir a dcbilisr las
_15+ ARÑ"I I]RFNI)F'I<I: EL SABEII EN EL STTTING DTL DOKÍINIo COLONIAT

uniones basad¿s cn leahades locales de la socicdrd de conquistadores y política; y ensegundo lugar de su comunicación a la Corona. Sólo con
rnaltener presentc a la Corona co,no poder dc punición, regulación y esc ,efrirg cr¡ posiblc esmbilizar ei dominio en la distancia a medio y
rccompens¡. Y csto, precisamente, en un lugar donde la Corona cn sí, largo plazo, es decir', cjcrce¡ eldominio colonial.
cn re:lidad, jrrnís hizo acro de presencia y donde tampoco podía dis- Todo conglomerado de poder más o menos grande, organizado de
porrcr de contingentes militarcs de cierta importancia que le respon- mancra centralisla, se re co¡{¡ont¿do con el fenómeno de la distancia,
dicran dircctamcrrte.' Sólo de csc modo pareció posible 1lcgar a oponer en una doble modalidad: por una partc, Ia distancia entre el quc toma
algún controla la rutonomía fáctica y elpoderío dc los conquistadores Ias decisiones y lo que hay que dec¡dir se amplía en un sentido csp¡cial,

y sus sccuaces. Sólo así se podía impedir la tcndencia a quc los con- de modo que aparccen los intermediarios, que son los que posibilnan la
quistadores y slrs fnmilias asccndicran a mediano plazo al cstatus de comunicación en tórminos mediáles. Pero, por otrr parte, la distancia
scñores de los tcrrito¡ios con b:rses dc poder neofeudales. L,r hc¡ra enúe los inrerlocutores aumentá trmbién cualilativámente, porquc los
nr;eDta más inrportanre del contrapoder adninistrativo era cl Dere respectivos horizontes de experienciá y conocimiento del cenrro y la
cho. Su función dc polírica colonial se pucdc ver bien en los arduos periferia tienen cada vez menos árces de contacto a medida que crece la
procesos con los quc sc les rcvocó a los hercdcros de Crisrób¡l Colón distancia. También aquí acnian mcdiadores, pero ahora no sólo tr^snli-
o Hernán Cortés, por ejcmplo, una gran prne dc los derechos ape ten la información sino que €omo expertos en lo remote la "tradu-
ciales que sus padres habíar conseguido con sus actos de conquista., cen". Sol¿_ncnre ¡ rr.r! ós de ¡¡b¡. mcdi¡cione. s( trrinti¿¡ que se tr¡\-
l,r juridicidad de los proccdiDrientos coloni¡lcs, cn parre ostcDsiva, a mitan la sintaxis I la sernántica. Ie¡ómenos análogos de con6glración
vcccs formalisra, merece gral atcnciórlr pero cn conlunto la cstabili- de la comunic¿ción en las condiciones que impone la distancia también
dad política pernranente delimpcrio colonial cspairol no esraba basada son observables, por ejemplo, en el papado de la plcna Edad Media y
en el emplco de recursos legalcs, sino en la relación simbiótica entre la de la Edad Media tardía, y también en la Inquisición, pero la situación
corte resjdentc cn Madrid y los scñores de oligen espairol rcsidentes colonial profundiza elproblema de la distancia, sobre todo efl cunnro á1
c» el ter¡itorio colonial. Mie¡tr¡s estos últimos pudieran conliar con segundo aspecto dc Ja distancia comunicativa, es decir, cl problema de
cielta seguridad cn pode¡ preservar sü progreso económico y social en las diferencias cuhur¡les y las neccsidades de traducciór.l En elcaso dcl

cl marco de l¡s rclaciones de poder existentcs, sc componaban como imperio colonial español, en el camino que va de un poblado indígena a
cst¡bilizado¡es deldominio y cran políticarncnrc leales. Podemos fo¡- la corte del rcy, por ejemplo, se generaba una cadcna de actos de trans-
nrul:rlo de u¡ modo más abstr¡cto y a Ia vcz más elemenral Los es- ferencia y traducción que también se pueden entender como una serie
parioles que estaban er Amórica tenían que sabcr que la Jeahad a la de "rupturas episrémicas".5 No era cuestiónde trasmitir simplemente el
Corona valía la pena y que la csleahad se rom¡ba su revancha a largcr nrensaje, sino que los involucrados tcnían que entcnderlo o traducirlo a
pl¡zo, porque la u¡a podía llevar a obtener privilegios y la otra a per- su propio sistema de referencias lingüístico, cultural y social.

dcrlos. Como L: corte estaba lejos, sc necesitaban presupuestos estruc En los casos en que los investigadores se han ocupado de la co
tur¡les para mantener esa concicncia: en primer'luga¡ la corcicncia de municación del pcriodo colo,,ial, han dest"cado ur,o u oto problema
una obsenació» potencialmentc inccsante dc la lealtad y 1a dcsJealtad dc la sobreexpansión imperlal (ímperkl outstretcr).6 Por lo tanto se

Un panoraúa .l respecto: Gt\EN, Ibqlisitioñ, pp. 141, 150.


SCHM rD r, 'Miliiámsen".
Sobre este problema, brevemerc: Ló?Ez AusrN, "Rse¡rch Meihod", p.116.
Sobre csá polírica cf. Prrrsc HM^NN, S¡ddt rn¿ sraa¡liche En¡@i.h!,as, pp. 122 s.,
147 161. Sobrc el eñpleo del Dcrccho se puede consuharuciurlmcnrc D^ML¿R, En el caso de ltghrcrra h disi¿ncia táml,ién se inte.prcta positivamentc, cf. el
conccpto dc vlnaD, naslcct (HENRETI .t¿1,¡¿./ N.gle.¡), al respecto sumári-
im.nre: B^Nxs, "Conrn¡unic*ions", p. 20. ^, Rcspectodc los debatc sobrc c¡crnura
Sobre l. rclaciór dclasociedd in¿íscn¡cor los r«..u6os lc8ilcss. pucdccorsul
y dismrcir cn lio«lcn jcsuni .f. Ij¡úi,r{rclr, "Dclcsi.í.r Augcnschein".
r¡r ictuálmcnrc ovrNssy, ¿,r'm.
ilft
:56 ÁRNltl ltRliNl)I(lKll EL SABIR EN LL J¿77INC DEL DOM]NIO CO]-ONIAI- 257

concentran o bien er cuestio¡cs dc l: técnica de comunicación o en radición, etc.),lleg:do el caso las vuelve sancionablcs y paralclamcnte
cucstiones de úaducción, es decir, e¡ la hcrmenéuticadel contacro cul- ejcrcira 1a auroobservación y la conciencia indivjdu¿l de l¡ normx.
tur:rly deldorninio en l¿disuncia. La cócnic¡ dc comunicación renía l¡ Pero en el conrexro de nucstras reflexiones lo decisivo no es la función
tarea dc superar la distancia espacial. En condiciones prcmodernas casi dc la vigilancia para las rcgulaciones sociales de lx sociedadcs localcs
sicmprc sc la describe como facror de de»rora o de pé.did" de men- (control social, inclusión y excl¡.rsión, hasta l¿s medidas de justicia por
sajes. La hermenéutica del dominio y dcl contacto culrural se accrca mano propia),'sino su ampliación en el espacio hacia la posibilidad
mucho más al fcnómeno que nos intcrese aquí de las funcioncs dcl de un 'control ¡ distancia" y, en consecuencia, hacia la base política
saber! porque se ocupa más de la capacidad de ios distintos comunica- del dominio colonial. ¿Pcro cómo se puede parricipar en la distancia
dores, instancias administrativas o gubcrnamenmles de ltegar a com- digamos, desde la cortc dc M¡drid dc l: vigilancia cotidiana loel dc
prcnder el obi€to extraño o rcmoto para podcr trasmitirlo después de la gente?
maúerx xd€cuada y comprcnsiblc.rPcro:l prcsenrar, cada uno a sLr Ya 1os dGcLrLsos de la época sobre l¿ "ceguera del rcy" habían rcco-
modo, el proceso de entender o ¡o cntcndcr dc mane¡a más o menos nocido los déficits cogni¡ivos del ce¡tro de domj¡io. Para cl ccntro cr¡
lincal -como una edena de t¡aducciones o trasmisiones logradas o imposible "ver pelsonalmente" lo remoto. Necesitaba intermcdi¡rios
frustrad¡s- cstos dos análisis pasan por alto la integración dcl proccso y asesores. Éstos actr.raban como agentes del soberano en la pcriferia
dc comprcnsión en estructuras socialcs y de poderya existentes.Igno- del impcrio, lo sustituí¡n cn lá percepción y ejercían el doninio en
ran así la dimcnsiónpolírica de la comunicación y la u'r acto su lugar. Para contrarrcstar cl peligro de que esros "oios" y "rnanos"
'educe".
dc tr¡nsferencia dc información quc tienc que lograrse desde la mcra lejanos del rey se auronomizaran, la premodernidad apostaba por los
pcrspectiva de la técnica o del contcnido. Sin embargo, para el análisis recursos de l¿ conli¡nza y cl control. Pcro cste úldmo sólo sc podía
dc la relación entrc saber y dominio cs nccesario interpretar los ac- poner er p rjc t rc.r .rsegu r¡ndo condicioncs dc comunicacidn cuyos r¡s-
tos comunicativos tomando cn cuenra la topografia de las instancias gos especí6cos se describirin con el modelo del triángulo vigilante. Es
y los actores participantes, sobre todo porquc éstos nunca son sólo imprescindible desrac;rr que, en su simplicidad estrucrural, cstc mo
rncdirdorcs. .ino qu" . omuni..rn r.tiv.rn<nte ru, propior intere.e.. dclo dcl settrag comunic¡¡ivo del dominio colonial español no pucde
sc ol¡scrvan unos a otros y muesÍ an rcacciones mutuas. Por complejr práctic¿r de ninguna m¿nera las diferenciaciones deseables para un
quc rcsultc en última insianci;L r.nra detcrminada topografíá d€ acrores, análisis prcciso dc proccsos concretos de comunicación. Pero cl mo-
allí dondc cl dominio se establece adopta una forma básica triangular. delo surgió, de hccho, dc Ia invesrigación de casos concÍetos, cr1 clryo
Yo lo llamo el "triángulo vigilante". La base está constituida por actos transcurso siemprc volvía a quedar c1:ro que h:bí¿ funciones dc í¡¡bi-
dc vigilancia;1os lados, por actos de conunicación.' tos rnul diferenrcs dcl Jominio coloni;l quc rccurli¿n ¡ una cslruclur¿
Con vigilancia nos referimos a la alcrta social, esdeci¡, un¿atenciirn básica triangular. L¿ función dc cstx cs.r-lrctura era la de oricntar la
incesarrte con respecto a las accioncs y omisiones de otros. Hast¿ cier- observación alerta y mutua de los diversos actores, que tcnía lugar dc
to purrto, la vigilancia cs constitutiv¡ dc la sociedad en sí, porque gc- todos modos en elámbito local, de tal maneraquc cl sobcrano pudicra
ncrá es¡ atención mutu¿, entrccruzada, quc rcgisra las desviaciones dc participar de su vigilancia. Sólo podía participar si se Ie comunic:rba
l:rs cxpectativas sociales (con respeco rl Dcrccho, las cosrumbres, l.r

9. El concepto moderno dc visihrcia se usa sobre todo p¡ra describi! cl fcnómcno


7. Sc ocupáñ de mánem central de l¡ cuca ir dc lá hcrmenéldca del conlicro .ul- del vigilandsmo que sc.lcsr¡rolló e¡ resio¡es d€ Nórtcamóriú y Sudtunéricr
ru6l: loDoñ!, Calq é¡e y GNTNaL^rt, ¡,1 dNalan Posteyiohs. adonde no llcg¡ cl nstrdo. Cl KovaLEwsK, "\tsilaniismus"j HuGcrNs, yis¡-
tl. Un modelo de con¡rol Lesemó¡ico mc.lir¡ro li «rnlnic¡ción dc nlfor¡ucnin, /¿rr¡r,. Sobrc l¡ pdsición $chldclvigihntc cf. ya Krilrttz, Oekonan*che En-
quc difercncia con ¡r¡yor pñiund ¿d l,x divcrrx prxcdinricntos, ncdns y zlhlop¡¡.lia, t- 274, tt- 454 t sol,.c l¡ súpcrv;ión mutu¿ conro prircifio {lc Jo'
11rtr,,,.., \' '\.r,'rr, /,,/r, r !, lirr' ,, r¡ t\,r,',\ r , , / , , / r ¡ i r / , ¡ , r,,.t 1,,
':11,, ^
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253 ARNDT ¡RJ]NDECKE EI- SABER EN trI- .!'77lNG DEL DOM]NIO COI,ONIAI- 259

ia desviaciót. De rnarera que la vigilancia y la comunicación debían ?ero sigamos avanzando hacia 1as co"diciones que se necesitan
coopcrar formando una estructura triangular. Só1o así 1a a1c¡ta de la p¿ra que se establezcan triángulos vigilantes. La primera parece tri-
socicdad local se convertía en una oportunidad de supervisión dcl do- vial: en la periferia tiene que haber corro mínimo dos personas que
mtub (colorial). tuncionen como actor u otserador Giendo las funciones de "acto¡"
El concepto de supervisión muy fácil de malinterpretar. Aquí
es y "observador" iatercambiables). Ambos tienen que tener, además, la
lo significa de ninguna mancra conocimjento total u omnividencia posibilidad de comunicarse de manera independiente con el cen¡ro de
e¡ selt do orwell.¡, o,.1() n-u) p.rcl .on|.Jr:u.ua"!r.i(,prc.dn dominio para poder comunic¿r la leal¡ad o la deslealtad del orro. En
sul¡sidia¡i¿, sólo ocasional, dc ta v;silaDcia local, es decir, sencill:rmen tercer 1ugar, el actor y el obsewador úenen que esrar ún ccrcá el uno
te una szper-r,isión que ¡unca a1c¿¡z¿ l¿ inte¡sidad y la precisión de de1 otro con,o para poder pcrcibirse y juzgarsc mütuámentc.
detalles de 1a ¿lerta Ioca1. Pero sí implica determinadas posibilidades
de cont¡o1cn 1a distancia, y rrediante esas posibilidades modilica los
procesos de negociación local del poder Cada uno delos involuc¡ados
debc saber que es observado por otros y que esas obscrvaciones po-
@
dríau ser comunicadas a un tercer luga¡ a un lugar poderoso.
Para describir la hgura lrásica en términos csqucmáticos tie¡e sen-
tido distinguir enire acrores y obscrvadores.lo Para que un conrrol
soci¡l mer¿mente local gcneratlo por la aterta obsenación mutua se
.onv.e¡acn do,ri rio .¡', I*rr o.,1"h¡c"rq.rerntenengrn in,rar'
cias superiores,lejanas,las obsewaciores hechas iienen que ser comu
nicadas al que domnra. Elot serundorse convierte así en informante. Y ,. ,,1,,r visitü(u
entonccs sc despliega iaestmctura triangular por la cu a1 cl lcjano sobe-
rano pucdc participar del ate¡rto acecl,o mutuo de 1os actores localcs.
lig. 13. El triángúlo vigila¡te.
Si no sc produjera esta comunicación "hacia ar¡iba", no sc pasaría del
plano de la vigilancia, del cont¡ol sociai local y la solución local de
Para poder dominar por este medio un espacio relativamente gran
cooflictos." Iero asi se produce una ccntralización palcial del poder,
que se manifiesra en lainvocaciór, consrante del centro como poder de
de se necesnan, por 1o hnro, muchos actores y observadores cuyos
espacios de acción y percepción se superpongan, porque sólo asi estr
recompensa y de casrigo.r'?
rán en condiciones de observarse entre sí y dc juzgar y eventualmentc
comunjcar la leahad o deslealtad del ot¡o. El triángulo se convierte
así er la ñgura de un abanico cada vez más abierto. No es necesario
LO, Con cso no nos refcdmos ¡ descrif.iones de .oles rjos -aurque habü perons que la comunicación tenga lugar en forma pernauente, pero sí que sea
qu"ob.c,."b- deo6¡o ¡,o^ p',.if,i.áinr r ár qu.pvn!.e.p.. r permanentemente posible. Si todos los participantes están al tmto de
plaro I¿ f!¡ción qle se esí ejtrciendo kduú u óLxdar) ¿ñ el ,no'¡en!o. U¡os
y.oros puederpo¡ lo Ento inrercarbiar los rohs, pmL de rdor a observ¿dor y la posibilidad de que alguien esté observando y comuniendo, es muy
probable que ya eso solo inst¿ure un clim¿ de cont¡ol.'r Cad¿ acro¡
)1. D$o sc corspo¡deriá en el neior de los c¿sos ooD cl visilan¡isno discutido sol¡ ¡c
liene que cortar, entonces, con Ia posibilidad de clue un observador le
¡odo ar la nNcstigació¡ ánglosajona, es decn, con ei ncgocio dc la jrmricia por
mmo propla or nanos dcvigilmres; e. el¡eor ¿e los cNos. con unr lucl,a prin, informc al cent¡o sob¡e é1. El esrírnulo para hacerlo será mayor cuanto

t2 Sobre d f,cmio y d carigo como los dos soro,cs dcl .l.rl¡io, oL llfssr,
! \l ¡ i\ , !r , 'r,
AIINDT ERENDI]CI(]] EL SABER EN EL.IE771NG DEL DOM]N]O COLON1AL 261

más logre el ccntro conservar el mo¡opolio del prcmio y el cásrigo. mente: Diego Colóu y los funcionarios de la Corona no debían poner
El celtro tiene qtc constituir básicame¡te la instancia quc pucdc dc rabas a nadie "que quiera e¡rbiar o trahe¡ libros o ¡relaciones o cartas
signa¡ destitrir y ascender a 1os {uncionarios, que conccdc y niega o otras esc¡ipturas sy¡ro qüe cada vno escriva lo que quisiere".l?
favores. Y entonces ya cl orcelso bien del f¿vor real seguramente lurá Lo que 'e deLr.L rmoedir. po lo,,, ro. ,,r q.c ur; pcnon; o .n'rar
que los cotrulicadores de 1a pcriferia avisen al cent¡o sol¡¡e lealtad"s cia de la periferia se erigie:n en gátekeePer.Dn ese caso dicl,o en térmi
y deslealudes. También puede sucede¡ naturalmente, a la inversa: que ros del modelo hul¡iera estado en condiciones de interrumpir 1tueas dc
la central se vuelv¿ activa, reclamc irfonnes, e ja certificaciones, etc." conuricaciór, y rans{ormar el triángulo en una línea. El rcy dcbería en
Tal ¡ed de comunicadores que se observaran enrre si era práctica ese caso coüfiar enteramente en zz solo c¿nal, cuyo gdtel?eePer se con-
mentc imposible de implementar en los comienzos del período colo vertiría en irterloc¡tor único ¡ en consecuenci:, en actor incont¡olable.
¡ial. También ancnazaban dos peligros: por un 1ado, quc las instencias Un peligro de esa clasc fue, por ejemplo, la prime¡a Audiencia de
del actor y cl observador confluyeran 1or ejenrplo cn situaciones de México para Nueva España. Süs oidores h¿bían sido excomulgados
frontera e,r 1as q"c 1os propios conquistadores describíau o hacían des por sus acciones delictivas por el obispo designado de la Ciudad de
cribir sus actosrr-; y por otro, que se imposibilitr¡a la comruicación México, Juan de Zumárraga, a lo cual 1a Audiencia respondió inter
direct¿ de los observado¡es con la Corona. En ambos casos el triángu- ceptanclo las carras del obispo y enviando a la vez denuncias cont¡a éla
1o se der¡umba, la observación rcrrocede a su snuación orighal: a una España. Pero Zumárraga logró finalmente enviar dc coitrabando una
vigilancia mutua local y un ma"ejo loca1 dcl co,rllicto e¡tre los ¡c¡ores, cata suya a Espáñá, con Ia ayuda de un marino vasco que ia cscondió
sitl inclusión de la autoridad. En ese caso ya no hay conrrol político. en un barril de aceite.13 La cor¡e ¡eaccionó sumamente alarmada a"te
La Corona tenía conciencia de tal tipo de peligros y 1os contrarres lanoticia de que la Audicncia interceptab a cartas y obligabaa los men-
taba. A Dicgo Colón, por ejempio, siendo golrenudor de La Españo sajeros a dar a corocer las noricias que rransportaban: ya en una Real
la, se le prolibió por Cédula Re¿l e¡ 1509 obstaculizar la comunica Cédula del l1 de julio de 1s29 se 1cs prohibió a los oidores interceptar
ción de te¡ceros cor la Corona. El rey Fernando, e¡te'ado de .u caso correspondencia o personas, bajo amcnáz¿ de expulsión de por vida.
de ésos, dice l¡abc¡ sido "mty deser-vido en grand mancra" y ordeu Flabía que garantizar que 'libremcntc todas y qualescluier personas,
en consecuencia que no sc nnpida a nadie que le escriba. El rey explica <1uc quisieren y por bien tuvierer, puedan cscrevir y embiar quales
que ¿unque esa sente escriba "qtalquier cosa yo he de mirar las cosas quicr escrituras cartas y despachos, y venir con ellos librcmcnte sin
como es Razon de manera que alo quc sc escriviese no dagne a nayde irrrpedimicnto a1guno".1' La nueva Audiencia puesta en funciones, la
syno aquien 1o merezca".'' EI 15 dc ju¡io de 1s10 se insisiió nueva- segruda, destacó luego expresamence que existían vías de comunica-

