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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO UTESA

SISTEMA CORPORATIVO
RECINTO DAJABON

NOMBRE:
Juan Otoniel Rojas Díaz

MATRICULA:
1 - 19 - 9581

ASIGNATURA:
Procesos Cognoscitivos

PROFESOR:
Héctor Montas M.A.

FECHA
25 / 11 / 20
Este resumen trata sobre , la memoria operativa:

memoria operativa:
Pensemos en la memoria operativa como algo que contiene una pizarra mentall esto es,
con un espacio de trabajo, u operativo, que proporciona un almacén de mantenimiento
temporal de modo que la información que interesa sea muy accesible y se pueda
disponer de ella para inspeccionarla y computar datos. Una vez que se han llevado a
cabo las tareas cognitivas, la información se puede borrar fácilmente y el proceso puede
empezar de nuevo con otra información.

La metáfora del ordenador:


El ordenador, una metáfora tan útil en Psicología cognitiva, nos ofrece un modelo
instintivamente sugestivo para pensar sobre la naturaleza y estructura de la memoria
operativa. Simplificando el funcionamiento de un ordenador, hay h dos medios
mediante los cuales la información se almacena: el disco duro y la memoria de acceso
aleatorio (RAM). El disco duro es el medio por el cual la información se almacena
permanentemente, de forma estable y fiable; todos los programas, los archivos de datos
y el sistema operativo de un ordenador se almacenan en el disco duro. Para utilizar esta
información almacenada, hemos de recuperarla y cargarla en la RAM. Volviendo al
ejemplo: la información almacenada en el disco duro es como la memoria a largo plazo
y la RAM se corresponde con la memoria operativa.La noción de memoria operativa
como un espacio operativo temporal encaja perfectamente en el ejemplo: la RAM se
borra y pone a cero cuando acaba la tarea ejecutada por un programa o cuando se cierra
el programa. La metáfora del ordenador también sugiere otras dos características de la
memoria operativa. En primer lugar, la RAM es completamente flexible respecto a su
contenido. Esto es, no existe una carto-

Implicaciones de la naturaleza de la memoria operativa:


Un mejor conocimiento de la naturaleza de la memoria operativa humana puede tener
importantes implicaciones para entender por qué las personas difieren en sus
habilidades y capacidades cognitivas y por qué los individuos tienen diferentes grados
de éxito en sus esfuerzos para alcanzar metas en el mundo real. La investigación sugiere
que las personas pueden variar mucho en su capacidad de memoria operativa (lo que
también se conoce como working memory span), la cantidad de información que se
puede mantener accesible y que estas diferencias predicen el nivel de inteligencia
general evaluado mediante pruebas estandarizadas para obtener el CI, las puntuaciones
TAS verbales e incluso la velocidad con la que se puede adquirir una habilidad, como
programar un ordenador.

Se muestra una prueba para determinar la capacidad de memoria operativa. (¿Por qué no
se la aplica el lector a sí mismo?) ¿Coinciden los resultados con su estimación de su
memoria operativa? No es de sorprender que exista una relación entre memoria
operativa y capacidad cognitiva, dado lo profundamente que afecta la memoria
operativa a una amplia serie de tareas cognitivas complejas, no todas ellas tan triviales
como calcular una propina. Las preguntas más interesantes siguen en pie: ¿Por qué las
personas difieren tanto en la capacidad de memoria operativa y dónde radican
exactamente las diferencias? Si entendiéramos con mayor precisión los componentes de
la memoria operativa y cuáles son los aspectos más decisivos para el logro cognitivo en
el mundo real, seríamos capaces de desarrollar métodos para entrenar y ejercitar la
memoria operativa de un modo que pudiera mejorar su funcionamiento y,
consecuentemente, optimizar el repertorio cognitivo de una persona.

De la memoria primaria a la memoria operativa: breve historia


La idea de que existe una forma específica de memoria que almacena la información
temporalmente al servicio de la cognición que está ocurriendo no es nueva, pero las
ideas referentes a la naturaleza y función del almacenamiento a corto plazo han
evolucionado considerablemente durante los últimos cien años. Los diversos términos
utilizados para designar este sistema de almacenamiento han cambiado a lo largo de los
años desde memoria primaria a memoria a corto plazo yamemoria operativa. ¿Por qué y
cómo ha sucedido esto?

