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INTRODUCCIÓN DEL TEMA – 2 Abril

-no pude ser aplicado a todos los temas.

-Existen dos Tipos de arbitraje…

-Lo que importa es que las partes decidan voluntariamente someterse al arbitramiento.

-En el ares de comercio, el arbitraje es aplicado por las Cámaras de Comercio. Las
partes en base a la firma de un contrato, se someten a unas cláusulas donde acuerdan
solucionar sus posibles conflictos a través del Arbitraje.

-Entre los métodos alternativos de resolución de conflictos, puede ser autocompositivos


y heterocompositivos.

-Universidad Mercnate del Caribe, UCV, derecho marítimo.

-Derecho internacional privado, UCV

PRÓXIMA CLASE

Traer CPC y Ley de arbitraje comercial del 98

PROGRAMA

-Tareas y 2 exámenes.

-Al correo se enviará material.


CLASE 9 ABRIL

DESARROLLO HISTÓRICO

En la última clase, desarrollamos las nociones básicas sobre el Arbitraje y como el


mismo ha evolucionado en el tiempo, tanto a nivel general, como en la nación en
particular.

Primeramente, se hizo mención a lo que implica la palabra Arbitraje, pues no existe un


solo tipo. Esta el arbitraje comercial, que está sometido a la ley de arbitraje comercial,
y no se amerita que quien lo presida sea exclusivamente un abogado o experto del
derecho, sino que se requiere que sea especialista en la materia. Mientras que
cuando se dice Arbitraje, hace referencia a los otros tipos de arbitraje existentes,
como el civil o el de inversión.

También, se aclaró que el arbitraje común es aquel donde las partes por mutuo
acuerdo, y normalmente en base a la firma de un contrato, se someten a unas
cláusulas donde acuerdan solucionar sus posibles conflictos a través del Arbitraje, en el
cual se escogerá un tercero como árbitro para decidir, normalmente es el tribunal de la
materia referida al conflicto. Mientras que, el arbitraje institucional, es aquel donde
las partes, de mutuo acuerdo, deciden someter el conflicto a una institución
especializada en el arbitraje, para que la misma sea quien decida, ejemplo de esto: la
Cámara de Comercio, el CELAC, el CIADI, etc.

ANTECEDENTES

Con relación a los Antecedentes Históricos, el arbitraje se remonta a tiempos


inmemorables, desde la Edad Media, concretamente en el derecho griego. Incluso en el
antiguo testamento, libro del Génesis, aparece una referencia bíblica que la doctrina ha
interpretado como la confirmacion de la existencia del arbitraje en la antigüedad, con
base a la cual, Jacob le indicó a Labán ‘Somete tus reclamaciones al juicio de tus
hermanos y de los míos, y que ellos decidan entre tú y yo’’.

En Venezuela, el arbitraje comienza a visualizarse con la llegada de los


españoles. Se dice que el arbitraje como figura tuvo una larga tradición en Venezuela,
desde la Constitución de 1830 se plantea esta figura por medio del derecho al
arbitramiento., art. 190.

“Art. 190. Los venezolanos tienen la libertad de terminar sus diferencias por arbitros, aunque estén
iniciados los pleitos…”

En 1832, en la época de La Corona, un tribunal arbitral dicta un laudo por el que


resolvía un conflicto entre las hermanas de Simón Bolívar, por razón del monto de una
donación (30 mil pesos) que Simón Bolívar había ejecutado a su hermana Juana,
monto que la misma debía pagar con el producto de la venta de las Minas de Aroa.
María Antonia, su otra hermana, cuestionaba la autenticidad del documento y, además,
disputaba la cuantía del mismo. Los árbitros se inclinaron por validar la donación, pero
limitaron su monto. Esta solución tenía valor de cosa juzgada y no podía ser
impugnado. De esta forma, puede observar que desde aquella época existe una clara
diferencia entre la jurisdicción ordinaria y el arbitraje.

En 1857, se consagró también esa figura en el artículo 100 de la Constitución de ese


año, pero luego en la Constitución del 58, no se plasmó este derecho, así como
tampoco en las Constituciones que siguieron después de ella. En los Códigos de
Procedimiento Civil de 1897, 1916 y 1987 no se contempló tampoco esta figura, pero
luego de ser reformado en el año 1990, se constituyó el Arbitraje como un
procedimiento especial, “art. 608 - del arbitramiento”. Hasta esa fecha el arbitraje solo
se había contemplado muy imprecisamente como medio para resolver un
conflicto.

Artículo 608°: Las controversias pueden comprometerse en uno o más árbitros en número impar,
antes o durante el juicio, con tal de que no sean cuestiones sobre estado, sobre divorcio o separación
de los cónyuges, ni sobre los demás asuntos en los cuales no cabe transacción…

Sin embargo, en Venezuela la institución cayó en desuso por diversos


obstáculos que se presentaban al momento de su aplicación, al no tener un pleno
respaldo legislativo, si no hasta muchos años después.

En el Código de Procedimiento Civil (en lo sucesivo el CPC) de 1916, el arbitraje


pactado antes de la existencia de un debate judicial, no era obligatoria, pudiendo el
contratante rechazarla, exigiendose la ratificación del compromiso ante un juez. Con la
reforma del CPC en 1987 se validaron los acuerdos arbitrales, pero eran exigibles
solo si habían pactados contractualmente mediante documento auténtico y se requería
siempre de una forma u otra la intervención judicial. La celeridad y agitación de la
vigente vida comercial, con negociaciones que se hacen a distancia, por fax o medios
electrónicos, hicieron ineficaz a la institución y, en verdad, fue poco utilizada en el
contexto venezolano.

El primer paso para el resurgimiento del arbitraje en el país, fue cuando Venezuela
entra en la Convención Interamericana de Arbitraje de 1975, y la ratifica en 1985.
Luego, en 1994, ratifica en la Convención de la Naciones Unidas, sobre
reconocimiento y ejecución de sentencias arbitrales extranjeras, también conocida
como la Convención de Nueva York de 1958.

 Convención de Nueva York:

Esta Convención, reconociendo la importancia creciente del arbitraje internacional como medio de
resolver las controversias comerciales internacionales, trata de establecer normas legislativas
comunes para el reconocimiento de los acuerdos o pactos de arbitraje y el reconocimiento y la
ejecución de las sentencias o laudos arbitrales extranjeros y no nacionales. Por "sentencias o
laudos no nacionales" se entiende aquellos que, si bien han sido dictados en el Estado donde se prevé
su ejecución, son considerados "extranjeros" por la ley de ese Estado, porque el procedimiento seguido
conlleva algún elemento de extranjería, por ejemplo cuando se apliquen normas procesales de otro
Estado.

La finalidad principal de la Convención es evitar que las sentencias arbitrales, tanto extranjeras como
no nacionales, sean objeto de discriminación, por lo que obliga a los Estados parte a velar por que
dichas sentencias sean reconocidas en su jurisdicción y puedan ejecutarse en ella, en general, de
la misma manera que las sentencias o laudos arbitrales nacionales.

 Convención Interamericana:

Esta Convención establece el acuerdo por el cual las Partes someten disputas comerciales al arbitraje.
Igualmente, establece que las sentencias o laudos arbítrales finales tendrán la misma fuerza de
sentencia judicial. Consecuentemente, la Convención exige el mismo trato en el reconocimiento y
ejecución que con las sentencias dictadas por los tribunales ordinarios nacionales o extranjeros,
según las leyes procesales del país donde se ejecuten, y lo que establezcan al respecto los tratados
internacionales.

