Está en la página 1de 4

Drogas

Marihuana
¿Qué es la marihuana?
La marihuana es una mezcla verde, marrón o gris de partes desmenuzadas y secas de la
planta de marihuana. La planta contiene sustancias químicas que actúan en el cerebro y
pueden cambiar su estado de ánimo o conciencia.

¿Cómo se usa la marihuana?


Hay muchas maneras diferentes en que las personas usan marihuana, incluyendo:

 Enrollar y fumarla como un cigarrillo o un cigarro


 Fumarla en una pipa
 Mezclarla en la comida y comerla
 Preparándola como un té
 Inhalar aceites humeantes de la planta (conocido como "dabbing" en inglés)
 Vaporizadores electrónicos (vapear)
¿Cuáles son los efectos de la marihuana?
La marihuana puede causar efectos a corto y largo plazo.

A corto plazo:

Bajo los efectos de la droga, se puede experimentar:

 Sentidos alterados, como ver colores más brillantes.


 Sentido del tiempo alterado, como minutos que parecen horas
 Cambios en el estado de ánimo
 Problemas con el movimiento del cuerpo
 Problemas con el pensamiento, resolver problemas y la memoria
 Mayor apetito
A largo plazo:

A largo plazo, la marihuana puede causar problemas de salud como:

Problemas con el desarrollo del cerebro: Las personas que comenzaron a consumir
marihuana en la adolescencia pueden tener problemas para pensar, recordar y aprender
Tos y problemas respiratorios si fuma marihuana frecuentemente
Problemas del desarrollo infantil durante y después del embarazo si una mujer fuma
marihuana durante el embarazo

MDMA
La MDMA es una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno. Produce un
efecto energizante, distorsiona la percepción sensorial y temporal y hace que las
experiencias sensoriales se disfruten más profundamente. También se la ha descrito cono
un entactógeno: una droga que puede aumentar la conciencia de uno mismo y la empatía.

La MDMA actúa fundamentalmente sobre el neurotransmisor serotonina e induce un leve


estado alterado de conciencia caracterizado por:

 Una amplificación e intensificación de las sensaciones emocionales.


 Sentimientos de cercanía, confianza y empatía hacia las demás personas.
 Sensaciones de autoestima, bienestar y felicidad.
 Desinhibición.
 Euforia.
 Estimulación o calma, y amigabilidad.
 Incremento en la necesidad de comunicarse con otras personas.
 Aumento en la apreciación de la música y modificación de las percepciones
sensoriales.
 Deseos de abrazar y besar.

Duración
Subida: tras la ingesta, los efectos pueden tardar en aparecer entre 20 y 70 minutos.
Pasado este período, los primeros efectos aparecen más o menos repentinamente
(«subidón») durante 5-20 minutos, para pasar a una fase de meseta que dura unas 2-3
horas.

Duración: los efectos suelen durar unas 4-6 horas, siempre dependiendo de la dosis, del
contexto y de la persona. Cuando se consume una dosis suplementaria, los efectos suelen
prolongarse durante un par de horas más y pueden mantenerse con dosis sucesivas, que
generalmente no afectan a la intensidad de la experiencia, pero sí la alargan, a la vez que
incrementan los efectos secundarios.

¿QUÉ RIESGOS Y CONSECUENCIAS TIENE EL CONSUMO DE ÉXTASIS?


El éxtasis puede producir, de forma inmediata, numerosos efectos adversos para la salud,
desde náuseas, escalofríos, sudoración, visión borrosa o contractura involuntaria de los
músculos de la mandíbula, hasta la muerte ocasionada por sobredosis.

En las horas o días siguientes a la ingestión de la droga se produce una reducción de


ciertas habilidades mentales, en especial de la memoria y de la capacidad del individuo
para procesar la información, lo que aumenta el riesgo de accidentes asociados a la
conducción.
La asociación del éxtasis a una gran actividad física, como bailar durante horas, puede dar
lugar al “golpe de calor” que consiste en un aumento de la temperatura corporal que
puede provocar un fallo renal.

