Está en la página 1de 10

ENSAYO: Segundo habito de las personas altamente efectivas

Estudiantes: Liceth Eliana Almanza Mancipe


Maira Alejandra Vargas Mendoza

UN FIN EN MENTE ES LA COMPRENSIÓN DEL DESTIDO DESEADO

Empezaremos por definir lo relacionado con el segundo habito: empezar con un fin
en mente. Este es el hábito de la orientación personal que indica la necesidad de
comenzar cada día con una comprensión clara de la dirección y el objetivo
deseados. Es necesario comprender que todas las cosas se crean dos veces.
Cuando defina por primera vez lo que desea lograr, diseñe todas las partes del
proyecto para lograr el objetivo. Esto explica la diferencia entre liderazgo y gestión,
y el liderazgo debe ser lo primero. El liderazgo implica centrarse en la cuestión en
lugar de la gestión, que se basa en cuál es la mejor manera de obtener lo que quiero.

Empezar con un fin en mente significa comenzar con una clara comprensión de su
destino. Significa saber a dónde se está yendo, de modo que se pueda comprender
mejor dónde se está, y dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta.
A menudo las personas se encuentran logrando victorias vacías, éxitos conseguidos
a expensas de cosas que súbitamente se comprende que son mucho más valiosas.
Esto es posible Que nuestra vida tenga razón de ser Pues la creación de una visión
de lo que queremos lograr permite que no estas acciones estén dirigidas a lo que
verdaderamente significativo en nuestras vidas. Las personas en todas las
profesiones a menudo luchan por lograr los más altos estándares, un mayor
reconocimiento o algún nivel de profesionalismo, solo para descubrir que su miedo
a lograr el objetivo los ha privado de cosas que son realmente importantes y que ya
se han dejado fuera sus posibilidades. Es posible que la fama, el éxito, el dinero o
algunas de las otras cosas por las que luchamos ni siquiera sean parte del muro
correcto.

El hábito de «empezar con un fin en mente» se basa en el principio de que todas


las cosas se crean dos veces. Siempre antes de hacer cualquier cosa hay creación
espiritual y física. Primero hay que trabajar con la mente. Hasta tener una idea clara
de lo que quieres lograr. Hay que encontrar el final de la meta. Trabaja con todas
tus fuerzas para conseguirlo y desarrolla la actividad de acuerdo con nuestros
valores y ser propio. El grado en el que comienza con una meta determina a menudo
si puede o no construir un negocio exitoso. Antes de emprender un viaje,
establecemos nuestro destino y planificamos la mejor ruta. Mientras entendamos el
principio de las dos creaciones y asumamos la responsabilidad de ambas,
actuaremos dentro de los límites de nuestra esfera de influencia y la expandiremos.
En la medida en que no trabajemos de acuerdo con este principio y nos hagamos
cargo de la primera creación, estrecharemos este círculo.

El libro trata sobre el hecho de que, en nuestra vida personal, si no desarrollamos


la confianza en nosotros mismos y no nos responsabilizamos de las primeras
creaciones, por defecto permitimos que otras personas y circunstancias ajenas a la
esfera de influencia moldeen gran parte de nuestra vida. Toda la vida. Vivimos de
forma reactiva los guiones que nuestra familia, compañeros, agendas ajenas, las
presiones de las circunstancias nos han puesto en las manos: los guiones de los
últimos años, nuestra formación, nuestro condicionamiento. Estos guiones
provienen de personas, no de principios. Y surgen de nuestras vulnerabilidades más
profundas, nuestra dependencia más profunda de los demás y nuestra necesidad
de aceptación y amor, de pertenencia, de un sentimiento de nuestro propio valor,
de un sentimiento que es importante para nosotros. Seamos conscientes de ello o
no, lo controlemos o no, hay una primera creación en todas las partes de nuestra
vida. Somos la segunda creación de nuestro propio diseño proactivo o la segunda
creación de las agendas, circunstancias y hábitos del pasado de otras personas.

Lo que significa que el liderazgo es la primera creación, el liderazgo no es gestión.


