Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO “(UTESA)”

SISTEMA CORPORATIVO

Escuela de Graduados

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

ANÁLISIS DE LA LECTURA III: LOS CRÍMENES DE LAS GRANDES


COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS

Trabajo de investigación presentado como requisito de la Maestría en Derecho


Inmobiliario, en la asignatura Ética Jurídica (MDM-310) Grupo: 01

Presentado por:
María Yohanny Díaz Vargas 1-19-9277

Facilitador:
Dariel Guzmán, MDI

Santiago de los Caballeros


República Dominicana
25 de Marzo del 2020
ANÁLISIS DE LA LECTURA III: LOS CRÍMENES DE LAS GRANDES COMPAÑÍAS
FARMACÉUTICAS

Como inicio de dicha lectura nos encontramos con varios casos como son:
 El caso de la “disfunción sexual femenina”: en este nos habla de que en el año
1997 pocos meses antes de que Viagra apareciera en el mercado– ya había tenido
lugar en Cape Cod (Nueva York) el primer encuentro de especialistas médicos para
determinar el perfil clínico de la “disfunción sexual femenina”. La iniciativa, organización
y financiación del encuentro corrieron a cargo de 9 compañías farmacéuticas muy
preocupadas por el hecho de que no existiera una definición de este trastorno
compatible con un potencial tratamiento farmacológico. Mientras que la disfunción
sexual femenina, se quiso tratar de la misma marera que la masculina, es decir, se
pensaba que era como cualquier otra enfermedad. Pero se dieron cuenta, que tiene
que ser estudiada en función de los intereses médicos de las mujeres afectadas y no
en función de los intereses económicos de algunas de las empresas más ricas del
planeta.

 El caso de los medicamentos anti-sida en áfrica: En esta, el 23 de marzo de 2005,


el parlamento indio se vio obligado a aprobar, por imperativo de los acuerdos
internacionales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), una nueva ley de
patentes que modificaba la de 1970 para que en el futuro la comercialización de
medicamentos en India estuviera sometida al sistema de patentes. Hasta aquel
momento, en caso de que los propietarios de las patentes hicieran un uso abusivo de
las mismas (por ejemplo, proponiendo precios inasequibles para la población india), los
laboratorios farmacéuticos de India podían producir legalmente preparados genéricos
de medicamentos que aún estaban protegidos por patentes en los países ricos.

De ahí, que en menos de 3 meses después de haber expuesto la urgencia de esta situación
ante la OMC, Médicos sin Fronteras emitía un comunicado de prensa en el que denunciaba
que, además de prohibir la producción de genéricos en los países pobres, las compañías
farmacéuticas se negaban a comercializar en dichos países los medicamentos que no les
aportaban suficientes beneficios. Por ejemplo, el de la combinación antirretroviral Kaletra de la
casa Abbott. La casa Abbott ha comercializado recientemente una versión del Kaletra que no
necesita refrigeración. A pesar de la gran utilidad que un preparado así tendría en el contexto
africano, debido a las elevadas temperaturas y a la frecuencia con que se interrumpe el
suministro eléctrico, la casa Abbott se ha negado a comercializarlo en África. Sin embarga en
cuanto a otro de los medicamentos antirretrovirales recomendado por la OMS, el Tenofovir, la
casa Gilead, que tiene su patente, tampoco lo ha comercializado en África.

