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NÚCLEO TEMÁTICO: EL ANTIGUO RÉGIMEN Y SUS CRISIS (1700-1833)

1. LA GUERRA DE SUCESIÓN: LOS BORBONES


En 1700, Carlos II muere sin descendencia. En su testamento designaba como sucesor a
Felipe d’Anjou (primer borbón español), nieto de Luis XV de Francia. Fue proclamado rey
Felipe V en 1701. El nombramiento del nuevo rey, provocó un conflicto internacional
entre las diferentes potencias europeas, en el que salieron dos candidaturas. Gran
Bretaña, Holanda y Portugal apoyaron el candidato, el Archiduque de Carlos de
Habsburgo, hijo del emperador de Austria. Querían impedir el aumento de poder que
suponía para Francia colocar a su candidato al frente de la monarquía española.
Comenzaba, de esta manera, la Guerra de Sucesión, que se prolongará hasta 1715.

En septiembre de 1701 se firmó el Tratado de La Haya, que dio nacimiento a la segunda


Gran Alianza, formada por el Sacro Imperio, Inglaterra, Holanda, Prusia y la mayoría de
los Estados alemanes, para hacer frente a Luis XIV de Francia y a Felipe V de España. El
reino de Portugal y el Ducado de Saboya se unieron a la Gran Alianza en mayo de 1703.

Sin embargo, en Cataluña, los sectores partidarios del candidato austriaco firmaron el
llamado Pacto de Génova (1705) dando apoyo a la causa austriaca . La rebelión se
extendió, y en agosto una gran flota comandada por Carlos de Austria desembarcó en
Barcelona.

En 1707 un ejército angloluso-holandés se enfrentó a las tropas de Felipe V en la batalla de


Almansa. La victoria borbónica fue incontestable, los austriacos se retiraron y Felipe V
avanzó y recuperó Aragón Valencia y parte de Cataluña, aunque los enfrentamientos
continuaron hasta 1710.

También en España hubo división: Castilla, excepto la alta nobleza, apoyó a Felipe. En
Cataluña y Valencia, temerosos de la política centralista de los franceses, apoyaron al
archiduque. Lo que había comenzado como guerra internacional, se convirtió en guerra
civil.

LA PAZ DE UTRECHT. EL FIN DE LA GUERRA


En 1711, murió José I, emperador de Austria, y le sucedió su hijo Carlos. En esta nueva
situación, Gran Bretaña y Holanda reconocieron a Felipe como rey de España. La paz
entre los contendientes se firmó en los tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714). A
cambio, en el Tratado de Utrecht, Austria recibía el Milanesado, Flandes, Nápoles y
Cerdeña; Gran Bretaña, Menorca y Gibraltar.

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En 1713 cuando se firmó el Tratado de Utrecht, únicamente resisten Barcelona, algunas
otras ciudades de Cataluña y las Baleares. Abandonados por el archiduque Carlos, las
Cortes catalanas, reunidas en Barcelona, decidieron luchar contra los ejércitos
borbónicos. que sitiaron durante meses la ciudad. El 11 de septiembre de 1714, las tropas
de Felipe V tomaron Barcelona, y en 1715 ocuparon Mallorca.

2. EL MODELO ABSOLUTISTA DE LOS BORBONES


La forma del estado durante el Antiguo Régimen es la Monarquía Absoluta o Absolutismo.
El rey, que tiene su poder por “derecho divino”, concentra en sus manos todos los poderes
(legislativo, ejecutivo y judicial), manda sobre el ejército y decide en todas las
instituciones del estado. Los Borbones impusieron el modelo de absolutismo monárquico
implantado en Francia en el siglo XVII con Luis XV.

LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA


Los Borbones asumieron la tarea de unificar y reorganizar, bajo los principios del
centralismo absolutista los diferentes reinos peninsulares. Ello significó la pérdida de la
soberanía, esencialmente. de los territorios de la Corona de Aragón que pasó a ser
integrada en un modelo uniformador y centralista

Felipe V, mediante los decretos llamados de Nueva Planta (Valencia y Aragón,1707;


Mallorca, 1715; y Cataluña, 1716), abolió las instituciones políticas y las leyes propias de
los territorios de la Corona de Aragón e impuso las leyes y la organización
político-administrativa de Castilla, así como la excepción de Navarra y el País Vasco todo
el territorio constituye una única estructura de carácter

La Nueva Planta abolió las Cortes de los diferentes reinos de la Corona de Aragón
integrandolas en las de Castilla, que de hecho se convirtieron en las Cortes de España
Consideradas incompatibles con la autoridad del monarca, las Cortes solo se reunían a
petición del rey y para jurar al heredero

Igualmente, el Consejo de Aragón fue abolido y el Consejo de Castilla se constituyó


como el órgano esencial de gobierno del país que ejerce funciones consultivas, tenía
facultades legislativas y judiciales y actuaba como Tribunal Supremo de Justicia.

ORGANIZACIÓN CENTRALIZADA Y UNIFORME DEL TERRITORIO.


Por encima de cualquier institución, se situaba el poder del monarca que intervenía y
desidia en todos los asuntos del Estado. Su labor era auxiliada por las Secretarías,
parecidas a los actuales ministerios. Los secretarios eran nombrados y destituidos por el
rey, de él dependen y a él rendían cuentas.

También se procedió a una nueva y uniforme organización de todo el territorio. Así, se


eliminaron los virreinatos y se crearon demarcaciones provinciales. Al frente de cada
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una nombran a un capitán general con atribuciones militares y administrativas, que
ejercía como gobernador. Se implantaron también reales audiencias, presididas por los
capitanes generales, que tenían competencias judiciales. Por último, se extendió a todo el
territorio la institución de los corregidores para el control de las principales ciudades

La aportación más novedosa del nuevo modelo administrativo fueron los intendentes,
funcionarios que dependían directamente del rey, gozaban de amplios poderes y tenían
como misión la recaudación de impuestos y la dinamización económica del país,etc.

LA REORGANIZACIÓN DE LA HACIENDA
La preocupación por los problemas económicos llevó a reorganizar la Hacienda. Se
intentó un mayor control de los gastos y se redujeron las partidas para guerras
exteriores.

Aprovechando el derecho de conquista, intentaron esa experiencia en los territorios de la


Corona de Aragón. Así, se implantó el equivalente en Valencia, la única contribución en
Aragón, la talla en Mallorca o el catastro en Cataluña. Se trataba en todos los casos de
establecer una cuota fija, que se reparte proporcionalmente entre los habitantes según
su riqueza. El nuevo impuesto, sobre todo el catastro en Cataluña, fue un éxito porque se
recaudaba más y era menos gravoso para el conjunto de la población. En los años
siguientes se intentó extender a toda España (Catastro de Ensenada, 1749-1753), pero la
resistencia de los privilegiados impidió su aplicación.

POLÍTICA EXTERIOR
La política exterior iniciada por Felipe V se prolongó durante todo el siglo XVIII y se
organizó en torno a dos elementos:
● La conservación del imperio americano, lo que exigía estrechar relaciones con
Francia para reducir la amenaza de G. Bretaña.
● Reforzar la alianza con Francia. La pertenencia a la misma familia de los reyes
francés y español permitió sucesivas alianzas, conocidas como pactos de familia.

Los Pactos De Familia


Primer Pacto. Firmado por Felipe V de España y Luis XV de Francia el 7 de noviembre de
1733, con la intención de Felipe V de recuperar las antiguas posesiones españolas en
Italia, y de Luís XV para apoyar a su suegro el rey de Polonia. El primero consiguió
recuperar Nápoles y Sicilia y nombrar rey a su hijo Carlos, pero Luis XV no pudo restaurar
en el trono a Estanislao de Polonia.

Segundo Pacto. Firmado el 25 de octubre de 1743 por los mismos monarcas de Inglaterra.
Al subir al trono Fernando VI en España se proclamó neutral y, a cambio, recibió las
posesiones italianas de Milán y Parma.

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Tercer Pacto. Firmado el 15 de agosto de 1761 entre Luis XVI de Francia y Carlos III de
España para hacer frente a Inglaterra.

3. LA ILUSTRACIÓN Y EL DESPOTISMO ILUSTRADO.


En la primera generación de ilustrados destacaron dos clérigos, fray Benito Jerónimo
Feijoo y el padre Enrique Flórez, quienes iniciaron el análisis crítico del pensamiento y la
sociedad, tradicionales e inmovilistas, en sus obras.

En la segunda mitad del siglo XVIII se produce la eclosión de los grandes nombres de la
Ilustración española: Campomanes, Floridablanca, Olavide, Cabarrús, Aranda o
Jovellanos. Casi todos ellos participaron en política durante el reinado de Carlos III, con
proyectos de reforma y modernización del país.

Los ilustrados españoles se preocuparon por la mejora del sistema educativo y las ciencias
útiles, la crítica de la sociedad estamental y la reforma, y la modernización de la
economía.

CARLOS III, DESPOTISMO ILUSTRADO


Carlos III, llevó a cabo algunas reformas importantes. Durante sus casi treinta años de
reinado, dejó el gobierno en manos de una serie de ministros ilustrados (Esquilache,
Campomanes, el conde de Aranda o el conde de Floridablanca), que pusieron en marcha
algunas medidas tendentes a solucionar los problemas más graves de España. Esta
combinación de monarquía absoluta más política reformista se conoce con el nombre de
despotismo ilustrado.

El conflicto más importante fue el llamado motín de Esquilache (1766). Durante los
primeros años del reinado de Carlos III, la política de reformas fue llevada a cabo por
ministros extranjeros, lo que provocó el rechazo tanto de los grupos privilegiados como
del pueblo, que argumentaban que los cambios eran contrarios a la tradición española.

En marzo de 1766, estalló una revuelta popular. El motivo básico era la subida de
impuestos y del precio del pan, pero se utilizó como excusa el decreto que prohibía las
capas largas y los sombreros gachos o inclinados (prendas que ocultan rostros, armas y
artículos de contrabando).

La gente asaltó las casas del Marqués de Esquilache y del ministro Grimaldi. Levantaron
los adoquines de las calles y destrozaron los faroles. En Madrid, el motín acabó cuando el
rey prometió echar a los ministros extranjeros y bajar el precio del pan. Pero las protestas
se extendieron a continuación por numerosas ciudades, siendo especialmente violentas
en Zaragoza y Guipúzcoa. Carlos IV llega al poder en 1788, un año antes del estallido de la
Revolución Francesa.
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Entre las reformas más importantes de la época de Carlos III, podemos citar las
siguientes:
● Agricultura: Limitar los privilegios de la Mesta, colonizar nuevas tierras e impulsar
proyectos de reforma agraria para aumentar el número de propietarios y
arrendatarios.
● Comercio: mejorar los transportes y liberalizar los mercados, tanto en el interior
como en el exterior.
● Manufacturas: liberación parcial de los procesos de fabricación (como ejemplo,
abandono de la gestión directa de las Reales Fábricas); establecimiento de
aranceles para defender la producción nacional.
● Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, que se dedicaron al
estudio de la situación de cada provincia y al fomento de las actividades agrícolas,
comerciales, industriales y culturales.
● La defensa del poder del Estado frente a la Iglesia (regalismo). Carlos III reclamó
el derecho a nombrar los cargos eclesiásticos, a controlar la Inquisición y fundar
monasterios. En 1767, se dio a entender la expulsión de los jesuitas.
● La reforma de la educación.
● Declaración de que todas las profesiones son honestas en 1783.

