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En les días a Jos que no alcanza nuestr:J memoria, l;w costumbres


tradicionales atraÍ3n a ios más destacados y los hombres moralnien te
· superiores se apegaban .firmemente_;¡¡ las antiguas costumbres y a las.
institucíones de sus antepasados. .·
. ClCERÓN

a) ¿QUÉ CLASE DE HOlVlBRES ERAJ."J


· LOS ROIVIANOS?
¿Qué clase de hombres fueron los romanos? Se sue1~
decir que los hombres se conocen mejor por sus hechos;
... por' tanto, para contestar a esta pregunta habrá que re-
1,)
currir, en primer lugar, a la historia romana para buscar
:.:-
"'o los hechos y, ,e~ s~gun~o lugar, a la Ifteratura para en-
contrar el espmtu n:~spuador de estosnechos. A los ro-
:li1ano.s .les hubiera c.omplacido que se ·}es ilizgara por su
'historia; para ellos histmia significaba hec·hos; en latín
se _dice res ge~tae, simplemente . "cosas }:lechas~' . De su
literatura se ha afirmado c_o n acierto que "se debe estu-
diar principahúente ' eón .e1 propósito de comprender su
historia, mientras que la historia griega se debe estudiar
principalmente con el propósito de compr~nder la litera-
turá griega" .. La respuesta parece entonces' que .sólo pue-
de darse mediante ·un estudio de la histor.ia romana, y .
.por consiguiente, que no debería aparecer: ~n el primer
capítulo sino en el_ último. Pero :este libro no es ,una
historia de ;Roma; pret~p.de su.scitar Ia reflexión de si ese
· pueblo no merece--un mayor estUdio, y torna 1a forma.
.. de breves bosquejos de ··ciertos aspec:tos de la .obra· re::tli- · ~-
H---... ~ ·'"''--· -·-~iap.-3.-ppr-lo.s rom~mos . . . . ..
. A través .de toda su historia, los romartbs sintieron de
tfñ inódo intenso<1ue existe una ''fuerza''•.ajena alliorri-· .!
;. bre,: considera~o _individual o colectiv:amente, que .éste
debe. tener en cuenta. Necesita el hombre sübordinarse
a algo~ Si rehusa, provoca el desastre; si ·:Se somete COI1_-
tra su :voluntad, se convierte en víc'tima.'de. úi1a fuerza
su:geriqr.;.,..ú~ace ~oluntariimente, descubre_que puede
elevarse a Ta"Cá'fegona de cooperador; por med1o. de. la. cp-
¡!.
operación puede vislumbrar la dirección e induso la·
finalidad de esa fuerza superior. La cooperación volun-
11
r:
L.
~8f¿--;;:;.;.,~~ª~--~z::;;; ..::·-~r ,;-~,;;;-:··-""·....,..-..,. ...--~-.:--~---.:
LOS ROMANOS 13
12 LOS ROMANOS
riores, cuando podía. no ser campesino ni soldado.
en víctima de una fuel7~ superior; sj lo hace volun- El destino del campesino es eJ trabajo f'inapJazable''
tariamente, descubre que puede elevarse a la c~te· porque las estaciones no esperan al hombre. Sin em-
goría de cooperador; .por ~edio. de la coo~era~ón bargo, con sólo su trabajo no logrará nada. Puede
puede vislumbrar la direccxón e mcluso la finalidad hacer planes y preparativos, labrar y sembrar, pero
de esa fuen.a superior. La co?pe~ación vol~n~a da tiene que esperar pacientemente la ayuda de fuert:as
a su obra un sentido de dedtcac1ón; las finahdades que no comprende y menos aún dom ·o a. Si puede
se hacen más claras, y el hombre se sien~e co~o J1acer que le sean favorables, lo hará, pero con fre-
agente o jnstrumento en su log!'O; en un mvel ~as ooencla sólo alcanza a cooperar; se entrega a ellas
alto, se llega a tener concíencta de una vocación, para que lo utiJicen como instrumento, logrando así
de una misión para sf y para los hombres que, como su propósito. I... as contingencias del tiempo y las pla-
él, componen el Estado. Cuando un general r~ma~o gas pueden malograr sus esperanzas, pero tiene Que.
