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CARTAS DE S.

JUAN DE ÁVILA
12 de noviembre
Carta 1: dirigida a fray Luis de Granada.
Motivación
Le acaban de nombrar predicador a fray Luis de Granada y quiere que Juan de Ávila le
dé una serie de consejos a observar para que su ministerio sea fructífero.
Sorprende el cariño y desvelo de s. Juan de Ávila en la exposición de estos.

Doctrina avilista
 Instrumento pobre para anunciar sublimidades. Todo nos es concedido por Cris-
to, somos semejantes a Él.
 Ganar almas: ganar a los perdidos y dar vida a los oyentes, confortar,…
 Padres del espiritual ser. Que conozcan a Dios sus hijos.
 Gloria sólo a Dios. Almas en las que Cristo sea aposentado y nosotros olvidados.
 Ser buenos hijos, llevando a los hijos espirituales hasta Dios, sufriendo con per-
severante amor. Comparación casamiento de una hija.
 Fortaleza de la gracia. Dios más fuerte que el pecado. Espíritu ayuda a sobrelle-
var los peligros y las cargas del acompañamiento espiritual.
o Hijos no de palabra, sino de lágrimas, refleja inexperiencia.
o El sufrimiento conlleva búsqueda de conversión interior.
o Valor de la oración por los hijos espirituales.
 Requerimientos en la paternidad espiritual:
o Tener corazón
 tierno, de carne: para compadecerse, comprender.
 de hierro: aguantar dolores de perdición.
o Capaz de llorar con unos y reír con otros –empatía–.
 Consejos de maestro errante, para evitar yerros en él.
o No dependan de él, sino de Dios. Que puedan crecer espiritualmente y no
hagan que el padre espiritual pierda su tiempo dedicado a Dios.
 Cuando busquen más de lo debido, mandar a la oración.
 Sean capaces de resolver por sí mismos ciertos problemas.
 Buscar no consuelo de los hombres, sino de Dios en la turbación.
o No remediar necesidades corporales, si no indicando el modo.
 Sólo intervenir en los verdaderos casos que afecten al alma.
o No compartir interioridades, no fiar, no hay garante de secreto.
o Animar a que comulguen preparados, con devoción.
 Que habite verdadera conversión, quitando pasiones, para comul-
gar y sea provechoso sin que sea rutina.
o La confesión frecuente, pero en momentos establecidos.
 Exista quietud para el confesor y pueda meditar.
 Exponer un tema con el auxilio del secreto de confesión no tiene
por qué ser verdadera confesión –no es materia de confesión–.
o Vida de silencio. No vaciar el corazón prontamente.
 Consejos para la propia vida:
o Acudir con frecuencia a los sacramentos de la confesión y la comunión.
o Hacer lectura espiritual, desde devocionarios.
o Oración. Sobre todo la mañana y la tarde, y la Eucaristía.
 Ayudados de lectura, meditar sencilla y humildemente y esperan-
do lo que el Señor quiera decir.
 Oración de acción de gracias y petición de perdón.
o Obras de caridad, no dejar de hacer lo propio.
 Ni todo recogimiento, ni todo acción.

Actualización a mí y a hoy
Me ha llamado mucho la atención la generalidad de todos los consejos que le da. Se po-
dría decir que le da todas las claves necesarias para ejercer bien su ministerio, pero des-
de una experiencia personal muy interior de poner a Dios como punto de mira, y no ser
él el protagonista.
Cuando expone los consejos, me han llamado mucho la atención los que se refieren a
cómo tiene que el padre espiritual llorar por sus hijos, tenerlos muy dentro de su cora-
zón, ser tierno y comprensivo con ellos como lo es Dios, reír con unos a la vez que llo -
rar con otros,…, y muchos más consejos de un pragmatismo apabullante. Todo orienta-
do a la oración, a mejor contemplar a Dios y ponerse a su disposición y escucha en el si-
lencio.
Hoy estas palabra de s. Juan de Ávila no hace falta actualizarlas, son ya de por sí muy
actuales. Sorprende ver que muchos de sus consejos, aquí plasmados, que invitan a des-
cubrir la profundidad del ministerio a que se es llamado han sido incorporados y hechos
propios por muchos documentos de la Iglesia.

