Está en la página 1de 12

Charlatanismo

Se suele llamar “charlatán” al que hace alarde de conocer algo que en realidad
ignora. El charlatán en medicina se denomina “curandero.”

Un charlatán es una persona que practica algún tipo de estafa con el fin de conseguir
beneficio económico o alguna otra ventaja mediante el engaño o la superchería.

Todo charlatán debe tener alguna habilidad especial; la más común es el don de la
palabra, mediante la que logra embaucar a su audiencia, por lo general inculta en
la temática que el charlatán postula. Otra de las más comunes es la prestidigitación
(movimiento rápido de las manos), mediante la cual hacían los cambios oportunos
de productos que entregaban, recibían o devolvían. A menudo los poseedores de la
primera habilidad mencionada se asociaban con los de ésta, para mejor llevar a
cabo sus estafas.

Charlatanismo sin diplomacia o curanderismo: Desde Aristóteles, que antes de


ser sabio filósofo de todos conocidos, fue charlatán vendedor de drogas en las
ferias, hasta nuestros días, el curanderismo ha medrado en las sociedades de todas
las épocas. La clientela del curandero es la gente supersticiosa que acude a él en
vez de ir al consultorio del médico diplomado, porque para ella, éste no conoce más
que la “medicina oficial” mientras que el primero cura en base a un poder
sobrenatural que dice poseer.

En esta clientela, una buena parte la constituyen los “incurables,” esa columna
guiados por el deseo bien humano de encontrar remedio a sus males, acuden al
curandero, cansados ya de pagar tarjetas en los consultorios de los médicos,
llevados por la esperanza de un alivio a sus dolencias, esperanza que en este caso
es atajo que les acorta el camino a la curación.

Charlatanismo con diploma: Los curanderos no son los únicos vividores de la


credulidad humana, existen, también, profesionales diplomados que viven de ella
(médicos, farmacéuticos, bioquímicos, etc.). Es así que ejercen el charlatanismo
con diploma los médicos que propalan en avisos impresos o radiotelefónicos, que
curan tal o cual enfermedad sin drogas ni inyecciones, mediante la aplicación de
determinada onda, aparato o sistema de tratamiento; los fisioterapeutas, los
simpáticoterapeutas, magnetizadores y homeópatas, etc.; como también ejercen el
charlatanismo los farmacéuticos y bioquímicos preparadores de especialidades
medicinales, que curan determinadas dolencias y anuncian sus productos.

Compenetración Relación Médico Paciente

La relación entre el médico y su paciente juega un papel muy importante en la


práctica de la medicina y es esencial para la provisión de asistencia médica de alta
calidad en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. La relación entre
el médico y su paciente es una de las bases de la ética médica contemporánea. La
mayoría de las facultades de medicina enseñan a sus estudiantes desde un
principio, aún antes de que comiencen a recibir instrucción práctica asistencial, a
mantener una relación profesional con sus pacientes, observando su dignidad y
respetando su privacidad.

El paciente debe tener confianza en cuanto a la competencia de su médico y debe


sentir que pueden realizarle confidencias a él. Para la mayoría de los médicos, es
importante el establecer un buen contacto con el paciente. Existen algunas
especialidades médicas tales como psiquiatría y medicina familiar,1 en las que se
pone más énfasis en cuanto a la relación médico-paciente que en otras como
pueden ser anatomía patológica o radiología.

La calidad de la relación entre el médico y su paciente es importante para ambas


partes. Cuanto mejor sea la relación en términos de respeto mutuo, conocimiento,
confianza, valores compartidos y perspectivas sobre las enfermedades y la vida, y
el tiempo disponible, mejor será la cantidad y calidad de la información sobre la
enfermedad del paciente que se intercambiará en ambas direcciones, mejorando la
precisión del diagnóstico y aumentando el conocimiento del paciente sobre la
enfermedad o dolencia. En aquellas circunstancias en que la relación es pobre, se
compromete la habilidad del médico para realizar una evaluación completa del
paciente y es más probable que el paciente desconfíe del diagnóstico y del
tratamiento propuesto, disminuyendo las posibilidades de cumplir con el consejo
médico. En estas circunstancias y en aquellos casos en que existe una genuina
diferencia de opiniones médicas, se puede llegar a conseguir una segunda opinión
de otro médico o el paciente puede decidir directamente cambiar de médico.