4. LA SOCIEDAD ESTAMENTAL
Durante la Edad Media (siglos V-XV) se fue constituyendo una sociedad dividida en grupos
cerrados que reciben el nombre de estamentos, órdenes o estados.
Existían tres estamentos:

EL CLERO: Abades y monjes de los conventos, obispos, sacerdotes, etc. Poseía enormes
cantidades de tierra. No sólo no pagaban impuestos, sino que los cobraban a los
campesinos ( el diezmo, que constituía el cobro de pagar el 10% de cada cosecha a los
campesinos). Dentro del clero, hay que distinguir entre el alto clero, formado
generalmente por hijos de familias nobles, y el bajo clero, curas de barrios o aldeas que
vivían muy humildemente.

LA NOBLEZA: Formada por las personas con título nobiliario (condes, duques, marqueses,
barones, etc.). Se pertenecía a ella por nacimiento o nombramiento real. Tenía amplias
posesiones territoriales y derechos jurisdiccionales sobre sus territorios.

TERCER ESTADO: constituido por campesinos, burgueses y clases populares de las


ciudades. Eran iguales en su situación jurídica pero no en la económica. Los campesinos,
privados de tierras y machacados por los impuestos, estaban en su mayoría en las puertas
de la mera supervivencia.

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El clero y la nobleza constituían los llamados estamentos privilegiados, pues a sus
riquezas territoriales unían el derecho a no pagar impuestos y a ocupar la mayor parte de
los puestos públicos.

5. LA OCUPACIÓN NAPOLEÓNICA
El rey Carlos IV subió al trono en 1788, pero se vio desbordado por las consecuencias
derivadas de la expansión en España de los ideales de la Revolución Francesa de 1789.

El rey suprimió la influencia ilustrada y nombró a Manuel Godoy, secretario del Estado
(1792) y cerró la frontera para evitar todo tipo de influencia.
La ejecución de Luis XVI en 1793 llevó a España a unirse a una coalición militar contra los
franceses, sin embargo, la derrota de las tropas españolas, el desastre económico y la
posterior Paz de Basilea en 1795 subordinó a España a los intereses franceses.
La subida de poder de Napoleón creó cambios en las políticas exteriores, donde España se
alió con Francia para la guerra contra Gran Bretaña, que finalizó con la guerra de la flota
franco-española en Trafalgar con el Tratado de San Ildefonso (1796-1805).

Más tarde Manuel Godoy firmó el tratado de Fontainebleau (1807) por el cual autorizaba
el paso a los franceses para atacar a Portugal que estaba aliado con Inglaterra, este
movimiento supuso la invasión napoleónica y la posterior guerra de independencia.

La entrada de las tropas francesas en 1808, ocupando plazas, más allá de lo fijado en el
tratado. Al principio, aceptaron su presencia hasta que se volvió amenazante, la familia
real huyó a Aranjuez cuando estos llegaron a Madrid. Se produjo el motín de Aranjuez (8
de marzo de 1808) impulsado por nobles y eclesiásticos y protagonizado por soldados y
sectores públicos, que exigen la destitución de Godoy y la renuncia de Carlos IV.

Se proclamó rey Fernando VII, pero se dificulto cuando pidió ayuda a Napoleón para
recuperar el trono. Este decidió convocar a los monarcas en Bayona y ocupar a España, de
forma que ambos reyes aceptaron abdicar de la Corona. Napoleon nombró rey a su
hermano Jose y convocó Cortes en Bayona, con la finalidad de aprobar una Constitución
(Estatuto de Bayona), en el que abolió los privilegios de igualdad de los españoles,
impuestos y el acceso a los cargos públicos.

Debido al Rumor, que Napoleon había secuestrado a los reyes en Bayano, provocó
motines. Uno de ellos fue el levantamiento de Madrid (2 mayo de 1808) por el general
Murat fueron el detonante que generalizó la revuelta, impulsado por las clases populares y
notables locales

Las juntas locales crearon una Junta Suprema Central (septiembre de 1808) que reconocía
al rey Fernando VII y asumió la autoridad hasta su retorno.

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LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
En 1808, Napoleon entró en España y empezó ocupando Aragón, Cataluña y Madrid. En
enero de 1809 regresó a Madrid, Jose l. El dominio francés llegó a su máximo nivel cuando
las tropas napoleónicas dominaron Valencia en 1812. Frente a ello, la debilitación tras la
invasión de Rusia, que facilitó el contraataque de las tropas británicas y españolas,
comandadas por el general Wellington en Arapiles(1312).

Este avance obligó a huir a Jooel y permitió recuperar Madrid (1813). Napoleon optó por
firmar el Tratado de Valencay por el que retiraba sus tropas y restablece la monarquía de
Fernando VII, que cruzó la frontera de los Pirineos en marzo de 1814.

6. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.


La Junta Suprema Central organiza una convocatoria de Cortes. Esto se convoca en Cádiz,
debido a que era la única ciudad resistió el asedio francés con la ayuda de Gran Bretona.
Se reunieron 300 diputados, acordando unas Cortes unicamerales y se inauguraron en
septiembre de 1810.

LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Aprobaron una serie de leyes y decretos, el cual la primera Constitución está basada en
nuevo sistema liberal y acabar con el Antiguo Régimen. Se promulgó el 19 de marzo de
1812.

- Se establecieron los derechos de ciudadano (de petición, de educación y de


propiedad)
- Las libertades civiles y la igualdad jurídica y fiscal a través del reparto
proporcional de los impuestos.
- Se establecía el sufragio universal masculino y se garantiza la seguridad
individual, los derechos penales y la abolición de la tortura.

La estructura del Estado corresponde a una monarquía limitada, basada en la división de


poderes. El poder legislativo recae en las Cortes, encargados de elaborar leyes, aprobar
los presupuestos, etc.
El poder ejecutivo recae en el monarca, encargado de dirigir el gobierno e intervenir en
la elaboración de leyes.
El poder judicial recae en los Tribunales, estableciendo los principios básicos de un
Estado
Al igual que, reconocerá la confesionalidad del Estado, establecerá la enseñanza
primaria obligatoria y creación del ejército nacional con un servicio militar obligatorio.

Las Cortes de Cádiz aprobaron eliminar el Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como
un régimen liberal. Se abolió el régimen señorial, el cual toda la población deja de estar

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sometida a la jurisdicción señorial a pasar a defender de la autoridad pública y de la
legislación del Estado.
Las tierras se mantuvieron en manos de los señores que se transformaron en propietarios,
pero perdieron antiguas prerrogativas judiciales y administrativas.

7. LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO (1814-1820)


En 1814, Fernando VII regresó a España. Procedió al restablecimiento del Antiguo
Régimen, considerando las peticiones de los absolutistas formuladas en el Manifiesto de
los Persas. Declaró nula la constitución y los decretos de Cádiz, e inició la persecución de
los liberales y afrancesados, detenidos y ejecutados o huyendo al exilio.

Entre el campesinado se mantuvo pagar determinadas rentas señoriales y los diezmos.


Los sectores adinerados reclamaban que se respetase la propiedad de nuevas
adquisiciones.Se desarrollaron nuevas formas de producción al margen de la
reglamentación gremial. En general, se pudo ver un malestar percebe en las ciudades.

Todo ello favoreció la reivindicación liberal y constitucional y estimulaba los


pronunciamientos militares para acceder al poder. Desde 1814 se hicieron diversos
pronunciamientos encabezados por mandos liberales, que fracasaron, y la monarquía
respondió con una fuerte represión.

8. EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823)


El 1 de enero de 1820 triunfó un pronunciamiento en favor de la Constitución. Lo
encabezó el coronel Rafael de Riego, en el que obligó al rey a aceptar la constitución de
1812. Se formó un nuevo gobierno que proclamó una amnistía, y permitió el regreso de
liberales y afrancesados.
El principio objetivo del Trienio, fue consolidar la abolición del Antiguo Régimen, iniciado
por las Cortes de Cádiz y frenado tras el regreso de Fernando VII. Para ello se tomaron las
siguientes medidas:

● Supresión de los señores jurisdiccionales, mayorazgos y vinculaciones


● Aprobación de una reforma eclesiástica, que suprimió los conventos y secularizó a
los frailes.
● Limitar el poder de la iglesia
● Conseguir recursos para la Hacienda Pública y potenciar la producción agrícola
● Reforma del sistema fiscal y disminución del diezmo que cobraba a la iglesia.
● Eliminación de los gremios, que favorecen la aprobación de libertad de industria y
de circulación de mercancías.

Para mantener el orden público y defender el régimen constitucional, se instauró la


Milicia Nacional, un grupo de ciudadanos armados, formados por clases medias urbanas.

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Se organizó una nueva división de territorios en provincias y se organizaron los nuevos
ayuntamientos y diputaciones. So promulgó un primer Código Penal (4822), reforma del
ejército (1821) y se impuso la educación en tres grados (primario, secundario y
universitario)

Por otra parte, se vió una oposición de la monarquía y de las absolutistas hacia las
reformas Fernando paralizó las leyes de la Constitución, que derivó a un un descontento
de los monarquías que se vió en protestas y levantamientos. La nobleza tradicional y la
iglesia perjudicadas por las reformas llevadas a cabo, se estimularon en la revuelta contra
los gobernantes del Triento.

Las tensiones se produjeron entre los liberales, que se dividieron en dos tendencias:
● Moderados: gobernaron hasta 1822. Reformas más favorables a las élites sociales,
que no provocarán conflictos con el rey y a favor de la negociación política con las
realistas.
● Exaltados: organizados en sociedades patrióticas, defensa inapelable de las
libertades, desarrollo de la Constitución y la necesidad de reformas radicales.
Partidarios de acabar sin contemplación con los realistas, que son derrotados en
1822.

LIQUIDACIÓN DEL TRIENIO


El triunfo del liberalismo en España contagió a otras potencias, y alarmó a estas,
formando la Santa Alianza con el objetivo de intervenir militarmente ante cualquier
amenaza liberal. Las demandas de ayuda de Fernando VII dieron lugar a la formación de
un ejército Francés, los Cien Mil Hijos de San Luis, bajo el mando del duque de Angulema
atravesaron los Pirineos en 1823.

Fernando Vil recupera su condición de monarca absoluto (octubre de 1823), en el que


inició la persecución de los liberales e implantó un régimen de terror.

8. DÉCADA OMINOSA (1822-1823)


El regreso al absolutismo fue una represión de la imposición y el retorno al inmovilismo
político. Ante la gravedad de esto, algunos ministros proponen la necesidad de una
amnistía para superar la situación de violencia, una reforma de la Hacienda y una
Administración capaz de garantizar el funcionamiento de la monarquía.
Fernando vil se casó con su sobrina Mª Cristina de Borbón (1824), y en 1830 tuvo una hija,
Isabel. Para nombrarla sucesora, el rey promulgó la Pragmática Sanción, norma que
autorizaba la sucesión femenina al trono, prohibido hasta entonces por la Ley Sálica. Los
conservadores sostuvieron que el trono debía recaer en Carlos Maria Istaro, hermano del
rey y defensor del absolutismo. En 1833, muere Fernando VII.

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NÚCLEO TEMÁTICO: LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

1. LA PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833 - 1840)


En 1833, tras la muerte de Fernando VII, los partidarios de Carlos Maria Isidro iniciaron
una insurrección armada ante la actitud del gobierno de la reina regente. El
levantamiento es el inicio de la guerra entre los partidarios de Carlos, defensores del
absolutismo y los defensores de la legalidad del trono de Isabel II.

Los carlistas se agrupaban bajo el lema Dios, Patria y Rey, considerando a la Iglesia como
la institución verdadera del orden social. Se oponen ferozmente a la centralización
política y al liberalismo. Apoyados por miembros del clero y parte de la pequeña nobleza
agraria.

