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Bases Teóricas.

“Cura mejor quien tiene la confianza de la gente” Galeno.

La relación médico paciente (RMP) es la interacción entre un agente de salud


(médico) y una o varias personas (pacientes) con el objetivo de curar,
diagnosticar, mejorar condiciones de salud y prevenir alguna enfermedad.

María A. Rodríguez Arce. La Habana (2008) señala que la RMP “Permite al


enfermo satisfacer su deseo de necesidad y salud, y al médico, cumplir con una
de sus funciones sociales más importantes”

El momento afectivo de la relación médico

1ª Conceptualmente consideradas, la relación transferencial y la relación amistosa


stricto sensu son dos formas de relación interhumanas distintas entre sí.

La amistad, en cambio es un fenómeno personal. Su término, por consiguiente, no


puede ser un objeto, ni una realidad genérica, tiene que ser una realidad personal;
“una persona”, más exactamente “tal persona”

Lo mismo cabe decir en el caso de la relación médica, en la medida en que esta


es transferencia , su término- su objeto- se halla constituido por un psicoterapeuta,
para el paciente y por un paciente para el psicoterapeuta; esto es por realidades
humanas en principio conmutables.

2ª Distintas conceptualmente entre sí, la relación transferencial y la relación


amistosa se funden unitariamente, con preponderancia mayor una de otra, en la
realidad óptica de la vinculación interhumana; es decir en lo real, efectiva y
concretamente en cada una de las relaciones entre un hombre y los demás. La
vinculación amistosa tiene como fundamento genérico la “buena voluntad” del
hombre, el buen empleo del libre albedrío de este respecto de otra persona.

Pues bien: así como la “inteligencia sentiente” (Zubiri), actividad intelectiva a cuyo
ejercicio pertenece la condición psicológica, orgánica, del sujeto que integre, así la
voluntad del hombre es “voluntad tendente”, actividad volitiva unitariamente
realizada y fundida con las tendencias en que se manifiesta la índole somática e
instintiva del sujeto que quiere y ama.

3ª Cuando una relación preponderantemente amistosa e interpersonal se


intensifica- cuando se hace vehemente ( Platón) o hiperbólica (Aristóteles) pone
en conmoción la estructura instintiva de la personalidad ; con los cual los
fenómenos transferencia les, muy tenues y casi invisibles hasta entonces ganarán
fuerza y visibilidad.

4ª Cuando una relación preponderantemente transferencial e instintiva se depura y


personaliza, - con otras palabras: cuando sublimándose, manifiesta en forma de
yo-tú lo que venía existiendo en forma de ello-, su término pasa de ser “objeto” a
ser sujeto; más exactamente a ser “persona”.

Amistad in genere es un modo de la relación interhumana caracterizado por tres


notas principales: la beneficencia, la confidencia y el gusto por la convivencia con
la persona determinada.

El modo específico de la amistad del enfermo con el médico es la confianza.


Desde su desvalimiento, el paciente confía en el médico, espera confiadamente en
que este le ayudará con alguna eficacia a reconquistar su salud. Nunca la
esperanza del enfermo- como toda esperanza genuina – deja de ser ambivalente,
nunca carece de una venilla de temor, no solo que a la enfermedad le “vaya mal”,
más bien que “el médico no acierte”

Su confianza, por otra parte posee una estructura, en la cual se articulan e


integran tres momentos distintos, confianza mayor o menor en las posibilidades de
la medicina y por tanto en el médico en cuanto tal, confianza mayor o menor en el
médico que lo atiende, en cuanto al individuo que posee los saberes y las técnicas
de la medicina vigente en aquel medio social; confianza mayor o menor en la
persona de ese médico, en lo que es como “persona”. Verbalmente realizada, la
confianza del enfermo toma forma de confidencia.

En suma: el médico se constituye un verdadero amigo del enfermo ofreciendo a


éste, no solo al enfermo, también a “tal” enfermo todo lo que haya puesto en la
empresa de devolverle el bien objetivo de la salud.