Además, en consumidores susceptibles, puede producir deshidratación, hipertensión y


fallo cardiaco, así como ansiedad, agitación y comportamientos violentos o de riesgo.

Los usuarios crónicos de éxtasis sufren daño en los procesos de atención, concentración y
abstracción, pérdida de memoria, disminución del interés por el sexo, pérdida de apetito y
una mayor frecuencia de alteraciones psiquiátricas como ansiedad, depresión,
sintomatología obsesiva, ideación paranoide o trastornos del sueño.

Algunos estudios sugieren la posibilidad de que estos efectos no deseados de larga


duración, que no desaparecen con periodos de abstinencia prolongados, ocurran tanto en
casos de consumo habitual como de consumo esporádico.

Factores como la edad de inicio en el consumo, la dosis, la frecuencia, el uso simultáneo


de otras drogas, así como otros factores ambientales y genéticos, son determinantes en la
magnitud de los efectos crónicos producidos.

Cocaína

La cocaína es un estimulante extremadamente adictivo que afecta directamente al


cerebro. La cocaína ha sido llamada la droga de los años ochenta y noventa por su gran
popularidad y uso extendido en esas décadas. Sin embargo, no es una droga nueva. En
realidad, la cocaína es una de las drogas que se conoce desde hace más tiempo. Las hojas
de la coca, de donde se obtiene la cocaína, se han ingerido por miles de años, mientras
que la sustancia química pura, el clorhidrato de cocaína, se ha consumido por más de 100
años. A principios del siglo XX, por ejemplo, la cocaína purificada se convirtió en el
principio activo básico que se empleaba en la mayoría de los tónicos y elíxires creados
para tratar una gran variedad de enfermedades.

Las principales vías de administración de la cocaína son oral, nasal, intravenosa y


pulmonar. La forma de administración nasal, conocida como “esnifar” o “snorting”, es el
proceso de inhalar la cocaína en polvo por la nariz, de donde pasa directamente a la
sangre a través de las membranas nasales. También se puede aplicar la droga
directamente sobre las mucosas. La inyección o la administración intravenosa transporta
la droga directamente a la sangre aumentando así la intensidad de su efecto. Al fumar, se
inhala el vapor o el humo de la cocaína a los pulmones, donde la sangre lo absorbe a la
misma velocidad que cuando se inyecta. El efecto eufórico resultante es casi inmediato, y
es la razón por la cual la popularidad del crack aumentó enormemente a mediados de los
años ochenta.
Los efectos de la cocaína se presentan casi inmediatamente después de una sola dosis y
desaparecen en cuestión de minutos o dentro de una hora. Los que consumen cocaína en
cantidades pequeñas generalmente se sienten eufóricos, energéticos, conversadores y
mentalmente alertas, particularmente con relación a las sensaciones visuales, auditivas y
del tacto. La cocaína también puede disminuir temporalmente el apetito y la necesidad de
dormir. Algunos consumidores sienten que la droga les ayuda a realizar más rápido
algunas tareas simples, tanto físicas como intelectuales, mientras que a otros les produce
el efecto contrario.

Al ser expuesto repetidamente a la cocaína, el cerebro comienza a adaptarse a la misma y


la vía de gratificación se vuelve menos sensible a los refuerzos naturales y a la droga en sí.
El consumidor puede desarrollar tolerancia, lo que significa que necesitará una dosis cada
vez mayor de la droga o que deberá consumirla con más frecuencia para obtener el mismo
placer que cuando recién comenzó a usarla. Al mismo tiempo, los consumidores también
se pueden volver más sensibles (sensibilización) a la ansiedad, las convulsiones u otros
efectos tóxicos de la cocaína.

La cocaína se suele consumir repetidamente y en dosis cada vez mayores (en “binges”), lo
que puede conducir a un estado de irritabilidad, inquietud y paranoia e incluso puede
causar un episodio total de psicosis paranoica en el que se pierde el sentido de la realidad
y se sufre de alucinaciones auditivas. Al aumentar la dosis o la frecuencia del consumo,
también aumenta el riesgo de sufrir efectos psicológicos o fisiológicos adversos.

También podría gustarte