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Perspectivas evolucionistas y
Medio ambiente actual
Dra. Mónica Facchini - Lic. Raquel Zonis Zukerfeld
Hoy en día, frente a una superabundancia de comidas y refrigerios altos en calorías, lo que
llamamos coloquialmente “voluntad '' se vuelve esencial para el mantenimiento de un peso
corporal saludable. Históricamente, sin embargo, la restricción de alimentos autoimpuesta
habría sido antitética a los fuertes impulsos de hambre que garantizaron un buen estado
físico durante la mayor parte de nuestra evolución. Desde los albores de la humanidad
potentes mecanismos biológicos evolucionaron para defender el suministro adecuado de
nutrientes y los niveles óptimos de peso corporal / adiposidad 1.
Al igual que el placer sexual, los sentimientos de satisfacción y bienestar que se generan por
la alimentación dan lugar a una fuerte motivación para participar en estos comportamientos
nuevamente en un futuro cercano.
Podría decirse que la principal fuerza para "diseñar" este sistema fue la lucha constante
durante la evolución por encontrar suficiente comida para sobrevivir, lo que dio como
resultado una fuerte defensa de los límites inferiores de la adiposidad / peso corporal.
Es decir que en un medio ambiente restrictivo que requería de un alto nivel de actividad
física, se desarrolló un sistema con el fin de garantizar el suministro adecuado de nutrientes.
Las desventajas del peso corporal elevado son evidentes en la relación entre presa y
depredador, por lo cual en este sentido la presión evolutiva también ha existido para
defender los límites superiores de la adiposidad y, quizás más probable, del peso corporal.
Los seres humanos también fueron presa de los depredadores más grandes, pero esta
presión de la selección natural para la delgadez desapareció con el uso de armas, el
descubrimiento del fuego y la construcción de refugios.
Según Davis las drogas psicoactivas de origen vegetal (como el opio derivado de la amapola
y la hoja de coca) y comportamientos relacionados con el juego (gambling) alguna vez
fueron conductas adaptativas para la salud y la supervivencia humana de una manera
similar a cómo los alimentos energéticos lo fueron para alimentarse 3.
Son componentes básicos de los juegos de azar, correr riesgos y apostara resultados
inciertos probabilísticamente hablando. Estas actividades serían más frecuentes en
aquellos con una predisposición emprendedora, una propensión a la toma de
decisiones precariay una alta capacidad para la recompensa. La búsqueda de
recompensa sería la mejor estrategia de comportamiento en un entorno
impredecible4.La capacidad de sobrevivir en un mundo incierto requiere una facilidad
innata para el logro de un equilibrio exitoso entre la explotación de los recursos
conocidos (es decir, opciones predecibles) y la exploración del entorno de uno (es decir,
las opciones de mayor riesgo), con el fin de aprender acerca de la posibilidad de
opciones más valiosas en otros lugares. Es por esto que la liberación de DA es
importante en el proceso de aprendizaje de adquisición de conductas de supervivencia.
La activación de DA se sostiene durante el intervalo que va desde el estímulo
condicionado y la llegada de la recompensa, un tiempo en el que la incertidumbre es
máxima. El pico de DA se produce en el caso del jugador en el momento de la apuesta,
no con el resultado. Recordemos que la DA es una señal de “sorpresa” porque su
liberación se gatilla en mayor medida por una recompensa inesperada que por una
predecible como viéramos en módulos anteriores. Esto ayudaría a aprender el valor de
un estímulo en particular y qué acciones aumentan la probabilidad a futuro de adquirir
una recompensa en una circunstancia particular 5.Por lo general, estos comportamientos
no se extinguen por los fracasos y pérdidas, sino que la falta de éxito tiende a despertar
y potenciar el interés de un animal en las actividades de búsqueda de recompensa
pertinentes. Tales procesos motivacionales son, por tanto, una estrategia evolutiva "que
consiste en compensar la dificultad de predecir los objetos y acontecimientos
significativos en un contexto dado" (Davis). Cuando el refuerzo es dado de manera
azarosa e intermitente el interés por el estímulo aumenta y se sostiene 6.
Sabemos que los seres humanos han utilizado derivados de plantas con fines medicinales.
Según Davis7 la evidencia antropológica indica que los seres humanos comparten una
relación de co-evolución con sustancias de plantas psicotrópicas, como lo son las hoja de
coca y la amapola. Por ejemplo la práctica ancestral de masticar la hoja de coca utiliza el
contenido de cocaína en esta planta para su uso como un anestésico local, y para luchar
contra las consecuencias perjudiciales de la alta altitud. Los efectos del comportamiento de
este alcaloide medicinal también incluyen importante aumento de la resistencia y el foco de
El cerebro humano de alguna manera ha evolucionado para encontrar las drogas de abuso
altamente reforzantes / gratificantes, y que por coincidencia, estas mismas regiones del
cerebro se activan por una amplia variedad de alimentos sabrosos, aunque menos
potentemente. Se estima que la liberación de dopamina por parte de drogas estimulantes
psicomotores es aproximadamente 10 veces mayor que la que se produce cuando se
ingiere con hambre una comida normal.
