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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO, (UTESA)

SISTEMA CORPORATIVO
Escuela de Graduados
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Maestría en Derecho Inmobiliario

Trabajo de Investigación Presentado como Requisito de la


Asignatura Historia del Derecho Inmobiliario (MDI-110)
Grupo: 01
Tema: Unidad II (Las Leyes de Indias)

Presentado por:
Ofni Peralta
Willian Lucas García Aybar
Yajaira Josefina Vásquez Morel
Yunior Andrés Castillo Silverio

Facilitador:
Arístides Salé, MDI

Santiago de los Caballeros,


República Dominicana
11 de junio del 2019

1
TEMA: UNIDAD II
(LAS LEYES DE INDIAS)

2
ÍNDICE:

Introducción…………………………………...……………...………..................................4
Propósitos de la investigación…………..……………..
……………......................................5
Objetivo general………………………….…………...………………..................................5
Objetivos específicos……………………………….
……......................................................5

TEMA:
LAS LEYES DE INDIAS (UNIDAD II)
2.1 Concepto de las leyes de indias.
2.2 Importancia de las leyes de indias.
2.3 Estudio de la ley de amparo real.
2.4. propósito de la ley de amparo real: Segundo Período 1578-1844
2.5 Alcance del término amparo real.
2.6 La ley sobre composición de tierras.
2.7 Estudio sobre La ley sobre composición de tierras.
2.8 La merced.
2.9 La venta.
2.10 confusión entre los amparos reales y las mercedes en nuestro medio.
2.11 El derecho titulado en la época.
2.12 La época colonial.
2.13 criterio dominante en la época colonial.
2.14 las capitulaciones.
2.15 grupos en que puede organizarse el derecho de propiedad según las leyes de indias.
2.16 La propiedad realenga
2.17 las regalías.
2.18 la propiedad privada de los colonos españoles.
2.19 los repartimientos y la mercedes.
2.20 las encomiendas.

Conclusión…………………………………………………………………..……..……..28
Bibliografías……………………………..………………………………..……….……..29

3
Introducción.

En la siguiente investigación trataremos de manera sucinta sobre el tema de la


determinación de herederos, hasta el tribunal de tierras. La muerte de una persona no sólo
origina fenómenos de sustitución en la titularidad de sus relaciones jurídicas, sino que
puede producir el nacimiento de otras completamente nuevas. Por ejemplo, la constitución
de un usufructo a favor del cónyuge superviviente; el derecho de las personas que han
vivido en la casa del causante o alimentado por cuenta de éste, para pedir la continuación
de la atención de estos beneficios.

De ello, se concluye que la sucesión por causa de muerte responde en cualquier caso
a la seguridad en la vida jurídica de la continuidad de las relaciones jurídicas. Es, por tanto,
que Supuesta la necesidad del fenómeno hereditario, en su organización jurídica juegan ya
criterios de política jurídica, que será muy distinta según la relevancia que se dé a factores
como el interés familiar, la perpetuación de la propiedad privada y la libertad de
disposición de los bienes para después de la muerte o los intereses sociales.

En este sentido, resulta fundamental descubrir la relevancia otorgada en nuestro


ordenamiento jurídico a tales factores, a través del conocimiento de las normas que regulan
el destino de las relaciones jurídicas de una persona cuando muere, y de las que con este
motivo se producen. En todos los casos de transferencia cuyo adquiriente haya fallecido,
previo al deslinde de los derechos registrados de que se trate, la parte interesada, debe
agotar el procedimiento de determinación de herederos ante el Tribunal de Jurisdicción
Original territorialmente competente, partición y transferencia en relación con los derechos
dejados por el difunto.

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Propósitos de la Investigación:
Cada uno de nosotros requiere para desenvolvernos en nuestra profesión, adquirir
conocimientos, los cuales nos ofrecen herramientas para realizar determinada labor. Es por
tanto, que esta investigación, es de carácter documental, por lo cual utilizamos varios libros
citados en la bibliografía.

Objetivo General:
Conocer sobre la importancia que tuvieron las leyes de indias en la propiedad
inmobiliaria, en sus inicios, en la República Dominicana.