celebraba su "triunfo'' después de una campana vtc- aceptar el pacto y tener paciencia. La rutina es 'a
toriosa cruzaba la ciudad desde las puertas hasta el ley de su vida; las épocas de siembra, germinación
templo' de Júpiter (más tarde, durante el Imperio, y recolección se suceden en un orden e..c;tablecido. Su
hasta el templo de Marte Ultor) y allí ofrecía al di?S vida es Ja vida misma de la Tierra. Si como ciuda-
"los triunfos que Júpíter babfa logrado por medza- dano se siente atraído al fin por la actividad política,
ción del pueblo romano". será en defensa de sus tierras o de sus mercados o
Desde los primeros días, podemos d~scubJir el'\ del trabajo de sus hijos. Para el campesino el co-
los romanos un sentido de dedicacjón, vago e ina~ nocimiento nacido de la experiencia vale más que la
ticulado al principio e· .i ndudablemente mezdado con toorfa especulativa. Sus virtudes on la honr-ddez y
temor. Luego se va expresando con más claridad, la frugalidad, la previsión y Ja paciencia, el csfuer·
y llega con frecuencja a ser móvil principal de la zo, la tenacidad y el valor, la independencia, la sen-
acción. En los últimos tiempos, se proclama clara- cHJez y Ja humildad frente a todo lo que es más
mente la misión de Roma <."'n la mayor insistencia poderoso.
en el momento mismo en que su realización había
~stas son también las vJrtudcs del soldado. Tam·
cobrado expresión visible y con el mayor entusiasmo
por gentes que no eran de cepa romana. Al princi- bién él ha de conocer el valor de Ja rutina, que forma
pio, este sentido de dedicacióJ) se ma~i~iesta en for- parte de la disciplina, ya que tiene que resl>On.de.r
mas humildes, en el hogar y en la fam1.ha; s~ am~lía casi instintivamente a cualquier llamada repentma.
a la ciudad·estado y culmina en la Idea 1mp~nal. Debe bastarse a sf mismo. El vigor y la tenacidad
Emplea diferentes categorías de pcnsamlento y dlver- del campesino son necesarios al soldado; su habili·
sas formas de expresión según los tiempos, pero su dad práctica contribuye a hacer de él lo que el sol-
esencia es siempre religiosa, ya que significa un sal- dado romano debe e · : albafiíl, zapador, abridor de
to má allá de la cxpcriencía. Lograda la mjsión, sus caminos y constructor de balates. Ha de trazar uo
bases cambian. campamento o una fortificación, medir un ten·eno
He aquí la cJave para el estudio del carácter ro- o tender un sistema de drenaje. Puede vivir en el
mano y de la hi toda de Roma. campo porque eso es lo que ha hecho toda su vida.
La mentalidad romana es )a mentalidad del cam· El oldado también sabe de ese elemento imprevisto
pesino y del soldado; no la del campesino ni la .del capaz de trastom~r el mejor de Jos pl~nes; tiene
soldado por separado, sino la del soldad~campesmo, conciencia de fuerzas invisibles y atribuye " uert~"
y, en general, esto es así hasta en las épocas poste- a un general victorioso a quien algún poder - el des-
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tino o Ja fortuna- utiliza como instrumento. Es mente romano, nacido de la experiencia romana. Sig-
]cal con las personas, los lugares y los amigos. nifica .. por una parte, el sentido de dignidad de la
Si asume una actitud política violenta será con el personalidad propia, peculiarísima y que se debe cul-
fin de conseguir, cuando las guerras terminen, tierra tivar y desarrollar hasta el máximo. Por otra, signi-
para labrar y una casa donde vivir, y con una lealtad fica el rewnocimiento de la personalidad de los
aún mayor recompensa al general que defiende su demás y de su derecho a cultivarla, y este reconocí·
causa. Ha visto muchos hombres y muchos lugares, miento implicá transigencia, dominio de sf, simpatía
y con la debida cautela imitará lo que le parez.ca y consideración.