Cartas 45-46: dirigidas a Juan de Dios.


Doctrina avilista
45:
 Llamamiento a la misericordia y a tratarse con caridad.
o A imitación de Cristo.
 Juan de Ávila le desea a Juan de Dios que su apostolado sea fructífero.
o Matiza su apostolado, no afanarse por ayudar y no ayudarse a sí mismo.
 Llamamiento a retomar la vida de oración y de piedad.
o Evitar momentos de tentación andando con mujeres.
 Ejemplos bíblicos. Ejercicio de la prudencia.
 Las necesidades para llevar a cabo la obra que Juan de Dios quiere realizar:
o No preocuparse. Vuelva a insistir al benefactor y si no Dios proveerá.
46:
 Saludo e invitación a tener al tanto de lo que pase.
 Más vale morir que ser desleal al Señor.
o Nos ha ganado perdiendo su vida, por ello debemos guardarnos.
o Camino para ser fiel: la prudencia.
 Vasta que el hombre sea necio una vez para escarmentar toda su vida.
o Obligados a buenas costumbres para no enojar al Señor y dar gusto al demonio.
o Cuidar vida de piedad… ¿qué aprovecha todo el bien que otros hacéis?
 Para agradar al Señor no hay como tener un alma limpia y agradable.
o Así damos gloria y servimos para lo que Dios nos creo.
 Seguir en la vocación propia a la que Dios nos llamó.
 Recomendación final para perseverar y ofrecimiento de lo que tiene: oración.

Actualización a mí y a hoy
En la carta 45 se plasman, de un modo maravilloso, los consejos que san Juan de Ávila
brinda al joven Juan de Dios para comenzar su apostolado de los pobres. Me ha llamado
la atención el pragmatismo de sus cartas, los sabios consejos que le ofrece.
A mí personalmente me ha llamado mucho al ejemplo de la actitud de Juan de Dios de
“a todos saquéis el pie del lodo y vos quedéis en él”, por tener una dimensión plástica
sin igual. Afanarse por llevar y realizar muchas obras, pero descuidar la propia celebra-
ción de la fe no es bueno… y ese es un sabio consejo que san Juan de Ávila le da a san
Juan de Dios, y que creo que, junto con el ser prudente con las mujeres, son los nuclea-
res de la carta, y que nos llaman a cuidar nuestras relaciones con los demás, pero sobre
todo con Dios.
En la segunda carta le veo como un padre… parece que se preocupa sobre manera para
que Juan de Dios se comprometa, que lleve a la práctica aquello que plasma en el papel.
Le invita a no dejar la vida de fe y seguir la vocación, el plan que Dios tiene, para así
darle agrado.
Estas dos cartas, en la actualidad, para mí hacen una llamada a no perder el ánima su
pesebre. Una llamada a perseverar y a tener como base y pilar la celebración de la fe, la
oración y prudencia que hacer ser fieles. A no dejarse llevar por un activismo desmedi-
do, sino dándole su lugar e importancia, pero no poniéndole por eje de nuestra vida.

Carta 54: dirigida a doña Sancha Carrillo.


Doctrina avilista
 Amar la bondad de Dios y confiar en su misericordia.
o Evitar cegueras y flaquezas. Amor pide amor.
o Confiar en que quien inicio, llevará a término su obra de amor.
 Los méritos de Cristo son los nuestros porque él lo quiso así.
 En la cruz de Cristo están todos los remedios y pagos colmados.
o Confiar que la gracia de Dios es infinita. Testimonio de gracias recibidas.
 Hechos amigos, así reconciliados.
 No dudar ante tanto amor y misericordia.
 Aún en los momentos de desolación.
o Esperar y acudir a Dios en las tribulaciones. Sólo esperar y tener fe.
 Evitar miedos y dudas.
 Recomendación cuaresmal: andar en Dios, ayunos de sí mismos para llenarse por Dios.
o Escuchar a Dios más que hablarle y amarle sobre todo entendimiento.

