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Expulsor:

Todas las máquinas cerradoras automáticas están provistas de mecanismos de


expulsión, que al mismo tiempo contribuyen al mantenimiento de la correcta posición
del fondo sobre el envase, antes de llegar a la posición de cierre. Además, el expulsor
separa el envase cerrada del mandril, una vez efectuado el cierre.
Este expulsor es un eje, cargado con un resorte, con un pequeño plato en su extremo,
que se aloja en un orificio realizado en el centro del plato mandril. Está dotado de un
movimiento alternativo (ascendente-descendente) actuando en el centro del fondo. Ver
figura N°15

Figura n° 15: Cabezal de cierre para cúpulas y fondos de aerosoles con expulsor
El cabezal representado en la figura n° 15, es el de una cerradora de cabezales
horizontales para el cierre de cúpulas y fondos para envases aerosoles. La parte de
arriba del dibujo presenta la sección de un cabezal para cúpulas, en este caso el extractar
es más corto para dejar espacio a la mayor altura de la cúpula. La parte de abajo del
dibujo muestra el caso de fondos, que tienen una forma cóncava.
En las cerradoras equipadas con inyección de vapor para lograr vacío, es necesaria una
completa sincronización de los movimientos del plato de compresión y el expulsor. Al
aumentar la velocidad, el ajuste del expulsor resulta más crítico, y debe ser más exacto
cuanto más rápido se trabaje.
B.- CIERRES
Cierres de latas cilíndricas
Actualmente los equipos de cerrado para envases cilíndricos, tanto a bote parado como
rotatorio, producen cierres uniformes y de alta calidad, con pocos problemas en
términos de conformado de metal. Sin embarga, los cambias que se han ida
introduciendo en el espesor del material del fondo, can reducciones sensibles del
mismo, han obligado a un rediseño del ala de los fondos con el fin de mantener una alta
calidad del cierre. Volveremos sobre este tema más adelante.
El uso muy frecuente de envases embutidos en diferentes sectores, como pescado y
cárnicos, ha reducido sensiblemente el riesgo de falta de calidad en el cierre, que se
reflejaría en alteraciones por fugas. Si se emplea latas tipo tres piezas, con la costura
lateral soldada eléctricamente, siempre se produce una zona de menor calidad en el
solapamiento de los ganchos de fondo y cuerpo, coincidiendo con la región de la costura
lateral, debido a un aumenta de espesar del gancho del cuerpo, originado por la
soldadura. Este efecto se acentúa hasta un punto que puede ser peligrosa cuando se trata
de envases con la costura lateral engatillada - o engargolada - con aportación de
cementa termoplástico cama material sellante. Clara esté, que las limitaciones de uso de
este tipo de envases a productos sin procesa, reducen sustancialmente el riesgo de fugas.
De cualquier manera, las normas de aceptabilidad del cierre que se apliquen, han de
garantizar, que se mantiene la integridad adecuada en esa área de alto riesgo de la
costura.
Si se compara la calidad de cierre que ahora se consigue, con el uso generalizado de
envases tres piezas soldados eléctricamente o embutidos, con los que antiguamente se
obtenían can envases engargoladas y soldados can soldadura estaña-plomo, los
resultados han mejorado de manera muy importante, ya que el cierre se mantiene
uniforme en todo el perímetro, sin presentar áreas de alto riesgo, si bien siempre hay un
punto de menor calidad en la zona de la costura soldada eléctricamente, como ya hemos
indicado.
Cierres de latas irregulares
Hay una serie de mercados que emplean latas de forma irregular, como pueden ser:
cárnicos, pescados y aceites comestibles. Sin embargo, la necesidad de conseguir cierres
de alta calidad, es más difícil si se emplean estas latas de cuerpo y fondos irregulares, si
se compara con los resultados conseguidos con lastas cilíndricas.
Se comprenderá mejor esto, si volvemos a recordar cómo se realiza el cierre de estas
latas. Una vez depositado el fondo sobre el cuerpo del envase, se coloca el conjunto
sobre el plato de compresión. Este le eleva y aloja la cubeta del fondo en el plato
mandril de cierre. Los brazos portadores de las rulinas de cierre inician su movimiento
hacia dentro - recordamos que normalmente hay una pareja diametralmente apuestas de
rulinas de cada operación - y contactan can el ala del fondo. una vez que se realiza este
contacto, comienza la operación de deformada del metal. Las rulinas de la primera
operación se mueven progresivamente hacia dentro, conforme le dan la vuelta a la lata.
La operación de deformada crea una onda de metal frente al perfil de la rulina por la
acción de la misma. En las latas cilíndricas esta onda se distribuye uniformemente
durante el ciclo de la primera operación de cierre. En las latas irregulares esta operación
de formado funciona de la misma manera, can la salvedad que conforme la rulina de la
primera operación va rodeando a la lata, la onda de material que discurre delante de la
misma al llegar a cada esquina se deposita en ella. Esta falta de control del metal en las
esquinas, frecuentemente produce pliegues y arrugas en el gancho del fondo de la
primera operación de cierre.
Cuando comienza el ciclo de la segunda operación de cierre, también normalmente par
media de dos brazos porta rulinas, se comprime la unión para producir un cierre
hermético con la ayuda de la junta de goma, mantenida la misma con la suficiente
presión para producir un cierre libre de fugas. Lógicamente, cuanto menor sea el radia
de la esquina de la lata irregular, mayar será el riesgo de formarse fuertes arrugar que
falseen el cierre. Se emplean diversos métodos para reducir el riesgo de formación de
pliegues y arrugas en las esquinas. El diseña del fondo juega un papel crucial en la
solución de estos problemas.
Si el material del ala del fondo se reduce en cada esquina, la onda de metal que se
deposita en este punto durante la primera operación de cerrado se reducirá de tamaño.
Esta produce un gancho de fondo más uniforme en los lados rectos y las esquinas.
Obviamente, son necesarias definir unos parámetros críticos mínimas, y a partir de ellos
calcular la reducción en anchura del ala, para así equilibrar el material que se depositaré
en cada esquina durante el cierre. Para ampliar esta información recomendamos leer el
trabajo:
Cierres de envases rectangulares
Los fabricantes de maquinaria, en conjunción con los metalográficos, han estudiado el
diseño de las operaciones de cerrado para controlar adecuadamente el material en las
esquinas de las latas irregulares. La reducción de material del ala en las radios se hace
de manera progresiva, iniciándose antes de que acabe el tramo recto de dicha ala. Las
rulinas de primera operación suelen también empezar su movimiento en curva de
manera gradual, un poco antes de que acabe el lado recto, y antes de llegar al radio de la
lata. Así se controla mejor la formación del gancho en los radios.
Otra forma de mejorar el cierre, es que la primera operación del mismo, se realice en
dos vueltas alrededor de la lata en lugar de una y fracción, como ocurre en los envases
redondos. Esto permite conformar el metal del ala más suave y progresivamente, con lo
que el riesgo de pliegues y arrugas disminuye.

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