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2020

Sexualidad en el adulto
mayor

Escuela profesional de Medicina


Humana
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
PIURA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

SEXUALIDAD EN EL ADULTO
MAYOR

CURSO : GERONTOLOGÍA Y GERIATRÍA

DOCENTE : DR. CÉSAR MONCADA CÁRCAMO

ALUMNOS : SANDOVAL CARMEN LEANDRO DANIEL

SANDOVAL OCUPA ANNY LISBETH

SANTAMARÍA JUÁREZ GLENN LESLIE

CICLO : IX SEMESTRE

ABRIL, 2020
INDICE
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................3
SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR...............................................................................4
ASPECTOS FISIOLÓGICOS......................................................................................................4
PREJUICIOS SOBRE LA SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR.....................................8
LOS MITOS SOBRE LA SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR......................................8
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CONDUCTA SEXUAL DEL ANCIANO..................10
CAUSAS DE LOS PROBLEMAS SEXUALES........................................................................12
DISFUNCION SEXUAL DE CAUSA ORGÁNICA EN EL ANCIANO..................................14
Disfunción Eréctil......................................................................................................................15
Disfunción Sexual en la Mujer...................................................................................................16
TRATAMIENTO DE LA DISFUNCIÓN SEXUAL MASCULINA.........................................17
TRATAMIENTO DE DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA..................................................19
BIBLIOGRAFIA........................................................................................................................21
INTRODUCCIÓN
La atención al adulto mayor ha alcanzado logros notables, aunque en el análisis de la sexualidad
en la tercera edad persisten actitudes retrogradas muy similares a las que existían en siglos
anteriores y que tienden a rechazar, bullarse o en el mejor de los casos, ignorar la existencia de
la actividad sexual en la tercera edad.

La sexualidad es y ha sido una de las áreas del comportamiento humano más desconocida y en
la que aún prima muchas veces la anécdota sobre el conocimiento científico. Y si esto es cierto
a cualquier edad lo es, especialmente en personas de edad avanzada. La mera existencia de
manifestaciones sexuales de cualquier tipo en los ancianos es sistemáticamente negada,
rechazada o dificultada por gran parte de la sociedad.

Freud En su obra La Moral sexual cultural y la nerviosidad moderna 1908, decía que lo sexual
no puede reducirse a lo genital, se va estableciendo a lo largo de la historia individual, y recibe
influencia de los padres.

El problema sexual es uno de los más complejos de la vida humana hasta el punto de que, a
veces, se opta por no resolverlo con razones y se deja que cada caso encuentre su solución
espontánea. La mera existencia de manifestaciones sexuales de cualquier tipo en los ancianos es
sistemáticamente negada, rechazada o dificultada en gran parte de la sociedad. Este hecho,
sumado a los cambios producidos por el envejecimiento en la sexualidad y a la dificultad de
estudiarla, por las creencias y actitudes culturales, han hecho que se generalice y se haga
sinónimos envejecimiento y pérdida de la actividad sexual.

Las personas conviven con muchos prejuicios que aparecen en el imaginario colectivo. Por
supuesto, que las formas de ejercer y vivir la sexualidad van variando con las distintas etapas
del desarrollo, pero la vivencia como tal, la necesidad y las sensaciones están siempre presentes.

Esto marca una característica para el adulto mayor que no es distinta a lo que ocurre con otras
dimensiones de su vida y que tiene que ver, sobre todo, con el desconocimiento. Esto es por el
temor o dificultad para abordar el tema entre los mismos adultos mayores y también con las
generaciones más jóvenes. Cuando hablamos de sexualidad pretendemos relacionarlo también
con la afectividad, de ahí que surjan los temores que cruzan a las distintas etapas de la vida. Los
cambios fisiológicos que son propios del envejecimiento influyen en una positiva adaptación
sexual del adulto mayor. Hoy, cuando nuestro país eleva su tasa de envejecimiento, estos
conocimientos son indispensables para mantener los niveles de salud logrados, por lo que
motivados por este elemento realizamos esta revisión, con el objetivo de elevar la calidad de
vida de este grupo poblacional, profundizando los conocimientos de nuestros profesionales.

SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR


En el adulto mayor, la sexualidad se modifica a causa de cambios físicos que se producen en su
cuerpo: en piel y mucosas; en el sistema vascular y circulatorio; a nivel neurológico y hormonal;
cambios en la percepción del frío y del calor y cambios en los ritmos horarios.

ASPECTOS FISIOLÓGICOS
Existen cambios del proceso de envejecimiento relacionados con los órganos genitales y la
sexualidad, en el hombre y la mujer.

MUJER

Los órganos genitales aparecen también modificados: en la mujer hay una fragilidad y pérdida
del vello púbico; la mucosa vaginal se seca y atrofia, disminuyendo por tanto su secreción, y
facilitando las infecciones. La vulva, los labios menores y el clítoris, disminuyen de tamaño, se
produce un acortamiento y estrechamiento de la vagina. Los ovarios disminuyen de tamaño, y el
moco cervical es espeso, escaso y celular. Los senos se vuelven fláccidos a consecuencia de la
atrofia de los tejidos y la falta de secreción hormonal.

Disminución de estrógenos y progesterona, disminuyen los ovarios, las trompas de Falopio se


hacen filiformes, el útero regresa a su tamaño prepuberal, Endometrio y mucosa del cuello
uterino se atrofian, la vagina se hace más corta y menos elástica.

