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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación


Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología
Universidad de las Ciencias de la Salud ‘’Hugo Chávez Frías’’
ASIC: Jacob Villasmil
CDI: Agua Viva
(Palavecino – Lara)

Morfofisiopatología
Humana
II

Bachiller:
José Ángel De hoy
C.I: 26.007.908
PNF: Medicina Integral Comunitaria 2do Año
Dra: Rosa María Pérez

Cabudare Agosto de 2020


Tolerancia inmunológica

Es una falta de respuesta a un antígeno inducida por la exposición de linfocitos específicos a dicho antígeno.
La autotolerancia hace referencia a la falta de reactividad inmunitaria a los propios antígenos tisulares.
Durante la generación de miles de millones de receptores de antígenos en los linfocitos T y B en desarrollo,
no es sorprendente que se produzcan receptores que puedan reconocer autoantígenos. Dado que todos
estos antígenos no pueden ser ocultados al sistema inmunitario, debe haber medios para eliminar o
controlar los linfocitos autorreactivos. Varios mecanismos trabajan de forma coordinada para seleccionar
contra la autorreactividad y así prevenir que se produzcan reacciones inmunitarias contra los propios
antígenos.

Clasificación de la Tolerancia

Estos mecanismos se dividen, en términos generales, en dos grupos:

Tolerancia central: Este concepto hace referencia a la supresión de linfocitos T y B autorreactivos durante su
maduración en los órganos linfoides centrales (p. ej., en el timo, los linfocitos T, y en la médula ósea, los
linfocitos B). Muchos antígenos proteicos autólogos (propios) son procesados y presentados por las CPA
tímicas en asociación con el CPH propio. Todos los linfocitos T inmaduros que se encuentren un autoantígeno
de este tipo sufren apoptosis (un proceso que se denomina deleción o selección negativa) y, en
consecuencia, los linfocitos T que completan su maduración presentan la depleción de células autorreactivas.

Tolerancia periférica: Los linfocitos T autorreactivos que escapan a la selección negativa en el timo pueden
causar estragos a menos que sean suprimidas o completamente silenciadas. Los mecanismos identificados en
los tejidos periféricos que silencian tales linfocitos T potencialmente autorreactivos son varios.

Anergia.
Supresión por linfocitos T reguladores.
Muerte celular inducida por activación.

Autoinmunidad
Se cree que la degradación de la autotolerancia y el desarrollo de autoinmunidad son consecuencia de una
combinación de genes de susceptibilidad hereditarios, que influyen en la tolerancia de los linfocitos, y
factores ambientales, como las infecciones o las lesiones tisulares, que alteran la presentación de los
autoantígenos

Clasificación de las Enfermedades Autoinmunes Según el Órgano Afectado:

Las enfermedades autoinmunes se clasifican según el órgano afectado en órganos específicos y no órgano
específico o sistémico.

Las enfermedades autoinmunes especificas de órganos incluyen los trastornos auto inmunitarios donde los
anticuerpos van dirigidos contra un solo órgano, tejido o células, lo que se traduce en una lesión hístico
localizada. Ejemplos: la tiroiditis de Hashimoto, la anemia hemolítica autoinmune, la diabetes mellitus tipo I
entre otras.

Las enfermedades autoinmunes no especificas de órganos o sistémicas incluyen aquellos trastornos auto
inmunitarios donde los anticuerpos van dirigidos contra varias células, tejidos y órganos por la amplia
distribución de los auto antígenos, lo que se traduce en una lesión tisular sistémica. Ejemplos de tipo de estas
enfermedades son el Lupus Eritematoso Sistémico y la Artritis Reumatoidea.

Lupus Eritematoso Sistémico


En él LES, el defecto fundamental es el fracaso del mantenimiento de la autotolerancia, lo que induce la
producción de un gran número de autoanticuerpos que pueden dañar los tejidos, directamente o en forma
de depósitos de inmunocomplejos. Igual que sucede en otras enfermedades autoinmunitarias, la patogenia
del LES comprende una combinación de factores genéticos y ambientales. En estudios recientes se han
demostrado claves interesantes sobre la patogenia de este enigmático trastorno

Factores genéticos.
Asociación familiar.

Factores ambientales.
La radiación UV (exposición al sol)
El tabaquismo
Algunos fármacos

Morfología: El LES es una enfermedad sistémica con manifestaciones proteicas. Los cambios morfológicos en
el LES son, por tanto, extraordinariamente variables y dependen de la naturaleza de los autoanticuerpos, del
tejido sobre el que se depositan los inmunocomplejos, y del curso y de la duración de la enfermedad. Los
cambios morfológicos más característicos son el resultado del depósito de inmunocomplejos en los distintos
tejidos.

Vasos sanguíneos: En cualquier tejido puede haber una vasculitis necrosante aguda que afecta a las
pequeñas arterias y arteriolas.