útil; pero para é.J su hogar y sus campos nativos for-- Pero la frase más concreta y comú11 pa.r a definir
man "el rincón más risueño de Ja Tierra", y no de- la civilización es ••1a paz romana". Con esta idea
seará verlos cambiar. comprendió el mundo más fácilmente el cumplimien-
El estudio de la 11istoria romana es, en primer to de la mil\ión que el carácter, la experiencia y el
lugar, el estudio del proceso por el que Roma, siem- poder romanos habían llevado gradualmente al más
pre consciente de su misión, se convirtió penosa- aJ to nivel de conciencia y . que había cumplido deli-
mente, de la ciudad·estado sobre las Siete Colinas, beradamente.
en la dueña del mundo; en segundo lugar, el estudio En los primeros tiempos, el caudillo del pueblo
de los medios por los cuales adquirió y mantuvo su romano, para descubrir si el acto que el Estado se
dominio. Estos medios' fueron su singular capacidad
de convertir a los enemigos en amigos, y eventual- proponía realizar coincidía con la voluntad de los dio-
mente en romanos, aunque siguieran siendo españo- ses que regían el mundo, tomaba los u auspicio..o;;"
1es, galos o africanos. De ella derivaron su rom~mi­ fjjándose en los signos revelados ritualmente. Cice-
tas, su "romanidad... Romanitas es una palabra ron, al enumerar los principios f tmdamentaJes sobre
apropiada que el cristiano Tertuliano empleó p~ra los que descansa el Estado, concede el primer Jugar
dar a entender todo lo que un romano da por su- a ''la religión y a los auspicios", y por •taw,l)icios"
puesto, el punto de vista y la manera de pep.sar . de entiende esa ininterrumpida sucesión de !1ombrcs,
los romanos. Este vocablo es análogo a "civilización desde Rómulo en adelante, a quienes se les asignó el
romana" si se toma la palabra "civUización" en un deber de descubrir la voluntad de los dioses. Los
sentido estricto. Cjvj}ización es lo que los hombres "auspicios" y los colegios sagrados, las vestales y Jo
piensan.. sienten y hacen, así como los valores que demás, aparecen en las cartas de Símaco, nacido el
asignan a lo que piensan, sienten y hacen. Es cierto afio 340 d. c., uno de los más empecinados jefe
que sus ideas creadoras y sus criterios afectivos y de la oposición pagana al cristianismo, la 1·eligión
valorados dan por resultado actos que afectan pro- uoficial" del Imperio. Es Cicerón quie.n dice que el
fundamente el empleo de Jas cosas materiales; pero origen del poder de Roma, su desarrollo y su conser·
la civilización "material" es el aspecto menos im- vación se debian a la religión romana; Horacio de-
portante de la civilización, que en realidad reside en clara que la sumisión a Jos dioses dio al romano su
la mentalidad de los hombres. Como dijo Tácito imperio. Cuatro sjglos más tarde, San Agustín dedi·
(refiriéndose a los britanos), sólo el ignorante piensa ca la primera parte del más vigoroso de sus libros a
que los edificjos suntuosos y Jas comodidades y lujos combatir la creencia de que la grandeza de Roma
constituyen la civilización. El término latino huma· se debía a lo..o;; dioses paganos, y que sólo en eJlos se
nUas empleado en esta ocasión, era palabra favorita hallaría la salvactón del desastre que la amenaz.aba.
de Cicerón, y el concepto que ence1Taba peculiar- Puede ·muy bier. decirse, con palabras del griego Po-
libio (205-123 a. c.), que por lo demás era escéptico:
16 LAS VIBJAS OOSTUMBRBS
LAS Vl8JAS COSTUMBRES 17
"Lo que distingue al Estado romano y lo que le coloca en los fenómenos concretos, se definía lo que era
sobre todos los otros es su actitud hacia los dioses. vago, y, por decjrlo asf, se encauzaba su energía .ha-
Me parece que lo que oonsti tuye un reproche para cia el fin deseado. Y así como las actividades del
otras comunidades es precisamente lo que mantiene campesino y de su familia, ocupados en labrar el
consolidado al Estado romano -me refiero a su re~ campo, en tejer y cocinar y en criar a los hijos, eran
verente temor a los dioses", y emplea las mismas muchas, así la acción de esta fuerza se dividía en
palabras de San Pablo en la Colina de Marte en Ate· innumerables poderes nominados, que comunicaban
na . Polibio no llegó a ver el día en que, cuando los energía a Jos actos de la vida familiar. Todas las
bárbaros invadieron el Imperio Romano, la idea de operaciones diversas de la naturaleza y del hombre
la grandeza y la eternidad de Roma fue a su vez la -la vida multifonne de Jos campos, las habituales
que mantuvo la creencia en los dioses. ta.r eas del labrador, el diario trajín de su mujer, Ja
~rianza y el cuidado de los hijos- se realizaban en
b) LAS VIEJAS COSTUMBRES presencia y por la energía de estas vagas potencias
transformadas ahora en deidades carentes de forma.
