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Pueblo godo.

Fueron un antiguo pueblo germánico procedentes de Suecia que


constituyeron una gran potencia desde el siglo III hasta el VI d.n.e. Cuando comenzaron
a expandirse por Europa amenazaron el poder del Imperio romano. Durante el siglo III
se dividieron en dos tribus independientes: los tervingios y los greutungos. Ambas
mantuvieron contactos y alianzas puntuales. Hacia el 370, a partir de las invasiones de
los hunos, los godos se dividieron en dos ramas separadas. Los ostrogodos
constituyeron un vasto reino al este del río Dniéster, en las tierras alrededor del mar
Negro (lo que hoy es parte de la actual Ucrania y Bielorrusia). Los visigodos fueron los
godos del occidente, cuyo dominio territorial se extendía desde el Dniéster hasta el
Danubio.

Historia

Jordanes, historiador bizantino del siglo VI, apunta a la región de una isla llamada
Scandza (Gotland, la actual Suecia ) el origen de los godos de donde emigraron
alrededor del año 1490 a.C.

La primera referencia histórica de los godos es hecha por el historiador romano Tácito
en el año 98 en su obra Germania (libro), que los sitúa en la región del Vístula (actual
Polonia), tierra que ellos llamaron Gothiscandza.

En el siglo II, los godos avanzaron hacia el Sur en pequeños grupos, siguiendo el curso
del Vístula para luego penetrar por las llanuras danubianas hasta las orillas
septentrionales del mar Negro, lo que hoy es Rumanía, Moldavia y Ucrania, llamando a
la tierra nueva Reidgotaland.

En su larga migración, dejaron tras de sí a numerosos pueblos afines (los esciros y los
gépidos en el Vístula, los hérulos y los rugios en Pomerania, los burgundios en la
cuenca alta del Elba y los vándalos en la desembocadura del mismo río). Los godos
poseían una fuerte organización dinástica que les permitió adquirir una capacidad de
choque y una penetración mayor que las demás tribus germánicas, invadieron Dacia y se
asentaron en ella por un periodo aún no establecido exactamente por las fuentes godas
(dado que eran una tribu semierudita) a pesar de haber sido derrotados en el 214 por el
Emperador Caracalla.

Contacto con el Imperio romano

El contacto con el Imperio romano prontamente introdujo cierta civilización en las


tribus góticas, y fueron reclutados para luchar con los romanos en las guerras romano-
sasánidas. Sin embargo, la presión hostil en los confines del imperio se hizo cada vez
más fuerte, siendo una de sus causas el explosivo aumento poblacional de los bárbaros y
el simultáneo ocaso de la capacidad militar del imperio. En el año 251, los godos
encabezados por Cniva vencieron y asesinaron al emperador Decio en la batalla de
Attrio. Al mismo tiempo comenzaron con la invasión de los Balcanes hacia Bizancio,
por una parte, y la de Italia y Panonia, por otra. Contra ellos lucharon los emperadores
Claudio II (llamado El Gótico) y Aureliano, en la Batalla de Naissus del año 268 en la
que dividieron al pueblo en dos ramas. Y cuando los romanos abandonaron Dacia hacia
270, los godos emprendieron la ocupación del territorio hacia 300. Y ya en esa época,
en 291, está documentada por primera vez la división de los godos en dos grupos. Los
tervingios aparecen establecidos al oeste del Dniéster y los greutungos al este. Más
adelante se aliaron con Constantino II y se convirtieron al cristianismo por obra del
obispo Ulfilas, que tradujo la Biblia a su lengua.

Las guerras entabladas entre los emperadores romanos y los gobernantes godos a lo
largo de casi un siglo devastaron la región de los Balcanes y los territorios del noreste
del Mediterráneo. Otras tribus se unieron a los godos y bajo el gran rey Hermanarico
establecieron en el siglo IV (350) un reino que se extendía desde el mar Báltico hasta el
mar Negro, teniendo como súbditos a eslavos, ugrofineses e iranios. Los reinos godos
en el Imperio romano

Hacia el 370, los hunos arrasaron el vasto reino greutungo del rey Hermanarico, y los
tervingios cruzaron el Danubio y entraron como refugiados en el Imperio. En el año 378
derrotaron y dieron muerte en la batalla de Adrianópolis, al emperador romano Valente,
pudiendo obtener así un tributo por una paz que sería solo temporal.

Las fuerzas visigodas dirigidas por Alarico I iniciaron a partir del año 395 una
expedición hacia la península itálica que llegó a Roma en el 410. El emperador Honorio
concedió a los visigodos la región de Aquitania, desde donde los visigodos derrotaron a
los vándalos, que accedieron a Hispania al permitirlo el general Geroncio, envuelto en
una lucha por el poder, entrando en la península hacia el 475, que estaba en situación de
caos tras la invasión de suevos, alanos, y vándalos, acceso sin violencia que hicieron
presionados por los francos católicos, que les expulsaron de las Galias por el arrianismo
visigodo, fundando a partir de estos hechos, un reino, centrado entonces en lo que hoy
es Soria, que terminaría desapareciendo por la invasión y ocupación islámica en el año
711.

Por su parte, los ostrogodos de Teodomiro se sacudieron del poder huno tras la batalla
de Nedao en 454. A petición del emperador Zenón, Teodorico el Grande conquistó toda
Italia a partir de 488. El reino ostrogodo persistió hasta 553 bajo Teya, cuando Italia
volvió brevemente a control bizantino hasta la invasión de los lombardos en el 568.

Con el hundimiento de los reinos, los godos desaparecieron de la historia, habiendo


asimilado rápida y totalmente a la civilización romana. La rama que más tiempo perduró
fue la de los godos de Crimea, los cuales perdieron su independencia en el año 1475
frente a los turcos, en tanto su lengua, aún viva en parte del siglo XVI, no parece
haberse extinguido hasta el siglo XVIII.

Sociedad y economía visigoda

Cuando tuvieron los primeros contactos con el Imperio romano, los godos se dieron al
pillaje dentro de sus tierras. Cuando se instalaron en Dacia, se dedicaron a la extracción
de recursos minerales que luego comercializaban con los romanos.
Con el establecimiento en la provincia romana de Dacia, se produce un profundo
cambio en la estructura económica y social de los godos. En un principio se trataba de
un pueblo seminómada en donde todos los hombres eran libres y tenían los mismos
derechos ante sus caudillos, siendo todos guerreros en potencia, para luego pasar a ser
una sociedad dedicada a la actividad agrícola y en menor escala ganadera. Nace así una
fuerza de campesinos libres que no deben guerrear y otra casta que estaba conformada
por guerreros profesionales que se entregaban de lleno a la preparación militar.

Surge también una aristocracia que se dedica a acumular grandes riquezas obtenidas
mayoritariamente del comercio con el Imperio romano. Este cambio social y económico
de convertirse en una nación agrícola, conlleva a que las aspiraciones militares de los
godos sean la conquista de tierras fértiles donde poder asentarse y desarrollar la
actividad mayoritaria. En todo el territorio conquistado se produce este poderoso
fenómeno, pero se muestra una acentuación en comarcas visigodas, pues limitaban con
el Imperio, por un lado, y con los ostrogodos, por el otro, mientras que estos últimos
poseían la retaguardia desprotegida ante invasiones hunas y de otros grupos bárbaros.

Cabe destacar que los godos absorbieron con facilidad innovaciones tecnológicas, como
el estribo, el arco, la equitación y nuevas tácticas militares basadas principalmente en la
caballería armada con arco y flecha. Con estos avances y la riqueza obtenida del
comercio con los romanos, los godos se convierten prontamente en una gran potencia
que se encuentra por encima de otros pueblos germánicos. Esto hace que se transformen
en un problema para el Imperio romano.

