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CONCEPTOS DE SALUD, ENFERMEDAD: SISTEMA INMUNE

La salud y la enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biológico y


de las interacciones medio ambientales y sociales. Generalmente, se entiende a
la enfermedad como la pérdida de la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia
de una alteración estructural o funcional de un órgano a cualquier nivel.

Según la OMS, la salud es el estado de completo bienestar físico, psíquico y


social, y no la mera ausencia de enfermedad.

La salud deportiva se refiere a aquellos cuidados específicos que necesita una


persona que se dedica profesionalmente al deporte. Estos cuidados nos ayudan
a mejorar el rendimiento, a prevenir lesiones o a tratar enfermedades y lesiones
específicas del deporte.

El concepto de enfermedad es una aproximación que orienta sobre el tipo de problema de salud en cuestión.

Una enfermedad, afección o dolencia es un estado producido en un ser vivo por la alteración de la función de uno de sus
órganos o de todo el organismo. La definición de enfermedad según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la de
«Alteración y desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas,
manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible.

Un enfermo es un ser humano que padece una enfermedad, sea consciente o no de su estado.

Según el deporte enfermedad se refiere a los tipos de lesiones que ocurren con mayor frecuencia durante los deportes o
el ejercicio, como esguinces, torceduras y fracturas por estrés.

La medicina preventiva se enfoca en prevenir enfermedades, encontrar enfermedades en las primeras etapas y controlar
las enfermedades crónicas antes de que afecten su calidad de vida.

El primer paso de la medicina preventiva es hacer una consulta de control anual con el médico de medicina interna.
Durante el chequeo, el médico recopila su historial de salud, realiza un examen físico y busca signos de enfermedades
crónicas (cualquier enfermedad que haya durado más de tres meses).

El internista le recomendará pruebas de detección según la edad, como una mamografía o una colonoscopia. Si tiene
antecedentes personales o familiares de algunos tipos de cáncer u otras enfermedades, es posible que el médico le
recomiende someterse a estas pruebas antes.

Se recomienda que todos visiten al internista o médico de atención primaria una vez al año para su chequeo preventivo,
independientemente de la edad o estado de salud.

Los servicios de medicina preventiva pueden incluir los siguientes:

• control de presión sanguínea;


• análisis de sangre;
• colonoscopía;
• mamografía;
• análisis de orina;
• vacunas;
• control de peso.

Practicar deporte y/o actividad física son factores que influyen positivamente en la salud física: prevención en riesgos
cardiovasculares, enfermedades crónicas, obesidad, cáncer, osteoporosis y enfermedades degenerativas como la
demencia y la enfermedad Alzhéimer; y en la salud mental:
ansiedad, depresión y disminución del estrés; mejora en las
capacidades cognitivas, habilidades sociales, autoconcepto y
resiliencia. Generando de esta forma bienestar en múltiples
contextos donde se desarrollan las personas, como resultado
del conocimiento de sí mismo y las habilidades internas
mediante los cuales el individuo regula sus acciones.

El sistema inmunitario reconoce y destruye sustancias que contienen antígenos. Las células corporales tienen proteínas
que son antígenos. Éstos incluyen a un grupo llamado antígenos HLA.

Los seres humanos tienen tres tipos de inmunidad: la innata, la


adaptativa y la pasiva.

Barreras naturales contra la infección.

• La sangre.
• Inflamación.
• Respuesta inmunitaria.
• Fiebre.

Las barreras externas no específicas son barreras que impiden que la


mayoría de los microbios causantes de enfermedades entren al
cuerpo. La piel, las mucosas y sus secreciones bloquean la entrada y
proveen un ambiente inhóspito para el crecimiento microbiano.

Las barreras naturales son la piel, las membranas mucosas, las


lágrimas, la cera de los oídos, el moco y el ácido del estómago.
Además, el flujo normal de orina elimina los microorganismos que ascienden por el tracto urinario. para identificar y
eliminar los microorganismos que han atravesado las barreras naturales.

La inmunidad innata es la primera respuesta del sistema inmunitario del cuerpo contra una sustancia extraña dañina.
Cuando entran al cuerpo microorganismos extraños, como bacterias o virus, ciertas células del sistema inmunitario
responden rápido para tratar de destruirlos.

La inmunidad innata: todo el mundo nace con una inmunidad innata (o natural), un tipo de protección general. Por
ejemplo, la piel actúa como una barrera para impedir que los gérmenes entren en el cuerpo. Y el sistema inmunitario sabe
reconocer cuándo algunos invasores pueden ser peligrosos.

Células fagocíticas: Tipo de célula inmunitaria que puede rodear y destruir microorganismos, ingerir material extraño y
eliminar células muertas. También puede estimular la respuesta inmunitaria. Los monocitos, los macrófagas y los
neutrófilos son fagocitos.

