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RESUMEN
Se utilizó una lista de 44 deficiencias para evaluar, bajo observación directa, las
entrevistas médicas que 48 internos realizaron a 96 pacientes hospitalizados. Las
deficiencias estaban referidas al contenido de la HEA, los tipos de preguntas y
aspectos generales y se clasificaron en mayores, importantes y menores. Se
presentaron 783 deficiencias, para una media de 8,1 por entrevista; 29,6 %
correspondieron a la HEA, 20 % a los tipos de preguntas y 50,4 % a los aspectos
generales. El 27 % fueron mayores, 46,4 % importantes y 26,6 % menores. Se
evidenció que existe la tendencia a obtener la información por preguntas breves y
cerradas, que inducen respuestas y dar inicio por los antecedentes patológicos
personales, así como serias dificultades en las habilidades del interrogatorio.
Algunas deficiencias no debieran presentarse o ser tan frecuentes en el último año
de estudios. Más de la tercera parte de los internos no fueron supervisados nunca a
la hora de hacer una historia clínica. Se concluyó que existe necesidad de
incrementar la observación directa de los alumnos al hacer historias clínicas como
medida fundamental para mejorar sus habilidades clínicas.
MÉTODOS
Para la selección del enfermo, el autor solicitó rotativamente a los jefes de GBT 2 ó 3
pacientes, con la única condición que no tuviesen limitaciones en la comunicación
verbal. Casi todas las encuestas se efectuaron por las tardes, junto a la cama del
enfermo y sólo cuando existieron dificultades se le llevó a un cubículo aislado. En las
entrevistas sólo participaron el interno, el enfermo y el autor.
El primer día de cada nueva rotación de internos se explicó a todo el grupo las
características generales de la investigación. Los alumnos no conocieron el
contenido de la encuesta ni los resultados individuales que alcanzaron en las
mismas. El día de la entrevista, el autor repitió individualmente la explicación.
Cincuenta pacientes fueron mujeres (52 %) y 46 hombres (48 %). Las edades
extremas fueron 16 y 89 años y el promedio, 46,8 años. Predominaron los grupos de
50 a 69 años, que fueron el 40,6 % de la muestra. El 30 % tenía 60 o más años.
La entrevista más corta fue de 4 min y la más larga de 52; el promedio fue de 14
min. El 66,7 % fue menor y el 33,3 %, mayor de 15 min y en el 48 % de los casos duró
entre 11 y 20 min.
El tiempo que medió entre el comienzo del relato de los síntomas libremente
expresados por el paciente y el momento en que fue interrumpido por el interno
para asumir la dirección de la entrevista ("tiempo de interrupción al enfermo") fue
menor de 1 min en el 80,2 % de la muestra y mayor de ese tiempo en el 19,8 %. La
interrupción más breve se produjo a los 3 s (en 5 ocasiones) y la más larga a los 6,8
min. Como promedio, los alumnos asumieron el mando de la entrevista a los 49 s de
iniciada.
(n = 783) (n=6)
A) HISTORIA DE LA
ENFERMEDAD ACTUAL
m Investiga un problema 0 0 0
que no hay
B) TIPOS DE PREGUNTAS
C) DESARROLLO GENERAL
DE LA ENTREVISTA
M Irritable 0 0 0
DISCUSIÓN
Es lógico, por tanto, que se presenten deficiencias en los alumnos, sobre todo en
propedéutica. Salas Perea y otros29 reportaron que en una muestra de 987
estudiantes de tercer año, examinados por tribunales nacionales en todas las
facultades del país, el 38,5 % obtuvo calificación de regular o mal en el
interrogatorio y aunque es de esperar que entre los internos -3 años después- la
magnitud de las deficiencias sean menores, el mismo autor30 reportó que de 251
estudiantes del sexto curso, examinados por tribunales nacionales en todo el país,
obtuvieron calificaciones de regular o mal en la confección de historias clínicas el
42,3 % en la rotación de Pediatría, 32,2 % en Medicina Interna, 23,7 % en Medicina
General Integral, 16,3 % en Ginecología-Obstetricia y 13,6 % en Cirugía.
La deficiencia más frecuente de las "Mayores" fue el uso de preguntas que inducen
respuesta, un tipo de pregunta cerrada y terminal, formulada medio afirmativa,
medio interrogativamente, en forma positiva o negativa, casi siempre muy capciosa,
que exige de "sí" o "no" (58,3 %) y obedece a que desde el comienzo el alumno está
"construyendo" el diagnóstico en su mente e inadvertidamente "pregunta" lo que
desearía escuchar de respuesta.
Fue sorprendente hallar que en el 7,2 % no se identificó claramente la queja
principal y en el 5,2 % no se definió el tiempo de comienzo de la HEA.
Por último, entre las deficiencias "Menores", no identificarse fue la más frecuente
de todas las encuestas (82,2 %) seguida, por el tuteo (15,8 %). Beaumier y otros5
reportaron no identificarse en 24,2 % y Meuleman y otros4 señalaron el lenguaje
incorrecto ("jerga") en 18,7 % de las entrevistas.
Muchos internos iniciaban los interrogatorios buscando definir antes que otra cosa
las enfermedades del paciente, "ubicarse" de entrada, a través de hasta 10 y más
preguntas cortas iniciales y sólo después preguntaban sobre la enfermedad actual,
lo que me parece un error basado en la premisa de ganar tiempo. Las preguntas
iniciales deben siempre ser abiertas, del tipo de: "Dígame, ¿qué es lo que se siente?"
o "Cuénteme lo que le pasa".