Dentro de los cambios anatómicos y funcionales en la mujer tenemos:

-La redistribución de la grasa, la disminución de la fuerza muscular, la modificación en la


distribución del vello, y los cambios osteoarticulares, que favorecen la tendencia a padecer
osteoporosis, son algunas modificaciones que van a influir en la actividad sexual.

-También son más evidentes los relativos a los caracteres sexuales secundarios, y de forma
específica, a las mamas, cuyo tejido glandular es sustituido por tejido graso, y cuya piel pierde
elasticidad, en grado suficiente como para deformar de manera importante su posición en el
tórax.

En el aparato genital, los cambios más significativos son:

-Los labios mayores y menores pierden elasticidad y se muestran atrofias progresivas de su


capaz dérmicas y epidérmicas, lo mismo que el resto de la vulva.

-La vagina, con su deprivación estrogénica, tiene menos capacidad para su fluidificación, lo que
a su vez facilita infecciones locales. Su mucosa se hace más fina y seca, además pierde longitud,
se hace más estrecha y menos elástica, y reduce su capacidad de distensión.

-El clítoris tiene mayor dificultad para la erección.

Desde el punto de vista endocrino metabólico, los cambios más importantes ocurren durante la
menopausia, por el cese de producción de estrógeno, que provoca una serie de cambios
fisiológicos:

-Menos intenso el aumento de tamaño de la mama, y se vuelven menos firmes y más planas.

-No se observa al principio del coito los cambios tópicos en los labios mayores, y es menor la
vasodilatación de los labios menores.

-Debilitamiento de la musculatura vaginal y de la zona perineal, por lo que existe menor


contracción de la vagina durante la fase de plataforma orgásmica.
-Menor la elevación uterina.

-Las contracciones uterinas del orgasmo se hacen más débiles, y en ocasiones dolorosas por ser
más espásticas que rítmicas. Disminución del vello axilar y púbico.

VARÓN

En el hombre hay también una pérdida del vello púbico, la bolsa escrotal está distendida y su
superficie es lisa. Hay una reducción de tamaño y consistencia de los testículos. Se produce un
aumento de tamaño de la próstata con disminución de su secreción.

La función reproductora disminuye gradualmente en el hombre, mientras que en la mujer cesa


después de la menopausia. La capacidad de respuesta sexual en el anciano está íntimamente
ligada al grado de capacidad individual física y psíquica, y a la situación social en que se
encuentre. Aunque en los ancianos sanos el deseo y la capacidad sexual permanecen, la falta de
lubricación natural puede hacer doloroso el coito.

Disminución de testosterona, La erección requiere más tiempo y suele ser menos firme.

La eyaculación, disminuye la cantidad de semen, la intensidad de la eyaculación disminuye, La


necesidad física de eyacular es menor, se reduce el líquido pre-eyaculatorio. Capacidad
reproductiva en forma relativa. Puede mantenerse hasta su muerte.

Existen una serie de cambios fisiológicos que ocurren con la edad. Pero estos no significan
muerte sexual. En el ser humano, dentro de los cambios anatómicos y funcionales, tenemos:

-Los espermatozoides disminuyen su capacidad de movimiento dentro del semen, que también
disminuye en número y calidad, de forma paulatina a partir de los 40 años (2).

-A los 70 años de edad, los testículos mantienen su tamaño normal, pero existen cambios
degenerativos en los tubos seminíferos, aplanamiento del epitelio germinales, interrupción de
las células germinales.

-La producción de espermatozoides viene regulada por la hormona FSH, y esta su vez, lo está
por el hipotálamo.

En la producción de semen intervienen tres estructuras:

-Las vesículas seminales, que muestran cambios estructurales, entre los que se incluyen lo que
se conoce como degeneración amiloidea, y la sustitución de sus fibras musculares por tejido
conectivo.

-La próstata se hace más dura y muestra de forma progresiva cambios degenerativos, cada vez
más extensos.

-Las glándulas de Cowper, cuya función es producir un líquido alcalino, escaso en su cuantía,
pero con la función de neutralizar los restos ácidos urinarios de la uretra distal, apenas producen
líquido en los ancianos de edad avanzada.

Cabe decir que con la edad el líquido seminal se va haciendo más escaso progresivamente, y
también más pobre en sus cualidades funcionales (3).
En la edad avanzada la testosterona disminuye al mismo tiempo que la actividad sexual del
individuo. El papel de la testosterona es muy importante para el mantenimiento de los caracteres
sexuales secundarios, aunque no es el único factor que participa en este sentido, porque se ha
comprobado que los ancianos con buenos niveles de testosterona muestran una mala respuesta
sexual.

Las razones podrían ser:

-Fallo funcional de las aminas cerebrales, en la vía central dopaminérgica.

-Una pérdida de sensibilidad de receptores adrenérgico, hecho que se ha constatado en el curso


del envejecimiento, para otras muchas funciones del organismo.

Cambios en el comportamiento y en la respuesta sexual:

-Más tiempo para lograr la erección. (El hombre joven necesita como promedio sólo de 15 a 30
segundos, mientras que el anciano puede demorar hasta 10 minutos.)

-Demora más tiempo en eyacular, lo cual prolongará más el coito.

-La erección del hombre de más de 50 años es menos firme, debido a que los vasos sanguíneos
no son tan elásticos como antes, y los músculos son menos potentes.

-Disminución del eyaculado en cuanto a su volumen y la fuerza con que es expulsado, debido a
una menor potencia de los músculos eyaculadores y, por lo tanto, de sus contracciones durante
el orgasmo.