La gestión es la segunda creación que examinaremos en el capítulo sobre el tercer
hábito. Pero el liderazgo es lo primero, la administración hace las cosas bien;
Liderazgo significa hacer las cosas correctas. La administración se esfuerza por
lograr la eficiencia para poder ascender por la escalera del éxito. El liderazgo
determina si el líder recibe apoyo en el lugar correcto o no. A menudo estamos tan
ocupados con cosas sin importancia que ni siquiera nos damos cuenta de que
estamos trabajando en el campo equivocado y que estamos haciendo algo más
importante que no nos satisface por completo y que no nos llena en absoluto.

Por tal motivo si yo no controlo el ambiente en el que trabajo los agentes de ese
ambiente no podrán impedir que yo fracase en mi objetivo. Pues la administración
eficiente sin un liderazgo efectivo es lo mismo que nada, ningún éxito administrativo
puede compensar el fracaso del liderazgo y el liderazgo es difícil de asumir por qué
casi siempre caemos en diferentes paradigmas de la administración.Esa es la
dificultad en nuestras vidas personales, tenemos una carencia aún mayor de
liderazgo y pretendemos administrar con eficiencia, estableciendo y alcanzando
metas, antes de haber clarificado nuestros valores.

Los dos privilegios que nos permiten ejercer una guía personal en nuestras vidas
son la imaginación y la conciencia moral, ya que la imaginación nos da el poder de
visualizar los paradigmas dentro de nosotros y se activa nuestra conciencia moral
junto con los principios universales. y hábitos personales que, mezclados con la
autoconfianza, nos permiten seguir nuestro propio destino o nuestro propio camino.

El proceso en el que escribimos nuestra propia historia es un cambio de paradigma.


Diferentes a las que ya teníamos. Cuando reconocemos los paradigmas incorrectos
e ineficaces, podemos reescribir los guiones de nuestra historia o nuestro destino.
Cuando nos hacemos a un lado y nos evaluamos a nosotros mismos al ver nuestras
propias actitudes, habilidades y valores dentro de un paradigma, reconocemos los
errores que estamos cometiendo y luego podemos reescribir y reestructurar lo que
queremos hacer desde el presente. Siempre debes tratar de ver el éxito en ti mismo
para ver el autocontrol que tienes sobre tu propia vida a fin de lograr tu propia
victoria.

Al desarrollar nuestra conciencia, podemos identificar nuestros propios guiones


ineficaces y malos hábitos y separarlos de lo que es realmente importante para
nosotros en la vida. Tenemos que vivir de nuestra imaginación y no de nuestra
memoria. Por qué vivimos desde la primera creación significa vivir de las
circunstancias Y de otras personas. Y queremos un cambio en nuestros
comportamientos, actitudes y valores, y solo se pueden lograr siguiéndolos desde
nuestra imaginación y como persona proactiva.

La mejor forma de iniciar con un fin en mente es laborando un diagnóstico propio


qué se base en lo que quiero ser y en lo que quiero hacer, un enunciado en forma,
qué carácter queremos tener o continuar desarrollando, qué logros queremos
conseguir; el enunciado uno puede verlo y cambiarlo día a día para sentirse cómodo
con uno mismo y con los objetivos qué se ha planteado. La clave de la capacidad
de cambiar es tener una idea constante de quién es usted, qué persigue y qué
valora. Con un enunciado de misión, podemos fluir con el ritmo del cambio, cuando
has adquirido ese sentido de misión, tienes la esencia de tu propia proactividad.
Tenemos los valores que rigen nuestras vidas, la dirección fundamental en la que
nos fijamos nuestras metas a corto y largo plazo.

El autor habla de los centros, cada persona puede estar centrada en diferentes
objetivos cada uno debe ubicar su centro para dirigir sus influencias y sus esfuerzos,
uno puede también cambiar de centro y estar entrado en varios temas, la idea es
encontrar cómo y a qué centro deseamos prestarle mayor atención. Allí aplicamos
nuestra capacidad de autoconciencia para examinar nuestros mapas y, si
valoramos los principios correctos, asegurarnos de que esos mapas describan con
exactitud el territorio.

