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Versión 1
INTRODUCCIÓN
La Adecuación del esfuerzo terapéutico constituye unas de las dimensiones de la Calidad de Atención en
Salud (1). Consiste en el grado en que la atención de salud es pertinente en cuanto a las necesidades y
preferencias del paciente, los riesgos y beneficios que conlleva, la evidencia existente, el nivel asistencial
en que se presta y los recursos disponibles. Implica que se presta la asistencia debida a quién la necesita,
cuándo la precisa, en el momento oportuno y aplicando el mejor conocimiento disponible (2).
En este sentido la Adecuación del Esfuerzo Terapéutico (AET) deberá ser aplicada a nuestros pacientes una
vez que el equipo de salud llegue a la conclusión razonada, fundamentada y consensuada, de suministrar
al paciente los cuidados correspondientes al análisis más completo que se haya podido realizar (de la
inutilidad de las acciones terapéuticas que intentan mejorar el pronóstico del paciente) y en consideración
a los principios bioéticos de no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia. En cada oportunidad que
el equipo médico se plantee la necesidad de evaluar una adecuación de esfuerzo terapéutico se deberá
convocar al comité de ética asistencial para la mejor discusión posible y deberá quedar en un acta del
comité de ética y registro en la ficha clínica electrónica en la pestaña de notas del comité, se deberá
registrar sólo la conclusión y la identificación del acta completa correspondiente con fecha y hora.
La AET en las Unidades de Pacientes Críticos Adulto (UPCA) (3) se aplicará en aquellos pacientes, que a
juicio del equipo médico tratante han llegado a una condición de irrecuperabilidad, ya sea por tratarse de
pacientes terminales o que sin serlo, la gravedad de su enfermedad los acerca a la muerte a pesar de la
terapia aplicada, y que en opinión del mismo equipo, sólo se estaría retardando artificialmente una muerte
inevitable. También se planteará la AET en aquellos pacientes que tienen una evolución clínica
desfavorable y que en vista de sus antecedentes mórbidos se hace necesario proporcionar los esfuerzos
parcialmente. Por ejemplo, en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), en que
se decide no apoyar con Ventilación Mecánica Invasiva (VMI).
(1) Ley AUGE N°19.966, Régimen de Garantías en Salud. Ley N° 20.584, Derechos y Deberes de las personas en su
Atención de Salud.
(2) La seguridad del paciente: Una dimensión esencial de la calidad asistencial. Ministerio de Sanidad y Consumo. España.
(3) UPCA: Unidad de Cuidados Intensivos, Unidad de Cuidados Coronarios y Unidad de Tratamiento Intermedio.
Se viola este principio cuando se aplica a un paciente un tratamiento que está contraindicado, que causa
una complicación evitable, daño o cualquier tipo de lesión.
Los riesgos de la práctica médica sólo pueden justificarse cuando el potencial beneficio a obtener, es
superior al potencial daño derivado de una técnica diagnóstica o terapéutica.
Beneficencia
El médico tiene que responsabilizarse de cumplir los objetivos de la medicina, que podemos resumir en
tratar lo mejor posible al paciente, restaurando su salud y aliviando su sufrimiento.
Autonomía
La distribución de los recursos sanitarios debe ser equitativa; por esto, administrar recursos limitados a
pacientes irrecuperables, puede excluir a otros más necesitados, y/o con expectativas de recuperación.
La escasez de recursos no basta para fundamentar las decisiones de la adecuación del esfuerzo
terapéutico. La gestión de los recursos es de responsabilidad institucional.
El debate hoy en día está centrado en el concepto de futilidad, el cual se refiere a «aquel acto médico cuya
aplicación a un paciente está desaconsejada porque es clínicamente ineficaz, no mejora el pronóstico, los
síntomas o las enfermedades intercurrentes o porque presumiblemente produce perjuicios personales,
familiares, económicos o sociales, desproporcionados al beneficio esperado”. Las medidas fútiles son los
tratamientos que a pesar de tener efectos en revertir alteraciones fisiológicas, no evitarán la muerte
anticipada del paciente o no producirán un beneficio al individuo como un todo.
Es importante también considerar el principio de proporcionalidad terapéutica, según el cual debe existir
un equilibrio entre los recursos diagnósticos y terapéuticos empleados y los beneficios esperados.
Establecido ese equilibrio, existe la obligación moral de aplicar los recursos mencionados a menos que el
paciente los rechace.