-El período de detumescencia del pene, o pérdida de la erección después de la eyaculación, se


produce con más rapidez, así como el tiempo necesario para logra la próxima erección (período
refractario) se prolonga.

-La erección pudiera disminuir, perderse o recuperarse en una o múltiples ocasiones durante el
acto sexual prolongado, y en ocasiones, el pene no alcanza una completa ingurgitación hasta
momentos antes de la eyaculación. Esto depende también de la intensidad de los estímulos
sexuales.

-En el anciano y en el hombre maduro predominan la excitación producida por tocamientos y


caricias sobre las zonas erógenas del cuerpo, así como la estimulación directa de los genitales.

-El hombre de edad avanzada puede gozar perfectamente el coito sin llegar necesariamente al
orgasmo.

-Después de los 60 años se puede eyacular en uno o dos de cada tres coitos, y esto no ser causa
de insatisfacción.

-Las necesidades de contacto sexual en hombres mayores de 60 años de edad puede limitarse a
una o dos veces por semana y ser suficiente para su bienestar.

-En los ancianos también puede perderse la llamada fase de inevitabilidad eyaculatoria.

-El anciano puede eyacular sin este aviso, que es producto de la contracción de la musculatura
de las vías seminales, pero experimenta la segunda fase del orgasmo sin dificultad.
-En el hombre mayor de 50 años disminuye la elevación de los testículos dentro del saco
escrotal antes de la eyaculación, por la acción de los músculos cremasterianos.

PREJUICIOS SOBRE LA SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR


Los prejuicios son un fenómeno intergrupal, con una orientación negativa hacia el objeto de
éste, en el caso de la sexualidad en la vejez, se antojan injustos, pues se incurre en
generalizaciones excesivas y constituyen actitudes que están relacionadas con los sentimientos
negativos que genera un determinado grupo poblacional y de los estereotipos que se refieren a
las creencias erróneas o exageradas que la sociedad construye sobre las personas ancianas.

Una de las "certezas" más frecuentes y dañinas para las personas de edad avanzada es la que
dicta que no tienen una vida sexual activa y que no están interesados en comprometerse en
alguna relación romántica.

Otro prejuicio lleva a considerar a los ancianos que mantienen deseos sexuales como personas
anormales o inmorales. Además, se cree que la belleza y la sexualidad son exclusivas de la
juventud, que la imagen corporal de los viejos es fea y que no tienen ánimos para pensar en su
arreglo personal. Los estereotipos, las concepciones erróneas y las frecuentes bromas sobre la
vejez y la sexualidad ampliamente difundidas pueden afectar poderosa y negativamente la
experiencia sexual de los ancianos.

Andrés Flores Colombino registra algunos prejuicios comunes que a partir de los cambios
físicos casi todas las sociedades construyen: "a) los excesos sexuales de la juventud llevan al
agotamiento en la vejez; b) el anciano es un discapacitado sexual; c) los ancianos ya no tienen
deseos sexuales y menos actividad; d) los ancianos sólo necesitan contacto.

La mayoría de los estudios sobre actitudes hacia la vejez, han encontrado que los propios
adultos mayores se perciben a sí mismos en forma negativa y apenas en los últimos años es que
ha existido una orientación a indagar sobre las cosas relacionadas con la salud más que con las
pérdidas.

LOS MITOS SOBRE LA SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR


Carecen de sexualidad

La sexualidad infantil y la del viejo están negadas por las corrientes del pensamiento que
afirman que la sexualidad humana está sólo al servicio de la reproducción. El anciano,
presuntamente, no está en condiciones de reproducirse, por lo que el uso de su sexualidad es
imposible. Todo uso sería "perverso". Por lo tanto, debe reprimirse.

No se reproducen

La reproducción está disociada del placer erótico a todas las edades, aun en las propiamente
reproductivas, gracias a la cultura, y cada vez con mayor éxito.
Si los ancianos no se reproducen, ello redunda en beneficio de su sexualidad, pues
"naturalmente" como lo sugieren los moralistas biologistas, están liberados del temor del
embarazo. Y pueden por tanto, entregarse libremente a la actividad sexual placentera. Se
describen casos de mujeres que, exacerbada su libido por el predominio relativo de andrógenos,
en la postmenopausia, llegan al orgasmo por primera vez en sus vidas.

Miseria erótica

Es cierto que el ideal de belleza es juvenil. Simbólicamente, la vejez nunca fue representante de
la belleza y la capacidad seductora. La cultura erótica de nuestro tiempo ha modificado, en algo,
ese ideal de belleza. Nuestra cultura ha sabido combatir la miseria erótica. Se dice que la
multiparidad de las mujeres, que rápidamente las envejecía, producía la caída de los senos, les
provocaba várices, prolapsos uterinos, cansancio crónico por el cuidado de muchos hijos, afeaba
a las mismas. Al punto que una de las explicaciones de la poligamia se asienta sobre este aserto,
pues el harén debía ser renovado con sangre nueva y piel turgente.

Se ha disminuido el número de hijos, en ciertas épocas se usaba de nodrizas para los hijos de
damas poderosas que no deseaban perder su poder erótico. En Cuba hoy tenemos recursos en la
cirugía plástica para los senos, arrugas y la obesidad; dietas especiales para mantener la línea
armónica del cuerpo, gimnasia, cosméticos de todo tipo. Y todos los artefactos que enriquecen
la eroticidad objetiva del anciano, es decir, su capacidad de despertar el deseo del otro.

