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TEMA 12 - EL VALIDAMIENTO DEL CONDE-DUQUE DE

OLIVARES Y LA CRISIS DE LA MONARQUÍA


(LOS PROYECTOS DE REFORMA, LAS
REVUELTAS DE CATALUÑA Y PORTUGAL)

Los Austrias del siglo XVI se habían encargado del gobierno de sus reinos,
mientras que los del siglo XVII, renunciaron a ejercer sus tareas de gobierno, que
pasaron a manos de sus validos o privados (Felipe III, Felipe IV y Carlos II).

En 1621, comenzó el reinado de Felipe IV, que nombró como valido a Gaspar
de Guzmán, conde-duque de Olivares, cuyo gobierno se caracterizó por el
autoritarismo y la centralización. Ambos trataron de mantener la hegemonía española en
el mundo, amenazada, sobre todo, por Holanda y Francia.

1- LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS (1618-1648)

A partir de 1618 Europa se vio inmersa en la Guerra de los Treinta Años (1618-
1648) por motivos religiosos (protestantes frente a católicos), políticos
(enfrentamiento por el poder y la hegemonía entre la monarquía hispánica y el Imperio
alemán) y económicos (control de las rutas comerciales con América). El conflicto tuvo
varios frentes diferenciados:

- la guerra contra el Sacro Imperio alemán: en 1618 los protestantes se


rebelaron contra la autoridad de los Habsburgo de Viena, que lograron victorias
inicialmente hasta que Francia apoyó al Imperio alemán, en contra de España y
el Imperio austríaco. La derrota española en Rocroi (1643) marcó el fin de la
supremacía militar de la Monarquía hispánica.

- la guerra contra Holanda. En 1622 finalizó la tregua de los doce años y Felipe
IV continuó la guerra contra Holanda debido al peligro que suponía para la
monarquía el poderío económico y naval holandés, ya que se había apoderado
de territorios en América e en el Índico. En un principio los éxitos fueron para
Felipe IV (rendición de Breda y recuperación de Bahía en el Brasil), pero
después los holandeses derrotaron la flota española en la batalla de Dunas e
impusieron su dominio naval.

- la guerra en el norte de Italia. La zona era fundamental para garantizar las


comunicaciones entre Madrid, Viena y los Países Bajos. El conflicto causó
muchos gastos a Felipe IV, y se dificultaba el paso de las tropas españolas a
Italia.

HISTORIA DE ESPAÑA - 2º BACHILLERATO / Prof.: MARÍA MOLINA 1


2- LA UNIÓN DE ARMAS Y LA CRISIS GENERAL DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA

En este contexto bélico, Olivares buscó incrementar el ejército y modificar la


estructura política, eliminando los privilegios forales de sus reinos, e imponiendo en
todos ellos las leyes de Castilla, las más favorables para el poder real. Elaboró un
proyecto en 1625, la Unión de Armas, que buscaba asegurar la supremacía de la
Monarquía hispánica y establecer un reparto de la carga militar y fiscal entre todos los
reinos (hasta ese momento solo recaían en Castilla). El proyecto establecía crear un
ejército permanente de 140.000 hombres, repartidos entre los reinos de acuerdo con su
población y riqueza, pero el proyecto no se pudo llevar a la práctica por la oposición de
las Cortes de la Corona de Aragón.

A partir de 1635 aumentaron las necesidades de hombres para el ejército y dinero


para hacer frente a la entrada de Francia en la Guerra de los Treinta Años y Olivares
trató de aumentar la contribución de los reinos, pero este hecho incrementó el malestar y
originó fuertes protestas:

- la sublevación de Cataluña. En 1639 entraron en Cataluña las tropas reales


para combatir a las tropas francesas que habían invadido el Rosellón. La
presencia de los ejércitos castellanos ocasionó tumultos que culminaron con la
sublevación de los segadores y muerte del virrey, el conde de Santa Coloma, en
Barcelona. Este acontecimiento se conoce como Corpus de Sangre (1640).
Tumultos similares se produjeron por toda Cataluña. Olivares envió un ejército
para reprimir los tumultos y aprovechó la ocasión para modificar los privilegios
forales. La Generalitat catalana convocó Cortes y asumió el gobierno de
Cataluña, solicitando ayuda de Francia y proclamando a Luis XIII, conde de
Barcelona. Pero el temor al dominio francés y las promesas de Felipe IV de
respetar sus foros, reconvirtieron la situación y en 1652 las tropas reales
entraron en Barcelona y Felipe IV ratificó los privilegios forales catalanes.

- la independencia de Portugal. El descontento portugués fue aumentando por


la política de castellanización de Olivares, la obligada participación de soldados
portugueses en el conflicto de Cataluña, y por la pérdida de parte de sus
colonias por los ataques holandeses. Aprovechando la escasez de tropas reales,
una conspiración nobiliaria se hizo con el poder y proclamó rey de Portugal al
duque de Braganza en 1640. Los intentos de recuperar Portugal fracasaron y
España reconoció la independencia portuguesa en 1668.

Otras alteraciones fueron los intentos, por parte de nobles locales, de crear reinos
independientes en Andalucía, Aragón y Navarra. También en Sicilia y Nápoles hubo
sublevaciones por el hambre provocado por las malas cosechas y por la recaudación de
nuevos impuestos, pero fracasaron y se restableció el dominio español.

A mediados del siglo XVII, se produce la crisis general de la monarquía


hispánica debido a la suma de problemas políticos, económicos, derrotas militares y
crisis demográfica.

HISTORIA DE ESPAÑA - 2º BACHILLERATO / Prof.: MARÍA MOLINA 2

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