El tercer elemento a considerar y muy importante es el principio de “calidad de vida”, que establece que
la vida es de un valor que debe determinar el propio sujeto, donde importa considerar la satisfacción que
un individuo tiene con su propia vida, con la dignidad con la que la ha vivido y con las expectativas que de
ella tiene. Los representantes de un paciente debieran esforzarse en identificar estas variables, más que
el imprimir sus propias ideas y creencias al momento de representar al paciente en el proceso de toma de
decisiones.
La AET se definirá y se reconsiderará realizando nuevas evaluaciones según amerite la condición clínica del
paciente, con la participación del equipo de salud y el paciente o su representante legal, plenamente
informados, permitiendo ratificar o revocar las decisiones tomadas.
En un principio, a algunos pacientes se les darán todas las medidas disponibles de soporte vital avanzado,
con monitorización activa o tratamiento intensivo. En otro contexto clínico, y, según una estricta
evaluación del curso de las disfunciones orgánicas y el soporte entregado se podrá consensuar qué
medidas no serán aplicadas, por ejemplo no se realizarán maniobras de reanimación, de presentarse Paro
Cardio-Respiratorio (PCR), no se apoyará con Ventilación Mecánica Invasiva (VMI), no se procederá con
Hemodiálisis, etc. Esta última situación también puede presentarse previo al ingreso del paciente a una
Unidad Crítica, estando el paciente en el Servicio de Urgencia, cuando el paciente o su representante legal
manifiestan su negativa a recibir tratamientos intensivos o el Ingreso a Unidades Críticas.
Otro escenario, es el grupo de pacientes que transcurren a fracaso multi-orgánico sin respuesta con las
maniobras de soporte adecuadas y en un plazo razonable, en cuyo caso, se mantienen los cuidados y
procedimientos destinados a proporcionar el máximo bienestar al paciente, pero como se detalla más
adelante, se aplicarán medidas invasivas «condicionadas», es decir, no se instaurarán medidas invasivas o
adicionales de ninguna clase o se hará retiro de todas las medidas gradual o directamente.
La retirada de las medidas de soporte vital por razones exclusivamente médicas sólo se aceptan en la
situación de futilidad fisiológica y por lo tanto, en los siguientes casos: en la situación de muerte cerebral;
en pacientes con estado vegetativo permanente que se hayan liberado del soporte vital por un período
razonable a juicio del equipo tratante o que desarrollen disfunción de órganos nueva y, como ya se
mencionó, en aquellos pacientes que transcurren a fracaso multi-orgánico sin respuesta con las maniobras
de soporte adecuadas y en un plazo determinado, considerando que el nivel de las medidas de soporte
son deletéreas de por sí, haciendo fútil la mantención del soporte avanzado.
En cuanto a la edad, se acepta que ésta no es en sí misma un criterio de irreversibilidad ni de AET, sino un
problema añadido, que en la práctica se relaciona significativamente con la toma de una decisión de AET.
El planteamiento de la AET será expuesto siempre a la familia una vez que se haya analizado con el Jefe de
la Unidad Critica o su delegado, el comité de ética asistencial y el equipo médico con el fin de tener una
postura consensuada y evitar conflictos de información entre los facultativos o entre ellos y la familia o el
representante del paciente. Cuando este planteamiento surja desde la propia familia, esto debe ser
analizado por el equipo tratante de manera que esta decisión no implique un riesgo para el estado de
salud del paciente. Asimismo, los médicos tienen el derecho y el deber de rechazar las peticiones de utilizar
medidas fútiles o desproporcionadas.
No hay diferencias éticas entre no iniciar o suspender medidas ya iniciadas, aunque el impacto sicológico
de estas acciones puedan no ser las mismas.
(5)APACHE II y III (Acute Phisiology And Chronic Health Evaluation) y SAPS: (Simplified Acute Physiology Score) escalas o índices
de valoración pronostica de gravedad.
Tampoco deben limitarse las medidas en aquellos pacientes en que la experiencia señale que hay
incertidumbre en cuanto a pronóstico. Es recomendable canalizar la decisión de AET a través del equipo
médico de UPCA con la participación del médico tratante, el paciente y/o su familia.
Cuando exista incertidumbre en el pronóstico en un caso individual podría justificarse un soporte activo
considerando la decisión previa del paciente de ser asistido. Por otro lado, la familia podría no comprender
los eventuales efectos del soporte y la terapia (“está vivo sólo por las máquinas”) o podrían tener intereses
personales no relacionados con la recuperabilidad y/o la calidad de vida del paciente.
El resultado favorable debe ser evaluado por la calidad de vida preservada o recuperada, y por el grado de
importancia en las interacciones humanas que se dieron en cada una de las situaciones en la que se acordó
AET, sea que el paciente muera o sobreviva, constituyéndose el bien morir en un signo de humanidad, en
que se resalte la dignidad del paciente.