Este desarrollo económico (y también el desarrollo militar) produjo preocupación dentro


de los límites imperiales, por lo que Aureliano se decidió a proclamar el Deus et
dominus natus, reconociendo así a la nación goda asentada en Dacia, en el año 270. De
esta forma, los romanos reconocían a los godos como una nación amiga y vecina, a
pesar de que las incursiones al otro lado del Danubio proseguían sin importar lo que se
estipulara en los tratados. Con el Deus et dominus natus se intentó pacificar a los godos,
haciéndoles creer que eran gratos y necesarios para el Imperio; como bien se sabe, los
romanos siempre fueron buenos diplomáticos.

Lengua

El idioma gótico es una de las lenguas germánicas más tempranamente documentada.


Se han encontrado escritos de leyendas populares de la Edad Media e, incluso, algunos
estudiosos encontraron evidencia de que se habló hasta el siglo XVI, cuando se
extinguió definitivamente, con la desparición del gótico de Crimea.

El idioma gótico es una lengua germánica extinta, que, con la lengua de los burgundios,
vándalos, hérulos y rugenos, constituía el grupo germánico oriental. A diferencia de las
últimas, de las cuales sólo se conocen algunos nombres propios y algunos sustantivos, el
gótico es conocido por fragmentos que se conservan de la traducción de la Biblia,
efectuada por Ulfilas, que convirtió y evangelizó a los godos. Estos, asentados al
principio al norte del Danubio, fueron conducidos por el mencionado obispo en el año
348 al otro lado del río, cerca de Nicópolis, para que pudiesen escapar de las
persecuciones anticristianas decretadas por Atanarico.

La obra de Ulfilas fue de gran importancia. No sólo era gran conocedor de su propia
lengua, sino también del latín y griego. Se vio en la necesidad de trasladar los
conceptos, los hechos culturales y los objetos de la civilización grecorromana a una
lengua alejada de todo ello, debido a las características culturales del pueblo que la
hablaba y carente también, si se exceptúan las inscripciones rúnicas germánicas, de
cualquier tradición literaria. Por lo tanto, Ulfilas tuvo que crear primeramente un
alfabeto proveniente del griego, pero con rasgos latinos y rúnicos, y solucionar a
continuación los complicados problemas relacionados con la semántica. Aún con la
limitación de tratarse de una lengua de una sola persona y resultado de una traducción,
es la primera lengua germánica documentada. Además la lengua gótica posee ciertos
trazos de conservación -ausente o en vías de desaparición en otras lenguas germánicas-
que colocan a este idioma histórico bastante cerca de aquella abstracción científica que
constituye el germánico común. Sentido moderno del término «godo»

El recuerdo del pueblo godo se ha mantenido en la cultura popular española a lo largo


de los siglos asociado a la nobleza antigua, dando lugar a expresiones como «hacerse
los godos» o «ser godo». Con el tiempo, el adjetivo «godo» ha adquirido varias
acepciones, generalmente despectivas hacia las personas de origen español; al igual que
gabacho hacia las de origen francés, gringo a estadounidenses o pocho a mexico-
americanos:

Los visigodos
Los visigodos fueron una rama de los godos. Tras salir posiblemente de Escandinavia,
los godos se asentaron al Norte del Mar Negro, donde se dividieron en visigodos (godos
del Oeste) y ostrogodos (godos del Este). Los primeros contactos de los visigodos con
los romanos datan del último tercio del siglo IV d.C., cuando presionados por los hunos
pidieron permiso al emperador Valente para atravesar el limes del Danubio. A raíz de
esta petición, los visigodos fueron autorizados a acampar en Tracia, aunque el
asentamiento, pacífico en principio, no resistiría mucho tiempo.

La invasión de los Balcanes y el asedio de Constantinopla por los visigodos pondrían en


alerta al emperador Teodosio (379-395), quien prefirió llegar a un acuerdo mediante el
cual los visigodos se convertían en los primeros federados del Imperio. Se iniciaba así
su sedentarización y su conversión al cristianismo arriano.

No obstante, desde el año 396 de nuevo la presión de los hunos y su


penetración en Dacia y Panonia causó un efecto dominó, induciendo a
otros pueblos germanos a un movimiento migratorio de gran repercusión,
las denominadas invasiones en masa de pueblos bárbaros que sacudieron
durante más de quince años la parte occidental del Imperio Romano. En
este contexto, los godos encabezados por Alarico invadieron la Península
Itálica, provocando la caída y el saqueo de Roma en el año 410.

Muerto Alarico, la respuesta de Honorio, emperador de la zona occidental


(396-423), consistió en ofrecer a los godos una salida hacia la Galia, con
el fin de que este pueblo consiguiera frenar los ataques de otros pueblos
bárbaros. De este modo, a partir del 418 se instalaron en Aquitania y
fundaron con la connivencia del poder romano el primer reino bárbaro,
conocido como el reino visigodo de Tolosa.

Desde allí, más tarde, penetraron en Hispania para combatir a los


bagaudas y a los suevos, aunque la emigración hacia la Península
aumentó a partir del año 490. El punto álgido del traslado llegaría en el
507, tras la derrota sufrida por los visigodos de Toulouse ante los francos
dirigidos por Clodoveo.

Desde su inicial asentamiento en territorio del Imperio Romano, los


godos se convirtieron al arrianismo, una doctrina pronto tachada como
herejía, ya que negaba el dogma de la Trinidad y, en consecuencia,
rechazaba la divinidad de Cristo, al predicar Arrio, un clérigo de
Alejandría de principios del siglo IV, que el Verbo, Hijo de Dios, estaba
subordinado al Padre y no formaba parte de la misma sustancia.

Y en el arrianismo se mantuvieron, transmitiendo dicha doctrina a otros


pueblos bárbaros instalados en Occidente, hasta la conversión al
cristianismo de Recaredo en el Concilio de Toledo (589).
Este hecho y el decreto de inmunidad fiscal para el clero propiciaron el
apoyo de la Iglesia a la aristocracia.

Y en este sentido, el auge de la nobleza supondría el inicio de la


feudalización.

Los visigodos fueron la rama de los pueblos godos, perteneciente a los pueblos
germánicos orientales. Pueblo guerrero, seminómada, de origen indoeuropeo,
proveniente de la actual Suecia que hablaba una lengua emparentada con el germano
antiguo. Eran paganos, siendo su Dios Principal, Gutton, del que creían descender.
Adoraban también como la mayoría de los pueblos de la antigüedad, a los fenómenos de
la naturaleza.

Su presencia en Hispania data del año 416, cuando ―como federados de Roma―
acudieron para combatir contra los suevos, vándalos y alanos, que se habían asentado en
diversas regiones del territorio peninsular. Tras esta intervención, firmaron un acuerdo
con Roma y se establecieron en el suroeste de las Galias, donde crearon el reino de
Tolosa (en Toulouse). Más tarde regresaron a la Península con funciones de carácter
militar iniciándose su asentamiento en estas tierras. Pero la afluencia masiva de
visigodos hacia la Península se produjo después de la derrota sufrida frente a los francos
en la batalla de Vouillé (507). Su asentamiento preferente se sitúa en la cuenca del
Duero, una zona de escasa población y débil desarrollo urbano, que les permitía
mantenerse aislados de los hispanorromanos.

Sumario

 1 Origen

 2 Historia

o 2.1 Penetración en el Imperio romano

o 2.2 El saqueo de Roma

o 2.3 Asentamiento en las Galias

o 2.4 Reino visigodo

 2.4.1 Reino visigodo de Tolosa (Francia)

 2.4.2 Reino visigodo de Toledo (España)

 3 Vestigios de la lengua gótica

 4 Invasiones

 5 Nuevos reinos germánicos


o 5.1 Tervingios y greutungos

 6 Cultura y arte de la España Visigoda

o 6.1 Orfebrería

o 6.2 Arquitectura

o 6.3 Edificaciones más típicas

 7 Política

 8 Economía y sociedad

 9 Véase también

 10 Fuentes

Origen

Tiene su origen histórico en las tierras del Sur de lo que hoy es Suecia. Los godos eran
un pueblo indoeuropeo, de tronco nórdico. Su lengua, hasta donde se sabe de ella,
entronca con el germano antiguo y posiblemente tuviera la misma raíz. No se sabe con
certeza en qué época los godos se diferenciaron de otros pueblos nórdicos vecinos de
ellos, tales como gépidos, jutos, etc. Por ello no es posible trazar con total exactitud las
raíces de los godos hasta su primer origen.

