Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cede: Zacapa.
"Os ruego, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos
como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: éste es el culto que debéis ofrecer"
(Rom12,1).
A modo de introducción
Toda expresión cultual está constituida por ritos que exigen tiempos y lugares
sagrados. Y lo son porque hay hierofanía.
incluso comunes a todos los pueblos, como por ejemplo, la oración, el sacrificio, las
fiestas, los templos, etc,. Estas formas, sin embargo, adquieren expresiones diversas
no sólo debido al elemento cultural, sino debido igualmente al contenido al que
hacen referencia.
Para comprender el significado del culto en el Nuevo Testamento, hay que pasar revista a
los fundamentos del culto hebreo como la base cultual del culto cristiano. La forma del
culto hebreo tiene dos elementos esenciales, por un lado, el pueblo hebreo recibió de su
contexto cultural un conjunto de creencias, de ritos y de prácticas religiosas que les acercan
a los pueblos del Oriente Medio; por otro, Israel encontró a Dios en su historia a través de
acontecimientos que están en el origen de su constitución como pueblo.
Aunque tenían formas idénticas a cultos de otras religiones circunvecinas tenían unas
particularidades propias de su espiritualidad monoteísta. El rito del cordero, por ejemplo,
era propio de los pastores nómadas y seminómadas del desierto; lo realizaban las familias y
las tribus al comienzo de la primavera; la sangre del cordero, con la que en tiempos más
antiguos se rociaban los soportes de las tiendas de los pastores.
El rito de los ácimos era propio de los agricultores sedentarios; consistía en unos panes que
se hacían en primavera con la nueva cebada, sin levadura, para significar que, con el
comienzo del año, todo debía ser nuevo y sin relación alguna con el año viejo.
Con los acontecimientos del Éxodo, el culto de Israel queda íntimamente vinculado a la
revelación del Señor (vuvh) (Biblia Hebráica Stuttgartensia, 1990) el Dios de la liberación
de Egipto, el Dios de la alianza. Israel deberá salir de la tierra de la esclavitud para ir a dar
culto vuvh en el desierto. Esto implicará para los hebreos no sólo el abandono de la tierra
Eliezer Contreras Guzman
Cede: Zacapa.
de Egipto, sino también el abandono de las divinidades paganas para una conversión al
culto del Dios verdadero, el Dios de su liberación y de la alianza:
"Yo os haré mi pueblo, seré vuestro Dios, y vosotros conoceréis que yo soy Yavé,
vuestro Dios, el que os libró de la servidumbre egipcia" (Ex 6:7)
El hecho es de particular importancia: Dios se presenta como el Dios de los padres: "el
Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob", anteriormente invocado como "El Saddhai" y al
mismo tiempo se presenta como el Dios "liberador de su pueblo"
El culto de la comunidad cristiana está todo en referencia a Jesús, y sobre todo al misterio
de su muerte y resurrección. El culto de la iglesia está en la línea de la actuación de la
historia de la salvación, por lo cual es presencia y acción de Cristo. La noción de culto, en
la perspectiva del Nuevo Testamento, cumplimiento del Antiguo Testamento, adquiere una
significación original y nueva, en total relación a Cristo, del cual es "como el ejercicio de
su sacerdocio". En este culto los signos sensibles significan y cada uno a su manera
realizan la santificación del hombre, y así el cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la
cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro". Usando, pues, la categoría del
Eliezer Contreras Guzman
Cede: Zacapa.
Esa es la propuesta que realiza Pablo y enfatiza como ortodoxa del culto cristiano y que
menciona en su primer Carta los de Corinto, por las patologías litúrgicas evidentes que
permeaban a la comunidad.
Jesús se presenta en la línea de los profetas, que exigen la primacía del espíritu sobre el
rito. Ser creyente de la buena noticia implica una conversión profunda y radical (Marcos
1:14-15). En cuanto al culto, con Cristo tenemos un salto cualitativo: él mismo, con toda
su vida, personifica y ejemplifica el culto debido al Padre. Cristo no condena el culto de su
pueblo; él mismo participa en él; pero exige, por una parte, la pureza del corazón, sin la
cual los ritos son vanos y, por otra, declara su fin, porque en su persona se realiza un nuevo
templo y culto. Con Jesús se concluye la época profética de la figura
y del anuncio; termina el culto vinculado a lugares particulares y se inaugura el culto "en
espíritu y en verdad" (Jn 4:24) No se trata de un culto ofrecido "de modo espiritual y no
corporal" o de un culto solamente interior: más bien se trata de un culto que tiene como
principio vital al mismo Espíritu Santo.
Eliezer Contreras Guzman
Cede: Zacapa.