la. Haylesiones de ejcmplos. Escojo una exhortaclóaa ha!dien.iá de Sxnio Domin


go pan guc r
nrfome sobre si s c;etu 1o que FÉnúco Deán dc San S¿lva¿or d e consintays Inp;dir á ningu¡o dc cscrcvn ansy a nos como aquien quisioe e ¡or
Bayamo (Cub¿) ha ¿6rn¿do ¡obre los áfricanos qnc vivcn rllí, Re Céd¡la del l o:c1'u\i.r.y,'oq'h 'o¿o.,e s,n L\ei,JJ p¿,¿ (Io oo oue .'q,p ..rnr
de octubre ¿e 15ll (AGI,5an1o Doni¡go 1121, L. i, fols. 173v 174r. qualquicL cosa yo he de rnirar las cosas cóúo es Razon de nano: que alo que
t5 - StoLL, Kon qú'td¿órcn. sc csrivicsc ¡o d¡gDe . !¿yde syno ¿quien lo ñerezcá". Reál Códnlá dcl 14 dc
16.'Yohe*r¿oynfornadoqueeldichoscirorcorncndadorn:¡ortonu"alascors novicmbrc dc 1509, edit. e¡ CODOIN-2-5, p!. 171-187, a9úpp. 17s s.
a los que *ravan or las dich6 yslas que esc,iyian ¿ca a Cafilh . ró hs dcxxv¡ CI.RealCédlhdcl l5dejuniodc15l0,.dii.cnCODO]N 3 1,pp.26t 281,aqui
pasarqueyo he s¡do rnrydseNi¿o or sr¡¡d üa¡erapotqucpor spnicncia ltc ti.27l.
rnos visto cl dagro e pconviniente quc liene delo susodicho ¡l¡s cos¡s dc ¡ucu, cN¡Nt ¡,^t , Zanátdg¿, p. 35; sobre los mecedortes cf. 51MpsoN, Ehcoñ¡endd.
scrvicio c dc n¡estrahazicnda e Rentú e tor que no r pongr ynpidnr icnto cn cl ¡p. 73'28. S,,Lrc L nrcrccpción de Las c¡tas d. R-{Il, Salazar 13,}70. G-23, foh.
tlicho cscrevir heuos dado p«¡"niones sol¡rc oll¡¡ c sc h¡¡ cnbiado alLa lru qrJcs
creo ave¡s gurndo str llcgarc porcntlc ¡o ros r,úJo !!c v.¡ys hs didr¡s lr.c¡lCúdfh dcl ll Jc julñ de I529. cdi!. cn l'uc^, P¡¿?¿iú,d, fols.21v 22r, agui
'isto
ccdúl¡s e lis g!i11lq,s r on,¡hys e hasrys gu,rtlu c cLrn¡1lr c no yn¡nhyr ry
262 .{ltND1 ltRhNDLCKll EL SABER EN EL SE771NG DEL I]OMINIO COLONIAL 263

cióri ¿lternátivas y que ella no tenía ningún problema r1 respecto. En municació¡ con6dcncial se 1os podía animar a plantear una dematda
unr de sus ca¡tas de 1531 a la Corona dicc, por cjcmplo: contr¿ personas que estuvieran en mejor Po§i'iá¡ soci¡l' Po¡ 1o ta¡to'
la "lil¡eitad de esc¡ibir" es, Por 10 menos en Palte, una transferencia de1
desro e de ¡odo lo demás sesund La senre es añisá de esceblr tendrá vues procedimietto inquisitorial de proteger 1a presentación de la dem:ndaa
úa majesiad nori.iapor ortas vías, e bien sabemos que ¡o se dní otracosa oro.cdimie.,c.deco,-u, ic¿LIo.rePi'rordr. I r.1ur, lioenrd JcCen'rn-
del dodr,o .oro'l rl, e' n, cir, de Ji'r¿n'i
'.- s,;" 1.. -ondi.ro¡c' de
y en el útículo de c!úplir lo qre vuestra nlnjest¡d nanda e tiene orcle¡r¡ .l L

do y en nuesrra limpieza, bien seguros estamos de m,fl¡ur¡ciones.:0 espacial y débil presencia las instituciones Que tolos los súbditos
pudie.anhacerlo no sólo en{orma ocasional-es decir, porque aparecie
La "libertad de esc¡ibir" vigente para cualquier súbdito es notable, ia por ejernplo un tribunal de la Ilquisición por eI lugar- sino perma
en efecto, pero no parece acertado pretender auibuirla, junto con una nentemerte, se puede interprerar como radicalización de los principios
suerte de libertad de expresión, a las tempranas t¡adiciones democrá inquisitoriales. Pero parece adecu¿do entenderlo como adaptación
nTás
ticx de España.'L Antes l¡ien,la libe¡tad de escribirte al rey constituía de 1as estL-uctur:s comunicativas del ejcrcicio del dominio ¿ las necc
un sostén de la le$rimidad y el poder rea1. Tenia un efecto de legiti sidades de los comieuos del período colonial. Como resultado, en el
mación porque creaba una válvu1a dc cscepc para las qucjas y sugcría imperio colonial espatol hubo bastante pronto una suerÉ de "secreto
la responsividad del gobiemo. Teni¿ un efecto de estal¡ilización dcl
¡,o,.,1 . Selo puedc cv¿l¡.,, .ono t¡¿ .onqu; rr. Pero c\ rc\e\lro
doninio porquc gcncraba las condiciolcs cor¡unicativas para cl do- rener claridad sobre la función ambivalente de tales mcdidas. Lo que es-
minio cn 1a dista¡cia. E¡ ltua ordena¡za de Carlos V de 1530 se pone taba en primer plano no c¡a la lit¡ertad del i
ividuo silro 1a posibilidad
r1e maniliesto cuánto se conectaba la ide¿ de ta libre comunicación con de co"t¡olar 1o .cmoto, su vinculacidn con 1¿ corte de Madrid, que se
1a delsenicio al soberrno. Alli dice: veri6caba en pequeños se¡vicios con,unicativos y mucstras de 1ea1tad,
y sóio segtía estando garaütizada si había suficicntes obscrvadores que
quc rodos 1os vccnros y avitaorcs dc 1as dichas yslas y¡di¿s, e ¡ierra 6l¡e pudieran comunicar la desviación o la leaha¡1.
dcl m¿r oceano !luestlros s!]rditos, e vas¿l1os pudiese lil¡rer¡ente cada e Tras las cliÉcultades iniciales, en algunos lusares se consiguió dis-
.,u. i,J. 1.. 1
",..-ic.-.o,,q,.ir ",, ..., ro *n r
cio ny ¿,.o.. J ro. /i poner de una red suficiente dc observadores, por ejemplo enlaCiudad
formar dc Las cosas dcsas parrcs y asy mismo escrerirnos y Lazenos rela-
cion dc todo lo de alla Lo pudiese h¿ce¡ lib¡emen¡e e syn que oadie en ello
ie México, donde el virey y la audielcia, el cabilclo v e1 obispo po-
dían observarse mutuamente y mantenían su Propia correspondencia
1es pusiese ynpedinierto alguno.rl
cor el rey y con el Corsejo de lndias Eu esas condiciones, la liben¿d
cle comunicación de un áctor restringín la libertad de acción dc1 otro,
Que rnediante la comunicación de lo observado porencialn,ente ro
los los súbditos de 1a Corona padcipárán dc csra {oma dc gobicmo cn cn el sentido de que se podia comtnicar la desviación de I¿s normas
y expectátivas a la Corona. Como resultado, se produjo un equilibrio
la distarcia es una proloqación del prnrcipio de denuncia de la Inqriisi-
ción alapmxis dcl dominio colonial. Después detodo, elprocedimiento
d, a I qr:.iciLi,ab,e ,ido i,'.,oducid- ba'i. rren.e ¡,ar.' p-o.egc .r
los demandantes de la venganza a ritraria. Sólo protegiendo una co
23. Sotrre estás lorú¿s dcl "secreto posal" en la cortspo onia etre América v
Espáñx cf.las d;sPosiciones dcl la de á8oro de l5o9 (AGl,In¿if' 418, L' 2, iol
41.-41,), .lel 15 d; dicie*l,'c dc 1521 a La EsPañoLa (AGI. Indif' 420, L' 8,lols
20. C¿n¿ de l¿ audielcia de México,30 de marzo de 1531, cdit. en: Paso yTRoNcoso, JlTv-l jsr), dcl 25 de febrcro ¿e 1530 (CoDolN'2 10, PP. 6-t o), del 8 de dlciem
bLc dc 13 5 al gol,er nador de Cartagen¡ (AGI, Sánh Ie 987, L 1, fols'
L
104ts106r,
21. HANx¡, Free Speech". dolg.lc rgost;¿c i538 ¡ Frnnc;sco Piz¡rro (AGl, Liúa 5ós' L' 3, fols' lsv 40v),
22. RcálProvisiótr dc Carlos v del2s de febrcro de I530, AGI Prri 275, i 12 (s. p.), ¡!124 dc;,tosro d. ls48 ¡l gobcundor Jcl Río de laPlá¡a (AGI, Brcnos A;es 1,
cdir. cn CODOIN,2-10, pp.6¡0, iquí p.7. l.. l, lol§. r62!164D. S,)lÍc cl P11't cnñ cf. t¿¡rbié D^MI ttn rv*Íi'n,P 58'
Al{\l) I llRl\l)l (lñll

y limitación del poder local, o por lo menos los sn¡pos rivaies locales conflicto. Incluso llegado el caso de que lograra domi¡ar la me¡¡ masa
invirtieron una partc dc su cncrgía cn comperir por el favor de la Co- de mensajes, la cone se encontraba antc el dilema de tener que elegir los
rona.r' No obsrante, precis¡mentc los comienzos del período colonial corresponsales que juzgarían en su lugar. Y así la comunicación volvía
y el amplio espacio de los territorios coloniales están marcados por la ¿ recaer en la con6anza, ya sea en la Pcrson¡ o en la función quc des-
prcscncia de una red muy débil dc instancias, de modo que éstas sólo ernpcñ.rbr de observador privilegiado Por ese rnotivo nunca se Puso
en coltados casos pudieron controlarsc e6c¡zmentc entre sí. Para quc en práctica del todo una política de canales de comunic¡ción abiertos,
cl control, de todos modos, tuv;era luBar, además de las revisiones oca- o po.lo -..ro" ,o sostuvo mucho tiemPo. Siempre fue desalojada
".la edetcrminados irterlocutores de 1a Cor ona Sc
sionales de Ia gestión po¡ medio de l¡s visitas, cxistía la posibilidad dc porintentos depriorizar
que cualquier 'uLdiro de la Corona informa'a o presenrara una queia. iramba preferentemente de las insrancias cent.ales deldominio colonial,
De modo que cualquier: podía asurnir funciones de control, comuni- es decir,las audiencias,los virreyes y los obispos, así como alguna fonna

-se podría decir de "enviados espcciales", alosqueseles


car lealtades o deslealtades y ponelsc así al servicio de la Corona. encomendaba
Es necesario obscrvar quc la sola descripción del dominio en 1¿ esclarecer una siruación, como pesquisidores o visitadores.
dismncia organizado triangularmcnte y de la posibilidad conexa de También es muy importante desracarque el acto cn sí de "ioform:r"
ejcrccr control no signi6ca que estc mecanismo funciona¡a. A nivel podía ser enten<lido como prucba de paniculrr celo Y leahad' Por cso
localeraposible ponerse de acuerdo y dirimir los conflicros de inte¡e- algunos obsenrdores. comunic¡ndo obscrv¡cione' con frecuencia' po-
scs internamente, en lugarde comunicarlos a li Corona. Lapolítica dc dian ganarse con sus canas posiciones de confianza;y algnas instancias
la central de of¡ecerse como interlocutora permanentc para las quelas podían darle especial valor a haccr su descargo po¡ medio de informcs'
e intereses tampoco es que la llcvara a "saber" cada vez más sobre l¡ En 1511 la nueva Audiencia de México le escribiaa la Corona:
periferia. Podía producirse inch,rso cl cfccto opuesto, porque se hacía
receptora de descripciones extremadarleute c¿rgadas de intereses. Los No tenemos otra mayor congoia, aunquercnemos muclus con este ¡ucvo
emisores sabían que sus rcspectivos oporrerrtes también alzaban Iavoz, género de gobemar esms partcs que hemos conenzado por mandanricn-
io de maicstad, sho cstrr tan leios dc vLrestrapersona real porquc
y por esarazón rrataban dc anularse mutuamente. Para darun ejemplo ""*rra
querríamos darcuentr cada hora de 1o que hacemosporno errar
drástico ¡om¿do dc l¿ disputa usual entre los eclesiásticos como defen-
sores dc los indígenas y los colonos: estos últimos no se contertaron
La audiercia pedía quc sc le cnvi:trá una resPuesta o una con{i¡ma-
con acusar al f¡aile Tomás Ortiz. en r¡na carra desde Sanra M¿na. dc
habcr tomado oro sin pagar los impucsros correspondientes; también
ció'r a cada u"a áe sus crrtas, y estaba dispuesta a hacerse ca'go de los
lo tildaban de "puto y hereje y ladrón".15
Y es que para provocar el favor o cl disgusto del monarca, los emi-
cuandotengamos respucsta de,uesrra majestad en lo que hacemos, cobra-
sores renían que hacer un uso táctico dclelogio y lacríticay esgrimirlos
remos mucho ánimo ydescanso para en lo venidero.r6
contra otros prerendientes o bandos. Cu¡ntos más eran los que pani-
cipaban del juego, más probablc sc hacía que la imagen resultante tuer:r
en conjunto sumamente contradictoria, un ruido gris de intereses en
\ grela buena conespondcncia eratambién y éste es unaspecto
es
cn el que no podemos profundizar aquí- una base para,la' baena go-
bernación porqe, por eiemplo, les ofrecía a las instancias la oportuni-
d¡des de hacer su descargo 4aa informe. También Ia Corona cultiv¿ba
Sobré I¿ rmdición de csta int«prcteción véasc l¡sinresis cn Ru¡z Múrn^No, ¡e'
Neú S?din. pp.3 s.como cjo¡pi¡ dc qucj¡ dclc¡bildo de l¡ Ciudad tlc
'b¿pins
México sobre el v;Íey .f. 1¿.¡ft¡ dclcil,ildo dcl2l dc dicicnrbrc dc lss2, cdit. or:
Cartas de ubildos hrparoan¿rft,or, pp. I s. 2r',t"*U*n*,,",.,.U" Móxico,lo¿enriÚo.lc I5ll,l'}^soYTRoN'or',¿/n¡¿
.lt Cit. s.gú¡ FRI¡Dtr, Vt¿, pp.40 s.
AI]'Nll t,Rl,Nt)|.([ EL SABER EN EL S¿77,¿NC DEL DOMINIO COLON1AL 267

la expectativa de que las olrservaciones debían comunica¡se. Consti- el regisro burocrático administrativo de "movimientos" a 6n de con
tuían una suene de servicio comunicativo prestado al rey. Una carra trolarlos o gravarlos y, por últirno, la curiosidad política del soberano
de Carlos V al gobernador dc Cuba, de noviembre de 1526, evidencia y su entorno. E.t¿s formas ¡¡mbión se encutnrr¡n. c¡d¿ un¿ ¡ su tn¡
este vínculo entre la lealtad política y elacto de informar. Muestraque ire.a" en lo. c.mienzos dcldo¡¡inio coloni¡lcspariol Un impulso dc
el ac¡o de escribir funcion¡ba como prueba de lealtad, e incluso que cn curiosid¿d de la monarquía, en cicrto modo todavía muy primigenio,
el fondo tcnía el mismo valol que la acción política concrera: parece per6larse cn Ia reacción de los Rcyes Cátólicos ante los descu-
trimie,rtos de Cristóbal Colón Rastrca¡ernos esc impulso para mos-
He seído informado quc cn csa isla hay mineros y venas de hier¡a en tuu- trar córno se llegó al uso sistcmático dc listas de preguntas, es decir,
cha cantidad y que si sc pusicsc cn esto recáudo y diligencia podría,¡os cómo los conatos dc una curiosid¿d política elemental del sober:no
teceb;t en ello servicio y nucstra hacienda y esas islas y tieras y vecinos sc convinieron ¿ mediano plazo crl ploccdimientos administrativos
dellas muchoprovecho ). se poctrÍa rracrar por mercadu¡ía nuestra, l¡ cual que en conparación son muy rcg,'rlados. Al mismo tiempo podcmos
diz que hasta agora ha ccsado por ro haber habido desro el cuidado que ,olv"t plont"".""" aquí Por qlró cl sober¿ro quiere saber'todo" (y
"
convenía, de que estol maravillado de vosotros no lo haber fecho y ha- sin embargo nunca sabe todo), En una carta dc lsabel v lernando dcl
berme avisado dello, por ende lucgo que éstn rec;biéredes os informad dc
5 de scptiembre de 1493 sc dicer
todo ello y la inlormación y rclación r¡ue cerca desto hobiéredes, me la
enviáréis luego lo más largamente y par¡icular que ser pueda, con vuestro
Nosotros mismos y no otro r)guno hcmos visto algo dcl libro quc nos
parescer, para quc, vista, mandc proveer loque seasen;do."
dei,"e', ¡ . urnro m+ tn esro pl.rritrmos v vcmn'. conoccmo'' uin 8rán
cosa ha seido este rcgocio vucstro y que habóis sabido en ello más que
De modo que los triángulos pucdcn haber tenido la tunción pri- nunca se pensó quc Pudierr satrct ninguno dc los nacidos t l Y porque
maria de preservar las oportunidadcs de control, pero también servían par: biercntenderee mejor estc vucsro lil¡ro, h¿bíamos n¡enester s¿bo
secundariamente como cstímulos para proveer información y estabi- ios gados de las islas y tiern quc fallastes v los grados del cemino por
rs
lizar así la confanza de la Colona cn el proveedor en cuesrión. Dc donde fuisres, por senicio ¡ueslro quc nos lo e,N;eis luego
es¿ manera de6nían el sistcm¡ dc condiciones de comunicación dcl
dominio colonial, pero no segujremos úárando este tema en el plarro No es la'curiosidad primigenir" Io destacable áquí, sino el ini-
del modelo. Más irnportante es ahora ocuparnos de los com;enzos de cio de una comunicación permancn¡e sobrc el saber ent¡e la Corona
la adquisición sisterrática de sáber sobrc Hispanoamérica, conociendo y Colón. Colón ofrecc compartir su saber exclusivo con los Reyes
variaciones del ser¿tn g comunicarivo y focalizando las consecuencias Católicos. El dia¡io de a bordo que les había dejado consrituve una
de cada constelación coñunicariva para elre¿¡rrg epistémico del domi- prucb¡ de e.¿ p.e\tJción. que h.rbrr gLrst.rdo 1 :horr pedia mas !n c'c
nio colonial español, es decir, para lo que se podía saber. .ontc^ro, infor."t''iempre signi6trb:r t¡mbien meterse en ese rol
v rr:rb¿i¡r con cad¡ nuevn "cntreg.r" sobre h erabil;d¡d de e'a con*
icl¡cion. A,i, con el envto dc nucvos informes. l¡ curiosidrd que 'c
2. FoRMAcroNEs rNrcrALES DE LA ADeursrLróN D! sABIR había dcspenado una vez sc Pudo consolidar ¡ mcdiano plazo como
¡o,icio. d" , on6¡nz.r' Eslo modi6có el ro/in8 comunj(rtr!o y ePts-
Siguicndo una distinción hecha al cornicnzo, sc pueden deslindar nes iinrico d. la cone: qtricncs tcní¡n un s¡bcr sobre lo ¡cmoto reni¡n la
formas básicas deconstitoción del sal¡er del sobcrano. Se distingueeD- oporrunidad de convcrrirse cn Partc de un círculo ampliado de aseso-
tre lá recolección conse¡sueldc conocinrientos, en forma de encuesta,

l¡ !,, f,^i1 ,1,,.,1, l1)r,,( (¡l! ' N ) l. , I i 'ri ( 1...,11'Ll' rr/r,r rl ir,¡. A tLr'¡ Úc\",1'r) 1\
ARND']' BRENT)l](]NIJ lll S^tsER !.N lll.5¿7I1NG Dlll. lX)lvllNIO COL()NlAl.

