Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SISTEMA CORPORATIVO
RECINTO DAJABON
NOMBRE:
Juan Otoniel Rojas Díaz
MATRICULA:
1 - 19 - 9581
ASIGNATURA:
Procesos Cognoscitivos
PROFESOR:
Héctor Montas M.A.
FECHA
25 / 11 / 20
Este resumen trata sobre , la memoria operativa:
memoria operativa:
Pensemos en la memoria operativa como algo que contiene una pizarra mentall esto es,
con un espacio de trabajo, u operativo, que proporciona un almacén de mantenimiento
temporal de modo que la información que interesa sea muy accesible y se pueda
disponer de ella para inspeccionarla y computar datos. Una vez que se han llevado a
cabo las tareas cognitivas, la información se puede borrar fácilmente y el proceso puede
empezar de nuevo con otra información.
Se muestra una prueba para determinar la capacidad de memoria operativa. (¿Por qué no
se la aplica el lector a sí mismo?) ¿Coinciden los resultados con su estimación de su
memoria operativa? No es de sorprender que exista una relación entre memoria
operativa y capacidad cognitiva, dado lo profundamente que afecta la memoria
operativa a una amplia serie de tareas cognitivas complejas, no todas ellas tan triviales
como calcular una propina. Las preguntas más interesantes siguen en pie: ¿Por qué las
personas difieren tanto en la capacidad de memoria operativa y dónde radican
exactamente las diferencias? Si entendiéramos con mayor precisión los componentes de
la memoria operativa y cuáles son los aspectos más decisivos para el logro cognitivo en
el mundo real, seríamos capaces de desarrollar métodos para entrenar y ejercitar la
memoria operativa de un modo que pudiera mejorar su funcionamiento y,
consecuentemente, optimizar el repertorio cognitivo de una persona.
En lo que resultó ser uno de los párrafos iniciales más provocativos de un artículo de
Psicología cognitiva, Miller decía: «Mi problema es que he sido perseguido por un
número entero. Su cifra me ha seguido dondequiera que fuera, se ha introducido en mis
datos más privados y me ha asaltado desde las páginas de los periódicos más conocidos.
Dicha cifra adopta una serie de disfraces, unas veces se hace algo mayor y otras algo
menor de lo habitual, pero nunca cambia tanto como para ser irreconocible. En su
artículo titulado «El mágico número siete, más o menos dos» («The Magical Number
Seven, Plus or Minus Two») Miller apuntó que las personas sólo pueden mantener unos
siete elementos activos en el almacén a corto plazo y que esta limitación influye en la
ejecución de una amplia serie de tareas mentales.
Breve duración:
Una idea básica respecto a la memoria a corto plazo era que sólo se podría disponer de
la información durante un período muy breve de tiempo si no se repetía mentalmente.
Se ideó una técnica experimental de estudio de la memoria a corto plazo, llamada tarea
de Brown y Peterson, para comprobar esta idea. Por norma general, se les presentaba a
los sujetos una tanda de tres consonantes que tenían que memorizar y luego se impedía
que la repitieran mentalmente es decir, que se recitaran las consonantes a sí mismos),
por ejemplo, pidiéndo- les que contaran desde 100 hacia atrás de tres en tres. Después
de demoras de diversa duración, se les pedía a los sujetos que recordaran la tanda de
consonantes. Evaluando la relación entre la exactitud del recuerdo y el intervalo de
demora se evidenció la evolución temporal del olvido. Tras un intervalo tan corto como
seis segundos, la exactitud del recuerdo disminuía hasta un 50% y el recuerdo era casi
nulo a los 18 segundos. Estos hallazgos indicaban la brevedad del almacenamiento a
corto plazo.
Pronta accesibilidad:
El alto nivel de accesibilidad a la información almacenada en la memoria corto plazo se
demostró en una serie de estudios clásicos dirigidos por. Vemos ahora estos hallazgos
con más detenimiento. Una cantidad variable de elementos, tales como dígitos (la serie
de memoria), se presentaron brevemente a sujetos en el inicio de un ensayo y luego se
retiraron durante un intervalo de tiempo mínimo. Después de ese intervalo, apareció un
elemento de prueba y los sujetos debían indicar si dicho elemento coincidía o no con
uno de la serie de memoria.
El tiempo que se requería para responder debería reflejar la suma de cuatro cantidades:
(1) el tiempo requerido para procesar perceptivamente el elemento de prueba, (2) el
tiempo requerido para acceder a un elemento en la memoria a corto plazo y compararlo
con el elemento de prueba, (3) el tiempo requerido para tomar una decisión de respuesta
binaria (coincide-no coincide) y (4) el tiempo requerido para ejecutar la respuesta
motora necesaria. Sternberg planteó la hipótesis de que cuando se aumentaba el número
de elementos de la serie de memoria, la segunda catidad el tiempo total que se requería
para el acceso y la comparación se debería incrementar linealmente con cada elemento
adicional, pero las otras tres cantidades deberían mantenerse constantes.
Hoy en día, el modelo modal no tiene la influencia que tuvo y muchos psicólogos están
a favor de una concepción diferente del almacenamiento a corto plazo, uno que no se
centre exclusivamente en su relación con el almacenamiento a largo plazo e in- cluya un
papel más dinámico que tan sólo el almacenamiento. Este cambio se vio reflejado en un
mayor uso del término «memoria operativa», que capta mejor la idea de que un sistema
de almacenamiento temporal podría aportar un útil espacio operativo en el cual realizar
actividades cognitivas complejas.