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Laboratorio de Química Covalente Chávez Hinojosa Verónica Daniela

Lectura #2 “Energía Reticular y Predicción Química: Uso de las ecuaciones de Kapustinskii y el ciclo de
Born-Haber.”

Algo genial de la Química es que se pueden predecir ciertos comportamientos experimentales de forma teórica.
Un claro ejemplo es la tabla periódica propuesta por Mendeleev con espacios que posteriormente fueron
llenados. Actualmente tenemos algo más para predecir síntesis química, como es el caso de la ecuación de Born-
Lade que ayuda a determinar la energía reticular y por lo tanto la estabilidad de ciertos compuestos hipotéticos.

Sin embargo, si se tiene un compuesto desconocido, es necesario asumir un arreglo cristalino; con algunas
modificaciones de la ecuación corregida de Born-Lade, como tomar en cuenta la distancia interatómica en lugar
del radio, Kapustinskii amplió las posibilidades para calcular energías reticulares.

La energía reticular obtenida a través de la ecuación de Kapustinskii no difiere mucho de los resultados obtenidos
experimentalmente (con el ciclo de Born-Haber) o con los resultados obtenidos de otras ecuaciones más
elaboradas que toman en cuenta incluso la repulsión interelectrónica. Aún así, junto con Yatsimirskii se continuó
corrigiendo la ecuación para el cálculo de energía reticular, obteniendo distintos resultados, en algunos casos era
más exacta, pero en otros no. Por ejemplo, los compuestos con tendencias covalentes dan bajas energías
reticulares calculadas a partir de las ecuaciones de Kapustinskii en comparación con los valores experimentales
(Born-Haber). Al tener en cuenta esta característica, el valor calculado por Yatsimirskii es probablemente más
realista.

De lo anterior se desprende una de las muchas aplicaciones de dicha ecuación, que es determinar el radio de los
iones a cierta temperatura, llamados “radios termoquímicos”. Además de la mencionada determinación de
energía reticular de compuestos hipotéticos que posteriormente se pueden confirmar experimentalmente a
través del ciclo de Born-Haber. Este último proceso consiste en romper el cristal en iones calentándolo y a su vez
descargando un ión para ionizar todo el compuesto, separar el metal y solidificarlo, para finalmente hacerlo
interactuar con el ión no metálico que quedó en forma gaseosa. De aquí que, si se desconoce alguno de los datos
del proceso, pero se conocen los demás, pueda ser determinado a través de un cálculo.

Y justo aquí es donde se relaciona la ecuación de Kapustinskii con el ciclo de Born-Haber, pues se ha demostrado,
logrado por Yatsimirskii ya en 1948, que la diferencia entre sus resultados no es mucha y se pueden
complementar utilizando la energía reticular teórica con otros datos experimentales ya conocidos, para
determinar otros datos desconocidos de compuestos hipotéticos.

Había aún discrepancia con grupos específicos como los calcógenos ya algunos lantánidos, pero gracias a Novikov
y Polyachenok se ha resuelto lo relacionado a la estabilidad de algunos elementos de estos grupos.

Aún así sigue el comportamiento difícil de explicar de los compuestos que tienen en su composición elementos
que tienen un orbital d libre, pues estos se ven mayormente afectados por iones negativos. Y dependiendo de la
simetría de estos compuestos, la energía degenerada de los orbitales d se ve afectada, a esta nueva energía se le
conoce como energía de estabilización de campo cristalino.

Por lo anterior, se ha encontrado que dependiendo del ión negativo que se encuentre en el compuesto, la
discrepancia entre los valores teóricos y experimentales es mayor, aún no hay una teoría fija que explique a qué
se debe, se deben tomar en centa también otros efectos como la heteropolaridad.

Todas estas aplicaciones han ayudado mucho en el campo de la Química Inorgánica, tanto por separado como en
conjunto, la ecuación de Kapustinskii y el ciclo de Born-Haber tienen mucho más por develar.

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