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EL ESPIRITU DEL HOMBRE

EFAP 2º MODULO 2018

La pregunta más frecuente del hombre desde la caída de Adán, es saber


¿Para qué vinimos a este mundo?, sentimos que algo se nos perdió y en ese
buscar continuo, hemos creado sistemas de hombres, creencias, culturas, formas
de pensar, actitudes y comportamientos pretendiendo llenar ese vació del alma
y responder a esas preguntas, hoy lo llamamos: Religión.

Sin embargo, al escudriñar en las cosas del espíritu, reconocemos unas verdades
que son importantes aclarar como base para entender los misterios de Dios:

Somos el acto de coronación de una creación intencional de un Dios, por lo


tanto, somos sus hijos y estamos hechos a su imagen y semejanza (de su
misma sustancia y características).

Fuimos creados para gobernar, se nos dio el señorío de la tierra mas no su


título de propiedad, es decir, que fuimos hechos y creados para administrar y
se nos dio todo lo necesario para hacer esa obra. Esto revela una verdad y es
que estamos equipados con el Kit completo, nada nos falta y todo está dentro
de nosotros. Para qué buscar afuera lo que está dentro.

La intención del Padre (Rey) es extender su dominio en la tierra, pues su


principal motivación es el AMOR (Dar y Compartir), para ello, somos sus
instrumentos; a través de la humanidad Dios establece su Reino en la tierra,
así como en los cielos.

El primer paso para ser hijos de Dios, es el arrepentimiento genuino, esto es,
cambiar de mentalidad, someter mi voluntad a la voluntad del Rey con un
corazón contrito y humillado y confesar con mi boca que el Señor es mi
Salvador, reconociendo el sacrificio de Jesús en la cruz para recibir la plenitud
de su Gloria.
Luego de esto, yo puedo acercarme como hijo a Dios y verlo a Él a cara
descubierta como mi PADRE. Ya no vivo yo, más Cristo vive en mí. Dejo de
ser huérfano, ahora soy hijo, y si hijo, HEREDERO. La puerta se abre para
entender, conocer y disfrutar de las riquezas del Plenitud en Cristo y de su
Reino.

Como se dijo que somos hechos y creados de la misma sustancia que Dios,
entonces hay que entender otro principio: Somos seres tripartitos.
Estamos compuestos de ESPIRITU, ALMA Y CUERPO.

El hombre (entendido como ser humano sin distingo de género femenino o


masculino) en su carne o cuerpo contiene un “espíritu encarnado”. Somos
espíritu y también carne, es decir, somos creación de lo invisible y lo visible.

Es mediante el espíritu que podemos conectarnos con todo lo de Dios, pues Él


mismo es Espíritu. La ciencia y la medicina se ha encargado de escudriñar todo
lo relacionado con el cuerpo, cómo está conformado, cómo funciona y por qué,
sin embargo, hay cosas que ni aún la ciencia ha podido describir con exactitud
y le han dado al alma la responsabilidad de ciertas características humanas
inexplicables a la ciencia como lo son los sentimientos, las emociones, la
inteligencia, el lenguaje, etc., y se han creado especialidades que estudian estos
“fenómenos” pretendiendo controlarlos, entre los cuales podemos nombrar la
psicología, la astrología, la cienciología, la teología e incluso el ocultismo, la
hechicería, entre otros.

Este escrito pretende hacer un resumen acerca de cómo está formado y como
funciona nuestro espíritu, basados en el libro de la Profeta Ana Méndez Ferrell
junto con algunas revelaciones que han sido dadas mediante el espíritu mientras
se estudiaba este maravilloso libro y está direccionado para desarrollar e
impartir a las nuevas generaciones que se están levantando en nuestra
congregación Ministerio Internacional Generación de Reino y va acompañado de
una maqueta física que intenta materializar la estructura del espíritu del
hombre para que sea un poco más didáctico su entendimiento, sin buscar
pretender encasillar su verdadera esencia y magnificencia.

Con la fe puesta en que el solo hecho de creer y conocer que existe un espíritu
en nosotros que proviene de Dios y que habita en nosotros, puede darse el
primer paso para una restauración genuina y derribar estructuras de religiosidad
que nos ha mantenido apartados, esclavizados y sumidos en la ignorancia. Sea
la Luz para cada uno de los que lean este documento.