De acuerdo con esta perspectiva ciertos comportamientos se han hecho más eficientes
durante la evolución humana. El estilo de vida de cazadores-recolectores, en la que nuestra
dotación genética tuvo sus orígenes, otorgó ventajas de supervivencia y reproductivas a la
especie. Sin embargo ante un cambio drástico del medio ambiente debido a los avances
tecnológicos en la agricultura y la industria esos mismos comportamientos resultan
desadaptados y sobre-expresados.
El estilo de vida moderno implicó un cambio drástico no solo en la forma en que comemos
sino también en la que nos movemos y puso, y pone, presión sobre el sistema homeostático
/ metabólico responsable de la regulación del peso corporal. La omnipresencia de
establecimientos de comida rápida con alto contenido calórico y la conveniencia y bajo costo
que ofrecen, el aumento de tamaño de las porciones, la constante disponibilidad de
alimentos, su gran variedad, la mayor experiencia de sabor al comer debido al agregado a
muchos alimentos y bebidas de saborizantes y endulzantes, el menor tiempo dedicado a la
preparación de las comidas en el hogar, etc. han creado un caos dietético y una inercia
Sumado a:
Los alimentos que se produce a gran escala han dejado de ser alimentos para
convertirse en mercancías, mercancías cada vez más atractivas.
S. Barruti
Por ejemplo…
• En una investigación realizada por Garber y Lustig, que examinó el contenido de las
“comidas rápidas”, se llegó a la conclusión de que el agregado de grasas y sal contribuía
a aumentar la relevancia de la comida mientras que el contenido en azúcar y cafeína
impulsaría su consumo compulsivo10.
• Las gaseosas y los panificados comerciales serían los principales vectores para azúcar y
sal, mientras que los aceites contribuirían al alto contenido de grasas y calorías de la
mayoría de los productos que se consumen hoy en día11.
Resumiendo…
S. Barruti
La industria alimentaria cuenta con los conocimientos necesarios para explotar nuestro
natural deseo por azúcares y grasas al aumentar muchas veces su 'dosis' en muchos de los
productos que se compran y comen diariamente. Lo que se ha descrito como un medio
ambiente alimentario marcadamente "tóxico" también se ejemplifica por el aumento de la
prevalencia de aditivos químicos y potenciadores del sabor en los alimentos. Algunos
incluso han sugerido que los alimentos altamente procesados que comemos se etiqueten
Dado que los menores precios de los alimentos tienden a aumentar la cantidad que
comemos, es especialmente lamentable que alimentos ricos en grasa y azúcares sean
menos caros que frutas y verduras por ejemplo14.
Cabría preguntarse…
• El aprendizaje.
• La memoria.
• La optimización de la recompensa.
• La atención.
• La planificación.
• La ejecución.
S. Barruti
Satisfacción y Consumo
•La pauta ética de la vida de consumo es
evitar la satisfacción duradera. En una
sociedad que proclama que la satisfacción
del cliente es su único motivo y propósito
absoluto, un consumidor satisfecho no es
un motivo ni un propósito, sino la más
terrorífica amenaza.
Satisfacción y Consumo
•La cultura consumista:
Asocia satisfacción con el
estancamiento económico:
las necesidades no deben tener fin.
“comer esto es divertido, gratificante y normal” y como si eso fuera poco “indispensable para
crecer sanos y fuertes” y si algo tiene de saludable el producto en cuestión suele estar
acompañado de altas dosis de endulzantes, saborizantes, colorantes etc. como es el caso
de los cereales y postres lácteos especialmente diseñados para niños que se los
La publicidad no solo alienta las preferencias por alimentos ricos en azucares y el aumento
de su consumo sino que también disminuye las preferencias por el verdadero gusto de los
alimentos. Se vio por ejemplo que cuando a los niños se les dan cereales no edulcorados
comen una porción más chica21.
Y…
Así, mientras la industria sostiene que sus elecciones están basadas en darle al cliente
lo que el cliente le gusta, y que el cliente es en un individuo al mismo tiempo libre y
responsable de sus acciones, cada vez hay más chicos obesos y a una edad más
temprana, adolescentes con relaciones más conflictivas con la comida y adultos
desesperados que se sienten culpables por eso que se les pide todo el tiempo que
hagan: comer, no dejar de comer.
S Barruti
Un arma de seducción…
De deseo…
Un placer a tu medida…
Según Barruti así como se compran zapatillas o celulares, se compra también la idea de
comida-programa, comida-consuelo, comida-entretenimiento, comida-lujuria, comida-
estatus, comida-libertad.
