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Sin embargo, al escudriñar en las cosas del espíritu, reconocemos unas verdades
que son importantes aclarar como base para entender los misterios de Dios:
El primer paso para ser hijos de Dios, es el arrepentimiento genuino, esto es,
cambiar de mentalidad, someter mi voluntad a la voluntad del Rey con un
corazón contrito y humillado y confesar con mi boca que el Señor es mi
Salvador, reconociendo el sacrificio de Jesús en la cruz para recibir la plenitud
de su Gloria.
Luego de esto, yo puedo acercarme como hijo a Dios y verlo a Él a cara
descubierta como mi PADRE. Ya no vivo yo, más Cristo vive en mí. Dejo de
ser huérfano, ahora soy hijo, y si hijo, HEREDERO. La puerta se abre para
entender, conocer y disfrutar de las riquezas del Plenitud en Cristo y de su
Reino.
Como se dijo que somos hechos y creados de la misma sustancia que Dios,
entonces hay que entender otro principio: Somos seres tripartitos.
Estamos compuestos de ESPIRITU, ALMA Y CUERPO.
Este escrito pretende hacer un resumen acerca de cómo está formado y como
funciona nuestro espíritu, basados en el libro de la Profeta Ana Méndez Ferrell
junto con algunas revelaciones que han sido dadas mediante el espíritu mientras
se estudiaba este maravilloso libro y está direccionado para desarrollar e
impartir a las nuevas generaciones que se están levantando en nuestra
congregación Ministerio Internacional Generación de Reino y va acompañado de
una maqueta física que intenta materializar la estructura del espíritu del
hombre para que sea un poco más didáctico su entendimiento, sin buscar
pretender encasillar su verdadera esencia y magnificencia.
Con la fe puesta en que el solo hecho de creer y conocer que existe un espíritu
en nosotros que proviene de Dios y que habita en nosotros, puede darse el
primer paso para una restauración genuina y derribar estructuras de religiosidad
que nos ha mantenido apartados, esclavizados y sumidos en la ignorancia. Sea
la Luz para cada uno de los que lean este documento.
Así como nuestro cuerpo físico ha sido diseñado perfectamente con órganos y
sistemas que lo mantienen funcionando ordenadamente de acuerdo a un diseño
original, en la misma manera hay un sistema de órganos estrecha y
perfectamente relacionados que hacen funcionar a nuestro espíritu. En muchos
de nosotros este sistema se encuentra dormido o muerto y es necesario
despertarlo. Es en el espíritu donde todo acontece, allí está el diseño perfecto
y orden natural, éste envía la información al alma, el cual es un decodificador
de esa información y la transmite o proyecta al cuerpo. El alma también está
hecha de sustancia espiritual y allí se encuentra nuestro corazón y nuestra
mente. El cuerpo es el reflejo de lo que somos en el espíritu, si tenemos un
cuerpo enfermo es porque algo en nuestro espíritu no está funcionando o hay
una versión almática dominante haciendo de las suyas. De ahí la importancia
de centrarnos en conocer nuestro espíritu, allí se encuentran las llaves de la
libertad y la solución a todos nuestros problemas. La palabra dice: Conoceréis
la verdad y la verdad os hará libres.
Nuestro cuerpo tiene un cerebro, nuestro espíritu tiene la mente del espíritu.
Esta mente está conformada por áreas conectadas entre sí entre las cuales
esta: el entendimiento, la sabiduría, la ciencia, la inteligencia, la creatividad, el
lenguaje, la herencia, la imaginación y el conocimiento de Dios. La mente del
espíritu al igual que el cerebro es la encargada de procesar lo que percibimos,
decodificarlo y enviar respuestas u órdenes al resto del sistema.
Vamos a describir de forma más ampliada cada parte, empezando por los
sentidos espirituales.
SENTIDOS ESPIRITUALES
OJOS ESPIRITUALES
En este sentido vamos a entender el proceso que lleva a cabo nuestros ojos
espirituales, partiendo del hecho que no son los globos oculares que conocemos
en nuestro cuerpo físico, sino que son ojos ubicados en el entendimiento, es
decir en la mente espiritual y su proceso es a la inversa de los naturales.
Ahora bien, en nuestros ojos espirituales hay una conexión directa con la
conciencia y el entendimiento, ya que la verdad eterna proviene de la conciencia,
es decir, la imagen que percibimos viene desde nuestro interior, como viendo
lo invisible. Dios en su palabra dice que nuestros ojos son lámparas, por tanto,
estos ojos no reciben luz sino que proyectan la luz que hay en ti. Funcionan
de adentro hacia afuera.
No se trata de que con los ojos espirituales seamos capaces de ver físicamente
a los espíritus, demonios o potestades, toda clase de entidades creadas en la
imaginación del hombre. Se trata de irradiar luz (conocimiento) a través de
ellos. El plan del maligno es distraer nuestra mirada, entretenernos y así poder
formar su fortaleza en nosotros, robar nuestra herencia, puesto que a través
de nuestros ojos podemos ver las dimensiones del Reino de Dios y sus riquezas.