Objetivos Específicos:
 Definir el concepto de las leyes de indias.
 Establecer cuál fue la importancia de las leyes de indias.
 Identificar la base del Estudio y el propósito de la ley de amparo real.
 Establecer como fue la ley sobre composición de tierras.
 Formular como era el derecho titulado en la época.
 Definir los conceptos de la merced, la venta, las capitulaciones, la propiedad
realenga, las regalías, la propiedad privada de los colonos españoles, los
repartimientos y la mercedes y de las encomiendas.

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TEMA: LAS LEYES DE INDIAS

2.1 Concepto de las leyes de indias.


Las Leyes de Indias (originalmente llamadas como Recopilación de leyes de los reinos de
las indias) son la legislación promulgada por los monarcas españoles para regular la vida
social, política y económica de los territorios americanos y filipinos de ultramar de la
Monarquía Hispánica1. Fundamentalmente, son la recopilación de las Leyes de Burgos y
las Leyes Nuevas, las cuales trataban de otorgar derechos a los indígenas frente a algunos
abusos que se estaban cometiendo. Se dividen en 9 libros donde se tratan los siguientes
asuntos:
 Libro 1: Refiere a los asuntos religiosos, tales como el regio patronato, la
organización de la Iglesia, la cultura y la enseñanza.
 Libro 2: Trata la estructura del gobierno indiano con especial referencia a las
funciones y competencia del Consejo de Indias y las audiencias.
 Libro 3: Resume los deberes, competencia, atribuciones y funciones de virreyes,
gobernadores y militares.
 Libro 4: Concierne al descubrimiento y la conquista territorial. Fija las normas de
población, reparto de tierras, obras públicas y minería.
 Libro 5: Legisla sobre diversos aspectos del derecho público, jurisdicción,
funciones, competencia y atribuciones de los alcaldes, corregidores y demás funcionarios
menores.
 Libro 6: Trata la situación de los indígenas, su condición social, el régimen de
encomiendas, tributos, etc.
 Libro 7: Resume los aspectos vinculados con la acción policial y de la moralidad
pública.
 Libro 8: Legisla sobre la organización rentística y financiera.
 Libro 9: Refiere a la organización comercial indiana y a los medios de regularla,
con especial referencia a la Casa de Contratación.

1
Tomado de la página web: https://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Indias, En fecha 03/06/2019

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2.2 Importancia de las leyes de indias.
Según Vega B. W. (1981, p.44-45). En su libro Historia del Derecho Colonial Dominicano.
Nos dice: ”…Resulta también que ante las muchas contradicciones y lagunas, fue menester establecer
una prelación de fuentes de derecho para aplicar a los nuevos territorios. Al ser Castilla la patrocinadora
de los nuevos descubrimientos, sus leyes fueron las que imperaron en Indias como derecho supletorio, a
falta de texto especifico dictado a partir del 1493. Pero aún dentro de las leyes de Castilla, había una
prelación propia dispuesta por las Leyes de Toro (conjunto de 83 leyes dictadas en 1505) que disponían
que primaba primero el "Ordenamiento de Alcalá del 1348", luego los diversos fueros municipales,
luego el Fuero Real u ordenanzas reales del 1480 y por último el Código de las Siete Partidas, a que ya
hemos aludido. Dice Ots Capdequí, al explicar las Leyes de Indias, que éstas tenían los siguientes
caracteres generales:
a) un acentuado casuismo y por consecuencia una profusión legislativa;
b) una tendencia asimiladora y uniformadora;
c) una gran minuciosidad reglamentaria; y
d) un profundo sentido ético y religioso. Sobre este último punto de "sentido ético y
religioso", es menester aclarar que fue más teórico que práctico, ya que el predominio de
los intereses económicos puestos en juego al producirse el descubrimiento, la imposición
del criterio de una clase oligárquica dominante de abolengo castellano sobre los grupos
dominados (españoles de baja extracción social, indios, negros y mestizos), dio por
resultado que muchas de las leyes venidas de España fueron echadas a un lado por las
autoridades locales cuando no convenian a los grupos en el poder o eran evidentemente
utópicas e inaplicables dentro de la estructura social establecida en los territorios del nuevo
mundo hispánico. Cuando las leyes eran de difícil aplicación o no convenian, se recurrió
entonces a la hipócrita fórmula de señalar al recibirse el texto desde España que se
"acataban, pero no se cumplían", dejando su ejecución en suspenso hasta tratar de
convencer al Monarca o al Consejo de Indias la razón de la no obediencia, lo que, por
supuesto, creó un abismo enorme entre los textos legales y su verdadera aplicación. los dos
periodos de Diego Colón y el de los Padres Jerónimos, o sea, entre los años 1501 y 1524,
para esa época coincide con la etapa en que La Española fue no sólo el centro político de
todo el continente americano sino, además, el laboratorio donde se experimentaron muchos
de los regímenes jurídicos que se aplicaron luego en las demás colonias, tales como Las
Reales Audiencias y Las Encomiendas.