El 9 de octubre del año 1997, se dicta una sentencia por parte de la Sala política
administrativa de la Corte Suprema, la cual hizo mención a estas convenciones, para
aclarar ciertos criterios sobre la validez del acuerdo de arbitraje contenido en contratos
privados. Declarando la Sala que, los tribunales venezolanos no tenían jurisdicción
para conocer de las disputas planteadas porque las partes habían escogido
resolverlas mediante arbitraje, en la ciudad de Nueva York, bajo las reglas de la
Cámara de Comercio Internacional.

Dicho laudo básicamente decía que la Sala reconocía la Libertad de las partes de
someter todos o algunos de sus conflictos, relacionado con sus negocios de
carácter mercantil internacional, a Arbitraje, pues no había duda de que el acuerdo
arbitral en cuestión está documentado, y que la materia válida para ser sometida a
arbitraje según nuestro derecho. Esta sentencia fue otro avance para que la figura
adquiriera firmeza.

En este punto, los demás países de Latinoamérica, en vistas de la evolución que el


comercio estaba teniendo, comienzan a consagrar esta figura más específicamente,
por medio de sus propias leyes. Hasta que en Venezuela, en 1998, se dicta la
primera, y aún vigente, ley de arbitraje comercial, abarcando el arbitraje nacional
e internacional.

Sin embargo, esta ley no tuvo mucha receptividad, por diferentes razones:

- A diferencia de los demás países, Venezuela no creó un solo instrumento


normativo para la regulación del arbitraje. Pues, por un lado, la figura de
arbitraje y su procedimiento que se observa en el CPC y otras leyes
ademas, pudieron haberse incluido fácilmente en la Ley de Arbitraje
Comercial. De forma que todo el tema esta muy disperso.
- Durante muchos años los legisladores no adaptaron la regulación de la ley
a nuestras realidades sociales, lo que conllevaba a olvidar la existencia de
esta figura.

Pero esto se debía, sobre todo, al hecho de que, en los inicios del arbitraje, se
le dio una exagerada intromisión al órgano judicial ordinario en el trámite
del mismo, y no fue claro al separar en forma conveniente la actividad de
los árbitros de las de los órganos judiciales ordinarios.

- Postura gremial inadecuada frente a la institución, por evidente


desconocimiento de su operatividad y beneficios:

Otra razón para su desuso, fue por el desconocimiento de la figura y su


forma de aplicarla, tanto por parte de los abogados como por los jueces,
pues a pesar de que el arbitraje serviría para descongestionar, la
costumbre siempre ha sido llevar los conflictos a juicio, bien porque es
más factible el tiempo dado para preparar los casos, y que siempre se ha
creído que el Estado por medio de los tribunales es quien garantiza
verdadera justicia, además por razones de pago a los abogados, ya que
normalmente un proceso llevado a tribunales es lento y extenso y a mayor
prolongación del mismo, mayor salario; muy a pesar de que la ley señale que
el procedimiento ordinarios debe ser expedito y diligente.

- Otra razón, también fue la falta de garantías con respecto a una institución
prácticamente nueva, donde además de generar gastos, no existía
seguridad de que el laudo emitido por el arbitraje pueda tener plena
efectividad, al igual que el caso de algunas sentencias emitidas por los
tribunales, ya que ningún inversionista sometería un negocio de gran
fortuna a un proceso poco conocido, y mucho menos en un país con
inestabilidad política y económica.

- Se reputaba como inadecuado todo hecho que supusiere entrega de poderes


atribuidos al Estado, pues el indebido uso que quizá se hizo por parte de los
Jueces de esa potestad conciliadora, no daba seguridad de óptimos
resultado por parte de la materia arbitral.

- Actitudes injustificadas por parte del Estado y sus representantes frente a la


Institución de Arbitraje, pero que en el fondo tienen su razón de ser, pues
antiguamente, no existía una correcta preparación en la materia y en
muchos casos las soluciones implicaban más bien complicaciones.

- El Arbitraje, la mediación y la conciliación moderna suponen el empleo de


técnicas y conocimientos que imponen su estudio y obligan a los profesionales
a prepararse a fin de atender debidamente sus requerimientos.
Estas nuevas figuras requieren de abogados mediadores o de abogados
asesores en dichos procesos, conocedores de las nuevas técnicas y con
una mentalidad reñida con lo tradicional, por ello, no todos los
profesionales están dispuestos a ello.

Finalmente, el arbitraje terminó de resurgir o impulsarse, no solo por la


promulgación de la Ley de Arbitraje Comercial en el 98, sino también con la entrada
en vigencia de la Constitución de 1999, en la cual se consagró también la figura
del arbitraje oficialmente otra vez, en su artículo 258. Dicho artículo, lo contempla
como un mecanismo alternativo para resolver conflictos (junto con otras figuras), y
donde las partes por acuerdo entre ellas, deciden someterse a esta institución.
Teniendo en cuenta que la figura de arbitraje no se consagraba desde el 57, es un
acontecimiento que debe destacarse.

PARTE 2

Cuando se promulgó la ley de arbitraje comercial, no se derogaron las demás


leyes o normas relativas al arbitraje, se mantuvieron, tanto las del CPC, como las
contenidas en otras normas. De tal forma que, si al aplicar la ley de arbitraje a un
caso concreto (sea arbitraje nacional o internacional – institucional), surgiese una
laguna en el procedimiento, supletoriamente se pueden aplicar las disposiciones del
CPC relativas a la materia, siempre que no colida con algún tratado o convenio
internacional sobre ello.

Por lo dicho, es necesario distinguir en Venezuela entre “Arbitrajes no


comerciales”, que en lo sucesivo denominaremos “ordinarios, comunes, civiles o no
comerciales”; de aquellos que se refieran de algún modo a lo comercial, sea en el
ámbito nacional o en el ámbito internacional, que en lo sucesivo identificaremos
como “Arbitrajes comerciales o especiales”.

Con esto, se puede decir entonces que, en el país, se constataron solo dos tipos de
arbitraje, en el CPC está el arbitraje civil, que regula las materias que no están
reservadas para el arbitraje comercial (como caso de laboral, protección, etc.), aunque
también se debe tomar en cuenta, que hay materias de orden público que no
pueden someterse a arbitraje (ejemplo, caso de la materia penal), y también, en tales
materias cuando sea procedente resultarán aplicables los tratados y convenios
internacionales vigentes. Por su parte el otro tipo de arbitraje, es el regulado por la ley
de arbitraje comercial, que sería el arbitraje comercial, referido al comercio
específicamente; pero, pero a los mismos también se podra aplicar supletoriamente lo
dispuesto en el CPC, en casos de lagunas o necesidad de integración, como bien se
mencionó arriba.

Pues claro, estos arbitrajes no son excluyentes entre si.


Así, en Venezuela, se le llama Arbitramiento al Arbitraje ordinario o relacionado con la
materia civil; distinto al caso del Arbitraje Comercial, al cual en la doctrina venezolana
se la da el nombre de Arbitraje normalmente. (Diferencia Arbitraje y Arbitramiento)

A este respecto modestamente consideramos mejor la posición adoptada por otros


sistemas, como es el caso del Boliviano, que en tal sentido resulta avanzada, pues ha
abarcando en dicha normativa especial todo tipo de arbitraje e inclusive instaurando
formalmente la conciliación, como otro medio alterno para la solución de conflictos. A
diferencia del ordenamiento nacional Constitucional, Procesal, Civil y Comercial
vigente.

