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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

Universidad Bicentenaria de Aragua

Facultad de Psicología

Teoría del apego

Profesora: Rosa Perdomo Alumna: Stephany Bustamante

Marzo del 2020


Introducción

En el siguiente trabajo revisaremos algunos aspectos generales y específicos

de lo que a Teoría del Apego se refiere.

Para propósitos de este escrito, por capacidad de apego nos referimos a la capacidad

de formar y mantener una relación emocional, mientras que el apego en sí se refiere

a la naturaleza y calidad de la relación como tal.

Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia

con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un

apego escaso parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales a lo

largo de la vida.

Como podremos revisar, el sano desarrollo de un niño tiene que ver con la base

formadora de su personalidad, entonces el concepto de apego viene dado en la

naturaleza instintiva de las relaciones del hombre y de su desarrollo psicológico.

La relación más importante en la vida de un niño es el apego que ejercita desde

su nacimiento con sus padres, o cuidadores, casi siempre, con la madre. Esto es así,

ya que esta primera relación determina el “molde” biológico y emocional para todas

sus relaciones futuras.

Un apego saludable a la madre, construido de experiencias de vínculo

enriquecedoras y repetitivas durante la infancia, provee una base sólida para

futuras relaciones saludables incluso, toda la vida. Muy por el contrario, podemos

deducir que problemas en vinculación y apego en la niñez temprana pueden resultar

en una base biológica y emocional pobre y frágil para futuras relaciones y la vida

completa, como veremos a continuación.


¿Qué es el Apego?

En el campo del desarrollo infantil, el apego se refiere a un vínculo específico y

especial que se forma entre madre-infante o cuidador primario-infante. El vínculo de

apego tiene varios elementos claves:

1)  Es una relación emocional perdurable con una persona en específico.

2) Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer.

3) La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad.

Los investigadores de la conducta infantil entienden como apego la relación

madre-infante, describiendo que esta relación ofrece la base funcional para todas

las relaciones subsecuentes que el niño desarrollará en su vida.

Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia con

una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre

apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales a lo largo de la

vida.

Teoría del Apego:

Se puede definir a la teoría del apego como una manera de entender porqué los

seres humanos tienden a formar vínculos específicos y duraderos con otras personas y

porqué las interrupciones y los conflictos en estas relaciones pueden dar lugar a

trastornos psicológicos, psicosomáticos y psicosociales, que pueden perdurar en el

tiempo

Los vínculos de apego son necesarios a lo largo del ciclo vital pero son aún más

importantes en la niñez temprana, ya que tienden a influir de manera importante el

desarrollo de la personalidad.
Originalmente, la teoría del apego emergió de los trabajos de John Bowlby y

Mary Ainsworth. John Bowlby (1907-1990) era un psiquiatra y psicoanalista

británico. Mary Ainsworth (1913-1999) era una psicóloga norteamericana.

La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno de los

temas centrales de estos investigadores.

John Bowlby se interesó en el tema a partir de la observación de las diferentes

perturbaciones emocionales en niños separados de sus familias. Sus investigaciones lo

llevaron a sostener que la necesidad de entablar vínculos estables con los cuidadores o

personas significativas es una necesidad primaria en la especie humana. Otro

investigador de este tema, además de los ya nombrados, fue René Spitz, (1935)

psicoanalista, quien comenzó sus trabajos observando el desarrollo de niños

abandonados por sus madres que llegaban a centros de huérfanos.

Estas observaciones le permitieron concluir que la madre sería la representante

del medio externo y a través de ella el niño podía comenzar a constituir la objetividad de

éste.

En cambio en el año 1958, Bowlby plantea una hipótesis que difiere por

completo de la anterior. Postula que el vínculo que une al niño con su madre es

producto de una serie de sistemas de conducta, cuya consecuencia previsible es

aproximarse a la madre.