1. La relación médica puede ser incorrecta por exceso o por defecto en la


efectividad de la vinculación amistosa. He aquí los tipos principales:

a. Intensificación abusiva de los fenómenos de transferencia y de contra


transferencia y la incapacidad técnica o moral del médico para hacerlos
pasar del dominio del ello a la esfera de la libertad

b. La excesiva frialdad sentimental del médico, cuando el enfermo exige


consiente o inconscientemente ser algo más que un mero “objeto” de una
operación técnica.
Esa frialdad puede ser en caso funcional (médico como mero funcionario
de la asistencia al enfermo), y en otra científica (la de investigador para
quien el paciente es un simple objeto de conocimiento) de uno u otro medo
siempre perturbará más o menos la relación terapéutica y mermará la
eficacia del tratamiento.

c. La tentación de transformar la “preeminencia funcional” que lleva el ejercicio


técnico de la medicina, en el tipo de conducta que M. Balint ha llamado
función apostólica, esto es, a idea de que la medicina no puede alcanzar la
perfección humana si el medico no procura convertir al paciente a la visión
del mundo que él, como médico y como hombre, considera óptima.

d. La seducción mutua, no necesariamente sexual, en que a veces cae el


médico y el enfermo( M. Balint), este aceptando con credulidad excesiva y
complacida lo que acerca de su dolencia le dice un enfermo lisonjero;
este , halagando más o menos abiertamente el amor propio o la vanidad del
médico.

2. Puede viciarse o corromperse la relación médica, además cuando el


afecto que vincula la terapeuta y al enfermo no es amistoso.

a. Un excesivo apetito de lucro, en donde la amistad se convierte en una


“amabilidad táctica”

b. Una desmedida conciencia de derecho en el alma del enfermo, bien respecto al


médico mismo, en el que solo ve una persona poseedora y vendedora de técnicas,
bien respecto de una sociedad obligada a la asistencia médica y técnicamente
representada ante sus ojos por la persona del terapeuta.

“A igualdad de saber, el mejor medico es el más amigo” cabría añadir


completándola - porque el saber del médico y aún todo saber, se hace más certero
y acabado por obra del amor. Pedro Laín Entralgo ( pág 376)

Aspectos Psicológicos.

La RMP se puede analizar desde diversos puntos de vista. Se puede estudiar en


sus aspectos éticos, médico-administrativos, históricos y psicológicos.
La importancia de las implicaciones psicológicas de la RMP es reconocida desde
la antigüedad, sin embargo no es hasta la creación del psicoanálisis por Freud que
se le estudia, describe, y aplica de una forma sistemática. Freud llamó
transferencia a la relación sentimental que desarrollo el paciente hacia su médico
y que se produce por el desplazamiento de afectos de una persona a otra (en este
caso, del médico al paciente y viceversa), se trata de contenido inconsciente
producto de vivencias infantiles que una persona evoca cuando está en
condiciones de tensión emocional, como el caso de una enfermedad.

La alianza terapéutica, es la más segura forma de predecir el éxito del tratamiento:

*Los casos con resultados terapéuticos pobres muestran una mayor evidencia de
procesos interpersonales negativos: interacciones hostiles y complejas;
desconfianzas mutuas, etc.

*Los éxitos terapéuticos están precedidos siempre de una relación empática,


franca, sintónica y honesta; con una adecuada comunicación, donde el diálogo
enriquecedor preside el encuentro.

*La mayoría de las demandas por mala praxis médica han sido consecuencia de
un fracaso en la calidad de la alianza terapéutica.

El diálogo en la RMP

Diálogo, es una técnica de comunicación humana en la cual surgen emociones,


pensamientos, y, razonamientos que generan cambios positivos en las actitudes
negativas de las personas, ya que permiten tener diferentes perspectivas de un
problema. A través del diálogo se obtienen diversos puntos de vista que permiten
evaluar un mismo problema de distintas maneras y buscar varias soluciones para
escoger la mejor.

Desde la perspectiva médico-paciente, el diálogo es una comunicación interactiva,


que se desarrolla en un clima armónico entre el médico y el paciente, permitiendo
generar nuevos conceptos a partir de las ideas de ambos y llegar a consensos sin
despotismos, que mejoren la salud de todos los implicados. Se trata de convencer
con argumentos lógicos, evitando los sofismas. Durante el diálogo con el paciente
es más importante saber preguntar, que saber afirmar. La pregunta se debe hacer
con la intensión de que el paciente se dé cuenta de lo que desconoce y debería
conocer.

“El diálogo busca que el otro encuentre sus propias respuestas, se trata no de
responder al otro, sino de iluminar el camino hacia las propias verdades, ayudar a
dar luz, como hacía la madre de Sócrates que era partera” (Bohurques, 2009)

Factores que influyen en la relación médico-paciente.

 El ambiente donde se realiza la entrevista.


 El grado de participación del paciente.
 La edad del paciente.
 Formación profesional del médico.
 Satisfacción laboral.

Relación médico-paciente según el ambiente donde se realice.