res de la Corona. Pero para alcanzaresa posición y conservarla


perma_ Aquí se puede ver bicn cómo cierros componenies de los infor-
nenrementc, había que contemplar una estrategia de dosi6cación.
,le mes antcriores se convicncn cn el disparador de mrcvas preguntas. La
entrega siempre parcial dc la informacióu. quisiera
euien inscribirse colrcspondencia ponc cn ma¡cha una dialéctica cn la qtrc cada infor
a largo plazo en el círculo de corresponsales de la
co¡te -ya fueran los m:ción cnt¡anre no aumenta en realid¡d el saber dc los reyes, sino
rcye nrismor o rus con<cjeros- no podr¡ orar c. ¡t,oluio ¡nrcrc-do
quc agudiza sobre todo su concicncia dc la dir¡ensión dc lo (r¡n) no
err la entregr hnrl de h cnicra noricia". Alconrrario: su inrcrós remi sabido.rc El trasfondo lo constituye una alocación desequilibrada del
qlle \er que no surgier,r un do.umcnto quc susriruyera como
medio saber: sobre la nücva pcriferia de su impcrio,los reyes y la conc saben
r) erpcrto en lo remoro. De modo que como e.rrrregir er.r inrcligenre
poco, el testigo ocul:r lo sabe potencialmcnte todo. Los rcyes tendrán
proporcionar siempre solamente un ..enrrcga p"r.iul- del
sob", L"rl, cl dcrecho de exigir informes que les tlasmitan ese saber, tier,en la ini-
quc alcanzara para quc se la entendiera como un .,s".vicio,,,
pero que ci,rti"a p.rra lornular las pregurr;,. ¡cro l.r rompcrcncia p:rra re.por-
jamás satis6cicra del todo el interés de
conocimie.to. sioo rn¡. b;.. derlas está en quien ticrrc cl saber sobre la lciana región. El interés por
quc lo siguicra esrimuhndo. Lo, corrcsponsalcs no debirn.r,pir.rr,
perpctuar esla asimerría sólo podía rencrlo el quc sabía, no el centro
un¡ "enrcr¡ nori,i¿" de l¡ corle. en c;crro mocto conclusiv¡, sino
¿ de podcr. Por lo ranro, que los reyes en ¡lgún momento quicr:n saber
rrnr corcsponderc:r quc.c perpeiuJrr iunro,on el .o,,sccucnr(.rn_
todo, ¡cr todo y recibir tolo no cs sinplemente un dcsbordc de su
l¿ce pcfln¡ncnre cor l¡ corrc. por.u posicicin e.peci.r,
y .u ca|jcrer curiosidad pcrsonal, sino un signo de la conciencil ¡nadura de que es
de pioncro, sin duda Colón no es representativo del caso
no¡mal de políticanlente ncccsario llevar el sabcr a la co¡te y reducir o poncr 1in
coresponsal. Pcro la rerdcncia a la e,rr.atcgir de las cnrreg.rs p.rrciale,
a la supelioridad informativa del quc dcscribe rr sitr. A la invers¡,
\e crcsrac.r en \u , rso con cspccial niridez. En rgosro dc
t4e4 los Reve\ hay que suponer quc los actores localcs no se li¡¡itan a e¡rviar toda
C¡¡dlicos uel' en r e.cribirle:
' la información posiblc a la Corona, sino que cultivan a la vez y con
plcn: conciencia el dorrririo de lo que no ha sido puesto por escrito,
Vin¡os vr¡esÚas le¡ras c nrcmoriates que nos cnbiasres
f...1 y !isro rodo lo es dccir, la ¡eserva de conocimientos locales, person¡les, de los que se
quc Dos esct;bisreis, conro quiera quc asaz largrmenre ctccís
«¡<t¡s I¡s co- alimcnta su propio podcr porque los hacc portadores i¡rsustituil¡1es de
'.rs. Jr quc es mudro g,vo y rtes,,¿ teert.,st p.;o ¡tBo m¿\ querrnros que
nos cs(¡ibié,eds. rns, ú quc seprmo\ (uinr¡s ist¿s r,*a.rquí,r local hno',r'led4e,lir,:.n^ h posibilidad dc controlarlos cn l:r disrancia y
h.rn 1r
ll¡Jo. v r I¡,qLe hJl.eis pucsro rumbre.. quc nornbr( ¿ c.,.tr uni: porque. arnplía su margcn de acción.
rurq¡.re nombr¿is álgun od",, v 1", otr". tn,
FIay que destacar las consecuencias a mediano y l:rgo plazo para e1
,tr.1!, "
t.r indio,r ) curlr, hl) de Jn¿ ¿ or-.1. y rodo lo ,c¿tirg cor¡unicativo y epistémico quc tlmbién se per6lan cn el ejem-
"",,,!.:.¡,".!".
quc h;ben t-llado en cad¿ un¡ de. ¿si y prin",p,t.,e,)r" j..."".., plo de la correspondcnci¿ de Colón. La Corona endu¡ecc su "curio-
1...1.
rabcr todos los riempos dclr;o qué rrle, ron rlll en.ia,
-", pu, ,ir po, sidad" con instrumcntos de escritura formalizada y corrtrol instiru-
quc a nos prre, e qu< cn k, que Jcci\ qú( ¡uy ¡ i ñ,ch.¡ d,fúcn.i¡ e; t,\ cion¡lizado: las listas dc pregunras debían aumentar la oportunidad
riempus r Ios de rc.r. ,rlgunos qu¡;er¡1 dccir 5i en ul drio hrt ¡th do\ ,n clc scr cfecdvamenrc informada sobre torlo aquello que lcs interesara
r irr rus y du., e ro, y rod,, nu.,o eqcrib.ris
po. a los plopios reyes y no sobrc a<1uello que al corrcsponsal [e pareciera
rüdn¡ rnJo,lo r,r. h rlcones q ,e de r i r. p,.I", ",.."...*i.., 1
".
i.,. ¡.r. i"a". cligno dc infomar Así se trans{ormó trmbién de manera decisiv: el
l rv(. qJ( Jll¡ lr) v.c pr¡dic¡nc,¡Le.. porque qud,r'no.lJs
" ",,
\(. rod¿,.. c¡¡¿ícrcr dcl sabcr quc dcbía comuricarse. Los componcntcs sueftos

t, l.\,i',1!,,¡,1,.,,ilLr.,rrl,,,nTr,,rr,, \onrrl¡iil,\i..ir'.I ir.l)ürf!¡.


:r. ('r n!L r.l ir:Nr,7i,r, ¡i\,^,^,,.^nr(((,t.ir{\', ,,,,,, ,1 "'1,' 'r..,,1,.t\'L',..1 ¡A!ltt'nli,,r¡ !f¡,.r:rL( ¡r,t.L.:.r nr.n
( ()l¡ )iN I ll, 1, i.t r!, rlL ,,,,r) r ,,r, ,1r,1t."1,,i, ,,¡,,,In tLL,i.rr
ff 5t/,
274 r\l(NIrl lrRl Nl)l:(l(1. EL SABER EN EI, S¿77¿NC I)EL DOMINIO COLONIAL 171

del saber, que antes se comunicaban como una suene de 'obsequio" y ponerun observador al lado dc aquellos descrbridores v conquista-
y cuya lectura producía "mucho tozo y alegría", se converrían ahora dores que habían acumulado un poder extraordinario.
en un debe¡. Llcvado al extremor Colón ya no cautivaba a los Reycs Loiafectdos tenían conciencia de e§te Procedimiento de control
Católicos con sus relatos. Ahora los rcyes lo compromeúan median- por medio de la instalación de observadores. Franci§co Pizarro §e que-
te un formulario y ñnalmente también medianre la insritución de un j" el obisPo de Tierra Firme lo visitaen Lima por
cscrib¿no notarial, que debía acompariarlo. Cuando en l5O2 Colón ","u.gr-."te.r""do
encargo real: 'que cn tiemPo quc ¡nduvo conquistando la rierra con la
inició su cuano viaje, sus instrucciones contenían porprineravez dis- y ago¡a que la dene conquis-
-o"hilu , .,l""tus, n,.,nca se le dio ayuda, r':
posiciones en ese sentido: tada y ganada" Ie envíaü u,r "Padrastro" En el español ru6anesco de
comienzos de IaEdad Moderna, cl "padrastro" represettabala instan-
y habeis de idomaros der gra[dor dc Las dichas ;sras, e facer memo¡i¿ de cia del abogaclo de la otra partc (cl "procurador en contra") Es decir;
todas 1as dichas islas, y de la gcnrc quc cn ellas hay yde la calidad que sor, que ?izarro habia reconocido con claridad la nisión política del obis-
para que de todo nos traigáis cntcra relacion. Habéis de vcr cn est¿s islas
po de vincularlo al Derecho y a la Corona mediante l¿ observación
y tierra 6rne [...] qué oro c plata c pcrhse piedras e espece!ía e oü¿s co-
En cuanto a lo que succdió despuós con las lisms de Pregxntas en
sas hobiere, e en qué cantidad c cómo es el n¡scimiento de ell¿s, e facer de
cartas o instrucciones a dcscubridores y conquistadores, va Jiménez
todo ellorelacion porante nucstro cscriba¡o e olicialque Nos mandamos
;r co¡ vos pa¡a ello, para que scparnos de todas las cosas que en las d;ch¡s de la Espada ha podido demostrar quc cl deber de informar llam¡tiva-
;las e rieffa6me hobierc.rl -."t".igu.""" d"l"u"'toviijc dc Colón de ningún modo se convirtió
en esú"áa¡. En las instr¡.rccioncs de Magallanes, por eiemplo, faha csa
Ya antes del cuano viaje,la Coron:r habíaempezado acomraresrar clase de disposicioncs, y lo mismo en docen¡s de contratos de la Co-
políricamente el creciente po¿er dc Colón. Con ese propósiro, a fines rona con iefes de expedicio,rcs dc la prime.a mitad del siglo xvr'' En
de 1501 se había noml¡rádo x Nicolás de Ov¡ndo gobernador y juez cambio se hizo más común instruir convenientemente a aLos funcio-
supremo de las islas del C¡¡ibc. Ahora se sumaba al actor un obser- narios de la Corona, por cjemPlo er lá instrucción del 29 de ma¡zo de
vador, al conquisador, un nivel mirimo de burocracia. De esa mane- 1503, válida tanto p¿ra e1 gobernador Nicolás de Ovando como pala
ra estab¿ presente un contrapoder leal a la Corona que alberg:ba la Ia recién fundada Casa dc la Contr:t¡ción, en la que se dice que estas
oportunidad de reducir clpoderio fácdco de los actores locales. ¿Qué instancias tienen que escribir conriruamcnte a los reyes "e fagan sáber
signi6ca esto para el manejo de la információr1¡ La nueva ins¡a¡cia dc Ia rrelaqion que touieren dc todas las cosas de las yndias" Se ordeta
observ:ción tenía que encargarse de que ci ¿cto y elinforme no siguic además que los col:botádorcs de la Casa añadan su opinión y sus pro-
ran coincidiendo cn las manos del descubridor y conquistador, cs dc- puestx sobre lo quc hay quc dccidir.rr
cir, que se desplegara el triángulo vigilante que acabamos de dcscribir, El hecho de que rlgunos de los pim€ros gobe¡nadores de Aoérica
que cra lo que posibilitaba el control desde lejos. Es decir, que ya para hayan copiado el procedimiento y lo aplicaran cuando eran ellos lo
las primeras instancias de dominio colonialelasunm de la observación qrr" ."riubr" grupos de descubrimienlo o conquista muesrra que el
e información la Corona es una pane fundamenralde su misión polí-
a
tica.Justamente porque csto ocurría en una situación pionera es por lo
que no surgió un cspacio homogénco de obscruación adminisrrariva. :ll. Asib cnael obisPo de Ícr¡ Fimc cn su cáe dell de febreru de 1s36 a C"los
Sólo era posible doraralgunos focos dc las "sondas" correspondientcs V cn. sea¡in IIMÉNEZ DE u Est'^D^, "A¡tcc€dertes"' P.30.
J¡uÉNüz Dtr u ESP^D , "Anteccdúrcl', P. 16. Er c.mbio: GaM¡'/lzau'tRDo'
'Ii*udio orelimin*". p Xll.
tn u-'.r r.'. " c.,'., J. 1,',,at1r ¡ tú1 dd 2a dc m'?ñ )'¿o de ¡bril Óc l50l'
lolón, dcl l4 dc mrro dc I502, odir AGI.ltulif.418, L. l, f.rls.94v_e8!, rquÍ[ols.97v 9l¡r, odit' cn CODODES III' PP'
l, pp.427 s. 1489-1496, r.luíPP, 1495 r.
)7) ]\lt\l)1 BtIrNt)l¡ l EL SAB!,Ii EN ]]I, S¿7'7,¿NG DEL DOM]NIO COLONIAI, 273

pri¡cipio del irformante aconp¡ñante se concebía como üna técni de zor¿' cor¡inentrlcs. t¡mL,iin .e b¡*ro,, c¡.i rientprc cn cono.i
ca gcncral para comprometer a los ac¡ores que sc desempeñaban le mrenro( ) rrcric¿\ indigcn*. Estos.onocin:ento\ ) licnicrs intsrcs¿
jos. Por cjemplo, Diego Velázquez, cuando envió a Hcrnán Conés a ron a 1a canografía colonial por averiguación de detalles geográficos o
buscar aJuan de Griialva y continuar los descubrimicntos en la costa también dircctamenre por la propia mano de un dibujante indígena.r'2
de Yucatán, le dio instrucción expresa dc inquirir con gran celo los También despuós de la conquista continuaron y se siguicron use¡do
secretos de las islas y de las derras vecinas. Con ese propósito debía tradiciones de la cscritur¡ admin¡str¡tiva indíBena (marrículas tributa-
realizar un informe completo ("enrera rclación") rote escribano sobre rias, libros comunales).r"
los habitantes y sus creencias, los árboles y fruras, Ias hierbas,las aves, Si se mencionaba un 6n para hs medidas relacionad¿s con Ia des-
los animalcs, pero también sobre cl oro, las piedras preciosas, perlas y cripción remprana dcl tcrritorio, por lo general se hací¿ reicrcncia al
dcmás mctales, especias y también todo aquello que se pudiera saber p¡oceso del repártimicnro, es decir, de 1a adjudicación dc m¡no de
obra;ndígena a los cspañolcs. Estos documcntos marcan, por lo txrl
to, la t¡ansición de la conquista a Ia colonización con ase¡tamientos
pe¡manentcs, de la quc ya hcmos hal¡lador había llegado h hora de
3. PRlMllRAs INIctATrvAsr REGIsTRo T¡iRRl r ()R reparrir el "botín" quc promctíá un progreso social y cconórrrico a
largo plazo. En términos cpistémicos, para eso había quc elaborar en
principio un panorama dc los quc eldereclro, cs dccir, los
Debemos considcrar ahora qué tenras intcrcsaban especialmentc en 'cclamaban
conquisradores, y dc lo conqu;stado, es decir, elpotencial dc mano de
los cornicnzos de la época colonial y por qué interesaban. En primer obra indígena. Pero dcsdc la perspectiva política se rrataba sobrc todo
lugar hay quc mencionar usos más o mcnos efímeros de un levanta- d,c qaién realizaba t¡l rcpaño y después lo conrolaba, porque esta
miento primario de los rerritorios, que sc han perdido en su mayoría. persona o instancia contarí¡ con la lealtad dc los encomendcros.
En l:s fuentes hay menciones a prlmeros mapas o dcscripciones de Para la primera {ase cs difícil determinar eo qué medida y dóndc
las islas dcl Caribe que al parccer tueron confeccionados por inicia este proceso luncionaba solo o ya era acompañado y controlado por
tiva dc sus resp€ctivos colquistadores o gobcrnadorcs- Tanpoco en la Co¡ona. Nicolás de Ov.rndo, por ejemplo, había recibido la ins¡'uc-
relaciórr con los mapas y e1 saber geográfico sobre Nueva España se ción ¡eal de colleccio¡ü un "1ibro de repartimie¡rtos". Allí se debí¡
puede consrarar una "hora cero". Ya los aztccas usabal mapas. Se dicc asenrar, entre orr¡s cos¡s, el nombre de los eciques y cl número de
que Hernán Corrés recibió del propio Moctczuma un mapa del nortc indios subordinados ¡ cllos, así corno su capacidad de trabajo y estado
de México.r6 Los primeros mapas de la ópoca coloni¡l, sob¡e rcdo los civil.r'No importa si tales registros se llevaban realnentc: su posi-
ble cxistencia loc:rl dicc poco sobre la situación episrémica de la corte.
Sobre la población y la estructur¿ de los ascntxmientos dc Cuba, por
'1...1 r.b¡Éréis cor mucha d;liE€nci¡ c solicnúd de inqued. y saber ct sccrc¡o
de l.s di.hasislas eiieras, y de lasdem¡s acllas comarcanas y queDios ¡xcrro
S€ñor háy. sido scFido que se descubran o dcscubricron, así de ta Dúera e co¡
versrcion de la sentc de cada una dell¡s e¡ prrdcllar, como de los á.boles, {fuxs, 37. M,ND\, ¡ttdppi,$ sob¡c h cirrosrafia diaria mexicana de ma¡o indiseni cf. ac-
ycrb¡s, aves,¡ m¡ii6, oro, pi€dras preciosis, perlas e oi.os mctales, *pecerh, c tualñe¡E: MnND¡.zTorRls/MÉNDEz M^RriNEz, ¿r-,ieJ; MoNrEs Dr O.a, C¿r
olrás c! a lesquier cosas que d.lás dichas islas c rierras pudiérc.tes saber e alcan- ,o8l,r;. Sobró elroidc 1¡ c to8ráfia indísena de Nortcáméricá: Btt.YL^, "Inlánd
zÁr, c dc rodo iráed entera relació¡ por r¡rc s*ibáno", cdir. e¡: CODOIN,E-1.
p. 402. Dc un modo siúil¡r proccdc Pcdrí ú Dívil¡ c¡ tas insrucciorcs pih 18. E¡ esped¡l sobrc los códices Techialoyan cf. SCEMIDT, "lndiinischc Gesell
G¡spár de Espi¡osa (20 de julio d. l5le)r J¡MfNrz bri ¡.^ E',aDA. "Antecc¡-
19. Burgos,2ldonovidnb,'c¿clsll,ci.JrMÉNDzDD¡-^Es,aDA,'A¡to.cdcntes",p.
Vo!.r.M.r, l(cgior¡llrczciclnungto", p.,lo. So[rc l(\ nñfis cI. tJooNri, "M¡ts,,. 2\.
274 ARNDT BRENDECKE EL SABER !N EL SE771NG DEL DOMINIO COLONIAL 275