Existen 2 condiciones:
1. Restricción (no iniciar terapias)
No ingreso del paciente a Unidades Criticas.
Ingreso de paciente a UPCA, con indicaciones precisas de no instaurar medidas diagnósticas o
terapéuticas previamente convenidas.
2. Interrupción
Retiro de medidas diagnósticas o terapéuticas en el transcurso de la evolución clínica del paciente.
El caso debe ser analizado por el médico tratante en conjunto con el Jefe de la UPCA o su delegado, el
comité de ética asistencial y un equipo de experiencia en paciente crítico. También puede ser analizado
por el equipo de la especialidad previamente junto al médico tratante.
Recolectar la información biomédica acabada de la condición clínica del paciente.
El paciente o su representante deben estar plenamente informados de la decisión tomada por el equipo
se salud.
El responsable de mantener un diálogo con el paciente y su familia debe ser el médico tratante.
Cuando no existe acuerdo con la familia para implementar la AET, se aconseja mantener o iniciar la
terapia en cuestión, intensificando paralelamente el diálogo con el o los representantes del paciente,
proponiéndoles metas de avance y plazos sobre los cuales deba reconsiderarse lo obrado y si las
discrepancias persisten se recomienda solicitar al Comité de Ética Asistencial (6) que hable directamente
con los familiares
El planteamiento de la AET puede surgir también desde la propia familia o su representante; esta
situación debe ser analizada y consensuada con el equipo tratante de manera que ésta decisión no
exponga al paciente a daños graves a su salud o a riesgo de morir por no recibir los tratamientos
indicados (7). Si a pesar de los fundamentos entregados por el equipo tratante en favor de entregar los
tratamientos requeridos por el paciente, la familia o su representante insisten en limitar los esfuerzos,
esto debe ser expuesto también al Comité de Ética Asistencial.
El/la médico/a responsable debe estar presente durante la retirada.
Evitar una innecesaria prolongación del proceso.
Documentar y registrar todo el proceso en la historia clínica de la persona y en los documentos de
registro de las indicaciones médicas.
Prever las evoluciones posibles y las actuaciones a realizar en cada caso, incluyendo la
supervivencia del paciente.
Informar oportunamente al personal paramédico y de apoyo de la atención de enfermería,
respecto del proceso y su implementación en el paciente
(6) (7) Ley N° 20.584. Decreto 38. Reglamento sobre Derechos y Deberes de las personas en relación a las actividades vinculadas
con su atención de salud. Párrafo 5°, artículo 16. Guía de Funcionamiento Comité de Ética Asistencial
Una vez acordada la AET, entregar la información adecuada a la persona y/o a la familia sobre todos
los aspectos del proceso.
Registrar en la ficha detalladamente los diagnósticos y las disfunciones orgánicas, anotando que se ha
suministrado una información clara, completa y suficiente y que el paciente y o representante legal han
manifestado conformidad con la información entregada.
Se deberá firmar un consentimiento para AET en que se define las medidas que serán objeto de la AET.
El consentimiento se firma en duplicado se deberá entregar la copia a la familia y conservar en la ficha
el original. Según el caso individual, debido a la urgencia puede solicitarse la firma de la ficha por las
partes (paciente o representante legal y médico), El consentimiento debido a su naturaleza se
encontrará físicamente en las Unidades de cuidados intensivos y en urgencia.
El AET pude ser modificado en cualquier momento por la familia por lo que debe verificarse diariamente
su vigencia.
La información participada a la familia -en cuanto al nivel de soporte según las disfunciones orgánicas-
será de acuerdo al nivel de conocimiento individual razonable, siempre respetando los deseos del
enfermo o su representante legal y con la participación de los médicos de la UPCA.
Registrar en las Indicaciones médicas cuáles medidas NO se aplicarán y cuáles SI se suministrarán en
cada caso individual.
Evaluar la situación diariamente o con la frecuencia que el caso amerite, informando al equipo de
trabajo y a la familia el nivel de esfuerzo que se dará, registrando en la ficha y en las indicaciones
médicas las conductas que se hayan decidido.
Ubicación de la persona enferma en un entorno lo más amigable posible, tranquilo, sin ruido.
Respetar el acompañamiento familiar, si lo desean, y flexibilizar el régimen de visitas.
Explorar si la familia desea estar presente o colaborar en la atención final.
Facilitar, si el paciente y/o su familia lo solicitan, el auxilio espiritual de acuerdo con sus convicciones y
creencias.