Pero como el objetivo de este trabajo se dirige más bien al componente sutil de esta
interrelación, comencemos subrayando que la entrevista médica constituye un "
coloquio singular y único" , que siempre y a lo largo de la historia ha reflejado las
condiciones de vida del entorno donde tiene lugar. Por tanto, el tipo de relación que
se establezca, estará signada, entre otras, por las condiciones sociales concretas en
las que tiene lugar.
Y es que en los llamados países desarrollados, este " ilustre" cateterólogo gana
mucho dinero en menos tiempo y quizá con menos responsabilidades que aquel
clínico o internista que consumía en un solo paciente gran parte de su tiempo con
menor recompensa financiera.
Advirtamos que no nos pronunciamos contra los progresos tecnológicos per se, sino
por el lugar en que se coloca en el quehacer médico.
Desde el siglo XVII en que la Iglesia vio con agrado la puesta en práctica de los
postulados cartesianos, pues se pudo disecar el cuerpo sin tocar el alma, y
posteriormente la física newtoniana adelantó la concepción mecanicista del
universo, el cuerpo era vislumbrado como el funcionamiento de un reloj. Si se
dañaba una de sus partes, bastaba con restañar o sustituir ésta, y se garantizaba su
funcionamiento posterior.
Toda relación implica una interrelación, y la relación que se establece entre médico
y paciente no escapa a ello. Sin embargo, al ser el médico la figura que socialmente
tiene una alto prestigio, tener acceso al cuerpo del paciente, poder intervenir en su
conducta, tener ascendencia en cuanto a su familia, y su palabra estar revestida de
autoridad, lo sitúa en una posición privilegiada en relación con su interlocutor.
El paciente, por lo general, asume un papel pasivo. El aporte que hace a la relación
no es otro que su dolor, su molestia, su necesidad de alivio y en muchos casos, saber
lo que tiene y curarse. Sería curiosos indagar si la etimología del vocablo paciente
está relacionada con paciencia, aludiendo así a esa dimensión de pasividad antes
señalada: la persona que espera todo o casi todo, en este caso del médico, en quien
ha depositado no sólo su confianza, sino su fe, como expresa la mayoría. ?Y no
tendrá esto un trasfondo místicoreligioso? ¿Acaso podemos desvincular esta
relación de su expresión ideológica en su sentido más amplio?
Aquí, ambos tienen mucho que aprender, que aportar, que hacer en beneficio
mutuo. Es esta una oportunidad donde los 2 pueden " crecer" . Al terminar la
consulta, ya no serán los mismos.
Esta sería una relación médico-paciente desarrolladora, pues tanto uno como otro
devienen sujeto. Y no por ello se disminuye la acción del médico. Es que el proceso
discurre bajo otros presupuestos psicológicos y sociológicos.
Por otra parte, la relación médico-paciente ha sido estudiada por diversos autores
empleando términos tales como: transferencia y contratransferencia,5 modelos
contractuales,6 espacios de negociación,7 observaciones antropológicas y transcul-
turales,8 así como análisis sociológico.9
Doherty, partiendo del análisis sistémico familiar, reconoce una relación triangular
entre el clínico de atención primaria, el paciente y la familia de éste.10 La relación
que se establece entre el médico y el paciente pudiera ser un espacio donde se
activan y se ponen de manifiesto de manera latente y oculta, las influencias de los
demás miembros de la familia en general o de alguno en particular. Por lo tanto,
pudiéramos extender esta relación a una dimensión un tanto mayor y vislumbrar
que cuando el médico y el paciente entran en relación, ésta se amplifica con la
presencia psicológica del entorno familiar en primer lugar, así como el laboral,
vecinal, comunitario, etc.
Estos autores han observado con frecuencia cómo muchas familias comprometen al
médico a través de un patrón en donde un miembro, que presenta un síntoma físico
(el paciente identificado), intenta reclutar al médico en una alianza que compense la
disfunción existente en el sistema familiar.
Por ejemplo, una mujer de mediana edad, vista en varias ocasiones por síntomas
vagos de dolor abdominal acompañado de retardo psicomotor y depresión. La
paciente describe al cónyuge como una persona fría, que la rechaza, quisquillosa,
que lo que ha hecho es convertirla en una mártir. Al expresar que " ya no sabe qué
hacer" , intenta dejar al médico con un sentimiento de que es él el que debe
encontrar la solución.
Pero junto a esa desagradable sensación no siempre consciente, surge a veces como
un deseo de ir más allá de los límites del ser, de sentirse conectado a las personas y
al universo. Suchman13 denomina este sentimiento con la palabra " significado" . Esa
necesidad de conexión y significado no es usualmente reconocida en nuestra cultura
occidental, aún cuando todo el mundo la experimenta. Y es precisamente a través
de esa experiencia que se satisface esa necesidad.
Es muy común que a la mayoría de los clínicos les guste compartir momentos de
mayor acercamiento o intimidad con muchos de sus pacientes. Esos momentos
tienen (aunque no se haga deliberadamente), un marcado sabor terapéutico de
incalculable valor.
