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Entonces, es por ello que se acentúa el hecho de que el liderazgo cambió con
el tiempo; primero un liderazgo transaccional o antiguo definido por Morales (2021)
como “autoritario, muy orientado a la tarea y no tanto a las personas. Propio de
reyes, señores feudales, …” y luego un liderazgo transformacional o moderno
originado como consecuencia de la desaparición de las sociedades estamentales.
Morales, plantea que “es aquel en el que el líder trata de inculcar los valores, así
como la misión y la visión que estos poseen a los seguidores. De esta forma,
mediante la inspiración, el empoderamiento y el acompañamiento, el líder trata de
inspirar a sus seguidores, a los que condiciona en tanto en tanto sea su capacidad
de persuadir y de motivarlos” (2021).
Ahora bien, cómo se pone en práctica. Primero, debe existir un plan; cuáles son
las metas u objetivos realistas, que puedan ser realizables y concretos. Como
segundo paso, es necesario que el número de metas establecidas sea pertinente y
se ajusten a las habilidades, capacidades y conocimientos personales. Una vez
hecho esto, resulta útil planear estrategias a corto plazo que contribuyan al éxito
del objetivo general. Estas estrategias constan de pasos ratificados y específicos
enfocados a resaltar los recursos con los que se cuenta. Para ello la evaluación
debe ser continua, pues será mucho más fácil considerar si es necesario
replantearse o redirigir algunos planes de acción.
Adicional a ello, resulta de gran utilidad identificar los valores personales o,
dicho de otra manera, establecer qué se está dispuesto a hacer y qué no para
alcanzar las metas. Terminado la serie de pasos, hay que tener en cuenta que el
liderazgo personal es la clave para crear una identidad profesional y personal, ya
que permite lograr los objetivos de manera exitosa y así generar la imagen que se
pretende proyectar a los demás. Además, contribuye a superar las inseguridades y
el desconcierto presente en la vida diaria.
Parte del día a día de una persona es el trabajo; aquel esfuerzo remunerado.
Una fuente de ingresos necesaria para subsistir. Por esta razón es preciso
preguntarse ¿Cómo influye el liderazgo personal en el trabajo o área empresarial?
Con mucha facilidad se afirma que el comportamiento de una persona organizada
en su vida repercute positivamente en su trabajo, el liderazgo personal
básicamente es la base del liderazgo empresarial. Todo lo puesto en práctica en la
cotidianeidad se verá plasmado en el ámbito laboral, evidentemente por el hecho
de que el liderazgo empresarial está compuesto por el carisma y la capacidad de
analizar perfiles y sacarles el máximo rendimiento por medio de tareas
específicas, hecho que guarda relación con el propósito del liderazgo personal
cumplimiento de tareas es igual a éxito.
Contribuye a conseguir objetivos de una forma más eficaz gracias a que los
idea y persigue de forma nítida, mejora la capacidad de trabajo en equipo de un
grupo de personas y/o del conjunto de una compañía, ayuda a disminuir el
absentismo, las ausencias, retrasos y faltas. Lo hace gracias precisamente a la
motivación que genera en los miembros de su equipo, aumenta las ventas de la
empresa como consecuencia de la mejora conjunta de los puntos mencionados
hasta ahora, contribuye a reducir las pérdidas asociadas a los malos rendimientos
y la baja eficacia de cada proceso y miembro del equipo, aumenta la
competitividad al aumentar el rendimiento de cada miembro y cada departamento,
así como su coordinación.
En fin, son muchos los casos de empresas exitosas alrededor del mundo
gracias a su personal, líderes de sus propias vidas para ser la vida de las
empresas. Así como también, dando vuelta a la moneda, hay casos de muchas
otras empresas que se han dedicado al fracaso por falta de un liderazgo personal
de sus empleados.
Sin lugar a dudas el liderar no es tarea fácil, son muchos los conocimientos, las
tácticas y métodos que deben ser empleados por una figura que represente
autoridad, pero sin dejar de lado la característica principal de un líder, que es
guiar. Explicar con herramientas adecuadas cuál y por qué será el fin de un plan,
para lograr su cabalidad y cumplir los objetivos.
En conclusión, para que una sociedad sea sana, rendidora, inteligente, eficiente
y talentosa, debe poder en orden cada paso de su vida, ser su propio líder, mentor
y ejemplo a seguir y por sobre todas jamás poner en duda sus habilidades y
destrezas, el ser humano es un diamante en bruto, y con cada aprendizaje va
puliendo fragmento por fragmento su superficie. Liderar es creer en las
capacidades, en la fuerza que sostiene el cuerpo, en sentirse ejemplo a seguir y
dar fe de ello. Liderar en ayudar, no hundir y, cuando se entienda tal cometido el
mundo será un mejor lugar, la sociedad no decepcionará tanto y el desarrollo
sufrirá un incremento.
Referencias