Los godos entran en la historia cuando autores romanos los mencionan como habitantes
de las costas bálticas de los que hoy es Alemania y Polonia ya en el siglo I n. e. Su
migración desde Escandinavia no puede ser datada con precisión aunque se suele
aceptar la primera mitad de ese siglo como fecha aproximada.

Los visigodos surgieron de grupos góticos anteriores (posiblemente de los tervingios)


que habían invadido el Imperio romano a partir de 376 y habían derrotado a los romanos
en la batalla de Adrianópolis en el año 378. Los visigodos invadieron Italia bajo
Alarico I y saquearon Roma en el año 410. Se establecieron en el sur de la Galia como
federados del imperio romano, y tras la derrota de Vouillé en el año 507 pasaron a
establecerse en Hispania creando un gran reino que abarcaba toda la península hasta que
fueron derrotados por los árabes en la batalla de Guadalete en el año 711 y su reino fue
sometido durante siglos hasta que posteriormente con la Reconquista, los Reyes
Católicos, descendientes de los reyes visigodos, reinstauraron el Reino de España
basándose en el antiguo Reino Visigodo.

A lo largo de casi dos siglos los godos van emigrando hacia el Sureste hasta
establecerse, en la primera mitad del siglo III, en las orillas del mar Negro, al este del
río Dniéster, en lo que hoy son Moldavia y Ucrania.
Hasta el momento de asentarse en las costas del Mar Negro los godos tenían una
estructura social muy similar a la de otros pueblos seminómadas. Todos los hombres
adultos eran por definición hombres libres y guerreros.

Historia

Durante el siglo III los pueblos godos greutungos y tervingios, efectuaron incursiones


contra el Imperio, destacando las del 251 (contra Moesia y Tracia), la del 258–259
(contra la costa del Mar Negro, Propóntide, las islas del Egeo, Éfeso, Atenas y otros
puntos) y la del 269 (contra Creta, Chipre, Tesalónica y otros puntos). Entre los años
270 y 273, el emperador romano Aureliano abandonó la Dacia, región sobre el norte del
Danubio, y los tervingios emprendieron hacia el 300 la ocupación del territorio, y
entraron como mercenarios al servicio de los romanos.

Pueblo de origen germánico que constituyó, junto a los ostrogodos, una de las grandes
ramas de los godos. Establecidos desde el siglo II en Escitia, los visigodos se
desplazaron hacia el oeste presionados por los hunos (376), ocupando la península
griega (395) y Roma (410).

Penetración en el Imperio romano

Hacia el año 370 los greutungos estaban gobernados por un rey llamado Hermanarico o
Ermrich, el primer rey histórico de la dinastía de los Amalos, quien hubo de enfrentarse
en el 375 a los hunos dirigidos por Balamber. Hermanarico, ya anciano, fue gravemente
herido en un atentado y se suicidó ante una inminente derrota, sucediéndole Vitimiro,
cuyo intento de resistir a los hunos no tuvo éxito y él mismo resultó muerto, de modo
que los gretungos fueron sometidos por los hunos.

Pero los tervingios al mando de Alavivo y Fritigerno, que eran unos doscientos mil, se
reunieron en la orilla norte del Danubio y pidieron al Imperio, contra el que habían
combatido unos años antes, que les aceptara en sus territorios y se les otorgaran tierras
donde asentarse. A este grupo se le permitió asentarse en la orilla sur del Danubio y los
Balcanes (Tracia y Moesia). Pero la explotación a que fueron sometidos por los
funcionarios imperiales y por jefes militares romanos les creó una situación insostenible
para su orgullo. Fritigerno y los grandes terratenientes visigodos presentarían quejas y el
general romano Lucipino intentó asesinar a Fritigerno durante un banquete; el intento
fracasó y Lucipino resultó muerto. Fritigerno y los visigodos se rebelaron (377) en
Marcianópolis (Moesia Inferior), venciendo a las fuerzas imperiales en batalla de
Adrianópolis (9 de agosto de 378) en cuyo combate murió el emperador Valente. Su
sucesor, Teodosio, tras combatirles algún tiempo, ajustó con ellos la paz (381), pero
hubo de asentarlos más firmemente en el Imperio y darles un papel importante en el
ejército.
Alarico I, el primero en gobernar a todos los visigodos, importante incursor en el Imperio romano.
Reproducción fotográfica de 1894 de una pintura de Ludwig Thiersch.

Los visigodos obtuvieron una participación destacada en las guerras civiles del 388
(contra Magno Clemente Máximo) y 394 (contra el pagano Eugenio). Cuando murió
Teodosio (17 de enero de 395) el imperio de éste se dividió: el Oriente quedó para su
hijo Arcadio y el Occidente se asignó a su segundo hijo, Honorio, que sólo tenía 11
años, por lo que Teodosio le había designado como regente al general Estilicón, jefe de
su ejército. Los visigodos eran gobernados por Alarico I, al que Jordanes indicó que
pertenecía al linaje de los Baltos, como un medio de incrementar su prestigio. Alarico
atacó Constantinopla y asoló Grecia (395 y 396). El general Estilicón logró expulsarlos
de Grecia, pero el emperador, temeroso del poder del general, designó a Alarico
gobernador de Iliria, logrando con ello cinco años de paz (396 a 401).

Gala Placidia, nacida en el año 391 e hija de Teodosio estaba, desde niña,
comprometida en matrimonio con un hijo de Estilicón, cuando los visigodos conducidos
por Alarico penetraron el año 401 al norte de Italia. Estilicón, fue ejecutado en las
revueltas posteriores al año 406 y el compromiso de Gala quedó sin efecto. Alarico
dirigió sus ejércitos a Roma e impuso como gobernante a un romano, Átalo. No pudo
someter a Honorio, aunque en agosto de 410 pudo entrar a Roma y sus godos la
saquearon obeniendo también como la parte del botín más importante a Gala Placidia.
Luego se dirigió al sur para ocupar Sicilia camino a controlar África,principal bastión de
aprovisionamiento romano. Falleció a poco de intentar cruzar el mar y su sucesor,
Ataúlfo, desestimó este intento y se volvió al norte, pero para buscar un acuerdo con
Honorio, para servirle, se casó con su cautiva Gala Placidia en Narbona, el año 414.

El saqueo de Roma
Estatua de Ataúlfo. Pactó con Honorio la salida de Italia a cambio de la concesión del gobierno de las
Galias.

En 401, Alarico marchó contra Roma pero fue vencido cerca de Pollentia (6 de abril de
402) y después en Verona. Probablemente Estilicón negoció con Alarico su ayuda
contra otros bárbaros como Radagaiso, y se cree que le fue ofrecida la confirmación
como Magister Militum y gobernador de Iliria, con unos límites que entraban en
contradicción con las reivindicaciones territoriales de Oriente. El partido nacionalista
romano, tal vez instigado por el gobierno de Constantinopla, acusó a Estilicón de
preparar la entrega del Imperio a Alarico y urdió un complot. Estalló una revuelta de
tropas que obligó a Estilicón a refugiarse en una iglesia, siendo asesinado en el
momento de salir (tras prometérsele que salvaría la vida si salía) por Olimpo, bajo
órdenes del emperador Honorio (23 de agosto de 408). Alarico regresó a Italia y obtuvo
nuevas concesiones de Honorio que se había establecido en Rávena, pero una vez que se
retiraron los visigodos, Honorio no mantuvo sus promesas. Los visigodos marcharon
hacia Roma y apoyaron la proclamación de un usurpador llamado Prisco Atalo (409),
que era de origen jonio y probablemente arriano, el cual concedió a Alarico el título de
Magister Militum.

