Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FACILITADOR
PROF. ASUNCIÓN CASTILLO
PARTICIPANTES
Kitza Castillo 4-728-1025
Jorge Jiménez N-19-1248
Siany Quintero 8-804-1743
Franklin Morales 4-819-0833
Domingo Montero 4-255-0851
Milagros Caballero 4-816-0840
12 de Mayo, 2021
INDICE
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................2
1. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.....................................................................3
1.1. Antecedentes.....................................................................................................3
CONCLUSIONES........................................................................................................20
BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................23
GLOSARIO..................................................................................................................24
ANEXO.........................................................................................................................26
INTRODUCCIÓN
El estudio de su evolución histórica y las etapas por las que ha recorrido nuestro
Código Civil, considerando en un primer apartado en lo relativo al estudio
monográfico del problema estudiado, así como los propósitos y preguntas de
investigación, concluyendo con las expectativas esperadas al concluir la indagación.
1.1. Antecedentes
Al hablar de la historia del Derecho Civil en Panamá, se encuentran pocas
referencias del desarrollo y evolución del mismo a sus inicios, puesto que las normas
y leyes fueron adoptadas desde nuestra época de colonia.
Este derecho “original” procedente de la época colonial fue influenciado con las leyes
y normas españolas aplicadas en la colonización en nuestro territorio. Dividiendo así
el derecho en dos periodos:
Derecho Antiguo
Derecho Intermedio
Podemos definir el derecho antiguo como la etapa que comprende el derecho que
rigió en Panamá desde la colonia hasta nuestra emancipación de España en 1821.
De este periodo extraemos dos grandes fuentes del derecho: derecho indiano y
derecho castellano.
El casuismo del derecho indiano tuvo como consecuencias que muchas materias de
derecho civil no fueran contempladas en él, por lo cual el derecho castellano fue
acogido.
El derecho indiano llegó a ser cuantioso y variado. Su formación se dio en 1503, por
lo cual tuvo que recopilarse teniendo lugar en 1689. La recopilación que se realizó
fue titulada Recopilación de las Leyes de los Reinos de Indias, la obra se dividió en
nueves libros conformados así:
1. Instrucción Pública,
2. Derecho Canónico,
3. Beneficencia,
4. Organización Judicial,
5. Organización del Ejército,
6. Servicios Públicos,
7. Administración,
8. Relaciones entre Españoles e Indios,
9. Derecho Penal,
10. Derecho Civil.
El derecho castellano fue otra fuente del derecho en la época colonial, y estaba
fundado por varios cuerpos jurídicos que dominaban en el Reino de Castilla.
La estructura social era del tipo piramidal descendente, o sea que en la cúspide de la
pirámide se encontraban los sacerdotes, militares y la burocracia, y luego
descendiendo se encontraban los comuneros, los pequeños propietarios y en la base
trabajadores asalariados y esclavos. La élite religiosa y militar, se encargaban de
conducir los ritos religiosos, impartir justicia y todo lo relacionado con la defensa y los
conflictos militares en caso de las invasiones.
Los clanes y las tribus eran grupos sociales más pequeños, organizados de manera
igualitaria, dedicados a la agricultura, la pesca, caza y recolección; en cuanto a
quienes eran objeto de consulta, destacaban lo ancianos por su mayor sabiduría y
experiencia, pero también existían los consejos de dignatarios que se ocupaban de
dilucidar y decidir en situaciones dudosas de necesaria resolución.
Todos los pueblos independientemente de su nivel de desarrollo, requieren ciertas
condiciones para su convivencia y existencia tales como: la satisfacción de las
necesidades básicas, una convivencia proactiva entre los miembros y resolver los
conflictos interpersonales o grupales; en el marco de estas expectativas surgió el
derecho en los pueblos aborígenes mesoamericanos, considerando que el mismo
era el mecanismo por medio del cual el provecho personal se relacionaba con el
interés del otro.
Las fuentes que describen ese sistema que podemos denominar como jurídico, lo
encontramos en los narradores y conquistadores, de ahí se desprenden las
aseveraciones de que existían jueces y un sistema normativo, mezclado con
preceptos morales, religiosos y prácticas sociales previsibles y en algunos casos
coactivas.
El resultado de estas diferencias son la raíz de que el derecho indígena, aporte poco
o muy poco al derecho continental actual, ya que el derecho consuetudinario
occidental y el indígena, es que el primero tiene que ver con la autonomía de la
voluntad y la apropiación privada de los bienes, mientras que le segundo hace
prevalecer la relación con la tierra, los intereses comunales, porque los individuos
tiene que ver con la comunidad y su buen funcionamiento.
Concluimos afirmando que la existencia de un derecho indígena precolombino nos
sirve para señalar que las formas de organización social, política y jurídica indígena
eran y siguen siendo distintas a las europeas y concretamente a las españolas, de
ahí que la presencia de ese derecho precolombino no se encuentre en nuestro
derecho continental y en particular panameño.