Los isabelinos contaron con el apoyo de una parte de la nobleza y de los funcionarios, así
como el sector de eclesiásticos. Pero, aun así, la regente se vio obligada a buscar la
adhesión de los liberales. Para comprometer a la burguesía, la regenta tuvo que acceder a
las demandas de los liberales que exigían el fin del absolutismo.

EL DESARROLLO DE LA GUERRA.
La guerra carlista tomó fuerza en la zona norte, donde tuvieron una mayor influencia.
Don Carlos se instaló en Navarra, organizó un pequeño Estado y formó un ejército.
Un segundo foco carlista se creó en Cataluña, donde las paredes hostigaban las
poblaciones liberales y se extendían por las zonas montañosas, bajo el liderazgo de
Ramón Cabrera.

2. EL PROCESO DE REVOLUCIÓN LIBERAL (1833-1843)


La reacción de la regente reina ante la insurrección carlista fue tibia, y el gobierno de
Francisco Cea Bermudez, un absolutista moderado, intentó buscar un acuerdo. Las
tímidas reformas que propuso el gobierno fueron del todo insuficientes para atraer a los
liberales.

La monarquía isabelina necesitaba más apoyos, por lo que la regente nombró un nuevo
gobierno, encabezado por el moderado Martinez de la Rosa, que propuso la
promulgación del Estatuto Real (1834). Se trataba de una carta otorgada para formar
unas Cortes estamentales,con un carácter consultivo.

Durante el año de 1835, se produjeron protestas y motines que derivaron en asaltos y


quemas de conventos, y se crearon juntas que demandaban el restablecimiento de la
Constitución de 1812. Para conseguir el apoyo a los liberales y restablecer el orden
público, la regenta nombró un nuevo gobierno encabezado por un liberal progresista,
Juan Alvarez Mendizabal.

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Los principios objetivos de Mendizábal eran derrotar al carlismo y transformar el Estado
en un sentido liberal y convocó elecciones a Cortes para reformar el Estatuto Real. Otras
de sus reformas agrarias como la desamortización de tierras eclesiásticas.

Esto ahondó la división en el liberalismo, entre moderados y progresistas. Mª Cristina


atendiendo a las quejas, destituyó a Mendizabal y dió el gobierno a los moderados. Esto
alarmó a los progresistas, que en 1836 iniciaron un movimiento revolucionario en favor de
la constitución de 1812. Destacó el Motín de Sargentos en La Granja que obligó a la regenta
a aceptar la Constitución de 1812. Esto formó un gobierno nuevo encabezado por el
progresista Calatrava con Mendizábal como ministro de Hacienda.

LA CONSTITUCIÓN DE 1837.
El nuevo gobierno convocó elecciones a Cortes, que dieron una mayoría progresista, con
el objetivo de que la Constitución fuese aceptada por las opciones liberales.

La Constitución de 1837 reconocía:


- El principio de soberanía nacional
- Una amplia declaración de derechos y libertades de los ciudadanos
- La división de poderes, la confesionalidad católica del Estado
- El financiamiento de la Iglesia Católica.

Se introdujeron elementos más conservadores.También se especificó que las colonias


serán gobernadas por leyes de excepción, con la expulsión de los diputados americanos.

Otras leyes jurídico-constitucionales, como la Ley de Imprenta (1837), y la Ley Electoral


(1837), que fijó un sufragio restringido a los mayores de 25 años con un pago de renta de
contribuciones.

La reforma agraria liberal con la abolición de los señoríos, la desvinculación de


mayorazgos y la desamortización de bienes del clero regular (1836) y secular (1837).

LA VUELTA DE LOS MODERADOS (1837-1840)


Se convocaron nuevas elecciones en octubre de 1837, que ganaron los moderados. Por lo
que, se asentaron algunos de los principios básicos del régimen liberal moderado en la
Constitución.

Por otro lado, se acentuó la centralización política con la Ley de Ayuntamiento (1840), que
otorgaba a la Corona el poder de nombrar a los alcaldes de los capitales y reforzaba el
control gubernativo sobre las instituciones municipales.

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El enfrentamiento se resolvió a favor de los progresistas, que tuvieron como líder, el
general Espartero. La reina, obligada a renunciar a la regencia, marchó al exilio (1840).

EL FINAL DE LA GUERRA CARLISTA.


El general Maroto acordó la firma del Convenio de Vergara (1839) con el general liberal
Espartero. Este acuerdo establecía el mantenimiento de los fueros en las provincias
vascas y Navarra.

3. LA REGENCIA DE ESPARTERO (1840-1843)


Espartero es nombrado regente, donde inicia su regencia con un impulso de libertades.
Pero, pronto deriva al autoritarismo, que la hace incapaz de cooperar con otros
colaboradores.

Una de sus actuaciones fue la aprobación del arancel librecambista (1842), que abría al
mercado español a los tejidos de algodón ingleses. Esto alarmó a la industria textil
catalana, que derivó en un levantamiento en Barcelona.

En 1843, un nuevo levantamiento por parte de los moderados, forzó el cese de Espartero y
su marcha al exilio, a la vez que, llevó el poder a los moderados a finales de 1843. Debido a
la inconveniencia de nombrar nueva regencia, las Cortes adelantaron la edad de Isabel y
la proclamaron reina a los trece años.

4. LOS PRIMEROS PARTIDOS POLÍTICOS.


La instauración del liberalismo creó la formación de partidos políticos, siendo la forma de
proveer representantes a esas instituciones y organizar las diferentes opciones políticas.
Los primeros partidos políticos tienen poco arraigo social, el derecho a votar estaba muy
restringido y no había tradición parlamentaria.

Las grandes opciones del liberalismo fueron la moderados y los progresistas, donde en
medio de ambos surgió la Unión Liberal. Se configuraron opciones más radicales, como el
Partido Demócrata (1849) y el Partido Republicano.

MODERADOS PROGRESISTAS

SUFRAGIO Censitario, restringido a Censitario, restringido a la


propietarios y mayores mediana y pequeña burguesia
contribuyentes

SOBERANÍA Compartida, amplios poderes al Nacional, la corona no interviene


rey en política, poder ejecutivo a las
Cortes

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DERECHO Limitación Defensa
(INDIVIDUAL/COLECTIVO)

INFLUENCIA IGLESIA Defensa: confesionalidad Estado Limitación

MILICIA NACIONAL Supresión: Guardia Civil Defensa: Ciudadanos Armados

APOYOS Clases altas Clases medias urbanas

LÍDERES Narvaez, Gónzalez, Bravo,Murillo Mendizabal, Espartero, Madoz y


Prim

PERIODOS GOBIERNO 1833-1835 / 1837-1840 / 1843-1853 / 1835/1836-1837/1840-1843/1854-1


1856-1868 856

LÍDERES BASE SOCIAL BASE


IDEOLÓGICA

MODERADOS Narvaéz, Gónzalez, Clases altas Conservadora


Bravo,Murillo

PROGRESISTAS Mendizabal, Espartero, Clases medias y urbanas Progresista


Madoz y Prim

DEMÓCRATAS Zorilla Clases medias y bajas Revolucionaria

REPUBLICANOS Castelar, Pi Margall, Clases medias y bajas Revolucionaria


Salmerón

5. LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)


En las elecciones de 1844, los moderados ganan y el general Narváez forma nuevo
gobierno, con el objetivo de clausurar la etapa revolucionaria e implantar un nuevo
régimen. Crear un sistema liberal moderado que garantizase la oligarquía.

La elaboración de la Constitución de 1845, donde se asentaron los principios de los


moderados. Un decreto de 1845 reguló la libertad de imprenta, que pasó a control
gubernativo.

La ley Electoral de 1846 estableció un sufragio censitario restringido al 1% de la


población, teniendo sólo derecho a votar las personalidades y contribuyentes.

DESARROLLO DEL ESTADO LIBERAL MODERADO.


Para mejorar las relaciones del Estado con la Iglesia, se firmó un concordato con la Santa
Sede (1851), en el que el Papado reconocía a Isabel II. El Estado se comprometía al
sostenimiento de la Iglesia y se conocía el catolicismo como religión oficial.

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Para aumentar los ingresos y modernizar la Hacienda, se llevó a cabo la Ley
Mon-Santillán (1845) que establecía la contribución directa sobre la propiedad y creaba el
impuesto sobre consumo. Se aprobaron el Código Penal (1848) y el Código Civil (1850). Se
estableció un sistema nacional de instrucción pública, que regulaba los niveles de
enseñanza.

Para el mantenimiento del orden público, se creó la Guardia Civil (1844) como principal
fuerza política armada, y se impuso el servicio militar obligatorio.

LA CRISIS DEL MODERANTISMO


Los gobiernos moderados no consiguieron la inestabilidad política. Donde los carlistas
dieron un nuevo enfrentamiento en Cataluña, la Guerra del Matiners (1846-1849) en apoyo
de la candidatura del trono del segundo pretendiente carlista, el Conde de Montemolín,
hijo mayor de Carlos Maria Isidro.

Por otra parte, las divisiones internas del moderantismo y la lucha entre tendencias
llevaron a la inestabilidad de los gobiernos.

6. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)


La inestabilidad del régimen moderado creó el levantamiento de progresistas, demócratas
y republicanos. Se inició en Vicálvaro con el pronunciamiento del general O’Donell (1854).
La incorporación de los progresistas tras la publicación del Manifiesto de Manzanares,
desencadenó la revuelta popular en las ciudades.

Isabel II se vio obligada a aceptar el restablecimiento de la Milicia Nacional, el gobierno


presidido por O'Donnell y Espartero, y la convocatoria de Cortes constituyentes con la ley
electoral de 1837. La alianza entre los progresistas y moderados dio lugar a la formación
de la Unión Liberal.

Hubo importantes reformas como la aprobación de una nueva ley de Desamortización


Civil y eclesiástica (1855), obra de Pascual Madoz. Con su venta se consiguieron recursos
para la Hacienda y se desarrolló la agricultura al mercado. También se aprobó la ley
General de Ferrocarriles (1855) que regula e incentiva la construcción de líneas
ferroviarias.

El nuevo gobierno tuvó que afrontar graves problemas sociales como la crisis de
subsistencia, que acentuó el malestar social. El descontento social provocó una
conflictividad obrera. Aunque el gobierno adoptó medidas conciliadoras, se provocaron
huelgas obras entre los años 1854 y 1855.

Ante la conflictividad social de 1856, se promovieron medidas represivas provocando el


enfrentamiento con el gobierno de Espartero. La intervención de la reina en favor de

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O’Donnell, ratificó el cambio y se proclamó el estado de guerra. Finalmente, se impusó fin
al Bienio.

7. LA CRISIS FINAL DEL SISTEMA (1863- 1868)


El autoritarismo y la intervención de la reina, acabaron por desnaturalizar el gobierno. Se
responsabilizó a Isabel II de su exclusión y del mal funcionamiento de las instituciones,
que acabó con el pronunciamiento. El gobierno Narvaez cerró las Cortes e implantó una
especie de dictadura.

Los progresistas y demócratas firmaron el Pacto de Ostende (1866) para acabar con la
monarquía de Isabel II, formar un gobierno provisional y convocar Cortes constituyentes
por medio del sufragio universal masculino. En 1867 se incorporan los unionistas.