Pero Atalo no quiso o no pudo cumplir sus promesas y el rey visigodo regresó a Roma
poniéndole sitio. Por primera vez en su historia desde la invasión gala, Roma cae ante
un rey extranjero. Después de ser tomada por Alarico, éste depuso al usurpador (24 de
agosto de 410) y sus hombres saquearon la Ciudad Eterna durante tres días, tras lo cual
la abandonaron, llevándose con ellos a Atalo y a Gala Placidia, hermana de Honorio. De
Roma pasaron al sur, devastando Campania, Apulia y Calabria. Alarico murió en el sitio
de Cosenza (410) y le sucedió su cuñado Ataúlfo. Éste pactó con Honorio la salida de
Italia a cambio de la concesión del gobierno de las Galias (territorios que escapaban del
control de Roma, pues se habían sometido a Constantino). La caída de Roma fue un
golpe muy duro para el mundo romano de esa época, porque a la Ciudad Eterna se la
creía inexpugnable.

Asentamiento en las Galias

El rey visigodo Walia. En la Biblioteca Nacional de España.

Los visigodos bajo Ataúlfo dejaron Italia (412) y a cambio de tierras por paz, fueron al
centro y al sur de las Galias y posteriormente, al norte de Hispania. Las largas y
complejas luchas de Ataúlfo para dominar el sur de las Galias le ocuparon varios años
(411 a 414). En el 414 el rey Ataúlfo, que tras una alianza con Honorio y con el
Magister Militum Constancio, había vuelto a actuar por su cuenta, se casó con Gala
Placidia, hermana de Honorio que había sido raptada por Alarico. Constancio fue
enviado a la zona y los visigodos fueron derrotados en Narbona. Constancio logró
desviar a Ataúlfo hacia Hispania (lo que le permitía conservar el sur de la Galia), y los
visigodos entraron en la Tarraconense el 415.

Ese mismo año Ataúlfo fue asesinado en Barcelona. Walia, su sucesor, trató de
establecer a su pueblo en África, pero una tempestad dio al traste con sus intenciones.
Los visigodos, faltos de víveres, proponen una alianza con el Imperio romano, en
nombre del cual se encargarían de combatir a los suevos, alanos, vándalos, asdingos y
silingos, que ocupaban las provincias de Hispania (excepto la Tarraconense), y a
entregar a Gala Placidia; a cambio Honorio les enviaría suministros. Así, los visigodos
acaban con los vándalos silingos de la Bética y los alanos de la Lusitania, pero Honorio
cambia de planes y vuelve a instalar a los visigodos en la Galia en el 418.

Reino visigodo

Reino visigodo de Tolosa (Francia)


En 418, en virtud de un pacto se asientan en la provincia romana de Aquitania Secunda
en el sur de las Galias y logran fundar un reino con capital en Tolosa (la actual
Toulouse).

Intervienen como aliados del Imperio para someter a otras tribus en Hispania y en 453
participan en la derrota de los hunos en la batalla de los Campos Cataláunicos.

La cúspide del poder visigodo fue alcanzada durante el reinado de Eurico (466–484),
quien completó la conquista de España, salvo la Gallaecia (en poder de los suevos hasta
585, año que la conquistó Leovigildo).

En 507, Alarico II fue derrotado en Vouillé por los francos de Clodoveo I, perdiendo
todas sus posesiones al norte de los Pirineos excepto la Septimania o Galia Narbonense
(de población galorromana). Esta provincia, de vital importancia para el comercio de la
época, se mantuvo hasta el final en poder del Reino visigodo de Hispania. Las ciudades
de Narbona y Toledo (la capital de Hispania) constituyeron los polos de la política
visigoda.

Reino visigodo de Toledo (España)

Conversión de Recaredo I del arrianismo al catolicismo, por el pintor Muñoz Degrain.

Los Reyes visigodos (Chindasvinto, Recesvinto y Égica) según el Códice Vigilano.

Al mando de Ataúlfo cruzaron los Alpes (412) y ocuparon la Provenza y Aquitania


estableciéndose en el sur de la Galia y en Barcelona. Valia pactó la federación con los
romanos (416) con el compromiso de expulsar a los bárbaros del oeste y sur de la
Hispania; Roma les otorgó por el foedus (418) la Aquitania II y la Narbonense I, que
comprendía Burdeos, Poitiers y Tolosa, donde situaron la capital. A cambio de sus
servicios militares recibieron casi la mitad de las tierras cultivables del territorio (419-
31).
La caída del Imperio de Occidente (476) convirtió al visigodo Eurico en rey de
visigodos y romanos, permitiéndole expandirse por las Galias y toda Hispania.
Paralelamente a la incorporación de otros pueblos godos, en especial ostrogodos, los
visigodos fueron adoptando los sistemas jurídico e institucional y la lengua romanos.

Con Alarico II (484-507) se inició la decadencia del reino de Tolosa. A partir de la


conversión al catolicismo de Recaredo en el III concilio de Toledo (589), adonde había
sido trasladada la capital, la Iglesia intervino en los asuntos de Estado.

El ocaso del reino de Toledo se inició con Wamba (672-680), sucesor de Recesvinto. A
la muerte del rey Vitiza (710) el reino quedó dividido en los partidarios de Agila, hijo
de Vitiza, y los de Don Rodrigo, duque de la Bética. La amenaza musulmana del norte
de África se hizo efectiva al convocarlos Agila para luchar contra Rodrigo, que fue
derrotado y muerto (712).

Con la ocupación árabe de Carcasona (725) desapareció el estado visigodo, del que sólo
perduró el pequeño reino de Teodomiro en el valle del Segura hasta el 779.

Vestigios de la lengua gótica

La presencia de los visigodos en España apenas ha dejado herencia lingüística porque


llegaron a la península tras varios siglos de convivencia con el Imperio romano y
sufrieron la consiguiente latinización. Parece que algunos hechos, como la
palatalización de la k y de la g latinas en la época tardía tiene relación con los fonemas
correspondientes del gótico y es común a otras lenguas románicas.

En el léxico se registra la raíz de origen germánico "burg"- que significa ciudad, y está
presente tanto en Burgos como en Friburgo o Gotemburgo. Algunas palabras como
falda, guerra, tregua, guardia y espía, relativas al mundo militar tienen origen godo.
Los onomásticos Alfonso, Ramiro, Gonzalo y Elvira también son de la misma
procedencia.

Invasiones

La infiltración germana en las fronteras del Norte comienza en el siglo IV, mucho antes
de la gran irrupción bárbara atraídos por las comodidades de la vida romana. Muchas
tribus germanas fueron vencidas y reducidos sus miembros a la esclavitud o utilizados
como tropas auxiliares. Otros, como los francos y los visigodos, consiguieron pactos
con los emperadores y se establecieron dentro de las fronteras como pueblos aliados o
federados. Así se realizó una lenta penetración germánica llamada invasión pacífica.

En el siglo V diversos pueblos se vieron obligados a penetrar violentamente en el


Imperio presionados por los hunos y los avaros, de raza amarilla. Al principio fueron
rechazados pero en el año 406 tuvo lugar la gran invasión.

Nuevos reinos germánicos


A raíz de la desaparición del Imperio romano surgen los reinos germanos siguientes: el
reino visigodo en España, el de los francos en la Galia, el ostrogodo en Italia, el vándalo
en África del Norte y el reino anglosajón en Inglaterra. La invasión de los bárbaros
rompe la unidad política romana.

La invasión germana destruyó la organización política y social de la civilización urbana


clásica para dar lugar a una sociedad rural de señores feudales y siervos de la gleba.

La cultura sufrió un retroceso considerable con las invasiones. Pero la Iglesia, con la
unificación religiosa, facilitó la fusión de las diversas razas y salvó las más puras
esencias de la civilización romana. La cultura clásica refugiada en los monasterios, fue
impregnada de sentido cristiano y acomodada a las nuevas nacionalidades, que la
pudieron asimilar por haber adoptado la lengua de los vencidos.

Tervingios y greutungos

Gutthiuda, el territorio de la confederación tervingia del Danubio en el siglo IV.

