Está en la página 1de 3

6 HÁBITOS DE VIDA SALUDABLE

1. VIGILA TU ALIMENTACIÓN

No se trata de andar como policía con cada bocado, pero sí hay ciertos
aspectos que debes observar atentamente, como lo son:

 La variedad de alimentos que pones en tu plato;


 El tamaño de las porciones que te sirves;
 La frecuencia con la que estás tomando tus alimentos;
 ¿Tienes un horario para cada comida del día? ¿eres constante?
¿respetas tus momentos para comer?

Aquí no hablaremos de alimentos permitidos o prohibidos, pues no se


trata de caer en el extremo de un trastorno como la ortorexia, que es la
obsesión por la comida sana.

Pero sí es importante que estés consciente de la calidad de los


ingredientes de tus platillos, dando prioridad a los que te brindan aportes
reales de nutrientes.

2. HIGIENE DEL SUEÑO

La vida moderna nos ha llevado al punto de priorizar el trabajo, el


estudio, la diversión y cualquier otra cosa diferente al descanso y el
sueño reparador, dejando a este en el último lugar en nuestra lista diaria.

La realidad es que dormir no es opcional para nuestra salud, de hecho lo


necesitamos para que nuestro cuerpo realice funciones básicas de
reparación de tejidos, órganos y conexiones neuronales, entre muchos
otros beneficios que van desde mantener nuestra piel sana, hasta evitar
que estemos extremadamente irritables o desconcentrados.

De esto se trata la higiene del sueño, básicamente es respetar tu


descanso diario, el cual puede variar entre 7 y 9 horas dependiendo de
cada persona.

Recuerda que una buena noche de sueño nunca se podrá sustituir con
todas las tazas de café que nos obligamos a tomar para tratar de rendir
en nuestro día.

3. PRACTICA ACTIVIDAD FÍSICA

El sedentarismo es tal vez una de las características más comunes de


una vida ocupada. Pasamos muchas horas al día trabajando y al terminar
la jornada continuamos con una maratón de series o de contenido en
redes sociales, ¿te suena familiar algo de esto?

Aunque esta sea una rutina a la cual estamos bastante acostumbrados,


en realidad al hacer esto durante años, nuestro organismo está expuesto
a un gran riesgo de salud.

El cuerpo humano está diseñado para mantenerse activo, por tal razón es
importante que adoptemos el hábito de realizar actividad física diaria.

Si no te gustan los gimnasios o los deportes al aire libre, no te


preocupes, puedes comenzar con una rutina adecuada a tu propio ritmo
de vida, como mover tu cuerpo en casa al menos durante 20 o 30
minutos.

También agrega pausas durante el día, para estirar tus extremidades y


evitar que las tensiones se acumulen.

4. EJERCITA TU MENTE

Aunque pueda sonar extraño, la mente necesita entrenamiento para


mantenerse en forma. ¿Cómo se puede lograr tal cosa?

Existen opciones como la meditación que le permiten a tu mente estar


consciente del momento presente, lo que puede ayudarte a afrontar tu
día a día de manera enfocada y tranquila.

Si eres de los que prefiere otro tipo de actividades, puedes optar por
regalarte unos minutos de lectura o incluso resolver juegos de palabras o
números. Estas actividades son un reto para tu mente y ejercitan tu
capacidad de asociar ideas y conceptos, favoreciendo la concentración y
evitando el deterioro cognitivo en el largo plazo.

5. MANEJA EL ESTRÉS

El mundo actual nos presenta constantemente desafíos que nos llevan a


situaciones de estrés. Si bien no podemos erradicar el estrés de nuestras
vidas, sí podemos trabajar en manejarlo para que no gobierne nuestro
día.

¿Sabías que los altos niveles de estrés por periodos prolongados afectan
seriamente la salud de nuestro organismo?

Un primer paso que puedes dar es reconocer con sinceridad la raíz de tu


estrés y afrontarlo con un plan a seguir, tal vez requieras cambiar
algunas de tus creencias que están haciendo que te aferres a situaciones
que no te benefician.
Luego, organiza tus actividades y prioriza sin dejar de lado el
descanso. Considera que compartir con otras personas y la diversión, son
los pilares para combatir los niveles elevados de estrés y llevar una vida
más plena.

6. HIDRATACIÓN

Por último pero no menos importante, mantener una hidratación


constante es indispensable para nuestro cuerpo, debido a que
este depende del agua para conservar la buena salud.

La deshidratación puede afectar tu estado de ánimo y comprometer tanto


el funcionamiento del cerebro, como la actividad cardiaca, el sistema
digestivo y dejar desprotegida la barrera de la piel.

Si te aburre tomar siempre agua natural, prueba preparando tus propias


aguas saborizadas con ingredientes naturales tan refrescantes como el
pepino, limón, sandía o las hojas de menta. De esta manera será más
fácil que el hábito saludable de beber agua, se quede contigo.

También podría gustarte