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Estas leyes tuvieron gran importancia, porque, gracias a ellas surgen las "Capitulaciones", o
convenios entre la Corona y un particular, además se crea la denominada propiedad
realenga, cuyo dueño era el Rey, pero no como Monarca sino como un señor feudal más.
También la propiedad eclesiástica o abadenga, propiedad de las abadías y órdenes
religiosas, vastas y privilegiadas, que tuvo una poderosa influencia, a veces mayor que la
del poder público”.

2.3 Estudio de la ley de amparo real.


El Amparo Real fue introducido en nuestro territorio por medio de la Real Cédula del 20 de
noviembre del 1578, esta ley estableció un procedimiento mediante el cual el gobernador
fijaba un término para revisar los títulos y dar confirmación escrita a los que tuviesen
títulos buenos o justificasen justa prescripción sobre los terrenos que ocuparan. Así fueron
confirmados para toda América los títulos correctos y las prescripciones legales, pero al
mismo tiempo la Corona se restituyó enormes cantidades de terrenos. El procedimiento
general para obtener un Amparo Real se estableció por una Real Cédula de 1563, donde se
indicaba que toda petición en tal sentido debía ser dirigida primeramente al Cabildo
Municipal, el cual opinaba y mandaba su parecer al presidente de la Real Audiencia, quien
tenía la última palabra. Si sé acedía a la petición el título de propiedad era otorgado por el
Escribano Municipal2.

2.4. Propósito de la ley de amparo real: Segundo Período 1578-1844.


Con esta disposición legal la Corona buscaba en efecto, recuperar las tierras que muchos
señores poseían con títulos falsos, ya sea porque los falsificaban o porque los recibían de
autoridades que no tenían facultad para expedirlos. Por eso el Rey declaró que se les
restituyeran todas las tierras que ilegalmente poseyeran los particulares. Esta situación
impuso que se depuraran los títulos que acreditaban derechos sobre las tierras y permitió
que la Corona recuperara inmensas porciones de tierras, y que se realizara la primera gran
confirmación de títulos de propiedad inmobiliaria que conoce nuestra Historia3.

2
Tomado de la página web: https://www.monografias.com/trabajos71/periodos-propiedad-
inmobiliaria/periodos-propiedad-inmobiliaria2.shtml, En fecha 02/06/2019, Autora: Reina Concepción
3
Tomado de la página web: http://jurisconsultosuasdianos.blogspot.com/2010/12/derecho-inmobilliario-
primera-parte.html, En fecha 04/06/2019, Autora: Leyddy Dhianna Reynoso Caraballo

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2.5 Alcance del término amparo real.
El interés económico de fomentar la población y de aumentar mediante el cultivo
el valor de la tierra, junto al interés fiscal de conseguir el incremento de sujetos con
capacidad tributaria para sostener con sus prestaciones el armazón gravoso del estado,
fueron sin dudas los motivos que guiaron a los legisladores españoles para reglamentar
el dominio privado de las tierras según normas que se apartaban de las viejas concepciones
romanos justinianeas, aceptadas en estos territorios. En este aspecto el interés principal fue
que las tierras americanas sirvieran no sólo para el sustento de sus habitantes, sino que
además fueran las recompensas para los conquistadores y colonizadores por sus esfuerzos y
además para que participaran como fuente generadora de ingresos fiscales.