El culto en espíritu y verdad, por consiguiente, es el culto ofrecido con toda la propia vida,
como lo vivió y ejemplificó Cristo mismo. Jesús no formó parte de la casta sacerdotal; en
términos actuales podríamos decir que fue un laico; ni siquiera se dice que haya ofrecido
sacrificios rituales. En cambio, vemos que el culto antiguo, ritual, externo, convencional,
Cristo lo sustituye por un culto real, personal, ofrecido con la vida.
Esto debido a que las practicas religiosas realizadas por la comunidad israelita desde
crearon una religión vacía y sin espiritualidad transformadora. Una religión que ayuda a los
sectores dominantes de la sociedad y que menoscaba la espiritualidad genuina. Así lo
evidencia J. M Yinger en su libro La religión como factor de integración (Yinger, 88)
Su ofrenda constituye la plenitud del culto, su máxima perfección; mediante este culto,
Dios es plenamente glorificado y el hombre realmente salvado. Con la muerte de Cristo
cesa el antiguo sacrificio ritual ofrecido en el templo y comienza un culto que no consistirá
ya en sacrificios de cosas, por muy correctas actitudes interiores que los acompañen, sino
en la ofrenda de la vida.
El culto de la iglesia tiene su centro en Cristo. Aquí radica su identidad, y también la clave
de su relación con el culto del Antiguo Testamento. La confrontación entre la muerte de
Eliezer Contreras Guzman
Cede: Zacapa.
Cristo y las tradiciones cultuales del Antiguo Testamento manifiesta al mismo tiempo
semejanzas y diferencias sustanciales.
Este es tema de especial importancia y atención para el autor de la carta a los hebreos.
Comparado con los diversos tipos de sacrificios rituales, el acontecimiento de la muerte y
resurrección de Cristo manifiesta su riqueza interna: el valor de un sacrificio de expiación,
de alianza, de consagración, de acción de gracias y de alabanza.
El culto cristiano tendrá todos estos aspectos, pero dejando suficientemente en claro la
continuidad y la diferencia. "La percepción de esta diferencia profunda se mantiene en la
expresión litúrgica del culto cristiano. Hay que evitar totalmente la vuelta a un culto
simplemente ritual, externo, convencional. El culto cristiano no consiste en el
cumplimiento exacto de ciertas ceremonias, sino en la transformación de la existencia
misma, por medio de la caridad divina.
En el texto del tratado teológico de Pablo, la Carta conocida a los Romanos, Pablo habla de
un culto con lógica, con racionalidad. El termino griego es logikhn, que puede ser
traducido como “razonable, o espiritual”. Es el adjetivo que califica a latreian que es el
servicio cultual. (Lacueva, pág. 641)
En este sentido, la entrega del creyente debe ser en una correlación con los tipos del
Antiguo Testamento, solo que no con los mismos elementos, sino él mismo, “un sacrificio,
vivo, santo y agradable a Dios.”. (Romanos 12:1-2)
Eliezer Contreras Guzman
Cede: Zacapa.
A modo de Conclusión
La actividad apostólica, por consiguiente, es considerada por Pablo como una liturgia, "la
tarea sagrada del evangelio" (Rom 15,16), en virtud de la cual puede ofrecerse el único
sacrificio agradable a Dios, la ofrenda de la vida en el Espíritu Santo.La noción integral de
culto cristiano, con todas las componentes propias del culto y expresivas de la actitud
específica que nos viene de la plenitud de la revelación de Cristo.
"Me ha sido dada por Dios la gracia de ser ministro de Jesucristo para los gentiles
ejerciendo la tarea sagrada del evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles
sea agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo" (Rom 15,15-16).
Por eso el templo material donde se celebraba el culto del Antiguo Testamento ha sido
sustituido por la comunidad misma, "cuerpo de Cristo resucitado " (1 Cor. 12,12), verdadero
pueblo sacerdotal que adora, en Cristo y por Cristo, al Padre "en espíritu y en verdad" (Jn.
4,23-24).
Bibliografía
1. Aldazábal J., La identidad de la liturgia cristiana según el N.T., en "Phase" 133 (1983)
2. Cullmann O., La fe y el culto en la Iglesia primitiva, Studium, Madrid 1971;
3. De Vaux R., Instituciones del Antiguo Testamento, Herder, Barcelona 1964;
4. Valera Juan, El culto Cristiano , origen, evolución y actualidad. Clie Madrid. 2002
5. Richard, Robert. Teología de la secularización. Sigueme. Salamanca. 1969
6. Furstenberg, Friedrich, Sociología de la Religión, Sigueme, Salamanca. 1976
7. Eliade, Mircea, Lo sagrado y lo profano , Paidos, Madrid. 1998
8. La Cueva, Francisco, Nuevo Testamento Interlineal. Clie. España. 1984
9. Cox, Harvey, La ciudad secular. Sigueme. España. 1969
Eliezer Contreras Guzman
Cede: Zacapa.