ejemplo,la Corona sabía dcmasiado poco en i526 como p¿ra tomar destinataria del esc¡ito, cs decir, en parte de Ia confianza individual en
dererminadas dechioncs por sí misma, de modo que en una Real Cé las pcrsonas designadas allí, pero en definitiva también de las pautas y
dula de 1526 sc dicc: necesidades políticás, que cambiaban permanentementc.
La polítie con rcspecto a la cncomienda, por ejemplo, sufrió una
Otro si sabed que muchas pcrsoras nos viercn a suplicar 1es presentemos oscilació¡ constante, a párrir de la década de 1520, entre tn la;sser'
algunos berelicios de los pueblos shplcs y curados e iglesias que fueton faire en parte pragmático, cn parre descado polítican,ente, y b.eves
eresidas e¡ l erecciones delias y dc algunos dcllos 1o dejanos de hacer fases en las que se laprohibió o combatió. Aun cuando en términos de
por no estar inlormado ni tcner cntc¡¿ ¡c1¿ció¡ de 1os puel,los y .te su po Realpolitih rchaya siáo posible conseguir la prohibición cabal, como
estul¡o preüsta en 1523 y 1542, cada medida relativa ¿ la Política de
encomienda politizaba el saber subyace,rre, es decir, por ejemplo, 1a
Co¡¡o consecuenci¿, el rey solicita más información: info.mación sobre los ¡epartimientos y su base demográ6ca e históri
ca, o sea, sobre 1os indios, su capaciclad de trabajo o tributaria, y sobre
Y porque yo qx;ero ser informxdo .te las casas, ganados y hacicrdas y las exigencias y derechos de detenninados conquisudores. Pero rara
granjerías y orras cosas que renenos en esá ;sla, y de la calidad y valor de
vez se ilumina la voluntad del Consejo de Indi:s c1e usar. la infonna
cada cosa y dc 1o que renta y preden rentar, y asimismo de su valor, yo
ción rclevada para controlar direct¿mente a 1os encomenderos y {un
vus mando que ésrarecibáis saquéis una relación muy larga y paÍticulardc
todo, especiÉcaodo en ella qué casas, rérninos, senados hacicnd¿s, cscla
cionarios eclesiásticos y secula¡es, en el fondo a todos los acto¡es. Así,
vos y onas cualesquier gráfljerías y cosas que en esta isla tenemos dc que
¿l 1o rle diciembre de 1530 se enviaron Reales Cédu1as a la Audiencia
nos sigan rentayprovecho en cu alquier manera y de qué calidad er esa co de México, pero también al gobernador de laptovilcia de SantaMar¡a
sas y qré rentavaleyme la enviéis 6rnadade rodos.ri y los funcionarios de Guatemá1a, en las que se señalaba la importancia
que tenía para la Coron¿ el conocimiento entero y veraz de las Per-
No obstantc, cr el mismo esc¡ito la Corona t¿mbién pide consejo sonas. ?orque sóio así se podía escoger a los mejores Pa¡a los cargos
sobre 1o que hay quc dccidir ("lo que corviene en ello proveer"). Este y prebendas que quedaban vacantes, para 1o cual, snr embargo, había
interés simultáneo en la inforrnación 1 el consejo quizá desconcier q"" ".o"1r-;"" lr l"rltad y cuidado de 1os info¡mantes. Éstos debían
tc, por lo menos si se piensa que obtener información es un ¡ccu¡so confeccionar en secrcto y sin prcjuicios listas de los candidatos ¿de-
para reducir la dependencia política, es decir, para hacer innecesario cuados y de sus respectivás caprcicladcs, Pero también debían ñja¡se,
el consejo (de los que están nejor informados). Como sc vcrá eu lo por ejemplo, quién había tratado bien hasra el momento a los indios
que sigue, muy rara vez los cálculos de las instancias i¡voluc¡adas se que le habían sido confiados. La primera lista debía ser envi¿da cot ia
pueden reducir con toda claridad e ana sola |.¡¡ct<5o del sal¡er. Las próxima flota, ylas siguientes cada dos ¿ños. Sctrataba enparre deuna
órdenes reflejan másbicr una necesidad determinada, que varía según rncdida poco realista porque exPresanente se debían registrar todos
l¿situacióq de combina¡ distint¿s {uncioncs, es deci¡ por ejemplo, de Los "hombres buenos" ("de doctrina y buena vida y exemplo"), que
tenerporunlado una visión de las bases palatomaruna decisión,pero vivían allí en ese mome¡to y en el {uturo. Pero I'uelve a poner en evi-
por otro de recabar ya también propuestas conc¡etas de decisión. El dencia, por un lado, el rol del consejo dado er1 con6anza por las auto-
cquilibrio dependía mucho en cada caso del presrigio de lá instnnc;a ridades localcs y su vtucülo con la Prerensión de la observación obie
tiva (todo dcbía hacerse cxpresamente sin respeto y preferencias). Por
otro lado, tales mcdidas nunca apuntaban únicamente a obtener una
40. cf. coDoIN 2 1, p. 359, Real Cédul¡ dcl 9 dc noviombrc dc 1526. U¡a cio lxsc ¡:criccta de decisión par': la Corona. Debían poner de trani6esto
sinilár salió el ñistuo dÍ¿ p¿r¿ L¡ Esp.nol¿, d. AGI,Indil421, L. Il, fols.lOOts
rr los rfcctados qLre sc Los observaba, es decir que la Corona cumPlía
30}
41. CL CODOIN 2-1, p. 159, Rcrl Cé¡úli ¡ol 9 dc no!icnbrc ¡s 152r,. c¿bilnrcnlc con slr dcbcr dc crric[,rdo, trrrto cn c1 scntido de 1a iusticia
276 Al(NI ) l' IJRllNl)h(lKI LL SABER EN EL S¿7 7/N6 DLI- DOMIN1O COLONIAL 277

distribudva, es decir, en la conccsión de cargos y prebendas, como en tanto, querer mantener a la Corona fuera del negocio que constituía el
el sentido de una vigilancia iurídica y pastoral de los que necesitan repart;del botín. La re¡cción fue cl envío en 1525 de Luis Poncc de
protección. En consecucncia, aunquc cn realidad se debía proceder en León a Nueva España como jucz dc residencia. Su instrucción conte-
secreto, se dice: "y sera byen quc los naturales y pobladores desa tierra nía un encargo de descripción nucvamente ampliado, lo cual ponc de
sepan de vosotros essa yntension y cuydado que renemos-.,2 manifesto que lacorte y elrccién fu¡d¿do Conselo de Indias necesita-
En líneas gencrales, el interós polírico de la Corona por cuestioncs ban u¡a serie de informeciones para Poder actuar políticamente e ins-
rcl:cionadas con la distribución dc Ia población indígena sólo creció cn talar más instalcias de gobicrno secular y eclesiástico Ponce de León
l¿ década de 1520. Las causas fucron, además dc la muene masiva dc 1os no sólo debía describir el sistcrla tlibutario, sino además envia¡ Io a¡-
habitantes originarios del Caribc,los infonncs de Hernán Cortés sobr.e tes posible una descripciór, cic Nueva España a la corre'5 El re¡ dice
el alto nivel de civilización de los indios dc Nueva España y sobre el la instrucción, sabe del tamairo y la imponalcia de Nueva España, de
sistema ributario precolorial dcl do:¡i¡io azteca.'r La imagcn de los su {ertilidatl y población, de su capacidad de vivir en una comunidad
habiranres origin:rios sc corrió así dc posible mano de obra 1oca1 a po- políti"" y de a.".""."e a la fe ctistiana' puesto que se trata de "gente de
tenciales súbditos y rib ranres dc Ia Coron¿. Si se quería echar mano entendimiento"." Por eso cl desco dc la Corona es designar obispos y
efcctivamentede ese potencial tributario, no sólohabía que liberaralos oras personas versadas en la'vida santr" Y sigue:
indios de la encomicnda en forma progresiva y ponerlos directamentc
a cargo de la Corona o de un corrcgidor real, sino que primero hrbia nuestravolu¡tad esdc s¡ber,l¡rgo c particularmenre de l¿ dicha ¡ucva Es-
que rdquirir un panorarna demográfico yentendcrel sisrema rributario paña ysustieras y Prov¡ncirs c dcla calidad v manera della" vde los pue-
prehispánico. Así se amplió cl cspcctro de lo quc había que saber: ya Llos della y del tamano y grandor dc c¡d¡ uno' t"'l porque les gentes na-
no era sólo la confguración aproximada del territorio (Geografía) lo urales deaqueltas pancs sein c,rscñados en nuestrá sancta tee Catholic¡ "
que había que determinar, no sólo el númcro y la distribución de los
indios cn diversas zonas dc encomiend¡ sino en todo el rcrritolio (De- EI rey dice haber deliber¿do soble cstc asunto con el Consejo dc
mográfía). Ta,nbién había que recabar información sobre el sistema de Ildias y llegado a la conclusión de que cl juez debe viajar a Nueva
rributación precolonial (Historiografía, Etnología). España con el siguiente encargo:
Las distintas medidas relativas a la descripción temprana del terri-
torio se ajustan a laprogresión de las colxlelaciones políticas. Ya Cor viendolo por vist¿ de oios, os inÍtxneys v sepavs larga v particularmeltc
del grandor y tamaño de h dicha nueva ]isprña, e sus tierras e provincirs,
tós realizó en la primera mirad dc la dócda de 1520 algunos inrentos dc
yde lospueblos dcllas, y de quc vczinos cs cada pucblo, v quetermino tic-
ttescribir Nueva España, en panc tarnbién por iniciativa propia, según
ne y de ia calid:d dellos, y quantos Obispados se podían o dcvrían pro
parece.'r No obstante, siguió adclante con el repartimiento en brena
veer en ella, y que [mnes se podrír dar acada uno,v en que pucblo devría
medida en formr autónoma, sin proporcionar info¡mación sufciente
esrd h @besa de tal Obisp.do, c que rentá Podría rcner cada uno al pre-
a la Co¡ona. También desaconscjó en un principio introducirla recau-
senrey arlelante y ansi mesmo vos informad si convernía elegir un Areo
dación de un triburo. Para seguir con la inragen, Corrés parecía, por lo bispado en laciudad de Mexico'-

42- LGl LnÁif_ 422. L.11, fol. l49r; sobrc l¡§ dcm:ís ccdul¡: ibíd., fol_ l,r9Fl49bi§r .li ¡n!, n.ritn, J.!'l dc.,r i.ñhr. ¡e 151i, «ln cn Puc^, P@6üz¿t, fols. l7v-l8r
Unadcláscéduh sá rcprodrcidacon fcch¡ orónc¡ cr CODOIN 2 (0, pp.97 \ ( l( )l)()lN .l 9,lt.I l'l \ (:f..rl ln uraMANrE GRcÍa,'Co¡ocimien-
'(sl)c.r,):
s.i sobre cl prcceso ct Bmt ¿¡; s'MpsoN, [nconiei.ld, p. 97 . rt". f. r6i ll^r rt,r, lt,l,;,1)f l.l \.
'll. BusraMANrE Gancí^. 'Corocinrio o", pp.14 17. .rn l'L , ¡, /l.J l7\.
^n,rr'.1,,1
l,,L /v.
Tilnbié¡ e¡vió y¡ e¡ ls2l xlsn .s sn,¡,r cxfdicion,¡rnrs prcpnx. Sdhrc $rx úr L' ', , ¡. h,,,'i,,,,,,
us cf. AM¡y Tour r', ,.1rrr ,,ra¿a,, r¡l)h 5. l¡l I t ,^, /r,,.,'i,r ', ,,1 l/\
I 81{|Nl)tCKE Iii SAlltiR ItN EL l¿l / /N(; l)lit. DOM1NK) C( )1.()NIAL 279
^rlND

Ponce de León murió y¿ cn 1526. Su sucesor, Mnrcos de Aguilar, Los conseieros dc lndias se inforrnaron ":ssi por escriurá, como por
designado al año siguiente, no cumplió la tarea en la dimcnsión desea- palabra" con "personas religiosas y eclcsiásticas, y otras que avian
da (sólo sc ocupó, nuev¿mentc, de asuntos relativos al rcpartimiento y estado mucho tiempo en la dicha tierra". Y también consultaron los
atributo indígena), de modo quc cl 5 de abril de 1528 sc impartió una info.mcs dc Marcos dc Aguilar y Flernán Corrés, presentándole "en
nueva ordcn dc describir Nueva España. Esravez se dirigía a una comi tera relación" al rey. No obstante, el rey ha decidido redactar esta
sión que estaría integrada por la recién fundada Audiencir de México, Real Cédula para que el grupo se reúna en la Ciudad de México y
los obispos de Tlaxcala y Ciudad de México, que acababan dc ser de delibere allí sol¡¡e una seric de cuestiones y se informe "por todas las
signados, y los superiores de los conventos dominicos y franciscanos vias y mancras que supierdes o pudierdes de la verdad de cada uno
locales. El grupo debía constituir un contrapeso político de Henán dcllos de rnancra que aquello por rros visto junramcn(c con ll.reslro
Cortós," pero por sus propias diferencias no estaba cn condiciones de parecer, podamos brevemenre sin mas dilación provecr cerca dello lo
hacerlo. Si bien la primera Audiencia estaba integrada por hombres de que convengr".5¡ Sigue luego la lista propiamente dicha dc los puntos
la ll¿mada "facción de Velázqucz", es decir, enemigos dcclarados del que debían investigar, que reniendo en cuenta esros proccdimientos
capitán gcncrai Cortés, éstos qucdaron desacreditados por su política no debc cntenderse como cuesrionario cn senrido estricto sino como
enpalte extremadamente brutrl cle enriquecimiento y opresión. Nuño catálogo dc puntos a tratar. Se dice expresamente: "frandamos, que
de Guzmán, su presidente, comerió una serie de r¡as¡crcs durante Ia platiqueys cntre vosotros en cada uno de los capirulos que de yuso en
conquista delnoroestede México (NuevaGalicia). Sobre todo Juan de esra nuesira carta serar contcnydos".53 Resulta in¡eresante el modo
Zumárraga, el designado obispo de México y protector de los indios, en que debían recabar la información: se indicaba a la comisión que
entró por esa razón en un vehemente conflicto con el presidente y se informara "por lenguas de intérpretes", entre los habitantes ori-
lor jrreces de h rudiencia y los excomulgó transitoriamenre. como ya ginarios y orros súbditos de Nueva España que vivicran allí y tuvie-
hemos mcncionado.'o ran
*mrs nolicix", sobre los nombres de las provincias de Colima y
Par¡ nucs¡ro contexto resulta inte¡esante el fondo epistémico de Guatemala, su distancia y población, asi como sobre la cantidad de
las rnedidas y los procedimieutos contemplados. En Ia Real Cédula se habitantes originarios y pobladorcs. Se debía rratar en {omra expresa
dice quc el grupo debe saber que cs intención del rey ordenar en Nue y por capítulos si el territorio era llano o montañoso, si crr más o me-
va España las "cosas de la republica", asegurar la conversión de los nos fénil, asi como rnen.ionar los respecri!os rios. pucrtos y ¡cccsos
indios y su buen tratamiento. Que se ha ordenado "muchas y di"ersas
vezes" al Consejo dc lndias El segundo complejo de prcguntás se ocupa de la conquista: de
bían informarse por la misma vía sobre cuántos conquistadores ha-
dello y uvicsscn por todas las vias y maneras que
qLre plLticasscn cerca bían estado alscrvicio de Hernán Cortés y quién de cllos todavía"ivía
fuexc posiblc ynformacion, p:r'a lo quc cerca deLlo se deviesc dc pro y dónde se hallaban sus herederos. Tarnbién se debían averiguar sus
cualidadcs pelsonales y los posibles servicios prestados, y si después
de la conquista y colonización habían sido recompensados con repar-
timientos de indios o dc otra manera. Y además, quién dc ellos era
casado y quión todavía estaba soltero.
AiREcur ZñoMNo,,4rdt¿ cid de Méxi.o, p. 14. La &eal Ccdu l¡ del: de ¡bril
de 1528 6tá reprodúcida en Puc^, Pr@i!iúe', fols. Tt -e¡, y táñbién, con feh.
cúó¡c¡, e¡ SoL^No/PoNcE, C 16 danarios, pp. 5-7.
i0 ElconRi.to está tratado cn M,1t\rN-'l^M^\o, Pñnet a,Jlito. Sobtc laencooien-
dá dc Zuinárr¿Ba (Ocuiiuco) cf. tu cirti del 25 dc novicmbrc dc 1536, edit. c¡: ,,., 'L ! ¡, /11'r /vr,,., l!, 7\
Docaútntos inédrto: del siglo rvt ?¿tu ld hi¡otia de M¿riú,pp- 58 s- r t L,r ¡ 1. /11' r!,,r,., r,,
h)a Pto! i s iot 6, I ol. 7 \. ,1 ll , r. /",, r!,,r,,.1,, s^
^.
ARNI)'I DRTJNDDCKE lll.SAlll lt tiN]rLS¿f'/7N(il)hl.l)Ol4lNI()COI-()NlAl. 2lll