 Riqueza y poder contra los pobres: Aquí nos, habla del extraordinario incremento de
poder político y económico de las grandes compañías farmacéuticas estadounidenses
se inició con la ley de extensión de patentes (Ley Hatch-Waxman) que la mayoría
republicana de la era Reagan aprobó en 1984, y se consolidó con la creación de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1994, destinada a asegurar que la
globalización no atentara contra los intereses del gran capital.
 Riqueza y poder de las grandes compañías farmacéuticas: Los márgenes brutos de
esta industria, son del 70 al 90% y su tasa de ganancias es la más elevada de todas
(según la revista Fortune fue, en el año 2000, del 18,6%, versus el 15,8% de los
bancos comerciales; la tasa de ganancias de Pfizer, la mayor compañía farmacéutica,
fue en el año 2004 del 22% del total de las ventas, que fueron de 53 billones de dólares
(para poder evaluar la potencia económica de una empresa así puede resultar
ilustrativo hacer notar que el total de ingresos impositivos del conjunto del Estado
español aquel mismo año –2004– fue de 138 billones de euros y que el total de
ingresos derivados de las declaraciones de Renta fue de 32 billones de euros). El
mercado, siempre tiene normas que lo regulan. El “mercado libre” (libre mercado) no
existe; existe, eso sí, el “mercado salvaje”, es decir, el mercado regulado según los
intereses del rey de la selva o del gorila de 500 kg, y el “mercado menos salvaje”, en el
que las normas intentan temperar la avidez de los más fuertes
 ¿Cómo utilizan las farmacéuticas su poder económico? Para las grandes
compañías farmacéuticas, utilizan hoy su riqueza y poder para defender sus propios
intereses a costa del bienestar, la salud y la vida de otras personas. Por tanto, de
acuerdo con el informe elaborado el año pasado (2005) por la comisión de expertos del
Parlamento inglés, los intereses de la industria farmacéutica y los del conjunto de la
población no coinciden: esta comisión constató que es “esencial poner en marcha un
régimen regulador eficaz que consiga que la industria farmacéutica no perjudique el
bien común” y determina que “el objetivo de los nuevos medicamentos debería ser
conseguir que los pacientes obtengan un beneficio terapéutico real”.

Las principales estrategias utilizadas hoy por la industria farmacéutica para obtener sus
ganancias mil millonarias son las siguientes:
1) comercializar y efectuar una extraordinaria presión propagandística de los medicamentos
que fabrica, aunque no sean útiles y puedan ser nocivos e incluso mortales;
2) explotar al máximo los medicamentos (incluidos los esenciales) en forma de monopolio y
en condiciones abusivas que no tienen en cuenta las necesidades objetivas de los enfermos
ni su capacidad adquisitiva;
3) reducir a la mínima expresión o eliminar totalmente, en algunos casos, la investigación de
las enfermedades que afectan principalmente a los pobres, porque no resultan rentables, y
concentrarse en los problemas de las poblaciones con un alto poder adquisitivo, aun cuando
no se trate de enfermedades (como la proliferación de “medicamentos” antienvejecimiento); y
4) forzar las legislaciones nacionales e internacionales a que favorezcan sus intereses,
aunque sea a costa de la vida de millones de personas.

 Medicamentos inútiles, nocivos e incluso mortales: Según los datos de la agencia


reguladora de los medicamentos de EEUU (FDA), muestran que entre 1998 y 2002 se
registraron 8 suicidios en EEUU entre enfermos de epilepsia que tomaban gabapentina
de la casa Pfizer (su nombre comercial es Neurontin). En el primer semestre de 2003,
el número de suicidios registrado fue de 17. De ahí, que en este mismo informe
especifica que “está claro que no puede acusarse en solitario a la industria
farmacéutica del problema de la medicalización de la sociedad, pero dicha industria ha
exacerbado el problema estimulando una confianza enfermiza en el uso de los
medicamentos; la tendencia actual es catalogar cada vez más y más individuos como
'anormales' y necesitados de tratamiento farmacológico”.

 Explotación de medicamentos esenciales en condiciones abusivas: Nos habla,


que, al discutir la comercialización de los antirretrovirales en África, hemos visto el
brutal impacto que la nueva legislación sobre patentes, en vigor en 2005, tiene sobre el
acceso a los medicamentos
esenciales en los países pobres.

 Investigación en función del beneficio económico potencial: Ya en 2001, el grupo


de Médicos sin Fronteras (MSF) para el estudio de las enfermedades olvidadas publicó
un informe
titulado Desequilibrio fatal que impactó a la opinión pública. MSF montó una exposición
itinerante para dar a conocer mejor los resultados de su investigación. El informe concluyó
que
las enfermedades que afectan principalmente a los pobres no tienen demasiadas opciones
terapéuticas disponibles y casi no se investigan, a pesar de que afecten de forma grave o
mortal a millones de personas y sean potencialmente curables. Las enfermedades que
afectan principalmente a los pobres se investigan poco y las enfermedades que afectan sólo a
los pobres no se investigan nada. Algunas de estas últimas no tienen opción terapéutica
alguna, como la fase crónica de la enfermedad de Chagas, una infección que afecta a
millones de personas en Latinoamérica.