Actualización a mí y a hoy
En esta carta el consejo que más domina es la confianza… y ella basada en el amor que
Dios nos tiene. Encarecidamente invita a doña Sancha a que no dude, pues la duda es
enemiga de la fe y no dispone para acoger a Dios. La misericordia que Dios nos tiene se
demuestra hasta en los días en los que parece ausente.
A mí me llena de paz saber que puedo confiarme plenamente a Dios. Esta carta lleva a
un abandono pleno en Dios, que él es el Señor de la historia, y el que si en el pasado
proveyó también será quien se encargue de velar por el futuro. Sólo es necesaria la con-
fianza y la fe en él. No sólo en los momentos fáciles, sino en las tentaciones y los mo-
mentos de desolación, en la turbación es dónde se pone a prueba nuestra fe.

Carta 158: dirigida a la madre Teresa de Jesús.


Motivación
Santa Teresa consulta a san Juan de Ávila qué hacer ante una circunstancia embarazosa.
Ella ha tenido unas revelaciones que ha puesto por escrito, pero han llegado, por negli-
gencias de aquellos a quienes se las confió, a manos de cortesanos que las tienen por
lectura del corazón, y no lo toman en el sentido verdadero de acción de Dios, sino tal
que novela caballeresca.

Doctrina avilista
 Juan de Ávila ha leído el escrito y va a puntualizar ciertos aspectos.
o No es un libro para todos los públicos y hay ciertas partes que revisar en
términos y modificar partes que sean más personales.
o La doctrina de la oración es buena.
 Discernimiento de espíritus.
 Dar lumbre, examinarlo otro sin fiarse uno mismo.
 Conformidad con Escritura y Tradición.
o No se han de pedir visiones, ni buscarlas.
 Verdaderas visiones llevan a humildad, no a vanidad.
 Con una satisfacción interior que se puede sentir mejor que decir.
 No es síntoma de santidad.
 Dios puede amar con excesos, pues es amor.
 No lo entiende quien no lo experimenta. Escándalos.
 Diferencia entre estar en las cosas de Dios y estar en Dios.
 Ve por buenas las visiones que tiene Teresa de Ávila. Pero:
o No se fie de todas: se mezclan las cosas de Dios y del demonio.
o Santidad: amor humilde de Dios y del prójimo.
o Adorar a Jesucristo en el cielo o en la Eucaristía, no a las visiones.
 Visiones como vías hacia Dios o los santos, no fines sino medios.
 Despedida y encomienda a sus oraciones.
Actualización a mí y a hoy
Es una carta de una dulzura y discernimiento eficaces. En las cartas a san Juan de Dios
daba la sensación de que san Juan de Ávila fuese un poco misógino, pero parece que a
cada uno le insiste poniendo mordazas al mal, como puede.
En esta carta me ha sorprendido, y me parece que es la idea central de ella para mi hoy,
las normas para discernir los espíritus y las posibles visiones; que, antes de nada, ha de
reusarse buscar. Todo tiene que tender a una mayor humildad y un mayor conocimiento
de los defectos propios, no a falsas vanaglorias. No todo el mundo tiene un mismo reco-
rrido y por eso mismo no debemos traducir a cualquiera nuestra vida interior, sino a una
persona que sepa y tengan gran experiencia de Dios.
En definitiva, creo que a lo que en esta carta se invita es a una fe aquilatada al fuego del
amor al verdadero Dios, y no a intuiciones o particularismos espirituales que no sirvan a
todos… una fe que es objetiva y que aunque a cada uno le mueva a algo, debe tenerse
cuidado en generalizar lo propio.

Conceptos avilistas:
Abandono de Dios
Es el camino de la verdad, un camino de abandono amoroso en Dios –que es lo mejor–
que llena de seguridad. Sólo hace falta hacerlo a ojos cerrados, abiertos por la fe: adhe-
sión y entrega de sí renunciando a proyectos y objetivos propios y dejando que Dios sea
Dios y que nos sostenga en la prueba.

Alegría
Nota dominante en la vida del cristiano. Darse cuenta de la bondad de Dios y su miseri-
cordia han de henchir de alegría y dar gozo hasta al alma más desolada y animarle en la
entrega y confianza. Estar alegre es síntoma de amar a Dios y saberse hijo y hermano,
redimido. Estamos llamados a anunciar y llevar a todos la alegría de la salvación de
Dios.

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