La división de los godos se encuentra afirmada por vez primera en 291, donde aparecen
mencionados los tervingios; esta primera mención tuvo lugar en un elogio al emperador
Maximiano (285–305), pronunciado en el año 291 o poco después (o quizá pronunciado
en Tréveris el 20 de abril de 292 que dice que los «tervingios, otra división de los
godos» (Tervingi pars alia Gothorum) se unieron a los taifalos para atacar a los
vándalos y a los gépidos. El término «vándalos» puede estar equivocado y referirse en
realidad a los «victohali» porque alrededor del año 360 el historiador Eutropio narra que
Dacia estaba entonces (nunc) habitada por los taifalos, victohali y tervingios.

Las referencias contemporáneas a las tribus góticas usaban los términos Vesi,
Austrogothi, Tervingi y Greuthungi. La mayor parte de estudiosos han concluido que los
términos Vesi y Tervingi fueron usados ambos para referirse a una misma tribu
particular, mientras los términos Ostrogothi y Greuthungi fueron usados para referirse a
otra. Herwig Wolfram indica que mientras las fuentes primarias no mezclan los
nombres de los pueblos: estas mencionan por un lado la pareja Tervingios-Greutungos y
por otro lado la pareja Vesi-Ostrogodos y no en otra combinación, aunque
ocasionalmente se enumeran los cuatro nombres como Gruthungi, Austrogothi,
Tervingi. Según Herwig Wolfram, en la Notitia Dignitatum los vesi son igualados a los
tervingios en una referencia a los años 388–391; esto no está claro en la propia
Notitia. Hay un gran debate erudito sobre la identificación de los vesi con los
tervingios y los greutungos con los ostrogodos. Que los tervingios fueran los visigodos
y los greutungos los ostrogodos es algo que también indica Jordanes, que identificó a
los reyes visigodos desde Alarico  I a Alarico  II como los herederos del juez tervingio
del siglo IV, Atanarico; y los reyes ostrogodos desde Teodorico el Grande a Teodato
como los herederos del rey greutungo Hermanarico. Esta interpretación, sin embargo,
aunque muy divulgada entre los eruditos actuales, no es universal.

Para Wolfram existe una continuidad entre tervingios y visigodos, y entre greutungos y
ostrogodos. Las derrotas godas en época de Claudio II y Aureliano habrían hecho que
los godos se escindieran. Al este del Dniéster permanecieron los greutungos, y en el
Bajo Danubio los tervingios constituyeron junto con otros pueblos como los taifalos o
sármatas, una confederación de pueblos que estuvo encabezada por un juez, Atanarico.
De esta confederación de pueblos surgirían los visigodos. Para Heather, por contra, la
división de los godos se produjo por la invasión de los hunos: los visigodos resultarían
de una mezcla de tervingios y greutungos, y seguidores de Radagaiso, y que se
establecieron al sur del Danubio a finales del siglo IV; mientras que los ostrogodos
serían el resultado de la unión de fuerzas de Teodorico II y Teodorico el Grande a fines
del siglo V. Roger Collins cree que la identidad visigótica surgió de la Guerra Gótica
(376–382) cuando un conjunto de tervingios, greutungos y otros contingentes
"bárbaros" formaron un ejército federado al este de los Balcanes que no se integró en la
sociedad romana, y que por tanto no podía ser reconocidos únicamente como tervingios.

Wolfram indica que "Vesi" y "Ostrogothi" eran los términos que cada tribu emplearían
para designar para autodescribirse, los vesi eran los buenos, y los ostrogodos eran los
godos del sol naciente; mientras que "Tervingi" y "Greuthungi" eran identificadores
geográficos con los que cada tribu describiría a la otra tribu, lo que explicaría que
estos últimos términos dejaran de usarse después del 400, cuando los godos habían
sido desplazados por las invasiones de los Hunos.

El término visigodo es una invención del siglo VI. Casiodoro, que era un romano al
servicio del rey Teodorico el Grande, inventó el término "Visigothi" para hacer la
correspondencia con el de "Ostrogothi", así mientras él pensaba que este último término
significaba godos orientales, se inventó un término para designar a los godos
occidentales. El término Visigodo fue empleado en el mismo reino visigodo pues así
consta en sus relaciones diplomáticas con Italia en el el siglo VII.

Cultura y arte de la España Visigoda

La irrupción de las oleadas sucesivas de pueblos bárbaros provoca una época de luchas
y de incultura en la Península. Solo la Iglesia mantiene vivo en la paz de sus
monasterios el recuerdo y la influencia de las letras clásicas.

Los visigodos, romanizados por su contacto con la cultura del Imperio, adoptan la
lengua latina y la religión católica de los hispano-romanos. La fusión de vencedores y
vencidos origina un arte nuevo con elementos romanos, bizantinos y visigodos.
El pueblo visigodo fue el más romanizado y culto de los invasores. Su arte se inspira en
modelos hispano- romano y bizantino, aportando como originalidad el estilo decorativo.
El arte visigodo o hispanovisigodo es un arte cristiano de carácter religioso que se
desarrolló principalmente en el siglo VII, ya que no se puede considerar perteneciente a
la arquitectura y arte visigodo las manifestaciones anteriores (siglo VI) por ser de clara
tradición tardorromana paleocristiana.

Orfebrería

Orfebrería de estilo visigodo: la corona de oro de Recesvinto.

La orfebrería visigoda tiene su más importante exponente en el llamado "Tesoro de


Guarrazar". Durante la ocupación musulmana algunos clérigos visigodos lo enterraron
en el monasterio de Santa María de Sorbaces, en la Huerta de Guarrazar, cerca de
Guadamur, localidad a pocos kilómetros de Toledo.

A mediados del siglo XIX tal tesoro fue recuperado, aunque tras distintos avatares y
robos se han perdido diferentes piezas.

Se trata de un conjunto donado por los reyes del Reino Visigodo, Suintila y Recesvinto
-entre otros- a la iglesia de Toledo como ofrendas votivas. Está compuesto por cinco
cruces y seis coronas de oro y pedrería, destinadas a ser colgadas del techo. Su estilo
procede del mundo bizantino aunque con influencias germánicas.

Arquitectura
Iglesia de San Juan de Baños de Cerrato (en Palencia)

La iglesia de San Juan de Baños de Cerrato está localizada a muy pocos kilómetros de la
ciudad de Palencia.

Es un soberbio templo de estilo visigótico que, como en casi todos los casos, ha sufrido
reformas, en este caso en época gótica. Lo más sobresaliente de este templo es el
equilibrado ordenamiento del cuerpo de la iglesia, que está dividido en tres naves
mediante arcos de herradura que voltean sobre grandes columnas de capiteles que
imitan lo corintio.

Edificaciones más típicas

 Ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos);

 Iglesia de Santa Lucía del Trampal de Alcuéscar (Cáceres);

 Cabecero de la Iglesia de San Miguel de los Fresnos (en ruina) de Fregenal de la


Sierra (Badajoz);

 Capilla de San Fructuoso de Montelius de Braga (Portugal);

 Iglesia de São Gião de Nazaré (Portugal).

 Capilla de San Xes de Francelos de Ribadavia (Orense);

 Iglesia de San Pedro de la Mata (en ruina) de Sonseca (Toledo);

 Iglesia de Santa María de Melque de San Martín de Montalbán (Toledo);

 Basílica de Santa María de Batres. Actualmente Carranque (Toledo);

 Iglesia de San Juan Bautista de Baños de Cerrato (Palencia);

 Cripta de San Antolín en la catedral de Palencia (Palencia);


 Iglesia de San Pedro de la Nave en San Pedro de la Nave-Almendra (Zamora);

 Iglesia de Santa Comba de Bande (Orense);

Política

Los visigodos carecían de leyes escritas al principio. El primer legislador fue Eurico,
quien codificó las costumbres germanas convirtiéndolas en leyes. La obra legislativa
más importante de la época visigoda es el Fuero Juzgo, redactada en tiempos de
Recesvinto y Chindasvinto.

Los visigodos pretendieron instaurar un Estado centralizado, continuador del poder


romano, a cuya cabeza estaba la institución monárquica. El rey era el jefe supremo de la
comunidad y tenía amplios poderes judiciales, legislativos, militares y administrativos.
Para reforzar su prestigio, los reyes visigodos adoptaron los atributos y el ceremonial de
los emperadores. El rito de la unción regia, que recibían de los obispos, les confería
cierto carácter sagrado. Tradicionalmente se accedía al trono por elección dentro de un
linaje.