8. LA REVOLUCIÓN GLORIOSA
El 18 de septiembre de 1868, Topete inició la revuelta con el apoyo del general Prim, al que
se añadió el general Serrano. Se publica un manifiesto denunciando la corrupción de la
monarquía, la participación de los ciudadanos, etc.
La reacción de los gobernantes el 28 de septiembre, en la Batalla de Alcolea, significó el
desastre de las tropas borbónicas, llevó a la dimisión del Gobierno y provocó el exilio de la
reina Isabel II.

GOBIERNO PROVISIONAL
Se nombró un gobierno provisional encabezado por Prim y al general Serrano como
nuevo regente del reino. Con el objetivo de que la iniciativa política pasase a las nuevas
instituciones. Para legitimar la nueva situación política se convocaron elecciones con
sufragio universal masculino.

LA CONSTITUCIÓN DE 1869.
Se proponía un amplio régimen de derechos y libertades. Incorporaba el sufragio
universal masculino y la libertad de enseñanza.
Se reconocía la libertad de religión, aunque el Estado debía mantener el culto y clero
católico. También establecía la soberanía nacional y unas Cortes compuestas por el
Congreso y el Senado. Proclamaba un poder judicial independiente. Se trataba de una
monarquía parlamentaria en la que las leyes eran creadas por las Cortes y el monarca no
tenía derechos a veto.

Las Cortes establecieron una regencia que recayó en el general Serrano, mientras que el
general Prim fue designado jefe de gobierno.

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REPUBLICANISMO
El republicanismo se dividió en dos tendencias: unitarios y federales. Los unitarios
encabezados por Emilio Castelar, defendían una república unitaria y una posición
conservadora.
Los federales, dirigidos por Pi, Margall y Estanisla Figueras, defendían una república
federal, oposición a la intervención del ejército y defensa de la ampliación de los derechos
democráticos.

LAS REFORMAS ECONÓMICAS


En 1869, se impulsó una reforma arancelaria, que redujo la protección a los productos
nacionales, y abrió la economía española al exterior. También se hizo una reforma fiscal,
al igual que, la unificación monetaria, que estableció la peseta. La ley de Minas (1871)
puso a la venta los yacimientos de minería metálica.

LAS DIFICULTADES DE LA REGENCIA (1869-1870)


El nuevo gobierno se vio con la oposición de los carlistas y moderados, que se fueron
agrupando bajo el liderazgo de Cánovas del Castillo.
El desencanto por la aprobación de la monarquía impulsó una serie de levantamientos en
1869 para implantar la república federal. Hubo una intensa conflictividad social.

9. LA MONARQUÍA DE AMADEO DE SABOYA (1871-1873)


1. UNA NUEVA MONARQUÍA
Debido a que la Constitución de 1869 definía el Estado español como una monarquía
parlamentaria se inició un proceso de búsqueda de un nuevo rey que sustituyese a los
Borbones . El general Prim fue el encargado de gestionar una elección, que recayó en
Amadeo de Saboya, un hombre con una concepción democrática de la monarquía y que
pertenecía a la prestigiosa dinastía que había culminado la unificación de Italia

El nuevo monarca, de 26 años de edad, fue propuesto a las Cortes en noviembre de 1870 y
obtuvo un apoyo mayoritario básicamente de progresistas y unionistas. Amadeo I llegó a
España el 30 de diciembre, tres días después del ase-sinato de su principal valedor el
general Prim lo que acentuó la inquietud sobre su mandato y le provocó un sentimiento
de soledad. El 2 de enero de 1871 fue proclamado rey.

Se pusieron de manifiesto las dificultades de la nueva monarquía. Por un lado, no


consiguió la aceptación de las Clases populares, que veían reiteradamente frustradas sus
aspiraciones y eran más sensibles a las propuestas republicanas y obreristas. Por otro, la
aristocracia isabelina no aceptó al nuevo rey, le hizo el vacío y apostó por la restauración
de los Borbones. Además, una parte del ejército no expresó su fidelidad al nuevo
monarca.

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También la Iglesia, que ya se había resistido a jurar la Constitución de 1860 expresó su
hostilidad a un Saboya, dinastía que había acabado con los Estados Pontificios y recluido
al papa en el Vaticano. Finalmente, los carlistas lo consideraron ilegítimo y pasaron de la
oposición política a la lucha armada (1872).

2. UNA INSTITUCIONALIZACIÓN FRÁGIL E INESTABLE


Serrano presidió el primer gobierno de la monarquía, en el que participaron los tres
partidos de la coalición (unionistas, progresistas y demócratas). Fue el único, ya que más
adelante, se fragmentó en dos bloques a partir de la división de los progresistas

El nuevo Partido Constitucional, dirigido por Sagasta, agrupó a los progresistas más
conservadores y miembros de la Unión Liberal, que consideraba que la monarquía
necesitaba incorporar a los sectores moderados. El Partido Radical, de Ruiz Zorrilla, con
los progresistas de izquierda y los demócratas, buscaba un desarrollo más democrático
con la colaboración de los republicanos. La lucha entre radicales y constitucionales
provocó una gran inestabilidad.

3. LOS MOVIMIENTOS CONTRA LA MONARQUÍA


La nueva monarquía tuvo que afrontar fuertes movimientos de oposición, algunos de ellos
armados:

- Los conservadores dejaron de participar en las elecciones en 1872. Bajo la dirección de


Cánovas del Castillo organizaron la restauración de los Borbones en la persona de Alfonso
XII. Contaron con el apoyo de la Iglesia y de las élites burguesas que estaban en contra de
las propuestas como la abolición de la esclavitud o el librecambismo, y cada vez más
alarmadas por el auge del obrerismo y del republicanismo.

- Los carlistas abandonaron el sistema y desde abril de 1872 iniciaron una nueva guerra
en defensa del trono del pretendiente Carlos VII. Se inició con partidas en el País Vas co.
Navarra, Aragón y Cataluña, y cogió fuerza a mediados de 1873. La guerra se prolongó
hasta 1876.

- En Cuba, la insurrección iniciada en 1868 se amplió hasta convertirse en una guerra


colonial (Guerra de los Diez Años). Encabezado por un sector de propietarios criollos, que
aspiraban a reformas políticas y económicas en la isla y contaba con el apoyo popular al
proponer el fin de la esclavitud. El gobierno intentó introducir algunas reformas pero se
encontró con una fuerte oposición de los españoles con intereses en Cuba que exigían una
acción militar fuerte y decidida contra los insurrectos.

Finalmente hubo revueltas y protestas de los sectores populares descontentos con unas
reformas que consideraban insuficientes. Ello favoreció el aumento de la influencia del

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internacionalismo (anarquistas y socialistas) en España y la radicalización de los
conflictos. También los republicanos, opuestos a la monarquía impulsaron nuevas
insurrecciones reivindicando la República Federal (1872).

Ante esta desintegración de la coalición gubernamental, Amadeo de Saboya renunció al


trono, el 10 de febrero de 1873, tras rechazar a los militares que le incitaban a
desobedecer al gobierno.

10. LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874)

1. EL PROYECTO CONSTITUCIONAL FEDERAL DE 1873


Las nuevas Cortes se abrieron el 1 de junio y se formó un nuevo gobierno presidido por
Pi y Margall. Su actuación se centró en pacificar las insurrecciones y en elaborar un
nuevo proyecto de Constitución.

CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1873


Se inspiraba en la de 1869 en lo referente a garantías, derechos y libertades, que hacía
referencia.
- Establece la soberanía popular con sufragio universal masculino.
- Unas Cortes bicamerales con un Congreso y un Senado, este sin iniciativa
legislativa y como cámara de representación territorial
- declaraba la libertad de culto y la separación de Iglesia y Estado
- Prohibía la subvención a cualquier religión.

El cambio más radical fue en la estructura del Estado:


- Definía la República federal y establecía que la nación española se componía de 17
estados, entre ellos Cuba y Puerto Rico.
- Organizaba el poder a nivel de los municipios, de los estados regionales y del
Estado federal
- Cada uno de los estados regionales tendría su propia constitución
- Regulaba los poderes (ejecutivo, legislativo y judicial)
- Tenía amplia autonomía económico-administrativa y política:

Sin embargo la Constitución no se llegó a aprobar.

2. LAS GUERRAS Y EL CANTONALISMO

La proclamación de la República había acelerado el conflicto carlista, que pasó a


convertirse en un frente abierto, con un auténtico ejército y con el dominio de diversos
territorios tradicionalmente carlistas. En el mes de julio se extendió por gran parte de
Cataluña.

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La guerra en Cuba, iniciada en 1868, continuaba extendiéndose y la República fue
incapaz de frenarla. Aun así, los gobiernos intentaron dar una solución al problema con el
proyecto federal del Estado, que consideraba a Cuba y Puerto Rico como un territorio más
de la Federación Española.

La sublevación cantonal fue el conflicto más grave y el que provocó la mayor situación de
crisis para el gobierno. El cantonalismo era un fenómeno complejo en el que se
mezclaban las aspiraciones autonomistas propiciadas por los federales intransigentes,
con las aspiraciones de revolución social inspiradas en las nuevas ideas internacionalistas.
La proclamación de cantones independientes, fue la consecuencia de aplicar de forma
radical y directa la estructura federal.

El 12 de julio de 1873 se proclamaba el cantón de Cartagena, que se constituía en estado


independiente y proclamaba la República Federal en España. En esta revuelta social
confluyen los intransigentes, los internacionalistas y los sectores populares.

El presidente Pi y Margall se opuso a sofocar la revuelta por las armas y dimitió, siendo
sustituido por Nicolás Salmerón, quien inició una acción militar contra el movimiento
cantonalista, que fue rápidamente sofocado, donde duró hasta enero de 1874.

Pero Salmerón dimitió en septiembre al negarse a firmar dos penas de muerte a


cantonalistas. Le sucedió Emilio Castelar, republicano unitario de carácter conservador,
que consiguió plenos poderes de las Cortes que no tardó en cerrar y gobernó por decreto,
lo que le permitió restablecer la autoridad y reorganizar el ejército frente a los carlistas.
Pero se enfrentó a los federales que, al reabrir las Cortes el 2 de enero de 1874, le
retiraron.

3. LA LIQUIDACIÓN DE LA REPÚBLICA
La derrota de Castelar abría la puerta a un nuevo gobierno federal. Esta posibilidad
precipitó el golpe de Estado del general Pavía que con fuerzas de la Guardia Civil,
irrumpió en las Cortes el 3 de enero.

El poder pasó a una coalición de unionistas y progresistas, enes bezada por el general
Serrano, quien impuso un régimen autoritario: disolvió las Cortes, suspendió las
garantías constitucionales, aplicó la censura de prensa, ilegalizó a los federales, resolvió la
Internacio- nal y suspendió ayuntamientos y diputaciones. Enfrentado a los republicanos,
pretendía incorporar a los conservadores, pero la mayoría de los monárquicos había
optado por el retorno de los Borbones

El 29 de diciembre de 1874, el general Martinez Campos encabezó un pronunciamiento


en Sagunto que proclamó rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Era el inicio de la
Restauración.

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NÚCLEO TEMÁTICO: LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA Y SUS CRISIS (1874-1931)

GOBIERNO DE ALFONSO XII (1875-1885)

1. LAS CLAVES DEL NUEVO SISTEMA POLÍTICO


En 1874, Alfonso XII hizo público el Manifiesto de Sandhurst, en el que se ponía a
disposición de los españoles.
El pronunciamiento de Sagunto (1874), dirigido por el general Martínez Campos, aceleró
la proclamación de Alfonso XII como nuevo rey.
NUEVO RÉGIMEN POLÍTICO
La restauración de la monarquía fue promovida por aquellos que tenían los mismos
intereses y concepción del Estado:
- La defensa del orden social y de la propiedad.
- La confianza en la monarquía.
El nuevo régimen es diseñado por el conservador Cánovas del Castillo, con el objetivo
de:
- Superar los problemas de la monarquía de Isabel II
- El carácter excluyente de los partidos
- No reconocía el sufragio universal masculino
Fundamentarse en una Constitución moderada y en la creación de un sistema bipartidista
en el que los conservadores y liberales se alternaron el poder.

