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Aunque sea un tema que se discute hace mucho tiempo en el mercado, el tema de las
distribuciones centralizadas viene ganando cada vez más espacio en las áreas de logística
de las compañías de bienes de consumo, tanto al lado de la industria (proveedores) como
al lado de las cadenas minoristas y mayoristas (clientes).
Sin lugar a duda, la decisión de centralizar la distribución generará impactos en todas las
etapas de la cadena de suministro de una compañía. Si nos basamos en el modelo de
referencia SCOR (Suply Chain Operations Reference, o Modelo de Referencia de
Operaciones de la Cadena de Suministro), que propone una estructura segmentada de la
cadena de suministro desde cinco macroprocesos –planificación, aprovisionamiento,
producción, entrega y logística inversa–, de todas estas cinco etapas, la más afectada
sería la relacionada a la entrega, ya que en esta etapa se trabajan todas las rutinas
relativas a la entrega de los productos a su destino.
Sin embargo, para tomar esta decisión, es necesario comprender primero qué son los
modelos de distribución centralizada. Estos modelos se caracterizan por la entrega en
puntos previamente delimitados por los clientes. Estos “puntos” son grandes centros (o
hubs) de recepción de mercancías denominados centros de distribución (CD), que le
atribuyen al cliente la responsabilidad de entregar y asegurar que los productos lleguen a
las manos del cliente final en la cantidad correcta, con la calidad exigida y en el
momento y lugar adecuados.
Para ilustrar la relevancia de este tema, podemos usar como ejemplo a una gran industria
brasileña de bebidas que cuenta con un escenario híbrido de distribución. En dicho
escenario, se sirve una parte de los clientes de manera centralizada, y otra de manera
descentralizada. Aunque sea menor en número absoluto (aproximadamente 60 entre
cientos de clientes), la porción de clientes atendidos de manera centralizada representa
casi un 50% de la facturación total de la compañía.
Seguro debes estar preguntándote el porqué de este énfasis en los modelos centralizados
en este momento. La respuesta a esta pregunta se debe a dos factores principales:
Frente a este panorama, las industrias de bienes de consumo vienen siendo presionadas
para ceder a la distribución centralizada y, por consiguiente, a pagar remuneraciones a
las cadenas por su trabajo de entrega a los PDV. En un principio, y sin la intención de
causar estrés sobre el tema, se puede ver esta práctica como una buena opción para la
reducción del costo operacional de entrega. Sin embargo, es necesario comprender de
manera profunda las variables afectadas por este modelo de distribución y, a partir de
ahí, comprender si la distribución centralizada es viable y, de serlo, comprender hasta
qué punto lo es.
Para responder a estas preguntas, el primer paso es identificar las variables que afectan a
la industria al sumarse a la distribución centralizada y, luego, analizar y comprobar si es
posible medirlas, para poder tener una visión precisa sobre el punto “óptimo” para que
ese modelo sea considerado viable.
Las industrias de bienes de consumo pueden usar toda esta información para decidir si
merece la pena, o no, atender a las cadenas minoristas y mayoristas de manera
centralizada.
Sin embargo, teniendo en cuenta tantas variables que deben ser analizadas y gestionadas,
¿por qué estas cadenas están tan interesadas en la centralización? De inmediato,
podríamos decir que esa no es una decisión sensata, pues asumirían un proceso
(distribución a los PDV) que no es el núcleo de sus actividades y que requeriría altas
inversiones para una estructura logística necesaria.
Lo que motiva es que las cadenas requieren de las compañías de bienes de consumo –sus
proveedores– una remuneración por asumir parte del proceso de entrega (la entrega a los
PDV), pero, también suman a esa cifra un margen para subsidiar las inversiones
necesarias.
También se discuten elementos de contrapartida para las dos partes, elementos que
muchas veces no son respetados por uno u otro y, como no hay formalizaciones, no son
penalizados, restringiendo así la relevancia de estos acuerdos.