*Sala de Emergencia: en una sala de emergencia, la relación médico paciente


se desarrolla de una forma acelerada por la necesidad de diagnosticar y tratar
prontamente. Generalmente el médico tiene muchos pacientes-impacientes
que atender, lo que aumenta las exigencias de prontitud, oportunidad y
eficacia; lo cual pone a prueba el temple y autocontrol del médico y la destreza
en clasificar las prioridades. El médico debe evitar contagiarse con el estado
de angustia, dramatismo e incertidumbre que reina en estos lugares, por
razones obvias.

* Sala de hospitalización: el médico debe tener más tiempo para entrevistarse


con el paciente, pero muchas veces las habitaciones son compartidas por
varios pacientes, lo cual le resta privacidad. El personal debe tener cuidado al
realizar la entrevista, examen físico o procedimientos diagnóstico tomando las
previsiones del caso para no vulnerar el derecho que tiene el paciente a que se
respete su pudor.
*En el consultorio: el consultorio es el sitio más íntimo y cómodo para atender a
un paciente y aplicar con mayor posibilidad las técnicas y normas de la
entrevista

Según el nivel de participación del paciente.

Los pacientes no siempre están en condiciones físicas o mentales para


comunicarse adecuadamente con el personal de salud, lo cual genera diferentes
niveles de comunicación. Según los casos:

Nivel 00: el paciente es incapaz de valerse por sí mismo: es el caso de situaciones


de extrema urgencia como un shock, de personas inconscientes, en coma, que no
responden a los estímulos. En estos casos el médico y el personal de salud debe
asumir la responsabilidad de proporcionar el tratamiento y la atención integral a la
persona enferma que no se encuentra en condiciones de decidir por sí mismo.

Nivel01: estados de agitación psicomotriz, de cuadros alucinatorio, delirantes, con


pérdida de juicio y peligro de dañarse a sí mismo o a otras personas. En estos
casos el el médico debe atender al paciente aun en contra de su voluntad, porque
entiende que no está en condiciones de decidir lo más adecuado.

Nivel 02: el paciente está consciente y es capaz de colaborar con el tratamiento,


pero se debe actuar con rapidez y no se tiene tiempo de establecer un diálogo
prolongado, como ocurre en una enfermedad aguda como un infarto, un
traumatismo, un dolor cólico, abdomen agudo, intoxicación, trabajo de parto, etc.
El médico asume una actitud directiva, solicitando la colaboración del paciente,
quien de forma sumisa debe aceptar el comando del personal que lo socorre, ya
que no le queda otra alternativa. El personal debe ser extremadamente
considerado con la situación del paciente, comprender y respetar su dolor, el
médico debe tratar de explicar de forma clara y empática el diagnóstico y
tratamiento para disminuir la angustia y lograr la mayor colaboración posible.

Nivel 03: el paciente está en condiciones de participar y formar parte activa del
diálogo durante la entrevista. Es el grado de participación típico de una relación
médico paciente, que se da con personas que acuden voluntariamente a la
consulta por una situación de salud no urgente. El médico debe entablar un
diálogo adecuado y nutritivo con su paciente.

Según la edad del paciente.

La edad del paciente es un factor que influye de manera determinante en la


relación médico paciente. La forma de entrevistarse con un niño debe ser diferente
a la manera de hacerlo con un adolescente, con un adulto o con el anciano. Al
niño y al anciano los llevan a la consulta para que el médico los vea, el adulto va a
la consulta para ver en el médico.

Formación del médico.

Una mala formación profesional, el médico no es médico, sino un charlatán. Una


mala formación influye negativamente en el acto médico y por supuesto en la
relación médico paciente. El médico que no se siente preparado recurrirá a
exagerada zalamería para ocultar su déficit, a desplantes groseros cuando no
pueda dar una respuesta correcta a un paciente que se la pida, o a querer dictar
cátedra con un discurso cantinflero. El médico sólidamente formado el sentir
aseguro de lo que está haciendo que por lo tanto tendrá una relación asertiva con
sus pacientes.

Satisfacción laboral del médico y motivación.

La motivación es un concepto que se utiliza para describir la actuación de fuerzas


desde nuestro organismo hacia el exterior que tiene como consecuencia, iniciar,
dirigir y explicar las diferencias en la intensidad y dirección del comportamiento. Es
importante señalar que la motivación es el resultado de la interacción del individuo
y la situación, y que además, las personas difieren en su impulso motivacional.
Resulta interesante considerar que la interacción entre las habilidades individuales
y la motivación contribuyen al desempeño o rendimiento de las personas, y,
consecuentemente, tienen un reflejo en el logro de los objetivos organizacionales.

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