LA CONSTITUCIÓN DE 1876
La Constitución favoreció la inestabilidad política. Aunque tenía el carácter conservador
con el objetivo de que gobernaran los dos partidos del turno dinástico. Los principales
elementos de la Constitución de 1876 eran:
- Una amplia declaración de derechos y libertades individuales con la regulación
al ejecutivo. Los conservadores lo aplicaron más restrictivo, y los liberales, en un
sentido más amplio.
- División de poderes basada en la soberanía compartida entre las Cortes y el rey.
- El Rey ejercía la jefatura del ejército, elegía el jefe del gobierno y no tenía
responsabilidad ante las Cortes.
- La función legislativa recae en unas Cortes bicamerales, con un Senado y un
Congreso de los Diputados.
- Se mantenía la independencia del poder judicial.
- La Ley Electoral de 1878 (conservadores) estableció el voto censitario
- El sufragio universal masculino se aprobó en 1890 (gobierno liberal), pero fue
anulado por el fraude y la corrupción literaria.
- Reconocimiento del catolicismo como religión oficial.
- El carácter centralista del sistema, ponía las diferentes instituciones bajo el
control del gobierno y garantiza las mismas leyes en todo el país.
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EL FINAL DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS.
La estabilidad del régimen se vio favorecida por el fin de las guerras carlistas y urbanas.
La intervención del ejército de 1875 forzó la rendición de los carlistas en Cataluña,
Aragón y Valencia. El conflicto en el País Vasco y Navarra continuó hasta 1876, cuando
la guerra se dio por finalizada.

Tras la derrota carlista fue la abolición del régimen foral (1878), de este modo, los
territorios vascos quedaron sujetos al pago de los impuestos y al servicio militar. En 1878,
se impulsó un sistema de conciertos económicos que otorga una autonomía fiscal a las
Provincias Vascas. El final de la guerra carlista permitió acabar con la insurrección
cubana (Guerra de los Diez Años, 1868-1878).

2. EL BIPARTIDISMO Y EL TURNO PACÍFICO

1. UN SISTEMA BIPARTIDISTA
Cánovas promulgó un sistema bipartidista donde los dos partidos se turnaban en el
gobierno para no tener que recurrir a los apoyos del ejércitos en pronunciamientos o
golpes de Estados. Los partidos dinásticos fueron:
- Partido Liberal - Conservador, fue creado y liderado hasta 1897, por Cánovas del
Castillo.
- Partido Liberal - Fusionista, fue fundado en 1880 por Sagasta con un programa
más progresista.
Se trataba de partidos de notables, donde la misión del líder era mantener unidos a las
facciones del partido. Ambos partidos defendían la monarquía, la Constitución y la
propiedad privada, así como la consolidación de un Estado unitario y centralista.

2. EL FUNCIONAMIENTO DEL TURNO DINÁSTICO


La Restauración invirtió el proceso de formación del gobierno:
- Cuando los líderes políticos consideraban necesario, recurrían al rey el
nombramiento de un nuevo gobierno.
- El nuevo presidente del gobierno era el líder de la oposición y recibía el decreto
para la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas Cortes.
- El resultado era acordado de antemano por ambos partidos, por lo que la alteración
en el poder se lograba de forma artificial y con un acuerdo mutuo entre sus
respectivos jefes. Con esto se evitaba que se monopolizarà el poder y que hubiese la
tentación de recurrir a los pronunciamientos para obtener el poder.

3. EL DESARROLLO DEL TURNO DE PARTIDOS


1. La primera etapa del gobierno conservador (1875-1881), donde Sagasta formó un
primer gobierno liberal, introduciendo el sufragio universal masculino (1882). Tras la
muerte de Alfonso XII (1885) se impulsó un acuerdo para evitar la desestabilización, el

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Pacto de Pardo (1885), con la finalidad de dar apoyo a la regencia de Mª Cristina de
Habsburgo y garantizar la continuidad de la monarquía.

2. La segunda etapa del gobierno liberal (1885-1890) destacó con un avance en los
libertades individuales. Una nueva Ley de Asociaciones (1887) permitió la entrada a las
fuerzas opositoras y, una Ley de Jurado (1888) estableció la celebración de juicios por
Jurado. Se abolió la esclavitud (1888); se redactó un nuevo Código Civil (1889); y se aprobó
el sufragio universal masculino (1890).

Sin embargo, el personalismo deterioró a los partidos, que dependían excesivamente de


la personalidad de los líderes.

3. ¿ERA DEMOCRÁTICO EL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN?


El régimen de la Restauración se apoyaba en un sistema electoral caracterizado por el
caciquismo, la corrupción electoral y la abstención generalizada, que facilitaba la
manipulación de las elecciones. El caciquismo se fundamentaba en la influencia sobre la
sociedad de determinadas personas (caciques) que influyen en el comportamiento de los
electores.

El proceso de preparación de las elecciones comenzaba con el encasillado: el Ministro de


la Gobernación rellenaba las casillas correspondientes con los nombres elegidos de los
candidatos que se tenían previsto. Posteriormente, el gobernador civil de cada provincia
buscaba el acuerdo con los caciques.

Para conseguir los resultados previstos en las elecciones se recurre sistemáticamente al


fraude electoral, es decir, a un conjunto de trampas que adulteraban los resultados
electorales y que se conoce como pucherazo. Este sistema garantizó el turno dinástico
durante el último cuarto del siglo XIX.

4. LAS FUERZAS POLÍTICAS MARGINADAS DEL SISTEMA


La Restauración marginó a amplios sectores de la sociedad española: las clases populares
urbanas, los campesinos, los obreros industriales e incluso parte de la clase media. Ello
dio lugar a una creciente oposición política debido a que impidieron obtener un número
suficiente de diputados para formar gobierno o constituir una minoría parlamentaria
influyente.

1. EL REPUBLICANISMO
El republicanismo sufrió la represiónde la Restauración y tuvo que hacer frente al
desencanto de parte de sus seguidores. A pesar de sus divisiones internas, los partidos
republicanos compartían cuatro puntos básicos:
- La república como forma de Estado
- Las reformas para favorecer a los grupos sociales más necesitados
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- La fe en el progreso científico y educativo
- La defensa de la laicidad (separación de la Iglesia y el Estado).

La tendencia más moderada era el Partido Republicano Posibilista, dirigido por Emilio
Castelar, que terminó por integrarse en el Partido Liberal de Sagasta. El Partido
Republicano Progresista, liderado por Ruiz-Zorrilla, era el único que confiaba en una
insurrección del ejército para llegar al poder.

Nació el Partido Republicano Centralista, cuyo líder era Nicolás Salmerón. El grupo
republicano con una mayor implantación era el Partido Republicano Democrático
Federal, liderado por Francisco Pi y Margall, que defendía la proclamación de la república
como resultado de una revuelta popular.

A principios del siglo XX, el ascenso y fortalecimiento de nuevos sectores sociales y


económicos favoreció un cierto incremento del republicanismo. Los dos movimientos
más característicos de este nuevo republicanismo, implantado sobre todo en las ciudades,
fueron el lerrouxismo, en Cataluña, y el blasquismo, en Valencia.

2. EL CARLISMO
El carlismo, que había sido derrotado nuevamente en 1876. A partir de ese momento,
solo tuvo cierta fuerza en las provincias forales (Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya).
Además, la aparición de los nacionalismos vasco y catalán redujo aún más las bases
sociales del carlismo.

La alianza entre la Iglesia y el régimen de la Restauración, y una parte del clero fueron
alejándose del carlismo, dejándolo sin sus argumentos políticos y apoyos tradicionales.

En 1886, Vázquez de Mella lideró un intento de modernización de la ideología carlista,


que quedó reflejado en el Acta de Loredan. Su propuesta mantenía su carácter católico y
tradicionalista, así como el compromiso con la recuperación de los fueros, pero aceptaba
el nuevo orden liberal-capitalista, En el otro extremo, el carlismo sufrió la escisión del
sector integrista liderado por Ramón Nocedal.

A pesar de su progresiva integración en el sistema, algunos carlistas continuaron


manteniendo las jerarquías militares en recuerdo de la última guerra y promovieron
algunas insurrecciones en 1899 y 1900, que fracasaron.

3. LA EXPANSIÓN DEL PSOE


Durante los primeros años de la Restauración, el movimiento obrero sufrió un retroceso
como consecuencia de la ilegalización de la Internacional y de sus asociaciones. Pero la
llegada de los liberales al poder en 1881, y a partir de 1887 con la ley de asociaciones, se
legalizaron las asociaciones obreras.

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Esta libertad política favoreció las actividades del PSOE, liderado por Pablo Iglesias y
que era partidario de participar en la actividad política. En 1883, el gobierno liberal creó
la Comisión de Reformas Sociales para estudiar las condiciones de vida de la clase
obrera. Al año siguiente, el PSOE presentó un informe en el que se denunciaban los
horarios prolongados, los trabajos de mujeres y niños y los bajos salarios de los obreros.

El crecimiento del socialismo español a partir de 1890 se vio favorecido por diversos
factores. Sin embargo, la expansión del socialismo fue muy lenta. A partir de entonces, el
clima de movilización originado por el desastre colonial y la industrialización de algunas
zonas concretas facilitaron la difusión del socialismo. Tras algún pequeño éxito aislado en
las elecciones municipales, la alianza con los republicanos hizo posible la elección de
Pablo Iglesias como primer diputado socialista en 1910.

5. EL AUGE DE NACIONALISMOS Y REGIONALISMOS.

1. LOS ORÍGENES DEL CATALANISMO


El desarrollo industrial experimentado por Cataluña en el siglo XIX dio lugar a la
aparición de una importante burguesía industrial y de negocios, lo que constituía una
excepción en una España en la que continuaba predominando una sociedad agraria más
tradicional.
La crisis del sistema político de la Restauración, en 1898, acrecentó el interés de la
burguesía catalana por tener su propia representación política. En 1901 se creó la Lliga
Regionalista, fundada por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó. El partido aspiraba a
participar activamente en la política y a tener representantes en las instituciones, que
defendiese los intereses del catalanismo. El éxito electoral convirtió a la Lliga en el
principal partido de Cataluña durante el primer tercio del siglo XX.

2. EL NACIONALISMO VASCO
En el País Vasco, la abolición de los Fueros en 1876 provocó una reacción en defensa de
las instituciones suprimidas y, por extensión, de la lengua y la cultura vascas. Aunque en
1878 se aprobaron los Conciertos Económicos, que permitían a las Provincias Vascas
mantener un sistema exclusivo de autonomía fiscal, en Vizcaya surgió un movimiento en
defensa de los derechos históricos.

En el País Vasco el nacionalismo se basó inicialmente en la singularidad de la etnia vasca


y en el rechazo hacia costumbres llegadas de fuera. Se procedió a una idealización del
mundo rural tradicional vasco.

La figura más destacada en esta primera etapa del nacionalismo vasco fue Sabino Arana.
Desde 1890 proclamó que los vascos constituían una nación particular e independiente
del resto de España, y convirtió la tradicional reivindicación de los fueros en símbolo de la

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soberanía vasca. En 1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), en Bilbao, cuya
implantación se centró básicamente en la provincia de Vizcaya.