La miseria erótica es otro de los mitos sobre la ancianidad. Se afirma que son incapaces de
experimentar placer (eroticidad subjetiva) y que son incapaces de despertar deseo en otros
(eroticidad objetiva.

Frecuencia de la actividad sexual

La actividad sexual disminuye con la edad, manteniéndose con una frecuencia variable,
dependiendo de las características de la población estudiada. Cabe destacar que la gran mayoría
de los estudios demuestran claramente que la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye
con la edad y que el mantenimiento de la actividad sexual en los ancianos depende
principalmente de:

Buen estado de salud físico y mental.

La existencia de un compañero/a sin limitaciones.

La historia sexual previa.

Así, aquellos sujetos con una actividad sexual habitual y periódica durante otras etapas de la
vida, tienen mayor probabilidad de mantener esta actividad cuando envejecen.

Cambios en el patrón sexual en el anciano

Como se ha mencionado previamente, el comportamiento sexual en la vejez depende de muchos


factores: salud en general, disponibilidad de un compañero(a) sano(a), personalidad, actitudes
hacia y de los otros, nivel de educación, nivel social, creencias sexuales, actitud sexual previa,
intereses y prácticas previas, grado de satisfacción con la vida, etc.

La sexualidad en el anciano debe considerarse en una forma amplia e integral, incluyendo en


ella tanto componentes físicos como emocionales. Por ello, se acepta como normal en el
anciano ciertas modificaciones en el patrón sexual considerado como estándar si se relaciona
con el adulto joven; estas serían: disminución del número de coitos y el aumento proporcional
de otras actividades sexuales como las aproximaciones físicas, caricias, ratos de intimidad
emocional, de complicidad, relaciones de compañía o masturbaciones.

La prevalencia de la masturbación se explica, en muchos casos, por la existencia de una pareja


incapacitada y por la frecuencia de viudez en edades avanzadas. Esto, unido al rechazo social
que existe hacia el establecimiento de una nueva pareja, serían factores que propiciarían la
satisfacción sexual mediante la masturbación.

Cese de la actividad sexual

El cese de la actividad sexual no es un suceso exclusiva y necesariamente cronológico sino que


depende de muchos factores como el estado de salud y el grado de incapacidad física y mental
(tanto del sujeto como de su pareja), la frecuencia y la calidad de las relaciones sexuales
previas, la mal interpretación e inadaptación a los cambios fisiológicos propios del
envejecimiento, la situación afectiva y calidad de la relación con la pareja y con otras personas,
y de otros cambios en el papel social del anciano, como la viudez, el cambio de domicilio, la
institucionalización y las crisis de salud.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CONDUCTA SEXUAL DEL


ANCIANO
Falta de pareja

Esta es la causa que más provoca la abstinencia sexual en el anciano, sobre todo en la mujer,
téngase en cuenta que los hombres mueren como término medio 7 años antes que la mujer.

Deterioro de la relación matrimonial

Este aspecto es uno de los que más se observa en como causa de trastornos sexuales en la
tercera edad. Existen tendencias que deben combatirse en la pareja y que son entre otras la
monotonía en las relaciones sexuales hacer siempre lo mismo de la misma forma y los
problemas de comunicación. Dados porque solo de haba de los problemas de la casa de los hijos
nietros o del trabajo, pero no de otros temas íntimos que son de interés de ambos miembros y
que contribuyen a rescatar la intimidad de la pareja.

Falta de privacidad y las condiciones de la vivienda

Condiciones domésticas

El síndrome de la abuela esclava es otra forma de maltrato frecuente en el siglo XXI, descrito
sobre todo en países hispanoamericanos, que afecta a mujeres ancianas con gran carga familiar,
voluntariamente aceptada durante muchos años, pero que al avanzar la edad se torna excesiva.
Si la mujer no expresa claramente su agotamiento (o lo oculta), y sus hijos y esposo no lo
aprecian y le ponen remedio, la sobrecarga inadecuada provoca o agrava diversas enfermedades
comunes: hipertensión arterial, diabetes, cefaleas, depresión, ansiedad y artritis y perdida del
deseos sexual.
La incapacidad física secundaria a enfermedades es uno de los hechos que con mayor
frecuencia lleva al cese de la actividad sexual.

También pueden influir en la declinación de la actividad sexual en ancianos la falta de intimidad


y las alteraciones anatomofisiologicas propias del proceso de envejecimiento tanto en el hombre
como en la mujer pueden limitar la actividad sexual lo cual no quiere decir que el anciano no
pueda disfrutar de la actividad sexual plenamente.

La historia sexual previa es uno de los factores psicosociales más importantes. El hecho de
haber mantenido actividad sexual frecuente y satisfactoria en la juventud, favorece que en la
vida adulta las capacidades fisiológicas se mantengan altas y que las personas tengan
motivaciones para llevar a cabo dichas conductas y habilidades

Un factor social que se hace presente en esta etapa de la vida es la jubilación, pues es un período
de reconocimiento a los esfuerzos realizados, de descanso y tranquilidad, de seguridad
económica, de liberación de las tensiones del trabajo, de actividades lúdicas y recreativas.

Pero la jubilación también conlleva pérdida de ingresos económicos, disminución de la


actividad física, mental y ruptura con la red social como fiestas, salidas y viajes asociados al
trabajo y todo ello puede ser interpretado como una muerte social que disminuye el interés por
vivir y el propio interés por la sexualidad.