Este tipo de relación, en cierto sentido, borra esa sensación de sentirse separado,
consecuencia inevitable de lo que hemos aprendido a lo largo de la vida; esto es, a
diferenciarnos de los demás: lo que los psicoanalistas denominan el " yo" y el " otro"
.
En esas circunstancias, uno se siente formando parte de una totalidad mayor, que
inclusive escapa a nuestros procesos de intelectualización. Resultaría difícil describir
esos estados .
En los enfoques orientalistas de la medicina tradicional sí es común encontrar esas
circunstancias, cercanas a experiencias místicas, yogas o trascendentales, donde se
incluye la acción de sanadores, médicos y shamanes, y donde se han podido ver
acontecimientos que escapan a toda lógica formal.
Barnard señala: " La base de la resistencia de los médicos al rol del sacerdote, no es
más que su total incapacidad de conocer en última instancia los miedos y anhelos
más profundos de las personas" .16
REFERENCIAS
1. Engel B. Physicians-scientists and scientific-physicians. Resolving the
humanism-science dichotomy. Amer J Med 1987;82:107-111.
2. Eisenberg L. Science in Medicine. Too much or too little and too limited in
scope? Amer J Med 1988;84:483.
3. McWhitnney JR. Beyond diagnosis: An approach to the integration of
behavioral sciences and clinical medicine. N Engl J Med 1972, 287:384-387.
4. Barsky AJ. Hidden reasons some patients visit doctors. Ann Intern Med
1988;94: 492-498.
5. Balint M. The doctor, his patient and the illness. 2nd. Ed. New York:
International Universities Press,1964.
6. Quill TE. Partnerships in patient care: a contractual approach. Ann Intern Med
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7. Lazare A. The costumer approach to patienthood. Arch Gen Psychiatry
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8. Kleinman A. Culture illness and care: clinical lessons from anthropological and
cross-cultural research. Ann Intern Med 1978;88:251-8.
9. Leigh H, Reiser M. The patient: biological, psychological and social dimensiions
of medical practice. New York: Plenum Medical Book Company, 1980:16-7.
10.Doherty WJ, Baird MA. Family therapy and family medicine: toward the
primary care or families. New York: The Gilford Press, 1983.
11.Hahn R y cols. The doctor-patient-family relationship: a compensatory
alliance. Ann Int Med 1988;109:884-889.
12.Wilber K. No boundary, Shambala Publs. Inc, 1979: 75-6.
13.Suchman AL. & Matthews DA. What makes the patient-doctor relationship
therapeutic? Exploring the connexional dimension of medical care. Ann Int
Med 1988;108:125-130.
14.Ibid.
15.Ibid.
16.Barnard D. The physician as priest revisted. J Relig Health 1985;24:272-86.
Guillermo Ruiz Rodríguez
Psicólogo, Profesor Titular.
Instituto Superior de Ciencias Médicas.
Facultad " Miguel Enríquez" .
Ramón Pintó y Ensenada. Luyanó, Ciudad de La Habana.
http://bvs.sld.cu/revistas/ate/vol1_1_00/ate03100.htm#x#x
Sub tema: RELACIÓN MÉDICO PACIENTE
CONFERENCIA
INTRODUCCION
Por lo tanto, el médico tiene que entender esto como un compromiso total en el
que ni puede haber lascivia, ni miradas maliciosas, ni ponerse a tratar de sacar
provecho de esa situación (ni al hombre ni a la mujer) y sentirse totalmente
obligado con esa persona que es capaz de entregarle todas sus riquezas corporales y
su pensamiento diciéndole intimidades que no se las diría a nadie, y pone incluso su
vida en sus manos.
El médico debe corresponder con esa entrega y para lograrla en necesario tener una
gran sensibilidad humana y dedicarle el tiempo que requiera cada paciente, tratarlo
amistosamente, compenetrarse con el y lograr que le confíe sus inquietudes (que a
veces no lo dicen en las primeras entrevistas), estudiar y hacer su mayor esfuerzo y
llamar a todo el que lo pueda ayudar en el diagnóstico y/o tratamiento.
En mi criterio si no es así, no puede ser un buen médico porque nunca debe olvidar
que " él representa el aliento y la esperanza para ese débil ser humano que ve
quebrantada su salud y lo mínimo que espera es solidaridad y humanismo."
Esta frase es de un paciente y entrañable amigo, fallecido hace pocos años, quien
me la envió en una carta de felicitación con motivo del Día del Médico.
PREFACiO
A medida que pasan los años, se produce el impacto de nuevos descubrimientos y
nuevas tecnologías que sin duda aportan a las generaciones sucesivas situaciones
diferentes a las que existían veinte años antes, para citar una comparación.
Si bien esto constituye una verdad indiscutible, dichos avances en los métodos
diagnósticos hacen olvidar con frecuencia (especialmente a las jóvenes promociones
de médicos impresionados por el avance tecnológico), que la semiología clásica y
sobre todo la cuidadosa recogida y valoración inteligente de los datos de la historia
clínica, siguen conservando todo su valor en la medicina moderna; y esto también
constituye una incuestionable verdad.
Podríamos decir que estas dos asignaturas constituyen el eslabón entre las Ciencias
Básicas y las Clínicas; es por tanto su puente de unión y la base sin la cual no puede
realizarse el diagnóstico clínico.
Los actos médicos han de cumplir siempre dos condiciones básicas que son la
corrección y la bondad .