Bowlby Tomó aportes de diversas disciplinas. Su contacto con los trabajos de

Konrad Lorenz (1903-1989) sobre la conducta instintiva de patos y gansos en 1951, fue

clave esto reveló que las aves podían desarrollar un fuerte vínculo con la madre (teoría

instintiva) sin que el alimento estuviera por medio. Pero fue Harry Harlow (1905-1981)

con sus experimentos con monos y su descubrimiento de la necesidad universal de


contacto quien le encaminó de manera decisiva en la construcción de la Teoría del

Apego.

En esta ocasión revisaremos algunos de los postulados básicos que defiende la

teoría de Bowlby, y realizaremos una revisión teórica del tema, desde los aspectos

Generales, hasta los centrales.

Postulados básicos que defiende la teoría de bowlby:

 Cuando un individuo confía en contar con la presencia o apoyo de la figura de

apego siempre que la necesite, será mucho menos propenso a experimentar

miedos intensos o crónicos que otra persona que no albergue tal grado de

confianza.

 La confianza se va adquiriendo gradualmente durante los años de inmadurez y

tiende  a subsistir por el resto de la vida.

 Las diversas expectativas referentes a la accesibilidad y capacidad de respuesta

de la figura de apego forjados por diferentes individuos durante sus años

inmaduros constituyen un reflejo relativamente fiel de sus experiencias reales.

El bebé, según esta teoría, nace con un repertorio de conductas las cuales tienen

como finalidad producir respuestas en los padres: la succión, las sonrisas reflejas, el

balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto, no son más que estrategias por decirlo

de alguna manera del bebé para vincularse con sus papás.

Con este repertorio los bebés buscan mantener la proximidad con la figura de

apego, resistirse a la separación, protestar si se lleva a cabo (ansiedad de separación), y

utilizar la figura de apego como base de seguridad desde la que explora el mundo.

Acciones formadoras de Apego

El acto de coger el bebé al hombro, mecerlo, cantarle, alimentarle, mirarlo

detenidamente, besarlo y otras conductas nutrientes asociadas al cuidado de infantes y


niños pequeños, son experiencias de vinculación. Algunos factores cruciales en estas

experiencias de vinculación incluyen el tiempo juntos (¡en la niñez la cantidad cuenta!),

las interacciones cara a cara, el contacto visual, la cercanía física, el toque y otras

experiencias sensoriales primarias como olores, sonidos y gusto. Los científicos creen

que el factor más importante en la creación de apego, es el contacto físico positivo (ej.

Abrazar, coger al hombro y mecer). Todos causan actividades neuroquímicas

específicas en el cerebro. Estas actividades neuroquímicas llevan a la organización

normal de los sistemas cerebrales responsables del apego.

Criterios para describir las pautas de Apego

Uno de los criterios para describir las pautas de apego en un niño según Schaffer

es si protesta o no cuando la madre le deja algunos momentos y lo intensamente que lo

hace. Este es el criterio de “Fuerza del Apego” postulado por el autor antes mencionado.

Pero mas tarde Ainsworth encontró que tal criterio era insuficiente he incluso engañoso.

Ya que después de sus observaciones de los bebes en Ganda reflexiona lo siguiente:

“Muchos de los bebes… que parecían mas solidamente apegados a su madre

ponían de manifiesto muy poca conducta de protesta o ansiedad de separación. Más

bien, mostraban la fuerza del apego a su madre por lo dispuestos que estaban a servirse

de ella como base segura desde la cual poder tanto explorar el mundo como ampliar sus

horizontes para incluir otros apegos. Puede parecer que el niño ansioso e inseguro esta

apegado de modo mas sólido a la madre de lo que esta el niño feliz y seguro, que parece

tomar a su madre como algo que le es debido. Pero ¿es que el niño que se aferra a su

madre –asustado ante el mundo y las personas y que no se mueve para explorar otras

cosas u otras personas- está apegado de modo más sólido, o está sencillamente más

inseguro?”
Según las palabras de Ainsworth la fuerza del apego hacia una o mas figuras

discriminadas resulta un concepto demasiado simple para ser útil. Por lo que se

desarrollaron nuevos conceptos observando al niño en términos de diferentes formas de

conductas. Estas conductas podrían ser las siguientes:

 Conducta que inicia la interacción con la madre, incluyendo el saludo; por

ejemplo, aproximarse, tocarla, abrazarla, lanzarse encima de ella, gesto de

levantar las manos y sonrisa.