La inactividad y el aburrimiento, junto con la sensación de marginación que puede producir la


jubilación, son causa de un rápido deterioro físico y psicológico que afecta la sexualidad. De
esta manera, el adulto mayor debe prepararse previamente, para que cuando enfrente esta etapa
lo haga de una manera positiva y disfrute de la misma forma como disfrutó otras etapas de su
vida.

CAUSAS DE LOS PROBLEMAS SEXUALES


Algunas enfermedades, discapacidades, medicamentos y cirugías pueden afectar su capacidad
de tener y disfrutar de las relaciones sexuales.

Artritis

El dolor en las articulaciones debido a la artritis puede hacer que el contacto sexual sea
incómodo. El ejercicio, los medicamentos y posiblemente la cirugía de reemplazo de
articulaciones pueden ayudar a aliviar este dolor. Descansar, baños tibios y cambiar la posición
o el momento de la actividad sexual pueden ser útiles.

Dolor crónico

El dolor puede interferir con la intimidad entre las personas mayores. El dolor crónico no tiene
que ser parte del envejecimiento y a menudo puede ser tratado. Sin embargo, algunos
medicamentos para el dolor pueden interferir con la función sexual. Siempre hable con el
médico si tiene efectos secundarios de cualquier medicamento.

Demencia

Algunas personas con demencia muestran un mayor interés en la sexualidad y la cercanía física,
pero es posible que no puedan juzgar qué comportamiento sexual es apropiado. Las personas
con demencia severa pueden no reconocer a su cónyuge o pareja, pero aún así desean tener
contacto sexual y pueden buscarlo con otra persona. Puede ser confuso y difícil saber cómo
manejar esta situación. En este caso también puede ser útil hablar con un médico, enfermera o
trabajador social con adiestramiento en el cuidado de personas con demencia.

Diabetes

Esta es una de las enfermedades que pueden causar disfunción eréctil en algunos hombres. En la
mayoría de los casos, el tratamiento médico puede ayudar. Se sabe menos sobre cómo la
diabetes afecta la sexualidad en las mujeres mayores. Las mujeres con diabetes son más
propensas a tener infecciones vaginales por hongos, las cuales pueden causar picazón e
irritación y hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o indeseables. Las infecciones por
hongos pueden ser tratadas.

Enfermedad cardiaca.

El estrechamiento y endurecimiento de las arterias puede cambiar los vasos sanguíneos de


manera tal que la sangre no fluye libremente. Como resultado, los hombres y las mujeres
pueden tener problemas con los orgasmos. Tanto para los hombres como para las mujeres,
puede tomar más tiempo excitarse, y para algunos hombres, puede ser difícil lograr o mantener
una erección. Las personas que han tenido un ataque al corazón, o sus parejas, pueden temer que
tener relaciones sexuales cause otro ataque. Aunque la actividad sexual generalmente es segura,
siempre siga los consejos del médico. Si sus problemas cardíacos empeoran y tiene dolor en el
pecho o dificultad para respirar incluso mientras descansa, es posible que el médico quiera
cambiar su plan de tratamiento.

Incontinencia.

La pérdida del control de la vejiga o el escape de orina es más común a medida que las
personas, especialmente las mujeres, envejecen. La presión extra en el vientre durante las
relaciones sexuales puede causar un escape de orina. Cambiar las posiciones o vaciar la vejiga
antes y después de las relaciones sexuales puede ayudar con esa situación. La buena noticia es
que la incontinencia generalmente puede ser tratada.

Accidente cerebrovascular.

La capacidad de tener relaciones sexuales a veces se ve afectada por un ACV. Un cambio en las
posiciones o algunos dispositivos médicos puede ayudar a las personas con debilidad continua o
parálisis a tener relaciones sexuales. Algunas personas con parálisis de la cintura para abajo aún
pueden alcanzar orgasmos y sentir placer.

Depresión.

La falta de interés en las actividades que solía disfrutar, como la intimidad y la actividad sexual,
puede ser un síntoma de depresión. A veces es difícil para una persona saber si está deprimida.
Hable con el médico; la depresión puede ser tratada.

Cirugía.

A muchos de nosotros nos preocupa tener cualquier tipo de cirugía; puede ser aún más
problemático cuando se trata de los senos o del área genital. La mayoría de las personas vuelven
al tipo de vida sexual que disfrutaban antes de la cirugía.
La histerectomía es una cirugía para extirpar el útero de una mujer debido a dolor, sangrado,
fibromas u otras razones. A menudo, cuando una mujer mayor tiene una histerectomía, también
se le extirpan los ovarios. Decidir si someterse a esta cirugía puede hacer que las mujeres y sus
parejas se preocupen por su futura vida sexual. Si le preocupa cualquier cambio que pueda sufrir
con una histerectomía, hable con el ginecólogo o cirujano.

La mastectomía es una cirugía para extirpar todo o parte del seno de una mujer debido al cáncer
de seno. Esta cirugía puede causar que algunas mujeres pierdan su interés sexual, o puede hacer
que se sientan menos deseables o atractivas para sus parejas. Además de hablar con el médico, a
veces es útil hablar con otras mujeres que se han sometido a esta cirugía. Los programas como
el llamado "Recuperación a su Alcance" de la Sociedad Americana Contra el Cáncer pueden ser
útiles tanto para los hombres como para las mujeres. Si desea restaurar su seno (reconstrucción),
hable con el médico o cirujano oncólogo.

La prostatectomía es una cirugía que extirpa toda o parte de la próstata de un hombre debido al
cáncer o a una próstata agrandada. Puede causar incontinencia urinaria o disfunción eréctil. Si
necesita esta operación, hable con el médico sobre sus preocupaciones antes de la cirugía.