3. LOS ORÍGENES DE VALENCIANISMO, ARAGONESISMO Y ANDALUCISMO


Los movimientos de resurgimiento cultural se dieron en otras regiones como Valencia,
Aragón y Andalucía.

En Valencia, el movimiento valencianista nació como una corriente cultural de


reivindicación de la lengua y la cultura propias, y tuvo en Teodor Llorente y Constantí
Llombart sus máximos representantes. También destacó Vicente Blasco Ibáñez, que
resaltaba las peculiaridades valencianas y reivindicaba las antiguas instituciones del reino
de Valencia. El nacimiento del valencianismo político dio lugar a la creación de la
organización Valencia Nova (1904), que promovió la Primera Asamblea Regionalista
Valenciana.

En Aragón, el aragonesismo surgió en una parte de la burguesía, la defensa del derecho


civil aragonés, la reivindicación de los valores culturales propis y la recuperación
romántica de los orígenes del reino y de sustituciones medievales. A estos factores se
añadió el arraigo aragonés de Joaquín Costa, que, reclamó insistentemente en sus
escritos los derechos del mundo campesino aragonés.

En Andalucía, la influencia del republicanismo federal se mantuvo vigente y durante la


Asamblea del Partido Republicano Federal,celebrada en Antequera en 1883, se aprobó el
texto de la Constitución Federal Regional para Andalucía.

6. LA CRISIS DE ULTRAMAR (CUBA Y FILIPINAS)


1.EL IMPERIO COLONIAL ESPAÑOL
A principios del siglo XIX España contaba con las colonias de Cuba y Puerto Rico en el
Caribe, y con las Filipinas y algunas otras pequeñas islas en el Pacífico.

Cuba era la principal posesión española, y concentrada por los intereses y negocios
españoles y un gran flujo de emigración. La vida económica se basaba en una
agricultura de plantación, esencialmente de azúcar de caña, café y tabaco para la
exportación. Esta actividad constituía una importante fuente de ingresos para el Estado y
algunas empresas españolas.

La política arancelaria convertía a las islas en unos mercados cautivos. La legislación


española les dificulta la exportación hacia Europa o Estados Unidos

El caso de Filipinas fue distinto, porque la población española era escasa y los intereses
económicos españoles se basaban en la producción de tabaco. Las Filipinas estaban

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controladas por un contingente del ejército y contaban con una gran presencia de órdenes
religiosas

A nivel político, recibían un trato colonial y no tenían ningún derecho a enviar


representantes a las Cortes españolas ni a tener instituciones de gobierno o a intervenir
en la elaboración de las leyes que afectan a las islas

2. EL PROBLEMA CUBANO
En la Paz de Zanjón de 1878 se pactaron medidas destinadas a facilitar la paulatina
autonomía cubana, la abolición de la esclavitud y la presencia de diputados cubanos en el
Parlamento español. El sector más intransigente, formó el Partido Unión
Constitucional, mientras que los grupos más progresistas, principalmente criollos
partidarios de la autonomía, crearon el Partido Liberal Cubano.

La mayoría de los políticas españoles eran contrarios a conceder la autonomía a Cuba.


Aunque los gobiernos liberales de Sagasta eran partidarios de introducir mejoras, solo
concretaron la abolición de la esclavitud en 1888. En 1893, el Plan de Reformas
Coloniales elaborado por el ministro Antonio Maura fue rechazado por la oposición de su
propio partido, el conservador, en las Cortes.

El malestar de la población cubana se incrementó cuando España introdujo en Cuba un


impuesto a la importación de productos no procedentes de España, el llamado Arancel
Cánovas (1891). Esta medida incomodó a Estados Unidos.

3.EL ESTALLIDO DE LA GUERRA


El incumplimiento de los compromisos de la Paz de Zanjón, el nuevo arancel y el apoyo de
Estados Unidos hicieron que, en 1895, se reiniciará el conflicto cubano. La insurrección
se inició en la localidad de Baire (Grito de Baire) y tenía en José Martí, fundador del
Partido Revolucionario Cubano, a su líder más conocido, y en Antonio Maceo y Máximo
Gómez, a sus principales dirigentes militares.

Los intentos de España por poner fin al conflicto combinaron el diálogo, en el caso del
general Martínez Campos, con una fuerte represión, en el caso del general Weyler. Con el
objetivo de aislar a los rebeldes, Weyler obligó a los campesinos a concentrarse en
determinadas aldeas y castigó a los rebeldes prisioneros. La población sufrió las duras
consecuencias, como el hambre y las epidemias.

En España, el asesinato de Cánovas del Castillo (1997), dio lugar a cambio de gobierno.
Sagasta, el nuevo presidente, inició una estrategia de conciliación: destituyó al general
Weyler, decretó la autonomía de Cuba, el sufragio universal masculino, la igualdad de
derechos entre insulares y peninsulares y la autonomía arancelaria. Sin embargo, las
medidas llegaron demasiado tarde para convencer a los partidarios de la independencia

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4. LA INSURRECCIÓN FILIPINA
El descontento de la población provenía por los métodos de la administración española y
el excesivo poder de las órdenes religiosas. El independentismo fraguó en la formación
de la Liga Filipina, fundada por José Rizal en 1892 que exigía la expulsión de los
españoles y la confiscación de sus latifundios.

1. La insurrección se inició en 1896 y se extendió por la provincia de Manila. El capitán


general Camilo García Polavieja llevó a cabo una política represiva, condenando a
muerte a Rizal a finales de 1896.
2. El nuevo gobierno liberal de 1897 nombró capitán general a Fernando Primo de
Rivera, quien promovió una negociación indirecta con los principales jefes de la
insurrección, la cual dio como resultado una pacificación temporal del archipiélago.

7. LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DE 1898


El desastre del 98 puso en jaque al sistema de la Restauración y a los dos partidos políticos
del turno. La crisis estimuló también el crecimiento de los movimientos nacionalistas,
sobre todo en el País Vasco y Cataluña, donde se denunció la incapacidad de los partidos
dinásticos. se

La necesidad de renovación y regeneración del sistema político y de la sociedad española


fue ampliamente defendida por la corriente regeneracionista, que denunció los defectos
del sistema de la Restauración.

GOBIERNO DE ALFONSO XIII (1902-1931)

1. LA MAYORÍA DE EDAD DE ALFONSO XIII


El primer tercio del siglo XX en España coincidió con la mayoría de edad del rey Alfonso
Xll (1902-1931) estuvo marcado por la crisis definitiva del sistema de la Restauración. En
España hubo intentos por parte del gobierno para modernizar el país y establecer un
sistema político más democrático y representativo.

Pero los proyectos reformistas acabaron fracasando por las resistencias internas del
propio sistema y porque no cuestionan a fondo el régimen de la Restauración. En
conjunto, en España se caracterizó por los siguientes aspectos:

- Relevo generacional en el liderazgo de los partidos. Las pugnas y divisiones


internas entre los partidos del turno provocaron una creciente inestabilidad
política y constantes cambios de gobierno.

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- Insuficiente y muy desigual industrialización del país, que generó grandes
desigualdades sociales y un aumento de la conflictividad social. Debilitamiento
del caciquismo y un aumento de la población urbana
- Incremento y desarrollo de la oposición política y social al sistema
(republicanismo, nacionalismo y movimiento obrero).
- Intervencionismo de Alfonso XIII en la vida política y en las crisis de gobierno lo
que incrementó su desprestigio como rey constitucional y debilitó
institucionalmente a la monarquía.
- Reaparición del intervencionismo del ejército en la vida política, con la Guerra de
Marruecos (1909-1925).

El primer intento modernizador fueron las tentativas regeneracionistas que encabezó


desde el Gobierno Francisco Silvela, sucesor de Cánovas al frente del Partido
Conservador, entre 1899 y 1903, Tras su fracaso, abandonó la política y dejó paso a un
nuevo líder conservador, Antonio Maura.

1. Gobierno Antonio Maura: intentó regenerar el sistema a partir de una nueva clase
política que tuviese el apoyo social. Con su ayuda pretendía configurar un Estado fuerte y
desbancar a la vieja casta caciquil e impedir un excesivo protagonismo de las clases
populares.

Su proyecto pretendía poner fin al caciquismo con la Ley de Administración Local y la


Ley Electoral de 1907. La reforma electoral estableció el voto obligatorio.

El proyecto reformista también pretendió integrar el catalanismo. Por otra parte, se


adoptaron medidas proteccionistas para la mejora de la legislación laboral, y se creó el
Instituto Nacional de Previsión (1908). Finalmente, el Gobierno impulsó una activa
política exterior en la que se aceptaba que España interviniera en Marruecos

Pero, la falta de entendimiento con el Partido Liberal y, sobre todo, la dura represión de la
Semana Trágica en 1909 supusieron el fin de su principal etapa al frente del Gobierno.

Por otra parte, se vio el programa regeneracionista del Partido Liberal, bajo el liderazgo
de José Canalejas.

1. Gobierno José Canalejas (1910-1912): Intentó atraer a ciertos sectores populares a


partir de un mayor reformismo social y de limitar el poder de la Iglesia.

Canalejas planteó la separación de la Iglesia y el Estado, y promovió la Ley del Candado,


que prohibía temporalmente la implantación de nuevas órdenes religiosas en España.
Como respuesta a las reivindicaciones regionalistas y nacionalistas, su gobierno elaboró el

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proyecto de la Ley de Mancomunidades (1914), que permitía que varias diputaciones
provinciales se unieran para la gestión de servicios públicos.

El gobierno de Canalejas reformó el sistema impositivo por un impuesto progresivo


sobre las rentas urbanas. Por otra parte, la reforma de la Ley del Reclutamiento (1912)
establecía que el enrolamiento pasaba a ser obligatorio en tiempos de guerra, y quedaba
suprimida la redención en metálico.

Por el contrario, Canalejas se mostró inflexible ante las huelgas y conflictos laborales de
1911 y 1912, que fueron reprimidos militarmente. Su asesinato en un atentado anarquista
en 1912 marcó el final de la etapa regeneracionista, y se agravó la crisis de los partidos del
turno tanto por las divisiones internas como por la falta de entendimiento entre ambos.

2. LA OPOSICIÓN POLÍTICA

1, EL REPUBLICANISMO
El republicanismo era el principal grupo de la oposición política y constituía la minoría
parlamentaria de oposición más numerosa. Su fuerza era notable en las zonas urbanas,
donde el voto podía expresarse con mayor libertad y la influencia caciquil era mucho más
reducida.

Este nuevo republicanismo se caracterizó por ser un amplio movimiento social de


carácter reformista, que agrupó a sectores de la burguesía librepensadora y no se amplió
capas de las clases populares.

En 1903 nació la Unión Republicana. Su programa incluía la restauración de la


Constitución de 1869, la proclamación de la República y la convocatoria de Cortes
Constituyentes. En las elecciones de 1903 y 1905 la Unión Republicana obtuvo el triunfo
en algunas grandes ciudades como Madrid, Barcelona.y Valencia,

El acercamiento entre la Unión Republicana y el catalanismo dio lugar, a partir de 1908, a


la fundación del Partido Republicano Radical, liderado por Alejandro Lerroux y que
contó con un importante apoyo social y electoral en Barcelona. Hacia 1910, después de la
Semana Trágica, perdió buena parte de su influencia. En Valencia, Vicente Blasco Ibáñez
impulsó el blasquismo, un movimiento populista y anticlerical que presentaba notables
semejanzas con el lerrouxismo.