Establecer los objetivos de la sedación. Si la persona es capaz, será quien lo decida y se contará con su
consentimiento explícito. Cuando no sea capaz de otorgarlo, a través de su representante o familiares.
Una vez conseguida la adecuada sedación retirar las medidas en el orden previsto sin demoras.
La muerte del enfermo no se produce necesariamente después del retiro de la VM. La causa de muerte no
es la suspensión de medidas de soporte vital, sino la enfermedad de base que ha llegado a una etapa final
y ya no puede ser revertida. La suspensión o retiro de la VM constituye una manera de permitir la muerte
del enfermo y no de producirla. Es necesario distinguir lo anterior del término “Eutanasia, definido como
la acción médica destinada a quitar intencionadamente la vida de un enfermo terminal, en fase cercana a
la muerte, quien lo ha solicitado y presenta un sufrimiento insoportable e imposible de mitigar”. Por lo
tanto se reconoce desde el punto de vista moral la diferencia entre quitar la vida y permitir la muerte. El
retiro de la VM se realiza con el fin de evitar la obstinación terapéutica, respetando el deber de no dañar,
aun cuando se pueda predecir que la muerte muy probablemente ocurrirá poco tiempo después de retirar
el ventilador (8).
(8) Beca J P, Montes J M, Abarca J, Diez mitos sobre retiro de la ventilación mecánica en enfermos terminales, Centro de Bioética,
Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo. Rev Med Chile 2010; 138: 639-644.
Es el retiro del tubo endotraqueal tras la administración de una sedación adecuada. Esta medida en
particular, sólo después de analizado el caso en el Comité de Ética Asistencial.
Aspectos positivos: Acorta los tiempos de procesos premortem, que de otro modo se prolongarían
innecesariamente.
Aspectos negativos: Síntomas de obstrucción de la vía aérea, «sed de aire», estertores
premortem, etc., que serán tratados si aparecen.
Otro posible inconveniente es la posibilidad de que la familia, e incluso el personal sanitario, puedan
establecer una falsa relación de causalidad entre la extubación y el fallecimiento de la persona.
Para evitarlo, la información a familiares y profesionales es esencial.
Es el retiro progresivo (que puede oscilar entre horas y días) de la ventilación mecánica, con disminución
escalonada de la FiO2 y el volumen minuto, que suele dar lugar a hipoxia e hipercapnia. Se debe mantener
un soporte fisiológico estándar mínimo.
Aspectos positivos: La principal ventaja es que el paciente no muestra signos de obstrucción de
vía aérea, estertores premortem, ni «sed de aire», lo que le evita disconfort, y también puede
disminuir la angustia de la familia y cuidadores, al percibirse como una actuación menos activa
que la extubación.
Aspectos negativos: La duración del procedimiento es más prolongada. Es importante informar
de su previsible duración, ya que en caso de que dure varios días, se puede prolongar la ansiedad
y el duelo de la familia.
Proceso de comunicación
Información detallada, cuidadosa, del procedimiento y de su posible duración, permitiendo aclarar
las dudas.
El artículo 16 de la Ley 20.584 establece lo siguiente: “La persona que fuere informada de que su estado
de salud es terminal, tiene derecho a otorgar o denegar su voluntad para someterse a cualquier
tratamiento que tenga como efecto prolongar artificialmente su vida, sin perjuicio de mantener las
medidas de soporte ordinario. En ningún caso, el rechazo de tratamiento podrá implicar como objetivo la
aceleración artificial del proceso de muerte”. Por lo anterior, en estos casos es deseable conocer la
voluntad del paciente respecto a la instauración de medidas invasivas de requerirlas durante su
hospitalización, asimismo el identificar claramente el familiar responsable o representante legal que
asumirá las decisiones en caso que no estar facultado el paciente.
Esta misma Ley establece que el paciente que se encuentra en un estado de salud terminal puede solicitar
el alta voluntaria, él mismo, su apoderado que él haya designado o los parientes en orden preferente y
excluyente conforme a lo establecido en el Código Civil (9).
Actualmente en Chile no existen leyes que reglamenten el retiro de la VM en enfermos terminales. Esta es
una decisión que toma el equipo médico en acuerdo con el paciente o quien lo represente, ante la
prolongación excesiva del proceso de morir.
Es importante tener en cuenta que los procesos clínicos son dinámicos y que en ocasiones es necesario
dejar sin efecto una medida de AET. Esto debe quedar fundamentado en la ficha clínica, con fecha y hora,
por el médico tratante, una vez comunicado al paciente o a su familia.