2.6 La ley sobre composición de tierras.


La Ley de composición de tierras de fecha 17 de mayo del 1631 fue un mecanismo
utilizado por el gobierno de turno para resolver sus problemas económicos, esta establecía
que cuando algún terrateniente hubiera ocupado más terreno del que por merced u otro
título le correspondía, parte del exceso le podía ser reconocido si pagaba al
Fisco "moderada composición", es decir alguna suma y el resto de la tierra debía ser
captado por el gobierno.   Los dueños de terrenos pudieron legitimar en parte las
usurpaciones de hechos que tenía en excesos de los terrenos que poseían por títulos, y al
propio tiempo el estado recaudaba fondos para su exhausto erario y recuperaba para sí,
gratuitamente, parte de esos terrenos, los cuales se dispuso que serían vendidos a
particulares mediante el procedimiento de la pública subasta.   El procedimiento de la
Composición de Tierras llegó tan lejos que la Corona terminó aceptando como buena y
válida, legalmente hablando, todas las ocupaciones de tierras que se hayan realizado con
posterioridad al año 1700, siempre y cuando los poseedores tuvieran las tierras
en producción.

2.7 Estudio sobre La ley sobre composición de tierras.


La Ley de composición de tierras de fecha 17 de mayo del 1631 fue un mecanismo
utilizado por el gobierno de turno para resolver sus problemas económicos, esta establecía
que cuando algún terrateniente hubiera ocupado más terreno del que por merced u otro
título le correspondía, parte del exceso le podía ser reconocido si pagaba al

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Fisco "moderada composición", es decir alguna suma y el resto de la tierra debía ser
captado por el gobierno. Los dueños de terrenos pudieron legitimar en parte las
usurpaciones de hechos que tenía en excesos de los terrenos que poseían por títulos, y al
propio tiempo el estado recaudaba fondos para su exhausto erario y recuperaba para sí,
gratuitamente, parte de esos terrenos, los cuales se dispuso que serían vendidos a
particulares mediante el procedimiento de la pública subasta. El procedimiento de la
Composición de Tierras llegó tan lejos que la Corona terminó aceptando como buena y
válida, legalmente hablando, todas las ocupaciones de tierras que se hayan realizado con
posterioridad al año 1700, siempre y cuando los poseedores tuvieran las tierras
en producción.

Según Bonilla Atiles (1974, p.104). en su libro Legislación de Tierras Dominicanas. Nos
dice: "Al principio, como solo se pensaba en las minas y en los servicios anexos, los
conquistadores no pensaron en la propiedad territorial; las primeras reparticiones de tierras
no se hicieron en razón de la tierra misma, sino de sus pobladores; no dieron derecho de
propiedad propiamente dicha, sino de dominación, de señorío. Por eso, al hacerlas de
verdadera propiedad, se cuidó muy poco de la exactitud de su delimitación topográfica".
Esta falta de delimitación, las continuas violaciones a las disposiciones reales sobre
posesión y construcción de las concesiones, las ocupaciones arbitrarias y sin título o
concesión y las ocupaciones de concesiones ajenas ocasionó un desconcierto general en las
colonias y dió lugar al sistema de las composiciones que tiene su origen en la Ley XIV de
Don Felipe Segundo, de fecha 20 de noviembre de 1578 y 1 de noviembre de 1591 (25).
Esta Ley, la primera de una serie que culmina con la Real Cédula del 15 de octubre de
1754, consagra el principio de los amparos a los que con buenos títulos y recaudos, o justa
prescripción poseyeren. La composición consistía en un reajuste de las posesiones, hecho
por ante las autoridades lo-cales, virreyes, audiencias y gobernadores, o delegados de ellos,
basada en los títulos regulares o en la simple posesión sin título, a lo cual posteriormente,
por la Ley XIX del 30 de junio de 1646, se le di6 una extensión de diez arios. El
procedimiento que parece se seguía, confirmado quizás por la citada Real Cédula de 1754
era de carácter judicial con su recurso de apelación ante las Reales Audiencias. La

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composición consistía, pues, en el establecimiento del derecho de propiedad, sujeto a
delimitación y teniendo como fundamento un título concedido por la corona y la posesión
legal de las tierras concedidas, o la posesión de ellas durante diez años. En resumen, casi se
podría afirmar que la Real Cédula de 1754, es una especie de Ley de Tierras de la época.
Sin embargo, esta legislación no alcanzó su propósito porque le faltaba el elemento
esencial, la delimitación exacta de la tierra, cosa que no pudo realizarse y que trajo una
serie de subsiguientes confusiones en los títulos compuestos. El sistema, que originaria
vente tuvo por propósito el perfeccionamiento de la propiedad privada, se convirtió en una
fuente primordial del derecho de propiedad.