Allí usamos nuestras habilidades de autoconciencia como una brújula para


ayudarnos a identificar nuestros talentos únicos y nuestras propias áreas de
contribución. Allí utilizamos nuestra capacidad de imaginar para lograr mentalmente
la meta deseada, para dar dirección y propósito a nuestros inicios, y para aportar el
contenido de una constitución escrita personal para que aplicando todos nuestros
esfuerzos en un solo centro, podamos lograr los mejores resultados.

Lo que está en el centro de nuestras vidas será nuestra fuente de seguridad, guía,
sabiduría y poder. La seguridad representa nuestro sentido de valía, nuestra
identidad, nuestra base emocional, nuestra autoestima, nuestra fuerza personal
básica. El liderazgo significa la fuente de dirección en la vida. Circunscritas por
nuestro marco de referencia interno, que interpreta lo que sucede afuera, están
implícitas las normas, principios o criterios que determinan nuestras decisiones y
acciones todos los días. La sabiduría es nuestra actitud hacia la vida, nuestro
sentido del equilibrio, nuestra comprensión de cómo se aplican los distintos
principios y partes y qué relaciones crean entre sí. Incluye discernimiento,
discernimiento, comprensión. Es una forma o una unidad, un todo integrado. El
poder es la habilidad o habilidad para actuar, la fuerza y el poder para hacer algo.
Es la energía vital para elegir y decidir. También incluye la capacidad de superar
hábitos arraigados y cultivar hábitos superiores y más eficaces.

Estos cuatro factores (seguridad, liderazgo, sabiduría y poder) son


interdependientes. La seguridad y la guía clara dan sabiduría verdadera, y la
sabiduría se convierte en la chispa o catalizador que desata y guía el poder. Cuando
estos cuatro factores están presentes juntos, se armonizan y se animan entre sí,
surge la gran fuerza de una personalidad noble, un carácter equilibrado, un individuo
bellamente integrado.

Algunos centros alternativos pueden ser la familia, el conyugue, el dinero, el trabajo,


las posesiones, el placer, amigos, enemigos, la religión; todos estos centros a los
que yo puedo dar un enfoque en mi vida, pueden ser malos como buenos, no es
bueno enfocarse solo en uno de ellos porque tenderemos a ser dependientes
únicamente de ese centro, y lo que hace ello es debilitarnos en nuestra área efectiva
ya que nos obsesionamos o le brindamos mayor importancia a ese único factor que
a los demás y olvidamos por completo el objetivo de uno mismo en el ser proactivo.
El centro de uno sea uno o sean varios todos deben de regirse por los principios
fundamentales de uno mismo, deben de ser honestos y de concordar con lo que
queremos y lo que consideramos importante.

Los principios que tenemos inmersos en nosotros, no los podemos modificar, están
arraigados, puesto que dependemos de ellos. Los principios están a salvo de
cualquier reacción que pueda ocurrir intrínsecamente o exteriormente. Ya sea el
ambiente en el que estemos o la conducta de otros, esto no hará que cambien
nuestros principios. Y constantemente los estamos aplicando a nuestra vida y las
experiencias que tenemos en nuestro diario vivir.
Podemos elegir libremente nuestras acciones, teniendo en cuenta nuestro
conocimiento de principios correctos, pero no tenemos la libertad de elegir las
consecuencias de esas acciones cada quien es responsable por su presente y su
futuro. Hay que tener presente que las actuaciones, correctas o incorrectas, no son
más que una siembra, la cual, a la corta o a la larga, dará fruto bueno o malo.

Aceptar la responsabilidad de los errores, fracasos y principalmente las


consecuencias, prepara a la persona a entender el para qué de lo que ocurre en su
vida, así mismo, fortalece el carácter con humildad y crea condiciones para nuevos
retos y ser asertivo en lo que se emprende.

Estos principios son universales puesto que se aplican para todas las personas, así
algunas personas quieran ignorar que estos principios existen. Y cuando las
personas son más conscientes de estos principios hay mayor libertad personal para
actuar con sabiduría.