Sin embargo, hay que saber establecer la diferencia entre los malos médicos y los
médicos malos. Los malos médicos no siempre se identifican con los" médicos
malos".
Un buen médico puede ser a su vez un médico malo, dado que la suficiente técnica
no implica necesariamente la bondad moral por lo que al médico se le deben exigir
ambas características.
Por ello desde los tiempos de la antigüedad romana se viene definiendo al médico
como vir bonus medendi peritus, es decir hombre bueno, perito en el arte de curar.
No todas las actividades humanas exigen de quien las practica tanta elevación moral
como la Medicina. Ello se debe a que los médicos trabajan con lo más preciado que
tienen los seres humanos, su vida y su salud.
Las profesiones se diferencian de los oficios en que en estos últimos basta el control
jurídico, es decir, la penalización a posteriori de las faltas o los delitos.
Por eso la ética nunca puede ser considerada por el médico como algo externo a su
actividad profesional, sino como un elemento intrínseco y constitutivo suyo.
Sólo el médico bueno puede ser buen
médico
"el representa el aliento y la esperanza para ese débil ser humano que ve
quebrantada su salud y lo mínimo que espera es solidaridad y humanismo".
Quizas vale la pena decir que para conseguir un equipo de colaboradores, como el
que hemos señalado, el médico debe
ser un ejemplo vivo y sobre todo un maestro constante ante
ese grupo, pues todos son necesarios e imprescindibles para cumplir con el precepto
que dice:
Nuestro objetivo al escribir este libro, ha sido entregar a los alumnos y médicos una
herramienta que le sea útil y quizas indispensable en este importante campo de la
medicina.
JURAMENTO DE HIPÓCRATES
Juro
Por Apolo el médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y
diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde
tengo poder y discernimiento. A aquel que me enseñó este arte, le estimaré lo
mismo que a mis padres; él participará de mi mantenimiento y si lo desea
participará de mis bienes. Consideraré su descendencia como mis hermanos,
enseñándoles este arte sin cobrarles nada si ellos desean aprenderlo. Instruiré por
precepto, por discurso y en todas las otras formas a los hijos, del que me enseño a
mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación de acuerdo con la ley
médica, y no a otras personas.
Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será
en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el error. A nadie daré una
droga mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con
ese fin. De la misma manera no daré a ninguna mujer supositorios destructores;
mantendré mi vida y mi arte alejado de la culpa.
No operaré a nadie por cálculos, dejando el camino a los que trabajan en esa
práctica. A cualesquier cosa que entre, iré por el beneficio de los enfermos,
absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres y
hombres libres o esclavos.
Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella oiga o vea
en la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de
manera que no se pueda hablar de ellas.
Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte
sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me
ocurra si lo quebranto y soy perjuro.
El médico, como bien dice Navarro, debe tener siempre presente tanto en la
aplicación de sus métodos de examen, como en la interpretación de sus resultados,
que el hombre no es un animal físico-químico, sino un ser con emociones y
sentimientos, con razón e intelecto, con esperanza y con fe. Que estos atributos son
los que le hacen reaccionar con modalidad propia en todas las contingencias de la
vida y, por consiguiente en sus estados mórbidos. Que esta es la razón por la cual el
examen del enfermo puede ajustarse a "esquemas" más o menos generales, aunque
dúctiles, pero no a métodos rutinarios y rígidos. Que nuestra conducta, el tacto en la
ejecución y la orientación con que debemos proceder en la aplicación de los
diversos métodos y técnicas, deben adaptarse a la personalidad del enfermo.
CONSEJOS DE ESCULAPIO *
Tu oficio será para ti una túnica de Neso: en la calle, en los banquetes, en el teatro,
en tu cama misma, los desconocidos, tus amigos, tus allegados te hablarán de sus
males para pedirte un remedio. El mundo te parecerá un vasto hospital, una
asamblea de individuos que se quejan. Tu vida transcurrirá en la sombra de la
muerte entre el dolor de los cuerpos y de las almas, de los duelos y de la hipocresía
que calcula, a la cabecera de los agonizantes.
TE VERAS SOLO EN TUS TRISTEZAS, SOLO EN TUS ESTUDIOS, SOLO EN MEDIO DEL
EGOISMO HUMANO. Cuando a costa de muchos esfuerzos hayas prolongado la
existencia de algunos ancianos o de niños deformes, vendrá una guerra que
destruirá lo más sano y lo más robusto que hay en la ciudad. Entonces, te
encargarán que separes los débiles de los fuertes, para salvar a los débiles y enviar a
los fuertes a la muerte.
Piénsalo bien mientras estás a tiempo. Pero sí, indiferente a la fortuna, a los
placeres, a la ingratitud; si sabiendo que te verás sólo entre las fieras humanas,
tienes un alma lo bastante estoica para satisfacerte con el deber cumplido sin
ilusiones; si te juzgas pagado lo bastante con la dicha de una madre, con una cara
que sonríe porque ya no padece, con la faz de un moribundo a quien ocultas la
llegada de la muerte: SI ANSIAS CONOCER AL HOMBRE, penetrar todo lo trágico de
su destino, entonces HAZTE MEDICO HIJO MIO.