 Conducta como reacción a las iniciativas de ínter actuación de la madre y que

mantiene la interacción. Esta incluye todas las anteriores, así como la

observación.

 Conducta dirigida a evitar las separaciones; por ejemplo, seguimiento,

aferramiento, llanto.

 Conducta de volver a reunirse con la madre después de una separación

angustiosa, que no solo incluye reacciones de saludo, sino también de desapego,

de rechazo y ambivalentes.

 Conducta exploratoria, especialmente el modo en que está orientada en relación

con la figura materna y el grado y persistencia de su atención a detalles del

ambiente.

 Conducta de retirada (miedo). También y especialmente, de qué modo está

orientada en relación con la figura materna.

Vale la pena subrayar que la conducta del niño cuando está fatigado o le duele

algo suele ser especialmente reveladora. Mientras un niño normal, casi con toda certeza,

se acercara a la madre en esas ocasiones, no lo harán ni un niño que se ha despegado de

ella como consecuencia de una larga privación de cuidados maternos ni un niño autista.
También realizó observaciones de situaciones de separación prolongada entre

madre, o cuidador las cuales le permitieron clasificar la reacción de los niños en

sucesivas etapas:

 Etapa inicial de protesta, caracterizada por una preocupación marcada acerca de

la ubicación de la figura de apego, que se expresaba en llamadas esperanzadas y

llanto.

 Al cabo de unos días, los niños que continuaban separados atravesaban una fase

de desesperación; aparentemente todavía preocupados por el progenitor perdido;

mostraban llanto débil y paulatinamente más desesperanza.

 Etapa de desapego: con el transcurrir del tiempo los niños se volvían apáticos y

retiraban todo interés aparente por el entorno. Comenzaban, igualmente, a fijarse

en el entorno inmediato, incluyendo las enfermeras y los otros niños. Los niños

que llegaban a este estado, ignoraban y evitaban activamente la figura de apego

primaria al llegar el momento de un eventual reencuentro, y algunos parecían no

poder recordarla.

La teoría formulada por John Bowlby y Mary Ainsworth sobre el vínculo afectivo

que se establece entre madre e hijo es un planteo teórico de mucha fuerza en el área del

desarrollo socio-emocional. Con el paso del tiempo esta teoría se ha fortalecido y

enriquecido gracias a una gran cantidad de investigaciones realizadas en los últimos

años que la han convertido en una de las principales áreas de investigación evolutiva.

Es así como en 1970 Ainsworth y Bell diseñaron la Situación del Extraño (en

Bolwby, 1985) para examinar el equilibrio entre las conductas de apego y de

exploración, bajo condiciones de alto estrés. Desde este momento la Situación del
Extraño se convirtió en el paradigma experimental por excelencia de la Teoría del

Apego.

La Situación del Extraño es una situación de laboratorio de unos veinte minutos de

duración con ocho episodios. La madre y el niño son introducidos en una sala de juego

en la que se incorpora una desconocida. Mientras esta persona juega con el niño, la

madre sale de la habitación dejando al niño con la persona extraña. La madre regresa y

vuelve a salir, esta vez con la desconocida, dejando al niño completamente solo.

Finalmente regresan la madre y la extraña.

Luego de realizar este trabajo de laboratorio, Ainsworth pudo notar, que los niños

jugaban y disfrutaban más en presencia de la madre, y que esta conducta disminuía

cuando entraba la persona desconocida, mas aún cuando la madre salía de la sala. Fue

así como a partir de este experimento se dieron cuenta que el niño utilizaba a la madre

como base para la exploración segura, y que ante cualquier amenaza, aparecían las

conductas de apego y desaparecía la exploración.