Diversos reyes intentaron hacerla hereditaria recurriendo al procedimiento de la


asociación al trono, que aseguraba la sucesión dentro de la propia familia, pero
finalmente se impuso el principio electivo (IV Concilio de Toledo, 633).

El organismo que auxiliaba a los reyes en sus funciones de gobierno era el Officium
Palatinum, en el que se integraban los magnates de su confianza. Para la gobernación
del territorio mantuvieron la división de época romana en provincias, a cuyo frente
situaba a un dux. En cambio, los viejos municipios romanos fueron sustituidos por
nuevos distritos de carácter más rural, los territoria, gobernados por un comes. Tanto los
duques como los condes pertenecían a los escalones más altos de la nobleza y se
erigieron en los grandes funcionarios de la administración territorial. Las grandes
asambleas políticas del reino fueron el Aula Regia y los Concilios.

Economía y sociedad

Durante la época visigoda prosiguieron las transformaciones socioeconómicas


características del Bajo Imperio. Los latifundios se convirtieron en centros de
articulación política y social, en los que se integraba un gran número de población libre,
vinculada personal y económicamente a los grandes propietarios. Prosiguió la
decadencia de las ciudades y del comercio y se agudizó el proceso de ruralización de la
sociedad.

Desde la conversión de Recaredo al catolicismo se produjo una confusión creciente


entre el poder político y el religioso, y la cultura se convirtió en monopolio de la Iglesia.
Sin duda la figura más destacada en este campo fue san Isidoro, autor de las
Etimologías, considerada la primera enciclopedia cristiana.

Véase también
 Tervingios

 Ostrogodos

 Anexo:Reyes visigodos

 Hispania visigoda

 Imperio Romano de Occidente

 Pueblos germánicos

 Visigodo

Fuentes

 Arte prerrománico español: introducción al arte visigodo.

 «Las cuatro mentiras sobre los godos», de Jurate Rosales

 «El idioma que hablaron los godos», de Jurate Rosales.

 Blog sobre la cuestión arriana.

 Claudiano: Sobre la guerra gótica (De bello Gothico).

o Texto latino, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus. Empleando


el rótulo activo load, que se halla en la parte superior derecha, se obtiene
ayuda en inglés con el vocabulario latino del texto.

 Gabriel García Voltá: El mundo perdido de los visigodos.

o Texto español, con índice electrónico.

 Diccionario Enciclopédico Salvat Universal. (1985). España: Salvat Editores,


S.A. T.20 p. 353-354.

 Artículo: Legado Visigodo. Disponible en: Historialazo. Consultado el 2 de


agosto de 2013.

 Artículo: Arte Visigodo. Disponible en: Arteguías. Consultado el 2 de agosto de


2013.

 Artículo: Origen y expansión. Disponible en: Feudalismovisigodos. Consultado


el 2 de agosto de 2013.

 Artículo: Economía y sociedad. Disponible en: Jaja. Consultado el 2 de agosto


de 2013.
 Artículo: Los Godos. Disponible en: La guía 2000. Consultado el 2 de agosto de
2013.

Los Ostrogodos

Sumario

 1 Pueblo Ostrogodo

 2 Tervingios y greutungos

 3 Historia

o 3.1 Orígenes de los ostrogodos

o 3.2 El reino de Teodorico el Grande

o 3.3 Características del Reino ostrogodo

o 3.4 La reconquista de Italia por los bizantinos

o 3.5 La herencia de los godos en la Europa Occidental

 4 Cronología

 5 Reyes

o 5.1 Greutungos

o 5.2 Ostrogodos

 6 Véase también

 7 Véase también

 8 Bibliografía

 9 Enlaces externos

Pueblo Ostrogodo
Reino ostrogodo en Italia.

Los ostrogodos fueron un pueblo germánico procedente de la división que sufrieron los
godos en el siglo IV.

Los godos que se establecieron al este del río Dniéster, en las tierras alrededor del mar
Negro (lo que hoy es parte de la actual Ucrania y Bielorrusia), formaron una
confederación con los pueblos de las estepas conocida como greutungos. Los
greutungos estuvieron sometidos a los hunos desde 375, en que vencen al rey
Hermanarico, hasta la batalla de Nedao, ocurrida en 454, cuando recobraron su
independencia, y los ostrogodos, como pasaron a denominarse, se establecieron como
un pueblo federado de Roma.

Posteriormente se les unieron otros godos que habían huido de sus tierras a la llegada de
los hunos. En el año 474 fue elegido rey Teodorico, el más conocido de los monarcas
ostrogodos. Hubo varios períodos de guerras y treguas entre él y el emperador bizantino
Zenón. En 488, Teodorico invadió Italia y en 493 derrotó y dio muerte en Adda a
Odoacro, rey de los hérulos.

Tras su muerte en el año 526, la situación se volvió tan violenta que en el 535 el
emperador bizantino Justiniano I envió a su general Belisario contra los ejércitos
ostrogodos en Italia. La superioridad del ejército bizantino fue la clave para el
exterminio y el aplastamiento de la resistencia ostrogoda.

Este pueblo fue finalmente asimilado en forma gradual por otras tribus germánicas, tales
como los vándalos y los francos.

Tervingios y greutungos

La división de los godos se encuentra afirmada por vez primera en 291, donde aparecen
mencionados los tervingios; esta primera mención tuvo lugar en un elogio al emperador
Maximiano (285–305), pronunciado en el año 291 o poco después (o quizá pronunciado
en Tréveris el 20 de abril de 292) y tradicionalmente atribuido a Claudio Mamertino,
que dice que los «tervingios, otra división de los godos» (Tervingi pars alia Gothorum)
se unieron a los taifalos para atacar a los vándalos y a los gépidos. El término
«vándalos» puede estar equivocado y referirse en realidad a los «victohali» porque
alrededor del año 360 el historiador Eutropio narra que Dacia estaba entonces (nunc)
habitada por los taifalos, victohali y tervingios.
Las referencias contemporáneas a las tribus góticas usaban los términos "Vesi",
"Austrogothi", "Tervingi" y "Greuthungi". La mayor parte de los estudiosos han
concluido que los términos "Vesi" y "Tervingi" se empleaban ambos para referise a una
misma tribu particular, mientras que los términos "Ostrogothi" y "Greuthungi" servían
para referirse a otra. Herwig Wolfram indica que, mientras las fuentes primarias no
mezclan los nombres de los pueblos, estas mencionan por un lado la pareja tervingios-
greutungos y, por otro lado, la pareja vesi-ostrogodos y no en otra combinación, aunque
ocasionalmente se enumeran los cuatro nombres como Gruthungi, Austrogothi,
Tervingi, Visi. Según Herwig Wolfram, en la Notitia Dignitatum los vesi son igualados
a los tervingios en una referencia a los años 388–391; esto no está claro en la propia
Notitia. Hay un gran debate erudito sobre la identificación de los vesi con los tervingios
y los greutungos con los ostrogodos. Que los tervingios fueran los visigodos y los
greutungos los ostrogodos es algo que también indica Jordanes, que identificó a los
reyes visigodos desde Alarico I a Alarico II como los herederos del juez tervingio del
siglo IV, Atanarico; y los reyes ostrogodos desde Teodorico el Grande a Teodato como
los herederos del rey greutungo Hermanarico. Esta interpretación, sin embargo, aunque
muy divulgada entre los eruditos actuales, no es universal.