2.8 La Merced.

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Esta es de las primeras disposiciones sobre repartos de tierras aparecen en forma legislativa
en 1513. La ley primera de 18 de junio y 9 de agosto de 1513, establece un sistema
francamente feudal de distribución de tierras corno compensación de los servicios militares.
La merced entra pues a constituir el sistema legal de adquisición. Pero la misma ley dispone
que: "y habiendo hecho en ellas su morada y labor y residiendo en aquellos pueblos cuatro
arios, les concedemos facultad, para qué de allí adelante los puedan vender, y hacer de ellos
su voluntad libremente, como cosa suya propia". Entra, pues, la posesión, al lado de la
concesión real, a perfeccionar el derecho de propiedad. Una posesión de cuatro años
convierte lo que era señorío en dominio absoluto.
Según Bonilla Atiles (1974, p.103). en su libro Legislación de Tierras Dominicanas. Nos
dice: ”El sistema de las concesiones tiene un desarrollo muy variado y confuso, debido, por
una parte, a que los concesionarios no se avenían a permanecer en los lugares apartados y
tampoco se conformaban con las concesiones redimidas. Una serie de leyes disponen que
no se repartan tierras a los que tienen 7a atribuida en un pueblo determinado, que se obligue
a los concesionarios a edificar y a labrar dentro de los términos de la concesión, que las
concesiones se sujeten a trámites de información testimonial previa, que se hagan por
predio de los Virreyes, Gobernadores, ora con el parecer del Cabildo, ya sin él. La merced
es limitada en el tiempo. Las concesiones se hacen por el tiempo que fuere la voluntad del
monarca (Ley IV, de mayo 18 de 1568 y 1572) salvo el término de posesión para los que
hubieren fundado sus casas y cumplido de una manera permanente durante arios las
obligaciones de la concesión. Esta posesión habrá de prolongarse a diez arios
posteriormente, en la época de las composiciones. De ahí que la merced fue una
compensación hecha por el Monarca de terrenos de su propio patrimonio y del de la Corona
por servicios militares o públicos que incluía el derecho a vender como propios los
terrenos, pasados cuatro años de posesión, constituyéndose como el sistema legal de
adquisición. Es limitada en el tiempo debido a que las concesiones se hacían por el tiempo
que fuere la voluntad del Monarca, salvo el término de posesión para los que hubieren
fundado sus casas y cumplido de una manera permanente durante años las obligaciones de
la concesión. El Diccionario Jurídico de Henry Capitant, lo define así: " Es el derecho de
usar, gozar y disponer de una cosa en forma exclusiva y absoluta con las restricciones
establecida en la ley".

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2.9 La venta.
Las operaciones inmobiliarias cuando se trataba de una merced o de una Confirmación bajo
las Cédulas de 1591 y 1754, contaban en documentos emanados del Rey de España mismo,
o más frecuentemente del gobernador de Santo Domingo en su nombre, y a veces por actos
de la Real Audiencia, también a nombre del Rey. Si se trataba de una venta, donación o
legado entre particulares, el acto lo instrumentaba el Escribano Municipal, en papel sellado
antes las partes y testigos. Luego se llevaba a cabo un segundo acto la entrega física del
terreno, que también se realizaba antes escribanos y los dueños de terrenos vecinos, a veces
en la presencia del cura párroco y de un alcalde de la hermandad. Las características de la
venta en la época de la colonia eran que el nuevo dueño recorría los linderos de su predio
cortando ramas de los árboles y realizando otros actos públicos en señal de posesión, si la
venta incluía animales, el comprador mataba y desollaba un novillo en presencia de los
colindantes, y si era de una casa el nuevo dueño echaba simbólicamente de la misma al
dueño anterior y luego se paseaba por todos los cuartos, abriendo y cerrando puertas y
ventanas.

Según Bonilla Atiles (1974, p.104). en su libro Legislación de Tierras Dominicanas. Nos
dice: ”Al lado de las formas anteriores aparece, desde los primeros la venta de las tierras,
directamente por la Corona, a través de sus representantes. En este punto, el sistema
español se aparta del inglés, en el cual la tenencia queda siempre subordinada al sistema
feudal de concesión a cambio de retribución de servicios o prestaciones. La Ley XVI del
Emperador Don Carlos de fecha 27 de febrero de 1531, establece un minucioso sistema
para la venta de tierras de la corona, al pregón y sin perjuicio de los indios”.