Como resultado de este experimento Aisworth y Bell, postularon lo que se conoce

como distintos tipos de apego:

Apego Seguro:

Niño de doce meses, que puede explorar de un modo bastante libre y en una

situación extraña usando a su madre como base segura, que no se queda perturbado, por

la presencia de una extraño, que parece tener conciencia del paradero de su madre,

aunque ella no esté presente, y la saluda cuando regresa de vuelta. Esta valoración se

asigna tanto, si el niño se perturba algo por la ausencia temporal de su madre como si

aguanta breves periodos de tal ausencia sin demasiado disgusto.

Apego muy inseguro:


Niños que no exploran, ni siquiera cuando la madre esta presente, un extraño les

produce mucha alarma, se derrumban en la desesperanza y aflicción en ausencia de la

madre, y cuando esta regresa a veces ni la saludan.

Apego inseguro – evitativo:

Es un tipo de relación con la figura de apego que se caracteriza porque los niños

se mostraban bastante independientes en la Situación del Extraño. Desde el primer

momento comenzaban a explorar e inspeccionar los juguetes, aunque sin utilizar a su

madre como base segura, ya que no la miraban para comprobar su presencia, por el

contrario la ignoraban. Cuando la madre abandonaba la habitación no parecían verse

afectados y tampoco buscaban acercarse y contactar físicamente con ella a su regreso.

Incluso si su madre buscaba el contacto, ellos rechazaban el acercamiento. Su desapego

era semejante al mostrado por los niños que habían experimentado separaciones

dolorosas. En la observación en el hogar las madres de estos niños se habían mostrado

relativamente insensibles a las peticiones del niño y/o  rechazantes. Los niños se

mostraban inseguros, y en algunos casos muy preocupados por la proximidad de la

madre, lloraban incluso en sus brazos.

Apego inseguro-ambivalente:

Estos niños se mostraban muy preocupados por el paradero de sus madres y

apenas exploraban en la Situación del Extraño. La pasaban mal cuando ésta salía de la

habitación, y ante su regreso se mostraban ambivalentes. Estos niños vacilaban entre la

irritación, la resistencia al contacto, el acercamiento y las conductas de mantenimiento

de contacto. En el hogar, las madres de estos niños habían procedido de forma

inconsistente, se habían mostrado sensibles y cálidas en algunas ocasiones y frías e

insensibles en otras. Estas pautas de comportamiento habían llevado al niño a la

inseguridad sobre la disponibilidad de su madre cuando la necesitasen.


Además de los datos de Ainsworth, diversos estudios realizados en distintas

culturas han encontrado relación entre el apego inseguro-ambivalente y la escasa

disponibilidad de la madre. Frente a las madres de los niños de apego seguro que se

muestran disponibles y responsivas, y las de apego inseguro-evitativo que se muestran

rechazantes, el rasgo que mejor define a estas madres es el no estar siempre disponibles

para atender las llamadas del niño. Son poco sensibles y atienden menos al niño,

iniciando menos interacciones, que pueden afectar de por vida.

A raíz de la teoría del apego se han generado numerosas investigaciones que se

han abierto  a partir de los debates que generan aún hoy los planteamientos

cincuentenarios de Ainsworth y Bolwby.

A continuación detallaremos algunas de las polémicas más importantes al

interior de cada una de estas líneas de investigación.

Transmisión generacional del apego: La transmisión intergeneracional de la seguridad

en el apego ha sido cuestionada e investigada en varios estudios. El hecho de que los

padres seguros tengan hijos con apego seguro, los padres preocupados niños con apego

inseguro-ambivalente, y los padres rechazados niños de apego inseguro-evitativo, ha

sido probado en varias investigaciones (Benoit y Parker, 1994; Fonagy, Steele y Steele,

en Oliva, s/a). Se ha encontrado que la capacidad predictiva que las representaciones

maternas tienen sobre el tipo de apego que establecen sus hijos es de alrededor del 80%.