El tclcer complelo de preguntas empalna con el problcma del re- Aquí se pucdc reconocer nuevamentc elprincipio de la justicia dis-
parrimicnto: ¿en qué provincias hay pobladores y cúántos? ¿Cuáles de triburiva, que hacía necesaria la obser¡ación.'3 Como cl rey no podía
ellos gozan actualmente de una adiudicación de indios y quó canridad pracricarla en persona,la delegaba en una comisión. Para este esunto
de rierras e indios comprende cse repartimiento? También hay que debían tom¡rse en cuenta dos circunstancias locales sobre las que la
averiguar cómo se ha modi6c¡do elnúmero de habit¡ntes en los dis central prácticamente no disponía de inform:ción: los méritos de los
tinros pucblos del repartimicnto y r qté pobladores o conquistadores pretendicttcs y el valor de los indígetas a repartir. Se:cephba que
no se les h: adjudiedo iudios,ti de esc modo tuviera lugar una participación de facto en el poder, en
La scgunda parte de la Rcal Cédu)a, por último, ya no le encarga un área ccntral como er: captar lcaltades mediante recornpcnsas, y se
a la comisiórr que se infonne, sino gue formule propucstas en las que reconocía bicn el peligro del at¡uso: antes de deliberar los miembros
puedan brsa.s" las futuras órdcncs del re¡ Lo notablc dc csto es que de la comisión debían oir misa, a conrinuación del¡ían iurar ante el
así sc lc transferí¡ de {acro a la comisión unaparte deldcrccho de con- sacerdore que rcalizarían la adjudicación dc indios "bien 6elmente sin
sulta quc cn realidad le esrabr rcscrv:do:l Conscjo de Indias. La co- odio ni añcion". Ademis, se disponía que los involucrados en modo
misión dcl¡ía informarse, formarse una opinión y prcscntar propuestás alglno podían autoadjudicarse indios, con 1a excepción de diez para
para la dccisión del monarca. ¿Cómo se imagin¡b¡n los detalles? el servicio doméstico. No obstante, recibirían sahios dignos con los
Lr voluntad del re¡ sc dice, cs otorgarmerced: los conquistadores que pudieran sustentarse.5e
y pobl ores. Con ese 6n la comisió¡ dcbe confeccionar un memori¡l Una vcz más se torna evidentc la problemática, ya mcncionada por
soble la adjuLlicación de indios a los mencionados conquistadores y Alfonso cl Sabio, de que el rey no puede ver todo y que por cso tiene
pobladorcs. Allíhay que considera¡ por una parte,las cualidades pcr que servirse de la ayuda de otros quc uscn el poder en su lug:u Elaglu-
sonales y eldcsempeño de cada uno de ellos;por otra, la cantidad dc tinante decisivo de la con6anza es flanqueado aquí en forma direcra
indios y tierras. La comisión propondrá incluso el monto del t¡ibuto por los elementos que en el fondo aún hoy están destinados a impedir
que sc pagará alley y trararí en su dictamen la sigüientc cuesrión: "que el abuso del poder que otorga el cargo: el jrramento de que se hará un
ca¡rtitad de tributo os parece justo, que se nos dc ¡ ¡1os".5r'Por10 tanlo, uso desinreresado del poder y la promesa de un sueldo ¿decuado.
hat¡ía cuestiones decisivas de distribución sobre las que no se debía En los años siguientes se enviaron ór'denes similares a Ticn a lirme,
deliberar en la cone sino en la perifcria. Las formulaciones m,estr¡n La Española, Venezuela, al Nuevo Reino de Granada, a Nicaragua y
cómo dcl¡ían imbricarse cl dcrecho a proponer de la comisión y el a Peni.o Si se observa cómo cvolucionó el interés por las dcscripcio
derecho a otorgarde la Corona. El memorialque debían confecciona¡ nes dc Nueva España, en principio hay que constarar que la primera
consign.rrir l* rdiudic.rcion(s de irdio\ "que ¡.si o' pares.e. que p"r Audienciade México habíafracasado también en relación con sus tun
,?oJ le deven ser dados e rep¿rtidos". Y siguc diciendo: ciones descriptivas. Por eso la ordcn de procu¡a¡ una "información
y descripción dc 1a derra" debió scr repctida al poner en funciones a
p.rraqucporno.'i.'ocl Ji-h,,ncrro,i"J cp,recerc rcpá,,n,e,,ro. T¡r
q u e con"cnga a nuesrto scrvicb y a la gratiF
dernos ccr,;a delo provccr Io
crcion dclosdichos pobladorcs e conquistadores, dando ¡ crd¡ u¡o dcllos Cf. il rcsp..to c¡p. 1.5. Ura disposicióñ no feh¡d¿ del sislo x!¡ idvicre sobre
aquclh porcion y cantidad, que nos parecicre ser jus¡¡ 1...1 p¡rá susrenü la ncccs &l de que antes dc adiudic¡r una ercomienda a los co¡guist¡dores re
cx¡nrin(n sus y $ necesiJid ("¡nforma.ión de s€flicior I mérnos" r
'tr¿¡iios
" neúcs;di¿ '): BNE, Ms. 3017, Iol. r l6f SoLre las disposiciones conespondientes
cfr R«üil¡rcióh.lib.II11, rít vl, lcy vi, asÍ como ,Re.opil¿c¡ó,, lib. Itt, tit. 1I,leI

5s. Púc^, P¡or?¡io,s, fol.8r l'}u(t^, /)?"iii,,?a, ids.8v-e( Sobr.los luh¡útos ¿ntes de un scrricio dchfor
56. Puo^,I'roorútrs,fol.8v nri.i,nr .f. ll{)r.rrNsrrrN, //,/¿/i¡t,,r, p. rl.
57. l\xt^, P'ir¡tio'1.s, tol- 8r ll¡sr^M^N I' (;^R(f^, "()n,o.in,iono", t.40.
ARNDl ]]RENDDC¡'L NL SA]]LII LN EI- S'T7INC DEL DOI,IINIO COLONIAL 28]

la segunda Audiencia, bajo el presidente Sebastián R¿mí¡ez de luen ambas están perdid:s desde el siglo xvrL66 Pero es evidente que en su
lcal, en 1530.61 Una o¡dcn clc igual tenor se 1e envió al gobernador ¡nomcnto lampoco s¿.is6cieron todas las ncccsidades de 1a corte, por
de la provnrcia de Santa Ma¡ta.62 En esa época la corte no sabía con quc ya en diciembre de 1533 se volvió a emitir una cédula que requería
scguridad si cxistíar trabajos prdhnrares de 1a prnnera Audiencia de de la audiencia un ¡elevamiento de jnformación quc fucra más preciso
México, así que en principio ordenó quc se realizaran avcriguacioncs y a ia vez nás arnplio en cuanio a los temas:
en ese sentido.6r En 1532 la Corom volvió a requerir que se realiza-
ra una descripción, y subrayó e1 objetivo de estabilizar políticamente Porque quereftos tener enrera notici¿ dc lu cosas dc essa tierny.nlidades de
Nueva España. J?ar: entonces Fuenle¡l, el nuevo presidente de la Au- ll¿, vos ú¿ndo que 1...1h¡says hazeruna muy lrrga y partictLlar relacion de
diencia, ya había inform:rdo varias veces sobLe los trabajos en curso. 1a gredeza de essarien, anside ancho como dc Largo, y dc sus limiLes, po

De la corresponclencia se deduce que la primera Audiencia ¡o hal¡ía niendolos muy especiGcadamenreporsus nombres proprios, y como se con
hecho e1 menor intento de acomete¡ la tarea de descripción. Pero sí 6m y amojona por ellos, y a¡si r¡jsr¡o de l¿s c¿lid¿dcs y cst¡a1cza! que en ella
ay, panicula.izando las de cadapueblo por si, y qucpoblaciones de gentes ay
había realizado adjudicaciones de indígenas. Fueron los oidores de la
en c11a dc los mturales, poniendo sus ritos y costumbrcs panicularmente, y
scglnda Atdicrcia 1os qtc sc ¡cunie¡on, conlo¡mc al cncargo recibi
ansi miuo quc vezhos y noradores Españoles ayen el1a, ydondcviuc cad:
do, cor los superiores de 1as ór<lenes de 1a ciudad y recurrieron a ura
vno, y quanms del1os son casa.tos con Españoles, y con lndias, y quantos por
seric de medidas para infor¡¡arse. Cor cse fin sc solicitó tarto a 1os casa¡ y quc puertos y ,ios rie e¡, y que edificios ay licchos, y quc an imales y
corregidores como a ios superiores de 1os monasterios, a los cabildos avessecrian cn ella, y de qnecalidad son.6r
como: Ios encor¡ende¡os del ter¡itorjo, que enviaLan informes a la
Ciudad de México. Además se enviaron personas de l¿ ciudad adistin En términos generales, las prheras órdenes de ¡ecab¿¡ o¡ma-
tas provincias, y orras que venían de ias provincias fueron interroga- cióD dejan una imagen ambivalente. ?or una parre, el aún joven Con
das sistemáticamente.a Por úldmo se consultó a Hernán Cortés sol¡re sejo dc lndias se hacía cargo por primera v€z sistcmáticamenre de la
una división útil de1 rer¡itorio.65 Y entonces, en diciembre de 1532, tarea de.e1c,ar infornación, pero por oo'a parte lo hacía con una clara
Fuenleal pudo envia um prntera ve,siól de 1a descripción de Nue concicncia dc que las decisiones previas tenían quc scr tomadas por las
va Espáñaj cuátro mescs dcspués cnvió la segunda. Lamentablemente, correspondiertcs comisiones locaIes, es decir, que no se suministrábá
sólo información, sino rambién propuestas para las adjudicaciones dc
indios que había que realizar.
De modo que los actos dc recaba¡ in{ormación estaban sujetos a
61. Ya anres de la llcga& dclmevo prcsidcnte !'ucnLcallos oidorcs marciona¡ l¡rcvc una sue¡te de cálculo mixto. No scrvíar, únicamente para "estar infor-
mc¡tc e¡unacar¡ dd l0 demdzodc 1531que cnvia.ín más úrde l¡ derripció. mado" y poder decidir lueso con mayor pcrrinencia, ni para las comi
rcquüi.lá (cf. AGI, Pú 184, r 16, foL. 1v). Co,¡o respuesa a am cana véar h
c1c Indias, que actuaba en
siones o instancias locales ni para el Consejo
Real Cédul¿ del20 de lr¡rzo ¿e 1512 (AGI, Méx. 1088. L. 2, fols. 27F30v), r I¿
qle sesub¡¿y¿ núe"atuefue la inrpor¡anci¿ de este mbajo. la certral. Más bien se pueden reco¡rocer cor clrridad, mnto er unos
62. Con fechadel4 deábrilde I531, edit. en: CODOIN'2' 10, !p. 86'91. como en bs ouos, funciones secundarias de la reu¡ión dc inlo¡ma
Real Cédula del l2 de iulio de l5lo, edi. en P! GA, Pro?,'j@r¿r, Iols. lh
61. 45r, aqui
ción. Considere¡¡os cn primer lugar la sociedad colonial. ¡.n ts¡l 1a
fo1. l9Fl9r
64. AG1, Móx. 1088, L. 2, fols.32146! (Real Códula dd 20 de nurzo de 1532), tran
rripta flr CODOIN 2 10, pp.106 135.
65. Rsült¡do de $tas .o¡sdtas podria rr la brcve nrá.ión de lN.ar¡ra ttuln1cid!
en qae rc dionlc d rcíno ¡la Nte,d E*ana..l. AGI,Pan.20, n. 5. i 21, cdi!. $l KoNErz(¡, "Beschreibunge¡", pp. 16 s.j BusraMANn GaRcía, "Conocimiento",
P^so y TRoNcoso, ?¡roldrio. 1 l4, pp. 55-57. rcspcoLo.l. l(oN,r'zKri. lle P.41.
s.hrcibn¡gcn", p. 19. Ado,nis hxy quc ú¡o'cn cucnh: ^l Al l N, L)ivo'nrs G)lc.c Cir. rcgú¡ Busr^M^Nr. G^Rcf^, "Coñocimiento", p.44. El tcxto iambión 6tá
o¡cs 22, 50 y lli\4[: ]Vls. &. Il. 7,65, lols. 3ó3i 168b. o ir¡do cn Puc^,l'¡or¡n 185.
"r,iJl.89vy{CODOIN'2-lo,p.
1l+ ARNI)T BRI]NDECKI ]JL SABF,R F,N EL 5']'77NG DEL DOMINIO COLONIAL 2E5

scgu,rda Audiencia de México le informa a la corre quc se ha hecho ra en las decisioncs políticas o ¿dministrativas o que tuera tomado cn
impopular entre los enco¡nenderos por su jusricia rnás rigurosa y la
moderación de la políLica de encorniendas (por ejcmplo teníalamisión Si consideramos áhora la oú¡ pafte, cs dccir, si nos preguntarnos
de anular las adjudicaciones de indios que lubía realizado la prinera con qué ratio especíhca la corre y el Consejo de Indias habí¿n de-
Audiencia).6 Agrcga que r esuita par.ticulamrente difícil calmara aquc- mandado la informaciór¡, cs decisivo obsen'ar quc cl acoplamiento de
llos españo1cs que no gozan de ningún ingreso por encomienda. Se le inforrnaciót y decisión no iba a producirse en la cortc, sino ya esen
explica entonccs a la Corona cómo se manejan con esa insadsfacción: cialmente en la comisión. l'orque la comisión debía cnviar a la cor
re.anto e1 informe de los datos (la "relación") como ias propuesras
creemos que lcs anima algo la .onGa.za quc ¡ietren que lnfornaremos dc basadas en su r:lictamen (ei "parecer"). Es decir, que la cor"te no tenía
1á rerdad a vucsm m¿j$rad y de sls fatigas, y rosoros les ponemos mu intenciones de ¡eunir información con ei Én de romar decisiones dc
cho ániño pira quc repose¡ dicién.{oles cóno c¡te¡demos en la discrc mánera autónoma. Antes bien, delegaba partes de su competencia de
ción de Ia tierra para el reparrimiento gencral y ellos ¿sílo len po.quc ya
dccisión en l¿ comisión local. En consecuencia, el relev¿miento de in-
hemos enviado por roda Ia rieta personas las que rnás conveniente halla
forrnación rampoco senía para dotar las decisiones tlel cent¡o de una
1l-;o de. qr.. c.l"l.¡ o'.,..ru\- \Lu p!l base lo nás racional y pertincr,te posible. Su fuución era rnás l¡ien
lados nireligiosos ro alca¡zamos, e nsílos c¡tretenenG nque no dcj¿n
sus nurnuracioncs y corcilios.6, samntizar posibilidades de conrol; o sea, dejar poco espacio para las
arbitrariedades ¡ en el trejor dc los casos,:segurarse dc que las de
Este argumento permite reconocer muy bien qué funciones secun cisiones se tomaran "con iusticia", es decir, tomando e¡ cucntá los
darias cumplía el acto dc hformar al hacer que los pretendientes con méritos y valorcs de cad¿ u¡o. Por eso se insisti¿ en un procedimien
fiaran en que se "inforr¡aba" ¿ la Corona de srs deseos e inquiemdes, to jurídico y empíricamente trabajoso como er¿ el releva,nierto p¡e
ln ¿udiencia dabá una señ:l de responsividad del sistema polírico. Al vio de datos. Que csos daros debie¡a¡ ser cnviados a continuaciót a1
participar c11a misura en el trabajo dc descril¡i¡ el ¡erri¡orio, demor Consejo de Indias se pucde inrerpretar de divcrsas nTaner:rs. Se puede
traba su propio compromiso con la ¡csolución del problema dc la en-
pcnsar que el Consejo en c{ecto ya perseguía programáticamente el
comienda. El e¡vío de gente a todas partes con el fin de dcscribir el objetivo de la adquisición sistemática de información sobre el itrperio
territorio ayudaba a legitimar cl dominio ¿l hacer visiblc cl trabajo del colonial para poder ploporcionarle una base empírica a su "gobierno
en la distarcia". Pe¡o salvo por la fórmuia del "queremos tener entela
sistcma político sobre la justicia distributiva y mantener vivas las es
peraüzas de los pretendicr,tcs. Aurque no era el conrc¡ido de l¿info¡ ¡el¿ció¡", ro hay refe¡encias explícitas o manifestacioncs programári-
cas en ese seütido. Incluso elproccdimienro de Ia lista de pregunras,
macióu y su posible utilidad para el recepror lo que estaba en primer
plauo sino el e{ecto dcl acto performativo dc recabar información,1¡ en sí sospechoso de empiria, te¡ía en dcfinniva la tunción de organizar
audiencia promcdó de todos modos entrcgar rrás tarde la descripción
tcmáticamente las rctniones de la comisió1. O se puede pensar quc
del territorio y basarse en elIa para reclactar sus propios dictámencs. cl Consejo quería garantizar que el domido Iáciico de una co¡nisión
Y es que la gran importancia de 1as furciones secundarias del acto de localpudiera ser contolado por 1o trenos en 1a disrancia, para lo cual
informar ¡o invalidaba que el cortcnido de la información sc iucluye- tenía que poder ver las decisiones y la documentación de la situaciór.

70. "1...1eú el .encdio ), asiento dellos fde los prdcrdientes ¡ ]a enconienda, A.


