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Viviana Yazmin Luna De La Fuente

Matrícula: 170964

Grupo: E127

Filosofía y Epistemología de la Educación

Adalberto Zaldívar García

Actividad No. 4 Posturas filosóficas


propias

Comalcalco, Tabasco 01 de octubre de


2022
Introducción
La epistemología es la rama de la filosofía que trata de los problemas que rodean al
conocimiento (origen) y se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados,
de las fuentes, de los criterios, de los tipos de conocimiento posibles y del grado con el que
cada uno resulta cierto; así como de la relación exacta entre el que conoce y el objeto
conocido. He aquí de donde surgen diversos paradigmas, pero para poder comprenderlos
necesitamos establecer la relación entre el sujeto y el objeto, el conocimiento se da cuando
se hallan frente a frente, un sujeto que tiene conciencia y un objeto o fenómeno que
corresponde a algo objetivo, es decir, el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene
información acerca del mismo. Cuando existe correspondencia entre el objeto y la
representación interna, se produce el conocimiento.
El conocimiento humano es de objetos que pueden existir independientemente de nosotros,
por lo que pueden existir limites para alcanzarlo de manera absoluta, aunado a esto, las
fuentes para conseguirlo constituyen una disyuntiva: experiencia, razón, etc.
Pero, ¿de dónde procede el conocimiento y en qué se fundamenta? Las posturas
epistemológicas de como adquiere el hombre el conocimiento como el empirismo afirman
que la experiencia sensorial es la base de todo conocimiento humano. Locke propone que
nuestra mente es, al nacer, un tabula rasa (como una hoja en blanco). En esa tabula se irán
formando las ideas que obtenemos de la experiencia, dichas ideas pueden ser simples
(como un color) y otras complejas (un conjunto de ideas simples, unidas y relacionadas
para formar otra).
Para resumir su postura, tenemos ideas simples y complejas, además hay cualidades
primarias y secundarias. La combinación de todas ellas genera el conocimiento que
tenemos del mundo, de nosotros mismos y del funcionamiento de nuestra mente. Ese
conocimiento se va formando en nuestra mente, en la que previamente no había
información preexistente o innata.
Estoy de acuerdo en adquirir conocimiento mediante los sentidos y sobre todo al aspecto
predominante de la construcción del conocimiento dentro de una planeación de clases en
donde precisamente se apertura, básicamente, en la creación de un puente de
conocimientos previos adquiridos en su mayoría en base a la experiencia y los saberes que
habrán de adquirir en el desarrollo de una competencia. Aunque tengo que discrepar porque
consideró que el postulado “el conocimiento del hombre no puede ir más allá de su
experiencia” Locke, limita las formas de adquirir nuevos conocimientos a priori.
El racionalismo por el contrario se caracteriza por las siguientes ideas generales: sostener
la razón y el pensamiento como la fuente de todo conocimiento humano. El conocimiento
se genera por todo lo que puedo justificar, validar y comprobar. Sin duda esta corriente
epistemológica es el complemento de lo que no termina por convencerme de lo que enuncia
el empirismo, si no puedo comprobar algo empieza mi búsqueda por hacerlo, activo el
pensamiento crítico, la curiosidad, el razonamiento lógico.

Desarrollo
La educación es un proceso humano y cultural complejo. El hombre, a pesar de ser parte
de la naturaleza, es distinto a los demás seres vivos, todo lo que aprende a manera
conocimiento es generado por la naturaleza intrínseca que tiene de descifrarlo todo, de
saciar su curiosidad, es importante comentar que esta naturaleza es evolutiva y sumamente
influenciada por los factores predominantes (cultura, religión, política, etc.) de las épocas
en las que el hombre ha marcado una línea del tiempo. Si bien es cierto la educación, los
docentes y los alumnos estuvieron claramente definidos a partir de los griegos, esto no
quiere decir que los paradigmas de ese tiempo fueran correctos o incorrectos, pero
representa las bases, el tratar de comprender porque el hijo del herrero no podía ser
diplomático o viceversa, o porque si alguien se dedicaba a la docencia no podía percibir un
sueldo o dedicarse a algo más, es lo que propicio que se cuestionará todo, las ideas tienen
que plasmarse de la mente al mundo real para que puedan ser observadas, analizadas,
comprendidas y refutadas.
Como podría saber alguien que era ignorante si el conocimiento al que podía acceder era
limitado dependiendo de su nivel jerárquico, sin embargo, la curiosidad se estimulaba
probablemente hasta en un sentido inconsciente y bajo la más mínima provocación solo por
el sentido natural del ser humano, me refiero a la razón o raciocinio.
El uso de la razón para llegar al conocimiento verdadero fue el paradigma de la ilustración,
en oposición a la fe y a la superstición religiosa, se comenzó a poner en entredicho,
fundamentalmente entre la nobleza y la burguesía, los principios en los que se basaba el
Antiguo Régimen al proclamar la existencia de unos valores naturales como eran la libertad,
la igualdad y el derecho a la representación política.
En la ilustración se dio el triunfo de la razón humana. Parecía que el hombre recuperaba la
fe en sí mismo y en las enormes posibilidades de la inteligencia humana para descubrir y
explicar lo desconocido. Fue en Francia donde se publicó la obra cumbre de la Ilustración,
la Enciclopedia, en un intento de reunir todo el saber humano y que serviría como el punto
de partida para el progreso del conocimiento y su difusión en los ambientes más cultos de
toda Europa. Los pensadores más característicos de la Ilustración fueron Montesquieu,
Voltaire y Rousseau, todos ellos franceses de nacimiento o de adopción.
Esta época significó en gran medida un apogeo para la búsqueda de verdades y
conocimiento para conquistar la naturaleza:

la educación modifica las condiciones del hombre natural, dado que la educación es en su
esencia, civilizatoria. Freud piensa que la civilización describe en su totalidad los logros y
regulaciones que distinguen la vida humana de nuestros ancestros animales y que sirve a
los propósitos de proteger al hombre contra la naturaleza y ajustar las relaciones recíprocas
entre los hombres e integrar el conjunto de actividades y recursos que son útiles a los seres
humanos para lograr los servicios de la sociedad, protegiéndolos contra la violencia de las
fuerzas de lo natural. La educación produce beneficios por encima de los que el hombre
natural ya tiene. El gran beneficio de la educación es hacer a los hombres libres, como
dioses, porque conocen la verdad, la diferencia entre el bien y el mal y potencia su capacidad
para decidir entre el conocimiento y la ignorancia, entre lo justo y lo injusto, entre el ser y
la nada, entre lo ingenuo y lo crítico. (Aníbal León,
https://www.redalyc.org/pdf/356/35603903.pdf)

El papel del docente en la época de las luces era importante porque debía incitar o provocar
el deseo del saber, más que el de saturar al estudiante con conocimientos y el alumno debía
aprovechar y desarrollar los saberes acordes a su edad, impulsando el deseo de
conocimiento.
Encuentro bastante similitud entre la ilustración y la educación de nuestros tiempos, los
docentes somos los detonantes del conocimiento de los alumnos, los facilitadores, los que
propician el aprendizaje y para esto como antes lo mencione, debemos de retar al
estudiante a descubrir soluciones a problemas actuales propios de su contexto, de esta
forma el buscará de entre los saberes que le proporcionemos el andamiaje que le funcione
para llegar a la verdad que necesita para resolver la situación que se le ha presentado a
manera de proyecto o problema.
Entonces ¿qué ha cambiado de la forma de educar que tenían en los tiempos del
enciclopedismo a la época actual? Será que el docente no esta atendiendo en su práctica
las necesidades formativas de sus alumnos, o será que educarse es una decisión que no
depende propiamente del docente.
Si la naturaleza del hombre a lo largo de los años es la necesidad de ser libres, libres para
poder experimentar, para poder observar, para poder trascender, entonces puede que la
metodología empleada sea la correcta mas no los contenidos marcados hasta ahora.
Mi postura radica en mi experiencia, se tienen que incluir contenidos que despierten el
interés por razonar del estudiante, educar para el mundo real y no para la escuela en la que
enseñamos, razonar implica resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de
manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones lógicas necesarias entre ellos.
El razonamiento conlleva pensar, ordenando ideas y conceptos, para llegar a una
conclusión.

Conclusión

Personalmente consideró que la búsqueda siempre nos llevará a nuevo conocimiento tal
vez no directamente relativo a lo que buscábamos, pero en el camino se construirá ese
nuevo conocimiento, producto de andamiajes o progresiones que siguen la corriente
empírica y racional que vio nacer a la ilustración, lo trascendente es desafiar la mente con
ideas nuevas y no limitar las ideas que hay en la mente.
El reto que tenemos como docentes es realizar el diagnostico correcto de nuestros grupos,
participar activamente en la elaboración de los planes y programas de estudios para señalar
la pertinencia de estos, pero sobre todo asumir que día a día tenemos la obligación de
actualizarnos para provocar en el estudiante no solo el interés puesto que esto no depende
de nosotros, sino la necesidad desbordante de adquirir conocimiento y que este
conocimiento sirva para resolver los problemas que se le presentan en la actualidad y los
que se le presentaran en el futuro.
Bibliografía

Alonso Salas, J. (2012). Historia general de la educación. México: Red Tercer


Milenio.Recuperado de
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/economico_administrativo/Historia_general_de
_la_educacion.pdf
Arredondo Campos, J. y Escobar Valenzuela, G. (2015). Filosofía: perspectivas y
problemas.México: Grupo editorial patria. Recuperado de
https://ebookcentral.proquest.com/lib/ieusp/reader.action?docID=4569633&query=filosof%
25C3%25ADa

León A. (2007) Qué es la educación, Educere, vol. 11, núm. 39, octubre-diciembre, 2007, pp. 595-
604, Universidad de los Andes Venezuela. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/356/35603903.pdf

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