=============================================
*Esculapio: nacido en el año 1 antes de n.e. fue un médico griego, nativo de la
antigua Bitina en Asia Menor. Fue profesor de oratoria en Roma (donde se le conoce
como Asclepio), pero más tarde se graduó de físico y se dedicó a la práctica de la
medicina. Creía que el movimiento de los átomos en el cuerpo era causa de
enfermedades, propugnaba como curación los baños, la dieta, el ejercicio y el
masaje . Sus numerosos seguidores fundaron una escuela de medicina llamada
Metódica.
Después de su muerte se construyeron múltiples templos en su honor con la idea de
perpetuar su recuerdo y sabiduría.
En la época actual es reconocido internacionalmente y se le rinde culto en el
emblema de la medicina. Como es conocido el emblema esta representado por una
imagen donde se puede ver una culebra (culebra de Esculapio) arrollada en torno a
la vara que sirve de símbolo.
Este reptil europeo es inofensivo, de color pardo por la cara dorsal y amarillo o
blanco por la cara ventral. Habita en España y en parte de Europa.
1. Autonomía y confianza
2. Conceptos básicos
3. Responsabilidad moral en medicina
4. Características de la relación Medico-Paciente
5. Modelos de relación Medico- Paciente
6. ¿Cuál es el papel del familiar en esta relación médico-paciente?
Entre los aspectos que se pueden analizar para estudiar la evolución de la relación
médico-paciente en cuanto a la autonomía de éste último, señalaremos los
siguientes: La constitución de la Medicina como ciencia. La medicina en el pasado
ofrecía una mayor posibilidad de elección a los enfermos, por la coexistencia de
diversos sistemas o teorías médicas que fueron perdiendo vigencia a favor de un
único modelo: la Medicina oficial. Al constituirse la medicina científica, más centrada
en la enfermedad y en los medios diagnósticos y terapéuticos, que en el mismo
paciente, y expresada en un lenguaje científico. Se incrementó la distancia del
paciente y de sus familias respecto del médico. El paciente, cada vez sabía menos y
confiaba menos en sí mismo, mientras que el médico, por el contrario, cada vez
contaba con más datos, con mejores medios diagnósticos y terapéuticos, por lo que
incrementaba su capacidad de decisión.
Autonomía y confianza
El cuidar al paciente como misión, ¿es una actuación paternalista? Parece más bien
una de las manifestaciones propias de la actividad clínica en la que "no es posible
tratar de forma abstracta sino concreta e individual".
Son muchas las cuestiones que quedan abiertas. Es tiempo de intentar responder a
los interrogantes que antes enunciamos. Es momento para reconsiderar la
autonomía del enfermo, algo que no es nuevo en la práctica médica y que afecta
directamente a los profesionales y a los enfermos, ya que está intrínsecamente
unido a la relación médico-paciente.
Conceptos básicos:
La ley moral nos enseña que la salud es la justa jerarquía de la persona y el hombre,
como persona, posee un proyecto existencial con un destino eterno junto a una
conciencia creadora que no está referida únicamente al mundo biológico sino
también al mundo moral que él mismo puede entrever en las experiencias de su
vida. Por desgracia observamos con demasiada frecuencia a médicos que viven
atrapados en una sola dimensión en la que prevalece lo material, haciendo culto de
la dinerolatría, transformándose en comerciantes de la salud, verdaderos opresores
de los enfermos
Pero también el contrato, por la especial naturaleza del bien que se halla en juego,
conlleva, además de las actitudes altruistas y de confianza ya dichas, y sin las que el
contrato quedaría sin operatividad, la aceptación, más o menos implícita, de las
limitaciones de la técnica y del riesgo y del fracaso, en su caso, del servicio prestado.
Esto es así debido a la imposibilidad de controlar todas las variables de los procesos
naturales y, por lo tanto, a la condición de sólo medios y no de resultados, de los
cuidados médicos
Necio sería olvidar que una buena relación médico – paciente evita la mayoría de los
cuestionamientos del enfermo a las terapias por recibir o recibidas. El paciente
(incluso el menos letrado) exige saber.
Sus pedidos de ayuda pueden ser enmascarados bajo una actitud de dudosa
expectativa, pueden cuestionar lo incuestionable. Siempre existe una pregunta
latente: ¿porqué a mí? En nosotros están para él todas las respuestas, nos exige
convicción y claridad en ellas.
Un paciente que ha demandado una vez nunca más confía en ningún médico y se
halla expuesto al abandono, la angustia y su futuro es realmente dramático. Se rige
por el "nunca más" o el "nada más" y su desilusión hacia la vida misma lo lleva a
actitudes que todos los días lo deterioran un poco más.
Como parece lógico, no es que haya un nivel de relación mejor que otro, pero sí uno
más adecuado para un determinado padecimiento o una situación clínica dada.
Frecuentemente médico y paciente tendrán que modificar su actitud a lo largo de
una misma enfermedad y adoptar uno u otro tipo de relación de acuerdo con lo que
permitan o requieran las circunstancias.