La religión romana fue primero la religión de la fa. Acompañaban al acto de "denominar", es decir,
milia y, luego, de su extensión, el Estado. La fami- de invocar, oraciones y ofrendas de alimentos, de 1~
lia estaba consagrada y, por tanto, también el Estado. che y de vino y, en ocasiones, sacrificios de animales.
Las sencillas creencias de las familias y los ritos El paterjamilias, que era eJ sacerdote, conocía las
practicados por ellas se modificaron y ampliaron, en palabras y los ritos apropiados. Palabras y ritual que
parte por nuevas concepciones debidas a nuevas ne- ~eron pasando de padres a hijos basta que se fijaron
cesidades, y en parte por el contacto con otras razas mmutablem~nte. La más mfnima alteración en la
y culturas, al unirse las familias para constituir al- invocación o en la ceremonia podía impedir que el
deas y, por último, la ciudad de Roma. numen interviniera en el acto que el individuo o
Los antropólogos· han dado el nombre de "animis- la familia se proponía emprender, sobreviniendo en-
mo" a la etapa de la religfón primitiva en la que se tonces el fracaso. Los nombres de muchos de e,stos
supone que en todas las cosas reside una 11fuerza", dioses domésticos han pasado a Jas lenguas europeas :
un "espíritu'' o una "voluntad". Para el romano de Vesta, el espíritu del fuego del hogar; los Penates,
los primeros tiempos, el numen, fuerza o voluntad, preservadores de la despensa; los Lares, guardianes
residía en todas partes o, mejor dicho, se manifes- de Ja casa; pero había otros muchos. Las oraciones
taba en todo lugar por medio de ~a acción. Lo úni- eran diarias; la comida de la familia una ceremonia
co que se sabe de esta fuerza es que es capaz de religiosa en la que ofrendaban jncienso y libaciones.
obrar, pero su manera de actu.a r es indetenninada. Ciertos festivales se relacionaban con Jt>s difuntos, los
. En el reino del espíritu, cuya característica es la cuales se consideraban a veces como espíritus hosti-
acción, el hombre es un intruso. ¿Cómo podrá mi· les Y que había que expulsar, por lo tanto, de la casa
tigar el pavor que siente y cómo conseguirá que el por medio de ritos, otras como espíritus benévolos
numen realice el acto requerido, logrando para st ''Ja que se asociaban íntimamente a todas las fiestas y
paz de los dioses"? conmemoraciones de la familia.