Fuero juzgo, que constaba de unas 500 leyes, divididas en doce libros y cada uno
de ellos subdividido en varios títulos. Autorizaba el divorcio, el deber cívico de
acudir a la guerra, los diferentes tipos de contratos y el procedimiento en los
juicios.
El derecho intermedio rigió dentro del lapso que se independizo de España hasta que
entro en vigencia el código civil de la República de Panamá el 10 de octubre de
1917, dividimos el derecho en cuatro periodos, periodo de la unidad legislativa este
se desarrolla hasta 1853.
El Código Civil del estado soberano tuvo muchas modificaciones y rigió hasta 1887
cuando entro a regir el código civil de la República de Colombia.
Este mandato -en honor a la verdad- no fue cumplido enteramente. El Código que
mayor influencia ejerció sobre nuestros codificadores fue el Código Civil español de
1889, que a su vez se fundamentaba en el proyecto de Código Civil de Francisco
García Goyena, de 1851. Seguidamente, el Código de Bello (por intermedio del
Código Civil colombiano de 1887), y, por último, el Código Civil de Costa Rica, de
1886m y algunas normas del Código Civil de Honduras, de 1906. Por otro lado,
nuestros codificadores, imbuidos del liberalismo de la época, tuvieron la temeridad de
incorporar normas propias, alguna de ellas que los separan categóricamente de lo
que establecían los códigos civiles vigentes para esa fecha. Una nota curiosa.
No aparece como fuente de nuestro código el Código Civil alemán de 1900, el BGB.
Con ello nos perdimos la excelente construcción teórica sobre el negocio jurídico.
Ya en el Libro Segundo, sobre bienes, se siente la fuerte influencia del Código Civil
español; sin embargo, también en este libro se observa la presencia del Código de
Bello. En efecto, casi todas las normas sobre ocupación provienen de ese Código.
También las normas sobre reivindicación, con pequeñas precisiones locales, así
como todas las normas sobre las acciones posesorias, entre éstas las especiales.
El Libro Cuarto, de las obligaciones en general y de los contratos, fue copiado casi
totalmente del Código Civil español; sin embargo, toma del Código de Bello, por
medio de su intermediario, el Código Civil colombiano, materias como cláusula penal,
aunque selectivamente; también toma algunas normas sobre prueba de las
obligaciones, adopta la definición de contrato contenida en el Código de Bello y, por
último, copió textualmente la norma que se refiere a prescripción de la acción por
saneamiento en caso de evicción.
La última norma de este Libro en el Código Civil panameño es el 1713, mientras que
en el Código de Bello es el 2524, o sea, una diferencia de 811 artículos. Los
codificadores panameños, por razón de la influencia del Código Civil de Costa Rica
de 1886, se inclinaron por un estilo de concisión y simplicidad. Como ya hemos
señalado, el Código Civil de Panamá añade un Libro Quinto, sobre notariado y
registro público, de aproximadamente 90 artículos, que si bien la gran mayoría de
sus normas son propias del derecho administrativo, no podemos negar su estrecha
vinculación con el derecho civil, ya que, por un lado, regulan las formalidades de los
actos contenidos en escrituras públicas y, por el otro, lo concerniente a los efectos de
la inscripción en el registro público de los títulos sujetos a registro, especialmente los
concernientes a propiedades y a hipotecas.
Así como ellos dos, muchísimos panameños se formaron en las aulas universitarias
de Chile, descollando en sus profesiones ya de regreso a Panamá. Las obras
jurídicas de Arturo Alessandri y de Fernando Fueyo Laneri han sido textos de
obligatoria consulta y, con frecuencia, son citados por las sentencias de nuestros
más altos tribunales. Por otro lado, en los años treinta y cuarenta del siglo XX, namá
importó un gran número de maestros y profesores chilenos que se radicaron, en su
mayoría, en el interior de la República (entre ellos, mi abuelo). No extrañaría que
esta percepción tan positiva que se ha tenido de Chile en Panamá haya sido
originada por el ambiente de cultura y civilidad que ha irradiado la obra de don
Andrés Bello.
CONCLUSIONES
Una comisión de tres ciudadanos idóneos debía redactar los códigos que
regirían en la nación se estipuló un tiempo máximo de ocho días para que
fueran presentados frente a la Asamblea Nacional Legislativa los proyectos
redactados. Los 3 ciudadanos pertenecían al partido liberal y conservador.
El Dr. Facundo Mutis Durán presento un proyecto de código civil, pero fue
rechazado. Belisario Porras continuo con la codificación del proyecto
presentado por el Dr. Mutis organizando una comisión codificadora integrada
por 8 ciudadanos, el Dr. Carlos Mendoza miembro de la comisión fue el
encargado de la redacción, pero tiempo después murió lo que ocasiono un
conflicto a la redacción del código civil. Es así que los miembros de la
comisión en conjunto con secretarios y el mismo presidente Belisario Porras
logran sacar el proyecto adelante quedando plasmado el Código Civil de la
Republica de Panamá en el año 1916 por la ley 2 del 22 de agosto, entro a
regir el código civil a partir del 1 de octubre de 1917 en la República de
Panamá.