William James: memoria primaria, secundaria y consciencia


La primera discusión sobre una distinción entre los sistemas de almacenamiento a corto
plazo y a largo plazo la planteó el psicólogo pionero norteamericano WilliamJames, a
finales del siglo XIX. James llamó a estas dos formas de memoria, memoria primaria y
memoria secundaria, utilizando estos términos para indicar el grado de relación de la
información almacenada con la consciencia. En opinión de James, la memoria primaria
es el depósito inicial en el que se puede guardar la información y donde se tiene
disponible para la inspección consciente, la atención y la introspección. De este modo,
dicha información estaría siempre disponible.

En palabras de James: Un objeto de la memoria primaria, por lo tanto, no se recupera:


nunca estuvo perdido». Distinguió entre memoria primaria, con un sistema de
almacenamiento a largo plazo, y memoria secundaria, de la cual no se puede recuperar
la información sin iniciar un proceso cognitivo activo. El eslabón entre memoria
operativa y consciencia que James pretendía describir sigue siendo una parte esencial de
gran parte del pensamiento actual; la cuestión de si somos o no conscientes de todo el
conteni- do de la memoria operativa está, aún, abierta al debate. Algunos modelos
actuales sugieren que tan sólo un subconjunto de la memoria operativa se experimenta
de forma consciente.

Estudios iniciales: caracteristicas de la memoria a corto plazo


Pese a la existencia de los trabajos preliminares de James referentes al sistema de
almacenamiento a corto plazo de la información, no se realizaron estudios
experimentales de las características de este sistema hasta la década de los cincuenta.
Parte de la razón de este descuido fue el predominio del enfoque conductista en la
primera mitad del siglo XX, el cual desplazó el foco de atención de las investigaciones
lejos de los estudios cognitivos. Entonces, George Miller, un teórico cognitivo pionero e
influyente, aportó pruebas detalladas de que la capacidad de almacenamiento de la
informa-ción a corto plazo es limitada.

En lo que resultó ser uno de los párrafos iniciales más provocativos de un artículo de
Psicología cognitiva, Miller decía: «Mi problema es que he sido perseguido por un
número entero. Su cifra me ha seguido dondequiera que fuera, se ha introducido en mis
datos más privados y me ha asaltado desde las páginas de los periódicos más conocidos.
Dicha cifra adopta una serie de disfraces, unas veces se hace algo mayor y otras algo
menor de lo habitual, pero nunca cambia tanto como para ser irreconocible. En su
artículo titulado «El mágico número siete, más o menos dos» («The Magical Number
Seven, Plus or Minus Two») Miller apuntó que las personas sólo pueden mantener unos
siete elementos activos en el almacén a corto plazo y que esta limitación influye en la
ejecución de una amplia serie de tareas mentales.

Breve duración:
Una idea básica respecto a la memoria a corto plazo era que sólo se podría disponer de
la información durante un período muy breve de tiempo si no se repetía mentalmente.
Se ideó una técnica experimental de estudio de la memoria a corto plazo, llamada tarea
de Brown y Peterson, para comprobar esta idea. Por norma general, se les presentaba a
los sujetos una tanda de tres consonantes que tenían que memorizar y luego se impedía
que la repitieran mentalmente es decir, que se recitaran las consonantes a sí mismos),
por ejemplo, pidiéndo- les que contaran desde 100 hacia atrás de tres en tres. Después
de demoras de diversa duración, se les pedía a los sujetos que recordaran la tanda de
consonantes. Evaluando la relación entre la exactitud del recuerdo y el intervalo de
demora se evidenció la evolución temporal del olvido. Tras un intervalo tan corto como
seis segundos, la exactitud del recuerdo disminuía hasta un 50% y el recuerdo era casi
nulo a los 18 segundos. Estos hallazgos indicaban la brevedad del almacenamiento a
corto plazo.