Las células asesinas naturales (natural killer cells [NK]) son un tipo de linfocitos producidos en la médula ósea, cuya
función efectora está mediada por la producción de citocinas y su actividad citotóxica. Se encuentran principalmente en
los nódulos linfoides y la sangre, pero también están ampliamente distribuidas en la piel, el intestino, el hígado, los
pulmones y el útero, entre otros tejidos.

El papel fundamental que tienen estas células se ha hecho evidente en algunos individuos con deficiencias de células NK,
quienes, a pesar de tener un adecuado número y función de linfocitos T y B, presentan infecciones virales recurrentes y
tienden a desarrollar infecciones severas por los virus varicela zóster y citomegalovirus, entre otros2. En pacientes con
cáncer de mama y cáncer colorrectal, se ha reportado que las alteraciones fenotípicas y funcionales en estas células se
asocian a un mayor grado de progresión de la enfermedad3,4. De esta manera, las futuras investigaciones que involucren
células NK podrían ayudar a clarificar su participación en procesos infecciosos, tumorales y abortos recurrentes, para
definir su uso potencial en terapias inmunomoduladoras.

La fiebre es una temperatura corporal elevada que se produce


cuando el termóstato del cuerpo (que se encuentra en el hipotálamo)
se restablece a una temperatura mayor, principalmente en respuesta
a una infección.

Fiebre: Numerosos estudios han mostrado que la fiebre mejora la


respuesta inmune, aumenta la movilidad y actividad de los
leucocitos, estimula la producción de interferones, produce la
activación de los linfocitos-T e, indirectamente, y reduce la
concentración de hierro en el plasma.

La respuesta inflamatoria (inflamación) se presenta cuando los tejidos son


lesionados por bacterias, traumatismo, toxinas, calor o cualquier otra causa.
El tejido dañado libera químicos, entre ellos histamina, bradiquinina y
prostaglandinas. Estos químicos hacen que los vasos sanguíneos dejen
escapar líquido hacia los tejidos, lo que causa inflamación. Esto ayuda a aislar
la sustancia extraña del contacto posterior con tejidos corporales.

Los químicos también atraen a los glóbulos blancos llamados fagocitos que se
"comen" a los microorganismos y células muertas o dañadas. Este proceso se
denomina fagocitosis. Los fagocitos finalmente mueren. El pus se forma
debido a la acumulación de tejido muerto, bacterias muertas y fagocitos vivos
y muertos.

La respuesta inmunitaria específica o de adaptación (adaptativa o activa) se desarrolla a lo largo de la vida de una
persona, es un tipo de inmunidad que se produce cuando el sistema inmunitario de una persona responde a una sustancia
extraña o un microorganismo, como sucede después de una infección o vacunación.

La inmunidad mediada por células (CMI) es una respuesta inmune que no involucra anticuerpos, sino que implica la
activación de macrófagos y células NK, la producción de linfocitos T citotóxicos específicos de antígeno y la liberación de
diversas citocinas en respuesta a un antígeno. La inmunidad celular protege el cuerpo al:

• activar linfocitos T citotóxicos específicos de antígeno (CTL) que son capaces de lisar células corporales que
muestran epítopos de antígeno extraño en su superficie, tales como células infectadas por virus, células con
bacterias intracelulares y células cancerosas que muestran antígenos tumorales;
• Activación de macrófagos y células NK, lo que les permite destruir patógenos intracelulares; y
• Estimular a las células para secretar una variedad de citocinas que influyen en la función de otras células
involucradas en las respuestas inmunitarias adaptativas y las respuestas inmunes innatas.

La inmunidad mediada por células se dirige principalmente a microbios que sobreviven en fagocitos y microbios que
infectan células no fagocíticas. Es más eficaz para destruir células infectadas por virus, bacterias intracelulares y cánceres.
También juega un papel importante en el rechazo retardado del trasplante
La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa contra los
microorganismos extracelulares y sus toxinas, en el cual, los componentes
del sistema que atacan a los antígenos, no son las células directamente sino
son macromoléculas, como anticuerpos o proteínas del sistema del
complemento.

La primera fase de la inmunidad humoral, es el reconocimiento de antígenos


extraños dentro del organismo por células B a través de su receptor de
membrana. Sin embargo, a pesar de la interacción con antígeno, la célula B
no se activa hasta ser estimulada por una línea de linfocitos T llamados
linfocitos T cooperadores. Esa unión, célula B-linfocito cooperador, estimula
la expansión clonal y diferenciación de los linfocitos B, los cuales:

• Secretan anticuerpos primeramente de tipo IgM;


• Cambian de isotipo, bien sea IgG, IgA o IgE, dependiendo del estímulo adecuado;
• Maduran a anticuerpos de alta afinidad por el antígeno inicial;
• Remanentes de la línea producida permanecerán como linfocitos B de memoria.

La respuesta humoral primaria o respuesta inmune primaria es la cantidad de anticuerpo secretado por células
plasmáticas y la clonación de estas mismas células la primera vez que entra en contacto el receptor con el antígeno
encuentra su máximo aproximadamente a los 7 días de la primera infección (5-10 días).