 Manipulación de la legislación del propio país y de los acuerdos internacionales:


Que la industria farmacéutica dispone en EEUU (sede de las compañías que dominan
el mercado global) de un número de lobbysters profesionales superior al número de
congresistas, significa a la práctica que cada parlamentario tiene asignado uno o más
de estos profesionales que estudian su perfil psicológico, su historia personal y laboral
y detectan los puntos débiles por los que pueden presionarle para que vote –o
proponga– en el Parlamento leyes favorables a los intereses de la industria
farmacéutica (que, como hemos visto, son contrarios al bien común) y para que vote en
contra o desestime las propuestas contrarias a dichos intereses. En el año 2002, 26 de
estos 675 lobbysters eran ex parlamentarios, y 342 de estos 675 eran ex trabajadores
del Parlamento, y 20 habían detentado cargos directivos.

 Crisis interna capacidad de innovación terapéutica substituida por márqueting:


Este dato revela el motivo de la gran crisis en que parece estar a punto de entrar la
industria farmacéutica: su capacidad innovadora prácticamente ha desaparecido. Sin
capacidad innovadora, la industria no tiene futuro. Esto lo reflejó The Wall Street
Journal en 2003 al constatar que las acciones de las empresas farmacéuticas habían
estado perdiendo valor durante más de un año.

 Márqueting vs. innovación terapéutica: Un estudio oficial llevado a cabo por una
comisión de expertos nombrada por el Congreso de EEUU estimó que el coste de
producción de un nuevo medicamento era en 1993 de 802 millones de dólares. El
Centro para el Estudio de una Legislación Responsable de Washington efectuó un
contrainforme evaluando el coste de los medicamentos que eran financiados a partes
iguales por las compañías farmacéuticas y por dinero público (los medicamentos
llamados “huérfanos”, que representan el 20% de los medicamentos comercializados
en EEUU y corresponden a medicamentos cuyo mercado potencial es demasiado
pequeño para compensar los gastos de investigación). El coste total de producción de
un medicamento huérfano fue hasta tres veces menor que el de un medicamento
totalmente producido por una compañía farmacéutica.
 Una oportunidad para desmantelar el sistema: Todas las fuentes consultadas para
la elaboración de este cuaderno coinciden en afirmar que el mal funcionamiento de la
industria farmacéutica puede corregirse (y debe corregirse con urgencia) en beneficio
de los enfermos, tanto los del Primer como los del Tercer Mundo, y también en
beneficio de la misma industria que, como hemos visto, ha entrado en crisis. Resumiré
a continuación las conclusiones de los autores más citados en este cuaderno.

Tras haber estudiado el tema de los crímenes de las compañías farmacéuticas, mi conclusión
no es que la economía tiene que ser regulada por la política, porque ya lo está siendo. Como
hemos visto, sin las leyes favorables del Congreso estadounidense y sin los acuerdos de la
OMC no podría haber proliferado esta industria de la forma en que lo ha hecho. Lo que es
preciso es que la política que necesariamente regula el mercado sea una política justa, una
política del bien común, una política que tenga en cuenta a todo el mundo y no sólo a los más
privilegiados. Una política democrática no sólo de forma.

Al concluir, nos encontramos con una disyuntiva los crímenes de las grandes compañías
farmacéuticas, y nos surgen un gran número de preguntas, sin respuestas lógicas, como son:
¿Quienes controlan esas compañías?, ¿Porque no se crean planes para controlarlas?,
¿Cuáles son sus límites sobre la ética en los negocios? Ellas tienen el control de crear
cualquier virus, para luego vender las vacunas al precio que ellos despongan, limitando así a
los países tercer mundistas a el uso nulo de estas vacunas. Caso real, la vacuna del sida, es
muy probable que ya se haya descubierta la cura, pero por asuntos económicos de estas
farmacéuticas, no lo han dicho. Caso actual El Corona virus (Covid-19). Hay que esperar que
mueran millones de personas, para tener un mercado garantizado, al precio que dispongan
las farmacéuticas.

También podría gustarte