Con ello por lo demás, también modernizó su posición frente a la cada vez mas
recurrida posición en doctrina de unificar los ordenamientos civiles y mercantiles, lo
cual es otro paso de avance digno de reconocerse.

Igualmente, se comentó que se han dado ciertos casos de arbitraje importantes


en el tiempo, que han estado relacionados con Venezuela, como el caso de
Banesco y toda la compleja situación que rodea su nacimiento, el cual deriva de un
caso de compra de otra institución bancaria, que fue sometida a arbitraje; el caso
finalmente fue ganado por Escotet, pues existía una cláusula en el contrato donde se
estableció que en caso de conflicto entre las partes, el caso sería llevado en sede de la
Republica Venezolana, aún cuándo el negocio se firmara en Panamá; esto dio pie
para alegar que, a pesar de que el acuerdo era en moneda extranjera, como en caso
de conflicto el mismo sería resuelto en la Republica de Venezuela, el pago debía
realizarse en Bolívares, pues es la moneda legal de la nación. También se hizo breve
referencia al caso del Arbitraje de Venezuela y ConocoPhillips, donde por motivo de
una expropiación que Venezuela ejecutó en 2007 a ConocoPhillips (quien invirtió en
diversos proyectos en la nación), sin dar compensación alguna, finalmente se sometió
el conflicto a Arbitraje, dando como resultado que la nación venezolana deba pagar una
suma 8,7 billones de dólares, y aún no se ha pronunciado sobre ello.

 COMPARACIÓN ARBITRAJE BOLIVIA Y VENEZUELA

1.- En Venezuela se constituyen sólo dos Tipos de arbitrajes el civil y el


comercial, en cambio en Bolivia, se contempla el arbitraje para todo tipo de
asuntos, e incluso la conciliación como medio de resolución.

Por lo que se refiere a nuevas instituciones en materia arbitral, nos permitimos


destacar otra novedad en el ordenamiento boliviano que nos parece de particular
interés y obviamente ausente tanto en la LMU como en la LACV, se trata de la
modalidad del Arbitraje estipulado por el causante, por vía de testamento, y que
se impone a los causahabientes para dar solución a conflictos relacionados con
la herencia, interpretación de la voluntad del testador, cualidad de herederos,
cuotas hereditarias y partición ( Art 5 LACB), que la Ley denomina "Arbitraje
Testamentario" y obviamente limitado, en general por los principios generales
que determina la materia objeto de arbitraje, y en concreto por el órden público
sucesoral ( legítima, por ejemplo ).

2.- La nueva Ley venezolana claramente establece que solo pueden someterse
a Arbitraje comercial, los asuntos de esa índole ( comerciales ) susceptibles de
transacción que surjan entre personas capaces de transigir. De modo general
pues, podemos sostener que solo son susceptibles de someterse a Arbitraje en
general, los asuntos que no contraríen el orden público y que puedan ser objetos
de transacción y que para comprometer en árbitros se requiere capacidad de
obrar y poder de disposición.

La LACB (Art. 3) por su parte, dispone que podrán someterse a arbitraje las
controversias surgidas o que puedan surgir de relaciones jurídicas contractuales
o extracontractuales de las partes, mediante el ejercicio de su libre arbitrio sobre
derechos disponibles y que no afecten el órden público, antes, en el transcurso o
después de intentado un proceso judicial cualquiera fuere el estado de éste,
extinguiéndolo o evitando el que podría promoverse. Por ello el concepto
boliviano resulta más amplio y técnicamente más perfecto.

3.- Sobre los tipos de Arbitraje, Dentro de las dos nuevas modalidades de
arbitraje comercial, el Art. 8 de la LACV precisa que “los arbitrajes pueden ser de
Derecho o de equidad”, entendiendo por ellos, en el primer caso, que los árbitros
deberán observar las disposiciones de derecho en la fundamentación de los
laudos, mientras que en los segundos, procederán con entera libertad, según
sea más conveniente al interés de las partes, atendiendo principalmente a la
equidad. Si no hubiere indicación de las partes sobre el carácter de los árbitros
se entenderá que decidirán como árbitros de derecho”.

La LACB, por igual, contempla ambos tipos de arbitraje ( Artcs 54 y 73) pero con
regulación diferente respecto a los supuestos en que proceden, a falta de
expresa voluntad de las partes al respecto. Así en los arbitrajes domésticos, a
falta de tal determinación de las partes, los árbitros deberán resolver como
arbitradores (Art 54, Par. II) y en cambio en el supuesto de arbitrajes
internacionales, los árbitros resolverán como árbitros de derecho (Art 73, Parr.
3).

4.- Vale la pena destacar que el ordenamiento venezolano, no acogió el modelo


del artículo 4 de la ley modelo, relacionado con la renuncia tácita de su derecho
a objetar, conforme al cual, se entiende tal renuncia cuando las partes prosigan
el arbitraje, no obstante conocer el incumplimiento de alguna disposición de la
cual no pudieren apartarse ellas o los árbitros, sin expresar su objeción dentro
de un plazo justificado o si no lo hicieren dentro del término fijado para ello. En la
LACV si se contempla la posibilidad de objetar el laudo, Este deberá
interponerse por escrito ante el Tribunal Superior competente del lugar donde
se hubiere dictado, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la
notificación del laudo, y sólo procediendo por las causales establecidas en su
art. 44.

A diferencia, la LACB, en su artículo 63 Parr. III, si contempla que no pueda


invocarse una causal de nulidad, cuando el recurrente, durante el proceso
arbitral conocièndola omitiere plantear una protesta respecto a cualquiera de las
causales de nulidad.

5.- En la LACV, en los Arbitrajes Institucionales, es un elemento característico de


esa modalidad arbitral, el que las reglas de procedimiento en dicha modalidad de
arbitraje sean las fijadas por el respectivo Centro, pero sus reglamentos al
respecto sólo resultarán aplicables “si las partes no hubieren fijado como formas
del proceso correspondiente las que contempla la Ley para el arbitraje
independiente”, así, son las partes las que limitadamente resuelven cuáles sean
las reglas aplicables al procedimiento arbitral a cumplirse.

En cambio, el LACB, En los supuestos de los arbitrajes institucionales, por igual,


las partes tienen la potestad de establecerle las reglas que consideren
aplicables, bien desechando totalmente las que el Centro tenga en vigencia, o
modificándolo, o finalmente acogiéndose a las mismas, y en caso de no disponer
que dichas normas Sean las aplicables, supletoriamente podrán o aplicar las
dispuestas en la LACB o bien las que ellos mismos fijen (Art 39, Parr I)

 COMPARACIÓN DE LA LAC Y LA LEY MODELO (diferencias)

1.-Sobre las normas de procedimiento aplicables a los arbitrajes:

El legislador venezolano en esta materia optó también por separarse de la LMU.