Para Wolfram existe una continuidad entre tervingios y visigodos, y entre greutungos y
ostrogodos. Las derrotas godas en época de Claudio II y Aureliano habrían hecho que
los godos se escindieran, y en el Bajo Danubio los tervingios constituyeron junto con
otros pueblos como los taifalos o sármatas, una confederación de pueblos. De esta
confederación de pueblos surgirían los visigodos. Para Heather, por contra, la división
de los godos se produjo por la invasión de los hunos: los visigodos resultarían de una
mezcla de tervingios y greutungos y seguidores de Radagaiso, y que se establecieron al
sur del Danubio a finales del siglo IV; en tanto que los ostrogodos serían el resultado de
la unión de fuerzas de Teodorico II y Teodorico el Grande a fines del siglo V. Roger
Collins cree que la identidad visigótica surgió de la Guerra Gótica (376–382) cuando un
conjunto de tervingios, greutungos y otros contingentes "bárbaros" formaron un ejército
federado al este de los Balcanes que no se integró en la sociedad romana, y que por
tanto no podían ser reconocidos únicamente como tervingios.

Wolfram afirma que "Vesi" y "Ostrogothi" eran los términos que cada tribu emplearían
para autodescribirse, los vesi eran los buenos y los ostrogodos eran los godos del sol
naciente; mientras que "Tervingi" y "Greuthungi" eran identificadores geográficos con
los que cada tribu describiría a la otra tribu, lo que explicaría que estos últimos términos
dejaran de usarse después del 400, cuando los godos habían sido desplazados por las
invasiones de los hunos.

El término visigodo es una invención del siglo VI. Casiodoro, que era un romano al
servicio del rey Teodorico el Grande, inventó el término "Visigothi" para hacer la
correspondencia con el de "Ostrogothi". Mientras él pensaba que este último término
significaba godos orientales, se inventó un término para designar a los godos
occidentales.
Historia

Orígenes de los ostrogodos

Su historia escrita se inicia con la independencia del Imperio Huno, tras la muerte de
Atila. Aliándose con sus antiguos vasallos y rivales, los gépidos, los ostrogodos —
dirigidos por Teodomiro— logran vencer a las fuerzas hunas comandadas por los hijos
de Atila en la batalla de Nedao en 454.

Los ostrogodos inician su relación con el Imperio romano y se instalan en Panonia.

Durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo V, los ostrogodos cumplirán en el
sudeste de Europa el papel que jugaron los visigodos un siglo antes. Su relación con el
Imperio de Occidente estuvo marcada por acercamientos y alejamientos que llegaron
hasta algunas hostilidades. Todo esto duró hasta que, como antes los visigodos, se
mudaron de Oriente a Occidente.

El reino de Teodorico el Grande

El más grande de todos los soberanos ostrogodos fue Teodorico el Grande, que nació
hacia el año 455, poco después de la batalla de Nedao. Su infancia transcurre como
«huésped» forzado en Constantinopla, recibiendo allí una educación muy completa.

Participa en varios conflictos, intrigas y guerras en el Imperio bizantino, teniendo como


rival a un pariente lejano, hijo de Triarius, conocido como Teodorico el Tuerto.
Teodorico el Tuerto fue el jefe (no el rey) de la rama de ostrogodos que se habían
instalado en los territorios del Imperio unos años antes.

Teodorico el Grande fue tanto amigo como enemigo del Imperio, según las
circunstancias. Obtuvo varios títulos romanos, como el de patricio y el de cónsul, pero
por encima de todo seguía siendo el rey del pueblo ostrogodo.

En 488 conquista la península de Italia por orden del Emperador de Oriente Zenón I, de
manera de sacárselo de las cercanías de Constantinopla donde sus tropas ya habían
mostrado su fuerza. En la península gobernaba Odoacro, quien antes había destronado al
último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo en 476.

En 493, Teodorico conquistó Rávena, donde Teodorico en persona mató a Odoacro. El


poderío de los ostrogodos estaba en ese momento en su cima en Italia, Sicilia, Dalmacia
y en las tierras al norte de Italia. Al momento de esta reconquista, los ostrogodos y los
visigodos comenzaron a colaborar y esa colaboración se estrechó con el tiempo
haciendo de ostrogodos y visigodos una sola nación.
El poder de Teodorico se extendió sobre gran parte de Galia e Hispania al convertirse en
regente del reino visigodo de Tolosa (Toulouse).

Con la muerte del rey visigodo Alarico II, yerno de Teodorico, en la batalla de Vouillé
contra los francos de Clodoveo, el rey ostrogodo asume la tutoría de su nieto Amalarico
y se reserva el dominio sobre la totalidad de Hispania y sobre una parte de Galia.

Tolosa pasa a manos de los francos, pero los godos dominan Narbona y la Septimania:
esta región fue la última parte de la Galia en donde todavía los godos dominaron y
durante muchos años fue conocida como Gotia. (El nombre de la vecina Cataluña deriva
de Godalandia, 'tierra de godos y alanos').

Durante la vida de Teodorico, los pueblos godo y visigodo se mantuvieron unidos.


También estableció en esa época una especie de protectorado con respecto a los pueblos
germánicos de occidente, exceptuando los francos.

Características del Reino ostrogodo

El dominio de los ostrogodos por aquel entonces tan grande y mucho más espléndido de
lo que lo fue en tiempos de Hermanarico, pero fue sobre todo de un carácter
completamente diferente.

Las dos naciones, que se diferenciaban en sus costumbres, lengua y religión, habitaban
una al lado de la otra en Italia. Cada una era dirigida por un soberano único pero bajo el
régimen de personería de las leyes.

Es sobre todo esta imagen del reinado de Teodorico el Grande la que surge a partir de
ordenanzas elaboradas en su nombre y en el de sus sucesores; en síntesis, los godos
permanecieron concentrados en el norte de Italia. En el sur, apenas si establecieron
guarniciones.

Según la concepción de Teodorico, los godos eran los protectores armados de los
apacibles romanos; el rey godo cargaba con la difícil tarea de gobernar, mientras que el
cónsul romano recibía los honores por ello. Asimismo, todas las formas de la
administración romana subsistieron bajo el reinado de Teodorico. La política y la
cultura romanas tuvieron también una gran influencia sobre los godos. Es allí donde la
doble cultura del rey bárbaro desempeña un papel fundamental.

Es de recalcar que la soberanía sobre otras naciones, distintas pero establecidas sobre el
mismo suelo, era necesariamente una concepción romana del poder, que dejaba sus
obligaciones pesando gravosamente sobre la libertad de las tropas germánicas. Pero tal
sistema tenía necesidad de un poder fuerte, ejercido por una personalidad como la de
Teodorico. A su muerte, el edificio se desmoronó.

En 526, ostrogodos y visigodos se escindieron una vez más. Algunos ejemplos en los
cuales todavía se ve que proceden de acuerdo se refieren a asuntos espaciados y sin
importancia real. Amalarico heredó el reino visigodo en Hispania y en Septimania. Se
agregó la Provenza al dominio del nuevo rey ostrogodo, Atalarico, nieto de Teodorico
por parte de su madre Amalasunda.

Ninguno de los dos soberanos pudo liquidar los conflictos que sobrevinieron en el seno
de las élites godas. Teodato, primo de Amalasunda y sobrino de Teodorico por parte de
la hermana de este último, le sucedió luego de haberlos asesinado cruelmente. No
obstante, esta usurpación desencadenaría mayores matanzas aún. Tres reyes godos se
sucedieron en el trono en el espacio de cinco años.

La reconquista de Italia por los bizantinos

La debilidad de la posición de los ostrogodos en Italia se mostró entonces con toda


evidencia. El emperador bizantino Justiniano I siempre se había esforzado, en la medida
de lo posible, por restaurar el poder imperial sobre la totalidad de la extensión del
Mediterráneo y no dejó escapar esta ocasión para actuar.

En 535, encargó a su mejor general, Belisario, atacar a los ostrogodos. Éste invadió
rápidamente Sicilia y desembarcó en Italia, donde tomó Nápoles y luego Roma en 536.
Después marchó hacia el norte y conquistó Mediolanum (Milán) y Rávena, la capital de
los ostrogodos, en 540.

Es entonces cuando Justiniano ofreció a los godos un generoso acuerdo —algo


demasiado generoso a ojos de Belisario—: el derecho a mantener un reino
independiente en el noroeste de Italia, pero a condición de que lo compensaran con un
tributo consistente en la mitad de su tesoro para el Imperio.