Riñones: La afectación renal es una de las características clínicas más importantes del LES y la insuficiencia
renal es la causa de muerte más común.
Glomerulonefritis.: Existen seis patrones de enfermedad glomerular en el LES
Nefritis lúpica mesangial mínima (clase I)
Nefritis lúpica proliferativa mesangial (clase II)
Nefritis lúpica focal (clase III)
Nefritis lúpica difusa (clase IV)
Nefritis lúpica membranosa (clase V)
Nefritis lúpica esclerosante avanzada (clase VI)

Piel: La piel se halla afectada en la mayoría de los pacientes; se observa un exantema eritematoso o
maculoso papular característico sobre los malares y el puente de la nariz.

Articulaciones: La afectación articular es frecuente pero, por lo general, no se asocia a cambios anatómicos
llamativos ni a deformidad articular.

Nefritis Lúpica
Manifestaciones clínicas

El LES es una enfermedad multisistémica de presentación clínica muy variable. Normalmente, el paciente es
una mujer joven con alguna de las siguientes características (todas solo en casos aislados): exantema en alas
de mariposa sobre la cara, fiebre, dolor e inflamación en una o más articulaciones periféricas (manos y
muñecas, rodillas, pies, tobillos, codos y hombros), dolor torácico pleurítico y fotosensibilidad. No obstante,
en muchos casos, la presentación del LES es sutil y extraña, y adopta formas como enfermedad febril de
origen desconocido, hallazgos anómalos en orina o enfermedad articular que se presenta como AR o fiebre
reumática.

Artritis reumatoide

La AR es una enfermedad inflamatoria sistémica crónica que afecta a muchos tejidos, pero que ataca,
principalmente, a las articulaciones para producir una sinovitis proliferativa no supurativa que,
frecuentemente, progresa hasta destruir el cartílago y el hueso subyacente con aparición de una artritis
incapacitante. Como las lesiones principales afectan a las articulaciones y a los huesos

EVIDENCIAS DIAGNÓSTICAS

Las evidencias imagenológicas, de los laboratorios clínico, de inmunología y de anatomía patológica son
útiles para interpretar las alteraciones morfofuncionales de los procesos patológicos autoinmunes. En todos
estos procesos autoinmunes es vital la demostración de auto-anticuerpos específicos en el suero del
paciente, para esto han sido ampliamente utilizadas varias técnicas inmunológicas, como por ejemplo la
inmunofluorescencia indirecta y las pruebas de ELISA.

Las imágenes muestran las pruebas de anticuerpos antinucleares, y anti DNA positivas, que son evidencias
diagnosticas importantes, en el lupus eritematoso sistémico. El laboratorio clínico, juega un papel importante
en la determinación de parámetros hematológicos como es el fenómeno LE, y la determinación de
reactantes de fase aguda, así como en las determinaciones enzimáticas y hormonales esenciales, en el
diagnóstico y seguimiento de algunas de estas enfermedades.

Los estudios imagenológicos son necesarios para el diagnóstico de las serositis en el Lupus Eritematoso
Sistémico y las alteraciones articulares de la artritis reumatoide.
Trasplante de Tejidos
Podemos definir el Trasplante como el proceso por el cual se toman células, tejidos u órganos denominado
injerto, de un individuo. y se colocan generalmente en otro individuo diferente. Este proceso implica que
exista el donante y el receptor. El Donante es el individuo que proporciona el injerto y el receptor es el
individuo que recibe el injerto.

El trasplante se clasifica atendiendo a la disparidad genética entre el donante y el receptor en:

El autotrasplante: es cuando se realiza un autoinjerto, es decir, el tejido trasplantado es tomado del


organismo del propio sujeto receptor. Ejemplos los autotrasplantes de piel, huesos y músculos.

El Isotrasplante: es cuando el donante y receptor son genéticamente idénticos .tenemos como ejemplo el
trasplante entre gemelares monocigóticos.

El Alotrasplante: es cuando el injerto se realiza entre un donante y un receptor de la misma especie, pero no
están relacionados genéticamente. Un ejemplo muy utilizado por el médico integral comunitario es la
transfusión sanguínea.

El Xenotrasplante: es cuando el donante y el receptor son genéticamente diferentes y pertenecen a distintas


especies. La carencia de órganos disponibles para el trasplante ha obligado en ocasiones ha su uso, pero la
diferencia filogenética impide la aceptación del órgano siendo este fuertemente rechazado.

Rechazo de Trasplante

El principal obstáculo al trasplante de órganos de un individuo a otro de la misma especie (denominados


aloinjertos) es un rechazo inmunológico del tejido trasplantado. El rechazo es un fenómeno complejo en el
que están implicadas reacciones de hipersensibilidad mediadas por células y anticuerpos que destruyen el
injerto. La clave para un trasplante satisfactorio ha sido el desarrollo de tratamientos para prevenir o
minimizar el rechazo.