El espíritu, el alma y el cuerpo se mantienen unidos a través de una cadena


denominada cadena de plata, es mediante esta que sólo Dios puede generar una
experiencia espiritual de transportación a lugares celestiales, sin perder nuestra
conciencia. Para que esta atmósfera se logre es necesario que estemos
sintonizados con las frecuencias del Cielo y que en nuestra comunión genuina
se activen las ruedas del espíritu que son aquellas ondas alrededor que nos
contiene, así como el átomo y toda la galaxia están contenidas en su lugar
gracias a esas ruedas sincronizadas perfectamente, así el espíritu logra a
travesar dimensiones celestiales según la velocidad con la que estas ruedas se
muevan, esto dependerá del nivel de comunión y de lo despierto que tengamos
nuestros sentidos espirituales.

Así como nuestro cuerpo físico ha sido diseñado perfectamente con órganos y
sistemas que lo mantienen funcionando ordenadamente de acuerdo a un diseño
original, en la misma manera hay un sistema de órganos estrecha y
perfectamente relacionados que hacen funcionar a nuestro espíritu. En muchos
de nosotros este sistema se encuentra dormido o muerto y es necesario
despertarlo. Es en el espíritu donde todo acontece, allí está el diseño perfecto
y orden natural, éste envía la información al alma, el cual es un decodificador
de esa información y la transmite o proyecta al cuerpo. El alma también está
hecha de sustancia espiritual y allí se encuentra nuestro corazón y nuestra
mente. El cuerpo es el reflejo de lo que somos en el espíritu, si tenemos un
cuerpo enfermo es porque algo en nuestro espíritu no está funcionando o hay
una versión almática dominante haciendo de las suyas. De ahí la importancia
de centrarnos en conocer nuestro espíritu, allí se encuentran las llaves de la
libertad y la solución a todos nuestros problemas. La palabra dice: Conoceréis
la verdad y la verdad os hará libres.

Nuestro cuerpo tiene un cerebro, nuestro espíritu tiene la mente del espíritu.
Esta mente está conformada por áreas conectadas entre sí entre las cuales
esta: el entendimiento, la sabiduría, la ciencia, la inteligencia, la creatividad, el
lenguaje, la herencia, la imaginación y el conocimiento de Dios. La mente del
espíritu al igual que el cerebro es la encargada de procesar lo que percibimos,
decodificarlo y enviar respuestas u órdenes al resto del sistema.

También tenemos unos sentidos espirituales que funcionan de manera similar


como lo hacen los naturales, pero mediante estos percibimos lo espiritual y lo
invisible. Es por tanto que tenemos ojos del entendimiento, oídos, gusto, olfato,
tacto espiritual y además, tenemos la llamada intuición.

En el plexo torácico, es decir, entre los pulmones y el corazón natural


encontramos el Cuenco de oro o lugar santísimo. Allí es donde está la Comunión
y los 7 espíritus de Jehová (espíritu de sabiduría, de inteligencia, de consejo,
de poder, de conocimiento y de temor de Jehová). De allí es donde emana la
vida y se establece el asiento de poder; en un espíritu vivificado por Cristo
todas las partes del espíritu están conectadas a la Comunión y es allí donde
se establece primero todo lo que viene de Dios. Este cuenco se conecta al
corazón espiritual mediante el fluir de la vida (se asemeja a una autopista) y
a la mente del espíritu mediante conductos espirituales llamados revelación e
iluminación. En esta autopista corre todo lo celestial o todo lo de las tinieblas
que habite en nosotros, el nivel de luz o de oscuridad que haya en nuestro
espíritu depende del nivel de conocimiento y santidad o ignorancia y tinieblas
que tengamos.

Alrededor de la comunión y del corazón espiritual está la conciencia que es la


que nos permite conocer el bien y el mal. Esta conciencia se cauteriza cuando
pecamos y la volvemos insensible a la voluntad de Dios, también es corrompida
por la incredulidad, la hipocresía y la mentira creando un prepucio en el corazón
o cerviz y forma un alma enseñoreada que no escucha la voz de Dios. La
conciencia determina el nivel de luz de una persona.

Vamos a describir de forma más ampliada cada parte, empezando por los
sentidos espirituales.