Si en nuestra vida miramos las cosas a través del paradigma de los principios
correctos, veremos la vida distinta de lo que se percibiría con cualquier otro
paradigma. Cada paradigma tiene su pensamiento diferente, para cada uno en un
problema existen diferentes respuestas, cada una con sus respectivas razones, no
quiere decir que cada uno de los paradigmas este mal, en cambio cada paradigma
tiene su propia respuesta, cada paradigma tiene su interés definido, poniendo de
ejemplo la situación problema del libro “supongamos que esta noche ha invitado a
su esposa a un concierto. Usted tiene las entradas, ella está entusiasmada. Y el jefe
le pide que se quede unas horas más para una reunión que se realizara a las nueve
de la mañana del día siguiente” en esta situación si la persona se centra en los
lentes de conyugue, no le importará quedarse en el trabajo lo primordial va a ser
estar con su esposa y llevarla al concierto, si la persona se centra en el dinero solo
tendrá en cuenta el pago que le llegará por trabajar esas horas extras, esto suena
un poco egoísta para con su esposa, pero si la esposa estuviera en la misma
situación tal vez pensaría en lo mismo, hay que entender cada persona y sus
paradigmas en los que se centra en ese momento. Por otro lado, si la persona está
centrada en el trabajo, su principal objetivo sería ganar puntos con el jefe y ascender
en su trabajo. También está el estar centrado en las posesiones, y esto llevará a
que la persona se quede trabajando para ganar dinero con el cual logrará
comprarse, o la reputación que logrará al quedarse trabajando, será una persona
sacrificada y dedicada a los ojos de sus compañeros de trabajo y de su jefe. Si la
persona está centrada en el placer simplemente decidirá ir al concierto por una
noche e diversión, aunque algunas personas incluida su esposa no lo vea con
buenos ojos, para esta persona será su mejor decisión. Si la persona se centrara
en los amigos, su decisión estará influenciada en lo que sus amigos hagan. Cuando
una persona se centra en los enemigos, su decisión será quedarse para obtener un
puesto superior al de una persona con la que no sea a fin, querrá tomar ventaja de
la situación solo por estar en un cargo más que su enemigo. Si la persona está
centrada en la iglesia, su decisión estará basada dependiendo si el concierto es
religioso o que prioridad tiene en su vida el trabajo sobre la iglesia. Si usted está
centrado en si mismo, pensara en que le conviene más, ir al concierto con su esposa
o ir al concierto.

En este ejercicio debíamos ponernos en los lentes de cada uno de los paradigmas,
poniéndonos en los zapatos de las decisiones que tomaría cada persona teniendo
en cuenta su paradigma, y comprendiendo cuanto afectan nuestros centros en cada
decisión que tomamos sin tener en cuenta el efecto que esta decisión podría tener
en nuestra vida, por eso es tan importante identificar el centro que nos hace ser
unas personas proactivas. Teniendo en cuenta que el camino que una persona
decida tomar hace fortalecer sus valores vitales más profundos.

Como personas proactivas, tenemos el deber de identificar nuestra misión de vida,


y empezar a “formular el programa”. Esta misión es fundamental para empezar a
dar expresión a lo que queremos ser y hacer en nuestras vidas. Asimismo, esta
misión no se realiza de un día para otro, lleva tiempo y constancia realizar esta
constitución para nuestras vidas.

para crear un enunciado de la misión personal, Nuestra autoconciencia es muy útil


pues ella quien nos permitirá examinar nuestros propios pensamientos. Esto es
particularmente útil porque las dos únicas dotes humanas que hacen posible la
práctica del segundo hábito (la imaginación y la conciencia moral) son
primordialmente funciones del hemisferio derecho del cerebro. Si comprendemos
cómo hay que utilizar la capacidad del hemisferio derecho, aumentará
enormemente nuestra aptitud para la primera creación.

el hemisferio izquierdo es más lógico y verbal, y el derecho es más intuitivo y


creativo. El izquierdo nos permite entender mejor las cosas por medio de palabras,
el derecho con imágenes. El izquierdo analiza, lo que supone dividir y fragmentar;
el derecho sintetiza, lo que significa unir. Aunque empleamos ambos hemisferios
cerebrales, por lo general uno tiende a prevalecer en cada persona. Desde luego,
lo ideal es cultivar y desarrollar una buena comunicación entre los dos hemisferios,
de modo que se pueda advertir primero qué es lo que la situación requiere, y
después emplear la herramienta adecuada para abordarla. Pero la gente tiende a
quedarse con su hemisferio dominante, y a procesar todas las situaciones en
concordancia con una preferencia cerebral izquierda o derecha.

