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INSTITUTO UNIVERSITARIO MEXIQUENSE

Alumna:

Yolotli Zacnite Vázquez Negrete

Asignatura:

T. de la alimentación

Catedrático:

Mtra. Estefanía López Mondragón

Licenciatura:

Psicología 4° semestre
INTRODUCCIÓN

La alimentación es un elemento importante en la buena salud, influye la calidad de


los alimentos, la cantidad de comida y los hábitos alimentarios para un bienestar
del ser humano, con lo cual se obtiene una nutrición equilibrada. Las frutas y los
vegetales contienen vitaminas, minerales, carbohidratos y fibra.

En estudios que utilizan las expresiones faciales y la conducta de succión como


índices de preferencia, se ha demostrado que los bebés prefieren las sustancias
de sabor dulce y salado, rechazando aquellos sabores amargos. Los niños que
fueron rápidamente acostumbrados al consumo de jugos o agua edulcorada,
consumen más dichos alimentos de azúcar que aquellos que no estaban
habituados.

En el presente trabajo se presentara el tema de la elección de la comida, el cual


se menciona que no solo los adultos y jóvenes sino que también son los niños los
cuales hacen esta parte de la elección de la comida y lo que es la neofobia lo cual
se ha llamado “la paradoja del omnívoro”.
ELECCION DE LOS ALIMENTOS

La elección de la comida es el resultado de un complicado conjunto de procesos


caracterizados en muy diversas maneras. Es un reflejo del patrimonio cultural, la
ubicación geográfica y la economía. Las preferencias personales, las creencias
religiosas y éticas, los problemas de salud y los hábitos dietéticos también son
factores en la elección de los alimentos. Comprender la naturaleza compleja de la
elección de alimentos puede ayudarnos a tomar mejores decisiones para nosotros
y nuestras familias.

Por ejemplo, los antecedentes culturales de una persona pueden influir en sus
elecciones de alimentos. Una persona que ha crecido en una cultura particular.

(Yudkin, 1956) menciona que está influida por factores físicos (geografía, estación,
economía y tecnología alimentaria), factores sociales (religión, clase social,
educación y publicidad), factores psicológicos (herencia, alergia y necesidades
nutricionales relacionadas a las emociones).

También es importante tener en cuenta factores personales como la edad, el sexo,


el estilo de vida y las preferencias que contribuyen a la elección de los alimentos.
Por ejemplo, los niños pueden tener preferencia por los alimentos dulces y a los
adultos les pueden gustar los alimentos salados. Además, las personas también
pueden tener preferencias culturales, como el gusto por la comida picante.
Además, el conocimiento de nutrición de uno también puede afectar su decisión
sobre los alimentos.

Para tener una dieta equilibrada, los seres humanos tienen que consumir diversos
alimentos, sin embargo, ante los alimentos nuevos, muestran temor y una
conducta de evitación que se conoce como la neofobia.
Aquí también los niños pequeños muestran respuestas neofobia a la comida pero
tienen que acabar aceptando aquellos alimentos que les parecen desagradables o
amenazadores; esto muestra que no solo los adultos o jóvenes la padecen si no
que los niños también están incluidos.

Se ha llamado a esto la "paradoja del omnivoro” (Rozn, 197€). Los niños


pequeños muestran respuestas neofóbicas a la comida, pero tienen que acabar
aceptando y consumiendo alimentos que, al principio, pudieran parecerles
amenazadores.

La paradoja del omnívoro es un fenómeno interesante, especialmente porque


ilustra cómo cambia nuestra relación con la comida a medida que envejecemos.
Como adultos, es más probable que seamos aventureros y tengamos una gama
más amplia de alimentos en nuestra dieta. También tendemos a estar más
abiertos a probar diferentes sabores y texturas, lo que probablemente se deba al
hecho de que hemos estado expuestos a una variedad de cocinas en todo el
mundo.

La investigación ha demostrado que el simple contacto con las comidas nuevas


puede cambiar las preferencias infantiles. Por ejemplo, BircH y Maru (1982) dieron
comidas nuevas a niños de 2 años durante un período de 6 semanas. El enfoque
evolutivo de la elección de la comida destaca la importancia del aprendizaje y la
experiencia, y se centra en el desarrollo de las preferencias alimentarias en la
infancia. Un pionero de esta investigación fue Davis (1928, 1939), que realizó
estudios de bebés y niños pequeños internados en una sala de pediatría en los
Estados Unidos durante varios meses.

Davis descubrió que los bebés y los niños pequeños mostraban gradualmente
preferencias por ciertos alimentos. También mostró que las preferencias
alimentarias de las madres tenían un efecto sobre las preferencias alimentarias de
sus hijos. Además, sugirió que la elección de alimentos es más que el resultado de
necesidades nutricionales, y que implica procesos psicológicos de aprendizaje y
experiencia.

El trabajo se realizó en una época en la que las normas vigentes de alimentación


respaldaban un régimen alimenticio muy restringido, y Davis estaba muy
interesada en examinar las respuestas de los niños a una dieta autoseleccionada.
Estudió si había un "medio instintivo de abordar... el problema de la nutrición
óptima” (Davis, 1928).

Davis proporcionó a los niños una amplia selección de alimentos y observó las
elecciones que hicieron. Encontró que los niños tenían una tendencia a
seleccionar la misma variedad de alimentos, independientemente de si la comida
era saludable o no. Esto sugirió que los niños tenían una comprensión instintiva de
cómo elegir una dieta equilibrada.

Se ofreció a los niños una variedad de entre 10 y 12 comidas saludables,


preparadas sin azúcar, sin sal o sin condimentar; tenían libertad para comer lo que
quisieran. Sus detallados informes de este estudio pusieron de manifiesto que los
niños eran capaces de seleccionar una dieta coherente con el crecimiento y la
salud y no tenían ningún problema de alimentación.

Además, el estudio de Davis concluyó que tal "selección instintiva de alimentos"


fue moldeada por factores ambientales como el acceso a ciertos alimentos o
influencias culturales. Llegó a la conclusión de que la elección de los alimentos no
era arbitraria ni aleatoria, sino que dependía de factores importantes.

Los resultados de este estudio generaron una teoría de "la sabiduría del cuerpo”,
que destacaba sus preferencias alimentarias innatas. De acuerdo con esto, Davis
concluyó de sus datos que los niños tienen un mecanismo regulador innato y son
capaces de seleccionar una dieta sana.
Esto sugería que la elección de los alimentos era el resultado de un proceso
complejo y multifacético. Los padres, por ejemplo, tienen un papel importante que
desempeñar en la configuración de los hábitos alimentarios de los niños. Si bien el
estudio de Davis se realizó en los Estados Unidos.
Conclusión

La elección de los alimentos hace referencia a cómo decidimos los productos que
vamos a comprar y consumir. Es posible que nos fijemos en el precio si debemos
ajustarnos a un presupuesto. O que busquemos información sobre alérgenos si
somos alérgicos a algún alimento.

En conclusión, la alimentación saludable no se limita solo al alimento sino que


además del alimento está referida también a cuánto, cómo y con qué frecuencia
se consumen los alimentos y debe estar en relación a las necesidades
nutricionales y de energía de cada persona.

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