Por ejemplo...
Olores que se utilizan actualmente para vender productos para baño y de belleza, perfumes
y colonias que imitan los olores y aromas de alimentos sabrosos y anhelados, en lugar de
las alternativas florales y botánicas que fueran utilizados tradicionalmente.
Chocolate, passion fruit (maracuyá), “manteca” corporal de frutos rojos marca Gula, etc.
• Directos
− Disponibilidad.
− Tamaño de la porción.
− Densidad energética.
− Sabor.
− Variedad.
− El marketing.
• Indirectos
− Políticas agrícolas.
− Nivel de educación.
− Vulnerabilidad al estrés.
Que se suman a los cambios tecnológicos que afectan el gasto energético durante el tiempo
libre, el trasporte y el trabajo.
China realizó un estudio longitudinal sobre 16.000 adultos y niños (Clinical Health and
NutritionSurvey) desde el año 1989. Se vio que aquellos que compraron vehículos con
motor para ir a trabajar tuvieron el doble de posibilidad de tener sobrepeso, que el
cambio a un trabajo con menor desgaste físico también se asoció a aumento del IMC y
que el porcentaje de habitantes de entre 20 - 45 años que realizan una actividad física
liviana aumentó de 24 a 34 %.
Muchos estudios dan cuenta de la correlación existente entre la exposición a estos factores
ambientales y el IMC 23, como lo son el aumento del consumo de bebidas dulces azucaradas
y de frituras con aceites vegetales, el aumento del tamaño de las porciones y la frecuencia
de las comidas (comer más frecuentemente o cada hora y media, dos horas).
Hasta después de la segunda guerra mundial la mayoría de las grasas disponibles para
el consumo humano eran grasas animales: leche, manteca y carne. A esto siguió la
revolución originada por la producción y procesamiento de grasas basadas en aceites
provenientes de semillas como los aceites de soja, girasol, colza, palma y maní. Los
descubrimientos tecnológicos en el desarrollo de aceites de semillas de alto rendimiento
y en el refinamiento de aceites vegetales de alta calidad redujo los costos de las grasas
para hornear y freír: margarina, productos untables tipo manteca, aceites para
ensalada, aceites para cocinar, en relación a los productos de origen animal. Una serie
de políticas económicas determinaron el desarrollo de cultivos de oleaginosos en el
mundo (sudeste asiático: aceite de palma; Brasil y Argentina: soja). Entre 1945 y 1965
se cuadriplicó en Estados Unidos la producción de aceites vegetales mientras que las
grasas de origen animal sólo aumentaron un 11 %. La disponibilidad global de aceites
vegetales (soja, girasol, colza y palma) se triplicó entre 1961 y 1990. Globalmente los
aceites vegetales contribuyen con un mayor abastecimiento de energía a la
alimentación humana que las grasas animales. El aceite de soja hoy en día sería el más
La fructosa parecería ser el azúcar más problemático. En las cantidades que se consume
habría evidencia que DA cuenta de efectos negativos sobre el metabolismo como alterar las
señales normales de saciedad. También se vio que la respuesta hedónica al gusto dulce se
correlaciona positivamente con consumo excesivo de alcohol y con riesgo genético para
alcoholismo24.
Veamos un poco cómo fue la evolución del consumo de maíz. Desde su descubrimiento fue
un alimento básico para muchas poblaciones. En las décadas del 60 y 70 los avances
tecnológicos y los subsidios agropecuarios en los Estados Unidos llevaron a una sobre
producción del mismo. Uno de los subproductos industrializados del maíz es el conocido
como jarabe de maíz de alta fructosa, que como su nombre lo indica presenta
concentraciones elevadas de fructosa lo que lo hace muy dulce mientras que la fructosa en
la naturaleza se encuentra en menor concentración y solo en algunos alimentos 25. Este
jarabe de maíz de alta fructosa ha sido utilizado ampliamente desde entonces como
endulzante para una gran variedad de alimentos de consumo habitual (cereales de
desayuno, bebidas, postres) ya que mejora su palatabilidad. En los Estados Unidos su
consumo aumentó del 4 al 12 % de la ingesta calórica en unas pocas generaciones 26.
Algunas teorías sostienen que al ser la fructosa fisiológicamente similar al alcohol, ya que
surge de su fermentación, cuando se toman ambas sustancia en grandes cantidades
pueden promover cambios a nivel neurobiológico que llevan a su sobre consumo, con
amortiguación de la señal de recompensa, craving, uso continuado a pesar de las
consecuencias negativas y abstinencia de restringirse su consumo. Es decir que ambos
tendrían la potencialidad de su abuso27 28.