Medicamentos.

Algunos medicamentos pueden causar problemas sexuales. Estos incluyen algunos


medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes,
medicamentos para la enfermedad de Parkinson o para el cáncer, supresores del apetito,
medicamentos para problemas mentales y medicamentos para las úlceras. Algunos pueden
conducir a la disfunción eréctil o dificultar la eyaculación en los hombres. Algunos
medicamentos pueden reducir el deseo sexual en las mujeres o causar sequedad vaginal o
dificultad en lograr excitación y orgasmos. Consulte con el médico para averiguar si hay un
medicamento diferente que no tenga este efecto secundario.

Alcohol.

Beber demasiado alcohol puede causar problemas de erección en los hombres y retardar el
orgasmo en las mujeres.

DISFUNCION SEXUAL DE CAUSA ORGÁNICA EN EL ANCIANO


Como hemos venido señalando hasta ahora, con la edad hay una disminución progresiva de la
actividad sexual en el individuo sano, causada por la intervención de los cambios fisiológicos
normales debidos al envejecimiento en interrelación con los factores psicosociales descritos
anteriormente.

Por otro lado, también se produce un aumento de la prevalencia de disfunciones sexuales


debidas a causas médicas, psicológicas y/o como efecto secundario de la medicación
administrada.

En ocasiones resulta difícil diferenciar los cambios normales relacionados con la edad de los
síntomas debidos a patología
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Cualquier signo de impotencia provoca en el anciano gran preocupación, con frecuencia esta
alteración se asocia con el envejecimiento debido generalmente al desconocimiento. Este hecho
lleva generalmente a no consultar a los especialistas. Sin embargo, en la última década se ha
producido un cambio importante con respecto a la sexualidad lo que ha permitido que aumente
considerablemente el número de ancianos que buscan ayuda para el tratamiento de las
disfunciones eréctiles. A pesar de esto todavía para gran parte de esta población y para muchos
profesionales de la salud, la sexualidad en el anciano sigue siendo un tema tabú al que se le resta
importancia

En la mayoría de los casos los trastornos en la erección se deben a múltiples factores, siendo el
trastorno vascular el factor más frecuente en la vejez.

Las causas de Impotencia incluyen

1.- Trastornos vasculares: Son la causa más frecuente de impotencia, pueden ser entre otros
por: alteraciones del sistema arterial, Síndrome de Insuficiencia Venosa, Síndrome de Raynaud,
etc. Con afectación sistémica o sólo localizada a nivel genital

2.- Medicación: El proceso del envejecimiento influye en la distribución de los fármacos en el


organismo, en su metabolismo y en su excreción; este hecho unido a que generalmente los
ancianos están polimedicados, hace que los medicamentos sean los responsables del 25% de las
disfunciones eréctiles a esta edad. Fármacos como los Antihipertensivos, Psicofármacos como
algunos ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos, Diuréticos, Digoxina, Estrógenos,
Antiandrógenos o Anticonvulsivantes, son utilizados muy frecuentemente y pueden producir
impotencia.

3.- Tóxicos: como el Alcohol y el Tabaco pueden ser causa, junto a otros factores, de
disfunciones eréctiles.

4.- Trastornos Metabólicos y Endocrinos: las alteraciones endocrinas como Trastornos


Tiroideos,

Síndrome de Cushing, etc. son raros en los ancianos. Sin embargo las enfermedades metabólicas
como la Diabetes son frecuentes en la vejez, y tanto en hombres como en mujeres puede
producir como síntomas disfunciones sexuales. En el hombre es frecuente que produzca no sólo
alteración en la erección, sino también disminución de la libido.

5.- Trastornos Neurológicos: Neuropatías, Accidentes Cerebrovasculares, Epilepsia Temporal,


Esclerosis Múltiple. Son algunas de las enfermedades neurológicas que pueden cursar con
alteraciones de la erección en el hombre4.

6.- Enfermedades Sistémicas: Cualquier enfermedad que produzca debilitamiento, fiebre o


dolor va a producir alteraciones inespecíficas en la función sexual. La Insuficiencia Renal,
Enfermedad Pulmonar

Obstructiva Crónica (EPOC), Insuficiencia Cardíaca, Cirrosis, Cáncer, son todas ellas
patologías bastantes frecuentes en el anciano y como enfermedades que afectan a todo el
organismo también se van a manifestar con alteraciones sexuales, entre otras razones porque
pueden dificultar la capacidad física necesaria para realizar el acto sexual. Otras enfermedades
como la Artrosis o la Artritis
Reumatoidea puede afectar la actividad sexual porque provoquen dificultades en la adopción de
posturas o movimientos

DISFUNCIÓN SEXUAL EN LA MUJER


Es difícil para las mujeres de edad avanzada, influido fundamentalmente por la educación
recibida, que consulten por este tipo de problemas. Es necesario que los profesionales de la
salud tengan presente la posible existencia de dichas alteraciones e interroguen a las pacientes al
respecto porque frecuentemente son cuestiones que pasan inadvertidas y sin embargo, la
sexualidad es una parte importante de la existencia humana que mejora considerablemente la
calidad de vida.

La Dispareunia o coito doloroso es el síntoma más frecuente dentro de las disfunciones sexuales
en la mujer. Aunque la causa más frecuente de su aparición es la disminución de la producción
de Estrógenos debido a la menopausia, como ocurre en el 30% de los casos en mujeres
postmenopáusicas, hay otros trastornos sistémicos que pueden ser origen de esta alteración .