Belisario transmitió el mensaje a los godos, aunque él mismo no lo aprobase. Los


godos, que no confiaban en Justiniano, temían una emboscada, pero, dado que en su
opinión Belisario se había comportado tan bien tras la reconquista de Italia, aceptaron
reconocer este acuerdo si Belisario daba su aprobación. Esta situación condujo a un
impasse.

Una facción de la nobleza goda cedió: decretando que su propio rey, Vitiges, que
acababa de ser vencido, era un cobarde, y que necesitaban un nuevo soberano, se
volvieron hacia Belisario. Erarico, su jefe, ofreció la corona a este último. Belisario era
un soldado fiel a Justiniano y no un hombre de Estado. Hizo como que aceptaba el
ofrecimiento, volvió sus pasos hacia Rávena para hacerse coronar, pero rápidamente
hizo detener a los jefes godos. Acto seguido, reclamó la totalidad de su reino para
Roma.

Justiniano estaba furioso: los persas habían atacado el Imperio de Oriente en el este, y él
deseaba que un Estado neutral y estable sirviera de tope entre la frontera de sus
posesiones occidentales y el reino de los francos. En efecto, estos últimos eran extraños
y parecían hostiles en opinión de la corte oriental.

Belisario fue entonces convocado y enviado a Oriente contra los persas, dejando a un
oficial romano, llamado Juan, como gobernador temporal de Italia.

En 545, cuando por fin pudo regresar a Italia, se encontró con una situación
considerablemente cambiada: Erarico había sido asesinado y la facción pro-romana de
la élite goda, derribada.

Los ostrogodos eligieron como nuevo jefe a Totila. Este godo «nacionalista», brillante
general, había recuperado toda la Italia del Norte y expulsado a los bizantinos fuera de
Roma.

Belisario entonces volvió a tomar la ofensiva: engañó a Totila para reconquistar Roma,
pero perdió de nuevo la ciudad luego de que Justiniano, celoso y temeroso de su poder,
le cortase el aprovisionamiento y los refuerzos. El general, avejentado, se vio así
obligado a asegurar la defensa por sus propios medios.

En 548, Justiniano lo reemplazó por el general eunuco Narsés, en quien tenía mayor
confianza. Narsés no decepcionó a Justiniano.

Totila fue salvajemente asesinado tras la batalla de Taginae (Gualdo Tadino) en julio de
552, y sus partidarios Teya o Teias (Theias), Aligerno, Escipuarno y Gibal fueron
muertos o se rindieron después de la batalla de Mons Lactarius en octubre de 552 ó 553.

Widhin, el último jefe del que tenemos testimonio del ejército gótico, se rebeló a finales
de los años 550 con una ayuda militar mínima de francos y alamanes. La sublevación no
tuvo consecuencias: los ostrogodos se sublevaron en Verona y en Brescia, pero la
revuelta terminó con la captura de su jefe en 561. Finalmente, Widhin fue conducido
para ser ejecutado allí en 561 ó 562. Una minoría, sumisa a los romanos y convertida al
cristianismo, sobrevivió en Rávena.

La herencia de los godos en la Europa Occidental

Tras esta última derrota, la denominación de ostrogodos cayó en el olvido. La nación


prácticamente se disolvió a la muerte de Teodorico. La posibilidad de formar en Italia
un Estado reuniendo elementos romanos y germánicos, como los que surgieron
posteriormente en la Galia, en Hispania y posteriormente en las regiones de Italia bajo
la soberanía de los lombardos, se desperdició asimismo.
En consecuencia, el lugar ocupado por los godos en la memoria española difiere del que
ocupan en la memoria italiana: en Italia, los godos no fueron sino un invasor temporal,
pronto suplantados por los lombardos, mientras que en Hispania supieron constituir un
elemento importante de las naciones hispánicas en la Alta Edad Media.

Así, la imagen de los godos en la historiografía moderna española es positiva, y el


aporte que ellos constituyeron no ha sido olvidado ni desdeñado: una parte del norte de
España en la actual Cataluña, conservó durante algún tiempo el nombre de Gotia, lo
mismo que las antiguas posesiones godas al sudoeste de la Galia, no obstante haber
pasado primero a manos musulmanas y después a manos de los francos.

Cronología

 242: Desmembramiento del mundo romano; el Bósforo Cimeriano (actual


Crimea) cae bajo la dominación de los greutungos instalados en Ucrania.

 siglo III: Los godos se separan en tervingios y greutungos.

 271: En lo que constituye la primera retirada importante desde los comienzos del
Imperio, los romanos abandonan la Dacia.

 371: El reino de los greutungos está en manos de los hunos.

 375: Fuerte presión de los hunos, que destruyen el reino greutungo en Rusia del
sur.

 380: Una confederación de greutungos, alanos y hunos establecida por el


emperador Graciano en Panonia, de donde serán expulsados en 427.

 456: Los ostrogodos se establecen en el Danubio inferior.

 493: Teodorico el Grande, jefe de los ostrogodos, es ahora rey de Italia.

 508: Comienzo de una campaña de los ostrogodos bajo el mando de Teodorico


el Grande en dirección a la Galia meridional, que termina en 511.

 526: Atalarico sucede a Teodorico el Grande como rey de los ostrogodos.

 526: Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos y de Italia, muere de disentería.

 534: Fallece el 2 de octubre Atalarico, rey de los ostrogodos.

 535: Teodato, nuevo rey de los ostrogodos, estrangula a su mujer, la reina


Amalasunda, hija del rey Teodorico el Grande.

 536: Los ostrogodos deponen a su pasivo rey, Teodato, y eligen a Vitiges, un


general, para que lo reemplace.

 536: Los ostrogodos ceden la Provenza a los francos.


 537: Habiéndose asegurado las espaldas concediendo a los francos la Provenza,
en manos de los ostrogodos desde 508, Vitiges se dirige a Roma y la somete a
sitio.

 539: Milán, la ciudad más importante de Italia después de Roma, es ganada


nuevamente por los ostrogodos y destruida. Los hombres son ejecutados y las
mujeres vendidas como esclavas.

 540: Vitiges, rey de los ostrogodos, es capturado por Belisario, quien se apodera
de Rávena.

 543: Los ostrogodos llevan a cabo una reforma agraria que beneficia a los
campesinos italianos.

 543: Totila, nuevo rey de los ostrogodos, se adentra en Italia y toma Nápoles
luego de sitiarla; Belisario regresa a Italia.

 546: Totila, rey de los ostrogodos, conquista Roma luego de sitiarla durante un
año.

 552: Narsés derrota y mata a Totila, rey de los ostrogodos, en la batalla de Busta
Gallorum.

 553: El general bizantino Narsés derrota a Teya, sucesor de Totila como rey de
los ostrogodos, en el monte Lactarius.

 554: El emperador bizantino Justiniano I lanza un programa de reorganización


de la administración de Italia luego del caos de 20 años de guerra contra los
ostrogodos.

Reyes

Greutungos

 330-350: Achiulfo

 350–375: Hermanarico

 375–376: Vitimiro

Con la invasión de los hunos la mayor parte del pueblo greutungo estuvo bajo la
dominación de los hunos. Es un periodo de que Jordanes denomina interregno y que
duró dos generaciones. Hubo una parte del pueblo que constituyó una confederación
junto con los alanos y una parte de los hunos, que escaparon a la expansión de los hunos
cruzando el Danubio en 376. En 380 el emperador Graciano ubicó a los greutungos de
Alateo y Safrax en las provincias de Valeria y Panonia II.

 376-¿?: Viderico (Widoric) Era un niño, mandato ejercido por los duces Safrax y
Alateo
 Finales del siglo IV y comienzos del siglo V: duces Safrax y Alateo

Ostrogodos

 447–469: Valamiro

 469–474: Teodomiro

 474–526: Teodorico el Grande

 526–534: Atalarico

 534–536: Teodato

 536–540: Vitiges

 540–541: Hildibaldo

 541–541: Erarico

 541–552: Totila

 552–553: Teya

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