Von Gebsattel describe las fases por las que pasa la relación médico-enfermo según
el distinto grado de relación interpersonal que adquiere la misma durante el acto
médico. Así en una primera fase de llamada, el paciente acude al médico solicitando
remedio para sus dolencias y el médico responde acudiendo a satisfacer las
necesidades del enfermo. La relación entre un hombre experto y un hombre que
sufre es todavía, desde el punto de vista interpersonal, anónima. En una segunda
fase de objetivación, el interés del médico se centra en el examen "científico" del
proceso patológico, por lo que las relaciones personales pasan a un segundo plano,
relacionándose con el paciente más como "un objeto de estudio" que como una
persona.
manujuan@speedy.com.ar
http://www.monografias.com/trabajos16/medico-paciente/medico-paciente.shtml
Facultad de Ciencias Médicas "General Calixto García". Ciudad de La Habana
RESUMEN
Durante sus interacciones con otros seres humanos, el hombre establece diferentes
tipos de relaciones, algunas de carácter superficial como las desarrolladas al
preguntar la hora a un transeúnte y otras de carácter mucho mas complejo como las
que se establecen con los familiares, amigos, compañeros de trabajo o estudio y con
la persona amada. Estas son las relaciones interpersonales, que cumplen los 3
parámetros establecidos por Pedro Lain Entralgo, el relevante médico e historiador
español que tanto aportó al tema de que se trata.1
Sin duda alguna, la investidura profesional del facultativo lograda como fruto de
muchos años de entrenamiento y cuya exitosa culminación requiere una profunda
vocación médica, determina que su gestión -considerada entre las más necesitadas
de dedicación total- sea altamente valorada por la población, quien al mismo tiempo
que respeta y admira al facultativo espera de él una conducta concordante con su
importante misión social.4
Se trata además:
Como puede apreciarse, los elementos enunciados son los que disponía
espontáneamente el médico de familia de principios del siglo pasado, pero
actualmente resultan de muy diferente accesibilidad cuando se trabaja con los
modelos institucionales, aunque en gran parte se rescatan con el ejercicio del
médico generalista equipado, cuyo paradigma es el Médico General Integral en
Cuba.
La experiencia médica permite ir más allá de lo que expresa el enfermo y saber leer
entre líneas sus preocupaciones habituales. Un ejemplo muy frecuente es la
preocupación del paciente ansioso en el sentido de que sus manifestaciones puedan
ser premonitoras de una enfermedad mental, por lo que resulta imprescindible
informarle, con objetivos psicoterapéuticos de apoyo, que no existe ese riesgo.
MOTIVO DE CONSULTA
POSICIÓN EN LA RELACIÓN
El único aspecto en que el médico debe preocuparse por conservar su posición one
up, es en el relativo a su condición de experto en salud.
VÍAS DE COMUNICACIÓN
Es fundamental que el médico capte los mensajes del paciente y controle siempre
los que él mismo emite por las 4 vías de comunicación:
Valore el especialista con qué frecuencia omite la toma de la tensión arterial por
considerarla innecesaria desde su punto de vista (pero no en el del paciente), y
cuánta cautela manifiesta cuando examina un estudio electrocardiográfico frente al
paciente, para evitar que su expresión facial delate los hallazgos. Reflexione además,
sobre la importancia de tener en cuenta los canales de comunicación cuando se
obtiene información familiar en un estudio epidemiológico de terreno.
POTENCIALIDAD FRUSTRANTE
Para analizar sólo un aspecto, reflexione sobre los matices de la relación médico-
paciente en la práctica privada o en la privatizada (donde aparece como factor
estresante emergente la empresa tipo Managed Care o Health Maintenance
Organization,15 y en la que tiene carácter de total gratuidad.
Por igual mecanismo puede ocurrir que ante enfermos con molestias articulares o
dolores precordiales, se utilicen términos como artrosis generalizada o infarto del
miocardio, reconocidos popularmente como denominadores de afecciones de mal
pronóstico.
Estado afectivo. Las deficiencias en este sentido se hacen evidentes por la ocasional
incapacidad del médico para aceptar y manejar manifestaciones de hostilidad,
reclamo e hipersensibilidad y angustia de pacientes y familiares, real o
imaginariamente afectados por dolencias graves. Innecesario resulta señalar que si
la respuesta del facultativo a esta situación interpersonal fuera de incomprensión y
rechazo, esta conducta errada sería suficiente para destruir la relación médico-
paciente y exagerar además, la comprensible angustia del enfermo y sus familiares.
Constituye una utopía aspirar a que el médico pueda siempre desarrollar su trabajo
con la afectividad suficiente para considerarlo perfecto, pero es indudable que
todavía muchos pueden y deben esforzarse por profundizar en la comprensión y el
manejo de los mecanismos que seguramente harían más exitosa la gestión médica y
lograr lo que el profesor Miguel Sorin llama la actitud critica en la profilaxis de la
yatrogenia, conducta que debe basarse en la característica de observadores
participantes durante la relación médico-paciente.15
SUMMARY
After 42 years of medical exercise and after having explored from the teaching and
investigative point of view in the field of Medical Psychology and Psychiatrics, the
author pretends to convey to the youngest members of the health team his
appreciations on the human transcendence of the physician-patient relationship and
some auto- and heterocritic assessments on significant aspects, as well as the most
frequent deficiencies reported at the world level.. Among the approached elements
there is a wide range definition including steps with relatives and sound subjects, as
well as with other members of the health team, although it is recommended to
maintain the classic designation for being a paradigm of all the professional and
technical relations in the sphere of health management. Important aspects of the
characteristics of the participants in the relationship; goals, chief complaint;
affective state; position in the relationship; ways; defenses and distortions of
communication; frustrating potentiality of the faced situations and the historical and
social context are stressed. Commenrts are made on the most frequently
underestimated aspects. It is aspired to use these assessments as a useful tool for
medical teaching.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1
Especialista en Psiquiatría. Profesor Consultante.