Como respuesta a la represión que el Gobierno llevó a cabo tras la Semana Trágica, en
1909 se constituyó la Conjunción Republicano-Socialista, que integraba a diversos
grupos republicanos y al Partido Socialista Obrero Español, PSOE.
En 1912, Melquiades Álvarez fundó el Partido Reformista, que se declaraba republicano
y tenía en sus filas a intelectuales como José Ortega y Gasset y Manuel Azaña.
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2. DEL CARLISMO AL TRADICIONALISMO.
A principios del siglo XX, el carlismo mantuvo su presencia y sus bases. En 1909 murió el
pretendiente al trono Carlos María de Borbón, al que sucedió su hijo Jaime, con lo que el
movimiento también se denominó jaimismo.

Las disputas y disidencias más importante se produjo cuando un sector contrario al apoyo
oficial a los aliados, se manifestó germanófilo su líder Juan Vázquez de Mella abandonó la
militancia y fundó el Partido Tradicionalista en 1919,

Las bases militantes del integrismo de Ramón Nocedal y del carlismo se concentraban en
Navarra, el País Vasco y Cataluña, pero se desarrollaron en Andalucía y otras regiones.
Integristas y carlistas aceptaron la participación electoral y siempre dispusieron de
representación en el Congreso.

Con la llegada de la República en 1931, los tres grupos (carlistas, integristas y


tradicionalistas) consiguieron unificarse en un solo partido que se llamaría Comunión
Tradicionalista.

3. LA EVOLUCIÓN DE LOS NACIONALISMOS CATALÁN Y VASCO.


En Cataluña:
- La victoria en las elecciones municipales de 1905 de la Lliga Regionalista, liderada
por Prat de la Riba y Cambó, alarmó al ejército, que veía peligrar la unidad del país.
- El gobierno liberal presidido por Segismundo Moret apoyó al ejército y promulgó la
Ley de Jurisdicciones, que establecía que los delitos contra la nación y el ejército
serían juzgados por tribunales militares

Cataluña reaccionó con la formación de una coalición electoral llamada Solidaritat


Catalana que incluía a todas las fuerzas políticas catalana. La coalición consiguió una
clara victoria electoral, en 1907, frente a los partidos del turno.

La guerra social en Cataluña (1919), hizo que la Lliga Regionalista priorizara la defensa
del orden social frente a la reivindicación nacionalista. Este cambio provocó la
radicalización de algunos sectores catalanistas y dio lugar al nacimiento de nuevas
formaciones nacionalistas: Acció Catalana y Estat Català.

En el País Vasco:
- El Partido Nacionalista Vasco incrementó su presencia electoral y su influencia en
la sociedad vasca.
- En 1911 se creó un sindicato nacionalista y católico, Solidaridad de Trabajadores
Vascos.

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- En 1916, el PNV pasó a denominarse Comunión Nacionalista Vasca y, con el fin de
atraer a la burguesía al ámbito nacionalista, se presentó como un par tido de orden
defensor de la riqueza.

Desde la muerte de Arana conviven dos tendencias dentro del partido: Los partidarios de
mantener el pensamiento independentista frente a los más moderados y autonomistas.

4. LA EVOLUCIÓN DEL GALLEGUISMO, VALENCIANISMO, ARAGONESISMO Y


ANDALUCISMO
En Galicia, el primer paso hacia la transición del galleguismo cultural al político tuvo
lugar con la creación de la Irmandade da Fala, que impulsó el uso del gallego desde sus
varias sedes, y de A Nosa Terra (1916), que se convirtió en el portavoz del nacionalismo.

En Valencia, el valencianismo adquirió cierta importancia a partir de la creación de la


asociación Valencia Nova (1904) y del grupo Joventut Valencianista (1908), primeros
pasos hacia la creación de un movimiento político.

En Aragón, el aragonesismo estaba impulsado por las iniciativas de la burguesía


centradas en los problemas económicos. En 1916 se creó la Unión Regionalista
Aragonesa (URA). En la década de 1920 surgió el Proyecto de Bases para un Estatuto de la
región aragonesa dentro del Estado español (1924).

En Andalucía, el andalucismo empezó a forjarse con la publicación de la revista Bética.


En 1916, Blas Infante fundó el primer Centro Andaluz, en Sevilla, con la intención de ser
un órgano expresivo de la realidad cultural y social de Andalucía. Durante la Segunda
República, el movimiento andalucista abordó por primera vez la redacción de un proyecto
de Estatuto de Autonomía. Pero esta iniciativa logró escaso respaldo popular.

🞺 5. EL OBRERISMO: ENTRE EL ANARQUISMO Y EL SOCIALISMO


El nuevo siglo comenzó con un intenso ciclo de agitaciones obreras, que fueron
aumentando hasta 1911, cuando tuvo lugar un intento de huelga general revolucionaria.
La mayor incidencia del movimiento huelguístico se dio en Cataluña, Valencia, Andalucía,
Asturias, País Vasco y Madrid.

Con el fin de consolidar la difusión del anarquismo y abarcar el conjunto del territorio
español, en 1910, el sindicato Solidaridad Obrera promovió la fundación de la
Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que se convirtió en la principal organización
obrera del país. En 1918, la CNT contaba con sus principales líderes eran Salvador Seguí,
Ángel Pestaña y Joan Peiró.

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Entre los años 1911 y 1914, la CNT estuvo prohibida y perseguida. En 1919, tras el
Congreso de Sants (Barcelona) y el del Teatro de la Comedia (Madrid), se reafirmó en el
apoliticismo, la negociación directa entre obreros y empresarios y la acción directa, lo
cual dio lugar a un incremento de las acciones violentas. Entre 1918 y 1923, el anarquismo
vivió, especialmente en Barcelona, unos años de enfrentamientos con las fuerzas del
orden público (época del pistolerismo).

En la primera década del siglo XX, el PSOE fue abandonando paulatinamente su


aislamiento político y se mostró partidario de establecer coaliciones electorales
republicanos. En 1910, y gracias a esa coalición, el socialismo entró en el juego
parlamentario, y partir de ese momento conoció un notable incremento de su fuerza
electoral y de su influencia en la vida política. Sus principales líderes eran Pablo Iglesias,
Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero, que estaba al frente del sindicato socialista,
la UGT.

A partir de 1917, el PSOE se vio inmerso en un creciente proceso de radicalización que


explica su participación en las huelgas generales convocadas ese mismo año. En esa
época, el partido experimentó un importante debate interno en torno a las consecuencias
de la revolución soviética. Su rechazo a integrarse en la Internacional Comunista
promovida por Lenin provocó una escisión en 1921, que fue el origen del Partido
Comunista de España (PCE), cuyos líderes más destacados fueron José Díaz y Dolores
Ibárruri.

3. LA SEMANA TRÁGICA Y SUS CONSECUENCIAS (1909-1917)

1.LA POLÍTICA COLONIAL EN MARRUECOS


Tras el desastre de 1898 y después del retraimiento de su política colonial, a partir de 1906,
España inició su penetración en el Norte de África. La conferencia de Algeciras (1906) y
el posterior Tratado Hispano-Francés (1912) supusieron el establecimiento de un
protectorado franco-español en Marruecos.

A España se le concedió una franja en el Norte, el Rit, y un enclave en la costa atlántica


(Ifni y Río de Oro). Sin embargo, la presencia española en esta área fue contestada por las
tribus bereberes (cabilas). Los continuos ataques de los rifeñoos obligaron a mantener
una fuerte presencia militar española, que se intensificó a partir de 1909, cuando los
rifeños infligieron una importante derrota a las tropas españolas en el Barranco del Lobo.

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2. LA SEMANA TRÁGICA DE BARCELONA
El envío de un contingente de fuerzas provocó un importante movimiento de protesta
popular en Barcelona, conocido como la Semana Trágica, apoyado por anarquistas,
socialistas y republicanos.

Los Incidentes comenzaron el 18 de julio. El sindicato anarquista Solidaridad Obrera hizo


un llamamiento a la huelga general para el 26 de julio, que fue apoyada por la UGT y
grupos republicanos. La revuelta en Barcelona se prolongó durante una semana. En las
calles se levantaron barricadas, se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del orden y
se incendiaron más de 80 edificios religiosos.

Las autoridades respondieron declarando el estado de guerra y enviando refuerzos para


reprimir las manifestaciones.

3. LAS CONSECUENCIAS POLÍTICAS


La Semana Trágica tuvo consecuencias políticas que llevaron a la desestabilización de los
partidos del turno dinástico y la caída del gobierno de Maura. La dureza de la represión
unió a liberales y republicanos en la crítica al Gobierno. Ante esta presión, el rey disolvió
las Cortes y entregó el gobierno al líder liberal José Canalejas, que hasta su asesinato en
1912 llevó a cabo el último intento reformista desde dentro del sistema de la Restauración.

Tras la caída o desaparición de sus dirigentes, los partidos dinásticos estaban


fragmentados y faltos de líderes. La nueva situación política comportó también una
reorganización de las fuerzas de oposición:

- El fortalecimiento del republicanismo con la creación de un nuevo partido de


carácter moderado, el Partido Reformista (1912), y con el acercamiento de las
fuerzas de izquierdas y, en concreto, el crecimiento de la Conjunción
Republicano-Socialista
- El descrédito del republicanismo lerrouxista debido a los sucesos de 1909. Por
ello se acentuó el desencanto de muchos obreros, que pasaron a engrosar las filas
del anarcosindicalismo.
- El reforzamiento de un catalanismo republicano derivado del desprestigio de la
Liga Regionalista, acusada de haber apoyado la represión gubernamental.

4. LA CRISIS DE 1917.
A comienzos de 1917, en España existía una situación de descontento social que se vio
agravada por la unión de la Primera Guerra Mundial, que supuso un empeoramiento del
nivel de vida de las clases populares.

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La crisis estalló en marzo de 1917, cuando la CNT y la UGT convocaron una huelga para
protestar ante el encarecimiento de los productos de primera necesidad. Ante esta
situación, el Gobierno de Dato suspendió las garantías constitucionales, clausuró las
Cortes e impuso la censura de prensa. Durante el verano de 1917, el Gobierno tuvo que
hacer frente a una crisis generalizada:
- Las organizaciones sindicales convocaron una huelga general (conflicto obrero).
- Los militares se organizaron en unas Juntas de Defensa (conflicto militar).
- Los partidos opositores se reunieron en la Asamblea de Parlamentarios,
convocada por La Lliga Regionalista (1917), en la que reclamaron la formación de
un gobierno provisional, la celebración de Cortes para elaborar una nueva
Constitución y la descentralización del Estado (conflicto político).

La reacción del Gobierno fue represiva. La acción conjunta de los tres conflictos podría
haber provocado la quiebra del sistema de la Restauración. Sin embargo, cada uno se
organizó por separado y defendió posiciones contrapuestas.
Ante el peligro de una revuelta y de la ruptura del país, el ejército apoyó a la monarquía y
la oposición de la burguesía, representada en la Asamblea de Parlamentarios.

CRISIS: AGITACIÓN SOCIAL


Entre 1918 y 1921 se produjeron movilizaciones en el Sur de España, principalmente en
Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. Se exigía el reparto de tierras para los
campesinos siguiendo el ejemplo de la Revolución rusa, por lo que ese periodo se conoce
como trienio bolchevique. Promovidas fundamentalmente por grupos anarquistas, las
revueltas incluían la ocupación de tierras, la toma de ayuntamientos y la formación de
comités de huelga. El Gobierno reaccionó declarando el estado de guerra, encarcelando a
los líderes campesinos e ilegalizando las organizaciones obreras.