2.10 Confusión entre los amparos reales y las mercedes en nuestro medio.
Los terrenos dados por el gobierno en virtud de una merced o de una confirmación, eran
para ser cultivados y debían ponerse a producir dentro de determinados tiempo
generalmente tres meses después de adquiridos, so pena de que el gobierno se los quitara al
dueño para dárselo a otro que si los pusiera a producir. En el amparo Real, el Rey era
arbitro final en cuanto a la validez de los títulos y ocupaciones de tierras y no los tribunales.
La finalidad del Amparo Real era la restitución a la Corona de las tierras que habían sido

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obtenida ilegalmente, y la merced otorgaban tierras para ser cultivada sin entregar el título,
sino después de cuatro años de ocuparla y cultivarla.

2.11 El derecho titulado en la época.


Como en el sistema colonial se tomaba como punto de partida del derecho de propiedad la
merced y ocasionalmente la posesión, y en este caso siempre para culminar en una prueba
escrita, se fijó y se desarrolló para todos los derechos la titulación escrita en la forma
común notarial; o en la forma judicial-administrativa de las composiciones. Pero tal sistema
requería, por una parte, el título original; fuera o no la merced; por otra parte en el caso de
las posesiones, una tramitación difícil y costosa, y hasta 1754 la aprobación del Rey, con
sus naturales dilatorias, gastos e influencias; en fin, una mejor difusión de las disposiciones
legales a los cual se oponía el apartamiento de los centros urbanos y la baja o
ninguna cultura de las clases medias e inferiores. Por lo cual la mayoría de los derechos de
la clase que en realidad sudaba la tierra se quedó sin titulación.

2.12 La época colonial.


Durante la Colonia fuimos regidos por las antiguas leyes castellanas recopilada en Las
Sietes Partidas; aunque las nuevas situaciones obligaron a la promulgación de leyes que
modificaron la legislación original castellana, las que han sido puestas bajo el título de
derecho indiano. Durante ese primer período la apropiación del suelo adquirió los
caracteres bárbaros de toda conquista; para esa época existieron además las primeras
apropiaciones clandestina de tierras, realizadas por los indios, acosados por la crueldad de
los españoles; por los negros, alzados por los excesivos trabajos de la esclavitud; y por los
propios españoles, muchos de los cuales descontentos y perseguidos por los gobernantes,
hallaban refugios en la soledad de los campos. Esto trajo como consecuencia dos formas de
apropiación del suelo; la de los conquistadores, pública, arbitraria, apropiándose de grandes
extensiones en las cuales se ponían a trabajar a los indios y los negros esclavizados, y la
clandestina, que no tenía exactamente el carácter de una apropiación, sino más bien de un
uso forzado, pero que a la larga crearía un derecho indiscutible.

2.13 Criterio dominante en la época colonial.

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El criterio jurídico dominante en la época colonial es el siguiente "El soberano es el
representante del Estado, y dueño, por tanto, de los bienes del dominio eminente". Por eso
la facilidad con que dispone del derecho de propiedad en las Capitulaciones y con que
otorga más tarde diferentes mercedes. En opinión de los juristas de la época, la
incorporación de las Indias a Castilla tenía lugar por la vía de accesión, con lo cual ambos
territorios "se tienen y juzgan por una misma cosa y se gobiernan por las mismas leyes", lo
cual determina lo que se denominó el "trasplante del Derecho castellano a Indias". Sin
embargo, la legislación castellana fue cediendo terreno de una forma progresiva al Derecho
indiano, si bien conservó el papel de ordenamiento jurídico supletorio o subsidiario.