OÍDOS ESPIRITUALES
Es el órgano a través del cual Dios se comunica con nosotros. Están ubicados
en la parte trasera del espíritu en el área que corresponde a la nuca y están
conectados a la comunión, conciencia y corazón.
OLFATO ESPIRITUAL
Como sabemos los espíritus inmundos hieden, pero por el lado celestial existe
aromas maravillosos que se manifiestan con la presencia de Dios, tal es el caso
de la adoración genuina que sale del espíritu produciendo fragancias que son
sumamente gratas a Dios.
Dios ama y se deleita en los aromas, tanto así, que determinó una unción
especial y un ministerio del perfumador, (Éxodo 30:25) que se encargará de
las fragancias santas. Este ministerio era docto en el impacto espiritual
contenido en los aromas y en la forma de mezclarlo conforme al Espíritu
Santo. Este nos conecta a las fragancias y frecuencias del cielo y es un
instrumento poderoso para que nuestro espíritu se sensibilice.
GUSTO ESPIRITUAL
Dios nos habla también a través de los sentidos. En cuanto al gusto ha sido
desarrollado en muy pocas personas. Este gusto espiritual va más allá de probar
un alimento y discernir contenido espiritual celestial o de tinieblas, se trata
de comer, entendido como profundizar todo lo que comemos como el arte de
masticar, nuestro alimento es la palabra y nuestro gusto espiritual se desarrolla
en la medida que tomamos esa palabra y la escudriñamos, es decir, la
masticamos hasta encontrarle sabor. Así como cuando en un servicio
extraordinario en nuestra congregación decimos que Dios nos ha dado un
banquete, no a todos les supo igual (no generó las mismas sensaciones), a
algunos fue dulce al principio y después amargo, a otros les pareció salado,
quizá a otros insípida, habrá a quienes les cayó pesado o se indigestaron e
incluso habrá quienes no fueron invitados por tanto no comieron.
En fin, son innumerables las reacciones que se pueden obtener ante el alimento
que probamos del Señor, está en nuestro gusto espiritual reconocer la calidad
de ese alimento y dejar que Ella (la palabra) cumpla con su propósito.
TACTO ESPIRITUAL
Nuestro espíritu al igual que nuestro cuerpo está cubierto de una piel espiritual
que llamaremos vestidura o habitación del espíritu, lo vemos tangible cuando
Moisés y Elías estuvieron en la transfiguración con Jesús, cada uno de ellos
venía con su vestidura espiritual. Es a través de esta vestidura que somos
sensibles para el mundo espiritual celestial o de las tinieblas; es un sensor que
nos advierte de presencia celestial o maligna, también es un decodificador del
poder que entra o que sale a nuestro cuerpo, vemos un ejemplo cuando la
mujer con flujo de sangre toco a Jesús y Él manifestó que sintió que alguien
lo tocó porque había salido poder de su vestidura.
Es sumamente delicado respecto a la vestidura que fue puesta en nosotros a
través del Cristo glorificado, debemos tener revelación e intimidad con Dios
porque dependiendo de esto, la vestidura nos protege o de lo contrario nos
expone y se manchan o ensucian con iniquidad, nos debilitan y nos volvemos
vulnerables al mundo espiritual. El apóstol Pablo conocía la importancia de
estas vestiduras y gemía por ser revestido de ellas, ya que en ellas estaba el
poder de la resurrección de cristo que absorbe lo mortal en nosotros. (2
Corintios 5:2-4)
Las ropas de la carne y alma caída son trapos inmundos y las del nuevo renacido
son trajes de gran gala, formando una armadura invencible, con justicia por la
fe que es nuestra coraza, la palabra dice revestíos de la armadura de Dios.
INTUICIÓN
Este se conoce comúnmente como el sexto sentido. El Padre nos dio seis
sentidos. Tres para percibir lo tangible y tres para lo intangible.
La intuición es el órgano que rodea nuestro espíritu. Son como antenas y está
activa aún si nuestro espíritu está dormido en las áreas de comunión con Dios.
Es por esto que personas inconversas puede tener premoniciones. Con ella
podemos intuir si una presencia es angelical, humana o demoníaca, Podemos
conocer los pensamientos de los demás. (Marcos 2:8).
El diablo se infiltra a través de la intuición para infundir temor y traer
profecías destructivas. Una profecía sin solución proviene de las tinieblas. Es
por esta razón que los brujos tienen más desarrollado este órgano.
Los profetas de Dios también tienen desarrollado este sentido en un alto nivel,
pero la gran diferencia es que la palabra profética trae juicio y viene acompañada
de la salida. Además, es el resultado de la comunión mas no de la intuición.
MENTE ESPIRITUAL
La mente espiritual es una de las partes más importante de nuestro espíritu
y allí están ubicadas la mayoría de nuestras lámparas; es a este lugar donde
suben los designios y tesoros escondidos de Dios a través de la revelación e
iluminación que provienen desde la Comunión.
La mente del espíritu es activada cuando nos ejercitamos en el Amor y cuando
activamos el conocimiento de Dios por la fe, el amor es el botón de encendido,
la llama que enciende el motor, son aguas de Vida y Luz que ilumina el
entendimiento y abre los ojos del espíritu.