Aunque el hecho de que exista la transmisión generacional del apego no debe

llevarnos a pensar que siempre es una copia exacta del apego materno. Si bien los

modelos representacionales del tipo de apego parecen tener mucha estabilidad, algunos

acontecimientos en la vida de los padres, pueden provocar su cambio. 

Apego múltiple: Aunque Bowlby admitió que el niño puede llegar a establecer vínculos

afectivos con distintas personas, pensaba que los niños estaban predispuestos a
vincularse especialmente con una figura principal, y que el apego con esta figura sería

especial y distinto cualitativamente del establecido con otras figuras secundarias.  

Es común que cuando un niño/a está triste o enfermo busque la compañía de su

madre preferentemente, pero también es posible que prefiera al padre. Investigaciones

realizadas en este sentido prueban que en el momento del nacimiento los padres pueden

comportarse tan sensibles y dispuestos a responder a los bebés como las madres (Oliva,

s/a).  En conclusión, los niños son capaces de establecer vínculos de apego con distintas

figuras, siempre que éstas se muestren sensibles y cariñosas.

Temperamento y Apego: Se ha pensado que existe una relación entre el temperamento

del niño y el tipo de apego que pueda llegar a establecerse.  Este tema ha creado un

fuerte debate en los últimos años, sin que se haya llegado a un acuerdo absoluto.  

Esta postula que el factor clave es la interacción entre las características

temperamentales del niño y las características de los padres. Es decir, ciertos rasgos del

niño pueden influir en el tipo de interacción adulto-niño y, por tanto, en la seguridad del

apego, pero en función de la personalidad y circunstancias del adulto. Por ejemplo, la

irritabilidad en el niño puede suscitar respuestas completamente diferentes en dos

personas de distintas características de personalidad. 

Apego madre-apego padre: Bretherton, (en Oliva, s/a) plantea que hay una

concordancia entre el tipo de apego que el niño establece con ambos progenitores.

Cuando el niño muestra un tipo de apego seguro en la Situación del Extraño con la

madre, es muy probable que también sea clasificado como de apego seguro cuando es el

padre quien acompaña al niño en esta situación. También hay una clara similitud en

cuanto al tipo concreto de apego inseguro mostrado hacia ambos padres. Sin embargo,

los resultados reseñados parecen contradecir la hipótesis de “bondad de ajuste”. Habría


que investigar la influencia del paradigma experimental de la situación del extraño en el

tipo de apego encontrado, según la clasificación tradicional. 

Apego y “Day Care”: Hay muchas investigaciones con datos algo contradictorios en

torno al asunto de los cuidados alternativos a  los bebés en su primera infancia y la

relación de apego.  

Al parecer, los datos hacen difícil la generalización acerca de las influencias de

los cuidados alternativos sobre el vínculo que el niño establece con sus padres. No

puede decirse con certeza que estos cuidados necesariamente implican mayor

probabilidad de inseguridad en este vínculo. El elemento esencial parece ser la calidad

de los cuidados que se ofrecen al niño como alternativa a los cuidados de los padres.

Esto será lo que determinará la seguridad del apego.  Si los cuidados son adecuados y

promueven que el niño pueda interactuar con los padres sin ansiedad, no se espera que

aparezcan problemas emocionales.  

Validez transcultural de la Teoría del Apego: Siempre ha sido común entre los

investigadores de este tema, la idea de que distintas culturas que representan distintos

ambientes de adaptación, tendrán diferentes prácticas de crianza consideradas como las

más adecuadas. Esto traerá por consecuencia que variarán los comportamientos y

reacciones de los padres ante las llamadas y señales de sus hijos.

