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MATRICULA
134529
GRUPO
E086
MATERIA
SOCIOLOGIA DE LA EDUCACIÓN
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 4.
LA ESCUELA EN MÉXICO: ¿REPRODUCTORA O APARATO
IDEOLÓGICO DE ESTADO?
En México la educación es un derecho al servicio del pueblo, sin distinción alguna, todos
pueden acceder. Cabe señalar que la educación que en la carta magna se refiere, tiene
características importantes, como la laicidad, por ejemplo, pero habría que preguntarse si
el tipo de educación que se pretende sea impartido, realmente opera como un aliciente a la
construcción de conocimientos, o si en su lugar, es utilizada con fines perversos.
No olvidemos que el acto de educar y de ser educado, es fundamental para todas las
personas, puesto que, a partir de esto, se generan conocimientos, saberes, y actitudes que
permiten el desenvolvimiento armónico dentro de las sociedades, al tiempo que se va
estableciendo una distancia cada vez mayor con la ignorancia.
Muy claro está que todos los aparatos del estado funcionan a la vez mediante la represión
y la ideología, algunos de estos aparatos los encontramos en cualquier momento de la vida
cotidiana que a simple vista desaparecen y forman parte de la cultura, familia o religión.
pero hay que resaltar un aparato ideológico de Estado que cumple muy bien el rol
dominante y de manera ¡silenciosa! Se trata de la Escuela.
Althusser propone que el principal factor para que un Estado se sostenga es la reproducción
de los medios de producción, donde demuestra su enfoque materialista en el que la
economía determina todos los ámbitos de la sociedad. Además, existen dos elementos
susceptibles de reproducción: las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las
fuerzas de trabajo se aseguran mediante el salario, que es determinado por aspectos
biológicos e históricos del sujeto productor, y se reproduce mediante los aparatos
ideológicos del Estado que mencioné con anterioridad. Estos aparatos garantizan la
sumisión a la ideología dominante, la pasividad de la libertad de conciencia de la que ahora
carecemos y cada vez somos más moldeables por el Estado, cada vez nos preocupa menos
las causas de nuestras bajas como sociedad de desarrollo, porque no podemos levantarnos
y reclamar al estado la satisfacción de nuestras verdaderas necesidades, por el simple
hecho de que nos encontramos sumisos, embrujados y cómodos de su poder, porque nos
brindan beneficios (sueldo, becas, servicios, etc.).
Estos aparatos ideológicos del Estado se reproducen a sí mismos, y sobre todo se asegura,
mediante la represión que va desde la fuerza física más brutal hasta las múltiples
instrucciones administrativas o hasta la censura abierta; de las condiciones políticas para
el ejercicio de los aparatos ideológicos del Estado.
Aún en la familia se nos educa con cierta represión para ser personas “buenas” para la
sociedad, en la iglesia de la misma forma que en la escuela a la que asistimos algunos con
utopía de querer mejorar su sociedad, pero sin estar emancipado él antes. “La educación
hace la diferencia” esta frase la hemos oído con cierta frecuencia, pero si en verdad la
escuela, la educación en general puede llegar a realizar esto, ¿por qué cada vez
participamos menos en las cosas del Estado? No pretendemos quitarle valor a la escuela,
porque es esta la que domina en forma silencio entre los aparatos ideológicos del estado,
debido a que la mayoría de la población debe y asiste a un sitio o institución a educarse.
Louis Althusser fue un filósofo marxista y habitualmente fue considerado como
estructuralista. Le dio gran importancia a la autonomía relativa que existe entre la
superestructura en relación con la base económica de turno de un estado. Hay que recordar
que superestructura es el conjunto de elementos de la vida social de un país como por
ejemplo las formas: jurídicas, políticas, artísticas, filosóficas culturales, ideológicas y
religiosas. Los aspectos estructurales se refieren a la organización misma de la sociedad
las reglas que vinculan a sus miembros y el modo de organizar la producción de bienes. El
termino es frecuente en la teoría marxista que afirma que la superestructura son las ideas
de una sociedad que surgen de su base económica.