Aspectos Psicológicos

La RMP se puede analizar desde diversos puntos de vista. Podemos estudiarla en


sus aspectos éticos, legales, medico-administrativos, históricos y psicológicos. Es a
este último aspecto, el psicológico, al que vamos a dedicarnos en este trabajo.
La importancia de las implicaciones psicológicas de la RMP son reconocidas desde
la antigüedad, sin embargo no es hasta la creación del psicoanálisis por Freud que
se le estudia, describe y aplica de una forma sistemática. Freud llamó transferencia
a la reacción sentimental que desarrolla el paciente hacia su médico y que se
produce por el desplazamiento de afectos de una persona a otras (en este caso del
paciente al médico), se trata de contenido inconsciente producto de vivencias
infantiles que una persona evoca cuando está en condiciones de tensión emocional,
como es el caso de una enfermedad. Se pueden transferir actitudes y sentimientos
positivos como el amor, gratitud, admiración, confianza, etc. O sentimientos
negativos como el odio, resentimiento, celos, desconfianza, etc. Llamó
contratransferencia a los sentimientos que el médico siente hacia su paciente, que
también pueden ser positivos y negativos. Ambos procesos son inconscientes y
automáticos. Es obvio que el médico debe procurar que la actitud de su paciente
ante la consulta sea de aceptación, simpatía y confianza, al igual que la actitud del
médico, con el fin de lograr una alianza terapéutica idónea. La alianza terapéutica
es el proceso interpersonal entre médico y paciente que asegura un fiel
cumplimiento de las indicaciones, prescripciones o recomendaciones por parte del
paciente y un trato honesto por parte del médico.
La calidad de la alianza terapéutica es la más segura forma de predecir del éxito del
tratamiento:
• Los casos con resultados terapéuticos pobres muestran una mayor evidencia de
procesos interpersonales negativos: interacciones hostiles y complejas;
desconfianzas mutuas, etc.
• Los éxitos terapéuticos están precedidos siempre de una relación empática,
franca, sintónica y honesta; con una adecuada comunicación, donde el diálogo
enriquecedor preside el encuentro.
• La mayoría de las demandas por mala praxis médica han sido consecuencia de
un fracaso en la calidad de la alianza terapéutica y no por fallas en las habilidades
técnicas de aspectos anatomoclínicos del galeno.

Relación Médico Paciente

Desde el origen de la humanidad, la relación médico-paciente es una realidad


elemental y fundamental de la medicina misma. Según LAÍN ENTRALGO: el que
hacer más cotidiano y permanente del acto médico constituye la esencia y la razón
de ser de la medicina y sin esta relación no existe el arte de curar, principio que rige
desde Hipócrates hasta nuestros días.

El médico se acerca al paciente con todos los componentes de su personalidad: su


cuerpo, su inteligencia, sus conocimientos, sus sentimientos, su sexualidad y su
espiritualidad.

Freud ve al paciente como un sujeto patológicamente activo y por tanto como


“creador” o modelador de sus dolencias. Se trata de una creatividad que procede
de su psiquismo y que incluye también el mundo de sus valores. “La enfermedad no
consta tan sólo de hechos, sino también de valores, no sólo tiene o se padece, sino
también se hace y se crea”.

Las reflexiones del LAÍN ENTRALGO, con relación a las formas del “encuentro”,
pueden considerarse tres formas:

1.- Como una relación de dominio: Lo incurable ha desaparecido de nuestro


horizonte mental: no hay nadad incurable.

2.- Como una relación cooperativa: Debe ser como camaradas que reconocen un
mismo camino, una misma meta que es la curación del enfermo. Se trata de una
ayuda mutua en que ambos crecen como personas.
3.- Como una relación de amistad médica: Una forma singular de la amistad
hombre-hombre, en que la relación óptima consiste en el ejercicio de cuatro
actividades esenciales que se traducen en:

- LA BENEVOLENCIA: Se es amigo queriendo el bien del otro.

- LA BENEDICENCIA: Se es amigo hablando bien del otro, en la medida en que


puede hacerse sin mentir.

- LA BENEFICENCIA: Se es amigo haciendo el bien a otro. Aceptándolo realmente


como lo que es o ayudándole delicadamente y sutilmente a que sea lo que debe
ser, coadyuvar a ser persona no sólo en la enfermedad sino en la terminalidad
(muerte digna).

- LA BENEFIDENCIA: Compartir con él algo que me pertenece íntimamente a mí,


en cuanto se convierte en “confidencia”.

Relación médico-paciente se entiende aquella interacción que se establece entre el


médico y el paciente con el fin de devolverle a éste la salud, aliviar su padecimiento
y prevenir la enfermedad.

FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL ACTO MEDICO

• Las circunstancias reales del encuentro.


• La edad del médico y la del paciente (niño, adolescente, adulto).
• La personalidad del médico, que es quizás el factor más importante en el
desarrollo de esta relación.
• La diferencia y diversidad socio-cultural. En nuestra realidad, esta diferencia
entre el pensamiento científico del médico y el mágico de los pacientes dificulta
muchas veces establecer una buena comunicación.

Kadushin señala, que: en la experiencia de 'caer o estar enfermo', la clase social


del paciente genera un estilo de reacción más violento y más preñado de angustia
cuanto más bajo es su estamento de origen".

ESCENARIO DE LA INTERACCION
• Características ecológicas: La importancia de las características geofísicas
y biológicas que rodean a los elementos de la relación de alguna manera
influyen en el comportamiento (altura, el clima, la latitud, la estación, la flora
y la fauna).
• Características sociales y económicas: Los sistemas económicos, la
condición social, los movimientos migratorios, los asentamientos humanos,
la violencia, el subempleo, los problemas familiares, las instituciones son
otros factores que influencian en algún grado la relación.
• Características culturales: Vinculadas a las anteriores, son quizás las de
mayor efecto y además son responsables de dificultades, en muchos casos,
si es que no son tomadas en cuenta. Las dificultades tienen como base las
diferencias culturales entre el médico \ el paciente. Más que los elementos
extrínsecos, como los usos y las costumbres, que ayudan notablemente en
la relación, son los elementos intrínsecos los que influyen poderosamente en
la comunicación, así como también influyen las creencias, las normas y los
valores, que constituyen el denominado super yo (según FREUD) del
individuo. Ellos ejercen, mediante la personalidad, apoyo en los papeles de
los miembros de la relación, tanto en la forma como en la interacción,
cooperando en el tratamiento y la evolución de la enfermedad.
• Características médico-asistenciales: Relacionadas a las anteriores, son
las que conforman externamente la relación, pudiendo llegar a entrar en
conflicto con la diversidad. Prueba de ello son las políticas sanitarias mal
aplicadas que intentan modificar los aspectos culturales y que pueden
resultar nocivas para la salud.

El marco mediato se ve constituido por los factores físicos, como son la ciudad, el
distrito, la habitación en donde se realiza el acto médico; la distribución del espacio,
los muebles, el equipo médico, la luz, los estímulos sonoros, la presencia de otras
personas, el tiempo utilizado; los cuales coadyuvan la relación.
En los resultados de una encuesta sobre la razón del cambio frecuente de médicos
por los pacientes, al parecer una de las causas es que la faceta humana de los
médicos no está actuando como debiera ser.

En este estudio, en el 51% de los casos la respuesta fue porque el médico no les
dedicó suficiente tiempo, en el 42% porque se mostró poco amigable, en el 40%
porque no contestó a todas sus preguntas, en el 30% porque no entendieron lo que
les explicó y en el 27% porque no les trató con respeto.

PRINCIPIOS BASICOS EN LA RELACION MEDICO-PACIENTE

Como fuera postulado por Beauchamp y Childress, la relación entre médico y


paciente en cualquiera de sus modelos, se basa en cuatro principios fundamentales,
cuyo respeto permite transformar este encuentro en un puente ético que une el
querer, o poder hacer, con el deber.

Diego Gracia señala que ellos son algo así como núcleos de confluencia de todo el
universo de valores, en que habiendo muchos valores, todos giran en torno a esos
cuatro principios, haciendo un parangón con lo que sucede en el plano de la biología
molecular, en que toda la información de la herencia, en su infinita diversidad se
puede codificar en torno a los cuatro aminoácidos básicos que conforman el ADN:
adenina, guanina, timina y citocina. Del mismo modo los cuatro principios éticos
fundamentales son la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia.

NATURALEZA DE LA RELACIÓN: MODELOS DE LA RELACIÓN MÉDICO-


PACIENTE

En circunstancias ordinarias, el tomar decisiones es tarea de ambos, médico y


paciente, respetando siempre la integridad de la persona. El médico toma
decisiones por y con el paciente, no en lugar del paciente.