En algunos casos las experiencias graves nos hacen mirar hacia nuestro interior y
preguntarnos si estamos haciendo las cosas bien, cuando uno es proactivo no
espera a que estas cosas pasen, y conscientemente creamos nuestra propia
perspectiva de la vida.

Hay que visualizar la misión personal que escribimos, cambiando día a día nuestras
costumbres y escribiendo un nuevo guion en nuestras vidas, cambiando ese guion
que nos dieron cuando éramos niños. Debemos visualizar cosas positivas para que
nos pasen cosas positivas, en otras palabras, comenzar con un fin en mente.
Cuando no estamos cómodos con diferentes situaciones, hay que verla con calma
para que en el momento que estemos en esa situación no nos perturbe y sea una
experiencia relajada en todos los sentidos.

En la misión personal también debemos tener en cuenta los roles que tenemos en
nuestra vida: madre, padre, hermano, amigo, vecino, etc. Realizar la misión
teniendo en cuenta los roles proporcionan a este equilibrio y armonía. Es posible
revisarlos con frecuencia para tener la seguridad de no quedar total mente
absorbido por un rol porque los otros roles pueden ser igual o incluso más
importantes en la vida.

Otro punto importante al redactar la misión es la familia, al obtener la contribución


de cada uno de los miembros de la familia, se logra que la familia se comunique,
hable sobre lo que le interesa profundamente. Los mejores enunciados de la misión
son el resultado de la reunión de los miembros de la familia con un espíritu de
respeto mutuo, con la expresión de sus diferentes puntos de vista, y
un trabajo en común para crear algo más grande que lo que cualquiera de los
individuos podría hacer por sí solo.

El enunciado de la misión se convierte en el marco de referencia para pensar y


gobernar la familia. Cuando llegan los problemas y las crisis, allí está la misión que
recuerda a los miembros de la familia cuáles son las cosas más importantes, y
orienta la resolución de problemas y la toma de decisiones basadas en principios
correctos.

Los enunciados de misión para las empresas también son muy importantes, pero
más importante es que los participantes de esta sean todos los trabajadores, ellos
son lo que en realidad van a ejercer la misión con amor y respeto. Esto es con
razón a que las personas no se comprometen con las determinaciones de otras
personas. La frase que más me llamo la atención de esta parte fue SIN
PARTICIPAIÓN NO HAY COMPROMISO, si las personas que realizan la misión
son los jefes, quienes las van a ejercer son los trabajadores y ellos no sentirán que
esa misión les pertenece, no van a tener en cuenta la misión en el trabajo diario.

Por ello, crear un enunciado de la misión organizacional cuesta tiempo, paciencia,


participación, habilidades y empatía. Una vez más, no se trata de un remiendo
rápido. Se necesita tiempo y sinceridad, principios correctos, y coraje e integridad
para ordenar la estructura del sistema y el estilo de organización con el modo de
ver y los valores compartidos.

En conclusión, definir la misión de vida y misión organizacional es una parte


fundamental en nuestras vidas puesto que es la forma con la que debemos trasladar
nuestra visión de la vida a ideas más concretas y tangibles. Evidentemente, seguirá
siendo abstracta, ya que sigue siendo una misión y no unos objetivos concretos,
pero es la forma con la que podemos saber realmente en qué queremos estar
enfocados. Por lo tanto, en nuestra misión personal escribiremos aquello que
queramos que se vaya materializando en nuestra vida, no pensando en la
actualidad, sino en el futuro a largo plazo. En ningún caso la misión personal debe
definir cómo llegaremos ahí, ya que la misión debe reflejar cómo queremos ser a lo
largo de nuestra vida, no cómo lo haremos para serlo.

También podría gustarte