🞺 6. LA DESCOMPOSICIÓN DEL SISTEMA PARLAMENTARIO (1918-1923)


A partir de 1918 se agravó la crisis del sistema de la Restauración. A los antiguos
problemas, se sumaron la crisis económica y social, que provocó la radicalización del
movimiento obrero y el incremento de los conflictos sociales, y el desastroso desarrollo de
la Guerra de Marruecos.

1. CRISIS ECONÓMICA Y AGITACIÓN SOCIAL


El fin de la Primera Guerra Mundial supuso la reducción de las exportaciones españolas y
la economía entró en una profunda crisis. En esta situación de recesión, con una fuerte
inflación y una escasa demanda, miles de personas perdieron su empleo y los sindicatos
reaccionaron con huelgas y protestas.

La crisis tuvo un especial impacto en Cataluña, que era la zona más industrializada y la
que más se había beneficiado del auge económico durante la guerra. El movimiento
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huelguístico más importante tuvo lugar en 1919 en La Canadiense, la empresa que
abastece de electricidad a Barcelona y su zona industrial. Los sindicatos y la patronal
alcanzaron un acuerdo que incluía la jornada laboral de ocho horas. Sin embargo, el
incumplimiento del compromiso de readmisión de los trabajadores despedidos reactivó el
conflicto y produjo una radicalización de las posturas que derivó en el pistolerismo.

2. LA DESCOMPOSICIÓN POLÍTICA
La crisis de 1917 agravó la situación política.
1. Por un lado, la fragmentación de los partidos del turno impedía la existencia de
mayorías parlamentarias estables,
2. Por otro lado, la división y debilidad de la oposición impedía articular y construir una
alternativa al sistema de la Restauración.

Para superar esta situación, el sistema recurrió a una nueva fórmula, los gobiernos de
concentración, que integraban a los partidos dinásticos y a algunos políticos de la
Asamblea de Parlamentarios y la Lliga Regionalista. Esta fórmula suponía, en la
práctica, la quiebra del turno de partidos tal y como había sido diseñado por Cánovas en
1875. El más relevante fue el llamado Gobierno Nacional, presidido por Maura en 1918,
que incluía a todos los jefes parlamentarios de los partidos monárquicos.

Este intento solo duró siete meses debido a las diferencias internas entre los líderes que
integraban el Gobierno.

Tras el fracaso de los gobiernos de concentración se volvió al turno de partidos. Entre


1918 y 1923 se sucedieron una decena de gobiernos inestables que ante la falta de
mayorías parlamentarias claras, recurrieron con frecuencia a medidas de excepción:
suspensión de las garantías constitucionales y clausura del Parlamento. La crisis
política era permanente.

3. EL PROBLEMA DE MARRUECOS: ANNUAL


El dominio del protectorado de Marruecos era fuertemente sostenido por una parte del
ejército, los llamados militares africanistas, y por el propio Alfonso XIII. Empresas
españolas también mostraron interés por la construcción de ferrocarriles y la explotación
de los recursos mineros de la zona. Por el contrario, la opinión pública no entendía que
España interviniera en una zona tan pobre, arriesgándose a iniciar una nueva guerra.

Hubo un segundo momento crítico en el verano de 1921, cuando las tropas españolas
iniciaron un avance desde Melilla con el fin de consolidar la ocupación del territorio
Planificada por el general Silvestre, pero que contaba con el plácet del rayo, finalizó con
una derrota en Annual. Los ataques y emboscadas contra las tropas españolas, dieron
lugar a una retirada masiva.

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El desastre de Annual provocó grandes protestas y los diputados republicanos y
socialistas reclamaron el abandono de Marruecos y la petición de responsabilidades sobre
los hechos. La comisión militar de investigación, presidida por el general Picasso, puso de
manifiesto grandes irregularidades, corrupción e ineficacia, tanto en el ejército español
destinado en África como en el Gobierno.

Socialistas y republicanos plantearon la posible responsabilidad del rey, con quien el


general Silvestre tenía relación directa. En septiembre de 1923, poco antes de que el
Congreso emitiera su dictamen sobre el informe (Expediente Picasso) el golpe de Estado
de Primo de Rivera impidió conocer las conclusiones de la investigación sobre el desastre
de Annual.

7. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA


El sistema constitucional y parlamentario iniciado con la Restauración monárquica de
1874 finalizó en 1923 con un golpe de Estado militar que estableció una dictadura. El
argumento para justificar el golpe era que el régimen constitucional estaba desprestigiado
y que existía un grave peligro de revolución social.

1. LA QUIEBRA DEL RÉGIMEN CONSTITUCIONAL


En abril de 1923, un gobierno liberal presidido por García Prieto pretendió llevar a cabo
una reforma de la Constitución y de la Ley Electoral. Para frenar las reformas impulsadas
por el gobierno liberal, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, impulsó
un golpe de Estado militar el 13 de septiembre de 1923. El rey se negó a destituir a los
militares sublevados y el Gobierno dimitió.
Primo de Rivera justificó su actuación en un manifiesto dirigido a la nación, en el que
culpaba de desgobierno a los políticos y partidos tradicionales y declaraba su intención de
regenerar la política nacional, acabar con el caciquismo y la corrupción.

La mayoría de la población reaccionó con indiferencia o fue favorable al golpe de Estado.


Se esperaba que el nuevo régimen tuviera un carácter temporal y pusiera fin a un sistema
que se había demostrado incapaz de resolver los problemas del país.

2. EL DIRECTORIO MILITAR (1923-1925)


Alfonso XIII nombró a Primo de Rivera presidente del directorio, un gobierno integrado
exclusivamente por militares.
Sus primeras medidas fueron:
- La declaración del estado de guerra en todo el país (vigente hasta 1925)
- la suspensión de la Constitución
- La disolución del Parlamento y la ilegalización de los partidos politicos y
organizaciones obreras.

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- Líquido la Mancomunidad catalana, prohibió el uso de símbolos catalanistas
(bandera e himno) y restringe el uso del catalán al ámbito privado.

Para acabar con el caciquismo, el directorio disolvió los ayuntamientos, los reemplazó
por juntas de vocales designados entre los mayores contribuyentes de la localidad y
elaboró un estatuto municipal y otro provincial.

También instauró una política de orden público muy represiva, dirigida hacia la CNT. Se
prohibieron las manifestaciones y huelgas, y se persiguió y encarceló a los principales
dirigentes obreros. La represión redujo los conflictos laborales y puso fin a la violencia
social y al pistolerismo en las calles.

Primo de Rivera intentó resolver la cuestión de Marruecos y, en 1925, intervino


militarmente en el Rif. Estas acciones militares conjuntas supusieron la derrota definitiva
del líder rifeño Abd el-Krim y el final de la guerra de Marruecos.

El pretendido carácter regeneracionista del Directorio Militar se concretó en una


legislación social: reguló el trabajo de la mujer, promovió la construcción de viviendas
destinadas a familias obreras e impulsó una política de inversiones en obras públicas para
reducir el desempleo.

3. DIRECTORIO CIVIL (1925-1930)


A finales de 1925 se estableció un Directorio Civil, con el objetivo de abandonar la
"excepcionalidad" política iniciada con el golpe militar y regresar a la "normalidad",
institucionalizando el nuevo régimen y cediendo el gobierno a los civiles.

1. Para ello se formó un nuevo gobierno presidido por Primo de Rivera, del que
formaban parte técnicos civiles como José Calvo Sotelo, ministro de Hacienda, y Eduardo
Aunós, ministro de Trabajo.

2. Primo de Rivera pretendía consolidarse en el poder y contar con el apoyo de los


sectores conservadores, de la banca y de la industria. Para ello, el general confiaba en el
aprovechamiento de la relación económica internacional para emprender una
reactivación de la economía basada en el nacionalismo económico y el dirigismo estatal.

6. FIN DE LA MONARQUÍA EN 1931


La crisis económica mundial iniciada en 1929 alcanzó también a España, donde ocasionó
un rápido incremento del desempleo y un creciente descontento social. Ante la nueva
coyuntura, la dictadura fue perdiendo paulatinamente los apoyos de sus inicios. La
situación política, económica y social volvía a ser grave y se percibía que su previsible
empeoramiento podría suponer no solo el fin de la dictadura, sino también de la
monarquía.
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El 27 de enero de 1930, Primo de Rivera, gravemente enfermo, presentó su dimisión a
Alfonso XIII, que a los dos meses después, el dictador falleció en su exilio en París.
Alfonso XIII trató de volver al régimen constitucional existente hasta 1923, y a tal fin
nombró jefe de Gobierno al general Berenguer, inaugurando la llamada "dictablanda".

La oposición republicana se movilizó rápidamente, y en agosto de 1930 estableció el Pacto


de San Sebastián, un acuerdo para poner fin a la monarquía, al que se unieron socialistas
y algunos intelectuales como Fernando de los Ríos, Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.

En febrero de 1931, el almirante Aznar formó un nuevo gobierno. Como parte de la


estrategia para volver al sistema parlamentario y constitucional, se convocaron elecciones
municipales para el 12 de abril de 1931. El 14 de abril de 1931 fue proclamada la Segunda
República Española y el Comité Revolucionario, presidido por Niceto Alcalá Zomora, se
convirtió en Gobierno provisional. Ese mismo día, el rey abandonó España camino del
exilio.

El fin de la monarquía no fue el resultado de una revolución, sino del deterioro del propio
sistema político, iniciado con la crisis del 98, progresivamente debilitado durante las crisis
posteriores (1909, 1917 y 1923) y definitivamente desprestigiado durante la dictadura
militar. El colapso de 1931 fue el resultado de una larga crisis institucional que los
gobiernos de la monarquía fueron incapaces de resolver y que acabó primero con el
sistema constitucional de la Restauración y, finalmente, con la propia monarquía
restaurada.

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🞺 7. LA OPOSICIÓN A LA DICTADURA

Aunque Primo de Rivera contó con una oposición importante que fue creciendo e impulsó
actuaciones para poner fin a la dictadura. Algunos de los antiguos líderes de los partidos
dinásticos criticaron la excesiva duración del régimen y apoyaron conspiraciones
militares como la llamada "Sanjuanada" de 1926. A causa de su enfrentamiento con el
directorio, el Arma De Artillería fue disuelta.

Los republicanos organizaron la Alianza Republicana, que logró unir a las distintas
facciones del movimiento y protagonizaron una campaña de desprestigio del régimen a
nivel nacional e internacional. Incluía a republicanos históricos como Lerroux, otros más
recientes procedentes del reformismo, como Manuel Azaña, o incluso antiguos ministros
de la monarquía, como Niceto Alcalá-Zamora.

Los intelectuales y estudiantes universitarios critican la dictadura y denunciaron la


censura de prensa y la falta de libertad de expresión. Los estudiantes, agrupados en la
Federación Universitaria Española, creada en 1927, promovieron huelgas y
manifestaciones.

La burguesía catalana se unió a la oposición como resultado de la política del Directorio,


que eliminó la Mancomunidad y prohibió el uso público del catalán. Ello incrementó la
influencia de grupos nacionalistas radicales, como Estat Català, liderado por Francesc
Ma- cià desde el exilio.

La oposición obrera se centró fundamentalmente en la CNT y en el entonces pequeño


Partido Comunista de España, que fueron perseguidos y prohibidos. Con el objetivo de
incrementar la influencia anarquista en el interior de la CNT, en 1927 se constituyó la
Federación Anarquista Ibérica (FAI).

A partir de 1929, el PSOE entró en contacto con los grupos republicanos que intentaban
poner fin a la dictadura y sustituir la monarquía por un régimen republicano.

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