En la materia nuestra Ley parte de la clasificación doctrinaria de las dos
modalidades más comunes del Arbitraje, esto es el Arbitraje Institucional o
administrado y el del Arbitraje Independiente o ad hoc, y si bien se estatuyen
unas normas que deben entenderse comunes y generales a ambos tipos de
modalidades, las verdaderas normas de procedimiento supletorias de aquellas,
las regula, solo para los casos de los arbitrajes independientes.

En nuestra LAC, para una de las modalidades del arbitraje (Independiente),


quedan mejor precisadas las reglas del Procedimiento, algunas de las cuales
vienen determinadas en la Ley, a menos que las partes hayan dispuestos otras
previamente. En cambio las reglas de Institucional, tienden a ser más amplias,

Conforme a lo expuesto, los “arbitrajes ordinarios” continuarán regidos por el


procedimiento especial del Arbitramiento, tal como lo contempla el CPC.

2.- Sobre la regulación de los arbitrajes


Así, la nueva Ley contempla pues los llamados arbitrajes “Institucionales” y los
arbitrajes “ Independientes”.

Según los Arts.2 y 11 LAC son Arbitrajes INSTITUCIONALES aquellos arbitrajes


que pactan las partes sean realizados bajo el patrocinio y reglas de un Centro
Institucional de Arbitraje, normalmente auspiciados en el ámbito nacional por las
Cámaras de Comercio, asociaciones de comerciantes, instituciones gremiales
profesionales, Universidades, etc.
La Ley contempla que dichos Centros de Arbitrajes están facultados para dictar
las reglas que estimen pertinentes para regular el proceso arbitral (Arts. 12 y 13
LAC).

Los Arbitrajes INDEPENDIENTES, en cambio, conforme lo precisa el Art. 2 LAC,


serán aquellos que no prevén las partes sean conocidos, regulados ni decididos
por árbitros de los Centros de Arbitrajes, y en los que debemos entender (pues
la Ley no resulta muy clara al respecto) que las reglas de procedimiento
aplicables, serán las que se fijen las mismas partes, considerando que a falta de
ellas, las que normarán el proceso arbitral, son las que supletoriamente y para
tales efectos se contemplan en los Capítulos IV y V de la LAC.

Cabe destacar que en la materia objeto de comentario, nuestra Ley también se


apartó de la LMU, y si bien en principio puede decirse que los principios
aplicables resultan ser los mismos, esto es, que prevalecen las formas que
pueden fijar las partes, en la LMU queda mucho más claro que ello tiene
determinadas limitaciones, y así mismo, que tales principios por igual son los
aplicables a los arbitrajes Institucionales.

Por ello, en esta materia hubiere sido preferible que nuestro legislador hubiera
acogido la LMU, la cual regula la materia de modo diferente y aclara el problema
que es objeto del presente comentario, estableciendo en primer lugar claramente
lo que a nuestro juicio son normas, principios e instituciones impretermitibles, y
que no pueden ser objeto de derogatoria o modificación por las partes, con lo
cual se preservan esos aspectos atinentes a la constitucionalidad y legalidad
del procedimiento arbitral y en segundo término se garantiza que en todo caso
se respeten esos principios del debido proceso: igualdad de las partes y su
adecuado derecho de defensa (ex artículo 18 LMU).

3.- Sobre la nulidad

La LAC ha introducido interesantes modificaciones, advirtiendo que en ello


tampoco acogió plenamente la LMU y donde nuevamente nuestro legislador en
forma inexplicable deja una serie de vacíos y dudas, los cuales incidirán
negativamente en el éxito de la aplicación del arbitraje.

Pues, mientras en el LMU se renuncia a la posibilidad de objetar el laudo, la


LACV, señala tal posibilidad, pero solo bajo una serie de supuestos
contemplados taxativamente en la misma ley.
Por otro lado, en la LAC no es precisa cual sea la normativa de trámite del
recurso, si la del juicio ordinario, o la del recurso de segunda instancia
contemplado en la normativa adjetiva. Siendo amplios en la materia pareciera
que lo conveniente es acogerse a que lo será la del juicio ordinario, pues a
nuestro entender pueden suscitarse problemas de pruebas.

4.- Rebeldía de las partes:

El artículo 25 de la LMU hace referencia a aquellos casos donde, sólo si se han


hecho las notificaciones debidas al demandante y demandado, las actuaciones
arbitrales podrán continuar en ausencia de una de las partes. Esto se aplica,
sobre todo, cuando una de las partes no comparezca en una audiencia, o no
presente pruebas documentales sin invocar una justificación suficiente (inciso c)
del artículo 25). El tribunal arbitral podrá también continuar las actuaciones
cuando el demandado no presente su contestación, mientras que no es
necesario que prosigan las actuaciones si el demandante no presenta su
demanda (incisos a) y b) del artículo 25).

Revisten considerable importancia práctica las disposiciones que facultan al


tribunal arbitral a cumplir sus funciones incluso si una de las partes no participa,
pues, como se ha observado en la realidad, es bastante frecuente que una de
las partes tenga escaso interés en cooperar y agilizar las actuaciones. En
consecuencia, las disposiciones brindan al arbitraje comercial internacional la
eficacia necesaria por sí mismo.

A pesar de su importancia, este artículo no se encuentra consagrado en ninguna


disposición de la LAC, y tampoco se relaciona o se puede percibir su esencia en
ningún otro artículo.

5.- Trato equitativo de las partes:

El artículo 18 de la LMU consagra el principio básico de la Igualdad o Trato


Equitativo, el cual refiere a que deberá tratarse a las partes con igualdad y darse
a cada una de ellas plena oportunidad de hacer valer sus derecho.

Con relación a la Ley de Arbitraje Comercial (de ahora en adelante LAC), dicha
disposición no se encuentra explícitamente reflejada en su cuerpo, sin embargo,
se puede decir que su esencia se contempla en forma tácita en toda la ley, ya
que a ninguna de las partes se le otorga un trato especial antes y durante las
actuaciones arbitrales; lo que se puede ver reflejado, por ejemplo: en el art. 17
de la LAC, el cual señala que “Las partes deberán nombrar conjuntamente a los
árbitros o delegar su nombramiento a un tercero”, igualmente el artículo 24
ejusdem “En la primera audiencia…se expresarán las pretensiones de las
partes…Las partes podrán aportar, al formular sus alegatos, todos los
documentos que consideren pertinentes…”; ambas disposiciones dejan en claro
que a las partes se les considera en igualdad de condiciones para todas las
actuaciones.

6.- Adopción de decisiones cuando hay más de un árbitro

El artículo 29 de la LMU señala que aquellas actuaciones arbitrales en las que


exista más de un árbitro, la decisión que sea emitida por el tribunal arbitral será
adoptada, por mayoría de votos de todos los miembros, siempre que las partes
no hayan dispuesto otra cosa; pero en caso de que haya un desacuerdo, esta ya
no será aceptada. Aun así el árbitro presidente tendrá la potestad de decidir
cuestiones relativas al procedimiento siempre y cuando lo autoricen las partes o
todos lo que sean miembros del tribunal.

No se pudo establecer dicha relación en la ley de arbitraje comercial porque este


artículo no se encuentra consagrado.

CLASE 12 abril

INSTITUCIÓN ARBITRAL

Comenzamos la clase, haciendo una aclaratoria sobre el Arbitraje Laboral, y es que no


es una materia que muy comúnmente se someta a arbitraje, pues el mismo cuesta
dinero y normalmente los trabajadores no están dispuestos a pagar cantidades tan
elevadas. Aunque si han existido ciertos casos puntuales de Derecho Colectivo que si
se han sometido a Arbitraje, un caso de VENALUM y SIDOR.