Lo más urgente es "fijar'' esta fuen:a vaga de . Cuando éstas se unieron para fonnar una comu-
una manera aceptable para ella, )imitando o diri· rudad, el culto y el ritual de la familia fonnaron la
giendo su acción a algún fin vital del hombre. Se base del culto del Estado. Al principio, el rey era el
pensaba que al dar un nombre a su manifestación sacerdote y, cuando desapareció la monarquía, per·
18 LAS V!BJAS COSTUMBRES
LAS VlEJAS COSTUMB.RBS 19
duró el titulo de "rey de las cosas sagradas". Para turgja expresada en un idioma para él incompren-
ayudar al "rey" había "colegios" de sacer~otes, hom- sible, y que el pueblo tomara parte en ritos cuyo
bres cualesquiera, no de WJa casta especJal, colegas sentido apenas captaba y que, sin embargo, tenían un
para dirjgir el culto y las fiestas. Bl prjncipal colegio significado. Procesiones y días de fiesta, diversiones
era el de Jos pontifices, que conservaba el saber acu- y sacrificios, imprimían en la mente popular el cul·
mulado, dictaba reglas, registraba las fiestas y los to del Estado. Más tarde veremos cómo eJ alud de
principales aco tecimientos de significación· religiosa ideas religiosas griegas y orientales irrumpió sobre
para el Estado. Los pontífices produjeron un Dere- Roma y cómo se adoptaron los mitos y las leyendas
cho Sagl'ado ( ius divinum ). Los colegios D;lenores les para proporcionar el carácter pintoresco del que ca·
ayudaban; así las vírgenes Ves tales cwdaban deJ recia Ja religión nativa. Pues, especialmente en los
fuego del hogar del Estado, los augures interp~etaoon siglos v y ur a c., se introdujeron nuevos cultos en
los presagios que veían en el vuelo de los páJaros o la práctica religiosa del Estado, aunque en lo que
en las entrañas de un animal sacrificado; pues se toca al mito y al ritual ·quedaron inconfundibJemente
suponía que los dioses imprimían en los órganos marcados con el sello romano. Pero la influencia
delicados de un animal consagrado signos de apro- de esas ideas nunca llegó hasta el corazón de la an-
bación o desaprobación. Se concedía importancia na- tigua religión romana, inmutable en su naturaleza
cional a los festivales agrícolas de los labradores: la esencial. Con el aumento de los testimonios de la
recolección, la seguridad de los linderos, la pcrs~ literatura y de las inscripciones se ve claramente
cución de Jos lobos para ahuyentarlos de los c~mpos, que, tanto en la ciudad como en el campo, persistió
se convirtieron en asuntos importantes de la ciudad. la antigua religión. Los hombres cultos de)' último
Fueron adoptándose nuevas festividades que se anota- siglo a. c., versados en la filosofía y la crítica grie·
ban en un calendario del cual tenemos constancia. Bn gas, quizás considerasen esta r-eligión como una mera
un principio, Marte fue un dios de los campos, los forma; pero estos mismos hombres desempeñaban
campesinos-soldados, organizados para Ja guerra, lo cargos en Jqs colegios sagrados y fomentaban su
convirtieron en el dios de las batallas. A medida práctica en el Estado, y hasta en la familia. Augusto,
que el horizonte de los romanos se ensanchaba, nue- el primer emperador, no edificaba en el vacío cuan 6

vos dioses atrajeron su atención, e incluyeron en el do se propuso salvar del colapso al Estado restau-
Calendario deidades de las ciudades etruscas y de las rando la antigua religión romana y la moralidad
ciudades griegas de Italia. Júpiter, Juno y Minerva inherente a ella.
vinieron de Btruria; el griego Hefaistos fue equipa- Esta religión fria y un poco informe sostenía una
rado a Vulcano, que 1os romanos habian adoptado rígida moral, y la mitología no impedía eJ desarrollo
de sus vecinos etruscos. También había mucbas del· de esta moral. Homero había plasmado para los gric
dades "itáJicas", porque -si bien para símpbncar gos leyendas sobre los dioses en versos jrunortales
hemos hablado de "romanos"- Roma misma estaba - hasta que en una época posterior los criticos ob-
constituida por una fusión de tribus itálicas con jetaron que estos dioses eran menos morales que los
cultos propios, que indudablemcn te tendrían cierto hombres-. Los romanos, aparte de las fónnulas de las
aire de familia. oraciones, no tenían escrituras sagradas y, por tanto,
Los colegios se encargaban de establecer, regi~ no había ninguna moralidad mítica que destruir. Lo
trar y trasmitir, sin alterarlas, las fórmulas de in- que le interesaba al individuo era establecer re1aciones
vocación y de oración. En siglos posteriores, podía adecuadas con los dioses, no pecular acerca de su
darse el caso de que un sacerdote utilizase una li- naturaleza. Lo que a la ciudad le interesaba era lo mis-
20 J.AS VIBJAS COSTUMBRES LAS VJBJAS COSTUMBRES 21
mo, y se le permlúa al individuo entregarse a sus cr~ ligioso, y no podrá comprenderse la 1i teratura pos-
encías particulares, si así lo deseaba. La actitud roma- terior si las virtudes, a las que tan a menudo apelan
na siempre es ]a misma; )a toJerancia1 con tal de que el h~storiador y el orador, no se interpretan en este
no se perjudicara la moral pública y que no se atacara sentido. Estas ideas estaban ligadas al deber, im·
al Estado como Estado. El romano1 a medida que se puesto a la casa y al Estado, de adorar a los dioses.