La atrofia vaginal postmenopausia, con disminución de la lubricación de la mucosa, convierte a


la vagina en un órgano más susceptible a las lesiones por roce y también a posibles infecciones.
Cualquier enfermedad sistémica, como ocurre en el varón, que produzca debilidad, va a alterar
la actitividad sexual de manera inespecífica.

Otra queja importante es la disminución o pérdida del deseo sexual, que parece asociada a una
disminución de la producción de andrógenos que ocurre tras la menopausia .

La presencia de incontinencia urinaria, trastorno muy frecuente en mujeres mayores,


generalmente multíparas, inhibe el deseo y la respuesta sexual. El 46% de las mujeres que
presentan incontinencia urinaria reconoce que este problema altera su actividad sexual .

La Histerectomía, que resulta la intervención quirúrgica más frecuente a la que se ve sometida


la mujer, puede suponer la aparición de problemas en las relaciones sexuales, debido a que
puede ser vivido por la mujer como una pérdida de la feminidad que secundariamente puede
llevar a un trastorno depresivo.

TRATAMIENTO DE LA DISFUNCIÓN SEXUAL MASCULINA


A la hora de realizar una aproximación al manejo de la disfunción eréctil es importante instaurar
medidas para su prevención como la actividad física, pérdida de peso, reducción del consumo
de alcohol; es decir, modificaciones del estilo de vida, medidas que también ayudarán en el
manejo de comorbilidades asociadas.

Un pilar importante en el tratamiento de la disfunción sexual en ambos sexos es la terapia


psicosexual, de cuyo éxito dependerá de la motivación del propio paciente, con resultados
óptimos según datos publicados en la literatura... Por tanto, la terapia psicosexual debe de usarse
en conjunción con el tratamiento médico.

1.- Tratamiento de la disfunción eréctil vía oral

a) Inhibidores fosfodiesterasa tipo 5


Su mecanismo de acción es a través de la inhibición de la enzima responsable de la degradación
de la GMPc del cuerpo cavernoso, lo que produce la no degradación del óxido nítrico y
relajación del músculo liso del mismo permitiendo el llenado de sangre. Diversos estudios
muestran la eficacia y seguridad de este grupo farmacológico .

 Sindenafilo (Viagra). Existen estudios en > de 65 años con disfunción eréctil de


diversas etiologías, incluyendo enfermedad cardiovascular, diabetes o prostatismos que
muestran mejorarías en la calidad de la erección, con porcentajes de respuesta del 50 al
71%, con buena tolerancia clínica también en ancianos
 Vardenafilo (Levitra). Al igual que sindenafilo, los estudios muestran mejorías
significativas en la erección en el 40% de los pacientes con disfunción eréctil severa,
50% en moderada y en el 79% en casos leves. Los estudios realizados con análisis por
subgrupos por edad y en diabéticos también muestran resultados favorecedores.
 Tadalafilo (Cialis). Los datos que se obtienen muestran relaciones sexuales con éxito en
más del 70 % desde los 30 minutos hasta las 36 horas después de tomar la dosis, por lo
que se favorecen las relaciones sexuales menos planificadas y más naturales. Las
características farmacocinéticas, efectos secundarios debidos fundamentalmente a su
efecto vasodilatador y contraindicaciones están expuestos en la Tabla 30.5 No existen
evidencias en cuanto a superioridad en eficacia de un fármaco sobre otro ni diferencias
entre la tolerabilidad entre los fármacos ni entre los grupos de edad
b) Agonistas domaminérgicos

El hidrocloruro de apomorfina (Uprima®) es un agonista dopaminérgico con afinidad por el


receptor D2 que actúa sobre el cerebro, pudiendo amplificar la señal nerviosa que aumenta el
flujo sanguíneo en el órgano sexual, gracias al cual se produce la erección. Para que sea eficaz
se requiere estimulación sexual. Su administración se realiza vía sublingual, a dosis de 2-3 mg.,
20 minutos antes del previsto acto sexual.

Los efectos adversos incluyen las nauseas, cefalea, y mareo con desmayos y síndrome vagal
autolimitado. Su ingesta simultánea con alcohol puede causar un aumento de la incidencia y
alcance de la hipotensión. Puede ser usado por pacientes que consumen nitratos

c) Antagonista alfa 1- adrenérgicos:

• Trazodona: antidepresivo con efectos sedantes y ansiolíticos que a través de su antagonismo


de los receptores alfa- 1 adernérgicos podría producir una relajación de musculatura lisa y
arterial con el consecuente aumento de flujo arterial, pero los resultados en los estudios todavía
no son satisfactorios8..

• Yohimbina : alcaloide natural con similitud química con la reserpina que se ha visto en un
estudio de pacientes con edades entre 34 – 69 se obtuvo una mejoría en las erecciones en el 75%
de los pacientes, sin embargo las limitaciones del estudio no permite obtener datos concluyentes

2.- Tratamiento de la disfunción eréctil por otras vías

Incluye este apartado una miscelánea de procedimientos que va desde los tratamientos tópicos
hasta las prótesis peneanas.

a) Tesosterona: indicada en aquellos pacientes con hipogonadismo, con mejoría del la libido,
masa muscular, humor y a nivel cognitivo. Se disponen de varias formas de aplicación: oral,
intramuscular, en forma de gel o en parches transdérmicos, siendo esta más fisiológica y con
mejores resultados en los estudios