En este proceso es que se debe centrar todo conocimiento ya que por ejemplo
una visión o un sueño o una palabra que sube al entendimiento deberá ser
estrictamente decodificada con toda luz y verdad para que luego pueda ser
llevada al exterior como una palabra de sabiduría, palabra de ciencia, palabra
profética o como una idea de Dios para una crear algo.
Esta área de nuestro espíritu es la más atacada por satanás buscando velar
nuestro entendimiento y no conocer los misterios de Cristo. Esa es la función
del pecado, la incredulidad y la religiosidad. Cuando la comunión es vaga la
revelación que sube al entendimiento lleva consigo un mensaje básico y
superficial como lo es la salvación y la conversión religiosa.
En este lugar, Dios envía sus diseños, inventos y todo lo que tiene que ver
con crear algo. Dios es quien ha ido revelándole al hombre toda ciencia,
tecnología, música y todas las Artes. Esta es nuestra esencia vital, la cual
continuamente está buscando innovar e inventar no sólo cosas también
momentos. La creatividad tiene que ser revelada por Dios y está íntimamente
ligada con la condición del corazón. Entre más libre y limpia de alma es una
persona, más torrentes de revelación para crear abundarán en su vida.
Es en este lugar que fluye toda palabra que sale de nuestra boca, seamos
creyentes o no. Sin embargo, su maravilloso fluir y la forma en que se desarrolla
es lo que la hace tan especial y su única fuente de origen sólo puede ser del
espíritu.
Herencia: Este órgano fue diseño para recibir el ADN de Dios, pero fue corrupta
al momento de la caída de Adán. Desde ese momento en nuestro ADN se ha
contaminado con la iniquidad, que es la simiente del diablo, y se ha transferido
de generación en generación, cada vez más oscura y más corrupta
CORAZÓN ESPIRITUAL
Este órgano es el centro de nuestro ser y es la principal puerta del espíritu.
Determina todo lo que somos y seremos en la tierra y en la eternidad.
Proverbios 23:7. Allí radica toda nuestra fuerza, valor, energía y también los
miedos. Nuestra salud está determinada en su mayoría, en el corazón. De
nuestro corazón mana la vida: Proverbios 4:23
Componentes
El corazón físico esta segmentado en dos partes, por una parte, ingresa la
sangre sucia y por la otra sale purificada hacia el cuerpo. Así mismo el corazón
espiritual está dividido en 2 partes, una conecta al alma y otra al espíritu:
Ventrículo carnal: trata los asuntos del alma, de allí salen los
pensamientos del corazón que contaminan el alma y el cuerpo. Alrededor
hay una sustancia oscura llamada prepucio del corazón, esta es conciencia
cauterizada, insensibilizada, engrosada por la maldad, el pecado, la
incredulidad y las emociones destructivas. Cuando éste no es quitado, se
tapona el fluir de la vida y no podemos ver a Dios, la verdadera
circuncisión se trata de cortar ese prepucio en el corazón. Deuteronomio
2:16
Ventrículo espiritual: recibe todo lo que viene de Dios y del espíritu, es
allí donde Dios escribe sus leyes, (Hebreos 10:6) está rodeado por la
conciencia y se conecta a la comunión mediante un conducto llamado El
Fluir de la Vida
En el corazón espiritual los fluidos que corren se llaman FE, VIDA, JUSTICIA
o INIQUIDAD
Centro de emociones: esta parte del corazón está conectado a los dos
ventrículos, de esta forma es que el corazón procesa los sentimientos y
sensaciones de cualquiera de las dos fuentes: alma y espíritu.
Fluir de la Vida: este se asemeja a una corriente de vida, que todos tenemos,
seamos renacidos del espíritu por medio de Jesucristo o no; proviene y parte
de Dios. Y es vital para existir. Cuando estamos llenos del Espíritu de Dios,
esta corriente del fluir de la Vida es abundante y corrientoso como ríos de
Vida que correrán por todo nuestro ser. Esta conexión del espíritu con el
cuerpo es a través de una válvula que se abre y se cierra en la medida que
tenemos intimidad con Dios. Si se encuentra tapada corre solo el mínimo de
fluir necesario para existir.
A través de ella podemos ver el Reino de Dios ya que es una puerta y la llave
son: la FÉ y el AMOR.
Voluntad: es una parte del corazón también conectada a los dos ventrículos y
determina si actuamos en el espíritu o en la carne. Romanos 8:5-6 y 13-14.
Como una palanca que se activa e inclina al lado que determinemos, ya sea
para salvación o condenación. Es el órgano que está respaldado por el libre
albedrío. Solo puede ser controlada por nosotros, ni Dios ni el diablo tienen
poder sobre ella. Dios mediante su amor inconmensurable nos convence de
pecado, de justicia y de juicio para una vida eterna y el diablo sólo seduce para
imprimir dolor, aflicción y muerte.
Integrantes:
GIOVANI BELTRAN
ALCIRA CARRILLO
AURA NIETO
JOHANA ALMARIO
CLAUDIA SANCHEZ
DIANA BELLO
ROSALBA CHAPARRO
CARMEN LOZANO