dcsarrollaba 1 asignaba a los dioses su propia morali- Aquí es donde ha de encontrarse la raíz de ese sen-
dad. El proceso puede ilustrarse de Ja manera si- tido del deber que caracterizó al romano en su mejor
guiente: aspecto. A menudo le hacía parecer poco interesante,
Una de las primeras fuerzas que se indlviduaJizó pero podía llegar a ser un mártir por un ideal. No
fue el poder del sol y del cielo; a este poder se le discutía acerca de lo que era honorable o justo: sus
llamó Júpiter~ a no ser que Júpiter fuese el espíritu ideas eran tradicionales e instintivas y las sostenía
único del cual se individualizaron otros numlna. AJ con una tenacidad casi religiosa.
principio se acostumbraba prestar juramento al aire
libre~ bajo el cielo, donde no podía oc-ultarse ningún Ningán clamor de ltl plebe por el tn4l,
secreto a un poder que lo vefa todo. Bajo este as- ningún ceao tirano, cuyo fnmcfmfento puede matar:
pecto de fuer.la atestiguadora, Hércules recibió el es capaz de debilitar el poder que hac~ fuerte;
al hombre de firme y justa voluntad.
epíteto de Fidius 1 "el que se ocupa de la buena fe".
De nuevo aparece en escena la tendencia individua-
lizadora: se personificó el abstracto del epíteto Pides, Así de inflexible era el romano.
"buena fe''. Y el proceso continuó: se atribuyeron Quizás el concepto que mejor demuestra el pun· .
otros epítetos a Pides para designar Jas diferentes es· to de vista romano es el de genius. La idea del "gc>
feras en que Pides actuaba. nio" empieza por el pater familias 1 que al engendrar
Esta habilidad para abstraer una característica hijos se convierte en cabeza de familia. Se aísla su
esencial es parte del proceso mental del jurista. ~ carácter esencial y se le atribuye una existencia es·
romanos demostraron la capacidad de aislar lo 1m· P.lritual aparte; di.rige 1a familia, que le debe su con-
portante y buscar sus aplicaciones; de aquí su juns- tJnuldad y busca su protección. Asf, como un eslabón
prudencia. Bn el tipo de especulación que exige urla en ese misterioso encadenamiento de hijo-padre-hijo-
imaginación creadora, pero que casi parece hacer padre, el individuo adquiere un nuevo signifkado; se
caso omiso de·los dat~ de la experiencia, fracasaron. sitúa contra un fondo que, en lugar de una superficie
Pero lo más importante es que el aislamiento de las continua, está fonnado por fragmentos dotados de
ideas morales daba a éstas un nuevo realce. En el fonna, teniendo uno de ellos la suya propia. Su "ge-
hogar y en el Estado las ideas morales ocuparon un nio,, por tanto, es lo que 1e coloca en una relación
lugar semejante al de las "fuerzas" mismas. Bran especial respecto a Ja familia que existió antes que él
y que ha perecido, y respecto a la familia (}lle ha de
cosas reales en sf 1 y no creadas por la opinión; tenían nacer de sus hijos. Una cadena de misterioso poder
validez objetiva. No es necesario indicar que las une la familia de generación en generación. A su
cualidades abstractas apenas pudieron haber inspira- "genio" se debe que él, un hombre de carne y hueso,
do un sentimiento religioso fervoroso, pues tampoco pueda ser un eslabón en esa de cadena invisible.
lo lograron las "fuerzas11 • Además 1 estas. cualidades Recuérdese la costumbre, en realidad el derecho,
pronto fueron personificadas en una larga serie de según el cual las familias nobles instalaban en un
"romanos nobles". La cuestión es que las ldeas mo- nicho, en Ja sala principal de la casa, máscaras de
rales estaban envuelt~ en la santidad deJ culto re-
22 LAS VIeJAS COSTUMBRES LAS VIBJAS COSTUMBRES 23
cera al principio y, más tarde, bustos de los antepa· vez, de una "Providencia" que la protege, y de una
sados merecedores del agradecimiento de su familia misión que aquélla está cumpliendo.