RurzM!¡R^No, ¡¿J,¿ri,gN¿oSp¿, p!. 1.1 y37j SüpsoN, E".o\ier.la, pp. 84 B.l pú. qnc csx ticr¡ e peryetue, no hrbhmos ar ésta porque lo dejamos ¡ara
cú.ñdo ctrvicnros la dich¿ d;escreció¡, quc porscrran iñPorrdE rrá co¡ I¿más
CaÍadelaAudic.ciadeMéxicodd30dcm¿Lzodc l53l.odir.en:P^soy l'RoN- hrcvcdadt¡ucsrpucdr,para.urndod¿rcnros av!estráñaicstadcucnta deloque
rpso, Eti!¡olaio,r-2, pp.35í4, á<luí pp.37 s. nos p¡rccicrc". cf. |^so v l'troNcoso, ¿'l,irolare, !. 2, p.38
I

lsa ARNI)T I}1(I]NI)ECKE [L SABER EN EL S¿771NG DEL DOMINIO COI,ONIAL 287

Tenicndo cn cucnta las circunstancias, este cont rol post-facturn parecc sob.c los prete,rdientes y también sobre los indios quc sc debían re-
haber sido la función principal dc esta demand¿ de información. Lo paftir sobrc su hábihr, eventualmcnte sobre sus form¡s de economía
que es seguro er que la decisiórr sobre el repano de indios debía que- ¡ por lo tanto, sobre su "valor". Dc modo que I¡s list¡s demográficas
darformaLncnte en manos delre¡ para lo cual, a su vez, era necesario de los con¡ienzos de la colonia no surgieron solarnentc pa'.a organizar
presentar un mínimo de documenración, aunque sólo fuera en forma la adjudicación de indios (el repartimienro) en sí, sino para podcr do
de lisras de propuestas sobre l¡s cncomiendas a ororgar De manera cumenrar antc la Corona que esa ¡djudicacióo h:bía sido pertinente.
que, aunque en los relevamientos también sepedían por cjemplo datos Sólo exponicndo y enviatclo las razones objetivas un funcionario quc
demográ6cos, en líneas gencralcs no p:rece que rer,ga nrucho sentido participaba dc {ácto del poder podía m¿ntenerse a salvo de la sospecha
habl¡r dc documcntos clavc dc la cstadística tempra¡ra.7r Esramos más de hal¡er basado sus acciones cn intereses subjetivos, es dcci¡, de hat¡er
bien antc un procedimiento que scrvia para pracricar Ia mcdiación de hecho mal uso dcl poder. Por una p¿rte, se le perrnitír así el control
las dccisioncs cntre el centro y la pcriferia, y a la vez para prcservar las a la Corona porque ella podía vcr los fundamenros dc la acción; pero
oportunidadcs de control del cenr.o. por otra támbién sc le dificultaba cl control porque la documenración
dei "asunto" se podía usar tícricamente para ocultar los intercses de
los involLrcrados. La documen¡aciórr introducía rna cántidad enorñe
4. LA oBJ¡Tr\rrDAD coMo rÉcNrcA DE coNrRoL y D¡scARco de d,to' y rcl.rcio".,b, l.r. propi,ts intcrrcione. o't¡rsr\ r'n( ,lc,'o¡ eso.
daros. Dc csa ¡¡ane¡a lo sübjetivo, el interés personal, quedaba oculto
Como hemos visto, el envío dc información al Conscio de Indirs renía por las rclaciones objetivas. Más allá dc cómo se iuzguc eslo en cada
una función dc control. Primero hry que aclarar por quó razón esta caso particulxr, este procedirnicnto alimentó en gencral una culora
clase de controlno se rcalizaba sirvióndosc dcl triángulo vigilante (y dcl énfasis pcrmanente y ostcnsivo de la "objetividad" cn los escritos
en consccucncir siriéndose de pcrsonas que actuar¿n como observa- o6ciales, Mientras que usuaLmcnte se poñc de relieve cl gesto de lr
dores), silo mediante el envío de clocumentación. L¡ difer.encia decisi- impa'cialidadenestaculrura,qucparecepreatunciuel idealposterior
va radicacn que er este c¿so no era l¡ leahad o deslealt¿d de los actores del funcionario público,lo ce¡rrlcn función dc nr,rcst,a p,oblcmádca
lo que había que co[trolar, sino su decisión en uD asunro dererr¡inado. es e) efccto epistémico de la ostcntación de la rcl¿cióo objetiva. Esta
Lo que había que determin¡r no cra si los acrores de la Corona hal¡ían ostentación no sol¿mentc nrotivó la producción dc muchas dcscrip
abusado for¡ralmenre de la conGarrza depositada en ellos o no, sino si ciones dc la realidad empírica, sino que rambién gcneró un vínculo
lo que hacíarr eralo adecu¡do. P¡ra cso elacro¡no solamenre tenía que especíEco cntre el saber y la políticr. ¿Cuáles son sus particularid¡des?
comunicar lo que había hecho o prctendia hacer, cs dccir, la decisión En la colonia española sc pleden disdnguir dos ripos de escritos: la
por ura ar.ión dc'c,rr:r¿d¿. Dcl,r¡ rno¡r¡. por quc r.rzon c..r rccion documentación de:ccioncs (planeadas o ya realizad:rs) y la documen-
cra "correcta", es dec;r, tanro corrgruente con las norm¡s como perti- tació¡ dc situ¡ciones. EI primcr tipo solía adoptar la forma de pro-
nentc. Micnrrxs que la congruenciá con las Dormas sc considcraba dc- puest¡s o per;c;ores, pero en parte también dc dicrámenes y oPiniones
mostr¿da con un breve remisión ¡ las órdenes o rrrnbién r rnetas supe- (los "pareceres"), mientras que el segundo prctendía documenrar l¿
riores ("al scrvicio de Dios v Su Majestad", 'para bien dc los natur¿les siruación cn sí (la "información" o "relaciól"). Ambos tipos dc escri
y de las tierras", etc.),la pertinencia cn parre requería un gran desplie tos solían cnviarse juntos.'/r Uno cxponía el ¿surto, cl otro solicihba
gue descriptivo. Pa¡¿ documenrar que el ororgamien«, dc l¡s enco o recomcnd¡ba el consenrimienro pa¡a una acción. Su combinación
miendas había sido "justo", po, cjcrnplo, habia que sunnr un informc

72. Po. cjc¡rplo .oúo .ár1, y cono docundto adiunto. ál .crpccto: HEREDT^ HE
71. Bu\r^M^Nai. (i^R(J^. "( R¡r,M, "C¡ ¡", p. l4 ¡.
2¡lñ ARNDT ]]RLNI)I.]CKE EL SABLR t]N EL JEIT.¡NG DEL DOMINIO COI,ONIAL 289

riene un clccto legitimador, porque sugicre que una cosa (la acción) se zar h obletividad en el plano de los actores. Tanro más problemático
deriva dircctamente de la orra (el ¿suDto) y que no hay orros morivos. resuita q;e se h Posrulara erT el plano de los medios, sirvió¡dose de Ia
En este caso, acompañar el envío con una documentación dctall¿da útilseparación formal entre tiPos reproductivos de documentos ("rc-
sobre cl asunro no apuntrría en prirncr lugar a informar io mejor po lación;, "infonnación") por una parte, y solicitudes que fund¡mcn-
sible al reccptor, por ejcrnplo al Conscjo de Indias, sino a demostrarlc taban o lcgiiimaban las acciooes, propucstas de decisión y tarnbién
lo correcto dc I: actuación. Asíla instancia localen cier-to modo sc au- opiniones por l¡ orr¿ Esra scparación 'ugeria oue err posible encon-
toexamila, con Io cual hace innecesaria una evalu¡ción externa y corl- tr¡rb¿se.oL,icti,¡sp¿raunrdec:sión 1 podiacontribLrirrlcg:rimar lrs
trarresta áctivament€ la sospecha básica de ias decisioncs tomedas por tlccisiones administrativas, o a resguardar de la sospecha de arbitrarie-
interés propio, razón por la cual se puede hablar aquí de un 'vínculo dad. En la época no se hablaba en este conrexto dc "obictividad" sino
de descargo por mcdio de la cmpiria". Este vínculo pone la rcfcrencia -tomado, u;a vcz más, de la cultura
jurídica de "verdad", de "rela-
alobjeto co pLimerphno, prodriciendo asíun mundo propio dc razo ciones verdadcras" y de exhaustivi.tad. Esta última se requería para
nes par¿ actuar quc tapa los auténticos irtereses dc los involucrados. contrárrestar elP€ligro dc quc fueran callados determinados detallcs o
Al h¡ccrlo. cse mundo propio sirvc Jc desrarga p,rr.r sus rcmircntes, car¿cterísticas. Podía tener un cárácter extensivo, cn cl senddo de un
6ngc galantizarle una rrirada de co¡uol a la ccntlal, pcro al rlismo informe a-plio, completo ("entera rclación") o tarnbién entenderse
dempo detcrrnira qué vc la central. en el sentid; dc un informe intensivo, quc incluvera todos los dctalles
Esta distinción ent¡c "asunto" y "acción" es frigil, sobre todo si importantes ("relación muy particul ").
ambos tipos de documcntos son producidos por las mismas personas Ya en Ia época había una serie de estrategias para conseguirobieti-
o instancias, pero resistc hasra ho¡ En cl fondo constituye la lcgiri vidad también cn el plano de los actores, o por lo menos para hacerla
mación básica de Ia acción administrativa: poder afirmar que se está rnás probable. Antcs de considerarlas es nccesario aclarar brevemente
tomando ¡na "decisión sobre la cosa". Parapoder dcmostrarlo dc ma por qur h .ep¡r¿cior cntrc inForm¡ción c i¡rcré' rerrí¡ unr Íunci'n
ne¡a c¡eíblc, hay que documentar las "cosas" T las "decisioncs". Lo decisiv¡ en l¡ comunic.tción poltrico ¡dnrinisrr¡rit¡
que se hace no cs reproducir la'rcalidad" sino cornponer un set de L¿ simbiosis de poder cnrrc la colonia y la madre patria requc-
parámetros relevantes para la decisió»; y de talmodo que qucdc (para ría un flujo contiuuo de comunicación cntre ambas, cn el quc dicho
:dentro) la convicción dc que se lu hccho lo correcro, y para nfuera c¡ términos ábsrractos- nunc¿ se intercimbiabán sólo informacio¡cs,
una oferta dc control ¿c lo co¡recto: ¡mbas cosas protegcn la dccisión sino que siemPre se intercambiaban también int"t"""" Éttt "" un ft-
dc las dudas. Tales proccdimientos siguen básicanrente la lógica dc Ias nómeno básico dcl Estado de privilegios absolutista )'de l' economí¡
pr'icticas judiciales, dond c también surgenprimero las actas proccsa¡es de recompensas que le es inherente, pero se profundizó por la parti-
(actas de intcrrogatorio, erc.), que objctivan un estado de cosas, y er cul¡r situación cornunicadva en un esPacio de dominio que cruzabr cl
scgundo lugar se {ormula una sentencia (unadecisiirn), que se fund,r en Atlántico. Esramos aquí anrc una sobrecxpansión dcl cspacio de do-
cl estado dc cosas objctivado por las actas procesalcs." minio, donde l¡ fuente de una gran partc de los privilcgios estaba en
Sin embargo, el vínculo con por mcdio de la ernpiria que funciona la corre de M:rdrid (por ejemplo, por la adjudicación de indígcnas o
bacomo descargo de la admj¡istr:ción ocultabaun problema mctodo tr rsignación dc puestos), pero la sed qucmaba en Anérica Quien no
lógico. Corno ia "cosa"1la "decisión" habitualmcute eranproducidas po.lía viaj,rr cn pcrsona a Madrid o enviar agentes quc dcfendieran sus
por 1a misma persona o instancia adminisrradva, no era posible .rlcan- inrcrcses, disponía única,¡cntc dc los canales de comunicáción entre
l¡s instanci¡s coloniales y pcninsulates.
l'or cso lo más probablc cs que el efccto dccisivo dc la sobreexpu-
¡rii,n cstloctr¡t¡l Jcl espacio tlc domi¡io csté sólo a primera vista cn
l¡,lcnrt,,'¡,lc [,s prccev,s tlc tlccisi<fi. Mryor tr¡sccnclcncia tcní'r cl
290 A RNI)'I BRENDI.](;KI' lrl. SABLR llN Irl S¡77lNG l)lll.l)()I'1INl() (ll)l ()NlAI Trl

hecho dc que escasearan las posibilidadcs dc comunic¿ción. Esto hizo La gran presión dc comunicar inrercses por los pocos canales que
que la cscritura se volviera más importanrc, pero también quc tuncio- habia explica, por lo tanto, por qué la administración y la escritura del
nalmentc tuviera otra orientación: la prcsión para que cada clocumento dominio colonial sc veían especialmentc confronud¡s con el desafío
transpoltara intereses tendía aser mayor. Quien renía la posibilidad dc de con6gurar de tal matera la relaciórr cnrre el asunto y la decisión
dirigirse por escrito a la Corona o al Conscjo de Indias sólo u¡a o dos quc dcsde afuera parcciera transparerrte, lo cual slgni6caba contem-
veces al año, o tal vez una única vez (cono simple peticion;rnte), tenía plar procedirnicntos <¡uc mantuvieran ostensivamente scparados (y así
que esforzrrse muchísimo para concenrrir en esa única cart¡ la suma ranrbión generaran en {ormá permancnte) lo objetivo y lo subjetivo,
de sus intereses y proporcionar además al lejano lector un bosquejo y hacerio idealmente no sólo en el plano del medio, sino mmbién en
¿decu¿do de l¿ situación complcta, "informarle" adecuadamcnre. el de los actores. Trcs procedimientos que también se usaban en ln
Co¡rr¡ se s:be,la si¡rul¿ción formaba parte del negocio po1ítico de culrura adn,inistrativa y jurídica de la madre patria prometían brindar'
la cortc, pero allí los actorcs estaban intcgrados a una red más rupi cse serv¡cio: en primcr lugar se acudí¡ a testigos p¿ra veri/icar 1as añr-
da dc intcracciones personales y escritas. En la correspondencia del maciones hechás por un peticion¡nre o cualquier otro i¡teresado. En
dom;nio colonial, las formas de disinrulo por esc¡iro dcbían susti segundo lugar, se e,npleaban escribanos para poner porcscrito estados
tuit el equilibrio ocasion:rl, dialógico de kx intcrcses en l¡ corte. Una de cosas o declar¿cioncs. Los escribanos en cierro modo aparecían ¿r
parte escncial dc esas estraregias consisríl cn proporcionar informa- olrfclo junto al acontccirniento y producían una copi: certiñcada del
ción empí-ica, en dos scntidos. Por una parte, ya cl envío diligente misrno.'5 En tercer lugar; las instancias superiores deldo¡¡inio colo¡i¡l
de infolrnación podía scr valorado como una prueba dc lcaltad. La tenían la responsabilidad de fungir dc observadores olicialcs en dete¡-
info¡m¡ción e¡¿ en ese caso intcrés.7r Por otra pane, la información min¡das situacioncs. Se les podía solicitar que produicr¡n un cuadro
se podía cnviar adicionalmcntc para posibilitar el vínculo de descargo lo más objedvo posible o también que expresaran su opinión sob¡e cl
por ncdio de la empiria, cs deci¡ para gcncrar la ilusió¡ dc un cstado asr.rnto (sobre est¿ distinción volvercr¡os enseguida). En tal caso ser-
de cosas que ro parecía ¡dmitir como scnsata otra solución quc no vían coDro instanci: de obsenación objerivada de oficio, a 1a que le
fuera la propuesra. La infornació¡ era cntonces parrc de u¡rá cstrate corrcspondíá, por cicmplo, dacribir l¡s circunst¿¡cias de
gia conscicnrc de pura obietivación de las decisiones,que ocultaba cn "" caso o
las cualidadcs de un prctendiente. Al cor rcsponder les csta función, no
podían evitar abrirsc a las inquictudcs de los preterrdicntes, es decir,
Coo independcncia dc cómo se procediera en cada caso perriculat oír sus interescs personales, trasmitirLos y comentarlos por Ia vía ad-
las personas o instancias que se comunicaban con la Corona con ¡e- mi¡isrrativa.
gularidad o desde una posición particulalmente influycnrc, que tení:n Particul:¡mcnte evidente se hace csre rolde lás imtancias admi¡is-
un acceso privilegiado al bicn escaso de la comunicación, eran enor trarivas cn el ámbito del otorgamielto de cargos y dc los ya mencio-
mcmcntc valorizad¡s. Era,l los gatekeepcrs que regulaban cl acccso a nados in{ormes dc ¡nóritos ("relacioncs de méritos y servicios"). Si l:r
los can¡les de la esc¡itur:r administrativa. Como tales estab¡n suietos dccisión sobre el otorg:rmiento de un cargo colonial o sobrc una mer-
a ur .r prc'rón enorme por prrr. de lo. p(riLion¡nre,, ccd cspecial se debía tom¿r en la conc dc Madrid, htbía que poner r
enseguida con mayor claridad aún. su disposición un fundamento dc la decisión por escrito. En principio

7a. Para d.r !n ejeñplo de ún dcb$ ¿c iformú scntido expresamcm.: c¡ sobcm¡dor *-r*-."que mc¡os am¡r¡cnrs ocopisi*, pucsio guc 6ozába¡ dc
deAntioquia, Gspar de Rodá, scribeelll dc igostode 1582 sobrcsus l^bóresdc un carsó, habíin prcst.dojxramenlo y tcnian instrlc.ioncs que cstabmobligados
pacificación ypoblación deltcrrnorio )' fnn¿¡nron$ su cirr¡ dicic¡dor"mc pirccn) a Úm¡nin Sobrc h ligrrr dcl cscrib.n. of. GU^JAADo r^J^nDo CaRMoNA, ¿!
e,!ar oblisado scrir a v M. con la ¡oicia y rcl¡ci¿nr dcllo". ci. HN, Divosos .rir¿,o¡ y olclís;d, dc lt^M^, Citd¿¡| lc¡r¿¡la: solrcst duLlos¡ fa¡¡a, cf. Aro¡so
Colcccirnrcs. 25. 55. fol. lv l{¡)Mrnó, P,?..v,/.,,1 f . le5.
)91 ARND'] IJRIJNDECKE EL SABER EN EL S¿77INC DEL DOMINIO COLONIAL 293

c\t¿L¡ prcvisro. .ómo v¡ hernos dicho. quc atBur¿s insrrDcus


del inr- remoto ya erá casi imposible reconocer en qué medid¡ los documen-
pelio .'olonial pudierrn da'. et ¡romhrc dc can;idatos p:rrricutarmenrc
tos cran cl producto de un examen serio y objetivo o de un ¿cuerdo
idóneos.?" L¡ siruación se torn¡ba nrás complicacl¡ si la
iniciativa no pelectamcnte tapado por las Iormalidadcs del proccdimiento, porque
esrabaen lascomunassino en particulares. porquc
¿r¡uién iba a evaluar le faltaba cl conocimiento de la situación, las pcrsonas y las faccio
;doneid.rdl Derde r5¿2 ,cgir u¡a di"po.icion.egtin
'u I: curi rodo nes locales. Por eso el control no podía estar g:ranrizado cn última
er que qur(rcr.r .otrcrlar un¿ gr,rrihcacirin o rrrJ merc(d
,rl ¡er Lent: instancia por los procedimientos dc rutina (que únicamente di6cul-
iltl qur presclr,wsc primrro,rnrr h,rudicnci" que,e rolrerpnndi.r cor
.rn.r tan cl abuso), sino por procedimicntos cspeciales, que suspendían la
perición dc l.r que .c desprcrrdrer.r Io que de.cat,¡. La ;udicnc;,
detr¡ con6anza cn cl funcionamiento de las rutinas y Ia conñabilidad de los
luego r.rnto h.rccr llegar a la Coron¡ inform¡cioner nrír precir.rs
sobrc funcionaios. Esto sucedía cn términos situacionales, cn primcr lugar,
lo solicitado, es decir, comunic¡r cl inrerés, como r:rmtrién i¡formar
por la visita y la residenci¿, c¡ l¡s cuales una comisión investigadora
sobre las cualidades y los nrériros dcl peticionante. Las infornaciones
examinaba l¡ actuació¡ de unr instrncia. Pero, en segundo lugar, er¡
necesari¿s a tal 6n debían efectuarse en secrero y no se poclían
dar a algo que sc posibilitaba en forma permanente y mucho más radi*l ge
conocer a lrrs partes involucradas.,, pe¡o en este caso sc agregaba
un nerando posibilidades dc comüuicnción y denuncia dc rerceros (de las
terccrelencnto: la audie¡cia dcl¡í:r redactarun d;ctnn,e, y,"",riri.lo
que tambiét se hacía uso cn forma pcrmanente). La colrespondencia
un soble ccrr.ado y se11ado. Al solicirarle no sólo que oljctivara "n
siro entre Hispsnoamérica y la corte cstá tan marcada por comunicaciones
rrmbiar quc crpre..rra una opinión polni..r.,c tc conccdia p,rrricipa
espontánc¡s dc dciitos e inculpaciones mutux que obliga a atribuir a
cion en el poJcr. cn cl dc ro¡r¡r una decrsir;n prcvi.r.
'enrido esie fenómeno una importancia consrirutiva para elserrzg dcl domi-
Nuev.rmcnrc sc pueden reconoccr rrsgo, parulet.s con lus meca
nio colonial. El contrasabcr local siempre era bienvenido, cualquiera
nnmos drl rri.ingulo vigiLnte. En Io. rre, proce<limicnto.. cs
de.ir, fuer: Ia vía por la que se abría paso hasra la corte, porque ofrecía la
cuando sc interrogaba a rcsdgos, clrindo sc convocaba
i un cscribenó oportunidad dc quebrar las conspiraciones de silencio y la congrten
y con los dictámenes de l¿s inst¡¡ci¡s ¡d"'
cia de intereses enre los actorcs locales. Su potencial cstaba-y esto es
deÍrnía si,u¡cionarnen,",, .r,,"."",r.. q,:T:'r,Tlillii"i,TlilllT:li lo notable- precisamente en lo cspontáneo y no aco¡dado de este con-
actor. Entonccs surgían dos docuncrrtos. Uno prcsentabr la inquietud
trasaber', porque sólo así seguír sicndo un factor imponderable, difícil
del ;cror 1l.r suplrca¡, cl orro h pcr.spc.tiv.r del observ.rctor..
ot¡erivrd.r de incluir c¡ los cálculos delengairo. Para la cone esro no rcpresemaba
o6, irLnenrc..Es decir. que sc dcsptcgabj primoo et tri.inguto qLr. ge
una gran ventija epistémica porque el contrasaber espontáneo no cra
ne,¡b¡ sin,ationalmcnre ta rcnsión ,r p.rrrrr det ,.,.. y
nada ncutral y estaba en contradicción permanenre, y además delibe-
Lucgo una p.rrre dc c.r ren. ion se rr.rn.feni ¡ ,u.tiruros "i,U..,,,a..
medialcs, que rad¿, con l¡ info¡mación que transmitían 1os canales oliciales. Po¡ eso
en realid¡d dcl¡ían velar por un mínirno de co"r."t p"-
r""ñ. la función dc estc saber hmpoco estába tanto en Laccr quc el destina
tencial dc conseguir tambiéu io contrario. precir"-"ntc pur" "i;.
l."ro,
"t tario sup;cra cada vez ¡nás lorque con este saber crccían ta¡nbiér las
co¡tradiccio¡res, l¿ falta de pclspectiva y la inseguriciad-, sino sobre
todo cn cl cfecto polftico: los chcqucos comunicativos iyudaban a que
Fl dr«¡rc de,hr«r popu*r,s pJH ctaBo de,oreB,,tor ñucr¡¡ qu. tej cl equilibrio político se organizara de tal modo que lamás pudiera en
piv,res,os no h¡bi,n surddo \imptcmen¡c de t,. preros¡u_,
J" t", ..;o,;r,,.
dm.\. rno quc obede!un ¡ la .onrcpciones dcl Ddecho ñuniciprtd.
C:.rrI¡. r,rpsuhrsc Jcl todo en los ámbnos local o regional, sino que por lo
¡r l5¿th'Co,k,de lolcdo\¡b,rnclgjdoerp'.ir¿men.cquc.,1rc,d, rññbr.,. menos prrrcirlmente -y en 1: mcdid¡ de lo posible permanentemente-
co,rtdon,c l¿".:ud¿d,.Jñeri.i . s (quiric{n in'o- ñc" .t( Jr.!nd;u¡o.
.ono1do¡I1\ello,¿1..1 ¿,).or,JJ. I"/.Jo. paicidn tuvicr':r quc scr producto de un urcglo con la metrópo1is.
38, tñt. biiiJ.
BL. Ad¿. t3q8). tot. 62!. L¿ ordún ,u( rcpQd¡ rtr du trL,.., J" i55s y 2l ,1"
I:lst¡s rcl¡rcioncs so¡ dcsr¡cablcs porque Drucsnan de un modo
nov,Lmbn.L¡( ti(r,. cf ,¡,nbi,.n: ACN, (c.,t. ( iJ rDupt.) r. ¡. nú ,. .li, (f"h. cjcnrplrr cr-,nxr sc acopl:rbrn clcncntos políricos dc la comu¡icación
292!-291r) dc¡ ¡6 ¡c ¡soro dc ¡s65.
con ol)scrv¡ei¡nics cnlpnicrs. Ilcro t¡nrbién rnucstlar cluc krs vírculos
294 ARND 1' BItEND]]CLE EL SABEIT EN EI-,S¿771NG DEL DOMINIO COLONIAI, 295