Mecanismos Efectores Del Rechazo de Injertos

Tanto los linfocitos T como los anticuerpos que reaccionan con el injerto se relacionan con el rechazo de la
mayoría de los aloinjertos de órganos sólidos

Rechazo mediado por linfocitos T: Las LTC destruyen las células del tejido injertado y causan la muerte de las
células parenquimatosas y, lo que quizás es más importante, de las células endoteliales (lo que da lugar a
trombosis e isquemia en el injerto).

Rechazo mediado por anticuerpos: Aunque los linfocitos T tienen una importancia trascendental en el
rechazo del aloinjerto, los anticuerpos también median en algunas formas de rechazo. Los aloanticuerpos
frente a las moléculas del CPH del injerto y otros aloantígenos se unen al endotelio del injerto y provocan
una lesión vascular mediada por la activación del complemento y el reclutamiento de leucocitos.

Clasificación De Las Reacciones de Rechazo


Rechazo Hiperagudo: se produce desde pocos minutos hasta horas después del trasplante en un huésped
presensibilizado y suele ser reconocido por el cirujano inmediatamente después de haber completado la
anastomosis vascular. En contraste con un injerto renal no rechazado, que retoma un color rosado normal y
la turgencia tisular y que excreta orina con prontitud, un riñón con rechazo hiperagudo se vuelve
rápidamente cianótico, moteado y flácido, y puede excretar solo unas pocas gotas de líquido sanguinolento.
La histología se caracteriza por arteritis y arteriolitis aguda, trombosis vascular y necrosis isquémicas
generalizadas, fenómenos todos ellos resultantes de la unión de anticuerpos preformados al endotelio del
injerto.

Rechazo Agudo: se produce de días a semanas después del trasplante en un huésped no inmunodeprimido o
puede aparecer meses e incluso años después, aun en presencia de una inmunodepresión adecuada. El
rechazo agudo está causado por mecanismos inmunitarios celulares y humorales, y en un paciente puede
predominar uno u otro mecanismo. Histológicamente, el rechazo celular está marcado por un infiltrado
intersticial de células mononucleares con edema y lesión parenquimatosa asociados, mientras que el rechazo
humoral se acompaña de vasculitis

El Rechazo Celular Agudo: se observa muy frecuentemente en los primeros meses después del trasplante y,
típicamente, se acompaña de signos clínicos de insuficiencia renal. Histológicamente, suele haber infiltración
intersticial extensa por linfocitos T CD4+ y CD8+, con edema y ligera hemorragia intersticial.

El Rechazo Humoral Agudo: (vasculitis de rechazo), causado por anticuerpos antidonante, puede darse
también en el rechazo agudo del injerto. Las lesiones histológicas pueden adoptar la forma de vasculitis
necrosante con necrosis de las células endoteliales, infiltrado neutrófilo, depósito de anticuerpos,
complemento y fibrina, y trombosis.

Rechazo crónico: Los pacientes con rechazo crónico suelen acudir tarde después del trasplante (meses o
años) con una elevación progresiva de las concentraciones séricas de creatinina (índice de disfunción renal)
durante un período de 4-6 meses. El rechazo crónico está dominado por cambios vasculares, fibrosis
intersticial y pérdida del parénquima renal; habitualmente solo hay infiltrados parenquimatosos celulares
escasos o incluso no los hay. Los cambios vasculares se producen predominantemente en las arterias y
arteriolas, que presentan una proliferación de células musculares lisas en la íntima y síntesis de matriz
extracelular. Estas lesiones comprometen, en último término, la perfusión vascular y dan lugar a isquemia
renal, que se manifiesta por pérdida o hialinización de los glomérulos, fibrosis intersticial y atrofia tubular.

Evidencias Diagnósticas: Los estudios de imagenología, laboratorio clínico e inmunologia son útiles en el
diagnóstico y prevención de la reacción del rechazo de trasplantes. Los estudios de anatomía patológica
aportan las características morfológicas que permiten clasificar el tipo de rechazo.

Para evidenciar la presencia de anticuerpos pre-existentes en el suero del receptor contra los
antígenos del donante, y prevenir el rechazo hiperagudo, se realizan las pruebas cruzadas que
consisten, en mezclar el suero del receptor con los leucocitos de posibles donantes. Si las células se
lisan, indica que hay anticuerpos y que el donante no es adecuado.

Las técnicas de tipaje de HLA son necesarias para buscar mayor compatibilidad entre el donante y el
receptor, y así disminuir la probabilidad del rechazo.

Una evidencia diagnóstica importante del rechazo, es la elevación de la creatinina sérica.

Los estudios imagenológicos como la ecosonografía, tienen gran utilidad para el monitoreo del
órgano trasplantado.

Entre las estrategias para minimizar la reacción de rechazo se debe disminuir la capacidad de respuesta del
sistema inmune del receptor con fármacos inmunosupresores aumentan la compatibilidad entre el donante y
el receptor tipificando los antígenos de histocompatibilidad o HLA. Así como, la compatibilidad ABO y realizar
las pruebas cruzadas previamente, para detectar la sensibilización previa del receptor a los aloantígenos

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