MODELO HIPOCRÁTICO

Se cree que es Hipócrates el fundador de este modelo de carácter paternalista,


seguramente el más antiguo, pero todavía vigente en la relación que mantienen
muchos médicos con sus pacientes, en algunos contextos culturales de nuestros
países. En este modelo, el médico se esfuerza en determinar lo que es lo mejor
para el paciente, prescindiendo del paciente mismo, esto es, sin que este intervenga
en la decisión. El médico, presuponiendo que es quien más sabe sobre la
enfermedad del paciente, entabla con él una relación paternalista, en la que
implícitamente retiene que lo mejor para el paciente es que no intervenga en la toma
de decisiones, debido a la ignorancia sobre su caso.

En este modelo de relación, desaparece el principio de autonomía del paciente. Al


paciente se le trata como a alguien que no tiene capacidad de autonomía en lo que
se refiere al uso de su razón para tomar decisiones.

MODELO TECNOLÓGICO

Este modelo surge del poder tecnológico de la biología y medicina modernas. Se ve


al paciente solo desde el punto de vista de su carne, como si fuera solo un conjunto
de órganos, tejidos, huesos, nervios, etc. y no una persona, un ser espiritual. Se
confía todo al poder de la técnica y se deja a un lado a la persona. En general, los
médicos están más entrenados para hacer preguntas que para escuchar al
paciente. El médico se enfoca más en la enfermedad o psicopatología que en la
persona que la tiene.

En este modelo tecnológico, se miran solo los aspectos fisiológicos del problema y
se ignoran las personas con todos sus valores psicológicos y espirituales.

MODELO LEGAL

Este modelo se caracteriza porque el médico y el paciente firman un contrato legal


de común acuerdo, que limita la naturaleza de la relación. Este modelo tiene su
origen en el carácter legalista de la sociedad en que vivimos. Está sujeto a disputas
sobre su cumplimiento. Se pasa a una situación de contrato legal en la que el
paciente puede demandar al médico al interpretar que este no está siguiendo el
contrato. La falta de confianza entre el médico y el paciente es mutua. La pérdida
de confianza en el médico y el distanciamiento de este con el paciente constituyen
la razón fundamental por la que se habla hoy día de deshumanización de la
medicina.
MODELO COMERCIAL

En este modelo, el médico es un agente comercial, el paciente es un consumista de


la medicina cuya autonomía en esta relación es absoluta, y la medicina, como
consecuencia, queda sujeta a la economía de mercado. Si en el modelo anterior el
acento estaba puesto en el carácter legal de la relación, en el modelo comercial el
acento está puesto en la absoluta autonomía del paciente a la hora de tomar
decisiones y consumir medicinas.

El médico es solo un asistente técnico que proporciona todos los detalles posibles
de las alternativas de tratamiento, pero es el paciente el que con sus valores y sus
juicios toma las decisiones, sin que importe el juicio del médico.

MODELO DE ALIANZA

Bajo el modelo de alianza, la relación médico-paciente consiste fundamentalmente


en la confianza que el paciente deposita en la conciencia del médico. El médico
elucida los valores del paciente y lo que realmente quiere y le ayudar a seleccionar
la intervención médica que esté en consonancia con los valores del paciente, que
tienen relación con su cuerpo, su alma y su espíritu. El médico tiene en cuenta la
vulnerabilidad en que se encuentra el paciente. No se trata de una relación de igual
a igual. La relación se basa en el voto de confianza que el paciente le da al médico.
El médico actúa por beneficencia buscando el bien del paciente.

TIPOS DE RELACION MEDICO-PACIENTE SEGUN EL GRADO DE


PARTICIPACIÓN:

1.- SEGÚN EL GRADO DE PARTICIPACION

Szasz y Hollender, teniendo en cuenta el grado de actividad y participación de


médico y paciente en la interacción, describen tres niveles o modalidades de
relación médico-paciente.

El nivel 1, o de "actividad del médico y pasividad del enfermo", es el tipo de relación


que se produce en situaciones en que el paciente es incapaz de valerse por si
mismo: situaciones de urgencia médica o quirúrgica, pacientes con pérdida o
alteración de conciencia, estados de agitación o delirio agudo, etc. En estos casos,
el médico asume el protagonismo y toda la responsabilidad del tratamiento.

El nivel 2 o de "dirección del médico y cooperación del enfermo", es el tipo de


relación que tiende a darse en las enfermedades agudas, infecciosas, traumáticas,
etc., en las que el paciente es capaz de cooperar y contribuir en el propio
tratamiento. El médico dirige, como experto, la intervención adopta una actitud
directiva, y el paciente colabora contestando a sus preguntas, dando su opinión, y
realizando lo que se le pide.