con ia e¡npiria que revelan los esc¡itos o6ciales de las instancias colo- - 1os juebes se haze lo mismo, marres yvierncs dc ordinario ¿sis¡c a los es

niales no debe¡í¿n atribuirse tan rápidanente a la racionalización y el trados. a las audieneias dc auctos ypleitos.
-¿ 1¡¡¿rile de u¡a a trcs 1o mas ordlnario dcspacha negoeios con rrcligio
conrrol eliciente. Son parte de una economía más compleja de la co
sos. y el orro ¡iempo oye ¿ españoles. y 10 misúo es en los otros dias ¡
municación política, que produce una marcada impresión formalista
qualquiera ora. yesre diavicnen los oficialcs dc la real hazie¡d¿ [...].
pero tambiél está malcadarnente caracteljzada por las incor,gmcncias
-los micrcoles por 1as mañalas se gastan como los otos dias en dcspa
estmcturalcs dc 1a praxis. y a las tardes negocios con la ctudrd quepara estc dia
char Los
El engaño, en todo caso, recur¡ía al mismo mecanis-o con el que ""tutales.
esran rrenitldos. y todo c1 otro tiempo es rcccsario para veer canas de
dcbía ser con¡batido: la producciór ostcnsiva, practicada procedimen perlados rrellgiosos alcaLdcs rtayores cortegidorcs e otris persous P¿r
mlmente, de objetividad. Ese rnecanismo ayudaba a creaL un¿ ¡e¿lidad dcularcs 1...1 y qu¿ndo vicncn navlos o se han dc partir sor los trabajos
de papel que hacía aparecer las acciones como consecnencia 1ógica de
esa realidad y las exhía así dc la sospccha de estar basadas en in¡e¡e -e sobrc todo el mayor rral:ajo es el probeeer dc los corregimientos c al
ses. Más adelan¡e veremos que esto {ue criticado ya en esa épocay que caldi¿s mayores. e b¡sc¿¡ 1as personas qre conrienen para los cargos e
sehabía compLendido muy bien que una instancia de política colonial sufrir los conquisradores e hijos dellos. e de las otras Personas que ¡racn
qedrtas. y preten.Len rodos quc se les ha de dat de comer, e ay dozientos
cono e1 Consejo dc lndias, al exigir
ortración en forna permanen
cargos c dos milt personas quepretenden serprobeydos a ei1os."
te, también era engañada cons¡¿ntemente. An¡es de conside¡ar cómo
fue ¡¡odificado el se¡¿¿ng corruuicativo y epistémico dcl Conscjo dc
Es decir, que esrab¿ sometido constantemente a lapresión
elvirrcy
Indias en cl narco dc la rcfonna de Juan de Ovando, echa¡e¡nos un
de los prctendientes, y por cso entre las necesidades de su cargo csraba
vistazo al manejo de la info¡m¿ción en Ia corte del virrey. Ese vistazo
desarrollar estrategias para manejarse con csa presión Casi todos los
pondrá dc mani6esto que tanbién el los lugarcs dc rcsidcncia del nn
virreyes dcl siglo xvr se pronunciaron al respccto. Antonio cle Men
perio olonial 1ab.:quc di¿r.on ¡ t¿lr¿ C-. onocin 'en,o'.
doza, virrey de Nueva Espnña (153s 1550), se qucjaba de las audien-
cias intermin¿blcs conlos aborígencs, pero paralel¿mc¡te reflexionaba
también sobrc sus propias di6cultades para enterarse de 1a verdld. Su
5. EscuCHAR, DEsCRTBIR y DEcrDrR: LA coRTE DEL vrRRly
in{orme para el sucesor permite ver bien que 1o quc lc importab+ al
escuchar no era la reccpción de i¡for¡nación conc¡eta, o su ¡rasmisión
Con el nombramiento de los virLeyes de Nueva España y Perú se des-
o proces:miento, sino la {unción de estabilización política dcl "oído
plazó tanto c1 sistcma institrcional camo cl setting comunicarivo y
abierto",la legitimación mediante el proccdimiento de la escucha:
epistémico del dominio colonial. El virrey se convirtió en uno de los
gatekeePers centri,es áe la comLrnicación en e1 marco del domi¡io co- Yo he tenido por costumbre de on siempre los indios, y aunque muchas
lolial y como ta1 quedó involucmdo et cl ncgocio dcl nrtercambio dc veces ne mientc¡, no me enoio por cllo, porqte no los crco ni proveo
intereses. Un in{orme sobre el virrey Luis de Velasco el Viejo (15ae' nada hasta averiguar ia"erdad. Algunos les parece que Los hago nás men-
156a) ilustra 1a rutina diaria de trabajo del á1ter ego dcl rcy: ¡jrosos con no castig¿rlos: fallo que sería más perjuilicial ponerles tenor
para que dejen de a mí con sus trabajos, que el que yo padezco en
"enir
los lunes enla mañana oyr los ¡an,¡ales con dos e ¡resynterprctes cn todo gastat cl tienpo cor niñcrías."
E. cr o d. ,'-go. io . 1 .. I J/c , ic , "r:" lc lu. r cg"c u.1uc ru:', r,u
nuni.ár co¡ elalldienria 1...1, y lix denrás los despacha sirqtre yrtcrbcngr
papel nitinta, y alas tardes rsistc e¡ todo cl acuc¡do rsicn cldcsprch" dc
Ltx negocios dc hs nanralcs «rmo c¡ vco-w;Lt¡r los ocgrtios, r la nochc 78. Ci. AGI,I¡¿if.856 (s. p.).
con cl sccrcmir. .icsdc l¡s ocho r hs ,licz ¡rrr nqt,,cios Jc s,,1,cmrci,r,. 7.). Cl.H^NRt, Vit/c!!!, M¿tio,t, t, p.41.
2t6 ARNDT ER]]NDDCKE trL SABtrR EN LL SE77]NG DEI- DOMINIO COLONIAL 297

Un poco más adelantc, en el m¡mo informe, dice que los indios sus conseios a1 suceso! que ahora verá con los ojos del nuevo, advir
ticnden a reunirse y escribi¡ ca¡tas {antasiosas. Si el gobernanre intenta tiéndole sobre aquellos que vendrán a explicarle 1: sitüación:
criticarlos por sus pecados o contr:decirlos, diríal que uno es tozudo
y no admite consejo tle nadie. L¿ solución tte Mendoza: Po-que.oro¿no¿r ¿'i'¿quien,er.e¡'on'olues' lc'gra'c'nrbic¡do
qJc\¡yvi*F)enl¡rierr¡rro.rrodo' ' l rud" uno co u n'go' ;o' q're
Para evitat algo de esto yo he oído a todos 1os que vienen y no lcs con, todo vienc aPdü en ambiclón e interés suvo v daño de suvecho' Como
tradigo, porque sería nunca acaLaa sino respondo que me parece muy el virev se halla cn todo tan nuevo vvc unas Poriadas de hombres
quc re
bicn y que es todo muy bueno, que terdré cuidado de hacerlo; y asi mc o,c*,'",' no n"Le'n j. q,,e p. di e' icndea qJe t n de ro'
'l'on¡io
e r"
libro. Resuhn de csto que dicen que tengo mcdiano jLricio para entcnder, l" deb" p"d- goo.,..' l, r Frrd / de pue'Pl ierpo lP' \ erP ¿ dL\ensár:¿r
que no proaco Di ejecuro, y en verdad, qucsihubiese de hacc.lo que como amíde lo que sonsr
'n¿s
sc aconseja, qle y la tierra es¡uviera Úastor¡ad¿ de ¿bajo arr;ba vcñre
debía gobernar el virey?
¿Pero basándose en qué conocimientos
Yo io" dos p.i-"'o" puritos de l¿ instrucción ¡eal del zs de ¿bril
de
Martín Enríquez de Almansa, virrey de Nucvá Españn de 1568 a 1515 le indican al virLey que debe informarse a fondo:
1580, estiliza esa función legnimadora de la "disposición a recibir"
a di-
osrensiva conviftiéndola d;redamente en una necesidad de estas lati- Primer¿mentc, ¿nte todas cosas, os nrfomaréis hego, como llegtéis
cha tierra, y comenzado a entender algo lx cosas dc ella, qué
recaudo ha
habiilo y hiy en Ias cosas espirituales v eclesiásticas, [ '] v co¡versión
en la e
esto
Yfucra de esro no hay.hico ni grande ni persora dc cualquier esrado que ins¡rucci¿¡ de tos i¡dios ¡arurales dedicharieta t 'lv las faltas que en

sepa acudir a oro sño al vir.cy e¡ rodá erre de rcgocios que espantar. heliareis oue h¿ habido conu.icaréis co¡ 1os preládos cada uno e¡ su dióce-
Porque h¿sralos e¡ojos y dñerías quepasan entrc algunos en ns casas lcs sis. Me cnviaréis luego relacióndeeilo, vdelo que a dichos
preladosv a vos
parcceque sino dancuentade ello alvirrey no pucdchaber iruensrccso. Y parecierc que debe proveer, para que vista nesrainfornación vparece¡ vo
he visto yo que las tietapidc csto y que elvirrey ha dc serpadre de todos mande proveer en ello 10 que conrensa t" l
y qucpara ello ha de pasar portodo esro y poner la mano en¡odo y oirlos
¡ todas 1¡oras, sufrirlos conpaciencia.,l 2. Item. Procuraréis corl tod¿ b¡eved¿d visitar así la ctud¿d de México
como ¡od¿s las otras ciudades, villas, pobiaciones de toda laprovincia' "os
en persona lo más principály aqüel1o qúe cómodamente vos misno
pu-
En la misma cara, que contienc consejos para el sucesor, Ma¡tín
dieiéis hacer y visitar, y para lo que vos no pudieréis er pqsona visitaÍ'
Enríquez formula problemas especíicos del aislamicnto del virre¡
señalaréis person:s hábi1es y de con6arza que entimdan m 1a
eimución
que ya conocemos esúucturalmcnte por los discursos reóricos ¿ce¡ca
('cor¡edores y cr.rmpliniento de lo contenido en este capítulo v dc lo a él toca¡re' in-
de la "ceguera del rey" y los del poder.". Aunque srbc u¡o
que un virrey en realidad dcbería conoce¡ la ricrra haciendo un viajc
i.-;"a.o. r". y *a" "na de dichas personm de Ia calid¿d de cada
de otros
de los pucblos, y del número de los vecinos n¿turales de ellos, v
de visita "porque vienc cou esto a quedar scñor de much:rs cosas quc lavisi
vc por vista de ojos cr 1as cudes por re1ációü bastanremenrc no puede -o.a"'"' ".pmot.' q"" "n ellos hubiere, v dc lo que al tiempo de

tación hallaréis clue los naturales contribuven vpaganen cualquiet mane


enterarse", él en delinitiva nunca rcalizó ral viaje.¡, El virrey concluye ra nos o las pereonas que en nucsro ¡ombre 1os tlenen e¡comiend¿'
a
to
,,"nrl. p"ra la -,4" así de nuestros lib¡os de l¿s visitaciones pasadas
"i1. oido
como 1", t:sacioncs y,l"scripciones hecli:s por nuestro presidente v

80. Cf. HAN(E, y,tr¿:yer, ¿4 &ica, r. 1, p. 54.


81. Cl H^Nu, Y,r|}¿J, -M¿rl.o, r. 1, p.203.
82. Cit. según II^Nrr, Vñ.lts, ltl¿rio, t. t, ?.2t1. rli I ,n', llrr, \rrr rI L/ rr" t l, ' 'rl)
,9u AIiNDT LJtttINI)IiCl\E EL SAI]I,]R !,N EL S/771NG D]]],I)OMINIO (]OLONIAL 299

res esc¡ dcctlo.Os intorméis, ¡s;m;smo,


sidichos natt¡rátes puedcn bue- El proceso desenmascarr cl hecho dc que la información existcnte
námc¡re conr¡ibu;r y p:sar más .anlidad
1...1. Asimismo, os i;form¿is oué cn la corte no se podíá operativiz¿r. O habí¡ dernasiad:s incógnitas en
¡á¡ro monlrráel rrib!ro dc cadapucbto reducido
a valor de oro y platai,.
juego o habían llegado opiniones contradictorias, lo cual no es dc ex
Co-mo lo evidcncu cstc fragmento dc tas in,rrucciones. trrñartenicndo en cucnta que la adjudicaciónde gratiGcaciones cra un
ct vilrev y objcro extrerradanente cargado dc intereses y había que conrar con
^
su cone debr.ln convertrrse en r¡n cenrro
de compercnci.r, en condrcio_
nes de modcr.ar losproblcmas centralcs de opiniones carcntes de ncutralidad. El Consejo de Indias no renía los
la politlce .oloniat. Sc J"tiu
conLemplar mi. cl r.ecurso dc la r isna y enr i.rr elementos p:ra resolver las contradicciones, y recurria a un proced;
a la conc los resuh¿¡los
oc r¿s convers¡crones y ¡verigurcion§. En cl rniento de cooperación de los conscjcros po1íticos locales a modo de
curso dc l¡ in,rruccitjn se
toca un¡ .eric de tem.r. sobrc los qLrc debrr intormrrse encuesta. Se formaba una comisión quc renía quc csrudiar la diversi-
el r irrey. Ade dad del material disponible y llegar a un acuerdo por consenso. Y la
mJ, d. cue(uore\ ,¡t¿rir.rs ¡ l.r ¡dc.u.rcion de drrcnnin¡do"
rrrl,Lrro, corte al parecer estabá dispuesta a con6ar plenamcnte en el result¡do
t,rlc,rbala. rrit,uro, indrgeu¡sr ¡ lo. y¡cimie.,ro.
) Jc rncr.rles prcciuso.,
dcl pr ocedimiento. Al corrfiar cn la compctencia del virrey y su círculo
sc dcn¡c¡n t.r! r.e¡¿'jv¡,¡ ¡ h gr.rri6cacion
de tos conquistaáorc. rne
dr¡nre Ia cncomicnd¡. Sc dice que sicrnpre ha sido v;tunr¡,t de consejeros, se volvían a rasladar de ficto a los tcrritorios colonia
dc¡ rc, les compercncias centralcs de la corte. Hay que tener prcsente quc sc
gratrl car.rdccuada y honros.rmcnte.r qurene" l_.rn
ayud.rdo.r Lr Co. üaraba de un asunto político r¡edular de la corte: gradficar actos lea
ron; a.orqui.r,r ) p¡ci6i¡r Io, terlirolios
v a quicncs lo h.rgrn cn cr
funrro. El virrey debía rcdacra. un mc¡roriai soú. les a 1a Corona. Pero sc hal¡ía vuelto ¡ecesario porque al Conscjo dc
r" q.. r" i".""i"* Indias le falt¡ba la conpctcncia epistómica par¿ tomxr esas dccisioDes
co¡ re(ro t:on.rcspecro J h .rdjud,c¡ción de
l¿\ r,*-, , *U*
rcl'do\ ) tiruto5 prr¿ os ljonqL¡i\r¡dorcr. tn e.r¡r ".".,". " por sí mismo. L¡ falt¡ dc conocimicnto, por lo tanto, rrotivaba aquí
prupuerr.rs sc dchi.r
.o,''rgra- por .apriulo. quó bcneficio oLrr, ndrr) clt.r un desplaznm;cnro de Ia competencia cle decisión a la peri{eria. Esto
conqui.rado, o no se corúadice con el hecho de que al mismo tienrpo se requiriera e1
poL,l¡dor dcl lug¡r o pedazo de ricrra quc se le pudicra
adjurJierr nre envío de i¡formación a la cor-te, porquc a la iuz dc las obsenaciones
urAnrc mercccl.* L)c nuncri que cl virrcy debr,t (onverrirse
en mode re¿lizadas anteriormente sc puede intcrpretar como una medida que
r¡dor de l¡ cconomi¿ de rccompen,.rs dc l,r coloni.r y
romar decisione, scrví¿ par¡ mantener el control sobre lá xdecuación dc las decisiones
que cr lr cune no.e e,r¿l¡¡ en condicionc,
dc rorn¡r I .r ir,truccrón
lo pone involunmriamcnte en cvidencia al info¡mar tornadas. Verros, por lo tarto, que 1¿ meradirección delflujo informa
q"" * l" .;rr; civo y la centralización dc ilformación de laque va aco¡npañado no es
sc di'pom y.r de'div«ros parc.eres ' rcspe(ro
de tas rdjudicrcionc..
q*,': prctcnde drrte unr .opia de e\os p¿rcccres .rt ,irre¡ e. un indicador dc "poder creciente". El flujo informat;vo era más bicn
d':",:
ccrn en cl fondo envi¿rlos dc r¡uevo :r Amcri..r, prru
parte del intercambio comunicativo que acompañ¿ba la mcdiación de
qr. et. **,,,o las decisioncs ent¡e el centro y la perifcria.
urtiendr yr.bxranre del asunro. pucda rr.rr,, el rc¡r¿ "n
loc¿hnenrc con Talrbién los demás temxs de la instrucción están muy orlentados a
Prclad¡s, rehgrosos y gente honrad.r, es decir ¿ \u vcz con un,l comr
la pragnrática de las decisiones que se dcbían tomar. Para eso la corte
ocol¿ elJbor¡r \ob.. delvirey dcbíaacumular un xmplio espcctro de sabcrpropio dclsobe
los prrccere> ¡.r exi"rcntes.s
nno. En el putto 14 dc la instrucción se dicc, por ejcmplo, que sc tiene