De presentarse un caso que requiera la convocación del Comité de Ética Asistencial en forma
extraordinaria (menos de 24 horas), mientras se reúne éste Comité, al paciente se le deberán mantener
las medidas de soporte ordinario, es decir, los procedimientos necesarios o cuidados paliativos, destinados
a aliviar los síntomas de la enfermedad, hacerla más soportable y evitar la aceleración artificial de la
muerte del paciente. El pronunciamiento de este Comité tiene el carácter de recomendación y sus
integrantes no tendrán responsabilidad civil o penal (10).
(9) Código Civil. Art. 42. En los casos en que la ley dispone que se oiga a los parientes de una persona, se entenderán comprendidos
en esa denominación el cónyuge de ésta y sus consanguíneos de uno y otro sexo, mayores de edad. A falta de consanguíneos en
suficiente número serán oídos los afines. Serán preferidos los descendientes y ascendientes a los colaterales, y entre éstos los de
más cercano parentesco.
(10) Ley 20.584. Artículo 17.
Pauta de cotejo
Nombre paciente:
ID de Atención:
Fecha:
Elemento a medir: Cumple No cumple
Existe registro en Indicaciones Médicas de las medidas
aplicables y las no aplicables
*Debe estar registrado en Indicaciones Médicas las medidas aplicadas y las no aplicadas. Si no existe este
registro no se cumple el indicador.
3. Bioética y práctica clínica: propuesta de una guía para la toma de decisiones de limitación de
esfuerzo terapéutico. Albert Reyes, profesor de Ética Médica, Universidad de Barcelona. Revista
Calidad Asistencial 2005: 20(7); 391-5
Elaborado por
Dr. Ezio Parodi D. Presidente del Comité de Ética Asistencial
Elaboración
Febrero 2019
Actualizaciones
Vigencia
Febrero 2024
Firmas
RUT:_________________________________
EDAD:________________________________
DIAGNÓSTICOS: _____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
Yo, _______________________________________________RUT_______________________________
Paciente o en representación del paciente ya individualizado, declaro que he sido informado por el
doctor:_______________________________________________________________________________
(Nombre y apellido del médico)
de la enfermedad, el pronóstico, las opciones terapéuticas en medicamentos y procedimientos, así como
de sus complicaciones y efectividad. La proporcionalidad del esfuerzo terapéutico es la acción de
establecer o fijar límites, de detenerse o no iniciar, de reducir o restringir, y no debe confundirse con
“terminar” o “suspender”, si bien se pone límite a una terapia que no produce los beneficios esperados o
no proporciona la recuperación de la salud, ya que ésta se encuentra irreparablemente dañada, siempre
debe contemplar la proporción de los cuidados básicos de enfermería, no permitir dolor, ni abandono del
equipo de salud, y debe permitir el acompañamiento del enfermo.
Por lo anterior, declaro que comprendido la información que me ha sido entregada; se me ha permitido
realizar preguntas y se me han aclarado mis dudas; se me ha instruido que siempre puedo solicitar más
información en caso de que tenga dudas en este contexto y se me ha explicado que puedo expresar mi
deseo de revocar este consentimiento en cualquier momento. En consecuencia, equipo médico ha
REANIMAR_______________ NO REANIMAR_______________
VENTILAR_________________ NO VENTILAR_________________
VENTILAR_________________ NO VENTILAR_________________
UTILIZAR__________________ NO UTILIZAR__________________
INSTALAR______________ NO INSTALAR______________
REALIZAR_______________ NO REALIZAR________________
REALIZAR_______________ NO REALIZAR________________
OTROS_________________________________________________________
DECLARO, recibir en acto copia del Consentimiento Informado para Proporcionalidad del Esfuerzo
terapéutico.
DECLARO: comprender que, en cualquier momento y sin necesidad de dar ninguna explicación, puedo
revocar (dejar sin efecto) en consentimiento que ahora presto.
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Firma y RUT del paciente/familiar o representante Nombre, RUT y firma del médico
________________________________________
Parentesco
No obstante, haber otorgado previamente su consentimiento informado, puede ocurrir que, por diversos
motivos o razones, usted desista o se arrepienta de hacerlo.
En tales casos, es muy importante que usted comprenda que, podrá ejercer este derecho a revocar (dejar
sin efecto) su decisión previa, sin necesidad de indicar los motivos que ha tenido para hacerlo, debiendo
para ello firmar el documento que está en sus manos
REVOCACIÓN
(A llenar de puño y letra por el paciente o por su representante legal)
______________________________________ _______________________________
Firma y RUT del paciente/familiar o representante Nombre, RUT y firma del médico
________________________________________
Parentesco
FECHA DE REVOCACIÓN:____________________________________________________