2.14 Las capitulaciones.


Capitulación, convenio o acuerdo entre los monarcas españoles y un particular para el
descubrimiento, poblamiento y explotación de nuevas tierras, cuyo origen se remonta a los
últimos siglos de la edad media (a cargo de los reyes castellanos) y que tuvo su
pleno desarrollo en los inicios de la edad moderna, especialmente en lo referido a la
exploración y colonización del Nuevo Mundo. Las capitulaciones, como forma de relación
contractual para la consecución de una determinada empresa, adquirieron a partir del siglo
XV una gran pujanza. Un significativo precedente fueron las capitulaciones firmadas para
la conquista de las islas Canarias. En el caso americano, se iniciaron con las famosas
Capitulaciones de Santa Fe, firmadas entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón el 17 de
abril de 1492. En el siglo XVI, alcanzaron su máximo desarrollo pero fueron decreciendo
paulatinamente a medida que la monarquía intervino, de modo más directo, en la
empresa de las Indias. A pesar de su carácter contractual entre dos partes, la capitulación, a
juicio de los expertos, no pertenece a la esfera del derecho privado. La naturaleza de
índole política de una de las partes y el objeto económico-social de su relación, hicieron de
la capitulación un contrato de derecho público entre el Estado y un particular. Aunque se
firmaban con fines de exploración y conquista de un territorio, existen otras capitulaciones
en las que el Estado confiaba a un particular la realización de obras públicas
(construcción de canales, caminos, puentes, etc.), la explotación de recursos naturales de un
territorio (minería, pesca) o el establecimiento de relaciones comerciales con determinadas
comunidades indígenas. Un conjunto de normas legales, instrucciones, mandatos, usos y

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costumbres venía a regular las relaciones de derecho interno en las expediciones
promovidas al amparo de una capitulación.

2.15 Grupos en que puede organizarse el derecho de propiedad según las leyes de
indias.
a) Propiedad realenga
b) Propiedad eclesiásticas
c) Propiedad de los colonos españoles
d) Propiedad de los pueblos de indios o comunidad indígena

2.16 La Propiedad Realenga


Propiedad perteneciente a los reyes, todas las tierras, pastos, aguas, montes, etc.
perteneciente a la real Corona por obra de la conquista; derecho éste sancionado por la Bula
del Santo Padre, y que algunos consideran que es, por tanto, el mismo derecho de los
soberanos indígenas; en la propiedad realenga el dueño era el Rey, pero no como Monarca
sino como un señor feudal más.

2.17 Las regalías.


Según nos dice Ruiz Tejada, (1952, p23): “Es una prerrogativa o preeminencia particular y
privativa que en virtud de su potestad ejerce un Soberano en sus territorios. Así
ciertos derechos privativos de los reyes constituyen una regalía de la Corona. Aquí, por
ejemplo, las minas fueron siempre una regalía, es decir, derecho privativo, que luego por la
influencia del derecho romano justinianeo paso a ser no una propiedad privada
o personal del rey, sino una propiedad del Soberano como jefe del Estado. La Corona
española se reservó para sí, el derecho de propiedad de ciertos terrenos y bienes, negándose
a transferir su dominio a particulares, además de las minas también estaban
las sucesiones vacantes, los bienes mostrencos y los esclavos cimarrones capturados y
cuyos dueños no lo hubiesen reclamados dentro de cierto tiempo.

2.18 La propiedad privada de los colonos españoles.


terrenos adjudicados a título gratuito a particulares españoles o que estos se repartieron y
que luego fueron reconocidos por los Reyes de España, por medio de una composición.

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Según Bonilla Atiles (1974, p.105). en su libro Legislación de Tierras Dominicanas. Nos
dice: "Las ramas de la propiedad privada. "Al principio de la dominación española, los
peninsulares, en su mayor parte soldados o aventureros, disfrutando sin trabajo de todos los
aprovechamientos naturales de la colonia, a virtud de las encomiendas, y no pensando más
cue en la explotación de las minas, hicieron poco caso de la agricultura, no teniendo la
propiedad territorial sino por el interés del dominio y de la vinculación, pero con el tiempo
vinieron algunos, aunque pocos agricultores. Si como era natural, la población que España
vertía sobre sus colonias era la que no tenía arraigo en, la que procedía en su mayor parte
de las capas sociales bajas y que era expulsada por la selección, era natural también que en
ella los agricultores, verdaderos propietarios, vinieran a ser una clase inferior a la de los
soldados. En su mayor parte los españoles agricultores no sabían leer, ni escribir ni se
avenían a la vida de las ciudades: vivían en campo adquirido por la merced de rigor y
estaban casi al nivel de los indígenas en cuanto a la incapacidad para adquirir la noción de
propiedad jurídica que ellos confundían con la de dominación” Al lado de estos tipos de
propiedad aparece, no la del indígena, que ya para 1533 había desaparecido, sino las
propiedades clandestinas de los negros, que por su mismo estado de civilización, su
condición de alzados, carecían de la noción jurídica de la propiedad; pero que, sin embargo
iban afincando un derecho que a larga les fue reconocido implícitamente por la disposición
del 28 de abril de 1574.