Factores influenciantes en el apego

Infante: La “personalidad” o temperamento del niño influencia la vinculación. Si un

infante es difícil de calmar, irritable o poco responsivo, comparado con uno tranquilo,

que pueda calmarse solo, se le hará más difícil desarrollar un apego seguro. La habilidad

del infante de participar en la interacción materno-infante puede verse en riesgo debido

a alguna condición médica, tales como ser prematuro, defectos de nacimiento o

enfermedad.
Cuidador: Las conductas del cuidador pueden afectar negativamente la vinculación.

Padres que critican, rechazan e interfieren, tienden a tener hijos que evitan la intimidad

emocional. Padres abusivos tienden a tener hijos que, al sentirse incómodos con la

intimidad, se retraen. Es posible que la madre del niño no sea sensible a su hijo debido a

depresión, abuso de sustancias, porque se sienta abrumada por problemas personales, u

otros factores que puedan interferir con su habilidad de ser consistente y nutriente con el

niño.

El ambiente: Un impedimento importante a la formación de un apego saludable, es el

miedo. Si un infante se siente angustiado por un dolor, amenaza pervasiva o un

ambiente caótico, se le hará difícil participar, aún en una relación de cuido amorosa.

Infantes o niños que viven en ambientes de violencia doméstica, refugios, violencia

comunal o en zonas de guerra, son vulnerables a desarrollar problemas de apego.

Así como también un desarrollo anormal en el apego lleva una serie de

trastornos en el niño a futuro.

Retraso en el desarrollo: Niños que han sufrido negligencia emocional en su niñez

temprana, a menudo tienen retraso en su desarrollo en otros dominios. El vínculo entre

un niño pequeño y sus cuidadores provee el mayor vehículo para su desarrollo físico,

emocional y cognoscitivo. Es en este contexto primario que el niño aprende el lenguaje,

las conductas sociales, y un sinnúmero de otras conductas claves necesarias para un

desarrollo saludable.

Hábitos Alimenticios: Los hábitos alimenticios extraños son comunes, especialmente en

niños con problemas severos de negligencia y apego. Estos podrían acaparar comida,

esconderla en sus cuartos, comer como si no fuese a haber más comida, aún cuando

hayan tenido alimento consistentemente disponible por años. Podrían no prosperar

adecuadamente, rumiar los alimentos (vomitar), problemas al tragar y, más tarde en la


vida manifestar hábitos alimenticios extraños que a menudo son mal diagnosticado

como anorexia nerviosa.

Conductas calmantes: Para calmarse, estos niños emplean conductas muy primitivas,

inmaduras y bizarras. Podrían morderse, golpearse la cabeza, mecerse, cantarse,

arañarse o cortarse. Estos síntomas aumentan en momentos en que sienten angustiados o

amenazados.

Funcionamiento emocional: Estos niños presentan una gama de problemas

emocionales, incluyendo síntomas de depresión y ansiedad. Una de estas conductas

comunes es el apego “indiscriminado”. Todos los niños buscan sentirse seguros. Si

tenemos en mente que el apego es importante para la sobrevivencia, los niños pueden

buscar apego — cualquier apego — para su seguridad. Así también como la agresión

que demuestran estos niños, increíblemente todo debido a un mal desarrollado apego

durante su infancia.

Para culminar con el presente trabajo, cabe señalar, La teoría del apego, desde su

inicio, implicó un distanciamiento con las teorías psicológicas de la época, básicamente

con el psicoanálisis. Sus pioneros fueron John Bowlby y Mary Ainsworth.

El primero, a pesar de ser psicoanalista, cuestionó las premisas básicas de este

modelo y se decidió a investigar la naturaleza del vínculo cuidador -niño, tomando

aportes de la teología, de la psicología evolutiva y cognitiva. Alejándose así de las

teorías instintivas freudianas y klenianas.