Haciendo un breve recuento de la última clase, pasamos a definir que es el Arbitraje.


Pero antes, aclaramos que el Arbitraje, más allá de ser una vía alternativa a la vía
jurisdiccional para resolver conflictos, no es extrajudicial, pues eso implicaría que no
hay intermediación para resolver el conflicto, que no hay jueces o árbitros, si no, que se
resolvería individualmente por otros medios de conciliación o mediación, lo cual no así.

-Definimos el ARBITRAJE de la siguiente forma:

QUE ES EL ARBITRAJE?

Es la facultad de las partes de dirimir sus controversias, prescindiendo de la


jurisdicción ordinaria (Couture). Consideramos que es un concepto más completo,
pues al referirnos a que es “facultativo”, quiere decir que las partes deciden si
someterse al arbitraje o no.

Es la discusión del negocio controvertido entre las partes, ente personas privadas, a
cuya decisión lo someten con mutuo consentimiento o acuerdo. (Ramón Feo). Este
concepto no nos parece muy bueno, pues parece sólo estar dirigido al Arbitraje
Comercial, ya que cuando se refiere al “negocio controvertido…a cuya decisión
someten con mutuo consentimiento” puede interpretarse entonces que tuvo que haber
sido establecido el arbitraje en una cláusula contractual.

-Luego pasamos a definir los ELEMENTOS DEL ARBITRAJE:

ELEMENTOS DEL ARBITRAJE


(Compromiso y árbitros)

a) COMPROMISO:

El compromiso se trata de un acuerdo, es decir, es el convenio en cuya virtud las


partes especifican las cuestiones a decidir mediante el arbitraje, designan los
árbitros y determinan los requisitos del procedimiento y del laudo.

De esta forma, las partes, contractualmente o en juicio, se comprometen a lograr la


solución de un conflicto por intermedio de terceros que decidirán conforme a la equidad
u observando lo previsto en el cuerpo legal vigente.

Puede ser de dos tipos:

 Juicio o durante el juicio, donde, antes del juicio, o en un grado o etapa de


la causa, las partes deciden solucionar la controversia por medio de
arbitraje, 608 CPC. Es aquel que deriva de un caso que ha sido sometido
inicialmente a jurisdicción ordinaria, y las partes posteriormente acuerdan
someterse al arbitraje.

Artículo 608.- …Si estuvieren ya en juicio, el compromiso se formalizará en el


expediente de la causa, y en él deberán expresar las partes las cuestiones que
cada uno someta al arbitramento, si no constaren ya en el juicio…

 Contractual, consiste en que las partes, al celebrar un contrato, prevén la


posibilidad de que, ante un eventual conflicto, se comprometen por medio
de una cláusula, a solucionar la situación por medio de un cuerpo de
árbitro o un arbitraje institucional. Incluso hoy en dia, este tipo de cláusulas
son las modelos de los contratos, es decir, en algunos casos vienen insertas.
A su vez, en virtud de su importancia, hicimos hincapié en aquellas controversias que
no pueden ser objeto de Arbitraje, entre ellas:

 Según el art. 608 del CPC, “Las controversias pueden comprometerse en


uno o más árbitros en número impar, antes o durante el juicio, con tal de
que no sean cuestiones sobre estado, sobre divorcio o separación de los
cónyuges, ni sobre los demás asuntos en los cuales no cabe transacción”

De manera, que según este artículo, las controversias relativas a Estados,


divorcio o separación de cuerpos, y de asuntos en los cuales no aplique
transaccion, no podrán someterse a arbitraje. (Arbitraje civil)

 Según el articulo 3 de la Ley de Arbitraje Comercial (LAC), plantean


directamente que tipo de controversias pueden y no pueden someterse a
arbitraje. (EXAMEN) (arbitraje comercial)

Artículo 3º. Podrán someterse a arbitraje las controversias susceptibles de transacción


que surjan entre personas capaces de transigir. Quedan exceptuadas las controversias:

a) Que sean contrarias al orden público o versen sobre delitos o faltas, salvo sobre la
cuantía de la responsabilidad civil, en tanto ésta no hubiere sido fijada por sentencia
definitivamente firme;

b) Directamente concernientes a las atribuciones o funciones de imperio del Estado o de


personas o entes de derecho público;

c) Que versan sobre el estado o la capacidad civil de las personas;

d) Relativas a bienes o derechos de incapaces, sin previa autorización judicial; y

e) Sobre las que haya recaído sentencia definitivamente firme, salvo las consecuencias
patrimoniales que surjan de su ejecución en cuanto conciernan exclusivamente a las partes del
proceso y no hayan sido determinadas por sentencia definitivamente firme.

Se debe hacer hincapié en que, dicho artículo hace referencia al Derecho de los
incapaces cuando no media transacción judicial.

 Capacidad para someterse a arbitraje

La capacidad requerida para comprometer en árbitros es la misma


requerida para contratar y obligarse libremente.

Nuestro Código, en cuanto a la Capacidad señala en el art. 1143: “podrán


contratar todas aquellas personas que la ley no catalogue como incapaces”, es
decir, son capaces todos aquellos que la ley no señale en forma contraria.
Lo cual, concatenado con lo planteado en el 1144 ejusdem, aclara que además
se consideran incapaces en los casos expresados por la Ley: los menores,
los entredichos, los inhabilitados y cualquiera otra persona a quien la Ley le
niegue la facultad de celebrar determinados contratos. De forma que, los casos
relativos a estas personas, no podrán someterse a Arbitraje.

 El artículo 49 de la LAC, establece una causa para denegar la ejecución de


un laudo arbitral, referida a la capacidad. Cuando una de las partes, al
momento de suscribir el laudo arbitral, no tenga capacidad, no puede
ejecutarse el laudo, aunque para ello se debe demostrar la existencia de tal
incapacidad al momento de suscribir el acuerdo arbitral.

Artículo 49. El reconocimiento o la ejecución de un laudo arbitral, cualquiera que sea el país
que lo haya dictado sólo se podrá denegar:

a) Cuando la parte contra la cual se invoca demuestre que una de las partes estaba
afectada por alguna incapacidad al momento de celebrarse el acuerdo de arbitraje;

 Con relación a las Formalidades para establecer el compromiso arbitral:

 El art. 608 CPC, señala que el compromiso debe constar de manera auténtica
en el contrato, si las partes no estuvieran en juicio.

Artículo 608.- Si estuvieren ya en juicio, el compromiso se formalizará en el


expediente de la causa, y en él deberán expresar las partes las cuestiones que
cada uno someta al arbitramento, si no constaren ya en el juicio...

Si no estuvieren en juicio, las partes establecerán el compromiso arbitral por


instrumento auténtico, en el cual conste todo cuanto expresa este artículo.

 Art. 5 y 6 LAC, establecen como única formalidad, que el compromiso de


Arbitraje debe constar por escrito. Las cláusulas compromisorias, hoy día,
normalmente están establecidas en todos los contratos.

Artículo 5º. El acuerdo de arbitraje puede consistir en una cláusula incluida en un


contrato, o en un acuerdo independiente.