Relación Médico Paciente
Dr Jorge Villanueva Servicio Pediatría Hospital Puerto Montt
LA IATROGENIA
ENTREVISTA A ANA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
LINKS DE INTERÉS (PROPORCIONADOS POR CRISTINA HIDALGO COLLAZOS)
LA IATROGENIA
Se utiliza el término (del griego iatrós: médico, y geneá: origen) para designar lo
morboso causado por una acción médica, y ha llegado a hablarse de enfermedades
iatrogénicas no porque se trate de entidades diferentes nosológicamente, sino
porque su causa es el médico a través de su conducta profesional. Aunque las
enfermedades iatrogénicas son posibles, lo iatrógeno más frecuente es lo referente
a una evolución desfavorable que no hubiera tenido lugar sin la acción médica. La
acción iatrógena puede generar síntomas, alargar la evolución, determinar
complicaciones y hasta la misma muerte, y los medios a través de los cuales se
realiza no son otros que los elementos de la comunicación de la relación médica, y
los remedios que utiliza el médico en el tratamiento del enfermo. Pueden ser
iatrógenos, pues, la mirada, el silencio, la palabra, las manos (directamente o al
utilizar instrumentos) y los medicamentos. Y son iatrogénicas desde la limitación
articular que sigue a una fractura mal reducida o la parálisis causada por la lesión
nerviosa durante el acto quirúrgico, hasta el desencadenamiento de síntomas
neuróticos, pasando por la intoxicación por fármacos.
De acuerdo con lo que se acaba de exponer, puede hablarse de una iatrogenia
somática, cuyos efectos se manifiestan al alterar el organismo; de una iatrogenia
psíquica, si lo afectado por ella es el psiquismo; de fisioiatrogenia, cuyas causas
inmediatas son físicas o químicas, y de una psicoiatrogenia, cuyas causas inmediatas
son psíquicas, siendo esta precisamente de interés para la psicología médica; pero
antes de exponerla conviene añadir que se entiende por iatrogenia negativa la
debida a una omisión y por iatrogenia positiva la que sigue a una acción perniciosa.
La psicoiatrogenia tiene como medio los elementos de la comunicación que utiliza
el médico con el enfermo, tanto los propios de la comunicación semántica, las
palabras, como los de la comunicación expresiva o lenguaje no verbal, que
adecuadamente utilizados se integran en la psicoterapia y son vectores
terapéuticos; en la psicoiatrogenia negativa no se utilizan y su exclusión priva al
paciente de un posible efecto terapéutico. Al ser iatrogenia de omisión no puede
constituir un daño positivo, pero pierde el paciente la posibilidad del beneficio
psicológico de una tranquilización, resolución de dudas o confianza. Si es nociva la
psicoiatrogenia positiva, cuyos efectos más frecuentes consisten en el aumento de
la profundidad y la intensidad de los sentimientos negativos (inferioridad, culpa y
angustia) que suelen acompañar a la enfermedad, en el aumento de dudas e
incertidumbre con relación a la misma enfermedad y a su evolución, y en pérdida de
confianza en el tratamiento. La psicoiatrogenia positiva es uno de los aspectos que,
surgiendo de la misma relación médica, más daño pueden hacer a la misma, y para
comprender su verdadera importancia hay que tener en cuenta los diversos
significados que la palabra y el gesto pueden tener para el paciente. Uno de los
momentos de gran interés e importancia de la relación médica en el que la
psicoiatrogenia, sobre todo la positiva, peores consecuencias puede tener es aquel
en el que el médico es visto como juez por el paciente, cuando se emiten los juicios
clínicos. Las sentencias acerca de la enfermedad, de su evolución, a la que se
encuentra ligado el futuro del enfermo y de sus posibilidades de curación o alivio,
pueden encerrar dos peligros para el paciente: el inherente a su verdad (que con
una correcta psicoterapia puede ser mitigado) y el de una negativa y errónea
interpretación del paciente, que puede deberse a la inadecuada forma de
comunicación del médico.
Alonso-Fernández ha aislado los factores que en la comunicación con el paciente
son potencialmente iatrogénicos, y establecidos con ellos la siguiente relación:
b) Frases en las que se niega la existencia de enfermedad que encierra una injusticia
valorativa del paciente, el cual puede sentirse acusado de simulador.
f) Palabras y expresiones con matices mágicos que surgen del propio narcisismo.
g) Formulación de toda clase de consejos que vayan más allá de los límites de lo
puramente terapéutico. Si no son seguidos por el paciente pueden movilizar
sentimientos de culpa; si se siguen y no son útiles, pueden disminuir la autoridad del
médico; y si seguidos resuelven algo, puede aumentar la dependencia.
l) Tranquilizar antes de conocer cómo y qué hay que tranquilizar. Hacerlo antes de
tener la suficiente información, puede ser una forma de ocultar problemas y de
tranquilizarse el mismo médico.
Excusado es decir que no todos los factores anteriores encierran el mismo poder
psicoiatrógeno. Es obvio que los señalados con las letras a, b, c, i, j y m, son
potencialmente más peligrosos que los técnicamente defectuosos. Por otro lado, y
teniendo en cuenta que se han incluido en el tema médico, han de relacionarse con
la propia personalidad de éste, pues su origen se sitúa en rasgos, normales o
patológicos de ella, que perjudican la capacidad del médico como agente
terapéuticos, y por tal razón han de ser conocidos y controlados en la medida en
que sea posible.