En esta teoría Althusser no deja espacio al cambio educativo por otro medio que no sea un
cambio en la estructura general. Sostiene que un cambio individual o colectivo desde dentro
del aula es inútil si no hay un cambio en la superestructura social. También esta teoría se
reduce o se enmarca al estado de un estado capitalista como un instrumento en manos de
la clase dominante respondiendo a las necesidades y prioridades de producción.
Cabe destacar que todos los AIE cualesquiera que sean, concurren al mismo resultado: la
reproducción de las relaciones de producir, quiero decir, de las relaciones capitalistas de la
explotación. Cada uno colabora o ayuda a este único resultado del modo que le es propio,
de modo al que este ha sido capacitado durante su vida.
Pero es la escuela quién reproduce lo que el Estado desea, la pasividad del pueblo, por
esto el Estado utiliza a la escuela para mantener sumisa a la sociedad, la escuela aprovecha
la vulnerabilidad del niño, ya que la esta recibe a estos de todas clases sociales desde muy
pequeños, desde los jardines de niños y desde ese momento les inculca, les enseña de
diversas formas ciertos tipos de “saber hacer” pero de manera de sometimiento a la
ideología dominante o en el dominio de su práctica, pero es debido a que el niño está como
lo mencioné antes, “vulnerable” a la obediencia, está aprisionado entre el aparato ideológico
familiar y escolar, y en ocasiones se incluye el aparto religioso .
CONCLUSIÓN
El Estado es una máquina de represión que permite a las clases dominantes asegurar su
dominio sobre la clase obrera para someterla al proceso de explotación de la plusvalía. El
Estado gira en torno a la posesión del poder del Estado. Por otra parte, existe el aparato de
Estado. El objetivo de la lucha de clases concierne al poder de Estado y en consecuencia
en la utilización del aparato de Estado, determinado por las clases que tiene el poder de
Estado en función de sus objetivos de clase. Para hacer progresar la teoría del Estado, es
indispensable tener en cuenta no solo la distinción entre poder de estado y aparato de
estado, sino también otra realidad que se manifiesta junto al aparato (represivo) de Estado,
pero que no se confunde con él, los aparatos ideológicos del estado (AIE).
Así como existen los aparatos represivos también existe una pluralidad de aparatos
ideológicos de Estado. Además, los aparatos represivos son de dominio público, y en el
caso de los aparatos ideológicos, son del domino privado. No existen aparatos de Estado
puramente represivos: las instituciones como la policía y el ejército también utilizan la
ideología, y de la misma manera no existe un aparato puramente ideológico.
La iglesia es el aparato ideológico más claro ya que los individuos creen, consciente o
inconscientemente, lo que la iglesia trata de imponernos y nos advierte que debemos actuar
de acuerdo con un cierto sistema de normas si queremos seguir perteneciendo a la
congregación. Nos reprimen de lo que en verdad queremos creer y nos establecen la
ideología que ellos dominan.
También otro elemento que funciona como aparato ideológico es la escuela ya que los
maestros que nos dan clase nos persuaden de forma consciente o inconsciente de la
ideología que tienen y así formar nuestro propio juicio sobre el lugar que queremos ocupar
en esta sociedad. La sociedad nos puede dividir de entre el que es participe de una
ideología y el que es solo uno más de nuestra sociedad (el que no cree en nada). La
ideología constituye así una relación imaginaria entre individuos con sus medios reales de
existencia.
BIBLIOGRAFÍA
Althusser, L. (1981), La Filosofía como arma de la revolución, México, Plaza y Valdés.
Altusser, L. (1988). Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan, Buenos Aires, Nueva
Visión. Recuperado de: http://perio.unlp.edu.ar/teorias2/textos/m3/althusser.pdf
Bell, D. El advenimiento de la sociedad postindustrial. Un intento de prognosis social. Barcelona:
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Casas Pérez, María de la Luz. “México: Sociedad de la información o sociedad del conocimiento”. En
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