Artículo 6º. El acuerdo de arbitraje deberá constar por escrito en cualquier documento
o conjunto de documentos que dejen constancia de la voluntad de las partes de
someterse a arbitraje.

Cabe destacar, que su formalidad es contraria a lo exigido por el CPC, que


señala que el compromiso debe constar en forma auténtica.

 También nos referimos a la Elementos que debe tener el compromiso:

Se dijo que los mismos no están establecidos en ningún artículo, sino que, cuando se
trata de Arbitraje Institucional, cada institución tiene sus procedimientos y requisitos.
En el caso del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Caracas,
consideran como imprescindibles las siguientes formalidades para las cláusulas
compromisorias: número de árbitros que integrara el tribunal (que debe ser impar),
señalar si los árbitros decidirán en base a la equidad o derecho, la legislación
aplicable al contrato, determinar el procedimiento, en caso de que no esté
establecido, aunque cuando se trata de Arbitraje Institucional si lo está, y determinar
la forma en que se realizarán las notificaciones.

Se realizó un breve paréntesis en medio de la clase, para aclarar que el Arbitraje nunca
es forzoso, aún cuando la ejecución del laudo pueda serlo, son las partes quienes
voluntariamente deciden someterse al mecanismo.

b) LOS ARBITROS

Como segundo elemento están los árbitros, los cuales definimos como aquellas
personas o instituciones ante las cuales las partes deciden someter el conflicto.

 Planteamos también que existen ciertos Tipos de árbitros:

 De equidad (también conocido como árbitro arbitrador), son aquellos que


deciden acorde a la equidad. En el arbitraje de equidad, la resolución adoptada
por el árbitro deberá resolver el conflicto de acuerdo a su leal saber y entender.
En el cual, el árbitro dictará un laudo que, sin contravenir el ordenamiento
jurídico, deberá estar motivado por su sentido de lo justo.

 De derecho, los que deciden acorde al derecho. En el arbitraje de derecho, la


resolución adoptada por el árbitro deberá resolver el conflicto basándose en
criterios jurídicos y legales. En el cual, el árbitro dictará un laudo jurídicamente
argumentado y motivado que será de obligatorio cumplimiento para las partes.

Las partes pueden pactar que el arbitraje se realice y resuelva de acuerdo a


derecho o equidad en función de su autonomía de la voluntad. Y, a falta de
acuerdo en esta cuestión, el CPC establece que el arbitraje será siempre de
derecho.

El Art. 614 paragrafo 2do CPC, señala que si las partes no llegan a un acuerdo
sobre el carácter de los árbitros en la cláusula compromisoria, el carácter de los
árbitros, por defecto, es que actuarán como si fueran árbitros de derecho.

Artículo 614: Parágrafo Segundo: Si no hubiere acuerdo entre las partes con respecto al
carácter de los árbitros y a las reglas de procedimiento que deban seguir, se entenderá
que decidirán como árbitros de derecho y la sentencia que se dicte será inapelable.

De la misma forma el Art. 8 de la LAC, establece que las partes deben decidir el
carácter de derecho o equidad de los árbitros.
Artículo 8º. Los árbitros pueden ser de derecho o de equidad. Los primeros deberán observar las
disposiciones de derecho en la fundamentación de los laudos. Los segundos procederán con entera
libertad, según sea más conveniente al interés de las partes, atendiendo principalmente a la equidad.
Si no hubiere indicación de las partes sobre al carácter de los árbitros se entenderá que
decidirán como árbitros de derecho…

Hicimos referencia también a un ejemplo sobre esto, pues se puede observar que entre
las condiciones generales en los Contratos de Seguro, por dictamen de la misma
Superintendencia de Seguros, hay una cláusula que señala que el Superintendente de
seguros podrá darle a las partes la facultad, de someter a conocimiento del
Superintendente el conflicto, y éste actuará como árbitro arbitrador, es decir, actuara
en función de la equidad en el conflicto que se pudiese presentar entre la compañía de
seguros y el asegurado. Se dijo que en base a la equidad y no el derecho, porque se
presume que a nivel jurídico, el asegurado es el débil de la relación.

Ahora bien, el artículo 618, parágrafo tercero, CPC, también indica que si en el
compromiso no se indicó el carácter de los árbitros, se entenderá que son arbitradores.

En cuanto al número de árbitros, si las partes determinan el número de árbitros, lo


ideal es que siempre sea un número impar, en caso de no hacerlo, se aplica el 610
CPC, el cual señala:

Artículo 610.-…

Parágrafo Primero: Si no hubiere acuerdo entre las partes en la elección de los árbitros, cada
parte elegirá uno y los dos árbitros designados elegirán el tercero.

Parágrafo Segundo: Si alguna de las partes fuere renuente en la designación de su árbitro, o si


los dos árbitros no pudieren acordarse para nombrar el tercero, la designación la hará el
Tribunal.

Posteriormente, pasamos a definir lo referente a la decisión que pone fin al Arbitraje,


que es conocido como Laudo Arbitral, entre otras nociones que lo rodean.

EL LAUDO ARBITRAL

Lo definimos como la decisión final que concluye el juicio arbitral, la cual debe ser
ajustada al derecho o la equidad.

 Sobre el TIEMPO DE DECISION, es decir, el tiempo en el cual los árbitros


están obligados a emitir una decisión, establecimos que:

 Por un lado, el art. 623 CPC, dice que “Los árbitros deberán sentenciar
dentro del término que se les señale en el compromiso.”
 Pero, la LAC, en su art. 22, establece que, en caso de que las partes no
hubiesen señalado un tiempo distinto en el cual los árbitros emitan su
laudo, el tiempo de decisión será de 6 meses, con la posibilidad de ser
prorrogable o no, las veces que Sean necesario, bien de oficio o a solicitud de
las partes.

Artículo 22. Si en el acuerdo de arbitraje no se señalare el término para la duración del


proceso, éste será de seis (6) meses contados a partir de la constitución del tribunal
arbitral. Este lapso podrá ser prorrogado por dicho tribunal una o varias veces, de oficio o a
solicitud de las partes o de sus apoderados con facultad expresa para ello.

Cuando dice “de oficio o a solicitud de parte”, hace referencia a que, algunas
veces durante le proceso, pueden surgir ciertas pruebas o hechos importante, y
por ello, los árbitros requieran un poco más de tiempo para decidir.

 Igualmente, sobre los RECURSOS que aplican CONTRA EL LAUDO, se


explicó que es uno de los puntos más importantes sobre este tema. (EXAMEN)

En el artículo 624 CPC, se estableció que los fallos de los árbitros son inapelables.
Sin embargo, si los árbitros hubieren sido de derecho, se permite pacto en
contrario, siempre que conste en el compromiso. Esta apelación se hará para ante el
Tribunal Superior natural o para ante otro Tribunal de arbitramento que hayan
constituido las partes con ese fin.

Por su parte, la Ley de Arbitraje Comercial establece como único recurso contra el
laudo el Recurso de Nulidad.

 Sobre la Nulidad del Laudo

Contra la decisión puede aplicarse un recurso de nulidad, solo cuando encuadre


en alguno de los casos previstos en la ley. Estos son taxativos, solo en estos
casos es válida la procedencia del recurso de nulidad.