Es una terapia que exige estricta supervisión médica debido a sus numerosos efectos
secundarios entre los que destacan eritrocitosis, alteraciones dérmicas locales (más frecuentes
en la forma transdérmica), atrofia testicular e infertilidad. Menos frecuentes son el acné,
hirsutismo, retención de líquidos (precaución en cardiópatas o en pacientes con insuficiencia
renal), alteraciones lípídicas, HTA, hipertrofia benigna de próstata y ginecomastia. Son netas
contraindicaciones los cánceres de próstata y mama

Es necesario en el seguimiento de esta terapia la exploración urológica, determinación de PSA


(necesidad de biopsia si se existen incrementos de PSA mayores de 1.0 ng/mL tras seis meses
del tratamiento, si bien la asociación entre administración de testosterona y cáncer de próstata
no está suficientemente establecido), hemograma y bioquímica

b) Agentes tópicos: el más utilizado es el Alprostadil transuretral (Prostaglandina E1), aplicada


en forma de supositorio o crema. Los estudios muestran resultados satisfactorios en cuento a la
calidad de las erecciones. Entre los principales efectos secundarios están la hipotensión,
observada en al menos el 11% de los pacientes con disfunción eréctil severa, y otros a nivel
local como eritema, dolor peneano y molestias genitales. Existen, como se ha comentado,
presentaciones de testosterona en forma de gel

c) Inyecciones intracavernosas (Alprostadil). Los datos publicados avalan su eficacia. Tiene


una acción más rápida y menores efectos secundarios a nivel local en comparación con la
aplicación transuretral (posible fibrosis peneana) pero presenta un mayor riesgo de priapismo.
Es un método invasivo, que requiere adecuada destreza manual y visual

d) Sistemas de vacío. Incrementan la ingurgitación del pene al crear una presión negativa.
Fabricados en plástico y con un mecanismo de bomba, se colocan sobre el pene fláccido.
Cuando se produce la erección se aplica una banda o anillo de goma ancho (anillo de
constricción) en la base y se retira el aparato. La banda retarda el vaciado venoso y ayuda a
mantener la erección hasta 30 minutos. Contraindicados en trastornos hemorrágicos y sus
desventajas principales pueden ser molestias en las erecciones y sensación de pene frío

e) Prótesis peneanas: Considerada como última opción. Existen varios modelos, rígidas,
semirígidas, hinchables o hidráulicas. Su efectividad está demostrada, sin afectación de
capacidad de eyacular u obtención de orgasmo. La infección es la complicación más temible
con rangos que van desde 2 – 16 %

f) Cirugía de reconstrucción vascular. Solo recomendada en pacientes con disfunción érectil a


consecuencia de obstrucción arterial focal sin enfermedad vascular difusa

TRATAMIENTO DE DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA


Contempla la utilización de terapias hormonales y no hormonales, algunas clásicas y otras de
reciente aparición

1.- Estrógenos:
La terapia hormonal sustitutiva en mujeres menopáusicas, además de disminuir el riesgo de
osteoporosis, mejora la sensibilidad del clítoris, aumenta la libido y disminuye el dolor durante
el coito. Las molestias relacionadas con atrofia vaginal y sequedad vaginal pueden ser aliviadas
mediante la administración local de estrógenos. Aunque existen datos que avalan el incremento
de la motivación o una mayor excitación subjetiva con el tratamiento sustitutivo con estrógenos,
estos no son concluyentes. Las formas de administración son en forma de anillos vaginales,
parches o cremas. Siempre hay que valorar el riesgo-beneficio estos tratamientos, dado que en
los últimos años se ha comunicado una mayor tendencia a la enfermedad cardiaca, ictus,
tromboembolismo venoso y cáncer de mama.

2.- Terapia androgénica.

Las causas de déficit androgénico (niveles testosterona menores de 15 ng/dl) en mujeres pueden
ser de origen ovárico, adrenal, central o sistémico. El papel de los andrógenos en la disfunción
sexual femenina se ha sobre el papel de la testosterona (metiltestosterona) a bajas dosis (1,25
mg ) conjuntamente con estrógenos en mujeres con menopausia natural o quirúrgica, con
mejoría de la respuesta y deseo sexual Todos estos datos son importantes y dan paso a futuras
líneas de investigación, pero todavía es necesario profundizar más en las posibilidades de la
testosterona ya que los estudios tienen limitaciones en la interpretación de sus datos
(administración conjunta con estrógenos y duración breve). Las formas de administración son
oral, transdérmica y crema. Los efectos secundarios más frecuentes son virilización, resistencia
a la insulina, alteración hepática, ganancia peso e hipertrofia clitoriana .

3.- Inhibidores de la 5 PDH (Sildenafilo).

La participación del óxido nítrico en la vasodilatación neurógena puede sugerir el uso de


inhibidores de la fosfodisterasa para disminuir el trastorno de la excitación genital. Se ha
publicado un estudio en mujeres postmenopausicas donde no se encontraron resultados
satisfactorios en cuanto a mejoría subjetiva del deseo sexual; sin embargo, otro estudio
realizado sobre una muestra de 50 mujeres con trastorno de la excitación genital, (50 mg de
sildenafilo) mejoró la excitación subjetiva y las sensaciones genitales. Son necesarios pues más
estudios para obtener conclusiones.

4.- Otros fármacos.

Otros fármacos estudiados son la dehidroepiandrosterona (precursor de la testosterona y del


estrdiol), la tibolona (esteroide estrogénico, progestágeno y androgénico), la yohimbina y la
efedrina, todos con resultados no concluyentes.
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