o del Estado. Estos bustos se asociaban a los ritos Ya sabemos que en el hogar del campesino la es--
domésticos más solemnes del hogar. No se trataba posa ocupa un lugar de autoridad y responsabilidad.
de un culto de los antepasados ni de apaciguar a Jos Entre Jos romanos la mujer estaba, teóricamente,
desaparecidos; sino más bien de una prueba de que bajo la tutela del marido, y según la ley no disfru·
ellos y todo Io que representaban vivían aún y ali· taba de derechos. Pero no se la mantenía en reclusión
mentaban la vida espiritual de la familia. como en el hogar griego. Compartfa la vida de su
Fue un paso insignificante en el desarrollo de la marido y, como esposa y madre, creó un modelo de
idea de "genio" el atribuir a cada hombre, que es un virtudes envidiado en edades posteriores. La autori-
pater fmn.ilüzs en potencia, un genio, y a cada mujer, dad paterna era estricta, por no decir severa, y los
una Juno; ya de esto existían precedentes entre Jos padres recibían el respeto de sus hijos, que participa-
griegos. Pero el concepto primitivo de genius era ban en las dh•ersas ocupaciones en el campo, en
susceptible de expansión. Así como el genio de una la aldea y en la casa. Los padres se encargaban de la
familia expresaba la unidad y la continuidad a través educación de los hijos, siendo ésta de tipo "práctJ-
de generaciones sucesivas, más tarde se atribuyó el co'J; incluso las viejas leyendas apuntaban hacia una
genio a un grupo de hombres unidos, no por Jazos moraleja, y la ley de las Doce Tablas se aprendía de
de consanguinidad, sino por una comunidad de p~ memoria.
En tiempos posteriores, se afloró la primitiva sen-
pósltqs e intereses durante etapas sucesivas. El grupo cillez de los primeros tiempos, que si.n duda fue
adquiere un ser propio; el todo significa más que sus idealizada. Pero no se trata de un mito; lo atesti-
partes, y ese plus mlsterloso que se agrega es el "ge.. gua la literatura de los siglos m y ll a. c., pues en
nio". Así, en los primeros tiempos del Imperio te. esa época escribieron gent.es que habían conocido a
J

nemos noticia del genio de una legión ; un oficial hombres educados en esta fonna. Las "viejas cos-
de hoy día convendrá gtistoso en que la "tradición tumbres" sobrevivían corno realidades y, todavfa más,
del regimiento" expresa débilmente lo que él siente.; como ideales. Al enumerar las virtudes que a través
el genio es algo más personal. Así también encon· de su hlstoria los romanos consideraron como típi·
tramos el genio de una ciudad, de un club, de una ca m en te romanas, debemos relacionarlas c<>n las cua·
sociedad mercantil. Se habla del genio de las dis-- lidades autóctonas, con las ocupaciones y modo de
tintas ramas de la administración pl1blica -por ejem- vida, con la lucha de los primeros tiempos por sobre·
plo, de la casa de la moneda y de Jas aduanas- y vivir y con la religión de los primeros siglos de la
es natural que pensemos en nuestros "altos ideales RepóbUca. Se verá que componen una soJa pieza.
y tradiciones del servicio pl1blico". l.Qs romanos te- En todo catálogo de virtudes figura en primer
nían una asombrosa facultad de darse cuenta de la lugar alguna constancia de que el hombre debe re<»
personalidad de una "corporación". Dinamos que eran nocer su subordinación a un algo externo que ejerce
extraordinariamente sensibles al espíritu que la ani· una "fuena vinculatoria" sobre él, a la que se llamó
maba y esto es lo que decían literalmente cuando religio, término que tiene una amplia aplicacJón. De
hablaban de un "genio", Y no es sorprendente que en un "hombre religioso" se decía que era un hom-
el Derecho romano, el derecho de "corporaciones" bre de la más alta pietas, y pie.ta.s es parte de esa
alcanzara un alto grado de desarrollo. subordinación de la que hemos hablado. Se es plus
La fuerza que ha guiado en el presente guiará en respecto a los dJoses sl se reconocen sus dere-
el futuro, y asJ el gentus de Roma tiene mucbo1 a la
US VIBJ'AS COSTUMBRES lAS VIBJAS COSTUMBRES 25
chos ;. se es plus respecto a los padres, Jos mayores, ideal. Las cualidades que ayudaron al romano en sus
los hijos y los amigos, respecto a la patrla y a los primeras luchas con la naturaleza y con sus vecinos,
bienhechores y respecto a todo lo que puede provocar continuaron siendo para él las virtudes supremas. A
el respeto y quizás el afecto, si se reconocen sus de- eJJas les debía que su ciudad-estado se hubiera ele-
reChos sobre uno y se cumple con el deber en con- vado a un nivel superior al de la vieja civilización
formidad con eUos. Los derechos existen porque Jas que la rodeaba -una civilización que juzgaba ende-
relaciones son sagradas. Las exigencias de pietas y ble y sin nervio cuando no estaba fortalecida por las
de offícium (deber y servicios) constituyen por sf mismas virtudes que él había cultivado con tanto
solas un voluminoso código, no escrito, de sentimien- esfuerzo-. Quizás puedan sintetizarse estas virtudes
to y conducta que estaba más allá de la ley, y era en una sola : severitas, que significa severidad con
lo bastante poderoso para modJficar en la práctica las uno mismo.