En la respuesta humoral secundaria, una infección repetida por un mismo antígeno activa los linfocitos de memoria
creados como consecuencia de la respuesta humoral primaria. La respuesta, entonces, se inicia más rápidamente, al cabo
de unos 3 días.

TRASTORNOS DEL SISTEMA INMUNITARIO Y ALERGIAS

Los trastornos del sistema inmunitario ocurren cuando la respuesta inmunitaria está dirigida contra el tejido extraño,
excesiva o no se presenta. Las alergias involucran una respuesta inmunitaria a una sustancia que el cuerpo de la mayoría
de las personas percibe como inofensiva.

COMPLICACIONES DEBIDO A UNA RESPUESTA INMUNITARIA ALTERADA

Una respuesta inmunitaria eficiente protege contra muchas enfermedades y trastornos, mientras que una respuesta
inmunitaria ineficiente permite que las enfermedades se desarrollen. Una respuesta inmunitaria excesiva, deficiente o
equivocada causa trastornos del sistema inmunitario. Una respuesta inmunitaria hiperactiva puede llevar al desarrollo de
enfermedades autoinmunitarias, en las cuales se forman anticuerpos contra los tejidos del propio cuerpo.

Las complicaciones a raíz de la alteración de las respuestas inmunitarias son, entre otras:

• Alergia o hipersensibilidad
• Anafilaxia, una reacción alérgica que amenaza la vida
• Trastornos autoinmunitarios
• Enfermedad injerto contra huésped, una complicación del trasplante de médula ósea
• Trastornos por inmunodeficiencia
• Enfermedad del suero
• Rechazo al trasplante

Las alergias aparecen cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia extraña (como el polen, el veneno de
abejas o la caspa de las mascotas) o un alimento que no provoca una reacción en la mayoría de las personas. Tu sistema
inmunitario produce sustancias conocidas como anticuerpos.
Tipos de alergia

Aunque hay muchos tipos diferentes de alergias, las alergias más


frecuentes se pueden clasificar en uno de los grupos siguientes. Una
comprensión correcta de los lugares en los que es más probable que te
encuentres con los alérgenos y qué pueden ser te ayudará en tu
búsqueda de un alivio para tus síntomas de la alergia.

• Alergia estacional
Alergias causadas por alérgenos de exteriores como el polen. Estos alérgenos son muy ligeros y pueden ser transportados
por el aire con facilidad. Obtén más información.
• Alergias de interior
Las alergias de interior son desencadenadas por cosas como los ácaros del polvo que prosperan en entornos templados y
húmedos. Obtén más información.
• Alergias a las mascotas
En realidad, las alergias a las mascotas no son una reacción al pelo de su mascota, sino a las proteínas de las células
cutáneas del animal. Obtén más información.
• Alergias cutáneas
Las alergias cutáneas son una reacción alérgica que causa una inflamación cutánea que provoca una erupción abultada y
que pica en la piel. Obtén más información.
• Alergias alimentarias
Las reacciones adversas ante una alergia alimentaria se producen de forma muy clara, definida e inmediata. Conoce como
poder detectarlas de forma rápida. Obtén más información.
• Alergia al polen
La alergia al polen es una de las más extendidas. Conocer sus síntomas y los diferentes tipos de polen puede ayudarte a
lidiar con ella. Obtén más información.
• Alergia al sol
La alergia al sol se produce por una exposición normal al sol, causando reacciones alérgicas normalmente sólo en las zonas
expuestas al sol. Obtén más información.
• Conjuntivitis alérgica
La conjuntivitis alérgica es causada por la reacción del cuerpo a ciertas sustancias y cuerpos extraños. Produce la
inflamación de la mucosa conjuntival protectora del ojo que ocasiona picor, ojos rojos, ardor en los ojos y lagrimeo. Obtén
más información.
• Alergia estacional
Aunque la primavera es la época del año relacionada con una mayor proliferación de las reacciones alérgicas debidas al
polen, existen otras alergias de carácter estacional a lo largo de todo el año. Obtén más información.

La inmunidad pasiva es un tipo de inmunidad que se presenta cuando una persona recibe anticuerpos en lugar de
producirlos en su sistema inmunitario. Por ejemplo, se produce inmunidad pasiva cuando un bebé recibe los anticuerpos
de la madre a través de la placenta o la leche materna. También se produce cuando una persona recibe una inyección de
anticuerpos para protegerla contra los efectos de una toxina como el veneno de una serpiente. La protección de la
inmunidad pasiva es inmediata pero solo dura pocas semanas o meses.

Un ejemplo de inmunidad pasiva con gran importancia fisiológica lo ofrece el paso de los anticuerpos maternos a través
de la placenta al feto, que permite a los recién nacidos combatir las infecciones antes de adquirir la capacidad para
producirlos por sí mismos.

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