 Art. 626 del CPC/ arbitraje civil

Artículo 626.- La sentencia de los árbitros será nula:


1° Si se hubiere pronunciado sobre la materia de un compromiso nulo o que haya
caducado, o fuera de los límites del compromiso.
2° Si la sentencia no se hubiere pronunciado sobre todos los objetos del
compromiso, o si estuviere concebida en términos de tal manera contradictorios
que no pueda ejecutarse.
3° Si en el procedimiento no se hubieren observado sus formalidades sustanciales,
siempre que la nulidad no se haya subsanado por el consentimiento de las partes.

 Según el Art. 44 de LAC /arbitraje comercial

Artículo 44. La nulidad del laudo dictado por el tribunal arbitral se podrá declarar:
a) Cuando la parte contra la cual se invoca demuestre que una de las partes estaba afectada
por alguna incapacidad al momento de celebrarse el acuerdo de arbitraje;
b) Cuando la parte contra la cual se invoca el laudo no hubiere sido debidamente
notificada de la designación de un árbitro o de las actuaciones arbitrales que así lo ameriten,
o no ha podido por cualquier razón hacer valer sus derechos;
c) Cuando la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se ha ajustado a
esta Ley;
d) Cuando el laudo se refiera a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje, o
contiene decisiones que exceden del acuerdo mismo;
e) Cuando la parte contra la cual se invoca el laudo demuestre que el mismo no es aún
vinculante para las partes o ha sido anulado o suspendido con anterioridad, de acuerdo a lo
convenido por las partes para el proceso arbitral;
f) Cuando el tribunal ante el cual se plantea la nulidad del laudo compruebe que según la Ley, el
objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o que la materia sobre la cual versa es
contraria al orden público.

 Recurso de Nulidad

Una vez las partes consideren que el laudo puede acarrear nulidad, por
encuadrar en alguno de los casos ya establecidos, entonces las parte podrán
solicitar la nulidad de la decisión en tribunales.

En el caso del Código de Procedimiento Civil se establece un procedimiento que


parte de la interposición del recurso por ante el Tribunal que haya publicado el
Laudo y decidido el recurso, todavía se puede ir, por vía de apelación, ante los
Tribunales Superiores.

De otra parte, el procedimiento previsto en la Ley de Arbitraje Comercial, difiere


del anterior en que su interposición se realizará, directamente, ante el Tribunal
Superior competente de la jurisdicción en que se hubiera dictado el Laudo.

 Con relación a la EJECUCIÓN del laudo:

 El Art. 48 LAC, nos dice que los laudos deben ejecutarse de la siguiente manera:

Artículo 48. El laudo arbitral, cualquiera que sea el país en el que haya sido dictado, será
reconocido por los tribunales ordinarios como vinculante e inapelable, y tras la presentación
de una petición por escrito al Tribunal de Primera Instancia competente será ejecutado
forzosamente por éste sin requerir exequátur…

Es decir, que según este artículo, el laudo, sin importar el pais que lo emita, será
reconocido por los tribunales ordinarios con completa validez y de ejecución
inmediata, no pudiéndose apelar, pero en caso de que la parte perdidosa no lo
cumpliese voluntariamente, la otra parte podrá solicitar al Tribunal de 1era
Instancia, sin necesidad de llevar a cabo exequatur, que aplique las medidas
conducentes para su ejecución forzosa, entre esas medidas: ejecución del embargo,
o cualquier otro mecanismo que permita resarcir el monto a pagar establecido en la
decisión.

Fue necesario aclarar que, cuando definimos Exequatur, dijimos que se trata de un
procedimiento de derecho internacional privado, por medio del cual se
reconocen sentencias extranjeras. Esto se hace con el objetivo de simplificar el
trámite de documentos, similar al procedimiento de la Apostilla de La Haya. Ej: las
sentencia de divorcio entre personas de diferentes nacionalidades, para tener un
reconocimiento y validez en su país de origen, deben pasar por este procedimiento.

Ahora bien, se ha perseguido develar una incógnita fundamental para comprender


cómo actúa esta figura de la “Ejecución del Laudo”, que es la siguiente:

 ¿Es posible ejecutar un laudo arbitral en Venezuela , bien sea este dictado
por las leyes de nuestro país o de uno extranjero?. Al recordar el primer caso
de arbitraje conocido en Venezuela, está el del Sr. Antonio Fabiani, quien no
pudo ejecutar su decisión arbitral por renuencia de los tribunales nacionales de
ejecutar el mismo.

El mismo marcó un antes y un después en cómo se ejecutan los laudos; el caso fue
entre Venezuela y Francia, conocido como el caso Antonio Fabiani. El señor
Antonio Fabiani de origen francés y los hermanos Roncayolo de origen venezolano, en
vista de las discrepancias seguidas entre ellos como comerciantes, decidieron someter
su conflicto a arbitraje.

El tribunal escogido se reunión en Marsellas y dictó su decisión en 1880, a favor de


Fabiani. Los hermanos venezolanos pidieron la nulidad del laudo, pero el Tribunal de
Primera Instancia de Marsella lo negó. Posteriormente, los hermano volvieron a apelar
la decisión, pero la Corte Superior de Aix, volvió a confirmar el laudo a favor de Fabiani.
Sin embargo, en 1881, cuando se solicitó exequatur, la Alta Corte Federal de
Venezuela lo negó, alegando que no podía considerar la decisión arbitral como una
decisión emanada de un tribunal. Pero, en el año 1883, Fabiani volvió a coligarse la
ejecución del laudo, y en este caso si se dio un cambio en el criterio de la Alta Corte
Federal, pues se le concedió completa validez, pues se consideró una sentencia
emanada de un tribual competente de Francia, en la cual se consagraban sólo
derechos y obligaciones privados para las partes del conflicto, sin que esto afectase la
soberanía y derecho público de Venezuela.

A pesar de lo anterior, Fabiani no pudo ejecutar el Laudo, pues finalmente se le


consideró como obstrucción y denegación de justicia; pero, se sigue mantenido la
importancia histórica de este caso, ya que es el primer caso de arbitraje en el que se
observan las dificultades que implica la ejecución de los laudos arbitrales extranjeros
en Venezuela.
 Es de notar, que en el CPC no hay disposición que regule la ejecución de
laudos directamente, pero en forma supletoria, señala el 523 CPC:

Artículo 523.- La ejecución de la sentencia o de cualquier otro acto que tenga fuerza de
tal, corresponderá al Tribunal que haya conocido de la causa en primera instancia.

Si fuere un Tribunal de arbitramento el que haya conocido en primera


instancia, la ejecución corresponderá al Tribunal natural que hubiere
conocido del asunto de no haberse efectuado el arbitramento.

 Todo lo anterior lleva a concluir que la posibilidad de ejecutar un Laudo Arbitral,


nacido de nuestro propio ordenamiento jurídico, sigue, simplemente, la misma
suerte que una sentencia emanada de los órganos jurisdiccionales competentes.
Es decir, en primer lugar, la solicitud de cumplimiento voluntario (artículo 524
CPC) y luego, la ejecución forzosa (artículo 526 CPC).

 Y para finalizar, fue necesario hacer hincapié en cómo procede la EJECUCIÓN


DEL LAUDO EXTRANJERO:

 La ley de derecho internacional privado, en lo relativo al tema, señala en su


artículo 1, las fuentes de derecho a aplicar en su área y su orden de prelación.

