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Los procesos de inclusión escolar nos permiten repensar las condiciones,

socioeconómicas, culturales y políticas que atraviesan las instituciones educativas.


Creemos que es significativo reconocer los diferentes contextos donde se dan
estos factores y como atraviesan al estudiante. El desafío gira en torno a una
perspectiva donde se valora lo aprendido por las personas sobre el contexto en el
que las personas aprenden.

El proceso de la enseñanza y el aprendizaje debe habilitar espacios para


una cultura inclusiva donde se puedan formar sujetos reflexivos, pensantes,
autónomos e independientes. La UNESCO considera a la educación inclusiva
como una estrategia clave para alcanzar la Educación para Todos, partiendo del
hecho de que la educación es un derecho humano básico y fundamental de una
sociedad más justa e igualitaria.

El abordaje de este trabajo intenta realizar una lectura descriptiva y de


reflexión sobre la inclusión educativa tomando como pilar elemental la cultura. La
educación inclusiva significa que todos los niño/as y adolescentes, con y sin
discapacidad o dificultades, aprendan juntos en las diversas instituciones
educativas en todos los niveles y modalidades del sistema educativo que tiene que
ver con la calidad de la experiencia; con la forma de apoyar su aprendizaje, sus
logros y su participación total en la vida de la institución.

Es importante gestionar, generar e incrementar las oportunidades que


permitan educar para la libertad de pensamiento, expresiones, posturas, ideas que
cada individuo posea. La educación es uno de los factores que más influye en el
avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos,
la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos
caracteriza como seres humanos.

Una educación inclusiva: “enseñar a aprender a aprender”, “enseñar a


aprender a convivir” y “enseñar a aprender a emprender”, para que todas las
personas puedan comunicarse, participar y trabajar en su comunidad y, por ende,
vivir en sociedad. Además, busca transformar mediante una propuesta
pedagógica la integración de contenidos para la diversidad que consideren
motivar, desarrollar capacidades, respetar ritmos y estilos de aprendizaje. Es
necesario el apoyo continuo de especialistas interdisciplinarios y de las familias
para hacer un seguimiento de procesos evolutivos de aprendizajes y a partir de
ellos poder lograr una verdadera inclusión.

Pensamos que la idea de escuela inclusiva apunta hacia la necesidad de


una educación de calidad para todos y todas. Para ello es necesario implementar
una serie de cambios profundos en la institución educativa como ser la
transformación de curriculum la formación del profesorado un liderazgo efectivo la
modificación de la cultura y organización de la escuela y el compromiso de todos
los actores de la comunidad educativa.

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Cultura inclusiva y gestión estratégica:

Los procesos de inclusión escolar nos llevan a pensar en las condiciones,


sociales, culturales y económicas que atraviesan las instituciones. Ya
consideramos que es importante reconocer los diferentes contextos donde se dan
estos factores y como involucran al alumno. El desafío radica en “no plantear
entonces cómo las personas se apropian del aprendizaje sino cómo el aprendizaje
se apropia de las personas en un contexto definido” (Dermott, 2001).

Podemos pensar en este sentido que la enseñanza y el aprendizaje,


también deben habilitan espacios para la construcción de sujetos reflexivos,
pensantes, autónomos e independientes siendo esto un punto clave para una
cultura inclusiva. La UNESCO considera a la educación inclusiva como una
estrategia clave para alcanzar la Educación para Todos, partiendo del hecho de
que la educación es un derecho humano básico y fundamental de una sociedad
más justa e igualitaria. El presente trabajo tiene como intención hacer una
descripción y reflexión sobre la inclusión educativa abarcando uno de los pilares
necesarios para su desarrollo e implementación, la cultura. Cuando escuchamos o
leemos la expresión inclusión educativa, la mayoría de las personas
instantáneamente lo relacionan con la educación especial o con la discapacidad.
Este hecho es el que ha prevalecido a lo largo de la historia y en función de él se
han realizado acciones, pero el modelo actual difiere en el origen del concepto.

Por ellos, se debe gestionar una educación para generar e incrementar la


capacidad que ya tienen las personas para adquirir, procesar y aplicar los
conocimientos. Ampliando la mirada de lo macro social a lo micro, atender a las
diferentes demandas tanto del sujeto como de la institución en donde se desarrolla
los procesos. Educar para la libertad de pensamiento, expresiones, posturas, ideas
que cada individuo tenga y que las instituciones valoren la opinión diferente del
otro.

La educación es un derecho fundamental de las personas. La misma


debe satisfacer las necesidades de aprendizajes de todos. Debe ser orientada a
explotar, despertar, crear las capacidades y talentos que cada persona posee. De
este modo buscar a mejorar su calidad de vida y así poder transformar la sociedad
incorporándose a la misma. Se puede considerar a la educabilidad más bien como
el encuentro posible entre de los sujetos, en determinadas condiciones que
aseguren y garanticen la transformación de lo existente. La idea de educabilidad
remite a una incompletud fundamental y originaria que en contextos sociales se
presenta como potencialidad. Así, hablar de educabilidad implica encontrar la
naturaleza inacabada, incompleta del hombre. En este sentido la educación posee
un lugar privilegiado, ya que se encuentra situada en el lugar de constituir lo
específicamente humano (Baquero 2005).

Desde esta visión, una nueva educación debería construirse sobre la base
de tres tópicos fundamentales: “enseñar a aprender a aprender”, “enseñar a
aprender a convivir” y “enseñar a aprender a emprender”, para que todas las
personas puedan comunicarse, participar y trabajar en su comunidad y, por ende,
vivir en sociedad.

En consecuencia, una enseñanza inclusiva no debe tener como criterio de


selección ni discriminación de ningún tipo, sino buscar a transformar mediante una
propuesta pedagógica buscando integrar diferentes contenidos para la diversidad
del alumno, a través de motivaciones, capacidades, estilos, propuestas y ritmos de
aprendizaje. También creemos que es necesario el apoyo continuo de diferentes
especialistas (psicopedagoga, maestra especial, psicóloga, fonoaudióloga etc.)
Hacer un seguimiento de procesos evolutivos de aprendizajes y a partir de ellas
poder lograr la inclusión en el conocimiento.

De acuerdo a esto las políticas de inclusión deben garantizar que toda


persona, sin importar sus condiciones étnicos, sociales o económicos tengan la
posibilidad de acceder al conocimiento tan amplio y libremente como sea posible
en la escuela y en otro contexto donde los ciudadanos se desenvuelvan. Si estas
políticas no se cumplen o no llegan a término, son los niños quienes sufren las
consecuencias al trabajo infantil, explotación y abandono.

Intervenir en las diferentes dificultades de aprendizaje que presentan los


alumnos o niños es realmente muy compleja, ya que responden a las capacidades
que tiene el alumno y también al contexto familiar, escolar (Bulling) esto
obstaculiza a la hora de aprender, provocando la baja autoestima como la
inseguridad, miedo, fluidez en la expresión oral, dialogo con sus pares y la
autoexclusión.

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