ENTREVISTA A ANA (Un ejemplo de iatrogenia, realizada durante el curso 97-98)
Ana tenía un asma alérgico desde pequeña. En Mayo comenzó a toser bastante
fuerte, dejó de comer y se encontraba deprimida. Ella pensó que era otro episodio
de asma. Sin embargo empezó a tener fiebre por las tardes y a perder peso. Tenía
miedo de ir al médico.
Cuando se decidió por fin, fue a su médico de cabecera, que puso cara de
preocupado, pero no le dijo cuál era el diagnóstico. Fue al alergólogo para ver si era
del asma, y éste le dijo que era una tuberculosis "preciosa", de libro. Le recomendó
que fuera a urgencias para ser ingresada. Ella mientras se encontraba muy triste y
deprimida.
En urgencias le hicieron pasar sola a la consulta. Hubiera sido mejor pasar con algún
acompañante para ella. El médico demostró no tener muy buen carácter: ¿y tú te
drogas? ¿tienes SIDA? ¿relación con algún tuberculoso? Demostró poca confianza
en ella, que confiesa que hubiera sido más llevadero si le hubiera tratado de otra
manera.
Luego estuvo seis horas en una sala de espera hasta que la admitieron. La tuvieron
24 horas en observación en una caja de cristal donde "no podía ir al baño ni me
daban de comer". Pensó que lo que querían es que muriera sin contagiar a nadie. Se
sentía muy vulnerable. Se preguntaba si al médico le importaría cuál era su nombre
y si sólo sería una carga para él. Tuvo una buena experiencia con una enfermera que
con sólo una caricia le hizo sentirse protegida. Confiesa que tenía más cariño por la
que le limpiaba la habitación que por el propio médico que la atendió.
Comentarios :
- Si informamos al paciente, éste puede dosificar mejor sus energías y llega mejor al
final.
- Debemos ver retos y no problemas en nuestros pacientes.
- Muchas veces sería bueno que nos pusiéramos en la piel del paciente para
comprender su realidad emocional mejor.
- El paciente se siente vulnerable. Una buena información es ansiolítica y da poder al
enfermo.
BIBLIOGRAFÍA
"Side effects of drugs annual 15". Cap: The nocebo effect - poorly known but
getting stronger. Peter Tyrer. Ed. Elsevier (1991).
http://www.uam.es/departamentos/medicina/psiquiatria/psicomed/psicologia/nue
voprog/iatrogenia.htm
LINKS DE INTERES
www.imesex.edu.mx/iatrogeniayerrormedico.htm
Es un trabajo de revisión de la revista medica del hospital general en el que
cuentan las diferencias entre la iatrogenia y el error medico. Es un texto amplio en el
que se explica esto de forma clara y concisa.
www.geocities.com/dmkarplibro/wizzg.html
Este artículo trata sobre la iatrogenia del saber medico y analiza mostrando algunas
citas, quien es el que realmente tiene el poder para curar una enfermedad: el
médico o el paciente.
members.tripod.com/~rneuburger/iatrogenia.html
Artículo en el que se explica una de las posibles causas de la iatrogenia: la
organización institucional y los fallos que pueden existir en ella debido no solo a los
médicos y a su practica sino también al resto de personal que se encuentra en las
instituciones.
www.filosofiaparalavida.com.ar/casos.htm
Cuenta un caso de una chica a la que se le hace una entrevista acerca de una
preocupación que ella tiene: la posibilidad de desarrollar un cáncer de mama. A
partir de ahí el tema se encamina más hacia la iatrogenia.
www.elderechodigital.com.uy/smu/doctri/SDMD0023.html
En esta página se aborda el problema jurídico que ha supuesto hasta hace pocos
años (y aun sigue sucediendo) de los juicios por problemas medicos. En este artículo
se tratan temas como la negligencia y por supuesto el tema que nos ocupa: la
iatrogenia.
www.negligencias.com/012300.html
Texto que muestra como ha variado la actitud del paciente hacia el médico: su
mayor conocimiento de ciertos aspectos de la medicina, lo que ha hecho que los
médicos se preocupen mas por la iatrogenia (entre otras cosas)
psiconet.com/foros/saludmental/iatro1.htm
Artículo que explica de manera exhaustiva lo que es la enfermedad iatrogénica.
Además para explicar esto, se basa en un caso de un niño con problemas
psiquiátricos.
www.acamedbai.org.ar/pagina/academia/deshuma1.htm
Texto q nos explica las consecuencias de la deshumanización de la medicina en la
actualidad: una de ellas, la iatrogenia.
mujeres.mural.com/columnas/Divan186/002141/
Artículo que trata de la desconocida práctica d la psiquiatría, de cómo evitar la
iatrogenia en esta especialidad y de cómo debemos comportarnos ante un
problema psiquiátrico: dirigiéndonos a un profesional cualificado.
www.psiquiatria.com/psiquiatria/vol3num3/art_9.htm
En este artículo se presenta el caso de un niño con todo detalle y todas las visitas,
diagnósticos y evolución. En el se ha producido un problema de iatrogenia por parte
del medico.