En su época Bowlby, no fue reconocido por sus colegas en los círculos

psicoanalíticos. De acuerdo a lo desarrollado en nuestro trabajo podemos decir, según

palabras del autor, que no tomó los puntos de vista económico ni dinámico del

desarrollo de la libido, según lo plantea en 1969. Si bien esta consideración pueda

despertar discusiones en algún sentido, entendemos que Bowlby así lo plantea.


En referencia al modelo pulsional, cuestionó, sobre todo a la teoría del impulso

secundario.

De los experimentos realizados al respecto se comprobó experimentalmente que

nos apegamos a los otros y primariamente a nuestra madre no por ser alimentados por

ella, sino por nacer predispuestos a establecer un vínculo sensible de apego. Es así que

echa por tierra la primacía de la teoría de la pulsión oral, en las etapas tempranas.

De esta manera entonces, Bowbly le adjudicó un papel secundario a la oralidad y

privilegió el vínculo y conducta de apego como fundante del psiquismo del niño.

Por entenderla compatible con la teoría del apego, tuvo en consideración a la

perspectiva cognitiva y afirmó que en sus métodos, se definen las hipótesis, se

operacionalizan las variables, y esto le daría un rigor científico que no encuentra en el

psicoanálisis. Entendió que ciertos aspectos del modelo cognitivo se podían

complementar y vincular con el modelo de apego.

De la etología también toma aportes para explicar los comportamientos,

planteando que son el fruto de una herencia arcaica de la especie y que están

predeterminados biológicamente. Por otro lado, enfatizó las experiencias reales y la

noción de interactividad.

Privilegió lo intersubjetivo frente a lo intrapsíquico, aunque no es que lo negara,

sino que lo explico desde una perspectiva más estructuralista, constructivista donde se

prefiere utilizar la noción de integración a la de incorporación (término proveniente de

la teoría pulsional).

Un concepto que resulta clave en la teoría e investigación de apego es el de

modelo operativo o working model. En él convergen los aportes de la psicología

cognitiva de Piaget y de las relaciones objetales del psicoanálisis.


Bowlby se refiere a él como modelo operativo interno de las figuras de apego.

También es denominado modelo representacional de apego, como consta en nuestro

trabajo, donde lo comparamos con el concepto de representación entre autores

psicoanalíticos como Bowlby y Stern, y cognitivos como Piaget.

Ellos enfatizan la noción de interactividad o interacción intersubjetiva, y

conciben a los vínculos del sujeto con el ambiente como dialógicos. Como vimos, no

están de acuerdo con la noción de incorporación, derivada del concepto de pulsión oral,

donde se van incorporando los objetos (personas, vínculos o cosas) y conformando así

las representaciones. Stern plantea la noción de estar-con, y a partir de allí se van

integrando y construyendo las representaciones, que se construyen a partir de la

interrelación.

Entendemos que estos aspectos también se vinculan con el concepto de

regulación afectiva, ya que si bien nacemos con la predisposición a establecer un

vínculo de apego, la regulación de nuestros estados emocionales, mentales y de

conductas, necesitan ser modulados por el cuidador o figura de apego a través de una

relación de mutualidad e intencionalidad, en donde este adulto que decodifique las

señales del infante , pueda ir dándole sentido y significación subjetiva a las mismas, de

manera tal que pueda devolverlas al bebé en formas tolerables y menos ansiógenas, para

que vaya adquiriendo y logrando una buena capacidad para mentalizar sus propios

estados mentales y así, el de los otros, a través de dichas experiencias.

En este sentido, un concepto clave, que tiende puentes entre el psicoanálisis y el

apego, es el de capacidad de mentalización que venimos describiendo, estudiado por

Fonagy.

Los intentos de integración de la teoría del apego y el psicoanálisis van de la

mano, según Fonagy de autores como Bretherton, Stern y Marrone, los que incluimos
en nuestro trabajo. También psicoanalistas contemporáneos del apego como Slade,

Eagle, Lieberman, Lyons-Ruth, Main, trabajan en esa conjunción, aunque a la mayoría

de ellos si bien consultamos, no los incluimos.