84. I¡strucdón p.ra Aúto,io déMcndoz¡,25 dc ¡bril e1535,Ít^ñKE,V¡úe!6, Mé


¿ vu¡srm itrnru,.ció¡sc os¿irí rrslado. Os cncargo que dcspués que hayí;§ cnteo-
85. IlaNxE. I,lr.J,.J, Jnlorlgo.lc h ticrn,,cais l,)s parec*cs j, (nnuniquéis li cosa con los prohdos y
,,l.,e¡¡.¿, L r. D.26.
Po. "¡¡¡ h¡b,doy hr, divn."s¡.,rccc,s.s¡.rrtrnmc,oL,rc LoliAio$s 1ours ¡crr[rr h,,n,idrs. y ¡'c qNiais cl¡pro.d ¡e todtr, ju ¡monc
J r,.,, jiri,i, ,',,, ,1. ,ll.¡ cor cl ¡rn 1u. r,,,, n,:is ¡.u.kl(, y ¡clitrcr.¡.nn: sc provca i quc «rr
lJe h n(tr.'. A. lt.¡..nde,r/rJ¡s.n ,crui..i,,,t( t)i,^ r ntr, {,,,,,1,.1,^,
v.¡u¡","ucr,",
'
(.,t", ¡,.r , I l^Nrr , \1»,r,.', ,lrr'tn,, I I, |. :16
I

l0c AIiNDT BR]]ND]]CKE EL SABER llN EL.tE77lNG DEL DOiVIINIO COI-ONIAL 301

in{ormación de que gran partc de la prorincia es muy fértil, lo cual hace¡se un¿ idea de Nueva España realizando él mismo un viaje de
podría derivar cn srandes bcne6cios pará el re¡ los aborígenes y tos visita o enviando a las personas adecuadás. Asi se pensó en 1535 en
pobladores si se procede con grau laboriosidad y gran cuidado. Sobrc cnviar a uno de los oidores de la audiencia a recorrer 1os ¡er¡ito¡ios
todo esto tendrá que informarse el virre¡ averiguar las "posibilidades como comisario e informante móvil.8' Salta ¿ la "ista el enorme espec
de crecimicnto" para las arcas del rey y encargar a las personas quc 1e tro de tareas del oidor, que despierta l¿ impresiói de que 1os vi¡reyes
parezcan apropiadas 1as medidas quc le parezcan apropi:das. En prin- debían tener "entera noricia" por su intermedio, es decir, disponer,
cipio, no se requería el cnvío de dngíln iúorme o in{ormaciones sobre por ejemplo, de datos e i¡Io¡mes sobre la demogra{ía v 1á Historia
este aspccto. En muchos casos se nota que la co¡te no conocía cl statu Cultural del te¡ritorio:
quo cn absoluto y que tampoco rcnía intenciones de co¡ocerlo en de
mIlc. Consignaba 1as disrinras pregunt¿s para agudizar la atención del informá¡dose de caiidad de Ia dera, v númeto de pobladores de e1la, v
1a

manera de susteDtarse que tie¡en o Po.l¡íd tenet segin su disposición,


y
vircy sobre los aspectos que sc consideraban pa¡ticulalmc¡te u¡sen
tcs:el vineydebíainformarsc,porejemplo,sobrecuántoscoregidores las iglesias, monastetios que ha menester, v ottos edi6cios públicos nece

seníarr ya en la provincia y con qué ingrcsos. Y luego debía tomar por srriÁ para La facilidad de los camitios o l¡ien de 1os pueblos, v si recibcn
agraviá o ro de 1os espanoles o de sus propios caciqucs, v si sc hacen sa
sí mismo las decisiones necesatias. En otros casos, 1a corte queria tcner
cnfcios, idolatrías, y otros riros y excesos graves que soli¿n hacea si los
par.icipación expresa en los conocimien«rs que el virrcy debía adquirn:
corregidores hacen bien sus o6cios, si los esclavos cluc a¡da¡ e¡ las minas
Tatrbién debía averiguar, por ejemplo, en quélugarcs deNuevaEspaña
son aáoctrinadosy alimentados como debenvsi se 1es da elrabajo modc
y de las provincias vccnras había obispos y cuáles crantos límiLes de sus
rado y sinpeligro de susvidas,ysi sc carganlos inrlios o se h¿ce¡ esclavos
obispados. También se debía averiguar si los obispados nerecíar una .ont* f. qr" o'a"""do u orderatéis, v 6nalne¡te informándose dc
mejora de su categoría. Sobre este punto la Corona sí exigía rn infor todas 1as
"rta
otras cosas que convienen
t
me preciso ("panicul:r relación").r? Para la época de la instauración
dc los vi¡reinatos, en consecuencia, tiene sertido part} de un inrerés Esta enumeración desbordante nos da ocasión de refle"iona¡ sobre
informativo de la Co¡ona cuya protundidad variaba segúr el asunto. la función del info¡m¿rsc y del postulado de la "en¡era noticia" En
Ciertos ámbitos de la modcraciól polirica de intereses sc conllaban sin el caso de este oidor y st ¡eco¡rido no podía tratarse -o no itnica
más al conocimienro y 1a conperencia del viney. El ottos casos, 1as mentr de la recopilación sistemática de inlormación Más bie¡ hab¡á
decisioncs to¡radas debían documentarse para la corte con un inforn¡e que entenderlo como un instrumento Polít;co mediante el cual la Co-
y eventualmerte con el cnvío de más datos, ya seapara poder ejercer el rona podía hacer cumplir inte¡inamente su deber de cuidado como
conrol, ya sea para disponer así dc infortración actuatizada sobre de gobernante. Se 1o podia enviar, según el caso, p:ra asumir funciones
terminadas cuestiones básicas de 1a constitución del terrnorio (como, á" .ortrol .otrro instancia de atención jurídica con resPecto a oÍos
por ejemplo, sobre los obispados). El virrey Artonio de Mc¡doza en luncionarios, para castigar infracciones a la lev y para registrar pro-
vió efectivamen¡c roa descripción n España, cuyo volumen y carácter, blemas est¡uctt¡ales. La lista de pregunms era un¿ a)rud¡ Pnra saber
snr embargo, ya no se pueden determinar. Ya ¡ 6nes dc la década dc a c1ué ámbitos había que prestar especial atención Está claro qte un
1560 f¿ltaba cl libro co¡respondiente en cl Consejo dc lldias.,3
Se había reconocido muy bien quc ni la :udiencia ni el virrey csta-
ban realmente in situ, po¡ csa ¡¿zór.r sc i¡¡sistí¿ en qtc cl virrey dcbía "Y Do,¡..e,.oio'e'.,,u rierrá,\ 8r¿nde ) lr' (o(r que e d'b"n D o\ -t \'+
,""j.,' cn,..''. t,. p*d"*o, rev.run" .c "de','l' 1 L"{rrJn'P ""ione ¿P
rcl,E.o\o.,icorcL'dorcsPirr,llo.Pro',,'ei'como'erePá- i o'odoF oPrrl
'i mPte uno ¿"
.,,,*r" o*, ro' ,t,"*¡. 1 l,' ¡, o"in.'.' ' . e ó' Pdc '"'"' rnoe
87. H^NK¿, Vit¿yct, Mírica,r- t, pp.27 s. ¿ll,^ .nf"Ini¡Jo"t'. c . I lreKr, I ,Y' , e,. ,i'f, L'ú. r' l. P' J'
88. BL, Ad(1. 33r81, lol. I l/É317v. (lf.II^N(r, Yi,aq,ar, /1,/^¿,, t. 1, f 36.
aRNl)f BRtjNl)Fcl(u EL SABER EN EL S¿771NG DÉL DOMINIO
COLONIAL 30]
102

de cuidado político'
solo comisario no em una respúesta adecuada t¡maño del tcrriro¡io coño parte de 1a atención jurídica v del dcber de
y Ia cartidad dc tarer'. Poderno' cntorces que \c persó cn cn- ;1t.".'" t" A,dí¿ entonces cuantitarivamentc al volumen de
'uponer
viarlo adonde fuera particularmente nccesario, y además en conseguir,
"*i"¡"
b-;; il;;;;" ;t.,'ar. ,ino cu¡rirativ¡mcrr¡e r ra cuotr
espccirr

con el cnvío dc un oidor por turno, que no sc cortara el vínculo de los ,rcncion disPens¡d¿ Por el Poder'
^;';;;'i;;;;;;J'" cn,onccc. que e' ¡cto de. inror
p,"a" a..;"
¡ueces de la audiencia con los problemas de la pcriferia de su propia
funcioncst v que sctun ra run
jurisdicción. En rodo caso, tras su viaje dc inspección,los oidorcs ha- mars""podía cumpli, tod¡ un¡ serie de
b¡ian obtenido conocimiento de los:suntos y delterritorio, y sob.e la .lo,' rlt*l;rU.r truy <listi¡to' dc mancio del 'al¡er o bicn
íaao'
base de estos conocimientos y expcriencias podrían 'juz-gar" de otra ;;;".-;;;;;, cn el caso del oidor itineranre quc acabamos
.;*.
manela y aconsejar con mayor competencia al viney. Para el análisis ;";;;;;,;;;"" de cálcuro mixto de presencia porícico-
"uene
1'..,;""* .."ocimienro dc lo' r'unro' v del terrirorio
por
de los comienzos del período colonial cs significativa 1a tendencia quc ¡'ii""-,
'",1'" ¿"i"1¿-. t¿" lo tran'fcria ¿ la corte del virrev' quc prra esa
se ve allí a quer'er convertir un insttumento previsto en realidad para 'c
" una ¡lt' cuot¡ dc con6anza politicr' Rcl¿ti'¿mcnte
crsos especialcs -visitrs, residcrcias, pesqrrisas- er, un insrrumenro de J""." -"r,t" ¿"
tr¡'mirido a h corre de t'spaña'
gobierno permanente. Precisamente cste eicmplo cs uDa muestra clara ,L.r- "1.*.. *or;*" que ct s¡bet sca
de conu ol'
de esa tcndencia: ya un año antes dc que la instrucción drda al virrey t.,"¿" .,*¿¡ .,.. "c trurab¿ o bicrt de Lrna pos;l'ilidad que tom¡
clevara ¡l oidor itinerante a ia categoríade instrumcnto generaldc go- a. ;*0"*;.*r los fundamcnros dc la' deci'iones
bierno, el Ley hrbía ordenado, por algunas quejas, una visita a les pro-
"-.-i..i" l:< que el rcv' en
i""il'*"."á",, *t er b¿'ico 'ohrc e'r rurcrut.,s dc l"s ob*p:rdo'
vincias y gobernaciones de Guaremala. Es¡ visita d€bía llev¡rla r c¿bo ili.,,,"r.'.,,, i,.'"...¿ble dircc¡o En l¡ dccision sobre rambión sc
el virrev' Y
un oidor dc la Audiencia de México. La Re¿l Códula rcspectiva pone ;';i,;',;'. r.' .;..rlo. no podía susriruirlo de l'r cor
de manifiesto cómo conlhían las funcioncs de un viaje de inspccción l,;i";;;;i',J..'. de unr curiosidad políricr prinugcnia
jurídica y política con elpostulado de la "errtera noticia": i.:
'".,'"; ide¡ det reiano reiritorio En er punro to de Ia
""";:;;;".;;;;.¡ p Arrrorrio dc \4etrdoz¡ dcl l¡ dc iulio dc IsJc
l,t]*.1."
por mencrr que todas fucssen visitadas r
sc rúb;csc enterá doriciá de lo
".rl¡"
se dice en consccuencia:
'r¡
quc oviesc ncces;dad de sel proveido en cada una dcllas, y Ios pobladores
dcsc¡mos mucno Iencr unJ rr¿7i o prnturu
de lo' p"nciprles
y naturales della estuviesen cnjustici,r.'l \ ooroue r rlgunr peno
-,lsiJ' ',,** a" -, ,renr v cosr» dc ulu' marrrJarer
* p''Jiere v sup:"re hac'r'
Es dccir, quc no sc trataba de una red intcgral dc instancias dc con- i,.'. i" í,* i" .", "¿"oc'"m""tc q'"
"llo hubiere de un
trolu observación ni de la "cnte¡a noticia" como programa de un sa- i"i".""¿" "i 'i¡" ll',"", . ,1" r"s"*' ;*'r""r" "lturr querel¡cion
nri'r¿
;'";i;';, ;.,", ",'.., en cad" .rr" de erro' Y I¡corti'l ncs
'rt
be¡ centralizado en la corre, sino dc disponcr en gcneral dc un imtru- hi de\Lbielo o
i"."'. ¿.i.,'.,,. " I'l"Jtúe et m¿rque' , Hcrn¿r
mento de orden con cl quc ocasionalmentc se pudiera prolongar a Ia h¿c€i'r
r¡sted¡d dcl territorio lap,ctensión devalidez deldominio monárqui descubriese, sibutn¡mcnte sc pud;cre

co.e': Para eso tenía que hacer su aparición un obscrvador c infonn¡rsc gcncr¡les un nexo cnrre
Los ciernplos crr¡dos evidencian en lrners
en
.l cic,¡r.io icl Jominro v l'r inrorrrrrcrón' pero no un¡ Progre''orr
incremento
.1"'" ,'"i¡¿.' lineal cnrre rdq'isición Jc ¡nlo¡m¡cion e
91. Segín la Reál C¿dul¡ d.l 20 ¿€ febrero dc 1s34, edit. c¡: CODOIN 2 10, pp. I90
192, aquip. 190.
92. Conformeáambosrexros,lasdaisioncsdemcnorpesoy¡anicularmenteurgcn
tcs dcbíatomarlas cl propio oidor nincranrc. Sol,rc elrc*¡, knía qúc prcscnhr ur ,, ,r '. a \ ,".'r " 'r '' r'¡ I "'¡ r''r'-r"" '{ "" ''r'"
hfon¡c en la Ciudad tlc Méxiñ pará quc pudicñ de.i.lir cl virdy. Cf. I l^N(r,
viftLlet, tl¿t¡.o. t. l, t. 17 y (:()l)OlN-2'10, p. l9l. !'' '
"r'r¡¡,^.l'l'
t0.1 ARNDT BRI]NDI]CK!] EL SABIR [.N EL S¿771NC DEL DOMINIO COLONIAL 305

del poder. La relación es más complcja: hemos visro que el Consejo Pero a estas pcrspectivas resignadas, hasu alarmantes en térnlinos
de Indias en :lgunos casos requería información prccisnmem€ por poliri. os. se l(t opon,¡n visionc' contcrnPorárrcx de facribilid rd v po-
que Ie fahaban conocimientos. Pero no lo hacía para adquirir "cono de sabcr. Sobre Andres Hur(rJo dc Vendoz.r. segundo mar-
'il¡ilidad
cimientos", es decir, para des¿rrollar en forma sistemática el saber del qués de Cañetc, virrey delPerú entre 1555 y 1559, se dice por ejemplo:
Consejo. Servía más bicn para amotiguar las consecuencias políticas
de la falta de conocimientos existenre (y persistente). Era esa falta de Tiene por ncmoria todas las personas qtrc hav cn todo el Reino, sin que-
conocimientos la que había llevaclo a la panicipación del virrcy en un ,1a."i"g"n:qu" no s" quién cs, v dc dónde, si es casado o soltcro,
""tienda
asunto político medular de la corte (el otorgamicnto de encomien- y e. qu¿ y de qué vive; y por cllo va cnresacando los honbrcs
"nticnd. y jugadorcs, rabaiando sicmpre que Iodos se rpüqucn v
das)- Pero para compcnsar este desplazamienro Iáctico del podcr, Ias baldíos y
"iciosos
tr¡bá,e¡, o v¡ya¡ á cnradas'!
decisioncs que tomaba la corte del virrey debían ser sometid¿s ¿ un
cont¡ol continuo. Para eso sc solicital¡a ilfo¡mación, razón por la cual
la información en este caso, dicho en términos absrrácros, constitu T:mbién en tapropia cortc scpersiguió pronto un programa de co-
ye un elemenro de cornpensación del poder, no el poder mismo. Por nocimiento completo cuyo trasfo"do consideraremos ¡ continuáción'
eso mmbién fluía h¿cia donde disminuía el poder real, haci¡ el cenrro,
donde sin embargo se reservaban la prerrogativa dc supervisar las de
cisiones locaics.
El manejo de informació¡ tenía además funciones secundarias, rc-
l¡cio,radas básicamentc con la legitimidad y la lusticia. L¡s ¡udie¡-
cias del virrey brindaban una válvula de escape a la necesidad de los
súbditos, los viajes de los oidores y visitadores pr¡cticaban lá arer-
ción jurídica. Respecto de las competencias efectivas de los virreyes
en cuanto a conoccr sus territorios, cxiste un contrastc enorme cnrre
las manifesaciones idealizantes, que recuerdan el ideal del'sobcrano
omni,cicnrc" y las resign¿d¿s de,l¡r¿cione. irrern¡s.
Antonio de Mendoza, el virey de México, expresa por ejemplo en
un informe in¡crno de com ienzos de la década de 1 550, la falt¡ de com
perencias y conocimientos de los funcionarios españoles, y reflexiona
sobre las co11secuencias políricas:

Provce S. M. a mí y a otros coño yo por virreyes y sober¡adorcs, siendo


nuevos cn los cargos y no teniendo experiencia envía oidores quc:rllí no
s€ provcerán por álcaldes mayorcs, y fíales un mundo ¡uevo sin ninsun¡
orden ni mzón ¡i cosa que parezca a lo de alll ¿qué cspera S. M. quc h¡ ¡c
srccder a dos nillesuas de donde csrá sino da¡ con rodo en elsucl() y quc
se acabe hrciendo expcricrcias antcs qte lo enriendr?*
.,,it,rI-r,¡rr,,rr,.rn:,IrtI,,.\'',,I$\!,Á,1.l'^ü'n(ir^¡'tll'ihn'irS\1'
,1, r,'., i,r,,1,,,"1 ,.!r'! i^iL!¡.l)ir'( r'L f"!rr'ir r(lirir'¡lr'rrlns
')1 .. (.)L(S L,'i (trn\,ttLt ¡\Llt \ r,,tr,,,!,,,,,,, ,»t'\',!r, L, ,," l',., ", l¡N, .\,rr¡r,., l/¡rr,,r'1. )")/!
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