Este estado de cosas lleva a que vayamos perdiendo nuestras bases fisiológicas para el
hambre y la ingesta de alimentos que van siendo reemplazadas por lo que Brian Wansink
llama “mindless eating” o “comer sin pensar” o “comer inconsciente” en oposición al “mindfull
eating” o comer consciente.
Desde un punto de vista biosocial y evolutivo podemos considerar que nuestro medio
ambiente actual interactúa con nuestra biología para dar lugar a la situación en la que una
parteimportante de la población está aumentando de peso de manera persistente.
Davis
Observemos el siguiente esquema que compara el medio ambiente restrictivo con el actual.
¿Por qué hay individuos propensos a comer, a menudo con voracidad, más allá de sus
necesidades energéticas y a almacenar un exceso de tejido adiposo cuando las
consecuencias inherentes de estas conductas a largo plazo son tan perjudiciales?
• El primero es que para que el peso corporal (utilizado aquí de manera intercambiable
con la adiposidad) se desvíe de la norma, debe haber algo mal con el regulador
homeostático situado en el hipotálamo y su rígidamente defendido peso corporal o
'set point'. Sin embargo, sólo un porcentaje muy pequeño de la obesidad se puede
asignar a defectos en el sistema homeostático de regulación del peso.
• Un tercer punto de vista es incluir, además del hipotálamo, otras áreas del cerebro
como el bulbo raquídeo, los ganglios basales y el sistemacórtico-límbico en el circuito
mayor de regulación homeostática, en un entorno rápidamente cambiante que
interactúa principalmente con el cerebro emocional y cognitivo.
Hoy en día debido a una menor presión evolutiva a causa de una mayor eficiencia
adaptativa ahorrativa de combustible (fenotipo ahorrativo) que se suma a una pérdida de
presión evolutiva por la falta de depredadores, los límites superiores de peso corporal /
adiposidad no estarían tan fuertemente defendidos por los altos niveles de leptina y otras
señales como podría esperarse.
Las investigaciones muestran que la mayoría de los animales, incluyendo el homo sapiens,
está biológicamente predispuesta a comer en exceso cuando hay disponibilidad de recursos
Hoy en día sabemos que en la mayoría de los seres humanos, la obesidad es un estado de
resistencia a la leptina con altos niveles de leptina circulante. Los estudios en animales han
demostrado que lo mismo ocurre con las ratas y ratones de laboratorio, animales
domésticos como perros y gatos, así como animales salvajes como los osos polares y los
babuinos, cuando son expuestos a dietas de apariencia humana con alto contenido de
grasa, azúcar y energía. Por lo tanto, en contradicción con las teorías de regulación del peso
corporal/adiposidad que postulaban la existencia de un adipostato con la leptina como la
señal clave de retroalimentación negativa, lo que ocurre es que el aumento escalonado de
los niveles circulantes de leptina no impide el desarrollo de obesidad en muchos individuos.
Algo similar ocurre con las otras hormonas anorexígenas como la insulina y la amylina, y
con metabolitos como la glucosa y los ácidos grasos que tampoco actúan retroalimentando
negativamente el sistema como cabría esperar desde un punto de vista homeostático32.
Asimetría:
Es decir entonces que el nivel más bajo de peso corporal / adiposidad se defiende
incondicionalmente33. Bajos niveles de leptina y otras señales que resultan de las reservas
de nutrientes inadecuados convierten al cerebro rápidamente en una "máquina de hambre".
Por otra parte, el nivel superior de peso corporal se defiende sólo escasamente,
particularmente en individuos genéticamente predispuestos.
Y…
¿Qué pasa con estos mecanismos cuándo una persona decide bajar de peso
voluntariamente?
Es ampliamente conocido que “hacer dieta” para bajar de peso, en los seres humanos con
sobrepeso u obesidad tiene una tasa de fracaso muy alta. Para muchos de ellos la aparición
de “avidez” (craving) por alimentos y la recaída son inevitables. Los mecanismos de este
comportamiento paradójico no han sido claros. Aunque la pérdida de peso por lo general se
puede lograr mediante la restricción de la ingesta de alimentos, la mayoría de las personas
que hace dieta recupera el peso en el largo plazo. La pérdida de peso inducida por la dieta
se acompaña de varios cambios fisiológicos que fomentan la recuperación del peso,
incluyendo alteraciones en el gasto de energía, el metabolismo de los sustratos energéticos
y las vías hormonales que intervienen en la regulación del apetito, muchos de los cuales
persisten más allá del período de pérdida de peso inicial. Se podría esperar que el sistema
Ahora bien…
¿Por qué algunos individuos presentan “excesos alimentarios” cuando todo el mundo está
expuesto al mismo medio ambiente?
• Las marcas de snacks se renuevan para que haya consumo durante todo el
día
Annabella Quiroga
Ángeles López
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