rigurosas disposiciones del derecho privado a las que El modo de vjda y las cuaHdades de carácter aquí
se acudía sólo como un último recurso. descritos resumen las mores maiorum, las costum·
Gravitas significa "un sentido de la importancia bres de los antepasados, que son una de las fuerzas
de los asuntos entre manos", un sentimiento de res- más poderosas en la historia romana. En el senti·
ponsabilidad y empefio. Es un término aplicable a do más amplio, la frase puede abarcar la constitución
todas las clases sociales : al estadista o al general política y el armazón jurídico del Estado, aunque ge-
cuando demuestra comprender sus responsabilidades, neralmente se afiadan palabras tales como instituta,
a un ciudadano cuando da su voto consciente de la jnstituciones, y teges, leyes. En el sentido más limi·
importancia de éste, a un amigo que da un consejo tado, la frase significa el concepto de la vida, las
basándose en la experiencia y considerando el bien cualidades morales, junto con las normas. y los pre-
de uno; Propercio lo emplea cuando asegura a su cedentes no escritos inspiradores del deber y la con-
amante la "seriedad (gravitas) de sus intenciones". ducta, componiendo todo ello una sólida tradición
Bs lo opuesto a levitas, cualidad despreciada por los de principios y costumbres. A esta tradición se ape-
romanos, que significa frivolidad cuando se debe ser laba cuando algún revolucionario atentaba violenta-
serio, ligereza, inestabilidad. Gravitas suele ir unido mente contra la práctica política, contra las costum·
a constantia, firmeza de propósito, o a firmitasl te- bres religiosas, o contra Jas normas de moral o del
nacidad. Puede estar moderada por la comitas, que gusto. La insistencia de esta apelación, repetida por
significa la atenuación de la excesiva seriedad por la el ·orador y el poeta, el soldado y el estadista, demos-
desenvoltura, el buen humor y el humor. DiscipliM tró que la tradición no perdió su fuerza ni en Jós
es la formación que da la fim:tcza de carácter; in- tiempos más turbulentos ni en las últimas épocas.
dustria es el trabajo arduo; virtus, la virilidad y la Los reformadores podían pasar por alto la tradición,
energía; c.lementla, la disposición a ceder en los pero no podían burlarse de ella, y ningón romano
derechos propios; frugalitas, los gustos senci11os. soñaba con destruir lo que era antiguo simplemente
~stas son algunas de las cualidades que más ad· porque fuese antiguo. Desde fines de la segunda
miraban los romanos. Todas ellas son cua1idades mo- Guerra Púnica, junto con la reverencia por los nobles
rales ; cualidades que probablemente resultarán ín- romanos que personificaban esta noble tradición, em·
sfpidas y poco interesantes. No hay nada entre ellas pezó a oírse una nueva nota: la nota de las lamen-
que sugiera que la capacidad intelectual, la imagina· taciones por la desaparición de algo valioso que es-
ción, el sentido de la belleza, el ingenio, el atractivo taba demasiado remoto para poderlo restaurar en
personal1 fuesen considerados por ellos como un alto aquella corrompida época. Surge esta nueva nota

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