La poca aceptación que tuvo la teoría del apego, gradualmente se está

revirtiendo lo que relacionamos con la dificultad en cambiar de un paradigma a otro,

que planteaba Kuhn (1980) proceso complejo, y con múltiples aristas.

Hoy por hoy conviven paralelamente el psicoanálisis y el modelo de apego, pero

pueden conjugarse en torno a la investigación de problemas específicos. En este sentido

existen reformulaciones psicoanalíticas a partir de la investigación del apego, como

vimos ejemplo de ellos son los trabajos de Fonagy (mentalización) y Main (EAA) como

pioneros de esto. También las investigaciones contemporáneas de apego favorecen a

que el modelo cobre peso y tenga bases sólidas desde el punto de vista científico.

En suma, coincidimos con Waters y Cummings, al afirmar que la teoría del

apego de Bowlby-Ainsworth es un valioso legado que puede continuar sirviendo como

base segura desde donde explorar las relaciones íntimas.

De lo que se desprende la importancia de las intuiciones de Freud, de la

reconceptualización que del mismo hace Bowlby, los aportes de Ainsworth con sus

investigaciones en donde operacionaliza y mide el vínculo madre-niño. También los

aportes de los investigadores posteriores a ella.

Respecto al apego adulto, es una interesante área en desarrollo que está en

expansión en torno a la investigación y que provee herramientas necesarias para estudiar

y entender los vínculos íntimos entre adultos. Entendemos que esto es de gran valor

para la aplicabilidad clínica. Referido a la relación apego- psicoanálisis, los puentes aún

se siguen construyendo.
La diferencia esencial entre ambos, radica en la perspectiva de la que parten para

conceptualizar y entender las relaciones del niño con su figura de apego y los vínculos

íntimos entre los adultos.

Como punto en común entre psicoanálisis y teoría del apego: la importancia que

le dan a las primeras relaciones. De investigaciones recientes se desprende que la

perspectiva de apego, no es una teoría de los vínculos en general, sino que tiene en

cuenta la especificidad y las diferencias individuales de los mismos. Explica las

relaciones íntimas entre los sujetos adultos y la estrecha relación del niño con su

cuidador.

En dichas investigaciones, se estudió la relación entre las diferencias

individuales de las tempranas conductas de base segura en la infancia con dichas

conductas en la adultez.

El estudio longitudinal de Waters y otros, arrojó como resultado que las

diferencias individuales en la seguridad del apego pueden mantenerse estables durante

períodos de la vida pero pueden también cambiar dependiendo de las experiencias. De

acuerdo a lo planteado en la introducción podemos concluir, basándonos en la evidencia

científica, que el modelo de apego da respuestas a las interrogantes acerca de si los

vínculos primarios influencian la manera de relacionarnos íntimamente a lo largo de

nuestra vida.

También en lo referido a plantear una perspectiva no oral de motivación para

apegarnos, ya que la perspectiva de apego le da un papel secundario a la teoría de la

pulsión oral.

A pesar de las diferencias esenciales entre ambos enfoques se está considerando

a la teoría del apego como un paradigma psicoanalítico nuevo enmarcado en el contexto

del psicoanálisis contemporáneo que se revisa y cuestiona a sí mismo.


Referencia Bibliográfica

 Adsuara, G (2020) Teoría del apego: tipos y desarrollo Recuperado de:

https://www.psicologia-online.com/teoria-del-apego-tipos-y-desarrollo-

4875.html

 Ortiz, Esteban. Marrone, Mario (S/f) La teoría del apego. Un enfoque actual.

Recuperado de: http://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=0000198

 Rodríguez, V (2010) Un Recorrido Acerca De La Teoría De Apego Y Las

Técnicas Para Evaluarla En La Clínica Psicoanalíticas Con Niños.

https://sifp.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales/%20Archivos/tfg

-_1.pdf

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