SENTIDOS ESPIRITUALES

OJOS ESPIRITUALES

En nuestro espíritu tenemos muchos ojos, en este documento hablaremos de


los ojos del entendimiento. Así como el cuerpo y el alma usa lo sentidos
naturales para percibir la realidad visible, el espíritu usa los sentidos espirituales
para percibir la verdad eterna y el mundo invisible.

En este sentido vamos a entender el proceso que lleva a cabo nuestros ojos
espirituales, partiendo del hecho que no son los globos oculares que conocemos
en nuestro cuerpo físico, sino que son ojos ubicados en el entendimiento, es
decir en la mente espiritual y su proceso es a la inversa de los naturales.

Expliquemos esto así:


La visión del hombre se inicia con la percepción de una imagen del mundo real,
el ojo humano es como una cámara o videocámara fotosensible a las ondas de
luz, esta imagen es captada por la córnea, luego pasa el humor acuoso, luego
llega al cristalino que es una membrana o lente transparente que se acomoda
(expande o dilata), allí la imagen es invertida y viaja por el humor vítreo hasta
llegar a la retina. Allí se convierte en impulsos nerviosos que viajan por el
nervio óptico hasta el lóbulo occipital, este procesa la información y determina
qué imagen es y qué debe hacer con esa información.

Ahora bien, en nuestros ojos espirituales hay una conexión directa con la
conciencia y el entendimiento, ya que la verdad eterna proviene de la conciencia,
es decir, la imagen que percibimos viene desde nuestro interior, como viendo
lo invisible. Dios en su palabra dice que nuestros ojos son lámparas, por tanto,
estos ojos no reciben luz sino que proyectan la luz que hay en ti. Funcionan
de adentro hacia afuera.

Cuando tenemos nuestros ojos cerrados, dormidos con velos en el


entendimiento, no podemos ver con claridad nuestra condición ni posición por
ende, la Luz que es Cristo no se podrá revelar y tendremos cegado el
entendimiento. De ahí que la luz es conocimiento y la oscuridad es ignorancia.
El corazón del Padre se entristece porque su pueblo se pierde por falta de
conocimiento (ausencia de luz).

No se trata de que con los ojos espirituales seamos capaces de ver físicamente
a los espíritus, demonios o potestades, toda clase de entidades creadas en la
imaginación del hombre. Se trata de irradiar luz (conocimiento) a través de
ellos. El plan del maligno es distraer nuestra mirada, entretenernos y así poder
formar su fortaleza en nosotros, robar nuestra herencia, puesto que a través
de nuestros ojos podemos ver las dimensiones del Reino de Dios y sus riquezas.

Para abrirlos es necesario que haya un corazón contrito, sincero y humillado.


Por eso se nos es necesario nacer de nuevo, porque el que no es nacido de
nuevo no podrá VER el reino de Dios y cuando VEMOS somos testigos de su
Gloria.

OÍDOS ESPIRITUALES

Es el órgano a través del cual Dios se comunica con nosotros. Están ubicados
en la parte trasera del espíritu en el área que corresponde a la nuca y están
conectados a la comunión, conciencia y corazón.

En nuestro organismo natural el oído cumple dos funciones importantes: 1. La


Audición y 2. Hace parte del correcto funcionamiento del equilibrio. Es en esta
función última que queremos hacer énfasis.
Para mayor entendimiento el órgano encargado del equilibrio, coordinación y
movimiento es el cerebelo y está ubicado debajo del cerebro, es decir, la nuca.
Que curiosa coincidencia que los oídos espirituales estén ubicados allí, justo en
el cerebelo. Pues es la voz de Dios la que nos da equilibrio, la que nos guía, la
que controla nuestros movimientos, es su voz la que dirige nuestros pasos.
Caminamos por Fe, la fe se activa por el oír la palabra de Dios. Isaias 30:21
dice que oiremos palabra que dice. Este es el camino, andad por él.

El oído espiritual nos conduce a las riquezas inescrutables y a la revelación.

OLFATO ESPIRITUAL

Como sabemos los espíritus inmundos hieden, pero por el lado celestial existe
aromas maravillosos que se manifiestan con la presencia de Dios, tal es el caso
de la adoración genuina que sale del espíritu produciendo fragancias que son
sumamente gratas a Dios.
Dios ama y se deleita en los aromas, tanto así, que determinó una unción
especial y un ministerio del perfumador, (Éxodo 30:25) que se encargará de
las fragancias santas. Este ministerio era docto en el impacto espiritual
contenido en los aromas y en la forma de mezclarlo conforme al Espíritu
Santo. Este nos conecta a las fragancias y frecuencias del cielo y es un
instrumento poderoso para que nuestro espíritu se sensibilice.

No sólo las flores tienen fragancias, el amor, la obediencia, la generosidad y


sacrificio, sueltan en el mundo espiritual un olor fragante que llega hasta Dios.
(Efesios 5:2 Filipenses 4:18).

GUSTO ESPIRITUAL

Dios nos habla también a través de los sentidos. En cuanto al gusto ha sido
desarrollado en muy pocas personas. Este gusto espiritual va más allá de probar
un alimento y discernir contenido espiritual celestial o de tinieblas, se trata
de comer, entendido como profundizar todo lo que comemos como el arte de
masticar, nuestro alimento es la palabra y nuestro gusto espiritual se desarrolla
en la medida que tomamos esa palabra y la escudriñamos, es decir, la
masticamos hasta encontrarle sabor. Así como cuando en un servicio
extraordinario en nuestra congregación decimos que Dios nos ha dado un
banquete, no a todos les supo igual (no generó las mismas sensaciones), a
algunos fue dulce al principio y después amargo, a otros les pareció salado,
quizá a otros insípida, habrá a quienes les cayó pesado o se indigestaron e
incluso habrá quienes no fueron invitados por tanto no comieron.

En fin, son innumerables las reacciones que se pueden obtener ante el alimento
que probamos del Señor, está en nuestro gusto espiritual reconocer la calidad
de ese alimento y dejar que Ella (la palabra) cumpla con su propósito.

En experiencias de entera comunión como lo son los ayunos, se ha reconocido


testimonios de cómo los ángeles bajan del cielo trayendo comida o alimento
para los que están ayunando, para fortalecerlos y darles la energía celestial
necesaria para que continúen en su comunión. Estos casos son extraordinarios
y dan prueba una vez más que Jehová nos sostiene y que Jesucristo es el pan
de Vida.

TACTO ESPIRITUAL

Nuestro espíritu al igual que nuestro cuerpo está cubierto de una piel espiritual
que llamaremos vestidura o habitación del espíritu, lo vemos tangible cuando
Moisés y Elías estuvieron en la transfiguración con Jesús, cada uno de ellos
venía con su vestidura espiritual. Es a través de esta vestidura que somos
sensibles para el mundo espiritual celestial o de las tinieblas; es un sensor que
nos advierte de presencia celestial o maligna, también es un decodificador del
poder que entra o que sale a nuestro cuerpo, vemos un ejemplo cuando la
mujer con flujo de sangre toco a Jesús y Él manifestó que sintió que alguien
lo tocó porque había salido poder de su vestidura.
Es sumamente delicado respecto a la vestidura que fue puesta en nosotros a
través del Cristo glorificado, debemos tener revelación e intimidad con Dios
porque dependiendo de esto, la vestidura nos protege o de lo contrario nos
expone y se manchan o ensucian con iniquidad, nos debilitan y nos volvemos
vulnerables al mundo espiritual. El apóstol Pablo conocía la importancia de
estas vestiduras y gemía por ser revestido de ellas, ya que en ellas estaba el
poder de la resurrección de cristo que absorbe lo mortal en nosotros. (2
Corintios 5:2-4)

Las ropas de la carne y alma caída son trapos inmundos y las del nuevo renacido
son trajes de gran gala, formando una armadura invencible, con justicia por la
fe que es nuestra coraza, la palabra dice revestíos de la armadura de Dios.

Somos contenedores del poder y se nos asignó esta responsabilidad, el tacto


no es solo las vestiduras sino la facultad de tocar y ver el mundo espiritual,
sentir la presencia de ángeles, del fuego del espíritu, los vientos y las aguas
del espíritu, incluso espíritus de muerte o de tinieblas lo que nos permite
reconocer las atmosferas que nos rodea o en las que nos movemos, por ello es
tan importante fortalecer nuestra comunión con el Padre para que esas
vestiduras sean forjadas en nuestro espíritu y ejercer el poder al que fuimos
llamados.

INTUICIÓN

Este se conoce comúnmente como el sexto sentido. El Padre nos dio seis
sentidos. Tres para percibir lo tangible y tres para lo intangible.

La intuición es el órgano que rodea nuestro espíritu. Son como antenas y está
activa aún si nuestro espíritu está dormido en las áreas de comunión con Dios.
Es por esto que personas inconversas puede tener premoniciones. Con ella
podemos intuir si una presencia es angelical, humana o demoníaca, Podemos
conocer los pensamientos de los demás. (Marcos 2:8).
El diablo se infiltra a través de la intuición para infundir temor y traer
profecías destructivas. Una profecía sin solución proviene de las tinieblas. Es
por esta razón que los brujos tienen más desarrollado este órgano.

Los profetas de Dios también tienen desarrollado este sentido en un alto nivel,
pero la gran diferencia es que la palabra profética trae juicio y viene acompañada
de la salida. Además, es el resultado de la comunión mas no de la intuición.

MENTE ESPIRITUAL
La mente espiritual es una de las partes más importante de nuestro espíritu
y allí están ubicadas la mayoría de nuestras lámparas; es a este lugar donde
suben los designios y tesoros escondidos de Dios a través de la revelación e
iluminación que provienen desde la Comunión.
La mente del espíritu es activada cuando nos ejercitamos en el Amor y cuando
activamos el conocimiento de Dios por la fe, el amor es el botón de encendido,
la llama que enciende el motor, son aguas de Vida y Luz que ilumina el
entendimiento y abre los ojos del espíritu.

Está conformada por:

 Órganos del conocimiento: Entendimiento, ciencia, sabiduría e inteligencia


 Imaginación
 Herencia
 Lenguaje
 Creatividad

Entendimiento: es el órgano que recibe la Luz y la Revelación desde la


Comunión, decodificándolo ara que la mente natural lo pueda expresar en forma
de conocimiento, para ello, el entendimiento se apoya de la ciencia, la sabiduría
y la inteligencia espiritual, llevándonos a conocer la verdad revelada.

En este proceso es que se debe centrar todo conocimiento ya que por ejemplo
una visión o un sueño o una palabra que sube al entendimiento deberá ser
estrictamente decodificada con toda luz y verdad para que luego pueda ser
llevada al exterior como una palabra de sabiduría, palabra de ciencia, palabra
profética o como una idea de Dios para una crear algo.

Esta área de nuestro espíritu es la más atacada por satanás buscando velar
nuestro entendimiento y no conocer los misterios de Cristo. Esa es la función
del pecado, la incredulidad y la religiosidad. Cuando la comunión es vaga la
revelación que sube al entendimiento lleva consigo un mensaje básico y
superficial como lo es la salvación y la conversión religiosa.

Imaginación: “lo que creo se proyecta en mi imaginación". Es La imaginación


un órgano anímico y espiritual, es la pantalla visual de nuestro espíritu, esta
se conecta a la comunión al entendimiento y creatividad, en el alma a la mente
y al corazón.

En la imaginación podemos ver a Dios a través del Espíritu Santo (Mateo 5:


8), si nuestro corazón no está purificado por el conocimiento de la verdad,
enviará imágenes corruptas y mentirosas a la imaginación. (Jeremías 16: 12)
pero si nuestro espíritu se sobrepone y se para en la verdad, entonces enviará
a la imaginación toda una protección victoriosa y llena de fe. La imaginación al
estar ligada al corazón y la memoria es muy poderosa, ya que ejerce una gran
influencia sobre la voluntad. Dios trabaja con lo que sabemos (Juan 3: 11)

Uno de los elementos que puede ejercer desviaciones en la imaginación es la


memoria, aquellos recuerdos de algo que nos sucedió puede enviar imágenes
perversas a nuestra imaginación y llenarnos de temor, dolor, angustia,
desanimo, incredulidad, desesperanza, etc. Por ello, es necesario rendir nuestra
voluntad a Dios porque es ella quien acciona la palanca para que hagamos algo
sin tener en cuenta lo que nos haya pasado antes o lo que imaginemos que
nos va a pasar.

La creatividad: “cuando dejamos de crear, empezamos a morir" La creatividad


es un río interminable de sabiduría, inteligencia y entendimiento. Como Dios
en su naturaleza es creador, esta es una de las partes que más se activa
cuando el espíritu ha sido despertado, pero cuando el espíritu esta adormecido
el alma toma la función creativa.

En este lugar, Dios envía sus diseños, inventos y todo lo que tiene que ver
con crear algo. Dios es quien ha ido revelándole al hombre toda ciencia,
tecnología, música y todas las Artes. Esta es nuestra esencia vital, la cual
continuamente está buscando innovar e inventar no sólo cosas también
momentos. La creatividad tiene que ser revelada por Dios y está íntimamente
ligada con la condición del corazón. Entre más libre y limpia de alma es una
persona, más torrentes de revelación para crear abundarán en su vida.

El lenguaje: esta es la clara evidencia de que el ser humano no proviene de una


explosión instantánea ni somos producto de la evolución del mono, ya que
tenemos la capacidad de expresar mediante palabras nuestros pensamientos,
sentimientos y emociones. Somos producto de un Dios intencional que nos creó
con la palabra: Dios Dijo y fue hecho… y como fuimos creados a su imagen y
semejanza poseemos esta característica de crear a través de la palabra. Incluso
Jesús es verbo hecho carne, la palabra da Vida.

Es en este lugar que fluye toda palabra que sale de nuestra boca, seamos
creyentes o no. Sin embargo, su maravilloso fluir y la forma en que se desarrolla
es lo que la hace tan especial y su única fuente de origen sólo puede ser del
espíritu.

El idioma entonces procede del espíritu, es decir, al nacer, nacemos con la


capacidad de hablar cualquier idioma, así fuimos creados por nuestro Padre.
Este don junto con lo que recibimos de la cultura y del lenguaje donde nacemos
va formando el idioma. Por esta razón es tan importante cuando le hablamos
a un bebe. De acuerdo a lo que él perciba y la forma como lo recibe así se
formará su lenguaje, puesto que su espíritu está totalmente absorbente de lo
que su entorno le ofrezca y esto lo reproduce al alma. Si acostumbramos al
bebe a un lenguaje corto, de balbuceo, o el llamado a media lengua, será más
difícil para él desarrollar un correcto lenguaje. Por otra parte, es revelador
conocer que, al nacer con los dones del lenguaje en nuestro original, podemos
volver a este estado. Si, así es, podemos aprender lenguas e idiomas en cuestión
de segundos por obra del Espíritu Santo, pero vale la pena dejar claro que no
es aprender es RECORDAR. Los idiomas no se reciben primero en la mente
sino en el espíritu. La estructura del idioma no se enseña al bebe, pero aun
así es formada por el espíritu y ocurre el milagro del idioma.

Dios en su palabra nos presenta cómo en la construcción de la torre de Babel


repartió diferentes lenguas a todos los que estaban allí para que no se
entendieran. Igualmente, en el pentecostés por la gracia del Espíritu Santo
que estaba presente fueron repartidas lenguas y desde ahí se extendieron a
toda la tierra. Hechos 2:6

Herencia: Este órgano fue diseño para recibir el ADN de Dios, pero fue corrupta
al momento de la caída de Adán. Desde ese momento en nuestro ADN se ha
contaminado con la iniquidad, que es la simiente del diablo, y se ha transferido
de generación en generación, cada vez más oscura y más corrupta

Así como en lo natural tenemos un ADN que es el que contiene la información


genética de nuestros padres y todo nuestro árbol genealógico, en nuestro
espíritu también tenemos un ADN espiritual. La tarea de nosotros al ser
nacidos de nuevo es renovar esa herencia de maldad, renunciar a ella para
recibir la herencia de Dios y su ADN. 2 Corintios 7:1

La iniquidad del espíritu llega a nuestro cuerpo a través de lo que conocemos


como sistema linfático, puesto que es allí donde corre nuestra sangre (limpia
o contaminada). Este sistema es clave para entender cómo funciona la
iniquidad, cómo nos afecta y por qué nuestro cuerpo físico refleja tanta
enfermedad y deformidad. Salmo 109:18

Incluso, si estudiaremos con más detenimiento y conectados en el espíritu,


podremos revelar la causa de enfermedades tan agresivas como el cáncer y
linfomas, así mismo, descubrir la salida y la sanidad. Para ello, se hace necesario
rasgar los velos del entendimiento y navegar en comunión total con el Espíritu
Santo. Esto es demasiado interesante y amplio, ideal para un nuevo proyecto.