A partir del 1 de octubre de 1917 el código civil da un paso importante donde
se han hecho modificaciones pero que permanece existe y depende de solo
nuestro país.
Obras juridicas importantes que hoy son citadas en tribunales entre ellos están
las de de Arturo Alessandri y de Fernando Fueyo Laneri. La actualidad del
Codigo Civil y sus perspectivas para el futuro.
Las obligaciones positivas son aquellas en que el deudor debe efectuar una
prestación, que consiste en un dar o en un hacer. Las obligaciones negativas
son aquellas que imponen un deber de abstención, un no hacer. Obligaciones
civiles son aquellas que dan al acreedor acción contra el deudor, derecho a
exigir su cumplimiento. Constituyen la regla general.
Que el conocer e interpretar las leyes, son puntales para la defensa y ayuda
del defendido que así, nos tocare y nos utilice para llevar su defensa o caso
en los diferentes tribunales, que un Magistrado, Juez, Fiscal y Defensores;
tengan a bien cuando la circunstancia
BIBLIOGRAFÍA
CÓDIGO: Puede definirse el código como la ley única que, con plan, sistema y
método, regula alguna rama del Derecho positivo o la recopilación de reglas o
precepto sobre una materia, aún sin ser estrictamente jurídica.
COSTUMBRE: Una de las fuentes del Derecho, que no es otra cosa que normas
jurídicas, no escritas, impuestas por el uso.
HERMENÉUTICA: Ciencia que interpreta los textos legales escritos y que fija su
verdadero sentido y determina su alcance o eficacia general o en un caso en
particular.
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA NORMA: Es la norma concreta que debe ser aplicada e
incorporada a un hecho o relación de la vida a los que está llamada a regir.
LEY GENERAL: La que comprende por igual a todos los habitantes, súbditos o
ciudadanos.
Nuestro Código Civil está dividido en cinco libros, precedido de un Título Preliminar,
que trata de la ley, sus efectos, su interpretación, su aplicación y su derogación; y
que los libros se encuentran ordenados en la siguiente manera:
Desde 1 de julio de 1917, el Código Civil se aprobó en esa fecha y desde entonces
ha sufrido una serie de modificaciones desde el año 1925 en adelante; consta de
1802 artículos.
El Código Civil dedica el Capítulo III íntegro a regular una serie de criterios, sobre
interpretación y aplicación de las leyes, larga y complicada en los artículos del 9 al
27, y aisladamente a través del Código da otros más. El hecho de leer una ley o un
articulado de un Código no es ciencia sino arte. De su lectura no debemos querer
memorizar su contenido, sino racionalizar su estudio y tratar de recordar los
preceptos o normas especiales que contenga el Artículo.
Interpretación de la Ley y Derecho Civil
(Información referenciada de la revista DEBATE Revista de la Asamblea Nacional de
Panamá), Año VII, Número 15, diciembre de 2008.), Paga. 106 documento.
Eusebio A. Morales abogaba por una amplia facultad interpretadora de los jueces.
Aunque la mayor parte de sus reflexiones corresponden al estudio de la
interpretación jurídica en el marco del control de constitucionalidad, influido
grandemente por el Derecho Constitucional estadounidense, Morales también
Reflexionó sobre la interpretación judicial en general:
1
Ibídem, p. 153. Aquí se observa la admisión del rol del juez como integrador del
Derecho
Ricardo J. Alfaro planteó, por su parte, que en los países de Derecho Civil el
precedente y la costumbre tienen cierto valor jurídico, reconocido incluso por el
Derecho positivo, y que la doctrina del stare decisis también se aplica en cierta
medida.
2
Alfaro, Ricardo J. Fuentes y Estructura del Derecho Civil, p. 10-11. Revista de la
Universidad Interamericana, No. 21, (1942), p. 7-27. Conferencia preparada a
petición del Colegio de Abogados del Distrito de Columbia y la Universidad
Americana.
Debe hacerse notar que esta valoración de Ricardo J. Alfaro es extraña al Derecho
positivo panameño, que no contemplaba ni contempla expresamente a la
jurisprudencia como fuente formal de Derecho. En otro texto, Alfaro afirma, en un
sentido diametralmente diferente, que:
3
Alfaro, Ricardo J. Reglas Generales del Derecho. p. 23. Anuario de Derecho, Año 1,
No. 1 (mayo 1955-enero 1956), Panamá, Universidad de Panamá, p. 23-31.
Como se observa, hay una radical contradicción entre una y otra posición ofrecida
por Alfaro. En el segundo texto citado, Alfaro incluso confronta expresamente los
aforismos summun jus, summa injuria y dura lex, sed lex, que parece expresar las
alternativas contradictorias relativas a las facultades judiciales de adjudicar contra el
texto expreso de la ley. En este punto concluye: