Enseñanza y aprendizaje del español

Didáctica de la lengua y literatura

Tercer semestre
Daniela Licea

Paráfrasis: Lo que necesitan conocer y saber hacer los profesores

Es una verdad mundialmente reconocida que para que los docentes puedan ejercer como guías en la
construcción de conocimiento en los alumnos deben cumplir con diversos parámetros, entre los que
se encuentran comprender los contenidos educativos con un grado absoluto de tal manera que en
conjunto con los alumnos, puedan disponer de ellos para sumergirse dentro de un proceso cognitivo.

Así mismo, el docente debe saber establecer relaciones entre diferentes conceptos y áreas,
vinculándolos a la vida cotidiana. Sin embargo, el conocimiento de los alumnos también es
indispensable, debido a que sus diferencias en lo que se refiere a la comprensión de ideas están
marcadas en gran medida por su experiencia previa y contexto. Para crear experiencias provechosas
de aprendizaje, un denominado buen docente debe tener un diagnóstico de lo que saben los alumnos,
cómo piensan y se comportan, qué persiguen, qué encuentran interesante, qué es lo que ya saben y
cuáles son los conceptos que les plantean dificultades en determinadas materias y a ciertas edades.
Los profesores deberían saber cómo estimular su desarrollo social, físico y emocional, así como el
propiamente intelectual.

Además, se debe ahondar sensata y eficazmente sobre las experiencias vividas por los
alumnos y sus concepciones sobre la materia, de forma que puedan interpretar el currículum a través
de sus ojos y diseñar las lecciones estableciendo puentes de enlace con sus conocimientos y estilos
de aprendizaje. Para obtener información, los docentes tienen que saber escuchar atentamente y
examinar, así como organizar situaciones didácticas que inciten a los alumnos a escribir y hablar de
sus experiencias y concepciones.

Motivar a los alumnos exige, no sólo un conocimiento general sobre cómo inducirles a
realizar las tareas y mantener el interés, sino también divisar la percepción que cada uno tiene de sí
mismo y de sus capacidades, qué es lo que más les preocupa y qué tipo de actividades permiten el
éxito necesario para sostener los esfuerzos de aprender. Es preciso que los profesores comprendan
qué es lo que puede ayudar a los estudiantes a aprender de todas esas formas distintas. Por lo que es
necesario desarrollar la capacidad de evaluar sus conocimientos y estilos de aprendizaje, identificar
sus potencialidades y desventajas.

Para desentrañar toda esta información se requiere que los profesores tengan en su repertorio
didáctico estrategias de enseñanza que permitan responder a las diversas formas de aprender y
múltiples metas de aprendizaje deliberadamente seleccionado en donde el docente optará por la
colaboración como un método para estimular la sana convivencia tanto en dentro del aula como
fuera de ella.

Pero esto no se puede lograr sin que el profesor analice su práctica profesional y reflexione
sobre ella, para evaluar los efectos de su docencia y, cuando proceda, acometer su reconstrucción y
mejora. Para ello la investigación-acción deberá ser fundamental durante el proceso de enseñanza-
aprendizaje.

Referencias

Darling-Hammond, L. (2001). El derecho de aprender: Crear buenas escuelas. Barcelona: Ariel S.A.