CORAZÓN ESPIRITUAL
Este órgano es el centro de nuestro ser y es la principal puerta del espíritu.
Determina todo lo que somos y seremos en la tierra y en la eternidad.
Proverbios 23:7. Allí radica toda nuestra fuerza, valor, energía y también los
miedos. Nuestra salud está determinada en su mayoría, en el corazón. De
nuestro corazón mana la vida: Proverbios 4:23

Este órgano es el único que puede llevarnos a un verdadero arrepentimiento y


está conectado al alma y al órgano cardiaco del cuerpo.

Componentes

El corazón físico esta segmentado en dos partes, por una parte, ingresa la
sangre sucia y por la otra sale purificada hacia el cuerpo. Así mismo el corazón
espiritual está dividido en 2 partes, una conecta al alma y otra al espíritu:

 Ventrículo carnal: trata los asuntos del alma, de allí salen los
pensamientos del corazón que contaminan el alma y el cuerpo. Alrededor
hay una sustancia oscura llamada prepucio del corazón, esta es conciencia
cauterizada, insensibilizada, engrosada por la maldad, el pecado, la
incredulidad y las emociones destructivas. Cuando éste no es quitado, se
tapona el fluir de la vida y no podemos ver a Dios, la verdadera
circuncisión se trata de cortar ese prepucio en el corazón. Deuteronomio
2:16
 Ventrículo espiritual: recibe todo lo que viene de Dios y del espíritu, es
allí donde Dios escribe sus leyes, (Hebreos 10:6) está rodeado por la
conciencia y se conecta a la comunión mediante un conducto llamado El
Fluir de la Vida
En el corazón espiritual los fluidos que corren se llaman FE, VIDA, JUSTICIA
o INIQUIDAD

Centro de emociones: esta parte del corazón está conectado a los dos
ventrículos, de esta forma es que el corazón procesa los sentimientos y
sensaciones de cualquiera de las dos fuentes: alma y espíritu.

El corazón se convierte en un cofre que se llena con los recuerdos buenos y


malos, es como un libro donde se registra todas nuestras vivencias
caracterizadas por las emociones que producen: gozo, paz, alegría o por el
contrario, ira, dolor, decepción, etc.

Si talvez alguno recuerda la película infantil Intensamente, los pensamientos


centrales iban a un lugar específico que determinaba la personalidad de Raily y
lo que se constituía como lo más importante de su vida. Hoy podemos hacer
semejanza de ese lugar como el corazón espiritual.

Fluir de la Vida: este se asemeja a una corriente de vida, que todos tenemos,
seamos renacidos del espíritu por medio de Jesucristo o no; proviene y parte
de Dios. Y es vital para existir. Cuando estamos llenos del Espíritu de Dios,
esta corriente del fluir de la Vida es abundante y corrientoso como ríos de
Vida que correrán por todo nuestro ser. Esta conexión del espíritu con el
cuerpo es a través de una válvula que se abre y se cierra en la medida que
tenemos intimidad con Dios. Si se encuentra tapada corre solo el mínimo de
fluir necesario para existir.

A través de ella podemos ver el Reino de Dios ya que es una puerta y la llave
son: la FÉ y el AMOR.

Voluntad: es una parte del corazón también conectada a los dos ventrículos y
determina si actuamos en el espíritu o en la carne. Romanos 8:5-6 y 13-14.
Como una palanca que se activa e inclina al lado que determinemos, ya sea
para salvación o condenación. Es el órgano que está respaldado por el libre
albedrío. Solo puede ser controlada por nosotros, ni Dios ni el diablo tienen
poder sobre ella. Dios mediante su amor inconmensurable nos convence de
pecado, de justicia y de juicio para una vida eterna y el diablo sólo seduce para
imprimir dolor, aflicción y muerte.

Integrantes:
GIOVANI BELTRAN
ALCIRA CARRILLO
AURA NIETO
JOHANA ALMARIO
CLAUDIA SANCHEZ
DIANA BELLO
ROSALBA CHAPARRO
CARMEN LOZANO

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