Artículo 1º. Los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos jurídicos
extranjeros se regularán, por las normas de Derecho Internacional Público sobre la
materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales vigentes en
Venezuela; en su defecto, se aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado
venezolano; a falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente, se regirán por los principios
de Derecho Internacional Privado generalmente aceptados.

Es muy importante destacar la primera parte del articulo, pues señala que los
tratados, para que sus normas sean ejecutorias en el pais, deben estar
vigentes y haber sido ratificados, no solo suscritos.

 Para comenzar, se debe señalar que un Laudo Arbitral se considera


extranjero cuando el ordenamiento jurídico aplicable al mismo para su
ejecución es el de otro país, de tal forma que, un Laudo emitido por un
Tribunal Arbitral venezolano, puede considerarse extranjero cuando el derecho
aplicable no sea el nacional.

 Por su parte, el artículo 62 de la misma Ley de Derecho Internacional


Privado, dice que, “...todo lo concerniente al Arbitraje comercial internacional,
se regirá por las normas especiales que regule la materia”, en función de los
tratados que poseamos ratificados.
 Lo anterior, se apoya en lo plasmado en el art. 48 de la LAC, pues todo laudo
emitido por un país u otro, es vinculante e inapelable; y tampoco, en este caso,
es necesario llevar a cabo el exequatur para solicitar su ejecución forzosa.
Asimilándolo a una sentencia emanada de un tribunal competente.

 Sobre este tema, la Convención de las Naciones Unidas de Nueva York de


1958, es la base legal que permite a los artículos 48 LAC y 1 de la Ley de
derecho internacional privado, tener pleno efecto, pues la Convención
establece que todos los paises que suscribieron este tratado, están en la
obligación de permitir que los laudos arbitrales se puedan ejecutar, incluso
forzosamente, en su territorio, y sin necesidad de llevar a cabo el
exequatur. Así, se concederá su ejecución de conformidad con las normas de
procedimiento vigentes en el territorio donde la sentencia sea invocada.

Ahora bien, de acuerdo con lo previsto en la Ley de Arbitraje Comercial


vinculado con la citada convención, se daría libertad ilimitada a la ejecución
de los Laudos, que se consideren extranjeros, sin embargo, la referida
convención otorga a los países signatarios, la posibilidad de establecer la
extensión de la misma, es decir a que estados se aplicará.

En nuestro caso, en Venezuela se utilizó el criterio de la reciprocidad, es


decir, se aplicaría la Convención a Laudos Arbitrales provenientes de
países firmantes del mismo, de forma que los Laudos emitidos por
Tribunales Arbitrales venezolanos se puedan ejecutar en aquellos países.

 Además de la anterior Convención, el Acuerdo sobre Ejecución de Actos


Extranjeros, suscrito por los países Bolivarianos, existen otros tratados suscritos
por Venezuela referidos a la misma materia, estos son:

 El Acuerdo sobre Ejecución de Actos Extranjeros, suscrito entre los


países bolivarianos en Caracas en 1911, que fue ratificado por el
Ejecutivo en 1914, en cuyo artículo 3 se hace referencia a la legalización
de las sentencias y laudos arbitrales emitidos por algún Estado signatario.

 La Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las


Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros, suscrita en Montevideo en
1975, para los miembros de la OEA, publicada en la Gaceta Oficial el 15
de enero de 1985, busca, entre sus consideraciones iniciales, la eficacia
extraterritorial de sentencias y laudos, pero no es tan definitiva como la
Convención de la ONU, debido a que no otorga a estos instrumentos
carácter ejecutivo directamente, sino que los somete al examen de los
órganos de cada signatario.

 La Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial


Internacional, suscrita en Panamá en 1975 y publicada en la Gaceta
Oficial el 21 de febrero de 1985, establece en su articulado que …los
laudos arbitrales no impugnables… según las reglas procesales
aplicables, tendrán fuerza de sentencia judicial ejecutoria, por lo tanto, su
ejecución podrá exigirse en la misma forma que las sentencias judiciales
emanadas de los tribunales competentes.

 En todo caso, estas Convenciones tienen el mismo rango legal de


Tratados, de modo que la Sala Político Administrativa de la Corte
Suprema de Justicia, en sentencia del 09-10-1997, declaró que se aplica
la disposición más favorable para lograr los objetivos comunes de tales
Convenciones, es decir, que los Laudos Arbitrales sean exigibles en sus
propios términos, ejecutables en países distintos a la sede arbitral, sin
una previa revisión de fondo, y, por último, que se facilite el recurso al
arbitraje en el comercio internacional.

 Denegación de la Ejecución del Laudo Arbitral

Existen causales por las cuales se pude negar la ejecución de un Laudo, sin
importar el país que lo haya dictado. Estas causales están previstas, tanto en el
artículo 49 de la Ley de Arbitraje Comercial, como en el artículo V de la Convención de
las Naciones Unidas sobre Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras. Las referidas causales, comunes en ambos textos pero en distinto orden,
son las siguientes:

 Cuando la parte contra la cual se invoca demuestre que una de las partes
estaba afectada por alguna incapacidad al momento de celebrarse el acuerdo de
arbitraje;

 Cuando la parte contra la cual se invoca el laudo no hubiere sido debidamente


notificada de la designación de un árbitro o de las actuaciones arbitrales que así
lo ameriten, o no haya podido por cualquier razón hacer valer sus derechos;

 Cuando la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se ha


ajustado a la ley del país donde se efectuó el arbitraje;

 Cuando el laudo se refiera a una controversia no prevista en el acuerdo de


arbitraje, o contiene decisiones que exceden del acuerdo mismo.

 Cuando la parte contra la cual se invoca el laudo demuestre que el mismo no es


aún vinculante para las partes o ha sido anulado o suspendido con anterioridad,
por una autoridad competente de acuerdo a lo convenido por las partes para el
proceso arbitral;

 Cuando el tribunal ante el cual se plantea el reconocimiento o la ejecución del


laudo compruebe que según la ley, el objeto de la controversia no es susceptible
de arbitraje o que la materia sobre la cual versa es contraria al orden público;
 Que el acuerdo de arbitraje no sea válido en virtud de la Ley a la cual las partes
lo han sometido.

 Conclusiones:

En este sentido, con claridad meridiana se puede concluir que:

 Los Laudos emitidos por Tribunales Arbitrales provenientes de nuestro


ordenamiento legal son siempre ejecutables, por considerarse que los mismos
tienen la fuerza legal de una sentencia emanada de un tribunal nacional
competente; y,

 Los Laudos emitidos por Tribunales Arbitrales Extranjeros, es decir,


dictados por un ordenamiento jurídico distinto al venezolano, serán
ejecutables en Venezuela siempre que el país de origen que emite el laudo,
haya suscrito la “Convención de las Naciones Unidas sobre Reconocimiento y
Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras”, sin reserva que excluya a
Venezuela por cuanto en dicha Convención nuestro país se acogió al criterio de
la reciprocidad.

Con estas dos conclusiones, parece quedar claro el punto de la ejecución, sin
embargo, ello no excluye que se pudieren presentar problemas a nivel de tribunales por
desconocimiento del tema.

 Igualmente, y para cerrar, hicimos una breve mención sobre cómo se deben
revisar los tratados mencionados al momento de analizarlos, debiendo revisar
primero las firmas, fecha de ratificación, reservas que la nación se haya hecho, y
países que lo suscribieron.

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