El nivel 3 o de "participación mutua y recíproca del médico y del paciente", es la


forma de relación más adecuada en las enfermedades crónicas, en las
rehabilitaciones postoperatorias o postraumáticas, en las readaptaciones físicas o
psíquicas, y en general en todas las situaciones, muy frecuentes en el mundo
médico actual, en que el paciente puede asumir una participación activa, e incluso
la iniciativa, en el tratamiento: Así en pacientes diabéticos, enfermedades cardiacas,
enfermedades de la vejez, etc., el médico valora las necesidades, instruye y
supervisa al paciente, que, a su vez, lleva a cabo el tratamiento por si mismo, según
lo programado, y con la posibilidad de sugerir otras alternativas o decidir la
necesidad y prioridad de una nueva consulta.

2.- SEGUN EL GRADO DE PERSONALIZACIÓN

Von Gebsattel describe las fases por las que pasa la relación médico-enfermo según
el distinto grado de relación interpersonal que adquiere la misma durante el acto
médico.

La primera fase de llamada, el paciente acude al médico solicitando remedio para


sus dolencias y el médico responde acudiendo a satisfacer las necesidades del
enfermo. La relación entre un hombre experto y un hombre que sufre es todavía,
desde el punto de vista interpersonal, anónimo.

En una segunda fase de objetivación, el interés del médico se centra en el examen


"científico" del proceso patológico, por lo que las relaciones personales pasan a un
segundo plano, relacionándose con el paciente más como "un objeto de estudio"
que como una persona.

Finalmente, en la fase denominada de personalización, realizado ya el diagnóstico


y establecido el plan terapéutico, es cuando el médico se relaciona, por fin, no sólo
con un hombre que sufre o un "caso", sino con una persona enferma determinada,
que es ya "su" enfermo.

3.- SEGUN EL OBJETIVO DE LA RELACION

Otra forma de entender la relación médico-paciente, propuesta por Tatossian,


distingue dos tipos de relación según que la interacción entre el médico y el enfermo
sea directamente interpersonal o se halle mediatizada por el órgano enfermo.

En el modelo interpersonal de relación, la enfermedad es considerada como un todo


el trastorno forma parte del paciente y se produce una implicación personal en la
relación, ya que ésta se establece directamente entre dos personas entendidas en
su globalidad afectivo-intelectual. El médico no sólo ve el órgano enfermo, sino la
totalidad del paciente, lo somático y lo psíquico. La actitud del terapeuta resuena
sobre la del paciente, de modo que "se pasa de la medicina de una persona a la
medicina de dos personas". Es la relación que se utiliza en psiquiatría y más aún en
psicoterapia.

En el modelo técnico de servicio de la relación, la atención se centra en el órgano


"que no marcha bien" y el paciente adquiere connotaciones de cliente que solicita
la reparación del mismo. Se trata de una relación más pragmática, operativa y
funcional, dirigida a la obtención de información sobre la alteración del órgano y el
tipo de restauración que se pretende. Es el modelo de relación que caracteriza la
práctica médica general y las especialidades médicas, y que, si se exagera, corre
el peligro de ignorar la personalidad o incluso parcelar el cuerpo físico del paciente,
tratando al órgano enfermo, como si de un auténtico objeto se tratara.

COMUNICACION EN LA RELACION MEDICO PACIENTE


La comunicación es primordial en cualquier comunidad porque todos tenemos
necesidad de compartir lo que sabemos, pensamos o sentimos. Una comunicación
deficiente es la causa mas citada de conflicto interpersonal. La práctica médica,
desde sus orígenes, ha estado muy estrechamente vinculada con la comunicación
interpersonal y el desarrollo de habilidades clínicas. En la base de la atención a la
salud se encuentra la interacción humana entre un paciente, una familia o una
comunidad, y su médico y/o enfermera como representantes del equipo de salud.

LAS RESPUESTAS EMOCIONALES EN LA RELACIÓN MÉDICO PACIENTE

• Transferencia es la reacción afectiva, en parte consciente, que desarrolla el


paciente hacia el médico y en la cual se suelen revivir diversas reacciones de
tipo afectivo, experiencias anteriores de amor, hostilidad, dependencia y
desconfianza, y otras, diferentes según la personalidad del paciente.
• Contratransferencia es la reacción simétrica y de signo contrario que elabora el
médico hacia el paciente y que puede ser de simpatía, rechazo, inseguridad,
entre otras.
• Resistencias son las defensas involuntarias e inconscientes que impiden que
llegue a la mente cualquier material psíquico que pudiera facilitar la emergencia
de los contenidos inconscientes reprimidos.

También podría gustarte