2.19 Los repartimientos y la mercedes.


La ocupación, la prescripción, la venta, la permuta y las sucesiones fueron los medios
clásicos para adquirir propiedad de bienes muebles e inmuebles. Durante la colonización
española. El derecho de propiedad estuvo durante la alta Edad Media restringido a la
nobleza y al clero, pero poco a poco fue abriéndose a la burguesía. Ya en Las Siete Partidas
fue permitido a todos los hombres “libres”. Otros modos especiales de adquisición de
derecho de propiedad inmobiliar como fueron las “mercedes” y los “repartimientos”. El
repartimiento: es una distribución entre los conquistadores, que dio lugar a un reparto
posterior o subsecuente llamado encomienda, recibiendo el favorecido el nombre de
encomendero. La Merced: representó la concesión de una extensión territorial, a título

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gratuito, hecha por la Corona de España con el propósito de compensar servicios militares
extraordinarios.

2.20 Las encomiendas.


Fue una institución que permitió consolidar la dominación del espacio que se conquistaba,
puesto que organizaba a la población indígena como mano de obra forzada de manera tal
que beneficiaran a la corona española. Se establecieron el 20 de diciembre de 1503 en una
real Provisión. Supuso una manera de recompensar a aquellos españoles que se habían
distinguido por sus servicios y de asegurar el establecimiento de una población española en
las tierras recién descubiertas y conquistadas. Inicialmente tuvo un carácter hereditario,
posteriormente se otorgó por tiempo limitado.

Conclusiones:
1-Yunior Andrés Castillo Silverio:

Después de haber investigado de una forma minuciosa todo lo relativo a la determinación


de herederos; consideramos oportuno señalar que este tema es propio para una especialidad
dentro del derecho, porque es muy importante en la transferencia de la propiedad y son
muchas las cosas que hay que tomar en consideración al momento de hacer una distribución
de bienes apegado a lo que prescribe la ley. Es oportuno indicar que debemos seguir
indagando la aplicación de algunos artículos que tienen un marcado interés de lograr la
equidad entre los herederos, que socialmente es un hecho muy bueno. La sucesión es la
transmisión a titulo universal, a una o varias personas vivas del patrimonio dejado por una
persona fallecida. También es el patrimonio transmitido, herencia o heredad. En vista de
que la transmisión es un patrimonio a causa de muerte puede operarse de tres maneras
diferentes:

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1) Por efecto de la ley e independiente de todo acto voluntario que emane del difunto. O
sea es cuando la persona muere sin haber realizado un testamento la ley es la que otorga la
sucesión. En caso de transmisión se opera sin testamento, por lo que se llama ab intestat.
2) Por efecto de un acto jurídico unilateral que emana del difunto. Este acto se llama
testamento y da lugar a la sucesión testamentaria.
3) Por efecto de un contrato en virtud del cual el causante instituye a un heredero. Esta
forma se llama institución de heredero o sucesión contractual o donación de bienes.

La importancia de la determinación de herederos, es un derecho sucesoral, es tanto social,


económica como político. Finalmente, queda la satisfacción de haber con un trabajo
conciso y claro que nos arrojó luz sobre la base teórica y se aclararon varios aspectos
prácticos relacionado con dicho tema.

Bibliografías.

 Álvarez Sánchez, Arístides. (1986). Estudios de la ley de Registro de Tierras. Santo


Domingo, República Dominicana: Editora Tiempo, S.A.
 Bonilla Atiles, José. (1974). Legislación de Tierras Dominicanas (2da. ed). Santo
Domingo, República Dominicana: Librería Dominicana.
 Ciprián, Rafael. (2010). Tratado de Derecho Inmobiliario (Bases Constitucionales y
Legales; Jurisprudencias, Doctrinas y Procedimientos) (3ra. ed). Santo Domingo,
República Dominicana: Editora Centenario.
 Ruiz Tejada, Manuel Ramón. (1952). Estudio sobre la propiedad Inmobiliaria en
republica dominicana. Santo Domingo, República Dominicana: Editora del Caribe, C. Por
A.

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 Vega B. Wenceslao. (1981). Historia del Derecho Colonial Dominicano. Santo
Domingo, República Dominicana: Editora Taller
 Vega B. Wenceslao. (2005). Historia del Derecho Dominicano (5ta. ed). Santo
Domingo, República Dominicana: Editora Amigo del Hogar.

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