Pronta accesibilidad:
El alto nivel de accesibilidad a la información almacenada en la memoria corto plazo se
demostró en una serie de estudios clásicos dirigidos por. Vemos ahora estos hallazgos
con más detenimiento. Una cantidad variable de elementos, tales como dígitos (la serie
de memoria), se presentaron brevemente a sujetos en el inicio de un ensayo y luego se
retiraron durante un intervalo de tiempo mínimo. Después de ese intervalo, apareció un
elemento de prueba y los sujetos debían indicar si dicho elemento coincidía o no con
uno de la serie de memoria.

El tiempo que se requería para responder debería reflejar la suma de cuatro cantidades:
(1) el tiempo requerido para procesar perceptivamente el elemento de prueba, (2) el
tiempo requerido para acceder a un elemento en la memoria a corto plazo y compararlo
con el elemento de prueba, (3) el tiempo requerido para tomar una decisión de respuesta
binaria (coincide-no coincide) y (4) el tiempo requerido para ejecutar la respuesta
motora necesaria. Sternberg planteó la hipótesis de que cuando se aumentaba el número
de elementos de la serie de memoria, la segunda catidad el tiempo total que se requería
para el acceso y la comparación se debería incrementar linealmente con cada elemento
adicional, pero las otras tres cantidades deberían mantenerse constantes.

Por lo tanto, la hipótesis de Sternberg defendía que cuando se representa gráficamente la


relación entre el tiempo de respuesta y el número de elementos de la serie de memoria,
el resultado debería ser una línea recta. Además, la pendiente de dicha línea debería
revelar el tiempo medio necesario para acceder a y comparar un elemento que se
mantiene en la memoria a corto plazo. Los resultados fueron los que se esperaban los
datos del gráfico formaban una línea recta casi perfecta y la pendiente indicaba un
tiempo de «acceso más comparación» de aproximadamente 40 milisegundos. La
hipótesis de que se puede acceder rápidamente a la información que se mantiene en la
memoria a corto plazo se vieron confirmadas, sin duda, por estos hallazgos.

Modelo de Atkinson y Shiffrin: relación entre la memoria a corto plazo


y la memoria a largo plazo:
El modelo de Atkinson y Shiffrin tuvo gran repercusión debido a que estableció un
enfoque comprensible del procesamiento de la información en la memoria.
Reconociendo el concepto estadístico de moda, este modelo se conoce todavía como
modelo modal de la memoria, el modelo que se cita con mayor frecuencia.

Hoy en día, el modelo modal no tiene la influencia que tuvo y muchos psicólogos están
a favor de una concepción diferente del almacenamiento a corto plazo, uno que no se
centre exclusivamente en su relación con el almacenamiento a largo plazo e in- cluya un
papel más dinámico que tan sólo el almacenamiento. Este cambio se vio reflejado en un
mayor uso del término «memoria operativa», que capta mejor la idea de que un sistema
de almacenamiento temporal podría aportar un útil espacio operativo en el cual realizar
actividades cognitivas complejas.

Modelo de Baddeley y Hitch: memoria operativa:


El concepto dinámico de «memoria operativa en contraposición a la naturaleza pasiva
de un simple almacenamiento de información es el núcleo del modelo de Baddeley y
Hitch, un sistema que consta de dos almacenes a corto plazo y un sistema de control.
Hay tres importantes características que diferencian de este modelo del de Atkinson y
Shiffrin.

En primer lugar, la función del almacenamiento a corto plazo en el modelo de Baddeley


y Hitch no es básicamente el de una estación de paso de la información en ruta a la
memoria a largo plazo. En vez de ello, la función primordial del almacena- miento a
corto plazo es permitir actividades cognitivas complejas que requieren integración,
coordinación y manipulación de múltiples bits de información representada
mentalmente. Así, en el problema de razonamiento presentado antes, la memoria
operativa se precisa para (1) mantener una representación mental de las dos letras y la
relación espacial que existe entre ellas, (2) proporcionar un espacio operativo para
analizar el juicio «B no sigue a A» y decidir si eso implica que «A sigue a B» y (3)
permitir la comparación entre las representaciones mentales de las letras y el juicio.

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